Sunteți pe pagina 1din 25

Economía y desarrollo

Unidad 2. Teorías del desarrollo

Políticas y proyectos sociales


Primer semestre

Programa de la asignatura:
Economía y desarrollo
Unidad 2. Teorías del desarrollo

Clave:
29141106

Universidad Abierta y a Distancia de


México

División de Ciencias Sociales y Administrativas | Políticas y proyectos sociales 1


Economía y desarrollo
Unidad 2. Teorías del desarrollo

Índice

Unidad 2. Teorías del desarrollo ..................................................................................... 3

Introducción ..................................................................................................................... 3

2.1. Modelo liberal: Desarrollo como crecimiento ......................................................... 4

2.1.1. Contexto histórico del liberalismo ......................................................................... 8

2.2. Modelo keynesiano ................................................................................................. 10

2.2.1. Principales conceptos......................................................................................... 11

2.2.2. Contexto histórico del keynesiano ...................................................................... 12

2.3. Materialismo histórico ............................................................................................ 15

2.3.1. Principales conceptos......................................................................................... 15

2.3.2. Contexto histórico del materialismo .................................................................... 18

2.4. Humanismo ............................................................................................................. 19

2.4.1. Principales conceptos......................................................................................... 19

2.4.2. Contexto histórico del humanismo ...................................................................... 21

Para saber más .............................................................................................................. 24

Cierre de la Unidad ........................................................................................................ 24

Fuentes de consulta ...................................................................................................... 25

División de Ciencias Sociales y Administrativas | Políticas y proyectos sociales 2


Economía y desarrollo
Unidad 2. Teorías del desarrollo

Unidad 2. Teorías del desarrollo

Introducción

De acuerdo a la concepción materialista de la historia, el desenvolvimiento económico de


los países responde, entre otras cosas, a una serie de elementos relacionados con el
cambio tecnológico, con mejoras en procesos productivos, con recursos naturales y su
explotación, así como la organización social que es consecuencia de la manera particular
de producir.

Como es de suponerse, este desarrollo no es uniforme y proviene de las diferentes etapas


históricas por las que ha atravesado la humanidad. De esta manera, diferentes estudiosos
de las Ciencias Sociales y de la Economía en particular han tratado de explicar las causas
que originan que algunos países tengan un mejor desempeño económico que otros.

En este orden de ideas, la unidad 2 denominada Economía y Desarrollo hace un recorrido


por cuatro propuestas que presentan sus particulares enfoques sobre las causas que
producen el desarrollo.

El modelo liberal, que coincide con las primeras etapas del capitalismo industrial y con el
surgimiento de la Economía como ciencia, considera que el trabajo es la fuente de la
riqueza y que el éxito de un país está dado por la laboriosidad de los individuos que
necesitan de un Estado que les permita realizar todo su potencial, sin intervenir y dejando
que el mercado se ajuste de acuerdo a sus propias leyes.

Por su parte, y poco más de 150 años después, John M. Keynes afirmó que para que
haya desarrollo económico es necesaria la participación activa del gobierno, quien a
través de la política monetaria, y especialmente la política fiscal, brinde las condiciones
para la inversión, empleo, demanda efectiva y por tanto la aparición de un círculo virtuoso
de crecimiento.

Estos dos planteamientos están ubicados dentro de lo que podría llamarse Teoría
económica convencional, existiendo un enfoque alterno denominado materialismo
histórico que considera que el valor en el modo de producción capitalista está dado por el
tiempo socialmente necesario de trabajo utilizado para la producción de una mercancía
que es a su vez la célula primaria del capitalismo.

Para el materialismo histórico, los modelos de producción se suceden uno a otro y son
definidos por el desarrollo de las fuerzas productivas y de las relaciones sociales de
producción. Cada cambio en el desarrollo está dado por un desequilibrio entre estas, de
tal suerte que un país estará más o menos desarrollado de acuerdo a la particular

División de Ciencias Sociales y Administrativas | Políticas y proyectos sociales 3


Economía y desarrollo
Unidad 2. Teorías del desarrollo

evolución de sus fuerzas productivas o de las relaciones sociales de producción


existentes.

Por último, en la última sección de esta unidad se aborda el Humanismo, un enfoque que
representa una respuesta al desencanto de las teorías clásicas que no dan respuesta a
las problemáticas económicas. Sitúa nuevamente al hombre como el centro de la nueva
utopía con una gama amplia de interpretaciones, desde la idea de un socialismo con
rostro humano como la clave del desarrollo no sólo económico sino de toda su existencia,
hasta interpretaciones humanistas con un carácter idealista, donde trabajadores y
empresarios son iguales como factores de la producción y estructuran sus relaciones en
torno al colaboracionismo y con ello se crea el concepto de capitalismo humano.

Estos cuatro enfoques no pretenden agotar las interpretaciones del desarrollo, ya que son
muchas y muy variadas, pero sí se puede tener una aproximación a los elementos que
coadyuvan a entender sobre qué tipo de modelo están basadas las políticas públicas para
el desarrollo económico y social de cada país.

2.1. Modelo liberal: Desarrollo como crecimiento

Durante la primera fase de la Revolución Industrial, el liberalismo político define un


modelo de Estado; una teoría similar trata de definir un modelo de economía. Se
considera a Adam Smith, con su obra “La riqueza de las naciones” (1776), como el
fundador del liberalismo económico y el iniciador del período de los llamados economistas
clásicos. El propósito de Smith, como el de los fisiócratas y los mercantilistas, era
descubrir el procedimiento de enriquecer al Estado, como demuestra su título, pero llega
al convencimiento de que es condición previa el enriquecimiento de los individuos, y este
es el meollo de su obra: “Cuando uno trabaja para sí mismo sirve a la sociedad con más
eficacia que si trabaja para el interés social” (Smith, 1776), es su principio de la armonía
entre el interés particular y el general.

Adam Smith es el gran apologista de la libertad económica, para él es inútil la intervención


del Estado que habían predicado los mercantilistas, el orden se establece por sí mismo,
por el juego de la oferta y la demanda. Si un producto es solicitado sube el precio y se
favorece su elaboración, con lo que todo vendedor es retribuido según la importancia de
los servicios que presta; la actividad del momento garantiza el orden, la justicia y el
progreso de la sociedad.

La llamada doctrina del ‘laissez faire’ ‘laissez passer’ (“dejar hacer, dejar pasar”) llena una
etapa del pensamiento y de la actividad económica. En su base se esconde una
glorificación de la libertad: el mercado se regula por libre afluencia, el trabajador elige
libremente su trabajo, la mano de obra se desplaza libremente, el contrato de trabajo es
un acuerdo libre entre patronos y obreros.

División de Ciencias Sociales y Administrativas | Políticas y proyectos sociales 4


Economía y desarrollo
Unidad 2. Teorías del desarrollo

El papel del Estado se reduce a defender la libertad de una actividad económica


autónoma de cualquier regulación política. Los críticos de la escuela clásica distinguieron,
como Sismondi1 entre la libertad teórica y la real, que suponía igualdad.

Una característica del liberalismo económico es la que indica al Estado que debe «dejar
hacer, dejar pasar», es decir, no intervenir. El mayor abanderado de esta idea es
Bentham 2, el cual sostiene que “el gobierno no puede hacer nada más que lo que podría
hacer para aumentar el deseo de comer y de beber. Su intervención es perfectamente
inútil” y agrega: “los impuestos no deben tener otro objeto que su objeto directo: el de
producir una renta disminuyendo el gravamen tanto cuanto sea posible. Cuando se quiere
hacerlos servir como medios indirectos del estímulo o de restricción para tal o cual
especie de industria, el gobierno, como lo hemos visto ya, no consigue más que desviar el
curso natural del comercio y dar la dirección menos ventajosa a los negocios” (Karatáiev,
1964).

