Libro 10

APRENDIENDO
A QUERER
Alianza Latinoamericana para la Familia

Hechos para
Edi, uno del grupo de amigos
de Carlos y Alicia, abordará
junto a su nueva amiga Paty
Amar
múltiples aspectos referidos a
las relaciones humanas.
Sobre esta base los
protagonistas nos irán
conduciendo a la
profundización de temas
fascinantes en los que

Hechos para Amar

tendremos la oportunidad de
examinar aspectos del
crecimiento dinámico, la
madurez y cómo manejar las
decisiones que se van
presentando en esta etapa de
la aventura de la vida.

ISBN 9972-858-03-0

9 789972 858031
Distribuido por:
Temas de desarrollo
ALAFA
ALAFA Ediciones
Apartado Postal 17007, Lima 17, Perú
APRENDIENDO
personal y educación
ediciones
Apartado Postal 1225, Carmelitas, Caracas 1010, Venezuela
Email: ceba@puertovida.com
10 A QUERER sexual
Corporación
Gráfica
Navarrete S.A.
 La Línea pun-
teada indica el límite
de las páginas. Libro 10
A partir de aquí
hacia el borde haría Hechos
los 14.3 cm. que se para
requería para la Amar
impresión.
Esto es para
todas las páginas del
libro del alumno.

Alianza Latinoamericana
para la Familia

AL AF
AFAA
ediciones
XXXX - Corporación Gráfica Navarrete
Caracas - Lima - Managua - Montevideo
Quito - Santiago de Chile
 Autores:
Contenido:
Christine de Marcellus de Vollmer (USA -
Venezuela)
Presidente de la Alianza Latinoamericana
para la Familia (ALAFA)
Miembro del Consejo Pontificio para la Familia
Presidenta de la Junta Directiva de la
Word Organization for the Family (WOF)
Miembro del Consejo Académico de la
Cátedra de Educación en Valores Universidad
de Carabobo (Venezuela).
Colaboradores:
Dr. Eduardo D’Agostino (Argentina).
Médico. Especialista en Educación Sexual,
Escuela Argentina de Sexología.
Dra. Myriam Puig (Venezuela).
Médico cirujano de la U. Central de Venezuela.
Ph.D. en Massachussetts Institute of Technology
Especialista en pediatría por la U. de Harvard.
Doctorada en medicina por la U. de Navarra.
Lic. Elida de Solorzano (Nicaragua)
Profesora en Enseñanza Media
y Licenciada en Sociología,
U. Centroamericana, Nicaragua.
M.E. Nina Lucas (Nicaragua).
Licenciada en Pedagogía, U. A. de Honduras,
Master en Psicopedagogía,
U. Estatal a Distancia, Costa Rica.
Lic. Mónica Ballón Espejo (Perú).
Psicóloga por la UNIFE. Terapeuta cognitivo-
conductual en el IPETEC.
Capacitada en Neuro Behavioral Institute of
Miami.
Dr. Raphael Bredy (Venezuela).
Médico, biólogo, neurofisiólogo y psicofisiólogo.
Miembro del Consejo Fundacional de la UCAB
(Venezuela). Académico por 40 años.
Mr. Reed Olson (USA)
Focus on the Family.
© Derechos reservados
Alianza Latinoamericana para la Familia (ALAFA)
Apartado Postal 17007 Lima 17, Perú • E-mail: ceba@puertovida.com
Diseño y diagramación: ETHOS S.A.
Dibujos: Paul Yanque
Prohibida la reproducción total o parcial de este libro por cualquier medio sin permiso escrito de la editorial.
Contenido e historia:
Carlos Eduardo Beltramo Alvarez (Argentina)
Licenciado en Filosofía por la UPAEP y
miembro del Centro de Bioética UPAEP
(México).
Profesor invitado del Instituto para el
Matrimonio y la Familia de la
Universidad San Pablo (Perú).
Co-Autor del Plan de Salud Reproductiva y
Educación Sexual de la Municipalidad de
La Plata (Argentina).
M.E. Julián Echandía Sarmiento (Perú).
Bachiller (Licenciado) en Psicopedagogía y
Master en Administración de la Educación,
U. Champagnat. Director del Colegio San Pedro.
Miembro del Centro de Investigación
Pedagógica de la U. San Pablo (Perú).
Lic. Marcos Nieto Hildebrandt (Perú).
Diseñador gráfico con estudios en el
Instituto Tolouse Lautrec (Lima).
Especialista en Multimedia e Internet.
Director Gerente General de Ethos S.A.
Dra. Ana Isabel Moscoso (Ecuador).
Doctora en Ciencias de la Educación por la
U. de Navarra (España).
Consultora Educativa. Catedrática
Universitaria.
Lic. Manuel Rodríguez (Perú).
Licenciado en educación por la PUCP.
Coordinador académico del Instituto para el
Matrimonio y la Familia, U. San Pablo (Perú).
Ms. Juliette de Marcellus (USA)
Periodista. Docente de pre-adolescentes y
adolescentes.
Mr. Daniel Zeidler (USA).
Presidente del Family Life Council.
Secretario General de ALAFA
ISBN de la Serie Nº 9972-858-00-6
ISBN del Volumen Nº 9972-858-03-0
Hecho el depósito legal Nº 1501372000-1789
Índice General
Introducción ................................................................................................. 7
Agradecimiento ............................................................................................. 9
Unidad I:
Creciendo para amar
Lección 1 El tesoro de la sexualidad ............................................................. 11
Concepto de sexualidad. Introducción
Lección 2 Navegar. Dinámica y crecimiento .................................................. 17
Dinámica y crecimiento (etapas del desarrollo psico-sexual).
Madurez e inmadurez
Lección 3 Único en el mundo ....................................................................... 23
Crecimiento personal (primeras etapas del desarrollo psico-sexual):
embarazo, nacimiento, primera infancia. Seguridad y amor.
Lección 4 Creciendo como persona ............................................................. 28
Desarrollo personal (crecimiento psico-sexual): ):
confusión y autofilia.
Lección 5 Libertad y crecimiento. La vida siempre da oportunidades ........... 33
Libertad y crecimiento (contra el determinismo).
Lección 6 Identificación. Independencia y amor ........................................... 39
Desarrollo personal: etapa de la isofilia (modelos de pares)
y la latencia
Lección 7 Grandes descubrimientos ............................................................ 43
Desarrollo personal: etapa de la heterofilia inmadura
Unidad II:
Amor y madurez
Lección 8 Compromiso y fidelidad ............................................................... 48
Desarrollo personal: «última» etapa. Paso a la nostredad.
Compromiso y fidelidad
Lección 9 Metas del crecimiento .................................................................. 52
Meta del desarrollo (madurez).
Lección 10 Decisiones acerca de mi vida ...................................................... 58
Las decisiones propias contra el consumismo
Lección 11 Realismo en todo ....................................................................... 64
Presupuesto familiar.
3
 hechos para amar | índice general
Lección 12 ¿Qué es amor? ¿Qué no lo es? ...................................................... 68
Abrirse al amor en forma responsable.
Unidad III:
Hechos para amar
Lección 13 Valores ....................................................................................... 74
Niveles de comunicación y amor (I): valores.
Lección 14 Atracción ................................................................................... 80
Niveles de comunicación y amor (II). Emociones (I): atracción.
Lección 15 Fantasía e imaginación ............................................................... 84
Fantasía e imaginación: ayudas y obstáculos de estas características
humanas en el proceso del amor.
Lección 16 Enamoramiento ......................................................................... 88
Niveles de comunicación y amor (III). Emociones (II): enamoramiento
Lección 17 Caprichos .................................................................................. 94
Diferencia entre amor capricho y amor verdadero
Lección 18 Sentir y consentir ....................................................................... 98
Diferencia entre sentir y consentir, sobre todo relacionado con el tema
sexual.
Lección 19 Amor ....................................................................................... 102
Niveles de comunicación y amor (IV). Emociones (III): amor.
Lección 20 Efectos del amor ...................................................................... 108
Niveles de comunicación y amor (V). Efecto que producen las emociones.
Lección 21 ¿Novios y adolescentes? ........................................................... 114
Pseudo-noviazgo y flirteo
Lección 22 El gran diálogo ......................................................................... 118
Diálogo con los padres.
Unidad IV:
Comunicación, amistad y amor
Lección 23 Sexualidad, verdad y mentira .................................................... 124
Definición de verdadera genitalidad
Lección 24 El falso conflicto ...................................................................... 129
El falso conflicto entre ideal («puro») e impulso («impuro»).
Lección 25 Amistad, primer paso para el noviazgo ..................................... 133
Desarrollar la amistad, como primer paso para aprender
a conocer al otro sexo y como camino de preparación
(a largo plazo) para el noviazgo.
4 5
Lección 26 Noviazgo feliz .......................................................................... 138
Noviazgo digno y feliz.
Lección 27 Preparar y guardar .................................................................... 142
Significado y valor de la virginidad.
Lección 28 El grupo de amigos ................................................................... 147
Grupo de amigos: lealtad, aceptación.
Unidad V:
Asumiendo el control
Lección 29 Tomando decisiones ................................................................ 152
Toma de decisiones (I): análisis de la situación.
Lección 30 Tras verdaderos gestos de amor ............................................... 156
Relación sexual adolescente
Lección 31 Valoración de las circunstancias ............................................... 162
Toma de decisiones (II): valoración de las circunstancias.
Lección 32 Homosexualidad ...................................................................... 168
Homosexualidad
Lección 33 El SIDA: gran reto de un siglo que termina y otro que empieza .. 174
SIDA y anticoncepción.
Lección 34 Realismo .................................................................................. 178
Toma de decisiones (III): reconocer límites.
Lección 35 La nobleza de una buena decisión ............................................ 182
La corrupción.
Fichas ........................................................................................................ 190
Bibliografía ................................................................................................ 201
 Introducción

Títulos de la serie Aprendiendo a Querer© Muy queridos muchachos y muchachas:

Este año el libro 10 de la Serie «Aprendiendo a Querer» busca
profundizar en el gran tema de la vida: el amor. Edi, uno del grupo de
Libro 1 Empiezo a conocerme amigos de Carlos y Alicia, abordará junto a su nueva amiga Paty
múltiples aspectos referidos a las relaciones humanas. La primera
Libro 2 Estoy creciendo feliz Unidad trata de la sexualidad y la persona única que es cada uno en
Libro 3 Somos un gran equipo sus aspectos de identidad, libertad, crecimiento. Como no podía ser
de otra manera estas características desembocan en considerar ade-
Libro 4 Qué bueno es compartir más la atracción mutua entre los sexos.
Sobre esta base los protagonistas nos irán conduciendo a la
Libro 5 Diferentes y complementarios profundización de temas atrapantes en los que tendremos la oportu-
Libro 6 ¡Amigos! nidad de examinar aspectos del crecimiento dinámico, la madurez y
cómo manejar las decisiones que se van presentando en esta etapa
Libro 7 Vamos hacia la madurez de la aventura de la vida.

Libro 8 Construyendo mi personalidad Los niveles de comunicación, todos confluyendo en el senti-

Libro 9 Construyendo mi futuro
Libro 10 Hechos para amar
Libro 11 Mi futuro es importante hoy
Libro 12 Frente a las grandes decisiones
Dedicado a la Fuente de Nuestra Alegría.
do del amor verdadero, serán el telón de fondo de esta historia en la
cual se encuentran involucrados Edi y Paty y un extraño personaje
que es el tío Eustaquio. Él les dará nuevas perspectivas, sin rodeos ni
dogmatismos, para entender toda la problemática en torno a la vi-
vencia de los valores, las emociones y las atracciones, la imaginación,
el enamoramiento y el amor. Estoy segura que también será intere-
sante para ti ver estos ángulos frescos de una problemática tan anti-
gua como la humanidad misma.
Los personajes de la historia, cuestionados por el tío, explo-
ran y discuten aspectos vitales de las relaciones interpersonales y de
comunicación. Hablan sobre los pasos hacia el noviazgo y descubren
un fenómeno del que era importante que supieran más: el anti-
amor.
Por otra parte, la gama de alternativas en la vida, con sus
oportunidades y peligros, y la toma de decisiones presentan intere-
santísimas áreas de discusión. Entre los diálogos del libro encontra-
rás materia de sobra para considerar y debatir: asuntos como el

6 7
 hechos para amar | introducción

SIDA, la homosexualidad y otras áreas difíciles que requieren de Agradecimiento

mucha información.
Hombres y mujeres somos hechos para amar y sin amor la
vida carece de sentido. En estas páginas encontrarás temas que te
desafiarán a que desarrolles tu propia filosofía sobre la amistad y el
amor. La idea es que este proceso no se quede allí, sino que Hechos
para Amar sea una rica fuente que alimente tu propia vida.

Christine de Marcellus deVollmer

Agradecemos a todos los profesionales, padres de familia

y jóvenes que en diversos países nos ayudaron con sus
aportes, consejos y experiencias a hacer realidad lo que
empezó como un sueño y ahora, de cara al Tercer Milenio,
ayudará a la juventud a crecer en su capacidad de amar.

8 9
 Unidad I:
Creciendo para amar

Lección 1
El tesoro de la sexualidad

Conclusión
La sexualidad es un concepto muy amplio. Es innata en el ser
humano; es una condición natural. Somos seres sexuados por natura-
leza y en todo acto de nuestra vida, de distintas maneras, nuestra
sexualidad está presente.
Por eso es necesaria una correcta educación para que la perso-
na establezca pautas para poder descubrir los valores sexuales, esta-
blecer un orden de jerarquías y regirse por ellos.
Por eso desde que alguien nace es muy importante la educación
en el amor, para que cuando ese niño o esa niña adquieran su total
madurez, sepan utilizar las relaciones sexuales dentro del contexto
adecuado con un criterio establecido por los valores del amor, y dándo-
se completamente puedan tener relaciones sexuales buenas, que los
llenen plenamente y los realicen.
Asimismo también puedan disfrutar, no solamente de la rela-
ción sexual, sino de toda la sexualidad, en relación siempre con el otro.
Todo pasa por ahí, por cómo es el vínculo con tu esposo. El saber valo-
rar y disfrutar también de un abrazo, de tomar una mano, de dar un
beso o simplemente una mirada. Saber cómo brindarse en el momento
justo, con amor y con madurez para tener la capacidad de aceptar
todo lo que el otro entrega y lo que surja de esa unión.
–¿Es todo?
–Sí profesor... eh... Miguel.
Era el último día y Soledad todavía no se acostumbraba a
llamar a Miguel por su nombre.
–Gracias. Espero que logres esto que de alguna manera te
estás proponiendo. Para terminar el curso quisiera repasar qué es la

11
 hecho para amar | lección 1: el tesoro de la sexualidad
sexualidad... Ya sé que hace calor y que quisieran irse de vacaciones
desde ya, pero les pido un último esfuerzo. A ver, Edi, ¿podrías pasar
al pizarrón y copiar la definición de sexualidad?
El mencionado se paró sin ninguna prisa, tomó su cuaderno,
lo abrió en la primera página y procedió a escribir:
La sexualidad es el conjunto de aspectos que abarcan a
toda la persona humana, en la unidad de su cuerpo y de su espí-
ritu, y que la configuran como hombre o como mujer. De aquí se
deriva una fuerza interior que está referida a la afectividad, a la
capacidad de amar y a la aptitud para relacionarse con los demás.
Es la expresión de la totalidad de la persona. Maneras de-
terminadas de sentir, amar y reaccionar que, tanto en el hombre como
en la mujer, son distintas.
La sexualidad tiene que ver con muchos aspectos de nuestra
vida, todos unidos de manera tal que de su buen desarrollo depende
nuestra felicidad.
–¿Entiendes esto, Edi?
–Más o menos, Miguel. Sé que lo que básicamente siempre
nos quisiste decir es que veamos objetivamente el todo y no nos
quedemos con una parte. Por eso hablaste del cuerpo y del alma
espiritual. Porque la sexualidad abarca a toda la persona, no a una
parte.
–¿Y qué te parece?
Edi lo miró fijo. Ese tipo le caía bien pero no le gustaba
que le estuvieran preguntando.
–Creo que es bueno pensar por nosotros mismos... Creo
que es necesario no dejarnos llevar por la primera impresión.
Fue una respuesta de ocasión. Lo único que quería Edi era
sentarse y terminar con las preguntas.
–Gracias, Edi... sólo espero que no lo digas por compromi-
so... Siéntate.
“¿Cómo rayos...? No importa, de todos modos se termina el
año”.
12
El profesor continuó.
–Como bien dijeron Soledad y Edi (y como todos recorda-
rán), la sexualidad no se reduce a un solo aspecto de la vida del
hombre o de la mujer. De algún modo los abarca todos. Desde el
mismo momento de la concepción podemos hablar de hombre o de
mujer. Ya tenemos a la sexualidad «trabajando». Por eso la sexualidad
nos acompaña siempre, en todo lo que hacemos. Todo tiene el estilo
personal, y el estilo personal comienza con mi sexo... Es algo que
notan en forma bastante marcada durante las vacaciones, en la playa
o en piscinas...
Varios se rieron. El profesor continuó.
–Justamente de esta forma de ser de cada uno surge una
fuerza que tiene que ver con la afectividad, con la cercanía de gente
del otro sexo, con las hormonas y todos los cambios en sus cuerpos
que de seguro no los dejan tranquilos. Por eso es importante que
traten de entender qué les está pasando, para poder resolver todo de
la mejor manera.
Edi reaccionó fastidiado.
Crecemos y nos –¡Eso sólo lo dices tú!
hacemos maduros y –¿Perdón...?
responsables para ser “Uy... para qué habré hablado”. Edi ya estaba
capaces de dar vida. jugado, así que tenía que continuar.
–Digo que eso solamente tú lo enseñas... para
los demás el sexo es para pasarla bien y di-
vertirse... eso sí, «responsablemente».
Algunos festejaron la intervención. Edi no era de los que ha-
blaba mucho, pero cuando lo hacía se sentía.
–Lee esto, por favor, Carlos... Los demás escuchen:
Salud sexual: es la integración de los aspectos afectivos,
somáticos, intelectuales y sociales del ser sexuado; de modo tal de
ella deriven el enriquecimiento y el desarrollo de la personalidad, la
comunicación y el amor...
Organización Mundial de la Salud (OMS) Toronto, 1974.
13
 hecho para amar | lección 1: el tesoro de la sexualidad

–Gracias, Carlos. ¿Se dan cuenta? Veamos: por un lado aquí se

mencionan aspectos “afectivos, somáticos... (somático es lo relativo
al cuerpo; soma, en griego, es cuerpo), intelectuales”... hasta aquí.
Resulta que si le cambiamos un poco las palabras a esta definición
nos encontramos con que es lo mismo que decir niveles de acción:
físico, psicológico (lo psicológico tiene mucho que ver con la afecti-
vidad) y espiritual (tenemos inteligencia porque somos espiritua-
les).
–Profesor –interrumpió Rodrigo–, entiendo casi todo, pero
lo espiritual ¿dónde está? ¿Lo podemos ver? ¿Eso no tiene que ver
con la religión?
–No necesariamente. Todos los hombres tenemos alma o
espíritu (que es lo mismo), pertenezcamos a una religión o no. El
nivel espiritual tiene que ver con la inteligencia y también con los
deseos más profundos de las personas. Hasta ahora ningún científi-
co ha podido explicar nuestros anhelos más profundos de alcanzar
verdadera felicidad. Hay en nosotros un realidad que sobrepasa lo que no alcanza con darnos cuenta de que tenemos esos niveles de
que vemos y tocamos. Si no, ¿de dónde vienen estas inquietudes de acción, sino que además es necesario que descubramos el orden y lo
felicidad? Y tengan en cuenta que no son las inquietudes de un loco, respetemos. Eso es tener la pirámide equilibrada. Y esto sólo se logra
todos queremos lo mismo desde siempre. desde el mando de la libertad.
A esta realidad, inexplicable en una fórmula química o im-
posible de reducir en una teoría biológica, que es común a todos los
hombres, la conocemos como alma o espíritu. Es desde donde pen-
samos y queremos y tiene una fuerza integradora que ordena todo
nuestro ser.
Rodrigo, algo confundido, no pudo cuestionar la respuesta
del profesor. Todo lo que había dicho era coherente y hasta obvio.
–Bueno, pero sigamos adelante –prosiguió el profesor.
Hasta ese momento para Edi, los conceptos coincidían con
lo que habían visto en el año, cosa que odiaba reconocer. Así Miguel
empezó una revisión de lo más importante.
–Recuerden que comparamos a la persona humana con una
pirámide. Pero no cualquier tipo de pirámide. Hablamos siempre de
un determinado orden (Esquema 1.A). Pero es más, cuando la defi-
nición nos habla de integración de estos aspectos nos está diciendo

14 15
 hecho para amar | lección 1: el tesoro de la sexualidad

que no todo lo que parece es amor. Su misión será descubrirlo... y en

esto se juega su felicidad.
Ya habían discutido bastante durante las clases de ese curso
especial la relación entre el amor y la sexualidad. Edi veía que no
todos pensaban igual y se reservaba para sí mismo el pensar como
quisiera. Claro que nunca había habido en la actitud de Miguel nada
que pudiese hacerlo sentir presionado, salvo el hecho de que siem-
pre le exigía que pensara por sí mismo, pero en la categoría de gente
«pesada» de Edi no cabían los que le hacían pensar.
Pero bueno, ya era la última clase y por lo que había oído a
Carlos y demás «amiguitos» de Miguel, el año entrante ya no estaría.
En el fondo lo iba a extrañar, no era mal tipo. De todos modos él tenía
más cosas en las que pensar: papá y sus planes de vacaciones. Temía
que su viejo tuviera un plan «iluminado»... y no se equivocaba.

Lección 2
Analizado de ese modo, la definición coincidía con lo que
Miguel les había estado diciendo en los últimos dos años.
Navegar. Dinámica y crecimiento

–Además de esto la definición nos menciona que este equi- Edi era un tipo callado a quien la muerte de su madre había
librio tiene que ver con el desarrollo de nuestra personalidad, la afectado. Tenía amigos, pero sentía un vacío que no podía expresar
comunicación y el amor. Crecer en el conocimiento de nosotros en palabras.
mismos. Tener capacidad de llegar a lo más profundo que tenemos.
Una semana antes de que las clases concluyeran, su papá y su
Potenciar nuestras virtudes y combatir nuestros vicios y defectos.
hermana lo invitaron a cenar fuera. No era habitual por la situación
De este modo llegar a poder comunicarnos mejor. Porque no vivi-
de la familia, pero entonces él sospechó que le iban a decir algo que
mos solos y la relación con los demás es la otra mitad del libreto de
no le agradaría del todo.
la sexualidad: la primera mitad es crecer, desarrollarnos y adquirir
virtudes, la otra mitad es poder compartir esto con los demás. –Buena la cena, ¿no Edi? –el señor Vázquez, papá de Edi,
estaba de excelente humor.
Claro que la máxima comunicación será en nuestro matri-
monio y tendrá que ver con dar vida. Crecemos y nos hacemos ma- –Rica, papá, gracias –respondió el aludido, que siempre re-
duros y responsables para ser capaces de dar vida. En esto reside la cordaba que su madre insistía mucho en la gratitud.
importancia de la sexualidad, su hermosura, su gozo. Por eso nunca
–Te lo mereces. Has estado bien en tus estudios y es bueno
se pueden entender las relaciones sexuales fuera del amor... ni el
celebrarlo. Lástima que no pueda ser más seguido.
amor fuera del contexto de un hondo compromiso. Compromiso
que nace de ti, porque tú lo quieres así. Eres responsable de tus actos El hijo se empezaba a aburrir y fue al grano.
y eso significa que respondes por cada uno de ellos. Esto es lo último
–¿Saldremos de vacaciones, papá?
que les voy a decir este año: pase lo que pase en sus vidas nunca
olviden que la sexualidad no se puede entender sin amor. Ya saben

16 17
 hecho para amar | lección 2: navegar. Dinámica y crecimiento
El cuestionado padre se puso un poco más serio, igual que la
hermana mayor.
–Más o menos. Tu hermana y yo no podremos salir sino sólo
una semana, pero creemos que tal vez tú la puedas pasar muy bien
con tu tío Eustaquio en la playa.
Un momento. Parecía que la cosa era peor de lo que se espe-
raba. El tío Eustaquio... el loco de la playa. Era hermano de su abuelo
y había viajado por todo el mundo a bordo de un barco. Decían que
su misma casa era un viejo barco de madera sacado del agua. Allí
vivía con su esposa. Sus hijos, los primos de Edi, estaban casados y
rara vez los visitaban. No había ninguna perspectiva de diversión.
–¡Pero papá! Me anoté en el torneo de fútbol de verano –Edi
trataba de zafarse.
–Mira Edi, es una experiencia nueva para ti. Además se lo
prometí al tío Eustaquio. De hecho ya te están esperando. Sé que te
vas a divertir.
–¡Seguro! –fue la única contestación del hijo–. Su hermana
sintió por un instante que veía de nuevo al niño de 5 años haciendo
sus clásicos berrinches por un caramelo. Cuando estaba fastidiado
El puerto final es llegar
su hermano era un «amor».
a tener una sexualidad
+++
sana que nos ayude a
encontrar la felicidad.
Edi estaba nervioso. Hacía rato que el tren se había ido y no
lo recogían. Pero además hacía muchos años que no veía al tío y
pensó que no lo reconocería. Fue su primer «error de apreciación».
–¡Mírate, nada más! Has crecido... –le gritó el tío desde la
otra punta del casi desierto andén–. Pero sigues siendo el vivo retra-
to de tu madre.
Eso le decían todos.
–Hola, tío... Oye, gracias por...
–Ven, dame tu maleta, debes estar cansado... subamos al auto
y no perdamos un minuto.
El auto era tan antiguo como el mismo tío. Por momentos daba
miedo que se destartalara o se cayera por alguno de los acantilados.
18
El pueblo que dejaron atrás era el típico de cualquier playa:
quien no era pescador era visitante o tenía un restaurante de comida
del mar. Ninguno parecía tener prisa para nada. En el camino Edi
trató de ubicar lugares de «diversión» y llegó a la conclusión de que
eran muy pocos.
En cambio el paisaje era lo «máximo»: el azul del mar, el
rugido de las olas y el graznido de las gaviotas eran cosas nuevas para
él. Eso sí lo tuvo impactado.
También la casa de los tíos tenía su encanto: un barco sacado
del mar y fuertemente afirmado al piso siempre invitaba a soñar. Le
prepararon el mejor cuarto: el camarote del capitán. Es la habitación
más grande en todo el barco y su ventanal daba a la parte de atrás
(popa le llaman los marinos). Era inmenso. La vista daba justo a la
playa, de modo que no necesitaba pasar por ningún otro lado para
zambullirse: un salto y estaba en la arena.
La tía Asunta era cordial y callada, pero con una sonrisa que
invitaba siempre a descansar. Ella estaba en
todos los detalles. Una vez que su sobrino se
acomodó, lo llamó para que subiera a la «cu-
bierta» (que es la parte de arriba de los bar-
cos, donde la gente camina) para tomar la
merienda.
Mientras comía los tíos lo miraban sin decir
nada y él pensó que en realidad parecían piezas
de museo... y siempre le habían aburrido los
museos. Luego de contarles muy brevemente
que su hermana y su papá estaban bien, no tenía más de qué hablar.
–¿Qué quieres ser de grande, Edi? –preguntó de pronto el
anciano.
–Psicólogo –fue la mecánica y evasiva respuesta del muchacho.
En realidad no lo había pensado mucho, pero sonaba «com-
plicado» como para impresionar a ese par de adorables pero aburri-
dos anfitriones.
–Interesante... –dijo el tío con cara de muy poco impresio-
nado–. Es importante la psicología... sobre todo cuando uno es ado-
19
 hecho para amar | lección 2: navegar. Dinámica y crecimiento

lescente... ¿Imagino que entiendes la relación que tiene tu creci-

miento, la psicología y la sexualidad?
El tío tomó totalmente desprevenido a su sobrino. Estaba
tomando su último sorbo de leche y casi se atraganta. Sin embargo,
ni tío ni tía parecían reprocharle nada.
–Ven... –le dijo mientras se paraban y bajaban a lo que había
sido la bodega del barco–, tengo algo que te puede interesar. Algunos
creen que los chicos de hoy no leen nada... creo que los viejos tenemos la
culpa. Leer es divertido... sobre todo cuando no tienes televisión.
El sobrino volvió a recordar a su padre y sus «geniales» ideas.
–¿Sabes? –continuó el viejo–. Siempre me ha gustado saber.
Creo que por eso me hice marino. Los viajes en alta mar son largos y
la mejor forma de aprovecharlos es leyendo.
Todo indicaba que ésa era una broma del viejo, pero su cara
no era en lo absoluto de broma. Entonces debía estar loco. Sí, los
comentarios debían ser ciertos. Edi decidió seguirle la corriente.
–En una época de mi vida tuve curiosidad respecto a lo que
me parece más fascinante sobre la tierra: la persona humana... ¡Oye!
A los muchachos de tu edad la palabra sexualidad les encanta, ¿no?
Parecía una divagación. Edi asintió despacio con la cabeza.
Estaba cada vez más confundido. No encontraba sentido a lo que
decía el viejo.
–Cuando tenía tu edad me pasaba lo mismo. Curiosamente
una de las primeras cosas que pude averiguar fue que perso-
nalidad y sexualidad van creciendo juntas, de la mano. Todos
partimos de algo: tú eres varón, yo soy varón. Tenemos una identidad, en
la que la sexualidad juega un papel fundamental. Entender rectamente tu
sexualidad es básico para el desarrollo adecuado de tu personalidad.
Ambos empezamos igual, con la misma herencia. Pero fuimos cam-
biando, creciendo. Cada uno va desplegando todo lo que «recibió» des-
de el momento de la concepción. Ésta es una de nuestras más im-
portantes tareas en la vida: crecer... y crecer para ser felices.
El viejo lo pensó un instante. Edi no reaccionaba: le parecía
insólito que ese anciano le estuviera hablando así.

20
 hecho para amar | lección 2: navegar. Dinámica y crecimiento
–¿Sabes? –dijo el tío cuando se decidió–. Ocurre lo mis-
mo cuando uno sale a viajar en barco: tiene un mapa, puertos
intermedios y un puerto final. El mapa tiene que ser preciso, si
no el barco choca y se hunde o no llega. En el caso de nuestra
vida el mapa es todo lo que tenemos que saber acerca de la
sexualidad. Las escalas que tenemos que hacer son los pasos. En
el caso del crecimiento, algunos de los tipos que escriben estos
libros tan interesantes las llaman «etapas de maduración»... –Se
mojó el dedo y abrió el libro que hacía rato había tomado de una
repisa. Buscó un instante hasta dar con la página precisa–. Ah, sí,
mira lo que dice sobre las etapas:
En el desarrollo humano nos encontramos con ciertas conduc-
tas que nos dicen de algún modo que hay cambios. Estos cambios son
vividos por cada persona de una manera particular, pero tienen mu-
chos elementos en común y caracterizan lo que llamamos etapas. Una
etapa es un paso, un momento del progreso que todo hombre experi-
menta a lo largo de su vida. Estos pasos, si se viven correctamente, van
dando a la persona todo lo que necesita para poder llevar adelante
una vida feliz. La sexualidad tiene que ver con este crecimiento, así
como la personalidad, por lo que conocer lo que sucede en cada mo-
mento siempre nos ayudará a tomar las mejores decisiones.
El puerto final es llegar a tener una sexualidad sana que nos
ayude a encontrar la felicidad. De algún modo la sexualidad, para
mostrarse plenamente en nosotros, atraviesa por un movimiento
que llamamos crecimiento. Para crecer tenemos que navegar, como
el barco.
–¿Eso de qué me sirve...? –empezaba a tomarse en serio al
tío y eso le producía fastidio. Había venido de vacaciones, no a una
prolongación del curso de Miguel.
–Conocerse –contestó el tío emocionado y sin sentirse alu-
dido por el tono de voz de su sobrino–, es una de las cosas más útiles
en la vida. Para eso resulta muy importante saber dónde estamos y
cuánto nos falta todavía por avanzar. Cuanto mejor sepas en qué
etapa estás y qué puede pasar en las siguientes, sabrás condu-
cir mejor tu barco. Pero es tu decisión. Algunos creen que el mapa
no es necesario y que cualquier cosa sirve para llegar al puerto... A
mí los años me dicen exactamente lo contrario.
22
Puso el libro en las sorprendidas manos del muchacho, subió
las escaleras y regresó a la cubierta superior.
–La cena suele ser a las 8:00... yo que tú aprovecharía la mejor
hora para ir a nadar. No te alejes mucho –le gritó de arriba.
El viejo tal vez estuviera loco, pero no era el tipo de locura
que Edi hubiera esperado.
Lección 3
Único en el mundo
Patricia estaba en medio de una de esas grandes discusiones
con su mamá.
–Creo que eres muy injusta, mamá. ¿Qué nos puede pasar?
–No lo sé... Pero mi respuesta sigue siendo no.
Evidentemente las cosas no avanzaban. Entonces Patricia cam-
bió su táctica.
–¿Por qué tenemos que ir siempre con un adulto? Ya somos
bastante grandes.
Sofía Jiménez miró a su hija y por un momento vio a su bebé
de siempre. Pero no, ya no era una bebé, realmente había crecido...
pero no tanto. Es decir, no del todo. Todavía le faltaban pasos. Quería
correr cuando apenas sabía gatear. Pensó que se lo debía decir sin
herir su orgullo.
–Mira, Paty. No niego que hayas crecido y que ya no eres una
niñita. Eres bastante responsable en muchas cosas y me alegra. Pero
también es cierto que no has terminado de crecer. Siempre crece-
mos, hija, incluso desde antes de nacer. Pero es importante que te des
cuenta hasta dónde has llegado y qué te falta. Sólo así sabrás qué
puedes hacer y qué no.
El tono se había hecho más tranquilo. La mamá, sentada en la
cama, hablaba con cariño a su hija que la escuchaba «atentamente»
desde el suelo. Desde la separación del matrimonio Jiménez, madre
e hija no hablaban así.
Habían sido meses difíciles. Paty sabía que de algún modo
sus padres se querían y la querían, pero todo era confuso. Ella optó
23
 hecho para amar | lección 3 : único en el mundo

por no pensar y exigir de todo. Había llegado el verano y sin más
pidió que la dejaran ir con sus amigas a la playa... solas.
–¿Pero hasta cuándo me van a decir que no estoy «madura»
para esto o para aquello? –volvió a la carga–. A veces te contradices,
mamá: primero dices que soy muy responsable y después que no. No
te entiendo.
–Tal vez ésa sea mi forma de decirte que no estás totalmente
madura, pero que me da gusto verte crecer. Para algunas cosas te
sientes segura y tomas buenas decisiones. Pero para otras no eres tan
constante como debieras –ambas pensaron en las clases de piano,
pero ninguna lo mencionó–. Son cosas de la edad que tienes que ir
superando. Creo que es mejor que tengas paciencia.
–Pero es injusto, mamá –rezongó Patricia–. Yo quiero ir aho-
ra... ¿por qué no puedo?
–Parece que no me escuchaste.
–Sí, pero quiero ir...
En ese momento mamá Jiménez recordó a su niñita de tren-
zas pateando el piso cuando no se cumplían sus caprichos. Definiti-
vamente la «niña» tenía mucho por crecer todavía.
–No es prudente y es mi última palabra. Piensa un poco y
verás que tengo razón.
–Pero mamá...
+++
Edi estaba sentado bajo la sombra de la cubierta principal,
«disfrutando» la tarde con la lectura del libro que le diera su tío.
Primera etapa: antes de nacer
Desde el momento en que óvulo y espermatozoide se unen co-
mienza la vida. Un niño empieza a desarrollarse dentro del útero de su
madre. El chico en el útero es tan indefenso que depende de la madre...
y del padre. Ya que necesitó de dos para ser, necesita de dos para crecer
en forma armónica.
El libro tenía fotos de distintos momentos de crecimiento
del bebé antes de nacer. Edi pudo constatar algo que le pareció sor-
prendente: los bebés dentro de sus madres escuchan lo que pasa a su
alrededor. El libro mencionaba que un chico se acomoda a los rit-
mos de su madre: cuando ella trabaja él se acurruca y descansa,
cuando ella descansa él se mueve a placer.
Era increíble pensar que en 9 meses se pasaba de ser una
persona del tamaño de una célula a ser la misma persona pero de 3 ó
4 kilos y con unos pulmones como para llorar toda una noche.
Cada etapa es importante en la vida de una persona, y ésta no
es la excepción. El bebé percibe lo que sucede alrededor de su madre. Si

El viento en la cara le daba con fuerza y el sabor a mar mantenía una

batalla a muerte con su actitud de «niña ofendida». El ruido de las
olas le decía que sería un verano inolvidable, pero su capricho de-
fraudado casi la obligaba a aburrirse.
El lugar elegido por su mamá, obviamente, no era el de siempre.
Había alquilado una pequeña casita, a las afueras de un pueblo me-
dio muerto. Lo único que llamó la atención a Patricia fue un barco
encallado en la arena. ¿Qué podría ser? Lo investigaría, al cabo no
pensaba encontrar muchas otras cosas en qué divertirse.
+++

