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DEBERES DEL CORAZÓN

PENSAMIENTOS DE
BEJAYE IBN PAKUDA

Lic. Sergio Rubén Maslatón

1
INTRODUCCIÓN

EL MÁXIMO BIEN QUE D-S HA DADO AL


HOMBRE, ADEMÁS DE CONCEDERLE LA
VIDA, ES EL CONOCIMIENTO Y LA
INTELIGENCIA.

El conocimiento se divide en tres partes:

a) La ciencia de las cosas creadas (propiedades


y accidentes de los cuerpos).

b) Las matemáticas (aritmética, geometría,


astronomía y música).

c) Teología (el conocimiento de D-s, el alma, la


razón, conceptos que sólo pueden ser
captados por el intelecto).

Todas estas formas de conocimiento son


puertas de acceso a la comprensión tanto de lo
profano y como de lo sagrado; siendo algunas
ciencias adecuadas a objetos de estudio
mundanos y otras más propicias para el
estudio de la metafísica. Y tenemos la
obligación de estudiar la Torá como una
ciencia Divina.
2
D-S ABRE TRES PUERTAS PARA
HACERSE CONOCER:

a) la Razón

b) la Torá (revelada a Moisés)

c) la Tradición (recibida de los profetas a


través de los Ancianos).

LA CIENCIA DE LA TORÁ SE DIVIDE EN


DOS PARTES:

a) el conocimiento de los DEBERES


PRÁCTICOS y es la conducta externa.

b) el conocimiento de los DEBERES DEL


CORAZÓN y son los sentimientos y
pensamientos, es decir, la vida interior.

A su vez los DEBERES PRÁCTICOS se


dividen en dos clases:

a) Deberes fundados en la razón que serían


obligados aunque la Torá no los hubiese
prescrito.

b) Deberes recibidos por Revelación de D-s


que la razón no aprueba ni rechaza pues no
capta sus propósitos (Ej.: la prohibición de
cocer leche y carne juntos o vestir ciertos
híbridos).

3
Los DEBERES DEL CORAZÓN se apoyan en
principios racionales y se refieren entre
muchos otros a los siguientes deberes: creer
que D-s creó el mundo de la nada, aceptar Su
unidad, amarlo, hacer su voluntad, etc. Y al
igual que los deberes prácticos son positivos y
negativos; también los deberes de corazón son
prohibiciones o mandatos.

Hay tres tipos de libros: los que se ocupan de


explicar el TaNaJ, los que tratan sobre la Ley
(Halajot) y los que inculcan las enseñanzas de
la Torá con demostraciones para los
incrédulos.

Pero libros consagrados al estudio de los


deberes interiores casi no existían en la época
de Bejaye.

TODAS LAS OBLIGACIONES QUE


CUMPLIMOS CON EL CUERPO
EXTERNAMENTE QUEDAN ABOLIDAS SI
NO SE ACOMPAÑAN CON LA
CONVICCIÓN E INTENCIÓN DEL
CORAZÓN.

LA INTENCIÓN Y EL ACTO DEBEN IR


JUNTOS.

Las obligaciones del corazón son para ser


cumplidas a cada instante, en todo momento y
en toda ocasión; son permanentes y no existen
4
excusas ni pretextos para librarnos de ellas. Y
lo único que nos aparta de estas obligaciones es
el apego y el gusto por las cosas materiales o la
incomprensión de los mandatos divinos.

EL HOMBRE INTELIGENTE BUSCA EN SÍ


LA SABIDURÍA DE SU ALMA. LA BEBE DE
SU CORAZÓN COMO SE SACA AGUA DE
LAS PROFUNDIDADES DE LA TIERRA.

AQUELLOS QUE TIENEN SUFICIENTES


DOTES INTELECTUALES ESTAN
OBLIGADOS A EXAMINAR Y TRAER
PRUEBAS Y DEMOSTRACIONES SOBRE
LA TRADICIÓN HEREDADA Y
TRANSMITIDA POR NUESTROS PADRES.

5
PRIMER PÓRTICO

LA UNIDAD DE D-S

La unidad de D-s es el principio y la base del


judaísmo.

La noción que se tiene sobre la unidad de D-s


varía de acuerdo al grado de conocimiento e
inteligencia de cada uno.

Algunos recitan el Shemá repitiendo palabras


que no entienden.

Otros confiesan la unidad de D-s en la lengua y


el corazón pero sin captar claramente el
significado de esa unidad.

Hay quienes comprendiendo el sentido de esa


unidad, la confunden con las unidades
materiales creadas dándole forma y figura.

Muy pocos pueden captar esa unidad en su


corazón y en sus labios y pueden distinguir la
unidad real de la unidad metafórica, y este es el
nivel más alto.

6
II

DIFERENTES MANERAS DE CONFESAR


LA UNIDAD DE D-S

LA MAYORÍA DE LOS HOMBRES, SEA


POR NECEDAD O PEREZA, NO PIENSAN
LO QUE DICEN.

Creen que al afirmar la unidad de D-s en el


Shemá, está todo dicho; y no advierten la
ignorancia de sus corazones ni el vacío de sus
conciencias.

Imaginan la unidad como siendo múltiple. Hay


cuatro grupos:

a) Los que confiesan la unidad de D-s sólo con


sus palabras (como niños o tontos que no
pueden concebir esa unidad).

b) Los que siguiendo la tradición trasmitida


dicen con la palabra lo que sienten en el
corazón pero sin captar racionalmente el
sentido de lo que expresan. Son como un
ciego que se apoya en el hombro de su guía,
(y si el guía fuera también ciego seríamos un
pueblo afectado de ceguera: cada uno se
apoyaría en el otro haciendo una larga
cadena hasta quien los dirige a todos; si el
guía los abandona o traiciona, o si uno de la

7
larga cadena tropieza, todos sufren el
accidente).

c) Los que enunciando la unidad en sus labios


guiados por la captación del corazón y la
comprensión intelectual sobre la existencia
de esa unidad, no logran distinguir la
unidad real de la unidad metafórica.

d) Los que confiesan interna y externamente la


unidad de D-s, sabiendo probar su
existencia a través de la especulación y la
deducción lógica.

III

EL EXAMEN LÓGICO SOBRE LA


REALIDAD DE D-S

No es posible que los otros reconozcan la


superioridad de nuestra sabiduría e
inteligencia si no somos capaces de lograr
nosotros mismos un conocimiento claro y con
fundamentos lógicos que demuestren la verdad
de nuestra Torá.
8
CADA UNO DEBE REALIZAR UN
EXAMEN INTELECTUAL SOBRE LA
REALIDAD DE D-S ACORDE A LA
MEDIDA DE SU INTELIGENCIA.

IV

MÉTODO DE ESTUDIO DE LA REALIDAD


DE D-S

Primero demostraremos racionalmente la


existencia de D-s. Luego nos ocuparemos de
analizar sus cualidades, después
estableceremos el sentido de su unicidad,
distinguiendo el uno real del uno metafórico; y
solamente entonces, podremos proclamar con
toda conciencia: “Shemá, Israel, Adonay
elehenu, Adonay ejad”. (“Oye, Israel, el Señor
nuestro D-s, el Señor es Uno”, Deut. VI, 4).

9
V

PRINCIPIOS DE LA DEMOSTRACIÓN DE
LA EXISTENCIA DE D-S

Para demostrar la existencia de un D-s que


creó el mundo de la nada, ante todo debemos
establecer la verdad sobre los siguientes tres
principios:

a) Nada se crea por sí mismo.

b) Las causas que anteceden al efecto son


limitadas y todas remiten a una primera
causa original.

c) Todo lo que es compuesto es necesariamente


creado.

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Si aceptamos la veracidad de estos tres
principios podremos inferir que el mundo tiene
un Creador que lo ha creado de la nada.

a) Todo ser que nace a la existencia tiene dos


opciones: o bien, se ha creado él mismo; o bien
fue creado por otro.

Si se ha creado a sí mismo hay dos opciones: se


ha creado antes de existir, o después. Y estas
dos opciones son imposibles, puesto que si se ha
creado después de llegar a la existencia nada
creó, porque ya existía. Y si se ha creado antes
de existir siendo una nada, nada podría
producir.

NADA SE CREA POR SI MISMO.

b) Lo que no tiene comienzo no tiene fin, y a la


inversa, lo que tiene un fin también tiene un
comienzo.

Todo lo creado es limitado y finito y se puede


descomponer en partes. En cambio, el infinito
no es divisible en partes ni tiene comienzo ni
fin.

(Permítaseme recordar algunas enseñanzas


paradójicas de Borges que seguramente toma
prestadas de los Antiguos filósofos griegos.

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Los números reales son infinitos. Los números
pares, también son infinitos. Y los impares, lo
mismo. Entonces, tenemos, dentro de los
números reales que son infinitos, dos
subgrupos –pares e impares- que también son
infinitos. Y no es posible que la parte sea tan
extensa como el todo).

Sigue Bejaye: imaginemos el infinito. Si le


sacamos una parte a ese infinito, entonces,
tendremos un resto de menor dimensión al que
le falta una parte. (¿El conjunto de los números
pares es más pequeño que el de los números
reales?). Si el resto que queda también es
infinito, entonces, tendremos dos infinitos de
magnitudes desiguales; y esto es imposible. Y si
el resto es finito (limitado) agreguémosle la
parte quitada y volveremos a tener el infinito.
Y aquí caemos en una nueva contradicción, lo
cual es imposible. Deducimos lo siguiente: es
imposible cercenar una parte de algo infinito,
pues toda cosa compuesta de partes es
necesariamente finita.

Pensemos en la cantidad de hombres nacidos


desde Noé hasta Moisés; sólo representan una
parte finita de la humanidad. Por consiguiente,
la humanidad es necesariamente finita. Y así, el
mundo también es finito y tiene un principio.
Y así demostramos nuestro segundo principio

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estableciendo que todo lo creado es finito y
tiene un primer comienzo necesario.

c) Todo lo que es compuesto se divide en partes


que son anteriores al compuesto y la causa que
permitió ese compuesto es necesariamente
anterior en el tiempo. Ahora bien, la causa
primera, no tiene causa, lo que no tiene causa
no tiene comienzo, lo que no tiene comienzo no
tiene fin. Entonces, lo que tiene un comienzo no
es eterno, sino creado, pues no hay un término
medio entre lo creado y la eternidad. Todo ser
compuesto no es eterno sino, necesariamente,
creado.

VI

PRUEBAS DE LA EXISTENCIA DE D-S

Según analizamos más arriba, todo ente


compuesto fue creado. También, establecimos
que nada se puede crear a sí mismo, de la nada
no se puede crear nada.

Si todo compuesto fue creado, entonces, el


mundo fue creado; y es necesario que el mundo
tenga un Creador. Y además, como ya vimos,
las causas antecedentes son limitadas hasta
llegar a la primera causa original; es necesario

13
que el mundo tenga un comienzo inicial,
conforme a lo dictaminado en la Torá.

Bejaye utiliza argumentos muy difundidos en


la actualidad, en los cuales se plantea la
siguiente proposición: si no es posible que las
cosas se creen por si mismas, entonces debemos
deducir que una casa, una mesa, un reloj, etc.
son suficiente prueba de la existencia previa de
un artesano creador que ha fabricado dichos
objetos.

A nadie en su sano juicio se le ocurrirá creer


que un reloj puede ser obra del azar. Entonces,
la complejidad del mundo y del universo es
infinitamente superior al mecanismo simple de
un reloj; y si éste no es posible que se hubiera
hecho por azar, mucho menos el mundo entero
y el universo.

El ejemplo que propone Bejaye es el del tintero


que se vuelca azarosamente sobre la hoja,
jamás produciría una composición escrita y
ordenada en líneas con un texto claro como lo
puede hacer un escritor; es decir, un
manuscrito atestigua y da suficiente testimonio
sobre la existencia previa de alguien que lo ha
escrito.

(Una idea de Borges muy bonita: imaginemos


un chimpancé sentado frente a una máquina de

14
escribir. Imaginemos el infinito y supongamos
que ese simio es eterno y tiene la infinidad del
tiempo a su favor para realizar su obra al azar;
empieza a oprimir las teclas de su máquina. Al
principio escribirá letras inconexas, pero,
teniendo en cuenta las probabilidades dentro
de un tiempo ilimitado, Borges supone que el
simio en cuestión terminaría redactando el
mismo contenido de la Biblioteca Nacional.
Matemáticamente, según la lógica de las
probabilidades, esto es posible, no obstante, el
que esto escribe no logra conjeturar ni
concebir semejante idea, que por cierto, se le
figura absurda).

LAS OBRAS DEL CREADOR DAN


TESTIMONIO DE SU EXISTENCIA.

VII

SIETE PRUEBAS DE LA UNIDAD DE D-S

15
A) Las causas son siempre en menor cantidad
que los efectos.

Los individuos son más numerosos que las


especies; las especies más numerosas que los
géneros; los géneros se agrupan en diez
categorías, a saber: sustancia, cantidad,
calidad, relación, lugar, tiempo, posición, tener,
actuar y padecer.

Los entes comprendidos en las diez categorías


nacen bajo el efecto de cinco causas: el
movimiento y los cuatro elementos (aire, fuego,
tierra y agua).

A su vez, lo cuatro elementos tienen dos causas:


la materia y la forma; y estas nacen
necesariamente de una causa única: la
voluntad de D-s.

B) El Creador, el organizador, el conductor y


el arquitecto del orden del universo es
necesariamente único. NADA HAY DE MÁS
EXTRAORDINARIO EN UNA PARTE DE
LA CREACIÓN QUE EN OTRA. La misma
sabiduría aparece en las grandes y en las
pequeñas cosas. Un elefante y una hormiga
gozan de la misma complejidad estructural. La
armonía perfecta del movimiento de los astros
confirma la misma idea: el mismo autor ha
impreso su sello particular sobre todo lo

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creado, no habiendo diferencias que permitan
pensar en diferentes creadores.

C) Si nos encontráramos un extenso texto


manuscrito con letra uniforme sin indicios de
que dos o más manos lo hubieran escrito,
estaríamos obligados a pensar que un solo
hombre lo ha escrito. Del mismo modo, la
coherencia, la unidad y el orden reinante tanto
en el mundo mineral, como vegetal y animal,
nos indican la intervención de un único
Creador. Deducimos de la obra y del efecto, la
causa. D-s es único y es absurdo suponer más
de un dios.

D) D-s no pude ser múltiple ni divisible. Si


hubiera muchos dioses todos responderían a la
misma esencia, y además si fueran diferentes
entre sí esto indicaría limitaciones, y toda
limitación es finita y todo lo finito es compuesto
y todo compuesto es creado. Tiene que haber
necesariamente un primer Creador
responsable del resto y que sea la causa de las
causas, el comienzo absoluto.

E) Así como el uno antecede a los demás


números, del mismo modo la unidad precede a
la multiplicidad. Lo múltiple está compuesto
por una colección de unidades que son sus
antecedentes. Así como la unidad precede a la
multiplicidad, D-s es uno anterior a todo.

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F) La idea de más de un solo D-s es absurda. Si
hubiera habido dos Creadores no habría un
orden perfecto y habría divergencias a raíz de
la multiplicidad. Además, si uno necesitara del
concurso del otro entonces serían ambos
limitados y eso no es posible.

UNA MULTIPLICIDAD DE JEFES NO


VALE NADA. EL JEFE DEBE SER ÚNICO.
(Aristóteles).

18
VIII

UNO REAL Y UNO


METAFÓRICO

El número Uno se puede utilizar en dos


sentidos.

a) En el sentido accidental y metafórico


tenemos dos significados:

a.1) La unidad de colección indica una


multiplicidad de seres. Un género comprende
muchas especies; una especie comprende
muchos individuos; el individuo consta de
muchas partes. Un ejército está compuesto de
muchos hombres. Se emplea el término Uno
para referirse a una multiplicidad. En estos
casos se utiliza la palabra Uno en sentido
metafórico para referirse a un conjunto
múltiple de elementos individuales.

a.2) Un hombre es un ser múltiple compuesto


de materia, forma, sustancia y accidentes;
sujeto al cambio, la transformación la
generación y degeneración. Esta unidad
atribuida a un ser que es múltiple y cambiante
no es una unidad real, sino metafórica y
accidental.

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b) El Uno real se emplea en dos sentidos:
abstracto o concreto.

b.1) En sentido abstracto es el número uno,


fuente y comienzo de todos los números.

b.2) El Uno real concreto no se puede


multiplicar, ni alterar, ni cambiar, no posee las
cualidades de la materia. Es infinito. No se
mueve, no tiene nada semejante, es la causa de
toda multiplicidad y no está asociado a nada.

No tiene comienzo ni fin, no se corrompe.

IX

D-S, UNO REAL

D-S ES UNO REAL FUERA DEL CUAL NO


HAY NINGÚN OTRO.

Todo compuesto existe merced a la conjunción


y unión de sus componentes.

20
La unidad es anterior a la multiplicidad, como
el número uno antecede a los otros números.

La causa de la multiplicidad es la unidad.

La causa de la unidad y la multiplicidad no


puede ser ni múltiple ni la unidad en lo
múltiple; necesariamente la unidad real será la
causa de todo devenir.

Fuera de la única unidad real, es decir D-s, no


existe ninguna otra unidad auténtica

LOS ATRIBUTOS DE D-S SEGÚN LA


RAZÓN Y LA TORÁ

Son atributos esenciales: la existencia, la


unidad y la eternidad.

Los atributos que hacen referencia al


antropomorfismo de D-s (que ve, escucha, que
tiene sentimientos, corazón, movimiento) son
todas metáforas para ser comprendidas por el
hombre. La Torá emplea el lenguaje de los
hombres.

Los tres modos de conocimiento son:

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a) La percepción sensorial (vista, oído, gusto,
olfato y tacto)

b) La razón (que infiere la existencia de un


objeto a partir de los signos exteriores de su
actividad, por sus actos y sus obras).

c) La tradición fielmente transmitida con


exactitud.

No nos es posible conocer al Creador con


nuestros sentidos, en consecuencia, sólo nos
resta conocerlo a partir de sus obras o de la
tradición auténtica.

Cada uno de los cinco sentidos sirve par


percibir diferentes objetos en las condiciones
adecuadas y con ciertas limitaciones. Si se aleja
demasiado el objeto de la vista llega un
momento en el que ya no se puede ver. Lo
mismo con los sonidos, etc. No se puede
escuchar con los ojos, ni mirar con las orejas.
Cada órgano de recepción de la información
exterior tiene una función específica y limitada.

Del mismo modo, la razón puede conocer


ciertos objetos y con ciertas limitaciones. Sólo
podemos conocer a D-s a través de sus obras y
no hay manera de entender su esencia y ni de
atribuirle cualidades o semejanzas.

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Y así como todos sabemos que tenemos un
alma y no la percibimos con los sentidos, ni
tiene forma física, ni materia, ni color ni olor,
del mismo modo es la existencia de D-s siendo
imposible captarla con los sentidos ni con la
razón.

Al que quiere captar la esencia divina dándole


forma o imagen en su pensamiento le sucede
como al que quiere ver el sol al mediodía,
levanta la mirada al cielo y sus ojos quedan
absortos, confusos, encandilados y ya nada
pueden ver.

SEGUNDO PÓRTICO

23
I

LA CONTEMPLACIÓN DE LAS
CRIATURAS

La contemplación de la sabiduría que hay en la


obra del Creador es el camino más directo
para probar su existencia.

La mayoría de los hombres son como ciegos


para discernir y reconocer los privilegios que
han recibido. Por varios motivos no
comprenden todo el beneficio de que gozan en
este mundo.

Poseen demasiada ambición y gran pasión por


las cosas del mundo. Sus corazones están tan
involucrados detrás de deseos insaciables que
la realización de ambiciones muy elevadas los
conduce a codiciar anhelos más lejanos e
imposibles. Buscan lo inaccesibles y desprecian
los beneficios, concesiones y regalos más
generosos que han recibido hasta envidiar todo
lo que le toca al prójimo. Y no entienden nada
de la sabiduría de D-s que los colma de todo ese
beneficio gratuitamente.