¿Cómo es que esta libertad económica absoluta puede regular la economía de una
nación? Mediante la ley de la oferta y la demanda que los liberales clásicos consideran
una ley natural, como la que regula el ciclo de las estaciones o la ley de la gravedad.
Cuando un producto es demandado por la gente en cantidades superiores a las
existentes, el precio sube. Al subir, algunos compradores se retraen y destinan su dinero
a otros productos. Al ver esos precios más altos, los poseedores del capital invierten en
producir esa mercadería que ahora se ha vuelto muy rentable y por su competencia hacen
que el precio baje. De esa manera, la ley de la oferta y la demanda no sólo regula el
precio de las mercaderías, sino que reasigna el uso de los capitales y la mano de obra a
aquellos que más demandan los consumidores. Cuando el Estado interviene fijando el
precio de un producto o colocando impuestos diferenciales a determinadas mercancías,
destruye ese equilibrio natural y determinados productos sobrarán y otros escasearán.
Cada vez que se fijan precios máximos se produce desabastecimiento.

Las leyes del mercado, basadas en el juego de la oferta y la demanda, son la mano
invisible que rige el mundo económico y a la larga equilibran la producción y el consumo
de los diversos artículos. Toda barrera artificial, incluso entre las naciones, que dificulte
las leyes de mercado, debe ser abolida; se postula el incremento del comercio
internacional, principio que coincide perfectamente con las necesidades de las potencias
industriales.

1
Sismondi, Sismon de (1773-1842), ideólogo de la pequeña burguesía, primero en criticar las
concepciones de Adam Smith.
2
Bentham, Jeremías (1748-1832), situaba ante todo, entre las personas que pretendían la “máxima
felicidad”, a los capitalistas, para quienes exigía libertad, igualdad y fraternidad.

División de Ciencias Sociales y Administrativas | Políticas y proyectos sociales 5


Economía y desarrollo
Unidad 2. Teorías del desarrollo

Para decirlo en términos más modernos, el Estado se debería limitar a mantener el orden
y hacer cumplir los contratos que las partes firmen libremente. Todo lo demás debería
quedar librado a las leyes de la economía. Cada individuo deberá trabajar y ahorrar para
educar a sus hijos, para enfrentar enfermedades y accidentes, y para mantenerse en la
vejez y la invalidez.

Se considera factor imprescindible del desarrollo la acumulación de capital. Adam Smith


(1776) escribe: “La industriosidad de la sociedad sólo puede aumentar en proporción al
aumento de su capital”. De esta forma, la doctrina del beneficio ilimitado queda enaltecida.
El pensamiento liberal centraba su preocupación en la trilogía: ganancia, ahorro, capital.
El interés individual y el social coinciden siempre, asegura Adam Smith; aunque en la
práctica, cada individuo en particular pone todo su cuidado en buscar el medio más
oportuno de emplear con mayor ventaja el capital de que puede disponer. Lo que desde
luego se propone es su propio interés, no el de la sociedad en común, pero estos mismos
esfuerzos hacia su propia ventaja le inclinan a preferir, sin premeditación suya, el empleo
más útil a la sociedad como tal.

La ideología del liberalismo económico favoreció el proceso de industrialización, la


creación de mercados mundiales, la acumulación de capitales, el surgimiento de
empresas gigantescas, dimensiones todas que se reflejan en la segunda fase de la
Revolución Industrial, pero separó la ética de la economía y se despreocupó de los
problemas sociales de la industrialización.
Todo hombre, con tal que no viole las leyes de la justicia, debe quedar perfectamente libre
para abrazar el medio que mejor le parezca para buscar su modo de vivir y sus intereses;
asimismo que puedan salir sus producciones a competir con las de cualquier otro
individuo de la naturaleza humana.

Para los fisiócratas el origen de la riqueza de un Estado es la tierra y su explotación, para


los mercantilistas el origen de la riqueza está en la exportación (venta) de su producción y
la acumulación de capital, y para los liberales el origen de la riqueza es el trabajo.
Para el liberalismo el hombre busca el reconocimiento social, además es un ser ambicioso
y egoísta que desea crecer y progresar para lograr un bienestar, pero no puede lograrlo
individualmente, por lo que se relaciona socialmente tratando de obtener mercancías que
algunos de sus semejantes ya poseen. Para ello agudiza su ingenio y usa su talento y
conocimiento para producir otras mercancías que a otros les puede interesar y así poder
intercambiarlas o venderlas. Nace de esta manera el mercado comercial.

Para producir esas mercancías debe trabajar, por lo tanto, el origen del progreso
económico es el trabajo. Asimismo, debe fabricar gran cantidad de esos productos para
obtener mayores ganancias y de esta manera deber organizar el trabajo, lo que obliga a la
eficiencia y productividad.
El salario es lo que se le paga a un obrero por su trabajo y la ganancia es lo que obtiene
de la venta de los productos fabricados.

División de Ciencias Sociales y Administrativas | Políticas y proyectos sociales 6


Economía y desarrollo
Unidad 2. Teorías del desarrollo

La cantidad de trabajo que se emplea para producir un producto es el precio natural o el


precio mismo. La ley de oferta y demanda determina el precio efectivo de ese producto. El
mercado se auto-regula de forma transparente, es "como una mano invisible" que va
acomodando los precios de las mercancías en venta.

La acumulación de esa ganancia es el motor del capitalismo que lleva al progreso de la


sociedad. Buscando el propio bienestar va construyendo una sociedad mejor.
Y para que el sistema funcione es fundamental que la sociedad esté ordenada y en
armonía, además el Estado debe garantizar ese orden mediante una Constitución.

El Estado no debe intervenir en la economía, "dejar hacer, dejar pasar", producir y


exportar sin barreras y regulaciones.

Por su parte, David Ricardo (1987), otro de los clásicos fundamentales, tuvo el mérito de
desarrollar la teoría del valor-trabajo. Con acierto refirió que el concepto del valor, incluso
con Smith, era impreciso. Redujo todas las categorías de la Economía Política burguesa a
una categoría inicial, la del valor por el trabajo. Concluye que no hay ningún fundamento
para determinar el valor, sino mediante la cantidad de trabajo empleado para producir una
mercancía. Y afirmaba: “el valor comprado, actual o pasado, de las mercancías determina
la cantidad de éstas producida por el trabajo, y no las cantidades que se le dan al obrero a
cambio de su trabajo” (Ricardo, 1987, pp. 192-204).

Ricardo distinguía el valor y el valor de cambio. El valor lo consideraba como la expresión


de la cantidad del tiempo de trabajo empleado en la fabricación capitalista de una
mercancía; y el valor de cambio, como la relación de intercambio de dos mercancías.

En cuanto a la función del dinero, Ricardo la limitaba a la de medio de circulación.


Identificó el papel- dinero con el dinero metálico y por eso volvió a la teoría cuantitativa del
dinero, fundada por David Hume (1964),3 que consideraba que el valor del dinero
dependía de su cantidad. Si el dinero disminuía, el valor de las mercancías y su precio,
afirmaba Ricardo, se reflejaría en una menor cantidad de dinero, y por eso bajarían los
precios de los artículos. Caso contrario, si el dinero aumentaba, el valor de las mercancías
y su precio se vería expresados en una mayor cantidad de dinero, lo que implicaría la
elevación de los precios de las mercancías.

Por tanto, Hume y Ricardo suponían que el precio de las mercancías lo determina, en
última instancia, la relación entre la masa de las mismas y la del dinero que haya en
circulación.

3
Hume, David (1711-1776), filósofo, historiador y economista inglés, que exaltó el régimen
capitalista desarrollado en Inglaterra. Creó su propia teoría cuantitativa del dinero, la cual
fundamentaba que la masa del dinero que hay en circulación determina los precios. En: Karataev,
et. al. (1964). Historia de las doctrinas económicas. T. I. México: Ed. Grijalvo. 1964. pp. 151-152.

