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bora un estudio pormenorizado del dere- nos o degradantes, algo habitual en las
cho a la integridad en el que se va apro- declaraciones de derechos que sí reco-
ximando, rodeando y tanteando, a sus gen la integridad en específico. El refe-
contornos y contenidos. Para ello, Canosa rente más significativo en el ámbito inter-
Usera se separa de reflexiones propias, y nacional, el pionero, el artículo 5.1 del
anteriores, sobre la relación entre fórmu- Pacto de San José.
la política e interpretación constitucional, El que la integridad sea explícita-
para adherirse sin prejuicios a la Teoría mente derecho fundamental evita que
de los Derechos Fundamentales de Ro- haya que alumbrarlo jurisprudencialmen-
bert Alexy y su proyección sobre la inter- te a partir de la anexa prohibición de tor-
pretación del sistema iusfundamental. Un turas y degradaciones. También ahorra al
ejemplo, claro, de la utilidad de la repre- intérprete el trabajo de recurrir a otros
sentación de lo normativo que hace derechos conexos, que sí estén codifica-
Alexy como construcción fragmentada en dos, para extraer de ellos los contenidos
reglas y principios que se proyectan so- propios de la integridad personal me-
bre ámbitos específicos de lo real-nor- diante una labor de la adscripción. Preci-
mado. Sin duda, una óptima herramienta samente lo que hace, entre otros, el Tri-
metodológica para escudriñar, desde lo bunal Europeo de Derechos Humanos,
positivo, la sustantividad y virtualidad de que construye el derecho a la integridad
los derechos fundamentales. gracias al juego de los artículos 3 y 8 del
Tras un primer capítulo (I), a modo Convenio al no haber una mención espe-
de introducción y esbozo preliminar del cífica a la integridad en el mismo. La lite-
derecho a la integridad, la monografía ralidad del derecho en nuestra Constitu-
discurre de una parada obligada a otra, ción es importante por dos motivos.
configurando una línea de trabajo clara y, Primero porque facilita al juez de los de-
en ese sentido, didáctica. De la naturale- rechos fundamentales la identificación y
za del derecho (II) al bien jurídico prote- protección de la integridad en un espacio
gido y sus conexiones con otros dere- jurídico-constitucional estatal en el que, a
chos (III). De ahí a la titularidad y sus diferencia de los sistemas de common
proyecciones (IV). Luego, a los conteni- law, la interpretación jurisprudencial está
dos subjetivos o posiciones jurídicas indi- más mediatizada por lo que está escrito.
viduales (V), para finalmente llegar a los Inclusive cuando la norma y el intérprete
lugares en los que el derecho en estudio son los supremos, Tribunal Constitucional
se retrae o es sometido a un proceso dis- y Constitución. Segundo, porque el con-
cursivo de ponderación frente a otros creto sistema de garantía jurisdiccional
contenidos constitucionales (VI). de los derechos constitucionales en Es-
paña exige apoyar las pretensiones sub-
jetivas en enunciados normativos deter-
1. INTEGRIDAD PERSONAL minados, caso del acceso al amparo
Y CONTEXTO CONSTITUCIONAL constitucional.
Por consiguiente, en nuestro contex-
La monografía de Canosa Usera em- to constitucional el derecho a la integri-
pieza contándonos que, a diferencia de dad comprende: la prohibición de tortu-
lo que ocurre en otras cartas de dere- ras y tratos inhumanos, que enunciado
chos fundamentales, el derecho a la inte- como regla es un a priori y un mínimo
gridad en nuestra Constitución aparece imprescindible; y además un rico reper-
en positivo. El artículo 15 es su concre- torio de significados normativos adicio-
ción normativa. Figura junto a la prohibi- nales. Conlleva contenidos sustantivos
ción de torturas y penas o tratos inhuma- que Canosa Usera va a ir decantando, ca-
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to, amenazando la vigencia del valor ori- gridad psíquica y qué integridad moral
ginario de la dignidad de la persona, tie- alcanza especial trascendencia para la de-
ne una interesante proyección sobre el finición de los tipos penales que sancio-
campo de la ingeniería genética. En es- nan las conductas lesivas en ese ámbito.
