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Seminario Jesús Buen Pastor

El concepto de Catequesis en el
Magisterio

HEREDIA, José Ignacio Heredia


Prof.: Lic. REINERI, Juan Eliseo
Año: 2014
EL CONCEPTO DE CATEQUESIS EN EL MAGISTERIO

INTRODUCCIÓN
Al oír la palabra catequesis nos resuena en nuestro corazón momentos vividos en nuestra infancia,
cuando nos preparábamos para recibir la Primera Comunión. Hoy en día, si les preguntáramos a un niño
y a un adulto qué entienden por catequesis encontraríamos respuestas un tanto distintas. Este se debe
a una evolución del concepto de catequesis a lo largo de la historia de la Iglesia. En el siguiente trabajo
intentaremos recorrer ese camino, analizando distintos documentos del Magisterio.

CONCILIO (1965)
Como dijimos antes, existen muchas definiciones de catequesis. En el Decreto Christus Dominus del
Concilio Vaticano II, sobre el ministerio pastoral de los Obispos, encontramos una llamada a vigilar
atentamente “la instrucción catequética, que tiende a que la fe, ilustrada por la doctrina, se haga viva,
explícita y activa en los hombres”. También, haciendo referencia a las ciencias del hombre, agrega que
“se enseñe con el orden debido y el método conveniente, no solo con respecto a la materia que se
explica, sino también a la índole, facultades, edad y condiciones de vida de los oyentes”. Por último,
indica que corresponde a los responsable que “conozcan totalmente la doctrina de la Iglesia y aprendan
teórica y prácticamente las leyes psicológicas y las disciplinas pedagógicas”.1

También en el Declaración Gravissimum educationis, en el marco de la educación católica, encontramos


como un medio educador a la instrucción catequética, “que ilumina y robustece la fe, anima la vida con
el espíritu de Cristo, lleva a una consciente y activa participación del misterio litúrgico y alienta a una
acción apostólica”.2

La primera definición subraya la finalidad integral de la catequesis: la educación general de la fe, no


reducida a un mero conocimiento, sino como entrega total a Dios. Ella incluye tanto la adhesión
intelectual de la doctrina, como el testimonio de vida. Por tanto, la definición no se centra en la etapa
inicial, sino que se refiere a la maduración general de la fe en todas sus dimensiones. Esta definición fue
asumida por el DCG de 1971, 17.

La segunda definición describe la catequesis por sus tareas: consolidar el conocimiento de la fe;
alimentar las actitudes morales cristianas con el espíritu de Cristo; ejercitar en la participación de la
liturgia e impulsar a la vida apostólica. Esta definición tampoco se concentra en la etapa iniciativa.

1
CD 14
2
GE 4

1
Ambas definiciones de catequesis del Concilio Vaticano II manifiestan una concepción amplia de
catequesis, es decir, de constante educación en la fe.

DOCUMENTO DE MEDELLÍN (1968)


El documento conclusivo de la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Medellín le
dedica todo un capítulo la catequesis. En sus conclusiones encontramos una sintética definición de
catequesis como la tarea de “educar eficazmente la fe de los jóvenes y de los adultos, en todos los
ambientes”.3

La catequesis, “debe manifestar siempre la unidad profunda que existe entre el proyecto salvífico de
Dios, realizado por Cristo y las aspiraciones del hombre […] Debe asumir totalmente las angustias y
esperanzas del hombre de hoy, a fin de ofrecerle las posibilidades de una liberación plena. Por ello deber
ser fiel a la transmisión, no solamente del Mensaje bíblico en su contenido intelectual, sino también a la
realidad vital encarnada en los hechos de la vida del hombre de hoy.”4

También aquí vemos la importancia que en la catequesis ocupa la vivencia cristiana, como camino de
liberación plena, uniendo la revelación de Dios en Cristo Jesús y la vida personal del creyente. La
catequesis no debe estar desvinculada con la realidad propia de los hombres, ya que debe asumir las
angustias y esperanzas que ellos tienen. Para ello se auxiliará de las ciencias humanas, como la sociología,
la pedagogía y la psicología.

DIRECTORIO CATEQUÍSTICO GENERAL (1971)


Al comienzo del Directorio Catequístico General (DCG) podemos encontrar la siguiente expresión: “Se
publica el presente DCG según las normas del Decreto Christus Dominus”. Aquí vemos que todo este
documento de la Sagrada Congregación para el Clero está enmarcado por las ideas de los padres
conciliares.