División de Ciencias Sociales y Administrativas | Políticas y proyectos sociales 7


Economía y desarrollo
Unidad 2. Teorías del desarrollo

Finalmente, se puede decir que el capitalismo, sobre todo durante su auge en la segunda
mitad del siglo XIX, tuvo una serie de características básicas:

 Los medios de producción —tierra y capital— son de propiedad privada. En este


contexto el capital se refiere a los edificios, la maquinaria y otras herramientas
utilizadas para producir bienes y servicios destinados al consumo.
 La actividad económica aparece organizada y coordinada por la interacción entre
compradores y vendedores (o productores) en los mercados.
 Los propietarios de la tierra, el capital como los trabajadores, son libres y buscan
maximizar su bienestar, por lo que intentan sacar el mayor partido posible de sus
recursos y del trabajo que utilizan para producir; los consumidores pueden gastar
como quieran y cuando deseen sus ingresos para obtener la mayor satisfacción
posible. Este principio que se denomina soberanía del consumidor refleja que, en
un sistema capitalista, los productores se verán obligados, debido a la
competencia, a utilizar sus recursos de forma que puedan satisfacer la demanda
de los consumidores; el interés personal y la búsqueda de beneficios les lleva a
seguir esta estrategia.
 Bajo el sistema capitalista, el control del sector privado por parte del sector público
debe ser mínimo; se considera que si existe competencia, la actividad económica
se controlará a sí misma; la actividad del gobierno sólo es necesaria para
gestionar la defensa nacional, hacer respetar la propiedad privada y garantizar el
cumplimiento de los contratos. Esta visión decimonónica del papel del Estado en el
sistema capitalista ha cambiado mucho durante el siglo XX.

En conclusión, el modelo liberal marcó una etapa histórica en la que el desarrollo


económico, encabezado por una expansión industrial y comercial no experimentada
anteriormente, en toda Europa principalmente, hizo consolidar al capitalismo como modo
de producción predominante. Ello condujo a que connotados teóricos economistas
vertieran sus concepciones sobre sus bondades, y otros, los menos, lo criticaran.

2.1.1. Contexto histórico del liberalismo

El desarrollo del capitalismo en Inglaterra, en el primer cuarto del siglo XIX, se debió al
viraje industrial iniciado en el siglo XVIII. Los cambios en la industria fueron tan
innovadores e importantes que se le calificó de Revolución Industrial. Así, Inglaterra se
transformó en un país de colosales ciudades fabriles, cuyos artículos abastecían a todo el
mundo y se producía casi todo con ayuda de máquinas más complejas.

Dicha revolución arranca con la sustitución del hombre por la máquina, la cual comenzó a
suplantar al obrero. Primero fue inventado el telar, que encontró su aplicación en la
industria textil; después la industria metalúrgica jugó un papel importante con la

División de Ciencias Sociales y Administrativas | Políticas y proyectos sociales 8


Economía y desarrollo
Unidad 2. Teorías del desarrollo

sustitución del combustible de madera por el mineral y el rápido perfeccionamiento de los


procesos metalúrgicos de producción.

Poco después llegó el reinado de la máquina de vapor, útil para el trabajo de cualquier
rama de la industria; esta nueva fuerza motriz permitía todo un sistema de máquinas, es
decir, un motor ponía en movimiento muchas máquinas. Esta revolución industrial abarcó
también el transporte y las comunicaciones.

Así, la máquina conquistó sus derechos; surge y progresa la fábrica capitalista, aparato
potente, con el cual los capitalistas extraen el valor excedente de la clase obrera. El
mayor uso de máquinas aseguró, al capitalismo inglés, la transición de la manufactura a la
fábrica, en donde el desarrollo de maquinaria sirvió de base técnica de la producción
adecuada para el capital industrial.

El viraje industrial originó un cambio radical en la estructura social de Inglaterra. Los


obreros, los capitalistas y los propietarios de tierra se transformaron en clases sociales,
con rasgos específicos cada una. Por ejemplo, hasta entonces, los obreros textiles
ingleses eran mitad obreros asalariados en la industria capitalista domiciliaria, mitad
agricultores, que poseían pequeñas parcelas de tierra y sus propias casas. Con el cambio
industrial, estos ‘tejedores-agricultores’ se convirtieron en auténticos proletarios fabriles. Y
es a medida que se desarrolla la industria capitalista, que, contrariamente, empeoraba la
situación de los obreros asalariados.

El obrero es, por tanto, un apéndice de la máquina, se incrementaba la subordinación del


trabajo al capital y se intensificaba la dependencia de los trabajadores a los capitalistas.
La composición de la clase obrera cambiaba, se extendía rápidamente al empleo de mano
de obra femenina e infantil en la industria, con ello se redujo el valor de la mano de obra,
aumentaba la competencia entre los obreros y creció visiblemente el ejército de reserva
de trabajo, se prolongó la jornada de trabajo y aumentó su intensidad.

La transformación industrial trajo a los trabajadores de Inglaterra la proletarización, la


miseria, la ruina, mayor opresión y explotación; en cambio, a los capitalistas industriales
les reportó beneficios enormes.

La revolución industrial se vio acompañada de grandes avances económico-sociales en la


agricultura. De los pequeños agricultores también se formó el proletariado rural, y de la
élite de potentados del campo surgieron los grandes granjeros capitalistas que tomaban
en arriendo grandes extensiones de tierra y explotaban sus haciendas con ayuda de
peones asalariados. Así, los granjeros se enriquecieron rápidamente, aprovechándose de
los elevados precios de los productos agrícolas, a la vez que intensificaban la explotación
de los agricultores.

División de Ciencias Sociales y Administrativas | Políticas y proyectos sociales 9


Economía y desarrollo
Unidad 2. Teorías del desarrollo

Los terratenientes aristócratas y los arrendadores también amasaron en poco tiempo


grandes fortunas, ya que la renta agraria aumentó en dos o tres veces, y en algunos
sitios, hasta cinco veces.

Asimismo, a la par se desarrolló con gran rapidez el crédito, la banca y la bolsa. Además
del Banco Central de Inglaterra, creado en 1694 (mucho antes de la revolución industrial),
surgieron muchos otros bancos provinciales. Las operaciones bancarias adquirieron
enorme magnitud, el sistema crediticio del capitalismo inglés se formó y fortaleció. Al
mismo tiempo, se ampliaron en gran escala las operaciones de la bolsa de valores y la
mercantil.

El cambio industrial agudizó, en gran medida, las contradicciones de clase. La lucha de la


clase obrera contra los capitalistas acababa de iniciarse; con el surgimiento de los
sindicatos (las ‘trades-union’) se dieron los primeros choques y huelgas.

Por otro lado, se encontraba la lucha entre la burguesía (industrial y agrícola) por el poder
político en Inglaterra, basada en las reivindicaciones económicas de abolición de los
impuestos de los cereales y la reducción de sus precios. Bajo esta bandera, la burguesía
defendía las ideas de libertad de comercio y competencia, frenadas o reducidas por las
leyes proteccionistas, ventajosas para terratenientes y granjeros.

En el caso de la burguesía industrial, luchó con los grupos dirigentes en relación al


sistema crediticio y de dinero. El gobierno recurría a la emisión del mismo y la burguesía
exigía una circulación monetaria estable.

2.2. Modelo keynesiano

Como se vio anteriormente, el tema central para el liberalismo es el pleno empleo, el cual
de alguna manera se cumple. Para Keynes el tema central derivado de la crisis de 1929
es el desempleo.

Por tanto, al sistema clásico liberal se le conoce como equilibrio con pleno empleo,
mientras que al sistema keynesiano se le denomina equilibrio con subempleo. Para los
liberales el trabajo es objetivo, es una actividad creadora o transformadora de bienes
tangibles, y para Keynes el trabajo es abstracto, esto es, una actividad creadora de bienes
tangibles como intangibles, con ello inicia la economía de servicios. Para poder resolver la
crisis del 29, el keynesianismo sostiene que el desempleo podría disminuir con la
implementación de servicios públicos, es decir, con una activa participación del Estado en
proporcionar a la sociedad: servicios de educación, salud, seguridad, previsión,
asistencia, infraestructura, dando pie a que el Estado participe de forma importante en la
economía (Rionda, 2008).

