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La llegada de los españoles al Caribe en 1492, abrió el camino para que algunas potencias europeas
conquistaran amplios territorios del continente americano.
Pintura de Dióscoro Puebla, (Exposición Nacional (1862), Medalla de Primera clase)
La conquista de América fue el proceso de exploración, conquista y asentamiento en
el Nuevo Mundo por España y Portugalen el siglo XVI, y otras potencias europeas
posteriormente, después del descubrimiento de América, por Cristóbal Colón en 1492. La
Conquista dio lugar a regímenes virreinales y coloniales muy poderosos que resultaron en la
asimilación cultural de la mayor parte de poblaciones indígenas y su sumisión a las leyes de
las potencias conquistadoras.1
Toda Europa creció enormemente gracias a las riquezas de América, no solo España y
Portugal. La Conquista dio lugar a la importación de nuevos productos agrícolas en Europa
como el tomate, el maíz, la papa o el cacao que tuvieron un gran impacto en la economía y
hábitos europeos y de otros continentes. Igualmente, se revolucionó el paisaje productivo y
alimentario del continente americano con la llegada de las variedades agrícolas y diversidad
ganadera de Eurafrasia. La introducción de minerales americanos impulsó enormemente la
economía europea pero también creó situaciones de alta inflación. En los siglos posteriores,
el oro y la plata desempeñaron una función importante en el nacimiento del capitalismo,
principalmente en los Países Bajos, Gran Bretaña y Francia. La Conquista de América fue un
proceso casi permanente, ya que algunas sociedades indígenas opusieron una resistencia
continua y otras nunca fueron asimiladas completamente.
España llegó a conquistar la mayor parte de América debido a que fue el país que patrocinó el
viaje de descubrimiento, por medio de los Reyes Católicos, y que antes inició la colonización.
Mediante una bula del papa Alejandro VI, se declaró legítima la posesión española de todas
las tierras encontradas más allá de cien leguas al oeste de las islas Azores.2 Una ligera
modificación posterior repartió el continente americano entre las potencias de España y
Portugal, lo cual quedaría ratificado en el Tratado de Tordesillas. Sin embargo otras potencias
europeas se sumaron a la conquista y colonización en América posteriormente, a menudo
compitiendo entre ellas y con los imperios ya existentes. Entre ellas se
encuentran Francia, Gran Bretaña, los Países Bajos, y hasta Rusia y Dinamarca. También se
formaron pequeñas colonias efímeras de países escandinavos en la costa oriental de lo que
actualmente son los Estados Unidos.
Varios pueblos americanos presentaron resistencia a la ocupación de los europeos,3 a pesar
de encontrarse en desventaja desde el punto de vista de tecnología bélica. Las armas y
técnicas de guerra españolas eran más avanzadas que las indígenas. Los europeos conocían
la fundición, la pólvora y contaban con caballos y vehículos de guerra. Los americanos
contaban con una tecnología lítica y carecían de animales de carga, a pesar de ser superiores
en número y en conocimiento del terreno. El establecimiento de alianzas de los capitanes
españoles con líderes nativos, fue decisivo para equilibrar el número de combatientes .4 Las
enfermedades que los europeos llevaron a América —para las cuales los indígenas carecían
de defensas— cobraron miles de vidas y fueron un factor que pesó en contra de las
sociedades americanas, que en medio de la guerra también enfrentaron el desastre
epidemiológico.[cita requerida] La historia de la Conquista de América ha sido relatada
principalmente desde el punto de vista de los europeos.[cita requerida] Salvo en el caso de los
mesoamericanos, los pueblos indígenas desconocían la escritura, de modo que los registros
de los hechos desde la perspectiva indígena consisten principalmente en relatos recuperados
algunos años después por los propios europeos. Se cuenta con ellos en los casos de Nueva
España, el Perú y Yucatán.
Índice
Antecedentes
Primer poblamiento de América
Artículos principales: Poblamiento de América e Historia genética de los indígenas de América.
Mapa del alemán Martin Waldseemüller de 1507, quien denomina "America" (sic) a las tierras
exploradas por España en el mar Caribe y la costa atlántica del continente americano en el momento de
la publicación de la Universalis Cosmographia, antes de los descubrimientos de Balboa (1513). El mapa
se encuentra en la Galería de Tesoros de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos y se le
conoce como el Certificado de Nacimiento de América. Las denominaciones "Abya Yala" (mayas), "Cem
Anahuac" (aztecas) o Vinland (vikingos) no son equivalentes.
