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Introducción
A fines del siglo XIX y durante el primer cuarto del XX se acumulo cierta evidencia experimental de la interacción de la radiación
electromagnética con la materia que no estaba claramente de acuerdo con las leyes del electromagnetismo, sintetizadas en las ecuaciones
de Maxwell. Al mismo tiempo se estaba desarrollando la teoría de la estructura atómica de la materia, principalmente como resultado del
descubrimiento del electrón y de la confirmación del modelo nuclear para el átomo. Otra serie de experimentos obligó a los físicos a
revisar sus conceptos sobre el movimiento de partículas subatómicas, ya que aparentemente no se movían exactamente de acuerdo con las
suposiciones de la mecánica newtoniana. Para explicar las nuevas observaciones, varios físicos incorporaron, más o menos
empíricamente, una serie de de nuevas ideas. Con el correr del tiempo, y gracias a los esfuerzos de muchos científicos, estas ideas
evolucionaron hasta constituir lo que hoy día se conoce como teoría cuántica. En este capítulo se revisarán las bases experimentales más
importantes de la física cuántica.
En el transcurso de un intento afortunado de encontrar la solución al problema que presentaba la discrepancia entre el espectro
experimental de la radiación térmica y las predicciones de la teoría clásica, Planck llegó a la conclusión de que la energía de un sistema
que efectúa oscilaciones armónicas simples, sólo puede ser un múltiplo entero de una cierta cantidad finita de energía (1901). Einstein
aplico una idea semejante al explicar el efecto fotoeléctrico (1905)
Se tratarán dos fenómenos, el efecto fotoeléctrico y el efecto Compton cuya interpretación fue crucial en el desarrollo de la teoría
cuántica. Estos fenómenos comprenden la interacción de la radiación electromagnética con la materia –específicamente con los electrones
que contiene.
Cuando la radiación electromagnética actúa sobre un sistema de cargas eléctricas, como átomos, moléculas y núcleos, el sistema absorbe y
emite energía de la onda. La absorción y la emisión de ondas electromagnéticas por parte de los átomos es un problema complicado que
requiere extensos cálculos matemáticos y el uso de la mecánica cuántica, pero las ideas fundamentales son fáciles de entender. Un aspecto
importante es el concepto de fotón o cuanto de radiación.
En la interacción de la radiación electromagnética con la materia los fotones tienen una función crítica. La dispersión por parte de
electrones, ya sean ligados o libres, se absorbe un fotón y se emite otro con la misma energía o con una distinta. En otros casos se absorbe
por completo el fotón, como en el efecto fotoeléctrico. Como consecuencia, el sistema pasa a un estado de mayor energía o más excitado.
Al contrario, un sistema que está en un estado excitado puede liberar el exceso de energía en forma de fotón y pasar a un estado de menor
energía. Se verá como se explican los espectros de emisión y absorción haciendo uso del concepto de fotón.
El desarrollo de la teoría de la mecánica cuántica se inició con una idea que, aunque simple, es de una extrema importancia— expuesta
por De Broglie en su tesis doctoral (1924). Su línea de pensamiento fue aproximadamente la siguiente: en la física clásica se considera que
la radiación electromagnética es un fenómeno netamente de propagación ondulatoria. Por otra parte, las investigaciones de Einstein y
Compton han mostrado que en ciertas circunstancias manifiesta una naturaleza característica de las partículas (cuantos). Al ser éste el
caso, ¿no será cierto que entidades físicas que consideramos como partículas (electrones, partículas alfas, bolas de billar, etc.), bajo ciertas
condiciones manifestarán una naturaleza característica de las ondas?
