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ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

- A propósito de la «Colección Orticochea»-

Publicación de Amarey Nova-Medical S.A.


Octavio Amaya PRESIDENTE

COORDINACIÓN EDITORIAL Fernando Urbina Rangel


DISEÑO GRÁFICO Bellaneth Sánchez
FOTOGRAFÍA Martha Liliana Urbina y Fernando Urbina
ESCÁNER Good Color Graphic Ltda.
REVISIÓN DE TEXTOS Dora Bueno
IMPRESIÓN EDITORIAL Magy Ltda.

© 2005 Amarey Nova-Medical S.A


© 2005 Miguel Hernán Orticochea Aguerre
© 2005 Fernando Urbina Rangel
Derechos reservados.
Prohibida la reproducción total o parcial de su contenido,
sin la previa autorización de los editores y de los autores

ISBN: 958-33-7393-1
Impreso en Colombia
Printed in Colombia
Primera edición: abril de 2005

AMAREY NOVA MEDICAL S.A. Magy Ltda.


Carrera 15 No. 102-52 Carrera 28 No. 10-40
Teléfono: PBX: 616 48 94 Fax: 611 38 31 Telf.: 561 10 63 Fax.: 565 73 00
Web: www.novamedical.com.co mail: magydiseno@yahoo.com
Bogotá, D.C. - Colombia Bogotá, D.C. - Colombia

Orticochea Aguerre, Miguel Hernán; Ávila Garavito, Andrés; Correal Urrego,


Gonzalo; Flórez Fuya, Franz; Herrera Pontón, Jaime; Niño, Douglas; Urbina
Rangel, Fernando.

Arqueología - Medicina - Curanderismo - A propósito de la «Colección


Orticochea» / Miguel Orticochea Aguerre, et al.
Bogotá: Amarey Nova-Medical, S.A., 2005
120 p.
ISBN: 958-33-7393-1

1. MEDICINA. 2. TRASPLANTES. 3. ARQUEOLOGÍA. 4. CURANDERISMO.


5. CULTURAS INDÍGENAS COLOMBIANAS
A GRADECIMIENTOS
GRADECIMIENTOS

A los Laboratorios Amarey Nova-Medical, S.A., porque su patrocinio hizo posible


esta obra y en especial a su Presidente, Dr. Octavio Amaya, por la estimulante
acogida que le dio a la iniciativa; a la Academia Nacional de Medicina por facilitar
las piezas arqueológicas de la Cultura Tumaco - La Tolita, expuestas en su Mu-
seo; al Instituto Colombiano de Cancerología, por facilitar un texto de su Revista, y
al British Journal of Plastic Surgery, por la misma razón; a la estudiante de medici-
na Lorena Acevedo por la traducción del artículo del Dr. Orticochea, y al Dr. Douclas
Niño por la traducción de los textos que comentan las imágenes de dicho artículo,
y a Don Alberto Rosas y a sus ayudantes Sofía Callejas y Licette Amaya por su
minucioso trabajo en fotografía digital. Agradecemos igualmente a todo el equipo
de Autores y demás personas que intervinieron en la elaboración del libro.

Coordinación Editorial
CONTENIDO

Colombia, un país líder en trasplantes, por Andrés Ávila Garavito .................................... vii
Miguel Hernán Orticochea Aguerre - Su aporte a la cirugía plástica y reconstructiva,
por Gloria Ordóñez Noriega .................................................................................................. x
Discoveries and methods in plastic surgery, by Miguel Orticochea .................................. xiii
British Journal of Plastic Surgery (carátula de revista) ...................................................... xiv
The musculo-cutaneous flap method: an inmediate and heroic subtitute
for the method of delay, by Miguel Orticochea, M.D. .......................................................... xv
Descripción de cerámicas, por Douglas Niño .................................................................. xxiii
Vida cotidiana prehispánica de la “Cultura T-T”
En la Costa Pacífica colombo-ecuatoriana: entre la admiración
estética y las preguntas arqueológicas, por Franz Flórez Fuya .......................................... 1
Enfermedades craneoplastias: deformaciones corporales
y prácticas quirúrgicas en tribus precolombinas, por Gonzalo Correal Urrego ................. 14
La medicina en la época precolombina. Los psicoestimulantes y los venenos
de flechas: precursores de la anestesia, por Jaime Herrera Pontón................................. 33
Notas sobre un relato de curanderismo de los Uitotos, por Fernando Urbina Rangel ............ 63
Biografías .......................................................................................................................... 94
COLOMBIA, UN PAÍS LÍDER EN TRASPLANTES