pecial, en por qué prohibir o no inter- En cualquier caso, como elemento
venciones sobre el mapa genético de un de un sistema iusfundamental en el que
futuro ser humano. La idea de que el ningún derecho se encuentra aislado, el
consentimiento de un sujeto antecedente bien jurídico integridad también tiene
no debe prevalecer frente a la dignidad o que ser identificado en relación con otros
el desarrollo de la personalidad de un derechos conexos. Otros bienes jurídicos
sujeto posterior se transforma, en ciertos que se solapan y diferencian o, en oca-
párrafos, casi en una secuencia de cine siones, se complementan. Vida, e integri-
de ciencia ficción (pp. 76 y 77). Sin ir dad en calidad de derecho a negarse a
más lejos la Gattaca de Andrew Niccol una intervención médica. Pero ¿y de ne-
(1997), en la que unos son librados de garla un menor, o incapaz, o negarla por
enfermedades incurables mientras otros él sus padres o tutores? O, ¿a no permitir
son programados para ser deportistas o reclusos en huelga de hambre ser ali-
artistas y, al final, sólo aquellos que no mentados forzosamente? Salud, e integri-
han sido objeto de una predeterminación dad cuando la primera es aliada de la se-
genética son realmente dueños de su gunda; o cuando la segunda se sacrifica a
destino. la primera por cuestiones de tutela de la
La identificación del bien jurídico salud pública. Intimidad corporal, como
protegido por la integridad personal, a la límite a las inspecciones sobre el cuerpo,
vez física, moral y psíquica, empieza por frente a integridad, como límite a las in-
la amplia conceptuación que de él hace tervenciones. Derecho a un medio am-
el autor. Para Canosa Usera, «la integridad biente adecuado —un lugar ya visitado
personal abarcaría el cuerpo humano con en los periplos bibliográficos de Canosa
todos sus componentes». Así, «desde las Usera-, si la contaminación o el ruido da-
moléculas que forman sus genes, inclu- ñan la salud y, por esa vía directa, la in-
yendo por tanto la integridad genética, tegridad. Relación con los derechos de
hasta su anatomía y apariencia, así como defensa, a no declarar contra sí mismo,
las potencialidades intelectuales y senso- en los casos de prueba biológica ordena-
riales, incluidas las que tienen que ver da judicial —paternidad— o normativa-
con la capacidad de experimentar dolor mente —alcoholemia—. Y, de una forma
físico o padecimiento psicológico o mo- algo más sutil, derecho a la libertad en
ral» (p. 89). relación con la negativa a ser intervenido.
A partir de ahí, la distinción entre la O libertad ideológica ejercida como justi-
moral y la psíquica es el momento más ficación ideológica para tal negativa.
delicado en el recorrido por las distintas Para la exposición de esta maraña de
facetas de la integridad personal. Sólo en encuentros, roces y separación de conte-
supuestos concretos se las puede identifi- nidos iusfundamentales, el autor recurre
car separadamente. Sólo como solución de forma predominante a la jurispruden-
de compromiso sirven las igualaciones le- cia del TC. Va relatando toda una serie de
sión psíquica-menoscabo psicológico y le- casos frontera que, de este capítulo en
sión moral-degradación del sujeto (p. 95). adelante, serán retomados y reutilizados
Para ver su relevancia práctica, un pro- desde los diversos enfoques requeridos
blema de hoy y siempre: la regulación por el esquema del trabajo. Esa reitera-
penal de la violencia doméstica y de gé- ción de la casuística, retomando una y
nero. La determinación de qué sea inte- otra vez planos diferentes de una misma
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gura sólo la radical prohibición de tortu- ción de bienes constitucionales. Los su-
ras y penas o tratos inhumanos o degra- puestos en los que el contenido de la in-
dantes. La cual, pese a ser un enunciado tegridad debe ser ponderado frente a
normativo claro que funciona como regla otros bienes o principios constitucionales,
y no como principio, no por ello deja de en general, o iusfundamentales, en parti-
estar necesitada, en ciertas situaciones cular, se desarrollan profusamente a tra-
más o menos confusas, de la mediación vés del estudio de las afectaciones, res-
más esclarecedora de la interpretación tricciones e intervenciones legítimas.