Cuando se investiga la interacción de la radiación con la materia se pone de manifiesto la naturaleza corpuscular de la radiación
electromagnética, mientras que su naturaleza ondulatoria se revela cuando se considera la forma en que se propaga. La situación puede
describirse indistintamente diciendo que la radiación electromagnética es una onda que al interaccionar con la materia manifiesta un
comportamiento corpuscular, o bien, que consta de partículas cuyo movimiento está determinado por las propiedades de propagación de
ciertas ondas que le están asociadas. En cierta medida sería ingenuo sugerir que deba hacerse una elección. Aceptando tentativamente la
segunda alternativa y guiado por la analogía, De Broglie examinó las características ondulatorias de las partículas en términos de algún
aspecto de propagación ondulatoria en su movimiento. Examinó la idea de que el movimiento de una partícula está gobernado por la
propagación ondulatoria de ciertas ondas piloto (según su terminología) asociadas con la partícula.
Los experimentos muestran que, en el equilibrio, la radiación electromagnética atrapada tiene una distribución de energías bien definida;
es decir, a cada frecuencia corresponde una densidad de energía que sólo depende de la temperatura de las paredes y es independiente de
su material. La densidad de energía correspondiente a una radiación cuya frecuencia está entre y + d se escribe como E() d, donde
E() es la densidad de energía por unidad de intervalo de frecuencia, en ocasiones llamada densidad de energía monocromática. En la
figura 6 se muestra la variación observada de E() con la frecuencia, para dos temperaturas. En las curvas se puede ver que para cada
temperatura la densidad de energía muestra un máximo pronunciado a una cierta frecuencia o longitud de onda. La frecuencia a la que la
densidad de energía es máxima aumenta (o la longitud de onda disminuye) a medida que aumenta la temperatura. Esto explica el cambio
de color de un cuerpo radiante conforme cambia su temperatura.
Si se abre un pequeño agujero en una de las paredes de la cavidad, algo de la radiación escapa y puede ser analizada sin perturbar el
equilibrio térmico de la cavidad. El agujero aparece muy brillante cuando el cuerpo está a altas temperaturas y la intensidad de la
radiación de equilibrio dentro de la cavidad es alta, pero aparece completamente negro a bajas temperaturas, cuando la intensidad de la
radiación de equilibrio es despreciable en la región visible del espectro. Por tal razón la radiación que sale de la cavidad fue llamada
radiación de cuerpo negro por los primeros científicos que la analizaron en el siglo XIX.
El problema de explicar cómo los átomos producen la distribución de energía observada de la radiación de cuerpo negro condujo a la
formulación de la teoría cuántica. A fines del siglo XIX, todos los intentos por explicar la distribución de energía de cuerpo negro
mediante los conceptos aceptables en la época fallaron por completo. Max Planck (1858-1947) sugirió que si la radiación de la cavidad
estaba en equilibrio con los átomos de las paredes, debería existir una correspondencia entre la distribución de energía de la radiación y las
energías de los átomos de la cavidad. Como modelo de los átomos radiantes, Planck supuso que
los átomos se comportan como osciladores armónicos que absorben o emiten energía de radiación solamente en cantidades
proporcionales a su frecuencia .
Si E es la energía absorbida o emitida en un solo proceso de interacción de un oscilador con la radiación electromagnética, entonces,
según la suposición de Planck, E = h, donde h es una constante de proporcionalidad, igual para todos los osciladores sin importar su
frecuencia. Así, cuando un oscilador absorbe o emite radiación electromagnética, su energía aumenta o disminuye en la cantidad hv. La
sugerencia de Planck implica que
la energía de los osciladores atómicos está cuantizada.
Figura 7 Densidad de energía monocromática dc radiación de cuerpo negro a diferentes temperaturas como función de la frecuencia.
Esto es, la energía de un oscilador de frecuencia y puede tener sólo ciertos valores: 0, h, 2h, 3h, ... (suponiendo que la mínima energía
del oscilador es cero). Así, en general, los valores posibles de la energía de un oscilador de frecuencia son
En nh (1)
donde n es un entero positivo. Como ya se sabe, la energía de un oscilador es proporcional al cuadrado de su amplitud y, a priori,
ajustando la amplitud de las oscilaciones, se puede hacer que un oscilador de una frecuencia dada tenga cualquier energía deseada. Por
tanto, la idea de Planck fue una suposición ad hoc que podía justificarse sólo porque “funcionaba” y porque en aquella época (1900) no
había una mejor explicación. En la actualidad se reconoce que la cuantización de algunas cantidades físicas es un hecho fundamental de la
naturaleza.
