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La doctrina nacional ha considerado que los elementos del Estado son tres: la población, el
territorio, y el poder público o autoridad; no obstante, otro autores, como Vladimiro Naranjo
Mesa, estiman que es necesario incluir un cuarto elemento del Estado, sin el cual este ente
no llega a configurarse con la plenitud de sus atributos: el reconocimiento de su soberanía
por otros Estados.
Estudiemos, pues, cada uno de estos elementos, los cuales han quedado involucrados en la
definición que de Estado en sentido amplio hemos dado.
SOCIEDAD: Tiene una connotación muy amplia, representa el género del cual
pueden darse muchas especies. Comprende cualquier conglomerado humano, no
importa su forma, modalidad, extensión o grado de desarrollo. En términos generales
puede definirse como una reunión de hombres que llevan una vida común. La
sociedad resulta de la propia naturaleza humana: el hombre, por naturaleza es un ser
social.
a) El suelo
b) El subsuelo
c) El espacio aéreo
d) La órbita geoestacionaria
e) El Espectro electromagnético
f) El mar territorial
g) Zona contigua
h) Zona económica exclusiva
i) La plataforma submarina
Frente a la distribución del poder en razón de las funciones del Estado, tesis desarrollada por
Montesquieu a partir del principio de la separación de poderes, la organización de un Estado
también lleva a plantearse si el ejercicio del poder y de las respectivas funciones públicas se
distribuyen o no desde el punto de vista territorial. Es decir, si el poder se concentra
exclusivamente en manos del Estado o si, por el contrario, se distribuye entre él y las diversas
comunidades.
Esta división territorial encuentra su fundamento en dos razones principales, por una parte,
una razón práctica consistente en la imposibilidad física de resolver todos los asuntos desde
el centro del Estado, esto es, desde la capital, y por otra, una razón política relacionada con
la existencia de necesidades locales respecto de las cuales las comunidades que habitan los
diferentes sectores territoriales ejercen presión sobre el Estado para que este les permita
resolver directamente esas necesidades que ellas mismas viven y conocen.
La existencia o no de las mencionadas divisiones del territorio estatal dan lugar a diferentes
modelos de organización estatal, según que las relaciones entre las divisiones territoriales y
el Estado y entre las autoridades nacionales y locales sean de menor o mayor dependencia, o
de mayor o menor autonomía. Las clases de Estado que de allí resultan son dos básicamente:
el Estado federal y el Estado Unitario.
CARACTERISTICAS:
Sin embargo, en la práctica el Estado unitario difícilmente se presenta, pues hay una serie de
matices que regulan las relaciones entre las autoridades centrales y las locales, estos matices
se derivan de los conceptos de centralización, desconcentración, delegación,
descentralización, centralización política y descentralización administrativa y de los
controles que existen en esas situaciones.
Elementos:
a) Necesidades locales
b) Personería Jurídica
c) Autonomía Presupuestal y Financiera
d) Autonomía Administrativa
e) Autoridades Locales
f) Control del poder central
Elementos:
Pues bien en Colombia, tanto en la Constitución de 1886, como en la de 1991, se buscó una
organización intermedia entre el sistema federal y el centralismo absoluto, mediante la
fórmula conocida como “centralización política y descentralización administrativa”. Esta
fórmula está implementada en la Constitución del 91 así: “Colombia es un Estado Social de
Derecho, organizado en forma de república unitaria, descentralizada…”
Esta fórmula jurídico-política quiere decir que las funciones políticas quedan centralizadas,
mientras que la función administrativa es objeto de descentralización. En otras palabras, el
Estado se reserva el ejercicio de las funciones constituyente, legislativa y jurisdiccional,
mientras que la función administrativa la comparte con las secciones o provincias.
Por ello la rama legislativa está conformada solamente por el Congreso, con sus dos cámaras,
sin que existan organismos regionales de carácter legislativo. A su vez, la rama jurisdiccional
también está centralizada, es decir en manos del Estado, aunque desconcentrada
territorialmente. La rama administrativa está descentralizada, pero no totalmente en
Departamentos y Municipios, toda vez que, parte de esta función se otorga a las entidades
territoriales, pero el Estado se reserva otra parte, la más importante, al conservar las funciones
del Presidente, los ministros y demás autoridades administrativas nacionales.
LA ADMINISTRACION NACIONAL
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El art. 39 de la Ley 489 de 1998 establece que: “La Administración Pública se integra por los organismos que
conforman la Rama Ejecutiva del Poder Público y por todos los demás organismos y entidades de naturaleza
pública que de manera permanente tienen a su cargo el ejercicio de las actividades y funciones administrativas
o la prestación de servicios públicos del Estado colombiano.”
A.1. La Presidencia de la República (art. 56 Ley 489 de 1998)
La presidencia de la república está integrada por el despacho del presidente, del cual
dependen algunas consejerías, secretarías y la casa militar, así como algunos programas, y
los despachos del vicepresidente, del director del departamento, del subdirector del
departamento y algunos órganos de asesoría y coordinación.
La Constitución Política creó la figura del vicepresidente, prevista en los artículos 202 a 205,
elegido por votación popular el mismo día y en la misma fórmula con el presidente,
encargado de reemplazarlo en sus faltas temporales o absolutas. Además de acuerdo con el
artículo 56 de la Ley 489 de 1998 el presidente podrá confiarle misiones o encargos
especiales y designarlo en cualquier cargo de la rama ejecutiva.
A.3. Los consejos superiores de la administración (son supraministeriales, por ello resultan
ubicados en la cúpula de la rama ejecutiva del poder público, después de la presidencia de la
república).
El parágrafo 2 del art. 38 de la Ley 489 determina que forman parte del sector central de la
rama ejecutiva del poder público los consejos superiores de la administración, los cuales
cumplen funciones de asesoría, coordinación, dirección, decisión o regulación,
especialmente en materia económica, para toda la administración o parte de ella.
La Ley no define el concepto de ministerio. Sin embargo, con apoyo en la doctrina podemos
decir que son organismos de la administración nacional central que siguen en importancia a
la presidencia de la república y que están encargados de dirigir y coordinar un conjunto de
servicios públicos,
El artículo 66 de la ley 489 de 1998 define a las superintendencias como organismos creados
por la ley y que dentro de los límites de la autonomía administrativa y financiera que la misma
les señala, cumplen funciones de inspección y vigilancia atribuidas por la Ley o mediante
delegación que haga el presidente de la república.
De acuerdo con los artículos 67 y 82 de la Ley 489 de 1998, se trata de entidades públicas
con autonomía administrativa y financiera, encargadas de formular y ejecutar programas
especiales, propios de un ministerio o de un departamento administrativo.
B.- SECTOR DESCENTRALIZADO POR SERVICIOS: Este sector está compuesto por
un conjunto de entidades públicas creadas o autorizadas por la ley, con personería jurídica, a
las cuales se le traslada el ejercicio de funciones públicas, la producción de bienes o la
prestación de determinados servicios públicos a cargo del Estado. Por gozar de personalidad
jurídica tiene los atributos propios de las personas jurídicas en general, esto es, nombre,
domicilio, nacionalidad, capacidad y patrimonio.
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Las que tienen personería jurídica son entidades descentralizadas del orden nacional.
De acuerdo con la Ley, son entidades descentralizadas por servicios del orden nacional, las
siguientes:
B.1. Los establecimientos públicos. El artículo 70 de la Ley 489 de 1998 define los
establecimientos públicos como “organismos encargados principalmente de atender
funciones administrativas y de prestar servicios públicos conforme a las reglas del Derecho
Público, que reúnen las siguientes características:
a) Personería jurídica;
c) Patrimonio independiente”
1) INPEC
2) IGAC
3) Hospital Militar Central
4) SENA
5) ICBF
6) Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA)
7) ICA
8) INVIAS
9) ESAP
El artículo 85 de la Ley 489 de 1998 dice que las Empresas Industriales y Comerciales del
Estado “son organismos creados por la ley o autorizados por ésta, que desarrollan actividades
de naturaleza industrial o comercial y de gestión económica conforme a las reglas del
Derecho Privado, salvo las excepciones que consagra la ley, y que reúnen las siguientes
características:
a) Personería jurídica
c) Capital independiente”
Conforme a lo previsto en el artículo 82 de la Ley 489 de 1998, son entidades públicas con
personería jurídica y con autonomía administrativa y patrimonial, que tienen a su cargo
cumplir las funciones de inspección, vigilancia y control que el Presidente de la República
le delegue al Superintendente o las que de manera especial le atribuya la ley.
Conforme a lo previsto en el artículo 82 de la Ley 489 de 1998, son entidades públicas con
personería jurídica y con autonomía administrativa y patrimonial, que tienen a su cargo
cumplir o ejecutar programas propios de un ministerio o de un departamento administrativo.
1) DIAN
2) La Aeronáutica Civil
3) La Contaduría General de la Nación
4) Migración Colombia
5) La Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado
6) La Agencia Nacional de Contratación Pública – Colombia Compra Eficiente
De acuerdo con lo previsto en el art. 83 de la Ley 489 de 1998, son entidades públicas, con
personería jurídica, y por lo tanto, con autonomía administrativa y patrimonial, para la
prestación en forma directa de servicios de salud, conforme a las reglas previstas en la Ley
100 de 1993, la Ley 344 de 1996 y la Ley 489 de 1998.
B.6. Las Empresas Oficiales de Servicios Públicos Domiciliarios.
Conforme a lo previsto en el art. 84 de la Ley 489 de 1998, son entidades públicas, con
personería jurídica, y por lo tanto, con autonomía administrativa y patrimonial, para la
prestación en forma directa de servicios públicos domiciliarios, conforme a las reglas
previstas en la Ley 142 de 1994a Ley 489 de 1998.