Además, los hombres nacen desprovistos de


sentido como las bestias, crecen protegidos por
la bondad divina y se acostumbran a ella hasta
creer que dependen de sí mismos y que ese
beneficio jamás podría faltarles; y así no
24
pueden sentir gratitud hacia Aquél que los ha
colmado de beneficios.

Imaginemos a un hombre generoso que adopta


a un bebé que fue abandonado. Lo cría, lo
cuida, lo nutre, lo viste y le da todo lo necesario
para la subsistencia llenándolo de amor y
dicha.

Ahora imaginemos que ese mismo hombre se


entera de que el hijo de su amigo está preso, en
la miseria, hambriento y desnudo. Paga el
rescate y logra sacarlo de la cárcel después de
gran esfuerzo y dedicación. Lo alimenta, le da
una vivienda cómoda, le compra ropas, etc.

El que estaba en prisión va a valorar mucho


más la ayuda de su benefactor ya que es
plenamente consciente de la misma. En
cambio, el bebé abandonado y dado en
adopción, a pesar de haber recibido muchos
más cuidados y beneficios que el que estaba
preso, no podrá sentir la misma gratitud, pues
estando acostumbrado a ese bienestar no logra
valorarlo y lo da por algo seguro.

Y así es el pueblo de Israel, D-s lo tomó en sus


brazos y lo salvó de Egipto... Pero Israel ignora
que D-s lo salva.

Los hombres que sufren pérdidas o


enfermedades podrían sacar provecho de las
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mismas si comprendieran el mensaje que
esconden esas pruebas y castigos.

Se olvidan que todo lo que tienen pertenece a


D-s y no sienten gratitud por todo el bien que
reciben.

La mayoría de los hombres se parecen a un


grupo de ciegos reunidos en un hospital en el
que todo está dispuesto de la mejor manera
para su cuidado.

Sin embargo, los ciegos se precipitan


destruyendo la armonía y lastimándose
mútuamente sin permitirse la atención
adecuada. Del mismo modo, en este mundo, la
mayoría de las personas ignorantes de los
consejos de médico (D-s) hacen cualquier cosa
con sus vidas y a cada paso tropiezan y caen
aumentando su angustia.

***

Contemplar las criaturas significa evaluar los


rastros de sabiduría divina impresos en ellos y
sopesarlos con el razonamiento.

Sólo podemos conocer a D-s a través de sus


obras, y si observamos todos los entes creados
veremos que el mismo principio los gobierna a
pesar de sus diferencias intrínsecas.

26
II

EL DEBER DE CONTEMPLAR LAS


CRIATURAS

Tanto la Razón como la Torá y la Tradición


nos impone el deber de contemplar las
criaturas e inferir de ellas la prueba de la
sabiduría del Creador.

Si el hombre medita y desarrolla su intelecto


puede captar algo de la sabiduría y grandeza
de D-s; pero si se rehusa a cultivar su
inteligencia es peor que las bestias, es peor que
un buey o un perro que reconocen a su amo.

SI LA TORÁ NO NOS HUBIERA SIDO


ENTREGADA, LOS GATOS NOS
ENSEÑARÍAN PUDOR, LA PALOMA
CASTIDAD, EL GALLO CORTESÍA Y LA
HORMIGA HONRADEZ (Talmud Erubin,
100 b).

III

LOS CAMINOS DE LA CONTEMPLACIÓN


DE LAS CRIATURAS
27
Contemplar las criaturas significa examinarlas
en sus partes y su síntesis, en su utilidad y
finalidad, en su composición y forma y en los
rastros de sabiduría divina que poseen; las
causas y los efectos, el reino mineral, el vegetal,
el animal y el humano.

IV

LOS SIGNOS DE LA SABIDURÍA DIVINA

Son siete:

28
a) La Tierra se mantiene suspendida rodeada
de diversas capas, agua y fuego y cada
elemento se mantiene armónicamente en su
lugar.

b) El hombre es un microcosmos que refleja el


orden, la belleza, el esplendor y la
perfección del mundo.

c) La composición del cuerpo humano, las


facultades psíquicas (del alma) y la razón
que nos distingue de los animales.

d) En cada especie del reino animal, grande o


pequeña, aparece la sabiduría divina
dándole forma diferente a cada una y
siendo de utilidad al hombre.

e) Los vegetales también muestran su


sabiduría y cada uno tiene su utilidad al
servicio de los hombres.

f) La sabiduría divina se manifiesta en la


ciencia y las obras de los hombres.

g) En las leyes rituales que nos llevan a la


retribución del mundo venidero.

La Naturaleza en relación a la Torá es como


un esclavo en relación con su amo, pues las
fuerzas de la naturaleza actúan según la
Palabra divina.

29
V

LOS SIGNOS MÁS EVIDENTES DE LA


SABIDURÍA DIVINA

La sabiduría divina se evidencia con mayor


cercanía y claridad en los rastros y huellas que
aparecen en el hombre.

El hombre es un microcosmos creado a la


imagen del universo.

La infinita complejidad de la estructura


humana, el milagro de la concepción, la
bondad de la matriz que protege al embrión, la
potencia de su razón, la unión del cuerpo y el
alma, su finalidad, manifiestan la bondad y
sabiduría divinas.

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Cuando el bebe nace la sangre que antes lo
nutría en la matriz fluye lentamente a través
del pecho materno transformada en leche.

Todo en el cuerpo humano está regulado con la


misma precisión y armonía compleja que se
observa en el universo.

Los alimentos digeridos se transforman en


sangre y energía que nutre al cuerpo. Los
desperdicios son desechados a través de canales
y filtros específicos.

La gran complejidad de los sistemas digestivo,


respiratorio, circulatorio, reproductor,
hormonal y glandular, cardiovascular,
neurológico, los cinco sentidos, etc. enseñan
que cada uno de los órganos del cuerpo posee
una organización adecuada para cumplir una
finalidad específica, y todo al servicio del
cuerpo humano.

Esto se asemeja a un palacio en el que está todo


dispuesto para alimentar al rey. Hay servidores
que se ocupan de la alimentación de toda la
servidumbre, otros dirigen a los empleados, los
de más allá almacenan los alimentos que luego
serán consumidos por el rey, otros se ocupan
de la cocina y finalmente algunos se ocupan de
la limpieza expulsando los desperdicios
innecesarios o perjudiciales.

31
Las cualidades del alma también son
importantes para la subsistencia: la memoria,
el pensamiento, el olvido, el pudor, la razón, el
lenguaje, etc.

Piensa en el regalo de la palabra. El lenguaje


traduce los sentimientos escondidos y permite
la simpatía humana. La lengua nos distingue
de los animales y muestra la superioridad de
un hombre sobre otro.

La escritura perpetúa las obras de los Antiguos


y conserva para la posteridad la de los
contemporáneos. La ciencia se conserva en los
libros, pone orden a las ideas reinantes, sella
todos los contratos y convenios, etc.

De todos los órganos mencionados (que fueron


muy pocos) no hay ninguno que no manifieste
la providencia divina.

EN TODO SUCESO, PENOSO O


AGRADABLE, HAY QUE TENER EN
CUENTA EL FIN. A VECES, LO QUE SE
OPONE A NUESTROS DESEOS, SE
VUELVE PARA SORPRESA NUESTRA A
NUESTRO FAVOR, Y VICEVERSA.

Un grupo de amigos deambula por el camino y


decide acampar junto a un muro. En medio de
la noche un perro pasa por ahí y ensucia a uno
de ellos. Este se levanta furioso y va a lavarse,
32
cuando regresa se encuentra con que el muro
se ha derrumbado sobre sus amigos
provocándole la muerte.

Hechos semejantes suceden a menudo, y


también a menudo se invierten los términos.

***

De una simple semilla de trigo nacen


trescientas espigas de veinte granos cada una.
En este simple y complicado hecho vemos la
sabiduría del Creador.

Mirando objetivamente nuestra existencia


entre las naciones extranjeras gozamos durante
más de veinte siglos de una posición más
cómoda y privilegiada. Aun en nuestra
esclavitud más dura D-s no nos abandona
jamás.

33
TERCER PÓRTICO

LA SUMISIÓN A D-S

Los hombres de benefician y ayudan entre sí.


Veremos el tipo de dádivas que se otorgan y el
por qué. Y si el que recibe el favor debe estar
agradecido ante su benefactor, con mucha más
razón deberá sentir gratitud y humildad frente
a su Creador.

a) El beneficio de un padre a su hijo: el padre


hace todos los sacrificios para criar a su hijo
y aunque éste deba honrar y amar al padre
en forma natural, la Torá lo obliga en ese
sentido.

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b) El amo cuida de su esclavo: lo protege en
forma egoísta, para su propio beneficio
teniendo en vista la utilidad del esclavo.

c) El rico que es generoso con el pobre: busca


una compensación mayor en el más allá y
aunque esta sea su obligación, de todos
modos hay que alabarlo y felicitarlo.

d) El filántropo: está animado por amor a la


gloria y las recompensas terrenales. Su
impulso es egoísta y aún así es reconocido y
querido por todos.

e) El que ayuda al miserable y desdichado: lo


hace motivado por el dolor que esto le
causa. Y él también es elogiado en su
egoísmo.

LA BENEFICENCIA ES ANTE TODO


EGOÍSTA, sea que se practique para alcanzar
la felicidad terrenal o del más allá, para
ahorrarse un sufrimiento, o para obtener una
ganancia material. Y este egoísmo no impide,
sin embargo, el reconocimiento, la gratitud, el
respeto ni el aprecio.

La necesidad empuja al hombre a hacer el bien


y lo que da no le pertenece en propiedad, es su
obligación darlo; y de todos modos, lo da en
vista de un interés mayor o para ahorrarse un
daño.
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Si es natural que el hombre experimente
gratitud hacia sus benefactores, ¡cómo debe ser
su sumisión, respeto, reconocimiento, alabanza
y agradecimiento hacia Aquél que le dio la vida
y lo mantiene!

Ningún hombre sensato negará este deber de


alabar y agradecer a su Creador.

La razón, la inteligencia y la Torá exigen al


hombre que se someta a D-s.

II

LA ADVERTENCIA

El deseo obsceno y descontrolado se impone al


niño desde la más tierna edad y lo domina.

36
La Torá es la más poderosa guía para refrenar
su instinto animal.

El deseo gobierna sobre la razón que se


encuentra solitaria e incomprendida en este
mundo material.

LA TORÁ ES EL REMEDIO PARA LAS


ENFERMEDADES DEL ALMA, UN
BÁLSAMO PARA LAS VIRTUDES. Por ello,
prohibe muchos actos que fortalecen la lujuria
y el deseo.

El hombre, por lo general, se sirve de su razón


en la medida que favorece sus instintos.

Un órgano que no se utiliza se atrofia y por el


contrario el que se ejercita se fortalece. Y así el
deseo y los instintos se fortalecen y la razón,
desamparada, se debilita.

La Torá es el aliado ideal para la razón, pues la


aclara, la desarrolla y la ilumina con su luz de
verdad y sabiduría, enseñándole a someterse a
su Creador ya que ésta es la intención y el fin
por el cual fue creado el hombre.

37
III

LA SUMISIÓN SEGÚN LA RAZÓN

La sumisión es el reconocimiento y la gratitud


hacia quien nos da la vida en alabanza y temor
a su magnificencia.

a) La sumisión por el temor y la esperanza


ante D-s está advertida en la Torá que
promete recompensa por nuestros actos, en
este mundo y el venidero.

b) La sumisión de alabanza y alegría surge de


la razón y la naturaleza humana.

38
La sumisión nacida de la razón se divide en
siete puntos:
SUMISIÓN NACIDA SUMISIÓN NACIDA
DE LA EN LA RAZÓN (de
ADVERTENCIA DE alabanza y alegría)
LA TORÁ

Puede ser en Siempre es en


nombre del cielo o nombre del cielo, ni
por interés de tiene hipocresía
obtener alabanza y
honores de los
hombres

Se espera una La generosidad y


recompensa y se gratitud del alma
teme un castigo dan todo a D-s

Se origina en una Está oculta en los


obligación externa corazones y se
de los deberes origina en los
sociales y no por deberes del
un culto sincero corazón

39
Es una Sed como los
introducción a la servidores que
razón. Se hace algo sirven al amo, no
por interés hasta por recibir un pago,
que en interés sino por amor
desaparece

Las mitzvot de la La gracia de D-s es


Torá son en infinita; infinita
número limitado debe ser la
(613) sumisión

El hombre tiene el Depende de la


poder de cumplir el ayuda de D-s; el
culto de la Torá hombre solo no
puede

Nadie cumple El alma no tropieza


fielmente la pues ha
totalidad de la Torá; aniquilado
el ietzer acecha su apetito
siempre sensual y
sigue a la
razón

Siete consejos de la Torá:

a) El hombre está compuesto de un cuerpo y


un alma. Algunas de sus disposiciones
innatas lo inclinan hacia los goces
corporales y en contra de la razón; otras,
por el contrario, lo hacen menospreciar el
mundo y buscar el consuelo en el intelecto
superior. Ninguna de estas dos vías es
buena: la una destruye el orden del mundo,
la otra pone en riesgo la vida del hombre. Se

40
debe buscar el justo medio entre ambas
tendencias (la razón y la concupiscencia); y
ese medio es la Torá.

b) La Sumisión de la Razón no sabe cuales son


los deberes para con D-s (plegaria, ayunos,
etc.). Estas explicaciones aparecen en la
Torá.

c) Dada la desigualdad intelectual de los


hombres, no todos tienen acceso a la
sumisión de la Razón. La Torá se dirige a
todos los hombres a pesar de sus
diferencias. La razón se debilita en ciertos
momentos y sufre modificaciones de
acuerdo a los diversos estados de ánimo. La
advertencia de la Torá no cambia jamás;
impone la misma regla al niño, al
adolescente, al adulto, al anciano, al
intelectual y al simple. Sólo difieren las
obras que impone a unos y otros.

d) D-s nos ha distinguido de entre todos los


pueblos haciéndonos salir de Egipto a través
el mar Rojo, concediéndonos tantos favores
que tenemos el deber de glorificarlo.

e) La advertencia de la Torá es una


introducción y preparación para la razón.
El niño necesita una educación que lo
preserve del deseo desenfrenado; las

41
personas de poca inteligencia no se guían
por la razón.

f) Algunas leyes de la Torá son lógicamente


comprensibles por el entendimiento
humano, otras no. Estas leyes fueron dadas
sin ninguna explicación a un pueblo
dominado por el instinto animal, demasiado
débil para comprender su sentido racional.
El inteligente acepta estas leyes después de
sopesarlas; el ignorante las acepta porque
son reveladas por la Torá y la Tradición.

g) Cuando recibimos la Torá, todo el pueblo de


Israel percibió los milagros y prodigios que
la razón no puede negar. El que analice los
favores que recibe de D-s tendrá la
obligación de someterse a Él. Cada
privilegio que recibimos implica un deber
correspondiente de sometimiento a Su
voluntad.

IV
42
GRADOS DE INTELIGENCIA Y
COMPRENSIÓN DE LA TORÁ

La Torá distingue tres categorías de actos: los


que son prescriptos (obligatorios), los
prohibidos, los lícitos (permitidos).

a) Los actos prescriptos se dividen en dos: los


deberes del corazón y los deberes del
cuerpo. Pertenecen al primer grupo aceptar
sus decretos, creen en sus profetas, el temor
y el amor a D-s. Al cuerpo pertenecen los
actos que se llevan a cabo con sus miembros
y órganos (orar, leer la Torá, la caridad, el
shabat).

b) Los actos prohibidos también se dividen en


dos: los del corazón (que condenan el
politeísmo, la hipocresía, el amor por lo
prohibido, el orgullo, la vanidad, el
menosprecio de los hombres, los celos, la
codicia, etc.) y los del cuerpo (la calumnia,
la maledicencia, la comida taref, el incesto.
etc.)

c) Los actos lícitos pueden tener estas tres


características: moderación, exceso o
defecto. El hombre debe ocuparse de todos
sus asuntos con moderación. El exceso en la
comida, la bebida, las pasiones sexuales, la
ostentación en la vestimenta, la codicia, la

43
suntuosidad en la vivienda exceden el límite
de lo necesario y son cosas superfluas.

LOS ACTOS HUMANOS SE INCLINAN AL


BIEN O AL MAL. EL HOMBRE SENSATO,
QUE CON LA AYUDA DE ESTA BALANZA,
PESA SUS ACTOS ANTES DE OBRAR Y
LOS EXAMINA CON LA VOLUNTAD DE
HACER EL BIEN Y CON CLARA
INTELIGENCIA, ELIGE LOS MEJORES Y
RECHAZA LOS OTROS.

La Torá se compone de palabras e ideas y los


hombres que la estudian se componen en diez
grupos:

a) Los que no saben más que descifrar y


retener en la memoria la Ley y los Profetas,
les basta la sola lectura comprendiendo
únicamente su sentido literal. Son como un
burro cargado de libros.

b) Los que se esfuerzan en leer con claridad


pronunciando correctamente las vocales.

c) Los que conociendo la lengua y la


gramática y quieren saber el sentido de los
signos y los acentos.

44
d) Los que saben distinguir el sentido aparente
del real y entienden las etimologías, los
sinónimos y las dificultades del léxico.

e) Los que pueden interpretar el texto


comentando las metáforas pero sin el apoyo
de la tradición.

f) Los que conocen la tradición de los


primeros padres, la Mishná, pero
desconocen la Guemará.

g) Los que conocen el Talmud pero sin


profundidad ni la clave para su estudio

h) Comprenden el Talmud y su sentido. Saben


dilucidar los problemas pero su objetivo es
adquirir gloria y renombre; descuidan los
deberes del corazón; pasan su existencia
discutiendo casos halájicos (jurídicos o
legales) raros y controversias. No advierten
que tienen la obligación de poner todo el
corazón en cumplir los mandatos divinos.

i) Los que conocen las obligaciones del


corazón y del cuerpo y las cumplen.
Comprenden el sentido literal y profundo
del texto y apoyan la verdad con la razón y
con la Torá según la Tradición. Saben
determinar los deberes y las obras que
corresponden a cada época y lugar.
Observan y hacen observar la Torá. Son
45
consecuentes con lo que dicen, piensan y
hacen. Muestran en el exterior de su
conducta lo mismo que llevan internamente.
Públicamente y en secreto mantienen la
verdad. Estos son los Doctores del Talmud,
los dirigentes de las escuelas y los que
siguen sus caminos.

j) Por encima de los anteriores se encuentran


los que han heredado su ciencia de los
profetas, conocen la palabra de D-s de una
manera perfecta y completa, con sus
comentarios y deducciones. Estos son los
Doctores de la Gran Asamblea, sus
discípulos, los Tanaítas que redactaron las
Mishná y la Beraita según está dicho en el
Pirké Avot.

A estos diez grados corresponden diez niveles


de respeto por la Torá según la fe y la manera
de servir a D-s.

a) Los tontos que viven bajo el dominio de la


pasión menosprecian la religión y piensan
que la Torá es un conjunto de leyes para
dirigir a los necios. Pero piensan así porque
sólo saben seguir sus impulsos instintivos
ignorando los dictámenes de la razón.

b) Cerca de los anteriores están los que sin


poder rechazar el origen divino de la Torá

46
mantienen sus dudas acerca de su veracidad
y del beneficio en cumplirla

c) Otros aceptan la verdad de la Torá y


piensan que es un regalo de D-s para guiar a
sus criaturas en este mundo pero niegan la
existencia de un mundo venidero.

d) Creen en la autenticidad de la Torá y en su


retribución, pero se inclinan a amar el
mundo y sus pasiones. Su corazón no
acompaña a su lengua, obedecen la religión
ostentosamente pero internamente la
niegan.

e) Otros creen en la recompensa del más allá,


pero sólo piensan en el pago en este mundo
y cumplen la Torá esperando tener un
beneficio ya sea en reconocimiento de los
otros hombres o remunerados por D-s; y
esto es hipocresía y una forma de politeísmo
clandestino.

f) Esperan una recompensa terrenal


inmediata sin comprender nada acerca de la
felicidad eterna.

g) Sólo sirven a D-s esperando una


compensación en este mundo y el venidero,
y no lo sirven desinteresadamente.

