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UNIVERSIDAD LIBRE

LIC. EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS EN HUMANIDADES E IDIOMAS


CONTEXTOS DE LA COMUNICACIÓN
MARÍA DEL PILAR BARBOSA

Edwin Ospina

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ Y SU LIBRO RELATO DE UN NAUFRAGO:


ENTRE EL PERIODISMO Y LA ESTÉTICA LITERARIA

El periódico el Espectador de la ciudad de Bogotá comienza a publicar en el año de


1955 la historia de un hombre que estuvo a la deriva en mar abierto, cuyo nombre
daba cuenta de una aventura: ´´relato de un náufrago que estuvo diez días a la
deriva en una balsa sin comer ni beber, que fue proclamado héroe de la patria,
besado por las reinas de la belleza y hecho rico por la publicidad, y luego aborrecido
por el gobierno y olvidado para siempre’’. Con el tiempo conocida como
simplemente: relato de un náufrago, obra tomada de un suceso real, en ella se
aporta datos sobre el protagonista, el 28 de Febrero de ese año habían desparecido
ocho marineros del destructor Caldas después de haber caído al agua durante una
temible tormenta que se toma por sorpresa en el Caribe. El buque, luego de ese
altercado alcanza a tocar tierra en Cartagena y al poco tiempo de lo ocurrido las
autoridades deciden suspender la búsqueda de los infortunados, a los que se dieron
por muertos. Pero luego de diez días, cuando nadie lo esperaba, apareció la historia
de Luis Alejandro Velasco, y este le contó al reportero García Márquez la alucinante
aventura en el mar. Así que en el presente escrito se pretende mostrar la existencia
de obras que al principio no nacen con vocación literaria, pero que al final acaban
convertidas en literatura.
En un primer momento, cabe resalar el concepto de crónica, entendida como
aquella noticia ampliada y comentada sobre un tema de actualidad, que lleva la
firma de su autor, asimismo el cronista es un informador especialmente cualificado,
al que se le solicita al mismo tiempo una narración personalizada y un análisis de
los hechos. El cronista sólo resaltará lo que considere de verdadero interés, así
realiza una selección personal entre todos los datos disponibles. Pero además
aporta sus propias impresiones y valoraciones de lo acontecido. Con lo
anteriormente, el cronista tiene la capacidad de ofrecer una versión de los hechos,
algo sólo percibido cuando es testigo mismo de lo ocurrido.

Existen autores que consideran que la crónica es un género claramente identificado


dentro del periodismo informativo por el simple hecho de basarse en la noticia, ya
que sin ésta pasaría a ser un artículo valorativo. Aunque es pertinente decir que es
un género que contiene una inequívoca faceta informativa, tiene más que solo
información, su identidad se desarrolla por la interpretación y valoración de lo que
es narrado. Por ello se podrá considerar un género ambivalente, en otros términos,
que puede tener dos valores distintos o que éste se puede entender o interpretarse
en dos maneras distintas, en tanto la crónica es información, pero también
interpretación así que es un género mixto entre periodismo informativo y el
periodismo de opinión.

Además, la crónica es un género que existe antes que el mismo periodismo. Según
Martínez Albertos, periodista español y catedrático en comunicación de la
universidad Complutense de Madrid, el relato interpretativo contado desde el lugar
donde sucede un hecho noticioso aparece pronto en la misma historia de la
humanidad. Su nombre tiene el antecedente etimológico ‘’cronos’ que significa
‘’tiempo’’, haciendo referencia a una narración ligada a la secuencia temporal
(Martínez, 2017). Sin embargo, lo más importante para desarrollar dentro de este
género es su función interpretativa, porque como se ha dicho es un elemento
primordial para la valoración del autor, es comentada y enjuiciada, que se encuentra
en el límite entre los informativos y los de opinión. Con ello además se logra destacar
una característica propia que es el estilo, entendido como un aspecto esencialmente
objetivo, pero que tiene un reflejo de la personalidad literaria de aquel que decide
escribir, para entender este caso, los hechos y las interpretaciones del escritor se
complementan.

