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La industria petróleo en Venezuela se ha convertido en la principal base

económica y generadora de fuente de trabajo en el país, cada vez mas


Venezuela es más dependiente de la actividad petrolera, dicha actividad atenta
contra la integridad del medio ambiente, ya que las operaciones que esta
desarrolla son de gran magnitud y requiere la alteración de las condiciones del
subsuelo, muchos casos de afectación al ambiente se han dado sujetos a la
explotación petrolera, cada vez más la industria en su afán de obtener mayores
beneficios menosprecian el valor esencial del medio ambiente y lo importante
de mantener un equilibrio ecológico, por ello se han creado los entes
reguladores de dichas actividades que han permitido a la sociedad sentirse
más seguro con la actividad, lo que es de suma importancia para el desarrollo
de la actividad petrolera y el beneficio de la nación, estos entes y leyes que
regulan dicha actividad han mostrado ser mucho más eficientes en la
actualidad, ya que últimamente no se han dado casos de derrames de petróleo
que hayan causado daños descomunales al ambiente, incluso a pesar de la
cercanía existente entre PDVSA la empresa nacional encargada de las
operaciones de explotación, y el ministerio del poder popular para el ambiente
se observo últimamente en un caso no muy notorio como lo fue no permitir la
creación de una petroquímica dentro del campo de José ubicado al oriente del
país que el ministerio es muy contundente con sus actividades y que si se
están realizando los procedimientos vinculados en la ley en materia de
ambiente. Esto cada día mas hace que la población le de aceptación y se siente
segura con las labores que estos entes desarrollan ante la actividad industrial.

El petróleo y el gas por el solo hecho de necesitar la perforación de pozos para


extraer estos fluidos provocan un impacto en el medio ambiente. Sin embargo
la aplicación de modernas tecnologías reduce las superficies involucradas en la
perforación minimizando el impacto ambiental. Un capítulo aparte merece la
exploración y explotación costa afuera. Esta actividad fue impulsada
fuertemente a partir de la década del ´80 debido a varios factores, el principal
fue el aumento del precio del petróleo, el segundo directamente asociado al
primero es la disminución de las posibilidades de descubrimientos en tierra y el
agotamiento de los yacimientos ya descubiertos. Por último, los avances en
tecnología permitieron el acceso a las acumulaciones de hidrocarburos bajo el
lecho marino.
Un efecto adicional de impacto ambiental se produce cuando algún pozo se
descontrola y se derrama petróleo en la superficie o en el mar, aunque esto es
poco común, cada tanto puede suceder; un ejemplo reciente es lo ocurrido en
la plataforma de BP en el golfo de México hace pocos meses, sin embargo la
relación entre la actividad de perforación mundial y la ocurrencia de este tipo de
accidentes es bajísima, sobre todo en la actividad costa afuera donde los
controles de seguridad se extreman, en más de treinta años de actividad
intensa costa afuera y luego de perforados miles de pozos, accidentes de las
características de la plataforma de BP en cuanto a la magnitud del derrame son
muy inusuales y solo se conoce otro caso el de la plataforma Ixtoc ocurrido en
la bahía de Campeche (México en 1979). Por supuesto que han ocurrido otros
accidentes, pero si bien fueron impactantes por la pérdida de vidas humanas,
no lo fueron por la magnitud del petróleo vertido, ya que los sistemas de
prevención de derrames funcionaron correctamente.
El segundo punto que impacta en el medio ambiente, son los derrames que se
pueden producir (y de hecho se producen) en todo el proceso de transporte del
petróleo desde el pozo a la destilería o en el transporte de subproductos, este
es un fenómeno más común que el descontrol de pozos y reconoce varias
razones. En tierra reconoce motivos tales como roturas de cañerías de
conducción por corrosión, por accidentes o intencionales (por actos de sabotaje
o por robos). El principal problema, se debe a lo extenso de estas cañerías, la
falta de registro de cómo están dispuestos estos caños (sobre todo en
yacimientos muy antiguos) y que, dada la longitud de algunos de ellos, no es
posible establecer una vigilancia permanente en todo el recorrido de los
mismos, muchas veces la señalización es deficiente por imprevisión y otras por
el hurto o destrucción de la cartelería correspondiente.
Los derrames más importantes en volumen e impacto ambiental se han
producido en el transporte marítimo. Los ejemplos más conocidos son los
ocurridos frente a la costa de Bretaña en 1974, el buque-tanque Exxon Valdez
en las costas de Alaska en 1989 y el más reciente en el mar Cantábrico (1), en
Argentina el derrame del buque de Shell en el río de La Plata, que contaminó
las costas del partido de Magdalena puede mencionarse entre este tipo de
accidentes.
El mayor derrame de petróleo mundial ocurrió en 1991 en Kuwait durante la
denominada guerra del golfo debido al ataque a pozos e instalaciones
petroleras, se calcula que ese derrame fue de más de 140 millones de m3, no
obstante este caso en particular no responde a problemas propios de la
industria. Sumados los 10 mayores derrames de los últimos 40 años (1), sin
incluir la guerra del Golfo, la cantidad de petróleo derramado no supera los dos
millones de m3 (Ver tabla I), para poner en contexto estos valores la
producción anual de petróleo estimada para el año 2009 es de 4900 millones
de m3 (3), es decir que sumados los 10 mayores derrames están en el orden
del 0.03 % de la producción mundial en un año, es decir que comparado con la
producción mundial de los últimos 40 años la cifra pierde significado, con esto
no se pretende justificar la contaminación producida por estos derrames, pero
es necesario saber qué cantidad de petróleo se produce y se mueve en el
mundo, para saber cuál es la proporción de petróleo volcado al medio ambiente
por accidentes.

