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En muchos países del mundo es legal poseer un arma y usarla como legítima
defensa en situaciones en donde la vida de la persona corre peligro y se puede
evitar la propia muerte o la de un familiar o conocido. También el uso deportivo es
muy común y cada vez más personas conocen y se ven interesantes en las armas
de fuego .Como vemos algunos ejemplos de esta medida o ley propiamente dicha
son Estados Unidos, Finlandia, Rusia, Israel y México entre otros, En nuestro país
no es legal aunque con un permiso especial se puede acceder a ellas pero en ciertas
circunstancias y con requisitos más o menos estrictos. El ciudadano común por lo
tanto no puede poseer armas a menos que cumpla con las leyes y disposiciones del
estado.
En Honduras cabe señalar que con los altos índices de violencia la prohibición de
armas es una idea aceptable teniendo en cuenta que el estado y sus aparatos
policiales y de investigación han fallado en detener la violencia constante o al menos
reducirla a índices que sean imperceptibles para la sociedad. De esta forma se le
daría al ciudadano la opción de defenderse sin esperar claro la intervención policial
pero esto conlleva también en cierta forma un mensaje peligroso para la sociedad
ya que al liberar las armas es aceptar que el gobierno no puede enfrentarse a los
problemas y se dudaría por lo tanto de su eficacia.
Pero aun así es un tema un tanto es un tema delicado dejar en manos de las
personas su seguridad ya que podrían proliferar las armas y llegar a manos también
de delincuentes o incluso aumentar el número de homicidios por odio, venganza y
muertes accidentales. La fórmula de más armas menos crimen en mi opinión es
incorrecta y podría ser contraproducente al efecto deseado y la prohibición en todo
caso es la opción correcta para bajar los índices de violencia. Pero para eso
debemos más bien promover la lucha contra la corrupción en todos los niveles del
estado tanto políticos como en las fuerzas de seguridad que son las que deben
hacer cumplir sin excepciones la prohibición de armas y así hacer prevención en
vez de dejar por ultima instancia la acción al ciudadano.