Aplicando algunas consideraciones de naturaleza estadística, y usando la ley de distribución de Maxwell-Boltzmann, N E Ae E kT (k =
Figura 8 La ley de Wien, obtenida a partir de los principios de la Física Figura 9 La Fórmula de Rayleigh-Jeans, deducida basándose en las
clásica, coincide con los resultados experimentales sólo en la zona de las mismas consideraciones clásicas, sólo coincide con los resultados
ondas cortas, mientras que para la zona de las ondas largas estaba en experimentales para la región de las ondas largas, mientras que no se
contradicción con estos resultados. ajusta a la realidad para la región de las ondas cortas. "Catástrofe
Ultravioleta"
La Ley de Distribución de Planck:
El 19 de octubre de 1900 Max Planck presentó en la Sociedad de Física de Berlín un artículo en el que logró explicitar una nueva ley de
distribución que, hasta la fecha, ha resistido todos los hechos experimentales. La ley de distribución de intensidad de Planck coincide con
la ley de distribución de Wien para longitudes de onda cortas y con la ley de Rayleigh-Jeans para longitudes de onda largas.
2h 3 1 W
I d 2 h kT d
c e 1 m 2
En realidad la radiación cósmica de fondo no es exactamente isótropa, sino que muestra una ligera asimetría en la dirección del cúmulo de
galaxias Virgo; ésta se atribuye a un efecto Doppler debido al movimiento de nuestra galaxia en esa dirección, con velocidad de 3106m/s.
A este respecto es posible definir un sistema de referencia “preferente”, en el cual la radiación cósmica de fondo sea exactamente isótropa.
Figura 11 Transiciones radiativas: a) Emisión espontánea; b) emisión inducida; c) absorción inducida. En todos los casos h = E2 - E1
Hasta cierto punto, las transiciones inducidas pueden considerarse como oscilaciones forzadas del sistema y, por consiguiente, pueden
tener una diferencia de fase fija con respecto a la radiación incidente. Esto significa que en el caso de la emisión inducida, todos los
sistemas emiten en fase con la radiación incidente, produciendo una radiación monocromática coherente. Por otro lado, las transiciones
de emisión espontáneas ocurren al azar, dando como resultado una que, aunque monocromática, es incoherente.
En general, cuando varias fuentes emiten en fase radiación coherente, la intensidad de la radiación es mucho mayor que en el caso en que
las fases están distribuidas al azar y la radiación es incoherente. Esto se debe a que en el caso de la radiación coherente la amplitud
Z
Como la frecuencia de la radiación emitida o absorbida está dada por h = (E2 - E1), se tiene
N2
e 2 1 e h kT
E E kT
N1
Insertando esta relación en la ecuación 4, se obtiene
Probabilidad de Probabilidad de Probabilidad de
e h kT
emisión espontánea emisión estimulada absorción estimulada
que expresa la condición de equilibrio entre materia y radiación de frecuencia a la temperatura T. Mediante las técnicas de la mecánica
cuántica, es posible demostrar que las probabilidades de emisión y de absorción estimuladas son iguales, hecho reconocido por primera
vez por Einstein en 1916. Entonces la ecuación anterior se puede escribir como
Probabilidad de emisión espontánea (5)
e h kT 1
Probabilidad de emisión estimulada
Esta relación muestra que en el extremo de alta frecuencia del espectro de radiación de cuerpo negro, para el cual la energía del fotón h
es mucho mayor que la energía térmica kT (hv/kT >> 1), la emisión espontánea es más importante que la estimulada, mientras que ocurre
lo contrario en el extremo de bajas frecuencias del espectro, para el cual h/kT << 1.