Para el periodista Martínez José, la crónica tiene esa doble finalidad, pues además
de ser el texto narrativo de unos hechos, contiene también la valoración
interpretativa de los mismos, porque es un género ambiguo entre el propio de un
periodismo informativo y el de opinión pública. Desde su libro redacción
periodística, la crónica es una narración de una noticia con ciertos elementos
valorativos, que siempre deben ser secundarios respecto al relato del hecho que la
origina o da motivo para ponerla en el papel. Lo interpreta como aquel texto que
intenta de alguna manera reflejar lo acontecido, además forma parte del grupo de
géneros que él denomina para la interpretación periodística como marco referencial
del mundo del relato.

Para agregar el mismo Gabriel García Márquez en una entrevista llevada a cabo en
el año 2001 postulaba que no concebía la existencia de una definición de crónica, y
además estimaba que nunca se aprenderá a distinguir a primera vista aquellos
géneros tan diferentes como el reportaje y la crónica. La crónica está ampliamente
ligada a la información pura, en cuanto aporta datos de actualidad, mientras que el
periodismo de interpretación da valoraciones personales (García Márquez, 2001).

Ante todo la crónica es un género informativo-narrativo con absoluta libertad de


expresión, y además como todo trabajo periodístico, la titulación es el principal
medio para atraer al lector. El titulo debe aclarar que no es una noticia. Para ello es
importante y necesario que dentro de la titulación existan elementos interpretativos.
Un titular frio y de baja parcialidad hace que el lector no le tome la misma
importancia a la real valoración de lo que relata o sucede en el escrito. Además, se
considera que existen tres tipos de titulares en la crónica; la primera de ellas es
mostrar la importancia del contenido, darle cierta carga de interpretación y
finalmente con una opinión, en pocas palabras que lleve a la reflexión y a la intriga
del mismo lector.
La opinión de Gonzales Susana en su libro Géneros periodísticos 1. Periodismo de
opinión y discurso, lleva a la crónica a una forma narrativa para el relato de lo
sucedido, por lo que según ella corresponde a la estructura de un texto unitario.
Desde su opinión, este género tiene unas características en su redacción basadas
en cuatro condiciones: la primera de ellas evocar el suceso que se quiere destacar,
ordenar los datos importantes, dar el tono adecuado para atraer al lector y agregar
un comentario personal del periodista de forma discreta. Esta autora propone el
desarrollo de una estructura sencilla de tres partes que considera pertinentes: la
entrada, que debe tener fuerza y resultar atractiva, el relato, que incluye los detalles
más importantes de lo sucedido y la conclusión, que es el final del relato, aunque
se descarta un juicio (Gonzales, 1999).

Pero en la crónica se debe distinguir claramente solo dos partes: la titulación y el


cuerpo. Dentro del cuerpo de la crónica está se caracteriza por ser libre, por lo que
es difícil prever si el cronista va dar importancia al hecho, o, por el contrario, es la
valoración lo más destacado de su trabajo. Así el orden de las partes varía según el
autor. La conclusión no siempre va al final, muchos cronistas prefieren que su relato
tenga la valoración al principio, e incluso en los titulares, mientras que la
argumentación va a lo largo de todo el componente textual.