vi
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

COLOMBIA, UN PAÍS LÍDER


EN TRASPLANTES

ANDRÉS ÁVILA GARAVITO

E
n el proceso educativo para consolidar una cultura de donación sobre trasplantes de ór-
ganos, el gran perjudicado no puede ser el paciente en lista de espera para recibir uno. Cada
paciente receptor en turno —muchos de ellos ya fallecidos— requerían de un donante para renacer,
porque le aseguraba la esperanza de vida. Desgraciadamente, por falta de una solidaridad bien entendida se
muere más del 30% de los pacientes receptores en espera de una persona generosa con la vida.
Colombia es una nación de trasplantes. La historia del proceso organizado de donación-trasplante en nuestro
país data desde hace más de 7 años, proceso que ha contribuido a realizar un verdadero regalo de vida en
beneficio de la comunidad, aprovechando los avances científicos. Los colombianos somos creativos, y lo expresa-
mos donando. Somos uno de los primeros países del mundo en legislación sobre estos temas. Hace treinta y un años,
el 29 de agosto de 1973, se realizó en el Hospital San Vicente de Paúl el primer trasplante exitoso de riñón.
Actualmente se han realizado cerca de 5.000 trasplantes de ese tipo, y se están incrementando los de otros órganos.
Los cirujanos del Hospital mencionado han realizado también trasplantes muy complicados, como los de laringe,
tráquea e intestino. La Clínica Cardiovascular Santa María trasplantó recientemente un corazón en un menor de tan
sólo 7 años. El trasplante de médula ósea ocupa el segundo lugar en frecuencia, siendo más de 700 los que ya se
han realizado, pero representan menos del 10% de los que se deberían practicar en nuestro país. Hoy en día, es el
trasplante de órganos que más se realiza en el mundo, pero en Colombia hay obstáculos en algunos de sus
procesos: en ciertas autorizaciones administrativas –como los estudios de histocom-patibilidad por biología
molecular–, en el pago de las complicaciones que rompen el paquete y en la inclusión de nuevos medicamen-
tos que se encuentran por fuera del Plan Obligatorio de Salud. Surgirán siempre obstáculos por superar para
prestar, con creatividad y unidad, la mejor tecnología con los recursos disponibles en nuestro medio.
Hace ya dos años, y bajo el liderazgo del Ministerio de la Protección Social y especialmente del viceministro
Dr. Juan Gonzalo López, se plantearon los principios y objetivos de la reforma del proyecto en un decreto
reglamentario no creador, sino instrumentador de ejercicio de leyes. Los fines que se perseguían con esto eran:
asegurar mayor eficiencia, transparencia y calidad; fomentar la promoción de la donación; establecer la red
de trasplantes en varias ciudades del país; dar prioridad a los colombianos y extranjeros residentes en nuestro
país, y obtener una información centralizada y una operación descentralizada. Como expertos y dolientes al
servicio de esta iniciativa, nos reunieron durante varias sesiones para que —en acuerdos y consensos— se
fortaleciera cada uno de los programas y, como consecuencia, se realizaran más trasplantes de órganos y tejidos.
Estuvieron presentes líderes de todo el país, de las principales ciudades, que se reunieron en Bogotá en la sede del Instituto
Nacional de Salud, y en otras ocasiones en el Hospital San Vicente de Paúl, en Medellín. Las intenciones se han
cristalizado en documentos sólidos, grupos de estudio y de trabajo, colaborando permanentemente para su aplica-
ción en reglamentaciones complementarias.
El Hospital Pablo Tobón Uribe ha ofrecido su concurso para integrarnos y aportar creativamente, para seguir
informando de manera discreta, sin difamar ni engañar a la opinión pública; hemos desaprobado frontalmente
las opiniones particulares, las rivalidades y los regionalismos malsanos. Las modificaciones al decreto, sus
reglamentaciones y los manuales afines se están cristalizando para vivir este momento histórico con coherencia.
El decreto presenta una tendencia centralizadora en enunciado y descentralizadora en la práctica. Ante las
crisis en su implementación nacieron compromisos de trabajo por el bien común, mediante tareas específicas,
elaboradas también en consenso. Las ventajas del nuevo proceso incluyen registros únicos, oportunidad y
nacionalización de gastos, integración con aseguradoras, equidad en la repartición de órganos, ausencia de
cruces de intereses, mayor impacto educativo de la cultura de donación, protección de los derechos del donan-
te vivo, de minorías y grupos étnicos.

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COLOMBIA, UN PAÍS LÍDER EN TRASPLANTES