División de Ciencias Sociales y Administrativas | Políticas y proyectos sociales 10


Economía y desarrollo
Unidad 2. Teorías del desarrollo

2.2.1. Principales conceptos

Los trabajos de los profesores Hansen y Harris, de la Universidad de Harvard (Karatáiev,


1964), contienen una detallada exposición de la versión estadounidense del
keynesianismo. Los economistas en Estados Unidos han asimilado bien las tesis básicas
de Keynes: la explicación de los motivos de la recesión y de las crisis económicas, el
papel decisivo de la regulación de la economía por parte del Estado y sobre el
multiplicador.

La intensa militarización de la economía y las tendencias agresivas del imperialismo han


conducido a las crisis con un elemento adicional: el estancamiento, según el cual, en el
momento que inició la Primera Guerra Mundial se había detenido el impetuoso desarrollo
del capitalismo, a causa del debilitamiento de sus factores motrices: el menor crecimiento
poblacional, la falta de territorios libres y la lentitud del progreso técnico (en resumen, la
inversión y el empleo).

Esta situación de estancamiento económico alentó lo inevitable de la injerencia del Estado


en la economía, de la concesión de grandes pedidos del Estado a los capitalistas y de la
participación estatal en obras monumentales, para así reactivar la inversión y evitar las
crisis económicas.

Keynes (como Hansen) estimó que la misión de una economía capitalista regulada
consiste en ayudar a la iniciativa privada.

Para ello, se sugiere incrementar los impuestos, considerando que un impuesto sobre el
producto de ingreso al ser del 25% o 30%, no es excesivo. Se empeñan en hacer creer a
los trabajadores que al crecer el porcentaje de trabajadores ocupados, crecerán también
sus ingresos, gracias a lo cual la carga tributaria no será más pesada.

Todos los métodos para incrementar los gastos públicos propuestos por los keynesianos
tienden a justificar la política fiscal instrumentada de aumento de impuestos a los
trabajadores y emitir nueva deuda en interés de los monopolios. La redistribución de la
renta nacional por medio del presupuesto favorece a las clases más ricas. Los recursos
extraídos a los trabajadores en forma de contribuciones van a parar a manos de los
monopolios al abonarles el importe de los pedidos de armamento.

Así, la doctrina de Keynes ha sido complementada con el principio de la aceleración: la


influencia del aumento de los ingresos, vía la ampliación de la demanda, representa un
acelerador de las inversiones. Este esquema de crecimiento ininterrumpido de la
economía, cuyo punto de partida son las inversiones del Estado, se conoce con el nombre
el “proceso multiplicador” (teoría burguesa de la reproducción).

División de Ciencias Sociales y Administrativas | Políticas y proyectos sociales 11


Economía y desarrollo
Unidad 2. Teorías del desarrollo

Como puede observarse, los principales conceptos en la teoría keynesiana que destacan
y se derivan son a nivel nacional: producción, ingreso e inversión, empleo y consumo, así
como ahorro y tasa de interés.

Con relación a la teoría clásica (defensora del liberalismo económico observado con
anterioridad), el aspecto a destacar, y que a la vez hace funcionar dichas categorías, es el
dinero. Precisamente este elemento es el detonante de la teoría keynesiana que se
contrapone con la llamada teoría cuantitativa del dinero clásica.

Keynes desarrolló dos ecuaciones principales, en donde identifica el funcionamiento de la


economía de un país moderno. En términos sencillos, se pueden exponer sus elementos
de la siguiente forma (Stanford, 1982, pp. 11-31):

 El consumo (C) es una parte del ingreso (Y) [C (Y)].


 La inversión (I) está determinada por la tasa de interés (r) [I (r)].
 El ahorro (S) está en función del Ingreso (Y) [S (Y)].
 El gasto gubernamental (g).
 La demanda del dinero (DM) es para dos fines: para transacciones M1 (adquirir
bienes y/o servicios); y para fines especulativos M2 (ahorro de corto y largo
plazos), y es determínate directa del comportamiento de los precios nacionales de
los bienes y servicios.
 La oferta de dinero (SD) es igual a la Demanda de dinero (DM).

Con ello, pretendió determinar distintas posibilidades de equilibrio en los mercados de


bienes y servicios, así como del dinero, con determinados niveles de ingreso nacional y
de establecimiento de tasas de interés en función de la oferta y demanda del dinero.

2.2.2. Contexto histórico del keynesiano

Con el capitalismo aparecieron los ciclos económicos: periodos de expansión y


prosperidad seguidos de recesiones y depresiones económicas que se caracterizan por la
discriminación de la actividad productiva y el aumento del desempleo. Los economistas
clásicos que siguieron las ideas de Adam Smith no podían explicar estos altibajos de la
actividad económica y consideraban que era el precio inevitable que había que pagar por
el progreso que permitía el desarrollo capitalista. Las críticas marxistas y las frecuentes
depresiones económicas que se sucedían en los principales países capitalistas ayudaron
a la creación de movimientos sindicales que luchaban para lograr aumentos salariales,
disminución de la jornada laboral y mejores condiciones laborales.

A finales del siglo XIX, sobre todo en Estados Unidos, empezaron a aparecer grandes
corporaciones de responsabilidad limitada que tenían un enorme poder financiero. La
tendencia hacia el control corporativo del proceso productivo llevó a la creación de
acuerdos entre empresas, monopolios o trusts que permitían el control de toda una

División de Ciencias Sociales y Administrativas | Políticas y proyectos sociales 12


Economía y desarrollo
Unidad 2. Teorías del desarrollo

industria. Las restricciones al comercio que suponían estas asociaciones entre grandes
corporaciones provocó la aparición, por primera vez en Estados Unidos, y más tarde en
todos los demás países capitalistas, de una legislación antitrusts, que intentaba impedir la
formación de trusts que formalizaran monopolios e impidieran la competencia en las
industrias y en el comercio. Las leyes antitrusts no consiguieron restablecer la
competencia perfecta caracterizada por muchos pequeños productores con la que soñaba
Adam Smith, pero impidió la creación de grandes monopolios que limitaran el libre
comercio.

A pesar de estas dificultades iniciales, el capitalismo siguió creciendo y prosperando casi


sin restricciones a lo largo del siglo XIX. Logró hacerlo así porque demostró una enorme
capacidad para crear riqueza y para mejorar el nivel de vida de casi toda la población. A
finales del siglo XIX, el capitalismo era el principal sistema socioeconómico mundial.

Durante casi todo el siglo XX, el capitalismo ha tenido que hacer frente a numerosas
guerras, revoluciones y depresiones económicas. La Primera Guerra Mundial provocó el
estallido de la revolución en Rusia. La guerra también fomentó el nacionalsocialismo en
Alemania, una perversa combinación de capitalismo y socialismo de Estado, reunidos en
un régimen cuya violencia y ansias de expansión provocaron un segundo conflicto bélico
a escala mundial. A finales de la Segunda Guerra Mundial, los sistemas económicos
comunistas se extendieron por China y por toda Europa oriental, sin embargo, al finalizar
la Guerra Fría, a finales de la década de 1980, los países del bloque soviético empezaron
a adoptar sistemas de libre mercado, aunque con resultados ambiguos. China es el único
gran país que sigue teniendo un régimen marxista, aunque se empezaron a desarrollar
medidas de liberalización y se abrieron algunos mercados a la competencia exterior.
Muchos países en vías de desarrollo, con tendencias marxistas cuando lograron su
independencia, se tornan ahora hacia sistemas económicos más o menos capitalistas, en
búsqueda de soluciones para sus problemas económicos.