Más adelante, cuando hable de la misión de la catequesis en la Iglesia la definirá como “una forma de
acción eclesial que trata de llevar a la madurez de la fe tanto a las comunidades como a los individuos.
[…] La catequesis es el medio más apto para captar el plan de Dios en su propia vida (la del hombre) y
descubrir el significado último de la existencia y de la historia”.5

La evangelización puede preceder o acompañar a esta acción eclesial. Pero ya que la conversión es un
elemento necesario en el dinamismo de la fe, la catequesis debe incluir de alguna manera la
evangelización.6

3
Medellín 8, 1
4
Ibíd. 8, 4 - 6
5
DGD. 21
6
Cf. Ibíd. 18

2
EVANGELII NUNTIANDI (1975)
El Papa Pablo VI en su exhortación Evangelii Nuntiandi acerca de la Evangelización del mundo
contemporáneo, presenta la catequesis como un medio necesario para la evangelización. A propósito de
la enseñanza catequética dirá que “la inteligencia necesita aprender mediante una enseñanza religiosa
sistemática los datos fundamentales, el contenido vivo de la verdad que Dios ha querido transmitirnos y
que la Iglesia ha procurado expresar de manera cada vez más perfecta a lo largo de la historia. […] Los
métodos catequísticos deberían ser adaptados a la edad, a la cultura, a la capacidad de las personas,
tratando de fijar siempre en la memoria, la inteligencia y el corazón las verdades esenciales que deberían
impregnar la vida entera”. 7

Estas ideas presentadas por la EN van dirigidas especialmente al conocimiento de la doctrina, pero no
debemos olvidar que para este documento la catequesis ocupa un lugar en el proceso de evangelización,
precedido por un anuncio: el kerigma.8

LA CATEQUESIS EN NUESTRO TIEMPO (1977)


La IV Asamblea General de los Obispos, convocada en Roma por el Papa Pablo VI, trató “La catequesis
en nuestro tiempo, con especial atención a los niños y a los jóvenes”. En este mensaje, define catequesis
como “la actividad eclesial constantemente necesaria para difundir viva y activamente la Palabra de Dios
y ahondar en el conocimiento de la Persona y del mensaje salvador de Nuestro Señor Jesucristo; actividad
que consiste en la educación ordenada y progresiva de la fe que está ligada estrechamente al
permanente proceso de maduración de la misma fe”.9

Continuando con la idea de la EN, la catequesis como aspecto de la evangelización, los obispos subrayan
que “Cristo ha se ser el centro de la proclamación catequética. En la catequesis nos esforzamos por lograr
la comprensión y la experiencia de la importancia que tiene Jesús en nuestra vida cada día”.10

DOCUMENTO DE PUEBLA (1979)


El Documento de Puebla define catequesis como “la educación ordenada y progresiva de la fe11, que
debe ser acción prioritaria en América Latina”.12 También agregará que “en toda la catequesis integral
hay que unir siempre de modo inseparable: el conocimiento de la Palabra de Dios; la celebración de los
sacramentos y la confesión de la fe en la vida cotidiana”

Seguirá tomando las ideas de Pablo VI al decir que, en el método catequístico, la memorización de las
sentencias bíblicas del NT y de los textos litúrgicos es de suma importancia para la oración en común y

7
EN. 44
8
Cf. Ibíd. 21-22
9
La catequesis en nuestro tiempo, 1
10
Ibíd. 7
11
Cf. Ibíd. 1
12
Puebla 977

3
para hacer más fácil la comprensión de la fe. También da importancia a las técnicas audiovisuales, como
dibujos, cantos, dramatizaciones; mostrando así la influencia de las nuevas tecnologías y de las nuevas
ciencias humanistas (pedagogía, psicología, didáctica) sobre la tarea eclesial.

CATECHESI TRADENDAE (1979)


San Juan Pablo II, en esto documento básico para la catequesis, la definirá como “una iniciación
ordenada y sistemática a la Revelación que Dios mismo ha hecho al hombre, en Jesucristo, revelación
conservada en la memoria profunda de la Iglesia y en las Sagradas Escrituras y comunicada
constantemente, mediante una traditio viva y activa, de generación en generación. Pero esta revelación
no está aislada de la vida ni yuxtapuesta artificialmente a ella. Se refiere al sentido último de la existencia
y la ilumina, ya para inspirarla, ya para juzgarla, a la luz del Evangelio”.13 La catequesis tiene a desarrollar
la inteligencia del misterio de Cristo a la luz de la Palaba, para que el hombre entero sea impregnado por
ella.14

Este concepto expresan la identidad de la catequesis en su sentido más específico: 1) su naturaleza se


expresa llamándola iniciación cristiana integral que afecta al hombre entero; 2) es una educación inicial
ordenada y sistemática, en cuanto a la doctrina que transmite; 3) su contenido no es meramente
doctrinal, aislado de la vida, es una buena noticia capaz de dar el sentido último a la existencia humana
desde sus más profundas experiencias.