47
h) Actúan por temor al castigo en este mundo
y el venidero. Su actitud es censurable.

i) Son leales a la Torá y en su recompensa en


este mundo y el más allá. Adoran a D-s con
intención pura pero no advierten las causas
corruptoras de su amor a D-s. (Por ej.: el
orgullo). Así como una sola mosca muerta
infecta el aceite más perfumado, así un solo
pecado destruye mucho bien. (Ec. X, 1; IX,
18).

j) Conocen la Torá, sus obligaciones y la


recompensa en los dos mundos. Vigilan sus
conductas para no desviarse. No esperan
ningún pago a cambio del cumplimiento de
la Torá y sirven a D-s por amor y todos sus
deseos y actos se conducen hacia Él. Este es
el nivel más elevado, el de los profetas.

48
V

DIÁLOGO DEL ALMA Y LA RAZÓN

La Razón: -¿Sabes tú, alma mía, que D-s te ha


creado por su gran amor?

El Alma: - Si.

La Razón: - ¿Estás dispuesta a satisfacer al


menos una parte de la deuda que tienes con Él?

El Alma: - Si, eso anhelo

La Razón: - Pero, antes debes abstenerte del


veneno con que te alimentabas.

El Alma: - ¿Cuál es ese veneno?

La Razón: - Son todas tus pasiones que te


dominan y se multiplican desde tu juventud.

El Alma: - ¿Y cuáles son esas pasiones?

La Razón: - Son múltiples, pero nacen de dos


instintos principales: a) el amor de los gozos
del cuerpo (comida, bebida, placer sexual y
otras necesidades físicas); y esto lo heredaste de
un muy mal vecino: tu cuerpo. Y b) el amor de
la soberbia, el orgullo, la gloria, el desdén; y
esto lo heredaste de tus parientes y hermanos.

49
El Alma: - ¿Y cómo puedo protegerme de esas
fuerzas perjudiciales?

La Razón: la fuerza del deseo descontrolado se


traduce en ti en el lujo inútil en el alimento, la
vestimenta, el descanso, la vivienda. El orgullo
se da en la vida social exagerada, el
menosprecio, la tenacidad para recordar los
defectos ajenos. Si alejas de ti todas estas
fuerzas contrarias a tu beneficio, habremos
franqueado la primera puerta hacia la cura del
alma.

El Alma: - Es muy difícil hacer lo que me


pides: el hábito me obliga. ¡Enséñame, por
favor, cómo librarme!

La Razón: - EL HOMBRE SENSATO


CONSCIENTE FÁCILMENTE EN
AMPUTARSE UNA PARTE DEL CUERPO Y
EN PERDER UN MIEMBRO ENFERMO
POR TEMOR A QUE LA INFECCIÓN SE
EXTIENDA.

Al contrastar los dos males, elige el menor.


Para facilitar la renuncia a las pasiones que
condenas, compara el bien que recibirás junto
con el mal que te sucederá si persistes en tus
vicios. La amputación que te parece tan dura
luego te parecerá ligera.

50
Al Alma: - ¿Cuál es el bien que recibiré si
renuncio a esas pasiones y cuál es el mal si
persisto en ella?

La Razón: - Obtendrás la paz y el descanso en


un mundo donde el placer y el dolor están
mezclados. Entenderás muy pronto el sentido
de la santidad. Aprenderás cuál es tu finalidad
en este mundo y te ocuparás de ello, y por ello
vivirás en el otro mundo.

El mal del que te liberarás es la angustia, las


penas redobladas, el duelo sin fin en la
negación de los objetos de tus anhelos
terrenales. Y si alcanzas esos anhelos
obtendrás una vanidad sin estabilidad ni
duración. Pues, lo más seguro es que otros
disfruten de lo que antes era tuyo. No te
quedará nada de lo que habrás amasado en
este mundo y serás arrojado del otro. Y peor
aún, si fracasas en tus ambiciones terrenales,
vivirás un infierno eterno.

El Alma: - Comprendo lo que dices y pondré


todo mi empeño en rechazar esas pasiones que
parecían estar tan arraigadas a mí. Pero, dime,
¿cómo es la segunda etapa de mi cura, qué otra
puerta debo franquear?.

La Razón: - El principio básico en que se


resume todo es el siguiente: AQUELLO QUE

51
TU QUISIERAS QUE UNA PERSONA
INFERIOR A TI SE IMPUSIERA PARA
HONRARTE, ESO MISMO DEBERÁS
IMPONERTE TÚ A TI MISMO FRENTE A
QUIEN ES TU SUPERIOR (D-s).

Si tuvieras un esclavo al que lo colmas de


favores y beneficios, ¿cómo quisieras que se
condujera ante ti? Esa misma actitud muestra
ante tu Creador que te brinda infinitas
bondades a ti y al universo entero.

El esclavo tiembla de no poder cumplir las


órdenes del amo al pie de la letra y se aleja
rápidamente de lo que le han prohibido.

Comprende su pequeñez frente al amo.

Es fiel en sus actos y palabras, humilde,


agradecido, devoto y está contento con la parte
que le toca.

Y esa es la segunda puerta que debes


franquear.

VI

52
EL DEBER DE SUMISIÓN

El Alma: - He comprendido claramente lo


anterior, pero dime, ¿cuáles son los diferentes
aspectos del sometimiento a D-s que debo
lograr en mí?

La Razón: - La sumisión debe aumentar en


forma proporcional a los beneficios universales
de los cuales somos beneficiarios y en
particular a aquellos que se dirigen
directamente a nosotros.

a) Todos los hombres disfrutan del favor de


D-s. Todos salieron de la nada y pueden
vivir llenos de beneficios. Entonces, todos
los hombres deben a D-s un culto general
de obediencia a sus leyes naturales al igual
que siguieron Adán, Enoch, Noé y sus
descendientes, Job y sus compañeros, hasta
llegar a Moisés. Todo el que se someta de
este modo al Creador recibirá sus
beneficios en este mundo y el venidero. Y al
contrario quien reniega de D-s cae al nivel
más bajo que las bestias que comprenden
quien es su amo, y en el mundo venidero su
suerte será miserable y desesperada.

b) El Creador colma a ciertos pueblos con


favores especiales. Por ejemplo, liberó a
Israel de la esclavitud de Egipto y lo

53
condujo a la Tierra Prometida. Por ello,
Israel tiene mayor obligación que los otros
pueblos de someterse a D-s. D-s distingue a
los que se someten a su gloria colmándolos
de mayor gracia y obligándolos de este
modo a un mayor compromiso con Él.

Y así, D-s encomendó a los levitas que se


mantuvieron defendiendo su causa cuando
sucedió el pecado de adoración del becerro
de oro, que cumplieran deberes
particulares y les prometió la más alta
felicidad en el mundo venidero.

Y el que reniega de estos favores de D-s


recibe castigo en los dos mundos.

c) D-s distingue a ciertas familias para


imponerles el sacerdocio (Levitas, David). Y
a estos privilegios los acompañan deberes
más pesados. El que ama la voluntad de D-s
tendrá felicidad en los dos mundos. Y el que
reniega cae en el fango en este mundo y en
la hoguera en el más allá como Coré y sus
compañeros.

d) D-s puede elegir a un hombre tomándolo de


su familia, de su pueblo y del resto de la
humanidad, para hacerlo un profeta, un
santo, un jefe o bien, un sabio con el alma

54
abierta al conocimiento, la inteligencia y el
consejo.

Cada beneficio con que D-s colma al hombre,


lo obliga a una sumisión más perfecta. Si la
realiza asegura la continuidad de la felicidad
individual y colectiva. Ejemplo de esto lo
tenemos en David que fue rey y profeta.

Pero el que se rebela contra D-s después de


haber sido distinguido por Él cae desde las
alturas a lo más bajo. Ejemplo de esto lo vemos
en Nadab y Abihu que ofrecieron un sacrificio
no prescipto y fueron devorados por el fuego
celestial.

Del mismo modo, Israel, elegido entre los


pueblos, es castigado por sus infidelidades.

Los hombres deben someterse a D-s por estas


cuatro clases de beneficios.

Al igual que el diezmo que debe aumentarse al


incrementarse las ganancias, la sumisión a D-s
debe aumentar al incrementarse la gracia
divina.

El que ganó cien debe un diezmo de diez, y el


que ganó diez, debe uno.

Y lo mismo ocurre con todas las leyes.

55
El hombre que no tiene hijos no tiene la
obligación de la circuncisión, de la educación,
etc. El cojo no debe peregrinar, el enfermo está
dispensado de toda obligación que no puede
cumplir.

Así el hombre distinguido por D-s está


obligado a una mayor veneración. Por ello,
algunos tzadikim (justos) temían recibir
mayores beneficios divinos, pues dudaban de
estar a la altura de las circunstancias y poder
corresponder con un amor verdadero y
adecuado. Jacob exclamaba: “Soy indigno de
tanta gracia”.

También temían que esos beneficios fueran una


compensación inmediata y que se les
disminuyera el pago en el más allá

El Alma: - Comprendo lo que dices, pero me


siento impotente para corresponder mi deuda
con D-s. Y cada vez que quiero pagar lo que
debo, cada vez que rezo lo hago pensando en
los beneficios que D-s me ha dado y me seguirá
otorgando.

La Razón: - Tus labios cantan la gratitud a D-s


pero tu corazón mendiga más ganancia y
favores. Y eso se debe a tres defectos:

56
a) Te amas demasiado a ti mismo
(Narcisismo). Deseas la felicidad y sólo
sirves a D-s para sacar algún provecho.

b) Ignoras los beneficios con los que D-s te


colma y esto no lo hace a causa de tus
ruegos.

c) No te conoces a ti mismo e ignoras cuál


debe ser tu conducta. Crees que te
mereces todas las alegrías y no cesas de
buscarlas. El deseo saciado te produce
otros deseos y así sucesivamente.

D-s conoce mejor que tú mismo lo que te


conviene. Él te ha creado y nada necesita de ti y
tu crees que le haces un favor a Él al adorarlo.

VII

LA SUMISIÓN MENOR

El hombre no debe vanagloriarse de los


beneficios que ha recibido ni pensar que los
merece por su esfuerzo o por su inteligencia.

Ni tampoco debe menospreciar al que no ha


recibido esos favores.

Si no puede aumentar su apego y el culto a D-s,


al menos que no lo disminuya.

57
Que mire siempre a los que están más abajo y
no sobre él; que pueda imitar a los más santos
y no vanagloriarse sobre los inferiores.

El hombre puede recibir un castigo para


borrar una falta anterior o para merecer una
compensación en el más allá.

VIII

LIBERTAD Y
DETERMINISMO

El Alma: - Ciertos pasajes de la Torá que


tratan del libre albedrío y de la omnipotencia,
del determinismo y de la libertad afirman que
toda la creación está sometida a la voluntad
divina. Minerales, vegetales, animales y el
hombre, el cielo y la Tierra todo obedece a su
designio.

Pero, por otra parte, se encuentran en la Torá


claras referencias a que contradicen lo
anterior: LOS ACTOS DEL HOMBRE SÓLO
DEPENDEN DEL HOMBRE, ÉL LOS ELIGE
SEGÚN SU VOLUNTAD, SÓLO ESTÁN
DETERMINADOS POR SU DESEO Y SU
58
LIBRE ELECCIÓN. Y por ello, recibe premio
o castigo, en la medida de su sumisión o
rebeldía.

Y Moisés dice (Deut. XXX, 15 : 19): “Al cielo y


la tierra llamo hoy como testigos contra
ustedes. Les he puesto delante la vida y la
muerte, la bendición y la maldición. Escoge,
pues, la vida, para que vivas tú y tu simiente,
para amar al Señor tu D-s, para obedecer su
voz y allegarte a él”.

D-S RETRIBUYE AL HOMBRE SUGÚN SUS


OBRAS, PAGA A CADA UNO SEGÚN LOS
CAMINOS QUE SIGUE.

Todas las leyes de la Torá prueban con


evidencia que los actos del hombre son libres.

Y esta contradicción me parece sin salida, pues


antes dijimos que todo estaba regulado por D-
s, ¿y ahora decimos que la elección del hombre
no?

La Razón: - El hombre actúa a veces conforme


a su voluntad e inteligencia y, a veces, contra
sus deseos e intenciones más firmes. Esto indica
que D-s tiene pleno dominio sobre él, pues no le
permite hacer sino lo que desea y lo aleja de
todo lo que rechaza. La falta de dominio del
hombre sobre sí mismo aparece también en las
equivocaciones, los errores de la vista y del
59
oído (los actos fallidos, los lapsus linguae, los
olvidos, los síntomas inconscientes). Pero la
recompensa y el castigo se otorgan según su
obediencia o su rebeldía al Creador.

Algunos sabios piensan que todos los actos del


hombre son libres y dependen de su voluntad
y su fuerza.

Otros pretenden que hay un determinismo


absoluto y que todo está dirigido por D-s (hasta
el crecimiento de un cabello).

Cuando se le cuestiona a esto acerca de la


lógica de la retribución, ya que si todo está
previamente determinado por D-s no puede
haber premios ni castigo, responden que D-s es
justo y que no tenemos la capacidad intelectual
de comprender su modo de administrar
justicia.

Hay un tercer grupo que considera que ambas


posturas son verdaderas, tanto el determinismo
como el libre albedrío.

El hombre es libre de actuar y por eso recibe


un pago y además los decretos de D-s son
justos y gobiernan todo.

Así como no podemos mirar al sol sin


protegernos los ojos, del mismo modo no

60
tenemos acceso a comprender los caminos de
D-s.

IX

EL MISTERIO DE LA CREACIÓN DEL


HOMBRE

El Alma: - En una isla de las Indias, una


ciudad tenía por costumbre coronar un rey
extranjero cada año al finalizar el cual se lo
despojaba de todos sus honores y se exiliaba
nombrando en su lugar un nuevo rey
extranjero.
61
Un hombre tonto que ignoraba su suerte fue
declarado rey y se dedicó con gran esfuerzo a
invertir el dinero de la ciudad en mejorar su
arquitectura. Al final de año, no supo tener la
previsión de tomar parte de esas riquezas para
sí mismo y fue despojado de su trono sin
ninguna ganancia para él.

Luego, la ciudad nombró rey a un hombre


inteligente. ¿Qué hizo? Contrató un consejero
al que le dio un buen sueldo y supo cual era su
destino, entonces, durante el año de su reinado
se dedicó a acumular todo tipo de bienes
enviándolos al exterior al cuidado de gente de
su confianza. Al terminar el año, este hombre
se vio enriquecido y dejó sus funciones
monárquicas con gran alegría, feliz en sus dos
condiciones.

A pesar de tu paciencia para guiarme, temo


que me toque la suerte del hombre tonto que
sufrió y perdió en las dos situaciones. Guíame,
muéstrame mi destino.

La Razón: - Tu destino es el de los reyes de los


que acabas de hablar. Eres un extranjero de
paso en este mundo.

El Creador te ha sacado de la nada y quiere


elevarte al grado de los más puros que

62
contemplan la luz de su gloria. Quiere tu
felicidad y te ama gratuitamente.

Pero, para merecer Su gracia debes apegarte a


Él y seguir sus mandatos para ser elevado al
grado de los ángeles.

En tu estado originario no puedes lograr esto,


por eso D-s, en su infinita sabiduría, ha creado
este mundo al servicio del hombre. El te ha
dado un palacio armonioso, un mundo en el
mundo, con cinco aberturas para sus más fieles
servidores: la vista, el oído, el olfato, el gusto y
el tacto. Los porteros son: los ojos, las orejas, la
nariz, la lengua y las manos.

En el interior ha puesto cuatro mercados para


los cuatro príncipes que dirigen el palacio: el
cerebro, el corazón, el hígado y los testículos.

Estos cuatro órganos tienen cada uno un


guardián: las fuerzas atractiva, retentiva,
digestiva y repulsiva. Residen en dos bilis:
amarilla y negra. La sangre irriga el palacio.
Por todas partes, adentro y afuera, están
repartidos servidores para su cuidado y
vigilancia: intestinos, venas, músculos,
tendones, arterias y, por fuera, manos, pies,
lengua, el bajo vientre, dientes, uñas. Algunos
intermediarios unen el espíritu con la materia
(aire respiratorio, la sangre, el calor natural).

63
Te proporciona dos ministros secundados por
notarios, luego servidores y personal doméstico
encargado de proveer a tus necesidades.

El primer ministro, la razón, te enseña la


voluntad de D-s.

El segundo, la concupiscencia, te tienta y te


seduce para que irrites a D-s

Uno de los notarios toma nota de las buenas


acciones, secretas o manifiestas, que realizan
los porteros, los príncipes, los encargados, los
servidores, consejeros y domésticos.

El otro anota las malas acciones.

Los servidores son las cualidades del alma, el


gozo y la angustia, la alegría y la tristeza, la
memoria y el olvido, la sabiduría y la necedad,
el heroísmo y la cobardía, la generosidad y la
avaricia, la justicia y la injusticia, la timidez y
la osadía, la esperanza y el temor, el amor y el
odio, el disfrute y el sufrimiento, el orgullo y la
humildad, la grandeza y la humillación y otras
más que conforman la vida interior.

El Creador ha mandado a los servidores y los


príncipes escucharte y obedecerte en todo
hasta el fin.

64
Te permite servirte de ellos para tu bienestar
según lo establecido por la razón, las leyes y la
tradición.

“Si a causa de las necesidades y tensiones de tu


cuerpo, no sabes como utilizar tus órganos
para obedecerme mejor, consulta con el primer
ministro que es un gran consejero: la razón. Te
dirá como servirte de todo lo que se te ofrece
para someterte a mi gloria. Las tendencias
malas que habitan en ti se transformarán en
virtudes. Si fortaleces tu razón, el notario de
los buenos actos tomará nota de cada uno de
tus movimientos y te compensarán incluso por
tus actos neutros, no obligatorios.

Pero si sigues el consejo del segundo ministro,


la concupiscencia, que se opone a la razón,
hasta tus virtudes se volverán a favor del
instinto del mal y el notario de los malos actos
computará en su libro hasta los hechos neutros
que no son prohibidos en tu contra. Todos tus
servidores y auxiliares favorecerán tus pecados
y te ayudarán a actuar en ese sentido errado
según tu elección. IRÁS HACIA LA
PERDICIÓN EN LA ILUSIÓN DE LA
FELICIDAD Y LA ALEGRÍA”.

D-s juzga todos tus actos, los manifiestos y los


ocultos. Cuando quiere hacerte una
advertencia, ordena a uno de tus servidores

65
abandonar sus servicios; uno u otro de tus
órganos se corrompe y enferma por un tiempo
determinado. Si despiertas y vuelves a Él,
sanará tu cuerpo y te devolverá el vigor. (Con
esto podemos teorizar sobre las causas del
cáncer. Así como la persona realiza actos a su
antojo y capricho, del mismo modo, un grupo
de células, de pronto, decide desarrollarse
caprichosamente).

Cuando el tiempo de tu prueba terrestre


culmine, D-s ordenará a tus servidores
abandonarte y desatará los lazos que te unen a
tu cuerpo. Volverás a tu condición original; y el
cuerpo inmóvil, inerte también retornará a su
origen, la tierra.

Te mostrarán la cuenta de tus pensamientos,


deseos, actos e inquietudes que hubieras
elegido en este mundo y de ella dependerá tu
suerte eterna.

66
X

DEL EMPLEO DE LAS VIRTUDES

El Alma: - He comprendido lo que dices. Pero,


me gustaría que me expliques cómo he de
servirme de mis cualidades elogiables y de las
censurables.

La Razón: - La alegría se opone a la tristeza.


Estarás alegre en la medida que te entregues a
una dicha estable, constante, libre de
sufrimientos y contingencias. Estarás triste si
caes presa de un sufrimiento durable y
constante sin poder rechazarlo o huir de él.