Conforme a lo previsto en el art. 68 de la Ley 489 de 1998, son entidades organizadas como
corporaciones civiles sin ánimo de lucro, de carácter público pero sometidas a las reglas de
derecho privado, con autonomía administrativa y patrimonial, cuyo propósito es la
realización y divulgación de estudios científicos y el desarrollo tecnológico, dirigidos al
mejoramiento del nivel de vida.
Ejemplos:
Conforme a lo previsto en el art. 95 de la Ley 489 de 1998, son personas de derecho público
creadas mediante contrato de sociedad celebrado exclusivamente entre entidades públicas,
con personería jurídica, y por lo tanto, con autonomía administrativa y patrimonial, que
desarrollan actividades de naturaleza industrial o comercial y de gestión económica conforme
a las reglas del derecho privado, salvo las excepciones que consagra la ley.
El art. 97 de la Ley 489 de 1998 las define como los “organismos autorizados por la ley,
constituidos bajo la forma de sociedades comerciales con aportes estatales y de capital
privado, que desarrollan actividades de naturaleza industrial o comercial conforme a las
reglas de Derecho Privado, salvo las excepciones que consagra la ley.”
1) La previsora S.A.
2) Banco de Comercio Exterior de Colombia S.A. “BANCOLDEX”
3) Fondos Ganaderos
4) Artesanías de Colombia S.A.
5) El Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario “FINAGRO”
6) Financiera del Desarrollo Territorial S.A. “FINDETER”
B.10. Las demás entidades administrativas nacionales con personería jurídica que cree,
organice o autorice la ley para que formen parte de la rama ejecutiva del poder público.
Ejemplos:
Sobre algunas de las entidades que integran este grupo, la Corte Constitucional y el Consejo
de Estado consideran que por su reconocimiento directo de la Constitución no forman parte
de ninguna de las ramas del poder público, de tal manera que constituyen órganos autónomos
e independientes, de aquellos a que se refiere el artículo 113 de la Carta y, por consiguiente,
cada una de ellas constituye una nueva parte de la Estructura del Estado; no obstante, esta
postura no es unánime pues existen voces que expresan disidencias al respecto. El debate
está abierto.
A) BANCO DE LA REPUBLICA
1) Regular la moneda
2) Regular los cambios internacionales
3) Ser prestamista de última instancia y banquero de los establecimientos de crédito
4) Y servir como agente fiscal del gobierno
El artículo 69 de la Constitución ordena que la ley establezca un régimen especial para las
universidades del Estado. En desarrollo de esta norma constitucional, la le ley 30 de 1992,
con sus respectivas modificaciones, consagra ese régimen especial y estatuye en su artículo
57 que “las universidades estatales u oficiales deben organizarse como entes universitarios
autónomos”, vinculados al Ministerio de Educación Nacional y con las siguientes
características: personería jurídica; autonomía académica, administrativa y financiera,
patrimonio independiente y podrán elaborar y manejar su presupuesto, de acuerdo con las
funciones que les correspondan.
Actualmente existen 26, entre las cuales podemos citar las siguientes:
1) Corporación Autónoma Regional del Valle del Sinú y San Jorge (CVS)
2) Corporación Autónoma Regional de la Orinoquía (Corporinoquía)
3) Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS)
4) Corporación Autónoma Regional del Cesar (Corpocesar)
LOS DEPARTAMENTOS.
LAS REGIONES.
La C.Pol. Prevé en su art. 306 que dos o más departamentos podrán constituirse en regiones
administrativas y de planificación, con personería jurídica, autonomía y patrimonio propio,
cuyo objeto principal será el desarrollo económico y social del respectivo territorio.
LOS MUNICIPIOS
El artículo 1 de la Ley 136 de 1994 define el municipio como: “la entidad territorial
fundamental de la división político administrativa del Estado, con autonomía política, fiscal
y administrativa dentro de los límites que le señalen la Constitución y la ley y cuya finalidad
es el bienestar general y el mejoramiento de la calidad de vida de la población en su
respectivo territorio.”
El artículo 3 de la Ley 136 de 1994 (modificado por el art. 6 de la Ley 1551 de 2012) precisa
un poco más estas funciones.
EL ALCALDE.
CALIDADES. Para ser elegido alcalde se requiere ser ciudadano colombiano en ejercicio y
haber nacido o ser residente en el respectivo municipio o la correspondiente área
metropolitana durante el año anterior a la fecha de su inscripción como candidato, o durante
un período mínimo de tres años consecutivos en cualquier época
LAS PROVINCIAS.
La misma norma prevé que la ley dictará el estatuto básico y fijará el régimen administrativo
de las provincias que podrán organizarse para el cumplimiento de las funciones que les
deleguen entidades nacionales o departamentales y que les asignen la ley y los municipios
que las integran.
Las provincias serán creadas por ordenanza, a iniciativa del gobernador, de los alcaldes de
los respectivos municipios o del número de ciudadanos que determine la ley.
LOS DISTRITOS.
El artículo 319 de la C.Pol. que cuando dos o más municipios tengan relaciones económicas,
sociales y físicas, que den al conjunto características de un área metropolitana, podrán
organizarse como entidad administrativa encargada de las siguientes funciones:
Las áreas metropolitanas están reguladas en la Ley 128 de 1994. En el artículo 1 de esta se
define a estas entidades como: “entidades administrativas formadas por un conjunto de dos
o más municipios integrados alrededor de un municipio núcleo o metrópoli, vinculados entre
sí por estrechas relaciones de orden físico, económico y social, que para la programación y
coordinación de su desarrollo y para la racional prestación de sus servicios públicos requiere
una administración coordinada.”
LA ACTIVIDAD DE LA ADMINISTRACIÓN
MECANISMOS JURÍDICOS DE LA ACTUACIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN. Desde
el punto de vista jurídico la actividad de la administración se realiza por intermedio de varios
mecanismos: los actos, los hechos, las operaciones, las vías de hecho y las omisiones.
Dice el maestro Libardo Rodríguez, que esta clasificación tuvo vigencia en la primera etapa
de la evolución del derecho administrativo, en el siglo XIX, y de su aplicación resultaba que
los actos administrativos eran solo los de poder o autoridad, pues a ellos se aplicaba el
derecho administrativo y la jurisdicción administrativa, mientras que los de gestión se
consideraban actos privados, sometidos al derecho privado y a la jurisdicción común.
LOS ACTOS DE SERVICIO PÚBLICO. Son aquellos que se relacionan directamente con
esa actividad tendente a satisfacer una actividad de interés general. Ej, el acto mediante el
cual se establecen las tarifas de cualquier servicio.
LOS ACTOS AJENOS AL SERVICIO PÚBLICO. Son aquellos que no tienen relación
directa con las actividades de servicio. Por ejemplo, la contratación de un pintor para la
realización de un cuadro que adornará algún despacho público.
A finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX el derecho administrativo giraba en torno
a la noción de servicio público. Así, durante esa época los actos administrativos eran
únicamente los relacionados con el servicio público, mientras que los actos ajenos a ese
servicio se consideraban actos de derecho privado de la administración.
LOS ACTOS PLURILATERALES. Son los que requieren el consentimiento de más de dos
personas, como los expedidos por cuerpos colegiados como las asambleas y los concejos. Sin
embargo, en estricto sentido, según el punto de vista que estamos aplicando, esto actos son
unilaterales porque a pesar de que intervienen varias voluntades, en definitiva expresan una
sola voluntad que es la voluntad del Estado o de la administración, de acuerdo con el régimen
de mayorías aplicable para tomar la decisión.
LOS ACTOS REGLADOS. Son aquellos que expide la autoridad en cumplimiento estricto
de un mandato de ley, la cual no le otorga facultad de tomar decisiones opcionales. Ej. El
acto por el cual la administración le confiere a una persona el derecho a pensión de jubilación
es un acto reglado, porque si el peticionario reúne los requisitos que la ley exige para gozar
de ese derecho, la autoridad no tiene otro camino que concederlo.
LOS ACTOS DISCRECIONALES. Son los que expide la autoridad en aquellos casos en que
la ley le otorga opciones frente a la decisión que puede tomar. Ej. El artículo 213 de la
Constitución Política le confiere al presidente de la república la “facultad” de decretar el
estado de conmoción interior; pero ello no quiere decir que reunidos los presupuestos
previstos en la norma el presidente tenga necesariamente que decretarlo, sino que él puede
hacerlo o no hacerlo, de acuerdo con las consideraciones de conveniencia y oportunidad que
las circunstancias ameriten.
ACTOS SIMPLES. Son aquellos que requieren una sola actuación jurídica para su
expedición. Ej. El nombramiento de un ministro.
ACTOS NACIONALES. Son los expedidos por autoridades del orden nacional y que, en
principio, tienen vigencia en todo el territorio de la república. Ej. Decretos del presidente de
la república, las resoluciones de un ministro, y los acuerdos de la junta directiva de un
establecimiento público nacional.
ACTOS LOCALES. Son los dictados por autoridades que tienen competencia territorial,
como las autoridades de carácter departamental, distrital, municipal o metropolitano y que
tienen eficacia únicamente en el territorio al cual pertenece la autoridad que lo dicta. Tal es
el caso de las ordenanzas de las asambleas y de los acuerdos concejos municipales.
LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS. De acuerdo con la jerarquía, son los que se encuentran
en un grado jerárquico inferior a la ley, por ser expedidos con fundamento o en desarrollo de
ella.
