Sunteți pe pagina 1din 5

Universidad Central de Venezuela

Facultad de Humanidades y educación


Escuela de Filosofía
Curso Historia II

La presente tiene por objeto responder la siguiente interrogante planteada en la obra de Santo
Tomas de Aquino:

Dado la concepción antropológica de Santo Tomás de Aquino ¿Qué se


entiende por voluntad y en qué sentido podemos hablar de libre albedrio y
las consecuencias que se desprenden de dichos conceptos al abordarlos bajo
el marco de obrar por razones?

Caracas, Mayo 2016 Bry an Huerta


La concepción antropológica del ser humano en Santo Tomás al igual que el hilo argumental
de su obra. está basado en una concepción aristotélica, por ello Santo Tomás se vale de los
conceptos aristotélicos de materia y forma. Pero, al igual que ocurre con los otros aspectos de
su pensamiento, ha de ser conciliada con las creencias básica del cristianismo: la inmortalidad
del alma y la creación. Santo Tomás distingue de dos tipos de entes, el ente categorial que como
su nombre lo indica puede dividirse en las diez categorías y se caracteriza por tener esencia y
por ende materia y forma, y el ente lógico que significa la verdad de las proposiciones y se
caracteriza por no tener esencia, el cual esta compuesto principalmente de ausencias y
negaciones. En este sentido Santo Tomas incluye a el ser humano en el ente categorial, y afirma
que es un compuesto sustancial de alma y cuerpo, representando el alma la forma y el cuerpo
la materia de dicha sustancia. Santo Tomás afirma la unidad hilemórfica del ser humano, que
constituye una unidad en la que existe una única forma sustancial, el alma racional, que informa
inmediata y directamente a la materia prima constituyendo el compuesto "hombre", y es por
ello que Santo Tomás afirma que esa única alma es la que regula todas las funciones del
"hombre" y determina su corporeidad. En este punto es importante definir que Santo Tomás
entiende esencia como principio de identidad del ente, es decir aquello que me dice por lo cual
algo es y por lo tanto una manera de expresarse del ente. Es por esto que el concepto de alma
es necesario en cuanto el ente categorial para expresar su forma.. Santo Tomás la define de esta
manera:

"Es evidente, por otra parte, que lo primero por que el cuerpo vive es el alma, y como la
vida se manifiesta por operaciones diversas en los diversos grados de los seres vivientes,
aquello por lo que primariamente ejercemos cada una de estas funciones vitales es el alma. Ella
es, en efecto, lo primero que nos hace nutrirnos y sentir y movernos localmente, como también
entender. Este primer principio de nuestro entendimiento, llámesele entendimiento o alma
intelectiva, es, por lo tanto, la forma del cuerpo, y esta demostración es de Aristóteles en el
tratado Del alma". lib. 2, tex. 24. (Suma Teológica, I, C. 76, a. 1)

Vemos claramente que Santo Tomás define alma como: aquello gracias a lo cual los seres
vivos pueden realizar las distintas actividades vitales que les corresponden en función de su
naturaleza; o para resumirlo como principio de vida, sin embargo es gracias a este por el que
vivimos, sentimos, nos movemos y comprendemos. Esta definición es de suma importancia en
la antropología filosófica Tomista ya que como queda de manifiesto Santo Tomás utilizara
dicha definición como criterio de diferenciación en base a las facultades del alma para
distinguirnos de otros seres vivos como animales y plantas, lo cual generara una división
jerárquica que consta de la siguiente forma: las facultades o potencias vegetativas propia de las
plantas llamada alma vegetativa, las sensitivas propias de los animales llamada alma sensitiva
y en las racionales propia del ser humano llamada alma intelectiva. Es importante aclarar que
esta división no se trata de una división propiamente ontológica que divida el alma en tres tipos,
sino de tres facultades o potencias de la misma alma racional. En sus funciones vegetativas el
alma se ocupa de todo lo relacionado con la nutrición y el crecimiento. En sus funciones
sensitivas el alma regula todo lo relacionado con el funcionamiento de los sentidos externos,
así como la imaginación y la memoria, actividades que se corresponde en las funciones del
alma vegetativo de los animales. En sus funciones racionales Santo Tomás distingue como
facultades propias del alma el entendimiento (agente y paciente) y la voluntad, con la que trata
de explicar el deseo intelectual, quedando el sensitivo explicado por funciones sensitivas del
alma.

