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Presentado por: Stefanía Castro Carmona

Dirigido a: Diego Restrepo Isaza

La posesión y la prescripción adquisitiva, una mirada desde el desplazamiento forzado en


Colombia

La posesión representa un hecho jurídico relevante para el derecho, que consiste según el artículo 762
del Código Civil en la tenencia de una cosa determinada con ánimo de señor y dueño. “En términos
generales, la doctrina contemporánea asume que la posesión es un hecho con efectos jurídicos (…),
un poder de hecho que, por sus importantes efectos sociales, amerita tener efectos jurídicos” (Serrano
y Acevedo, 2012, p. 4).

Adicionalmente, la posesión cobra especial relevancia cuando se establece en el marco de la


prescripción, como uno de los supuestos sencillos que integran el supuesto jurídico complejo de la
usucapión. Esta está integrada por la posesión (con las especificidades que establece la ley) y el
transcurrir del tiempo. Asimismo, el citado artículo del Código Civil, deja en claro elementos
absolutamente indispensables para constituir la posesión, los cuales son el corpus y el animus. El
primero de estos se refiere a la explotación material del bien, en igual medida es necesario el animus
que implica que se actuó con convencimiento de que se es titular del derecho real de dominio.

La naturaleza de este acto entraña un riesgo para el derecho del propietario, puesto que el comportarse
con ánimo de señor y dueño asumiendo comportamientos propios de un dueño, sumado a la
inactividad procesal del titular de la propiedad puede conducir a que este último por sentencia judicial
pierda su derecho real a favor del poseedor (Serrano y Acevedo, 2012). Por lo mismo, la Corte
Suprema de Justicia mediante Sentencia del 07 de octubre de 1997 ratificó que el fallo que declara la
usucapión es declarativo y no constitutivo, puesto que no es la providencia judicial sino la posesión
en los términos y plazos establecidos la fuente de la prescripción, “surge tan pronto como el poseedor
obtiene el poder de hecho sobre la cosa, es decir, la capacidad de influir con su voluntad sobre ella”
(Valencia Zea, 1983, 193).

En relación con lo anterior, se trae a colación el hecho de que la posesión y la prescripción adquisitiva
guardan una notable trascendencia en el ámbito del derecho civil, estas han sido empleadas a lo largo
de la historia en las distintas sociedades. Sin embargo, es necesario resaltar la influencia que tienen
los principios constitucionales como criterio de interpretación y actualización de las instituciones
clásicas, pasa el tiempo y los acontecimientos sociales surten cambios en las comunidades,
transformaciones a las cuales debe amoldarse el derecho privado para no resultar anacrónico (Serrano
y Acevedo, 2015). Estas modificaciones se materializan principalmente de dos formas: la
constitucionalización legislativa del derecho privado y la constitucionalización judicial del derecho
privado debido a las interpretaciones de la legislación que realizan los jueces (Arrubla, 2010). Sobre
todo en materia del derecho real de dominio puede evidenciarse que este es reconstruido mediante
dos percepciones: una subjetiva y otra objetiva, bajo dicho entendimiento la propiedad y la posesión
no poseen un carácter absoluto, son más bien un conjunto de prerrogativas y potestades de las cuales
son titulares los individuos en razón de la ley (Rengifo, 2011).

Consecuente a la influencia que ejerce hoy día el derecho constitucional sobre el ámbito privado, se
procede a contextualizar en la práctica los efectos que la constitucionalización del derecho ha surtido
en la doctrina jurisprudencial y legislativa en materia de posesión y prescripción adquisitiva, temas
objeto de estudio en el presente escrito. Para efectos de ello se realizará un análisis de las reformas
que introdujo la Ley 1448 de 2011 conocida como “Ley de Víctimas y Restitución de Tierras”, al
régimen del derecho civil y su relevancia respecto a la propiedad y la posesión.

Colombia ha sido fuertemente golpeada por el conflicto armado y las luchas del narcotráfico, causas
sobresalientes de la violencia que ha azotado al país por más de 50 años. La Ley 1448 de 2011
representa un notable avance en la protección de los derechos de las víctimas en el proceso de paz y
la vida institucional que sigue al post-conflicto (Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría
Olózaga, 2014), esta posee un conglomerado de medidas de atención, asistencia y reparación integral
para todos aquellos que en los términos establecidos legalmente son considerados víctimas del
conflicto armado interno (ACNUR, 2012), la delimitación de este concepto se encuentra el artículo
tercero de la ley a la que se hace referencia, según este

Se consideran víctimas, para los efectos de esta ley, aquellas personas que individual o colectivamente
hayan sufrido un daño por hechos ocurridos a partir del 1º de enero de 1985, como consecuencia de
infracciones al Derecho Internacional Humanitario o de violaciones graves y manifiestas a las normas
internacionales de Derechos Humanos, ocurridas con ocasión del conflicto armado interno.