La relación 5 fue utilizada por Einstein para deducir la distribución de energía de la radiación en equilibrio térmico con la materia a
temperatura T, sin hacer ninguna suposición específica acerca de los osciladores atómicos, como lo hizo originalmente Planck. Para
simplificar la escritura se designa con A12 la probabilidad de emisión espontánea entre los estados 1 y 2. La probabilidad de emisión
estimulada es proporcional a la densidad de energía E() de la radiación correspondiente a las frecuencias entre y + d. Entonces se
puede designarla con B12 E(v) y la ecuación 5 queda
A12 A B (6)
eh kT 1 o E , T h12kT 12
B12 E , T e 1
Calculando el cociente A12/B12, lo cual es algo complejo para hacerlo aquí, Einstein obtuvo la ley de radiación de Planck, ecuación 3, para
la distribución de energía en la radiación de cuerpo negro; esto es
J 3
8 h 3 1 m (7)
E , T
c3 e h kT 1 m
De la ecuación 7 es posible verificar que la máxima densidad de energía se da a una longitud de onda tal que
mT 2.8978 103 mK (8)
Este resultado se conoce como ley de desplazamiento de Wien (ver ejemplo 2). Así, midiendo m se puede estimar la temperatura del
cuerpo negro.
A propósito, la energía total de la radiación de cuerpo negro está dada por
8 h 3 d
U E d 3 h kT
0 0
c e 1
La ecuación 9 muestra que la energía de la radiación de cuerpo negro aumenta rápidamente con la temperatura. De la expresión 9 se
deduce la ley de Stefan-Boltzman (ver ejemplo 3) (Constante de Stefan Boltzman: =1/4ca = 5,669310-8W/m2K4), que ha sido
confirmada extensamente por mediciones de la radiación emitida por cuerpos calientes. Esta ley permite también estimar la temperatura
de los cuerpos calientes (un horno, el Sol o una estrella), aproximando su radiación a la de un cuerpo negro.
Ejemplo 1: Expresar la densidad de energía monocromática de la radiación de cuerpo negro en función de la longitud de onda.
Solución: En algunas ocasiones es preferible expresar la densidad de energía monocromática en función de la longitud de onda en vez de
la frecuencia. Se define E() conforme a la relación E()d = - E()d. El signo menos se debe a que d y d tienen signos opuestos
mientras que E() y E() son positivas. Como = c/, se tiene d d c 2 y E E d d E c 2
Reemplazando E() por el valor dado en la ec. (7) y reemplazando = c/, se obtiene finalmente
J 3
8 hc 1 m (10)
E , T 5 hc kT
e 1 m
En la figura 12 se muestra el gráfico de E() para diversas temperaturas. Presenta un pico pronunciado para una longitud de onda que
depende de la temperatura.
Figura 12 Densidad de energía monocromática de la radiación de cuerpo negro en función de la longitud de onda para diversas temperaturas
Ejemplo 2: Encontrar la longitud de onda para la cual la densidad de energía monocromática de la radiación de cuerpo negro es máxima a
una temperatura dada. (Deducción de la Ley de desplazamiento de Wien).
Solución: Usando la ec. (6) y, para simplificar, se hace x = hc/kT; la expresión de E() se convierte entonces en
8 k 5T 5 x 5
E x
c4 h4 ex 1
Para encontrar el máximo de E() se calcula dE/dx y se iguala a cero. La ecuación resultante es
e x 12 x 1 0
Esta es una ecuación trascendente que resolvemos por aproximaciones sucesivas obteniendo x = 4,9651. Por lo tanto: T = b, donde
b = hc/4,9651k = 2,8978 10-3 m K
se denomina constante de desplazamiento de Wien. La expresión
T = b (11)
constituye la ley de desplazamiento de Wien, descubierta en 1896 por Wilhelm Wien. Esta ley establece que los máximos de E() a
diferentes temperaturas T1, T2, T3,… ocurren para las longitudes de onda 1, 2, 3, ... tales que
1T1 2T2 3T3
Obsérvese que a medida que la temperatura del cuerpo aumenta, el máximo de su distribución de energía se desplaza hacia longitudes de
onda más cortas, lo cual origina un cambio de color en el cuerpo. La ley de desplazamiento de Wien es por lo tanto muy útil para
determinar la temperatura de cuerpos calientes, corno hornos o estrellas, hallando la longitud de onda para la cual la intensidad de la
radiación es máxima.