constitucional. En segundo término, las Estudio que, confiesa el autor, prescinde
posiciones definitivas implícitas de inte- de teorías sobre límites y restricciones y
gridad física y moral se concretan en los se centra en el análisis empírico de las di-
obvios derechos a una incolumidad cor- ferentes situaciones de conflicto (p. 216).
poral, psíquica y moral y, con su doble Es el último sprint. Para llegar a la
filo para el que decida ejercerlo, el dere- meta, Canosa Usera se apoya en el crite-
cho a negarse a sufrir intervenciones cor- rio de lo consentido por el sujeto, frente
porales previstas legalmente. Doble filo a lo impuesto contra, o frente a, la vo-
porque, para los supuestos ya aludidos luntad del mismo, para dar orden a la
de las pruebas, de paternidad, de alcohol enumeración de supuestos que confec-
en sangre o ginecológicas, ordenadas ju- ciona en dos espacios: afectaciones de la
dicialmente, la negativa a someterse a integridad, consentidas, e intervenciones
ellas puede llevar al juez a extraer conse- legítimas, no necesariamente consentidas.
cuencias desfavorables para el individuo. En el primero de ellos, por una parte
El caso extremo, el de la sanción penal se realizan nuevas introspecciones en
prevista por el 380 del Código cuando problemas ya esbozados. La esterilización
alguien no quiera ser objeto de una prue- de disminuidos psíquicos o el aborto
ba de alcoholemia. vuelven a revisarse, dejando rematados
Las posiciones relativas son, por con- los flecos, aportando las referencias nor-
tra, situaciones en las que el derecho a la mativas y jurisprudenciales oportunas.
integridad se mediatiza o se integra a tra- Exprimiendo, en definitiva, todo el jugo a
vés de distintos métodos y elementos. cada uno de los temas. Por otra parte,
Bien por la mediación del consentimiento también aparecen ahora conflictos ver-
del sujeto, por ejemplo a una interven- daderamente inéditos para el discurso del
ción quirúrgica. Bien por la necesaria ac- trabajo. Cuestiones tales como la dona-
ción protectora de los poderes públicos. ción y trasplante de órganos, las inter-
Ahí están los supuestos de protección de venciones que exigen los controles anti-
la salud o del establecimiento de requisi- dopaje en favor de, dice el autor, la salud
tos para las intervenciones corporales au- de los atletas y la limpieza de la competi-
torizadas y, otra vez, de la dimensión de ción deportiva. O, podría decirse, qué
la integridad como derecho de protec- pasa con el boxeo y qué con las pruebas
ción: su concreción normativa en la re- médicas que las compañías de seguros
gulación legal específica de protección exigen para contratar una póliza de vida.
de menores, protección de disminuidos Una vez revisadas todas esas situa-
psíquicos, en especial frente a la esterili- ciones, se exponen los tipos de inter-
zación no autorizada judicialmente, o de venciones en las que el ordenamiento
la mujer contra la violencia de género. permite prescindir del consentimiento
En realidad, la definición de estas po- del sujeto. Pero, antes de la enumera-
siciones individuales relativas acaban ción de rigor, el autor hace una previa
siendo más bien un prolegómeno para sistematización de los requisitos que el
la entrada en el ámbito de la pondera- mismo ordenamiento exige para la legiti-
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