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ANALISIS DEL JUICIO DE NUREMBERG

I. ANTECEDENTES

Los antecedentes del Proceso del Núremberg se dio con el comienzo de la primera
guerra mundial con el inicio del tratado de Versalles, el cual firmado por el gobierno de
Weimar , con la finalidad de sancionar y emitir penas a la ofensa suprema contra la moral
internacional y la autoridad suprema de los tratados vulnerada por una guerra injusta.
Con este fin se instituyo un tribunal internacional penal integrado por las potencias
vencedoras, ante el cual debía compadecer el Káiser Guillermo II y se obligaba a
Alemania a entregar a las personas acusadas de haber cometido actos contrarios a las
normas, es decir a la ley y hacer uso de la guerra.

Cuando los aliados exigieron la entrega del Káiser Guillermo II, los Países Bajos
rechazaron la entrega del mismo y en cuanto a los 900 criminales denunciados por las
autoridades aliadas para ser juzgadas por crímenes de guerra sólo 45 fueron enjuiciados
con penas que no superaban los 13 años de prisión ante el Reichsgericht en Leipzig.

Este proceso se empezó un 23 de mayo de 1921 y se concluyó el 16 de Julio de 1921,


entre alguno de los acusados como los oficiales de submarino fueron condenados por el
hundimiento de barcos hospitales británicos, también se dictaron penas de cárcel por
malos tratos a prisioneros de guerra aliados. Sin embargo, las potencias vencedoras se
quejaron de que no se impusiera ninguna sentencia de muerte y que algunos acusados
fueran absueltos; pero sin embargo, el proceso de Leipzig creó un importante
precedente, por el cual soldados que durante una guerra cometieron delitos pudieron ser
juzgados por sus actos tras su finalización. Lo que significa que ya no se daba por
supuesta una amnistía general como tras la guerra de los 30 años en la paz de Münster
y Osnabrück; quedando también superado el artículo 3 de la cuarta convención de La
Haya de 1907, según la cual sólo los estados eran responsables de los delitos de sus
soldados. Durante la Segunda Guerra Mundial cobró actualidad en Europa la cuestión
de las responsabilidades de los delitos de guerra; el 13 de enero de 1942 los aliados
establecieron en la declaración de Saint James que; uno de sus principales objetivos de
guerra sea el castigo de los responsables de los crímenes y en sentido jurídico, si ellos
eran los únicos culpables o corresponsables, si habían actuado por orden o por su propia
responsabilidad o si habían participado solos en ellos.
Finalmente podemos concluir que el Tribunal de Nuremberg fue creado con la finalidad
de juzgar a los principales criminales del Eje europeo cuyos crímenes no tuvieran una
localización geográfica determinada.

II. INICIO DEL PROCEDIMIENTO

El Proceso de Núremberg, instaurados por las naciones aliadas que vencieron la


segunda guerra mundial, en donde se procedió a la sanción de quienes patrocinaron
esta brutal masacre, todos servidores del régimen nacionalsocialista de Adolf Hitler,
crímenes cometidos en nombre del III Reich alemán, los mismos que tuvieron lugar
desde el 1 de septiembre de 1939 hasta la caída del régimen nazi en mayo de 1945.
Estos juicios tuvieron lugar en la ciudad alemana de Núremberg, y se desarrollaron desde
el 20 de Noviembre de 1945 al 1 de octubre de 1946, uno de los procesos que obtuvo
mayor trascendencia mundial fue el conocido como Juicio principal de Núremberg o
Juicio de Núremberg, dirigido a partir del 20 de noviembre de 1945 por el Tribunal Militar
Internacional (TMI), que tenía como sustento la Carta de Londres, juicio que se lo
instauró en contra de 24 de los principales dirigentes supervivientes del gobierno nazi
capturados, y de varias de sus principales organizaciones. Otros doce procesos
posteriores fueron conducidos por el Tribunal Militar de los Estados Unidos, entre los
cuales se encuentran los llamados Juicio de los doctores y Juicio de los jueces