24 25
 hecho para amar | lección 3: único en el mundo
el clima es agresivo, desarrollará miedo. Por el contrario, si el clima es
de calma, crecerá tranquilo y sabrá lo que es la seguridad. Por eso el
papel del papá es importante durante el embarazo.
El chico oye el latido de su madre porque tiene su corazón muy cerca
del oído. Pero también oye al padre. Es más, el latido del corazón de la
madre será agradable si el papá hace todo por su mujer y le da tran-
quilidad. Ésa es la segunda herencia que recibe el chico de sus padres.
El segundo gesto de amor que tienen para con él... el primero fue trans-
mitirle la vida.
Cada uno es único e irrepetible. Al juntarse 23 cromosomas de
la mamá (los del óvulo) con 23 del papá (los del espermatozoide) da un
resultado que nunca antes existió en el mundo. Los 46 cromosomas son
la base de información de todo ser humano. Esta herencia genética
hace que cada persona que es concebida sea muy importante, una
pieza única que no se volverá a repetir.
Durante mucho tiempo la humanidad se ha preguntado cómo
se transmiten los rasgos de los padres a los hijos. En la antigüedad no
se sabía muy bien cómo funcionaba la combinación genética y cuáles
eran sus leyes hasta que apareció Mendel.
Juan Mendel (1822–1884)
Juan Mendel era austríaco. De joven ingresó a un monasterio y
llegó a ser abad.
Desde pequeño fue muy curioso. Estudió con interés las plan-
tas y semillas y su ciclo de reproducción. Luego transcribió sus
experiencias y conclusiones y sin saberlo creó una nueva cien-
cia: la genética.
Combinó distintos tipos de frijoles para
comprobar qué resultado obtenía.
Quería saber por qué de dos frijo-
les negros salía un frijol negro y
no de otro tipo y qué pasaría si
mezclaba dos clases de plantas
diferentes.
Estos experimentos le permitie-
ron descubrir las leyes de la he-
rencia.
26
La primera dice: “Los caracteres heredados son producidos
por factores (genes) que se transmiten de generación en gene-
ración”.
La segunda: “Cada carácter heredado es producido por dos
factores, uno que viene del padre y el otro de la madre”.
La tercera: “Cada progenitor posee dos genes para cada una de
sus características, pero sólo transmite uno de ellos a su hijo”.
Cada uno de los padres puede tener uno de esos genes más
«fuerte» (dominante) y otro más «débil» (recesivo), o ambos
dominantes o ambos recesivos. Por cada característica del cuer-
po se combinan un gen del padre y uno de la madre. Si hay un
dominante en la combinación, se impondrá. Si hay dos recesivos
se dará esa característica.
Por ejemplo: los ojos azules son recesivos y los oscuros son do-
minantes. No es de extrañar, pues, que en un matrimonio en
que ambos tengan ojos oscuros, tres hijos también los tengan
pero el cuarto los tenga azules. Lo que sucede en estos casos es
que los primeros heredaron uno o dos dominantes (oscuros) y
el cuarto dos recesivos (azules). Estos recesivos,
tal vez heredados de abuelos o bisabuelos, ha-
...todos recibimos los bían pasado desapercibidos (dominados por
los oscuros), pero eran parte de la herencia de
rasgos por herencia padre y madre. Esto sucede con cada rasgo:
pero «SIEMPRE» cada característica de las personas se forma
seremos únicos e combinando algo del padre y algo de la madre.
irrepetibles. Al ver Mendel la cantidad de rasgos que se
involucran en la conformación de una perso-
na, concluyó que todos recibimos los rasgos por
herencia pero «siempre» seremos únicos e irrepetibles.
Cada gen, como mencionamos al principio, está compuesto por
cromosomas. En la persona humana son 46 cromosomas alinea-
dos en pares: 23 heredados del padre y 23 heredados de la madre.
Cada cromosoma domina miles de variables mediante unas com-
binaciones que los científicos llaman «locus» (lugar en latín). Allí
están definidos no sólo los rasgos sino también algunas enferme-
dades. El estudio de los «locus» es lo que se llama el «proyecto
genoma humano»: se trata de hacer un verdadero «mapa genético»
de la persona donde se contemple el origen de hasta el último
detalle de la persona. Por eso los «locus» son millones.
27
 hecho para amar | lección 4 : creciendo como persona
Si se encuentra que una persona tiene un «locus» defectuoso o
fuera de lugar, quiere decir que cabe la posibilidad de que esa
persona tenga algún tipo de enfermedad hereditaria o propen-
sión a estar enfermo. Por tanto una primera aplicación del
genoma humano es en un futuro poder prevenir enfermedades.
Pero el mapa genético no es infalible: puede ser que una perso-
na tenga un «locus» determinado dañado y sin embargo que
nunca se le presente la enfermedad. Esto que parece una mara-
villa hay que tratarlo con cuidado porque puede dar lugar a
abusos como manipular la genética de los bebés o, en un futuro,
no aceptar a alguien en una empresa porque «tiene la posibi-
lidad» de enfermar. Como siempre el hombre es el que decide
cómo usa sus adelantos, si para bien o para mal.
Edi pensó un instante en lo impresionante que era la natura-
leza para hacer ese gasto tan grande. También pensó con cariño en su
mamá, pero sólo por un instante: no quería dejarse ganar por la
nostalgia. Además el sol estaba lo suficientemente bajo como para ir
a nadar.
Cuando saltó a la arena un ruido llamó su atención. Un auto
convertible venía bajando del pueblo a toda velocidad. “Qué bien –
pensó–, después de todo tal vez haya alguien interesante a quién
conocer”. El auto se perdió en la siguiente curva y él corrió sin parar
hasta que las olas no lo dejaron avanzar más.
Lección 4
Creciendo como persona
Comenzando con el nacimiento el niño está lleno de necesida-
des que deben ser satisfechas. Él siente placer por los cuidados, alimen-
tación, caricias, abrigo... que le brindan los adultos. Todo lo que satis-
face una necesidad básica le es grato y placentero. Como no puede
identificar de dónde proviene ese placer, a esta etapa se la conoce como
de confusión.
El rol de la madre y sus cuidados es fundamental en esta
etapa. El chico, a través del pecho materno, por ejemplo, recibe ali-
mento y cariño.
28
–“Alimento del cuerpo y alimento del espíritu” –concluyó el
viejo al leer la última página a pedido de su sobrino. Claro que el
chico se había dormido, presa del cansancio de un día a puro sol y
arena. Eustaquio sonrió y pensó en su interior lo necesario que era
que los jóvenes supieran algunos secretos antes de ser padres de
familia. Si él lo hubiera sabido a tiempo...
“Pero nunca es tarde –pensó–. Ahora se lo debo a Edi y él se
lo debe a sus hijos”. Tomó el libro y volvió a leer. En su cara despertó
la curiosidad que años atrás lo había llevado a leer tanto. Con cada
renglón perdía un año del rostro. Tenía otra oportunidad, otra razón
para aprender.
Etapa de la autofilia (auto = uno mismo, filia = amor):
Se inicia el conocimiento del propio cuerpo. También la elabo-
ración de la imagen corporal infantil. Es la etapa conocida como de
autocontemplación y autodescubrimiento.
El niño pequeño encuentra divertido «investigar» zonas de su
cuerpo. Está reconociéndolo y encuentra que algunas zonas son más
placenteras que otras. Se siente muy contento con su cuerpo y lo «mues-
tra» a cada momento.
Tío Eustaquio sonrió al recordar a sus propios «críos» co-
rriendo desnudos por esas mismas playas, con su Asunta persiguién-
dolos para que se vistiesen. Algunas cosas cambian, otras no. Volvió
a leer:
¿Hay masturbación a esta edad?
Es una gran pregunta –pensó.
En el curso de esa exploración los niños pueden descubrir que
algunas partes les provocan un placer un poco más intenso, como por
ejemplo los genitales. Estas zonas del cuerpo son lugares de placer con
un fin bien determinado. Están ordenados a la relación sexual de espo-
so y esposa. Lógicamente el niño no lo sabe y puede hasta jugar muy
«descaradamente» con ellos.
No es masturbación. Siente placer y eso le gusta. Pero una cosa
es reconocer el propio cuerpo a los tres años y encontrar una
parte que da más placer que las demás y otra distinta es procurar-
29
 hecho para amar | lección 4: creciendo como persona
se ese placer conscientemente, robándoselo a la relación de pare-
ja. Eso es lo que se conoce como masturbación.
El placer es parte del cuerpo. Es un medio para acercarse a una
persona determinada: en el caso de la mujer, para acercarse al esposo;
en el caso del hombre, para acercarse a la esposa. Por lo tanto tiene un
lugar y un fin determinados.
Con la masturbación la persona no se está acercando a
nadie e incluso suele generar mecanismos que más bien la alejan
de los demás. Que un niño chiquito explore no está mal: está descu-
briendo su cuerpo, que es bueno. Que alguien más grande lo haga,
transforma ese acto en una forma de no salir de sí mismo. Se corre el
riesgo de caer en el narcisismo.
El narcisismo es una actitud de gran egoísmo que hace obsesio-
narse a las personas consigo mismas sin tener forma de ver por los demás.
Según la mitología griega, Narciso era un hermoso joven que
despreciaba el amor. Era objeto de la pasión de numerosísimas donce-
llas y ninfas, pero siempre permanecía insensible. La ninfa Eco se
enamoró de él, pero no consiguió más que las otras. Desesperada se
retiró a un lugar solitario, donde adelgazó tanto que de toda su perso-
30
na sólo quedó una voz lastimera. Las doncellas despreciadas por Nar-
ciso pidieron venganza. Némesis las escuchó e hizo que, en un día muy
caluroso después de una cacería, Narciso se inclinara sobre una fuente
para calmar la sed. Vio allí la imagen de su rostro, tan bello, que se
enamoró de él en el acto. Insensible ya al resto del mundo, se dejó morir,
inclinado sobre su imagen. En el lugar de su muerte brotó una flor, a la
que se dio su nombre: el narciso1 .
Quien se contempla excesivamente a sí mismo y desprecia el
amor y la relación con los demás termina como Narciso, prisionero de
su propio egoísmo. Así como él murió de hambre en la fuente y se
convirtió en una «flor» (linda pero mucho menos linda que una perso-
na) del mismo modo los modernos «Narcisos» que se la pasan todo el
tiempo frente al espejo terminan muertos de hambre de lo que más le
hace falta al hombre: amor. Sin mencionar lo terrible que puede llegar
a ser la bulimia como la anorexia.
Con la masturbación éste es el problema más serio: se queda
uno encerrado en un placer tan solitario que luego cuesta mucho rela-
cionarse correctamente con los demás. Claro
que se tiene trato con otros, pero todo se hace
Es el egoísmo, la fuga desde el egoísmo.
cobarde a relacionarse Muchos jóvenes suelen tener este problema. ¿Qué
con los demás, lo que hacer? Lo primero es saber que masturbarse
lleva a algunos a no es saludable, como algunos quieren hacer
la masturbación. creer. Pero tampoco es la muerte. Simplemente
es algo que si no se ha padecido nunca, mejor.
Pero si se padece, hay que superarlo.
En realidad no es que la masturbación provoque egoísmo. Es al revés:
es el egoísmo, la fuga cobarde a relacionarse con los demás, lo que
provoca que se dé la masturbación. Una vez instalada, ella cierra un
círculo vicioso de egoísmo creciente difícil de romper.
Por eso la clave es tener la valentía de salir de uno mismo e ir al
encuentro de los demás, para «vivir» la sexualidad para lo que ella es.
La sexualidad es comunicación en el amor. La masturbación es inco-
1. Tomado de Grimal, Pierre. Diccionario de mitología griega y romana, Ediciones
Paidos, Barcelona, Buenos Aires, México 1986.
31
 hecho para amar | lección 4 : creciendo como persona
municación en el egoísmo. Es quedarse mirando el propio cuerpo, como
Narciso, y esperar la soledad.
A propósito del mito de Narciso, un comentario sobre bulimia
y anorexia. Estas dos son enfermedades nerviosas que si bien se dan
mucho en las mujeres, también las pueden padecer los hombres.
La anorexia nace de la obsesión por tener un cuerpo siempre más
delgado. Muchas veces esta obsesión se inicia por una crítica ácida y
constante de un grupo de amigos que se burlan de lo «gordita» que está
la chica. Ella comienza entonces con dietas de las que salen en las
revistas, a usar pantalones cada vez más ajustados y con rutinas
maratónicas de ejercicios.
Las modernas «Narcisas» se ven a sí mismas siempre gordas. Pero el
problema es básicamente psicológico. Lo que no saben es que pueden
llegar a morir de inanición (hambre).
En el caso de la bulimia, la persona enferma come desaforada-
mente producto de una profunda soledad o vacío de algún tipo. Al
terminar el atracón se siente tan culpable que se provoca el vómito
para dejar de sentir asco de sí misma.
En ambos casos hay un desequilibrio respecto de la alimenta-
ción. Las dos son enfermedades que suelen tener consecuencias muy
fuertes para quienes las padecen.
La familia también sufre con la persona enferma, llegan-
do en ocasiones a alterar la estabilidad familiar.
Ésta es la carta de un padre que casi pierde a su
hija por estas enfermedades:
“Lo primero que debo decirte, tengas o no bulimia o
anorexia, es que eres la persona más bella del mundo. No te
conozco pero puedo decirlo: si piensas y amas eres la cosa
más bella del planeta. Por tanto no te obsesiones por tu
figura y más bien fíjate una y otra vez en lo que hay
dentro de esa figura. De nada te valdrá a la hora de la
verdad ser un estuche vacío. Cada vez más los
hombres buscan en las mujeres alguien con
quien disfrutar la vida, no un cuerpo como
puede haber muchos otros”.
32
Lo peor del caso es que te obsesionas con el cuerpo y es lo
primero que pierdes. Por eso no dejes de comer.
Si tienes alguno de estos síntomas (si te sientes o ves siempre
gorda aunque tus amigos te dicen que no lo estás, te descontrolas con la
comida y luego buscas vomitar, te mareas con frecuencia, te sientes
débil...), no tengas miedo y cuéntaselo a tus padres o a tus consejeros
serios y de confianza. Estas enfermedades se curan, pero lo único que
la medicina no puede hacer por ti es que seas sincera contigo misma.
No dejes que la sombra de Narciso dañe tu futuro.
–¿Qué lees, viejo? –Asunta interrumpió a su marido cuando
éste justo llegaba al fin del párrafo.
–Eh... algo sobre modernos Narcisos. ¿Sabes? Pienso que los
jóvenes construirán un mundo mejor que éste, pero tenemos que
enseñarles a ser generosos. Mal veneno es el egoísmo. Ojalá lo entien-
dan a tiempo y no repitan nuestros errores.
Asunta miró a su esposo con amor: una vez más estaba orgu-
llosa de él.
Lección 5
Libertad y crecimiento. La vida siempre da
oportunidades
Los días en la playa eran cada vez más hermosos. Pero para
Patricia eso no bastaba. “Tienes la playa”, le decía su mamá. El pro-
blema era que Sofía «no se daba cuenta» de que en el mundo de una
chica hay mucho más que arena.
–Podrías ir a investigar... dar una vuelta. Tal vez hayan otros
chicos y puedas hacer amigos.
Estaba preocupada al ver así a su hija y quería ayudarla. Pero
Patricia no siempre reaccionaba bien ante los ofrecimientos de ayu-
da, sobre todo si venían de su madre. Como en otras ocasiones, puso
cara de fastidio.
–Deberías educar ese carácter.
–¡Ay, mamá, no tengo ganas!
33
 hecho para amar | lección 5: Libertad y crecimiento. La vida siempre da oportunidades
–Te lo digo por tu bien, hija.
–No me vengas con sermones, ¿quieres?
–Oye, soy tu madre... no te comportes así conmigo.
–Bueno, «madre», entonces no molestes...
Inmediatamente se paró mientras Sofía contaba mentalmente
hasta diez. Definitivamente su hija estaba extraña. Sabía que necesi-
taba paciencia, pero por momentos su «bebé» la sacaba de quicio.
Por su lado, Patricia se paró porque sabía que había «metido
la pata». “Ella se lo buscó”, pensó. Pero ni eso la dejó tranquila. Era
uno de esos días en que quería mandar a volar a todo mundo. Fue a
su cuarto, prendió el ventilador y se metió a leer. Al rato estaba
dormida.
Cuando despertó estaba enfadada consigo misma. En un
arranque loco salió de la casa y se dirigió al mar. El chapuzón ayudó
a calmarla. Luego tomó sol un rato hasta que se cansó de ambas
cosas y decidió caminar.
Entonces tuvo una idea: “¿Por qué no ir a conocer la casa–
barco? Probablemente no haya nadie. Así hago algo distinto en este
lugar tan aburrido”.
La casa–barco era la atracción del pueblo.
No es común que uno se encuentre con un
barco antiguo sacado del agua y convertido en
toda una casa. Al acercarse su corazón empezó a
latir aceleradamente.
Se asomó por una ventana y vio a una vie-
jita lavando platos. “Ha de ser la dueña”, pensó. Sin
hacer ruido trepó una de las tantas sogas que
colgaban alrededor y llegó a la parte más alta.
Tenía ganas de ver las velas. Estaban puestas de
tal modo que daban sombra sobre la cubierta.
Antes de llegar a la cubierta oyó voces. Como
estaba parada en una saliente del barco no la podían ver.
Pensó en irse, pero justo en ese momento la anciana se
asomó a la ventana comiendo una fruta.
34
Le dio miedo que la descubrieran, así que se acurrucó como
pudo, esperando el momento de escapar. Casi sin querer empezó a
escuchar la charla entre «las voces». La voz anciana no parecía en lo
absoluto agresiva, es más, sonaba dulce... se podía decir que se oía el
mar en esa voz.
–...lo que vamos incorporando nos marca pero no nos deter-
mina en nuestro actuar. Volviendo al ejemplo del viaje en barco: todo
lo que recogemos en el camino sirve para dar respuestas. Una de
ellas, de las más importantes, es ser capaces de vivir con una pareja
permanente de manera estable y formar una familia. Es nuestra «alta
mar». Es lo mismo que decir que todos necesitamos madurar para
lograr los objetivos en la vida.
Se hizo un silencio. La otra voz asintió y comenzó a hablar en
forma extraña. Entonces Paty se dio cuenta de que estaba leyendo.
En la vida somos libres para elegir lo mejor para nosotros. La
verdadera libertad es la capacidad de movernos a nosotros mis-
mos para elegir lo mejor entre las cosas que
se nos presentan. Esta capacidad aumenta
si se buscan el bien y la verdad. Por eso toda
persona puede ser mejor a pesar de lo que le
Es tu tarea: cargar tu
pase. No cabe para el hombre aquello de «así
herencia al hombro y soy, nadie me cambia». La verdadera actitud
usar tu libertad para de las personas debe ser: «soy así, con defectos
decidirte a ser mejor. y virtudes, y tengo capacidad de ser mejor».
La «voz–de–mar» lo interrumpió.
–Esto quiero decir que la vida siempre tendrá
algún nuevo puerto para cargar lo que te puedas haber «olvidado com-
prar» durante la navegación. Claro que cuesta un poco más, pero no es
imposible.
“No entiendo –pensó Paty–, hablan de libertad y de puertos
y barcos. Parece de locos”. Pero como no podía moverse, siguió es-
cuchando. La voz joven volvió a leer.
Pensemos: ya vimos cómo heredamos los genes, la configura-
ción física, ¿qué hay de los rasgos de la personalidad?
En parte los heredamos:
35
 hecho para amar | lección 5: Libertad y crecimiento. La vida siempre da oportunidades
Algunas personas han nacido imaginativas o creativas.
Algunas personas han nacido con afición y facilidad para el
deporte.
Algunas personas aman la compañía.
Algunas personas gustan de estar solas.
Algunas personas aman trabajar con sus manos.
Algunas personas tienen facilidad para la música.
Pero en parte influye mucho lo que aprendemos los primeros
años de vida. Entre otras cosas por esto todas las sociedades tienen
ceremonias de matrimonio.
“¿Matrimonio?”, se preguntó sorprendida Paty. Más sorpren-
dida quedó cuando el joven, luego de un silencio, continuó la lectura.
Podrás preguntar qué tiene que ver el matrimonio con la he-
rencia, la libertad y el crecimiento. Mucho. El matrimonio es la institu-
ción que asegura a las personas el mejor ambiente para, usando su
libertad, mejorar todo aquello de sí mismas que han heredado.
Por eso el matrimonio demanda que tanto el hombre como la
mujer se comprometan a protegerse mutuamente, y esto no solamente
en nuestro tiempo, sino desde siempre. Así han nacido siempre las
familias.
Pero además, como queda claro, los niños también necesitan
del matrimonio y de la familia. De ella se heredan muchas cosas. La
principal: la seguridad para ser mejor. Esa seguridad la da sin lugar a
dudas una pareja, papá y mamá, casados y amorosos.
“Se nota que el tipo que escribió esto no conoce a mis pa-
pás”, pensó Paty. Entonces le dio una especie de pena profunda y
secreta.
Por eso en todo lo que hacemos influye, en una parte, la he-
rencia y, en otra, la mayor, la libertad. La decisión final siempre está
en nuestras manos. Podemos ser buenos o no serlo, pero no pode-
mos echarle la culpa a nuestra educación, a nuestros papás, a nues-
tros abuelos, al «viento que soplaba a la hora en que nacimos», o
cosas similares. Cuando hagamos algo grande en la vida será nuestro.
36
Lógicamente una buena herencia ayuda, pero no garantiza todo. Del
mismo modo, la mala educación perjudica, pero no obliga a hacer
las cosas mal.
La «voz–de–mar» completó la idea.
–Es tu tarea cargar tu herencia al hombro y usar tu libertad,
para decidirte a ser mejor, Edi. Hay una fábula muy antigua, de Esopo,
que siempre me viene a la mente cuando hablamos de la herencia y
la libertad.
El cuervo y la vasija
Érase una vez un cuervo sediento. Había volado mucho tiempo
en busca de agua.
De pronto vio una vasija. Descendió y vio que contenía un poco
de agua, pero estaba en el fondo de la vasija y él no llegaba con
el pico.
–Pero debo beber esa agua –graznó–. Estoy demasiado fatiga-
do para seguir volando. ¿Qué haré? Ya sé. Volcaré la vasija.
Le pegó con las alas, pero era demasiado pesada. No podía
moverla. Recapacitó.
–¡Ya sé! La romperé y beberé el agua cuando se derrame. Estará
muy sabrosa.
Con pico, garras y alas se arrojó contra la vasija. Pero era
demasiado fuerte. El pobre cuervo se tomó un descanso.
–¿Qué haré ahora? No puedo morir de sed con el agua tan
cerca. Ha de haber una manera y sólo necesito pensar hasta
descubrirla.
Al cabo de un rato el cuervo tuvo una idea brillante. Había
muchas piedras en torno. Las tomó una por una y las arrojó en
la vasija. Poco a poco el agua subió, hasta que al fin pudo
beberla. ¡Qué sabrosa esta agua!
–Siempre hay un modo de vencer los escollos –dijo el cuervo–,
si sabemos aguzar el ingenio.
A Paty le pareció bueno el cuento, pero no veía la relación. A
esta altura estaba totalmente metida en el dialogo de tío y sobrino.
Justamente el tío contestó su muda pregunta.
–Todos somos de algún modo el cuervo y todo lo que here-
damos es agua y vasija. Si no tuviéramos ese pico, no seríamos cuervo.
37
La vasija contiene al agua pero también nos impide tomarla. Si lo
piensas bien la vasija no es sólo una limitación. ¿Habría agua si la
vasija no fuera dura? Claro que no. La vasija puede ser comparada
con lo que heredamos al nacer. Es nuestra plataforma de lanzamien-
to, nuestra base para despegar. Depende de tu actitud el superar los
obstáculos que se te presenten. Es el mal uso de tu libertad la que
hace que te dejes vencer por los problemas. Como el cuervo, debe-
mos usar nuestro ingenio sin lamentarnos por ser como somos. Ése
es el rol de la libertad: elegir lo mejor. Por tanto no eres libre cuando
te dejas vencer. Eso es lo que debemos todos hacer en nuestra vida,
por más profunda que parezca estar el agua o más dura que sea la
vasija. A mí me molesta la gente que actúa como cuervo necio y
cobarde y no busca mejorar, salir adelante.
El tío Eustaquio estaba de pie y se acercaba a la baranda
mientras con fuerte voz terminaba su explicación. Esto asustó a
Patricia que perdió el equilibrio y cayó a la arena. Tío y sobrino se
asomaron a la baranda. “Espero que esté bien”, fue lo primero que
pensó Eustaquio.

Lección 6
Identificación. Independencia y amor

La cabeza de Paty todavía daba vueltas. Era como estar des-

pertando de un mal sueño. Le dolía y tenía la ligera impresión de
todavía estar cayendo. A su alrededor oía voces y sentía que alguien
la tocaba. Entonces se asustó y se incorporó de golpe. Vio a dos
personas bastante sorprendidas: uno viejo y otro joven. Se les quedó
mirando y poco a poco empezó a recordar: la casa–barco, la conver-
sación de la «voz–de–mar» y la voz joven, el tropiezo y la caída.
–¿Estás bien? –preguntó el anciano.
–Sí... creo que sí... yo no quise.
–Shh... no digas nada. Comprendo. Muchos vienen a mi casa
por curiosidad. Claro que no siempre me dan sustos como éste –el
tono era de reclamo, pero no había severidad, más bien mostraba
alivio–. Felizmente no te pasó nada. ¿Puedes caminar? Mejor entra-
mos a la casa para que te recuperes. Este sol no te ayudará. Luego mi
sobrino te acompañará a donde tú quieras.

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 hecho para amar | lección 6 : Identificación. Independencia y amor
El tío Eustaquio la cargó en brazos y la llevó a la cocina. Allí la
tía Asunta la atendió. Le sirvió té helado y galletas caseras que ella
misma cocinaba. Eso recuperó las fuerzas de la expedicionaria, que
entonces sintió vergüenza de haber sido sorprendida husmeando.
–¿Cómo te llamas? –le preguntó el tío una vez que la vio más
serena.
–Patricia –respondió mirando al piso–, pero no quise...
–¿Espiar? Pero lo hiciste. No te preocupes. Como te dije,
mucha gente viene cada verano. Pero no lo vuelvas a hacer... la próxi-
ma vez tocas la puerta y siempre serás bienvenida. Soy Eustaquio, ella
es mi esposa, Asunta, y éste mi sobrino Eduardo. Todos le dicen Edi.
–Mucho gusto... y gracias, señor.
–Ah no, no... dime Eustaquio o tío Eustaquio, pero nada de
señor... ¿Quieres un poco más de té? Es delicioso. Asunta hace el
mejor té helado de toda la playa... en realidad es una de las tantas
cosas que Asunta hace muy bien.
El viejo guiñó un ojo a su esposa que ya estaba acostumbrada
a los halagos de su marido. Se notaba que la quería. Paty se sintió
cómoda. Ya habían pasado el susto y todo lo demás.
–¿Vives muy lejos? –preguntó la señora.
–A un kilómetro, más o menos.
–Ah, muy bien –interrumpió el tío, entusiasmado–. No es
lejos, así que te puedes quedar a oír un poco más de este libro que
estoy comentando con mi sobrino... así este «señor» se da cuenta de
que las cosas que dice no son únicamente para hombres.
Patricia estaba acorralada. Los viejos le caían simpáticos y lo
que había oído antes le intrigaba. Pensó que después de lo ocurrido
lo mejor sería quedarse.
–Está bien –sonrió ante la sorpresa de Edi–, me quedo. Pero
le pido por favor que no sea muy largo.
Todos subieron a la cubierta superior. Patricia estaba fasci-
nada. Cada detalle de ese lugar la invitaba a volver unos doscientos
años atrás, cuando los piratas raptaban a las doncellas y los heroicos
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capitanes las rescataban. Todo estaba bien lustrado, pero se notaba el
paso del tiempo.
–El libro que hemos elegido con Edi para leer en las vacacio-
nes trata sobre el crecimiento y la sexualidad. Por favor te pido que
no creas que es aburrido. Es muy interesante el poder entender cómo
es crecer y entender qué tiene la sexualidad que ver con esto...
Paty se sintió incómoda.
–No te alarmes. El respeto es lo más importante en mi casa.
Hagamos un trato: si ves que alguna cosa que viene en este libro es
mala, puedes irte. Es más, si quieres puedes irte ahora y nosotros te
entenderemos. Aquí tienes un ejemplar del libro para que se lo lleves
a tu mamá y ella lo vea... es lo más conveniente. Me da gusto que seas
delicada, Patricia. En estos temas hay que ser precavidos y defender-
se de cualquiera que nos pueda hacer daño. Por eso te repito que en
cuanto tú digas, Edi te acompaña y te deja en la puerta de tu casa.
Paty respiró tranquila. Tía Asunta hizo un gesto de afirmación pro-
fundo y pacífico que terminó por borrar cual-
quier duda. De todos modos estaría atenta.
La identificación con lo
–A ver Edi, vuelve a leer. Sólo para ubicar a
que somos desde la nuestra amiga: hemos estado leyendo acerca
concepción y la de que el crecimiento empieza en el momen-
reafirmación de la propia to en que se unen óvulo y espermatozoide, es
independencia nos decir, desde que somos persona. Así, pasa-
abrirá camino al amor. mos por etapas diferentes: una es la de la con-
fusión, en la que nos gusta «todo» y necesita-
mos seguridad y cariño. Otra es la de autofilia,
en la que reconocemos el propio cuerpo. Ahora toca el turno a la
latencia... Puedes comenzar.
Latencia:
Durante una buena parte de la niñez (aproximadamente en-
tre los siete y once o doce años), se da una aparente calma. Hay poco
conflicto y pocas preguntas. Pero no se debe descuidar lo que pasa en
esta edad. Es un torbellino por dentro. Hay poco interés «explícito» por
los temas acerca de la procreación, pero lo que se aprende en esta etapa
es muy importante para el futuro, sobre todo porque es el paso inme-
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 hecho para amar | lección 6 : Identificación. Independencia y amor

diatamente anterior a la pubertad y adolescencia. Durante la latencia

se da un proceso que llamamos isofilia.
–Esto quiere decir –interrumpió el viejo–, que en esta edad
(la primera parte de la escuela primaria) las preguntas disminuyen.
No significa que no se tenga curiosidad, el punto es que la curiosidad
no se expresa tanto. Algunos adultos creen que no pasa nada... pero
se equivocan. Es mucho lo que pasa. Vean.

Isofilia (iso, igual. Identificación con los pares del mismo sexo):
Coincidiendo con el período de latencia comienza la etapa de
isofilia, donde el niño se identifica con el padre del mismo sexo y busca
imitarlo. Es el momento en el cual las niñas se ponen los tacos de la
mamá o los niños la corbata del papá...
Luego las identificaciones pasan por el hermano del mismo sexo,
primos, tíos, maestros, compañeros de escuela y colegio: se quiere parecer
a. Es la época del mejor amigo o la mejor amiga, que siempre están juntos...
En la etapa anterior los niños descubrieron que son varón o y entender el lugar que cada uno ocupa en el mundo. Por eso es importan-
mujer. De lo que se trata en ésta es de «saber» cómo se comportan los te que las mujeres sean bien femeninas y los hombres bien varoniles (lo que
varones y las mujeres y cómo se diferencian por ese comportamiento. no tiene nada que ver con el machismo o el feminismo) para poder, luego,
Por eso dos factores predominantes en este momento son la imitación y llegar a la complementación. Entender cómo se comportan los demás del
la formación de grupos no mixtos. mismos sexo es parte del camino hacia una sana sexualidad.
Esta edad posibilita la reafirmación de la propia identidad. –La identificación con lo que somos desde la concepción y
Es la época en que se hace fuerte la socialización e incorporación en la reafirmación de la propia independencia son las dos cargas que
grupos de iguales. Identificación con independencia: lo que posibi- tenemos que subir al barco en este puerto. Eso nos abrirá camino al
litará a futuro (entre otros factores) vivir el amor de pareja. amor –concluyó el tío Eustaquio.
Se deja la «seguridad» de la casa y se aprenden reglas de con-
vivencia de grupos nuevos. El niño asimila cómo se ha de comportar el Lección 7
hombre y la niña la mujer. Grandes descubrimientos
En esta época los grupos que se forman excluyen a los del otro sexo:
–¿Y después de eso qué sigue? –preguntó dulcemente Paty
los chicos no quieren «saber nada» con las chicas, y mucho menos al revés.
ante el silencio del tío Eustaquio.
Es una etapa muy caracterizada por la amistad, la que se
El viejo sonrió. Estaba contento. Había encontrado otra joven
empieza a tomar con seriedad. La amistad es una vivencia que ayuda
con sangre en las venas. Primero: se subía a la casa a investigar, des-
a afianzar conceptos fundamentales del desarrollo de la propia perso-
pués escuchaba con paciencia y finalmente se interesaba. “Bien, niña
nalidad y la apertura a los demás. El saber cómo es el comportamiento
–pensó–, así se hace”. Todos los jóvenes son más o menos así, sólo
de los del propio sexo es necesario en el camino para poder entregarse

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 hecho para amar | lección 7 : grandes descubrimientos

que algunos por muy diversas razones lo disimulan. Por eso le gusta- La atracción no va a ser inicialmente hacia una persona en
ba una que no lo disimulara. Esa sana curiosidad la llevaría lejos. particular, sino más bien se presentará como difusa: a ellos les gustan
«todas» y a ellas «todos». Es la época en la que se «enamoran» y
–Bien, parece que te interesó.
«desenamoran» con gran «rapidez». Pero tal vez decir «enamorar» es
–Lo que pasa es que yo... «nosotros» –se acordó de pronto decir demasiado. Cierto que se sienten «cosas», pero habría que ver si
que ahí estaba Edi–, ya no estamos en esa edad. Quiero saber lo que es estar enamorados o no.
dice su libro sobre nuestra edad. Me interesa saber qué opinan otros.
Muchas hormonas desarrollando el cuerpo (con una cierta in-
En la mente de Paty las cosas bullían sin cesar. Siempre había sistencia en los órganos genitales) y una personalidad que va sabien-
sentido curiosidad por este tipo de cosas pero era la primera vez que do quién es y cómo se comportan los del mismo sexo se mezclan para
oía esa claridad. “Cuando era niña me gustaba parecerme a mamá, favorecer el crecimiento.
recordó, pero ahora es distinto... incluso con mamá ya no me llevo
igual. ¿Dónde se supone que estoy? Quiero saber”. La vida del adolescente se modifica. Surge un fenómeno nuevo,
fuerte, ciego e inestable.
–Quiero saber –dijo casi sin pensar– dónde se supone que
estoy parada... por lo menos según ese «libro». a.– Nuevo. Antes «tener novia o novio» se hacía por no que-
dar mal con los del grupo, para ser igual a otro más grande o por
“Bueno –pensó el tío–, tenía que salir algo de arrogancia. Ya imitar los modelos de televisión. En este momento la atracción es genui-
se le quitará. Tiene madera. Ojalá mi sobrino esté observando”. na y choca con comportamientos anteriores. Se empieza a ver a «deser-
Edi estaba sorprendido y todavía no elaboraba un pensa- tores» del club «solteros hasta la muerte». Es más agradable estar con
miento claro al respecto. Desde el principio las charlas con el tío le las chicas o con los chicos, según cada caso.
parecían un poco aburridas, aunque a veces tuviese sus puntos inte- b.– Fuerte. Lo más impactante son la sensación y el sentimien-
resantes. La actitud de su nueva «amiga» era otra cosa, y de pronto, to. Como todavía no se terminan de ordenar bien todas las partes de la
como por contagio, le nació el «interés». Fiel a su estilo, no dijo nada.
Simplemente tomó el libro y se dispuso a continuar la lectura.
–Según este libro... –empezó a decir con un tono que no le
gustó ni medio a Paty. “Es un chiquillo tonto como los demás”, pensó.
Curiosamente Edi no captó lo mismo: “La impresioné”.
–Lee bien, muchacho –lo cortó el tío.
Edi ni se inmutó aunque por dentro se «moría» de rabia.
La siguiente etapa es la que llamamos de heterofilia inmadura
(hetero = otro, filia = amor. Amor por el «otro sexo»).
Coincide más o menos con el inicio de la adolescencia. Se da
por un lado un cambio físico–hormonal muy grande y por otro se
empiezan a ver los roles con más claridad.
En este proceso se empieza a «descubrir» que estar con los del
otro sexo no es tan aburrido después de todo. Empieza la atracción,
que hasta hace poco tiempo era inconcebible.

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 hecho para amar | lección 7 : grandes descubrimientos
personalidad, el nivel psicológico se manifiesta con «demasiada» ener-
gía, por estar todavía no encauzado. Además las hormonas, liberadas
en «derroche» en el cuerpo por la naturaleza, son un factor que descon-
cierta y que hay que ir aprendiendo a manejar.
c.– Ciego. Es egoísta. Al principio no se ve al otro como una
persona a la que se debe amar, sino más bien como alguien «que hace
sentir bien».
d.– Inestable. «Fuerte» y «ciego» se conjugan para dar lugar
a una gran inestabilidad sentimental. Los sentimientos cambian con-
tinuamente y su intensidad es igualmente variable. Factores externos
y ajenos a las relaciones humanas influyen demasiado en ellas (cómo
estamos vestidos, cómo me miró, si me saludó, si a los otros les parece
lindo mi novio o linda mi novia, etc.).
Al adolescente se le presenta un nuevo mundo y tiene que ir poco a
poco aprendiendo a vivirlo, lo cual en ocasiones no resulta sencillo.
Edi detuvo un momento la lectura. Miró a Paty. “No, no resul-
ta sencillo”, pensó. Al momento continuó.
Las relaciones rara vez pasan del nivel de enamoramiento y
los adolescentes pueden caer en jugar con los sentimientos de los otros.
Se pasa de un «romance» a otro sin ninguna preocupación. El
problema es que muchas veces estos chicos buscan a otro
sólo para divertirse, pero no se fijan en lo que la otra
persona piensa y que tiene un corazón, como el de ellos.
Ellos pueden «entrar y salir» de la relación cuando les
dé la gana. Si están enamorados, que el otro ni piense en
irse. Se sienten con derecho a tomar y dejar cuando quie-
ran, pero el otro no puede hacerlo. Es muy duro cuando
uno de ellos se enamora con verdadera fuerza... se sufre
bastante. Es una señal clara de que no es verdadero amor...
Paty se acordó del patán de Arturo... en algo
tenía razón el «librito».
...los y las adolescentes aprenden cómo compor-
tarse con el otro sexo y cómo convivir en un mundo
mixto. Descubren que en las relaciones de este tipo no es
todo «sentimiento» sino que también intervienen fac-
tores como el cuerpo y la psicología. Los impulsos a
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veces no son fáciles de manejar, pero tienen que ser incorporados en el todo
de la persona para posibilitar la verdadera libertad y por tanto el verda-
dero amor.
–¿Podría explicar un poco esto último,... «tío Eustaquio»? –
preguntó Paty.
–Mira, niña, es muy fácil. A veces, cuando los chicos se enamo-
ran, creen que todo es estar en las nubes y ya. Pero la persona también
tiene cuerpo y un carácter. Si no se tiene en cuenta, el cuerpo nos puede
jugar una mala pasada y lo que queríamos que fuese un romance soña-
do, se convierte sólo en un intercambio de caricias y tal vez en una
relación motivada desde la pasión. Lo mismo ocurre con el carácter. Tal
vez no consideras el carácter del otro y cuando se enoja o hace algo que
no te gusta, te da ganas de mandarlo a volar. Sientes que es muy injusto,
que él (tu príncipe azul) no era así. Bueno, eso pasa mucho en la adoles-
cencia y duele... si es que no tiene consecuencias más fuertes. Por eso no
es amor pero te puede confundir. Descubrir el amor en la adolescencia
requiere no dejarse engañar por uno mismo. No se apuren. Aunque
sientan prisa no se dejen llevar por ella. La prisa
puede traer muchos problemas... y de seguro
Al adolescente se le no los conducirá al amor. Somos espíritu y cuer-
presenta un nuevo mundo po y no todo son «rosas por siempre». Sólo des-
y tiene que ir poco a poco cubres eso con paciencia.
aprendiendo a vivirlo,lo –Entiendo, pero...
cual en ocasiones no
resultasencillo. –...pero, amiga, ahora tienes que volver a tu
casa... y este viejo va a dormir una siesta.
Paty se quedó sorprendida de la reacción del
tío. No se movió de su mecedora pero volteó a la derecha y en cues-
tión de segundos roncaba... y no había nada en este mundo que lo
pudiese despertar. Había dicho lo que tenía que decir, ahora le toca-
ba a ellos el resto.
Paty ya salía cuando oyó a sus espaldas de nuevo la «voz–de–
mar»:
–Niña... no te olvides el libro para tu mamá.
Era el colmo. El hombre la sacó de quicio, pero por alguna
razón extraña se fue mucho más tranquila que cuando entró.
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Unidad II:
Amor y madurez
Lección 8
Compromiso y fidelidad
Edi acompañó a Paty a su casa. Ninguno de los dos abrió la
boca en casi todo el camino. Por una parte Patricia pensaba que Edi
era un tonto que hablaba poco pero que era mejor que no hablara.
No podía explicarlo muy bien, pero sentía que le caía mal. De su lado
Edi no sabía qué hacer o qué decir. La chica era linda. Muy linda y
femenina, y él no sabía todavía cómo tratarla. Sentía que con cual-
quier cosa que dijera metería la pata. Se imaginó que ella prefería
que fuese «seguro» y con ideas propias, así que empezó a atacar al tío
y sus locuras.
–Tonto lo de mi tío. Siempre sale con sus comentarios típi-
cos de viejo. Espero que no te hayas aburrido. Siempre es lo mismo
con él... me hace pasar vergüenza.
Patricia lo miró sorprendida. “Definitivamente el cara–linda
es un tonto. No vale la pena contestarle...”.
Edi estaba convencido de que la había vuelto a impresionar,
así que sonreía muy artificialmente y miraba para adelante con cara
de «galán televisivo».
“Creo que mejor lo bajo de su nube”, reconsideró ella.
–A mí me pareció de lo más interesante. No es superficial... y
hueco –esto último lo dijo con mucho énfasis–. Pero si a ti te abu-
rrió, allá tú.
El señor seducción estaba demolido. “¡Impactada, eh!”. Guar-
dó silencio el resto del camino.
+++
De regreso a casa Edi se dio un chapuzón en el mar y con eso «se
le quitaron las penas», al menos de momento. Para cuando llegó a la
casa–barco tenía hambre. Devoró varios panes con mermelada y tomó
mucho del famoso té de su tía. Cuando terminaba le habló su tío.
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–¿Dejaste a la pequeña dama en su casa, Edi? –le preguntó el tío.
–Sí tío...
–¿Y esperaste que entrara?
–No.
–Mal. Cuando se acompaña a una dama se espera a prudente
distancia que ella termine de abrir la puerta y entrar... ¿No te enseña-
ron a ser caballero, muchacho? Bueno, no importa, para la próxima.
El chico pasó el trago. No le gustaba que le llamaran la aten-
ción, aunque tuvieran razón. Felizmente no era necio.
–Oye, tío, ¿por qué dijiste que no había que tener prisa?
–Porque es necesario saber mucho antes de lanzarse a alta
mar, Edi.
Evidentemente el tío volvía sobre el ejemplo del barco y los
puertos. Alta mar entonces debía ser buscar el verdadero amor. O sea
que estos puertos no mostraban todavía ese
amor. ¿Cuándo, entonces?
El sentimiento dice –Pásame el libro. Ahora leeré yo.
«qué bien me siento
estando contigo». El
amor, «qué puedo hacer La nostredad (proviene de la palabra
para que tú seas «nosotros»):
Es la última etapa en el recorrido hacia la ma-
verdaderamente feliz».
durez. Es estar maduro porque se tiene domi-
nio sobre la propia vida y capacidad de entre-
garla a otra persona en forma estable y definitiva (“para siem-
pre en el amor”, recalcó el tío).
Tampoco implica que se tenga que formar sí o sí una pareja. Se
tiene la fuerza para establecer vínculos maduros. Los vínculos
son todas las relaciones que nos unen con los demás. Sin víncu-
los la vida de las personas no es plena ni feliz. Establecer víncu-
los es amar a una persona y hacer cosas para que esa persona
se dé cuenta de que la amamos.
En esta madurez se da la capacidad de elegir la pareja e ini-
ciar juntos un camino que conduzca a la felicidad. Elegir pare-
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 hecho para amar | lección 8: compromiso y fidelidad

ja es establecer un vínculo muy sólido, lo cual no es fácil antes

de madurar, antes de recorrer suficiente camino. Por eso ésta es
la última etapa, donde todo cobra sentido.
Tener capacidad para llegar al matrimonio es una de las me-
tas de este camino, un dato natural en la vida de todos. Somos
realmente felices cuando somos capaces de amar en forma muy
especial a otra persona y nos podemos entregar a ella. Este
amor tiene tanta fuerza que es para siempre. Ese vínculo nace
de la misma naturaleza de la persona y es el que mejor protege
la libertad y la plena felicidad.
–Crecer es un trabajo, Edi –dijo el tío interrumpiendo la lectura–.
Un trabajo que tiene un premio enorme: amar para siempre. Pero
hay que trabajar bien a sus horas. El trabajo consiste en ir poniendo
todo en orden en la propia vida. ¿Para qué en orden? Para facilitar-
nos actuar por nosotros mismos y ser guiados por la libertad.
tan grande que se decía que «ni Dios lo podía hundir». Así que sólo
Te aseguro que quien no es ordenado no puede ser libre. Es como
tenía botes salvavidas para 700 personas.
navegar: si no sabes cómo tomar los vientos, las ráfagas te pueden
hundir. Tus ganas de estar con una chica son esas ráfagas. Y son De este modo zarpó en viaje inaugural del puerto inglés de
buenas, pero tienen una función. Southampton hacia Nueva York, en los Estados Unidos, llevando 2.206
personas. El barco asombraba por su tamaño y lujo.
El tío se refería a la atracción y todo lo que habían leído con
Patricia esa misma tarde. Edi pensó en lo que le pasaba con esa chica La cara del tío se iluminaba y parecía que él mismo había
y empezó a entender algunas cosas. Luego de un silencio el viejo estado en el barco. De pronto se puso serio.
continuó.
–El capitán se sintió «excesivamente» confiado, fruto de su so-
–Cada uno madura cuando el barco está lo bastante cargado berbia. Buscó batir el récord de cruce del Atlántico. Navegó muy al norte
y su tripulación tiene la suficiente experiencia para aprovechar al y se metió en zona de témpanos de hielo. En la noche del 14 al 15 de abril
máximo las corrientes y los vientos de la vida. Una tripulación que de 1912, cuando sólo faltaban 300 millas (unos 600 kilómetros) para
sabe su oficio es sobre todo responsable. Responsabilidad no es evi- llegar a destino, uno de estos grandes pedazos de hielo le hizo tal hoyo al
tar las consecuencias de los actos, sino hacer las cosas de modo que Titanic que el barco se hundió en 2 horas y 25 minutos. Casi nadie tuvo
estos actos nos guíen hacia nuestro objetivo. tiempo de reaccionar y murieron 1.517 personas.
La historia del Titanic puede ser un buen ejemplo. Como Su rostro cambió repentinamente. Para describir al barco se
sabrás, el Titanic fue un transatlántico impresionante. Pesaba 43.000 había parado, pero al terminar de contar su destino se sentó.
toneladas. Era el más grande del mundo en su época. Medía 297
–Le faltó prudencia y humildad para navegar con cuidado y
metros de largo y 30 de alto. Podía transportar 3.500 pasajeros.
evitar los escollos del mar –dijo con voz apagada–. Era muy soberbio
Se creía que era inhundible. Estaba dividido en y no supo ver lo que las corrientes marinas y la naturaleza le tenían
compartimentos: si una parte se averiaba, se cerraban las demás y preparado. Fue irresponsable. Si hubiera «reforzado el casco del bar-
«teóricamente» el barco podría seguir navegando. La soberbia fue co» seguiría siendo un irresponsable. Porque su responsabilidad no

