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Tiza en mano Nº 18

Pensar la Dictadura
Historias de mujeres durante la última
dictadura militar

Secuencias para 2do ciclo de la escuela primaria


y los primeros años de la escuela media

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Tiza en mano Nº 18
Pensar la Dictadura
Historias de mujeres durante la última dictadura militar
Secuencias para 2do ciclo de la escuela primaria
y los primeros años de la escuela media
En los últimos meses, se ha retomado el debate acerca de la última dictadura cívico-militar. Los miembros
de la Corte Suprema de Justicia, ciertos funcionarios del Gobierno, la Iglesia y los medios masivos de
comunicación han instalado el tema cuestionando algunas conquistas obtenidas en materia de derechos
humanos.
El fallo de la Corte Suprema que le otorga el beneficio del 2x1 a un genocida no es la única medida
que intenta borrar el pasado: los discursos de algunos funcionarios y medios de comunicación que ponen
en cuestión el número de desaparecidos y el llamado a “reconciliación” por parte de la Iglesia intentan
reinstalar la Teoría de los dos demonios que plantea equiparar el terrorismo de estado, las desapariciones,
torturas y el robo de bebés perpetrado por los militares, con la violencia popular ejercida por diversas
organizaciones políticas, entre ellas las organizaciones armadas guerrilleras. Esta teoría –que no es nueva–
ha sido utilizada para justificar el accionar represivo y asesino del Estado.
Desde Ademys creemos que la escuela es un espacio privilegiado para construir la memoria sobre
los hechos de la historia reciente. Sabemos que la historia y el modo de entenderla tienen causas y
consecuencias políticas. Contar un hecho a partir de determinada perspectiva o de otra influye en el modo
de entender el mundo y de actuar sobre él.
En este Tiza en Mano, que fue publicado a 40 años de la última dictadura, y que reeditamos en esta
oportunidad, decidimos abordar los hechos ocurridos durante la última Dictadura Militar poniendo el foco
en la vida de los militantes desaparecidos.
Muchas veces cuando se habla de los 30 mil desaparecidos quedan solapadas las historias, los nombres
de carne y hueso, las causas y motivaciones que tenía cada una de esas personas que pensaba que valía la
pena pelear por un mundo más justo. Creemos que conocer quiénes eran, qué hacían, qué pensaban los
desaparecidos puede ayudar a entender la gran complejidad de este período de nuestra historia reciente.
Al hablar de esta etapa en la escuela, durante muchos años se hizo hincapié en el secuestro y en la tortura
de las personas generando un efecto no deseado: la paralización, el “no te metás”. Creemos preferible
poner el acento en la vida y en la vigencia de las ideas de los militantes políticos y sociales.
En este caso, hemos elegido historias de mujeres militantes. Las mujeres en general han sido ninguneadas
y olvidadas en la Historia. No es casual que en una sociedad machista y patriarcal esto suceda: se las borra
de la Historia y por ende del presente. Salvo algunas excepciones, las mujeres han quedado relegadas al rol
doméstico o de meras acompañantes de “los verdaderos protagonistas de la Historia”: los hombres. Por
eso, desde la comisión Tiza en Mano de Ademys, venimos elaborando una serie de secuencias didácticas
en las que se aborde la Historia a partir del lugar de las mujeres.
La primera parte de la secuencia “¿A quiénes se llevaban los militares?” fue pensada para ser llevada a
cabo en cualquier grado de Segundo ciclo. La secuencia completa (incluyendo la segunda parte “La política
y la economía durante la Dictadura militar” y la tercera “Mujeres en la Dictadura militar”) apunta más a
7mo grado y a los primeros años de la Escuela Media.
Los invitamos a llevar estas actividades a las aulas y modificar lo que consideren pertinente para
adaptarlas a cada grupo de trabajo, sabiendo que nuestro aporte es sólo un disparador y no una receta.

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Pensar la Dictadura
Historias de mujeres durante la última dictadura militar
Parte 1: ¿A quiénes se llevaban los militares?
Hace 40 años tuvo lugar la última dictadura militar. Aproximadamente 30.000 personas
fueron llevadas a la fuerza, torturadas, asesinadas y
desaparecidas por policías y militares. A lo largo de estas ¿Qué piensan ustedes?
actividades, vamos a intentar pensar a qué personas se ¿Saben algo sobre este tema?
llevaban los militares y por qué lo hacían.

Actividad 1

A continuación, aparecen cuatro testimonios de mujeres militantes perseguidas durante la


Dictadura Militar. Léanlos e intenten pensar sobre estas preguntas ¿A quiénes se llevaban los
militares? ¿Por qué?

María  Clara Ciocchini


María Clara era de Bahía Blanca. Allí colaboraba con un grupo de monjas tercermundistas. Trabajaban
en las villas y barrios pobres, en educación y salud. Admiraba al Che Guevara y leía a
Juan Gelman y Pablo Neruda. En 1973 entró a la Unión de Estudiantes Secundarios
(UES) ligada a la Juventud Peronista de Izquierda. En noviembre de 1975, la Alianza
Anticomunista Argentina (AAA) fue a buscarla en la madrugada, justo una noche
en que la familia había decidido dormir en otro lado. Por esa razón, tuvieron que
mudarse a La Plata.
María Clara y su compañera María Claudia Falcone fueron secuestradas mientras
estaban en la casa de la tía abuela de María Claudia durante la llamada “Noche de
los lápices”. Esa noche de 1976, siete estudiantes secundarios que se habían organizado y participado
de movilizaciones por el boleto escolar fueron detenidos-desaparecidos. Pasaron por distintos centros
clandestinos de detención: Arana, Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes, Jefatura de Policía de la Provincia
de Bs. As. y las comisarías 5ta, 8va y 9na de La Plata y 3ra de Valentín Alsina, en Lanús y el Polígono de
Tiro de la Jefatura de la Provincia de Bs. As.
María Clara Ciocchini y María Claudia Falcone Aún continúan desaparecidas.