La ley de Wien también proporciona un método para determinar h en función del valor experimental de b y de su definición en función de
h, c y k dada anteriormente. La compatibilidad de los resultados con otras determinaciones de h es otra prueba de la corrección de la ley de
distribución de Planck.
Ejemplo 3: Obtener la densidad total de energía de la radiación de cuerpo negro en función de la temperatura (deducción de la ley de
Stefan-Boltzmann).
El fotón, es parte del gas de la radiación cósmica de fondo, se caracteriza por tener una longitud de onda inversamente proporcional a su energía. Los
fotones «calientes» son azules y tienen una longitud de onda corta; los «fríos» son rojos y de longitud de onda larga. En un gas de fotones con muchas
longitudes de onda distintas, la temperatura del gas será la energía media de los fotones que contenga. Así pues, la longitud de onda media de un fotón del
gas es inversamente proporcional a la temperatura del gas. Imaginemos al universo contrayéndose, todos sus fotones cambiarían al azul: disminuiría su
longitud de onda, aumentaría su flujo de energía media de radiación y, en consecuencia, aumentaría proporcionalmente a su temperatura.
Si se considera un volumen V cualquiera de espacio, ocupado por una gas de fotones, se ve que también se contrae con el espacio. Como un volumen es
el cubo de una longitud y todas las longitudes, y entre ellas las longitudes ondulatorias de los fotones se contraen al aumentar la temperatura, se deduce de
ello que cualquier volumen de espacio decrece al hacerlo el inverso de la temperatura al cubo: V T-3. La densidad energética del gas de fotones será la
energía de los fotones dividida por el volumen del gas. Como el flujo de energía media de los fotones, es proporcional a la temperatura, y ésta ha de
dividirse por el volumen, V, se deduce de ello que la densidad energética, del gas de fotones es proporcional a la cuarta potencia de su temperatura: E/V ~
T4, relación que se conoce por el nombre de sus descubridores, como ley de «Stefan-Boltzmann». Todo esto significa resumiendo, que si se sabe la
temperatura de un gas de fotones se conoce también su densidad energética. Dado que se sabe que en el universo actual la temperatura de este gas es de
unos 3°K, se puede calcular la densidad de energía radiante y compararla con la densidad de energía material.
Todos los objetos cuya temperatura está sobre el cero absoluto emiten radiación. La longitud de onda correspondiente a esa emisión de
radiación depende sobre todo de la temperatura del objeto emisor. Mientras más alta es la temperatura más corta es la longitud de onda de
la radiación emitida. La relación por segundo entre la temperatura de los objetos y la energía emitida por el área de la superficie, el flujo
Figura 13 La «ley de Stefan-Boltzmann», expresa que el flujo emitido por una superficie que radia como un cuerpo negro varía con la cuarta potencia de
la temperatura.
Figura 18. Dispositivo experimental para la observación del Figura 19 Relación entre el potencial de frenado y la frecuencia en el efecto
efecto fotoeléctrico fotoeléctrico. Las cruces (X) indican puntos experimentales. Nótese que tan = h/e
Dispersión de radiación electromagnética por un electrón libre: efecto Compton
Arthur H. Compton observó, en 1922, que cuando los rayos X son dispersados por electrones, la radiación dispersada tiene una longitud de onda
mayor que la de la radiación incidente, y que el aumento depende de la dirección de la dispersión. Compton concluyó que cuando los rayos X interactúan
con los electrones, obedecen las leyes de conservación de energía y momentum y se comportan como partículas con masa cero, conocidas ahora como
fotones. Este proceso confirmó experimentalmente la cuantización de las ondas electromagnéticas cuando éstas interactúan con la materia. La teoría
correspondiente se conoce como electrodinámica cuántica.
