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Arteterapia

Dra Anna Glińska –


Lachowicz

Dirigido a: pueden participar personas sin


problemas, personas que vienen a terapia no
"Mandala de mi vida"
porque necesiten lidiar con problemas concretos,
El taller consiste; en que los participantes dibujarán
sino para mejorar su bienestar, aprender más sobre
sí mismos, dirigir su vida de manera creativa,
una mandala, un dibujo encerrado en un círculo, una
encontrar soluciones interesantes, caminos circunferencia, que estará formado por tres
interesantes en sus vidas. elementos. Cada uno de estos elementos simbolizará
una de las etapas de la vida. Distinguimos tres
etapas: pasado, presente y futuro. Debido a esto, la
Técnicas: sobre todo las terapias de expresión, es
creación de esta mandala con tres elementos permite
decir, terapias que permiten experimentar y
expresarse a diferentes niveles, es decir, habrá
percibir la propia vida como un continuo, como un
tanto expresión visual como terapia motriz. todo, separado únicamente por el momento en el que
precisamente nos encontramos.
Coreoterapia; improvisación (en este caso
Objetivo: permitir a los participantes experimentar improvisación de movimientos); expresión visual, es
una catarsis, que es muy importante. La
decir, crear tu propio mandala mediante una hoja de
integración del cuerpo, la mente y el alma, es decir,
papel y lápices; visualización, cuando los
la presentación de un individuo completo, de un
todo. La estimulación de la cooperación de ambos participantes de este taller pueden relajarse durante
hemisferios cerebrales. Podemos estimular el un instante, cerrar los ojos, pasear por la sala e
trabajo tanto de la mano derecha como de la imaginarse escenas en su interior. También habrá un
izquierda, pero esto también será una estimulación elemento de musicoterapia, ya que se emplean
de ambos hemisferios cerebrales mediante el
grabaciones musicales. Si se eligen bien, tienen un
movimiento, el baile, el paseo y el dibujo. Así que
cada uno de estos hemisferios estará en un
carácter y  funcionan perfectamente para estimular
determinado momento más incitado a trabajar. La las imaginaciones y las experiencias internas.
experimentación de uno mismo como un continuo, También hay elementos de masaje, en este caso
de la vida desde el pasado hasta el presente y hasta automasaje. También hay un elemento de relajación
el futuro. y de trabajo con la respiración.
Desarrollo:
Visualización, los participantes se mueven en círculo, cada uno al ritmo que quiera, es un ritmo
de paseo, de marcha, ni demasiado rápido ni demasiado lento, en una dirección. Estas personas
pueden cruzarse, para que sea bastante libre. El grupo camina en círculos por toda el aula. En
silencio, concentrados. La persona que dirige la actividad es el narrador, que en este silencio
llama tres veces la atención sobre otros elementos, que deben ser estimulantes para nuestros
alumnos. Creamos una imagen que nos recuerde a un río, la persona que dirige la actividad dice
"imagínate que eres una gota de agua que fluye por el río de la vida. Hay otras personas a tu
alrededor, también son gotas. Hay gotas delante de ti, estas son tus antepasados, las personas
que estuvieron en el mundo antes que tú. Hay gotas que están a tu lado y esas son las personas
que te rodean en este momento, con las que vives, tienes contacto, las que te ayudan, con las que
te encuentras. Las gotas detrás de ti son tus descendientes, ellos todavía no han venido a este
mundo". Y esta creación de la imagen del río debe situar al individuo en su corriente. El río no
tiene principio ni final, pero sugerimos que fluya hasta el océano de la vida, o algún depósito de
agua mayor. Pero el río mantiene una corriente permanente, fluimos todo el tiempo, así que un
determinado movimiento en el círculo debe ser coherente con lo que transmitimos en la parte
estimuladora de la imaginación. Es importante alejarse de la idea de uno mismo "yo como centro".
Pero también elevar la imaginación "yo por encima de la cabeza", una perspectiva como la que
tendríamos si nos elevásemos hacia el cielo, nos hacemos más pequeños, así que no es difícil
imaginar cómo una de las personas de este río de la vida empieza a unirse a las demás, creamos
una corriente común. Somos uno de los elementos no separados, sino parte de un todo común.
Trabajamos en el pasado, el presente y el futuro.

