Sunteți pe pagina 1din 6

LA PROMISCUIDAD SEXUAL

La palabra “PROMISCUIDAD” se define como la convivencia desordenada

entre personas de distinto sexo. Mezcla, confusión. Pero al relacionarlo con el

sexo, en pleno siglo XXI este término es de lo más normal para la juventud, al

decir que es muy difícil encontrar una pareja estable.

Todas las sociedades establecen límites al comportamiento sexual y

especifican quien puede tener relaciones y con quien. En las familias reales de

incarios, antiguo Egipto y Hawai, al igual que en la sociedad china, se les

permitía varios acontecimientos que será mencionado más adelante.

La satisfacción de la necesidad sexual en los seres humanos, puede pasar por

distintos niveles, desde la simple atracción física (implica en todo deseo sexual)

hasta la aceptación y el respeto del otro ser, tal y como es, es decir, el amor

profundo.

Impíos en el amor verdadero, pero, ¿por qué?. La mayoría de los jóvenes ya no

creen en las relaciones duraderas. La libertad que cada uno posee está siendo

manipulada de una manera más insubordinada, traviesa, que no mide riegos ya

que no piensa con la cabeza sino con los pies.

Pues al decir verdad, el lugar en donde más recae la culpa del tipo de conducta

que posean ellos es en el hogar.


En las escuelas y universidades se preparan los futuros profesionales, los jefes

políticos y los gobernantes de este país. Su buena o mala conducta en el

ejercicio de su profesión depende de la buena o deficiente preparación

recibida.

Los hogares son esas escuelas y esos colegios y universidades en donde se

preparan los futuros hogares: de un buen hogar saldrán buenos hogares y de

hogares deficientes saldrás hogares deficientes.

Existen casos así. El esposo es una persona de sanos principios, responsable

a toda prueba y lleno de amor. Pero la esposa que venía de un hogar donde no

existía ni Dios ni ley, no era más que una niña inmadura. Los años no el

habían servido para nada y el matrimonio se desbarató muy pronto.

Hay un sabio refrán que dice:” El AMOR NO SE BASA EN ENTENDERSE,

SINO EN ACEPTARSE”

También se tratará sobre la higiene sexual, que es lo más importante de este

tema, ya que esta alcanza relieves importantes como ciencia monitora de la

vida del hombre, sabiendo que estos preceptos de la higiene arrancan desde

los pueblos primitivos.

Este tema presenta muchos tabúes impuestos hoy en día, pero si se deja que

el amor sea el que guie estos placeres se lograran que cuerpo y alma se

vuelvan una unidad superior.

Todas las sociedades establecen límites al comportamiento sexual de sus

miembros y les eligen con que persona se puede tener relaciones sexuales.

Por ejemplo, toda la sociedad tiene un tabú de incesto que prohíbe las

relaciones sexuales entre parientes, algunas difieren en cuanto a los parientes


con los cuales se prohíbe. En las familias reales de incario, antiguo Egipto y

Hawai se permitía y realmente se esperaba que los hermanos se casaran con

las hermanas (aparentemente como un medio de conservar el poder y la

propiedad dentro de la familia). Por el contrario, en la sociedad china

tradicional, la prohibición del tabú del incesto incluía a todos los individuos que

tenían el nombre del clan, aunque fueran bastante lejanos.

La satisfacción en los seres humanos, puede pasar por distintos niveles, desde

la simple atracción física hasta la aceptación y el respeto del otro ser tal y como

es; es decir, el amor profundo que significa aceptar al otro como legitimo otro

porque tiene tanta o igual legitimidad como uno.

El termino promiscuidad fue instaurado por la sociedad al observar el

comportamiento desordenado de sus cercanos siendo sorprendente aquello ya

que la moral inculcada en años anteriores era mucho mayor que ahora. El

comportamiento de conquista de un hombre era cortés, delicado, respetuoso y

sobre todo romántico, que era lo que deslumbraba e impactaba a la dama. Con

solo darle un beso delicado en la mano era un acercamiento apresurado. Eso

era digno de un acaballero. Pero el comportamiento de la sociedad ha

cambiado, poco a poco la aberración por ser diferente se creo, hubo más casos

de lesbianas, homosexuales, geys, como lo dicen vulgarmente, ya salieron del

closet. La sociedad no lo asimilaba, era una error que existieran personas así.