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 hecho para amar | lección 9: metas del crecimiento
pasaba por «cuánta protección tenía» sino por guiar por buen cami-
no el barco.
En la vida siempre habrá dificultades. Tenemos que irnos
preparando para superarlas y llegar a la meta que es la felicidad.
Navegar en alta mar te puede llevar lejos, Edi, siempre y cuando sepas
cómo hacerlo.
–¿Cómo sabré que puedo hacerlo?
–Cuando puedas distinguir los vientos de tus sentimientos y
las corrientes cambiantes de tus estados de ánimo y no te dejes
confundir. Cuando logres mayor estabilidad emocional. El amor no
es un simple sentimiento. El sentimiento ayuda si sabes esquivar los
témpanos. No te dejes llevar por el sentimiento para tomar decisio-
nes importantes, porque te repito que el sentimiento no es amor, por
su característica es pasajero y por lo tanto inestable. El amor es más
profundo y permanece en el tiempo aun cuando la situación no sea
agradable. El sentimiento dice «qué bien me siento estando conti-
go». El amor, «qué puedo hacer para que tú seas verdaderamente feliz».
Una persona inmadura cree que si se siente bien con el otro, ya existe
amor. La persona madura sabe que tiene que esperar para poder decir:
“Me juego por ti porque en tu felicidad está mi felicidad”. Por eso el
amor es más profundo que el sentimiento y te da estabilidad.
Esa noche Edi soñó con el Titanic y el capitán en su puente de
mando pensando que nada iba a pasar. Él quería tener verdadera
seguridad, no quería terminar yéndose a pique por una terquedad.
Lección 9
Metas del crecimiento
Patricia trató de entrar disimuladamente a su casa. Había
pasado casi todo el día fuera y sabía que su madre le haría preguntas.
No quería confesar que había estado espiando a los vecinos de la
casa–barco y sabía que le vendría un regaño.
Sus intentos fueron vanos. En cuanto pisó el comedor su
madre la sorprendió.
–¿Adónde vas tan calladita? ¿Y qué llevas en la mano?
52
Paty dudó... Podría haber mentido pero su actitud demasia-
do «secreta» y el libro que llevaba no se lo permitieron. Dijo la ver-
dad y se sintió más tranquila.
–Fui a la casa–barco, cerca del pueblo. Me caí y el viejo de la
casa con su esposa y su sobrino me atendieron. Después el sobrino
me acompañó hasta aquí.
Conforme la hija iba hablando la cara de la madre se ponía
más y más pálida. Estaba asustada.
–Pero, ¿estás bien? ¿Dónde te metiste? –le decía mientras la
revisaba nerviosamente.
Paty le dio detalles de la subida al barco, la caída, la buena
voluntad del tío Eustaquio y su familia y la conversación que mantu-
vieron allí.
–El viejo es muy bueno, mamá. Hasta me dio este libro para
ti. Es el que estuvimos leyendo. Me dijo que era importante que lo
vieras para que supieras de qué hablamos.
La señora Jiménez todavía no estaba tranquila. Hojeó el libro
con temor, pero no encontró nada fuera de lugar.
–Mamá –protestó la chica–. Es un buen libro. Lo leyó frente
a su esposa y su sobrino.
–De todos modos me preocupa. Tienes que tener mucho
cuidado con los extraños. ¿Estás segura de que era este mismo libro?
–Segura... ¿Qué haces? –preguntó la hija al ver a su mamá
pararse y alistarse.
–Vamos a ver a este señor para saber qué es lo que quiere...
no me quedo tranquila.
+++
Así, madre e hija emprendieron el camino hacia la casa–
barco. Cuando llegaron las recibió la tía Asunta. Los hombres habían
ido al pueblo.
La anciana se mostró tan amable como siempre y resolvió
casi todas las inquietudes de Sofía. Tomaron té en la cubierta viendo
el mar. Madre e hija estaban fascinadas.
53
 hecho para amar | lección 9: metas del crecimiento
–Dígame –le preguntó de pronto–, ¿por qué su marido se ha
interesado en hablar estos temas con su sobrino? No es frecuente.
–Es cierto. Nosotros hemos tenido varios hijos, pero
Eustaquio no pudo dedicarles todo el tiempo que hubiese querido.
Verá: él fue marino toda su vida. Es lo único que sabe hacer. Navegar
y navegar. Cada viaje duraba meses: poco tiempo para estar en casa.
Los hijos fueron creciendo rápidamente. Para cuando se dio cuenta
ya había perdido, según él, la oportunidad para cuidarlos. No estoy
tan segura de que haya sido así, pues cuando estaba realmente se
daba en cuerpo y alma. Lo cierto es que un chico necesita de un
hombre cerca. Ahora que se ha retirado, es como si quisiera enmen-
dar su presunto error. Por eso aprovecha estar cerca de Edi para
brindarle muchas cosas. Ha leído mucho en sus viajes y quiere darle
algo útil a su sobrino. Creo que hace bien.
–¿Pero no les parece peligroso aceptar gente extraña en su
casa, así nada más?
–Mire señora, a esta casa siempre se ha acercado gente así. Es
natural. Al principio nos molestaba, pero hemos aprendido a confiar
en la gente y por aquí todos nos conocen. Sé que le puede extrañar
nuestra confianza, pero aquí las cosas son más simples que en la
ciudad.
Sofía se quedó pensando. La señora Asunta se veía muy tier-
na y sin maldad. Lo siguiente sería leer el libro.
A todo esto el sol se estaba poniendo. Madre e hija debían
regresar, para no caminar de noche por la playa. Se despidieron y
apuraron el paso.
–Ves, mamá –dijo Paty en cuanto llegaron–, te dije que no
había problema.
–Parece gente buena... pero como te dije, hay que tener cui-
dado con extraños. Dame el libro, quiero verlo.
Mientras la hija preparaba la cena, la madre comenzó a leer en el
lugar en que su niña había dejado una marca.
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La meta del crecimiento
Se puede definir como la meta de un crecimiento armónico el
que cada uno llegue a ser una persona humana: “físicamente sana,
emocionalmente estable, socialmente responsable y abierta a los valo-
res del espíritu” (Esquema 9.A).
Veamos las partes de la definición:
a.– Persona humana: Nunca debemos perder de vista que
todos somos personas humanas, tanto nosotros como quienes nos ro-
dean. Para una persona lo más esencial es el amor. Por tanto la meta del
crecimiento es siempre ser plenamente personas para poder amar y ser
amados. A una persona nunca se la debe usar. Nunca debemos perder
la idea de nuestra importancia y dignidad.
b.– Físicamente sana: Una parte de la madurez es poder
mantener la salud del cuerpo. Con el cuerpo nos expresamos, nos comu-
nicamos con el mundo y con los demás. Crecer debe llevar a la persona
a la conciencia cada vez más clara de que el cuerpo se debe cuidar. No
se debe abusar del cuerpo. Un cuerpo sano ex-
presa una persona sana.
La libertad surge de la c.– Emocionalmente estable: Cuando habla-
mos de «emocionalmente», siempre lo hacemos
integración y dándonos cuenta de que quien es estable fren-
obediencia de toda la te a sus sensaciones, sentimientos y estados de
persona a los ánimo, es más libre.
mandatos del espíritu.
La libertad surge de la integración y obedien-
cia de toda la persona a los mandatos del espí-
ritu. Éste es el verdadero valor de la libertad.
No hay peor esclavo que aquel que deja gobernar su vida por impulsos
caprichosos, pasajeros, impredecibles y sin un sentido. Claro que estos
impulsos pueden ser muy fuertes, pero no siempre conducen a mejorar. Ser
capaces de volcar toda nuestra persona hacia el bien le da sentido a la
vida. Este sentido es el que aporta la verdadera libertad.
Algunos rasgos de esta madurez son: estabilidad en las reac-
ciones, capacidad de pensar las cosas antes de actuar y estar por
encima de las sensaciones del momento.
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 hecho para amar | lección 9: metas del crecimiento

d.– Socialmente responsable: Todo este proceso de crecimiento

en la propia vida, la misma educación de la propia sexualidad, es una
educación que nos capacita para vivir en familia y en sociedad.
El ser responsable por los propios actos frente a los demás es
una de las características de la madurez. Una de las más importantes
responsabilidades es la de seleccionar bien la pareja... y también de las
más hermosas. Es la alegría de vivir la fidelidad a una persona porque
te complementa plenamente y el querer velar por la salud emocional de
ella y de tus hijos. Es la magia de crecer y darse cuenta de que otro
confía en nosotros. Responsabilidad frente a los hijos, su manteni-
miento y educación. Responsabilidad en las relaciones con los demás
componentes de la sociedad.
e.– Abierto a los valores del espíritu: Valor es todo aquello
que nos mueve a ser mejores. Los valores espirituales son los que le dan
coherencia a todo el esfuerzo de crecer, son los que hacen que todo lo
que hagamos tenga sentido. Amar a otra persona, luchar por la justi-
cia, ayudar a los que lo necesitan, trabajar para tener un mejor futuro
y tantos otros ejemplos nos acercan a la idea de lo que es un valor.
Captar y vivir los valores espirituales acerca a la persona a su realiza-
ción y felicidad.

56
 hecho para amar | lección 10: decisiones acerca de mi vida

Dos educadores (Uva y Balague) lo resumen muy bien: necesitaba. Pero además no me dejó comprar «con mi dinero» nin-
guna de las artesanías. No compramos nada y fue un paseo de lo más
“El desarrollo afectivo emocional y su concreción nos hace re-
aburrido.
flexionar acerca de un lapso de tiempo impreciso pero que sería sin
dudas el exigido para alcanzar: La tía lo miraba con paciencia. Eustaquio estaba metido en
su biblioteca. Por momentos parecía que esa biblioteca era su refu-
1º Autonomía material y afectiva.
gio. De pronto salió con otro libro.
2º Responsabilidad.
–Por favor, niño... ¡siéntate!
3º Posturas objetivas no egocéntricas.
Lo dijo de tal modo que era imposible no hacerle caso.
4º Poder alcanzar objetivos vitales según un esquema de valores.
–Te voy a leer un cuento ruso antiguo. ¡Tal vez aprendas algo!
5º Ser capaz de pasar de la actitud posesiva infantil a la acti-
Definitivamente el tío estaba enojado.
tud oblativa (donación de sí mismo aun sin esperar respuesta).
6º Aceptar a los demás como son.
¿Cuánta tierra necesita un hombre?2
7º Ser capaces de renunciar en forma generosa y alegre en El personaje del cuento, Pahom, era un campesino que en un
determinados momentos o circunstancias a los aspectos afectivos y/o momento de su vida vio una oportunidad y la aprovechó y pasó de
sexuales. rentar una tierra a poseerla. Pero pronto le pareció poco e hizo nego-
cios y llegó a comprar tierras y más tierras. Al hacer cada compra se
También desde esa madurez de persona sexuada se aprende a
decía que eso sería suficiente para satisfacer sus necesidades, pero
amar. Los jóvenes aprenden a amar y a elegir el objeto de ese amor. Se
luego sentía que «podía comprar algo más» y se ponía en campaña.
aprende a elegir los amigos, a elegir la pareja, a optar por un ideal de
Hacía mucho que tenía lo que necesitaba y más, pero creía que era
sublimación que, como los otros modos de amar, va a exigir sacrifi-
bueno aprovechar «las oportunidades».
cios...”.
Cierta vez alguien le comentó que en el país de los bashkirs podría
A Sofía le gustó lo que leyó. En la vida la madurez era necesa-
obtener realmente mucha tierra. Tentado, Pahom se puso en camino hacia
ria. Patricia y la cena la sacaron de sus pensamientos. De todos mo-
allá con regalos. Llegando le expresó al jefe del pueblo su plan.
dos tenía mucho que repasar.
El jefe escuchó un rato, pidió silencio con un gesto y le dijo a
Pahom:
Lección 10
Decisiones acerca de mi vida –De acuerdo. Escoge la tierra que te plazca. Tenemos tierras en
abundancia.
Cuando tío y sobrino regresaron a casa parecía que habían
–¿Y cuál será el precio? –preguntó Pahom.
discutido. Tía Asunta los recibió sorprendida. Casi no tuvo oportu-
nidad de contarles acerca de la visita de Paty y su madre. –Nuestro precio es siempre el mismo: mil rublos por día.
–Tía –se quejó al llegar el chico–, mi tío es un avaro. No Pahom no comprendió.
quiso que compráramos nada. Teníamos suficiente con el pescado
–¿Un día? ¿Qué medida es ésa? ¿Cuántas hectáreas son?
que llevábamos para poder traernos unos adornos muy bonitos que
había en el pueblo. No lo entiendo, solamente me dijo que no los
2. Extractos de un cuento de León Tolstoi.

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 hecho para amar | lección 10: decisiones acerca de mi vida
–No sabemos calcularlo –dijo el jefe–. La vendemos por día.
Todo lo que puedas recorrer a pie en un día es tuyo, y el precio es mil
rublos por día.
Pahom quedó sorprendido.
–Pero en un día se puede recorrer una vasta extensión de tierra
–dijo.
El jefe se echó a reír.
–¡Será toda tuya! Pero con una condición. Si no regresas el
mismo día al lugar donde comenzaste, pierdes el dinero.
–¿Pero cómo debo señalar el camino que he seguido?
–Iremos a cualquier lugar que gustes, y nos quedaremos allí.
Puedes comenzar desde ese sitio y emprender tu viaje, llevando una
azada contigo. Donde lo consideres necesario, deja una marca. En
cada giro, cava un pozo y apila la tierra; luego iremos con un arado de
pozo en pozo. Puedes hacer el recorrido que desees, pero antes que se
ponga el sol debes regresar al sitio de donde partiste. Toda la tierra que
cubras será tuya.
Cuando llegaron a la estepa, el cielo de la mañana estaba rojo.
Subieron una loma y, apeándose de carros y caballos, se reunieron en
un sitio. El jefe se acercó a Pahom y extendió el brazo hacia la
planicie.
–Todo esto, hasta donde llega la mirada, es nuestro.
Puedes tomar lo que gustes.
A Pahom le relucieron los ojos, pues era toda tierra
virgen, chata como la palma de la mano y negra como semilla
de amapola, y en las hondonadas crecían altos pastizales.
El jefe se quitó su gorra de piel de zorro, la apoyó en
el suelo y dijo:
–Ésta será la marca. Empieza aquí, y regresa aquí.
Toda la tierra que rodees será tuya.
Pahom sacó el dinero y lo puso en la gorra. Los rayos
del sol no acababan de chispear sobre el horizonte cuando
Pahom, azada al hombro, se internó en la estepa.
60
Pahom caminaba a paso moderado. Tras avanzar mil metros
se detuvo, cavó un pozo y apiló terrones de hierba para hacerlo más
visible. Luego continuó, y ahora que había vencido el entumecimiento
apuró el paso. Al cabo de un rato cavó otro pozo.
Miró hacia atrás. Pahom calculó que había caminado cinco
kilómetros. Ahora hacía más calor; miró el sol; era hora de pensar en el
desayuno.
–He recorrido el primer tramo, pero hay cuatro en un día, y toda-
vía es demasiado pronto para virar. Pero me quitaré las botas –se dijo.
“Seguiré otros cinco kilómetros –pensó–, y luego giraré a la
izquierda. Este lugar es tan promisorio que sería una pena perderlo”.
Siguió derecho por un tiempo, y cuando miró en torno, la loma
era apenas visible y las personas parecían hormigas, y apenas se veía
un destello bajo el sol.
Se detuvo, cavó un gran pozo y apiló hierba. Bebió un sorbo de
agua y giró a la izquierda. Continuó la mar-
cha, y la hierba era alta, y hacía mucho calor.
Pahom comenzó a cansarse. Miró el sol y vio
Es importante que
que era mediodía.
desarrolles las virtudes
para comprar y manejar “Bien –pensó–, debo descansar”.
los bienes materiales Se sentó, comió pan y bebió agua. Después de
correctamente. estar un rato sentado, siguió andando. Al prin-
cipio caminaba sin dificultad, y sentía sueño,
pero continuó, pensando: “Una hora de sufri-
miento, una vida para disfrutarlo”.
Avanzó un largo trecho en esa dirección, y ya iba a girar de
nuevo a la izquierda cuando vio un fecundo valle. “Sería una pena
excluir ese terreno –pensó–. El lino crecería bien aquí”. Así que rodeó el
valle y cavó un pozo del otro lado antes de girar.
“¡Ah! –pensó Pahom–. Los lados son demasiado largos. Éste
debe ser más corto”. Y siguió a lo largo del tercer lado, apurando el paso.
Miró el sol. Estaba a mitad de camino del horizonte, y Pahom aún no
había recorrido tres kilómetros del tercer lado del cuadrado. Aún esta-
ba a quince kilómetros de su meta.
61
 hecho para amar | lección 10: decisiones acerca de mi vida
–No –pensó–, aunque mis tierras queden irregulares, ahora
debo volver en línea recta. Podría alejarme demasiado, y ya tengo gran
cantidad de tierra.
Echó a andar hacia la loma, pero con dificultad. Estaba agota-
do por el calor, tenía cortes y magulladuras en los pies descalzos, le
flaqueaban las piernas. Ansiaba descansar, pero era imposible si de-
seaba llegar antes del poniente. El sol no espera a nadie, y se hundía
cada vez más.
“Cielos –pensó–, si no hubiera cometido el error de querer de-
masiado. ¿Qué pasará si llego tarde?”.
Apuró el paso, pero todavía estaba lejos de llegar.
“Ay de mí. He deseado mucho, y lo eché todo a perder. Tengo que
llegar antes que se ponga el sol”.
El temor le quitaba el aliento. Pahom estaba abrumado por el
terror de morir de agotamiento. Al acercarse oyó que los bashkirs gri-
taban y aullaban, y esos gritos le inflamaron aún más el corazón.
“Hay tierras en abundancia –pensó–, ¿pero me dejará Dios
vivir en ellas? ¡He perdido la vida, he perdido la vida! ¡Nunca llegaré a
ese lugar!”.
Con el resto de sus fuerzas apuró el paso, encorvando el cuerpo
de tal modo que sus piernas apenas podían sostenerlo. Cuando llegó a
la loma, de pronto oscureció. Miró el cielo. ¡El sol se había puesto! Pahom
dio un alarido.
“Todo mi esfuerzo ha sido en vano”, pensó, y ya iba a detenerse,
pero oyó que los bashkirs aún gritaban, y recordó que aunque para él,
desde abajo, parecía que el sol se había puesto, desde la loma aún
podían verlo. Aspiró una buena bocanada de aire y corrió cuesta arri-
ba. Llegó a la cima y vio la gorra. Delante de ella el jefe se reía a
carcajadas. Pahom soltó un grito. Se le aflojaron las piernas, cayó de
bruces y tomó la gorra con las manos.
–¡Vaya, qué sujeto tan admirable! –exclamó el jefe–. ¡Ha gana-
do muchas tierras!
El criado de Pahom se acercó corriendo y trató de levantarlo,
pero vio que le salía sangre de la boca. ¡Pahom estaba muerto!
62
Su criado empuñó la azada y cavó una tumba para Pahom, y
allí lo sepultó. Dos metros de la cabeza a los pies era todo lo que necesi-
taba.
–La respuesta que Tolstoi da a la pregunta del título del cuen-
to es muy significativa –continuó con voz tranquila el tío–: el hom-
bre finalmente necesitaba sólo 2 metros de tierra.
Pues lo mismo que le sucedió a Pahom te puede suceder si
no te cuidas del consumismo. Su primera actitud fue buena: esfor-
zarse en comprar tierras para asegurarse un futuro. Comprar es bue-
no. Pero después se le fue de las manos. A una mala decisión siguió
otra. El consumismo es así: al principio «te pide» lo que necesitas,
para pasar después a lo que no necesitas tanto. Luego te empieza a
crear necesidades falsas y finalmente te puede esclavizar.
Tal vez no te mueras como él (lo más probable es que no te
pase), pero si no piensas bien cada vez que tengas dinero y te dejas
llevar por todo lo que te ofrecen, tal vez alguien pueda decir como el
jefe: “Qué tipo tan admirable. Ha ganado muchas tierras”, pero a un
precio demasiado alto: el precio de la libertad. Por eso es importante
que desarrolles las virtudes necesarias para que aprendas a comprar
y manejar de la mejor manera los bienes materiales: sé prudente
para reconocer el límite de lo necesario y razonable, desarrolla la
templanza, así evitarás caprichos, la inteligencia para saber utili-
zar adecuadamente el dinero con el que cuentas, busca el ahorro
sacrificando gastos innecesarios en función de un bien mayor y sé
generoso para que cuando sea necesario sepas compartir con los
que necesitan, incluso a costa de alguna privación.
Sé que no fue tu intención despilfarrar hoy, pero debes em-
pezar por lo pequeño... así entenderás por qué me enojé. No creo
necesitar realmente todo lo que te ofrecían. Además tienes tiempo.
Recorre, mira, piensa y luego administra tus ahorros y compra lo
justo. Ni más ni menos.
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 hecho para amar | lección 11: realismo en todo
Lección 11
Realismo en todo
El almuerzo transcurrió con «demasiado» silencio en la casa–
barco. Edi estaba molesto y por tanto no hablaba. Eustaquio ya no
estaba enojado pero de todos modos prefería no hablar. Sólo tía
Asunta parecía no notar nada y pasaba las fuentes a uno y otro para
que se sirvieran.
Después de comer, el viejo durmió su siesta y Edi ayudó a su
tía a lavar los platos. Entonces habló.
–¿Por qué se puso así mi tío?
–Por la familia.
–¿Qué? –el sobrino estaba sorprendidísimo.
–Sí, por la familia. Cuando tu tío era joven le gustaba gastar.
Nunca pensaba en su familia y en los sacrificios que hacían sus pa-
dres para tener dinero. Se pasó de la raya y puso en aprietos a todos.
En su casa él era pura exigencia hasta que su papá tuvo que echarlo.
–¿Por qué «tuvo» que echarlo?
–Porque ponía en peligro la estabilidad de los demás. Lo
cierto es que su papá pensó que era lo mejor y lo hizo. Fue así como
Eustaquio empezó a navegar. Y navegando recuperó su tesoro más
grande: su familia.
–¿Cómo?
–Con sacrificio. Estar lejos lo hizo valorar las cosas que po-
seía y el error que había sido ser descuidado con el dinero. Le fue
necesario pasar por el dolor de no tener nada para darse cuenta de lo
que estaba haciendo.
Terminaron de lavar y se asomaron juntos a la ventana favo-
rita de la tía. Era su turno de hablar.
–La vida nos da regalos. El principal es nuestra familia. Aun-
que a veces no parezca, la familia es lo más grande que tenemos. Por
eso siempre debemos procurar que en la familia haya amor. ¿Sabes?,
el amor no es algo que se pueda comprar ni que se mida con nada:
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simplemente se vive con la gente que está a tu lado. De eso se había
olvidado Eustaquio.
Muchas veces me he encontrado con personas que no viven
felices porque se la pasan envidiando la suerte de otras familias o
suspirando por las cosas que su familia no tiene, especialmente en el
plano económico.
Y no pienses sólo en una familia pobre y sin recursos; ¡te
sorprenderías al ver la cantidad de familias ricas a las que me refie-
ro! Esto me ha llevado a pensar que tal vez el problema no está en lo
mucho o lo poco que tengas, sino en cuánto lo valoras y qué actitud
tomas frente a tu familia y sus limitaciones.
La experiencia me dice que la esencia de la felicidad pasa por otro
lado. Va más allá de la capacidad de comprar cosas.
El problema lo generan muchas veces esos hijos e hijas que,
totalmente inconscientes de la situación familiar, buscan, piden y
exigen cosas que están fuera de su alcance, generando en los padres
tristeza.
Los papás y las mamás (y ya lo verás cuando
tengas tus propios hijos) viven por los ojos de
Es una ilusión pedirle sus hijos. Tratan de satisfacer todas sus nece-
al dinero lo que sidades, desde las más esenciales. Por eso ha-
el amor no da. cen un presupuesto familiar que les permita
velar siempre por ellos. Hasta el más mínimo
de sus deseos es como una orden. Pero si es-
tos deseos son descabellados generan en sus
corazones angustia y tristeza. Si los hijos apun-
tamos «casualmente» a algo que está fuera del alcance de la familia,
nos quedamos, como se dice habitualmente, «sin el pan y sin la
torta».
Me viene a la memoria un cuento popular sueco que me
regaló tu tío luego de uno de sus viajes. Me gustó tanto que me lo
aprendí. ¿Quieres oírlo?
–Bueno.
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 hecho para amar | lección 11: realismo en todo
La gorra que tejió mamá
Érase una vez un niño llamado Anders que tenía una gorra
nueva. Nunca se había visto una gorra tan bonita, pues la había tejido
la mamá de Anders, y sólo una mamá puede hacer algo tan bonito. Era
roja salvo por una parte del medio, que era verde (pues la mamá de
Anders se había quedado sin lana roja), y el pompón era azul.
Anders caminó un rato por la casa, luciendo la gorra nueva
ante sus hermanos. Luego se puso las manos en los bolsillos y salió a
caminar, pues quería que todos admirasen la bonita gorra que había
tejido su mamá.
“Ya que luzco tan bien, bien podría ir a visitar al rey” –pensó.
Y así lo hizo.
Frente al palacio había dos soldados de casco reluciente, con
mosquetes sobre los hombros. Cuando Anders llegó a la puerta, los dos
le apuntaron con el mosquete.
–¿Adónde vas? –preguntó un soldado.
–Al baile real –respondió Anders.
En ese instante la princesa pasó por allí.
–Este niño no tiene uniforme, es verdad –dijo a los solda-
dos–, pero tiene una bonita gorra, y con eso bastará.
Tomó la mano de Anders y lo condujo por la
ancha escalinata de mármol. En el extremo del salón
más grande había una mesa con copas y platos de oro.
En grandes fuentes de plata había pilas de pasteles, y el
vino tinto chispeaba en jarras relucientes.
La princesa se sentó a la cabecera de la larga mesa.
Permitió que Anders se sentara en una silla dorada junto a
ella.
–Dame tu gorra –dijo la princesa–, y yo te daré un
beso.
La princesa era muy bella, y Anders quería ese
beso, pero por nada del mundo entregaría la gorra
que había tejido mamá.
66
La princesa le llenó los bolsillos de pasteles, y le puso su cadena
de oro en el cuello, y se inclinó para besarlo.
–¿Ahora me darás la gorra?
Pero Anders se encogió en la silla y no se quitó las manos de la
cabeza.
De pronto se abrieron las puertas, y entró el rey con todos sus
caballeros, en uniformes relucientes y sombreros empenachados.
Sonrió al ver a Anders en la silla dorada.
–Qué bonita gorra –dijo.
–Así es –repuso Anders–. Mamá la tejió con su mejor lana, y
todos los que la ven intentan quitármela.
–Pero sin duda te gustaría cambiar tu gorra por la mía –dijo
el rey, alzando la maciza corona.
Pero cuando el rey se le acercó, con la corona de oro entre las
manos, Anders sintió más miedo que nunca. Si no se cuidaba, el rey le
arrebataría la gorra. Pues un rey puede hacer lo que se le antoja.
Anders se levantó de un brinco. Atravesó como flecha los bellos
salones, bajó la escalera de mármol, cruzó el patio.
Corrió a tal velocidad que el collar de la princesa se le despren-
dió del cuello, y todos los pasteles se le cayeron de los bolsillos. ¡A pesar
de todo, aún tenía la gorra! La aferró con ambas manos y se metió en
su casa.
–Bien, Anders, ¿dónde has estado? –preguntó su madre.
Anders se sentó en el regazo de su madre y contó sus aventuras,
diciendo que todos querían su gorra. Sus hermanos se acercaron y
escucharon boquiabiertos.
Cuando su hermano mayor oyó que Anders se había negado a
cambiar la gorra por la corona de oro del rey, se burló de él.
–¡Qué tonto has sido! –exclamó–. Pudiste haber vendido esa
corona por una fortuna, y comprado un castillo, y un carruaje con
caballos, y una barca para navegar en el río. Y todavía te quedaría
dinero para comprar un flamante sombrero de penacho rojo.
67
 hecho para amar | lección 12 : ¿qué es amor? ¿qué no lo es?
Anders no había pensado en ello, y la cara se le puso roja por
partida triple. Echó los brazos al cuello de su madre.
–Madre –preguntó–, ¿fui tonto?
Su madre lo abrazó y lo besó.
–No, hijito. Aunque estuvieras vestido de plata y oro de la
cabeza a los pies, no podrías lucir mejor que ahora con tu gorra roja.
Anders volvió a sentirse bien. Sabía que la gorra de mamá era
la mejor gorra del mundo.
Edi pensó en su mamá y le dio un poco de tristeza. Pudo ver
lo que estaba detrás del enojo del tío. Además sintió que tenía que
aprender a ubicarse en el esfuerzo que hacía su padre para sacarlos
a todos adelante.
–Creo que habrás notado lo similar de la actitud del herma-
no mayor con la de Pahom, el personaje del cuento ruso –continuó la
tía–. Muchas veces es una ilusión pedirle al dinero lo que el amor no
da. Anders ya era lo suficientemente rico como para no necesitar el
oro que le ofrecían. Haber sido leal a su familia lo hizo más rico aún.
Ésa parecía una clave: el amor. Había que aprender muchas
cosas sobre el amor. Incluso con respecto a las cosas materiales.
Amar es poner a las personas por encima de las cosas, es decir en su
lugar. Ser maduro también significa esto: saber darle su lugar a todo,
ser realista y objetivo. ¡Tenía mucho que aprender!
Lección 12
¿Qué es amor? ¿Qué no lo es?
Conforme pasaba el tiempo de vacaciones, tanto Edi como
Paty formaron sus grupos de amigos. Chicos y chicas de la playa con
los que habitualmente solían nadar o tirarse en la arena a conversar.
En el caso de Edi, nunca faltaba el partido de fútbol playero.
Un día Jorge (que era hijo de un pescador del pueblo), invitó
a Edi a una fiesta en su casa. Su papá acababa de comprar un barco
nuevo para la pesca y quería celebrarlo. También estaban invitados
Don Eustaquio y Doña Asunta. Los grandes tendrían su fiesta en la
sala mientras a los chicos les permitirían poner música en el jardín,
68
con lo que no iba a ser la típica reunión aburrida de viejos. Eso sonó
muy bien a los oídos de Edi que ya quería tener un poco de «acción».
La fiesta estuvo muy buena. Edi arrancó con una sorpresa:
Patricia. En realidad la sorpresa fue para los dos, pues ninguno con-
sideraba que el otro fuera invitado. Pero resultó que entre el grupo de
amigas de Patricia estaba Ángela, la hermana de Jorge.
Al principio Edi no sabía cómo actuar. Tomó valor y sacó a
bailar a su nueva «amiga». Para su sorpresa ella aceptó. Al poco rato
era como si nunca se hubiesen caído mal: conversaban muy a gusto
y recordaban con risa la aventura de la casa–barco. Poco a poco se
fueron sintiendo cómodos. Esa fiesta marcó la diferencia.
Por su lado Edi tenía una sensación especial. Ella, la chica de
las preguntas, le estaba haciendo caso a él, que era «simplemente
Edi». Así comenzó su sueño despierto. Bueno, soñó despierto hasta
que su tío lo bajó de la nube.
–Es linda Patricia, ¿no Edi?
–Eh... –Edi sentía que los colores le subían a
la cara mientras caminaban de regreso a la
Si tú te dejas guiar casa–barco. Le daba una especie de vergüen-
solamente por lo que za natural–. Bueno, sí. Es buena chica.
sientes, puedes hacer –Me alegro que conversaran, porque es muy
promesas que no vas a útil conocer chicas lindas y hacernos amigos
cumplir. de ellas.
Edi no entendía adónde quería llegar el viejo,
pero estaba de acuerdo. Se sentía muy con-
tento, y eso era lo único importante. Por un momento no tuvo en
cuenta todo lo que habían hablado en esos días sobre el viaje en
barco, la vida y todo lo que se necesita para madurar. No supo por
qué puerto iba: él sólo quería soltar totalmente amarras y disfrutar.
Soñaba con Patricia y en su cabeza era ella la mujer perfecta, por
decir lo menos.
Al otro día, a primera hora se desapareció y pasó toda la
mañana fuera. Eustaquio y Asunta sabían adónde había ido el mu-
chacho. Regresó tarde para almorzar y ellos lo esperaban con la co-
mida servida.
69
 hecho para amar | lección 12 : ¿qué es amor? ¿qué no lo es?
–¿Cómo están Paty y su mamá, Edi? –preguntó Eustaquio sin
rodeos.
El sobrino se sorprendió. Ilusamente pensaba que el tío no se
daría cuenta adónde había ido.
–Bien –respondió dudando.
En cuanto miró a su tío, supo que esa tarde hablarían.
+++
–¿Qué es el amor, Edi?
El tío Eustaquio lanzó una flecha y Edi no tuvo tiempo ni de
notar de dónde había salido.
–¿Perdón?
–Simple, ¿sabes qué es el amor?
–Bueno... sí... digo... es un sentimiento... muy bonito –enton-
ces pensó en Patricia–, es sentirse muy bien con otra persona.
–¡Ajá!... ¿Y nada más?
Entonces no supo qué decir. Eustaquio tomó la delantera.
–No todos entienden el amor –el tono de conversación era
de la más absoluta seriedad. Edi se sintió importante–. Muchos creen
vivirlo y hasta lo dicen una y otra vez, pero no tienen una buena
actitud. Lo lamentable es que si no tienes la actitud correcta en este
punto puedes llegar a ser deshonesto.
Esto que te digo tiene que ver con el crecimiento. El fin del
viaje es aprender lo que significa amar y tener capacidad para hacer-
lo. Ése es también uno de los objetivos de la sexualidad.
Lanzarse a lo segundo sin estar seguro de lo primero o sin
saber si el otro lo entiende, es arriesgarse a jugar al «amor». Un juego
arriesgado, pues lo que está de por medio son dos personas concre-
tas que pueden salir heridas y perjudicadas en varios sentidos.
A Edi le sonó luz roja, alerta. Empezó a pensar que el tío
fastidioso le arruinaría la ilusión.
–El problema es que se puede llegar a usar al otro, o ser
usado, incluso sin intención. Como quiera que sea, de este modo no
70
se vive el amor, sino que se da un aprovechamiento de los sentimien-
tos de la otra persona. No será amor sino capricho. El capricho pue-
de ser nuestro o del otro. Para el caso da igual.
Nunca olvidaré a Rebeca. Ella era una chica linda, que siem-
pre quería ayudar a los demás. Conoció una vez a un tipo que tenía
muchos problemas. Al principio ella se acercó para ayudarlo, pero
poco a poco sus sentimientos se fueron confundiendo hasta que
llegó a pensar que estaba enamorada. Por su lado el patán (porque no
hay otra palabra para él), aprovechó la situación todo el tiempo,
desde el principio. Se hizo la víctima y la engañó diciendo que quería
salir de sus problemas cuando en realidad lo único que quería era
usarla para pasarla bien. Le hizo creer que ella era la única capaz de
ayudarlo... ¡como si una adolescente fuese capaz de resolver los com-
plejos problemas familiares que este tipo tenía! Lo triste es que ella
se lo creyó. Confundió compasión con amor y se cegó.
–¿Cómo?
–No se daba cuenta de las intenciones del
otro y creía todo lo que él le decía. Varios
amigos le mostraban la verdad, pero ya esta-
Lo importante en el ba cegada. Ella no les quería creer. Una noche
amor no es cómo me él la llamó por teléfono diciéndole que su papá
siento yo, sino qué lo había golpeado y que quería verla. Esa no-
tanto podemos crecer che con tristeza ella tuvo su primera relación
juntos. sexual. Al otro día todo el colegio sabía que
«el patán» había ganado la apuesta al hacer
caer a la chica más bonita. Rebeca tardó mu-
cho tiempo en volver a sonreír.
Dolorosamente aprendió una lección: confianza no es lo mismo que
ingenuidad, y sentir lástima no es lo mismo que amar...
Con estas últimas palabras el tío posó profundamente su mi-
rada en el sobrino. Era un mensaje explícito.
–Tal vez no seas el patán de mi historia, pero también puedes
confundir las cosas. Mira, Edi, si yo hubiera pensado siempre que el
amor es únicamente un sentimiento bonito todo el tiempo, hace
rato que hubiese dejado a tu tía Asunta... o lo que es peor, ella me
hubiese abandonado a mí. ¿Crees que en 35 años de casados no
hemos pasados momentos aburridos? Pero aquí nos ves, juntos y
71
 hecho para amar | lección 12 : ¿qué es amor? ¿qué no lo es?
felices. La quiero mucho, pero para poder decirte esto antes tuve que
darme cuenta qué es el verdadero amor.
–¿Y cómo lo supiste?
–Bueno. Una vez un marino me dijo algo que me abrió la
cabeza: “Amar es estar dispuesto a hacer cualquier cosa buena por el
bien de una persona, incluso algo que a ti y a ella no les guste”. Me
dejó pensando. En el primer puerto disponible recorrí varias libre-
rías buscando libros sobre el amor. Descubrí que mi amigo tenía
razón... y yo estaba equivocado.
Cuando me casé con tu tía yo la elegí porque era la más
bonita. Bueno, ahora sigue siendo la más bonita chica que conozco,
pero en aquel entonces solamente me interesaba eso. Bueno, sola-
mente no, pero era importante. Lo demás era lo bien que nos sentía-
mos juntos. Lo feliz que ella «me haría a mí»... Yo estaba constante-
mente en el centro. Me importaba más lo que ella pudiera darme que
lo que yo haría para amarla. En una de esas lecturas me encontré con
una frase que había dicho un gran sacerdote, el P. Paul Marx: “Cuan-
do un chico le dice a una chica ‘te quiero’, lo que muchas veces en
realidad está diciendo es ‘me quiero y quiero algo de ti’”. Ése era
yo. Me dejé llevar por un sentimiento creyendo que era amor y en
realidad me estaba portando como un egoísta.
–¿O sea que tú dices que el amor no es un sentimiento?
–No, un momento. No es solamente un sentimiento. Y en
todo caso esto no puede partir nunca del egoísmo. Lo más impor-
tante en el amor no es cómo me sienta yo, sino qué tanto bien le
puedo hacer a otra persona y qué tanto podemos crecer juntos.
El problema es que cuando eres joven te persiguen las prisas
y cualquier sentimiento te parece amor. ¡Calma y paciencia! No todo
lo que brilla es oro. Por favor, no te confundas, porque lo que está en
juego es importante. Si tú te dejas guiar solamente por lo que sientes,
puedes hacer promesas que no vas a cumplir y todo lo que veas
tendrá un color que no es el de la realidad. El problema es que te
puedes abrir tan irresponsablemente que te dejes lastimar o lastimes
a alguien (en este caso a la chica que se enamore de ti). La playa
puede ser muy traicionera. Mucho tiempo libre, largos ratos para
estar juntos, poca ropa y las ganas de tener compañía. Ninguna de
72
estas cosas están mal, pero solamente presta atención a lo que puede
estar pasando. Es mejor. No arriesgar a hacer algo que los pueda
dañar. Si tú quieres arriesgarte a tener problemas y salir lastimado,
allá tú, pero ten en cuenta que la otra persona también cuenta. Ella
también tiene sentimientos y no tienes ningún derecho a jugar con
ellos.
–¿O sea que debo dejar de ver a Paty?
–No exageres, mi amigo, las cosas no son así. Si se caen bien
no veo por qué no puedan ser amigos. Solamente te digo que no te
dejes confundir.
–¡Está bien! No debo dejarme confundir... ¿cómo?
–Bien, allá quería llegar. ¿Recuerdas el libro que empezamos
a leer cuando llegaste aquí? Ése que no has vuelto a tocar. Bueno, la
primera parte, la del crecimiento, se llamaba «Creciendo para amar»,
¿te acuerdas?
–Sí.
–Bueno, la segunda se llama «Hechos para amar». Creo que te con-
vendría darle una ojeadita. Vas a encontrar cosas muy interesantes.
Ahora me voy a dormir mi siesta... Recuerda: todo esto tiene que
ver con la madurez y el amor. Si lo entiendes habrás dado un
gran paso al frente, hijo. Te aseguro que no te arrepentirás.
Las últimas palabras el viejo Eustaquio las dijo ya desde su
camarote y quedaron flotando en el ambiente. Edi pensó un
rato en las advertencias del tío. El resto de la tarde la pasó
con Paty, como se lo había prometido, pero ya en la noche
estaba pegado al libro buscando la página en que se ha-
bía quedado.
73
Unidad III:
Hechos para amar
Lección 13
Valores
El capítulo del libro empezaba con una extraña historia:
El amor de John Blanchard
John Blanchard se levantó de la banca, alisó su uniforme de la
Armada y observó a la gente que estaba en la Gran Estación Central de
Nueva York. Buscaba a la mujer cuyo corazón conocía pero cuyo rostro
aún no. Buscaba a la chica de la rosa.
Su interés por ella nació trece meses atrás en una biblioteca en
la Florida. Cuando tomó aquel libro del anaquel le intrigaron no sus
palabras sino las anotaciones con lápiz que figuraban al margen de
cada página. La suave escritura a mano reflejaba un alma profunda
y una mente muy perceptiva.
En la tapa del libro descubrió el nombre del dueño anterior:
Srta. Hollis Maynell. Con tiempo y esfuerzo logró localizar su dirección.
Vivía en la ciudad de Nueva York. Le escribió una carta presentándose
e invitándola a contestar.
Al siguiente día se embarcó para servir en la Segunda Guerra Mundial.
Ella contestó y durante un año y un mes ambos se fueron cono-
ciendo cada vez más a través de las cartas. Cada carta era una semilla
que caía en un corazón fértil.
Un romance se estaba gestando. Blanchard le pidió una foto-
grafía, pero ella no se la envió. Cuando finalmente llegó el día de regre-
sar de Europa, la primera cita que anotó en su agenda fue “Estar a las
7:00 pm. en la Gran Estación Central de Nueva York. Hollis Maynell”.
“Me reconocerás –escribió ella– por la rosa roja que usaré en la solapa”.
Pero dejemos que el propio Blanchard nos cuente qué pasó:
Una mujer joven de figura alta y esbelta caminaba hacia mí. Las
ondas de su cabello rubio caían hacia atrás y sus ojos eran azules como las
74
flores. Sus labios y barbilla tenían una firmeza gentil y con ese traje de color
verde pálido parecía anunciar que la primavera renacía. Me dirigí hacia
ella de manera directa, sin darme cuenta que no llevaba la rosa.
En cuanto me moví sus labios se curvaron en una pequeña y
provocativa sonrisa. “¿Va por mi camino, soldado?”, me murmuró. Sin
control, di un paso hacia ella y fue en ese momento que vi a Hollis
Maynell... Estaba parada exactamente detrás de la chica.
Una mujer de 40 años, con el cabello gris recogido bajo un estro-
peado sombrero. Era más que rolliza. Sus delgados tobillos se perdían
en unos zapatos de talón bajo.
La muchacha del traje verde se alejó rápidamente. Sentí como
nunca que me partía en dos. Por un lado era intenso mi deseo de seguir
a la mujer de verde. Pero a la vez seguía siendo muy profundo mi
anhelo por aquella mujer cuya alma y sinceridad me acompañaron y
sostuvieron. Y ella se paró. Su pálida y redonda cara era gentil y sensi-
ble, sus ojos grises expresaban calidez y bondad. No dudé.
Mis dedos sujetaron el viejo libro azul de cuero,
copia del libro que me permitió ubicarla. Esto
no sería amor, pero sí algo precioso, una amis-
tad por la cual yo habría de estar agradecido
Los valores son los por siempre. Me cuadré y la saludé, mientras le
motivadores de la entregaba el libro iba hablando, me sentía so-
acción humana. focado por mi contrariedad.
–Soy el teniente John Blanchard y usted debe
ser la señorita Maynell. Me da mucho gusto
conocerla. ¿Quisiera cenar conmigo?
El rostro de la mujer expresó una tolerante sonrisa.
–No sé de qué se trata esto, hijo –respondió–, pero la joven del
traje verde que acaba de salir me suplicó que usara esta rosa en mi
saco. Si usted me invitaba a cenar, debería decirle que lo está esperan-
do en el restaurante grande que queda cruzando la esquina. ¡Sólo me
dijo que era una especie de prueba!
John Blanchard estaba impresionado. La señorita Maynell le
había dado una lección al demostrarle que buscaba en las personas su
interior más que la apariencia física.
75
 hecho para amar | lección 13 : valores

La verdadera naturaleza del corazón se ve cuando responde a

todos los valores de la persona, yendo especialmente a los más profun-
dos. Por eso para conocer a alguien tenemos que penetrar en esos valo-
res que a veces son los más ocultos. Sólo así podremos estar seguros de
que el amor es amor.

