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OSCAR TRAVERSA

CINE:
EL
SIGNIFICANTE NEGADO
"

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HACHETTE
IV

ESPECIFICIDAD DEL CINE, ESPECIFICIDAD DE LA CRITICA


(O "ESTRATEGIAS DEL CINE,
ESTRATEGIAS DE LA CRITICA")

1. LA CRITICA DE LA CRITICA

En la medida en que se afirmaba la importancia social del cine,


se desarrolló también la de la crítica cinematográfica, aunque con
un cierto desajuste. Es testimonio de su despliegue el espacio cada
vez mayor que ocupa en la prensa, en la radio o en la televisión, y,
más aún, en medios especializados de consumo general, o en una
prensa pretendidamente técnica, destinada a quienes por oficio
o por placer se han integrado en mayor o menor grado al universo
del cine. Pero un segundo horizonte se dibuja, además, de manera
intermitente, detrás de este conjunto: el de la crítica de la crítica;
actividad que tiene por objeto la crítica cinematográfica, con el
propósito manifiesto de ponerla en sus carriles.
La metacrítica señaló muchas veces la decadencia de su objeto,
cuando no pronosticó su desaparición. En otras ocasiones, más to-
lerante, ha intentado dictar normas. Dirigida por un sentimiento
(~'amor al cine") se ocupó en distinguir entre quienes estaban "pa-
ra" y quienes estaban "contra", sin olvidar, por supuesto, a quienes
se situaban en una posición intermedia 1; este "para" y este "con-
tra", por otra parte, no se relacionaban con el cine como tal, sino
con el "buen cine".
Parece que la idea frecuente de la meta crítica es la de que,
en el fondo, la crítica cinematográfica es una actividad menor, has-
ta despreciable, al menos en la mayor parte de los casos.
Los críticos, por su parte, devuelven la pelota. No son los res-
ponsables de la existencia de la prensa cotidiana o semanal que los
solicita; es ella, en el fondo, la que perjudica a la crítica seria. Un
sistema infernal basado en horas y días fijos de aparición, no crea
l. Ajarne, Pierre: Les critiques de cinéma, Flarnrnarion,París, 1967.