LOS SUJETOS: Se concretan tanto en el órgano competente para dictarlo como en el sujeto
sobre quien recae la decisión, identificándose, entonces, un sujeto activo (la autoridad u
órgano administrativo que emite la decisión) y un sujeto pasivo (el destinatario de dicha
decisión.
PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
El artículo 4 de la Ley 1437 de 2011 establece las diferentes formas de inicio de las
actuaciones administrativas al interior de los procedimientos administrativos. El artículo en
cuestión determina que las actuaciones administrativas podrán iniciarse: 1) Por quienes
ejerciten el derecho de petición, en interés general, 2) Por quienes ejerciten el derecho de
petición, en interés particular; 3) Por quienes obren en cumplimiento de una obligación o
deber legal; y 4) Por las autoridades, oficiosamente.
Este derecho fundamental ha sido desarrollado por el legislador en la Ley 1755 de 2015, su
ejercicio ciudadano es público y gratuito, y puede realizarse sin necesidad de representación
por parte de abogado, o de persona mayor cuando se trate de menores en relación en relación
con las entidades dedicadas a su protección o formación (no reconoce el legislador la potestad
a los menores de edad para ejercer el derecho de petición directamente).
a) La formulación de la petición
Cualquier persona
Por cualquier medio entendible para el funcionario estatal (verbal, escrita, vía
electrónica, etc).
Es obligación para las autoridades recibir cualquier petición sin necesidad de invocar
expresamente el derecho (art. 13 inc. 2 del C.P.A.C.A.).
La petición debe ser respetuosa, clara, no reiterativa, adecuada y completa (art. 19
C.P.A.C.A.)
i.- La petición puede ser de interés individual o colectivo: el primero se refiere a aquellas
reclamaciones individuales que buscan el reconocimiento de la administración o del Estado,
de un derecho subjetivo de la persona (derecho de petición en interés particular); el segundo
se refiere a las reclamaciones que buscan obtener pronunciamientos administrativos en torno
a los derechos colectivos y difusos, o la adopción de medidas económicas, sociales o
administrativas que afectan al conglomerado social por igual (derecho de petición en interés
general).
iv.- También establece el art. 28 C.P.A.C.A. otra variedad del derecho de petición, esto es, la
petición de consulta, por medio del cual los ciudadanos pueden obtener un concepto sobre la
interpretación del ordenamiento jurídico, con la aclaración de que dichos conceptos no
obligan a la administración, no son actos administrativos y los particulares no están obligados
a aceptarlos (no son susceptibles de recursos).
v.- Ahora bien, dependiendo del contenido o materia de que trate la solicitud, asimismo la
calidad de la persona que la instaure (v. gr. Un periodista), a una petición se le puede dar
atención prioritaria o preferente en los términos del art. 20 inciso 1 del C.P.A.C.A.; en el
mismo sentido, el inciso segundo del precitado artículo consagra lo que se denomina
“peticiones cautelares de urgencia”, lo anterior con el fin de brindar protección inmediata a
derechos fundamentales como los de: salud, seguridad personal, vida o integridad personal
del destinatario de la medida solicitada.
b) La pronta resolución
La resolución debe ser sustancial, es decir, una resolución material sin importar el sentido de
la misma. No solo que haya una respuesta, sino que haya una resolución del asunto solicitado,
lo cual no implica que la decisión se favorable, sino que se tome una posición de fondo, clara
y precisa por el competente.
Por último, para que realmente se satisfaga el derecho de petición, es indispensable que la
decisión de la administración sea dada a conocer, a través de los mecanismos establecidos
legalmente, a las personas interesadas.
Conforme a la constitución de 1991, pueden ser objeto del derecho de petición, tanto las
autoridades públicas, como las organizaciones privadas y las organizaciones internacionales.
En este sentido, podrán ser objeto del ejercicio del derecho de petición, entre otras,
organizaciones privadas con o sin personería jurídica, tales como: sociedades, corporaciones,
fundaciones, asociaciones, organizaciones religiosas, cooperativas, instituciones financieras
o clubes.
Según el art. 33 del C.P.A.C.A. pueden instaurarse peticiones ante: a) las Cajas de
Compensación Familiar, b) las Instituciones del Sistema de Seguridad Social Integral; c) las
entidades que conforman en sistema financiero y bursátil y d) las empresas de servicios
públicos domiciliarios.
En concordancia con lo anterior, también es posible elevar peticiones ante organizaciones
internacionales.
INICIACIÓN DE OFICIO
De conformidad con lo establecido en el numeral 4 del art. 4 de la Ley 1437 de 2011, las
actuaciones administrativas podrán iniciarse de oficio. Se presenta esta figura (iniciación
oficiosa de una actuación administrativa) en todos aquellos eventos en que por la sola
voluntad de la administración se da inicio al procedimiento administrativo. (ej. Para
sancionar una infracción o adoptar cualquier otra medida con efectos jurídicos).
La principal obligación que emana para la administración que inicia oficiosamente una
actuación administrativa es comunicar su existencia de manera oportuna, con el propósito de
que se garantice el debido proceso, el derecho de defensa, y la contradicción, evitando el
adelantamiento de procedimientos oscuros o a espalda de los interesados.
A través del ejercicio de las acciones de tutela, popular o de cumplimiento, el juez puede
impartir órdenes a las autoridades de todos los niveles con el propósito de iniciar una
actuación administrativa o adoptar una determinada decisión en procura de proteger ese tipo
de derechos.
Los recursos contra los actos presuntos podrán interponerse en cualquier tiempo, salvo en el
evento en que se haya acudido ante el juez.
SILENCIO ADMINISTRATIVO
Tan cierto es lo anterior, que si nos aproximamos al concepto de acto administrativo estamos
ante la carencia absoluta de manifestación de voluntad del órgano que ejerce funciones
administrativas.
El artículo 83 de la Ley 1437 de 2011 establece que procede el silencio negativo cuando han
“Transcurridos tres (3) meses contados a partir de la presentación de una petición sin que
se haya notificado decisión que la resuelva, se entenderá que esta es negativa.”
OTRAS PETICIONES. De otra parte, establece el inciso segundo del precitado art. 83 que
“En los casos en que la ley señale un plazo superior a los tres (3) meses para resolver la
petición sin que esta se hubiere decidido, el silencio administrativo se producirá al cabo de
un (1) mes contado a partir de la fecha en que debió adoptarse la decisión.” (v.gr. solicitudes
en materia pensional – ver sentencia T-237 de 2016).
De otra parte, resulta claro que, a la luz de nuestra jurisprudencia administrativa, el silencio
administrativo no es absoluto, e igualmente que a través de los actos fictos que de él emanen
no cualquier tipo de cosas o de supuestos de derecho pueden ser reconocidos, como
consecuencia de la omisión de pronunciamiento de la administración.
Por último, el numeral 35 del art. 48 de la Ley 734 de 2002 tipifica como falta disciplinaria
gravísima para los servidores públicos, la de “Dar lugar a la configuración del silencio
administrativo positivo”.
1. Cuando contra ellos no proceda ningún recurso, desde el día siguiente al de su notificación,
comunicación o publicación según el caso.
3. Desde el día siguiente al del vencimiento del término para interponer los recursos, si estos
no fueron interpuestos, o se hubiere renunciado expresamente a ellos.
Desde ese punto de vista la firmeza del acto administrativo constituye el punto límite o de
partida de la eficacia real del acto: nos permite visualizar el momento primario a partir del
cual se presume la plena configuración de la legalidad de la decisión de la administración, y
emana la obligación constitucional y legal de hacer cumplir lo dispuesto en la providencia
administrativa. A ninguna otra conclusión se puede llegar si entendemos en su contexto lo
dispuesto en el art. 89 de la Ley 1437 de 2011 que regula propiamente las actuaciones
administrativas posteriores al momento en que el acto se hace definitivamente obligatorio,
actuaciones que podríamos llamar de ejecutoriedad o eficacia normal del acto administrativo.
Dice el art. 89 del C.P.A.C.A.: “Salvo disposición legal en contrario, los actos en firme serán
suficientes para que las autoridades, por sí mismas, puedan ejecutarlos de inmediato. En
consecuencia, su ejecución material procederá sin mediación de otra autoridad. Para tal
efecto podrá requerirse, si fuere necesario, el apoyo o la colaboración de la Policía
Nacional.”
También llamada por la doctrina como alteraciones a la normal eficacia del acto
administrativo.
“Salvo norma expresa en contrario, los actos administrativos en firme serán obligatorios
mientras no hayan sido anulados por la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo.
Perderán obligatoriedad y, por lo tanto, no podrán ser ejecutados en los siguientes casos:
3. Cuando al cabo de cinco (5) años de estar en firme, la autoridad no ha realizado los actos
que le correspondan para ejecutarlos.
De la norma en cita se desprende una causal genérica que afecta la fuerza ejecutoria de los
actos administrativos y por tanto la eficacia de los mismos, es la declaratoria de nulidad
decretada por la jurisdicción contenciosa administrativa.
Por otra parte, el numeral primero del artículo 91 establece la pérdida de fuerza ejecutoria
cuando la jurisdicción de lo contencioso administrativo suspende provisionalmente el acto
mientras decide definitivamente sobre su legalidad.
El cuarto numeral se refiere a que la fuerza ejecutoria de un acto administrativo está sujeta a
un hecho futuro e incierto que de materializarse o cumplirse, produciría de inmediato una
interrupción definitiva de la eficacia del acto administrativo.
La causal quinta según el maestro Jaime Orlando Santofimio Gamboa recoge la totalidad de
eventos de perdida de fuerza ejecutoria, tanto el decaimiento, como la nulidad como el
cumplimiento de la condición resolutoria; y otras especificas no enlistadas en el artículo 91
como la derogatoria del acto o la revocación del mismo.