Paralelamente, la obra del gran literato García Márquez ha estado sujeta a múltiples
interpretaciones; en la cual se intenta investigar cuáles han sido las verdaderas
inclinaciones que lo guían en el momento de componer una nueva obra maestra.
No obstante, las biografías editadas para él remiten a que sus inicios en el arte de
la escritura fueron a través del periodismo. Según Cantavella en su obra La novela
sin ficción. Cuando el periodismo y la narrativa se dan de la mano, da cuenta que
Gabriel García Márquez inició su carrera en el periódico El Universal de Cartagena,
en donde realizó sus producciones periodísticas iniciales.
Además Cantavella señala:

Estas experiencias le proporcionaron un aprendizaje rotundo y eficaz


al escritor, pudo ejercer la escritura de artículos, cuentos y novelas, sin
nunca dejar de lado su profesión de periodista. Además a estas alturas
su bibliografía es inmensa, no solo si atendemos a los libros que han
gozado de mayor atractivo para los lectores sino porque ha compuesto
en muy diferentes órdenes y géneros. Gracias a esa capacidad de
implementar la literatura García Márquez ha venido escribiendo
basado en las formas más puras y elementales de contar las historias
(…) las formas de las que nació la propia literatura; esto es ¡mito,
fábula, parábola, y leyenda! (Cantavella, 2002).

Asimismo, Cobo Borda desarrolla una idea similar acerca de la producción literaria
del autor colombiano, cuando él escribió El otoño del patriarca, donde hace una
crítica refiriéndose ‘’cuya capacidad narrativa se extraen tres mil años de sabiduría
popular que (…) involucran, como no, mucha de nuestra historia’’ (Cobo Borda,
1992).

Con lo anteriores autores, la concepción a las obras del autor colombiano determina
una presencia inminente y poderosa de dos vertientes fundamentales en la escritura
de García Márquez, esto lleva a pensar una confluencia entre el periodismo literario
y lo que yo llamo literaturización del texto en gran parte de su producción intelectual
y, más específicamente, en uno de sus libros, Relato de un náufrago.

Hablar en nuestros tiempos de periodismo y literatura, es decir que es una función


beneficiosa entre ambas concepciones. Por ende, desde diferentes aspectos se
asume que puede haber presencia de literatura y periodismo en muchas obras
literarias contemporáneas y anteriores, porque un reportaje periodístico se puede
convertir en novela a pesar de que sus cimientos estén ubicados en el campo de la
información mediática. Esto es lo que ocurre con el libro Relato de un náufrago
donde confluye, por un lado, una escritura informativa, la cual se caracteriza por el
despojo de la retórica, más propia de la narrativa literaria, y por el otro, con la
escritura que es fruto de la imaginación y la grandilocuencia, que en última instancia,
son características más propias del lenguaje literario. Esta singularidad pone de
manifiesto la capacidad de García Márquez que es considerado según Albert Chillón
‘’el más influyente de todos los periodistas literarios de lengua castellana’’ (Chillón,
1999). Además este mismo autor, resalta la evidente incorporación de
procedimientos narrativos que se encuentran en los libros Noticia de un secuestro,
Crónica de una muerte anunciada y Relato de un náufrago; y que en el caso de este
último, se ponen en consideración verídica hechos de la vida real.

Por si fuera poco, Hoyos en un completo estudio sobre el reportaje latinoamericano


en su libro Escribiendo historias: El arte y el oficio de narrar en el periodismo. En él
se cuenta por qué considera la obra del ilustre García Márquez como una mezcla
de periodismo y literatura y hace un resumen general sobre una parte de los
escritores latinoamericanos que desarrollan esta técnica en sus obras literarias.

Juan José Hoyos da cuenta de la forma tan particular de la obra Relato de un


náufrago, porque considera a su narrativa como una de las más nutridas. Además
él refiere y argumenta que en América Latina la mayoría de los grandes escritores
han sido también periodistas. A parte del creador de cien años de soledad, Hoyos
hace una mención de algunos escritores de la región de América. Se refiere al
guatemalteco Miguel Ángel Asturias, el cubano José Martí, al argentino Roberto Arlt,
al uruguayo Juan Carlos Onetti, al peruano Vargas Llosa, entre otros y Hoyos dice:

‘’Estos grandes narradores, cuando escribieron relatos de corte literario o


periodístico demostraron que la realidad no nos pasa delante de los ojos como una
naturaleza muerta, sino como un relato, en el que hay diálogos, enfermedades,
amores, además de estadísticas y discursos’’ (Hoyos, 2003).