Colón murió sin saber que su descubrimiento de una nueva ruta naval le había hecho llegar a
un nuevo continente y que tendría como consecuencia la conquista e incorporación por los
europeos del siglo XV de civilizaciones, culturas, sociedades o individuos indígenas,
habitantes de los territorios bajo justificación de la ocupación de tierras e imposición de
costumbres por parte de los europeos se basó en diversas tres argumentaciones principales:
1. "Tierra de Nadie" (res nullius), principio que supuso de hecho y derecho el reparto en
ocasiones del territorio entre estados europeos a través de la ocupación, por
desconocimiento de la propiedad indígena cuando la hubiese.
2. "Tierras para la cristiandad", principio que llevó a su vez a la decisión de difundir el
cristianismo a los habitantes de América, habilitando su conversión forzosa en caso
de negarse a aceptar esa religión, por el contrario algunos europeos sostuvieron que
«los indios no tenían alma»14 negando la condición humana de los pueblos
originarios.
3. "Derechos de conquista" de los estados europeos sobre las civilizaciones o
sociedades nativas que se habían impuesto unas sobre otras, de las riquezas
naturales y acumuladas de unos indígenas sobre otros, así como en su caso la
imposición de utilizar a los habitantes como mano de obra forzada, y que
correspondía a quien dominase el territorio. La obsesión por el oro, simbolizada en la
búsqueda de El Dorado, caracterizó una forma de Conquista de América basada en
el Condotiero acaudillando al soldado mercenario, y de uso entonces en los hechos
de armas entre europeos.
Cristóbal Colón concedió parte del hallazgo a Juan II de Portugal en 1493, al volver de su
primera expedición. Esto generó una serie de negociaciones entre España y Portugal que se
resolvieron mediante la intervención del papa Alejandro VI que adjudicó los territorios
descubiertos por Colón y aún por descubrir, al reino de Castilla, castigando con la pena de
excomunión a cualquier cristiano que viajara a los dominios de Las Indias sin autorización del
rey de Castilla (Bulas Alejandrinas), orden que siglos más tarde sería desobedecida por
británicos y holandeses (que por otras razones rompieron con la Iglesia católica) así como
franceses. Una década después, el navegante al servicio de la monarquía española, Américo
Vespucio describiría que las tierras descubiertas por Colón no se encontraban en Asia, sino en
un continente nuevo, desconocido por los europeos de aquella época. Debido a esta tesis, los
europeos acabarían llamando "América" al continente recién descubierto.
Conquista y colonización]
Consecuencias
Entre las consecuencias a resaltar sobre la Conquista de América están:
En sentido contrario otros sectores sostienen que los conquistadores demonizaron a los indígenas,
creando una leyenda negra con el fin de facilitar el genocidio y explotación de todos los pueblos
indígenas.
A lo largo del tiempo ha tenido lugar un importante debate sobre las consecuencias de la
conquista española de América en el que se han expresado diversos puntos de vista:
Acto civilizador: esta posición afirma que la conquista tuvo a la larga un resultado
civilizador por los avances y conocimientos que introdujo en América, y que permitió
también cristianizar a los indígenas, lo cual mejoró su moralidad y calidad de vida. Esta
postura rechaza que la Conquista europea o posteriormente los estados americanos
independientes hayan causado directamente un descenso significativo de la población
indígena.
Acto civilizador de una determinada potencia: como variación de la postura anterior,
ciertos sectores sostienen que algunos países han actuado de manera humanitaria al
conquistar a los indígenas, pero otros no, llegando a causar genocidios en ciertos casos.
Genocidio prolongado cometido por las potencias coloniales europeas y los
estados americanos: la Cumbre de los Pueblos Indígenas de América considera que la
Conquista realizada por todas las potencias europeas fue un genocidio físico y cultural y
que ese genocidio ha sido continuado por los estados americanos.
Genocidio realizado sólo por los españoles: esta posición suele ser sostenida entre
otros por algunos anglosajones y está en ese caso posiblemente relacionada con
la leyenda negra anti-española, impulsada principalmente por Gran Bretaña cuando
pugnaba por el poder en América con el Imperio Español.
