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« Hace tiempo, hablamos de las 3 escalas. Ya os dije que, por otra parte, en el
Renacimiento, fue el nombre o el sobrenombre de un iniciado, en particular
amigo de Nostradamus, de Ruggieri (astrologo de Catarina de Médicis) y tantos…
: « Señor de las 3 escalas ». Pues, se tenía Entender la triple acción operativa sobre :
los ángeles en Teúrgia, el hombre, al nivel Elementario, entonces de la evocación, y
los elementales, al plano de la conciliación. De ahí, se entendía que valía mejor nom-
brarlos “elementales”, “hombres” y “Angelias” en plan de Escala. Hablamos también
ampliamente de Teúrgia, y de su esquema de 22 segmentos, de las Potencias de Agni,
de los Fuegos espirituales púrpuros y esmeraldos, así que, hoy hablaremos más bien de
los elementales.
22 segmentos en el Arcano.
Entonces, expusimos que, en la Creación, el cuerpo simple del cual proceden todos los
otros por juegos y opacidades, de forma que, un día, y nunca desde el Origen, aparecen
las Tinieblas, este cuerpo simple, llamado “Éter”, es una formación ya densificada de
lo que podemos llamar “Dios impronunciable”. El cual, mirándose en sí mismo, en-
gendra una densificación de su Naturaleza Divina, el Éter, pues el Éter Universal, por-
tador de los Mundos y, luego, un Éter, aún más denso, que está en el alba de los Mun-
dos, antes de la aparición del Fuego.
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Más que de ser físico, podemos decir que es el cuerpo mismo de la Inteligencia, que
es un cuerpo alquímico que, a continuación, da esta Inteligencia. Una Inteligencia en
germen. Así que, si la Materia apareciera más bajo, por juegos de los cuales resultaran
los Elementos, es porque hay combinación de las tinieblas con este cuerpo.
De hecho, podemos decir que el Ángel, que puede ser un deposito global en el cual, en
el mejor de los casos, se perfilaran nuestras entidades después de la muerte, es sensi-
ble (afectivo) a la inteligencia a través de los Pensamientos que podemos compartir
con él en el Abstracto. Es sensible a las palabras. Es sensible a un caso de conciencia.
Debajo de esta Angelia (plano global de Ángeles), firmada por la “Inteligencia”, en-
contramos el Hombre, un Ser Elementario. Y más bajo, como lo dice Paracelso, hay
las Fuerzas elementales de la Naturaleza que son instintos ; pues, en ninguna mane-
ra inteligencia, sino instinto ! Quizas si se remontara hacia el Fuego : con algunos
desarrollos del instinto hacia la inteligencia, pero que son típicamente instinto.
Pues, según la Simbología tradicional, se podría decir que el Ángel es “blanco” , que
el Hombre es “blanco” y “negro” , y el Elemental “negro” . Es entonces necesa-
rio bien situar en primero el Plan Elemental respecto al Bauçant, es decir al Damero
Templario. No olvidemos tampoco que según que sean Rigor o Misericordia, los Án-
geles os exhiben un Damero “blanco” y “negro” , en el cual hay que tener con-
ciencia que el “blanco” no es “blanco” y el “negro” tampoco “negro”…
Por consiguiente, debido al “color” del Cristal, a su “cristalidad”, sí el Ángel deja pa-
sar la Luz de Dios y las Llamas purpuras de Agni que, en ciertos casos según los
estados espirituales del Hombre o aun según Operaciones ocultas bien llevadas, aque-
llas Llamas son manifiestas (visibles). Es absolutamente autentico ! Son la prueba que
esta Potencia puede expresarse (pasar).
Por su parte, cuando el Elemental se manifiesta, no es una luz, es un vapor, una nie-
bla (un velo de humo). Si queréis, el cuerpo sutil del Elemental es más ectoplásmica,
cuando el cuerpo del Ángel estuviera cristalino.
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Mientras que, entre él Ángel y el Elemental : el Hombre tiene un espectro hecho de
llamas coloradas. Las Llamas de los Fuegos de Ankou (pronunciar anku) – que se
suelen llamar en la Tradicion – son entonces la manifestación. Es la posibilidad lu-
minosa del Hombre.
Si, por ejemplo, tuvierais, en Teúrgia, una Manifestación angélica, no tengáis a ha-
blar de vuestros problemas horizontales, porque rebajáis de un medio tono la Manifes-
tación. En vez de que, si os dejarais imbuir de su Presencia, tuvierais respuestas direc-
tamente de lo Alto los días siguientes, y las cosas se mejoraran por sí misma.
Esto quiere decir que, antes de querer Conciliar el Reino Elemental, hay que saber que
no hay conversación con los Elementales –solo puede ser una conversación con voso-
tros y nada mas – pues el Elemental solo entiende la fuerza, el amor y el temor.
Así que, debéis ser un maestro con mano de hierro con guante de seda, sino estaréis
devorados por la Potencia que habréis desencadenada, ya que en realidad puede ser
una fuerza de varia dimensión. Es lo mismo que si vinierais a encontrar un elefante en
un pasillo… vuestra salvación seria de colgaros de la lámpara, si tenéis tiempo…
Así que, con un Elemental, sois el “cornaca” (guía, mentor del elefante), pero no pro-
béis de conversar. Haceos respetar ya que puede ser una Potencia no encauzada que
puede corresponder a una “tempestad”. Entonces, antes de Mover la Potencia Ele-
mental, que es el primer escalón de la escala, y no lo menos peligroso, se tiene que
saber esto !
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Por consiguiente, debéis saber que las fuerzas elementales de la naturaleza son de
varias medidas. Tenéis la fuerza global instintiva de los 4 Elementos, como tenéis la
fuerza global instintiva de cada uno de estos Elementos. Y tenéis, dentro, definida por
la geografía planetaria : la fuerza instintiva de un océano, de un mar, de un lago, de
una cascada, de una fuente determinada.
Sin embargo, podéis dirigiros a un Elemental en proporción con vuestro caso personal
que corresponde a una medida de un individuo Sapiens Elementario. Esto quiere decir
que, en el sentido justo de la palabra, podemos tener un Pacto, y conciliarse Potencias
locales. El brujo sabe cumplirlo.
Entonces, si, por ejemplo, un Ángel se volviera un Ángel de Rigor, como hay Rigor y
Misericordia en todo, pues, os hará vivir una vida “atormentada”, algo agitado, será
para vuestro Bien, quizas hasta vuestra muerte… afín de haceros crecer en Espíritu y
poder recuperaros en su Arco.