En las democracias industrializadas de Europa y Estados Unidos, la mayor prueba que


tuvo que superar el capitalismo se produjo a partir de la década de 1930. La Gran
Depresión fue, sin duda, la más dura crisis a la que se enfrentó el capitalismo desde sus
inicios en el siglo XVIII. Sin embargo, y a pesar de las predicciones de Marx, los países
capitalistas no se vieron envueltos en grandes revoluciones. Por el contrario, al superar el
desafío que representó esta crisis, el sistema capitalista mostró una enorme capacidad de
adaptación y de supervivencia. No obstante, a partir de ella, los gobiernos democráticos
empezaron a intervenir en sus economías para mitigar los inconvenientes y las injusticias
que crea el capitalismo.

Así, en Estados Unidos el New Deal de Franklin D. Roosevelt reestructuró el sistema


financiero para evitar que se repitiesen los movimientos especulativos que provocaron el
crack de Wall Street en 1929. Se emprendieron acciones para fomentar la negociación
colectiva y crear movimientos sociales de trabajadores que dificultaran la concentración

División de Ciencias Sociales y Administrativas | Políticas y proyectos sociales 13


Economía y desarrollo
Unidad 2. Teorías del desarrollo

del poder económico en unas pocas grandes corporaciones industriales. El desarrollo del
Estado del bienestar se consiguió gracias al sistema de la Seguridad Social y a la
creación del seguro de desempleo, que pretendían proteger a las personas de las
ineficiencias económicas inherentes al sistema capitalista.

El acontecimiento más importante de la historia reciente del capitalismo fue la publicación


de la obra de John Maynard Keynes “La teoría general del empleo, el interés y el dinero”
(1936). Al igual que las ideas de Adam Smith en el siglo XVIII, el pensamiento de Keynes
modificó en lo más profundo las ideas capitalistas, creándose una nueva escuela de
pensamiento económico denominada keynesianismo.

Keynes demostró que un gobierno puede utilizar su poder económico, su capacidad de


gasto, sus impuestos y el control de la oferta monetaria para paliar, e incluso en
ocasiones eliminar, el mayor inconveniente del capitalismo: los ciclos de expansión y
depresión. Según Keynes, durante una depresión económica el gobierno debe aumentar
el gasto público, aun a costa de incurrir en déficits presupuestarios, para compensar la
caída del gasto privado. En una etapa de expansión económica, la reacción debe ser la
contraria si la expansión está provocando movimientos especulativos e inflacionistas.

Durante los 25 años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, la combinación de las


ideas keynesianas con el capitalismo generó una enorme expansión económica. Todos
los países capitalistas, también aquellos que perdieron la guerra, lograron un crecimiento
constante, con bajas tasas de inflación y crecientes niveles de vida. Sin embargo, a
principios de la década de 1960 la inflación y el desempleo empezaron a crecer en todas
las economías capitalistas, en las que las fórmulas keynesianas habían dejado de
funcionar. La menor oferta de energía y los crecientes costos de la misma (en especial del
petróleo) fueron las principales causas de este cambio. Aparecieron nuevas demandas,
como por ejemplo la exigencia de limitar la contaminación medioambiental, fomentar la
igualdad de oportunidades y salarial para las mujeres y las minorías, y la exigencia de
indemnizaciones por daños causados por productos en mal estado o por accidentes
laborales. Al mismo tiempo, el gasto en materia social de los gobiernos seguía creciendo,
así como la mayor intervención de estos en la economía.

Es necesario enmarcar esta situación en la perspectiva histórica del capitalismo,


destacando su enorme versatilidad y flexibilidad. Los acontecimientos ocurridos en este
siglo, sobre todo desde la Gran Depresión, muestran que el capitalismo de economía
mixta o del Estado del bienestar ha logrado afianzarse en la economía, consiguiendo
evitar que las grandes recesiones económicas puedan prolongarse y crear una crisis tan
grave como la de la década de 1930. Esto ya es un gran logro y se ha podido alcanzar sin
limitar las libertades personales ni las libertades políticas que caracterizan a una
democracia.

División de Ciencias Sociales y Administrativas | Políticas y proyectos sociales 14


Economía y desarrollo
Unidad 2. Teorías del desarrollo

La inflación de la década de 1970 se redujo a principios de la década de 1980 gracias a


dos hechos importantes. En primer lugar, las políticas monetarias y fiscales restrictivas de
1981-1982 provocaron una fuerte recesión en Estados Unidos, Europa Occidental y el
Sureste Asiático. El desempleo aumentó, pero la inflación se redujo. En segundo lugar,
los precios de la energía cayeron al reducirse el consumo mundial de petróleo. A
mediados de la década de los ochenta, casi todas las economías occidentales se habían
recuperado de la recesión. La reacción ante el keynesianismo se tradujo en un giro hacia
políticas monetaristas con privatizaciones y otras medidas tendentes a reducir el tamaño
del sector público.

Las crisis bursátiles de 1987 marcaron el principio de un periodo de inestabilidad


financiera. El crecimiento económico se desaceleró y muchos países en los que la deuda
de las empresas y la de los individuos habían alcanzado niveles sin precedente, entraron
en una profunda crisis con grandes tasas de desempleo a principios de la década de
1990. La recuperación empezó a mitad de esta década, aunque los niveles de desempleo
siguen siendo elevados, pero se mantiene una política de cautela a la vista de los excesos
de la década anterior.

El principal objetivo de los países capitalistas consiste en garantizar un alto nivel de


empleo al tiempo que se pretende mantener la estabilidad de los precios. Es, sin duda, un
objetivo muy ambicioso pero, a la vista de la flexibilidad del sistema capitalista, no sólo
resulta razonable, sino también asequible.

2.3. Materialismo histórico

El materialismo histórico considera que la base real de la sociedad humana es el modo de


producción de los bienes materiales: las fuerzas productivas y las relaciones de
producción que se forman sobre la base de ellas, a las que corresponde una determinada
estructura política y cultural.

2.3.1. Principales conceptos

El concepto de materialismo histórico fue interpretado de las obras tempranas de Carlos


Marx y Federico Engels, por ejemplo, en la “Ideología alemana” (1845) se empieza a dejar
en claro la postura conceptual de los filósofos y economistas.

La premisa principal que plantean es que en toda historia humana existen individuos
reales, con acciones y contradicciones materiales para producir sus medios de vida en
función de su organización corporal, y así formando un modo de vida, en donde coincide
lo que producen con el cómo lo producen, lo que significa las condiciones materiales de
producción.

División de Ciencias Sociales y Administrativas | Políticas y proyectos sociales 15


Economía y desarrollo
Unidad 2. Teorías del desarrollo

En ese contexto, se manifiesta la división del trabajo que responde a las formas de
producir materiales, instrumentos y productos del trabajo en varios sectores, donde hay
individuos en trabajos específicos, determinados por el modo de explotar cada tipo de
trabajo y respondiendo a específicas formas de producción, y por ende, a las formas de
propiedad.

Aquí los autores refieren a la tribu como primer forma de propiedad; luego, la antigua
propiedad comunal y estatal ya identificada con el esclavismo; y posteriormente, la
agricultura feudal, donde domina la propiedad territorial, con trabajo de siervos a ella
vinculados. Después, en la evolución histórica aparecería el trabajo propio de un pequeño
capital que dominaría el trabajo de los oficiales de los gremios. Estas formas diversas
generaron contradicciones de clase y la consabida lucha de clases, ya que se generaron
clases dominantes y dominadas.

Por lo tanto, los individuos en la historia han sido productores de una forma determinada,
contrayendo relaciones sociales y políticas específicas. Esto da una trabazón real entre la
organización social y política, así como la producción misma. Por ende, la organización
social y el Estado brotan del proceso de vida de individuos determinados, es decir, reales,
productores, actuantes e independientes de su voluntad.

De este modo, indican Marx y Engels, la producción de ideas y representaciones están


ligadas a la actividad material, es decir, están conectadas al comportamiento material de
los hombres, condicionados por el desarrollo de sus fuerzas productivas; la ideología
responde al desarrollo de la producción material y a su intercambio, y por consecuencia
es la división del trabajo la que asigna, a determinadas personas, sus actividades
espirituales y materiales.