Estarás con temor mientras per-manezcas


encerrada en la desdicha. Estarás en la
esperanza cuando llegues a la puerta de la
felicidad que nadie puede quitarte: la alegría
de sumisión a D-s.

Enfréntate con fuerza contra los que se desvían


del camino de la verdad y la justicia. Y sé
amable con los que tienen pensamientos
sinceros.

Sé misericordioso con el pobre, el enfermo, el


humilde y con quien ignora donde está su
felicidad y no sabe adonde dirigirse, el quien
perdió su alegría y paga sus pecados.

67
Pero sé irreductible para rechazar a los
perversos y hacer justicia con los destructores
del mundo; que tu ojo no tenga piedad.

Amarás a los que se unen a ti en la adoración a


D-s; pero odiarás a los que se apartan de su
voluntad.

Sé generoso colocando cada cosa en su lugar.


Da desinteresadamente tu dinero y tu ciencia a
todos los que los merecen por sus virtudes. No
le rehuses un beneficio a quien tiene derecho a
él.

Pero sé avaro con los bárbaros e insensatos,


con los que son incapaces de conocerse a sí
mismos y de reconocer el bien que se les hace.

REALIZAR UN BENEFICIO A QUIEN ES


INCAPAZ DE RECONOCERLO, EQUIVALE
A ARROJAR UNA PIEDRA A MERCURIO.

NO TE APRESURES A SATISFACER TUS


INSTINTOS CARNALES. LOS
PLACERERES QUE PROCURAN SON
FUGITIVOS; SU MARCA PERMANECE
AQUÍ ABAJO Y EN EL MÁS ALLÁ
SOBREVIENE EL CATSIGO.

POR EL CONTRARIO, MANTÉNTE


ALERTA PARA TODA ALEGRÍA DEL
ESPÍRITU, PARA TODA OBRA

68
CONSAGRADA A LA GLORIA DE D-S. Haz
como David cuando exclamaba: “Me apresuré
y no me retardé en guardar tus
mandamientos”.

CUARTO PÓRTICO

EL ABANDONO EN D-S

EL ABANDONO ES LO QUE DA LA PAZ AL


ALMA.

El que se entrega a D-s debe apoyarse en su


confianza y devoción, teniendo la certeza de
que D-s sabe y hace lo que le conviene y lo que
es bueno para él, mejor que él mismo.

Quien confía en D-s espera todo de Él como el


esclavo espera todo de mano de su amo.

Pero el que no se abandona a D-s queda sujeto


y dependiente de todo lo demás; si confía en
cualquier cosa que no sea D-s, deja de estar

69
bajo la providencia divina y queda librado al
objeto de su espera. Se aleja de la fuente de
agua para cavar cisternas agrietadas.

En medio de sus días el hombre debe


abandonarlo todo, o bien no puede gozar de
nada porque D-s se lo impide.

La riqueza es un depósito que se cuida hasta el


día que debe ser entregada al verdadero
destinatario.

EL ABANDONO CONDUCE A SERVIR A D-


S, A NO ESPERAR NADA DE NADIE.

Implica no erigirse en modelo para agradar a


los otros, ni esperar nada de ningún hombre, ni
aprobar nada que no esté bajo Su sumisión.
Entonces, las conductas humanas no intimidad
más.

Este abandono libera al hombre de un


sentimiento de obligación hacia todos, del
cuidado de alabar y complacer a cada uno. Su
rostro se vuelve semejante a la piedra, no es
hipócrita.

También implica barrer del corazón todas las


preocupaciones mundanas y unificarlo para
someterse a D-s. Estar siempre seguro de
encontrar lo necesario para la subsistencia. No

70
temer a ningún hombre; ni sufrir por los
deseos insatisfechos

El que se abandona a D-s sabe que será


alimentado según Su voluntad en el tiempo y
lugar que Él ha elegido, como alimenta al feto
en el seno materno, al polluelo dentro del
huevo, al pájaro en el aire, a los peces y a la
minúscula e indefensa hormiga, al tiempo que
puede negar la comida a los terribles leones.

El que se entrega a D-s, se libera de la angustia


y el mal no puede alcanzarlo.

La seguridad del rico no es nada; siempre teme


perder su riqueza y la alegría de ser rico. El
que se abandona sabe que sufre para expiar
sus pecados en vista de una compensación
eterna.

Si el que se abandona a D-s es rico, cumple


devotamente sus obligaciones para con D-s y
sus semejantes.

Si es pobre, considera su pobreza como el más


precioso de todos sus dones. La pobreza la
ahorra todas las penas de tener que cuidar y
administrar una fortuna; le ahorra
obligaciones para con D-s y los hombres.

71
ABUNDANCIA DE RIQUEZA,
ABUNDANCIA DE ANGUSTIAS. ES RICO
EL QUE SE ALEGRA CON SU SUERTE.

ES NECESARIO ALEGRARSE CON LA


SUERTE QUE A UNO LE HA TOCADO, NO
BUSCAR DAÑAR A NADIE, NI ENVIDIAR
LOS BIENES DE OTRO.

El que se ha abandonado a D-s experimenta


alegría en todas las situaciones, aunque ellas
fueran contrarias a su inclinación. Sabe que
todo es para bien.

II

CAUSAS QUE DETERMINAN EL


ABANDONO A LAS CRIATURAS

Siete causas hacen que el hombre se abandone


a las criaturas.

a) El cariño y la amistad hacen que una


persona ponga toda su confianza y se
abandone en el amigo.

72
b) La simpatía y la generosidad del amigo es
permanente y sin límites.

c) El amigo debe tener la capacidad de


realizar todos sus deseos.

d) Debe conocer lo que más le conviene.

e) Debe ser el único que guíe su vida


conociendo sus pensamientos ocultos y toda
su trayectoria de vida desde que nace hasta
que envejece.

f) Ningún otro hombre puede salvarlo del mal


más que su amigo.

g) El amigo debe ser de un amor infinito y una


generosidad absoluta.

Sin embargo, estas siete virtudes no aparecen


en ninguna criatura y sólo se pueden dar en D-
s, quien abre Su mano y colma a todo lo que
tiene vida.

73
III

CAUSAS QUE DETERMINAN EL


ABANDONO EN D-S

a) D-s reúne las siete virtudes que nombramos


en el capítulo anterior.

D-s tiene más misericordia por el hombre que


por cualquier otra criatura.

Nadie mejor que Él que lo ha creado para


conocer las leyes de su vida y de su muerte, de
la enfermedad y la salud.

Sólo D-s puede enseñarnos los caminos que


debemos seguir para nuestro bien.

El Creador es más poderoso que todo poder; su


palabra más eficaz que toda palabra.

Nada descuida, nada le pasa desapercibido.


Nada lo fatiga ni lo cansa.

74
NINGUNA CRIATURA PUEDE HACER EL
BIEN O EL MAL A SÍ MISMA O A OTRA
SIN QUE EL CREADOR LO HAYA
PERMITIDO.

Un estricto determinismo limita todos los seres


de este mundo, substanciales o accidentales.
Nada de lo que el Creador ha decidido en
cuanto a su número (cantidad), su calidad, su
tiempo y su lugar puede modificarse.

b) D-s vigila al hombre permanentemente.


Nada se le puede ocultar. Conoce el
pensamiento de todos.

c) D-s debe ser el único objeto de su abandono.

d)“Cumple Su voluntad como si fuera tuya, a


fin que Él cumpla tu voluntad como si fuera
Suya. Renuncia a tu voluntad delante de la
Suya a fin de que otros renuncien a su
voluntad delante de la tuya”. (Abot 2,5).

El hombre debe estar atento a cumplir Sus


mandamientos y evitar Sus prohibiciones.

El que desobedece a D-s es un tonto o un loco.

Si el hombre comprende la maravilla en el


devenir del universo entenderá la grandeza de
D-s.

75
D-s pone pruebas al hombre: la necesidad de
comer, de beber, de vestirse, de vivienda, de
satisfacer su instinto sexual. Nos ordena
librarnos de esas necesidades y satisfacerlas en
modos y tiempos determinados según Su
propia causalidad.

Los sufrimientos del justo pueden ser


consecuencia de pecados anteriores por los que
debe sufrir el castigo. También pueden ser una
compensación en el más allá.

Los sufrimientos pueden ser una prueba para


el justo (como el caso de Job).

El justo también puede sufrir por no haber


defendido los derechos de D-s sobre los
hombres.

Las bondades del perverso pueden ser el pago


de buenas acciones anteriores o bien es el pago
anticipado en este mundo pues en el mundo
venidero no tendrán lugar.

A veces las riquezas del malvado son su propia


perdición y la causa de sus males.

El bienestar del perverso también puede estar


sujeto al posible cambio de conducta y al
arrepentimiento del mismo.

76
La fortuna del malvado también puede deberse
al mérito de sus padres.

***

Es importante que el hombre ocupe su mente


en un trabajo productivo.

Hay trabajos menos pesados donde se emplea


el intelecto y trabajos en los que se emplea la
fuerza física. Cada cual debe buscar un trabajo
acorde a sus capacidades.

Todo hombre experimenta una inclinación a


tal o cual oficio. Esto es así para todos los seres
vivos. El gato caza al ratón, el gavilán cae sobre
los pajaritos, etc.

Así como cada animal posee las herramientas


(garras, patas largas, etc.) adecuadas para
cazar la presa, del mismo modo, el hombre
posee facilidades particulares para tal o cual
oficio.

Cuando un hombre tiene vocación para un


oficio y posee la fuerza para realizarlo debe
dedicarse a él y sacar de allí la subsistencia. Y
no debe irritarse si no es muy lucrativo, sino
esperar confiando que D-s le mande su
alimento. Que no deje de trabajar con el
cuerpo y el alma.

77
Nuestro abandono en D-s debe ser perfecto,
debemos entregarnos a Él aunque cumpla o no
cumpla nuestro deseo.

QUE TODAS LAS OBRAS SEAN


REALIZADAS EN NOMBRE DEL CIELO.
(Avot, 2:17).

IV

EL DOMINIO DEL ABANDONO

Debemos confiar en D-s para las cosas de este


mundo y las del mundo venidero.

Las actividades terrenales son las necesidades


del cuerpo, el trabajo, el cuidado de los bienes,
la familia, los amigos.

Las actividades terrenales que dan su fruto en


el más allá son de dos tipos: privadas, o sea, los
deberes del corazón; y sociales, es decir, la
caridad, las buenas obras, el estudio, buscar el
bien y apartarse del mal.

Las actividades en las que el hombre debe


ocuparse confiando en D-s son seis:

a) Proveer a las necesidades del cuerpo.

b) Ganarse la vida y procurarse la


subsistencia.

78
c) Mantener relaciones familiares y sociales
normales.

d) Cumplir los deberes del corazón.

e) Cumplir sus deberes sociales.

f) Recibir la recompensa de sus actos en este


mundo.

g) Recibir la recompensa en el más allá.

***

Analizaremos cada uno de estos siete puntos:

a) D-S DIRIGE TODO Y NADA SUCEDE SIN


QUE ÉL LO HAYA PERMITIDO, QUERIDO
Y DECRETADO.

Todo depende de D-s. La vida y la muerte, la


salud y la enfermedad, el sustento, la
satisfacción de las necesidades, etc. no
dependen de ningún hombre.

No obstante, el hombre entregado a D-s no


debe pensar en no trabajar puesto que D-s, de
todos modos, le otorgará lo que le estaba
reservado. Cada quien debe realizar su
esfuerzo y saber que todas sus ganancias no
dependen de ningún hombre ni causa
intermedia sino del Creador.

79
“ME ASOMBRA QUE EL HOMBRE QUE
DA A SU PRÓJIMO LO QUE TIENE EN
DEPÓSITO PARA ÉL SEGÚN LO
DECRETADO POR D-S, PUEDA
RECLAMAR AGRADECIMIENTOS Y
ALABANZAS.

Y ME SORPRENDE MÁS QUE EL QUE HA


RECIBIDO SU SUSTENTO DE UN
HOMBRE QUE ESTÁ OBLIGADO A
DÁRSELO, SE HUMILLE DELANTE DE ÉL,
LO ADULE Y LO HALAGUE”.

***

b) El hombre tiene asignada una ganancia y


por más que se esfuerce en sus ocupaciones no
podrá ganar un centavo más del que le
corresponda según lo decretado por D-s. Del
mismo modo, nadie puede quitarle lo que le
corresponde.

SU SUERTE LE TOCA EN EL MOMENTO


DECRETADO, SIN ADELANTO NI
RETRASO.

La persona que tiene a su cargo la


responsabilidad de dar el sustento a muchos
otros, corre tres riesgos:

1) Pueden utilizar medios ilícitos para obtener


el dinero que D-s les ha asignado. Y ese

80
dinero lo hubieran obtenido, de todos
modos, por medios honestos.

2) Pueden llegar a pensar que su fortuna es


para ser utilizada egoístamente y no querer
repartirla. No todos pueden tener el
privilegio de ayudar a otros. Algunos
acumulan y guardan un capital inútilmente
sin utilizarlo hasta que lo pierden o lo
transfieren a otro. EL INSENSATO
PIENSA QUE TODO LO QUE TIENE ES
PARA ÉL.

3) Pueden llegar a echar en cara los favores


que hacen exigiendo gratitud,
reconocimiento, alabanza y se vuelven
orgullosos, soberbios, insolentes,
avasalladores, vanidosos y autoritarios. Se
imaginan que si D-s no dispusiera que las
personas a las que ellos asisten recibieran su
ayuda, ellos seguirían poseyendo sus bienes
y los otros caerían en la miseria. En
realidad, los miserables son ellos: en este
mundo sus obras serán cubiertas por la
nada y en el mundo venidero perderán toda
felicidad.

EL HOMBRE SENSATO REPARTE SU


FORTUNA COMO LO EXIGE SU FE Y SU
ABANDONO EN LA VOLUNTAD DE D-S.
Ignora si sus riquezas son para él o para otro, y

81
no se apoya ni confía en el poder de su dinero
sino solamente en D-s. Será honrado en este
mundo y en el otro.

Hay hombres que se dedican a amasar


fortunas para obtener gloria, renombre y
reconocimiento de la gente común que espera
recibir su beneficio. Si estos hombres comunes
entendieran que no está en la mano de nadie
dar o negar sin el consentimiento de D-s, sólo a
Él honrarían.

Y el rico que sólo busca la gloria a través de su


dinero no ha entendido nada de las verdaderas
causas que dan gloria en este mundo y el
venidero.

Ya sea que el sustento llegue por una causa u


otra, en un lugar u otro, por medio de un
hombre u otro, debemos decirnos:

“EL QUE ME HA DADO UNA FUERZA,


UNA FORMA, UNA INTELIGENCIA Y
CUALIDADES DIFERENTES A
CUALQUIER OTRO ENTE, HA ELEGIDO
DARME MI SUSTENTO POR EL CAMINO
QUE MEJOR CONVIENE A MI
EXISTENCIA, EXCLUYENDO LOS OTROS
MEDIOS.

EL QUE ME HA HECHO NACER EN ESTE


MUNDO EN UN LUGAR DETERMINADO,
82
HIJO DE DOS PERSONAS DEFINIDAS,
CON EXCLUSIÓN DE TODOS LOS OTROS,
ME OTORGA MI ALIMENTO EN UN
LUGAR DETERMINADO POR MEDIO DE
UN HOMBRE DEFINIDO, COLOCADO
ALLÍ PARA MI FELICIDAD COMO CAUSA
INTERMEDIA DE MI SUBSISTENCIA”.

***

c) Sin un hombre es extranjero y vive solo debe


consolarse pensando que el alma también es
extranjera en este mundo y que en cierto
sentido todos los hombres son extraños a la
Tierra. Los que tienen relaciones y están
vinculados a otras personas gozan de esto
efímeramente. Volverán a caer en la soledad,
pues ningún parentesco ni amistad les servirá
de ayuda en la muerte.

Toda relación puede ser molesta y una carga.


La soledad es una bendición. Si un hombre
persigue satisfacer sus necesidades mundanas,
le es más fácil no tener mujer ni hijos. Y si
busca las realidades del más allá, el solitario
que vive aislado, como el asceta, estará más
limpio.

El hombre que tiene esposa, parientes, amigos


y enemigos debe confiar en D-s para poder

83
cumplir cada uno de sus deberes y de estar
libre de sus responsabilidades para con ellos.

Debe tener buen corazón para ellos, abstenerse


de todo lo que podría causarles daño, buscar su
felicidad y serles fiel en toda cosa, enseñarles
los caminos de la Torá y los deberes religiosos
y mundanos.

Amará a su prójimo como a sí mismo y será


liberado de todo odio en su corazón.

NO DEBE ESPERAR DE ELLOS NINGUNA


RECOMPENSA NI IMAGINARSE QUE
CONTRAEN NINGUNA DEUDA PARA CON
ÉL.

NO DEBE DESEAR NINGÚN HONOR,


NINGUNA ALABANZA, NI DOMINARLOS,
SINO SOLAMENTE CUMPLIR LA ORDEN
DE D-S, FIEL AL PACTO QUE LOS UNE A
ÉL.

Cuando necesite pedirle algo a alguna persona


debe considerarla como intermediaria entre lo
que D-s le da y él mismo, pero no pensar que le
debe gratitud a esa persona.

Del mismo modo, que no agradecemos a la


tierra y las semillas que antes son trabajadas
por el hombre, por habernos dado el sustento.
La tierra da sus frutos después de que el

84
hombre la trabaja, pero, si D-s no desea que los
frutos maduren o destruye la cosecha, de
ninguna manera, podemos enojarnos con el
campo, pues es D-s es que permite que sucedan
estas cosas.

Si alguien obtiene los favores que pide, debe


reconocer al que lo favoreció, sabiendo que es
un elegido de D-s para cumplir con ello. D-s
envía siempre los beneficios por intermedio de
los justos que muy raramente son mensajeros
de desdicha.

Si sus deseos no se cumplen que no le eche la


culpa al supuesto intermediario.

Y si él es elegido para hacer un favor y el que


lo pide lo merece, que ponga todo su empeño
en realizarlo.

Ha de soportar las injurias y no retribuir a los


demás según sus actos, sino mostrarse generoso
y hacer el bien. Pues la felicidad y la angustia
están solamente en manos de D-s.

Si alguien le causa daño que no reproche a


quien es el instrumento, sino a sí mismo. Que
examine los actos malos que pudo haber
cometido ante D-s.

***

85
d) El respeto por los preceptos divinos sólo
tiene sentido cuando reúne tres factores:

1) La libre elección

2) La voluntad

3) La Intención

Estos tres factores dependen del hombre.

Para elegir debemos tener presentes los


mandatos y ordenanzas del Creador que
indican claramente qué es lo que conviene al
hombre. En los asuntos mundanos no hay
forma de saber con exactitud, qué nos
conviene, porque todo es relativo. En cambio,
para la Torá, el Bien y el Mal son absolutos, no
dependen de las modas ni de las épocas, sus
leyes son eternas.

***

e) Nuestra elección debe aproximarnos a D-s


sin tener en cuenta metas secundarias como:
adquirir renombre, gloria entre los hombres,
una recompensa o ambición.

No deseemos los honores ni las alabanzas


cuando tenemos la suerte de poder hacer una
buena acción.

86
Obras buenas son: la caridad, el pago del
diezmo, buscar el bien y alejarse del mal,
guardar los secretos, el bien decir y el bien
hacer, honrar al padre y a la madre, acercar a
los que están lejos del camino correcto, ser
suave y compasivo con todos, soportar las
injurias sin responder, etc.

***

f) La recompensa de una buena acción puede


ser pagada en este mundo, en el más allá, o
bien, en ambos lugares.

No sabemos cuál será la recompensa en el


mundo venidero. Ignoramos como sea el alma
separada del cuerpo y cuales pueden ser su
felicidad y tormentos.

El hombre que guía a otros a realizar el bien se


asegura una recompensa en el más allá.

Los actos nobles que son manifiestos D-s los


paga en este mundo. Los actos ocultos que son
secretos, los del corazón, D-s los paga en el más
allá.