Con lo anterior cita, es decir que la escritura de estos personajes es algo que está
cada día más vivo o activo, ya que se logra alimentar de los sucesos cotidianos de
cada protagonista que los rodean y que, en una última instancia, son la inspiración
de sus célebres historias.
‘’Ese tránsito de una profesión a otra fue posible porque para los escritores
verdaderos, el periodismo nunca es un mero modo de ganarse la vida sino un
recurso providencial para ganar la vida. En cada una de sus crónicas (…) los
maestros de la literatura latinoamericana comprometieron el propio ser tan a fondo
como en sus libros decisivos. Sabían que, si traicionaban la palabra (…) estaban
traicionando lo mejor de sí mismos’’ (Martínez D. , 2008).

Así de esta manera, el concepto de escritura es muy clara y tiene que ver que lo
que se escribe tiene un punto de partida común. Aquel punto de partida es la
intención de otorgarle a las producciones escritas el concepto de la originalidad.

Asimismo, la literatura y el periodismo han estado ligados en muchas facetas. Por


un lado, si el periodismo su objetivo es informar de los acontecimientos con base en
la realidad, por otro lado, la literatura tiene como punto de referencia la imaginación
y los elementos estilísticos que hacen de la narrativa, algo más llamativo y
elaborado. Hablar entonces de que entre estas dos corrientes pueda ocurrir una
confluencia que ligue los objetivos que lo trazan, no es una locura ejecutarlo. Por
ende, la obra Relato de un náufrago presenta claramente rasgos entre reportaje
periodístico y narrativa literaria, donde el autor crea literatura con el relato que le
cuenta el marinero naufragado.

De igual forma, la escritura de relato de un náufrago da cuenta de un encuentro cara


a cara, en donde entrevistado y escritor se desvelan; el primero, en la manera de
contar milimétricamente los hechos que vivió, y el segundo, en este caso Gabriel
García Márquez, desarrolla una habilidad por el hecho de saber traducir las
intenciones narrativas de Velasco. Además García Márquez aplica de forma
consiente el escuchar con paciencia y cuidado, en su oficina daba cuenta de todos
los pormenores que suceden en el mar con respecto a Velasco, y así le va dando
forma, ayudado de la manera en que los cuenta, el tono de voz que utiliza y los
recuerdos fidedignos que rememora el joven sobreviviente al pie de la letra. Esto a
su vez, es la ayuda que necesita todo periodista para forjar su obra, se diría de esta
forma que es una tarea que cumple a cabalidad el marinero y una oportunidad que
saca provecho el escritor.
Finalmente, debe aclararse como al principio del escrito, Relato de un náufrago no
nació para ser un libro. En realidad, es un excelente reportaje periodístico, pero que
la misma historia convirtió en libro. Cantavella menciona que ‘’cualquiera diría que
constituye una novela, porque a estas alturas ha caído en el olvido el hecho de que
se trató de un largo reportaje periodístico’’ (Cantavella, 2002).

Ante lo expuesto anteriormente, la mirada que se tiene del libro conlleva a pensar y
a sentir que es una novela producto de una investigación muy elaborada por parte
de su autor. Sin embargo, dicha investigación laboriosa se reduce a un relato hecho
por un marinero sobre el destructor de Caldas. Como se dijo el reportaje se hizo
para ser presentado como tal, ahora bien, la estructura en la obra del escritor
colombiano necesitó de una secuencia de entrevistas arduas y se terminó en 20
días, el mismo García Márquez cita su publicación en el periódico del primer
capítulo: ‘’El primero se publicó el 5 de Abril de 1955. La edición de El espectador,
precedida de anuncios por radio, se agotó en pocas horas’’ (García Márquez, 2002).