Fuente: Material didáctico producido por el Parque de la Memoria (adaptación)

Azucena Villaflor
El 30 de noviembre fue secuestrado su hijo, Néstor. Ella salió a buscarlo y les
propuso a otras mujeres que estaban en la misma situación comenzar a reunirse
en la Plaza de Mayo a pedir justicia. Se reunieron por primera vez el 30 de abril de
1977.
Azucena fue una de las que impulsó la creación de Madres de Plaza de Mayo.
Por esta razón, la secuestraron en diciembre de 1977 en la esquina de su casa,
como parte de un operativo más grande que se inició en la Iglesia de Santa Cruz,
lugar de reunión de madres y familiares que buscaban a sus hijos secuestrados.
Se sabe que Azucena estuvo en el Centro Clandestino de Detención ESMA. En el
año 2005, se identificaron sus restos, hallados en una fosa común en el Cementerio de Gral. Lavalle
por el Equipo Argentino de Antropología Forense.

Fuente:   Material didáctico producido por el Parque de la Memoria (adaptación)

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Marina Leticia Vilte
Nació en San Salvador de Jujuy en 1938 y a los 18 años se recibió de Maestra
Normal Nacional. Se fue formando en las luchas sindicales y fue, durante tres
períodos consecutivos, la secretaria en la Asociación de Educadores Provinciales.
En el año 1973, formó parte de la formación de la Confederación de Trabajadores
de la Educación de la República Argentina (CTERA) de donde fue Secretaria
Adjunta. Era una militante sindical, defensora del trabajo y el estudio.
“Conocí a Marina a los 10 años, ahora tengo 41, la recuerdo en Tilcara,
compartiendo asados con mi padre -detenido-desaparecido en mayo de 1977- en
Ledesma, Jujuy. Proyectando, soñando una sociedad más justa y solidaria.
También la recuerdo llevando cajas y cajas de artículos de primera necesidad a sus compañeras presas
en el Penal de Villa Gorriti en San Salvador de Jujuy, sin importarle de qué orientación política eran las
maestras presas. Eran sus compañeras presas, de eso se trataba.
La recuerdo con una gran fuerza para organizar los primeros movimientos para organizarnos como
Familiares de Desaparecidos.”
Ricardo (Hijo de un detenido-desaparecido de Jujuy)
El mismo  24 de marzo de 1976, día en que se produjo el Golpe de Estado,  Marina fue presa por
primera vez. Luego de estar un mes detenida la liberaron y volvió a sus actividades sindicales. Sin
embargo, el 31 de diciembre del mismo año, a las cinco de la mañana fue secuestrada de su casa y
continúa desaparecida.
Fuentes: Texto elaborado en base a la información de los siguientes sitios:
www.desaparecidos.org
www.ctera.org.ar

María Victoria Walsh Ferreyra


Victoria Walsh nació en 1950 en la ciudad de La Plata. Fue la hija del reconocido
periodista Rodolfo Walsh, quien también fue asesinado por los militares durante
la Dictadura.
A los 22 años, Vicky ingresó a Montoneros, una organización política que
buscaba llegar al poder a través de las armas (guerrilla).
Comenzó a trabajar como periodista en el diario La Opinión. Al poco tiempo fue
elegida delegada sindical por sus compañeros. Tras fuertes encontronazos con el
director del diario - quien comenzó a denunciar activistas sindicales a los militares,
acusándolos de guerrilleros-  pidió licencia y dejó su trabajo.
Empezó entonces a militar en una villa miseria del gran Buenos Aires. Allí conoció la pobreza en su
mayor expresión y profundizó su compromiso con los sectores más explotados de la sociedad.
La mañana del 29 de septiembre de 1976, varios camiones cargados de soldados y un tanque rodearon
una manzana del barrio de Floresta. Sabían que allí, en una casa, estaba transcurriendo una reunión
de varios miembros con altos cargos en la organización. Luego de dos horas de tiroteo, Victoria y un
compañero se asomaron por el parapeto de la terraza y gritaron a los militares: “Ustedes no nos matan,
nosotros elegimos morir” y se quitaron la vida. Ese día, en el que Vicky cumplía 26 años de edad, todos
los presentes terminaron muertos. Sólo quedó con vida la hija de Victoria, de poco más de un año, que
estaba en una habitación en el fondo de la casa.
Como cuenta su padre, no estaba dispuesta a entregarse con vida, pues ya se sabía de las torturas a
los que sometía la Dictadura a los detenidos en los centros clandestinos de detención.
Fuente: Texto elaborado en base a la información de los siguientes sitios:
www.robertobaschetti.com
apuntesmilitantes.blogspot.com.ar

Teniendo en cuenta los testimonios que leyeron:


1- En pequeños grupos escriban por qué los militares se llevaron a una de estas mujeres.
2- Compartan la respuesta que escribió cada grupo y en un afiche escriban sus primeras ideas para
responder a las preguntas ¿A quiénes se llevaban los militares? ¿Por qué?
En las próximas clases continuarán ampliando en este afiche sus respuestas a estas preguntas. Vayan
registrando en sus carpetas toda la información del afiche.

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Actividad 2

Lean este texto para ver qué información aporta a las preguntas ¿A quiénes se llevaban los
militares? ¿Por qué?