LA REVOCATORIA DIRECTA
En los términos de este artículo 93, “los actos administrativos deberán ser revocados por las
mismas autoridades que los hayan expedido o por sus inmediatos superiores jerárquicos o
funcionales, de oficio o a solicitud de parte, en cualquiera de los siguientes casos:
2. Cuando no estén conformes con el interés público o social, o atenten contra él.
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CAUSA O MOTIVO: Hace referencia a los fundamentos fácticos y jurídicos tenidos en cuenta por la
autoridad para la expedición del acto, es decir, las normas jurídicas y los hechos objetivos, anteriores
y exteriores al acto y cuya existencia lleva al autor del acto a dictarlo.
El artículo 94 de la Ley 1437 de 2011, consagra la improcedencia de la revocatoria directa
por haber instaurado los recursos en sede administrativa y por caducidad del medio de control
en relación con el acto objeto de revocación. Dice el artículo 94: “La revocación directa de
los actos administrativos a solicitud de parte no procederá por la causal del numeral 1 del
artículo anterior, cuando el peticionario haya interpuesto los recursos de que dichos actos
sean susceptibles, ni en relación con los cuales haya operado la caducidad para su control
judicial.”
Ahora bien, la administración si tiene un término perentorio para contestar: “Las solicitudes
de revocación directa deberán ser resueltas por la autoridad competente dentro de los dos
(2) meses siguientes a la presentación de la solicitud.”
De manera clara dispone el inciso final del artículo 95 de la Ley 437 de 2011, que: “Contra
la decisión que resuelve la solicitud de revocación directa no procede recurso.”. Si se
aceptara la procedencia de recursos contra la decisión que resuelve la solicitud de revocatoria
directa, ello traería como consecuencia revivir términos y reabrir la oportunidad para
instaurar recursos, lo cual generaría inestabilidad para la administración y una cadena
ilimitada de recursos.
“Ni la petición de revocación de un acto, ni la decisión que sobre ella recaiga revivirán los
términos legales para demandar el acto ante la Jurisdicción de lo Contencioso
Administrativo, ni darán lugar a la aplicación del silencio administrativo.”
Procede la revocatoria oficiosa, incluso, contra aquellos actos administrativos respecto de los
cuales el peticionario haya ejercitado los recursos en sede administrativa. El art. 93 limita la
revocatoria para el peticionario, no para la administración cuando actúa oficiosamente.
Dice el art. 97 del C.P.A.C.A.: “Salvo las excepciones establecidas en la ley, cuando un acto
administrativo, bien sea expreso o ficto, haya creado o modificado una situación jurídica de
carácter particular y concreto o reconocido un derecho de igual categoría, no podrá ser
revocado sin el consentimiento previo, expreso y escrito del respectivo titular.”
La norma agrega en su inciso tercero que: “Si la Administración considera que el acto ocurrió
por medios ilegales o fraudulentos lo demandará sin acudir al procedimiento previo de
conciliación y solicitará al juez su suspensión provisional.” Es decir, en casos de posibles
conductas delictivas, la norma habilita a la administración para acudir a la jurisdicción
contenciosa y solicitar medidas cautelares, expresamente la suspensión provisional. Lo
anterior sin tener que acudir al requisito de la conciliación prejudicial, pues lo delictual no
puede ser conciliado.
Sin embargo la ley y la jurisprudencia han desarrollado esa causal general de ilegalidad,
estableciendo varias formas mediante las cuales un acto o una actuación pueden violar una
norma jurídica superior. Así generalmente se clasifican las causales de ilegalidad en las
siguientes:
Esta causal puede darse por violación de cualquiera de los elementos que integran la
competencia, que, como veremos, son el material, el territorial, y el temporal. La
incompetencia material como vicio del acto administrativo puede darse en los
siguientes casos: por el ejercicio de potestades de las que se carece y que están en
cabeza de otra autoridad administrativa; por el ejercicio de competencias inexistentes
para cualquier órgano de la administración; y por exceso en el ejercicio de las
potestades propias o delegadas.
a) puede consistir en que la ley exija unos motivos precisos para tomar una decisión
y el funcionario expida el acto sin que esos motivos se hayan presentado en la
práctica, caso en el cual se hable de la inexistencia de motivos legales o falta de
motivos. Ejemplo, para el otorgamiento de una pensión de jubilación se requiere la
presencia de ciertos requisitos en cuanto a la edad y años de trabajo del jubilado, de
manera que si se otorga una pensión a una persona que no ha reunido dichos
requisitos, el acto estará viciado por esta causal de ilegalidad.
b) puede consistir en que los motivos invocados por el funcionario para tomar la
decisión no han existido realmente, sea desde el punto de vista material, sea desde el
punto de vista jurídico. Se habla entonces de inexistencia de los motivos invocados,
de motivos erróneos, o de error de hecho o de derecho en los motivos. Como ejemplo
de error de hecho podemos citar el caso de un acto de la administración para cuya
expedición se invoca como fundamento una solicitud de un particular que no se ha
presentado. El error de derecho se presentará cuando el motivos invocado si existió
materialmente, pero ha sido mal apreciado por el funcionario, por ejemplo, se concede
una licencia a un empleado accediendo a una solicitud que realimente hizo, per en la
cual solicitaba sus vacaciones.
4) VICIOS EN LAS FORMALIDADES. Otro de los elementos de los actos
administrativos se refiere a las formalidades que deben cumplirse para su existencia
y validez. En efecto, cuando las autoridades ejercen sus competencias y producen
decisiones, deben hacerlo cumpliendo las formas y formalidades que la ley establece
para ello, lo cual constituye una garantía para los ciudadanos y un mecanismo de
eficiencia en la gestión de la administración. A la luz de ese elemento del acto
administrativo, esta causal de nulidad consiste en que el acto será ilegal si ha sido
expedido violando las formas y formalidades que establece la ley.
Esta causal está prevista en los artículos 137 y 138 del CPACA que se refieren a la
nulidad de los actos administrativos cuando hayan sido expedidos “en forma irregular,
o con desconocimiento del derecho de audiencia y defensa”.
LA RESPONSABILIDAD ADMINISTRATIVA
Según un principio tradicional del derecho, todo aquel que cause daño a otro debe repararlo.
Esta obligación de reparación se traduce en la responsabilidad del causante del daño, la cual
puede ser según esa tradición, de carácter penal o civil.
La responsabilidad penal se presenta cuando el hecho causante del daño consiste en una
conducta que el Estado ha tipificado como delito y se traduce en una responsabilidad frente
al Estado, quien en consecuencia, impone una pena al responsable para reparar el daño social
causado por su conducta ilícita. Su estudio corresponde al Derecho Penal.
Dentro del marco del Estado, más modernamente se habla también de otras clases de
responsabilidad, como la política, la disciplinaria y la fiscal. En el contexto anterior, cuando
se habla de responsabilidad administrativa se hace referencia a la responsabilidad civil, es
decir, patrimonial de las personas jurídicas públicas y excepcionalmente, de las personas
privadas cuando ejercen funciones públicas.
1) Una actuación de la administración: para que una persona pública pueda ser
considerada responsable de algo, debe haberse producido ante todo una actuación que
le sea imputable, es decir, una conducta de la cual esa persona pública haya sido
autora. Como ya lo sabemos, la administración actúa por medio de actos, hechos,
operaciones, vías de hecho y omisiones. Pero lógicamente, no todos los daños
producidos por esos mecanismos de actuación de la administración dan lugar a
responsabilidad, se requiere, en principio que la actuación pueda calificarse de
irregular.
En este sentido, existen muchos daños causados por la administración que son
completamente normales y que no pueden ser reprochables. Por ejemplo, si una
entidad pública destituye a un funcionario por causa legal y cumpliendo los
procedimientos exigidos por la ley, ese acto de destitución produce un daño o
perjuicio al funcionario destituido, pero es evidente que la administración no debe
correr con la reparación, pues ella actuó legalmente. Lo mismo ocurre cuando la
administración, por medio de un funcionario competente y cumpliendo todas las
normas aplicables al caso, cierra por la fuerza un establecimiento comercial, como un
restaurante, por no reunir los requisitos que las normas legales exigen para su
funcionamiento, caso en el cual se trata de una operación administrativa
completamente regular pese a que causa daños o perjuicios al propietario, pues es
evidente que este no obtendrá utilidades durante el tiempo de cierre y su imagen
comercial se verá deteriorada; sin embargo, el lógico que la administración no tendrá
por qué correr con las consecuencias de esa actuación suya completamente regular.
Adicionalmente debe tenerse en cuenta que el daño puede ser de tres clases:
a) Daño material, conformado por daño emergente y lucro cesante, es aquel que
atenta contra los bienes y los intereses de naturaleza económica, es decir, que
produce perjuicios cuantificables en dinero. Dentro de este concepto, el daño
emergente es aquel que se produce cuando un bien económico (dinero, cosas,
servicios) salió o saldrá del patrimonio de la víctima; por el contrario, hay lucro
cesante cuando un bien económico que debía ingresar en el curso normal de los
acontecimientos, no ingresó, ni ingresará en el patrimonio de la víctima.
Ejemplos:
En síntesis, mientras un ciudadano soporte las mismas cargas que los demás, nada
puede reclamarle al Estado, pero si llega a soportar una carga especial, surge el deber
de indemnizar a cargo de este último.
