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LECCIÓN 2.

CÓDIGO NACIONAL
DE TRÁNSITO
TERRESTRE LEY
769 DE 2002
"Por la cual se expide el Código Nacional de Tránsito Terrestre y se dictan
otras disposiciones".

Las normas del presente Código rigen en todo el territorio nacional y regulan
la circulación de todos los actores del tránsito y los vehículos por las vías
públicas o privadas que están abiertas al público, o en las vías privadas por
las que internamente circulen vehículos; así como la actuación y
procedimientos de las autoridades de tránsito.

En desarrollo de lo dispuesto por el artículo 24 de la Constitución Política,


todo colombiano tiene derecho a circular libremente por el territorio
nacional, pero está sujeto a la intervención y reglamentación de las
autoridades para garantía de la seguridad y comodidad de los habitantes,
especialmente de los peatones y de los discapacitados físicos y mentales,
para la preservación de un ambiente sano y la protección del uso común del
espacio público.

Le corresponde al Ministerio de Transporte, como autoridad suprema de


tránsito y máximo ente del Sistema Nacional de Tránsito, definir, orientar,
vigilar e inspeccionar la ejecución de la política nacional en materia de
tránsito y seguridad vial.
DEFINICIONES. Para la aplicación e interpretación de este código, se tendrán
en cuenta algunas definiciones:

Acera o andén: Franja longitudinal de la vía urbana, destinada


exclusivamente a la circulación de peatones, ubicada a los costados de ésta.

Accesibilidad: Condición esencial de los servicios públicos que permite en


cualquier espacio o ambiente exterior o interior el fácil disfrute de dicho
servicio por parte de toda la población.

Acompañante: Persona que viaja con el conductor de un vehículo automotor.

Adelantamiento: Maniobra mediante la cual un vehículo se pone delante de


otro vehículo que lo antecede en el mismo carril de una calzada.

Agente de tránsito: Todo funcionario o persona civil identificada que está


investida de autoridad para regular la circulación vehicular y peatonal y
vigilar, controlar e intervenir en el cumplimiento de las normas de tránsito y
transporte en cada uno de los entes territoriales.

Alcoholemia: Cantidad de alcohol que tiene una persona en determinado


momento en su sangre.

Aprendiz: Persona que recibe de un instructor, técnicas de conducción de


vehículos automotores y motocicletas.

Automóvil antiguo: Automotor que haya cumplido 35 años y que conserve


sus especificaciones y características originales de fábrica, presentación y
funcionamiento.
Automóvil clásico: Automotor que haya cumplido 50 años y que además de
conservar sus especificaciones y características originales de fábrica,
presentación y funcionamiento, corresponda a marcas, series y modelos
catalogados internacionalmente como tales.

Artículo2.CNT–Ley 769 de 2002

Accidente de tránsito: Evento generalmente involuntario, generado al menos


por un vehículo en movimiento, que causa daños a personas y bienes
involucrados en él e igualmente afecta la normal circulación de los vehículos
que se movilizan por la vía o vías comprendidas en el lugar o dentro de la
zona de influencia del hecho.

Vehículo: Todo aparato montado sobre ruedas que permite el transporte de


personas, animales o cosas de un punto a otro por vía terrestre pública o
privada abierta al público.

CUMPLIMIENTO RÉGIMEN NORMATIVO

Las autoridades de tránsito velarán por la seguridad de las personas y las


cosas en la vía pública y privadas abiertas al público. Sus funciones serán de
carácter regulatorio y sancionatorio y sus acciones deben ser orientadas a la
prevención y la asistencia técnica y humana a los usuarios de las vías.
Las autoridades de tránsito podrán delegar en entidades privadas el aporte
de pruebas de infracciones de tránsito, el recaudo de las multas
correspondientes, la tramitación de especies venales y todos los trámites
previstos en las normas legales y reglamentarias, salvo la valoración de
dichas pruebas.
Evolución Constitucional del Código de Tránsito a la Luz de la Jurisprudencia
Constitucional Colombiana

La Ley 769 de 2002, por medio de la cual se adopta el Código Nacional de


Tránsito Terrestre, tiene como fin regular la circulación de los peatones,
usuarios, pasajeros, conductores, motociclistas, ciclistas, agentes de tránsito
(en términos generales lo que ha de englobarse dentro del concepto de
actores del tránsito) y vehículos por las vías públicas y ciertas vías privadas.