Conforme a las pretensiones que tiene esta ley de garantizar la protección de los derechos de los
afectados por las situaciones de conflicto expuestas con antelación, presenta tres mecanismos
procesales: en primer lugar la restitución jurídica y material del bien que busca restablecer la
propiedad y posesión que corresponda, en caso de que esto no sea posible (principalmente por motivos
de seguridad), se deberá ofrecer el acceso a un terreno en condiciones similares al que se busca
restituir, en últimas al no ser factible ninguna de las opciones anteriores se está en la obligación de
reconocer una compensación monetaria (Serrano y Acevedo, 2015). Para alcanzar los objetivos
planteados con esta disposición era de vital importancia la regulación de herramientas jurídicas que
permitieran desconocer el derecho del opositor para proteger al reclamante damnificado. Esto prueba
también la influencia del derecho público, puesto que se le da relevancia a la protección de los
derechos fundamentales constitucionales sobre los patrimoniales subjetivos (Calderón, 2011). Los
mecanismos jurídicos introducidos por la Ley 1448 de 2011 consisten en: el régimen de presunciones
en su artículo 77; las modificaciones al régimen probatorio de los derechos reales del demandado; se
sustraen del comercio de forma transitoria los predios cuya restitución se solicita hasta la ejecutoria
de la sentencia; la posibilidad de declarar nulos actos administrativos que extingan o reconozcan
derechos individuales o colectivos, o modifiquen situaciones jurídicas particulares y concretas
debatidas en el proceso; reconoce incluso, la declaratoria de nulidad de sentencias judiciales cuyas
decisiones beneficien al opositor, lo cual solo es posible al desconocer el principio de cosa juzgada,
sin embargo esta acción está respaldada por un objetivo mayor de subsanar el derecho fundamental
burlado por el funcionario público, de quien también se presume una actuación de mala fe (Serrano
y Acevedo, 2015).

Otro de los cambios favorables que introdujo la ley en materia de propiedad y posesión, radica en que
con el registro de la sentencia en el folio de matrícula inmobiliaria, que ordena la restitución en
beneficio del individuo afectado por el desplazamiento, se lleva a cabo: la devolución del bien a favor
de la víctima aunque ostentara solo la posesión antes del despojo, esto conforme a la norma de rango
legal en su artículo 91 literal f, además si se hubiesen cumplidos los términos exigidos por la
prescripción debe inscribirse la declaratoria de pertenencia. En relación con esta posibilidad que se
concede es indispensable resaltar “el reconocimiento de los términos prescriptivos a favor de la
víctima a pesar del despojo del bien; lo anterior, gracias a las disposiciones del artículo 74 inciso
tercero de la Ley 1448 de 2011” (Serrano y Acevedo, 2015, p.151).

Es constatable la intención que se persigue, sin embargo, se pueden identificar vacíos normativos que
ponen en duda la eficacia jurídica de la presente ley. En su artículo 99 consagra la posibilidad de que
se celebren contratos entre los beneficiarios de la restitución y sus opositores cuando existan
proyectos agroindustriales, siempre que se garantice el derecho real de propiedad del protegido y que
la contraparte haya probado su buena fe exenta de culpa en el proceso. A los cuestionamientos que
surgían frente a la posibilidad de inequidades contractuales se les dio respuesta mediante las
Sentencias C-715 y C-820 de 2012, que finalmente y contrario a las intuiciones expuestas declararon
exequible el artículo mencionado de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras.

En relación con el tratamiento que se la ha dado a la situación particular que viven los perjudicados
por el desplazamiento, es indispensable destacar el trabajo jurisprudencial que se ha venido
desarrollando. La Sentencia T-025 de 2004 es clave al hablar de esta evolución, puesto que marca un
antes y un después en los desarrollos judiciales. En esta se acumularon 108 expedientes, que
correspondían “a igual número de acciones de tutela interpuestas por 1150 núcleos familiares”,
debido a la inacción por parte del Estado al hacer frente al conflicto (Sandoval, 2009, p. 15). Antes
de esta sentencia la Corte solo profirió 20 providencias en relación con esta problemática social, a
partir de la T-025, se identifica un total de aproximadamente 396 decisiones entre autos, sentencias
de tutela, de constitucionalidad, entre otras (Yánez, 2013).