Ejemplos:
La Ley 270 de 1996 consagra en su artículo 65 el principio de responsabilidad estatal por los
daños antijurídicos que le sean imputables, causados por la acción u omisión de sus agentes
judiciales. En desarrollo de ese principio, la misma norma precisa que esa responsabilidad
puede darse por el defectuoso funcionamiento de la administración de justicia, por el error
jurisdiccional y por la privación injusta de la libertad.
En desarrollo del mandato constitucional el legislador ha expedido una serie de normas que
buscan definir el objeto de la jurisdicción contencioso administrativa.
Las últimas de ellas son los artículos 103, 104 y 105 del CPACA.
De acuerdo con esas disposiciones, el objeto de la jurisdicción puede mirarse desde dos
puntos de vista. El primero como su propósito o finalidad, que no es otro que “la
preservación del ordenamiento jurídico y la efectividad de los derechos reconocidos en la
Constitución y la ley”.
El segundo, como el campo de acción o catálogo de asuntos que son del conocimiento de la
Jurisdicción Contencioso Administrativa.
El artículo 104 de la Ley 1437 de 2011 incluye la regla general de los asuntos que
corresponden a la Jurisdicción Contenciosa esta jurisdicción y luego en forma detallada,
precisa algunos asuntos que podrían generar discusión. De igual forma, en el artículo 105 se
relacionan los asuntos cuyo conocimiento no corresponde a la Jurisdicción Contenciosa.
Por su parte, el inciso segundo de esta disposición, se consagran 7 numerales en los que se
comprenden otros asuntos cuyo conocimiento corresponde a la jurisdicción contenciosa.
Dice el texto citado:
2. Los relativos a los contratos, cualquiera que sea su régimen, en los que sea parte una
entidad pública o un particular en ejercicio de funciones propias del Estado.
3. Los relativos a contratos celebrados por cualquier entidad prestadora de servicios
públicos domiciliarios en los cuales se incluyan o hayan debido incluirse cláusulas
exhorbitantes.
4. Los relativos a la relación legal y reglamentaria entre los servidores públicos y el Estado,
y la seguridad social de los mismos, cuando dicho régimen esté administrado por una
persona de derecho público.
6. Los ejecutivos derivados de las condenas impuestas y las conciliaciones aprobadas por
esta jurisdicción, así como los provenientes de laudos arbitrales en que hubiere sido parte
una entidad pública; e, igualmente los originados en los contratos celebrados por esas
entidades.
7. Los recursos extraordinarios contra laudos arbitrales que definan conflictos relativos a
contratos celebrados por entidades públicas o por particulares en ejercicio de funciones
propias del Estado.
PARÁGRAFO. Para los solos efectos de este Código, se entiende por entidad pública todo
órgano, organismo o entidad estatal, con independencia de su denominación; las sociedades
o empresas en las que el Estado tenga una participación igual o superior al 50% de su
capital; y los entes con aportes o participación estatal igual o superior al 50%.”
Orientado por la necesidad de determinar reglas claras y precisas para definir las materias
sometidas al conocimiento de la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo, el artículo
105 del CPACA se ocupó de determinar expresamente los asuntos que por su naturaleza o
por el régimen que les resultaba aplicable NO HARÍAN PARTE DEL OBJETO DE LA
JURISDICCIÓN.
En este sentido el artículo 105 de la Ley 1437 establece bajo el título “excepciones”, aquellos
asuntos de los cuales no conocen los jueces administrativos en todos sus niveles, así:
Dice el inciso segundo del art. 107 del CPACA, que el Consejo de Estado ejercerá sus
funciones por medio de tres salas, integradas así: a) sala plena, conformada por todos sus
4
En esos casos, cuando se dan los presupuestos de atribución de funciones jurisdiccionales a autoridades
administrativas, sus providencias escapan al control contencioso administrativo, por constituir actuaciones
estrictamente jurisdiccionales.
5
Como regla general la actividad policiva de la administración es controlable por la Jurisdicción Contenciosa
Administrativa. Sin embargo una parte de aquella escapa al control de esta Jurisdicción Especializada, de
conformidad con el art. 105 num.3 del CPACA. Tal disposición encuentra respaldo en el artículo 116 de la
Carta Política que autoriza, excepcionalmente, la asignación de función jurisdiccional en materias precisas a
determinadas autoridades administrativas y que miradas las cosas desde un punto de vista formal, califica la
intervención de la autoridad policiva como la propia de un juez en tanto “define provisionalmente una
controversia o litigio”.
El Consejo de Estado ha mantenido una posición uniforme en el sentido de que en materia de policía, la regla
general es la naturaleza administrativa de las decisiones. Solamente cuando las autoridades diriman una
controversia entre dos partes en conflicto, previo un trámite especialmente regulado por la ley, se estará en
presencia de una decisión proferida en un juicio de policía, lo cual se sustrae al conocimiento de esta
jurisdicción.
En nuestro ordenamiento existen varios “juicios civiles de policía regulados por la ley” que escapan al control
de la jurisdicción de lo contencioso administrativo. Como tales se han calificado los procesos policivos para
amparar la posesión, la tenencia o la servidumbre, conflictos jurídicos entre particulares, relativos al ejercicio
de las servidumbres mineras y a la perturbación y despojo en la exploración y explotación mineras, por lo cual
las decisiones que adopten dichas autoridades administrativas tienen por excepción naturaleza judicial y no
administrativa
6
El art. 105 num. 4 del CPACA, mantiene la tradición jurídica, que viene de tiempo atrás, que atribuye el
conocimiento de los conflictos de los trabajadores oficiales del Estado a la Justicia del Trabajo, por tener origen
en una relación contractual.
miembros; b) sala de lo contencioso administrativo, integrada por 27 magistrados, y c) la sala
de consulta y servicio civil, integrada por 4 magistrados.
También tendrá una sala de gobierno conformada por el Presidente y el Vicepresidente del
Consejo de Estado y por los Presidentes de la Sala de Consulta y Servicio Civil y de las
secciones de la Sala de lo Contencioso Administrativo.
De otro lado, de acuerdo con el artículo 108 de la Ley 1437 el presidente del Consejo Estado
será elegido para un periodo de un año, y podrá ser reelegido indefinidamente. El
Vicepresidente encargado de reemplazar al presidente en sus faltas temporales, también será
elegido para un periodo de un año. Finalmente cada sala o sección elegirá a un presidente por
un año, que podrá ser reelegido indefinidamente.
Las atribuciones de la sala plena están consagradas en el artículo 109 del CPACA (leer por
favor).
La forma como está integrada la sala de lo contencioso administrativo del Consejo de Estado se
encuentra consagrada en el artículo 110 de la Ley 1437 de 2011, así: “La Sala de lo Contencioso
Administrativo se dividirá en cinco (5) secciones, cada una de las cuales ejercerá separadamente las
funciones que de conformidad con su especialidad y cantidad de trabajo le asigne la Sala Plena del
Consejo de Estado, de acuerdo con la ley y el reglamento interno de la Corporación y estarán
integradas de la siguiente manera:
La Sección Segunda se dividirá en dos (2) subsecciones, cada una de las cuales estará integrada por
tres (3) Magistrados.
La Sección Tercera se dividirá en tres (3) subsecciones, cada una de las cuales estará integrada por
tres (3) Magistrados.
Sin perjuicio de las específicas competencias que atribuya la ley, el Reglamento de la Corporación
determinará y asignará los asuntos y las materias cuyo conocimiento corresponda a cada sección y
a las respectivas subsecciones.
PARÁGRAFO. Es atribución del Presidente del Consejo de Estado, resolver los conflictos de
competencia entre las secciones de la Sala de lo Contencioso de la Corporación”.
Ahora bien, el artículo 13 del acuerdo 58 de 1999 emanado del Consejo de Estado, modificado por el
artículo 1 del acuerdo 55 de 2003, distribuyó los procesos de que conocen las diferentes secciones de
la sala de lo contencioso administrativo del Consejo de Estado, atendiendo el criterio de la
especialización, de la siguiente manera:
SECCIÓN PRIMERA:
1. Los procesos de simple nulidad de actos administrativos que versen sobre asuntos no asignados
expresamente a otras secciones.
2. Los procesos de nulidad y restablecimiento del derecho que versen sobre asuntos no asignados a
otras secciones.
3. El recurso extraordinario de revisión contra las sentencias de única instancia dictadas por los
tribunales administrativos, en asuntos relacionados con la competencia de esta sección.
5. El recurso de apelación contra las sentencias de los Tribunales sobre pérdida de investidura.
6. Las acciones de tutela que sean de competencia del Consejo de Estado, en un diez por ciento (10%)
del total.
7. Las acciones populares con excepción de las que se atribuyan a la Sección Tercera de lo
Contencioso Administrativo.
8. Todos los demás, para los cuales no exista regla especial de competencia.
SECCIÓN SEGUNDA
1. Los procesos de simple nulidad de actos administrativos que versen sobre asuntos laborales.
3. El recurso extraordinario de revisión contra las sentencias de única instancia dictadas por los
tribunales administrativos, en asuntos relacionados con la competencia de esta sección.
4. Los procesos contra los actos de naturaleza laboral expedidos por el Ministerio de Trabajo y
Seguridad Social.
5. Las acciones de tutela que sean de competencia del Consejo de Estado, en un cuarenta por ciento
(40%) del total.
SECCIÓN TERCERA
1. Los procesos de simple nulidad de actos administrativos que versen sobre asuntos agrarios,
contractuales, mineros y petroleros.
2. Los procesos de nulidad y restablecimiento del derecho que versen sobre las materias enunciadas
en el numeral primero.
5. Los procesos de reparación directa por hechos, omisiones u operaciones administrativas a que se
refieren el artículo 86 del C. C. A., y el inciso 3 del artículo 35 de la Ley 30 de 1988.