El proceso del terror


La última dictadura militar, que golpeó el sistema constitucional el 24 de marzo de 1976 y se mantuvo
en el poder hasta el 10 de diciembre de 1983, fue un proyecto cuidadosamente organizado y al que los
militares llamaron “Proceso de Reorganización Nacional”.
Las Fuerzas Armadas en su totalidad —Ejército, Marina y Aeronáutica— desplazaron a través de las
armas a la presidenta, se hicieron cargo del país y se dividieron el poder entre ellos. El “Órgano Supremo
del Estado”, como lo llamaban, estaba integrado por los tres comandantes en jefe —Videla, Massera y
Agosti— y ese órgano designaba al presidente, que fue Videla hasta 1981.
Se trató de una dictadura cívico-militar porque contó con el apoyo y el impulso de grandes empresarios,
sectores conservadores relacionados con la iglesia católica y algunos representantes del poder judicial.
Todos ellos participaron y fueron beneficiados por este régimen.         
 Los militares tenían el propósito declarado de “acabar con la subversión”; y para ellos, subversivos
eran los militantes políticos, los alfabetizadores, los intelectuales, los estudiantes, los obreros, los
dirigentes barriales, los sindicalistas que no se dejaban manejar, cualquiera que criticara o reclamara
merecía esa etiqueta fatal. Subversión también implicaba toda forma de movilización popular, de
protesta, de reclamo o tan siquiera de crítica. Fue una palabra que sirvió para señalar al diferente, al
que no pensaba como ellos, y  los golpistas opinaban que a los diferentes había que aniquilarlos.
El método elegido fue el terrorismo de Estado, o sea un sistema de amenazas, persecución, secuestros,
torturas y asesinatos prolijamente planificados desde el Poder para infundir el miedo y el terror en la
población. El trabajo “sucio” lo hacían grupos de tareas, que “chupaban” —secuestraban— a la gente y
la trasladaban a los centros clandestinos de detención. Como esos centros de tortura eran secretos y los
secuestros y asesinatos no se declaraban, los secuestrados pasaban a ser “desaparecidos”. En los ocho
años del gobierno militar llegó a haber 30.000 desaparecidos.
Durante este período, no sólo se persiguió a las personas consideradas subversivas. Además se
prohibió la publicación y la circulación de libros, canciones, películas, revistas y diferentes formas de
expresión que consideraran que podían ser medios de difusión de sus ideas.
Texto elaborado en base a distintas fuentes

1- Respondan estas preguntas.


a. ¿Cuántos años duró la última dictadura militar?
b. ¿De qué manera llegaron a gobernar los militares? ¿Por qué creen ustedes que estas
c. ¿Por qué el texto dice que las personas secuestradas personas eran consideradas sub-
pasaban a ser desaparecidos? versivas?
d. ¿Por qué el texto dice que fue una dictadura cívico-militar
(y no sólo una dictadura militar)?
2- Subrayen en el texto a quiénes consideraban subversivos los militares.  
3- Entre todos, agreguen en el afiche más información sobre a quiénes se llevaban los militares.

Aunque se parezcan, las palabras militar y militante no significan lo mismo cuando se refieren a una
persona.
El término militar hace referencia a las personas y las cosas que forman parte de las Fuerzas Armadas
(el Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea). Las Fuerzas Armadas deben responder a las órdenes del
presidente.
Por otro lado, militante es la persona que participa en alguna organización social, política o sindical.
Además, se utiliza la palabra militar como un verbo derivado de la palabra militante. Así, se dice, por
ejemplo, que una persona “milita en un partido político”, o “milita en el centro de estudiantes”.

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Actividad 3
La Junta militar declaró pública y reiteradas veces su lucha contra la subversión. Lean las siguientes
declaraciones de Videla para elaborar una definición de subversión o de subversivo que sostenían
los golpistas.

“Utilizaremos (la) fuerza cuantas veces haga falta para asegurar la plena vigencia de la paz social. Con ese
objetivo combatiremos, sin tregua, a la delincuencia subversiva en cualquiera de sus manifestaciones,
hasta su total aniquilamiento.”
(30 de marzo de 1976: Discurso pronunciado al asumir la Primera Magistratura de la República Argentina,
exponiendo al Pueblo de la Nación los fundamentos del Proceso de Reorganización Nacional emprendido el 24
de marzo de 1976.)

“La delincuencia subversiva ha cometido el imperdonable delito de violar la vida humana. La lucha contra
el mayor enemigo de nuestra sociedad exige drásticas medidas.
La seguridad nacional será lograda cualquiera sea el grupo o sector que intente vulnerarla. Para ello
daremos, día tras día, la batalla en que estamos empeñados, hasta extirpar definitivamente a la subversión,
protegiendo así a la comunidad agredida.
El proceso de reorganización nacional (...) apunta a una profunda transformación, que deberá encarnarse,
sobre todo, en las conciencias”
(24 de mayo de 1976: Discurso dirigido al Pueblo de la Nación, refiriéndose al Proceso de Reorganización Nacional,
al cumplirse dos meses de iniciado el mismo.)

“(...) consideramos que es un delito grave atentar contra el estilo de vida occidental y cristiano queriéndolo
cambiar por otro que nos es ajeno, y en este tipo de lucha no solamente es considerado como agresor el
que agrede a través de la bomba, del disparo o del secuestro, sino también aquél que en el plano de las
ideas quiera cambiar nuestro sistema de vida a través de ideas que son justamente subversivas; es decir
subvierten valores, cambian, trastocan valores... El terrorista no sólo es considerado tal por matar con un
arma o colocar una bomba, sino también por activar a través de ideas contrarias a nuestra civilización...”
(Declaraciones del teniente general Jorge R. Videla a periodistas británicos, publicadas en el diario La Prensa, el 8 de
diciembre de 1977, citadas por Andrés Avellaneda, en Censura, autoritarismo y cultura: Argentina 1960-1983.)

1- La Junta militar declaró pública y reiteradas veces su lucha contra la subversión.


A partir de las diferentes declaraciones de Videla, elaboren una definición de subversión o de
subversivo que sostenían los golpistas.
2- Lean las respuestas que escribieron en el afiche la clase anterior.
Teniendo en cuenta la definición de subversión que elaboraron, amplíen la información acerca de
por qué los militares se llevaban a las personas.

Actividad 4 Distribución de desparecidos por profesión u ocupación


Observen el siguiente gráfico y
discutan:

a. ¿Qué sectores de la
sociedad representan el mayor
porcentaje de desaparecidos?
¿Por qué creen que fue así?

b. ¿Hay sectores de la sociedad


que no aparecen en el gráfico?

c. ¿Por qué habrá habido


periodistas desaparecidos? ¿Y
docentes?
Fuente: Gráfico elaborado en base a datos de: Conadep, Nunca más, informe final de
la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, 1984

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Actividad 5

Como vieron en el gráfico, los 30.000 desaparecidos pertenecían a sectores distintos de la


sociedad. Tenían distintas ideas, distintos intereses, distintas formas de pensar y de vivir. Pero
muchos de ellos compartían un proyecto de sociedad que era muy distinto del que querían
los militares. En este texto de Graciela Daleo, una ex detenida, aparecen las ideas que tenían
muchos de los desaparecidos.