La dispersión de la radiación electromagnética por un electrón libre requiere que el electrón absorba energía de una onda electromagnética
y la emita como radiación dispersada. Una onda electromagnética posee energía y momentum, relacionados por p = E/c, que es la misma
relación válida para una partícula de masa cero. Por tanto, si se retira de la onda una energía E, se debe retirar también de la onda una
cantidad correspondiente de momentum p = E/c.
Cuando la radiación electromagnética pasa por una región en la que hay electrones libres, además de la radiación incidente, se observa
otra radiación de frecuencia distinta. Esta nueva radiación se interpreta como la radiación dispersada por los electrones libres. La
frecuencia de la radiación dispersada es menor que la de la incidente y, en consecuencia, su longitud de onda es mayor que la de la
radiación incidente (Fig. 20). La longitud de onda de la radiación dispersada es también diferente para cada dirección de dispersión. Este
fenómeno se conoce como efecto Compton, en honor a ArthurH. Compton (1892-1962), quien fue el primero que lo observó y analizó en
1922.
Siendo la longitud de onda de la radiación incidente y ’ la de la dispérsada, Compton encontró que ’ está determinada solamente por
la dirección de dispersión. Esto es, si es el ángulo entre las ondas incidentes y la dirección en que son observadas las ondas dispersadas
(Fig. 21), la longitud de onda de la radiación dispersada ’ está determinada solamente por el ángulo . La relación experimental es
C 1 cos (15)
donde C es una constante cuyo valor, si se mide , y ’ en metros, es C = 2.426210-12m. Se conoce como longitud de onda de
Compton para electrones.
Figura 20 Distribución de la intensidad de la radiación dispersada por un electrón libre para diferentes ángulos de dispersión
Figura 21 Dispersión de Compton: colisión entre un fotón (o cuanto) con un electrón libre estacionario
Recordando que = c/, donde es la frecuencia de la onda, se puede escribir la ecuación (15) de la forma
1 1 C
1 cos (16)
c
c c
Igualando los dos resultados para pe2 y cancelando términos comunes, se obtiene
EE
E E 1 cos
me c 2
Dividiendo ambos lados entre EE’ se llega a la ecuación 17.
Fotones
La “explicación” del efecto Compton implica las siguientes suposiciones: (a) la dispersión de radiación electromagnética por un electrón
libre se puede considerar como una colisión entre el electrón y una partícula de masa cero; (b) la radiación electromagnética juega el papel
de la partícula de masa cero que, por brevedad, de ahora en adelante se llamará fotón; y (c) la energía y el momentum de la partícula de
masa cero (o fotón) están relacionados con la frecuencia y la longitud de onda de la radiación electromagnética mediante
h (24)
E h y p k
donde = h/2, = 2, k = 2/.
La segunda relación se debe a que p = E/c = h/c y /c = 1/. Así, se puede “visualizar” el efecto Compton como la colisión ilustrada en
la figura 22, en la que un fotón de frecuencia choca con un electrón en reposo, transfiriéndole cierta energía y momentum. Como
resultado de la interacción, la energía del fotón dispersado es menor, con una frecuencia correspondiente menor ’. Una prueba adicional
consiste en verificar si el electrón, después de la dispersión, tiene un momentum igual a la diferencia entre el momentum del fotón
incidente y del dispersado. Es un experimento difícil, pero se ha llevado a cabo y el resultado es positivo.
En lugar de la sencilla colisión de la figura 22, el efecto Compton es más bien un proceso que ocurre en dos pasos, como en la figura 23.
Se puede interpretar la energía, E = h, y el momentum, p = h/, del fotón como la energía y el momentum absorbidos por el electrón
libre de la onda electromagnética incidente. Esto viola, momentáneamente, la conservación de energía y momentum. La energía E’ = h’
y el momentum p’ = h/’ del fotón corresponden a la energía y momentum de un fotón reemitido por el electrón hacia la radiación
dispersada. El electrón adquiere una energía E - E’ y gana un momentum p - p’, y se mantiene la conservación de energía y momentum.