Debemos tener confianza plena en la justicia


divina y no apoyarnos en nuestras obras sino
en la devoción a D-s.

***

87
g) Son numerosos los beneficios guardados
para el santo en el más allá. Y esto se otorga a
quienes aman a D-s, se someten a su voluntad y
son pacientes ante la tentación y el dolor, a los
mártires que perecieron en Su Nombre, a los
que prefieren la pobreza a la riqueza, el
sufrimiento a la tranquilidad, la enfermedad a
la salud, aceptando los decretos de D-s, son
dignos de recibir el pago en el mundo venidero.

EL TOTALMENTE ENTREGADO SE
DISTINGUE DE OTROS EN SIETE PUNTOS

1) El que vive entregado a D-s, quiere cumplir


siempre Su voluntad. Lo honra en la felicidad y
en la tristeza.

El que no está entregado a D-s cuando está feliz


le da las gracias y cuando no se cumplen sus
deseos lo maldice.

2) Tiene el corazón confiado en la suerte que le


espera. Sabe que D-s lo guía hacia la felicidad
en la tierra y en el cielo.

El que no está entregado a D-s vive en la


angustia y las preocupaciones constantes, tanto
cuando le va bien como cuando le va mal.
Cuando le va bien porque jamás está satisfecho
88
de su situación; en la adversidad, porque
desespera aguardando la riqueza. Su vida es
una larga desdicha.

3) El primero saca provecho y evita perjuicios


utilizando las causas intermedias, pero sabe
que todo viene de D-s. Su corazón se apoya en
D-s y no en ninguna causa secundaria.

El otro, se apoya en las causas secundarias


creyendo que tienen el poder de serle útiles o
nocivas.

4) El entregado a D-s sabe que todo lo que


posee viene de Él y, por consiguiente, todo lo
que puede brindar al prójimo también viene de
D-s.

Al otro, toda la vastedad del universo no lo


podrá conformar nunca. Es avaro y sólo se
acuerda de D-s cuando desaparece su fortuna o
se queda solo.

5) El completamente entregado a D-s sólo se


ocupa de este mundo para obtener lo necesario
para llegar al más allá. Se ocupa de su salud
física y espiritual y se aleja de todo lo que
puede alejarlo de D-s.

El otro, se ocupa de las cosas mundanas sin


límite y sin discernir lo que es bueno y no.

89
6) El primero es amado por muchos hombres
de diversa índole, carácter y condición; saben
que nunca los dañará y confían en él. Él mismo
tiene confianza en cada uno, porque sabe que
su felicidad o su desdicha no están en la mano
de nada de lo creado.

NO TEME NINGÚN DAÑO Y NO ESPERA


NINGÚN BENEFICIO.

El otro es un esclavo del mundo y nadie lo


ama; es envidioso, celoso, el bien que le sucede
a los otros es una ofensa contra él.
Responsabiliza a todo el mundo por cada uno
de sus problemas o accidentes.

7) El primero no se entristece jamás cuando no


puede cumplir algún deseo o cuando un amigo
le falta. No le inquieta nada, ni se angustia por
el mañana porque ignora el día de su muerte.
Solamente le preocupa cumplir sus deberes
para con D-s.

El otro se lamenta constantemente por sus


desdichas, no cumple sus deseos, pierde a sus
amigos, y acumula riquezas como si esperara
vivir eternamente. Se ocupa de cosas
mundanas y se olvida de la Torá.

90
VI

LAS VIRTUDES DEL ABANDONO

Si un empleado no puede exigir ningún pago a


cuenta o garantía a su empleador antes de
haber trabajado, con mucha más razón,
ningún hombre puede pedir algo a D-s sin
antes someterse a Él, y menos pretender una
paga sin haber hecho un servicio previo.

ES ILUSORIA Y FALSA LA ESPERANZA


DE TENER PAZ ESPIRITUAL CUANDO SE
LLEGUE A SER SUFICIENTEMENTE
91
RICO; AL CONTRARIO, LA RIQUEZA
SERÁ UN MOTIVO MÁS DE
PREOCUPACIÓN Y ANGUSTIA.

Es absurdo pedir a D-s una garantía sobre los


bienes que nos acreditará en el futuro.

VII

CAUSAS CORRUPTORAS DEL


ABANDONO

Desconocer los atributos de D-s, su


misericordia y sus favores, ignorarlo, todo eso
impide que alguien se apoye y entregue a Él.

Las causas y consecuencias de los sucesos más


cercanos y evidentes al hombres hacen que no
comprenda la seria de acontecimientos previos
que guían su destino.

Paso a explicarme: El rey que quiere ejecutar


sus decretos le da la orden al visir, éste se la
trasmite a su secretario, luego, al general, al
capitán, al prefecto, al oficial, al gendarme,
hasta que la orden es ejecutada a través de
instrumentos mecánicos que no tienen poder ni
voluntad.

92
TODA CAUSA ES MÁS PODEROSA A
MEDIDA QUE SE ALEJA DE QUIEN
SIENTE SUS EFECTOS.

Conviene, entonces, entregarse a D-s que es la


causa primera de todas las causas.

El abandono en D-s aumenta en la medida que


crece el conocimiento y la fe que sobre Él
tenemos.

El infante se abandona al pecho que lo


amamanta, luego transfiere esa confianza a la
madre. Cuando crece descubre que ella
depende del padre y se remite a él. Luego,
cuando trabaja se apoya en sus negocios y
oficio y no en las bondades de D-s.

Si un hombre cree que su sustento depende de


otro, podrá su confianza y su esperanza en éste.
Pero si comprende que todo depende de D-s,
pondrá su confianza solamente en Él.

TODAS SUS ÓRDENES SE VUELVEN EL


OBJETO DE SU DESEO: las acoge en su
corazón, en sus huesos, en su interior y
exterior.

Se regocija con lo que D-s le da: vida o muerte,


pobreza o riqueza, salud o enfermedad.

93
“NO HE VIVENCIADO JAMÁS UNA COSA
DESEANDO OTRA”.

Comprenderá la causa por la cual fue creado,


reconocerá la existencia de un mundo venidero,
se refugiará en la soledad pensando en D-s y Su
grandeza.

Sólo vive pensando en agradar y complacer a


D-s. Disfruta de la vida mucho más que el
hombre de mundo con sus placeres mundanos.

QUINTO PÓRTICO

LA UNIDAD DEL ACTO

94
La intención manifiesta y oculta del acto de
sumisión sólo debe buscar la aprobación de D-s
y no la de los hombres.

II

CONDICIONES DE LA UNIFICACIÓN

A) Confesar la unidad de D-s con sinceridad.

B) Someterse y entregarse a D-s y no a los


hombres.

C) Ser indiferente a la alabanza y a la


censura.

D) Renunciar a las falsas apariencias para


agradar a los hombres.

E) No mezclar con preocupaciones terrenales


los actos que se realizan en nombre del
cielo.

F) Temer a D-s.

G) Aconsejarse con la razón para todas las


demandas de la pasión y seguir sus
advertencias.

III

CAUSAS QUE CORROMPEN LA


UNIFICACIÓN DEL ACTO

95
Las dos causas que corrompen la unidad del
acto son: la incomprensión de D-s y de la Torá
por parte del hombre y la fuerza de la pasión
que lo acerca al mundo material alejándolo del
mundo venidero.

El hombre que ignora a su amo no puede


servirlo con todo su corazón. Si no tiene
ningún conocimiento de D-s y se somete a la
Torá, lo hace esperando alguna recompensa o
por sumisión a otros hombres. Y en eso se
parece al idólatra, aunque éste es mejor que el
creyente hipócrita.

El idólatra sirve a un solo ídolo; en cambio, no


hay límite para la multitud de ídolos del
hipócrita.

El idólatra no se oculta y realiza su acto


públicamente y los hombres pueden cuidarse
de él.

En cambio, la blasfemia del hipócrita es


secreta y oculta; los hombres confían en él y
pueden sufrir con sus engaños.

Los que no conocen a D-s no pueden servirlo.


Y los que aceptan el yugo de la Torá se ven
amenazados por la pasión que los perturba en
su fe. La pasión le hace creer que los actos
sagrados no son necesarios ni obligatorios.

96
IV

REMEDIOS

La pasión es el mayor enemigo del hombre.


Acecha constantemente, se encuentra
mezclada a todas sus facultades, conoce todos
sus secretos.

Su arma más poderosa es transformar lo real


en dudoso mediante falsos razonamientos. Y
no descansa hasta haber dañado los
fundamentos de la fe y la religión.

Si le opones tu razón podrás vencer a la


pasión.

Pero, si te entregas a ella no te soltará hasta


haberte destruido y desarraigado de los dos
mundos.

No saques la espada contra un enemigo lejano


ni te esfuercen en combatir obstáculos que no
sean los ofrecidos por la pasión.

Todo enemigo vencido se rinde a su vencedor


y deja de combatir, sin embargo, la pasión
guerrea contra el hombre incansablemente ya
sea vencida o vencedora insiste siempre.

97
UN POCO DE VERDAD TRIUNFA SOBRE
MUCHAS MENTIRAS; UN POCO DE LUZ
TRIUNFA SOBRE MUCHAS TINIEBLAS...-

Del mismo modo, la razón subyuga a la


pasión.

El primer argumento de la pasión es poner


dudas sobre la existencia del alma sin el
cuerpo. La pasión quiere disfrutar hoy, pues
“mañana no estaremos”.

Después, te hará dudar de la existencia del


Creador.

Luego, te hará creer que el culto no es


necesario ya que D-s no necesita del hombre .

Querrá hacerte dudar de los profetas y la


Torá.

Atacará también tus tradiciones diciendo que


no es necesario respetarlas.

Pero debes saber que la Torá y la Razón


necesitan de la Tradición de nuestros Padres
para ser interpretadas correctamente.

Te hará desconfiar de la justicia divina


haciéndote creer que reina la injusticia.

Como último recurso, la pasión pretenderá


introducirte en el camino insaciable del lujo, la
98
bebida, la vestimenta y todos los placeres,
materiales, haciéndote envidiar a los más ricos
y sus diversiones desenfrenadas.

Si aún así, la pasión no logra vencerte,


empezará a seducirte adulándote y
alabándote, sugiriendo que te congracies con
los hombres mostrando todo tipo de
hipocresías.

Si falla en esta labor, tratará de confundirte a


la hora en que te dediques al rezo o a la
beneficencia o al cumplimiento de cualquier
otra mitzvá. Te hará pensar en miles de
asuntos mundanos son fin: los amigos, los
negocios, las deudas y todo tipo de
preocupaciones.

Y si en eso fracasa, la pasión te inducirá a


jugar con tu ingenio a juegos inacabables o
cálculos sin límite.

Y si eres hombre de estudio tratará de


perderte en divagues y problemas fatigosos,
alejándote del verdadero conocimiento.

EL DOMINIO DEL PENSAMIENTO

99
Nunca dejes de analizar tus ideas ni de
escrutar tu corazón, pues allí es donde nace
toda corrupción y toda corrección.

Trata de realizar pocos actos pero sinceros, y


no muchos pero sin pureza. Un poco con
pureza significa mucho; y mucho sin pureza
no significa nada.

SEXTO PÓTRTICO

100
LA HUMILDAD

La humildad libera del orgullo, la soberbia, la


arrogancia, la sobrevaloración de sí mismo y
de la codicia de todo lo que nos excede.

La humildad es la virtud por la cual el alma se


estima en poca cosa. Sus signos se manifiestan
en todo el cuerpo, y son:

1. Dulzura del lenguaje.

2. Voz baja.

3. Contenerse en el momento de la cólera.

4. Ausencia de toda venganza, aun cuando se


tenga el poder de llevarla cabo.

II

DIFERENTES CLASES DE HUMILDAD

Una clase de humildad es la impotencia que


sufre el que es dominado por fuerzas ajenas
que no puede controlar.

Una segunda clase es completamente social; la


del débil frente al fuerte, el empleado frente a
su patrón, del deudor frente al acreedor.
101
Este tipo de humildad no es permanente
porque el esclavo se liberará, el empleado se
independizará y en deudor pagará su deuda.

En cambio, la humildad frente al Creador se


impone a todos los hombres y en todo momento
y lugar.

III

CAUSAS QUE DETERMINAN LA


HUMILDAD

El sufrimiento mata el orgullo. Ante el dolor


físico, las enfermedades, la desdicha y la
pobreza todo orgullo desaparece.

El que debe favores es humilde.

La vejez, la antesala de la muerte, vuelve al


hombre humilde, y con más razón si el hombre
en cuestión no posee buenas acciones
precedentes.

IV

EL DOMINIO DE LA HUMILDAD

102
EL hombre debe ser humilde ante sus
semejantes y ante los sabios de la Torá.

Si alguien lo alaba, que inmediatamente


recuerde sus pecados y defectos.

Cuando recibe algún castigo o reprimenda que


agradezca a D-s que sólo la ha cobrado por una
parte ínfima de sus faltas.

Y cuando D-s lo colma de bienes, debe


entender que su deuda es aún más grande y así
sentir su pequeñez y ser humilde ante Él.

La riqueza es una tentación, una prueba para


el que llega a la codicia olvidándose de alabar a
D-s. Angustiado permanentemente por no
perder nada no piensa en el Juicio Final.

Cuando tenga que amonestar a su prójimo que


no sienta ningún orgullo, y que sepa que las
obras que realiza no son nada frente a las que
debe.

MEDIOS PARA ADQUIRIR LA HUMILDAD

103
1. Nacemos de una gota de esperma pútrido y
nauseabundo unida al óvulo. El feto se nutre
de sangre impura dentro de la matriz
Cuando nace el bebé es frágil y débil.
Lentamente va creciendo y va pasando por
diversas etapas del desarrollo, hasta llegar a
la vez y luego la muerte. Un sabio decía:
“Me sorprende que el que pasa dos veces
por el canal de la orina y la sangre pueda
enorgullecerse y inflar su corazón”. Meditar
sobre la miseria humana hace al hombre
humilde.

2. Somos prisioneros de este mundo, como un


hombre encadenado a merced de su amo.
Sufrimos violetas pruebas: hambre, sed,
frío, calor, accidentes, enfermedades y
grandes angustias, siendo impotentes para
librarnos de esas pruebas.

3. La muerte surge bruscamente desgarrando


nuestros deseos y esperanzas. El hombre en
la tumba ha abandonado todos sus bienes.
El brillo del rostro es cubierto por una
extrema palidez; será pasto para los
gusanos.

4. Pensemos en la gran cantidad de beneficios


que D-s nos da y que nos obligan a
someternos a Él.

104
5. D-s observa y evalúa todos nuestros actos,
los públicos y los ocultos. Consideremos al
hombre dentro del mundo y al mundo
dentro del sistema planetario, y luego, el
sistema solar, finalmente el universo. Y aún
el todo no es nada delante del Creador.

6. La Torá promete un castigo terrible a los


orgullosos.

7. Pensemos en los cambios bruscos de la


suerte de los hombres, la alternancia entre
la buena fortuna y los infortunios.

El hombre que medite en estos siete puntos no


tendrá ningún orgullo en su corazón.

Debes saber de dónde vienes, a dónde vas y


ante quien rendirás cuentas. ¿De dónde vienes?
De una gota nauseabunda. ¿A dónde vas? Al
polvo, la suciedad y la podredumbre. ¡A quién
rendirás cuentas? Al Rey de reyes, bendito sea.

VI

LAS REGLAS DE LA HUMILDAD

Conocer a D-s, sus atributos y la superioridad


que Él le ha dado sobre su creación.

105
El hombre debe conjugar sus conocimientos
sobre la Torá, la ciencia, la Tradición y los
deberes religiosos para ser cada vez más
humilde.

ACEPTARÁ CON PACIENCIA TODAS LAS


INJURIAS. RECHAZARÁ EL MAL Y
NUNCA DIRÁ: “COMO SE ACTÚA
CONMIGO, ASÍ ACTUARÉ CON OTRO”.

“El que sufre la ofensa y no ofende, quien


escucha la injuria y no responde, el que actúa
por amor y se regocija en su sufrimiento, es
semejante al sol brotando del horizonte, como
un héroe. Estos héroes son los que saben
perdonar”.

El humilde hace el bien, habla a los hombres


con bondad, los juzga con clemencia, ignora la
calumnia, perdona la maledicencia; calla y
soporta.

El hombre debe ser humilde públicamente y en


forma privada. Que su interior no desmienta
su conducta externa.

Debe decir siempre el bien.

El hombre humilde sufre por su insignificancia


para corresponder a D-s y a los hombres.

106
Aarón, el gran sacerdote, debía limpiar cada
día las cenizas de los sacrificios, para quitar
todo orgullo de su corazón.

El humilde se basta y satisface con los medios


de existencia que dispone, alejándose de los
deseos corporales y agradeciendo a D-s la
multitud de beneficios con que lo colma.

El humilde enseña a los hombres la sumisión a


D-s.

Es discreto, su voz es baja, ríe poco, no jura, no


miente, no se regocija en los placeres vulgares
de las masas; actúa así por humildad y no por
falso honor ni por orgullo.

VII

CIRCUNSTANCIAS DE LA HUMILDAD

El que es verdaderamente humilde cumple los


siguientes actos:

Injuriado por palabras o actos, no se encoleriza


ni busca venganza aún teniendo el poder de
llevarla a cabo.

Si es atacdo en su fortuna o uno de sus amados


parientes tiene un accidente, lo soporta
heroicamente y agradece a D-s. Igual que
107
Aarón , resignado, calla delante del cadáver de
sus hijos llevados por D-s.

Cuando en público oye alabar sus obras, las


estima despreciables; y con más razón cuando
la alabanza es mentirosa.

Si se le reprocha el mal que ha hecho


reconocerá su indignidad.

Sabe que ese reproche no es nada en


comparación con los reclamos que le hará D-s
por todos sus actos malos.

A los que calumnian al prójimo se les


descuentan méritos propios asignándolos al
que fue injuriado.

VIII

LA HUMILDAD COMO FUENTE DE


VIRTUDES

El esclavo no existe si no hay un amo, y a la


inversa, no podemos enunciar al amo si no hay
un esclavo; ambos términos van juntos.

El creyente que no es humilde no tiene virtud


alguna.

108
La sumisión es auténtica solamente cuando se
otorgan a D-s los roles y atributos que le
corresponden. Esto exige que todas las virtudes
y todos los deberes se apoyen en la humildad.

IX

HUMILDAD Y ORGULLO

¿Pueden coexistir la humildad y el orgullo?

Hay dos tipos de orgullo: uno proveniente del


bienestar material y el otro de las virtudes
espirituales (buenas obras, sabiduría, etc.).

Todo orgullo material es incompatible con la


humildad. Cree que él mismo es su propio
benefactor y que ha conseguido lo que posee
gracias a su fuerza e inteligencia.

El orgullo espiritual a veces es censurable y a


veces no.

Enorgullecerse de la sabiduría conduce a


aborrecer y denigrar a los demás, buscando la
gloria y el renombre.

En cambio, si el orgullo es privado, sólo ante


Ds y conduce a mejorar la sabiduría o la
justicia, ese orgullo es loable.

109
Este tipo de orgullo no contradice la humildad.

LOS FRUTOS DE LA HUMILDAD

El humilde se regocija de su suerte, en tanto el


orgulloso ilimitado en su ambición, nunca
puede saciarse del mundo; menosprecia lo que
posee tan pronto lo tiene. El humilde aunque
sea despojado se basta para su alimentación y
necesidades con lo que dispone.

En la adversidad es paciente. El orgulloso no


soporta ninguna desdicha.

El humilde encuentra amor en todos los


hombres. Y juzga a todos mejor que él.

El orgullo te hará mendigar el poder, las


grandezas, las glorias vanas...

No sigas el ejemplo de la masa vulgar. Una


persona que puede ver estaría loca si decide
seguir la suerte de los que están ciegos.
Escucha a D-s y sigue sus consejos.

SÉPTIMO PÓRTICO

110
I

LA PENITENCIA

(TESHUVÁ/ RETORNO A D-S)

La humildad es la base de la penitencia.