Como puedes observar, esta síntesis de los aspectos centrales de la concepción marxista
(materialismo histórico) muestra una idea de que la evolución histórica habrá que
analizarla con dichos principios, es decir, no perder de vista que las formas de propiedad
de cada modo de producción será vital para entender las manifestaciones sociales
históricamente determinadas.

Por otro lado, en la “Contribución a la crítica de la Economía Política” de Carlos Marx,


editada en 1859, también se desarrolla y formula la tesis fundamental del ‘materialismo
histórico’, el cual define las relaciones de producción (es decir, las relaciones de
propiedad). Enfatiza su carácter objetivo y su dependencia de determinado nivel de
desarrollo de las fuerzas productivas. En las contradicciones entre las fuerzas productivas
y las relaciones de producción, Marx ve la base de las revoluciones sociales: la lucha de
clases.

División de Ciencias Sociales y Administrativas | Políticas y proyectos sociales 16


Economía y desarrollo
Unidad 2. Teorías del desarrollo

Se define la base económica y la superestructura, subrayando que el modo de producción


de la vida material condiciona el proceso de la vida social y espiritual en general, es decir,
al modificarse la base económica se produce el cambio en la superestructura.

Primeramente, en la Contribución Marx trata la mercancía y el trabajo que la crea y


expone su teoría del valor. Antes, fue David Ricardo quien desarrolló su teoría del valor-
trabajo, llegando a la conclusión de que la única fuente de valor era el trabajo y de que la
magnitud del valor la determina el tiempo de trabajo necesario para producir la mercancía.
Sin embargo, no distinguió las relaciones sociales de producción de los productores de
mercancías, ni analizó el carácter del trabajo que las crea.

Marx fue el primero en investigar el carácter del trabajo que produce las mercancías y en
establecer la dualidad del trabajo concreto y abstracto, privado y social. Descubrió que el
trabajo que crea un valor es cualitativamente indiferente, ya que se trata de un trabajo
humano en general, independientemente de la forma concreta en que se manifieste, como
trabajo complejo o simple. Las mercancías como productos del trabajo abstracto, es decir,
como valores, se diferencian tan sólo cualitativamente.

Los clásicos no podían demostrar por qué el valor no puede ser determinado por el
trabajo empleado individualmente. Marx sentó las bases para determinar la magnitud del
valor como el tiempo de trabajo socialmente necesario. Los antecesores de Marx vieron
que con el aumento de la productividad del trabajo el valor de toda la producción no
variaba, en tanto que el valor por unidad se reducía. Marx descubrió que la productividad
es una cualidad del trabajo concreto, mientras que la creación del valor es fruto del trabajo
abstracto.1 Aquí habría que entender que el trabajo concreto es aquel que crea valor pero
a menor escala, es decir, de una forma artesanal, una mercancía hecha a mano, por
ejemplo. En cambio, el trabajo abstracto es el que está implícito en una mercancía en el
proceso industrial mismo, esto es, no se puede palpar, por así decirlo, el trabajo humano
sobre el bien producido.

Finalmente, cabe referir otra obra del marxismo que muestra la evidencia del método del
materialismo, y es la que Federico Engels desarrolló y denominó como “El origen de la
familia, la propiedad privada y el Estado”. En ella, retomando una investigación del
sociólogo norteamericano Morgan sobre las relaciones sociales entre las tribus
norteamericanas de finales del siglo XIX, descubre a su vez elementos fundamentales de
los lazos familiares de la comunidad primitiva y su evolución hacia la propiedad privada y
el Estado.

Aquí se resalta que las relaciones de los hombres están dadas por la producción y
reproducción de las mismas, condicionado esto por clases originadas históricamente por
el desarrollo de la familia, pero que al “inicio” la sociedad se basó siempre en “lazos de
parentesco”. En función de lo anterior, surge una división del trabajo que incluye una
propiedad sobre el producto del trabajo personal, lo que se tradujo en un aumento del

División de Ciencias Sociales y Administrativas | Políticas y proyectos sociales 17


Economía y desarrollo
Unidad 2. Teorías del desarrollo

excedente económico y su consecuente intercambio. Esa división de la familia fue la base


para distribuir la propiedad del hombre y la mujer (lo que dio paso a la monogamia). Así,
se tiene que la sociedad antigua estuvo basada, por lo general, en relaciones de
parentesco, siendo la célula la misma familia, que al ir cambiando sus propias relaciones
afectó en el plano de la producción (división del trabajo), por ello se pone en entredicho su
condición histórica original.

Se tiene así que las clases sociales se originaron precisamente ahí donde deja de ser
vigente la relación de parentesco por la vía materna, predominando ahora la monogamia,
que implicó el predominio del hombre, y por otro lado, que la familia se basara en
condiciones económicas y no neutrales, lo que llevó a su vez al desmedido aumento de la
propiedad privada, lo cual originó la esclavización de un sexo por otro, constituyendo este
hecho en el primer antagonismo (disputa) de clase.

Para el marxismo original, las clases sociales, por consecuencia, tienen un origen y una
posición determinante en la estructura social, considerándoseles fuerzas motrices de la
sociedad, esto lleva a percibirlas conceptualmente como categorías históricas no
inmutables en el tiempo, pues se transforman en la medida que lo hace el complejo social
total, y ello es debido a que originan contradicciones y son a la vez el resultado de ellas;
esto se resume a que entre las clases y la sociedad se desarrolla un movimiento
dialéctico constante, en donde lo determinante es el hecho económico.

2.3.2. Contexto histórico del materialismo

Las partes integrantes del marxismo son: el materialismo dialéctico, el materialismo


histórico, la doctrina económica y la teoría del socialismo científico. Están ligadas entre sí
y son una concepción alternativa y consecuente.

El marxismo nace en la década de 1840, cuando el capitalismo se había desarrollado en


los países avanzados de Europa Occidental y la clase obrera intervenía en los
acontecimientos históricos como una fuerza independiente.

En el siglo XVII en Inglaterra tuvo lugar la revolución burguesa, lo que impulsó el


desarrollo del capitalismo, acompañada de una revolución agraria, la que transformó a los
campesinos en proletarios agrícolas.

Hacia la década de 1840, el capitalismo triunfa totalmente sobre el feudalismo en


Inglaterra y Francia. En Alemania, Rusia y Austria predominan aún las relaciones
feudales, pero su desaparición es ya una necesidad económica, ya maduraban
revoluciones burguesas.

División de Ciencias Sociales y Administrativas | Políticas y proyectos sociales 18


Economía y desarrollo
Unidad 2. Teorías del desarrollo

Pero al mismo tiempo que se desarrollaba el capitalismo se iban haciendo más profundas
sus contradicciones, sobre todo en el carácter social de la producción y la apropiación
privada capitalista de los beneficios, contra la escasa capacidad adquisitiva de los
trabajadores, dando lugar a la depauperación de la clase obrera y los campesinos. Dichas
contradicciones tienen su efecto en las crisis económicas recurrentes (1825, 1836 y
1847), lo que confirma su carácter sistemático.

Así, el desarrollo del capitalismo en diversos países proporcionó las condiciones objetivas
para estudiar las leyes que rigen este sistema económico y las contradicciones que lo
conforman. El método fue el marxismo, el cual se enfrentó a los pensadores que
defendían el desarrollo del capitalismo y sus formas de expresión, a lo que Marx y Engels
denominaron como la ‘vulgarización de la ciencias’ en general, principalmente de la
economía y la filosofía.

2.4. Humanismo

El denominado "humanismo" es el proceso de transformación de la cultura que comienza


en Italia, particularmente en Florencia, entre fines del 1300 y comienzos del 1400, y
concluye en el Renacimiento con su expansión por toda Europa. Esa corriente apareció
ligada a los escritos referidos a las cosas humanas, en contraposición a las cosas divinas.
Y este es uno de los motivos por el cual se llama a sus representantes "humanistas".