Siguiendo el camino de su predecesor, coloca a la catequesis como un momento “soñado” en el


proceso total de evangelización.

DOCUMENTO DE QUITO (1982)


Los catequistas latinoamericanos se reunieron en la Primera Semana Latinoamericana de Catequesis
para analizar la catequesis en América Latino. Asumiendo los recientes documentos del Magisterios, dirá
brevemente que la catequesis “es un proceso permanente para la educación de la fe”. 15 La misión
esencial de toda la Iglesia es la catequesis, es una respuesta al llamado del Señor a hacer discípulos16.

Este documento señalará que “la catequesis nos congrega como Iglesia”, y como tal es de suma
importancia la participación en la comunidad parroquial: “la parroquia nos congrega como pueblo de
bautizados, miembros vivos del Cuerpo de Cristo, para ejercer con alegría la misión profética como
evangelizadores y catequistas, para celebrar nuestra fe en la asamblea litúrgica y compartir la vida y los
bienes”.17

13
CT. 22
14
Ibíd. 20
15
Quito 5, a (al final). Cf. CT 39, 45, 43.
16
Cf. Mt 28, 19
17
Quito 5

4
CÓDIGO DE DERECHO CANÓNICO (1983)
El III libro del Código de Derecho Canónico atañe a los “pastores de almas” la tarea de la catequesis
para que la fe de los fieles, mediante la enseñanza de la doctrina y la práctica de la vida cristiana, se haga
viva, explícita y operativa. 18 La formación de los catequistas debe suponer el manejo de medios
didácticos que sean eficaces, de manera que los fieles puedan aprender la doctrina de modo más
completo y llevarla mejor a la práctica.

DIRECTORIO CATEQUÍSTICO GENERAL (1997)


Para el Directorio Catequístico General, la catequesis es una acción esencialmente eclesial19 cuyo fin
definitivo es poner a uno no sólo en contacto sino en comunión, en intimidad con Jesucristo20. A partir
de la conversión inicial de una persona al Señor, suscitada por el Espíritu Santo mediante el primer
anuncio, la catequesis se propone fundamentar y hacer madurar esta primera adhesión.

La finalidad de la catequesis se realiza a través de diversas tareas. Estas tareas corresponden a la


educación de las diferentes dimensiones de la fe, ya que la catequesis es una formación cristiana integral,
abierta a todas las esferas de la vida cristiana. La fe pide ser conocida, celebrada, vivida y hecha oración.
La catequesis debe cultivar cada una de estas dimensiones. Al mismo tiempo, la fe se vive en la
comunidad cristiana y se anuncia en la misión: es una fe compartida y anunciada. Y estas dimensiones
deben ser, también, cultivadas por la catequesis21.

CONCLUSIÓN
Por la cantidad de textos analizados, podemos deducir que la catequesis es una tarea a la cual la Iglesia
dedica muy atención. Solo con leer alunas líneas del Documento de Aparecida, nos daremos cuenta que
estamos en un proceso de renovación de toda la catequesis 22 . Es un desafío para la Iglesia
Latinoamericana hacer que los bautizados que están alejados se inserten en la comunidad participando
activamente, y así pueda madurar su fe23. Esperemos que la pronta realización del Catecismo y Directorio
argentino puedan consolidar mejor todas estas ideas, para bajarlas a las distintas comunidades
parroquiales y grupos de catequesis.

BIBLIOGRAFÍA
CELAM, Evangelización y Catequesis. Documentos del Magisterio Eclesiástico con índice analítico, 1991

Sagrada Congregación para el Clero, Directorio Catequístico General, 1997

18
CDC 773
19
DCG (1997) 78
20
Ibíd. 80
21
Cf. Ibíd. (1997) 84
22
Cf. Documento Aparecida 286 - 300
23
Cf. Orientaciones Pastorales para el trienio 2012-2014, nº 24

5
CELAM, Documento de Aparecida, 2007

CEA, Orientaciones pastorales, 2012

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