“Todo lo hicimos a partir de un iniciador común: Sentir el sufrimiento y la miseria de los otros como
propio. Sentimos el dolor y la bronca por la explotación ajena y la propia y la voluntad de hacer algo
para que las cosas cambien.
Por la revolución integral pusimos en juego múltiples formas de organización y lucha: el centro de
estudiantes, la comisión barrial, el partido revolucionario, la organización político militar, el movimiento
y el frente, la agrupación sindical y las coordinadoras de gremios en lucha, las cátedras universitarias
y los medios de comunicación; la lucha armada y la lucha electoral, la acción política y reivindicativa.
El objetivo no era poner arriba lo que estaba abajo y viceversa, sino reorganizar la sociedad sin que
hubiera “arriba y abajo”. Por eso, avanzar hacia formas más justas de organización social, hacer la
revolución, necesariamente implica formularla a favor de unos y en contra de otros. Si los obreros deben
ser dueños de las fábricas donde trabajan y la tierra para el que la labra, la burguesía debe perder la
propiedad de las fábricas y la oligarquía los millones de hectáreas que posee.
Cada acto, hasta el más simple, tenía que ver con la construcción de una sociedad justa, del “hombre
nuevo”, la idea fue imponer el “nosotros” por sobre el “yo”. Las nuestras fueron opciones vitales desde el
deseo profundo de vivir nosotros y los otros en un mundo mejor. Aprendimos que el mundo no cambiaría
porque sí, sino sólo si los pueblos, sus hombres y mujeres, nos poníamos a hacerlo con voluntad e
inteligencia. Decidimos vivir y morir por conseguirlo.
Por eso el sistema nos dictó como destino el desaparecer e hizo todo lo posible por conseguirlo.
Desaparecer como personas, como militantes, como generación. Desaparecer como pueblo organizado
con sueños y proyectos de transformación. Recordar y aprender lo que pasó en esa época es, de alguna
manera, un ejercicio de aparición. Hacer aparecer lo que algunos pretendieron destruir, hacer aparecer
la posibilidad de luchar por vivir en un mundo con justicia, sin pobreza ni desigualdad.”

Fuente: Testimonio citado en: Eduardo Anguita y Martín Caparrós, la Voluntad Tomo 3, Editorial Planeta, 1998

1- Discutan entre todos: ¿Cuáles eran las ideas que tenían los militantes desaparecidos, según Graciela
Daleo?
2- ¿Qué piensan ustedes sobre las siguientes frases?
a. “Todo lo hicimos a partir de un iniciador común: Sentir el sufrimiento y la miseria de los otros como
propio (...) y la voluntad de hacer algo para que las cosas cambien.”
b. “El objetivo no era poner arriba lo que estaba abajo y viceversa, sino reorganizar la sociedad sin que
hubiera “arriba y abajo”.”
c. “Los obreros deben ser dueños de las fábricas donde trabajan y la tierra para el que la labra, la
burguesía debe perder la propiedad de las fábricas y la oligarquía los millones de hectáreas que posee.”
d. “La idea fue imponer el “nosotros” por sobre el “yo”.”
3- Agreguen en el afiche cuáles son las ideas que tenían algunas de las personas que se llevaban los
militares.

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Actividad 6

Lean este texto para seguir pensando por qué los militares hacían desaparecer a las personas que
se llevaban.   

¿Qué son los desaparecidos?


Respecto a la desaparición de personas por motivos políticos, Amnistía Internacional dice que “la
desaparición forzada es una grave violación de derechos humanos cometida por los Estados o con su
colaboración. Una desaparición encubre la identidad de su autor. Si no hay preso, ni cadáver, ni víctima,
entonces nadie presumiblemente es acusado de nada.”
Sólo entre 1976 y 1978, se registran 22.000 personas desaparecidas. En la prensa de la época, se leían
noticias sobre la muerte de “subversivos” en supuestos enfrentamientos con las fuerzas de seguridad y
en las calles se hablaba de personas que no se sabía dónde estaban y sin más preguntas, se justificaba
con un “por algo será”. No era un secreto la existencia de desapariciones.
En diciembre de 1979, en una conferencia de prensa que dio Jorge R. Videla en la Casa Rosada, el
periodista José Ignacio López le preguntó por “el problema
de los desaparecidos y de los detenidos sin proceso”. La
respuesta fue:
“Frente al desaparecido en tanto esté como tal, es una
incógnita el desaparecido. Si el hombre apareciera, bueno,
tendrá un tratamiento X. Y si la aparición se convirtiera en
certeza de su fallecimiento, tiene un tratamiento Z. Pero
mientras sea desaparecido, no puede tener un tratamiento
especial. Es una incógnita, es un desaparecido, no tiene
entidad. No está, ni muerto ni vivo, está desaparecido...
Frente a eso, frente a lo cual no podemos hacer nada”.

Pueden ver el video de Videla


1- ¿Por qué creen que los militares decidieron diciendo estas palabras en
desaparecer a las personas en lugar de asesinarlas o http://goo.gl/04Z4Lx
juzgarlas y encarcelarlas?
2-  Agreguen en el afiche la explicación de por qué los militares desaparecían a las personas.

Actividad 7
Con toda la información que escribieron en el afiche que fueron elaborando durante las clases anteriores,
escriban un texto dirigido a otros compañeros de la escuela para explicarles:
- ¿Qué pasó durante la última dictadura
cívico-militar?
- ¿A quiénes desaparecían los militares?
- ¿Por qué decidieron desaparecerlos?
- ¿Qué pensaban y hacían las personas a las
que desaparecieron?

Recuerden que
deben escribir un texto
en donde aparezca
toda esta información
y no, responder cada
pregunta por separado.

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Parte 2: La economía durante la Dictadura Militar
Actividad 1
En el gráfico que analizaron en las primeras clases, observaron que la mayor parte de los
desaparecidos durante la última dictadura fueron obreros. Lean el siguiente texto para tratar de
entender por qué esto fue así.