Hechos para amar

1.– Valores
El valor es una cualidad que tienen las cosas y las perso-
nas. Esta «cualidad» impacta en nosotros de modo tal que descu-
brimos en ella algo importante, un motivo para actuar.
La acción en sí tiene su valor. Pero para que el valor cumpla su
función total tiene que ser captado por ti o por otra persona. Si esa otra
persona no sabe «valorar» lo que ve, si no logra captar la bondad de la
acción, probablemente no descubra lo que vale.
Las cosas y las personas tienen una determinada importancia 2.– Valor corporal
en sí mismas. Por eso los valores no se inventan, se descubren. Además
El cuerpo es una parte fundamental de la persona. Gracias a él
ese valor tiene que ser reconocido correctamente por los demás. Recono-
cada uno de nosotros se puede comunicar.
cer un valor significa ponerlo en su justo lugar en una escala.
Porque si los cambiamos de orden los convertimos en antivalores, Este valor es la puerta de entrada a la persona, lo más
o sea, exactamente en lo contrario de lo que deberían ser. exterior, lo primero con lo que nos encontramos.
Cuando una persona se pone en relación con otra de sexo com- Evidentemente la persona no se agota en su cuerpo. Si
plementario entran en juego todos los niveles de acción que la compo- solamente nos fijamos en este valor, estaríamos desvalorizando a
nen. Cada nivel de acción encarna un valor con características muy esa persona.
definidas. Los valores son los motivadores de la acción humana. Para
saber cómo actuar correctamente debemos conocer cuáles son estos Por ejemplo: una chica se arregla cuando va a una fiesta. Ella
valores y qué lugar ocupan en la escala objetiva. cuida su cuerpo pensando en agradar a los chicos. Esto está muy bien
porque resalta un valor de la persona. Hasta aquí no hay ningún
Al nivel de acción físico corresponde el valor corporal. problema.
Al nivel de acción psicológico corresponde el valor sexual3 .
Al nivel de acción espiritual corresponde el valor personal. Pero si nuestra amiga piensa que lo único que la hace impor-
tante (y por lo tanto atractiva) es su cuerpo, allí comienzan sus proble-
(Esquema 13.A) mas. Se está desvalorizando. Incluso su mismo cuerpo se desvaloriza.
Porque si el cuerpo no conduce a valores más profundos, pierde senti-
3. En este caso la palabra “sexual” se refiere a la identidad (ser hombre o ser mujer) do. Lo mismo ocurre con el muchacho que se la pasa en un gimnasio
y a la necesaria complementariedad que se da a partir de esa identidad. Cierta-
porque cree que si no tiene músculos de levantador de pesas no es
mente lo sexual se refiere a la integralidad de la persona, pero en este caso nos
referimos a sólo un aspecto que es el de complementación. Utilizamos la palabra importante.
“sexual” porque entre los autores no ha aparecido una mejor.

76 77
 hecho para amar | lección 13 : valores
¿Cuál es verdadero valor del cuerpo?
El cuerpo tiene que «transmitir» a la persona. No se debe usar
como «herramienta» para llamar la atención. Así sólo se estaría mos-
trando «un cuerpo» como puede haber muchos. Lo que hace único y
especial al cuerpo es la persona, la totalidad, la suma de lo exte-
rior y lo interior. En esta suma está el valor del cuerpo.
3.– Valor sexual (Valor de complementariedad)
En este caso la palabra «sexual» hace referencia primero a
la identidad de la persona (masculino o femenina) y también a la
apertura y capacidad de complementación.
La atracción de un sexo por el otro no pasa únicamente
por el cuerpo, sino también por una «fuerza» de masculinidad o
femineidad, según cada caso.
Éste es el valor que aquí llamamos «sexual» o de comple-
mentariedad.
Como hemos visto en el proceso de crecimiento, desde el mo-
mento de la concepción cada persona tiene claramente definida su
identidad: somos hombres o mujeres. Somos únicos e irrepetibles, esta-
mos completos pero nos hace falta una compañía.
Justamente lo que le hace falta a la mujer lo tiene la masculini-
dad, y lo que le hace falta al hombre lo tiene la femineidad. De esta
«necesidad» surge esa misteriosa fuerza que hace que los chicos se
acerquen a las chicas y éstas a los varones.
Siempre estamos transmitiendo, más allá del lenguaje del cuer-
po, una «carga» de este valor. Por eso una chica que dentro de las
tendencias de la moda pudiera no ser considerada linda, es «atracti-
va» para el enamorado que ha encontrado en ella su complemento
(por lo menos en ese momento).
Pero en su ímpetu este valor nos puede confundir. Suele suceder
que las personas se concentran «afectivamente» en un solo aspecto,
dependiendo de las carencias que sientan en el momento. Esto se ve
cuando una chica pasa por un momento de inseguridad y se encuen-
tra con un chico «muy seguro», o cuando un muchacho siente que no
«lo quieren» y se topa con una chica muy cariñosa.
78
Es una paradoja: la persona se acerca a otro porque necesita del otro.
Pero como no llega a tener una imagen completa de esa otra persona,
no sabe si lo que siente es cierto o sólo un espejismo. Por eso para saber
si hay realmente complementación, el valor sexual necesita ser ubicado
por su referencia al valor personal.
4.– Valor personal
Se relaciona directamente con el nivel espiritual: éste es el
valor más importante de la persona.
Básicamente este valor nos dice: “Más allá de que me guste su
cuerpo o me sienta bien con él o ella, lo más importante es que es una
persona única. Eso es lo que la hace verdaderamente valiosa”.
El valor personal es el que le da sentido a los demás.
Para comprender cuál es el valor de alguien no debemos
nunca olvidar que es «persona». Esto quiere decir que el otro es
mucho más que un lindo cuerpo o alguien simpático.
Si cedemos a lo que nos produce el cuerpo o la simpatía y no
aprovechamos ordenadamente esa fuerza, tal vez suceda que nunca lle-
guemos a comprender a la persona. Pero esto implica que la gente tampoco
llegará a comprendernos tampoco a nosotros. Ésta es la peor soledad.
La sexualidad se entiende sólo en la medida en que se com-
prende y vive el valor personal. Por lo tanto ella no es un bajo instinto o
un mal necesario: es una importante y valiosa parte de la persona.
Debe colaborar en la búsqueda de la felicidad de toda persona.
Comprender la profundidad del valor personal es la única
forma de entender lo que es el amor y, en última instancia, la misma
sexualidad.
Pero esto requiere más que nada una actitud. Se puede escribir
mucho sobre la importancia y valor superior de la persona. Lo real-
mente importante es que actuemos siempre frente a los demás como
frente a personas. Así descubriremos la verdadera dignidad que tie-
nen. Eso que está en nosotros mismos y que es muy difícil transmitir
con palabras. El problema es que si solamente nos quedamos con los
dos primeros valores, nunca lograremos entrar a éste... y nos estaremos
perdiendo lo que realmente vale la pena.
79
 hecho para amar | lección 14 : atracción

Lección 14
Atracción

La emoción
Una emoción es un movimiento interno de la persona frente
a un valor. Habitualmente se le asocia con los sentimientos (una
persona emocionada sería, por ejemplo, aquella que llora), pero en
realidad no todas las emociones se comportan de la misma forma.
La emoción surge cuando una persona toma conciencia de un
valor que tiene otra y su actitud cambia. Entonces las actitudes que tome-
mos frente a las personas dependerán de la emoción que produzcan en
nosotros, y esa emoción dependerá del valor que estemos captando.
Así, determinando qué valor es el que se capta, se podrá saber
de qué tipo de emoción se trata. En el caso del amor entre un hombre y no atrae «cuando quiere», lo hace siempre. Solamente necesita que lo
una mujer son tres los tipos de emociones que nos ayudan a entender atraído tenga algunas características. Del mismo modo el hierro tam-
todo el fenómeno. poco «elige» ser atraído: tiene unas determinadas características, «pasa
cerca» e inevitablemente es atraído.
A: Corresponde la emoción:
En el caso del hombre, la emoción de atracción que una perso-
Nivel espiritual (valor personal) Amor na ejerce sobre otra depende de la corporalidad y de «la cercanía». Al
Nivel psicológico (valor sexual o de igual que en la física, la atracción es una fuerza muy grande que
complementariedad) Enamoramiento «llama» a unirse a dos personas, o para ser precisos, a dos «cuerpos».
Nivel físico (valor corporal) Atracción
Así, las características de la atracción son:
Repetimos que entonces emoción no es sensación (fuerte o
débil) o sentimiento, sino una realidad más profunda. Esto se entende- • Fuerza original primaria. Es lo primero que surge cuando
rá en la medida en que se vean las características de las diferentes nos enfrentamos a otro de sexo complementario que nos gusta. Su
emociones. Empecemos por la atracción. intensidad es variable.
• Poca persistencia en el tiempo. Por su relación con las con-
Primera emoción: la atracción diciones materiales, no tiene capacidad de durar más allá del impacto
Cuando vemos el NIVEL BIOLÓGICO descubrimos los VALORES COR- físico: la ausencia prolongada del otro, la pérdida de alguna de las
PORALES. De la relación de una persona con los valores corporales
cualidades que motivaron la atracción, la aparición de otro que atrae
de otra persona, surge la ATRACCIÓN. más e incluso el «aburrimiento», son desencadenantes de la pérdida de
la atracción.
(Esquema 12.A)
• Ninguna capacidad de consolidación de vínculos esta-
La palabra atracción es sacada del mundo de la física. Por bles. Así como un hierro pasa a otro imán con la sola condición de que
magnetismo un cuerpo atrae a otro (como el imán que atrae a los su influjo sea más fuerte, una persona «atada» a otra por la atracción
hierros). De aquí podemos sacar una interesante conclusión: un imán

80 81
 hecho para amar | lección 14 : atracción
cambia cada vez que percibe a alguien más atractivo que el que «tie-
ne» en el momento.
• Ninguna racionalidad. Impera el impacto hormonal.
Actuar movidos por esta reacción superficial daña al hombre,
porque la persona no se agota en su cuerpo. La atracción puede ser
suficiente en el animal, que con el «celo» asegura la descendencia, pero
no para el hombre, por la simple razón de que la persona humana
tiene sentimientos, ama y piensa, es decir, es libre.
Una relación basada únicamente en la atracción no responde
en lo más mínimo a las expectativas de la persona humana y no crea
vínculos ni relaciones verdaderas.
El cuerpo expresa al hombre y todos nos comunicamos con el
cuerpo. En el proceso de conocimiento de cualquier persona comenza-
mos siempre desde el cuerpo. «Me gusta esa chica y me acerco». «Me
gusta ese chico y quiero que me lo presenten».
La cercanía provoca una conmoción física: se acelera el latido
del corazón, se suda en frío, tiemblan ligeramente las piernas.
Por tanto se hace necesario ubicar las cosas en su justo lugar:
la atracción es el primer chispazo que hace que dos personas se
acerquen. Entenderlo así muestra la unidad de la persona en la que el
cuerpo jamás está excluido. Pero si allí se estanca, la relación pierde
toda su fuerza.
Por eso esta emoción es el inicio del camino al amor que no
debe quedarse allí. La atracción dejada a sí misma dura poco. Por
el contrario asumida en el camino del amor verdadero y pleno se
renueva, encuentra nuevas formas y es una permanente fuente de
satisfacción. Cada hombre y cada mujer tienen la posibilidad, el
deber y la obligación de lograr que esto sea siempre así.
+++
–Mamá, para ti, ¿qué es la atracción?
Sofía no se sorprendió ante la pregunta de su hija. Esta-
ban tomando sol y Paty había estado leyendo con interés el libro
que le regalara el tío Eustaquio. En esos días habían aumentado
sus salidas con Edi, al mismo tiempo que leía más.
82
–¿Por qué me lo preguntas?
–Es que he estado leyendo este libro y quería saber qué opinas.
La madre se quedó mirándola.Ya no era la chiquilla de trensitas
que preguntaba todos los porqués..., pero seguía siendo su hija pre-
guntona.
–Creo que es lo que te pasa con un chico cuando te gusta algo
de él. No sabes decir bien por qué, pero de pronto te interesa. Cuan-
do estás cerca te sientes bien, aunque también un poco nerviosa. No
quieres «meter la pata» y buscas impresionarlo. Es como un juego de
dos atracciones donde lo que más importa es el exterior, aparentar,
caer bien.
–¿Y es verdad que dura poco?
–Creo que sí... nadie es lindo para siempre.
–Fue lo que pasó con ustedes.
La pregunta fue directa. Sofía se estremeció.
Definitivamente ya no era la chiquilla ino-
cente. En otro contexto tal vez hubiese sona-
do a mala educación, pero en ese momento
No caigas en el error de
era como la voz de la conciencia. Ella había
pensar que la atracción sido parte de todo lo que la familia había pa-
sola, por arte de magia, decido en los últimos meses y merecía una
pasará a ser amor. respuesta.
–En parte creo que sí. Cuando nos casamos
tu papá y yo estábamos muy enamorados...
claro que tu padre me gustaba mucho y sé que yo le gustaba. Pero
pasó el tiempo y nos fuimos acostumbrando. ¿Sabes? Hace poco
estaba furiosa, pensaba que el culpable era él. Que ya no le importaba
conquistarme, hacerme sentir linda y querida. Ahora ya no estoy tan
segura, tal vez he sido injusta... Ojalá algún día podamos hablar. Pero
volviendo a tu pregunta...
–No, mamá, déjalo. Ya me contestaste...
–Hay algo más, cariño. No caigas en el error de pensar que la
atracción sola, por arte de magia, pasará a ser amor. No creas que
puedes «atrapar» a un hombre solamente porque eres bonita o que
83
 hecho para amar | lección 15 : fantasía e imaginación
siempre le perdonarás todas porque es el más guapo. Así no funcio-
nan las cosas. Te recomiendo que siempre busques adentro. La emo-
ción de la belleza nos puede cegar. Pero el problema no es la atrac-
ción... el problema somos nosotros que no nos tomamos el tiempo
de valorar otras cosas que son más importantes. El amor de esposos
se construye de pequeñas cosas, todos los días, también se compone
de la atracción. Ahora sé que la clave es no dejar pasar un solo día.
¡Cómo quisiera volver las cosas atrás y haberme dado cuenta antes!
–las lágrimas corrían ya por su cara y Patricia sintió un nudo en la
garganta–. Por eso quería que lo supieras, para que no cometas nues-
tros mismos errores. Es hermoso lo que el amor te puede dar, pero
tienes que tomarte el trabajo de construirlo.
Habían sido meses de mucha tensión y era la primera vez
que la madre se soltaba y reconocía parte de lo que llevaba dentro.
Para Patricia la confesión era como un alivio. Sin pensarlo mucho se
acercó a su madre y la abrazó.
–Nunca es tarde, mami... –le dijo movida por una extraña
fuerza.
La madre se quedó sorprendidísima. “Dios te oiga, hija mía –
pensó–. Dios te oiga”.
Luego de un largo rato, la calma volvió a madre e hija. Mien-
tras se secaban las lágrimas, Sofía dijo:
–Oye... por cierto... ¡lindo el chico!
Paty se sorprendió. Era la forma de bajar la emoción.
–Y sí... creo que «atractivo» es la palabra.
Lección 15
Fantasía e imaginación
–...y así puedes sacar más pescados... ¿entendiste?
El tío Eustaquio le hablaba a los postes del muelle. Edi parecía
muy distante. El viejo se lo tomó deportivamente.
–¡Atención! Planeta Tierra llamando a Edi.
Éste recién entonces reaccionó.
84
–Eh... a, sí, la pesca... la red... sí, entendí todo.
–¿Dónde estabas, hijo?
–Aquí. ¿Dónde más?
–Tal vez tu cuerpo estaba conmigo... pero tu imaginación,
¿estaba con Patricia?
¡Zas!... el tío había dado otra vez en el blanco. Edi se puso
colorado.
–No te preocupes, es normal. Ahora... me pregunto, ¿con qué
Patricia estabas, con la real o con la imaginaria?
Edi iba a contestar que claro que con la «real» que él recorda-
ba, pero de inmediato se dio cuenta de que el comentario no era
inocente. Se quedó mudo.
–¡Venga...! Recojamos la red que es tarde y tu tía Asunta nos
espera.
Una vez camino a casa Estaquio comenzó a hablar.
–¿Te has preguntado qué diferencia hay entre la imagina-
ción y la realidad? Claro, de seguro la sabes. Pero respecto a las chi-
cas, ¿sabes cuál es la diferencia?
–Sí: las de la realidad existen y las de la imaginación no.
–Muy buena respuesta, «sabio» –el tío contestó sarcasmo
con sarcasmo–. Pero, ¿estás seguro de que lo que te muestra la ima-
ginación respecto de las chicas que conoces es verdad? No te apre-
sures a contestar y piensa. He visto mucho en el mundo, la gente
(especialmente la gente joven y soñadora), confunde las cosas y ter-
mina creyendo que la idea imaginaria que tiene del otro es verdad.
Se mezclan muchas cosas: las ansias de tener a alguien perfecto, la
imaginación suelta y la atracción que esa persona ejerce sobre noso-
tros. No la conocemos totalmente y nadie puede amar lo que no
conoce. Entonces nuestra mente «nos da una mano», se suelta y «com-
pleta» lo que no conocemos... y lógicamente completa «mejorando
el producto». Pero en realidad sigue siendo nuestra imaginación.
–¿O sea que está mal imaginar?
85
 hecho para amar | lección 15 : fantasía e imaginación
–No lo creo. Lo que se necesita es poner un control sobre esa
imaginación. O, más sencillo, saber que es imaginación pero que la
realidad es distinta. A las chicas se les conoce conociéndolas, no
imaginándoselas. Esto suele ahorrar muchos dolores de cabeza. Por
cierto, ¿cómo vas con el libro?
–Bien. Estoy por entrar en la segunda emoción: el enamora-
miento.
–Justo. En cuanto lleguemos a casa quiero que veas un artí-
culo. Vale la pena que interrumpas la lectura un poco. Muchas veces
la imaginación es el obstáculo más grande para lograr pasar de la
atracción al amor. Nos puede jugar malas pasadas. Pero bueno, lee y
después me cuentas.
+++
La imaginación
La imaginación es una capacidad de los seres humanos por la
cual podemos tomar imágenes en nuestra mente y transformarlas de
maneras nuevas y originales. Algunos creen que la imaginación crea
esas imágenes. Esto no es del todo exacto. Es cierto que la forma en la que
se juntan es totalmente original, pero siempre se necesita que haya habido
imágenes previas. Es lo mismo que sucede con los sueños, en los cuales el
subconsciente o el inconsciente elaboran nuevas «historias» tomando par-
tes de experiencias que se acumulan todos
los días en la mente.
Pero volviendo a la imaginación,
debemos decir que es una de las mejores
cosas que tiene el ser humano, sobre todo
el joven. Mediante la imaginación so-
mos capaces de pensar en cosas absolu-
tamente nuevas. Es así como se han lo-
grado los grandes inventos de los que
gozamos hoy en día. Hace escasos cien
años no había ni televisión, ni autos por
la calle, ni existía la internet. Los viajes
espaciales sonaban a locura y la gente
se moría por enfermedades que hoy se
curan con una simple vacuna.
86
¿Cómo se llegó a esto? Por la imaginación de muchos hombres
y mujeres. La inteligencia les decía que de algún modo las cosas podían
ser diferentes y con la imaginación soñaban ese nuevo modo.
Tal vez te puedas preguntar qué tienes que ver tú con el inven-
tor del teléfono, Bell, o el de la lámpara eléctrica, Edison. Aunque te
parezca mentira, mucho.
Simplemente ve tu vida. Tienes en tus manos mucho. Al mismo
tiempo tienes el tiempo a tu favor: el futuro es tuyo. En base a lo que
tienes debes crear lo que serás, debes construir tu futuro, algo que nadie
ha visto todavía. Necesitas la imaginación para verte crecer y enten-
der todo lo que será útil para ti en ese futuro. Si quieres ser abogado,
albañil, arquitecta o doctora (o lo que quieras), lo primero que tienes
que hacer es imaginarte en esa profesión, luego pensar en los pasos
para lograrlo, y finalmente poner manos a la obra para hacerlo.
Así de simple es la imaginación y así de útil. La gente que se
queda sin ella poco a poco va perdiendo sus aspiraciones, porque no es
capaz de verse de una manera nueva y distin-
ta, mejor. Así como Edison pudo imaginarse
un nuevo mundo iluminado por «antorchas
que no se apaguen y no echen humo», así cada
A las chicas se les uno de ustedes puede imaginarse en un futuro
conoce conociéndolas, con una familia propia, por ejemplo.
no imaginándoselas.
Imaginación realista e imaginación
fantasiosa
La imaginación puede trabajar en dos senti-
dos, cada uno útil en su lugar. Todo lo dicho hasta este momento es la
misión realista de la imaginación. Existe también otra, la misión fan-
tástica, la que no tiene que ver con la realidad.
Aceptando que ambas tienen en común que lo que se imagina
no está en la realidad, la segunda está decididamente fuera de ella. Es
la que alimenta los cuentos infantiles y no tan infantiles. Las grandes
leyendas y los libros más variados, como los de Julio Verne o Emilio
Salgari. De algún modo la primera misión de la imaginación, la realis-
ta, depende de la segunda, la fantástica. Pero tiene la tarea de ponerla
en su lugar. No es que esté mal. El problema es que la fantasía fuera de
87
 hecho para amar | lección 16 : enamoramiento

sus límites puede tener el mismo resultado que un pastelero tratando
de hacer casas con huevos, harina y crema.
Lo relacionaré con la atracción. Imaginemos (usemos la fanta-
sía) a un chico como nosotros que un día descubre a una chica precio-
sa, la ve y le fascina. No sería nada raro que ese chico casi inmediata-
mente adorne a esa chica con una multitud de virtudes y gracias que
tal vez ella esté muy lejos de tener. Hasta aquí no hay nada grave. El
problema surge si ese chico basa una relación en esas virtudes que él
cree que ella tiene.
“El idealismo adolescente supone una cierta inmadurez, una car-
ga afectiva importante y una buena dosis de fantasía... Nos parece impor-
tante destacar que el idealismo adolescente tarde o temprano se desvanece,
lo que no debe ocurrir con los ideales que pueden y deben permanecer
vigentes como modelos de perfección que estimulan al ser humano a crecer
según sus valores y a dar lo mejor de sí mismo”4 . Aquí hay una tercera
distinción. La imaginación realista nos tiene que llevar al sano idealismo,
a tener modelos elevados para ser cada vez mejores.
Éste es el verdadero sentido de la imaginación y la fantasía.
Que ella no te haga confundir y creer que una simple atracción es amor.
Tal vez sea el primer paso, pero que tu deseo de transformar tu presente
y tu futuro salga de lo real. Si pones un pie en lo real y otro en los ideales
llegarás lejos y tendrás un equilibrio interior que te abrirá muchas
puertas a lo largo de tu vida.
Pensó en el pasado, en sus padres. Pero de inmediato cambió
de idea, le dolía demasiado. Entonces pensó en el futuro, en lo her-
moso que sería algún día enamorarse, casarse y tener hijos. Pero de
inmediato vinieron a su mente, como fantasmas, los mismos recuer-
dos que acababa de desechar. Le dio miedo: no quería repetir la
historia.
De pronto apareció en su mente la cara de Edi, su nuevo
«amigo». En algún modo supo que las cosas podían ser distintas...
tenían que ser distintas. Pero, ¿cómo?
Por lo pronto ya sabía que el amor no era solamente atrac-
ción, había algo más. Lo mejor sería continuar leyendo el libro de
Eustaquio.
El enamoramiento
De la relación del DINAMISMO PSICOLÓGICO con los VALORES SEXUA-
LES O DE COMPLEMENTACIÓN surge el ENAMORAMIENTO.
(Esquema 16.A)
Cuando alguien experimenta un sentimiento profundo de sa-
tisfacción al estar con otro, soñando que él o ella «lo hará la persona
más feliz del mundo», solemos decir que está enamorado.
Esta emoción ya no depende simplemente de la cercanía o atrac-
ción de los valores corporales: se captan los afectos y los sentimientos.

Lección 16
Enamoramiento

Era un día de lluvia. En realidad el primero en que llovía

desde que la familia Jiménez había llegado a la playa. A pesar de eso
el clima en la casa era muy bueno. Acogedor. Especial.
La mamá de Patricia decidió cocinar panes, así que a media
mañana toda la casa se vio inundada de ese «olorcillo» tan particular
de pan horneándose. Se respiraba melancolía. Era el momento ideal
para soñar con los ojos abiertos. Paty no desaprovechó la ocasión.

4. Balague, E. y Uva, N. Op. cit. Falta el nombre de la obra y el número de las páginas

88 89
 hecho para amar | lección 16 : enamoramiento
Es un paso más allá de la simple atracción física, pero ¿es amor? Esto
equivale a preguntar si el amor es un sentimiento.
Características del enamoramiento
Para saberlo primero veamos algunas características de esta
emoción. Partamos de frases típicas:
•«Qué bien me siento contigo». «Quiero que siempre estés con-
migo». «Quiero que siempre me sonrías de esa manera». (Cuando de-
cimos «siempre» entendemos «en todo momento y lugar». Para enten-
derlo podemos asociarlo con las palabras «presión» y «asfixia»). Pun-
to 1: Se centra fundamentalmente en el «yo».
¨ Cierta vez una adolescente definió el enamoramiento como el
“estado de idiotez total en el que una se siente en la nebulosa de
Andrómeda”. “¿Qué le pasa a Fulano? No sé, debe estar enamorado...
mira la cara de ido que tiene... y es imposible que atienda en clase... se
la pasa todo el tiempo haciendo corazoncitos”. Punto 2: Su carga
afectiva es tan intensa que absorbe toda la atención.
¨ “Hoy no quiero ver a mi enamorada, ¿será que no la quiero?”.
“En este momento Roberto me hace sentir contenta, ¿será que ya no
quiero a Juan?”. Punto 3: Es inestable y variable como los propios
estados de ánimo (o caprichos).
Es una emoción fuerte. Pero no apunta al conocimiento y afir-
mación de la persona del otro, a lo más profundo que tiene. Aunque
avanza más allá de la atracción, de todos modos sigue siendo superfi-
cial, no llega al centro de la persona.
La gente cambia. Los que cambian son los niveles de acción
físico y psicológico, que están en permanente crecimiento. Pero siempre
es la misma persona: es un yo que cambia, pero sigue siendo el mismo.
Por ejemplo Julieta, una vez recibida de arquitecta, no deja de ser la
misma Julieta que estaba en la universidad, aunque ahora pueda
dirigir una construcción.
En el enamoramiento lo que se busca es «algo que tiene la otra
persona», lo que cambia, y no necesariamente a esa otra persona. No se
encuentra lo esencial del otro y el otro no llega a lo esencial que hay en
nosotros.
90
Limitaciones del enamoramiento
Pensar que el enamoramiento es amar verdaderamente es como
si basáramos nuestra amistad con Julieta en su profesión de arquitecta:
el día que ella se equivoque en un plano dejaría de tener valor para
nosotros. Podemos tener relaciones de este tipo, pero no podemos decir
que eso sea amistad. Del mismo modo podemos estar con alguien del
otro sexo porque nos hace sentir bien, pero «todavía» eso no es amor
(por más que nos tenga colgados de una nube).
El enamoramiento, entonces, confunde lo superficial con lo esen-
cial, la persona con lo que ella hace o lo que «siento estando con ella».
Por eso se vuelve exigente: si no hay total satisfacción, se acaba la
sensación. Sin sensación se pone en peligro el sentimiento. El problema
es que las sensaciones cambian con demasiada frecuencia o, en todo
caso, no duran para siempre.
Por eso la persona que padece el enamoramiento se puede volver mie-
dosa: como uno mismo exige del otro «perfección sin el más mínimo
defecto», sufre constantemente miedo de ser abandonado, porque to-
dos tenemos defectos y todos tenemos días bue-
nos y días malos.
Surge un sentimiento de inseguridad que se va
mezclando con el de «alegría» que había en un
...el amor debe crear un comienzo. El presunto amor se vuelve presión
lugar para la libertad. (o autopresión). Se inicia una tiranía donde
nunca se tiene derecho a estar mal. Es una re-
lación condicionada. Siempre tiene que estar
bien: sonreír, tener buena cara, buen humor...
Ésta es la razón por la cual muchos sufren sus
noviazgos en lugar de vivirlos como momentos de acercamiento y co-
nocimiento progresivo. Incluso algunos arrastran esta actitud hasta el
matrimonio. Es una pena, porque el amor debe crear un lugar para la
libertad; por eso nunca su base es el cuerpo lindo o el excelente estado de
ánimo. Va más allá: comprende y acepta a la persona tal como es y
permite que alguien nos comprenda y acepte.
Entonces, ¿es bueno o no el enamoramiento?
Para contestar, igual que en el caso de la atracción, debemos
ubicar esta emoción en el contexto del acercamiento entre dos personas
de sexo diferente, o sea, en la dinámica del amor de pareja.
91
 hecho para amar | lección 16 : enamoramiento

Lugar del enamoramiento

Superado o pasado el primer influjo de parte de los valores
corporales, surgen naturalmente aquellos que tienen que ver más con
la conducta, el carácter, el temperamento, los afectos, los sentimientos.
El enamoramiento es un paso importante, un momento mágico
de conocimiento con alguien con quien «compatibilizamos». Si conti-
núa bien, es una de las bases para que surja el verdadero y auténtico
amor.
Así como la atracción debe pasar a segundo plano para dejar
que conozcamos lo que hay «detrás de un cuerpo lindo», el enamo-
ramiento tampoco se puede quedar en sí mismo. Debe propiciar un
acercamiento con libertad y madurez. Por eso debe llegar al amor.
El enamoramiento no se basta a sí mismo para sostener el
vínculo, pero es un ingrediente básico de la relación. Para que sea
profundo debe dejar lugar al amor. Si no, se puede convertir en un
capricho.
Es hermoso ver ancianos paseando por el parque tomados
de la mano como si fueran los novios de 40 ó 50 años atrás. Ése es el
ejemplo de los enamorados que persisten en su sentimiento justa-
mente porque no se estancan en él. La magia no es la misma que al
comienzo, pero no se pierde, crece.
Por tanto tenemos que decir que amor no es nada de lo que
los medios de comunicación hoy venden, y a la vez de algún modo
incluye todo eso. Lo que sucede es que lo que hoy día se toma como
amor no es sino una parte del verdadero amor. Parte y no todo, he
allí el problema.
Como final de esta parte te podría decir que el enamora-
miento piensa en uno mismo, en lo bien que «yo me siento con el
otro». El amor piensa en el bien de la otra persona.
El enamoramiento piensa: “¿Qué podré hacer para sentirme
bien estando con esa otra persona?”. El amor en cambio piensa:
“¿Qué podré hacer para que esa persona esté bien, sea mejor, alcance
la felicidad?”.

92
 hecho para amar | lección 17 : caprichos
Lección 17
Caprichos
La lluvia había dejado de caer y la arena estaba totalmente
mojada. De todos modos el cielo seguía cubierto y no daban ganas de
salir. Al menos eso pensó Edi desde su cuarto, mientras por la venta-
na veía a lo lejos unos lanchones que aprovechaban algún banco de
peces. Ese día se levantó tarde, justo para ver las primeras gotas
cayendo. Se aburrió parte de la mañana y hasta se sintió triste por no
tener un televisor a la mano.
Después de un rato de dar vueltas por la casa–barco y ayudar
a su tía Asunta en algunos quehaceres, decidió matar el rato leyendo
un poco. El enamoramiento. Pensaba mucho en Patricia.
El capítulo le gustó, pero le dejó una pregunta dando vueltas:
¿Cómo distinguir entre enamoramiento y amor verdadero?
Dejó el libro y siguió soñando con los ojos abiertos. Era casi
imposible no hacerlo.
A mediodía llegó su tío. Almorzaron en la cocina mientras
comenzaba a llover nuevamente. Eustaquio comentó que era una
tormenta inusualmente larga, pero Edi no lo escuchó. Tenía ganas de
preguntarle sobre el enamoramiento. Así que fue directo al grano.
–Tío, ¿cómo distingues entre enamoramiento y...?
–¿Capricho?
Edi una vez más estaba sorprendido.
–Bueno, si lo pones así...
–Eliges las peores horas para preguntar. Sabes que mi siesta
es sagrada. Pero haré algo por ti...
–Ya sé –contestó Edi resignado–, me vas a dar un libro para
que lea.
–Exacto. Será más claro. Además prefiero que leas y te for-
mes teniendo tus propias ideas. En todo caso luego las podemos
discutir, pero primero piensa por ti mismo.
94
Edi estaba bastante interesado y no le importó leer un poco
más. Tal vez no se diera cuenta, pero el ayuno obligado de televisión
estaba abriendo en él un interés mayor por la lectura... y todavía no
había muerto.
+++
Egoísmo vs. amor
Cuando una relación se queda en la etapa de atracción y ena-
moramiento. no es amor. Muchas veces en el enamoramiento se mez-
clan mucho más que buenas intenciones. De hecho no bastan las bue-
nas intenciones para detectar si lo que se vive es un sentimiento que va
camino de convertirse en amor o es un capricho sostenido por la sensa-
ción egoísta de sentirse bien.
En este último caso el otro es solamente excusa para sentirse
así, no hay verdadero camino de conocimiento. El sentimiento y las
sensaciones pueden llegar a ser tan grandes que nos nublan la inteli-
gencia y no nos permiten notar la diferencia.
Esto se parece a la historia del vendedor de
Cuando una relación burros que iba al mercado a vender 8 anima-
les. Poco antes de llegar empezó a contarlos.
se queda en la etapa Entonces notó con horror que le faltaba uno.
de atracción y Contaba una y otra vez pero siempre veía 7. Se
enamoramiento bajó furioso de su burro, pensando que le ha-
no es amor. bían robado y como por arte de magia volvió a
tener 8.
Recién entonces se dio cuenta de lo tonto que
había sido: al estar montado en uno de los burros, no lo contaba.
Lo mismo puede suceder cuando un adolescente o una adoles-
cente se «enamoran»: una vez que están cegados por el sentimiento,
cuentan y cuentan y siempre ven 7 burros, por más que los demás les
digan que son 8.
Por ello lo mejor es anticiparse, «contar los burros antes de salir
de casa». O sea, pensar desde antes qué se debe esperar del amor y
lograr tener un espíritu analítico que permita distinguir entre una
cosa y la otra.
95
 hecho para amar | lección 17 : caprichos

Aquí les ofrecemos un pequeño «filtro» práctico para poder Amor

distinguir situaciones. Háganse estas preguntas a ustedes mismos. • Te enamoras de la persona toda: su apariencia, sentimien-
Recuerden que lo que está en juego es su propia felicidad. Si son since- tos, valores, habilidades y todo lo demás. Pero sobre todo
ros en contestarse les aseguro que no se arrepentirán. te das cuenta que quieres no lo que el otro tiene sino «lo
quieres a él».
• Te fuiste enamorando poco a poco de modo que puedes
Señales para distinguir entre el egoísmo y el amor
decir que conoces a tu pareja.
• La relación te mejora como persona y te hace querer ser
Egoísmo
un mejor ser humano.
• Cuando lo que más te impresiona es la apariencia, lo que
• Es una relación realista. Comprendes las faltas del otro y lo
responde con facilidad a los sentidos.
aceptas como es, lo que no significa que no busques su
• El romance fue rápido (horas, días). Se puede decir que «a
mejoría (atiende el punto anterior).
primera vista».
• A pesar de la distancia la relación sobrevive y hasta ma-
• La relación te vuelve inestable, obsesionado, «en las nu-
dura por el compromiso y esfuerzo invertidos.
bes», prima el estrés.
• Las discusiones se resuelven (cuidado: las discusiones de
• Ves al otro o a la otra como si no tuviera fallas, es decir, lo
todas maneras existen; una ausencia total de discusiones
idealizas.
puede ser una mala señal). El diálogo es una herramienta
• No toleras la distancia, la relación se ve afectada por las
constante entre los dos.
separaciones.
• Comparten proyectos en común. Sienten y piensan como
• Las discusiones se vuelven más frecuentes, intensas y ge-
una pareja sin miedo al compromiso. La palabra que pro-
neralmente no llegan a una solución.
gresivamente más se va usando es «nosotros».
• Las cosas no son compartidas. Se usan demasiado los pro-
• Se piensa en las necesidades del otro y en el bien de la
nombres yo/mi; él/su; ella/su. No hay realmente sensación
relación.
de unidad.
• Más que recibir se busca dar. El servicio brota con agrado
• La actitud es buscar primero el propio bene-
y libertad y en él se ve el beneficio para ambos.
ficio. Se espera recibir del otro antes que
• La confianza refuerza la relación. No existen los celos. Las
dar.
situaciones «extrañas» en la pareja también se resuelven
• Priman los celos y la actitud posesiva
mediante el diálogo.
(por inseguridad).
• Si terminan, también sigue un proceso el cual te afecta y
• Terminan la relación rápida-
hasta te puede cambiar. Se siente la pérdida pero al mis-
mente (casi tan rápido como
mo tiempo tranquilidad. No es raro que con el tiempo la
empezó), a menos que estén
relación con la otra persona se pueda recomponer como
sexualmente activos, con lo
amigos.
que los ata la pasión. Esta
ruptura suele ser traumática
y violenta y con una pro-
funda sensación de pérdi-
da (aunque se entienda
que la cosa no marchaba).

96 97
 hecho para amar | lección 18 : sentir y consentir
Lección 18
Sentir y consentir
Los días seguían pasando con rapidez. Paty y Edi sentían
muchas cosas por dentro que no terminaban de entender. Estaba
claro para cada uno que el otro le gustaba. Pasaban largos ratos jun-
tos en la playa y el gusto de la compañía iba en aumento.
Pero especialmente para Paty había una preocupación. En el
colegio escuchaba anécdotas de sus amigas acerca de lo «hermoso»
que era tener relaciones sexuales. Sin embargo, no se convencía. Sí
sabía que ese tipo de relaciones tenían que ver con el amor, pero un
amor más allá de la simple atracción o enamoramiento. Tenía que
ser un amor verdadero.
Pero estaba lejos de sentir eso por Edi. Recién lo conocía,
sabía que hacía falta más. Eran agradables las sensaciones que expe-
rimentaban juntos, pero no era suficiente.
Todo su modo de pensar se puso a prueba una tarde en la que
ambos tomaban sol. Había sido un día intenso de playa con el grupo
de Jorge y sus amigos. Los demás jugaban voley en la arena, así que se
alejaron un poco para evitar un pelotazo. Al principio hablaron, pero
era como que ese día no había tema de conversación. En su lugar
sentía Patricia una vibración, algo que no podía explicar.
En un momento en que los dos miraban el cielo, Edi tomó su
mano. Mil pensamientos se agolparon en su cabeza. No dijo nada.
Alegría, miedo, desconcierto, todo daba vuel-
tas en su mente a una gran velocidad.
No le desagradaba, pero no quería
precipitar las cosas. Estaban ale-
jados de los demás, lo sufi-
ciente como para que na-
die se diese cuenta.
¿Qué hacer? ¿Seguirle la
corriente... y que suceda
lo que suceda? ¿O frenarlo
y arriesgarse a perder todo
lo bonito de los últimos
días? La duda la paralizó.
98
De pronto Edi volteó y se quedó mirándola fijamente. Ella
pensó que la besaría o algo así. Su pulso se aceleró y todo daba
vueltas en su cabeza. No pudo evitar que el color subiera a sus meji-
llas, ¡no sabía qué hacer!
Entonces Edi le acarició el rostro y con voz temblorosa, tra-
tando de disimular su propia inseguridad, le dijo:
–Vamos a jugar voley.
Patricia asintió mecánicamente y lo siguió. Claro que el resto
del partido estuvo totalmente ausente. Pero no era la única, Edi tam-
bién se veía «ido». No se cruzaron palabra en toda la tarde y al despe-
dirse Edi la acompañó a su casa, pero no había sido lo mismo.
Más que nunca ella necesitaba respuestas, pero no se sentía
todavía lista para hablar con su madre. Se encerró en su cuarto y
abrió el bendito libro. Tal vez en él encontrase algo de lo que buscaba.
+++
“Atracción, sentir y consentir
Ya hemos hablado acerca de la atracción y de cómo siempre
«tira» del hombre y lo empuja a buscar a la mujer y viceversa. Ésta es
una fuerza muy grande que debe conducir a conocer lo más profundo
de las demás personas. Pero esta fuerza tan grande tenemos que apren-
der a ponerla a nuestro servicio, hacerla útil para que ella nos ayude y
nos haga mejores. Algo similar podemos decir del enamoramiento.
Es importante saber que hay cosas que «pasan» en nosotros
sin que nosotros las queramos. Es decir, no siempre esta maravillosa
fuerza de la sexualidad está tan dócilmente a nuestro servicio. Puede
que nos vengan pensamientos o deseos sin que sepamos de dónde
salen. Es parte de las reglas de juego. Estos pensamientos o deseos se
ubican en el nivel psicológico.
Algunos se angustian. Otros no le dan importancia o se dedican a
hacer lo que les viene en gana sin pensar si es bueno o malo. Ni una cosa ni
la otra. Como verás, no se trata de angustiarse si vienen deseos contra el
orden de la sexualidad o el progreso del amor: simplemente hay que saber-
lo y poner los medios para que no suceda. Tampoco hay que dar rienda
suelta, porque como saben todos aquellos que tienen la suerte de vivir cerca
99
 hecho para amar | lección 18 : sentir y consentir
del campo, si a un caballo le dejas la rienda suelta, se puede desbocar,
pierdes el control y puedes terminar en el piso.
El dominio de los sentidos
De la misma forma que tenemos problemas de contaminación
ambiental, con una densidad excesiva de factores tóxicos en la atmós-
fera, también tenemos una contaminación ambiental de tipo sexual en
el ámbito audiovisual, cine, canciones, publicidad. En unos momentos
como los actuales, en los que la carga erótica de las modas, medios de
comunicación, es tan acusada, muchos se plantearán cómo sobrevivir
con soltura a la degradación medioambiental, y mantener una actitud
correcta frente a la estética de la sexualidad.
A este respecto conviene recordar que ver no es lo mismo que mirar.
Es inevitable ver muchas cosas inadecuadas o perjudiciales. Lo que sí se
puede evitar es el mirarlas, el fijarse en los detalles, el adoptar esa actitud
que contempla los aspectos de objeto provocativo que presenta el otro.
Aquí hay que distinguir entre sentir y consentir. Para edu-
car la sensibilidad, la voluntad tendrá que luchar con una dinámica
que no siempre domina. Como sucede con el caballo que todavía no
está domado, a veces el dominio se puede realizar sólo distanciando la
voluntad de lo que se siente, rechazando esa respuesta fisiológica que
no dominamos.
Poco a poco, este ejercicio hará que nuestro cuerpo esté cada
vez más educado. Necesitamos educar nuestra propia sexualidad,
aprender a vivir nuestro propio cuerpo y el cuerpo de los demás como
parte de una personalidad espiritual, como expresión de un alma que
es capaz de amar y merece ser respetada.
El dominio de la imaginación y los deseos
Ya vimos que la ruptura interior hace que el instinto no esté
dominado totalmente por la libertad. En ocasiones puede haber una
respuesta psicológica o fisiológica desatada y al margen del querer.
También en este caso hay que distinguir entre el mero descontrol de los
instintos y la voluntad que consiente el mal. Sentir no es consentir. La
falta de dominio puede hacer que vengan a la imaginación todo tipo
de imágenes extrañas, como puede provocar los deseos más violentos
de cualquier aberración.
100
En estos casos, basta que la voluntad se oponga y se distancie
de esos sentimientos, que muchas veces no se pueden evitar. Y esa vo-
luntad llevará a alejarse, en lo posible, del motivo o las ocasiones que lo
producen. Frenar esos disparos de la imaginación y del deseo es el
único medio de ir educando esas potencias, para que sirvan adecua-
damente a la capacidad de amar que tenemos.
Sólo esa educación conseguirá integrar los diversos niveles
de nuestra sexualidad, y hacer que el cuerpo y la mente (niveles
corpóreo y psicológico) sean buenos instrumentos y nos sirvan para
expresar con espontaneidad y facilidad nuestro amor. Sólo de esta
manera conseguiremos aprender a amar con el cuerpo”5 .
Ya habíamos hablado de la integración de los niveles de acción
de la persona y del crecimiento hacia el amor. Tú sabrás qué es lo que
sientes en cada ocasión y cómo logras vencer los sentimientos que te
desordenan y apoyar los que te ordenan. Así tendrás todo en tus ma-
nos, podrás dominarte totalmente.
Como nota aparte quisiera recordar el origen
etimológico de la palabra «dominar»: provie-
ne del latín «dominus», que significa señor,
Sentir no es consentir. dueño total de algo. Dominarse es tomar las
riendas de la propia vida y dirigirla por el
Pero debemos cuidar mejor camino posible. Por lo tanto dominar no
los sentidos para no es matar o reprimir alguno de los niveles de
consentir el desorden. acción o sentimientos, sino encauzarlos posi-
tivamente para lograr metas cada vez más ele-
vadas.
Sería ridículo que pensara que matando el caballo me hago dueño de
él. Del mismo modo, si lo dejo ir por cualquier parte ya no soy dueño de
él, él lo es de mí. Dominar, por tanto, es potenciar y conducir: usar por
igual las espuelas y la rienda. En la sexualidad pasa lo mismo: se trata
de que sea dueño de mí mismo y no una parte dueña del resto.
Bueno, al menos era una clave. Sentir no es consentir. Para
consentir alguna sensación o sentimiento tenemos que ver si es bue-
5. Mikel Gotzon Santamaría Garai, Saber amar con el cuerpo. Ecología sexual (versión
1.1), Ediciones Palabra, Madrid 1996, p. 100.
101
 hecho para amar | lección 18 : sentir y consentir

na o no para nosotros, si nos ordena en el amor o nos precipita antes

de tiempo. No dejarnos llevar por el impulso primero es un paso
importante para tener dominio. Y el dominio de uno mismo es bási-
co para el amor.
Eso la tranquilizaba un poco... pero sólo un poco, quería sa-
ber más.