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las condiciones de una reflexión adecuada sobre los productos a El primer reflejo será el de resistir contra los de afuera. Si hay
criticar. Quienes dirigen los "media" a su vez argumentan: sería algo que nos es intrínsecamente propio, es el mercado; su defensa
un sinsentido ubicarse fuera de los hechos cotidianos que son su es una obra colectiva. Los estrategas verán con malos ojos la deci-
motor; son los críticos quienes deben disponer de los instrumentos sión; sus preocupaciones cualitativas les han mostrado que el arte
adecuados para poder sostener ese ritmo; en definitiva, es la produc- no tiene fronteras. Los que sostienen políticas logísticas y tácti-
ción la que está estructurada en esta forma, y por lo tanto ella es la ca!; afirmarán ante quienes se preocupan por los grandes objetivos
responsable. que sólQ recursos suficientes les permitirán alcanzarlos. "Y bien,
Sin duda alguna, podríamos continuar así; el sistema de reen- dirán los estrategas, que prime la calidad consagrada; ella debe ser
víos es recurrente. la depositaria de nuestra confianza y, en consecuencia, de los re-
La actividad crítica es demandada, si se permite el recurso a cursos". Los tácticos no sabrán dónde ponerse: cerca de los logís-
una metáfora militar, por la estrategia, la táctica y la logística. ticos, poseedores de la llave del cofre, o cerca de quienes detentan
Las solicitaciones estratégicas vienen del dominio de una cierta las llaves del gusto y la calidad.
estética, que propone modelos de cultura, un "deber ser" de los Un momento antes de la ruptura, todos dirigirán su vista hacia
productos culturales. Para esta perspectiva, el cine, por la trascen- el Estado: "¡Una ley! ¡Créditos! ¿No está ahí para eso, después de
dencia de la obra, debe apuntar a fines determinados que pueden todo?".
estar tefiidos de un matiz político o moral, y responder, además, La crítica, velando armas, esperará una solución negociada.
a ciertas reglas de construcción de las cuales no se sábe bien el Alcanzado este punto, el Estado, los críticos, los estrategas, los
origen ni.el orden. tácticos y los logísticos, al unísono, suelen pensar en el público: si
El crítico debe descubrir los filmes que responden a este ideal, los espectadores posibles se repartieran en forma equitativa para
sefialarlos, protegerlos. Nuevo Diógenes, camina con su lámpara ver los filmes que los "estrategas" desean y respecto a los cuales
en busca no de un hombre sino de un filme, y la sala oscura que ~
los "tácticos" piensan que son la simiente de las buenas produccio-
es su espacio real de trabajo confiere un cierto resplandor de vero- I nes del futuro, el sistema funcionaría perfectamente. Y si esto no
similitud a su discurso. I
ocurre así, alguien debe ser el responsable. Pero sería difícil hablar
Las solicitaciones tácticas provienen de quienes están compro- del público en forma negativa; una actitud de desprecio hacia él.
metidos junto a la producción como ejecutores; entre otros, los ~~
sobre todo si es ostensible, no se admite en nuestros días.
realizadores y los técnicos. Y por su acción, la crítica puede per- La responsabilidad, sin duda, incumbe a la crítica. De modo tal
der las esperanzas en su porvenir. El cine, como el universo, lo sa- que todo el mundo se vuelve contra ella, o que cada uno adjudica al
bemos bien, está sometido a evolución. Un hecho azaroso (el hu- menos la responsabilidad al sector que se opone a sus actitudes:
mor o la incompetencia de un crítico) puede interrumpir o retra- unos exigirán de ella una actitud pedagógica, otros una actitud me-
sar lo que ha costado afios de esfuerzo. nos simplista, otros incluso tolerancia. Cada uno buscará su chivo
Las solicitaciones de la logística, que se preocupa únicamente emisario, y la diversidad permitirá encontrarlo.
por los recursos, corresponden al productor, que piensa en el des- En todo esto, nada nuevo.
tino de sus inversiones y en la circulación de sus negocios. En esta Teniendo en cuenta estos argumentos. la crítica podría ser ab-
instancia, y si bien no se habla de ello a menudo, las solicitaciones sueita, o relegada a un "inventario del mal" que engendra la socie-
recogen finalmente numerosas adhesiones, aunque a veces sean dad capitalista.
reticentes. Discursos tales como los aquí representados son por todos co-
Frente a la crisis, por ejemplo, es difícil encontrar criterios. co- nocidos, y podrían repetirse, con variantes, hasta el infinito (los
munes, pero las líneas tenderán a estrecharse. Si es la estrategia lingüistas, al menos, estarían de acuerdo en elIo). Bastarían algunos
la que dirige la guerra, estará subordinada a la logística y la táctica condimentos: un poco de más desprecio para uno u otro sector; o
no será más que la resultante de lo que se debe hacer para alcanzar algunas gotitas más de humor; o ciertas digresiones eruditas.
un objetivo y de las posibilidades que se tienen de hacerlo. Pero estos discursos -o los similares existentes o virtuales-