La política económica del Gobierno Militar


La dictadura que se instaló en el país a partir de 1976 fue posible por la alianza entre  militares y
un sector de empresarios. Encabezados por el ministro de economía José Alfredo Martínez de Hoz,
estos grupos consideraban que la crisis económica que había en el país se debía a que el Estado era
demasiado “grande” y se ocupaba de tareas y funciones que debían ser asumidas por el sector privado.
Por eso, el Gobierno militar eliminó las protecciones a la producción y a la industria local y facilitó la
entrada de productos extranjeros. Comenzaron a ingresar al país mercaderías con muy bajos precios,
contra las cuales las industrias nacionales no podían competir.
Como consecuencia, muchas fábricas cerraron y aumentó la desocupación. En otros casos, para
competir con los precios de los productos importados, muchos empresarios nacionales disminuyeron
los salarios de los trabajadores y aumentaron los ritmos de trabajo. Se suprimió el derecho a huelga y
los obreros perdieron beneficios conquistados, como pago de horas extra, vacaciones, licencias.
El Gobierno pidió muchos préstamos de dinero a los organismos internacionales y la deuda externa
de Argentina creció desorbitantemente: pasó de 8 mil millones de dólares a 40 mil millones. La deuda
externa también creció porque el gobierno decidió estatizar la deuda de muchas empresas: a partir de
la estatización, la deuda no era más de una empresa sino del estado argentino.
Para llevar a cabo estas medidas fue necesario acallar a los trabajadores que se resistieran a su
implementación. Los delegados y muchos de los miembros de los sindicatos que defendían los derechos
de los trabajadores fueron perseguidos  y muchos están hoy desaparecidos.
La represión garantizó así a muchos empresarios la tranquilidad suficiente para aumentar sus
beneficios. Por este motivo, este grupo apoyó la política económica de Martínez de Hoz mientras que le
exigía al Estado su colaboración en la limpieza de delegados sindicales.
Texto elaborado en base a distintas fuentes

1-  La primera oración del texto dice “La dictadura que se instaló en el país a partir de 1976 fue posible
por la alianza entre   militares y un sector de empresarios”. ¿Por qué a los empresarios les convenía
aliarse con los militares? ¿En qué se beneficiaban unos y otros?
2-  Durante la Dictadura, el gobierno realizó algunas publicidades como “La silla” la que pueden ver en
el siguiente link: goo.gl/agB8yj
¿Con qué aspecto de la política económica del Gobierno militar pueden relacionar esta publicidad?
3-  Anoten las consecuencias que tuvo la gran entrada de productos extranjeros para los trabajadores.
4 - Para explicar por qué la mayor cantidad de desaparecidos eran obreros, respondan:  ¿Por qué eran
fuertemente perseguidos los delegados y los representantes de los sindicatos?
5- Lean el siguiente texto y respondan: ¿Qué aspectos de la política económica de la dictadura se reflejan
el caso de Mercedes Benz?

El caso de Mercedes Benz


La empresa automotriz Mercedes Benz forma parte de una larga lista de empresas que fueron
favorecidas por la política económica del Gobierno Militar.
La empresa tenía como principal cliente al Ejército Argentino, que le compraba los camiones Unimog
y, durante la Dictadura, el gobierno estatizó una deuda que Mercedes Benz había contraído por 98
millones de dólares.
Además, la empresa fue cómplice de la persecución a sus trabajadores, de la detención de muchos
de ellos y de la desaparición de catorce delegados de la fábrica, quienes habían protagonizado  una gran
huelga en octubre de 1975 exigiendo mejores condiciones laborales.
En la actualidad, varios de los directivos de la empresa están denunciados por la desaparición de
los  trabajadores y por la apropiación de bebés hijos de desaparecidas. A pesar de la gravedad de los
casos, la Justicia Argentina no logró avanzar en las causas.

9
Parte 3: Mujeres en la época de la Dictadura Militar
Actividad 1

En las primeras clases leyeron la historia de cuatro mujeres que desaparecieron durante la última
dictadura militar. Lean este texto para saber qué pensaban los militares acerca de cómo “debían”
ser las mujeres.  

Mujeres y Dictadura
Durante los años 70, muchos y muchas jóvenes militaron en distintas organizaciones: centros de
estudiantes secundarios o universitarios, organizaciones armadas, partidos políticos, organizaciones
barriales o sindicatos.
En  la mayoría de las organizaciones, los hombres eran más numerosos en los roles «públicos». Las
mujeres, en general, no estaban en lugares de toma de decisiones y tenían asignadas tareas relacionadas
con funciones propias del ámbito privado.
En la sociedad seguían vigentes ideas muy rígidas respecto de lo que “debía” ser y cómo debía
comportarse una mujer: se consideraba que las mujeres debían dedicarse a ser esposas y madres y al
cuidado del hogar.
La dictadura reforzó esta idea estereotipada de las mujeres. Los militares consideraban que ellas
debían ser las encargadas del cuidado, la paz y el orden familiar. Educadoras por excelencia, eran las
principales responsables de cuidar que sus hijas/os no se involucraran en la militancia.  Se esperaba
que, como madres, tenían que saber qué hacían, con quiénes estaban y qué pensaban sus hijos. Eran
ellas las responsables por los “malos caminos” y “desvíos” de sus hijos.
Esta idea era reforzada desde los medios de comunicación: además de los artículos que aparecían en
muchas revistas, todas las noches una propaganda televisiva ocupaba la pantalla con un cartel que les
preguntaba “¿Sabe usted dónde está su hijo en este momento?”.

Fuente: Texto construido en base a: María Alejandra Balcázar, Laura Julieta Casas. “Ser mujer en un Centro
Clandestino de Detención.  La deuda por una memoria completa” .

1- ¿Cómo se consideraba que debía ser una mujer?


2- ¿Por qué se puede decir que las mujeres sobre las que leyeron en las primeras clases no cumplían con
lo que se esperaba de una mujer?