Lección 19
Amor

Al dar vuelta a la página Patricia se encontró con el capítulo

que tanto había estado buscando: el amor. No le importó que fueran
las dos de la mañana, siguió leyendo.
El amor
Quien llega al amor es porque ha descubierto en el otro un valor
tan grande que quiere buscar siempre su bien. Esto que es válido para
el amor con todos, en la pareja es necesario recalcarlo con especial
énfasis, ya que el proceso de llegada a este amor puede ser tan intenso
que puede producir confusión.
Siempre el amor apunta al valor personal. En el caso del amor
de pareja (del que estamos viendo el proceso) se debe superar y asumir
tanto la atracción física como el sentimiento, pero ellos no deben impe-
dir llegar al fondo de la persona.
Por eso el AMOR es la moción que nace del NIVEL DE ACCIÓN
ESPIRITUAL y apunta directamente al VALOR PERSONAL.
(Esquema 16.A)
Ya vimos que el amor no es la atracción «química» ni el senti-
miento que pueda surgir entre dos personas. En realidad el amor de
pareja es eso y más, mucho más.
El amor es un estado interior en que se descubre lo más
profundo de la otra persona y se quiere el bien para esa otra
persona.
Se sirve de la atracción y del enamoramiento, pero los supera.
De hecho les da sentido porque lo más importante de la persona es «lo
que es», no la belleza de su cuerpo o lo intenso de sus sentimientos.
Características del amor
No se ama a alguien porque es lindo o hace sentir bien. Diga-
mos que es todo lo contrario: la gente es auténticamente linda y hace
sentir verdaderamente bien a otros si realmente ama. Por eso atracción
y enamoramiento son partes del amor, porque son caminos para llegar
a lo más íntimo de la persona, a lo más real. Cuando decimos más
íntimo nos referimos a eso que cada persona tiene en su interior.
Por eso el amor no depende de lo que se dé a cambio. Es desin-
teresado, abierto. Confía plenamente en el otro porque conoce sus de-
fectos y virtudes... y ama igual. Sin embargo, no es ciego, porque como
quiere el bien del otro, ve sus defectos y ayuda a superarlos. No dismi-
nuye por saber que el otro no es perfecto.
El amor es paciente, sacrificado y nunca víctima (si alguna
vez te sientes víctima por «amor», no lo dudes: no es amor). Es firme en
la verdad y por eso dura.
Así es el amor de la madre que castiga a su hijo para educarlo,
o el de la novia que sabe poner límites a las muestras de cariño en las
citas. Y amor es el que «siente» el hijo más allá de cualquier castigo, o
el novio que sabe que no se lo desaira sino que se mira hacia el futuro.

102 103
 hecho para amar | lección 19 : amor

El amor nunca lastima, por el contrario, venda las heridas. Es esas consecuencias son buenas para la persona amada y lo hacen más
perdón y es construir un presente mejor. libre a él mismo. Si no lo reconoce, pide perdón y sigue adelante.
El verdadero amor no es búsqueda de mi placer, sino salir de ¿«Hacer el amor»?
mí y donarme a otro. Por eso supera el sentimiento. No es dulzón y
Pero analicemos qué es lo que más se dice hoy acerca del amor.
cómodo todo el tiempo. Tampoco es un martirio siempre incómodo. Es
«Hacer el amor»... esta expresión va en lugar de «tener relaciones sexua-
un equilibrio comprometido y exigente. Sabe construir comunidad,
les». Si somos atentos podemos descubrir que hay aquí dos significa-
dejando de lado los detalles tontos y concentrándose en lo importante.
dos que están invertidos, cambiados.
Es encontrar el lugar propio en el otro y abrir un lugar para el
Resulta que en el crecimiento del verdadero amor primero vie-
otro en la propia vida. Quien ama no habla de un tú y un yo, habla
ne la atracción, el conocimiento, el enamoramiento, y se llega finalmen-
siempre de un nosotros. Es compromiso de dos que se juegan el uno por
te al amor.
el otro. No basta con que uno sea el que se entregue; los dos deben querer
construir algo en común. Esto exige que ya no se centre cada uno en sí El acto sexual es la expresión última, más elevada y sagrada
mismo, sino en lo que es mejor para ambos. del amor de pareja. Está al final del camino, no al principio. No se hace
«el amor» desde el acto sexual, sino exactamente al revés: se llega al
Por eso si bien es desinteresado no es «tonto»: no se entrega a
acto sexual porque se tiene un amor profundo, real, comprometido, a
ciegas en nombre del sentimiento. Es necesario preguntarse qué hace el
prueba de todo. No es raro que la mayoría de los que tienen muchos
otro con lo que se le está dando. Se trata de ser generosos sabiendo que
actos sexuales terminen sin saber lo que es el amor, porque empezaron
se ama al otro buscando lo mejor para él y el otro hace lo mismo. Están
por el final. Y por más actos sexuales que se
construyendo algo a futuro. Tienes que tomarte tu tiempo para saber si
tengan, si no se llega al amor, lo único que se
haces lo correcto, si el otro es la persona para ti. No basta con entregar
logra es frustración. Y es que el amor es salir de
el cuerpo. No se trata sólo de tu generosidad o de tu entrega. Si amas a
nosotros mismos, darnos a los demás, entre-
alguien que no se compromete con igual intensidad o lo piensa dos El amor debe ir siempre garnos desinteresadamente. Suena extraño,
veces antes de estar dispuesto a renunciar a algún capricho, ten cuida- de la mano de la pero cuanto más piensas en ti, pierdes, en cam-
do, tal vez esa persona no te ama de verdad. verdad y el bien. bio cuanto más te entregues a los demás, más
ganas. Ése es el único camino de la felicidad
Amor y responsabilidad verdadera.
Por eso el amor es responsable. Ser responsable es asumir la
propia vida y la de los demás. Ser responsable es hacer las cosas bien
Estar enamorado, vivir el amor
para uno mismo, y con ello hacer el bien para todos los demás. Hoy día
Muchas veces me han preguntado: “¿Cómo saber si estamos
parece que responsabilidad es tratar de evitar las consecuencias nega-
enamorados?”.
tivas de actos desordenados.
Esto solamente lo puede saber cada uno en su propia experien-
No. Responsabilidad es asumir las consecuencias de todos
cia. Lo que podemos decir es que tanto atracción como enamoramiento
los actos. Por eso es conveniente hacer siempre actos buenos, para que
son pasos, son señales en el camino, pero no el final.
sus consecuencias se puedan asumir sin problema, pues nadie quiere
asumir lo negativo. Cuando las hormonas se calman y dejan de sonar los violines
mágicos. Cuando descubres en el otro defectos y virtudes y puedes
El amor debe ir siempre de la mano de la verdad y el bien. Al
construir una imagen realista de él o de ella. Cuando sabes que quieres
buscar el bien asume las consecuencias de lo que hace, pues sabe que
su bien más allá de lo que tenga para darte. Cuando puedes imaginar-

104 105
 hecho para amar | lección 19 : amor

te junto a él en el momento más feliz de la vida familiar y también en el

más duro o triste. Cuando puedas pronunciar en todo momento la
palabra «nosotros», sin egoísmo, sin dudas ni titubeos. Entonces pro-
bablemente estés muy cerca del amor. Pero como te dije antes, esto sola-
mente tú podrás descubrirlo.

Paciencia y honestidad
¿Cómo lo puedes ver? Paciencia y honestidad. Si te engañas no
«me» engañas, te engañas únicamente a ti mismo o a ti misma. Si te
arrebatas no pones en juego «mi» futuro, sino el tuyo. El amor es dema-
siado grande y demasiado importante para jugarlo en la lotería.
Esa visión de amor era «otra cosa». Patricia terminó de leer
muy entusiasmada. Quería hablar con su madre...
...A la mañana siguiente, preparó el desayuno y sorprendió a
su madre en la cama. Junto con el café y el pan la hija contó a su
madre todos sus descubrimientos.
–Paty, no sabes lo feliz que me haces al contarme esto. Lo que
te pasa es normal. Quiero decir, el sentir de pronto muchas cosas y
preguntarte si estás lista para el amor. Porque no se trata solamente
de amar «de palabra». Muchas cosas están en juego. Ciertamente el
amor es grande y no se llega a él sintiendo. Es más, el sentimiento te
puede engañar. Recuerda el dicho «en la noche todos los gatos son
pardos». Cuando sientas muy fuerte, tómate tu tiempo y espera...
–¿Esperar qué, mamá?
–Madurar. Mira, si leíste la primera parte de ese libro te acor-
darás que habla del crecimiento y la madurez para llegar a amar. No
es fácil saber si uno ama a un hombre si todavía está creciendo.
Cuando uno va creciendo está más expuesto a confundir intensidad
de sensaciones con profundidad. Te podría decir que la época en que
tu padre y yo estuvimos más unidos fue cuando naciste tú. ¡Y eso que
eras molesta...!
Paty se sintió halagada con el recuerdo de su madre. No era
frecuente que Sofía hablara sobre la infancia de su hija, pero era
evidente que ese primer verano «solas» la había hecho más
memoriosa.

106
 hecho para amar | lección 20 : efectos del amor

–...Te la pasabas llorando toda la noche. Eran días de sacrifi-
cio, porque el trabajo de tu papá no andaba bien, así que tenía que
estar siempre muy despierto. De todas maneras se levantaba y te
cuidaba. Bueno, lo hacíamos los dos. En eso no había una pizca de
romanticismo, pero ahora que lo pienso fue en esos momentos en
los que me sentí más acompañada por él.
–¿Lo extrañas, mamá? –Paty volvió a meterse en terreno pe-
ligroso.
–Sí, creo que sí. No sé lo que nos pasa. Tal vez al perder de vista el
sacrificio también perdimos el romanticismo y todo lo demás. No cui-
damos lo esencial y hasta los pequeños detalles se fueron perdiendo...
Apenas podía hablar. Estaba sacando fuera algo contenido
por demasiado tiempo. Se mezclaba la Sofía mujer y la Sofía madre.
«Ambas» querían ayudar a Paty.
–Por eso te digo, tesoro, que te tomes tu tiempo y pienses
bien las cosas. Sobre todo que las pienses. No es cierto que la cabeza
está en contra del corazón. Es más, si la sabes usar, la cabeza es la que
hará que tu corazón siga latiendo siempre. Y si las cosas se dan, se
darán. Y si no se dan... bueno, tendrás un buen recuerdo de un verano
en que no cediste a la primera tentación y pudiste conocer a alguien
que puede ser tu amigo.
Era suficiente. Paty supo que sus padres no eran malos, sólo
que esto del amor a veces no era tan simple.
–¿Te arrepientes de amar, mami?
–No, hija. Me arrepiento de no haber hecho siempre el es-
fuerzo de mostrar mi amor.
Producto en el hombre de las emociones en relación
con los valores
Hasta el momento hemos visto que el hombre tiene niveles de
acción. A estos niveles corresponden valores. De la relación con estos
valores surgen esos movimientos internos que llamamos «emoción»:
atracción, enamoramiento y amor. Lo que ahora veremos es qué apor-
ta cada una de estas emociones por separado y qué todas juntas.
(Esquema 18.A)
A. Placer
Alguien dijo alguna vez que el placer es la gota de aceite que
Dios pensó para hacer que la «maquinaria» de relación entre dos
personas y la procreación funcionaran mejor. Pero gota es totalmente
distinto que barril. Además antes de la gota debe haber motor. Esto
quiere decir que primero debe haber pareja consolidada y casada.
El placer está ligado al cuerpo. Los sentidos «buscan» algo y, al
encontrarlo, reciben una satisfacción: es el placer. En realidad no es
fácil definir el placer de una manera tajante. Podemos tratar de hacer-
nos una idea.
Características del placer
Por ejemplo: es un día de calor y nos gusta el helado de limón. Si
nos acercamos a una heladería y tomamos uno experimentamos pla-
cer: saciamos la sed, aplacamos el calor, quedamos satisfechos en nues-
tro gusto. Ése es el placer.

Lección 20
Efectos del amor

Lo que sucedía con Edi era más o menos parecido. Tal vez
con menos vueltas, pero casi la misma historia. Eustaquio había
logrado que ambos chicos avanzaran a la par. Buena estrategia la de
darles el mismo libro a los dos.
Edi devoró la parte del amor en media tarde. Estaba tan inte-
resado que también invirtió la otra mitad de la tarde.

108 109
 hecho para amar | lección 20 : efectos del amor

Es una reacción externa. Por eso es pasajero: siempre lo sen- al poco rato se apaga y nos quedamos sin lo que nos llamaba tanto la
timos corto. atención. Cuando se apaga no podemos volver a prenderla, porque se
consumió toda la leña. El placer es la luz, lo último que se ve; el amor es
Además satura y aburre. Para mantenerse exige más intensi-
el leño, lo que da vida al fuego.
dad, nuevas sensaciones. Una vez que se empieza a hacer caso sola-
mente al placer no se puede parar fácilmente. En lugar de ser más El placer que da el acto sexual fuera del contexto de una pareja
dueños de nosotros mismos, el deseo nos empuja caprichosamente por comprometida para siempre en el matrimonio, se vuelve estéril y pasa-
cualquier camino y nos quita libertad: no mandamos nosotros, manda él. jero. Si queremos robarle el placer al amor se dan «resultados no espe-
Por eso no es nunca un buen fundamento de relación entre personas. rados»: el fuego se apaga y nos da más frío que antes de encender la
fogata.
En el placer el único que importa es uno, en sentido estricto
no se puede compartir. Si fuera con alguien a la heladería él experi- (Esquema 18.B)
mentaría su placer y yo el mío.
Pretender llegar a la felicidad partiendo del placer y esperando
Por tanto es egoísta. Seguir este egoísmo es el camino más profundizar la relación es una ilusión. Es uno de tantos engaños que
seguro para no entender nunca lo que es la sexualidad. Si es así, el vende la televisión.
placer aleja de la felicidad.
La felicidad puede hacer pleno al placer, pero nunca el placer
Quien sólo busca placer usa a los demás. Es una actitud de puede sostener la felicidad. Un placer así deja vacío, «un fuego apaga-
condicionamiento: “Cuando no me des placer, no me sirves”. do», todo lo contrario de lo que buscamos.
Pero el placer es parte de la persona y de todas sus relaciones. B. Encanto
Resulta evidente, pues, que no estamos llamados únicamente al placer.
El encanto es producto de vivir el enamoramiento. La persona
Siempre buscamos la felicidad.
siente tan intensamente que se le nubla la visión realista del otro. Por
Confusión: felicidad y placer eso elegimos la palabra encanto: nos recuerda a «embrujo», magia,
Hoy se tiende a confundir felicidad con placer. Tal vez porque
para el placer se necesitan comprar muchas «cosas» que provoquen
sensaciones cada vez más fuertes. Para la felicidad sólo hace falta una:
amor. Y el amor no se vende en ningún mercado.
El acto sexual puede producir placer. Pero es el amor el que le da
sentido a la sexualidad. Para el amor la persona amada es irremplazable
e insustituible. Para el placer nadie es importante (ni tú mismo).
En la verdadera felicidad no se encuentra excluido el placer.
Todo lo contrario: el placer es parte de la felicidad, siempre y cuando
quien dé sentido a todo sea el amor.
Placer y amor
La relación entre el placer y el amor es comparable a lo que
sucede con una fogata: cuando está encendida el fuego nos atrapa. Es
una magia. Pero si nos quedamos viéndolo y no alimentamos la fogata,

110 111
 hecho para amar | lección 20 : efectos del amor
intensidad... pero irreal. En el fondo este estado surge y no se construye.
De algún modo el encanto nos sorprende.
Pero todo encantamiento se rompe. El contacto con la realidad
buena (y «no tan buena») del enamorado suele romper la burbuja.
Mientras dura puede confundir, llevando a pensar que el amor
es un sentimiento que viene de afuera, como por arte de magia (o de la
«flecha de Cupido»).
Si fuera cierto, todo dependería de la suerte, de que nos toque
un esposo o una esposa «modelos». ¿Y dónde quedaría la libertad?
Este estado de «embobamiento» que a todos nos ha pasado debe ir
bajando en intensidad para dar paso al progresivo y gratificante conoci-
miento del otro. Llegar al amor verdadero y por lo tanto a la felicidad.
C. Felicidad
Sólo el amor personal y comprometido proporciona verdadera
felicidad. Cuando se ama, uno es importante para el otro y el otro es
importante para uno. Juntos se puede construir un «nosotros» en el que
cada quién es único y no intercambiable. Por aquí se abre paso la
verdadera felicidad: tener un lugar propio y ser alguien especial
para otro, independientemente de lo que tenga para dar
o lo bien que haga sentir. No hay libertad mayor que
ésta.
Esta felicidad se constituye con esfuerzo y
dedicación, porque lo que vale en la vida, cuesta.
Un amor así es hermoso. Es una amor
puro. Este amor puro genera en cada uno fuerzas
creativas y de integración. Nos hace más dueños de
nosotros mismos y produce felicidad plena. Se da
un círculo virtuoso, porque esta felicidad lle-
va a actos cada vez más comprometidos con
ese amor que va integrando más y más a
esas dos personas casadas. (Esquema 18.B)
Tal como dice una canción moder-
na: “Estoy enamorado, y tu amor me hace
grande”. El amor siempre hace crecer ver-
daderamente a la otra persona.
112
Por eso se tiene que llegar a la vivencia del amor, apuntar a los
valores personales, y esto asegurará la verdadera felicidad. Esta felici-
dad nace de la donación total y por tanto dura para siempre.
Por eso cuando dos personas viven este profundo amor se ca-
san. Para dos personas que se aman profundamente el matrimonio es
el camino más claro para asegurar su verdadera felicidad para toda
la vida. Por eso el matrimonio, como el amor, no es un invento de los
hombres, es un camino verdadero hacia la completa felicidad.
Edi leyó con atención, pero al final no pudo evitar distraerse:
“¿Habré hecho bien o no? ¿Estará ella enojada conmigo? ¿Qué
pensará? No supe lo que me pasaba. Tenía muchas ganas de estar con
ella, era algo más fuerte que yo. Por eso tomé su mano. Electricidad
me dio... nunca le había dado la mano a una chica tan... especial. Se
me hizo un nudo en la garganta. Además ella no decía nada. Pero
tampoco dijo nada el primer día de conocernos y en realidad yo le
había caído como... bueno, le había caído mal. Luego casi me besa...
¿o fue solamente mi ilusión? Sé que en el fon-
do le gustó, pero no se sintió cómoda. Tam-
poco yo me sentí cómodo en ese momento.
Fue algo raro: me gustaba, me daba placer,
El amor siempre hace pero también me sentí incómodo.
crecer verdaderamente Y luego mi tío con su bendita insistencia en
a la otra persona. que leyera. Primero el amor, luego esto de la
felicidad. Claro que lo que quiero es la felici-
dad, pero... Aunque lo que dice acá parece
lógico. No lo sé. Pero yo quería saber si estaba
bien mi forma de llevarme con Patricia. Lo que pasa es que a veces
todo me da vueltas. Leo y lo entiendo perfectamente... o bueno, «casi»
perfectamente. Pero al rato ya se me hace más confuso y me parece
más fácil dejarme llevar por la atracción del momento. Pero no de-
biera... ¿Por qué no? ¿Qué puede pasar...?
A veces me hago el tonto. No quiero que se me apague el
fuego. Por ejemplo ahora me siento avergonzado con ella. Al final no
me saludó ni me habló cuando la acompañé a su casa. Se lo merecía...
«creo»... Pero ¡qué lío! No entiendo lo que pasa: yo solamente quiero
pasar bien el rato. Bueno, pero no es solamente el rato. Si al menos
ahora la pudiese ver. Pero no sé. No sé qué pueda decir. Creo que lo
113
 hecho para amar | lección 21: ¿novios y adolescentes?
tendré que hablar con el viejo loco. Bueno, es loco pero siempre
tiene alguna respuesta, tal vez él me pueda ayudar”.
Lo que no sabía Edi ese día era que la ayuda le vendría de
otro lado.
Lección 21
¿Novios y adolescentes?
–¡Edi! Levántate, chico, que me tienes que ayudar a mover
estas cosas.
El mencionado abrió un ojo perezosamente. No quería levan-
tarse. De pronto una mano familiar le sacudió los pies. Se molestó.
–Por favor, tío... –pero no era su tío–. ¡Papá! ¡Llegaste!
–Sí, hijo, hace un rato. Me dieron las vacaciones un día antes
y quise venir lo más pronto posible.
Padre e hijo se abrazaron. Estaban contentos. A pesar de las
diferencias y dificultades, eran compañeros. Claro, se llevaban como
suelen los hombres: un poco brusco, con pocas delicadezas, pero en
el fondo eran amigos.
Edi saltó de la cama y al poco rato estaban todos tomando
desayuno. El día era espléndido. Eustaquio y Asunta también esta-
ban contentos de recibir a su sobrino preferido.
–Bueno. Ahora si me lo permiten –dijo el recién llegado–,
quisiera que mi hijo me muestre un poco los alrededores. No tendré
muchos días por aquí y quiero aprovecharlos al máximo.
–Claro, Roberto. Seguro Edi tendrá mucho para mostrarte y
contarte.
Padre e hijo salieron a dar la vuelta. El chico estaba emocio-
nado y orgulloso, y el papá lo escuchaba con atención. Hacía tiempo
que no gozaba con su hijo de una conversación así.
Al poco rato se tiraron a la sombra de una palmera. Ya se
habían contado muchas cosas. Edi entonces empezó a dar rodeos.
Quería hablar de Paty, pero no quería preguntar.
114
A decir verdad, Roberto no era muy elocuente, pero cuando
se trataba de su hijo sacaba todo. No sería el papá perfecto, pero
amaba a su hijo y eso lo llenaba de felicidad.
–Papá, ¿crees que puedo tener novia?
Conque ésas se traía el chico.
–¿A qué viene la pregunta, campeón?
–Curiosidad –respondió evasivamente sabiendo que no con-
vencía a nadie.
–Bueno. En principio no creo que tenga nada de malo que
estés enamorado a tu edad. Es más, creo que no enamorarse a esta
edad sería de preocupación...
Al hijo le brillaron los ojos.
–Pero lo que me preguntas es si es o no conveniente que
ahora tengas un compromiso mayor con una chica. Eso es más com-
plicado. Una cosa es estar enamorado y otra
dejarse llevar por un sentimiento. El proble-
ma es que el tener enamorada es bastante
más importante de lo que a veces creemos. A
Tocar a una chica es
ver, ¿para qué quieres tener enamorada?
algo muy fuerte.
Produce sensaciones, Edi dudó. “Es que ella me gusta”, pensó, pero
hormigueo por dentro. no lo dijo.
–No lo sabes o no me lo quieres decir... pero
bueno, no importa. Como sea no creo que estés
pensando en casarte, ¿o sí? Mira que me tienes
que avisar con tiempo para que me compre un traje decente.
–No papá, sabes que no es nada de eso.
–Bueno, entonces puede haber otras motivaciones. ¿En qué
piensas cuando buscas a una chica? Tomarse de la manito o darse un
beso de vez en cuando... Andar besándose como se ve por ahí, no es
juego. Te hablo desde mi experiencia. Tocar a una chica es algo muy
fuerte. Produce sensaciones, hormigueo por dentro. Cuando te acos-
tumbras al hormigueo quieres un poco más y así vas para adelante,
siempre buscando más. A ella le pasa lo mismo. Cuando son novios
en la adolescencia este hormigueo no lo pueden controlar fácilmen-
115
 hecho para amar | lección 21: ¿novios y adolescentes?
te. Mira, a mí me daba ese hormigueo con tu madre. Pero esperamos
y buscamos querernos y sobre todo tener algo para ofrecernos el
uno al otro, y por eso nos casamos. Y todo resultó maravilloso. Tu
hermana, tú. Todo lo que pasamos juntos. Cierto que ella se tuvo que
«ir» antes, pero no me arrepiento de haber hecho las cosas en su
momento –mentalmente Edi dijo “gracias, papá”.
–¿Y sabes por qué te lo digo? Porque cuando tenía tu edad
muchos amigos jugaban a andar de la manito con sus chicas y hasta
tenían relaciones sexuales, y parecían felices. Siempre me descon-
certaba eso. Pero pasando el tiempo ninguno pudo disfrutar la vida
con ninguna de esas chicas como yo la disfruté con tu madre... y no
lo cambiaría por nada del mundo.
Una ola rompió muy cerca de ellos. La marea estaba subiendo.
–Pero bueno, es algo que debes pensar por ti mismo, Edi.
–Lo sé. ¿Sabes? He estado leyendo estos días unos libros so-
bre temas así que me dio mi tío Eustaquio.
–¡Qué bueno! La biblioteca de Eustaquio siempre fue famo-
sa entre todos los primos. Haz una cosa: busca lo que encuentres ahí
sobre noviazgo y luego me lo comentas. Y ahora –dijo poniéndose de
pie–, creo que es hora de volver... no me quiero perder la comida de
tía Asunta. Estar junto al mar siempre da hambre.
Edi estaba más contento que al principio. Su papá no le hizo más
preguntas que las necesarias y por el contrario le dejó una especie de
tarea. Esa tarde, mientras todos dormían la siesta, él se metió en su libro
a buscar con más ganas que nunca «lo que su padre le encargó».
+++
«Noviazgo» adolescente
Ahora quisiera que viésemos un poco lo que pasa con las parejas
de adolescentes que andan por aquí y por allá «sintiendo» tocar el cielo.
El clima psicoafectivo creado por los medios de comunicación
masiva, por la televisión, por el cine, por las novelas y también por las
revistas, impregna de alguna forma la vida de adolescentes y adultos
que recibimos su influencia.
116
Este clima merece algunas consideraciones, porque influye de-
cididamente en el modelo de «enamoramientos» a los que son tan
proclives los adolescentes.
El enamoramiento pasa por lo menos por dos fases, una la del
comienzo, muy marcada por el idealismo y la fantasía donde lo ro-
mántico co–existe casi siempre con una especie de anestesia sexual.
Luego de este tiempo, la cercanía y la necesidad de estar juntos produce
la aparición de deseos francamente sexuales.
Los enamoramientos por otra parte pueden cristalizar en la for-
mación de parejitas adolescentes que pueden ser de corto o largo plazo.
La parejita adolescente de corto plazo generalmente se disuelve
a las pocas semanas o meses debido precisamente a la situación de
inseguridad y de permanente cambio que vive el adolescente.
Cuando por el contrario la pareja se mantiene por mucho
tiempo, surgen otros riesgos que están relacionados con limita-
ciones para vivir las experiencias propias de la edad (grupo,
deportes, salidas, amistades, cultura, estudio, misiones reli-
giosas, etc.) y con la propia sexualidad”6 .
Todo «amor precoz» es tremendamente absorbente y
sus consecuencias negativas no tardan en hacerse
sentir aun en el campo de los estudios. Quien se pres-
ta al juego sufre una improvista detención en el
empeño por la propia formación humana, se
vuelve susceptible, irascible, descuida a los
compañeros, se enfrenta con sus pa-
dres, se muestra intratable.
Piensa por un segundo hacia de-
lante. ¿Te casarías con alguien
que no sabe hacer nada porque
se la pasó enamorado cuando te-
nía que estar preparándose para
el futuro? ¿O crees que ser «bue-
no» contigo y malo con los demás
es verdadero amor?
6. Balague, E. y Uva, N. Op. cit., p. 130.
117
 hecho para amar | lección 22 : el gran diálogo
El problema es que en este tipo de relaciones se tiende a imagi-
nar más de la cuenta. La inexperiencia, la impaciencia, el sentimiento
de que nadie nos comprende como esa persona. No hay culpa por sentir
esto y creo no equivocarme al decir que casi todos lo hemos sentido alguna
vez. Pero tú debes decidir si te tomas tu tiempo o te dejas engañar.
“En la etapa intermedia de la maduración psicosexual y a
mitad del camino de la maduración afectiva, no se ama tanto a la
persona soñada cuanto la satisfacción egocéntrica que de esto se deri-
va, no los valores de la persona sino más bien las dulces emociones de
las que ella es instrumento.
Generalmente estos pretendidos «amores» de los jóvenes suelen
ser más bien egoísmos. ¿La prueba? Van con la persona amada sólo por
el placer que encuentran en estar con ella. Cuando ya no les gusta...
cambian”.
Lo importante es no confundirse: una cosa es que el amor tiene
razones que la inteligencia a veces no entiende (en esto estoy totalmente de
acuerdo), y otra muy distinta es mezclar sentimentalismo con amor. El
amor tiene sus propias razones, pero nunca serán locura. El sentimentalis-
mo siempre es ilógico. Las razones del amor se entienden con generosidad
y entrega. Las del sentimentalismo no se entienden con nada.
La prisa no es necesaria. La experiencia dice que los senti-
mientos verdaderos crecen hasta llegar al amor si se los abona con la
paciencia.
Lección 22
El gran diálogo
La cena de bienvenida a Roberto, papá de Edi, fue muy alegre.
Luego se quedaron celebrando el encuentro, comentando anécdotas
y tomando café. Conclusión: se acostaron tarde.
Al otro día, Roberto y el tío Eustaquio fueron los primeros en
levantarse. Silenciosamente bajaron a la arena y tomaron rumbo
hacia el pueblo. La excusa era ir a comprar pan para el desayuno,
pero lo cierto era que querían hablar.
–¿Cómo sigue tu reumatismo, tío?
118
–Bastante bien. Ya no me duele tanto, pero tengo que cuidar-
me... Pero no hablemos de viejos. Háblame de ti.
Ése siempre era un tema complicado para Roberto. Hacía
tiempo que no hablaba de estas cosas con el viejo tío Eustaquio, pero
la confianza estaba intacta. Es que el amor entre parientes, cuando se
cultiva, suele ser más fuerte que la ausencia. Cuando murió Clara, su
esposa, Eustaquio estuvo algunos días en la ciudad, pero aquellos
fueron días de demasiada agitación como para poder conversar con
tranquilidad. Este momento era distinto: el ruido de las olas, el vien-
to fresco de la mañana, el ruido de las gaviotas... la naturaleza estaba
imponente y ayudaba a sacar todo del fondo del alma. Hay momen-
tos en que todo hombre necesita enfrentarse consigo mismo, y para
esas ocasiones el marco, el contexto, lo que le rodea, es muy impor-
tante. Allí había privacidad. No había ninguna prisa. Y en el viejo
Eustaquio había amor y comprensión.
Entonces Roberto empezó a hablar. Habló de la enfermedad
de Clara, su esposa. De la ayuda de los dos hijos. De cuánto él la cuidó.
Del dolor de verla partir. De la esperanza de
saber que ella lo esperaba en algún lugar...
Roberto encontró una “Algún lugar muy feliz, estoy seguro”, agregó.
De la dureza de los primeros días sin ella. Del
razón. Dos hijos. Dos dolor evidente de su hija. Del dolor callado de
personas que eran el su hijo. Del amor que sentía por ellos.
amor entre él y su
esposa. Era una conversación de hombres. De hom-
bres que no le temen a los sentimientos por-
que saben que en determinados momentos
las lágrimas no son señal de debilidad sino de
gran fuerza. La fuerza de seguir a pesar del dolor, más allá del dolor. Y
es allí donde se comprende que en el amor nunca está excluido el
dolor. Que el dolor es una parte de la vida y hay que aprender a vivir
con él. Que no es oportuno preguntar si es justo o no lo es, simple-
mente hay que amar y seguir.
Roberto se sentía cada vez más feliz y orgulloso de poder
decir esto. Había amado a su esposa como a nadie en el mundo. Al
morir le encargó una sola cosa: “Ama así a mis hijos”. No lo dijo con
palabras, pero su mirada, su gesto, su fuerza en la enfermedad se lo
decían al corazón. Y cuando fue el momento clave, cuando todos se
119
 hecho para amar | lección 22 : el gran diálogo
derrumban por el sin sentido, Roberto encontró una razón para
mantenerse de pie. Dos hijos. Dos personas que eran el amor que él
sentía por su esposa. El amor vivo. Ellos hacían que su esposa siguie-
ra viva. Y feliz por el amor. Entonces tomó toda su pena y empezó a
caminar más cerca de esas dos criaturas. Luego comprendió que
ellos no eran la única razón para luchar, lo tenía que hacer por él mismo,
pero ver esas caritas que tanto amaba fueron la punta del ovillo.
Redujo sus horas de trabajo. Empezó a estar más cerca de la
casa y trató de conocer más y más a cada uno de esos seres que le
debían a él la vida y que lo necesitaban para proyectarla hacia el
futuro. No podía decir que no notaba la ausencia de Clara, porque no
era cierto. Pero había comenzado una etapa nueva. Descubrir el
mundo de sus hijos fue abrir una puerta de su corazón que no cono-
cía. Fue descubrirse un poco a sí mismo y darse cuenta de que tenía
muchas cosas para dar. A su alrededor habían muchos motivos para
mantener la esperanza.
No pudo seguir hablando. La emoción le cerró la garganta.
Eustaquio miraba con reverencia y amaba a su sobrino: ese valiente
chico que se había comprado el mundo a fuerza de ternura.
Roberto miró al cielo y vio cuatro gaviotas suspendidas contra
el viento. Una arriba, marcando el rumbo, y tres abajo, mirando hacia
delante. Eran muy hábiles y entre las cuatro formaban una escuadra
compacta. Una arriba y tres abajo. Estuvieron así un rato y luego, con la
misma soltura y sin perder sus posiciones, aterrizaron en la arena para
comer restos de pescado que el oleaje enviaba a la playa.
Roberto pensó un instante que las cosas no se dan por casua-
lidad. Se volvió a sentir feliz: todo a su alrededor seguía su rumbo, un
orden. Una gaviota arriba y tres abajo. Mirando hacia delante. Todas
juntas. Sí, la naturaleza le daba lecciones que él captaba con fuerza.
–Son extrañas a veces las gaviotas, ¿no? –dijo Eustaquio.
Roberto lo miró largamente para decirle con la mirada lo
que las palabras no alcanzaban a transmitir. El viejo entendió todo el
mensaje.
–Es cierto, viejo tío –dijo el sobrino–. Las gaviotas pueden
ser extrañas. Estas cuatro de algún modo me hicieron pensar en mi
familia. Una arriba, Clara. Tres abajo, mis chicos y yo. Siempre mi-
120
rando adelante... Será que tengo el corazón muy sensible, pero me
pareció que el mensaje era para mí. Era una seguridad, una garantía,
una invitación a seguir avanzando. Llevar a mis gaviotas a la playa
para que coman seguros... pero creo que me estoy poniendo cursi.
–Para nada. Creo que el mensaje era ése y qué bueno que lo
pudiste captar. A veces por tanto estar en la ciudad o en el trabajo,
nos olvidamos de mirar a nuestro alrededor y captar otros mensajes.
Queremos que todo sea tan claro como una carta escrita o como las
instrucciones para hacer café, y a veces, sobre todo las personas, con
su propia vida nos enseñan a seguir adelante. La vida continúa... tu
hijo, por ejemplo, mira cómo ha crecido.
–¿A qué te refieres?
–¿Te has sentado a hablar con él seriamente de temas como
el amor? ¿Le has contado tu experiencia alguna vez? ¿Sabes qué tanto
conoce él de sexo, pareja, matrimonio? ¿Sabes si ha tenido relacio-
nes o no? ¿Sabes qué piensa él de estas cosas?
Roberto lo meditó un instante. No tenía caso
disimular y tratar de aparentar que era el pa-
dre perfecto.
Descubrir el mundo de –En parte sí... pero reconozco que no lo sufi-
sus hijos fue abrir una ciente.
puerta de su corazón
que no conocía. –Es que tienes que aprender a captar esos
mensajes ocultos y acercarte. Aprovecha cual-
quier ocasión para poder entrar en estos te-
mas. Tú amaste a Clara desde el primer día
que la conociste... es más, creo que antes. Esperabas encontrarte con
una persona así. Estabas preparado para serle totalmente fiel. Eso lo
tiene que saber tu hijo para querer ser fiel como tú lo fuiste... no,
como tú no, ¡mejor! Hoy día vienen mensajes muy duros de todas
partes. Si no te acercas, él no podrá hablar, darte sus puntos de vista,
para que le enseñes a pensar por sí mismo.
Eustaquio estaba demostrando una vez más que los años no
habían pasado en balde.
–Pero él también tiene que acercarse, ¿no crees? –contestó
Roberto.
121
 hecho para amar | lección 22 : el gran diálogo

–Claro. Esto es un ida y vuelta. Por eso se llama diálogo: es

hecho de a dos. Los chicos también se tienen que acercar. A veces les
tocará a ellos abrir el juego y romper el hielo, a veces a nosotros, pero
todos tienen que poner de su parte. Ojalá lo puedan hacer. Sé que él
necesita que hablen.
–También lo sé, tío, y te agradezco que lo digas. No me equi-
vocaba cuando le insistí a Edi que viniéramos al mar.
–No digas... Y ahora apuremos el paso para que podamos
llevar este pan a casa antes de que Asunta lo necesite, pero para la
cena.