Existe ahora una disposición responsable de superar la inercia del pasado. Mediante corporaciones, fundacio-
nes y asociaciones como las de usuarios de trasplantes, queremos construir sobre cimientos sólidos para no caer en
errores de otros intentos fallidos, porque dichos esfuerzos han sido necesarios, meritorios pero insuficientes, para
tener continuidad. Estuvimos abochornados por comentarios alejados de la realidad, e invitamos a los diferentes
actores a aportar de manera responsable. Es una oportunidad para aumentar la credibilidad, superar las improvi-
saciones e incoherencias mediante un enfoque programático integral. Realizaremos un empalme eficaz con la nueva
Red bajo las recomendaciones de expertos, satisfaciendo las urgencias de los pacientes, y también asesorando los
medios de comunicación de manera oportuna y adecuada. Con el nuevo decreto, la gran Red Nacional permitirá
a más colombianos el acceso a los trasplantes. El manejo de la información de la donación, los procesos de
vigilancia y control serán auditados por los entes territoriales respectivos. Los mismos pacientes trasplantados deben
ser educadores y líderes acerca del proceso de donación-trasplante, y cooperar con sus familias en la carnetización
de personas que así lo deseen; agradeciéndoles la generosidad inmensa que manifiestan.
Ahora nos resta participar activamente en la nueva Red de Donación y Trasplante. La actividad más desgastante
de todo este complejo es la implementación operativa de la consecución de órganos y tejidos. Los listados de
pacientes receptores podrán ser vigilados por toda la comunidad, la Procuraduría, la Defensoría del Pueblo, los
bancos de órganos y tejidos y cualquier institución sin ánimo de lucro. Da posibilidad a que se incorpore la partici-
pación en decisiones de una sociedad organizada: verdadera política social. La intervención de entidades sin ánimo
de lucro resulta muy conveniente. Es susceptible de mejoramiento continuo mediante la participación ciudadana,
minimizando la rivalidad entre lo público y lo privado.
El presupuesto y la cofinanciación de la nueva Red requiere de múltiples acuerdos, y la inclusión de expertos
en asuntos de redes de trasplante para que realmente se hagan más trasplantes en el país; por cada millón de
habitantes debe existir un profesional coordinador —llamado también procurador— de la obtención, rescate y
sostenimiento del órgano en Unidades de Cuidado Intensivo. En nuestro país solamente contamos con siete
profesionales de la salud formados en el extranjero, menos del 10% del número requerido. A través de éstos,
y de muchos cooperadores, se puede garantizar una promoción voluntaria y altruista en campañas lideradas
también por el Estado, para fomentar la conciencia solidaria que incremente la donación.
Nos urge una acreditación nacional para tener credibilidad en el campo internacional. Por ejemplo, para el
desarrollo de los programas de médula ósea es esencial recibir médulas óseas del extranjero. Nuestro prestigio
trasciende las fronteras, y se han realizado trasplantes de médula ósea de extranjeros que acuden al país
solamente para realizarse el procedimiento. El Programa de Trasplante de Médula Ósea del Hospital Pablo
Tobón Uribe se inició con un extranjero residente en otro país del Caribe. Debemos seguir aprovechando las
fortalezas y oportunidades de otros programas para asegurar el impacto social en una cultura de donación con
menos mitos y más realidades, fortalecidos en la confianza de los grupos de trasplante acreditados.
En el nuevo documento se han tenido en cuenta los aspectos bioéticos, integrando derechos y deberes bajo
un consentimiento de información que se fundamenta en la confianza. Se precisa la presunción legal de
donación, pero con el derecho a oposición por respeto a un sentimiento de recuerdo histórico y de la dignidad
de la persona fallecida. En nuestro hospital explicamos no solamente los beneficios, riesgos y detalles de cada
procedimiento, sino que aclaramos falsas expectativas, resolvemos dudas puntuales y alentamos a familiares
para un acompañamiento. Es responsabilidad de todos mejorar cada día en cuanto a la orientación y educa-
ción en salud, informando, motivando y reforzando hábitos de donación altruista. En Estados Unidos, el 32%
de los donantes son vivos y cada vez son más los donantes relacionados —no familiares— en donde se
incluyen los “emocionalmente emparentados”. Cada programa tiene su propia filosofía, y por ejemplo en el
San Vicente de Paúl, en Medellín, el porcentaje de donantes vivos no sobrepasa el 20%.
Queremos participar para facilitar la integración de los grupos locales y consolidar una cultura de donación con
materiales educativos en salud, aplicados a nuestro medio desde cada experticia y programa puntual. A todos
ustedes, apasionados por este quehacer, los invitamos a que unidos procuremos una ofensiva promoción de la
donación, sin temores culturales de venta de órganos, de deformación de cuerpos, de abusos en pacientes sin
muerte biológica. Busquemos soluciones solidarias en otros escenarios para vencer la ignorancia, la subutilización de
donantes, la falta de personal en grupos de coordinación de los rescates, las dificultades por parte del tercer
pagador, las injusticias de algunas aseguradoras que penalicen al donante vivo.