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tratan simplemente de eludir, o de arrojar lo más lejos posible, blico (a través de los Estados) o privado, en el seno de organiza-
toda una serie de interrogaciones, vías de acceso, tal vez, para ciones políticas o sociales que procuran vías originales de pro-
desentrañar la naturaleza de la crítica cinematográfica, su situación ducción. Tales filmes aparecen como objetos de servicio público o
en relación con la industria y, yendo más lejos aún, su relación con -como instrumentos, mientras que los otros se inscriben plenamen-
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su continente: la política cultural y la política propiamente dicha te entre las mercancías. Como tales están investidos por las leyes
No negamos aquí que estas cuestiones hayan sido planteadas; lo del mercado en el que son producidos y en el que circulan.
que rechazamos es la validez del orden en el que fueron formula- Que los filmes existan como mercancías es posible no sólo a
das y los preceptos que resultaron de ello. I partir de la reproducción de un objeto particular (un mismo filme'
Si se consideró a la crítica cinematográfica como un agente puede existir en centenares de copias) sino inclusive a partir de la
con cierta influencia concreta sobre el público, se lo ha hecho producción de singularidades (especies diferentes: objetos pertene-
sin pasar por la cuantificación que tal conclusión hubiera exigido. cientes a la misma clase aunque no idénticos). Hasta la condición
Si se ha dicho que ella está ligada a la historia y a la lucha de clases, de existencia del cine como ciclo productivo está basada en la pro-
se lo sostuvo sin demostrar cuál es su inserción en el seno de la for- ducción/consumo de diferencias (debemos aceptar hasta acá esta
mación social en la cual es producida. Si se la tematizó como vehí- noción de diferencia, aunque sepamos que se trata de una noción
culo ideológico fue considerando a la ideología como un conjunto silvestre; los usuarios y los productores están de acuerdo en el he-
finito de ideas y de representaciones, y situando exclusivamente cho de que esas diferencias se producen y consumen). En el lími-
este fenómeno al nivel de lo que se llama el contenido. Si se ha te, los filmes llamados de serie: westerns o comedias, fueron los que
separado una "buena" crítica de una "mala" crítica se lo ha hecho han llevado más lejos este esfuerzo de diferenciaciones, buscando
a expensas de los interrogantes sobre su significación general, colo- distinguirse (y presentándose como distintos) a partir de reglas
cando en primer lugar, precisamente, una lectura de esos conteni- extremadamente rígidas.
dos, sin tener en cuenta la relación que tienen entre ellos y la' que Esta producción de diferencias que caracteriza no sólo al cine,
pueden tener con lo que se propone como objeto. I sino al conjunto de las mercancías marcadas por su condición sig-
Si se reduce el sentido a esta única dimensión, se niega (o al nificante: el arte, la información, la moda, es también lo que las
menos se mutila) a la crítica cinematográfica como objeto espe-
cífico, como discurso social, como superficie significante sujeta a ( distingue-de las otras, al menos en términos de frecuencia.
El ciclo producción/distribución/consumo deberá estar mar-
condiciones de producción restringidas y constituida a través de 11 cado de un modo u otro por esta propiedad. El sello del carácter
operaciones discursivas que compartirá con otros textos de rol so- I
de la mercancía sobre el ciclo es válido para todo el universo de las
cial análogo. mercancías: las manzanas y los automóviles deportivos están some-
Es atendiendo a estas carencias que formulamos los presentes tidos, ambos, a las leyes del mercado, pero unos y otros engendran
comentarios: su propósito es el de contribuir a la producción de epifenómenos diferentes en lo que hace a la relación entre consumi-
una aproximación diferente a la crítica cinematográfica, y en de- dores y productores; epifenómeno que va desde la segregación social
finitiva, a una transformación de la práctica. que uno u otro de los productos impone en cuanto a su posibilidad
de obtención hasta las mediaciones mismas de su acto de compra.
Cada una de estas transacciones implica un contacto entre el objeto
2. LOS FILMES: DE LA PRODUCCION AL CONSUMO y el usuario, contacto que funda a su vez un tiempo y un espacio
" propio para cada mercancía. El automóvil deportivo impuesto en un
Los filmes. para ser producidos, deben ser consumidos. En espacio acorde con el lugar que ocupa en la jerarquía social, con es-
otros términos: sin circulación de dinero, el cine, tal como lo pecificaciones técnicas que hablan de pruebas y de ensayos sutiles.
entendemos. no existe. Esta restricción pret:isa el alcance de nues- opacas para los no iniciados, se opone a las manzanas que, expues-
tros comentarios, que no hacen referencia a un cine que se crea tas en un escaparate, están al alcance de la experiencia del usuario:
a partir de otras modalidades de producción, sean de orden pú- sus propiedades pueden ser experimentadas directamente o deduci-