122
Unidad IV:
Comunicación, amistad y amor
Lección 23
Sexualidad, verdad y mentira
–Mami... quiero que hablemos de sexo.
La señora Jiménez se puso pálida. Ciertamente Patricia había
estado muy preguntona en esos días, pero no se esperaba que llegara
a ser tan directa.
–¿Cuál es tu duda?
–Es que este libro dice muchas cosas del amor pero poco del
sexo. Para todos sexualidad es «hacer el amor», pero acá dice otra
cosa... y tú misma dices otra cosa. Bueno, ahora quiero saber cómo
distinguir la sexualidad de lo que no lo es.
En buen lío se sentía Sofía. No quería rehuir su responsabili-
dad, pero se daba cuenta de que de esa respuesta dependían muchas
cosas. Así que apeló al recurso que había usado todo ese verano.
Mentalmente agradeció al viejo Eustaquio y su idea de regalarles ese
libro.
–Te propongo que leamos juntas el libro. Creo haber visto un
tema... Acá está. Leamos y luego te doy mi punto de vista.
Sexualidad, ¿verdad o mentira?
Para poder responder esta pregunta es bueno que se empiecen
aclarando algunos términos.
Genitalidad
Comencemos primero con el concepto de «genitalidad». Los
genitales son los órganos que están involucrados en el acto sexual.
Tienen que ver con la identidad (señal externa que muestra a qué sexo
pertenecemos) y con la procreación (de la unión de los genitales surge
la unión de óvulo y espermatozoide). Pero «genitalidad» es un concep-
to que abarca más cosas. “Es el amor humano adulto en sus expresio-
nes conductuales y en sus contenidos psico–emocionales, en donde el
124
acto sexual constituye una forma más en la comunicación que tiene la
pareja humana (estable y permanente) y que no es ni la única ni la
más importante”.7
¿Qué es eso de conductuales? Básicamente es lo referido a la
conducta, a la forma de actuar, a todo lo que hacen las personas a lo
largo del día y varios días. Cuando una persona hace muchas veces
algo bueno decimos que su conducta es virtuosa. Cuando lo que hace
constantemente es malo, su conducta es viciosa. Cuando a veces hace
una cosa y otras hace lo opuesto, decimos que su conducta es inestable
y es una persona poco confiable.
¿Y lo de psico–emocionales? Es lo referido a las motivaciones
sentimentales y psicológicas de esas conductas. Por ejemplo, hacer el
bien por amor o simplemente por costumbre, por miedo o para no
quedar mal.
Por tanto la genitalidad habla del amor que los matrimonios
se tienen. Habla de intimidad, pero no de cualquier tipo de intimidad.
Por eso también se pregunta acerca de qué hay de fondo en cada tipo
de conducta.
Genitalidad no es lo mismo que genitalismo
Hoy se plantea que «sexualidad» es usar los genitales en las
relaciones sexuales. Esto es una forma sumamente pobre de ver las
cosas, que mejor deberíamos llamar «genitalismo»: una deformación
de la genitalidad. Porque la relación sexual es una forma de comunica-
ción que tiene un lugar en el contexto más amplio que es la sexualidad.
La relación sexual demanda madurez e integración. Que es lo mismo
que requiere el matrimonio.
Sin madurez e integración en el matrimonio en realidad esta-
ríamos frente a relaciones «contra–sexuales» (algo que es exactamen-
te lo contrario a la sexualidad). Usar el cuerpo para tener placer con
otro cuando todavía a ambos les falta madurar, suele ocultar los ver-
daderos valores que la sexualidad debería transmitir.
7. Cfr. D’Agostino, Eduardo. “Programas de educación para docentes”. Plan integral
de salud reproductiva. Municipalidad de La Plata, 1999. Edición propia. En esta
definición el Dr. D’Agostino reconoce influencia directa del Dr. Héctor Francisco
Segú, Director de la Escuela Argentina de Sexololgía.
125
 hecho para amar | lección 23 : sexualidad, verdad y mentira

Se dice contra–sexualidad porque estos gestos, llamados a co-
municar lo más grande y hermoso que la persona pueda desear: el
amor, no cumplen su función. Por tanto son una «mentira». No expre-
san donación y dificultan la comunicación profunda.
No cualquier unión de un hombre y una mujer es sexualidad,
aunque usen sus genitales y les produzca placer.
Verdad y mentira
“Ayuda a clarificar esta actitud la comparación con el lengua-
je, que es instrumento humano de comunicación.
Existen dos tipos de comunicación, la intelectual y la amorosa.
Ambas se sirven de:
• Órganos para la comunicación
• Signos que demuestran la comunicación
• Contenidos de comunicación
Presentamos un cuadro–esquema que nos ayudará a ubicar los con-
ceptos.
Comunicación órgano––– bucal
intelectual signo–––– palabras
contenido–– verdad
Si el contenido es verdadero, hay comunicación real. Si el
contenido es falso, hay careta, apariencia de comunicación, pero
no se comunica la realidad. Hay mentira.
Comunicación órgano–––––– genital
Amorosa signo–––––––– relación sexual (coito)
contenido–– amor
Si el contenido es amoroso, hay comunicación interpersonal. Si
el contenido no es el amor, hay careta, apariencia de comunicación
personal, pero no se comunica absolutamente nada. Hay mentira,
engaño”8 .
Por eso este problema entre genitalismo y genitalidad nos lleva
a otro más grande: el de la veracidad y la autenticidad. Una de las
cosas que yo más exigía cuando era adolescente (y he tratado de con-
8. Tomado de Gastaldi, Italo y Perelló, Julio. Sexualidad. Una educación sico-sexual
centrada en la persona, Ediciones Don Bosco, Buenos Aires - Quito 1991.Faltan el
número de páginas
servar esa costumbre) era la autenticidad. Me molesta la hipocresía.
Creo que la hipocresía es como mentir pero no con palabras sino en
actos. “Sin una entrega total y definitiva, la entrega física resulta una
mentira trágica: expresa algo que no es verdad”, dice Gastaldi.
Este reclamo cabe muy bien para este tema. La veracidad o
anti–hipocresía, como prefieras, es «decir la verdad a todo el mundo,
pero especialmente a la persona que se ama». Es ser transparente y
justo con los demás. Es ser valiente ante la verdad y luchar por ella
aunque cueste y aunque los demás, los «hipócritas», digan que es más
fácil y divertido mentir.
El lenguaje del amor
En el lenguaje de los actos, una relación sexual (coito) signifi-
ca: «Te entrego lo más profundo que tengo». Quien dice con su cuerpo
«me entrego», pero no lo hace con su alma mediante un compromiso
real (no imaginario), es un hipócrita. El único compromiso real que
conoce la humanidad es el matrimonio, porque por más lindas que
parezcan, a las promesas en el aire se las lleva
el viento.
Por eso para vivir una sexualidad que nos con-
duzca verdaderamente a la felicidad tenemos
Esperar es la mejor que dejar de ser hipócritas y jugarnos total-
forma de decir la mente por la verdad.
verdad.
Verdad y aprendizaje
Algunos piensan que la genitalidad se tiene
que «aprender» antes del matrimonio, para
luego no tener problemas. Es no entender el asunto. En realidad lo que
tenemos que aprender antes del matrimonio es a no ser mentirosos.
Esto sólo se aprende diciendo la verdad.
Por eso el verdadero éxito de la genitalidad en el matrimonio
no pasa por el número de experiencias previas, sino por la capacidad
de amar que tenga cada uno de los esposos. Depende, en última instan-
cia, de que estén acostumbrados a ser auténticos y a decir la verdad en
todo momento.
Porque un joven acostumbrado a mentir teniendo relaciones
sexuales sin compromiso antes del matrimonio, no tendrá ningún fre-

126 127
 hecho para amar | lección 23 : sexualidad, verdad y mentira
no para hacerlo «en» el matrimonio o buscando «mentiras» fuera de él.
En cambio quien está acostumbrado a vivir en la verdad puede vencer
cualquier dificultad, ser fiel y finalmente conocer el verdadero signifi-
cado de la palabra sexualidad.
Pero para poder decir «Te quiero y me entrego a ti» se requiere
madurez. Es necesario tener con qué respaldar este gesto, para que una
buena intención no se convierta en una mentira más.
Por ello es necesario revisar el concepto que tenemos de
genitalidad y separarlo del genitalismo. De este modo estaremos enten-
diendo qué es la sexualidad.
–¿Qué dices, mamá?
–Esperar es la mejor forma de decir la verdad. Tienes mucho
por aprender y mucho por hacer para arriesgarte a cometer errores
que puedes evitar. Mentira y error se parecen. Creo que sí, tener
relaciones sexuales a tu edad puede sonar muy lindo o muy excitan-
te. No te voy a negar que tener relaciones es placentero, pero eso no
es lo más importante. Lo más importante eres tú misma. Comer
dulce para un diabético es agradable, pero en ese acto se pone en
peligro su salud. Entonces para él renunciar a ese placer tiene mucho
sentido, porque él es más importante que ese placer. Creo que la
cuestión es abrir los ojos y ver más allá. Darse cuenta de que el sexo
es algo tan grande que no te lo puedes tomar a la ligera, como un
deporte. Lo peor que se hace
hoy día es pensar que el sexo
es algo sin mucha importan-
cia. Claro, si te enfermas o em-
barazas sí es algo serio, pero
si no, no hay mucho proble-
ma. Pensar así es un error. Hija,
en tu vida nadie más que tú
va a mandar, pero por favor,
nunca te tomes a la ligera la
sexualidad.
–Pero es que todo pa-
rece complicado. Cuando era
chica pensaba que todo iba a
128
ser fácil: te enamoras, tienes un romance soñado, te casas y eres
tremendamente feliz. Pero... últimamente... tú sabes, con lo que me
pasa con Edi, lo que te conté, tengo dudas. No entiendo cómo conju-
gar mis ganas de un romance ideal y mis «otras» ganas.
La señora Jiménez rió con la ocurrencia de su hija.
–Mejor sigamos leyendo –dijo.
Lección 24
El falso conflicto
El impulso sexual
No se debe pensar que el impulso sexual es oscuro e impuro.
Para poderlo entender bien nos tenemos que preguntar qué es lo que en
verdad deja pobre al amor. Por eso vale la pena distinguir entre impul-
so y desorden.
El impulso es absolutamente natural. No existe ninguna culpa
por sentirlo. El problema viene cuando se consiente y se deja todo libra-
do al impulso, porque es ciego y nunca un ciego ha sido bueno para
manejar nada. Del impulso se pasa al desorden.
Por tanto el impulso no es impuro, es ciego (se ubica en la parte
más «física» del nivel de acción psicológico). Pero solo, puede orientar-
se a actos contrarios a la integración de la personalidad y hasta con-
tra la misma dignidad de la persona. Es decir, contra tu camino a la
felicidad.
No hay lugar a pensar que la relación perfecta es aquella que
esté alejada totalmente del impulso o en la que ese impulso no esté
presente. Esto es una fantasía de cuentos de hadas.
La lógica es más o menos así: como el impulso es impuro enton-
ces se debe huir de él y buscar una relación «espiritual» que no tenga ni
una pizca de atracción. Pero una relación así no existe. Al menos no
entre una mujer y un varón sanos.
Por lo tanto hay que ser muy claros: ni el impulso es impuro (de
hecho es una parte importante dentro del trato entre esposos), ni existe
una «relación pura y romántica» que no contenga elementos de impul-
so. Por eso el camino para llegar a tener una relación de pareja empie-
129
 hecho para amar | lección 24 : el falso conflicto
za con la atracción, pero debe seguir hasta el verdadero amor. Enten-
derlo es fundamental si se quiere lograr una recta comprensión de la
sexualidad y un autodominio que conduzca a la libertad.
Un impulso ciego y sacado del contexto del amor comprometi-
do y fiel es perjudicial para el crecimiento como persona y el conoci-
miento de la sexualidad.
Pero un concepto «romanticón» es falso e impide la compren-
sión de la sexualidad.
El camino del amor
Cuando una persona empieza a vivir el camino del amor tier-
no, sus sensaciones, por naturaleza, se ubican en la línea de la sexuali-
dad y la genitalidad, o por lo menos no son extrañas a ella. Esta sexua-
lidad tiene que ver con la procreación. Su dinámica interna hace que
dos personas se busquen, se unan en un acto íntimo desde el que se
inicia la vida y luego asuman el cuidado de los hijos, fruto de esa
unión.
Tiene una lógica que es la de superar una etapa después
de la otra, pasando a sensaciones más intensas.
Este camino la sexualidad lo debe recorrer bajo la guía de la
libertad, orientada por la inteligencia y la verdad. Pero si no se consi-
dera que existe la atracción, el impulso puede ir desviando la atención.
Poco a poco, sin darse cuenta, se podría estar buscando el cuerpo del
otro y no al otro.
Si no se considera, no se entienden jamás las cosas que pueden
suceder y la persona se queda sin herramientas para manejarlo. Se
busca «huir» de un impulso que se piensa que es perjudicial, pero
ingenuamente se termina cayendo en él. El amor juvenil está sujeto
a este riesgo, aun siendo una fuerza positiva.
Proceso de la sexualidad
Repasemos una vez más cómo se suele dar este proceso. ¿Qué
sucede cuando él se encuentra con una chica linda o ella con un chico
atractivo? Sus «sexualidades» se agudizan, salta la dinámica del ins-
tinto en su primera etapa de amor platónico, amor ideal, como si
ambos fueran ángeles sin cuerpo ni mandato físico.
130
Al principio el elemento sexual se fundirá, sin riesgos, con la
admiración por la persona amada (si es que se verifica esta etapa).
Luego el progresivo acostumbrarse y la incapacidad de sostener por
mucho tiempo esa admiración dejan que vayan asomando más los
elementos físicos atrayentes.
Si los encuentros se intensifican sin que intervenga la inteli-
gencia, se agudizarán los estímulos y las reacciones del instinto ya en
movimiento: un encuentro prolongado de dos personas inmaduras
tiene pocas probabilidades de mantenerse en un nivel de respeto: su
sexualidad no integrada representa una «amenaza» continua y
natural de llegar a una intimidad que no se quiere.
Si a esto se suma el erotismo de nuestra cultura impregnada de
genitalismo se tendrá un cuadro de lo que tiene que atravesar un joven
aun con las más limpias y serias intenciones.
Lamentablemente muchas veces se da un aterrizaje «brutal» de estas
nubes idealizadoras. Suelen ser las chicas las que imaginan así. Cuan-
do se dan cuenta de que sus chicos tienen «de-
masiado» impulso, les entra miedo. Miedo a
ser dejadas solas. Entonces se cede al impulso,
Lamentablemente aun considerándolo impuro, como un trueque
muchas veces se da un para no perder el romanticismo: “Yo le doy su
aterrizaje «brutal» de «impulso» pero que él o ella me conserven el
estas nubes romanticismo”. Se termina actuando contra las
idealizadoras. propias convicciones. Se convierte la relación
en un tonto autochantaje o se permite al otro el
chantaje. Esta triste situación se puede resu-
mir con la frase: “No se puede tener todo en la
vida”.
El impulso dentro del amor
Hay que decir muy claro que sí se puede tener todo en la vida.
El impulso, por su misma dinámica, está llamado a integrarse al amor
verdadero. Es el amor el que plenifica al placer como una de las formas
de comunicación dentro del matrimonio.
El verdadero ideal de pureza y felicidad no puede nacer nunca
de huir de un impulso pretendidamente «sucio». Hay que incorporar
131
 hecho para amar | lección 24 : el falso conflicto
todo lo humano como bueno y orientarlo positivamente hacia el amor.
No avanzaremos hacia la felicidad huyendo de lo malo, sino atraídos
por lo bueno, por el amor verdadero.
Cuando su madre terminó de leer, Patricia pensaba que ha-
bía estado confundiendo las cosas. Su impulso, eso que sintió cuan-
do Edi le dio la mano, no era malo. Hasta se puede decir que en cierto
modo era bueno, porque la hacía poner los pies sobre la tierra. Pero
todo se debía complementar. Ni tan volado que el cuerpo no tenga
nada que ver, ni tan instintivo que escape al amor.
–¿Qué puedo hacer? –preguntó de golpe.
–Sé realista, Paty. Tu corazón de mujer puede jugarte malas
pasadas, pero tienes que ser dueña de tu corazón. No seas tampoco
como esas mujeres que terminan pensando que ningún hombre en-
tiende el amor y se conforman con que su impulso no sea muy
«violento». Tienes que ser exigente con el amor desde el realismo. Sé
que los hombres pueden amar con pureza si les mostramos cómo.
–Mmm...
–Así como lo oyes. Tenemos en nuestras manos gran parte
de la solución al problema. Tú puedes enseñarle a los chicos a
amarte con delicadeza, con respeto, buscando la pureza, sabiendo
manejar el impulso. Claro que ellos tienen que poner de su parte,
pero todo se simplifica si tú de entrada pones
las cosas claras. Si el chico con el que sales te
quiere lo suficiente para hacerte caso y lo en-
tiende, podrán juntos construir un amor real-
mente grande, verdadero. Si no, si quiere impo-
ner sus condiciones y esas condiciones son sólo
«disfrutar» juntos, ten por seguro que, aunque no
lo sepa, lo único que le interesa es tu cuerpo, y así no
se llega al amor. Piénsalo y ponte firme sin perder la
dulzura... es mucho lo que vas a ganar.
132
Lección 25
Amistad, primer paso para el noviazgo
–Ustedes qué opinan –preguntó de pronto Jorge a la «pandi-
lla»–, ¿se puede tener novia a nuestra edad?
A nadie le sorprendió la pregunta. Luego de una mañana a
puro mar estaban tomando sol frente a la Gran Piedra. Es decir, esta-
ban entrando a la hora de las «discusiones trascendentales». Además,
más allá de lo que pudiese estarle pasando a Edi, éste era un tema que
estaba de moda.
Los cuatro amigos hicieron silencio. Con Edi y Jorge estaban
Alejandro y Humberto, dos hermanos que también veraneaban por
ahí. El silencio quería decir «por supuesto», pero ninguno quería ser
el primero en opinar, para ver qué decían los demás.
–Yo creo que sí –dijo por fin Humberto–. Al cabo no es
difícil: le das un beso, la tomas de la mano y ya... la pasas bien. Claro
que podrían pasar otras cosas, pero serían «palabras mayores».
–Lo que quiere decir mi hermano –aclaró Alejandro, más
desinhibido–, es que si te va bien tal vez puedas tener un poco de
«acción»... ustedes entienden.
Ninguno dijo nada. Edi se sintió molesto. Acción quería de-
cir «sexo». Disfrutar. Pero eso chocaba con lo que ahora sabía.
–No sé –dijo de improviso Jorge–. Últimamente creo que no
todo va por ahí. Es raro. Hasta hace un tiempo solamente pensaba en
las chicas por su cuerpo: que si tiene bonitas piernas, que si es gua-
pa... pero ahora me he empezado a preguntar qué es en verdad eso de
tener novia.
–¡Ay! No me digas que no has tenido... –preguntó
burlonamente Alejandro.
–Sí. He salido creo que con más chicas de las que tú recuer-
das, «amigo». Pero ahora me parece distinto. No sé, como que las
cosas cambian. Me parece que una cosa es salir con una chica por
divertirse «juntos» y otra muy distinta es ser novios. Yo quiero saber
si podemos tener novia y no «solamente» divertirnos.
133
 hecho para amar | lección 25 : amistad, primer paso para el noviazgo
–Yo no sé, pero para mí estar con una chica es siempre para
divertirse.
–Es que tú eres una bestia... –explotó de pronto Edi.
–Oye, ¿qué te pasa?... Ahora te estás volviendo un santurrón.
Por favor, somos todos hombres. Para lo único que te fijas en ellas es
para «divertirte». Ya vendrán otras cosas, la responsabilidad y eso...
–Y eso nos da derecho a tratarlas de cualquier forma... –ni
Edi se reconocía en esa actitud.
–No –bajó el tono Alejandro–. De cualquier modo no, pero
yo no me preocuparía tanto. Al cabo es solamente una chica... no te
pensarás casar con ella, ¿no?
Entonces un resorte saltó en la cabeza de Edi. El tío Eustaquio,
los consejos de su madre que ya no estaba, la cercanía de su papá, su
propio orgullo de defender lo que creía como bueno, todo se conju-
gó para que su interior diera un salto... Bueno, también su exterior,
porque se tiró sobre Alejandro y empezó a forcejear con él. Jorge y
Humberto tuvieron que separarlos.
+++
–¿Crees que hice mal?
–No sé. No soy de andar peleando, pero creo que Alejandro
se pasó de la raya.
–Sí. De todos modos creo que tengo que pedirle disculpas.
Pero es que... ¡me sacó de mí!
–Tranquilo. Ahora, ¿qué me decías de un libro...?
Edi y Jorge estaban de nuevo en la casa–barco. Los dos tenían
inquietudes similares y, a pesar de gente como Humberto y Alejan-
dro que se creían la gran cosa, ellos querían respuestas simples. Así
que empezaron por el principio.
–Busca a ver si hay algo sobre cómo empiezan los noviazgos.
–Mira... aquí hay algo sobre la amistad. Si quieres lo leemos.
–Me parece.
+++
134
La amistad entre varón y mujer
Es innegable que varones y mujeres convivimos. También es
obvio que de esta convivencia tarde o temprano ha de surgir una
relación que puede ir creciendo hasta convertirse en un amor exclusivo
y para toda la vida. No sería raro que más de uno de ustedes acabe
casándose con alguien de su actual grupo de amigos.
Esto nos ubica en una perspectiva nueva que debemos anali-
zar: ¿Qué relación hay entre amistad y noviazgo?
El noviazgo es un afianzamiento profundo de la amistad. De
hecho todo noviazgo tiene que comenzar en una amistad. El amor de
novios es tan profundo que podríamos decir que es un amor de amigos
con mayor exclusividad y profundidad. Si no hay verdadera amistad,
no puede haber noviazgo.
Pero veamos algo sobre los tipos de amistad antes de entrar en
el tema del noviazgo.
Compañeros9
Las relaciones son más bien superficiales, tem-
porales. En general se tienen muchos compa-
ñeros que no se buscan, sino que se encuen-
El noviazgo es un tran. Se reúnen preferentemente con los del
afianzamiento mismo sexo. Basta con observar el recreo de
una escuela (aún en las mixtas) o las pandi-
profundo de la
amistad. llas en la calle.
Si bien se puede hablar de reglas de amistad,
todavía hace falta la maduración total de los
chicos para que se dé plenamente la elaboración
del vínculo.
Amistad
El vínculo en la amistad es más profundo y exige una serie de
cualidades de la relación (esta lista no se refiere únicamente a amista-
des del mismo sexo):
• Seguridad: el amigo se siente seguro y sin recelos junto al
amigo. No experimenta inquietudes ni intranquilidad en la comuni-
cación. Se encuentra como más fuerte y respaldado.
9. Cfr. Gastaldi, Italo y Perelló,
135
 hecho para amar | lección 25 : amistad, primer paso para el noviazgo
• Confianza: es una consecuencia de la actitud anterior. Al
amigo se comunican cosas muy personales: fracasos, dudas, curiosi-
dades, proyectos, errores...
• Lealtad y sinceridad: que no se tienen con el simple compa-
ñero o conocido. Es necesario tener fidelidad a la palabra dada y a los
compromisos asumidos con el amigo.
Justamente por estas cualidades, en general los amigos son
pocos, dos o tres. Al inicio de la adolescencia las amistades más fáciles
de establecer son con personas del mismo sexo. Pero conforme se crece se
empiezan a ver las amistades entre mujeres y varones.
Este paso genera conductas nuevas que se manifiestan en acti-
tudes diferentes:
•Chicos y chicas se buscan entre sí. La naturaleza los prepara
despertando en ellos y en ellas la atracción.
•Chicos y chicas deberán aprender desde ahora a integrar
poco a poco las exigencias del cuerpo sexuado.
Por eso a las características propias de la amistad (apertura,
capacidad de escuchar y acompañar, responsabilidad y respeto, etc.)
se debe añadir un cuidado especial, un equilibrio para que el impulso
no juegue una mala pasada.
Es bueno que cada uno sepa en qué etapa se encuentra, para
ver las motivaciones de este tipo de amistades:
• Al inicio de la adolescencia los chicos y las chicas partici-
pan en reuniones mixtas. Se empieza a romper la barrera invisible que
los separaba y los sexos empiezan a convivir con características muy
claras:
• con afectividad poco intensa y generalizada,
• con varios del otro sexo,
• prevaleciendo el componente emotivo–espiritual.
· Ya entrada la adolescencia, incursionan por la experiencia
de la amistad con el otro sexo:
•con una afectividad más profunda,
•con pocos del otro sexo,
•prevaleciendo todavía el componente emotivo–espiritual.
136
•Cuando se ha llegado a suficiente madurez, se asumirá el
compromiso definitivo del amor conyugal:
•con una afectividad total, exclusiva y para siempre,
•con uno (único, irrepetible y por lo tanto no intercambiable)
del otro sexo,
•integrando cuerpo y alma espiritual en el amor,
• y llegando a conformar una pareja estable y permanente en el
matrimonio.
De este modo, el joven antes de relacionarse con una mujer,
conocerá experiencialmente la psicología femenina, las actitudes y com-
portamientos propios de ella. Su modo propio de reaccionar, su espíri-
tu y su sensibilidad. Lo mismo se puede decir de la mujer respecto del
varón. Cada uno de los sexos recogerá la parte que le es más propia en
la relación mutua.
Antes de enamorarse de Isabel (con lo propio y exclusivo de
Isabel) el joven ya debería conocer la mujer que hay en Isabel (lo gené-
rico de toda mujer). Este «modo femenino» se puede conocer mejor en
grupos mixtos de camaradería limpia y sincera.
Lo mismo dígase para la chica. Le traerá muchos
problemas enamorarse de Raúl, si antes no co-
noce el hombre (aspecto viril) que hay en él.
Es decir, si no pasa de una experiencia de
lo «que es un hombre» a «quién es este
hombre» (aspecto específico e irrepeti-
ble). La chica no conocerá el mundo
del hombre en libros de psicología
masculina, sino en reuniones mix-
tas.
Por último, la amistad es la me-
jor forma de saber que el otro
no viene por interés sino por-
que tú le importas como
persona. De otro modo
puede que la atracción,
la fama, tu carro o tu di-
137
 hecho para amar | lección 26: noviazgo feliz
nero estén por encima del amor y no sea esta experiencia lo que tanto
anhelas.
Vive con tranquilidad los procesos de amistad. No te excedas
de los límites. Procura conocer lo que es ser un verdadero amigo y
sabrás entonces lo que es un verdadero novio y, en definitiva, un verda-
dero esposo o una verdadera esposa.
Lección 26
Noviazgo feliz
–Ya ves –dijo con fuerza Jorge–, a mí me parecía que había
algo más. Sabía que el noviazgo tenía que ir más allá. Me interesa ese
libro. ¿Podemos seguir leyendo? Quiero ver qué dice acerca del no-
viazgo en sí.
–Claro.
Edi estaba asombrado por el interés de Jorge. Desde que co-
menzara a leer el libro del tío, no podía evitar sentirse un poco raro
por prestarle tanta atención. Pero primero fue Paty y ahora Jorge.
Empezó a cambiar su forma de pensar.
–¿Y por qué te interesa?
Jorge lo pensó un poco. Confiaba en Edi y a pesar de tener
sólo un mes de conocerlo, habían hecho y hablado cosas que le indi-
caban que era digno de confianza.
–Hace tiempo tuve una enamorada. Según nosotros nos que-
ríamos mucho. Al principio todo estuvo bien con ella. Nos gustaba
pasearnos por la playa y hablar de muchas cosas. Eso sí, éramos muy
cariñosos. Bueno, en general la playa «ayuda» a ser cariñosos. Así,
«cariño va», «cariño viene» terminamos teniendo relaciones. Fran-
camente, mi hermano, pensaba que iba a ser lo máximo.
–¿Qué, no lo fue?
–Depende. No voy a negar que sentí «muy fuerte». Pero al
mismo tiempo me decepcioné. Esperaba... otra cosa. Pero no desvie-
mos la atención.
–Está bien.
138
–El problema vino después. Ella se volvió exigente y dependien-
te, estaba todo el día «encima» mío y a pesar de eso también era distante
y muy desconfiada y aunque te parezca extraño yo perdí interés por ella.
No que no me importara nada, sino es que ya no era lo mismo. Me dio
pena alejarme de ese modo: perdimos confianza e interés el uno por el
otro. Hicimos intentos por sacar «todo adelante», como dicen en la tele,
pero fue inútil. Al final nos peleamos muy feo y ya no hemos vuelto a
vernos. Me sentí raro. Creí que la quería, pero fui capaz de gritarla y hasta
de insultarla. Ella decía que me quería, pero al final no me perdonaba
una. Me di cuenta que de algún modo había un error, en algún punto,
algo no estaba bien. Lo he pensado, amigo. Claro que no he dejado de
salir con chicas, así como dice Alejandro, «para divertirme», pero nunca
dejé que las cosas llegaran a más. Por dentro seguía pensando, buscando.
No podía concebir que la amistad se perdiera en el noviazgo. Entonces
empecé a pensar que tal vez no estaba viendo bien esto de tener novia o
enamorada.
–Y no hablaste con tus viejos.
–Sí, pero... claro que me ayudaron. Tal vez no con palabras
tan claras, pero me apoyaron muchísimo. Como que por algún tiem-
po los cables con ellos han estado «pelados» y ahora... ya sabes.
Edi lo entendía bien. Él mismo había sentido cosas similares.
–En fin, ahora realmente quiero saber, armar algo en mi ca-
beza que me sirva. Por eso me gusta hablar contigo, porque piensas
parecido y no te ríes como una hiena de cualquier cosa. Y este libro...
Quiero que lo leamos.
+++
El noviazgo
El noviazgo es un paso importante en la vida de una persona
que la llevará, si es el caso, hasta el matrimonio. Es la relación en la que
madura el amor entre un hombre y una mujer. Pero muchas veces se
toma a la ligera. Veamos algunos elementos que nos demuestran que el
noviazgo no se debe tomar superficialmente.
En el recorrido de este difícil camino de la sexualidad adoles-
cente nos encontramos a diario con los «enamoramientos» que nor-
malmente dan origen a las «parejitas» que pueden ser a corto plazo y
139
 hecho para amar | lección 26 : noviazgo feliz
disolverse al poco tiempo o, por el contrario, entrar en el largo plazo y
durar años.
Se impone la necesidad de una preparación para el amor con
elementos que nunca se deben perder de vista:
1º Hay que prepararse leyendo libros calificados, pidiendo
consejo a personas expertas, personas con las cuales te sien-
tas segura y puedas confiar no sólo por lo que te digan o
porque «suenen» convincentes, sino porque te demuestran
con su propia vida que lo que te dicen es bueno. No basta
con ser expertos, hay que ser buenos. También que sean per-
sonas de confianza (primero, los padres; hermanos o her-
manas mayores; un profesor, un psicólogo que viva en con-
tacto directo con los jóvenes y sus problemas, que tenga bue-
na reputación, etc.). Es importante saber a qué se apunta
cuando se entra en relación con una persona. El noviazgo es
para aprender a amar a una persona, por lo tanto hay que
cuidar los pasos del amor.
2º Hay que prepararse acostumbrándose a un autocontrol
cotidiano, aun en cuestiones de poca importancia (no pue-
de uno concederse a sí mismo todo en las cosas pequeñas y
luego pretender tener fuerza para no ceder cuando se trate
de cosas que apasionen mucho más). Esto tiene mucho que
ver con la castidad, pero también con la justicia para con
quien será finalmente la pareja para toda la vida.
3º Tiene que haber absoluta sinceridad entre ambos para no
confundir las cosas y generar falsas expectativas o situa-
ciones equívocas.
4º Se deben tener ideales y metas comunes (aunque sean sen-
cillos). No deben perder ni malgastar su tiempo juntándose
simplemente a hablar a solas por largas horas. La relación,
en fin, debe estar proyectada necesariamente y siempre ha-
cia delante. Tiene que haber algo más que el simple trato
mutuo, pues el amor crece y pasa de la atracción (nivel
físico) al amor (nivel espiritual) sólo a través del conocerse
recíproco y activo como personas. No se trata de un simple
conocimiento racional que se agota en «saber cómo piensa
el otro». El verdadero amor nace de experimentar lo que el
otro es en su profundidad de persona. Es captar el valor
140
que hay contenido en él por él mismo, ese valor «que se
manifiesta» en su cuerpo, en sus sentimientos, en sus pen-
samientos, incluso en su amor, pero que no se agota en
ninguno de ellos.
5º Se trata de conocer a él o a ella, lo cual se da luego de pasar
por diferentes situaciones. Estas situaciones comunes, cuan-
to más involucran aspectos de la vida, más van a poner de
manifiesto vetas profundas del otro y le darán al vínculo
más seguridades para su realización y permanencia. Es
decir, cuanto mejor sea lo que se comparte, más posibilida-
des hay de que la relación dure y mejore.
6º La expresión del cariño debe ser prudente, ya sea en público
como en privado. De hecho una norma muy saludable a este
respecto es la que sugiere pensar si determinada muestra
de cariño daría vergüenza hacerla delante de los demás o
incluso de la propia madre (o padre).
7º El respeto mutuo al cuerpo y al pudor es una de las mayores
pruebas de verdadero cariño que los novios pueden ofrecer-
se recíprocamente. Eso sin duda cuesta, es difí-
cil, pero no imposible. Desde novios deben au-
El respeto mutuo al mentar y hacer cada vez más limpio su amor.
En su vida matrimonial necesitarán transpa-
cuerpo y al pudor es rencia y amor.
una de las mayores 8º Por todo ello quienes quieran vivir un no-
pruebas de verdadero viazgo feliz deben buscar elementos fundamen-
cariño... tales como respeto, claridad de intención pro-
pia y de la otra persona, escucha, compañeris-
mo, valentía para no ceder a las tentaciones.
Es decir, todas las virtudes que se necesitan para compren-
der y amar a otro y dejar que el otro ame. De eso se trata el
noviazgo, no de tener un compañero de diversiones y placer,
sino de encontrar a una persona que nos ame y a la que
podamos amar.
–¿Sabes? –dijo Jorge–. Para mí amor era romanticismo. No
necesitaba más que pensar en una chica, sentir bonito y ya. Todo eso
lo sentí con Melinda... y ya no está, ni ella, ni lo que sentí. Pero además
me dejó una sensación rara adentro. No porque ella me dejara, no me
siento abandonado. Pensarlo me parecería una cursilería. Es distin-
to. No te lo puedo explicar ni me interesa. Sólo te sé decir que lo que
141
 hecho para amar | lección 26 : noviazgo feliz
ahora pienso del amor se parece mucho a lo que dice ese libro. ¿Me
lo prestas? Quiero darle una ojeada... te lo regreso mañana.
–Claro –contestó Edi–, llévalo. Luego me cuentas si encuen-
tras algo más interesante. Y oye... a mí también me dejaste pensando.
–Qué bueno. No es agradable sentirse solo en esto.
Lección 27
Preparar y guardar
Cuando Jorge volvió a su casa era un poco tarde. Comió algo
y de inmediato se puso a acomodar el aparejo del bote de su padre,
para facilitarle la salida de esa madrugada. Luego se encerró en su
cuarto a leer.
Virginidad: una actitud
Mucho se habla y se ha hablado de la virginidad. Se piensa que
ser virgen es no haber tenido nunca relaciones sexuales. A partir de
ello, para algunos es una tontería y para otros una gran cosa. Pero,
¿estamos entendiendo lo que es virginidad? Creo que no.
Por eso me parece oportuno que pienses
acerca de otros significados de la palabra
virginidad. El diccionario dice: “Tierra que
no ha sido cultivada, cera que no ha sido
aún melada y todo aquello que aún no se
ha usado para lo que se destina”.
Todos estos significados hacen re-
ferencia a guardar y preparar. Todo cam-
pesino sabe que la tierra virgen es la mejor
para cultivar. Es como si desde siempre se
hubiese estado preparando para la prime-
ra germinación. Del mismo modo, lo que
caracteriza a la persona virgen es la espe-
ra para entregarse en cuerpo y alma a la
persona amada.
En este camino algunos conside-
ran que lo físico no es importante. Pero se
142
olvidan que el cuerpo expresa todo lo que la persona es. Por tanto
«esperar» con el cuerpo debe ser producto de esperar con toda el alma.
Pero esta espera, para ser verdadera, tiene que salir de un corazón que
sepa lo que vale y quiera hacer de la primera entrega sexual una
entrega total y para siempre. Una entrega que dé frutos en felicidad,
en comunicación, en comprensión, en ternura, en amor, en hijos.
Virginidad: un estado
Por eso la virginidad es una actitud más que un estado. Si no
tienes la actitud de espera a esa persona especial que será tu esposo o
tu esposa, sostener la virginidad te resultará imposible. Quien no tiene
relaciones sólo por miedo no es virgen en todo el sentido de la palabra.
La espera es un valor positivo, si no, no tiene sentido.
Entonces, ¿para qué sirve la virginidad? Para preparar total-
mente el corazón. Para guardar todos los tesoros de nuestro cuerpo y de
nuestro espíritu en bien de la persona que mejor sabrá qué hacer con
ellos. Para hacer que la otra persona aprenda a amarnos no por lo que
tenemos, no por nuestro cuerpo, sino por nosotros mismos, por lo que
valemos. Para que nosotros aprendamos a amar así a esa otra persona.
Dar el cuerpo y dar el alma
Algunos podrán pensar que una cosa es dar el cuerpo y otra
dar el alma. Que ellos pueden ser vírgenes en el alma sin necesidad de
hacerlo en el cuerpo. Pero esto no es cierto. Porque si tienen una actitud
de usar su cuerpo dándolo a cualquier persona (o a una amiga o
amigo, que para el caso es lo mismo) entonces no entiendo cómo pue-
den estar «guardando el alma para dársela a su esposa o a su esposo».
Para entender cómo se vive la virginidad hay que buscar una
virtud. Virtud es fuerza positiva. En este caso la fuerza positiva que se
necesita es la castidad.
Por la castidad te pones en el centro de tu sexualidad. Es la llave
que te hace dueño de ti mismo, por encima de tus impulsos o lo que te
vende la televisión. La castidad es fruto de la libertad y al mismo
tiempo te ayuda a conservarla para amar.
La castidad es una fuerza integradora que hace que los impul-
sos de la propia sexualidad se ordenen en vista de lograr un amor más
143
 hecho para amar | lección 27 : preparar y guardar
perfecto... un modo de vivir la sexualidad, integrando todos los aspectos de
la persona en relación con un tú para ser capaz de amar y ser amado.
La motivación y la esencia de la castidad es el amor. Pero al
mismo tiempo ella garantiza la pureza y rectitud de ese amor.
Vimos cómo el amor debe ir creciendo, pasando por todos los valores de
la persona, desde el cuerpo hasta el espíritu, desde la simple atracción
al amor verdadero, que garantiza la felicidad. La castidad es la que te
aconseja y posibilita no rendirte ante el primer impulso para que
puedas llegar al amor.
Es ella la que te garantizará que no estás usando a la otra persona y al
mismo tiempo te protegerá de que te usen y luego te desechen. Por eso no
se trata de si es una actitud de moda o no, sino de que por ella puedes
tener acceso a la felicidad.
Una comparación
Quiero contarte una historia:
Había una vez un general que buscaba un castillo para con-
quistar. Cuando lo encontró, hizo un campamento alrededor y comen-
zó a atacarlo.
Quería el castillo para vivir en él, así que no permitía que le
hiciesen el menor daño: “Llévenme hasta la puerta principal del casti-
llo y el botín será nuestro”, les decía a sus soldados.
Pero la infantería opinaba otra cosa. Ellos creían que era mejor
atacar en desbandada un pueblito fuera del castillo. Ellos no veían la
diferencia entre el pueblito y el castillo. Él no se dejó convencer porque
sabía que todo el oro del pueblo estaba dentro del castillo. Además si lo
atacaban en desbandada terminarían quemando todo y después no
tendrían casas para vivir.
–El pueblo no, ¡directo al castillo! –les dijo.
–Bueno, entonces volemos las murallas.
–No. Si volamos las murallas y llegamos al tesoro, ¿qué impedi-
rá que luego venga otro y me robe entrando por el mismo hoyo? Entra-
mos por la puerta o no entramos.
144
El general exigía pero al mismo tiempo era paciente. Sabía que
su tropa podía avanzar solo un trecho cada vez. Entonces él avanzaba
y ponía el campamento de mando un poco más cerca.
Así hasta que su paciente espera tuvo los resultados deseados:
llegó a la puerta, la tocó con un golpe y esta se abrió con facilidad.
Dentro había un mago: “Adelante... hace tiempo que estaba esperándo-
te... ahora todo esto es tuyo y lo será mientras vivas...”, y desapareció.
Muchos dijeron que era el espíritu del castillo.
El general y su gente disfrutaron de todos los tesoros mientras
vivieron. A pesar de que las luchas en esa época no cesaron, no había
en el país hombres más felices que ellos.
Aplicación práctica
El general eres tú mismo (tu espíritu). Tu ejército son los niveles
de acción: tu psicología y tu cuerpo. Lo que tienes que «conquistar» es
lo más profundo de la persona amada. Los peligros con los que lucha
tu ejército son todas aquellas actitudes que te
alejan del verdadero amor: el pueblo es el pla-
cer fácil de una relación sexual (podemos de-
cir «engaño de relación sexual») que distrae
La castidad es fruto de
del verdadero fin de la batalla. Igualmente el
la libertad y al mismo bombardear las murallas es como querer to-
tiempo te ayuda a mar atajos y romper aquello a lo que quieres
conservarla para amar. llegar. Tener relaciones antes de saber si amas
es una forma de bombardear las murallas. El
modo de conocer si es amor profundo y verda-
dero es hacerlo pasar por el filtro de la deci-
sión madura. Del saber si estás dispuesto a jugarte la vida entera con
la otra persona. Del elegir a alguien para siempre para compartirlo
todo y luchar juntos ante las dificultades que la vida les pueda plan-
tear. En definitiva por el filtro del matrimonio.
Sólo la sabiduría y la firmeza del general pueden hacer que al
final de la batalla el triunfo les dé a todos la felicidad. Lo más intere-
sante de todo es que, como dijo el mago, el castillo esperaba a su habi-
tante. Sólo si actúas con esta paciencia en tus relaciones, podrás darte
cuenta si puedes con esa persona que dices amar, formar algo de ver-
dad sólido: el compromiso total de formar con ella una familia.
145
 La actitud del general es una actitud de castidad. La virginidad es
un aspecto de esta castidad. Es la muestra «exterior» de castidad antes del
matrimonio. Pero virginidad sin castidad es como un estuche vacío.
Por eso la castidad tiene que ver con cómo manejar la propia
vida para llegar al amor. Es decir, con aprender cuándo tener relacio-
nes y cuándo esperar.
No es difícil decir no a las prisas. Simplemente tienes que saber
que lo haces porque apuntas a algo grande que te está preparado, y
cuando lo encuentres te garantizo que serás verdaderamente feliz.
Jorge pensaba en él, en su experiencia, en su insatisfacción, en las
veces que había pensado que decir castidad era cosa de viejitas o de
religiosos. Pero empezaba a no opinar lo mismo. Lo que acababa de leer
era también para él. Ya había tenido relaciones. Había volado una de las
murallas y todo lo que buscaba se fue por ese mismo agujero. No quería
que le volviese a pasar. Debía haber forma de evitar que volviese a pasar,
pero ¿cuál? No se quedaría tranquilo hasta averiguarlo.

Lección 28
El grupo de amigos

–Mamá, ¿qué es lo que busca una chica a mi edad?

Jorge sorprendió a su madre con la pregunta. Eran las diez de
la mañana y al chico le seguían dando vueltas sus dudas. Aprovechó
que el día era bueno y su madre colgaba la ropa.
–¿A qué te refieres?
–Quiero saber qué hacer para conquistar a una mujer linda y
buena.
–Vaya, te salió lo galán. Pero, ¿no sales ya con chicas?
–Sí, pero me refiero a otra cosa. Ellas son mis amigas y me
divierto muy bien con ellas, pero quiero saber cómo hacer para conse-
guir una chica linda y buena, que me quiera y que yo la quiera a ella.
–Lo primero que tienes que hacer es respetarla. La mujer
que llegue a estar contigo será más hermosa en la medida en que tú
respetes al máximo a todas las chicas que te rodean.