Figura 24 Interacción electromagnética considerada como un intercambio de fotones. Los fotones transfieren energía y momentum de una partícula
cargada a otra
El concepto de fotón sugiere una sencilla representación gráfica de la interacción electromagnética entre dos partículas cargadas, como se
muestra en la figura 24. La interacción corresponde a un intercambio de momentum y energía entre las dos partículas. Se puede decir, que
entre las partículas 1 y 2 ha habido un intercambio de fotones.
las interacciones electromagnéticas se pueden describir como el resultado del intercambio de fotones entre las partículas que
interactúan; los fotones transportan energía, momentum y ;nomentum angular entre las partículas.
La energía de los fotones está asociada con las diferentes regiones del espectro electromagnético (ver Fig. 25). El comportamiento de los
fotones cuando interactúan con la materia depende de su energía. Cuando se observa el espectro de la radiación electromagnética, se
puede entender fácilmente por qué sus diferentes partes se comportan de manera distinta cuando se propagan en la materia. Por ejemplo,
las ondas electromagnéticas que poseen fotones con energía comparable a las energías de excitación de átomos y moléculas interactúan
más intensamente con la materia. Este es el caso de las radiaciones infrarroja, visible y ultravioleta. En particular, la luz “visible”
corresponde a frecuencias cuyas energías fotónicas son adecuadas para excitar las moléculas de las células de la retina y producir una
respuesta nerviosa. La radiación con longitud de onda mayor, con fotones de menor energía, en general interactúa débilmente con la
materia. Éste es el caso de las ondas de radiofrecuencia. Sin embargo, estas ondas pueden interactuar con los electrones de los sólidos que
tienen energías de excitación menores. Las ondas con fotones de alta energía o longitud de onda muy corta, como los rayos X y , son
muy poco absorbidos por átomos y moléculas, pero pueden excitar a los núcleos; sin embargo, sus efectos en la materia son más
profundos, y no sólo producen ionización atómica y molecular o disociación, sino también en muchos casos ruptura nuclear.
Figura 29 Dispositivo experimental de Davisson y Germer para la observación Figura 30 Espectrómetro cristalino de neutrones.
de la dispersión de electrones de Bragg.
Problema ejemplo: Longitud de onda de De Broglie de neutrones térmicos a una temperatura de 25C.
Se llaman neutrones térmicos los neutrones que están en equilibrio térmico con la materia a una temperatura dada. Por tanto, los neutrones
térmicos tienen una energía cinética media idéntica a la de las moléculas de un gas ideal a la misma temperatura, o sea Emed = 3/2kT,
donde T es la temperatura absoluta y k la constante de Boltzmann (k = 1,3805×10-23J/K). Dada una temperatura de 25C, o T = 298K, se
tiene
Emed 32 kT 6,17 1021 J 3.85 102 eV
El momentum correspondiente es
p 2me Emed 4,55 1024 kgm/s
Luego, usando la ecuación 25, se encuentra que la longitud de onda de De Broglie promedio de los neutrones térmicos es λ = 1.8510-10m.
Teniendo en cuenta que la separación de los planos de un cristal de NaCl es d = 2.8210-10m, se ve que el primer máximo de Bragg para
neutrones con esta longitud de onda dispersados por el cristal ocurre a un ángulo = 19.
Supóngase que el observador necesita ver solamente un fotón (o cuanto) para llevar a cabo su medida. El momentum de este fotón es p =
h/. Por otra parte, el cuanto pudo haber sido dispersado con cualquier ángulo comprendido entre +a y -a. En consecuencia, la
incertidumbre en la componente x del momentum del fotón después de la dispersión es
2h sen
2 p sen
Puesto que la componente x del momentum del fotón puede conocerse exactamente antes de la dispersión (no es preciso conocer su
coordenada x), la conservación del momentum requiere que la partícula absorba un momentum cuya magnitud px es incierta en una
cantidad igual a la incertidumbre del momentum del fotón, esto es,
2h sen
px
El producto de las incertidumbres en la posición x y en la componente x del momentum de la partícula, en el instante de la medición, es
xp 2 2
Si se emplea luz de longitud de onda menor, el observador aumentará la precisión en la medida de la posición. Pero esto aumentará la
incertidumbre en el momentum de la partícula.