Genocidio de los estados nacionales: esta posición niega que las potencias europeas
hayan causado un genocidio indígena, pero sostiene que varios de los estados nacionales
americanos independizados, cometieron genocidios al conquistar territorios indígenas.
Posiciones intermedias: existen numerosas posiciones intermedias que consideran que
existieron excesos y abusos, pero que no alcanzaron la magnitud de un genocidio.
La Cumbre de los Pueblos Indígenas de América sostiene que la acción de los conquistadores
europeos no solo causó uno de los genocidios más grandes de la historia, destruyendo cientos
de culturas y estableciendo un sistema permanente de opresión y explotación, sino que
también sostienen que el genocidio y la explotación fue continuado por los estados nacionales
sucesores de las potencias coloniales.42 En ese sentido, el Primer Encuentro Continental de
Pueblos Indios, reunidos en Quito en 1990 expresó en la Declaración de Quito:
Los Indios de América no hemos abandonado jamás nuestra constante lucha contra las condiciones de
opresión, discriminación y explotación que se nos impuso a raíz de la invasión europea a nuestros
territorios ancestrales.43
Esta posición, según algunos historiadores, ignora la misma situación de opresión y
explotación a la que estaban sometidos muchos pueblos precolombinos, y los mismos
habitantes de reinos indígenas por sus caciques o señores. También ignora los conflictos y
guerras entre pueblos indígenas existentes antes de la conquista.
La Cumbre Continental de Pueblos y Organizaciones Indígenas del Continente de Abya Yala,
reunidos en Mar del Plata en 2005, declaró:
Nosotros, los Pueblos y Organizaciones Indígenas del Continente de Abya Yala —América— reunidos
en territorio ancestral del Pueblo Mapuche, Mar del Plata, Argentina, del dos al cuatro de noviembre,
primeramente invocamos, la cosmovisión de nuestros mayores y siguiendo el camino trazado por ellos,
en un marco de unidad y armonía entre nosotros y con nuestra madre naturaleza, damos las siguientes
palabras.
Que, esta Cumbre Continental Indígena en Mar del Plata 2005, es la continuación de 1990 en el
Encuentro Continental Indígena. El Segundo Encuentro Continental de un proceso de Unión Continental
del Águila y el Cóndor, iniciado en Quito.
Que somos los representantes de más de 50 millones de mujeres y hombres indígenas del continente y
somos Pueblos preexistentes a la creación de los actuales Estados, por lo que ejercemos y reclamamos
el reconocimiento de nuestro derecho a la libre determinación como Pueblos, a fin de decidir nuestra
organización política y nuestro propio desarrollo económico, social y cultural.
Que los Pueblos Indígenas hemos sido víctimas por quinientos trece años de un proceso de genocidio,
colonización y discriminación producto de ideologías y políticas imperiales, mismas que han violado
nuestros derechos fundamentales. Cualquier diálogo entre Pueblos Indígenas, el Estado y la Sociedad,
debe tomar en cuenta la naturaleza colectiva e histórica de estos derechos.44
Según algunos[¿quién?] historiadores, la posición indigenista moderna tiende a idealizar la
situación de supuesta paz y prosperidad existente en el periodo anterior a la llegada de los
europeos, indicando que las guerras, esclavitud, y prácticas como sacrificios humanos
demuestra que la vida de los habitantes precolombinos no estaba exenta de gran dureza y
crueldad. Sin embargo, la Cumbre de los Pueblos Indígenas de América presntó a
las Naciones Unidas una Carta de la Tierra de los Pueblos Indígenas que entre otras cosas,
proclama la imprescriptibilidad de los derechos de los pueblos indígenas y el derecho a la
autodeterminación, y exige la reforma de la Convención de las Naciones Unidas contra el
Genocidio con el fin de incluir «las numerosas formas de genocidio de pueblos indígenas», en
particular el «genocidio cultural».45[fuente cuestionable]
En América Latina esta posición extremadamente crítica ante la obra de los conquistadores
europeos ha sido también adoptada oficialmente por algunas naciones como Venezuela46
o Bolivia y por una considerable cantidad de intelectuales y fuerzas políticas. En Europa y
parte de Norteamérica es más habitual que los funcionarios oficiales, la opinión pública, los
intelectuales y las organizaciones políticas y sociales no consideren que la conquista de
América haya constituido un genocidio, en términos generales.