147
 hecho para amar | lección 28 : el grupo de amigos
–Pero yo no quiero conquistar a todas, sólo quiero una buena.
–Para conquistar a una te tienes que comportar muy bien
con todas. ¿O de dónde crees que salen las novias? De tu grupo
de amigas. Recuerda el refrán: “Dime con quién andas y te diré
quién eres”. En este caso adáptalo; sonaría así: “Dime con quién
andas y te diré cómo será tu mujer”. Por eso es importante con
quién te juntas.
–¿Por qué lo dices?
–Porque se puede dar el caso de que la gente que te rodea y va
contigo a todas partes no sea verdaderamente un grupo o no sean tus
amigos. ¿Cómo? Si no respetan tus convicciones. Todos queremos
que la gente nos acepte. El problema es que a veces para que no se
burlen, puedes llegar a hacer cosas contra tu voluntad, que no te
gustan o que sabes que están mal. Los amigos te pueden ayudar o te
pueden perjudicar, con lo que diría que no son amigos.
–¿Y cómo hacer para que mi grupo siempre me ayude y no
me perjudique?
Estaban fuera de la casa, en el jardín, que era el lugar que la
señora usaba para lavar la ropa. La mamá lavaba y respondía. El hijo
colgaba y preguntaba. La mamá de Jorge disfrutaba cuando alguno
de sus hijos le hacía preguntas. Estaba acostumbrada. Pensó que era
ventaja tener varios hijos, porque ninguna cosa que le preguntaran
los demás chicos era nueva para ella. Por eso su sonrisa crecía con
cada nueva pregunta de Jorge.
Jorge. El más difícil de todos sus hijos. El rebelde, el indepen-
diente. El amiguero, el inocente, el despreocupado. También el que
menos quería sermones y el que más dolores de cabeza traía. Él
pensaba que ella no sabía lo que había pasado, tiempo atrás, con esa
vecinita tan linda. Pero se equivocaba.
Una madre sabe las cosas que suceden en el corazón de su
hijo. Decidió no meterse. Tenía derecho de hacerlo, pero no creyó
que fuese oportuno. Claro que lo protegió, pero sin que él se diese
cuenta. Se puso exigente con él en todos los terrenos y empezó una
campaña para acercarse. En realidad era algo que siempre había
hablado con su esposo. Era mejor, ella sabía cómo hacerlo. Porque el
148
riesgo era que Jorge se rebelara y no entendiera cómo es la vida. Pero
ella tenía buena mano para eso. En realidad buen corazón, corazón
de madre. Así comprendió que por fin su hijo empezaba a abrir el
alma. Tenía muchas razones para estar contenta.
–No esperes todo de los otros. Tienes capacidad para aportar
lo tuyo. Propón actividades que los hagan crecer como personas y
convence a los que están contigo que es bueno hacerlas. No tienen
que ser actividades «aburridas», sino sanas. Existe la tonta idea de
que divertido y sano no van de la mano o directamente están peleados.
Yo misma en algún momento llegué a pensar eso, hasta que me rela-
cioné con un grupo de amigos que se divertían sin alcohol y sin
hacer locuras. No eran tipos aburridos. ¿Te conté la historia de cómo
conocí a tu padre?
–Como un millón de veces.
–Bueno. Escúchala una vez más, así entiendes. Salía de una
fiesta harta de que mis «amigos» lo único que hicieran fuera poner-
se «alegres» a fuerza de tomar. Lo había visto
muchas veces, pero esa ocasión fue la gota
Tener tantos amigos que derramó el vaso. Entonces un chico
guapísimo salió detrás de mí. En realidad eran
nos hizo entender que
cuatro, dos chicos y dos chicas, que se iban a
el noviazgo no debía casa. Ellos no estaban tomados, pero se les
alejarnos, sino por el veía contentos. Hablaban casi a los gritos de
contrario, acercarnos cosas que al principio me parecieron tontas.
más a todos. Se ofrecieron llevarme. Dudé, pero el hecho
de ir todos juntos me dio confianza. Aparte
era gente conocida del pueblo. Tu papá ma-
nejaba y ellos insistieron en que fuera adelante, con él. En seguida me
llenaron de preguntas sobre quién era, qué hacía, qué me gustaba.
Me cayeron muy bien porque eran simples, sin complicaciones, y
sobre todo alegres. Me acuerdo que Luis, uno de los amigos de tu
papá, era genial para los chistes, y esa noche casi muero escuchándo-
lo. Al otro día me invitaron al cine. Era mejor salir todos juntos. Me
interesaba tu papá, pero quería medirlo, saber quién era, cómo se
comportaba y al mismo tiempo que hiciera su esfuerzo por mí. El
grupo era ideal para eso. Salíamos todos juntos y a veces volvíamos al
amanecer luego de bailar toda la noche. No sé si lo hubiera podido
149
 hecho para amar | lección 28 : el grupo de amigos

hacer con otros, pero con ellos me sentía muy a gusto y segura. Así laciones antes de casarse y en eso nos apoyábamos mucho. Ahora lo
supe lo que es la mente masculina. agradezco: conseguí el mejor esposo que cualquier mujer puede pe-
dir y aprendí a respetar y ser respetada. Bueno... cuelga esta camisa y
–¿Cómo?
ya.
Por un lado tu papá me gustaba y me caía bien. Pero tenía que
–Gracias, mamá.
ir sabiendo cómo pensaban los hombres, cómo eran, qué quería yo
de un hombre. Y eso sólo lo podía saber saliendo en grupo. Así tam- –No, hijo, gracias a ti. Me hiciste recordar cosas lindas. Sólo
bién veía cómo se comportaba con otros y «otras» y qué tanto estaba espero que tú también puedas encontrar un grupo así. No es difícil:
interesado en mí. si sabes lo que quieres, los que valen la pena se acercan solitos.
–Y estaba interesado, ¿no? Jorge sabía a lo que se refería su mamá.
–Al principio no parecía. Pero pronto empezaron los detalles
que me dieron la pista. Claro que yo también dejaba mi huella. Es que
esto del amor tiene que tener su magia, ida y vuelta. Tiene que haber
romanticismo, si no... Me acuerdo que fue un tiempo maravilloso de
ir descubriendo poco a poco que él era el hombre para mí y que yo
podía ser la mujer para él. Magia y sobre todo tranquilidad, eso fue lo
que más me gustó de ese tiempo.
–Pero se te declaró, ¿no es cierto?
–Claro. Pero hasta en eso el gru-
po tuvo que ver.
–¡El grupo en todo momen-
to!
–Sí. Fue bueno para noso-
tros. Tener tantos amigos nos hizo
entender que el noviazgo no debía ale-
jarnos, sino por el contrario, acercar-
nos más a todos. Claro que teníamos
nuestros tiempos, para nosotros, pero las
veces que salíamos varias parejas, siem-
pre la pasábamos bien. Todos teníamos
un gran respeto por los demás. Sabía-
mos que si estábamos juntos era más
fácil ayudarnos, porque uno puede
tener buenas intenciones, pero pue-
de ser débil. En nuestro grupo, por
ejemplo, ninguno quería tener re-

150 151
Unidad V: –Mi papá tuvo una idea mejor y me sugirió que fuéramos a
Asumiendo el control acampar en un lugar buenísimo. Pasamos por la casa–barco para
pedir permiso a tu tío y nos vamos. Volvemos mañana a mediodía...
¡No sabes lo que es la noche en ese lugar!
Lección 29
–¿Y es seguro?
Tomando decisiones
–¿Piensas que mi papá me mandaría a un lugar que no fuese
–¿Por qué estás tan entusiasmado, Jorge? seguro?
–Por el libro, master. ¿Has leído lo que sigue después de que Ése era buen punto. Cuando llegaron Edi pudo comprobar
habla de la amistad? que Jorge tenía razón: el lugar era un sueño. Quedaba muy cerca de
un acantilado y no hay sensación más bella y placentera que dormir-
–Francamente no. En realidad no podía «porque lo tienes
se arrullado por el ruido de las olas. Llevaron una lámpara especial y
tú» –el tono de Edi era de cierto reclamo, pero no mucho.
pudieron leer durante la noche.
–Cierto. Bueno, creo que es una buena oportunidad. ¿Por
qué no te vienes a quedar esta noche en casa y lo leemos juntos?
Responsabilidad y libertad
–Esta noche no. Mi papá se va mañana y quiero estar con él. La sexualidad es un gran regalo, pero al mismo tiempo toda
Mejor mañana, ¿te parece? una responsabilidad. No la puedes tomar a la ligera, como ya no pue-
des tomar a la ligera muchas de las cosas que
–Bueno. Le digo a mi vieja que nos haga pizzas.
te pasan o que haces.
+++
Si te dejas llevar sólo ¿Qué quiero decir? Que una parte de la madura-
A Edi la invitación le vino bien. por el impulso ción por la que estás atravesando te pone direc-
Al principio pasar una noche en siempre, tarde o tamente en un mundo que estoy seguro te fasci-
temprano, te llega la na: el mundo de la libertad. Ahora haces cosas
casa de un amigo solamente para
decepción. que antes te prohibían. Te mueves con más inde-
leer un libro, por más intere-
pendencia y puedes decidir cada vez más por ti
sante que fuese, no le pare-
mismo lo que quieres y lo que no quieres.
cía buen plan. Pero finalmen-
te pensó que no sería tan Pero este mundo de la libertad tiene además otro color, que es el
malo, al cabo podría hablar de la responsabilidad. Ser responsable es una de las cosas que la liber-
sobre Patricia. tad trae consigo.
Pero el plan estuvo Esto no es un invento mío o de algunos adultos. Simplemente
mejor de lo que esperaba. mira: cuando eras chico tus papás sacaban la cara por lo que hacías.
Cuando llegó esa tarde lo Si rompías un vidrio con una pelota o cosas así, ellos hablaban con el
esperaba Jorge con una vecino. Claro que te regañaban, pero la verdadera responsabilidad por
mochila. el vidrio la asumían ellos.
–¿Y eso? –le pre- Con la libertad tú vas asumiendo cada vez más todas las con-
guntó intrigado. secuencias de tus actos. Son tuyos y debes responder por ellos. Esto,

152 153
 hecho para amar | lección 29 : tomando decisiones

aunque parezca una carga, en realidad es uno de los puntos más –No tan deprisa, amiga. Si este pozo se secara como el panta-
hermosos de crecer. no, ¿cómo saldrías de allí?
Por ejemplo, dentro de unos años (que tal vez te parezcan muchos Piensa dos veces antes de actuar.
pero no lo son) tendrás que decidir si estudias o no, qué carrera seguirás.
¿Reaccionar por impulso o mejor pensar?
En la universidad, o en cualquier estudio superior, el sistema se basa en la
La primera rana estaba reaccionando por impulso, sin dete-
responsabilidad del estudiante. Lo mismo sucede si decides lanzarte direc-
nerse a ver las consecuencias de lo que quería hacer. De algún modo
tamente a trabajar. Primero tienes que escoger a qué te vas a dedicar. Y
podemos decir que era menos libre porque en realidad quedaba libra-
luego decidirte a dar tu máximo para abrirte camino.
da a la suerte: si se mantenía el pozo ella podía nadar y vivir, pero si se
En ambos casos, ya sea que estudies ya que trabajes, el resulta- secaba iba a morir.
do será siempre para ti: si lo haces bien y ocupas tu libertad en empe-
En cambio la segunda rana era más pensante y por lo tanto
ñarte y salir adelante, tú serás el primero en gozar los beneficios. Pero
más libre: vio todas las posibilidades y advirtió que las consecuencias
si das paso a tu flojera o pereza, serás tú el más perjudicado. Por lo
de este acto podían ser malas para ellas. Podemos decir que la segunda
tanto la libertad, como la sexualidad y en general todo lo que tengas en
rana era virtuosa.
la vida, es un regalo extraordinario, pero al mismo tiempo un desafío
personal para hacer las cosas bien. ¿Por qué? Porque en verdad el primer impulso al ver la frescura
del agua y la necesidad que tenían de ella era arrojarse y disfrutar.
Pero esto no era lo mejor.
La decisión
Me parece importante que veas qué es lo que entra en juego
cada vez que una persona toma una decisión. Esto tiene una relación Dos formas de tomar decisiones.
directa con la sexualidad. Así podrás entender de qué modo cada La reacción más simple es la del reflejo, donde la respuesta es
persona está por encima de sus impulsos. Nosotros somos libres, nues- inmediata y determinada.
tros impulsos son ciegos. Por eso ellos dependen de nuestras decisiones
E+R = respuesta inmediata
para llegar a su fin. Lógicamente que si nos dejamos llevar por un ciego
nada nos asegura que no caigamos en algún hoyo. E stímulo
De esto se trata cuando se dice que hay que pensar antes de Lo que produce una excitación a cualquier nivel: físico, psíqui-
actuar. Esto lo sabía muy bien nuestro ya conocido Esopo y me permito co, fisiológico, etc.
traer aquí una de sus famosas fábulas:
R eacción
Comportamiento un tanto
Las ranas y el pozo
complejo del organismo,
Dos ranas vivían juntas en un pantano. Pero un tórrido vera-
como respuesta a un es-
no el pantano se secó y se fueron en busca de otro sitio donde vivir, pues
tímulo.
a las ranas les gustan los lugares húmedos. Al fin llegaron a un profun-
do pozo, y una de ellas miró adentro y le dijo a la otra: Así es como reac-
cionaría cual-
–Este sitio parece fresco y agradable. Saltemos adentro y aco-
quier animal.
modémonos.
Pero la otra, que era más sensata, respondió:

154 155
 hecho para amar | lección 30 : tras verdaderos gestos de amor

Pero cuando el comportamiento responde a la voluntad consciente (li- veces esos escalones son pequeños e imperceptibles. Es una forma de
bertad y conciencia), entonces la reacción proviene de la totalidad de dejarse «llevar». Perder el control voluntariamente poco a poco, para
la persona del sujeto. En este caso, entre el estímulo y la reacción, hay un después sentirse menos culpable.
tercer elemento, la reflexión–decisión (RD).
–¿Sabes, Edi? Más o menos eso me pasó a mí.
E+ RD+ R = respuesta humana
La noche estaba fresca. Corría viento desde el mar y las olas
Estas tres actividades, E – RD – R, constituyen el circuito parecían cada vez más grandes.
elaborador de la base de la conducta humana. Reflexión–decisión es
–Yo creía que la quería mucho. Por eso le daba besos y la
exactamente lo mismo que pensar antes de actuar.
abrazaba mucho. Salíamos juntos y me encantaba tomarla de la mano.
Como te das cuenta, la verdadera respuesta humana no es la Me acuerdo que cuando le di el primer beso un cosquilleo me corrió
que simplemente reacciona ante el estímulo (reacción de la primera en el estómago... todavía cuando me acuerdo me da algo parecido.
rana), sino la que agrega reflexión y decisión consciente y libre (acti-
Edi recordó el cosquilleo con Patricia.
tud de la segunda rana). Ésta es la clave de la libertad.
–Pero después nuestras citas eran cada vez más besos y me-
En el caso de la sexualidad, si te dejas llevar únicamente por el
nos charla. Me daba vergüenza que me vieran, por eso buscábamos
impulso y reaccionas al modo de la primera rana te arriesgas a perder
lugares más «privados». Y como nadie nos miraba, bueno, había más
lo más importante. Muchos actúan así. Pero hoy la sociedad no es feliz.
besos. Llegó un momento en que por lo único que quería verla era
Hay mucho impulso, mucho «déjate llevar», pero poca felicidad. Si te
para sentir sus besos y sus caricias, o al menos era lo que más me
dejas llevar sólo por el impulso, siempre, tarde o temprano, te llega la
importaba. La buscaba más cuando en casa las cosas no andaban
decepción. Por eso mejor piensa.
bien, cuando mi mamá se ponía pesada. En el fondo ninguno de los
dos quería llegar a tener relaciones, pero como dice acá, fuimos
Lección 30 cediendo poco a poco.
Tras verdaderos gestos de amor
Contagio emocional10
El tema de las decisiones era buen preámbulo para lo que iba
La expresión contagio emocional se refiere a cómo nuestros
a seguir. Luego de hacer un alto para recoger algo de leña, continua-
estados emocionales afectan a los que nos rodean y los de ellos a noso-
ron leyendo. Jorge interrumpió más de una vez la lectura... y tenía
tros.
razones para hacerlo.
* Mis sensaciones pueden estimular a otros, provocándoles
Ya hablamos de la veracidad y la genitalidad. «Te quiero y me
mis estados afectivos. Por ejemplo, cuando mi estado de ánimo es ale-
entrego a ti» dicho en el lenguaje de la sexualidad es muy serio. Incluso
gre y radiante, contagio al grupo.
una buena intención se puede convertir en una mentira más.
* Mis emociones se refuerzan al contacto con personas que las
La mayoría de los adolescentes que llegan a la relación sexual
comparten. Por ejemplo, si estoy triste y la gente me dice que lo siente,
manifiestan que no era su intención hacerlo antes de la cita. Te podría
eso aumenta mi estado emocional triste.
decir que muchos de ellos no lo pensaron... y he ahí el problema.
Podríamos resumir muchas de estas situaciones con el refrán
popular: “el que cede poco... cede poco a poco”. Se va pasando de escalón
en escalón hacia una situación que no es buscada conscientemente. A 10. En estos dos desarrollos utilizaremos el esquema de Gastaldi, Italo y Perelló, Julio.
Op. cit., p. 197, con aportaciones personales.

156 157
 hecho para amar | lección 30 : tras verdaderos gestos de amor
* Lo que hagamos junto con otra persona puede generar un
nuevo estado afectivo. Por ejemplo, si hacemos una fiesta, aunque me
sienta triste, el clima me contagiará.
Sin disminuir la importancia del nivel espiritual, debemos in-
sistir en la importancia que tienen los sentimientos en el comporta-
miento humano, particularmente en el sector psico–sexual.
Sabemos que en los estados emocionales el estímulo y la reac-
ción se interrelacionan. Hay determinados gestos que estimulan en
nosotros sensaciones llamadas «eróticas» que se relacionan con las
funciones del cuerpo. Estas sensaciones eróticas son lo más externo de
la emoción-amor. Pero puede no conducir al amor, aunque se parezca
en algunos «síntomas».
Al inicio de la cita no hay intención de tener relaciones sexua-
les porque se entiende que todavía no hay amor para ello, pero con el
exceso de algunos gestos se llega a una sensación distinta. No es amor
pero se parece.
El camino normal de nuestro conocimiento de la pareja es pa-
sar de la emoción–sentimiento a la emoción–amor. Pero el contagio
158
afectivo puede hacer pasar de la emoción–sentimiento a la emoción–
shock e incluso a la «acción». Puede cambiar el rumbo de las cosas,
incluso cuando los dos antes no se lo hubieran planteado. Veamos.
De la emoción–sentimiento a la emoción–shock
En relación a la sexualidad, cuando domina el espíritu, cuan-
do el pensamiento es claro y preciso, no se presentan mayores dificulta-
des, porque el sujeto cuenta con la capacidad de controlar sus sensa-
ciones. La persona es todavía capaz de juzgar objetivamente sus accio-
nes, valorar sus consecuencias y dominar sus impulsos (a esto podría-
mos llamar estado «frío»). Es la emoción–sentimiento.
Pero si la sensación sube de tono, se agudiza y llega a la emo-
ción–shock (es el estado «caliente», por ejemplo del contagio afectivo a
través de caricias y besos muy apasionados). Ya no gobierna la liber-
tad sino las reacciones más ciegas del nivel psicológico.
A modo de ejemplo va esta escena en dos tiempos.
Primer tiempo: Un día Esteban, chico bueno,
invita a Isabel, su novia, también una chica
En el momento me decente, a oír el último disco que ha comprado.
dejaba llevar pensando Los dos saben que los padres de Esteban están
que como una caricia de viaje y van a estar solos. Naturalmente les
llevaba a la otra, todo pasa por la cabeza que podría «ocurrir» algo;
eso me llevaría a... pero no fue más que una ocurrencia, porque
quererla más. en seguida piensan que ellos no van a hacer
nada en contra de sus valores y principios
morales (en ellos están funcionando un estado
emocional–sentimiento. Se encuentran emocionalmente fríos).
Segundo tiempo: Suben al apartamento y allí la cercanía de
los cuerpos, el amor que creen tenerse, unas primeras caricias inocen-
tes... poco a poco todo se hace más intenso, se comienza a dar el conta-
gio afectivo.
Resultado: Terminan haciendo lo que no pensaban. Sencilla-
mente pasaron de un estado emocional frío al estado emoción–shock
por acción de un contagio afectivo de gestos. Dejaron de pensar con
claridad, los principios se oscurecieron y las consecuencias no se toma-
ron en cuenta o se vieron como muy lejanas.
159
 hecho para amar | lección 30 : tras verdaderos gestos de amor
Cuando la pasión se calma y se vuelve al estado emoción–
sentimiento se «sorprenden» de lo que hicieron y no pueden creerlo.
¿Cómo pudimos hacer esto? El amor fue el gran ausente: no hubo deci-
sión libre ni voluntaria.
–Justamente ese día no había nadie en casa de sus papás –
recordó Jorge–. Nos gustaba ver películas, así que nos sentamos como
siempre en el comedor. En un momento nos dimos cuenta de que
íbamos a estar solos largo rato. Ninguno lo mencionó. Ninguno de
los dos habló, simplemente una caricia condujo a la otra.
–¿Y qué se siente? –preguntó de pronto Edi.
–No lo sé.
–Vamos, por favor Jorge.
–Te lo digo en serio. En el momento me dejaba llevar pensan-
do que como una caricia llevaba a la otra, todo eso me llevaría a...
quererla más. Se mezclaron mucho las cosas. Quería amarla, pero
además el placer me arrastró. No pensé bien las cosas.
–¿Te gustó?
–Fue placentero, pero me dejó mal sabor de boca. Lo que
quedó tiraba abajo lo demás. Me arrepentí, Edi. Hubiera querido
tener novia para muchas otras cosas, pero ya no la podía mirar con
los mismos ojos... siento que perdí algo bueno. No sé si me doy cuenta
de todo lo que me dio o yo le di esa tarde. Por dentro creo que no.
El problema de estos adolescentes es que todavía no están sufi-
cientemente maduros para asumir las responsabilidades de la pareja.
Es cierto que varón y mujer están llamados a unirse, comple-
mentarse e integrar sus vidas masculina–femenina.
* Esto pasa cuando él ha crecido suficientemente como varón
y experimenta la seguridad de su masculinidad. Por su lado ella tam-
bién se siente totalmente femenina, ubicada y madura. Además el amor
ha madurado lo suficiente como para que la entrega sea total.
Hay menos posibilidad de engaño, pues los dos van con actitu-
des abiertas, sinceras y maduras. En este sentido la relación es fruto del
amor y se ve protegida por un compromiso sólido y objetivo como el
matrimonio.
160
* En cambio, cuando todavía se encuentran inseguros y no han
madurado, esta relación anticipada les hace mucho daño en el proceso
de maduración afectivo–psico–sexual.
· Él, todavía no consolidado en su masculinidad, siente gran atrac-
ción por ella. Pero como no está maduro, ella lo desintegra. Él está a merced
de su inseguridad y puede ser engañado por sí mismo o por ella.
· Ella, todavía no totalmente desarrollada como mujer e inse-
gura, experimenta una fuerte atracción por él, pero no llega a
interiorizarlo como persona. Entonces se siente como acaparada psi-
cológicamente. Es vulnerable tanto a sus vaivenes propios como a la
inmadurez (y hasta falta de escrúpulos en algunos casos) de él.
–No te lo puedo explicar bien, pero no me sentí como dicen
que te sientes al tener sexo. Sé que puede sonar increíble, pero me
hubiese gustado que nunca ocurriera. Si hubiera sabido, me hubiese
tomado más tiempo.
Los resultados
Esta forma de incursionar en la sexualidad pre–genital pro-
duce un momento de placer pero no nos hace mejores ni más felices. Son
muchas las dudas que quedan y más los problemas que resolver en la
propia cabeza. ¿Qué significó ese momento? ¿Qué significo yo ahora
para esta persona? ¿Y ella para mí?... Y muchas más.
La experiencia de muchos años enseña que no vale la pena. Algunos
reclaman que la vida es injusta con los jóvenes,
porque después de tan placentero momento
en lugar de haber tranquilidad hay inquie-
tud. Dicen que ellos tienen ya demasiados
problemas como para afrontar uno más.
Le echan la culpa a la vida, al destino, a
la naturaleza, a Dios.
No se trata de echar culpas sino
de darse cuenta de que nada de
esto es necesario. Para que veas
la diferencia: necesario es que
crezcas y que resuelvas las
dudas e inquietudes que ese
161
 hecho para amar | lección 31 : valoración de las circunstancias
crecimiento te genere, no que afrontes todo lo que la relación sexual
representa.
–Por eso me gustó este libro, Edi. Y por eso quería que lo
leyéramos. Me convenció la reacción que tuviste con el tonto de
Humberto. Esto no se lo contaría a cualquiera. Ahora sé que las cosas
se pueden hacer de otra manera. Por más que muchos digan otra
cosa, ahora sé lo que tengo que hacer.
Lección 31
Valoración de las circunstancias
Patricia y su madre hacía buen rato que hablaban sobre el
tema de la sexualidad. La hija nunca pudo hablar así con su madre y
se sorprendió lo mucho que estaba aprendiendo. Creía que sabía
todo, cuando en realidad era bastante ignorante.
–En definitiva –decía su madre– tener o no tener relaciones
sexuales es una decisión, hija. Por lo tanto lo primero que tienes que
tener en la cabeza es claridad acerca de lo que quieres. Pienso que
cualquiera que busca sexo en el fondo quiere amor. Tienes que fijar-
te si las condiciones de lo que estás haciendo te conducen al amor...
–Pero entonces, ¿qué es primero, el sexo o el amor?
–El sexo es fruto del amor. Lo que pasa es que a veces nos
equivocamos hasta para hablar. Hay gente que cree que tener rela-
ciones los va a conducir al amor o va a hacer que su pareja no se vaya
de su lado. Eso es un gran error. Eso es no saber valorar lo que está
rodeando nuestros actos. El amor es una vivencia muy grande. Una
parte es la relación sexual, pero ni siquiera es la más importante.
Porque hay amor por ejemplo entre nosotras, como madre e hija.
–Entiendo, mamá.
–Me alegro que entiendas, porque hay gente que no entiende.
–¿Por eso las chicas tienen relaciones sexuales?
–En parte sí. Pero en parte porque no saben valorar todo lo
que rodea este acto. Como te decía hace rato, el acto sexual es una
decisión, una decisión que tienes que tomar como muchas otras a
las que te enfrentarás. Las chicas, y también los varones, que llegan a
162
las relaciones sexuales no se dan cuenta de lo que hacen. No se detie-
nen a pensar que es un paso muy importante, un paso que tiene que
ser meditado y que requiere tener «cosas».
–¿Cosas como qué?
–Madurez, autoestima, respeto, amor verdadero y probado,
seguridad de que si viene un hijo se le podrá cuidar. Es más, quien se
enfrenta a la relación sexual tiene que saber que siempre existe la
posibilidad de que venga un hijo que tiene que ser fuente de alegría
y no de miedo. Por eso el matrimonio es tan importante.
En ese momento Patricia se sintió implacable y pensó que su
madre no podía hablarle sobre matrimonio. Pero calló para no tener
una pelea. Fue lo mejor.
–Por eso antes de pensar en la relación sexual tienes que
pensar en el matrimonio –remató la señora Jiménez.
–Pero para eso falta.
–Está bien, pero es sólo en el matrimonio
donde puedes tener todas las condiciones
para hacer que la decisión esté protegida y
Cuando tú tengas que segura.
tomar tus decisiones,
detente un instante. De pronto la madre se detuvo. Pensó un largo
Piénsalo, valora todo lo rato. Luego miró a su hija a los ojos.
que está en juego. –Tengo que decirte algo. Estos días, leyendo
algunos apuntes viejos que tenía de años atrás,
encontré un pasaje histórico que copié el día
que le dije sí a tu padre: El cruce del Rubicón por el César. Cuando
César cruzó el río Rubicón sabía que iba a la aventura (no te impa-
cientes que ya te la daré para que la leas). Él sabía que no había
marcha atrás. Yo también lo supe el día que acepté casarme...
–¿Y qué pasó? –preguntó mordaz Paty.
–No lo sé. Espero que tengamos tiempo de pensarlo. Lo im-
portante es que sabía que esa decisión era para siempre y la tomé de
todos modos.
¿Hacia dónde iba su madre?
163
 hecho para amar | lección 31 : valoración de las circunstancias
–Esto te lo digo porque quiero luchar para que todo salga
bien con tu papá. Es decir... –la señora Jiménez estaba emocionada–
quiero ver qué pasó, quiero volver a mi primera decisión, mi deci-
sión de amor. Sé que no será fácil, pero estoy dispuesta a dar esa
batalla contra mi genio, mis egoísmos, mis exigencias... quiero com-
prender las necesidades de... de tu papá... quiero saber qué pasó.
También quiero que él me entienda. Eso no era posible a los gritos,
pero ahora me doy cuenta de tantos errores...
Patricia lloraba en silencio. Lloraba de tristeza y de emoción
a la vez, porque se daba cuenta de lo que estaba pasando.
–No digo que será fácil, pero lo intentaré... lo intentaremos –
ya Sofía estaba más calmada–. Es que hace dos días hablé por teléfo-
no con tu papá y dijo que estará llegando la semana entrante. Cree-
mos que la playa es el mejor lugar. Es terreno neutral. Lo noté tran-
quilo en el teléf...
No pudo terminar de hablar porque ya su hija le había echa-
do los brazos al cuello y la llenaba de besos. La abrazó fuerte y lloró.
Esas lágrimas pedían perdón. Esas lágrimas empezaban a curar heridas.
No dijeron nada el resto de la hora, las dos abrazadas con la
luz rosada de un atardecer bellísimo. Entraron a la casa cuando tu-
vieron frío. No hacían falta palabras. Patricia fue directo a la radio y
puso música... por primera vez desde que llegaran a la playa pueblo.
Estaba en verdad muy contenta.
Esa noche, sobre la almohada, encontró el libro de apuntes de
su madre.
Tomar decisiones acertadas depende también, en buena medi-
da, de la valoración de las circunstancias que rodean nuestra decisión
y las repercusiones que puedan ellas tener en nuestra vida.
Julio César nos da una lección en esto de tomar decisiones.
«Pensar y actuar».
El cruce del Rubicón 11
Roma era la ciudad más poderosa del mundo. Los romanos
habían conquistado todos los países del norte del Mar Mediterráneo y
muchos del sur.
11. Versión de James Baldwin, citada por William Bennett.
164
Julio César se había convertido en el héroe de Roma. Había
conducido un gran ejército a la Galia, esa parte de Europa que hoy
incluye Francia, Bélgica y Suiza, y la había convertido en provincia
romana. Había cruzado el Rin y había sometido parte de Alemania. El
ejército de César cruzó a Gran Bretaña, una comarca salvaje y remota
para los romanos, y fundó colonias en la isla.
Durante nueve años César y su ejército habían servido bien y
lealmente a Roma, pero César tenía muchos enemigos en la capital.
Una de estas personas era Pompeyo, desde tiempo atrás el hombre más
poderoso de Roma. Al igual que César, comandaba un gran ejército,
pero sus tropas habían hecho muy poco para ganarse el aplauso del
pueblo. Pompeyo comprendió que con el tiempo César sería su amo, a
menos que él hiciera algo para impedirlo. Así que comenzó a trazar
planes para destruirlo.
En un año el servicio de César en la Galia terminaría. Se enten-
día que entonces regresaría a Roma y sería elegido cónsul de la pode-
rosa república romana.
Pompeyo y otros enemigos de César decidieron impedir que
esto sucediera. Indujeron al senado romano a enviar a César la orden
de abandonar su ejército y regresar a Roma de inmediato. “Si no obede-
ces esta orden –dijo el senado–, serás considerado enemigo de la repú-
blica”.
César sabía lo que esto significaba. Si iba a Roma solo, sus
enemigos levantarían falsas acusaciones contra él. Lo juzgarían por
traición e impedirían que lo eligieran cónsul.
Reunió a los soldados de su legión favorita y les contó el com-
plot que se había tramado para arruinarlo. Los veteranos que lo ha-
bían seguido en tantas peripecias, y lo habían ayudado a obtener
tantas victorias, declararon que jamás lo abandonarían.
Al fin llegaron a un riachuelo llamado Rubicón. Era el límite de
la provincia de Galia; en la otra margen se encontraba Italia. César se
detuvo un instante en la orilla. Sabía que al cruzar el río declararía la
guerra contra Pompeyo y el senado romano.
–Podríamos retroceder –se dijo–. A nuestras espaldas se en-
cuentra la seguridad. Pero una vez que crucemos el Rubicón para in-
gresar en Italia, la suerte estará echada. Debo elegir aquí.
165
 hecho para amar | lección 31 : valoración de las circunstancias

Dio la orden y cabalgó gallardamente por el riachuelo.

–Hemos cruzado el Rubicón –exclamó al llegar a la otra ori-
lla–. La suerte está echada.
La noticia se transmitió por las carreteras y senderos que con-
ducían a Roma. ¡César había cruzado el Rubicón! Cuanto más se acer-
caba a Roma, con más fervor la gente celebraba su llegada. Al fin César
y su ejército llegaron a las puertas de la ciudad. No hubo resistencia
cuando César entró en la ciudad. Pompeyo y sus aliados habían huido.
Desde hace más de dos mil años, los hombres y mujeres que enfren-
tan decisiones piensan en César antes de cruzar su propio Rubicón.
Cuando tú tengas que tomar tus decisiones, detente un instan-
te. Piénsalo, valora todo lo que está en juego. Consulta con la gente que
te rodea. Pregunta por tus intenciones. Piensa qué vas a hacer. Cómo lo
vas a hacer.
Piensa además si es necesario o no. Busca no perjudicar a
nadie. Tómate tu tiempo y piensa lo mejor que puedas al actuar. La
prisa es mala consejera.
Una vez que has valorado todo esto, sigue adelante si ves que
tu causa es justa y es bueno lo que vas a hacer. Otra vez no te dejes llevar
por el momento, por el enojo o por todo aquello que te impida pensar.
El ver siempre todo lo que rodea tu acción te ayudará también
a cambiar de rumbo en caso de que lo necesites. Si descubres en el
camino que algo que te parecía bueno resulta ser malo, puedes cam-
biar de opinión.
Pero si no, sigue adelante y sé fiel a ti mismo y consecuente con
la verdad, que así mucha gente se beneficiará y harás del mundo un
lugar mejor para todos.
Al final, con tinta más fresca, su misma madre había escrito:
“El matrimonio ha sido lo más bueno y hermoso que me ha pasado”.

166
 hecho para amar | lección 32: homosexualidad
Lección 32
Homosexualidad
Jorge y Edi se despertaron a media mañana. Al fin y al cabo
eran vacaciones y podían hacerlo. Además la noche anterior se ha-
bían quedado hasta muy tarde leyendo el libro y conversando.
Desarmaron la carpa, tomaron desayuno y emprendieron el
regreso a casa. Iban contentos porque en verdad era un hermoso día.
Pasaron frente a la casa de Patricia y vieron que las puertas estaban
cerradas. “Qué pena –pensó Edi–, me hubiera gustado verla”. El caso
era que Paty también se había desvelado y ella seguía durmiendo,
soñando con tener pronto a su padre en casa.
Los muchachos siguieron adelante comentando cosas sin
importancia. Pasaron por la casa–barco, dejaron las cosas de Edi y
decidieron ir a almorzar al pueblo.
En el camino se cruzaron con Humberto y Alejandro. Los
hermanos estaban resentidos con ellos por la pelea junto a la roca.
Por eso ya no eran «amigos» y no se saludaron. Pero al pasar se
empezaron a burlar de ellos.
–Míralos, tan juntitos –dijo Alejandro.
–Déjalos, son bien mariconcitos. Por eso andan juntos –res-
pondió Humberto en un tono más hiriente aún.
Edi sintió que la sangre le subía a la cabeza. Se volteó para
darse cuenta que Jorge ya estaba delante de él. Los hermanos se
pusieron pálidos y quisieron salir corriendo, pero no lo lograron. Se
armó una batalla campal de trompadas, jaladas de pelo y demás.
Alejandro y Humberto gritaban y se defendían mientras Edi y Jorge
les trataban de enseñar «buenos modales». El tío Eustaquio, que ha-
bía salido al pueblo por pan, los separó a los gritos.
–¡Qué sucede ahí! A ver, ¡sepárense!
Edi y Jorge soltaron a sus «víctimas». Los hermanos, en cuan-
to se vieron libres, salieron corriendo, lanzando amenazas. El tío
llegó lo más rápido que pudo junto a su sobrino. Estaban hechos una
desgracia: la ropa rota, agitados y colorados de la furia y también
entonces de vergüenza.
168
–¿Qué les pasa a ustedes dos?
–¡Ellos empezaron! –se defendió Edi.
–Bueno, ahora no me importa. Vengan a casa... y sin decir nada.
Una vez en la casa los pasó directamente a la cubierta.
–A ver Jorge –empezó el interrogatorio–, ¿me puedes expli-
car qué se supone que estaban haciendo?
El muchacho dudó un momento pero inmediatamente mos-
tró su nobleza.
–Nos llamaron maricones. Que estábamos juntos porque éra-
mos unos maricas. No lo soporté. Perdí el control.
Edi no decía nada.
–¿Y te parece que a los puños es la forma de resolverlo?
–Bueno, no. No sé. Sentí que me insultaban.
–Mira Jorge... y esto va para los dos. Me parece muy bien que
te defiendas –los amigos parecían no entender lo que quería decir el
tío–. No, no. Esperen que no termino. En la vida siempre hay que
defenderse, pero también hay que tener en cuenta cuándo y por qué
motivos uno se defiende. Si se trata de gente tan tonta como estos
dos, no creo que valga la pena. Es más, es un desgaste inútil que no
conduce a nada. Ellos dicen estupideces y contra las estupideces la
violencia lo único que hace es darle «la razón» a los tontos. Porque lo
que ustedes han usado aquí ha sido violencia. La violencia está mal
siempre.
–¡Pero no vamos a dejar que nos insulten, tío...! –protestó Edi.
–Déjame terminar. La violencia no está bien nunca, lo cual
no significa que en momentos haya que usar fuerza para defender lo
que es justo. Lo que diferencia a la violencia de usar la fuerza es la
razón que se ponga. Si alguien te quiere robar y la única forma de
sacarlo de tu casa es dándole un golpe, eso es usar la fuerza. Pero si a
ese mismo ladrón además de sacarlo le pegas hasta casi matarlo, eso
es violencia. Porque no tienes ninguna razón para tratarlo así. Ahora,
en este caso no se justificaba en lo más mínimo usar la fuerza, por lo
que fue violencia.
169
 hecho para amar | lección 32: homosexualidad
–Sí, pero ellos usaron violencia antes –volvió a protestar Edi.
–Cierto, pero en este caso la mejor forma de resolverlo no
era usando fuerza, sino inteligencia. Les aseguro que si le hubiesen
hecho ver que ellos no son nadie para molestarlos, ahora estarían
más picones. Ustedes se enojaron y ellos ganaron. Es poco inteligente
dejar que un tonto te haga enojar. Si lo permites no piensas, y si no
piensas caes en la violencia, y si caes en la violencia eres un violento
más, y así las cosas no se resolverán jamás.
Más calmados los muchachos vieron la razón que llevaba el
viejo.
–Ahora otra cosa que me interesa saber es por qué les mo-
lestó tanto el que les dijeran maricas.
–Es obvio, tío –respondió Edi.
–Cierto. Pero, ¿qué saben ustedes de la homosexualidad?
No podían responder. Bueno, alguna cosa sabían, pero por
vergüenza prefirieron pasar por ignorantes.
–Ése es el punto, muchachos. Voy a decir pocas cosas. Es algo que
deben hablar con sus papás. Pero bueno, me parece oportuno que
toquemos el tema. Primero quiero advertirles que una cosa es ese
insulto y otra el contenido más profundo de la palabra. En este caso
el insulto lleva una carga violenta y despectiva. Pero nace de un des-
orden en la etapa de desarrollo. Sí, aunque se sorprendan, ser homo-
sexual es como estar herido, es un trastorno. Los científicos lo defi-
nen como el síntoma de un trauma durante la niñez que altera la
personalidad a tal punto que en vez de gustarle a los hombres las
mujeres, sienten atracción por otros hombres. En el caso de la mujer
es lo mismo entre ellas.
–¿Cómo se da, don Eustaquio?
El tío había despertado la curiosidad de sus jóvenes oyentes.
–Bien... creo que es hora de que veamos a quienes saben.
Déjenme buscar por aquí un libro... –se paró, bajó a su biblioteca y
regresó con un libro que Edi todavía no había visto. Empezó a hablar
mientras lo hojeaba–. Nadie sabe con certeza cómo se ocasiona. Los
especialistas, sin embargo, han detectado características comunes
en la mayoría de estos casos. Aquí está:
170
Entendemos como causales de la conducta homosexual aque-
llos eventos traumáticos ocurridos durante la infancia como la presen-
cia de un padre hostil o distante, padres sobreprotectores, la pérdida
de ambos padres o que un miembro de la familia haya vestido al niño
con ropa de mujer, entre otros. Lo importante es entender que el proble-
ma no es genético, el homosexual no «nace» sino que se «hace».
Muchas veces en la historia de los homosexuales se ve una
familia con muchos problemas. Los chicos no logran identificarse bien
con sus padres, ni las chicas con sus madres. Esto no quiere decir que
cuando tengamos cuadros complicados como éstos, habrá necesaria-
mente un homosexual. Cada persona es distinta y por lo tanto cada
caso es completamente particular, pero muestra lo importante del amor
dentro de la familia para madurar un crecimiento correcto.
Si se tiene la desgracia de no contar con este apoyo a tiempo es
importante buscarlo después, pero no se le hace ningún favor tratando
de hacer aparecer este desorden como normal, puesto que no lo es:
“Digámoslo con toda claridad y énfasis: el homosexual es digno de
todo respeto y de todo tipo de ayuda, incluyen-
do la asistencia moral y religiosa. Pero repitá-
moslo una vez más: la homosexualidad es un
Se puede tener el trastorno que básicamente consiste en una des-
trastorno o desorden viación de los comportamientos normales de
pero no actuar de la sexualidad”12.
acuerdo a él. Se puede tener el trastorno o desorden pero no
actuar de acuerdo a él. Es decir, no es obligato-
rio seguir la inclinación, el homosexual no ne-
cesariamente tiene que tener relaciones con
otros homosexuales.
Los homosexuales que se respetan y no caen en una vida de
actos anti–natura son hombres sumamente valientes y dignos de res-
peto. Por eso es de ignorantes ridiculizar o maltratar a las personas
que se sospechan de ser así, porque muchas veces están cargando con
dificultades muy grandes en la vida. Es muy probable que vivan una
vida más heroica que muchos de nosotros. Tal vez no tengan la culpa
de estar enfermos, pero sí son responsables de cómo actúan y nada en
el mundo transformará este desorden en bueno.
12. Cfr. Balague, E. y Uva, N. Op. cit., p. 138.
171
 hecho para amar | lección 32: homosexualidad

No están solos, existen tratamientos que los pueden ayudar a colegio o que un enfermo (ciego, por ejemplo) conduzca un avión. Estas
identificar el trauma y buscar el remedio adecuado para el mismo. Así conductas no son discriminatorias. La sociedad tiene el derecho y el
como pueden desarrollar actividades que pueden ayudarlos a mejorar deber de defender a sus integrantes”13 .
la propia estima y ganar mayor seguridad en relación a su identifica-
–¿Recuerdan el caso de las mujeres? –interrumpió la lectura
ción sexual. Tal vez no superen su inclinación, pero tendrán más herra-
el tío–. Aquí también nos dicen algo sobre esto.
mientas para entender y vivir la castidad, para recobrar su integri-
dad de vida e ir poco a poco superando los traumas que causaron su En el caso de la homosexualidad femenina (lesbianismo), tam-
condición. Ellos necesitan la misma castidad que es necesaria para bién se encuentran problemas de depresión en las madres durante los
toda persona soltera, sólo que en ellos implica tal vez una vigilancia dos primeros años después del parto, padres que querían hijos hom-
específica. bres, madres víctimas de violencia o preferencias hacia el hermano
hombre (sobre todo de parte del padre).
Pero son necesarias algunas otras aclaraciones.
–Esto –concluyó el tío– es para que sepan un poco más cuan-
Amaneramiento: Muchas veces se asocia amaneramiento o
do se usan determinados insultos o apelativos. Además les vendrá
«extrema delicadeza» con homosexualidad. No debe ser así: ni todo
bien para ustedes mismos. Recuerden: cualquier inquietud a este
amanerado es homosexual, ni todo homosexual es amanerado. Lógica-
respecto no duden de hablar con sus padres. A veces los chicos se
mente que lo más sano es tener bien caracterizados los comportamien-
hacen demasiado problema por cosas tal vez no tan importantes y
tos del sexo de cada uno, pero éste no es todo el problema.
esto les trae problemas. O al revés, puede que le resten importancia a
Discriminación: Los homosexuales sufren este padecimiento, cosas que de suyo la tienen. Sean abiertos y francos. Sus papás los
pues su modo de relacionarse con los demás se ve seriamente afectado sabrán ayudar.
y sienten una gran soledad. Por eso creo que debemos decir algunas
–Una duda, don Eustaquio –preguntó Jorge interesado–. Esto
cosas sobre la discriminación.
de la discriminación, tiene que ver con el SIDA, ¿no?
“Los homosexuales tienen derecho a ser tratados como perso-
–Buena pregunta hijo –contestó pensando el viejo.
nas que son y a no ser agredidos de palabra o de hecho. Deben poder
conseguir trabajo siempre que su conducta no ponga en peligro la –La gente cree que ser homosexual es sinónimo de SIDA,
salud moral de los demás. Pero no pueden aspirar que su condición sea cuando en realidad esta enfermedad no tiene relación directa con
considerada normal. este hecho propiamente sino los hábitos adquiridos en la vida sexual.
Un hecho frecuente, por ejemplo, es el hábito de la masturbación
Las personas humanas tienen características que naturalmen-
mutua entre hombres o en grupos, la cual se instala tanto que llega a
te las distinguen: sexo, raza, color de piel, edad, idioma, etc. No es legítimo
afectar el interés por las chicas terminando en la bisexualidad y en la
discriminar a nadie por estas diferencias normales y naturales.
promiscuidad. Son estos hechos los que llevan a contraer SIDA.
La homosexualidad no es normal ni natural. No son ellos mo-
De hecho Jorge abría todo otro capítulo con el tío Eustaquio.
delos identificatorios. Por ello es legítimo, y no es discriminación, impe-
dir que homosexuales adopten chicos, o ejerzan ciertos empleos: profe-
sores de educación física, instructores militares, directores de campa-
mentos...
En eso se debe proceder igual que cuando no se autoriza que
una maestra o un alumno con enfermedad contagiosa concurra al
13. Ray, C. Op. cit., pp. 296ss. Falta el nombre y los datos de la obra

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 hecho para amar | lección 33 : El SIDA: gran reto de un siglo que termina y otro que empieza

