Capítulo I: El placer esta intimamete ligada a la naturaleza humana, y los
jóvenes son educados para que vivan en los goces del placer. Lo que plantea la virtud moral es que hallemos gusto en lo conveniente y aborrezcamos lo inconveniente, pero en el caso de las pasiones, siempre se opta por escoger estas y huir de las penas. Para contrarrestar el desenfreno, unos plantean que el placer es el bien, y otros que es algo malo. Para llegar al justo medio, se debe armonizar la decisión de este placer con razonamientos validos. Capitulo II: El placer no puede ser malo porque aquello que todos los hombres aprueban, asi es. Al hacer contraposición con esta afirmación por medio del argumento del contrario, se dice que el dolor y el placer son malos, pero si fuera asi, los hombre huyen de ambos, pero los hombres huyen de estos como un mal y escojen el otro como un bien, creando la oposición entre el placer y el dolor. Capitulo III: El placer es algo que no se puede definir, puesto que no se le pueden dar una velocidad o una virtud que lo diferencia en cada persona. Ahora, el dolor se define como la corrupción ocurrida por la acción de un placer. El placer no es el bien, pero tampoco se desean todos los placeres. Cada placer es diferente, esto dependiendo de la fuente y del tipo de cada uno. Capitulo IV: El placer es completo, no es producto de un movimiento progresivo, sino que, sin importar el tiempo en que se de ni en cuando se dé, el placer será el mismo. El placer es mas completo cuando el sujeto esté mas dispuesto al acto que perfecciona este placer, y es por eso que el placer perfecciona, y los hombres lo buscan para perfeccionar su vida. Capitulo V: Cada placer es distinto, y se diferencia según el aco que se vaya a ejecutal y al cual este dispuesto. El placer de algo de nos apasione hacer siempre indispondra la realización de otro acto, al existir cosas que nos generan mas placer que otras y siempre se buscan lo mas placentero. Ahora, el placer puede clasificarse como honesto, perverso, laudable y el reprochable. Los placeres van muy ligados a los actos, y el placer es diferente entre diferentes especies, pero no entre los mismos individuos de una especie. La fuerza con la que se presenta el placer con respecto a una actividad, es lo que determina la capacidad y disposición que podamos tener para realizar simultáneamente otra actividad. Capitulo VI: La felicidad no es un estado que llega por si solo. La vida feliz, siempre depende de la virtud, y la ejecución de la misma se debe hacer en serio, y no en broma, como sucede con las diversiones. Luego las cosas serias tienen mayor excelencia. Capitulo VII: La felicidad es un acto contemplativo, es decir, muy continuo, y el mayor de todos, proveniente de la mayor de las virtudes que tenga el hombre. Y eso es lo que cada hombre considera lo mejor y con mayor deleite, y ese se puede decir que es la inteligencia, que es algo divino con relación al hombre. El desarrollo de esta vida nos conduce a una vida mas feliz. Capitulo VIII: La felicidad moral se consigue a artir de la consecución de las virtudes morales, acompañadas de la prudencia, en intima ligadura. Tanto la felicidad intelectual como la felicidad moral siempre requerirad de cosas provenientes de la vida biológica. La felicidad coexiste entre la contemplación y las personas que se acercen a este estado. La contemplación es un estado divino, que de cieta manera existe en soledad al considerar la figura y la prescencia de Dios. Los hombres felices son aquellos que han realizado las mas bellas acciones y viven con templanza, usando los bienes exteriores necesarios. El hombre que mas se asemeje a Dios y que este con la disposición de desenvolver su espirituslidad y cultivar su inteligencia, es el mas feliz. El filosofo es que mas se acerca a esa caracterisitica. Capitulo IX: De nada sirve conocer, leer y escuchar sobre las virtudes si no se ponen el practica. Esta practica es lo que nos lleva a ser mejores hombres. Se plantea que los hombres se hacen buenos por naturaleza; otros dicen que por costumbre y otros que por enseñanza o magisterio. Para los hombres que viven bajo las pasiones, se les debe ir educando progresivamente en la realización de habitos, porque por una imposición no se lograra cumplir con el cometido. Pero no basta con solo enseñarlos, sino que también los jóvenes deben practicar y acostumbrarse al desarrollo de estos habitos. Para garantizar el cumplimiento, se deben tener definidas unas leyes que castiguen a aquellos que son rebeldes y los desobedientes, ya que los hombres actúan bajo temor y el miedo al castigo. Aquel que quiera enseñarle a otros a ser hombres de bien, debe tomar las aptitudes de un legislador, para que pueda hacerles conocer la ley, pero antes debe tener una experiencia, para saber en que casos puede aplicarse una u otra ley. A partir de examinar la legislación, se puede examinar la aplicación, y en que afecta cada ley al desarrollo y buena administración de cada ciudad, y su aplicabilidad.