En un primer momento, la Corte Constitucional estudió la ley 769 de 2002


por su calidad de Código, es decir, justificó constitucionalmente el porqué de
la utilización de la codificación para las normas de tránsito terrestre, así llegó
a la conclusión de que el legislador se adjudicó la cláusula general de
competencia por haber realizado una normatividad completa, integral y
sistemática del derecho de tránsito terrestre y por la manifestación de
voluntad del legislador de elevar a la categoría de código un cuerpo legal.

Posteriormente, la Corte comenzó a establecer lazos que conectan la


Constitución con el Código de Tránsito Terrestre, suponiendo una relación
infranqueable con el espacio público, la finalidad del Estado de proteger la
prosperidad general y la convivencia pacífica, el derecho al medio ambiente
sano y la libertad de locomoción.

Sobre el derecho al espacio público, se ha hecho énfasis en las formas de


protección y administración de las vías públicas por parte del Estado, se
asegura que debe existir una buena determinación de los espacios
peatonales y que estos deben ser de especial cuidado. En lo concerniente a la
prosperidad general y la convivencia pacífica, afirma la Corte que “serían
irrealizables si no se impusieran normas de conducta claras y precisas para el
ejercicio del derecho de circulación”, y en lo referente al derecho al medio
ambiente sano la Corte reconoce la grave situación de contaminación
automotriz que se sufre en el país y en el mundo, aceptando la intervención
del Estado en la regulación de la circulación en aras de proteger el medio
ambiente.

Ahora bien, la relación más estrecha que encuentra el Código de Tránsito


Terrestre con la Constitución es con el Derecho Fundamental a la Libertad de
Locomoción, por lo cual el Tribunal Constitucional justifica la regulación del
legislador, por el hecho de necesitar una normatividad que garantice el orden
y la protección de los derechos de las personas8, teniendo conocimiento de
lo importante que es la movilidad para el desarrollo económico del país y lo
riesgoso que es su realización. Así, el Código de Tránsito es una moneda de
dos caras respecto al derecho fundamental a la libre circulación; en la
primera se comporta como un límite a éste derecho, restringiendo el
transporte terrestre a unas modalidades especificas que no pueden ser
vulneradas; y la segunda cara muestra al Código de Tránsito como un medio
necesario para la efectiva materialización del derecho a la libertad de
locomoción, pues sería imposible la circulación automotriz de manera
armónica sin un compendio de normas que regule dicha actividad. Podemos
decir entonces que el Código de Tránsito es el límite razonable por excelencia
del derecho a la libertad de locomoción, que si bien restringe la potestad de
circular de manera absolutamente libre, está protegiendo intereses generales
superiores sin volver ineficaz el derecho de libre locomoción, por el contrario:
lo materializa. Es precisamente este último argumento el que ha llevado a la
Corte ha considerar que “El control constitucional ejercido sobre las
regulaciones de tránsito debe entonces ser dúctil, a fin de no vulnerar esa
amplitud de la libertad de configuración y de las facultades del Legislador
para regular el tránsito, debido a su carácter riesgoso”.
Bibliografía

Corte Constitucional Sentencia C-362 de 1996.


Corte Constitucional Sentencia C-355 de 2003.
Corte Constitucional Sentencia T-031 de 2002.
Corte Constitucional Sentencia C-066 de 1999.
Fondo de Prevención Vial

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