Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Las organizaciones que cobrarán relevancia en el futuro serán las que descubran cómo
aprovechar el entusiasmo y la capacidad de aprendizaje de la gente en periodos, en los
niveles de organización. Las organizaciones inteligentes son posibles porque aprender no
forma solo parte nuestra naturaleza, amamos aprender.
Esta disciplina comienza por aclarar las cosas que de veras nos interesan para poner nuestra
vida al servicio de nuestras mayores aspiraciones.
Para crear un ámbito cambiante, se debe depender del aprendizaje institucional, que es el
proceso mediante el cual los equipos de managert modifican los modelos mentales
compartidos acerca de la compañía, sus mercados y sus competidores. Trabajar con los
modelos metales es aprender a exhumar nuestras imágenes internas del mundo, para
llevarlas a la superficie y someterlas a un riguroso escrutinio. Incluye la aptitud para
entablar conversaciones arbitrarias donde se equilibre la indagación con la persuasión,
donde la gente manifieste su pensamiento para exponerlos a la influencia de otros.
Esta disciplina comienza con el dialogo, la capacidad de los miembros del equipo para
suspender los supuestos e ingresar en un auténtico pensamiento conjunto. También implica
aprender a reconocer los patrones de interacción (defensa) que erosionan el aprendizaje en
equipo. El aprendizaje en equipo es vital porque la unidad fundamental en las
organizaciones modernas es el equipo, no el individuo.
El aprendizaje en equipo desarrolla aptitudes de grupos de personas para buscar una figura
más amplia que trascienda las perspectivas individuales. Y el dominio personal para
aprender continuamente como nuestros actos afecta al mundo. Sin dominio de las mismas,
las personas se afianzan en un marco mental reactivo que resultan profundamente
perspectivas sistémicas.
Para remediar los problemas que no se detectan o que pasan inadvertidos, se debe comenzar
a identificar las siete barreras para el aprendizaje.
A. Yo soy mi puesto: ser leales a nuestra tarea al extremo de confundirnos con nuestra
identidad. Se ve dentro de un sistema, sobre el cual no ejerce ninguna influencia.
Hacen su tarea y cumplen el horario, ven sus responsabilidades limitadas por el
puesto que ocupan.
B. El enemigo externo: la propensión de culpar a una persona externa cuando las cosas
salen mal. Esto es un subproducto de “yo soy mi puesto”. Cuando nos concentramos
solo en nuestra posición, no vemos que nuestros actos la trascienden, e incurrimos
en el error de pensar que estos nuevos problemas tienen un origen externo.
C. La ilusión de hacerse cargo: está de moda ser proactivo. Suele significar que
debemos enfrentar estos problemas, no esperar a que alguien más lo haga, resolver
los problemas antes que estalle la crisis. La proactividad es reactividad disfrazada, si
nos volvemos agresivos para luchar contra el enemigo externo, estamos
reaccionando. La verdadera proactividad recae en nuestro modo de pensar, no en
nuestro estado emocional.
D. La fijación de los hechos: la preocupación en los hechos como los nuevos recortes
de presupuesto, las ganancias del trimestre anterior, quien fue ascendido o
despedido; desemboca en explicaciones fácticas. Si nos concentramos en los
hechos, a lo sumo podemos predecir que un hecho ocurra, para tener una reacción
optima, pero no podemos aprender a crear.
E. La parábola de la rana hervida: la mala adaptación a amenazas crecientes. Para
aprender a ver procesos lentos y graduales tenemos que aminorar nuestro ritmo
frenético y prestar atención no solo a lo evidente sino a lo sutil, ayuda a detectar
muchas veces mayores amenazas.
F. La ilusión de que se aprende con la experiencia: el dilema en las organizaciones es
que nunca experimentamos directamente las consecuencias de muchas de nuestras
decisiones más importantes. Las organizaciones intentan superar las dificultades de
afrontar el enorme impacto de ciertas decisiones dividiéndose en componentes.
Instituyen jerarquías funcionales que permiten intervenir con mayor facilidad, pero
esto se trasforma en una serie que impide el contacto entre las funciones.
G. El mito del equipo administrativo: es un escogido de managers enérgicos y
experimentados que representan las diversas funciones y pericias de la
organización. Para preservar la imagen, procuran callar sus desacuerdos, aquellos
que tienen grandes reservas procuran evitar manifestarlas para todos, si hay
desavenencias se expresan mediante acusaciones que polarizan las opiniones; y no
logran revelar las diferencias de supuestos y experiencias de un modo enriquecedor
para todo el equipo.
1. Los problemas que hoy derivan de las soluciones de ayer: solo necesitamos
examinar nuestras propias soluciones y problemas pasados.
2. Cuanto más se presiona, más se presiona el sistema: cuanto más se trabaja, más
trabajo hay. Es un “retroalimentación compensadora”, a la larga en un ejemplo de
marketing agresivo, cuanto más empeño se pone en la comercialización más clientes
pierde la compañía.
3. La conducta mejora antes de empeorar: la respuesta donde los casos mejoran antes
de empeorar es lo que vuelve tan contraproducente las decisiones.
4. El camino fácil lleva al mismo lugar: la insistencia en soluciones conocidas
mientras los problemas fundamentales persisten o empeoran es un buen indicador
de pensamientos asistémicos.
5. La cura puede ser peor que la enfermedad: a veces la solución fácil o familiar no
solo es eficaz, sino adictiva y peligrosa.
6. Las más rápidas, es la más lenta: cuando el crecimiento se vuelve excesivo el
sistema procura compensarlo aminorando la marcha y poniendo en jaque la
supervivencia de la organización.
7. La causa y el efecto no están próximos en tiempo y espacio: -
8. Los cambios pequeños pueden producir resultados grandes, pero las zonas de
mayor apalancamiento a menudo son las menos obvias: los actos pequeños y bien
focalizados a veces producen mejoras significativas y duraderas si se realizan en el
sitio apropiado.
9. Se pueden alcanzar dos metas aparentemente contradictoras: a veces los dilemas
dejan de serlo si se los mira desde una perspectiva sistémica.
10. Dividir un elefante por la mitad no genera dos elefantes: a veces, ver elefantes
enteros no significa que cada problema organizacional solo pueda comprenderse
observando toda la organización, algunos se entienden sólo observando cómo
interactúan.
11. No hay culpa: solemos culpar a circunstancias externas por nuestro problema. No
hay nada externo, nosotros y la causa de nuestros problemas formamos parte de un
solo sistema.
Capítulo 5: Un cambio de enfoque. Ver el mundo entero.
El pensamiento sistémico es una disciplina para ver totalidades. Es un marco para ver
interrelaciones de cosas. Un conjunto de principios generales y un conjunto de herramientas
técnicas específicas. Ofrece un lenguaje que comienza por la reestructuración de nuestro
pensamiento.