Ahora bien, habiendo delimitando le esquema principal en el cual Santo Tomás expone su
antropología filosófica, ¿qué sucede cuando actuamos u obramos de manera arbitraria
siguiendo la concepción de voluntad tomista? Pareciera que la voluntad al estar necesariamente
correlacionada con el entendimiento como garante del deseo intelectual podemos deducir que
actuamos acorde a razones, pero son estas razones suficientes en si misma para garantizar el
libre albedrio o están estas sujetas a una voluntad previa (Dios) de la cual somos reflejo y
caemos en una especie de determinismo donde el libre albedrio no tiene cabida. Santo Tomás
aclara:

"Hay entes que obran sin juicio previo alguno; por ejemplo, una piedra que cae y cuantos
entes carecen de conocimiento. Otros obran con un juicio previo, pero no libre; así los animales.
La oveja que ve venir al lobo, juzga que debe huir de él; pero con un juicio natural y no libre,
puesto que no juzga por comparación, sino por instinto natural. De igual manera, son todos los
juicios de los animales. El hombre, en cambio, obra con juicio, puesto que por su facultad
cognoscitiva juzga sobre lo que debe evitar o procurarse; y como este juicio no proviene del
instinto natural ante un caso práctico concreto, sino de una comparación hecha por la razón,
síguese que obra con un juicio libre, pudiendo decidirse por distintas cosas"
(Suma Teológica, I, q.83,a.1, in c.)
Podemos ver que Santo Tomás afirma que el acto propio de la libertad del hombre es
la elección. Por ella, tiene la posibilidad de hacer lo adecuado o no hacerlo. Santo Tomas nos
indica que en la libertad intervienen así tres elementos: la voluntad, como principio intrínseco;
el fin: el bien propio; y un acto: la elección. Según Santo Tomás a este acto de la elección se
opone toda coacción externa o interna, como las pasiones y los hábitos, La elección, o este
modo de posibilidad, lo es respecto a los medios para conseguir un fin. Sin embargo, en relación
a los fines verdad y bondad, no se posee este libre albedrío, porque se quieren de un modo
natural y necesario. es decir para Santo Tomás el ser humano no puede, por ello, dejar de querer
ser feliz, de querer el bien. La tendencia más básica, natural y necesaria, es la de la felicidad,
todo hombre quiere siempre ser feliz. Notamos como Santo Tomás claramente al igual que
Aristóteles establece un principio teleológico al cual tiende el hombre, el cual es la felicidad.
Ahora bien podemos notar como la voluntad esta articulada bajo el precepto de la felicidad, y
al ser así ¿significa que nuestra conducta estaría determinada a este fin?. No necesariamente,
argumenta Santo Tomás:

"La elección difiere de la voluntad en que ésta tiene por objeto, hablando propiamente, el
fin, mientras que la elección versa sobre los medios" (III, 18, 4, in c.)

Esto esclarece que el fin en general, o la tendencia a la felicidad abstracta, no es elegible


por el libre albedrío, pero sí que lo es la determinación de esta finalidad última. El hombre debe
querer a su fin último concreto, Dios, con libre albedrío. Este modo de la libertad, propia del
hombre, implica, por tanto, la elección de los medios y del fin o bien supremo determinado,
que, sin estar fijado, ya se desea por una tendencia natural o Teleológica; esto quiere decir que
el hombre dispone del libre albedrío para elegir su conducta. El libre albedrío no es algo distinto
de la voluntad, sino la voluntad misma en el ejercicio de la elección de los medios para
conseguir su fin, la capacidad por la que un hombre es capaz de juzgar libremente, en cuanto a
la elección de los medios que le permiten alcanzar el fin de su conducta.

S-ar putea să vă placă și