2.4.1. Principales conceptos

El humanismo es, en su origen, un fenómeno literario con una tendencia clara a retomar
los aportes de la cultura grecolatina, asfixiados por la visión cristiana medieval. Debe
anotarse que el surgimiento de este fenómeno no se debió simplemente a la modificación
endógena de los factores económicos, sociales y políticos de la sociedad occidental, sino
que esta recibió influencias transformadoras de otros ambientes y civilizaciones. El
intenso contacto con las culturas judía y árabe, el comercio con las culturas del extremo
oriente y la ampliación del horizonte geográfico formaron parte de un contexto que
incentivó la preocupación por lo genéricamente humano y por los descubrimientos de las
cosas humanas.

Cien años después de Petrarca (1304 - 1374) existió un conocimiento diez veces mayor
de los clásicos que a lo largo de todo el período anterior de mil años. Petrarca buscó en
los antiguos códices tratando de corregir una memoria deformada, y con ello inició una
tendencia de reconstrucción del pasado y un nuevo punto de vista del fluir de la historia
atascada entonces por el inmovilismo de la época.

División de Ciencias Sociales y Administrativas | Políticas y proyectos sociales 19


Economía y desarrollo
Unidad 2. Teorías del desarrollo

Otro de los primeros humanistas, Manetti, en su obra "La dignidad y excelencia de los
hombres” reivindicó al ser humano contra el ‘desprecio del mundo’, predicado por el
monje Lotario (posteriormente Papa, conocido como Inocencio III). A partir de allí, Lorenzo
Valla en su "De Voluptate" (El placer) atacó el concepto ético del dolor, vigente en la
sociedad de su tiempo. Y así, mientras ocurría el cambio económico y se modificaban las
estructuras sociales, los humanistas concientizaban ese proceso generando una cascada
de producciones en la que se fue perfilando esa corriente que sobrepasó el ámbito de lo
cultural y terminó poniendo en cuestión las estructuras del poder en manos de la Iglesia y
el Monarca.

Es sabido que muchos temas implantados por los humanistas siguieron adelante y
terminaron por inspirar a los enciclopedistas y a los revolucionarios del siglo XVIII, pero
luego de las revoluciones americana y francesa comenzó esa declinación en la que la
actitud humanista quedó sumergida. Ya el idealismo crítico, el idealismo absoluto y el
romanticismo, inspiradores a su vez de filosofías políticas absolutistas, dejaron atrás al
ser humano como valor central para convertirlo en epifenómeno de otras potencias.

Un caso de humanismo filosófico es el llamado humanismo marxista que se desarrolló


especialmente en los años sucesivos a la Segunda Guerra Mundial por obra de un grupo
de filósofos. Los expositores más representativos fueron: Ernst Bloch en Alemania, Adam
Shaff en Polonia, Roger Garaudy en Francia, Rodolfo Mondolfo en Italia, Erich Fromm y
Herbert Marcuse en los Estados Unidos. Estos autores trataron de recuperar y desarrollar
el aspecto humanista que, según su interpretación, constituía la esencia misma del
marxismo. Anteriormente, Engels en su famosa carta a Bloch (1880) había subrayado que
el marxismo había sido mal entendido y que había sido una equivocación el ver un
determinismo absoluto y unilateral de las fuerzas productivas sobre la conciencia y las
superestructuras. La conciencia, explicaba, reacciona a su vez sobre la estructura y es
necesaria para la comprensión revolucionaria de las mutaciones de la estructura y de la
contradicción entre las fuerzas productivas y las relaciones sociales.

Los marxistas humanistas destacaron la importancia de los textos de la juventud de Marx,


sobre todo de los “Manuscritos económico-filosóficos de 1844”, de la “Ideología alemana”
y de la “Crítica de la filosofía del derecho” de Hegel, y otros de la madurez como los de la
Teoría de la plusvalía. Estos filósofos se esforzaron en reinterpretar el pensamiento de
Marx en una clave que no fuera estrictamente economicista y materialista. Así, dieron
énfasis más que a los escritos de la madurez de Marx, como “El Capital”, a las obras
juveniles descubiertas recién en la década de los treinta. Destacaron aquél pasaje de los
Manuscritos en el que Marx dice: "... el hombre no es solamente un ser natural; es
también un ser natural humano, o sea, un ser que es para sí, y luego un ser que
pertenece a la especie humana. Como tal, él debe realizarse y confirmarse tanto en su ser
como en su saber. Por esto los objetos humanos no son los objetos naturales como se
presentan en modo inmediato… la naturaleza, tomada abstractamente, en sí, fijada en su
separación del hombre, es para el hombre una nulidad". Marx dice, en el inicio de la

División de Ciencias Sociales y Administrativas | Políticas y proyectos sociales 20


Economía y desarrollo
Unidad 2. Teorías del desarrollo

exposición de su antropología en los Manuscritos: "Vemos aquí como el naturalismo o


humanismo conducido al propio término, se distinga tanto del idealismo como del
materialismo, y sea al mismo tiempo la verdad que une a ambos" (Marx, 1932).

Mondolfo, por su parte, explica que "en realidad, si examinamos sin prejuicios el
materialismo histórico, tal como nos resulta en los textos de Marx y Engels, debemos
reconocer que no se trata de un materialismo, sino de un verdadero humanismo, que en
el centro de cada consideración y discusión coloca el concepto del hombre. Es un
humanismo realista, como lo llamaron los mismos creadores, el cual trata de considerar al
hombre en su realidad efectiva y concreta. Trata de comprender su existencia en la
historia y de comprender a la historia como una realidad producida por el hombre a través
de su actividad, de su trabajo, de su acción social, durante los siglos en los cuales se va
desarrollando el proceso de formación y de transformación del ambiente en el que el
hombre vive, y en el que se va desarrollando el hombre mismo, simultáneamente como
efecto y causa de toda la evolución histórica. En este sentido encontramos que el
materialismo histórico no puede ser confundido con una filosofía materialista". (Marx,
1932).

2.4.2. Contexto histórico del humanismo

El siglo XX introdujo varios paradigmas económicos resultantes del devenir y el contraste


entre marxismo, socialismo y capitalismo, con sus variantes y sus consecuencias.
Sin embargo, desde un punto de vista existencialista, algunas voces distintas se
levantaron en pos de una economía nueva: la humanista. En este sentido, se refleja esta
visión en un momento en el que las teorías clásicas parecen no dar respuestas a la crisis
económica global.

Las leyes económicas, sean las clásicas, neoliberales, socialistas o marxistas, no pueden
ser nunca reconocidas como leyes absolutas, atento a que el pensamiento científico
generalizado percibe como relativa cualquiera de esas leyes. Por lo tanto, la ley de la
lucha de clases y la ley de la oferta y la demanda, por nombrar dos leyes paradigmáticas,
se fundan en la persona como ser que busca el lucro, es decir, que este ser se lo toma
como invariable en este afán; si se lo tomara como variable, como que no buscara
permanentemente ganar, entonces podría pensarse en que esas leyes económicas
podrían no resultar siempre como deberían.

Del mismo modo, se plantea un concepto realista en el que las teorías clásicas y las
fórmulas esquemáticas poco tuvieron que ver con los fracasos de esos sistemas
económicos.

Una economía con valores es humanista, tomada como una economía científica e
impulsada por la visión de la política. Desde este punto de vista se proponen como

División de Ciencias Sociales y Administrativas | Políticas y proyectos sociales 21


Economía y desarrollo
Unidad 2. Teorías del desarrollo

principios la primacía de la moral por sobre el lucro, el consumo por sobre la producción y
el trabajo sobre el capital.

El plano que considera no es solamente el económico financiero, sino que también


involucra lo institucional, el inconsciente colectivo, lo espiritual, lo psicológico y lo cultural.
Sin dejar de tener en cuenta la realidad empírica que la impulsa, la economía humanista
adopta una actitud pragmática que supera la mera ciencia y adquiere un claro tinte
técnico.

Lo científico de una teoría económica deja de tener certeza cuando se vislumbra la


intencionalidad de sus postulados. En este sentido, una investigación permanente de los
parámetros de producción y distribución de la riqueza permitiría una visión amplia de las
causas de las reducciones de productividad y el aumento del desempleo.

