¿ES JUSTO LO INJUSTO?

A diario, vemos a través de los diferentes medios de comunicación, como se imparte justicia a las
personas dependiendo de los actos cometidos, según afecte a los demás o a sigo mismo. En algunos
casos, lo justo es llamado a las cosas que la ley ordena, inspirada en la mayoría de países, bajo el código
de la moral y la virtud; de lo cual podríamos suponer que alguien justo es alguien virtuoso, dando así
origen a una justicia por actos virtuosos. También podemos hablar de la justicia para sí mismo, donde se
aplican las virtudes solo al ser; siempre buscando un punto medio entre el exceso y la escases, anhelando
nada más que la equidad. Alicia, sería una persona justa en sus propios términos, según lo hablado, esto
como fruto de ser una mujer madre de dos hijos, que confiesa a su párroco el deseo de asesinar a sus
hijos, para que no sigan sufriendo la extrema pobreza que afrontan, impartiendo en si la Ley de Talión a
sus hijos, siendo ella el instrumento de lo justo y la justicia.

Es descabellado considerar a un asesino alguien justo, pero como lo justo puede entenderse en muchos
sentidos, es preciso determinar qué tipo de justica determinó nuestro personaje para ser protagonista
de sus actos. Según La Gran Moral de Aristóteles, no existe relación que involucre a la justicia del hijo al
padre, puesto que se considera al hijo parte del padre; pero si podrá haber justica del padre al hijo, y es
por ello, que alguna justicia respecto al hijo, será la justicia impartida por la familia, llamada en términos
más exactos, justicia económica; Similar y de manera extrema en cierto modo, a la impartida por Alicia.
Y es que los factores físicos y emocionales que influyen en el proceso de vinculación madre-hijo son, en
algunos casos, impetuosos, al punto de nublar la razón y la cordura con tal de cumplir con su labor
maternal. Este tipo de amor es especial, ya que es incondicional, pero más allá de ello, instruye en el
pequeño el amor a la vida, que influirá directamente en su conversión como adulto y su actuar en el
amor de pareja, todo ello basado en las conclusiones según Froom E. 2007.

Puede ser, este amor, la venda de la justicia ciega, símbolo de nuestro país, y el sufrimiento ajeno por la
hambruna de sus hijos, el detonante final de esta justicia especial, impuesto por Alicia hacia sus hijos,
como una opción final a su sufrimiento. Por otra parte la sociedad también es cómplice de este acto,
puesto que la mujer está doblemente comprometida con la familia, porque pese al agotamiento de un
día de trabajo, llega a casa a brindar afecto a sus hijos e, incluso, ser conciliadora de algunos conflictos
del día a día. Esto muestra que la maternidad es todo un rol. A esto se le suma la inflexibilidad de algunos
trabajos al momento de atender asuntos relacionados con los hijos y es por ello que si usted es una mujer
dispuesta a salir a trabajar, sus probabilidades de encontrar un trabajo de acuerdo a su necesidad son
bajas, y si es casada y tiene hijos pequeños, son aun menores.

El problema radica en que la sociedad está organizada para que los hombres puedan trabajar tranquilos,
Y para la mayoría de mujeres trabajar por fuera del hogar implica un conflicto, debido a las normas
culturales que establecen que la crianza de los niños y el cuidado del hogar son tareas femeninas. Si la
mujer quiere trabajar, tiene que encontrar un empleo que interfiera lo menos posible con “sus”
responsabilidades. Y eso no es fácil. En el peor, y mayoría de los casos, tendrán que auto emplearse o
aceptar muy malos trabajos.

Podríamos seguir hablando de la cantidad de pruebas que afrontan las mujeres bajo estas condiciones
en la sociedad, aunque se aplaude el hecho de que en los últimos tiempos, y en parte gracias a la
revolución femenina, los hombres están impartiendo más labores que antes eran “solo” para ellas, lo
cual quita un peso de encima, alivianado cada día más la carga que hemos impartido sobre estos seres
durante nuestra existencia, siendo una “injusticia”, debido a la diferencia de proporción, porque lo justo,
es lo que conserva las sociedades, y lo justo se confunde e identifica con lo proporcional, haciéndonos
responsables según estos términos de un delito moral.

Omar Rodriguez