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SON EFICACES

7
maner
as de
hacer
que
ella
llegue
al
orgas
mo (y
que
nunca
lo
olvide)
Recogemos las claves
que debes seguir para
que tu pareja,
compañera o amiga
tenga el mayor éxtasis
de su vida. Son fáciles
y sencillas, aptas para
todos los niveles de
experiencia
AUTOR
MARÍA PALMERO
Contacta al autor
@MariaPalmero_
TAGS
 ORGASMO
 RELACIONES SEXUALES
 RELACIONES DE PAREJA
 SEXO
 SEXUALIDAD
TIEMPO DE LECTURA5 MIN

26/11/2017

05:00 - ACTUALIZADO:
26/06/2018 19:44

¿Cómo hacer que una


mujer llegue al
orgasmo? Y, lo más
difícil si cabe: ¿cómo
conseguir que ese
clímax lo recuerde
para siempre? Que no
te entren los sudores,
querido lector, es más
fácil de lo que crees.
Que la mayoría lo
haga mal no significa
que tú también. De
hecho, tienes la
posibilidad de dejar
por todo lo alto al
sector masculino.
No son críticas
gratuitas. Antes de
empezar con la teoría,
has de grabarte estas
cifras a fuego: 61,6% y
85,5%. La primera
corresponde a las
veces que ellas
alcanzan el orgasmo,
y el segundo, a la de
ellos. Todo ello según
una investigación rea
lizada por el Instituto
Kinsey de la
Universidad de
Indiana.
Vamos allá.
Recogemos las claves
que debes seguir para
que tu pareja,
compañera o amiga
tenga el mayor éxtasis
de su vida.
1)
Contextualiza
Las mujeres no son
como vosotros. Su
orgasmo es más
emocional: si su
cabeza y su cuerpo no
están en sintonía, lo
más probable es que
acabe por fingir el
orgasmo para que
pares de una vez. O
será sincera y verás
que has fracasado. No
entiendes nada,
porque has hecho todo
bien: caricias,
lametones,
preliminares... pero
nada. ¿Qué se te ha
olvidado?
Contextualizar el acto
sexual.
Muchos
hombres
cometen
el error de
ir
demasiad
o rápido.
No
puedes
tocar el
clítoris de
una mujer
y pensar
que solo
con eso
se va a
excitar
Nos referimos a que le
hagas olvidar todas las
tareas que tiene
pendientes, los
problemas del trabajo
y la reunión que tiene
al día siguiente con el
jefe. Ellas no son
como los hombres: les
es más difícil
desconectar. Por ello,
cúrratelo: velas,
masajes, un baño
caliente... Todo lo que
le haga estar en el
presente, ahí y en ese
momento contigo.
"Dile lo guapa que se
ve a la luz de las
velas", asegura el
terapeuta sexual Ian
Kerner a 'Men's
Health'. "Se ha
descubierto que los
pensamientos
negativos frenan la
excitación de las
mujeres".
2) No tengas
prisa
Muchos hombres
cometen este
error: van demasiado
rápido. No puedes
tocar los pezones o
el clítoris de una
mujer y pensar que
sólo con eso se va a
excitar. Además,
resulta muy incómodo
que lo hagas si ella
aún no ha entrado en
el juego: puedes
hacerle daño. Empieza
con besos en la boca,
en el cuello, en la
espalda, la
entrepierna... y cuando
lo veas claro, estimula
las zonas propiamente
erógenas.
3) Estimula el
clítoris
Una vez que hayas
comprobado que está
excitada, has de
estimular el clítoris,
también conocido
como el botón del
placer. Un estudio
publicado en el
'Journal of Sex &
Marital Therapy', a
partir de 1.055
entrevistas con
mujeres desde los 18
hasta los 94 años,
determinó que más de
un tercio de las
consultadas (un 37%)
necesitaban
estimulación clitoriana
para poder alcanzar el
orgasmo durante el
coito. Cuando este
órgano entraba en la
ecuación, más de un
40% de las mujeres
afirmaba llegar al
orgasmo más del 75%
de las ocasiones. Tan
solo un 18% reconocía
poder llegar al clímax
únicamente con la
penetración vaginal.
Las cifras hablan por
sí solas. Si quieres
que tenga un gran
orgasmo, hazlo a lo
grande.
4)
Comprueba
que está
mojado
Antes de entrar, debes
comprobar que está
suficientemente
lubricado. Si la metes
a lo bruto no solo
puedes hacerle daño a
ella, sino que además
puedes desgarrarte el
frenillo (duele
bastante, tendrás que
ir a urgencias y
tendrás puntos...). No
obstante, has de tener
en cuenta que mojado
no significa listo. Lo
mejor es preguntar, y
si te dice que sí
puedes iniciar la
prenetración pero su
lenguaje no verbal te
dice otra cosa, espera.
No hay ninguna prisa.
Puedes practicar sexo
oral. Ten una cosa
clara: cuando ella
quiera comenzar con
el coito de verdad, te
lo hará saber.
5) Cuida los
olores
De todos nuestros
sentidos, el olfato nos
conecta con nuestra
naturaleza más
primitiva. Un olor nos
puede gustar,
resultarnos
desagradable o
dejarnos indiferente,
pero nadie se pone a
reflexionar sobre las
impresiones que este
nos causa. Los
síntomas de una fuerte
atracción son una
suma acelerada de
reacciones químicas
en el cerebro que
empiezan con la
percepción del olor
corporal de la
persona que nos
atrapa.
Al respecto, Rebecca
Rosenblat, psicotera
peuta especializada
en relaciones de
pareja y sexualidad,
aconseja a los
hombres que se hagan
con algunas
fragancias masculinas
que simulen los olores
causados por altos
niveles de
testosterona. Eso, sin
duda, aumentará la
intensidad de su
orgasmo.
6) Zona
derecha de la
espalda
Tienes que recorrer
tantas zonas del
cuerpo como puedas,
pero sobre todo, la
espalda. Besa,
acaricia o
cosquillea el lado
derecho de esta parte
del cuerpo durante el
acto. Por las
terminaciones
nerviosas que se
encuentran localizadas
en esta parte del
cuerpo, Rosenblat
asegura que dicha
zona resulta más
intensa que el
izquierdo para las
mujeres.

Los
olores
juegan un
papel
fundamen
tal: hazte
con
algunas
fragancia
s
masculina
s que
simulen
los olores
causados
por altos
niveles de
testostero
na
Pasa tu lengua
suavemente por su
espalda, empezando
por la nuca hasta
llegar a los glúteos.
Roza apenas su piel y
hazle sentir tu
respiración. Al igual
que las caderas, los
hombros, el vientre o
las muñecas, la
espalda es una zona
erógena poco
conocida por los
hombres que es, sin
embargo, una de las
más apreciadas en lo
que a las damas se
refiere. Recuerda
que cuanto más te lo
curres antes, más
intenso será el final.
7) Sé
gracioso
Reír aumenta la
satisfacción sexual de
la mujer. Para el
género femenino un
hombre divertido es
también uno que se
acepta y que muestra
confianza. En
definitiva: el sentido
del humor del
hombre es todo un
afrodisíaco para
ellas. Lo dice un
trabajo llevado a cabo
por la Universidad de
Albany liderado por el
psicólogo George
Gallup.
Reír favorece la
circulación y la
oxigenación de la
sangre y estimula la
generación de
endorfinas,
neurotransmisores que
son toda una droga
para el amor y para el
sexo. El cuerpo las
produce
especialmente durante
las fases de
enamoramiento, así
como durante los
orgasmos.
Ya que lo haces, hazlo
bien.

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