Tabla I
El último punto de impacto sobre el medio ambiente y quizás el más importante
es la combustión de los derivados del petróleo y del gas, que libera importantes
volúmenes de CO2 y CO a la atmosfera, este fenómeno está particularmente
concentrado en las grandes ciudades y los conglomerados industriales que
usualmente las rodean. Este impacto es mucho mayor que el que ocasiona
cualquier emprendimiento en zonas de baja densidad de población, sin
embargo esto no parece ser el foco de atención de las organizaciones de
protección ambiental.
Como podemos ver se puede actuar (y de hecho se actúa) sobre las dos
primeras causas de contaminación, es mucho lo que se ha avanzado en la
prevención y control de derrames de cualquier tipo y se debe
fundamentalmente al impacto económico y social negativo que estos derrames
provocan en las compañías responsables del accidente y también a una mayor
toma de conciencia ecológica por parte del público en general y de las
compañías en particular.
La tercera causa de impacto (emisión de gases) es más difícil de controlar ya
que depende más de actitudes individuales y de la sociedad en su conjunto. En
definitiva es una responsabilidad compartida de la sociedad como usuaria de
ese tipo de energía, de las industrias consumidoras de los combustibles
líquidos y gaseosos, minimizar la emisión de gases, en tanto que el papel de
las productoras de hidrocarburos en este caso es proveer la cantidad de
energía que la sociedad demanda.

La protección ambiental constituye factor predominante de atención dentro de


las operaciones petroleras. Por ello, petróleos de Venezuela PDVSA ha
diseñado instrumentos de protección que le permite combatir de manera
eficiente y oportuna aquellos derrames de hidrocarburos, como consecuencia
de su actividad, que se pudiesen presentar.
La contaminación por petróleo se produce por su liberación accidental o
intencionada en el ambiente, provocando efectos adversos sobre el hombre o
sobre el medio, directa o indirectamente.

La contaminación involucra todas las operaciones relacionadas con la


explotación y transporte de hidrocarburos, que conducen inevitablemente al
deterioro gradual del ambiente. Afecta en forma directa al suelo, agua, aire, y
a la fauna y la flora.

Efectos sobre el suelo:

Los efectos sobre el suelo se deben al desmalezado y alisado del terreno y al


desplazamiento y operación de equipos pesados. Por otro lado los derrames de
petróleo y los desechos producen una alteración del sustrato original en que se
implantan las especies vegetales dejando suelos inutilizables durante años.