Estas conferencias prosiguieron en Londres, donde el 8 de agosto de 1945 se firmarían


el acuerdo por el que se establecía que los aliados procesarían a los criminales de
guerra. Ya para el 18 de octubre de 1945 el tribunal que dentro de un mes deberá juzgar
a veinticuatro jefes nazis está reunido en la Berlín vencida y ocupada, en la sede de la
Comisión Aliada de Control, en el mismo edificio donde un año antes fueron procesados
por los nazis y condenados a muerte los autores del fallido atentado contra Hitler del 20
de julio de 1944. En la sala están reunidos cuatro hombres, los jueces, delante en dos
filas de bancos, se sientan los procuradores adjuntos y los ayudantes. El hombre que
preside, el único de uniforme, es el general J.T. Nikitchenko, vicepresidente del Tribunal
Supremo de Moscú. Estas fueron parte de sus palabras en aquella reunión: “Estos
hombres son ciertamente responsables del exterminio de diez millones de personas, en
Europa y en la Unión Soviética. Diez millones de personas asesinadas a sangre fría, no
muertas en el transcurso de acciones bélicas, sino fusiladas, asfixiadas con gas, muertas
por hambre, por trabajos forzados y por torturas en los campos de concentración. Estos
hombres deben responder de crímenes contra la humanidad cometidos en la paz y en la
guerra. El gobierno de la Unión Soviética acepta la propuesta de un proceso internacional
y público, aunque el pueblo hubiera querido que estos acusados fueran fusilados
inmediatamente, apenas capturados, como tantos otros perros sarnosos”. A la derecha
de Nikitchenko se sienta el Lord de Justicia, el inglés Geoffrey Lawrence, futuro
presidente del tribunal de Nüremberg. A la izquierda del ruso está el juez americano
Francis A. Biddle. El último es el representante de Francia, el viejo profesor Henri
Donnedieu de Vabres, quien toma la palabra a continuación del general soviético: “No
es justicia la de los pelotones de ejecución”.

El intérprete traduce al ruso. El general Nikitchenko hace una ligera inclinación hacia el
francés. “Nosotros -continúa el juez francés- sólo debemos ratificar el acta de acusación
para un proceso que veinte naciones aliadas piden hace desde cinco años y que deberá
iniciarse, y así lo desea mi gobierno, el próximo noviembre”. Los principales inculpados
de este proceso, -que durará doscientos dieciocho días, que será el más célebre de la
Historia, - están ya determinados: Hitler, Himmler, Goebbels. Desde hacía mucho tiempo
se había pedido justicia contra ellos.

En 1940 todos los representantes en el exilio de los países ocupados, reunidos en


Londres aprobaron esta resolución: “Uno de los principales fines de la guerra de los
países aliados es el castigo a los responsables de los crímenes cometidos en las
naciones ocupadas. Por tanto, estos gobiernos se comprometen a:

a. Buscar a los criminales responsables de cualquier nacionalidad sean juzgados y


llevados ante el tribunal.
b. el cumplimiento de las sentencia”.

En dicho proceso se acusaron a los siguientes en dichos cargos tanto primero y segundo
de la acusación estos contenían las imputaciones contra los veinticuatro acusados
siguientes: Hermann Wilhelm Göring, Rudolf Hess, Joachim von Ribbentrop, Robert Ley,
Wilhelm Keitel, Ernst Kaltenbrunner, Alfred Rosenberg, Hans Frank, Wilhelm Frick, Julius
Streicher, Walter Funk, Hjalmar Schacht, Gustav Krupp von Bohlen und Halbach, Karl
Dönitz, Erich Raeder, Baldur von Schirach, Fritz Sauckel, Alfred Jodl, Martin Bormann,
Franz von Papen, Artur Seyss-Inquart, Albert Speer, Constantin von Neurath, y Hans
Fritzsche. Dos de los acusados no comparecieron en juicio: Robert Ley se suicidó en la
prisión el 25 de octubre de 1945, y Gustav Krupp von Bohlen und Halbach no pudo ser
juzgado debido a su estado físico y mental, con arreglo a la decisión del Tribunal de
Nuremberg de 15 de noviembre de 1945. Martin Bormann fue juzgado en ausencia, con
arreglo al artículo 12 del Estatuto de Nuremberg, por decisión del Tribunal de Nuremberg
de 17 de noviembre de 1945. Todos los acusados se declararon “inocentes”, salvo el
acusado Bormann, que no estaba presente pero estuvo representado por abogado con
arreglo al artículo 16 del Estatuto de Nuremberg