La Torá explica que el instinto del corazón del


niño es malo desde la infancia y que el hombre
no piensa más que en el mal en toda su
jornada.

Hay dos clases de justos. Unos exentos de todo


pecado y otros que han regresado sobre sus
transgresiones. La mayor parte de los justos
son de esta clase.

La penitencia o retorno a D-s, es el


restablecimiento del hombre rebelde al culto de
D-s y la reparación de sus errores ya sean por
desprecio, ignorancia o pasión.

Así como el hombre debilitado en su cuerpo a


falta de ciertas vitaminas y alimentos deberá
nutrirse de ellos, o bien, alejarse de los
alimentos perjudiciales, del mismo modo, el
que no ha cumplido preceptos positivos
(obligaciones) deberá cuidarse en realizarlos y
el que ha transgredido preceptos negativos
(prohibiciones) deberá abstenerse de volver a
transgredirlas.

111
II

LOS PENITENTES

Hay tres clases de penitentes:

Los que se arrepienten con la boca y no con el


corazón. Cuando pueden pecar la pasión
domina la razón sin encontrar ninguna
resistencia; y luego se arrepienten. (Estos no
tienen perdón).

Los que se arrepienten con el corazón y la


razón que siempre está alerta. Se controlan y
dominan sus apetitos prohibidos y a veces
tienen éxito y a veces pecan. Este
arrepentimiento es imperfecto y no tiene
perdón hasta que es controlado
permanentemente.

Los que diariamente si cuidan del pecado y


buscan el perdón. Su razón domina
completamente a su pasión.

III

DOMINIO DE LA PENITENCIA

El hombre debe entender todo lo odioso que


hay en el pecado. Si no, actuará
incorrectamente por inadvertencia o sin
112
premeditación y siempre tendrá dudas sobre lo
correcto.

Si no entiende que es lo que está mal no podrá


corregirse.

A cada pecado corresponde un castigo


inevitable.

Todas las transgresiones quedan registradas.

Cada uno debe valorar los beneficios con que


D-s lo colma y entender la ingratitud con que le
responde.

Debe esforzarse para arrojar de sí el mal al que


está acostumbrado.

IV

TÉRMINOS DE LA PENITENCIA

Son cuatro los términos de la penitencia.

1) Sentir remordimiento de sus pecados.

2) Abandonarlos y alejarse de ellos.

3) Confesarlos y buscar el perdón.

4) Esforzarse en cuerpo y alma para no


repetirlos.
113
Si cumple esas cuatro cualidades el arrepentido
obtiene el perdón de D-s.

LAS CONDICIONES DE LA PENITENCIA

El arrepentimiento nace del temor al castigo


celestial y causa el deseo de rendir culto a D-s
antes de que mande el castigo.

El que se arrepiente debe vigilar sus palabras,


sus vestimentas, su alimento.

El arrepentimiento debe surgir del temor a D-s


y no de una exigencia social.

Se debe abandonar todo lo prohibido y odiar el


mal y buscar el bien.

Se debe tener en cuenta el placer fugaz de la


prohibición frente a los castigos del más.

Para arrepentirse es conveniente pensar en la


certeza de la muerte por venir.

IV

EXHORTACION AL ARREPENTIMIENTO

1) El hombre que conoce a D-s y su grandeza


puede obedecer su voluntad y aceptar sus
114
prohibiciones, como el esclavo que conoce
las bondades de su amo.

2) D-s puede mandar emisario para que


reprochen y corrijan a los hombres.
Ejemplo de esto son los profetas, la Torá y
los maestros. El arrepentido es como el
esclavo que se ha fugado y es encontrado
por otro servidor fiel que lo convence de
retornar a su amo.

3) El arrepentimiento puede nacer del ejemplo


del castigo recibido por otro. Se parece al
esclavo que enterado de los terribles
castigos que sufrieron los que se fugaron
como él, resuelve regresar pidiendo
clemencia.

4) Finalmente, el arrepentimiento puede llegar


después de que D-s manda castigos sobre el
pecador adormecido y así lo despierta al
arrepentimiento.

El primer caso es el más elevado y en el último


no se acepta el arrepentimiento a no ser que
sea sumamente sincero.

VII

115
CAUSAS CORRUPTORAS DEL
ARREPENTIMIENTO

La terquedad y la obstinación sobre el pecado


impiden la teshuvá.

Un pecado pequeño de se hace constantemente


es peor que uno grave por el cual se busca el
perdón.

Sólo un alma llena de orgullo que desprecia la


palabra de D-s puede perpetuarse en su
pecado.

El arrepentimiento sobre el pecado más grave


disminuye su gravedad hasta borrarlo del libro
de los pecados.

Volver a caer en el pecado después de haberse


arrepentido anula todo efecto benéfico.

AQUEL QUE DICE: PECARÉ Y LUEGO ME


ARREPENTIRÉ, JAMÁS TENDRÁ
OPORTUNIDAD DE ARREPENTIRSE.

VII

EL JUSTO Y EL QUE HACE TESHUVÁ

¿Quién vale más, el justo o el que se


arrepiente?

116
El que se arrepiente de no haber cumplido
preceptos positivos (que impliquen un castigo
leve) se equipara al justo que no ha pecado
nunca.

El que se arrepiente de haber transgredido un


precepto negativo (que no implique un castigo
mortal) es superior al justo.

Su pecado se torna en fuente de humildad, se


somete a D-s; de nada se enorgullece y sus
actos le parecen ínfimos y miserables. El que se
arrepiente así, es superior al justo que ignora el
pecado y puede enorgullecerse.

Hay pecados que son mejores para el hombre


que todas las justicias del justo; y actos justos
que causan más mal al justo que todos los
pecados del que vuelve en teshuvá, pues aquel
puede llegar a ser orgulloso e hipócrita.

Un tzadik decía a sus alumnos:

- Si no cometen ningún pecado, me temo que


cometerán el peor de los pecados: el orgullo
y la hipocresía.

Y finalmente, el que se arrepiente de pecados


graves como profanar el Nombre de Hashem,
obtendrá el perdón sólo después de haber sido
probado más allá del límite de sus fuerzas (es

117
purificado por el sufrimiento y absuelto en la
muerte).

El justo es superior a ese que hizo teshuvá.

IX

¿HAY TESHUVÁ PARA TODO PECADO?

Hay dos categorías de pecados:

a) Los pecados contra D-s.

b) Los pecados contra el prójimo, que por


añadidura son contra D-s.

El hombre puede hacer teshuvá de los pecados


contra D-s, y estos son expiables. El
arrepentimiento y la pena deben estar acorde
al nivel de la transgresión.

Los pecados contra el hombre son más difícil


de expiar. El ofendido puede estar muerto o
vivir lejos. El ofensor puede estar
imposibilitado de reparar el daño. Puede no
conocer la magnitud del daño que ha hecho e
ignorar a su víctima.

La teshuvá es muy difícil cuando el mal se ha


hecho parte de la naturaleza del hombre..

118
El que calumnia sólo puede reparar el daño si
obtiene el perdón del ofendido.

El mentiroso y difamador no podrá reparar


jamás el daño que hizo al olvidar el nombre de
sus víctimas. Por ello, la Torá pone en el mismo
nivel al ladrón, al adúltero y a los
calumniadores.

El que al cometer pecado arrastra a otros,


carga con la falta de todos.

EL QUE PUEDE PROMOVER EL BIEN E


IMPEDIR EL MAL Y SE ABSTIENE, YA
SEA POR INTERÉS, MIEDO O TIMIDEZ,
VERÁ LA SANGRE DE SUS HERMANOS
DESCARRIADOS CAER SOBRE ÉL.

MEDIOS DE LA TESHUVÁ

Cuando la reparación del daño es muy difícil,


el hombre deberá poner todo su empeño en
solucionarlo y D-s le facilitará el camino
dándole medios para reparar el daño.

Si el ofendido vive lejos, D-s le permitirá viajar


hasta encontrarlo.
119
Si el que quiere hacer teshuvá ignora el nombre
de aquellos que ha dañado, D-s le permitirá
realizar alguna obra de bien público que
beneficie a muchas personas.

Si el ofendido muere, indemnizará a sus


herederos. O irá a la tumba del difunto y ante
diez testigos confesará su falta y su pecado será
perdonado.

Para todo aquel que verdaderamente se


arrepiente y quiere acercarse al Creador los
caminos se allanan y todas las puertas se le
abren.

DESPIERTA DE UN SUEÑO NECIO: TEN


PIEDAD DE TU ALMA QUE ES EL MÁS
PRECIOSO DEPÓSITO QUE D-S TE HAYA
CONFIADO.

LA VIDA DEL HOMBRE ES CORTA Y


NECESARIAMENTE MÁS BREVE
TODAVÍA LO QUE LE QUEDA DE ELLA.

“La jornada es breve y hay mucho trabajo; los


obreros son perezosos, el amo incita al trabajo,
pero el salario es grande”. (P. Avot II, 10).

Entrégate a la búsqueda de D-s. ¿Para que te


afanas en este mundo material y despreciable
sacrificando un lugar para tu alma en la
morada eterna de D-s?

120
“Sé audaz como la pantera, ligero como el
águila, ágil como el ciervo, intrépido como el
león para cumplir la voluntad de tu Padre que
está en los cielos”. (P. Avot V, 20).

Si una persona irrita a un simple policía, ¿no


solicita inmediatamente su perdón? ¿Y si
ofende al jefe de la policía? ¿Peor aun, ¿qué
sucede si el ofendido es algún ministro? ¿Y si el
que se molesta es el mismo rey? ¿No buscará su
perdón humillándose ante él? Así obra
cualquier hombre ante otro semejante débil y
efímero como él.

¿Cómo no sentirse confundido ante D-s que


sabe todos sus secretos y conoce cada
pensamiento oculto y nada se le escapa ni
olvida?

“Uno de entre ustedes que no puedo nombrar


morirá en el transcurso de este mes”.

Arrepiéntete un día antes de tu muerte.

OCTAVO PÓRTICO

EL EXAMEN DE CONCIENCIA

121
El examen de conciencia consiste en hacer un
balance exacto de los actos que están a favor o
en contra de la religión y la vida en el mundo.

EL QUE NO ANALIZA SUS ACTOS


HACIENDO INTROSPECCIÓN NO TIENE
CONOCIMIENTO NI NINGUNA
INTELIGENCIA.

II

¿EL EXAMEN DE CONCIENCIA DEBE


TENER EL MISMO RIGOR PARA TODOS?

La conciencia que los hombres tienen de su


vida religiosa y profana cambia según los
conocimientos, la razón y la pureza de cada
uno.

Y así como todos deben someterse a D-s en la


medida de su comprensión, del mismo modo,
todos deben hacer su examen de conciencia
según su inteligencia y el privilegio de que
disfrutan.

II

LOS TREINTA MÉTODOS DEL EXAMEN


DE CONCIENCIA
122
1) El hombre nace de la nada a la vida, del no
ser al ser sin ningún mérito de su parte. Es
superior a los animales, vegetales y
minerales. Nace indefenso y debe reconocer
la gracia y el favor del Creador que le da
sustento.

2) El cuerpo humano es maravilloso, perfecto


en su forma y organización. Si hubiera
venido al mundo sin ojos, sin manos o sin
pies y un hombre lo hubiera cuidado y
curado, ¿cuál sería su sumisión, respeto y
obediencia a ese hombre? Salió del seno
materno con salud gracias a la mano de D-s;
¿con cuanto más amor y devoción debe
someterse a Él?

3) La Razón que D-s le da lo coloca en un


lugar de privilegio frente a los animales. Si
estuviera privado de razón y algún hombre
se la otorgara, le sería deudor hasta la
muerte; con más razón debe agradecer a su
Creador.

4) La Torá entregada por D-s elimina su


ignorancia y lo arraiga en los dos mundos.
Si repentinamente la Torá fuera ocultada y
un hombre la revelase, correspondería
mostrarle gran gratitud. Y la mejor forma
de alabar a D-s es cumpliendo su Ley.

123
5) Si un rey le enviase una carta aplicaría todo
su esfuerzo en develar el mensaje
enigmático aunque fuera escrito en
cualquier otro idioma o con un vocabulario
demasiado culto. Si se esfuerza en develar el
pensamiento de un hombre tan débil y
miserable como él, ¿por qué no haría el
máximo esfuerzo para conocer el Libro de
D-s, fuente de salvación y de vida?

6) Todo el universo está sometido a la palabra


de D-s y Todo sigue sus leyes. La Tierra no
cambia sus movimientos, el agua del mar
ocupa su lugar sin inundar el resto de la
superficie terrestre. Si esto no fuera así,
¿podría subsistir el hombre? ¿O si alguno
de nuestros órganos no cumpliese sus
funciones, o si nuestros sentidos no nos
dieran las impresiones del exterior? ¿Cómo
violamos el pacto con D-s en un mundo en
que todo armoniza con nuestro ser? TODO
EN EL UNIVERSO ESTÁ SOMETIDO A
TU VOLUNTAD Y TU DESEO SI TE
SOMETES A ÉL Y TODO IRÁ CONTRA
TI SI VAS CONTRA ÉL.

7) D-s satisface todas las necesidades del


hombre; le da sabiduría, discernimiento y
razón. Cuando el esclavo reconoce el poder
del amo, sigue todas sus leyes. El pueblo de
Israel es el elegido para servir a D-s.

124
8) Se debe reconocer y proclamar la Unidad
del Creador. No se debe esperar de Él
ninguna recompensa, sino servirlo por
amor.

9) Si un hombre recibe la orden de un rey de


carne y hueso la cumple diligentemente, con
más razón si la orden viene de D-s. Hay tres
clases de mandatos divinos: a) los deberes
del corazón (objeto de estudio de este libro);
b) los deberes del corazón y del cuerpo en el
mismo acto (plegaria, estudio); c) deberes
del cuerpo (tzitzit, mezuzot, ayunos, tzedaká)
que pueden cumplirse sin concentración,
intención o pensamiento. “EL DOLOR
QUE SUFRO A CAUSA DE TI SUPRIME
TODO DOLOR; Y MI ANGUSTIA
DELANTE DE TI EXCLUYE DE MI
ALMA TODA ANGUSTIA”.

10) D-s conoce y recuerda todos nuestros


actos externos y pensamientos interiores. Si
estuviéramos delante de un rey nos
cuidaríamos mucho de provocar su enojo,
con cuanta más razón delante de D-s,
debemos mostrar sumisión y respeto. El que
persigue y logra adoptar la disciplina de D-
s, trae tranquilidad, a su vida y se libera de
las preocupaciones y el temor; además, D-s
le revela los misterios del Saber, lo guía y no
lo abandona jamás. El hombre inteligente

125
aprende a amar lo que D-s ama y desprecia
lo que D-s desprecia.

11) Cuando el hombre reflexiona acerca de


su pasado debe entender si ha adorado a D-s
o ha servido a sus pasiones. Se debe hacer
cada día un examen de conciencia. QUE LA
NEGLIGENCIA NO SIGA A LA
NEGLIGENCIA, porque D-s no admite
negligencia ni despreocupación ni olvido.
LOS DÍAS DE NUESTRA VIDA SON
COMO PÁGINAS EN LAS QUE
DEBEMOS ESCRIBIR LO QUE
DESEARÍAMOS QUE SE NOS LEYERA
ALGÚN DÍA. Vigila las páginas de tu libro,
no las manches, para que la vejes no te
alcance en la ignorancia.

12) Compara el cuidado que pones en


obtener provecho de este mundo material en
contraste con tu desprecio al más allá y tu
repugnancia a someterte a D-s. El que va
tras las posesiones mundanas sacrifica sus
días y arriesga todo casi permanentemente
para obtener mayores posesiones y al
finalizar el viaje, si le va bien, deberá
devolver todo lo que tenía en depósito a su
verdadero destinatario. NO TE
ATORMENTES PARA ENRIQUECERTE.
¿HABRÁS DE PONER TU MIRADA EN
LO QUE VA A DESAPARECER?

126
13) Generalmente, el conocimiento del
hombre supera a sus actos agradecimiento a
D-s. Todos pueden dar mucho más en
devolución por los favores que ha recibido
de su Creador. D-s te ha otorgado el poder
para comprender su Ley y te ha dado la
fuerza para pagarle la deuda. Trata de
pagar tu deuda, de elevar tus obras al nivel
de tus conocimientos. No te engañes
postergando tus deberes religiosos para un
mañana que nunca llega. EL
HAMBRIENTO QUE ROBA UN PEDAZO
DE PAN PARA CALMAR SU HAMBRE
NO ES TENIDO POR INOCENTE; Debe
restituir siete veces lo robado. (Proverbios
VI, 30) Si semejante delito es así castigado,
¿cuál será el precio de los otros? Cumple
cada día lo que debes a D-s.

14) COMO EN EL AGUA EL ROSTRO


RESPONDE AL ROSTRO, ASI EL
CORAZÓN DEL HOMBRE RESPONDE
AL HOMBRE (Proverbios XXVII, 19). Si
alguna persona nos brinda su amor y su
apoyo haciéndonos favores
desinteresadamente, nuestra gratitud nos
obliga a corresponderle y estarle
agradecido. Si así obramos con una criatura
miserable como nosotros, ¿cuál será nuestro
deber para con D-s, que nos ama
eternamente? La pasión teje sus hilos
127
sutilmente como una telaraña, que siendo
colocada en el tragaluz de una ventana
oculta la luz del sol. Al principio, la telaraña
es frágil, no oculta totalmente la luz y se
puede quitar sin mayores esfuerzos. Pero, si
la pasión extiende sus redes te arrancará la
claridad de la razón y será difícil extirparla
después. TRABAJA Y ESFUÉRZATE;
BRILLARÁS CON EL RESPLANDOR DE
LA SABIDURÍA Y CONTEMPLARÁS LA
REALIDAD DE LAS COSAS POR MEDIO
DE TU MIRADA INTERIOR.

15) Un hombre acumula alimentos y bienes


antes de necesitarlos y no sabe si irá a
consumirlos porque desconoce el día de su
partida al otro mundo. Tenemos el deber de
mantenernos listos para la cita, equipados
para la larga y fatal ruta hacia el otro
mundo.

16) Que el hombre medite acerca del tiempo


que le resta para vivir. Nadie se escapa de la
muerte. Puede aparecer en cada mes, cada
día, a cada instante. No ataca solamente a la
vejez, porque ella no respeta nada, ni la
madurez ni la adolescencia, ni la juventud
ni la infancia, ni al mismo recién nacido. En
todo tiempo la muerte golpea, en todo lugar,
universalmente. Es como el rey que da algo
en depósito sin fijar el momento en que

128
volverá a rescatarlo. Es una obligación cuyo
vencimiento no está determinado; el deudor
espera a que se le venga a reclamar su
deuda y su alma no tiene reposo hasta no
haberla saldado.

17) El hombre debe valorar las ventajas de la


soledad y el aislamiento en contraste con las
reuniones y diversión de la muchedumbre
en donde reinan las mentiras, la habladuría,
el orgullo, el desprecio y la ironía. En
sociedad tenemos la obligación de luchar
por el bien y de reaccionar contra el mal.
Este deber se debe cumplir tanto con el
pensamientos, con palabras y con actos de
violencia contra el mal (como Pinjas contra
Zimri). La compañía de gente vulgar
conduce al envilecimiento de las facultades
intelectuales y al triunfo de la pasión. Todas
las transgresiones que se cometen por medio
de la lengua se efectúan en la compañía de
los hombres. LA REUNIÓN DE IMPÍOS
ES UN MAL PARA ELLOS MISMOS Y
PARA EL MUNDO. LA REUNIÓN DE
JUSTOS ES UN BIEN PARA ELLOS Y
PARA EL MUNDO. LA DISPERSIÓN DE
IMPÍOS ES UN BIEN PARA ELLOS Y
PARA EL MUNDO. DISPERSIÓN DE
JUSTOS ES UN MAL PARA ELLOS
MISMOS Y UNA DESGRACIA PARA EL
MUNDO (Talmud Sanedrín 71 a).
129
18) D-s dotó al hombre apenas menos que
un ángel. Le dio inteligencia y dominio
sobre todas la creación. Que estos dones no
sean causa de orgullo. Seamos humildes y
modestos, pues no merecemos ninguno de
los favores y milagros de D-s.