Por ello se fueron creando los tabúes, prejuicios implantados por la sociedad,

determinando al sexo como algo malo, sucio, prohibido. Por el contrario, el

sexo es bello y placentero cuando está de por medio el amor y la confianza.

Pero en este caso, el sexo se vuelve peligroso y frustrante por afrontarlo de

manera irresponsable.
Como se sabe, en la actualidad actúa la equidad de género. Y ese, duele

aceptarlo pero es cierto, ha sido uno de los principales causantes de este

libertinaje desentrenado. Las mujeres tienen el derecho de declarar

abiertamente sus sentimientos y deseos a un hombre. Por ello, es que existe

tanta libertad en una relación, ya no es necesario un papel para poder juntar

sus votos de amor. Hoy en día, es necesario comprobar si son compatibles

sexualmente para ver si su relación como pareja podría funcionar en un futuro.

Si se logra observar, el comportamiento de cada persona interviene

demasiado en este asunto. La teoría freudiana se completa con el

descubrimiento de diversa etapas psicosexuales por las que pasa toda persona

para poder satisfacer su instinto sexual y buscar el placer sexual. La energía

que genera este instinto denomino libido. Esta energía se manifiesta y se

centra sucesivamente en las áreas oral, anal y fálica (símbolo de los genitales),

entre el nacimiento y los 6 años de edad.

Luego le sucede una etapa de lactancia que corresponde prácticamente a la

etapa escolar, para despertar nuevamente en la pubertad, en la etapa genital.

Las tres primeras etapas son auto eróticas y la última busca dirigirse hacia el

sexo opuesto.

Es requisito indispensable para llegar a una nueva etapa, superar

satisfactoriamente la etapa anterior. Si no sucede así, la libido se dice, queda

fijada. Pero aun cuando alguien haya pasado a la siguiente etapa podía hacer

una regresión a etapas anteriores, más satisfactorias como reacción a un

conflicto de difícil asimilación.

Esta podría ser una de las razones por la que existe una promiscuidad sexual,

pero hay otro aspecto importante, es la ambiente familiar. Se piensa que la


relación que conllevan padres se la hizo porque en algún momento de sus

vidas estuvieron enamorados, pero es difícil despertar de golpe contra el

pavimento y ver que lo hicieron por obligación, sabiéndose por el

comportamiento grotesco y doliente de sus padres. Si se ve ese ejemplo en

casa, como podrán creer que en algún lugar de este mundo existe su otra

mitad, con la cual compartirán la vida entera. Es difícil darse cuenta tarde, el

daño que las malas relaciones conyugales afectan a los hijos. Por ello, la

comprensión y armonía en el hogar es un elemento esencial para que triunfen.

La única solución que está presente es tomar las relaciones con madures,

midiendo limites, analizando cuales son los pros y contras. Las enfermedades

producidas por estar con varias parejas a la vez son difíciles de tratarlas.

Mientras más relaciones sexuales tenga una persona, es más fácil que se

contagie. La clamidia, la gonorrea. La hepatitis B, herpes, los hongos, el sarna,

sífilis, ladilla, tricinoma, verrugas o el VIH-Sida son enfermedades de

transmisión sexual.

Para evitar este contagio con la pareja que, se debe mantener un continuo

aseo de sus partes y una limitada entrega de su cuerpo a varias personas.

Por tanto, la satisfacción de la necesidad sexual debería basarse en lo

estrictamente humano y no en valoraciones morales porque dificultan la plena

realización de la sexualidad humana. Pues los valores morales asumidos como

validos en cualquier sociedad o a las religiones dominantes ha hecho que se

cree una serie de perjuicios y tabúes que, convertidos en normas y hasta

dogmas, impiden la satisfacción plena de la sexualidad. Así que prioricemos al

amor, que este sentimiento es el único que nos hará encontrar la paz y
tranquilidad familiar que quisiéramos para nuestra descendencia, encontrando

la estabilidad de pareja y ordenando preferencias sexuales para evitar esta

promiscuidad sexual que es la que los tiene como animales en busca de placer

y no como futuros padres en busca de un hogar feliz. Recordemos que la

higiene íntima es parte de cada persona, evitar contagios y malos ratos solo

por un mal aseo depende únicamente de ti.

S-ar putea să vă placă și