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das de su aspecto: su tamafio, su color, su forma. En otro tiempo, cancías3 ; las emisiones de radio y de TV sobre el cine no escaparán
el viejo mercad02 permitía inclusive la prueba crítica del gusto. al género informativo.
Una aceituna o un trozo de queso ofrecidos por el vendedor cons- Sin embargo, este universo compuesto de materias significantes
tituían para el cliente un argumento definitivo. 1'1 distinguibles, que comparten en parte o en su totalidad diferentes
La evolución industrial ha marginalizado esta posibilidad pre- lenguajes, no podrá escapar a una construcción de base: dar cuenta
sentativa, y desplazado el contacto hacia el universo "representa- a la vez de las similaridades (pertenencia a un género, a grupos
tivo". Las aceitunas o el queso no son: ya un sabor ligado al acto temáticos, a estilos) y de las diferencias que distinguen este filme
de compra, se han transformado en un estímulo visual: una foto- ~I de otro.
grafía del producto o de sus aplicaciones ha desplazado la sensa- El filme no fílmico debe reenviar a un "deja vu~' propio de la
ción gustativa. Las propiedades enunciadas sobre la etiqueta han experiencia del usuario (efectivamente realizada o fantaseada, po-
sustituido al discurso del vendedor; el universo de la publicidad co importa), que evoque el cumplimiento de un deseo, pero que
se ocupará de llenar los vacíos de contacto. igualmente haga alusión a la pluralidad posible de la gratificación,
Como caso extremo, las empresas de venta por corresponden- al mostrar al objeto como uno y distinto, suerte de cuerpo faceta-
cia utilizan exclusivamente medios representativos; sus catálogos, do, múltiple en su unicidad.
tan cercanos a los de las exposiciones de pintura, nos describen Para eso, recurrirá al arsenal de taxonomías sociales que orga-
(sin la autoridad de éstos), las propiedades más sobr~salientes nizan el universo cinematográfico y que rodearán a la única pro-
de lo que se ofrece. piedad que la ley misma garantiza al filme: su título.
y el cine no escapa a este universo representativo; por el con- Pertenencia temática y genérica, matiz de estilo, encontrarán
trario, lo lleva hasta la exasperación. sus vías de escape, si ellos están saturados, dentro del inagotable
La prensa, en general, la prensa expecializada, la radio, la TV, stock de lugares, actores y estrellas.
el afiche callejero, constituyen un vasto universo de contacto entre Cada materia del universo del filme no fílmico tratará a su ma-
la producción y el consumo. nera de representar este universo clasificatorio. Las categorías ta-
El cine, alejado radicalmente de la experiencia directa (la en- xonómicas, y sus justificaciones, encontrarán lugar en la superfi-
trada en la sala oscura implica el consumo), siempre ha debido ser cie discursiva por medio de marcadores específicos. Un filme de
mediatizado por la representación. Bufiel, o un western, no necesitarán sefialar por el lenguaje en sus
Para decirlo de otra manera, el filme-texto (aquél que vemos afiches su pertenencia genérica -he ahí lo propio de las revistas
en las salas de cine) deberá asumir una serie de representaciones so- de espectáculos-: será un estilo y una temática gráfica los que
ciales, filmes no fílmicos que darán cuenta de su diferencia con el reemplazarán el sefialamiento.
resto, las otras producciones del universo fílmico. Es en este punto en el que se introduce la crítica: ella juga-
rá un papel racionalizador dentro del universo del contacto pro-
ducción/consumo. Opuesta a la difusión institucional al no es-
tar ligada por relaciones de dependencia. ella se integra al resto
3. EL LUGAR DE LA CRITICA de la información Y a los comentarios de los diarios y los sema-
narios; gozará de su misma reputación de "objetividad" o de "li-
Su existencia divcrsificada, fluida, determina que lo que hemos "
bre expresión".
denominado filme no fílmico adopte la forma de su recipiente. El El consenso considera que las instancias comerciales de la
afiche. esté en la calle o en los diarios. compartirá propiedades con producción están ligadas al producto por una relación de inte-
la publicidad general. Salimos (o similares), suerte de catálogo del rés. En consecuencia, el enunciado de las propiedades que par-
ocio. presentará zonas de interferencia con catálogos de otras mer- ten de esta fuente será solamente positivo: las instancias críti-
3. Traversa,Osear:Mémnirede dip/lw¡eE.P.H.E.París, 1973 (mimeografia-
2. Situación ya evocada por Pierre FresnauIt-Deruelle. do).