Durante la Dictadura la
revista Para Ti reemplazó
las tarjetas donde usual-
mente publicaban rece-
tas de cocina por una se-
rie de postales que tenían
el título “Toda la verdad”.
Los editores de la revista
pedían a sus lectoras que
enviaran estas postales a
aquellos lugares que ha-
bían criticado o denun-
ciado lo que sucedía en la
Argentina.

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Actividad 2
Desde el gobierno militar y con el monopolio de los medios de comunicación, trataron de instalar la idea
de que se llevaba a cabo una guerra contra la subversión, cuando en realidad se trataba de terrorismo de
estado. De esta manera justificaban los asaltos con armas -y hasta tanques y helicópteros-. Era común leer
en los diarios de esos años, que muchas muertes de militantes políticos eran producto de un enfrentamiento
armado con las fuerzas de seguridad cuando en realidad se trataba de fusilamientos.

La siguiente carta está dirigida especialmente a las madres que mandaban a sus hijos a la escuela en
la época de la Dictadura. Léanla para ver qué papel jugaban algunos de los medios de comunicación
durante la Dictadura.

Buenos Aires, 16 de diciembre de 1976


Señora, señor:
(…) “Después del 24 de marzo de 1976, usted  sintió un alivio. Sintió que  retornaba el orden.  (…) Hoy,
aun cuando el fin de la guerra parece cercano, aun cuando el enemigo parece en retirada, todavía hay
posiciones clave que no han podido  ser  recuperadas. Porque hay que entender algo, con claridad y para
siempre. En esta guerra no sólo las armas son importantes. También los libros, la educación, los profesores.
La guerrilla puede perder una o cien batallas, pero habrá ganado la guerra si consigue infiltrar su ideología
en la escuela primaria, en la secundaria, en la universidad, en el club, en la iglesia. Ese es su objetivo
principal. Y eso es lo que todavía puede conseguir. Sobre todo si usted, que tiene hijos, no está alerta.
------------------------------------------------
Entienda algo y de una vez por todas. Esta guerra no es de los demás. También es suya. Si usted manda a
su hijo a un colegio -religioso o laico- cumple apenas con una obligación civil. Eso no es lo más importante.
Lo importante es que cumpla también con las leyes morales de su sociedad y de su cultura. ¿Cómo? No
es tan difícil. Interésese por los libros que los profesores o los sacerdotes recomiendan a su hijo. (…) Usted
tiene una gran responsabilidad en esto. Porque usted no sabe -no puede saber- qué cara tiene el enemigo.
O de qué se disfraza. Usted le entrega, le regala su hijo a la escuela durante muchas horas por día -a veces
durante semanas enteras-, e ignora qué ocurre. Seguramente lo estarán educando como corresponde.
Pero cabe la posibilidad de que no sea así. Y un día, cuando su hijo empieza a discutir con usted, cuestiona
sus puntos de vista, (…), afirma que  todo  lo que aprende en  la escuela es bueno y todo lo que aprende
en la casa es malo o está equivocado, ya es demasiado tarde. (…) Si eso ocurre y un día usted tiene que ir a
la morgue a reconocer el cadáver de su hijo o de su hija, no puede culpar al destino o a la fatalidad. Porque
usted pudo haberlo evitado.
(…) Por eso, por todo eso y por mucho más, prudencia. Cautela. Vigilancia. Analice las palabras que su
hijo aprende todos los días en la escuela. Hay palabras sonoras, musicales, que forman frases llenas de
belleza. Pero que encierran claves que el enemigo usa para invadir la mente de su hijo.
----------------------------------------------------------
Creo que esta carta llega a su fin. De ahora en adelante mucho -casi todo- depende de usted. No basta
con almidonar el guardapolvo, comprar los libros y los cuadernos y pagar la cooperadora. Hay otras
responsabilidades más profundas. Esté atento. No se deje sorprender. Cuando le digan que un colegio es
“serio”, no  traslade  toda  la responsabilidad a  los otros. Interésese. Averigüe y controle. Esta carta no
pretende alarmarlos, señora, señor. No le pide tampoco que desconfíe hasta de su sombra. Simplemente
le pide prudencia, que se interese -con más esfuerzo, si es posible- por el mundo que rodea a su hijo (…)
Se acabaron los buenos y viejos tiempos. La señorita Rodríguez puede ser una monada. Pero no deje
todo librado a otros. Porque si usted se desinteresa, no tendrá derecho a culpar al destino o a la fatalidad
cuando la llamen de la morgue.
Un amigo

1- Conversen entre todos:


a. ¿Quién cree que escribió esta carta?
b. ¿Por qué firma “un amigo”?
c. ¿A quién estará dirigida? ¿Qué objetivos tiene esta carta abierta?
2- La carta tiene un mensaje imperativo. En grupos, escriban en cada párrafo una oración que resuma el
mensaje que los editores de la revista quisieron transmitir.

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Actividad 3

El siguiente texto reúne fragmentos de testimonios de algunas de las madres pioneras en la


búsqueda de los desaparecidos y la lucha contra la Dictadura militar. Léanlos y piensen si estas
mujeres “encajaban” en el perfil de mujer que pretendían imponer los militares.