6. Los procesos relacionados con la extinción de la condición resolutoria de los baldíos nacionales,
conforme al artículo 7o de la Ley 52 de 1931.
7. Los procesos de reparación directa contra las acciones u omisiones de los agentes judiciales a que
se refieren los artículos 65 a 74 de la Ley 270 de 1996.
8. Los procesos relacionados con la declaración administrativa de extinción del dominio de predios
urbanos y rurales.
9. Los procesos de nulidad de los laudos arbitrales proferidos en conflictos originados en contratos
estatales.
10. El recurso extraordinario de revisión contra las sentencias de única instancia dictados por los
tribunales administrativos, en asuntos relacionados con la competencia de esta sección.
11. Los procesos de ejecución derivados de los contratos estatales, de conformidad con el
artículo 75 de la Ley 80 de 1993.
13. Las acciones populares que versen sobre asuntos contractuales y aquellas relacionadas con el
derecho a la moralidad administrativa.
SECCIÓN CUARTA
1. Los procesos de simple nulidad que versen sobre actos administrativos relacionados con impuestos
y contribuciones fiscales y parafiscales, excepto las tasas.
2. Los procesos de nulidad y restablecimiento del derecho que versen sobre las materias enunciadas
en el numeral precedente.
3. Los procesos de nulidad y de nulidad y restablecimiento del derecho, distintos a los de carácter
laboral, relacionados con actos administrativos expedidos por las siguientes entidades: Consejo de
Política Económica y Social, Conpes, Superintendencia Bancaria, Superintendencia de Valores, Junta
Directiva del Banco de la República, Ministerio de Comercio Exterior y Fondo de Garantías de
Instituciones Financieras.
4. Los procesos relacionados con los actos administrativos que se dicten para la enajenación de la
participación del Estado en una sociedad o empresa.
5. El recurso extraordinario de revisión contra las sentencias de única instancia dictadas por los
tribunales administrativos, en asuntos relacionados con la competencia de esta sección.
6. Las acciones de nulidad y restablecimiento del derecho contra las resoluciones que fallen las
excepciones y ordenen llevar adelante la ejecución en los procesos de cobro administrativo.
7. Las acciones de tutela que sean de competencia del Consejo de Estado, en un cuarenta por ciento
(40%) del total.
SECCIÓN QUINTA
2. Los procesos de nulidad y restablecimiento del derecho, distintos de los de carácter laboral, contra
actos de contenido electoral.
4. El recurso extraordinario de revisión contra las sentencias de carácter electoral, dictadas en única
instancia por los tribunales administrativos.
5. Los recursos incidentes y demás aspectos relacionados con los procesos ejecutivos por jurisdicción
coactiva.
6. Las acciones de tutela que sean de competencia del Consejo de Estado, en un diez por ciento (10%)
del total.
7. Las acciones de cumplimiento, de manera transitoria, en virtud del parágrafo del artículo 3o de la
Ley 393 de 1997.
De los tribunales y juzgados administrativos se ocupan los artículos 122 y 124 del CPACA.
Los artículos 149 a 158 del CPACA consagran la competencia del Consejo de Estado, de los
Tribunales Administrativos y de los Juzgados Administrativos.
MEDIOS DE CONTROL
Por vía jurisdiccional de acuerdo con el CPACA proceden los siguientes medios de control:
- Nulidad por inconstitucionalidad. Este medio de control está previsto en el artículo 237
num. 2 de la Constitución Política y se encuentra desarrollado en el artículo 135 del CPACA.
Sus principales características son:
a) Tiene como objeto que el juez administrativo declare la nulidad de: a) los decretos de
carácter general dictados por el Gobierno Nacional, cuya revisión no corresponda a la
Corte Constitucional en los términos de los artículos 237 y 241 de la Constitución
Política, por infracción directa de la Constitución. Y de b) los actos de carácter general
que por expresa disposición constitucional sean expedidos por entidades u organismos
distintos del Gobierno Nacional.
b) El titular de este medio de control es cualquier ciudadano, lo cual quiere decir que, a
diferencia de otros medios de control, no puede ser ejercido por una persona que no tenga
esa calidad. Además, se ejerce en defensa de la Constitución, de tal manera que no se
requiere acreditar interés alguno.
c) Este medio de control puede ser ejercido directamente por el ciudadano o por medio de
su representante.
d) Puede ser ejercido en cualquier tiempo, es decir, no caduca.
e) El conocimiento de este medio de control corresponde a la sala plena de lo contencioso
administrativo (art. 111 num. CPACA).
f) En la decisión del caso el Consejo de Estado no estará limitado a los cargos formulados
en la demanda, de tal manera que podrá fundar la declaración de nulidad por
inconstitucionalidad en la violación de cualquier norma constitucional. Igualmente,
podrá pronunciarse en la sentencias, sobre las normas que, a su juicio, integran unidad
normativa con aquellas otras demandadas que declare nulas por inconstitucionales.
De conformidad con lo previsto por el artículo 20 de la ley 137 de 1994, por medio
de la cual se regulan los estados de excepción, y por el artículo 136 del CPACA, los
actos de carácter general que sean dictados en ejercicio de la función administrativa
y como desarrollo de los decretos legislativos expedidos durante la aplicación de
dichos estados de excepción, tendrán un control inmediato de legalidad, ejercido por
el tribunal o juez administrativo competente en el lugar donde se expidan los actos,
si ellos son expedidos por autoridades territoriales, o por el Consejo de Estado, si
emanaren de autoridades nacionales, de acuerdo con las reglas de competencia
establecidas en el CPACA. En el segundo caso, control es competencia de la Sala
Plena de lo Contencioso Administrativo, de conformidad con el artículo 111 num. 8
del CPACA. En cuanto al procedimiento aplicable, lo define el artículo 185 del
CPACA.
Además, el art. 138 del CPACA prevé que con este medio de control, podrá
pretenderse la nulidad de acto administrativo general y pedirse el restablecimiento
del derecho directamente violado por este al particular demandante o la reparación
del daño causado a dicho particular por el mismo, siempre y cuando la demanda
se presente en tiempo, esto es, dentro de los cuatro meses siguientes a la
notificación del acto.
- Nulidad electoral. Este medio de control se encuentra consagrado en el art. 139 del
CPACA y consiste en que una persona solicita al juez la nulidad de un acto de
elección por voto popular o por cuerpos electorales, de un acto de nombramiento que
expidan las entidades y autoridades públicas de todo orden, o de un acto de
llamamiento para proveer vacantes en las corporaciones públicas.
- Reparación directa. Este medio de control, consagrado en el art. 140 del CPACA,
consiste en que la persona interesada podrá pedir directamente la reparación de un
daño antijurídico producido por la acción u omisión de los agentes del Estado, cuando
la causa de la petición sea un hecho, una omisión, una operación administrativa o la
ocupación temporal o permanente de un inmueble por causa de trabajos públicos, o
por cualquier otra causa imputable a una entidad pública o a un particular que haya
obrado siguiendo una expresa instrucción de la misma. Así mismo, las entidades
públicas deberán promover la misma pretensión cuando resulten perjudicadas por la
actuación de un particular o de otra entidad pública.
Características:
Características:
Características:
Características:
Características:
Características:
a) Cualquier persona puede ejercer este medio de control, lo que quiere decir
que se trata de un medio público, de tal manera que no es necesario demostrar
legitimación alguna (art. 4)
b) Para su procedencia es necesario constituir previamente en renuencia a la
autoridad pública demandada, en el sentido de que el accionante previamente
debe reclamar el cumplimiento del deber legal o administrativo y la autoridad
haberse ratificado en su incumplimiento o no contestado dentro de los diez
días siguientes a la presentación de la solicitud. Por excepción se podrá
prescindir de este requisito, cuando el cumplirlo a cabalidad genere el
inminente peligro de sufrir un perjuicio irremediable, lo cual debe ser
sustentado en la demanda (art. 8).
c) Presentada la demanda, el trámite se desarrolla en forma oficiosa y con arreglo
a los principios de publicidad, prevalencia del derecho sustancial, economía,
celeridad, eficacia y gratuidad (art. 2)
d) Se trata de un medio de control subsidiario, pues no procede cuando se busque
la protección de derechos que pueden ser garantizados mediante la acción de
tutela, ni cuando exista otro instrumento judicial para lograr el efectivo
cumplimiento (art. 9).
e) Este medio de control no procede cuando su ejercicio persiga el cumplimiento
de normas que establezcan gastos (parágrafo art. 9).
Características:
j) Control por vía de excepción. Esta clase de control consiste en que la autoridad
jurisdiccional o administrativa encargada de la aplicación de una norma jurídica
se abstiene de hacerlo, porque en su aplicación al caso concreto, desconoce una
norma superior. Se trata de un medio de control que puede hacerse efectivo tanto
por la vía administrativa como por la vía jurisdiccional.
Según esta norma: “En los procesos que se adelanten ante la Jurisdicción de lo
Contencioso Administrativo, el juez podrá, de oficio o a petición de parte, inaplicar con
efectos interpartes los actos administrativos cuando vulneren la Constitución Política o
la ley”.
Al respecto es pertinente señalar que aunque la citada norma no lo prevé, debe entenderse
que el juez administrativo también puede inaplicar una ley cuando encuentre que resulta
inconstitucional en el caso concreto.
Características:
REQUISITOS DE LA DEMANDA.