19) El hombre debe pensar en todas las


desgracias que D-s le ha evitado salvándolo
de grandes penas, sufrimientos, accidentes,
cautiverio, hambre, sed, frío, calor,
enfermedades, etc. Y a pesar de merecer
muchas pruebas, D-s se las ahorra.

20) El hombre debe reflexionar acerca del


dinero. ¿Cómo lo obtuvo? ¿Cómo lo gasta?
¿Pagó sus deudas a los hombres y a D-s?El
hombre tiene el dinero en depósito y lo
conserva durante el tiempo que D-s dispone,
luego, en el tiempo fijado, lo tomará otro.
La persona sensata agradece a D-s mientras
posee dinero y acepta su sentencia cuando lo
pierde. Da para las obras de bien y la
corrección del mal.

21) El hombre debe esforzarse hasta


habituarse a cumplir las obras de sumisión
que es capaz de realizar. Pide a D-s que le
de energía para llegar lo más lejos posible
en su fidelidad, con el corazón, el
pensamiento y la acción. El así se conduce

130
recibe redobladas fuerzas de parte del
Creador quien da vigor a su inteligencia y a
su cuerpo para que sobrepase los límites de
sus posibilidades. La mayoría de los
mandamientos concernientes al cuerpo,
tienen por objeto despertar a los deberes de
los corazones y de la vida interior. LA LEY
CONDUCE A LA ACCIÓN, LA ACCIÓN
AL ESCRÚPULO, EL ESCRÚPULO AL
CELO, EL CELO AL ASCETISMO, EL
ASCETISMO A LA INOCENCIA, LA
INOCENCIA A LA PUREZA, LA
PUREZA CONDUCE A LA SANTIDAD.
LA SANTIDAD ES LA VIRTUD
SUPREMA. Pero, si la persona se aleja de lo
que está en sus manos realizar, D-s le quita
su socorro y su apoyo.

22) El hombre debe analizar su relación con


el prójimo. ¿Se conduce con ellos del modo
que él quisiera que ellos se condujeran con
él?. ¿Rechaza para ellos lo que odia para sí
mismo? ¿Se esfuerza en ayudarlos? La
mayoría de los hombres exigen del mundo
más de lo que les corresponde, buscan lo
que no les pertenece; en consecuencia, el
mundo les rehusa su parte y no encuentran
en él su deseo. Si un grupo de hombres
realizan un viaje por caminos peligrosos
amenazados de fieras salvajes, a la hora de
acampar sería conveniente que lo hicieran
131
todos juntos montando guardia. Así se
protegen entre todos. ¿Qué pasaría si cada
uno decidiera emprender el viaje en forma
solitaria? Ni uno de ellos sobreviviría a la
travesía. Y así los hombres que buscan
frivolidades consiguen con gran dolor y
fatiga lo que necesitan. SI SE
CONTENTARAN CON LO NECESARIO
Y SE CONSIDERARAN IGUALES AL
RESTO, TRIUNFARÍAN EN EL MUNDO
Y SUS EXIGENCIAS ESTARÍAN
SATISFFECHAS MÁS ALLÁ DE SUS
DESEOS. Esta es la razón por la cual viven
sin amor, sin dejar de quejarse ni llorar por
sus vidas. Y no sólo no se ayudan
mútuamente, sino que también. Se abruman
y perjudican entre sí. CADA CUAL SE
AGOTA EN UNA LUCHA INSENSATA Y
NADIE OBTIENE LO QUE BUSCA NI
ALCANZA SUS FINES. El hombre debe
esforzarse en conseguir amigos fieles y
nobles. Pero no debe revelar sus secretos
íntimos más que a uno entre mil.

23) El hombre tiene el deber de contemplar


todo lo creado y maravillarse de la
perfección armonios a del universo. A veces
está tan acostumbrado a los sucesos de la
naturaleza que se olvida del milagro que
ellos implican y conllevan.

132
24) Una inteligencia viva y una atrofiada no
comprenden lo mismo. No nos conformemos
con las nociones imaginarias adquiridas en
la juventud acerca de las nociones ambiguas
y difíciles. Cuando nuestra inteligencia
madure, recomencemos a estudiar la Torá y
los Profetas como si jamás los hubiéramos
leído. Aprendamos los diferentes sentidos, el
literal y el figurado, el obvio y el escondido.
Al rezar no seamos como el niño que dice
cualquier cosa, de cualquier manera, sin
saber nada. Jamás nos contentaremos con lo
que sabemos, procedamos siempre como
aquel que recién comienza estudiar.
Meditemos nuevamente sobre lo que ya
sabíamos. Y consultemos con los sabios
acerca de las dudas que surjan. Escapemos
del orgullo. MÁS SE HA DE ESPERAR
DEL INSENSATO QUE DEL HOMBRE
QUE SE CREE SABIO.

25) ASÍ COMO EL AGUA Y EL FUEGO


NO PUEDEN COEXISTIR EN EL
MISMO RECIPIENTE, EL AMOR AL
MUNDO Y A D-S NO PUEDEN EXISTIR
EN LA MISMA PERSONA. Este mundo y
el mundo futuro son dos rivales: si
complaces a uno, irritas al otro. El alma y el
cuerpo necesitan una dirección y un
pensamiento. LA CONSOLIDACIÓN DEL
ALMA SE HALLA EN LA PRÁCTICA DE
133
LA DISCIPLINMA Y LAS CIENCIAS, EN
EL ACOSTUMBRARSE A LAS
VIRTUDES Y EN EL RECHAZO DE LOS
APETITOS BESTIALES. La consolidación
del cuerpo consiste en darle alimentos
suculentos y deliciosos, bebidas exquisitas,
baños delicados, y cuidar que tenga todo lo
que desea. Si nuestro pensamiento se
inclina al desarrollo del cuerpo, con ello
impedimos la expansión de nuestra alma.
Pero si queremos fortalecer el alma, con ello
nos libraremos de numerosas exigencias
corporales. Es necesario darle al cuerpo la
fuerza para subsistir y al alma el máximo de
alimentos morales y espirituales

26) Si una orden viene del rey. El hombre


teme faltar a su deber y ser castigado. Y
ante D-s no tiene miedo de violar sus
mandatos sagrados. Sin embargo, el rey es
débil, incapaz de aplicar muchos decretos.
En cambio, la mirada de D-s sobre nuestros
actos y pensamientos es permanente.

27) Un hombre sabio cuando sufre algún


accidente o pérdida acepta su suerte sin
murmurar contra los decretos de D-s. No se
irrita ni maldice. Es paciente en todo
momento. No lamenta lo pasado; acepta la
pérdida de los seres más querido. El
sufrimiento puede reemplazar un castigo

134
merecido o ser una prueba para nuestra fe
para que aumente la retribución posterior.
SEA LO QUE FUERE, DEBEMOS
ACEPTAR LO QUE D-S NOS ENVÍA.

28) Aveces, le sucede a un hombre piadoso


que se ha abandonado en D-s y ha
depositado toda su confianza en Él que un
terrible trastorno cambie toda su vida. ¿Si
alguien le dona una casa a otro, y éste la
demuele para construir otra casa a su
conveniencia, el dueño habrá de quejarse?
El hombre es el donante que ha dado a D-s
su alma y su vida y no lamentará nada de lo
que D-s haga con ellas.

29) Debemos poner más cuidado en nuestra


alma que en nuestro cuerpo, porque es más
fácil curar la más grave enfermedad del
cuerpo que la menor pasión del alma; EL
ESPÍRITU SOSTIENE AL CUERPO
DURANTE LA ENFERMEDAD. PERO EL
ALMA ERRADA, ¿QUIÉN LA
SOSTENDRÁ?

30) ¿Cuál es el destino de todo hombre en


este mundo? Es un extranjero en esta tierra
y partirá en cualquier momento sin saber
cuando. Nadie puede aumentar o disminuir
sus días sin la autorización divina. Si el
universo entero fuera para ti solo y sólo tú

135
habitaras en él, ello no aumentaría en un
grano de mostaza el alimento que te hará
subsistir hasta la muerte. Nadie te puede
ayudar ni lastimar. Tu única guía es D-s.
Estudia la Torá y espera la retribución en el
otro mundo.

Estos son una síntesis de los treinta métodos de


examen de conciencia. Reflexiona sobre estos
temas y se iluminará tu rostro. No te contentes
con lo poco que hemos dicho, pues cada uno de
los métodos abre la puerta a mil ideas más que
no hemos enunciado. Mi intención es
despertarte a estas ideas en tu corazón y
pensamiento. Al leer estas páginas no se agotan
los sentidos de lo que he querido expresar.
Después de numerosas lecturas y gran
esfuerzo, tu mente se abrirá y captarás ideas
ocultas en este texto. Estas meditaciones te
corregirá y te ayudarán a plantearte otras y así
marcharás hacia el regalo que D-s tiene
guardado para ti.

IV

LA UTILIDAD DEL EXAMEN DE


CONCIENCIA

El alma que analice y comprenda estos


métodos obtendrá pureza a través de la
136
disciplina y saldrá de toda duda. El alma sólo
obtiene su plenitud después de ejercitarse en
estas disciplinas. Así tu razón se iluminará y la
pasión no logrará alcanzarte ni seducirte. La
luz de tu corazón, la pureza de tu alma y la
potencia de tu fe, reconocerán las realidades
superiores y no te apartarás de la alegría de la
tierra y del cielo. Imaginate que no logras
captar una figura que está distante en lo alto.
Entonces, para ello, se aconseja que utilices
una placa de acero, que la pulas, y que luego de
pulirla la untes con aceites que aumentan su
brillo y esplendor. Entonces, logras percibir la
figura distante. En esa alegoría, la placa de
acero es el alma humana; el pulido es el
ejercicio de la sabiduría y las disciplinas
racionales. Finalmente, la untura es el examen
de conciencia cuyos treinta métodos hemos
explicado. Su perseverante ejercicio ilumina el
alma y disipa toda duda.

EL EXAMEN DE CONCIENCIA DEBE SER


CONSTANTE

El examen de conciencia es una obligación


continua, al ritmo de la respiración en cada

137
parpadear, para que el temor a D-s no se
aparte jamás.

VI

LA VIDA INTERIOR

Cuando la mente es pura, comprende la


finalidad del examen de conciencia y concentra
su corazón en realizar los mandatos de D-s. Y
D-s le ayuda a realizar sus obras y buscar
siempre la justicia dándole mayores fuerzas
físicas y aumentando su inteligencia.

NOVENO PÓRTICO

SOBRE LA ASCÉTICA

La ascética es uno de los modos del examen de


conciencia. Trae salud y paz al cuerpo y al
alma en los dos mundos.

EL ASCETA ES EL QUE PUEDE Y


RENUNCIA.

Hay dos razones para dominar los apetitos:


una es común a los hombres y animales y la
otra es exclusiva del creyente que sigue la Torá.

138
La ascética general es impuesta por la sociedad
médica y se refiere al cuidado en la comida, la
bebida, el vestido, el lenguaje, el apetito sexual
y las otras necesidades.

La ascética especial es la propuesta por la Torá


teniendo en cuenta el mundo venidero. D-S, AL
CREAR EL GÉNERO HUMANO, SE HA
PROPUESTO DISCIPLINAR EL ALMA Y
PONERLA A PRUEBA PARA
PURIFICARLA Y ELEVARLA AL NIVEL
DE LOS ÁNGELES.

Todas las pasiones son buenas y necesarias


para la conservación individual y de la especie;
pero, cuando las pasiones dominan sobre la
razón, arrastran al hombre a excesos que lo
destruye. Por eso la ascética nos equilibra y nos
conecta con el orden universal.

II

DEFICNICIÓN DE LA ASCÉTICA
ESPECIAL

Es la renuncia a todo lo que aparta de D-s ; el


desprecio del mundo y el desligarse de todo
deseo; la quietud del alma.

139
LA ASCÉTICA ES UN RECHAZO DEL
REPOSO Y DE LOS PLACERES
CARNALES QUE NO SON
ABSOLUTAMENTE NECESARIOS PARA
LA VIDA.

La intención de la Torá es hacer triunfar la


razón sobre las pasiones. El principio de todo
vicio y la causa de todo pecado se encuentra en
el domino de la pasión sobre la razón.

Los ascetas son necesarios en cada generación


para ayudar a retornar al camino de la fe a
aquellos que se han extraviados.

Los hombres dan demasiada importancia al


mundo material y creen que el que se cuida de
sobrepasar los límites de lo necesario es
impotente. Confunden el camino recto con el
equivocado. Juzgan como carente de nervios al
que se contenta con lo necesario. La energía
significa para ellos perseguir las vanidades de
este mundo. Miden la gloria por el éxito
material. Sus amistades y sus odios están
determinados por el éxito social. Marchan a la
deriva en el abismo de la ignorancia.

Por ello, es necesario que existan ascetas que


curen a los que se desvían por le camino del
mal cuando la pasión domina sobre la razón y
se apartan de la Torá.

140
III

LAS DIFERENTES CATEGORÍAS DE


ASCETAS

La ascética se determina por causas mundanas


o religiosas. El asceta verdadero puede
pertenecer a tres grupos diferentes:

a) los que se alejan de la sociedad y abandonan


todo lo que podría apartarlos de D-s. Nada
esperan de lo que está en poder de los
hombres. Este ascetismo que reduce a nada
toda vida material, está alejado del camino
de la Torá, pues no es la voluntad de D-s
aniquilar la vida social.

b) Los que permanecen en el justo medio.


Desprecian los goces supérfluos y dominan
sus apetitos. Rechazan lo innecesario en
cuanto a la alimentación, el lujo, la ropa,
etc. Pero no se destierran de la ciudad.
Viven en la soledad y se aíslan en sus
viviendas.

c) Esperando la recompensa del más allá


desprecian las riquezas de este mundo.
Están preparados para partir de este
mundo con las provisiones necesarias.
Reúnen todos los tesoros que conducen al

141
mundo venidero. Estos se acercan aun más
que los otros dos grupos, al camino trazado
por la Torá.

Hay falsos ascetas que se retiran del mundo


pero, su corazón permanece esclavo de sus
vanidades. Se crean renombre de ascetas para
satisfacer mejor sus codicias. Son impostores
que engañan la confianza de la gente para
conseguir beneficios materiales. Esa categoría
de hombres es la más alejada de la verdad y la
más odiosa.

Hay hombre de poca fe que poseen alguna


fortuna. Pero, por temor a perderla se privan
de todos sus deseos. D-s les da todo pero no los
hace dueños de gozarlo. Pretenden actuar
como ascetas pero son verdaderos egoístas.

Hay, finalmente, hombres que no han podido


enriquecerse y no tienen suficiente dinero para
vivir en el lujo. Pero, comprenden que pueden
sacar gloria de su miseria. Reprimen todos sus
deseos, se visten pobremente, y se disfrazan de
ascetas para cubrir su vergüenza.

Cuando quieras saber si un asceta se dirige a la


Torá o al mundo, júzgalo de acuerdo a las
condiciones de la ascética perfecta que
expondré a continuación.

142
IV

CONDICIONES DE LA ASCÉTICA

El asceta lleva la alegría en el rostro y el duelo


en su corazón. Es humilde, no tiene ningún
rencor, ninguna codicia, no maldice a nadie.
Desprecia los honores y el renombre. Agradece
el bien que se le ha hecho. Es paciente, lleno de
pudor y no sabe ofender. Ríe sin exceso y
mantiene su calma aún cuando está
encolerizado. Sólo interroga para aprender. Es
muy sabio y humilde. No se apresura ni se
desvía. Su conversación es cortés, sus
respuestas amables, sus irritaciones
justificadas. Es sincero en su afecto y fiel en su
palabra. Acepta el decreto de D-s. Domina sus
pasiones. Habla con dulzura de quienes lo
dañan y jamás se ocupa de quien no lo
considera. Se entristece con quienes están
tristes. Molesta poco y ayuda mucho. Su
paciencia y gratitud es mayor en tiempos de
desgracia. Da a quien le pide y perdona al que
lo turba. Habla con rectitud. Es dulce Su
palabra es un acto. Es sabio, enérgico, amigo
de los hombres e irreprochable en su carácter.
Discreto hasta el exceso. Es feliz repitiendo el
bien que ha visto, pero se calla el mal que ha
conocido. Su compañía es un gozo y alejarse de
él entristece. Ama a D-s y quiere agradarLe.
Nunca busca vengarse. La sabiduría lo ha

143
purificado y la humildad lo embellece. Corrige
al inteligente y enseña al ignorante. Juzga toda
obra ajena más pura que la propia y más bella
toda alma. Ama a los justos y es fiel a los
hombres de verdad. Sostén del desdichado,
padre del huérfano, protector de la viuda,
honra a los humildes.

LA ASCÉTICA SEGÚN LA TORÁ

La ascética debe practicarse en sociedad y en


soledad; tanto en el cumplimiento de los
deberes corporales como en la vida íntima, es
decir, las cualidades, los pensamientos y lo
secreto en nuestro corazón.

1.- En sociedad: nuestro rostro siempre será


acogedor y nos alegraremos con quienes están
alegres. Seremos humildes, con lenguaje suave.
Buscaremos la simpatía, la ternura, la
misericordia y la bondad, sin buscar en ello el
lucro. Nos alejaremos del lugar en donde se
reúnen los bebedores, los jugadores y los
libertinos.

2.- En lo personal debemos acatar los


mandamientos positivos y los negativos.
Algunas prohibiciones corresponden a apetitos
naturales (robar, alimentos prohibidos,
relaciones ilícitas, etc.); otras, otras, nos son
144
indiferentes (comer carne y leche juntas, no
mezclar dos tipos específicos de tela en nuestra
ropa, no mezclar semillas, etc.). Otras,
responden a la repulsa natural en comer
carroña, sangre, insectos, etc. Es bueno
disciplinar el alma con todo lo que D-s nos ha
prohibido. Debemos experimentar disgusto por
todo goce prohibido. Que las uniones ilícitas,
los actos prohibidos (como sacar gloria de la
vergüenza y de las faltas de otros), cosas
normales en el hombre natural, te sean
repulsivas como comer rata, sangre o cerdo.
Debes llegar a sentir repulsión natural por
todos estos actos y entonces estarás entre los
que están salvados del pecado y la tentación.
Con respecto a los actos lícitos, debemos
realizarlos para proveer estrictamente a
nuestra subsistencia y no para gozar de ellos.
Nos está permitido comer manjares y vestirnos
adecuadamente; pero, el abuso de las cosas
lícitas conduce a los goces prohibidos. Si se te
dificulta ganar el sustento y dedicarte a la
Torá, piensa en nuestros sabios (Hilkia, el
obrero agrícola, Shamai, el albañil o Hilel, el
leñador).

ESFUÉRZATE EN DISCIPLINAR TUS


ACTOS. SUJETA TU LENGUA. QUE TUS
LABIOS CERRADOS RENUNCIEN A TODA
PALABRA INÚTIL HASTA QUE EL USO

145
DEL MÁS PESADO DE TUS ÓRGANOS TE
PAREZCA MÁS SENCILLO.

Si pudieras tomar nota de todas las palabras


expresadas en un día y luego meditaras sobre
cada una de ellas, entenderías todo lo
innecesario, mentiroso, dañino, calumnioso,
supérfluo e inútil que hay en ellas. Entonces, se
te habrá aclarado tu deficiencia y
comprenderás tu error.

Observa estas cosas como si fueran los


movimientos de tu enemigo. Interrumpe este
ejercicio solamente cuando estés seguro de
haber curado a tu lengua. Que el excedente de
tus discursos se transforme en luz, en
pensamiento, meditación, examen de
conciencia.La vida interior es el sol que
ilumina con su resplandor el secreto del alma y
devela el bien y el mal que en ella se esconde.
La lengua es la puerta del pensamiento.
Cuando, ella es torpe, incapaz de proteger tu
secreto, se derrumba la puerta de tus tesoros.
Sale lo que uno no quiere poner de manifiesto y
surgen fealdades. En cambio, si cuidas tu
lengua, preservas tu tesoro y lo que él encierra.
CUANDO CALLA El INSENSATO, PASA
POR SABIO. NO TE APRESURES A ABRIR
LA BOCA.