Las Madres de Plaza de Mayo


“Cuando la Dictadura se instala en el ‘76, había desgraciadamente más madres, porque había más
desaparecidos; y nosotras golpeábamos, todas, las mismas puertas. Todos ustedes saben que ahí nos
conocimos; algunas en el Ministerio del Interior, algunas en la Policía, algunas en la calle, algunas en
la desesperación de ir a la cárcel a ver si estaban ahí. Y a la Iglesia. Y un día, estando en la iglesia, en la
iglesia de los asesinos, en la iglesia Stella Maris, que es la iglesia de la Marina, donde íbamos a ver a
Graselli, Azucena dijo que ya basta, que no se podía más estar ahí, que ya no conseguíamos nada, que
por qué no íbamos a la Plaza y hacíamos una carta para pedir audiencia, y que nos dijeran qué había
pasado con nuestros hijos” (Hebe de Bonafini)
Las Madres tenían por objetivo reunirse frente a la Casa Rosada y hablar entre ellas para preparar una
solicitud de audiencia con los encargados del Ministerio del Interior. La primera reunión autoconvocada
fue el 30 de abril de 1977, “[y] así fuimos por primera vez un sábado. Nos dimos cuenta que no nos veía
nadie, que no tenía ningún sentido (…) Decidimos volver a la otra semana un viernes. Y a la otra semana
decidimos ir el jueves” (Hebe de Bonafini)
“No nos unían opiniones políticas ni religiosas sino la tragedia, la búsqueda incansable. Ahora bien,
desde el inicio en vez de estar quietas decidimos rondar. No obstante, durante los cuatro primeros
meses de reuniones lo que hacíamos era estar paradas. Las vueltas comenzaron casi por orden de la
policía que nos hacía circular. La razón fue muy simple: como el estado de sitio no permitía que las
personas se juntasen en las calles se nos ocurrió caminar alrededor de la plaza. Fue Azucena Villaflor la
que propuso esa idea. Allí podíamos expresar nuestro dolor, nuestra angustia y la gente al vernos se iba
enterando de lo que estaba sucediendo”. (Nora Cortiñas)
Al principio, los militares no le dieron importancia al movimiento, pues creían que “al estar constituido
mayoritariamente por mujeres y amas de casa se cansarían pronto y volverían a sus hogares” (Nora
Cortiñas). Luego, las estigmatizaron como “las locas de Plaza de Mayo”.  Su condición de madres las
protegió por un tiempo del Estado represor hasta el mes de diciembre de 1977, cuando secuestraron a
varias, entre ellas a Azucena Villaflor.
“Nosotras llevábamos un diario enroscado para cuando nos echaban los perros. Nos tiraban gases.
Habíamos aprendido a llevar bicarbonato y una botellita de agua. Para poder resistir en la Plaza.
Todo esto lo aprendimos ahí, en esa Plaza. Mujeres grandes, que nunca habíamos salido de la cocina,
habíamos aprendido
lo que habían hecho
tantos jóvenes antes.
Y el Mundial también
fue muy terrible para
nosotras. Fue muy
terrible porque en el
Mundial se tapó, o se
quiso tapar, todo lo
que estaba pasando.”
(Hebe de Bonafini)
En 1978 se realizó
el campeonato
mundial de fútbol
en Argentina. La
sociedad se olvidó de
las desapariciones y
se dedicó a seguir el

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campeonato que, en medio de corrupción y represión, fue ganado por la selección local. Fue una época
en que la represión militar se exacerbó.
“Llegó 1979, la represión fue brutal, no podíamos ir los jueves a la Plaza porque ya era demasiada
la represión, hacíamos apariciones esporádicas para no perder la Plaza (…). Pero también decidimos
formar la Asociación, porque dijimos: eso tiene que quedar, porque si la represión se hace brutal y no
podemos retomar la Plaza los jueves, esto tiene que quedar en algo. Y decidimos, un pequeño grupo,
formar la Asociación ante escribano público, (…) Madres de Plaza de Mayo”. (Hebe de Bonafini)
En 1980 decidieron retomar la Plaza: “nos golpearon, nos pusieron perros, pero igual dijimos que no
podíamos dejar de ir, y que esa Plaza había que conservarla porque era la lucha, porque era el futuro,
porque ahí sentíamos que sí era una manera de recuperar esto que tanto queríamos que era tener un
estado de derecho o constitucional. (…) Y también hicimos nuestra primera Marcha de la Resistencia”
(Hebe de Bonafini)
“Recién en 1980, empezamos a usar el pañuelo blanco en la cabeza con el nombre y apellido
del familiar desaparecido, bordado. Fue en la peregrinación hacia la Basílica de Luján, convocada
anualmente por la juventud católica. Era nuestra oportunidad: la Basílica estaba repleta y, en especial,
de jóvenes. Llevábamos folletos para repartir y frente a tanta multitud debíamos identificarnos. Surge
en su momento, como una forma de reconocernos entre nosotras. En realidad, cuando comenzamos
a utilizarlo no era un pañuelo sino un pañal de bebé; todas teníamos alguno en las casas por nuestros
nietos. Así, sin quererlo, fundamos el símbolo de las madres. La identificación del nombre del
desaparecido posibilitó que se acercaran aquellas personas que disponían de información sobre el
paradero de nuestros hijos”. (Nora Cortiñas)
Gracias a este grupo de mujeres en muchos lugares del mundo se empezó a conocer lo que pasaba
en Argentina. ¿Quiénes eran? ¿Qué pedían? Las preguntas que generaban la presencia de las Madres
perjudicaba mucho al gobierno.
“Tuvimos que acostumbrarnos a la vida pública, a las nuevas relaciones, a que nuestra intimidad ya
no fuese la misma, a viajar mucho, a tener otro lenguaje, a prepararnos para la discusión con gente del
poder, a hablar en los medios de comunicación y a ser reconocidas por la calle. Yo diría que nos hicimos
mujeres públicas. Mi caso lo ejemplifica: de ser una ama de casa, fui creciendo y capacitándome hasta
lograr el título de psicóloga social.”  (Nora Cortiñas)
Cuando terminó la Dictadura, muchas de esas Madres siguieron luchando para encontrar a sus hijos,
para saber dónde estaban sus cuerpos, para saber qué había pasado con los hijos de sus hijos, sus
nietos. Pero muchas siguieron peleando también por los ideales por los que habían luchado sus hijos:
por un mundo sin injusticias, sin hambre y con libertad.
“(...) Hay que mantener los principios, eso le digo a los jóvenes, los principios tienen que morir
con uno, no se puede andar negociando: yo te doy esto, vos me das aquello y yo me callo la boca. Si
seguimos callándonos las cosas que pasan van a seguir avanzando como todos estos crímenes que están
ocurriendo ahora, con las grandes avanzadas de la droga donde hay metidos grandes poderes políticos
detrás, y donde hay una permisividad. (...) Yo quiero agregar que reivindico todos los días la lucha de mi
hijo, porque lo que ellos querían era para el pueblo en su totalidad: justicia social, que no haya chicos
ni grandes que no coman, que no haya gente sin acceso a la salud por que el estado se despreocupa de
hacerlo. Yo todos los días lo reivindico y estoy orgullosa. (...)” (Nora Cortiñas)
Texto elaborado con testimonios tomados de:
Abril Zarco, “Maternalismo, identidad colectiva y participación política: las Madres de Plaza de Mayo Abril” en
Revista Punto Género Nº1. Abril de 2011.
Testimonio de Nora Cortiñas publicado por el Programa Educación y Memoria del GCABA
“Nora Cortiñas, un ejemplo de lucha (2)”, entrevista publicada en marcha.org.ar