No amaneció lentamente, como en la tierra. El cielo se puso pálido,


desaparecieron las primeras estrellas y yo seguía mirando primero el
reloj y luego el horizonte. Aparecieron los contornos del mar. Habían
transcurrido doce horas, pero me parecía imposible. Es imposible que
la noche sea tan larga como el día. Se necesita haber pasado una
noche en el mar, sentado en una balsa y contemplando un reloj, para
saber que la noche es desmesuradamente más larga que el día. Pero
de pronto empieza a amanecer, y entonces uno se siente demasiado
cansado para saber que está amaneciendo (García Márquez, 2008).

La anterior cita, es un apartado del libro tratado, con ella queremos dar una alusión
a que este libro da cuenta de literatura como un arte en donde discurre lo poético y
lo ficcional. Si se lee detenidamente el anterior extracto del libro se podrá comprobar
la evidente incursión estilística de novela al estilo clásico dentro de un trabajo
periodístico.
A las de la mañana salimos del puerto. Entonces se dio la orden: ‘’servicio personal,
retirarse. Guardias de mar, a sus puestos’’. Tan pronto como oí la orden me dirigí
al dormitorio. Debajo de mi litera, sentado, estaba Luis Renfigo, frotándose los ojos
para acabar de despertar (García Márquez, Relato de un náufrago, 2008).

En el anterior extracto de relato de un náufrago no se evidencia un lenguaje poético,


no hay presencia alguna de lenguaje metafórico que haga considerar lo que se
expresa con un realce estético, tan característico como el anterior. Esta
particularidad, permite considerar y analizar, que Gabriel García Márquez muestra
la mezcla de lenguaje literario y periodístico dentro del libro y, de este modo se
puede llegar a concluir que es una obra donde confluyen estos dos campos.

Como conclusión, la obra del escritor colombiana Gabriel García Márquez es una
producción en donde se logra presentar una mezcla de campo periodístico y la
misma literatura. Dentro de esta unión se puede notar además que hay un factor
preponderante en uno de sus libros, el cual concibió como un trabajo periodístico,
pero que de acuerdo con estructura y la forma literaria entró a considerarse una
novela más. Así Relato de un náufrago presenta un elemento como lo es la
periodística, en donde se caracteriza por ser un lenguaje simple y con una claridad
del texto; dentro de esta claridad entra la precisión y la brevedad. Y por otro lado, la
obra muestra un texto cargado de lenguaje retórico, el cual se evidencia la prosa
estilística y demás características que lo asemejan al texto tradicional de la estítica
literaria.
Bibliografía
Cantavella, J. (2002). La novela sin ficción. Cuando el periodismo y la narrativa se dan la mano.
Oviedo: Septem Ediciones .

Chillón, A. (1999). Literatura y periodismo: una tradición de relaciones promiscuas. Barcelona :


Editorial Universitat Autonoma de Barcelona.

Cobo Borda, J. G. (1992). Gabriel Gracía Marquez: Testimonios sobre su vida, Ensayos sobre su
obra. Bogotá: Siglo del Hombre Editores Ltda.

García Márquez, G. (Marzo de 2001). Sofismas de distracción. Sala de prensa.

García Márquez, G. (2002). Vivir para contarla . México: Editorial Planeta Mexicana.

García Márquez, G. (2008). Relato de un náufrago. Bogotá: Editorial Norma .

Gonzales, S. (1999). Géneros periodisticos. 1. Periodismo de opinión y discurso. México: Editorial


Trillas.

Hoyos, J. J. (2003). Escribiendo historias: El arte y el oficio de narrar en el periodismo . Medellin:


Editorial Universidad de Antioquia .

Martínez, D. (2008). ¿Cómo se vinculan el periodismo y la literatura? Buenos Aires : Editorial


Biblos.

Martínez, J. (2017). Redacción periodistica los estilos y los generos en la prensa escrita. Madrid.

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