146
Luego, fortalece tu mirada; que tus ojos no
vean espectáculos vanos y no te aparten de la
meditación sobre las cosas necesarias.

Medita sobre las obras del Creador, descubre


allí su potencia y magnificencia.

Tapa los oídos a todo ruido inútil. Ciérrate a lo


que no es indispensable oír. No escuches la
calumnia, la maledicencia, las mentiras.
Aléjate de los cantos de la música profana. Por
el contrario, escucha a los sabios que conocen a
D-s.

Es necesario restringir la alimentación y la


bebida. Si puedes bebe únicamente agua y
acostúmbrate a un solo plato diariamente, para
que al comer disfrutes lo menos posible. A
veces, te privarás de todo alimento para
habituar a tu cuerpo a desligarse de los lazos
de este mundo. “Hijo mío, que D-s te coloque
entre los que oyen y retienen y meditan,
meditan y conocen, conocen y actúan. Y que no
te abandone entre los que se pierden en la
ebriedad y la sinrazón, dominados por sus
pasiones, esclavos del mundo. Ellos están
sumergidos en el goce, engañados por el deseo.
Oyen y no retienen, hablan y no actúan.
Buscan la tranquilidad y encuentran la
angustia; quieren gozar y caen en el
sufrimiento. Su alma se agita, su cuerpo se

147
agota y su espíritu se disloca. Construyen casas
que no habitarán. Reúnen fortunas que no
podrán gastar.

Piensa en el hombre a quien D-s le ha enseñado


el camino recto. Todos confían en él. Vive en
paz con sus semejantes. Con la conciencia
limpia, en la alegría y la quietud de la
meditación se aísla para agradecer a D-s.

Es sincero y sus palabras son justas. No tiene


temor alguno.

El mundo esconde su verdadero aspecto, pero


él lo devela, conoce sus traiciones y sus
astucias.

La vergüenza del mundo se pone de manifiesto


ante sus ojos; no tiene sobre él efecto alguno.

Sus ambiciones no son de este mundo. No


temen el castigo por venir.

Hijo mío, elige la felicidad para tu alma, antes


de que venga el lamento vano y tardío o la
angustia infinita.

DÉCIMO PÓRTICO

148
I
EL AMOR DE D-S
El fin de la ascética es unificar el corazón y
dirigirlo hacia el amor de D-s. El amor a D-s es
el estado más elevado al que un hombre puede
llegar.

Todos los preceptos impuestos por la razón, la


tradición y la Torá son escalones que elevan al
hombre hacia dicho fin, más allá del cual no
hay nada.

El temor a D-s es un paso anterior al amor.

Cuando el corazón del creyente está vacío del


amor de este mundo, despejado de sus deseos
por el conocimiento y la inteligencia, entonces
el amor de D-s penetra en él y se implanta en
su alma con la fuerza con que ésta desea y
conoce a D-s.

EL AMOR DE D-S ES UN IMPULSO DEL


ALMA QUE BUSCA UNIRSE A SU
ALTÍSIMA LUZ.

El alma es atraída por las cosas del espíritu y


rechazada por la espesa materia. Está unida a
un cuerpo opaco y es su obligación dirigirlo y
cuidarlo. El alma desea todo lo que es bueno
para el cuerpo. Cuando siente que algún objeto

149
puede irradiarle luz, se aproxima a él y busca
su presencia.

Pero, las contingencias materiales y las


exigencias del cuerpo no dejan al alma reposo,
ni paz, ni tregua en la búsqueda de sus propias
necesidades.

La razón le revela cuales son los daños que


puede ocasionarle este mundo material. Y así el
alma puede buscar su salvación con la misma
fuerza con que había sido atrapada.

El alma se retira del mundo, renuncia a sus


placeres, desprecia el cuerpo y todos sus
deseos. Sus ojos se abren, su mirada se ilumina
y se desvanece la nube que la separaba de D-s y
de su Torá.

Elige alimentos que no requieren cocción:


aceitunas, higos, uvas.

Si puedes ayuna un día a la semana. Vuélvete


insensible a la bebida y la comida para
disciplinar tu alma.

No hagas mal alguno a tu prójimo.

150
INDICE

INTRODUCCIÓN.............................................................................. 5

PRIMER PÓRTICO

I. LA UNIDAD DE D-S......................... 7
II. DIFERENTES MANERAS DE CONFESAR LA
UNIDAD DE D-S.......... 8
III. EL EXAMEN LÓGICO SOBRE LA REALIDAD DE
DIOS..................... 10
IV. MÉTODO DE ESTUDIO DE LA REALIDAD DE D-
S........................ 11
V. PRINCIPIOS DE DEMOSTRACIÓN DE LA
EXISTENCIA DE D-S....... 12
VI. PRUEBAS DE SU EXISTENCIA ....................................16
VII. PRUEBAS DE SU UNIDAD........... 19
VIII. UNO REAL Y METAFÓRICO...... 23
IX. D-S, UNO REAL.............................. 25
X. ATRIBUTOS DE D-S...................... 26

SEGUNDO PÓRTICO

I. LA CONTEMPLACIÓN................ 29
II. EL DEBER DE CONTEMPLAR... 33
III. CAMINOS DEL CONTEMPLAR. 34
IV. SIGNOS DE SU SABIDURÍA........ 35
V. SIGNOS MÁS EVIDENTES.......... 37

TERCER PÓRTICO

I. LA SUMISIÓN A D-S..................... 42
II. LA ADVERTENCIA....................... 45
III. LA SUMISIÓN POR LA RAZÓN. 47

151
IV. GRADOS DE INTELIGENCIA Y COMPRENSIÓN DE
LA TORÁ... 52
V. DIÁLOGO DEL ALMA Y LA
RAZÓN................................................... 60
VI. EL DEBER DE SUMISIÓN............ 65
VII. LA SUMISIÓN MENOR................ 71
VIII. LIBERTAD Y DETERMINISMO. 72
IX. EL MISTERIO DE LA CREACIÓN DEL
HOMBRE................................ 76
X. EMPLEO DE LAS VIRTUDES..... 83

CUARTO PÓRTICO

I. EL ABANDONO EN D-S................ 86
II. CAUSAS QUE DETERMINAN EL ABANDONO A LAS
CRIATURAS.. 90
III. CAUSAS QUE DETERMINAN EL ABANDONO EN
DIOS................... 92
IV. EL DOMINIO DEL ABANDONO. 97
V. EL TOTALMENTE ENTREGADO SE DISTINGUE DE
OTROS........ 110
VI. VIRTUDES DEL ABANDONO... 114

QUINTO PÓRTICO

I. LA UNIDAD DEL ACTO


II. CONDICIONES DE LA EXISTENCIA DE LA UNIDAD
III. CAUSAS CORRPTORAS DE LA UNIFICACIÓN
IV. REMEDIOS
V. EL DOMINIO DEL PENSAMIENTO

AGRADECIMIENTO EXPLICATIVO A
MANERA DE PRÓLOGO
152
Los libros más leídos en la actualidad son los
de autoayuda que tratan sobre la autoestima y
los caminos para lograr la felicidad. Y en
general son la expresión clara de la decadencia
moral e intelectual contemporánea.

El hombre actual no sabe pensar, no sabe


preguntar, no puede sentir el asombro
necesario al llamado de la filosofía creadora.
Ya nada le asombra. Se le hace creer que el
secreto de su felicidad radica en el éxito...

¿Pero, qué es el éxito?

Según la sociedad contemporánea, el éxito


radica en ser un poco perverso, maldito, infiel,
seductor, burlarse de los débiles, lucir trajes
costosos, adquirir el carro más caro, y realizar
los viajes más exóticos, mantener una mínima
promiscuidad aceptable socialmente, drogarse
un poco con sustancias prohibidas (marihuana,
cocaína, etc.) y con algunas otras avaladas por
el ministerio de salud (prosac, ritalín, etc.).

El hombre de la sociedad contemporánea es


vulgar y se ha masificado. Se le hace creer a la
masa de ignorantes que son todos hombres de
negocio o de sociedad muy importantes y cada
uno exclusivo en su torpeza.

153
Y así, se le vende cualquier basura. Está
dispuesto a consumir lo que sea para
pertenecer a esa “élite” de imbéciles sin
cerebro: puro instinto al servicio del Ietzer
Hará (instinto del mal).

Y en esa confusión de valores revueltos es muy


difícil que se haga un tiempo para reflexionar
sobre el sentido de su efímera existencia y su
frágil destino.

La solución fallida ante la angustia existencial


es el consumo y la negación maníaca. Consumo
de más alcohol, más viajes, más sexo, más de lo
que sea, siempre más...

El hombre contemporáneo ha perdido el


rumbo.

***

Tarea valiente y seductora, la obra del escritor


independiente que se interna en la maraña del
conocimiento vasto, lejano e imposible por su
misma extensión infinita.

He querido reunir en una serie de libros el


pensamiento libre de todo prejuicio de algunos
de los hombres más sabios que indicaron el
rumbo a seguir por las generaciones venideras.

154
He tratado de ser claro y conciso al estilo
moderno que impone el desdén por las viejas
formas de arte literario y que sólo valora la
rapidez y la precisión de las ciencias y de la
técnica.

No fue fácil, resumir en pocas líneas las ideas


amplias en metáforas, hipérboles y otras
figuras del lenguaje. No obstante, viendo la
poca gracia con que se acogen los libros de
filosofía y religión, me he dispuesto a sintetizar,
si es que esto es posible, algunos conceptos
aislados de varios autores claves del
pensamiento judío tradicional.

Y para ello, sacrifiqué y recorté varios textos a


expensas de que el lector pudiera tener un
acceso facilitado a ideas sublimes y
pensamientos notables.

Unamuno decía con todas las letras que aquel a


quien no se le entiende claramente lo que dice,
pues bien, no sabe lo que dice... (supongo yo
que esto es una ironía y no siempre es así, pues
el defecto puede estar del lado del que escucha
o lee).

De todos modos, considero que toda la


responsabilidad sobre el discurso recae sobre el
emisor, y en ese sentido he puesto gran cuidado

155
en ser fiel a las ideas que antes hubiera
estudiado.

En mi producción literaria anterior, Destellos


de Luz, que bosquejó algunas pinceladas
aisladas, demasiado pálidas para dar cuenta de
la genialidad de su autor (Maimónides) he
quedado completamente insatisfecho de mi
labor y no he sido digno merecedor de la
aprobación fácil y elocuente de un público
ignorante o poco acostumbrado a la lectura. No
sé cuanto de mi trabajo produce el efecto
deseado en quienes me leen.

Cuando alguien escribe lo hace para


comunicar algo a alguien. La mayoría de las
veces, el escritor solitario no sabe bien a quien
le escribe o por qué le escribe. A veces,
luchamos contra nuestros propios miedos y
fantasmas y queremos conjurarlos con la única
arma que poseemos: la palabra veraz, certera y
plena de sentido.

Sin embargo, después de luchar


infructuosamente contra esos demonios, a
menudo surge la palabra buscada que provoca
el efecto dulce y benéfico, y otras veces, no...
continúa la frustración.

156
Pero, esa frustración impulsa a seguir
buscando y escribiendo y es el motor para
nuevos logros y objetivos.

¿Cómo surgió la idea de este libro? No lo sé


con exactitud.

Pero, si sé a quien va dirigido.

***

Durante varios meses tuve la suerte de vivir a


más de una hora de caminata del templo más
cercano. Y cada shabat, por consejo y
recriminación del señor Azerbat comencé a
caminar para llegar al rezo del sábado por la
mañana. En esa hora de caminata se iba
fortaleciendo en mí el tesón, la paciencia y la
felicidad de poder mantener un diálogo ameno
y sereno conmigo mismo. Cuando una persona
puede hacer contacto consigo misma, cuando
logra reconciliarse con sus propios enemigos
internos empieza a escuchar nuevas ideas y se
produce tal deleite para el alma que una hora
de caminata solitaria para el encuentro con D-s
o con el rezo a D-s y algunos amigos, se torna
en un placer maravilloso, y esa hora transcurre
con gran fugacidad.

Al llegar al Shaaré Tefilá, (La Puerta del Rezo),


sabía que más allá de mis propias inhibiciones
y temores, indefectiblemente mi gran amigo
157
Abraham Shabot estaría aguardando mi
llegada y la de cualquier otro que sediento de
paz espiritual y de conocimiento arribara junto
a él para escuchar sus preciosas traducciones
de textos ingleses sobre todos los temas
relacionados con la psicología y filosofía de la
perashá de la semana.

En esas cálidas y serenas horas, transcurridas


en la intimidad que la sinagoga nos brindaba al
finalizar la tefilá, Abraham iniciaba sus
sapientes lecturas y sus frescas traducciones
que colmaban mi imaginación de los frutos por
venir.

Él no lo sabía, y yo tampoco: comenzaba a


gestarse y se nutría algo en mi espíritu que iba
vigorizando la idea de realizar mi obra escrita.

Cuando conocí a su padre, el sr. José Shabot,


me recibió con tanto respeto y cariño
brindándome su apoyo moral y material, y de
este modo me impulsó a definir un destino
posible: el de la literatura bíblica.

Y así se iba fortaleciendo en mí la convicción


de retomar aquellos delirios de la niñez y
aquellas frustraciones no superadas acerca de
mi dificultad para redactar.

***

158
Recuerdo la lentitud y torpeza para leer. Y la
vergüenza secreta que esto me ocasionaba.

Cada año cuando nos reuníamos a leer la


Hagadá de Pesaj yo me adelantaba a la lectura
de lo que iban leyendo en castellano, para
poder lucirme; sin embargo, las palabras
salían de mis labios entrecortadas, a veces
tartamudeaba un poco y mi hermano mayor
me hacía burlas... ¡y como sufría en la
impotencia!.

Después en la escuela primaria y en la


secundaría, era prácticamente un inútil para
redactar y mi ortografía era lamentable.
(Recuerdo cuando escribí acesino en un
dictado, y que el profesor de literatura escribió
al margen que el asesino de la ortografía era
yo).

En una clase de Historia, el prof. Fraboschi


(eminente historiador argentino) nos contó el
caso de Demóstenes, un tartamudo que quería
dedicarse a la retórica y la oratoria y que para
ello ideó una solución. Oculto en una caverna
ensayaba sus discursos luego de haber
introducido en su boca algunas piedras
pequeñas que dificultaban aún más su dicción.

Con el tiempo, Demóstenes llegó a ser el


principal orador de Grecia.

159
Y ahora comprendo que esas piedras que todos
llevamos en el alma, esas dificultades
cotidianas, esas angustias que provoca la
misma vida no son más que trabas que nos
impulsan a ser mejores.

Antes de olvidarlo, debo recordar el juego de


scrable que nos enseñaba mi madre. Allí
aprendimos matemática y literatura universal.

También debo agradecer ese encuentro fortuito


que mantuvimos en el metro (subterráneo), mis
compañeros del Colegio Nacional de Bs. As. y
yo con un señor muy elocuente que nos señaló
que era un error creer que los que dominaban
las ciencias exactas y las matemáticas,
geometría y aritmética, eran los más
inteligentes (y eso creía yo en esa época de
lucidez adolescente); la gente inteligente es la
que domina perfectamente su idioma natal, la
lengua... y sabe construir ideas y expresarse
correctamente.

En realidad, las matemáticas también son un


lenguaje.

***

A mayor privilegio, mayor obligación para con


D–s.

160
He tenido la suerte y el privilegio de pertenecer
a una de las mejores escuelas argentinas, y allí
se me inculcó el amor y la dedicación constante
al estudio.

A continuación explicaré un modelo para


comprender como funciona el hombre; el
lector avezado podrá acompañar la lectura de
este libro con dicho modelo.

El hombre puede ser comparado al siguiente


esquema:

Imagínese una carroza tirada por briosos


corceles, un hábil jinete lleva las riendas, y en
el interior del carruaje, el dueño.

Tenemos cuatro elementos:

a) El dueño de la carroza.

b) El cochero o jinete.

c) La carroza.

d) El caballo.

Cada uno de estos elementos representa una


función dentro de la estructura humana.

a) El INTELECTO es el amo y su lugar es el


CEREBRO.

161
b) El SENTIR es el jinete y su lugar es el
CORAZÓN.

c) La VOLUNTAD es el carruaje, y su asiento


es el ESTÓMAGO.

d) Los INSTINTOS son los caballos y su


localización está en los GENITALES.

Los cuatro elementos de nuestro ejemplo, el


dueño, el jinete, la carroza y el caballo deben
estar perfectamente intercomunicados y
conectados en forma armoniosa para poder
lograr un movimiento coherente. Esta
estructura no podría cumplir su función si esto
no fuera así.

Por ejemplo, si el jinete no tuviera riendas no


podría guiar a los caballos; si el amo y el jinete
no hablaran el mismo idioma, éste no
comprendería las órdenes de aquél; si los
caballos no estuvieran bien enganchados a la
carroza, toda la estructura se vería amenazada.

Del mismo modo, en el hombre debe reinar una


fluida y armónica unión e intercambio entre
sus partes. EL CEREBRO Y EL CORAZÓN
DEBEN MARCHAR JUNTOS. Supongo que
por eso pedimos en nuestros rezos a D-s que
ponga inteligencia en nuestros corazones.

162
Los instintos y la voluntad deben ser
sabiamente coordinados por el amo (el
intelecto) a través de las emociones y
sentimientos (el corazón).

Analicemos las posibles situaciones siguientes,


todas ellas problemáticas, y entenderemos más
adelante lo que significa la angustia.

¿Qué pasaría si uno de los caballos decide tirar


en otra dirección?

¿Si el jinete no obedece las órdenes del amo?

¿Si el amo está dormido y no le dio


instrucciones al jinete?

¿Si a la carroza le falta una rueda?

Se comprende claramente que la estructura así


no puede funcionar y se corre el riesgo de un
accidente. Además es imposible llegar a destino
en ese desorden.

Lo mismo le sucede al hombre cuando no se


ponen de acuerdo todas estas partes. Si piensa
una cosa y dice otra, si no pone el corazón en lo
que hace, etc.

La angustia, que es la manifestación somática


de la ansiedad, es eso: la inconformidad y el
desacuerdo entre las partes de una misma
estructura física y espiritual.
163
Si cada una de ellas realiza una fuerza en
direcciones opuestas se siente la angustia en el
cuerpo. Y si chocan entre sí como dos trenes
enfrentados estas fuerzas producen molestia en
el pecho, la garganta, el estómago, etc. (Dicho
sea de paso, la envidia afecta el hígado).

El lector meticuloso y diligente posee en sus


manos un libro único en su estilo que supera
ampliamente todas las concepciones modernas
de psicología y todos los métodos filosóficos
actuales.

Es una verdadera lástima que en las


universidades de occidente no se lo estudie, ni
se le dé la verdadera importancia que merece
como obra culmine del pensamiento de una
época de iluminación moral, intelectual y
espiritual para el mundo sefaradí.

Occidente siempre ha querido aniquilar todo


vestigio de judaísmo en sus instituciones, (hasta
llegó a crear la Inquisición).

Estoy plenamente convencido de que quien


quiera lograr la ansiada paz espiritual, la
verdadera felicidad en este mundo y el
venidero y la armonía en el vivir, si se esfuerza
realmente en la comprensión de este texto y
luego sigue sus consejos, cumplirá su objetivo.

164
El lector superficial podrá disfrutar de un
ameno pasatiempo moral e intelectual.

Y a aquél que no está acostumbrado a la


lectura frecuente le aconsejamos que no pierda
su tiempo y que encienda su televisor para
seguir aturdiendo su mente con la inutilidad
fugaz con que occidente quiere venderle su
miserable producto.

Lic. Sergio Rubén Maslatón


smaslaton2002@yahoo.com.mx

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