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ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

Sugerimos que el Ministerio de la Protección Social siga promoviendo espacios abiertos y constructivos, para
preparar el plan de acción que evite los impactos negativos de la transitoriedad en la operativización del nuevo
decreto sobre trasplante, que el presidente Álvaro Uribe firmó el pasado 4 de agosto de 2004. Celebramos con
nuevos bríos el 29 de agosto, Día Nacional de Donación de Órganos, enmarcados en una feliz audacia de un
decreto como solución ordenadora positiva. Son muchos los órganos y células vivas en un cuerpo muerto que son
vida para el receptor en turno de revivir: ni un solo muerto más por falta de diligencia u omisión. Nos sentimos
muy halagados de poder ser facilitadores de una conveniente aplicación, colaborando —oportuna y pertinen-
temente— para mejorar la calidad de atención de nuestros usuarios del Programa de Trasplantes. Nos com-
prometemos a satisfacer las necesidades y expectativas de los pacientes y sus familiares. El paciente es,
realmente, la médula del trasplante en nuestros programas. Soñamos como nuestros antepasados en trata-
mientos de avanzada, sanos hasta la médula...ósea.
El presente libro ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO - A propósito de la «Colección Orticochea»,
reúne artículos de reconocidos investigadores en los tres campos, convocados alrededor de la prominente
figura del Médico Especialista, Profesor Emérito del Instituto Nacional de Cancerología Dr. Miguel Orticochea,
quien a lo largo de su vida profesional fue allegando piezas de la cultura Tumaco-La Tolita, que muestran
enfermedades, deformaciones, dolencias, diversos traumatismos y representaciones en las que esta sociedad
arcaica del Pacífico colomboecuatoriano plasmó, con creatividad y agudeza, un muy notorio testimonio de
interés en la salud. ¡Qué sabia es la tradición popular, y qué perceptiva para ver las cosas! Es un tesoro rematada-
mente irrepetible, con la emoción de lo que es vivido con la más plena de las pasiones. La afición por coleccionar
estas piezas y toda la historia de su acuciosa custodia, tiene relación con la fecunda especialidad del Dr. Orticochea,
pionero mundial de la cirugía reconstructiva, particularmente en lo que atañe a las técnicas de colgajos y a la
circulación subcutánea que las hace posibles.
La obra está ilustrada con fotografías de alta calidad, revelando su lenguaje de verdaderas obras de arte;
una tercera parte de la colección fue donada a la Academia Nacional de Medicina, y está en exhibición
permanente en su museo en Bogotá D.C. El resto de las piezas sólo las acompañarán por voluntad del Dr.
Orticochea, hasta finalizar la edición de este libro, permitiendo el proceso de inmortalizar, en forma genuina,
este patrimonio cultural; nada tan generoso y hermoso como este testimonio de darlo todo, bajo un cobijo
científico; es un ejemplo muy loable para los particulares que coleccionan piezas con valor arqueológico, que
por ley son propiedad de la Nación y deben llegar a reposar, en definitiva, en instituciones dedicadas a su
cuidado técnico, estudio sistemático y exhibición conveniente, en orden a servir de modo efectivo en la dinámi-
ca de la identidad cultural nacional. Es un deber ciudadano proteger nuestro rostro cultural y no dejarlo tras-
plantar o desfigurar.
Estamos muy agradecidos con el Señor Doctor Octavio Amaya, Presidente General de Laboratorios Amarey
Nova-Medical SA, quien acogió con entusiasmo la iniciativa de cooperar financieramente en la edición de esta
obra, para donarla generosamente al público y al cuerpo médico de especialistas implicados en el uso de
hemoderivados y en programas de trasplante de órganos y tejidos. Es un regalo para crecer en una cultura
integradora como instrumento para poder interpretar, en clave de verdad, el mundo que nos rodea y el misterio
que abarca la vida de cada ser humano.

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COLOMBIA, UN PAÍS LÍDER EN TRASPLANTES