III. DELITOS SANCIONADOS EN EL JUICIO DE NÚREMBERG

a. Crímenes de guerra, referidos a la violación de las leyes y usos de guerra, es


decir estas violaciones se encontraban referidas al asesinato, malos tratos o la
deportación para trabajos forzados, o cualquier otro fin, de poblaciones civiles de
los territorios ocupados, estos están dirigidos a los prisioneros de guerra o
náufragos, así mismo a la ejecución de rehenes, los saqueos de bienes públicos y
privados, destrucción de ciudades sin razón.

b. Crímenes contra la paz, es decir el desencadenamiento, y el desarrollo de una


guerra de agresión o de una guerra en violación de los tratados, de las garantías y
de los acuerdos internacionales, o la participación en un plan concertado o en un
complot para el cumplimiento de alguno de los actos previamente enumerados.

c. Crímenes contra la Humanidad: el asesinato, el exterminio, la reducción a


esclavitud, la deportación y todos los demás actos inhumanos cometidos contra las
poblaciones civiles, antes o durante la guerra, o las persecuciones por motivos
políticos, raciales o religiosos.

IV. SENTENCIAS

El juicio fue muy complicado de llevar; hubo 218 días de sesiones y Göring lo transformó
en un circo. Algunos de los acusados fueron arrogantes y decidieron no responder a
ninguna acusación. La respuesta más común fue que recibían órdenes. El 1 de octubre
de 1946, el tribunal condenó a 12 alemanes a muerte: Göring, Jodl, Kaltenbrunner, von
Ribbentropp, Rosenberg, Frick, Frank, Keitel, Sauckel, Seyss-Inquart, Steicher y
Bormann; a 3 dictaron cadena perpetua: Hess, Raeder y Funk. Von Schirach y Speer
recibieron condenas de 20 años; von Neurath, 15 años; y Doenitz, 10 años. Fueron
absueltos: Schacht, von Papen y Fritzsche. Las sentencias de muerte se ejecutaron el
16 de octubre de 1946, con dos excepciones: Göring se suicidó con una cápsula de
cianuro poco antes de la fecha de su ejecución, y Bormann continuó desaparecido.
Después se supo que había muerto antes del juicio.

Los otros 10 condenados fueron ahorcados y sus ejecuciones estuvieron a cargo del
sargento primero estadounidense John C. Wood, un verdugo profesional que fusiló a 299
personas. Los cuerpos fueron cremados y las cenizas depositadas en el río Iser. Los 7
principales criminales quedaron en la prisión de Spandau, en Berlín.

V. ANALISIS

En mi opinión después de la segunda guerra mundial, unos pocos a los cuales se les
atribuía los crímenes dados durante el Holocausto, fueron sometidos a juicio. Dichos
eventos tuvieron lugar en los años 1945 y 1946, en donde se eligió Nuremberg en
Alemania, para que tenga lugar dichos juicios, quienes conformaron los jueces provenían
de las potencias aliadas (Gran Bretaña, Francia, la Unión Soviética y Estados Unidos),
los cuales llevaron adelante estos juicios en donde se pudo llevar a juicio a veintidós
personas que eran ejes del gobierno de Hitler, y a quienes se les atribuía como causante
de aquellos crímenes. Doce nazis fueron sentenciados a muerte. Gran parte de los
acusados admitieron haber cometido los crímenes por los cuales se les acusaba, aunque
casi todos declararon que únicamente seguían órdenes de una autoridad superior.

Posteriormente a quienes se les pudo determinar cómo los principales involucrados en


los asesinatos recibieron las sentencias más severas. Otros que tuvieron un rol
importante en el inicio de estos sucesos desgarradores, incluidos funcionarios
gubernamentales de alto rango y ejecutivos empresariales que utilizaron a los prisioneros
de los campos de concentración para realizar trabajos forzados, recibieron sentencias
cortas o ningún tipo de castigo.

Finalmente podemos considerar que la autoridad más alta de los nazis, y la persona a
quien se le atribuye como el autor de los desgarradores sucesos, no se encontraba
presente en los juicios, Adolf Hitler se habría suicidado durante los últimos días de la
guerra, al igual que lo habría hecho varios de sus colaboradores más cercanos, muchos
otros nunca fueron a juicio, algunos huyeron de Alemania al extranjero y varios cientos
llegaron a Estados Unidos. Simon Wiesenthal, un cazador de nazis, ubicó a Adolf
Eichmann en Argentina. Eichmann, que había ayudado en la planificación y la realización
de las deportaciones de millones de judíos, fue llevado a juicio a Israel. Eichmann fue
hallado culpable y fue ejecutado en 1962.

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