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cas, por el contrario, serán el lugar de juicio mediatizado por el


valor. argumental. Son constitutivas y constituyentes del imaginario so-
Los productores lo saben bien, ya que respetan y aceptan cial que está en juego.
esta reputación cuando introducen en las revistas de espectáculos Una y otra prepararán y consumarán una separación social.
fragmentos o comentarios completos con mención del origen y la Reenviarán, en un caso, a la '''obra'' (personal) consumible sin ver-
firma. Nos dicen: "No soy yo quien lo dice, todo el mundo sabe güenza, conmoviendo inclusive en quien la ve los efluvios de la
que mi palabra está contaminada; es la crítica la que lo dice, y ella cultura. En el otro caso, se anuncia una sustancia groseramente
es libre". nutricia cuyo creador se oculta, en letras pequeñas, sobre el cos-
~. tado inferior derecho del afiche.
Estas distintas condiciones del productor y de la crítica son
el fundamento de sus dos diferentes discursos, y parecen ser la Quien se proponga elegir deberá atravesar cortinas de represen-
fuente misma de su relativa autoridad. taciones sucesivas, desde el púdico posesivo del afiche hasta las
A diferencia de otras mercancías, el cine, con su marca de fá- "esencias" y "trascendencias" que el discurso crítico le atribuye.
brica, produce sólo la desconfianza pública. Para el cine, como Algunas veces, sin embargo, habrá que soportar lo impreciso
para otros espectáculos, el sello de la calidad no es puesto por el (que levanta tantas vacilaciones): "esta obra no es clasificable en
productor, sino por la crítica. ningún género".
La alusión al carácter aperitivo del discurso crítico, por el El "grado cero de la crítica", lo encontramos en el diagrama
cual a veces se trató de comprenderlo, no es suficiente ni preci- de los asteriscos. Los filmes dispuestos en columna y los nombres
sa. Tal metáfora lo convierte en el disparador de un deseo no es- de los críticos en la horizontal, acompañados por la mención del
pecífico. La relación entre aperitivo y comida es indiferenciada; diario o de la revista a los cuales pertenecen, inducen una lectura
desde el momento en que los dos se siguen, no existen relacional- r comparativa y sintética. Una firma para los más expertos, el nom-
mente, entre uno y otro, más que la actualización de una sensa- bre de la publicación para los menos atentos, permitirá situarse
ción. rápidamente (el diagrama respeta sabiamente el abanico social de
El filme no fílmico incluye esta dimensión, pero la deja muy las publicaciones).
atrás. Si actualiza un deseo, es dando cuenta del nivel en el que és- Dentro de este diagrama, todo es presuposición, identificación
te se cumplirá más tarde. En una palabra sitúa. total con el gusto del otro o de la entidad a la cual pertenece. Pu-
Un afiche sobrio anunciando un filme cuyo único texto es: ro lugar de autoridad.
Lancelot du lac de Robert Bresson, que precede a la imagen de un
caballero medieval en su caída mortal, no hace alusión a la misma 4. HACER DE LA CRITICA UN OBJETO
cosa que aquélla que anuncia El hombre de la pistola de oro. Acá,
James Bond, con la pistola en mano, es precedido por el dibujo Se ha dicho que la crítica cinema tográfica discurre sobre un
de una gran pistola dorada; a ambos lados, dos mujeres semidesnu- discurso. Pero se trata, sin duda, de un metadiscurso singular. Pa-
das; arriba a la derecha, un hombre en posición de karate y otro rece participar a la vez, por uno de sus componentes, de dos acti-
que lo enfrenta, y aún. . . olvidamos unas tres o cuatro imágenes vidades sociales muy extendidas: el resumen y la traducción.
suplementarias. Todo esto está lejos de la generalidad del vermouth "Resumen" en el sentido de "retomar sumariamente los pun-
y de las aceitunas, y la crítica será llamada a poner orden en tanta j tos más importantes de una discusión, de un discurso"4; traduc-
diversidad.
ción en un sentido más extenso que el de pasar de una lengua a
La presencia. en el primero de ambos filmes, de la partícula otra; más pertinente sería quizás el término "transcodificación";
"de" precediendo el nombre del realizador, y en ef segundo, la rele- ya que se pasa de una materia significante a otra. En la crítica
gación de éste a un rincón del afiche, deben ser explicadas por la
crítica. Estas dos marcas sumarias, tanto de orden gráfico como
4. Las nociones referidas al resumen fueron tomadas de Georges Vignaux,
lingüístico. tendrán a nivel del discurso crítico una justificación