Miguel Hernán Orticochea Aguerre

-SU APOR TE A LA CIRUGÍA PLÁSTICA Y RECONSTRUCTIV


APORTE A-
RECONSTRUCTIVA-
El Dr. Miguel Orticochea nació en la ciudad de Rivera, en Uruguay, en 1928. La lectura de La vorágine lo trajo a Colombia
en 1956 y aquí ha desarrollado gran parte de su labor científica. Se ha caracterizado por su creatividad e inquietud intelectual
y ha sabido transmitir sus conocimientos y ganarse la admiración y el aprecio de sus compañeros y alumnos.
El desarrollo de métodos y técnicas propias le ha sido reconocido en el campo de la cirugía plástica a nivel mundial. En esta
especialidad se destaca por ser el descubridor de cuatro grandes principios que han revolucionado el desarrollo de la cirugía
plástica y recosntructiva, especialidad que aporta múltiples y valiosos recursos para el tratamiento, la cobertura y la rehabilitación
de los pacientes con malformaciones congénitas y cáncer.
Esos principios, así como las técnicas quirúrgicas descritas por él, que suman más de treinta, se utilizan en el mundo entero.
Su nombre es reconocido en los servicios de cirugía reconstructiva de todos los continentes. Basta pedir su nombre en cualquier
motor de búsqueda de Internet para encontrar innumerables artículos, publicados tanto por el Dr. Orticochea como por terceros
que escriben sobre la aplicación de sus principios y técnicas.
Los principios descubiertos por el Dr
Dr.. Orticochea son:
Los colgajos músculo -cutáneos: El Dr. Orticochea fue el primero en comprender que había una circulación cutánea que
músculo-cutáneos:
derivaba de la circulación muscular. La comprensión de este principio permitió que se desarrollaran nuevos recursos de
reconstrucción en diferentes sitios anatómicos, recuperando con creces el recurso de los simples injertos, al permitir la
cobertura en grandes defectos por trauma o cáncer, salvando así extremidades y ofreciendo oportunidades inmensas de
reconstrucción.
Construcción de esfínter faríngeo: Es, hasta ahora el único esfínter realizado por el hombre. Hoy en día, se benefician de
él, millones de pacientes con paladar hendido, quienes gracias este descubrimiento pueden desarrollar un lengiaje inteligible
e integrarse así a la sociedad.
Principio de los colgajos prefabricados: Utilizando la concha auricular para la reconstrucción nasal, el Dr. Orticochea dio
la idea de “prefabricar” colgajos en un sitio distante de la reconstrucción, principio que hoy tiene frecuentes aplicaciones en
diseño de colgajos libres para cirugías complejas en pacientes con secuelas de trauma y de cáncer.
Principio de flujo reverso o de inversión de la circulación: El Dr. Orticochea observó que, al cambiar la posición de un
colgajo con un pedículo vascular conocido, la circulación cambia de dirección, lo cual ha influido fundamentalmente en el
desarrollo de nuevos colgajos, tanto pediculados como libres, con aplicaciones en todas las áreas de la anatomía.
Cargos desempeñados
1. Cirujano Plástico del Instituto Nacional de Cancerología (INC) hasta noviembre de 2002.
2. Jefe del Servicio de Cirugía Plástica del INC, desde 1960 hasta 2000.
3. Médico Agregado en la especialidad de Cirugía Plástica del Hospital Militar Central desde 1981.
4. Profesor Honorario de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Colombia.
5. Consultor en Cirugía Plástica en el Hospital de San Ignacio, desde 1956 hasta 1964.
6. Jefe de Cirugía Plástica en el Hospital de San Ignacio, desde 1964 hasta 1996.
7. Profesor de Cirugía Plástica de la Universidad Javeriana, desde 1965.
8. Ciujano Adjunto en Cirugía de Mano del Servicio de Traumatología del Hospital San Juan de Dios, desde 1957 hasta su cierre.
9. Ciujano Plástico del INC, desde 1958 a 1960, año en que pasó a ser Jefe del Servicio.
10. Cirujano Plástico con carácter honorario en el INC, de 1956 a 1958.
11. Cirujano Jefe, responsable del Servicio de Cirugía Plástica en la Maternidad Deonor de Barros, Brasil, durante un año, entre
1955 y 1956.
12 Cirujano Plástico del Instituto de Seguro de Transporte y Carga, Sao Paulo, Brasil, 1955.
13. Segundo Asistente en Cirugía Plástica del servicio del profesor Vasconcellos, Universidad de Sao Paulo, Brasil, 1955.
14. Suplencia de Practicante Interno en el Ministerio de Salud Pública, Montevideo, en tres oportunidades.
15. Director del Instituto de Anatomía Morfológica de la Facultad de Medicina de Montevideo, por concurso de mérito, en dos
oportunidades, durante 1950 y 1952.

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ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