La Corte se ha pronunciado en numerosas ocasiones respecto de las medidas dispuestas para la


protección de los desplazados por el conflicto armado, sumado a esto también se puede reconocer la
labor que tienen los estándares internacionales sobre el derecho a la restitución de las víctimas, estos
“fijan pautas y principios de obligatorio cumplimiento para el Estado colombiano por ser parte
integral del bloque de constitucionalidad” (Sentencia C-715 de 2012). En relación con la
jurisprudencia nacional, la restitución representa un componente preferente y principal del derecho
fundamental a la reparación integral de las víctimas del conflicto armado (Sentencia C-715 de 2012).
En la Sentencia T-085 de 2009 la Corte delimitó el alcance de este concepto, y lo definió como
“restablecer o poner algo en el estado que antes tenía”, un componente clave en este consiste en la
devolución de los bienes, por lo tanto en la misma sentencia se afirma que es también un derecho
fundamental. En palabras de la Corte
El derecho a la restitución, dentro de la noción de reparación, de las personas víctimas del
desplazamiento forzado comprende, entre otros, “el derecho fundamental a que el Estado conserve
su derecho a la propiedad o posesión y les restablezca el uso, goce y libre disposición de la
misma… (Sentencia T-805 de 2009)

A lo largo de este proceso se pueden identificar numerosas providencias judiciales que reiteran el
enfoque restitutivo que debe tener la política integral de reparación, este con independencia del
retorno y del restablecimiento, de igual forma constituye un mecanismo para asegurar la no repetición
y proteger los derechos fundamentales de los afectados. En un mismo sentido, la Corte ratifica las
medidas planteadas por la Ley 1148 de 2011, y deja en claro que en caso de no ser posible la
restitución de la propiedad el Estado debe garantizar otro bien en reemplazo del que tuvieron que
abandonar y perder (Sentencia C-715 de 2012). Un enfoque similar se desarrolla en la Sentencia T-
821 de 2007, la cual ratifica que en casos de individuos desplazados fruto de la violencia el derecho
a la propiedad y la posesión adquieren un carácter reforzado, merecedor de tutela jurídica por parte
del Estado.

Por último, en este recuento jurisprudencial también se destaca la importancia de la Sentencia C-466
de 2014, puesto que introduce la posibilidad de que la usucapión extraordinaria se suspenda a favor
de las víctimas de los delitos de secuestro, toma de rehenes y desaparición forzada mientras el delito
continúe, puesto que debido a una situación de fuerza mayor y externa a ellas se ven imposibilitadas
para ejercer la posesión o el derecho de dominio. En efecto, la Corte manifiesta que a pesar de que en
la Ley 1448 de 2011 no se considera la suspensión de la usucapión extraordinaria y de que la
protección que brinda solo opera respecto de bienes raíces inscritos en el Registro de Tierras
Despojadas y Abandonadas Forzosamente, es absolutamente claro que los individuos desplazados de
manera forzada han experimentado una violación masiva, generalizada y prolongada de sus derechos
fundamentales. En razón de ello, tienen derecho a una protección amplia y suficiente de su derecho
de propiedad y a que se suspenda a su favor la usucapión extraordinaria por evidente incapacidad de
hacer valer la propiedad.

Por todas las razones y circunstancias expuestas a lo largo del presente escrito, frente al tema puntual
de la posesión y prescripción en relación con la condición de desplazamiento existente en Colombia,
se puede reconocer que esta situación ha llevado a que el derecho constitucional ahonde en el derecho
privado y derivando en la llamada constitucionalización del mismo. Esto en razón de que se ha
pretendido colocar por encima los derechos fundamentales de las víctimas, en ocasiones incluso sobre
los derechos de propiedad de la parte opositora, como bien se explicó con anterioridad. La Ley 1148
de 2011 ha sido una herramienta útil que ha permitido mejorar la situación de amparo de aquellas
personas en estado de vulnerabilidad, aun cuando no sea eficaz del todo puesto que presenta ciertos
vacíos normativos, esta ha permitido resarcir en parte a esta población oprimida y agobiada por el
lamentable clima de violencia característico de la realidad colombiana.
Bibliografía
ACEVEDO PRADA, M., & SERRANO GÓMEZ, R. (2015). TRANSFORMACIONES
GENERADAS AL RÉGIMEN DE PROPIEDAD PRIVADA Y DE POSESIÓN DE INMUEBLES
EN LA LEY DE VÍCTIMAS Y RESTITUCIÓN DE TIERRAS EN COLOMBIA. Revista
Eleuthera, 12141-161. doi:10.17151/eleu.2015.12.8
Gómez, R. S., & Prada, M. A. (2012). Aportes jurisprudenciales y doctrinales sobre la prescripción
adquisitiva del dominio y el justo título en el derecho colombiano. Entramado, 8(1), 100-125.
Paucar, J. A. A. (2010). La constitucionalización del derecho privado. Nuevo Derecho, 5(7), 44-76.
Ley 1448 de 2011
Sentencia C-715 de 2012
Sentencia T-821 de 2007
Sentencia C-466 de 2014
Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózaga, Nota de Política no. 3, septiembre de 2014
Análisis de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras - Ley 1448 de 2011: Antecedentes, logros y
desafíos desde la óptica del Desarrollo Rural
Meza, D. A. Y. (2013). El desplazamiento forzado en la jurisprudencia de la Corte Constitucional
Colombiana (1991-2003): momento previo a la declaratoria formal del Estado de Cosas
Inconstitucional. Revista Justicia, 18(23).

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