1. Cuando los asuntos sean conciliables, el trámite de la conciliación extrajudicial constituirá requisito
de procedibilidad de toda demanda en que se formulen pretensiones relativas a nulidad con
restablecimiento del derecho, reparación directa y controversias contractuales. (leer art. 2 Decreto
1716 de 2009, tampoco es necesaria la conciliación cuando las pretensiones están relacionadas con
derechos laborales, puesto que los mismos son irrenunciables al tenor del art. 53 de la C.Pol.).
En los demás asuntos podrá adelantarse la conciliación extrajudicial siempre y cuando no se encuentre
expresamente prohibida.
Cuando la Administración demande un acto administrativo que ocurrió por medios ilegales o
fraudulentos, no será necesario el procedimiento previo de conciliación.
3. Cuando se pretenda el cumplimiento de una norma con fuerza material de ley o de un acto
administrativo, se requiere la constitución en renuencia de la demandada en los términos del
artículo 8o de la Ley 393 de 1997.
5. Cuando el Estado pretenda recuperar lo pagado por una condena, conciliación u otra forma de
terminación de un conflicto, se requiere que previamente haya realizado dicho pago.
6. <Numeral INEXEQUIBLE.
CONTENIDO DE LA DEMANDA
ARTÍCULO 162. CONTENIDO DE LA DEMANDA. Toda demanda deberá dirigirse a quien sea
competente y contendrá:
2. Lo que se pretenda, expresado con precisión y claridad. Las varias pretensiones se formularán por
separado, con observancia de lo dispuesto en este mismo Código para la acumulación de pretensiones.
3. Los hechos y omisiones que sirvan de fundamento a las pretensiones, debidamente determinados,
clasificados y numerados.
5. La petición de las pruebas que el demandante pretende hacer valer. En todo caso, este deberá
aportar todas las documentales que se encuentren en su poder.
7. El lugar y dirección donde las partes y el apoderado de quien demanda recibirán las notificaciones
personales. Para tal efecto, podrán indicar también su dirección electrónica.
c) Se dirija contra actos que reconozcan o nieguen total o parcialmente prestaciones periódicas. Sin
embargo, no habrá lugar a recuperar las prestaciones pagadas a particulares de buena fe;
e) Se solicite el cumplimiento de una norma con fuerza material de ley o de un acto administrativo,
siempre que este último no haya perdido fuerza ejecutoria;
a) Cuando se pretenda la nulidad de un acto administrativo electoral, el término será de treinta (30)
días. Si la elección se declara en audiencia pública el término se contará a partir del día siguiente; en
los demás casos de elección y en los de nombramientos se cuenta a partir del día siguiente al de su
publicación efectuada en la forma prevista en el inciso 1o del artículo 65 de este Código.
En las elecciones o nombramientos que requieren confirmación, el término para demandar se contará
a partir del día siguiente a la confirmación;
c) Cuando se pretenda la nulidad o la nulidad y restablecimiento del derecho de los actos previos a la
celebración del contrato, el término será de cuatro (4) meses contados a partir del día siguiente a su
comunicación, notificación, ejecución o publicación, según el caso;
f) Cuando se pretenda la revisión de los actos de extinción del dominio agrario o la de los que decidan
de fondo los procedimientos de clarificación, deslinde y recuperación de los baldíos, la demanda
deberá interponerse dentro del término de quince (15) días siguientes al de su ejecutoria. Para los
terceros, el término de caducidad será de treinta (30) días y se contará a partir del día siguiente al de
la inscripción del acto en la correspondiente Oficina de Instrumentos Públicos;
Sin embargo, el término para formular la pretensión de reparación directa derivada del delito de
desaparición forzada, se contará a partir de la fecha en que aparezca la víctima o en su defecto desde
la ejecutoria del fallo definitivo adoptado en el proceso penal, sin perjuicio de que la demanda con tal
pretensión pueda intentarse desde el momento en que ocurrieron los hechos que dieron lugar a la
desaparición;
j) En las relativas a contratos el término para demandar será de dos (2) años que se contarán a partir
del día siguiente a la ocurrencia de los motivos de hecho o de derecho que les sirvan de fundamento.
Cuando se pretenda la nulidad absoluta o relativa del contrato, el término para demandar será de dos
(2) años que se empezarán a contar desde el día siguiente al de su perfeccionamiento. En todo caso,
podrá demandarse la nulidad absoluta del contrato mientras este se encuentre vigente.
i) En los de ejecución instantánea desde el día siguiente a cuando se cumplió o debió cumplirse el
objeto del contrato;
ii) En los que no requieran de liquidación, desde el día siguiente al de la terminación del contrato por
cualquier causa;
iii) En los que requieran de liquidación y esta sea efectuada de común acuerdo por las partes, desde
el día siguiente al de la firma del acta;
iv) En los que requieran de liquidación y esta sea efectuada unilateralmente por la administración,
desde el día siguiente al de la ejecutoria del acto administrativo que la apruebe;
v) En los que requieran de liquidación y esta no se logre por mutuo acuerdo o no se practique por la
administración unilateralmente, una vez cumplido el término de dos (2) meses contados a partir del
vencimiento del plazo convenido para hacerlo bilateralmente o, en su defecto, del término de los
cuatro (4) meses siguientes a la terminación del contrato o la expedición del acto que lo ordene o del
acuerdo que la disponga;
k) Cuando se pretenda la ejecución con títulos derivados del contrato, de decisiones judiciales
proferidas por la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo en cualquier materia y de laudos
arbitrales contractuales estatales, el término para solicitar su ejecución será de cinco (5) años contados
a partir de la exigibilidad de la obligación en ellos contenida;
l) Cuando se pretenda repetir para recuperar lo pagado como consecuencia de una condena,
conciliación u otra forma de terminación de un conflicto, el término será de dos (2) años, contados a
partir del día siguiente de la fecha del pago, o, a más tardar desde el vencimiento del plazo con que
cuenta la administración para el pago de condenas de conformidad con lo previsto en este Código.
ANEXOS DE LA DEMANDA.
1. Copia del acto acusado, con las constancias de su publicación, comunicación, notificación o
ejecución, según el caso. Si se alega el silencio administrativo, las pruebas que lo demuestren, y si la
pretensión es de repetición, la prueba del pago total de la obligación.
2. Los documentos y pruebas anticipadas que se pretenda hacer valer y que se encuentren en poder
del demandante, así como los dictámenes periciales necesarios para probar su derecho.
3. El documento idóneo que acredite el carácter con que el actor se presenta al proceso, cuando tenga
la representación de otra persona, o cuando el derecho que reclama proviene de haberlo otro
transmitido a cualquier título.
5. Copias de la demanda y de sus anexos para la notificación a las partes y al Ministerio Público.
RECURSOS ORDINARIOS:
i) REPOSICIÓN
Ley 1437 de 2011, art. 242. “ARTÍCULO 242. REPOSICIÓN. Salvo norma legal en contrario, el
recurso de reposición procede contra los autos que no sean susceptibles de apelación o de súplica.
El recurso de reposición en sede judicial tiene dos características importantes: i) de una parte
solamente procede para la impugnación de autos, y ii) es residual, esto es, solo procede contra los
autos no susceptibles de los ordinarios de apelación o de súplica.
ii) APELACIÓN.
“ARTÍCULO 243. APELACIÓN. Son apelables las sentencias de primera instancia de los
Tribunales y de los Jueces. También serán apelables los siguientes autos proferidos en la misma
instancia por los jueces administrativos:
2. El que decrete una medida cautelar y el que resuelva los incidentes de responsabilidad y desacato
en ese mismo trámite.
4. El que apruebe conciliaciones extrajudiciales o judiciales, recurso que solo podrá ser interpuesto
por el Ministerio Público.
Los autos a que se refieren los numerales 1, 2, 3 y 4 relacionados anteriormente, serán apelables
cuando sean proferidos por los tribunales administrativos en primera instancia.
El recurso de apelación se concederá en el efecto suspensivo, salvo en los casos a que se refieren los
numerales 2, 6, 7 y 9 de este artículo, que se concederán en el efecto devolutivo.
PARÁGRAFO. La apelación solo procederá de conformidad con las normas del presente Código,
incluso en aquellos trámites e incidentes que se rijan por el procedimiento civil.”
El recurso de apelación en sede judicial procede contra sentencias de primera instancia, caso en el
cual se aplica el trámite previsto en el art. 247 del CPACA, y en contra los autos expresamente
previstos por el legislador, evento en el cual se aplica el procedimiento dispuesto en el art. 244 del
CPACA.
2. Si el auto se notifica por estado, el recurso deberá interponerse y sustentarse por escrito dentro
de los tres (3) días siguientes ante el juez que lo profirió. De la sustentación se dará traslado por
Secretaría a los demás sujetos procesales por igual término, sin necesidad de auto que así lo ordene.
Si ambas partes apelaron los términos serán comunes. El juez concederá el recurso en caso de que
sea procedente y haya sido sustentado.
3. Una vez concedido el recurso, se remitirá el expediente al superior para que lo decida de plano.
1. El recurso deberá interponerse y sustentarse ante la autoridad que profirió la providencia, dentro
de los diez (10) días siguientes a su notificación.
2. Si el recurso fue sustentado oportunamente y reúne los demás requisitos legales, se concederá
mediante auto en el que se dispondrá remitir el expediente al superior, quien decidirá de plano si no
se hubiese pedido la práctica de pruebas. Si las partes pidieron pruebas, el superior decidirá si se
decretan según lo previsto en este Código.
3. Recibido el expediente por el superior, si este encuentra reunidos los requisitos decidirá sobre su
admisión.