Publicaciones
Libro
La mayoría de sus descubrimientos y técnicas se resumen en el libro editado por el mismo Dr. Orticochea Discoveries
and Methods in Plastic Surgery, en 1996 (carátula en la página xiii).
Artículos publicados
1. Orticochea M. Técnica para la corrección del labio leporino unilateral total y sub-total. Tribuna Médica, 1966;234: 3-
32.
2. Orticochea M. Construcao de un esphinter muscular dinámico en doentes con Fenda Palatina. Primeiras Jornadas
Luso Brasileiras de Cirurgia Plastica, 1967;179-184.
3. Orticochea M. A new method for repair of total or partial unilateral cleft lip. Excerpta Medica International Congress
Series Nº 174. Translation 72 REVISTA COLOMBIA-NA DE CANCEROLOGÍA of the 4th International Congress of Plastic
& Recons-tructive Surgery, Rome; 1967.
4. Orticochea M. Technique des lambeaux multiples, convergents utilisée dans la re-construction immediate D’exenteration
orbitaire elargie. Annales de Chirurgie Plastique 1967 ;12 :161-165.
5. Orticochea M. O tratamento da mao metacarpiana, Primeiras Jornadas Luso Brasilei-ras de Cirurgia Plastica 1967;73-
78.
6. Orticochea M. Four flap scalp reconstruction technique. Br J Plast Surg 1967; 20:159.
7. Orticochea M. Construcción del esfínter dinámico naso bucal de la faringe en las lesiones del paladar. Tribuna Médica
1967;297:3-15.
8. Orticochea M. Construction of a dynamic muscle sphincter in cleft palate. Plast Recons Surgery 1968 ;41:323.
9. Orticochea M. A new method for repair of total or partial cleft lips. Transaction of the Fourth International Congress of
Plastic and Reconstructive Surgery, Amsterdam. Excerpta Medica, 1969; pp. 337-348.
10. Orticochea M. A new technique for metacarpal hand treatment. Br J Plast Surg 1969;22:30-36.
11. Orticochea M. Application de la technique des quatre lambeaux dans la reconstruction du front et des région
pariétales. Annales de Chirurgie Plastique 1969 ;14:153.
12. Orticochea M. Construction of a dynamic muscle sphincter operation in cleft palates. Br J Plast Surg 1970;23:108.
13. Orticochea M. Reconstruction of partial loss of the auricle. Plast Reconstruct Surg 1970;46: 403.
14. Orticochea M. Results of the dynamic muscle sphincter operation in cleft palates. Br J Plast Surg 1970;23:108.
15. Orticochea M. the use of the intact side of the face for reconstruction of the injured opposite side. Br J Plast Surg
1970;23:235-241.
16. Orticochea M. Eye socket reconstruction with composite graft. Plast Reconst Surg 1971;48:343-346.
17. Orticochea M. A New method for total reconstruction of the nose: the ears as donor areas. Br J Plast Surg 1971;24:225.
18. Orticochea M. Reconstruction of the thumb using two flaps from the same hand. Br J Plast Surg 1971;24:345-350.
19. Orticochea M. Use of the deep bundle of the flexor pollicis brevis to restore opposition in the thumb. Plast Reconst Surg
1972;47:220-224.
20. Orticochea M. New three flap scalp reconstruction technique. Br J Plast Surg 1971; 24:184.
21. Orticochea M. The musculo-cutaneous flap method: an immediate and heroic substitute for the method of delay. Br
J Plast Surg 1972;25:106.
22. Orticochea M. A new method of total reconstruction of the penis. Br J Plast Surg 1972;25:347.
23. Orticochea M. Use of the buttock to reconstruct the breast. Br J Plast Surg 1973; 26:304-309.
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28. Orticochea M. Traitement de amygdales et des adénoides hypertrophiques chez la malada operée de division palatine
avec sphincter musculaire dynamique du pharynx. Ann de Chirurg Plast 1877 ;22:81.

xi
COLOMBIA, UN PAÍS LÍDER EN TRASPLANTES

29. Orticochea M. Méthode uruguayanne pour la réconstruction total du nez. Ann de Chirurg Plastiq 1977 ;22:181-
188.
30. Orticochea M. A pneumatic cranial tourniquet to control haemorrhagie during operations on the scalp. Br J Plast
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49. Orticochea M. The principle of reversal of flow in blood vessels. Br J Plast Surg 1987;40:86-93.
50. Orticochea M. A new technique for reconstructing half of the skin of the upper or lower lip. Br J Plast Surg
1988;41:544-547.
51. Orticochea M. Reply to closing a difficult defect of the scalp. Plast Reconst Surg 1989;83:388-390
52. Orticochea M. New surgical technique for reconstruction of the ala of the nose. Br J Plast Surg 1991;44:359-362.

Gloria Ordóñez Noriega, MD


Coordinadora Grupo de Cirugía Plástica
Instituto Nacional de Cancerología

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ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

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COLOMBIA, UN PAÍS LÍDER EN TRASPLANTES

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COLOMBIA, UN PAÍS LÍDER EN TRASPLANTES

EL MÉTODO DE COLGAJOS MÚSCULO-CUTÁNEOS:


UN INMEDIATO Y HEROICO SUBSTITUTO PARA EL MÉTODO
DE APLAZAMIENTO

POR MIGUEL ORTICOCHEA, M.D.