Lección 33 aunque sí se transmiten así las otras enfermedades que portan los
El SIDA: gran reto de un siglo que enfermos de SIDA, como la tuberculosis (TB). Respecto a la saliva, es un
termina y otro que empieza tema que se ha tratado mucho y de acuerdo a últimos estudios es
probable que sí sea agente de transmisión.
Jorge había hecho otra pregunta interesante. Así la conversa-
Hay tres maneras de adquirir y a la vez de prevenir la
ción se metió una vez más en temas de mucha actualidad.
transmisión del SIDA.
El tío Eustaquio adelantó unas páginas más de su gran libro y
a) SIDA conductual (que se transmite por conductas
volvió a leer.
riesgosas)
El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) es una en-
1) Los drogadictos que comparten las jeringas.
fermedad que tomó fuerza en la década de los ’80. Algunas teorías sostie-
nen que empezó en África y se ha extendido por todo el mundo. Otros 2) Las relaciones sexuales entre homosexuales (especialmente
especialistas piensan que ya existía en la época de los romanos y que luego, varones). En su conducta contra natura utilizan partes del
por diversas razones, permaneció latente hasta nuestros días. cuerpo que quedan seriamente dañadas, ya que en reali-
dad no están preparadas para el acto sexual, lo que facilita
El SIDA es provocado por el virus de la inmunodeficiencia huma-
el paso del virus que está en el semen.
na (VIH), que se multiplica en los glóbulos blancos del organismo, a los que
destruye provocando la caída de las defensas. Este descenso permite que 3) Los heterosexuales de vida promiscua, tanto ellos como ellas,
aparezcan tumores o infecciones que normalmente no se darían (llama- pueden contagiarse sobre todo cuando mantienen relacio-
das «oportunistas») que llevan al paciente a la muerte. nes genitales anti–naturales (esto es, por vía distinta de la
genital–genital). Ésta es la vía más común de contagio.
Una vez que el virus entra al organismo hay un largo período
de incubación en que el enfermo infectado puede transmitir la enfer- b) SIDA previsible (que los médicos prevén que se pueda dar
medad, pero no tiene síntomas. Es lo que se llama ser seropositivo. el contagio)
Años después del contagio aparece el cuadro completo de la enferme-
4)Cuando la madre está infectada o es enferma. El 30% de los
dad: adelgazamiento, diarreas, cáncer de piel y cuadros infecciosos
recién nacidos estarán afectados.
generales o respiratorios, como la tuberculosis, que dañan al enfermo
hasta su muerte. 5) Cuando la madre infectada amamanta a su hijo.
Hay drogas de quimioterapia que retrasan y alivian los sínto- 6) Cuando uno de los dos en una pareja
mas del SIDA, pero no destruyen al virus. Se están experimentando está infectado o enfermo, el otro o la otra
vacunas, pero es difícil de dar con una efectiva, ya que el virus muta. puede infectarse a través de las relaciones
Mientras llegan ayudas médicas y vacunas más efectivas, hay que sexuales. Si la mujer padece otra enferme-
atender con la mayor dedicación a estos enfermos ofreciéndoles con- dad de transmisión genital, las posibilida-
suelo físico y espiritual. des de contagio son mayores.
c) SIDA prevenible o accidental
¿Cómo se contagia el VIH?
7) Por transfusiones sanguíneas o de productos
El virus se elimina por la sangre, el semen y la leche materna.
que contengan sangre que esté contaminada
Estas tres son las únicas vías de contagio. Las lágrimas, la respira-
por el virus del SIDA.
ción, la tos, la orina o las materias fecales no transmiten el SIDA,

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 hecho para amar | lección 33 : El SIDA: gran reto de un siglo que termina y otro que empieza
8) Por pinchazos o cortes accidentales con agujas o instru-
mentos con sangre contaminada.
9) Por contacto directo con sangre contaminada que pueda
ingresar a través de una herida (al atender un herido o un
parto).
La prevención
Cierta publicidad recomiendan que para evitar el SIDA hay
que usar preservativos. Pero éstos pueden ser útiles en el 83% (muchas
encuestas le dan menos efectividad) de los casos de las relaciones sexua-
les con infectados o enfermos.
La campaña sanitaria contra el SIDA debe basarse en evitar
las causas que lo producen, según las tres formas de transmisión men-
cionadas.
Para el SIDA prevenible hay que controlar los bancos de sangre
y la elaboración de productos hematológicos (relacionados con la san-
gre), y hay que proteger con guantes al personal de salud y de los
servicios de emergencia.
Para el SIDA previsible hay que estudiar a las madres embara-
zadas que estén contagiadas para que eviten el amamantamiento.
Además controlar a los recién nacidos.
Para el SIDA conductual lo importante es lograr cambios de las
conductas desordenadas. Pretender que desaparezca el SIDA
publicitando o repartiendo preservativos, agravará el problema.
–Pero tío, muchos te hablan de preservativo, ¿la solución no
es usarlos a la hora de tener sexo?
–Por lo que he leído y entiendo, con toda franqueza no. Hace
poco me llegó un informe de la Marina de los Estados Unidos en el
que se descubrió que los poros del látex de un preservativo son
mucho más grandes que el virus del SIDA. Si lo ves en el microsco-
pio, el preservativo parece un colador.
–¿Y por qué no todos se contagian?
–Es como cuando cuelas harina. Las rejillas del colador son
más grandes que los granos que tienes, pero si las tiras todas juntas
176
llega un punto en que no cae ninguna. Pero eso es como una lotería.
Con que caiga 1 virus fuera del condón es suficiente para que te
contagies. Además, entre nosotros el preservativo es muy difícil de
usar y le quita a la relación sexual toda la magia que debe tener. Un
hombre de verdad no usa condones... un hombre de verdad respeta
todo lo que tiene que ver con el sexo. Principalmente respeta a su mujer,
que suele sentirse muy mal cuando en las relaciones se usa condón.
Los chicos estaban asombrados de oír hablar así al tío
Eustaquio.
–Pero entonces, ¿cuál es la solución?
–Creo que es hacer bien las cosas y no buscarse problemas
innecesarios. Miren, les voy a leer algo más.
“Nos parece importante hacer algún comentario sobre las cam-
pañas contra el SIDA. Por lo que se ve, se ha puesto demasiado énfasis
en el uso del preservativo. Transmitir el mensaje de que el preservativo
resuelve el problema nos parece sencillamente criminal, dada la grave-
dad mortal de lo que se quiere evitar. Por un lado no existen estudios
definitivos en cuanto a la capacidad del virus
para atravesar la porosidad del látex. Por otra
parte siempre existe la posibilidad de que el
...los poros del látex de profiláctico se rompa durante la relación
un preservativo son sexual”14.
mucho más grandes
“Quien, durante toda su vida sólo realice el
que el virus del SIDA. acto sexual con una misma persona y esta per-
sona nunca lo realice con ninguna otra, no será
infectado/a por ninguna enfermedad transmi-
tida sexualmente. Todos los demás contactos
pueden implicar, por el contrario, el riesgo de contagio”15.
“La abstinencia (el no tener relaciones sexuales antes del ma-
trimonio) es una elección de salud positiva, y los prestadores de asis-
tencia de la salud deben reforzarla”16.
14. Balague, E. y Uva, N. Orientaciones y aportes para la educación sexual.
15. Folleto del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas. Estocolmo, Suecia,
1995.
16. Clínicas Pediátricas de Norteamérica, 1989. Ginecología de la adolescencia.
177
 hecho para amar | lección 34: realismo
–Ahora –continuó el tío Eustaquio–, te lo voy a decir cómo
yo lo veo: lo mejor es esperar hasta el matrimonio y ser fiel en él (dos
méritos de la castidad y dos formas de vivir en plenitud la sexuali-
dad). Sólo así se puede garantizar que nadie se contagiará. Podría
decir que también para esto es útil la castidad.
Los muchachos estaban impresionados. Evidentemente el tío
sabía cosas que los otros no decían. Lo bueno era que todo estaba en
libros bien documentados, para que no pudieran pensar que mentía.
–El SIDA es el gran reto de todos, de un siglo que termina y
otro que comienza. Sólo les pido que si alguno de ustedes se encuen-
tra en su camino a un enfermo, no le cierre la puerta. Él de seguro los
necesita. Sus decisiones son importantes. Confíen más en su fuerza y
en la pureza del amor que en un pedazo de látex... es jugarse demasia-
do. No pueden confiar toda su vida en algo tan pequeño y limitado.
Desde que empezaron las campañas que promueven el uso del con-
dón, como «sexo seguro» o como «sexo menos peligroso», se ha
incrementado el número de contagios.
Esa tarde, una de las últimas de las vacaciones de Edi, los
amigos casi sin quererlo habían hablado de dos temas muy impor-
tantes. Cada palabra del viejo Eustaquio quedó resonando en sus
mentes por mucho tiempo.
Lección 34
Realismo
Paty estaba «eléctrica». Se levantó temprano y arregló la casa
para esperar a su papá. Tenía muchas esperanzas puestas en ese en-
cuentro. Por fin a media tarde, en un taxi, llegó César. La expectativa
era grande: ¿Qué iría a pasar?
La «bienvenida» fue un poco tensa. Hablaron un rato sobre el
viaje y el clima, hasta que se hizo un silencio incómodo. La hija sabía
lo que tenía que hacer.
–Hay una fiesta esta noche en casa de una amiga –dijo con
cara de pena–. Perdón, papi, pero ya me habían invitado.
–No te preocupes. Tu madre y yo tenemos mucho de qué
hablar...
178
Estaba todo planeado. Ángela y su hermano Jorge pasaron
por ella y dejaron a los esposos solos.
Paty estaba contenta por un lado con la llegada de su papá,
pero triste al mismo tiempo porque pronto dejarían esas playas en
las que tanto había aprendido. Tenía tanto que pensar, que no se
interesó por la fiesta. Se fue al malecón, frente al mar. Quería sentirse
y estar sola. Tiró una piedra y empezó a pensar en Edi.
Le gustaba Edi. Incluso haberlo conocido había sido ocasión
para aprender más sobre la vida. Pero había estado varios días in-
quieta. Tenía que tomar una decisión y no sabía qué hacer.
Por eso un día antes volvió a recurrir a su madre. En ese
momento repasó cada palabra del diálogo con ella. Para tomar deci-
siones tenía que ver todas las circunstancias y no apurarse. Pero
algunas circunstancias no le gustaban.
–¿Qué dudas tienes, Paty?
–No sé si quiero que Edi sea mi novio...
–Primero me parece de lo más natural que si
Si empiezas por conocer el chico te gusta y se han caído bien quieras
y reconocer los límites algo más con él. Por otra parte me da gusto
que naturalmente tienes, que tengas dudas. No sabes si lo volverás a
puedes proyectarte ver. En pocos días terminan las vacaciones y
él no vive en la misma ciudad que nosotras.
hacia delante y llegar a Una relación así, a la distancia, sería muy
ser realmente grande. complicada. Pero hay más. A los dos todavía
les falta crecer. No sólo en lo personal, sino
también en relación con los demás. Esto te puede parecer injusto,
pero ¿qué ganarías teniendo algo más serio con él si no lo vas a ver?
Una relación implica compromiso y tiempo.
–Sí. Me parece injusto.
–Pero no lo es. Es una limitación a lo que puedes hacer o
dejar de hacer, pero no es injusto. En todas las circunstancias de la
vida te vas a encontrar con limitaciones en lo que te gustaría hacer.
Esos límites son de lo más normal. Siempre los tienes que tener en
cuenta, tanto antes como después de que tomes tus decisiones. Por
179
 hecho para amar | lección 34: realismo

eso es necesario que seas realista, no te dejes llevar por la subjetivi- El problema es que siempre corremos el peligro de dejarnos
dad. Nunca los límites están para perjudicarnos. ganar por la soberbia y pensar que no existen límites en lo que de-
seamos o hacemos. Si es así, reventaremos como la rana y finalmente
Hay una fábula de Esopo que de algún modo muestra lo que
no habremos conseguido nada.
sucede cuando no se tiene realismo. Esopo fue un griego que escri-
bió sus cuentos hace más de 2000 años. Son tan buenos que nunca Su madre había sido muy clara. Ahora le tocaba a ella decidir
pierden vigencia. qué hacer. Era cierto que Edi le gustaba y que tenía un sentimiento
fuerte hacia él, pero también era cierto que sería muy difícil que
luego de ese verano se pudiesen ver. No era probable que ella volvie-
La rana y el buey
ra a esa playa y tal vez Edi tampoco lo hiciera. Parecía que todo
Miraba una rana a un buey que pastaba en el verde prado y le
estaba en contra. Pero, ¿en contra de qué?
surgió la insensata soberbia de ser tan grande como él.
En contra de «un amor de verano». Ciertamente, pero no de
–Inflándome –decía– llegaré a su tamaño o acaso más. ¿Qué
una buena amistad. Esa noche, mirando las olas romper en la playa,
privilegio tiene ese animaluco del que carezca yo?
Paty empezó a ver las cosas de otra manera y se sintió más cómoda
Entonces se infló y, llamando a sus hijos, les preguntó si les y tranquila. ¿Por qué tenían que ser «novios»? ¿Por qué en eso tenía
parecía mayor que el buey. Los hijos con humildad contestaron negati- que terminar un «amor de verano», un entusiasmo tan rápido y
vamente. pasajero como ése? Tal vez porque así lo marcaba la moda o la tele-
visión. Pero a ella esas cosas no le importaban. Fue realista, como se
Por segunda vez, y empleando más fuerza, estiró su piel la rana
lo dijo su mamá, y empezó a tomar una buena decisión.
cuanto pudo y volviendo a preguntar a los renacuajos, obtuvo la mis-
ma respuesta. El buey todavía era más grande. De pronto Ángela se acercó y la sacó de sus pensamientos.
Furiosa entonces, la rana hizo un esfuerzo supremo y con tal –¿Qué haces?
ímpetu de vanidad, que reventó en mil pedazos...
–Miro el mar. Es lindo de noche.
Ni aún así fue tan grande como el buey.
–Acaba de llegar Edi... y preguntó por ti.
Reconocer los propios límites es una virtud que nos
Ésa era la oportunidad.
posibilita no solamente tomar decisiones más acertadas
que las de la rana, sino también conocernos mucho mejor –Ángela, ¿podrías decirle que estoy aquí y que me gustaría
a nosotros mismos y llevar esos límites al máximo. hablar con él?
Hay cosas que tú no has elegido: tu estatura, tu –Claro. Ahora «te lo mando».
belleza, tu coeficiente intelectual, tu educación y
–Gracias.
tantas otras. Ésas son tus primeras
limitaciones... pero al mismo tiem- Tenía que dar ese paso.
po tus grandes armas. Si empie-
zas por conocer y reconocer los
límites que naturalmente tienes,
puedes proyectarte hacia de-
lante y llegar a ser realmente
grande.

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 hecho para amar | lección 35 : la nobleza de una buena decisión
Lección 35
La nobleza de una buena decisión
El día de Edi había sido parecido al de Paty. Al menos en lo
interior, en lo que hacía a sus pensamientos. También él sentía una
tristeza por tener que dejar todo eso que tanto lo atrapó. Terminaban
las vacaciones. Otra vez al colegio, la ciudad, la rutina. Ya no tendría al
tío Eustaquio para hablar con un «grande», o a Jorge para hacerlo
con un amigo. Pero lo que tal vez más le molestaba era no poder ver
a Paty.
¿Qué podía hacer? Ella vivía lejos de su casa, en otra ciudad.
Tal vez él pudiese... pero no era todavía lo suficientemente grande
como para estar viajando tan seguido.
Así estuvo pensando todo el día. Por supuesto que su tío
Eustaquio se dio cuenta y una vez más se acercó a hablar con su sobrino.
–Estás preocupado, Edi.
–Puede ser –respondió dudando el chico–. Creo que tienes
razón, estoy preocupado.
–Dime por qué.
–No sé qué hacer con Patricia. Pronto acabarán las vacacio-
nes, ella se irá y muy probablemente no la volveré a ver. Me gusta y he
pensado en la posibilidad de pedirle que sea mi novia, pero eso...
–Eso es muy difícil. Te entiendo. Debes ir con calma. Actúa
con inteligencia. Acuérdate de las decisiones. A una mala decisión
suele seguir otra y así se puede llegar a hacer cosas que uno no quería
al principio o que antes consideraba como malas. Para evitarlo de-
bes ser íntegro. Un tipo íntegro es aquel que se da cuenta de las cosas
que debe hacer y las hace sin más, a pesar de que le puedan causar un
poco de dolor o se opongan a lo que siente en ese momento. Un tipo
íntegro es el que encuentra un fin bueno para su vida y apuesta todo
a eso. Apuesta todo a ganador. Los hombres íntegros se forman por
decisiones pequeñas que les piden sacrificios pero que son lo mejor.
Es como lo que le pasó a Régulo.
182
La historia de Régulo17
Frente a Roma, del otro lado del Mediterráneo, existió en un
tiempo una gran ciudad llamada Cartago. Los romanos nunca fueron
muy amigos de los cartagineses, y al fin estalló una guerra entre am-
bos. Primero los romanos ganaban una batalla, luego ganaban los
cartagineses, y así transcurrió la guerra durante muchos años.
Entre los romanos había un valiente general llamado Régulo,
de quien se decía que nunca faltaba a su palabra. Sucedió que Régulo
fue capturado y llevado a Cartago. Enfermo y solitario, soñaba con su
esposa y sus hijos, que estaban allende el mar, y tenía pocas esperanzas
de volver a verlos.
Había perdido una batalla, y lo habían apresado. Pero sabía
que los romanos estaban ganando terreno, y los cartagineses temían
que al final los derrotaran.
Un día algunos notables de Cartago fueron a la prisión para
hablar con Régulo.
–Nos gustaría pactar la paz con los romanos –dijeron– y esta-
mos seguros de que tus magistrados aceptarían con gusto si supieran
cómo anda la guerra. Te pondremos en libertad y te dejaremos regresar,
si aceptas hacer lo que decimos.
–¿Y en qué consiste? –preguntó Régulo.
–En primer lugar, debes contar a los romanos acerca de las
batallas que habéis perdido, y debes aclararles que con la guerra no
han ganado nada. En segundo lugar, debes prometernos que, si no
aceptan la paz, regresarás a tu prisión.
–Muy bien, prometo que, si no aceptan la paz, regresaré a la
prisión.
Y lo dejaron en libertad, sabiendo que un gran romano cumpli-
ría su palabra.
Cuando llegó a Roma, todo el pueblo lo saludó con regocijo. Su
esposa y sus hijos estaban muy felices, pues pensaban que no se sepa-
rarían nunca más. Los canosos senadores que redactaban las leyes de
la ciudad fueron a verlo. Le preguntaron acerca de la guerra.
17. Versión de James Baldwin.
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 hecho para amar | lección 35 : la nobleza de una buena decisión
–Fui enviado de Cartago para pediros que aceptarais la paz
–dijo Régulo–. Pero no sería aconsejable aceptar la paz. Nos han derro-
tado en algunas batallas, es verdad, pero nuestro ejército gana terreno
día a día. Los cartagineses tienen miedo, y con buena razón. Conti-
nuad la guerra un poco más, y Cartago será vuestra. En cuanto a mí,
he venido para despedirme de mi esposa, de mis hijos y de Roma.
Mañana regresaré a Cartago y a la prisión, pues lo he prometido.
Los senadores trataron de persuadirlo de que se quedara.
–Enviemos a otro hombre en tu lugar –dijeron.
–¿Acaso un romano faltará a su palabra? –respondió Régu-
lo–. Regresaré tal como lo prometí.
Luego se despidió de su familia y regresó con gallardía a la
prisión y a la cruel muerte que le esperaba.
Esta clase de coraje y nobleza llevaron a Roma a ser el imperio
más grande del que se tenga memoria.
El tío dejó pasar un instante como para que el significado del
cuento llegara al fondo de su sobrino.
–La falta de nobleza ha llevado al mundo al estado en que se
encuentra hoy –continuó–. Parece más fácil hacer lo que se nos
antoja que renunciar a algunas cosas por el bien de los demás. Así
nace la corrupción, porque nadie quiere sacrificar sus propios inte-
reses por lo que es correcto, por lo noble y justo.
Piensa, hijo. Si no la vas a ver más, ¿para qué darle falsas
ilusiones? ¿Para qué hacerte tú falsas ilusiones? Lo mejor sería ac-
tuar de acuerdo a lo que descubres como correcto, aunque tus
sentimientos te pesen. Así estarías velando por el bien de am-
bos. Tal vez sea más acertado e inteligente ganarte una amiga. Pién-
salo, y toma una buena decisión, que nada hay más valioso en el
mundo que tomar buenas decisiones, decisiones bien pensadas.
Edi se quedó tan pensativo como antes, pero esta vez con
más elementos.
Por eso esa noche, ya en la fiesta, cuando Ángela le dijo que
Paty lo esperaba junto al mar, pensó que era el mejor momento para
hablar.
184
El viento les daba en la cara. Las olas hacían su clásico ruido
al romper en la playa. La noche era despejada y se podían ver todas
las estrellas. Ahí estaban dos chicos, Paty y Edi, tratando de decirle al
otro lo que tanto habían pensado.
Luego de saludarse se quedaron en silencio, mirando a cual-
quier parte.
Los dos quisieron hablar a la vez... y como siempre sucede en
esos casos, los dos se taparon en lo que iban a decir. Paty le pasó la
pelota al caballero.
–Mejor empieza tú –le dijo.
–Bueno. Lo que he pensado es... Mira, te seré totalmente fran-
co: eres una chica que me gusta. Tienes algo que no sé explicar muy
bien...
–¿Y?
Por un momento Paty pensó que Edi le propondría algo. Una
sombra de ilusión corrió por su frente, pero
al instante siguiente se acordó que muy pron-
Nada hay más valioso to todo terminaría. Y ella quería que termi-
nara bien. Lo que no sabía era que Edi pen-
en el mundo que tomar saba exactamente lo mismo. Como hombre,
buenas decisiones, claro.
decisiones bien
pensadas. –Y que... –continuó el muchacho tragando
saliva–. Es una lástima que en dos días nos
vayamos cada uno a su casa. En otra circuns-
tancia te hubiera pedido que fuésemos algo...
novios o enamorados, pero así no sé... no le veo el sentido. Más bien
quisiera que seamos buenos amigos. Quiero que nos escribamos
seguido y que si otra vez nos toca venir a esta playa, tengamos a
alguien con quien pasarla bien. Porque la paso muy bien contigo,
Paty, de veras. Creo que eres una chica muy especial.
–¿Por qué dices eso, Edi?
–Creo que tiene que ver con lo que pasó el otro día, durante
el partido de voley. Pero es más. Muchos creen que si una chica te
gusta tiene que ser tu enamorada, darse la manito y andar a los besos.
185
 hecho para amar | lección 35 : la nobleza de una buena decisión

No creas que a mí no me gusta eso. Claro que sí, pero mi idea ha

cambiado. Ahora pienso un poco más las cosas y valoro también
muy fuerte la amistad. Me muero de ganas de decir que una chica,
una chica como tú, es mi novia. Pero no es el tiempo. O no son las
circunstancias. No lo sé. Por eso creo que es mejor ser amigos, pero
buenos amigos. Lo que propongo es un pacto. Escribámonos una
vez al mes, contándonos cómo marchan nuestras vidas... y después
veremos...
Paty no podía creer lo fácil que había hecho su amigo el
discurso que ella había estado preparando con tanto esfuerzo. Sintió
una gran ternura. Estaba contenta de tenerlo como amigo, aún a
pesar de la tristeza de la separación.
–Claro que sí, Edi. Creo que eres un tipo que vale la pena. Lo
que me acabas de decir y lo bien que me has hecho sentir en todos
estos días merecen muchas cartas. Yo había pensado algo así. Tú lo
has dicho muy bien; me parece una idea genial. Eres lindo, Edi, y no
te olvidaré.
–Yo tampoco, Paty.
Se quedaron mirando el mar negro un buen rato. Se sentían
melancólicos y hasta un poquitito tristes, pero muy tranquilos. Se
miraron un largo rato y luego, sin decir palabra, volvieron juntos a la
fiesta. Esa noche bailaron como nunca.
Del resto de la gente que ese verano estuvo con ellos no hay
mucho que decir. Los papás de Paty siguieron probando reconciliar
varias cosas de sus vidas. Hubo avances y retrocesos, pero al final,
después de mucho esfuerzo, volvieron a vivir juntos. No fue fácil,
pero lo lograron.
En cuanto al tío Eustaquio y a la tía Asunta, siguieron tran-
quilamente en su casa–barco, la que aún hoy es una atracción. La-
mentablemente el tío ha ido perdiendo la vista y no puede ya leer sus
antiguos y sus nuevos libros. Los cuales me dejó en herencia cuando
ya no fui Edi sino Eduardo, el escritor... porque después de ese vera-
no fui su sobrino favorito.
En cuanto a Paty, ella cumplió: los siguientes 3 años me escri-
bió una carta por mes. Luego fueron cada dos o tres meses. Al final
era para cumpleaños y Navidad. No nos volvimos a ver sino hasta

186
 hecho para amar | lección 35 : la nobleza de una buena decisión

que acabamos la universidad, cuando me invitó a su matrimonio.

Era otra persona. Mi amiga de aquel verano en la playa, sin ninguna
duda, pero había cambiado. Porque la vida siempre sigue su marcha,
y lo que de jóvenes nos parece que es deslumbrante al final tiene otro
destino, un final un poco distinto pero igual de grande a como lo
imaginamos, o incluso más grande. Nunca me arrepentí de haber
tomado esa decisión y de haber hablado así en esa última noche
frente al mar. Fue para mí el broche de oro de un verano que me
marcó muy hondo.
Por eso este libro, estas memorias, se las quiero dedicar a mi
tío Eustaquio. El más loco de los sabios o el más sabio de los locos. Y
a mi madre, que desde el cielo siempre ha guiado mi camino. Valió la
pena ser adolescente y haber vivido todas estas cosas.

188 189
 hecho para amar | fichas

Ficha 3 Ficha 5
Al cabo del primer mes puede suceder que l os padres
no l o sepan. Ya el embrión tienen un cuerpo
mil imétrico con un corazón que l ate, un cerebro y un “El hombre es el único ser que no nace obligado a repetirse. Que nace comprometido a
sistema nervioso en desarrol l o.
elegir un camino... porque no aparece constreñido a recorrer siempre el mismo o el de
todos. (...)
De aquí el compromiso tremendo y maravilloso de aprender a ser hombres. De aprender
Durante el segundo mes el embrión se encuentra
protegido por un l íquido l l amado «amniótico». Los a ser libres. Que no significa permitirnos todo, sino aprender a descubrir y a elegir lo verdadero,
órganos sexual es son un poco visibl es. Los ojos tienen ya
pigmentación. En l a octava semana el embrión tienen lo bueno, lo fraternal, lo justo, lo bello... concretamente.
ya una fina piel , y el corazón empieza a l atir. Mide
unos 4 centímetros y pesa cuatro gramos. ¿Ves?, la libertad crece y madura solamente si se convierte en la posibilidad de elegir el
camino que nos hace mejores seres humanos, más capaces de fraternidad, de creatividad,
En el tercer mes se forma l a pl acenta el órgano de justicia, de equilibrio y de audacia constructiva”.
responsabl e de l a nutrición del feto1. El feto pesa entre
35 a 50 gramos y mide 10 centímetros. Tiene definidas Julio César Labaké
sus huel l as digital es. El bebé ejercita sus múscul os:
vol tea su cabeza, dobl a l os dedos de sus pies, abre y
cierra l a boca y se chupa el dedo pul gar. Todos l os
órganos y sistemas de su cuerpo ya están funcionando.
Ahora sól o l e queda crecer. Ficha 7
Al final izar el cuarto mes el feto mide 20 centímetros
y pesa entre 200- 220 gramos. Habrá empezado a
moverse suavemente.
Sus oídos están funcionando, y hay evidencia de que el
Nuevo:
bebé oye l a voz y el l atido del corazón de su mamá así
como ruidos externos (y por tanto l a voz del papá). Fuerte:
Ciego:
En el quinto mes el feto medirá 27 centímetros y pesa
500 gramos. Si escucha un ruido fuerte se asusta y
sal ta dentro del útero. La mamá empieza a sentir l os Inestable:
movimientos del bebé.

Durante el sexto mes ya se mueve bastante y desarrol l a

múscul os. Su cerebro continúa desarrol l ándose y
poniéndose más compl ejo.
En el séptimo mes el bebé ya está en condiciones de
sobrevivir fuera del útero. Tiene más del 70% de su
peso final , l a final izar este mes pesa unos 1,500 gramos
y mide unos 35 centímetros. Los párpados se separan y
se ven sus ojos formados.

En el octavo mes l a grasa estira l a piel arrugada del

bebé, sus formas se redondean, casi todos sus órganos
funcionan igual que l os de un recién nacido.
En el noveno mes el niño está preparado para nacer.
Ll ega el momento del parto. Han pasado 280 días
contados desde l a úl tima menstruación de l a madre
(aunque siempre pueden haber variaciones).

1 La palabra feto proviene del latín y significa «el vástago» o «el joven» (Fuente:
“¿Cuándo comienza la vida?” María E. H. de Petrino, San Luis, (Argentina), 1998.)

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 hecho para amar | fichas

Ficha 8 Ficha 19

EL PRINCIPE FELIZ (Extracto de un cuento de Oscar Wilde)

1- Una mujer embarazada por primera vez. O el esposo de esta mujer.
2- Un señor de 40 años, casado y con 3 hijos. O la esposa.
3- Una novia que está a punto de casarse. O el novio.
4- Un anciano de 85 años. Tiene 6 nietos y vive con su esposa en la casa de una de sus
hijas. O la esposa.
Ficha 12
«Sólo cuando estamos ligados a nuestros hermanos por un fin común y que se sitúa fuera
de nosotros, sólo entonces respiramos, y la experiencia nos muestra que amar no es mirarnos
el uno al otro sino mirar juntos en la misma dirección. No hay verdaderos camaradas sino
cuando se unen en la misma línea hacia la misma cima en que han de encontrarse.»
Antoine De Saint-Exupéry, Tierra de hombres, Troquel, Buenos Aires 1977, p. 148.
Ficha 17
EGOISMO AMOR
1 N o se ven hace 2 semanas. El primer día que se pueden
ver él tiene un examen y no puede fallar a una clase
¿Qué quiere hacer cada uno?
2 Tenían pensado salir a la playa con un grupo de
amigos. Lo planifican por 3 semanas. Pero ella se
resfría y tiene que quedarse en la casa.
Hubo en un pueblo un príncipe que era muy bueno, y al morir le hicieron una estatua
bañada de oro y con ojos de rubíes. El príncipe desde el cielo veía al pueblo que estaba
sufriendo mucho, es así que al pasar una golondrina cerca de la estatua el príncipe le hablo
y le pidió que sacara un poco del oro que había en la estatua para dársela a la gente
del pueblo, la golondrina aceptó pero le dijo que ella estaba yendo hacia otra dirección porque
llegaba el invierno y si se quedaba iba a morir. El príncipe al seguir viendo como sufría
la gente del pueblo le pide nuevamente a la golondrina el favor de quitarle un pedazo
de oro a la estatua para dársela a esas personas que se morían de hambre, esto sucedió
varias veces y siempre la golondrina le repetía que esta era la última vez porque ya se
aproximaba el invierno. Finalmente, la estatua se quedo sin oro, ni rubíes porque hasta
eso el príncipe pidió a la golondrina que se lo diera a la gente del pueblo; y el invierno
llegó con una fuerte nieve y la golondrina murió.
Entonces, un día que el actual príncipe del Reino que no era una persona buena, paseaba
por ahí y al ver la estatua sin nada de oro mandó a destruirla y fundirla en altas tem-
peraturas de calor, pero lo único que no se pudo fundir fue el corazón de la estatua, así
que lo cogieron y lo botaron a un basurero donde también se encontraba la golondrina muerta.
Ese mismo día, Dios mandó a un ángel a que le trajese las dos cosas más preciadas de ese
pueblo, y el ángel le entregó a Dios el corazón de la estatua del príncipe y la golondrina
muerta que eran las cosas más valiosas que había encontrado en el pueblo.

3 Ella pensaba que el chico del que está enamorado era

generoso. Pero un día nota que fuera de ella no presta
nada ni comparte las cosas con los demás. Tiene
actitudes que le hacen pensar que es «ridículamente
egoísta», claro que con los demás, porque por el
momento, con ella sigue siendo generoso.
¿Cambian sus sentimientos por él? ¿Se hace la que no
vio nada? ¿Cómo reacciona?

4 Él pensaba que la chica que le gusta era siempre dulce.

Un día tienen una discusión y descubre que tiene un
genio muy fuerte. ¿Siente lo mismo por ella? ¿Debe
ignorar todo totalmente? ¿O condiciona toda la
relación por esa característica?

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 hecho para amar | fichas

Ficha 20 Ficha 23

1.- Edi se siente muy bien con Paty, ella le atrae y él siente una gran cantidad de «cosas» “Una relación sexual plena debe ser la expresión de un amor total, exclusivo y definitivo.
cuando están cerca. Él piensa que siempre será así y que por tanto ella es la mujer Porque es un lenguaje demasiado comprometido, una expresión demasiado elevada, dema-
de su vida. siado impregnada de carga personal”.
¿Qué experimenta Edi? ¿Crees que este placer que él pueda sentir durará para siempre?
a) ¿Cuál es la diferencia entre genitalidad y genitalismo?
¿Qué pasa si conoce a una chica «más linda»? ¿Qué pasa si ella conoce a un muchacho
b) ¿Qué es la contrasexualidad?
«más atractivo»?
2.- Paty conoce un poco más a Edi y se de cuenta que le cae super bien. Ella ya sabe que
es más que una cuestión física. Se divierte con sus chistes, le gusta su carácter y sus Ficha 24
sentimientos, que ella ve siempre como «muy nobles». Edi la hace sentir muy bien.
“Como la mayoría de la gente une el deseo sexual a la idea del amor, con facilidad incurre
Todo lo que ella demanda el otro se lo cumple.
en el error de creer que se ama cuando se desea físicamente... La atracción sexual crea,
¿Qué experimenta Paty? ¿Qué pasará si ella descubre que Edi tiene días malos como
por un momento, la ilusión de la unión, pero sin amor tal «unión» deja a los desconocidos
cualquiera y hay cosas de él que no son tan bonitas? ¿Qué pasa si un día ella se siente
tan separados como antes”2
enferma y por tanto no «siente» lo mismo que antes por Edi?
¿Por qué decimos que el impulso (que algunos llaman «instinto») debe ir integrado al amor?
3.- Edi y Paty crecen y se conocen más y más. Se han decidido tomar las cosas con calma Describe a una pareja que vive el impulso fuera del amor y a otra que lo integra al amor:
y eso les facilita profundizar más en la amistad. Ahora no sólo se atraen y se caen ¿cómo es el noviazgo?
bien sino que se juegan el uno por el otro. Edi no siente sólo que Paty le hace vibrar,
sino que ahora Paty es alguien especial, a pesar de no ser tan linda como otras chicas.
Paty descubre que Edi es mucho más que sus chistes y sus estados de ánimo. Además
Ficha 25
también se da cuenta que más allá de los sentimientos lo que le une con Edi es más
Caso 1: L. y F. se conocieron cuando eran adolescentes. Al principio entre ellos sólo hubo
profundo y duradero. Ya no está tan deslumbrada como al principio pero al mismo tiempo
una muy buena amistad y así duro buen tiempo. Pero luego, atraídos el uno por el otro,
se siente más segura con él.
decidieron ser novios (o enamorados). Al principio la cosa fue bien porque L. sentía que
¿Qué están viviendo Paty y Edi? ¿Qué pasaría si alguno de los dos tuviese algún problema
amaba a F. como a nadie en el mundo y F. se sentía una chica muy querida. Pasó más
grande y perdiera parte de lo que al otro le gusta? ¿Cuánto tiempo crees que se tomaron
de un año en que ese amor se hacía cada vez más «intenso» hasta que, por tanta caricia
Paty y Edi para llegar a este estado de cosas?
y cariño, terminaron teniendo relaciones. Al principio les produjo placer pero de inmediato
una sensación extraña y poco agradable: frustración. La experiencia no era todo lo que habían
pensado. Pero siguieron teniendo relaciones un poco por debilidad y otro poco por ver si
todo mejoraba, pero no fue así. Entonces la relación perdió rápidamente su encanto. No
compartían lo que antes los hacía sentirse tan contentos uno junto al otro ya que todo se

2 Fromm, Erich. “El arte de amar”, Paidós, Buenos Aires, 1973, p. 69.

194 195
 hecho para amar | fichas

resumía a querer tener relaciones. Finalmente terminaron porque ambos vieron que no había Ficha 26
para más. F. se sintió muy mal y lo peor es que se refugió en otros hombres y en más
relaciones, hasta que finalmente quedó embarazada antes de salir de la adolescencia. En Preparación (saber qué es el noviazgo)
cuanto a L. le costó mucho volver a retomar una relación seria, por miedo a caer de nuevo
en ese círculo. Ejercicio del autocontrol .
Caso 2: V. y A. también se conocieron en la adolescencia. Iban a la misma escuela y les encantaba
la natación. Llegaron a ser grandes amigos. Incluso V. le contaba a A. lo que sentía por Sinceridad.
tal o cual chica y A. le aconsejaba, y lo mismo sucedía al revés. Tenían confianza mutua
y podían libremente hablar de todo, incluso de aquellas cosas en las que no estaban de
acuerdo. En varios momentos sus amigos les sugirieron que fueran novios o enamorados formales Metas en común (real es)
pero ellos, luego de pensarlo, preferían dejar las cosas como estaban. Pasó el tiempo y la
amistad fue creciendo. Incluso hubo una época en que V. se fue de la ciudad y sin embargo Conocimiento integral de uno al otro.
el lazo estaba tendido. Cuando crecieron lo suficiente volvieron a encontrarse en el mismo
equipo de natación pero esta vez más maduros. Entonces sí decidieron emprender un noviazgo
más serio... y les fue muy bien. Claro que no lo compartieron con las demás parejas que Prudencia en l as expresiones de cariño.
se formaron cuando eran más jóvenes, porque esas parejas no existían ya. Pero esperar
resultó para ellos una gran inversión.
Caso 3: E. y M. se conocieron en una fiesta de la escuela y casi de inmediato se gustaron.
A los pocos meses de salir como amigos decidieron probar ser novios. M. sabía muy bien
Ficha 27
lo que quería, así que habló con E. y le propuso que, si bien eran novios, evitarían caer
“... Es importante corregir una posición muy difundida... que coloca a la sexualidad en
en las relaciones sexuales. M. puso varios argumentos y E. estuvo de acuerdo. Los primeros
el mismo rango de la necesidad del hambre y de la sed. Las necesidades del hambre y de
meses de noviazgo no hubo problema pero conforme pasó el tiempo «la temperatura» de
la sed obedecen a leyes diferentes de las del sexo; mientras una falta de comida lleva irresistiblemente
su relación también. En varias ocasiones estuvieron a punto de no cumplir con lo que se
a la muerte, la falta de satisfacción sexual no ha matado a nadie.”3
habían propuesto, pero en ningún momento dejaron de quererse. Entonces M. y E. tomaron
“La madurez sexual no tiene nada que ver con una temprana actividad de la función genital,
el toro por las astas: viendo que tanta cercanía ponía en peligro sus propósitos y la pureza
ni con una actividad incontrolada. Más aún, esa actividad retrasa y dificulta la madurez sexual
de su amor, decidieron esperar un tiempo más para ser enamorados. Al principio les costó
del joven o de la joven.” 4
bastante porque era muy agradable pasearse de la mano y darse besos, pero poco a poco
“La virginidad no es un valor en sí misma, sino por el sentido que se le da. Una mujer
lo fueron consiguiendo y vieron con satisfacción que su nivel de diálogo no moría sino que
virgen, por el mero hecho de serlo, no vale más que otra que no lo sea, y a la inversa.
por el contrario crecía. Además podían ser verdaderamente sinceros uno con el otro.
La virginidad tampoco consiste en el mito del vestido blanco... El valor de la virginidad reside
en su significación de entrega, de respeto y de amor. Se puede querer ser virgen, aún

61 Costa, V. “Psicopedagogía de la castidad”, Alcoy, 1968, p. 138.

62 Marañón, G. Cf. Francia, A., “En busca de unas huellas”, CCS, Madrid, 1981, p. 127.

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 hecho para amar | fichas

sintiendo el impulso sexual, para entregarse entera y exclusivamente a alguien. Se puede
querer ser virgen por respetar la libertad del otro, que no lo desea. Pero querer per-
manecer virgen por miedo a la sexualidad, o por comodidad, no representa ningún valor.”5
Ficha 29
Ficha 30
“Es necesario comprender que soltar el instinto sexual, es negarle que sea
verdaderamente humano (...) la negativa de la pureza conduce al desequilibrio de
esta potencia de don que es la energía sexual.”6
a) En qué consiste el «contagio emocional» como se desarrolla en este tema.

Ventajas y desventajas Ventajas y ¿existe alguna otra Decisión a “La pregunta es ésta: ¿las relaciones prematrimoniales favorecen o contradicen el dinamismo
de la primera desventajas de la posibilidad que sea t o m a r y po r propio del amor? ¿Son realmente humanizantes?; ¿qué es lo que más contribuye a la maduración
posibilidad segunda posibilidad realista? qué
y al éxito del amor conyugal, el tener esas relaciones o abstenerse de ellas?
1. Hace tiempo que quiero ir
al cine a ver una película en Lo que piense la sociedad interesa menos: vale lo que valen los argumentos que trae. Aceptarlas
especial. Hoy es día de oferta y
tengo algo de dinero pero
(las relaciones sexuales fuera del matrimonio) porque «muchos las practican», tampoco funciona:
mañana tengo un examen final es aceptar la dictadura intolerable de las estadísticas; éstas no tienen fuerza para imponer
y no he terminado de hacer.
¿Voy al cine o me quedo
como humanizante ninguna conducta. Hay costumbres y estructuras en el mundo actual que
estudiando? es necesario cambiar, en contra de lo que muchos piensan, dicen o hacen...”7
2. Terminé un trabajo que me b) ¿Cuál es la diferencia entre la riqueza de una relación sexual en el matrimonio (su
pidieron hacer y gané mi
primer sueldo. ¿Guardo el lugar propio) y otra fuera de él?
dinero para aquello que quería
comprar hace mucho tiempo,
o me lo gasto celebrando, por
ser mi primer sueldo? Ficha 33
3. En tu casa hay problemas
económicos y para ese verano Forma de adquirirlo Forma de prevenirlo
te conseguiste un trabajito que
en algo ayudará. Pero justo
vino un tío que te ofrece
llevarte a la playa todo el
verano. ¿Te vas con tu tío o te
quedas para aportar algo a la
casa?

6 Charbonneau, Paul-Eugêne. “Noviazgo y felicidad”. Herder, Madrid, 1997, p. 158

5 Colaboración “Educación para el amor”. Ed. Don Bosco, Madrid, Tema 4, p. 35. 7 Gastaldi, I. y Perelló, J. Op. cit., p. 89.

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Ficha 36 Bibliografía

¿Qué dice la definición de salud sexual de la OMS?

¿Cuáles son las etapas del desarrollo de toda persona?
¿Cuáles son las consecuencias del narcisismo?
¿Cuál es el papel que juega la libertad en el crecimiento de toda persona humana?
¿Cómo se define a una persona madura?
¿Cuáles son los valores que corresponden a los niveles físico, psicológico y espiritual?
¿Cómo se define la emoción?
¿Cuáles son las tres emociones que componen el camino al amor pleno?
¿Qué diferencia hay entre sentir y consentir?
¿Cuáles son los tres efectos de las emociones según el esquema del libro?
¿Cómo se compara el esquema de comunicación verbal con el de la sexualidad?
Menciona las claves para un noviazgo feliz.
¿Qué relación hay entre la virginidad y la castidad?
¿Cómo es el esquema de una respuesta humana?
Describe brevemente en qué consiste el contagio emocional.
¿Qué relación hay entre la aceptación de los límites y la valoración de las circunstancias para
la toma de una buena decisión?
Artículos
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“América debería tirar sus televisores a la basura” Entrevista a
Tom Hanks.
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W. True, V. Ramakrishmana, M. Lyons, S. Eisen, M. Tsuang.
2. Is SexualOrientation Related to mental Health Problems and
Suicidality in Young People? By D. Fergussen, L. Horwood,
A. Beautrais.
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vídeo), Focus on the Family, USA, 1994. (AA.VV.)
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206
 Se terminó de imprimir la presente edición de
“HECHOS PARA AMAR”
el día 15 de agosto de 2000
en los talleres de
CORPORACIÓN GRÁFICA NAVARRETE S.A.
Carretera Central 759 km2 - Santa Anita, Lima 43
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