A continuación, mientras se camina por toda el aula, se presenta una música, durante la cual
todos los participantes empiezan a bailar libremente. Es un baile libre, se trata de mantener el
cuerpo en movimiento, los sonidos deben producir estímulos, animamos a que nuestros
participantes retengan las ideas que les han venido, qué asociaciones, recuerdos, durante este
paseo por el aula. Pero ahora animamos a bailar. Es muy importante que los participantes no
estén sorprendidos por esta situación, es importante que estos bailes improvisados hayan sido
utilizados ya antes, para que no se produzca un bloqueo, es un guión para un grupo que ya está
acostumbrado a trabajar con elementos de coreoterapia.
Tras finalizar la parte motriz, de baile, pasamos a nuestras hojas, cogemos los lápices de colores,
nos sentamos en cualquier lugar del aula y empezamos a dibujar, a rellenar ese elemento central.
Ponemos en la hoja de forma simbólica todo lo que hemos sentido al movernos por el aula.
Destacamos todo el tiempo el hecho de que no debe ser algo concreto: manchas, rayas, elementos
ambiguos. Tenemos que representar lo que experimentamos.

Pasamos a la segunda parte de nuestras actividades, al presente, y repetimos un ciclo igual al


anterior. Es decir, en primer lugar marcha, un paseo en círculo. La persona que dirige la actividad
introduce los siguientes elementos, pregunta por el presenta, la narración se crea alrededor de
estas cuestiones, a continuación una segunda composición musical, otra vez pasamos al baile
improvisado y tras acabar la improvisación pasamos a nuestras hojas, rellenando esta vez el
círculo central de nuestro trabajo. Y repetimos por tercera vez este esquema en relación al
futuro: paseo, baile y otra vez pintar el mandala.
Después de esta parte de baile, en la que normalmente incluyo una composición musical
concreta, los participantes pasan a dibujar el mandala, y vuelvo a incluir la misma composición
musical, para que la música que acompañó a nuestros pensamientos estimule lo que acabamos de
experimentar, lo que vivimos. Es un mecanismo muy importante, que nos permite conseguir un
efecto más profundo y una visión más profunda de nosotros mismos. 

(C) THE NEIGHBORHOOD 2016 • THENEIGHBORHOOD.COM


La creación del  mandala se ha producido por etapas, estuvo entrelazada con un elemento motriz
y un segundo elemento motriz, como fue el baile, que permitió la integración de lo que fue
evocado en la imaginación durante el paseo. Este trabajo será aquí un proceso muy complejo, que
llamado y entendido de manera muy general, permite transformar los pensamientos y las ideas
que surgen en nuestra cabeza en sentimientos y experiencias, es decir, sensaciones que pasan
por nuestro cuerpo, que pasan de la imagen al movimiento y otra vez son codificados en forma
visual. En este caso, el mandala. Y un último elemento: tras realizar este dibujo no puede faltar
una conversación sobre el trabajo que ha sido creado.
La creación del mandala consiste en una actividad en tres etapas y debe ser finalizada con un
baile de integración, en el que miramos a nuestro mandala, es una buena idea colgar este
 mandala de forma que cada participante pueda mirar la suya, pueda sentirla, en la coreoterapia
hablamos, pueda dejar pasar por su cuerpo qué sensaciones, qué emociones vuelven a él. Para
acabar y cerrar con broche de oro, creamos todavía una etapa más de trabajo, a saber, bailamos
el mandala de nuestra vida, pero todos sus elementos como un todo. Es un elemento muy
importante, tras el cual incluso las personas que no tienen experiencia con este tipo de trabajo y
realizan estas acciones por primera vez dicen intuitivamente "hasta que no bailé el baile de mi
mandala no sentí la continuidad de mi vida", son unas bonitas reflexiones. Los participantes
repiten a menudo que este baile les proporciona tanta satisfacción, ayuda a poner orden en su
interior, en sus sentimientos, en lo que realmente es mi vida, quién soy y qué lugar ocupo. 

Algunos ejemplos...

Dibujo en la parte derecha: el centro pintado simbólicamente de negro significa nuestro pasado.
El punto del que salimos, el punto de nuestro nacimiento, la familia, los más próximos, la niñez, la
adolescencia. El elemento central es a su vez el presente, las personas, situaciones, objetos y
lugares que me rodean. El último elemento exterior simboliza el futuro, en este caso no dibujado
hasta el final. En la parte izquierda tenemos un segundo dibujo, tres círculos fuertemente
trazados, un trabajo lleno del todo. Podemos prestar atención a los colores. La mandala es un
tipo de dibujo que nos permite ver desde diferentes perspectivas. Pasado, algunas preguntas
sugeridas: de dónde procedes, piensa quién te rodeaba en el pasado, dónde naciste, qué
recuerdos tienes, qué imágenes de ese lugar te vienen a la mente. A veces vienen a la mente
imágenes de los platos preferidos, a veces la abuela, un mantel en el campo, mantenemos todo el
tiempo la perspectiva del entorno en otra vida. Hacemos referencia a la historia de la familia, a tu
historia, a tu vida, recuerda que eres una gota en el río de la vida, es tu es tu origen. Podemos
hacer referencia a la imagen de una fuente, es decir, ¿de dónde fluye tu fuente del río de la vida?

(C) THE NEIGHBORHOOD 2016 • THENEIGHBORHOOD.COM

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