1-  ¿Qué objetivo perseguían las Madres? ¿Por qué se reunían en la Plaza de Mayo?
2- El texto dice que  al principio, los militares no le dieron importancia al movimiento, pues creían que
“al estar constituido mayoritariamente por mujeres
y amas de casa se cansarían pronto y volverían a
sus hogares”. ¿Qué relación encuentran entre esta ¿Qué opinan ustedes sobre la
lucha que llevaron (y llevan en
posición de los militares y el lugar que le daban a las la actualidad) las Madres de
mujeres? Plaza de Mayo?

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Actividad 4

La lucha de las Madres de Plaza de Mayo fue un factor clave para que la Dictadura llegara a su fin. Lean
este texto para saber cuáles fueron las otras causas que posibilitaron que terminara la Dictadura.

El final de la Dictadura
Las Madres de Plaza de Mayo, en su mayoría mujeres sin ningún tipo de experiencia política, fueron uno
de los primeros grupos en perder el miedo y empezar a movilizarse en plena Dictadura para reclamar por
sus hijos. Dieron así el puntapié inicial para que en todo el mundo se empezaran  a conocer  los crímenes
del gobierno militar en la Argentina.
En 1978, el Mundial de Fútbol se realizó en nuestro país y Argentina salió campeón. Si bien para los
militares esta fue una de las maneras de ”distraer” al pueblo para que no preguntara por los desaparecidos
y para convencer al resto del mundo de que “los argentinos somos derechos y humanos”, los periodistas
de otros países que vinieron por el evento futbolístico empezaron a  acercarse al grupo de Madres que
reclamaban por sus hijos. Así se empezó a difundir por el mundo una verdad oculta hasta entonces.
Hubo, además de Madres, otras organizaciones de derechos humanos que reclamaban por la
desaparición de personas. Todo eso perjudicaba mucho al gobierno, porque de esta manera se empezaba
a hacer visible en Argentina y en el resto del Mundo los crímenes que cometía el gobierno militar.  
Con el tiempo, cada vez más sectores comenzaron a perder el miedo y a movilizarse. Esto sumado a la
complicada situación económica que empezaba a afectar a los sectores populares, hicieron que también
empiecen a generarse huelgas y movilizaciones muy importantes. Esto provocó  algunos cambios en la
Junta Militar; al general Videla lo reemplazó el general Viola y a Viola, al poco tiempo, otro general: Galtieri.  
Con el propósito de recuperar el apoyo de la gente, Galtieri planeó invadir y recuperar las Islas Malvinas,
hasta ese entonces en mano de los ingleses.  Pero la mayoría de los soldados que envió eran jóvenes  de
18 años, que estaban haciendo el servicio militar. Estaban poco y mal entrenados y tenían abrigo y
armamento insuficiente. El ejército inglés, en cambio, era uno de los ejércitos más poderosos del mundo.
Al comienzo hubo algunas victorias y el entusiasmo se contagió a toda la población. El gobierno,
entretanto, se ocupaba de alimentar el triunfalismo con partes de guerra muchas veces mentirosos. Hasta
que ya no pudo disimular más la realidad: los ingleses triunfaban y las tropas argentinas habían tenido que
rendirse. Quedaban, otra vez, muchos muertos, soldados muy jóvenes habían sido enviados a una misión
prácticamente suicida.
Esa derrota fue el final para los golpistas. Volvieron a haber grandes huelgas y movilizaciones a Plaza
de Mayo exigiendo que los militares se vayan. Galtieri tuvo que renunciar de inmediato y se hizo cargo
del gobierno otro general, Bignone. Frente a ese poder ya quebrado la ciudadanía fue ganando más y
más confianza. Se multiplicaron las manifestaciones. Y, lo que era aún más grave para el gobierno, lo
oculto empezaba a salir a la luz. Se daban a conocer los horrores secretos. Así fue como recomenzó la
democracia. En 1983, los militares convocaron nuevamente a elecciones.
Las movilizaciones para pedir justicia y aparición con vida de los desaparecidos continuaron. Gracias a
eso hoy, muchos de los militares que protagonizaron el Golpe están presos y siendo juzgados. También
continuaron con sus acciones organismos de derechos humanos como las Madres y Abuelas de Plaza de
Mayo que han logrado que muchos hijos de desaparecidos que habían sido entregados a otras familias
recuperaran su identidad.
Texto elaborado en base a distintas fuentes

1-  Indiquen cuáles fueron las causas que posibilitaron que el gobierno militar empiece a perder poder y
dieran fuerza y confianza a la gente para reclamar por la vuelta a la democracia?
2- Expliquen qué importancia tuvieron las acciones de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y los distintos
organismos de derechos humanos para que la Dictadura militar llegara a su fin.

Actividad final
Escriban en forma individual una carta que podrían leer dentro de muchos años sus hijos u otros niños para
contarles acerca de la última dictadura militar. En ella incluyan información acerca de las siguientes cosas:
- Qué fue lo que ocurrió durante esos años, teniendo en cuenta cuál era la política económica de esa
época, por qué desaparecían fundamentalmente obreros, qué fue lo que llevó a la Dictadura a su fin.
- Incluyan sus opiniones acerca de los hechos que estudiamos: ¿Creen que es importante recordar a los
30 mil desaparecidos? ¿Por qué? ¿Creen que es importante recordar lo que pasó? ¿Por qué?

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Anotaciones

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Colección Tiza en mano para trabajar ESI en el aula

Ademys Asociación docente

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