"La argumentación y el resumen", trabajo del Centro de Investigaciones
Semiológicas,Universidad de Neuchatel.
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cinema tográfica, estas dos prácticas no se encuentran aisladas en- respuesta a este "por qué" abrirá el dominio de la sugestión, del
tre sí, sino subordinadas: la transcodificación, al resumen. El re- consejo. Si los dos primeros componentes se basaban sobre lo arbi-
sumen se opera sobre una pluralidad de materias significantes; la trario de una síntesis indefinida en un caso, sobre azarosas propie-
fuente no es un texto escrito, como en el resumen administrativo dades en el otro, este último componente se basará sobre la presu-
o científico, sino un texto múltiple, que encierra un materiallin- posición de un efecto: "es divertido", "hace pensar", "nos hará
güístico y de imágenes, musical y ruidoso; es, entonces, el con- sobresaltar en nuestra butaca". El texto fI1mico es relacionado con
junto lo que compone el sentido. una función: hacer reír, hacer pensar, atemorizar. Concebido como
Resumen que evoca demasiado una práctica social corriente: ~, productor de acciones o de sensaciones, es decir, como "sirviendo
la de contar un filme. En la crítica actual, este "contar un fil- para algo", justificará la inversión o descolocará la definición del
me" se ha transformado en un "de lo que se trata" más conciso, acto de movilizar ciertas obsesiones puntuales, otra coartada para la
y, si se quiere seguir la analogía, en dos formas distintas de resú- inversión.
menes. La distancia es la que va del "resumen informativo" al
"resumen indicativo". El primero: "la versión condensada pero Hemos recorrido el discurso crítico en general, le hemos atri-
fiel del texto o del documento con el que se relaciona". El segun- buido una suerte de estructura canónica. De lo que estamos seguros
do: "el que tienen por función señalar o poner en evidencia el es de que siempre se podrá decir que lo que hemos dicho es falso.
tema principal o los temas importantes del texto". Es esa nuestra pretensión.
Si se tra ta de un filme con una diégesis fuerte, el "contar un Una descalificación tal debería demostrar:
filme" de la crítica será respetuoso de la seducción narrativa. La
imprevisibilidad del final no será viólada, por el contrario termi- (
1) que el discurso crítico no intervien'e en el circuito mercan-
nará reforzada: "un final inesperado no desmentirá la factura y la til (en otros términos, elegir una pertinencia dentro del ci-
originalidaddel filme. . ." se nos dice. . clo económico);
El "contar el filme" o el "de lo que se trata" del discurso crí-
tico, un lugar de diferencias, se articula con otro componente, con K
2) la no pertinencia de su estatuto representativo (recurriendo
el "cómo está hecho". Esto último es el espacio de atribución de para eso a una teoría de la representación);
cualidades, allí donde se operan las comparaciones, el juego de
valores. 3) que el modelo de los tres componentes que hemos presenta-
La puesta en valor de los filmes está estructurada en torno de do no es general ni consistente (para eso habrá que recurrir
ejes diversos, que la historia ha visto cambiar, y que varían tam- a una teoría del discurso);
bién dentro de la extensión sincrónica del discurso crítico. Antes,
4) que 10 que llamamos "puesta en valor" no está ligado a ta-
ahora, aquí o allá, varían los matices y las modulaciones, tendien-
xonomías culturales existentes y exteriores al discurso
tes, en definitiva, a trazar un diagrama componencial del cual se
critico (para lo cual será necesario recurrir a un modelo del
deberá encontrar la resultante, que, se sabe, deberá poseer intensi-
funcionamiento de la cultura).
dad, dirección y sentido. La atomización que produce la crítica no
dejará de mostrar sus consecuencias: pasa por la severa violencia del
adjetivo; califica. Si todo esto se hace posible, se habrá avanzado un pequeño
La trama discursiva de la crítica ordena, atribuye lugares; no paso hacia la constitución del discurso de la crítica cinematográfi-
organiza otro universo discursivo, como lo hacen los metalenguajes ca como objeto críticamente aprehensible.
científicos; organiza por su acción, un universo de relaciones mercan-
tiles a través de una oscura relación referencial. Resumen y puesta en
valor se articulan finalmente con un tercer componente, de carácter
conclusivo. Su objetivo será responder a un "por qué" del filme. La

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