Profesor de Cirugía Plástica, Escuela de Medicina, Universidad Javeriana


y Cirujano Plástico de la Fundación Shaio, Camino de Suba – Bogotá, Colombia

La extensa pérdida de tegumento en la pierna que expone en el lugar donde pasen los vasos perforantes, entre el
hueso, articulaciones o tendones, requiere del inmediato plano muscular y la piel, para asegurar vitalidad en el
reemplazo de la piel, si la necrosis del tendón, el hueso y extremo distal cutáneo. La fascia subcutánea normalmen-
la subsecuente infección quieren ser evitados. Tales pérdi- te forma una barrera circulatoria entre la piel y el músculo
das pueden ser por trauma, quemadura o la escisión qui- subyacente, pero en varios sitios los vasos atraviesan esta
rúrgica de malignidades. Pocas, o ninguna técnica de re- barrera. Para alinear con precisión los colgajos músculo-
paración primaria está disponible en el presente: los injertos cutáneos se requiere tener un adecuado conocimiento de
no pegan en una superficie avascular expuesta de tendo- la anatomía y localización de estos vasos perforantes.
nes y hueso, y raramente a través de articulaciones abier-
El extremo distal del colgajo compuesto músculo-cutá-
tas; los colgajos locales de la misma pierna proveen una
neo se sutura al área receptora. El músculo se retiene en su
cobertura limitada por su pobre irrigación sanguínea cu-
lugar a través de puntos de catgut. El área donadora del
tánea, y requieren de uno o más aplazamientos. En nues-
colgajo se cierra por aproximación directa de la piel; esto es
tra experiencia, también los colgajos grandes de la pierna
fácilmente realizable como una regla, desde que el músculo
opuesta llegan a ser efectivos cuando previamente han
haya sido exteriorizado y reducido su volumen. Si es imposi-
tenido uno o dos aplazamientos; de otra manera, la insu-
ble cerrar el área donadora por aproximación, el defecto se
ficiencia vascular ocurre en estos colgajos y ya ningún
cubre con injertos de piel.
aplazamiento es necesario.
El colgajo se divide en las 4 a 6 semanas posteriores.
Un colgajo compuesto músculo-cutáneo tiene dos ele-
mentos: la piel, que provee la cubierta epitelial al área Complicaciones: la rica irrigación sanguínea del músculo
desnuda, y en el eje anatómico y quirúrgico del colgajo, en el colgajo produce exuberante tejido de granulación sobre las
un músculo que le asegurara al colgajo cutáneo una ade- áreas desnudas de hueso y tendones, debajo del colgajo. Éste
cuada irrigación sanguínea. Adicionalmente, la rica cir- sangra fácilmente y serias hemorragias pueden ocurrir en la fase
culación podrá combatir cualquier infección alrededor de del posoperatorio tardío, después de 20-30 días, cuando pe-
los huesos y tendones expuestos, y así ese colgajo repre- queñas costras se hayan separado o el tejido de granulación
senta la curación biológica ideal. El mismo principio se haya sido traumatizado. Estas hemorragias confirman la rica
aplica en otras regiones del cuerpo y un tipo de colgajo vascularización del colgajo, que debe controlarse con compre-
similar se usa del músculo esternomastoideo, descrito por sión digital o empaquetamiento del vaso sangrante.
Owen (1955) y Bakamjian (1963). Resumen: el colgajo músculo-cutáneo descrito puede
proveer la cobertura inmediata de defectos de tejidos blan-
Técnica: un colgajo cutáneo está alineado, y debajo
dos, en particular de la pierna.
de él, un músculo escogido por el cirujano, acorde con el
sitio y localización del área receptora que ha de ser re- Cuando se diseña de manera adecuada y se diseca
construida. Piel, grasa, fascia y el músculo subyacente se cuidadosamente, la rica irrigación sanguínea de estos
levantan en una sola pieza, sin separar los diferentes ni- colgajos no sólo asegurará la supervivencia de la piel sino
veles. El pedículo del colgajo deberá ser preferiblemente el control de cualquier infección alrededor de las áreas
proximal. El extremo distal del colgajo deberá colocarse desnudas de hueso o tendón.

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ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

TRADUCCIÓN DE LOS TEXTOS Fig. 3. A, B, y C. Representación esquemática del col-


QUE ACOMPAÑAN LAS IMÁGENES gajo músculo-cutáneo. D, La parte final distal del col-
gajo debe situarse donde haya vasos perforantes para
asegurar la circulación de la parte final distal cutánea.
Fig. 1. Este paciente fue gravemente herido en el ter-
Fig. 4. Sección transversa de muslo y tercio inferior de
cio inferior de la pierna y posteriormente remitido con
pierna. Nótese la rotación dada al colgajo músculo-
una gran área de necrosis de la piel sobre el maléolo
cutáneo sobre su eje, para ser suturada sobre el área
medial, asociado con una fractura de la tibia. Hueso
receptora. El área donante cruenta en el muslo ha sido
y tendones están descubiertos.
cerrada directamente.
Fig. 2. A. Un colgajo (flap) músculo-cutáneo compues-
Fig. 5. A. El colgajo músculo-cutáneo curado en el
to es esbozado, con pedículo proximal y localizado
lugar. El pedículo proximal del colgajo es seccionado
sobre el lado interno del muslo. B y C, Este colgajo
después de 4 a 6 semanas y la inserción final. B, re-
contiene el músculo gracilis que tiene la circulación ne-
sultado final. C, El sitio donante curado cerrado por
cesaria. La flecha indica el pedículo arteriovenoso
sutura directa.
proximal del músculo.

REFERENCIAS

BAKAMJIAN, V. (1963), “A technique for primary reconstruction of the palate after radiacal maxilectomia for
cancer”. Plastic and Reconstructive Surgery, 31, 103-117.
MARINO, H. (1963), “Colgajos de piel. Su acción detersiva en lesiones superficiales”. Tribuna Médica, II, 88, 1-7.
OWEN, N. (1955), “Compound neck pedicule designed for the repair of massive facial defects; formation,
development and application”. Plastic and Reconstructive Surgery, 15, 369-389.

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COLOMBIA, UN PAÍS LÍDER EN TRASPLANTES

Bogotá, 16 de octubre de 2002

NANCY PEREIRA RAMIREZ


Instituto Nacional de Cancerología

MENSAJE DE DESPEDIDA A LOS COMPAÑEROS


Y COMPAÑERAS QUE TRABAJAN EN MEDICINA

Estimada Nancy

Octubre es aniversario de nuestra vinculación al Instituto Nacional de Cancerología.