4. <Numeral modificado por del artículo 623 de la Ley 1564 de 2012. El nuevo texto es el siguiente:>
Admitido el recurso o vencido el término probatorio si a él hubiere lugar, el superior señalará fecha
y hora para la audiencia de alegaciones y juzgamiento, que deberá llevarse a cabo en un término no
mayor a veinte (20) días. Si el Magistrado Ponente considera innecesaria la celebración de audiencia
ordenará, mediante auto que no admite recurso alguno, la presentación de los alegatos por escrito
dentro de los diez (10) días siguientes, caso en el cual dictará sentencia en el término de los veinte
(20) días siguientes. Vencido el término que tienen las partes para alegar, se surtirá traslado al
Ministerio Público por el término de diez (10) días, sin retiro del expediente.
iii) QUEJA.
“ARTÍCULO 245. QUEJA. Este recurso procederá ante el superior cuando se niegue la apelación
o se conceda en un efecto diferente, para que lo conceda si fuera procedente o corrija tal
equivocación, según el caso. Igualmente, cuando no se concedan los recursos extraordinarios de
revisión y unificación de jurisprudencia previstos en este Código. Para su trámite e interposición se
aplicará lo establecido en el artículo 378 del Código de Procedimiento Civil.”
iv) SÚPLICA
“ARTÍCULO 246. SÚPLICA. El recurso de súplica procede contra los autos que por su naturaleza
serían apelables, dictados por el Magistrado Ponente en el curso de la segunda o única instancia o
durante el trámite de la apelación de un auto. También procede contra el auto que rechaza o declara
desierta la apelación o el recurso extraordinario.
Este recurso deberá interponerse dentro de los tres (3) días siguientes a la notificación del auto, en
escrito dirigido a la Sala de que forma parte el ponente, con expresión de las razones en que se funda.
El escrito se agregará al expediente y se mantendrá en la Secretaría por dos (2) días a disposición
de la parte contraria; vencido el traslado, el Secretario pasará el expediente al Despacho del
Magistrado que sigue en turno al que dictó la providencia, quien será el ponente para resolverlo ante
la Sala, sección o subsección. Contra lo decidido no procederá recurso alguno.”
La anterior norma prevé que este recurso procede contra los autos proferidos por el ponente
que serían apelables – según el listado contenido en el art. 243 – pero que no son susceptibles
de este recurso por haber sido dictados bien en el curso de la segunda o única instancia, bien
durante el trámite de la apelación de auto.
De lo anterior se desprende que este recurso no procede, desde luego, contra autos proferidos
por los jueces, ni contra los autos proferidos por los tribunales en primera instancia, sino
única y exclusivamente contra los autos enlistados en los numerales 1 a 9 del art. 243 del
CPACA, siempre que sean proferidos en el curso de la única o segunda instancia, bien sea
en el trámite de apelación de sentencia o de auto.
RECURSOS EXTRAORDINARIOS.
La revisión no tiene por finalidad corregir errores in judicando7, ni tampoco abrir el debate
procesal para reconsiderar el acervo probatorio aportado por las partes y valorado por el juez
en la instancia, ya que los recursos ordinarios suplen estas falencias. La virtud de la revisión
consiste en la apreciación de hechos nuevos que tachan la providencia judicial ejecutada y,
por tanto, busca desvirtuar la cosa juzgada que ampara la sentencia recurrida.
Los errores in procedendo, por el contrario, nacen de la "inejecución de la ley procesal, en cuanto alguno de los
sujetos del proceso no ejecuta lo que esta ley le impone (inejecución in omittendo), o ejecuta lo que esta ley
prohibe (injecución in faciendo), o se comporta de un modo diverso del que la ley prescribe: esta inejecución
de la ley procesal, constituye en el proceso una irregularidad, que los autores modernos llaman un vicio
de actividad o un defecto de construcción y que la doctrina del derecho común llama un error in procedendo
caso concreto; de modo que para enfrentar tal situación se ha consagrado la acción o recurso
de revisión, que permite excepcionalmente dejar sin valor una sentencia ejecutoriada, en
aquellos casos en que hechos o circunstancias posteriores a la decisión judicial revelan que
esta es injusta y no se ajusta a derecho. En este sentido, se puede afirmar que la revisión se
opone al principio res iudicata pro veritate habetur (La cosa juzgada se tiene por verdad) para
evitar que prevalezca una injusticia.
Con el fin de amparar la tutela judicial efectiva, el código prevé, para los perjudicados por
los yerros de la providencia judicial, la posibilidad de recurrir en revisión contra las
sentencias ejecutoriadas: a) dictadas por las secciones y subsecciones de la Sala de lo
Contencioso Administrativo del Consejo de Estado; b) dictadas en única, primera o segunda
instancia por los tribunales administrativos; y c) dictadas en única y primera instancia por los
jueces administrativos, en la medida que la naturaleza permita la configuración de alguna
causal que da lugar a la interposición del recurso extraordinario de revisión.
“ARTÍCULO 249. COMPETENCIA. De los recursos de revisión contra las sentencias dictadas por
las secciones o subsecciones del Consejo de Estado conocerá la Sala Plena de lo Contencioso
Administrativo sin exclusión de la sección que profirió la decisión.
De los recursos de revisión contra las sentencias ejecutoriadas proferidas por los Tribunales
Administrativos conocerán las secciones y subsecciones del Consejo de Estado según la materia.
De los recursos de revisión contra las sentencias ejecutoriadas proferidas por tos jueces
administrativos conocerán los Tribunales Administrativos.”
1. Haberse encontrado o recobrado después de dictada la sentencia documentos decisivos, con los
cuales se hubiera podido proferir una decisión diferente y que el recurrente no pudo aportarlos al
proceso por fuerza mayor o caso fortuito o por obra de la parte contraria.
3. Haberse dictado la sentencia con base en dictamen de peritos condenados penalmente por ilícitos
cometidos en su expedición.
4. Haberse dictado sentencia penal que declare que hubo violencia o cohecho en el pronunciamiento
de la sentencia.
5. Existir nulidad originada en la sentencia que puso fin al proceso y contra la que no procede
recurso de apelación.
6. Aparecer, después de dictada la sentencia a favor de una persona, otra con mejor derecho para
reclamar.
7. No tener la persona en cuyo favor se decretó una prestación periódica, al tiempo del
reconocimiento, la aptitud legal necesaria o perder esa aptitud con posterioridad a la sentencia o
sobrevenir alguna de las causales legales para su pérdida.
8. Ser la sentencia contraria a otra anterior que constituya cosa juzgada entre las partes del proceso
en que aquella fue dictada. Sin embargo, no habrá lugar a revisión si en el segundo proceso se
propuso la excepción de cosa juzgada y fue rechazada.”
En los casos contemplados en los numerales 3 y 4 del artículo precedente, deberá interponerse el
recurso dentro del año siguiente a la ejecutoria de la sentencia penal que así lo declare.
En el caso del numeral 7, el recurso deberá presentarse dentro del año siguiente a la ocurrencia de
los motivos que dan lugar al recurso.
En los casos previstos en el artículo 20 de la Ley 797 de 2003, el recurso deberá presentarse dentro
de los cinco (5) años siguientes a la ejecutoria de la providencia judicial o en los casos de que ella
no se requiera, dentro del mismo término contado a partir del perfeccionamiento del acuerdo
transaccional o conciliatorio.”
“ARTÍCULO 252. REQUISITOS DEL RECURSO. El recurso debe interponerse mediante escrito
que deberá contener:
Con el recurso se deberá acompañar poder para su interposición y las pruebas documentales que el
recurrente tenga en su poder y solicitará las que pretende hacer valer.”
El artículo 270 de la Ley 1437 de 2011 se refiere a las sentencias de unificación como aquellas que
profiera o haya proferido el Consejo de Estado por importancia jurídica o trascendencia económica o
social o por necesidad de unificar o sentar jurisprudencia (art. 271 del CPACA); las proferidas al
decidir los recursos extraordinarios (de revisión art. 248 del CPACA y de unificación de
jurisprudencia art. 256 CPACA) y las relativas al mecanismo eventual de revisión previsto en el
artículo 36A de la Ley 270 de 1996 (artículo 11 de la Ley 1285 de 2009).
En el auto en el que el Tribunal, en Sala de Decisión, conceda el recurso ordenará dar traslado por
veinte (20) días al recurrente o recurrentes para que lo sustenten. Vencido este término, si el recurso
se sustentó, dentro de los cinco (5) días siguientes remitirá el expediente a la respectiva sección del
Consejo de Estado. Si no se sustenta dentro del término de traslado el recurso se declarará desierto.
La concesión del recurso no impide la ejecución de la sentencia, salvo cuando haya sido recurrida
totalmente por ambas partes y por los terceros reconocidos en el proceso, pero aun en este caso si
el recurso no comprende todas las decisiones, se cumplirá lo no recurrido.”
“ARTÍCULO 262. REQUISITOS DEL RECURSO. El recurso extraordinario de unificación de
jurisprudencia deberá contener.
Cuando el Consejo de Estado anule una providencia que se cumplió en forma total o parcial,
declarará sin efecto los actos procesales realizados con tal fin y dispondrá que el juez de primera
instancia proceda a las restituciones y adopte las medidas a que hubiere lugar.
Además, el Consejo de Estado ordenará al tribunal que en el auto de obedecimiento a lo resuelto por
el superior cancele la caución de que trata el artículo 264. Si el recurso de unificación de
jurisprudencia no prospera, la caución seguirá respondiendo por los perjuicios causados, los cuales
se liquidarán y aprobarán ante el juez de primera instancia mediante incidente. Este, deberá
proponerse dentro de los sesenta (60) días siguientes a la notificación del auto de obedecimiento a
lo resuelto por el superior.”