Desde este enfoque, propuesto por sectores cristianos, el cambio empezaría desde una
concepción cultural primigenia, desde la escuela. Esto debería pensarse como de
aplicación global, tal como lo conciben los propios sistemas económicos clásicos.

De acuerdo a Riveros (2014) se piensa en la economía humanista como una concepción


revolucionaria, en tanto la técnica que se aplique no sea utópica. Una política económica
que encuentre las herramientas para transformar lo social debe incluir la acción del
político como protagonista del accionar y manejo de las variables, cuyo objetivo sea el
bien común.

En defensa de la transformación del capitalismo han surgido, desde mediados del siglo
XX, a nivel global, teorías que tratan de encubrir la esencia del capitalismo
contemporáneo. Economistas de diferentes escuelas han propagado algunas ideas a
destacar: “revolución administrativa”, “sociedad de la abundancia”, la economía
coordinada” y el “humanismo económico”.

Sobre la “sociedad de la abundancia”, en 1959 apareció en los Estados Unidos la obra del
economista A. Burley “El poder sin propiedad”, muy elogiada por la prensa, en donde se
asegura que en ese país se está llevando a cabo una revolución social, en donde se ha
suprimido a la oligarquía financiera y se ha sustituido por la propiedad colectiva, es decir,
se dio una “democracia económica”. Obviamente es un espejismo que no deja ver quién
realmente actúa las decisiones de las operaciones financieras a gran escala. No es el
pueblo, sino los potentados.

Por su parte, la “revolución administrativa” planteada por el economista Galbraith (“La


sociedad de la abundancia”, 1958), muestra que en Estados Unidos la desigualdad de
ingresos en la población va disminuyendo al aumentar los salarios, y para dar una idea de
la “abundancia” habla del excedente de mercancías, principalmente alimentos (sin reparar

División de Ciencias Sociales y Administrativas | Políticas y proyectos sociales 22


Economía y desarrollo
Unidad 2. Teorías del desarrollo

en la diferencia entre las necesidades y la demanda solvente), afirmando que la finalidad


de la producción capitalista no es la ganancia, sino la satisfacción de las necesidades.

También se destaca la “economía coordinada” que data de los años treinta en Francia,
representada por economistas franceses (F. Blok-Lené y otros). En esencia, dicha postura
defiende que los representantes del Estado y las empresas pueden llegar a un acuerdo
sobre problemas de inversión, y es una obligación del Estado financiar la construcción de
empresas privadas, pero sin que se nacionalicen dichas empresas. Como lo ha
comprobado la realidad, la planificación de la economía nacional es imposible mientras
exista propiedad privada.

Finalmente, una de las teorías alternativas es la relativa al “humanismo económico”, al


afirmar que la explotación de los trabajadores y la opresión de los individuos han pasado
a la historia, dejando paso a las “relaciones humanas”, es decir, en donde empresarios y
trabajadores son factores iguales de la producción y estructuran sus relaciones sobre la
base de los principios del humanismo y de la moral cristiana. Estas relaciones, nacidas en
las empresas industriales, se van extendiendo a toda la sociedad, pretendiendo llevar el
viejo capitalismo a un “capitalismo humano” nuevo. La obra más característica es una
recopilación editada en Ámsterdam, con el título “Las relaciones humanas y la dirección
moderna”, de 1958, con artículos de economistas holandeses, británicos y
estadounidenses.

Esta posición no se queda en la teoría, sino que abarca la práctica, ya que en algunas
empresas capitalistas existen departamentos de “relaciones humanas”, los cuales
principalmente se dedican a elaborar “pronósticos” sobre el comportamiento de los
trabajadores, además de disuadir las reivindicaciones de los sindicatos para evitar
huelgas. Plantean programas de “primas”, jubilaciones, vivienda, según a cargo de las
empresas, pero la realidad es que los recursos que ofrecen son descontados de los
salarios de los trabajadores, pero se quiere dar la impresión de que los trabajadores
participan de las utilidades de la empresa.

También se trata de encubrir el reforzamiento de la explotación de los obreros en sus


nuevas formas, como: mayor intensidad del trabajo, ocultar la ofensiva de los monopolios
contra el nivel de vida y los derechos de los trabajadores. La realidad mostró que las
huelgas crecientes a nivel mundial, la legislación anti obrera en los países desarrollados y
la persecución de los militantes progresistas, pusieron al desnudo el principio de las
“relaciones humanas” (Karatáiev, 1962, pp. 1152-1156.

División de Ciencias Sociales y Administrativas | Políticas y proyectos sociales 23


Economía y desarrollo
Unidad 2. Teorías del desarrollo

Para saber más

Para complementar o reforzar las concepciones de las Teorías de desarrollo


económico, te invitamos a revisar la información de los siguientes vínculos:

http://www.eumed.net/libros-gratis/2007b/300/69.htm (liga que te remite a las diferentes


ideas y concepciones del materialismo histórico e incluso al denominado materialismo
dialéctico).

http://www.eumed.net/libros-gratis/2008a/379/Keynesianismo.htm (enciclopedia virtual en


donde se puede consultar una gama amplía de temas económicos derivados de
corrientes de pensamiento y de autores diversos).

http://www.monografias.com/trabajos76/riqueza-naciones/riqueza-
naciones2.shtml#liberalisa#ixzz3HxRzVCSo (sitio de monografías diversas donde se
incluyen obras de forma clara y esquemática).

Cierre de la Unidad

En esta parte de la materia Economía y desarrollo se ha dado un repaso de las


principales formas de desarrollo económico de las sociedades representativas a nivel
mundial. Detectando las experiencias concretas del desarrollo socioeconómico y su
interpretación teórica específica, te puedes dar cuenta de cómo se entendería el
desenvolvimiento de la sociedad mexicana, inscrita en el contexto del capitalismo histórico
y contemporáneo.

Lo anterior deberá ofrecerte un marco de referencia para poder vislumbrar los variados
tipos de desarrollo que se han venido presentando a nivel global, así como la necesidad
de saber cómo se conecta nuestro país a nuevas formas de desarrollo y de políticas
públicas.

División de Ciencias Sociales y Administrativas | Políticas y proyectos sociales 24


Economía y desarrollo
Unidad 2. Teorías del desarrollo

Fuentes de consulta

 Engels, F. (1976). El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado. Moscú:


Ed. Progreso.
 Karatáiev, N. (1964). Historia de las Doctrinas Económicas. México: Ed. Grijalbo.
 Marx, K. (1932). Manuscritos económico-filosóficos de 1844. En Marx/Engels
Gesamtausgabe, Abt. 1, Bd. 3.
 Marx, K. (1976). Introducción a la Economía política. México: Ediciones de Cultura
Popular.
 Marx, K. y Engels, F. (1974). La ideología alemana. México: Ed Quinto Sol.
 Ricardo, D. (1972). Principios de economía política y tributación. México: Ed. FCE.
 Ricardo, D. (1987). Economía política y tributación. México: Ed. FCE 1987.
 Rionda, J. I. (2008). ¿Qué es el capitalismo? Mesoeconomía: el análisis de la
mesoestructura económica. Recuperado de http://www.eumed.net/libros-
gratis/2008a/379/#indice
 Riveros, I. (febrero, 2014). Apuntes sobre una política económica humanista.
Recuperado de http://suite101.net/article/apuntes-sobre-una-politica-economica-
humanista-a87546#.VK4QVp2FBlY
 Samuelson, P. A. et. al. (2001). Macroeconomía con aplicaciones a México. (16ta.
ed.) México: Ed. Mc Graw Hill.
 Smith, A. (1776). La riqueza de las naciones.
 Stanford, J. D. (1982). El Dinero, la Banca y la Actividad Económica. Ed. Limusa.

División de Ciencias Sociales y Administrativas | Políticas y proyectos sociales 25

S-ar putea să vă placă și