Algunos investigadores[¿quién?] de Estados Unidos, Gran Bretaña, Holanda, Bélgica, Alemania,
Francia, Suecia y Noruega han sostenido también que la acción de los conquistadores
españoles en América fue bárbara y constituyó un genocidio.47 Otros historiadores[¿quién?] han
criticado esas afirmaciones como exageradas llegando incluso a considerarlas como y que es
obra de una conspiración impulsada principalmente por británicos y franceses para crear
una leyenda negra contra España. Algunos historiadores[¿quién?] sostienen que naciones como
Gran Bretaña, Estados Unidos, Argentina, Brasil y Chile, habrían realizado genocidios al
conquistar las tierras de los indígenas americanos que ocupaban sus actuales territorios. En
general puede decirse que, en los procesos de conquista de los territorios indígenas en
América, en la diversas épocas, varios sectores[¿quién?] e investigadores[¿quién?] han denunciado
y continúan denunciando la existencia de genocidios, en tanto que otros
investigadores[¿quién?] consideran exageradas dichas denuncias, argumentado que en algunos
casos se trata de mitos o leyendas negras.[cita requerida]
Ejemplos de esta segunda visión es la opinión de María Saavedra, profesora de la Universidad
CEU San Pablo de España, que considera que el movimiento indigenista es un invento de
la izquierda y opina lo siguiente:
Hablar de genocidio para referirse a la actitud que los españoles adoptaron con los nativos americanos
es, cuanto menos, un error de conocimiento histórico. Un genocidio implica la voluntad de acabar con un
pueblo borrando en la medida de lo posible su rastro sobre la tierra. Y si tuviéramos que hablar en
términos de intereses, esto estaría muy lejos de los objetivos de la Corona española en América. Pero
es que, además, el español demostró con su conducta que no le interesaba en absoluto arrancar del
continente americano a su población nativa. ¿Para qué entonces crear escuelas, colegios y muy pronto
Universidades? Recordemos la temprana fecha de fundación de la Universidad de Santo Domingo
(1538), seguida muy pronto por las de Lima y México. O la de San Francisco Xavier de Chuquisaca, en
Bolivia, creada en 1624. Pero la razón más importante es que la Corona impulsa la colonización
americana con un objetivo prioritario: la evangelización de los indígenas.48
Por su parte, el historiador argentino Félix Luna hizo el siguiente comentario a una noticia
difundida por la agencia oficial de noticias bajo el título «Se cumplen 513 años del mayor
genocidio de la historia»:
Es sesgada y unilateral. Por supuesto que, al hablar de conquista, hubo violencia y crueldades, pero
decir que fue el mayor genocidio de la historia es una exageración, y me asombra.49
En el siglo XVI, pensadores mexicanos como Fernando de Alva Cortés Ixtlilxochitl cuestionó la
crueldad de los conquistadores españoles con estas palabras:
Hiciéronse este día (cuando fue tomada la ciudad), una de las mayores crueldades que sobre los
desventurados mexicanos se han hecho en esta tierra. Era tanto el llanto de las mujeres y niños que
quebraban los corazones de los hombres.50
Otro texto mexicano del momento de la conquista dice:
Todo lo cogieron, de todo se adueñaron, todo lo arrebataron como suyo, todo se apropiaron como si
fuera su suerte. Y después que le fueron quitando a todo el oro, cuando se lo hubieron quitado, todo lo
demás lo juntaron, lo acumularon en la medianía del patio, a medio patio: todo era pluma fina. 51
El debate acerca de la moralidad de los hechos de la conquista se produjo incluso en Europa.
En el siglo XVI, Fray Bartolomé de las Casas sostuvo que los pueblos originariosestaban
siendo explotados bárbaramente por los conquistadores y encomenderos, denunciando esas.
Tanto entonces como hoy otros sectores sostuvieron que las afirmaciones de De las Casas
son falsas o exageradas y parte de una leyenda negra antiespañola y anticatólica. Sin
embargo, la Corona Española tomó en cuenta las denuncias de De las Casas y sancionó
en 1542 las Leyes Nuevas con la intención de proteger los derechos de los pobladores de
América frente a conquistadores y encomenderos.