Efectos sobre el agua:


Con respecto a los efectos sobre el agua tenemos, en las aguas superficiales el
vertido de petróleo u otros desechos producen disminución del contenido de
oxígeno, aporte de sólidos y de sustancias orgánicas e inorgánicas.
En el caso de las aguas subterráneas, el mayor deterioro se manifiesta en un
aumento de la salinidad, por contaminación de las napas con el agua de
producción de petróleo de alto contenido salino.

Efectos sobre el aire:

Los efectos sobre el aire son muy frecuentes debido a que a la hora de extraer
el hidrocarburo líquido siempre viene con gas. La captación del gas está
determinada por la relación gas/petróleo, si este valor es alto, el gas es captado
y si es bajo, es venteado y/o quemado por medio de antorchas. El gas natural
está formado por hidrocarburos livianos y puede contener dióxido de carbono,
monóxido de carbono y ácido sulfhídrico. Si el gas producido contiene estos
gases, se quema. Si el gas producido es dióxido de carbono, se lo ventea.

Efectos sobre la flora y la fauna:

La fijación de las pasturas depende de la presencia de arbustos y matorrales,


que son los más afectados por la contaminación con hidrocarburos. A su vez
estos matorrales proveen refugio y alimento a la fauna adaptada a ese
ambiente. Dentro de la fauna, las aves son las más afectadas, por contacto
directo con los cuerpos de agua o vegetación contaminada, o por
envenenamiento por ingestión. El efecto sobre las aves puede ser letal. Si la
zona de explotación es costera o mar adentro el derrame de hidrocarburos
produce daños irreversibles sobre la fauna marina.

Casi la mitad del petróleo y derivados industriales que se vierten en el mar,


son residuos que vuelcan las ciudades costeras. El mar es empleado como un
accesible y barato depósito de sustancias contaminantes. Otros derrames se
deben a accidentes que sufren los grandes barcos contenedores de petróleo,
que por negligencia transportan el combustible en condiciones inadecuadas.
De cualquier manera, los derrames de petróleo representan una de las mayores
causas de la contaminación oceánica.

El último punto de impacto sobre el medio ambiente y quizás el más importante


es la combustión de los derivados del petróleo y del gas, que libera importantes
volúmenes de CO2 y CO a la atmosfera, este fenómeno está particularmente
concentrado en las grandes ciudades y los conglomerados industriales que
usualmente las rodean. Este impacto es mucho mayor que el que ocasiona
cualquier emprendimiento en zonas de baja densidad de población, sin
embargo esto no parece ser el foco de atención de las organizaciones de
protección ambiental.
Como podemos ver se puede actuar (y de hecho se actúa) sobre las dos
primeras causas de contaminación, es mucho lo que se ha avanzado en la
prevención y control de derrames de cualquier tipo y se debe
fundamentalmente al impacto económico y social negativo que estos derrames
provocan en las compañías responsables del accidente y también a una mayor
toma de conciencia ecológica por parte del público en general y de las
compañías en particular.
La tercera causa de impacto (emisión de gases) es más difícil de controlar ya
que depende más de actitudes individuales y de la sociedad en su conjunto. En
definitiva es una responsabilidad compartida de la sociedad como usuaria de
ese tipo de energía, de las industrias consumidoras de los combustibles
líquidos y gaseosos, minimizar la emisión de gases, en tanto que el papel de
las productoras de hidrocarburos en este caso es proveer la cantidad de
energía que la sociedad demanda.

Los beneficios positivos son los que se producen por el empleo de la mano de
obra local generando mejores ingresos económicos y la mejora en la
educación, salud y asistencia social en las comunidades.

Los impactos negativos que se pueden producir en la exploración y


explotación de hidrocarburos pueden ser minimizada, si se realiza un
adecuado Estudio de Impacto Ambiental, que identifique los principales
efectos al medio ambiente, buscando adecuadas medidas de mitigación que
minimicen o eliminen tales impactos.

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