Para ilustrar el principio de Heisenberg se consideran algunas situaciones o experimentos “imaginarios”. Por ejemplo, suponga que se
desea determinar la coordenada X de una partícula que se mueve a lo largo del eje Y (Fig. 33) observando si la partícula pasa o no por una
ranura (de ancho b) en una pantalla perpendicular a la dirección de movimiento. La precisión de la posición de la partícula está limitada
por el tamaño de la ranura; esto es, x = b. Pero la ranura perturba el campo asociado con la partícula y esto provoca un cambio en el
movimiento de la partícula después de haber pasado, como se puede ver en el patrón de difracción que se produce. La incertidumbre en el
momentum de la partícula paralelo al eje X está determinada por el ángulo , correspondiente al máximo central del patrón de difracción,
ya que la partícula, después de pasar por la ranura, es más probable que se mueva dentro de un ángulo 2. Según la teoría de la difracción
producida por una ranura rectangular, el ángulo está dado por sen = /b. Entonces
h h h
p p sen
b b x
es la incertidumbre en el momentum de la partícula paralelo al eje X. Así, p x h, lo que concuerda con la relación 29 (el 2 que falta
es irrelevante para este análisis). Nótese que para mejorar la medida de la posición de la partícula en el eje X se debe utilizar una ranura
muy delgada. Pero ésta produce un máximo central muy ancho en el patrón de difracción, lo que significa una incertidumbre grande en el
conocimiento de la componente X del momentum de la partícula después de pasar por la ranura. Por el contrario, para reducir la
incertidumbre en el conocimiento de la componente X del momentum, el máximo central del patrón de difracción debe ser muy estrecho.
Esto requiere una ranura muy ancha que, a su vez, trae como resultado una incertidumbre grande en la coordenada X de la partícula.
Estos dos experimentos “imaginarios” muestran cómo se relaciona el principio de incertidumbre con el proceso de medición. Al nivel
atómico, las mediciones, inevitablemente, introducen una perturbación significativa en el sistema, debido a la interacción del dispositivo
de medición con la cantidad que se va a medir, lo que limita la precisión de la medición. Sin embargo, el principio de incertidumbre es de
validez general, independientemente de que hagamos medidas o no.
La situación descrita por el principio de incertidumbre es una consecuencia inmediata de la cuantización de la radiación electromagnética
que precisa que por lo menos sea dispersado una “unidad” de luz (un fotón de momento p = h/) para poder ver la partícula. Si no
existiera esta limitación no existiría, en principio, razón alguna para que el observador no fuera capaz de ver la partícula empleando una
iluminación cuyo momentum fuera arbitrariamente pequeño. El fotón de luz dispersado es el mensajero indispensable entre el instrumento
de medida y la partícula. Pero este mensajero perturba la partícula en una forma incontrolable e impredecible. En consecuencia, es
imposible, después de la medida, conocer exactamente las coordenadas y el momentum de la partícula. La relación xp /2; afirma
que la constante de Planck es una medida de la magnitud (mínima) de esta perturbación incontrolable.
Debido al ancho de energía de los estados estacionarios, la energía emitida o absorbida en una transición no está bien definida. Por tanto,
en una transición entre estados de energía E1 y E2, los fotones emitidos o absorbidos se hallan en el intervalo de energías E2 - E1 ± ½E,
donde E es el ancho total de energía de ambos estados, dando como resultado un ensanchamiento de las líneas espectrales con un
intervalo de frecuencias del orden de E/h. En la mayoría de las transiciones atómicas y moleculares el efecto Doppler debido al
movimiento térmico es mucho mayor que el ensanchamiento debido al principio de incertidumbre, que se puede despreciar. Sin embargo,
el ensanchamiento de las líneas es importante en la sintonización de láseres.