Nosotros Cirugía Plástico y tú con tu apoyo siempre cordial y amable aportamos a la Medicina
cuatro conceptos abstractos:
1. Las estructuras prefabricadas, las regiones anatómicas prefabricadas.
2. La inversión de la dirección de la sangre por arterias y venas.
3. El método de los colgajos músculo - cutáneos.
4. El método de construir esfínteres en el cuerpo humano.
Estos 4 métodos y 40 técnicas quirúrgicas adicionales beneficiaron la Cirugía a nivel universita-
rio y universal.
Tu apoyo hizo posible estos descubrimientos por que nos protegiste y nos alentaste en nuestro
trabajo. Debes saber que fuiste tú, con tu comportamiento el verdadero inventor y descubridor de
lo que salió durante 47 años del Instituto vía Londres a todos los centros de inteligencia médica.
Esperemos que alguien en un futuro próximo o lejano con honor nos supere en la obra que
hemos hecho.
Se que tú igual que nosotros estaremos orgullosos de ver que desde las extensas estepas de
Mongolia o desde una apacible ciudad de Dinamarca alguien le dé a la Humanidad un adelanto
mayor que el que le dimos desde el Instituto.
A esa persona que logre la excelencia intelectual y con honestidad y buenas costumbres nos
supere intelectualmente, nuestras felicitaciones y nuestra admiración.

Para ti Nancy mi gratitud y mi amistad.

MIGUEL ORTICOECHEA

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ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

DOUGLAS NIÑO
En la actualidad, dos médicos que tengan la misma formación profesio-
nal y casi la misma experiencia pueden llegar a concluir, frente a un mismo
paciente, diagnósticos diferentes. Esto muestra que la elaboración
diagnóstica es un proceso puramente hipotético, fundamentado de manera
más o menos razonable en el saber acumulado y la experiencia. Por esa
razón, antes de llevar a cabo un tratamiento es preciso verificar el diagnós-
tico, bien sea a partir de otros signos y síntomas o mediante pruebas
paraclínicas. Pero incluso, existen casos en que la conjetura diagnóstica ini-
cial así verificada puede ser cambiada con la aparición de nuevos datos.
Por otra parte, la descripción de cerámicas es siempre difícil y sus
resultados son igualmente controvertidos. Las cerámicas son representa-
ciones, y como tales presentan ciertos aspectos (y no otros) de aquello que
intentan representar. Por esto, en la interpretación puede tomarse como
relevante un aspecto que originalmente no lo era. En el caso de las repre-
sentaciones en cerámica de la cultura Tolita-Tumaco, el descriptor se encuentra ante una
falta de información bastante acuciante. Por ejemplo, dado que el clima de la zona es
muy húmedo y la tierra ácida, los hallazgos de las excavaciones no han arrojado datos
acerca de tejidos blandos. Tampoco es posible saber, en el momento, si estamos ante
idealizaciones de casos particulares del hacedor de las mismas, o ante representaciones
de casos concretos.
Así que cuando se trata de temas médicos, el descriptor se enfrenta a una doble
encrucijada, pues por una parte no sabe si las representaciones son fieles al objeto repre-
sentado, y por la otra, reconoce que su juicio es hipotético. Adicionalmente, sabe que
algunos datos parecen hallarse en franca contradicción. Por ejemplo, los datos de antro-
pología física de la zona muestran que la máxima edad promedio alcanzada por los
habitantes varones de la región era de 37 años1 . Así que, ¿cómo se deben interpretar las
líneas faciales de algunas de las cerámicas? ¿Son representaciones de las arrugas de un
anciano o se trata de incisiones? ¿Las formas de la cabeza corresponden a deformacio-
nes del cráneo, o las figuras llevan puesto un gorro? Así pues, a las especulaciones (en su
sentido etimológico) arqueológicas, se suman las especulaciones propias del conoci-
miento médico, sin que este último pueda verificarse con las mismas cerámicas.
Como es de suponer, las dificultades aumentan cuando no se tiene la cerámica sino sólo
una fotografía de ésta (una representación de una representación de una representación…).
Lo que se hará aquí, entonces, es una descripción de las cerámicas, con el saber
médico2 y sentido común occidental actual que se proyecta sobre esas representaciones,
de cuyo conocimiento (el que nosotros tenemos sobre ellos y no el de ellos) ya se ha dado
una idea. Es decir que, en el mejor de los casos, haremos conjeturas sobre conjeturas.
Pero según algunos, quizá todo nuestro conocimiento sea de ese carácter.

1
Estos datos fueron facilitados al autor por el profesor Franz Flórez.
2
En esto también el autor se apoyará en las notas que el Dr. Miguel Orticochea consigna en su libro Discoveries
and methods in plastic surgery, Bogotá, 1996; en este caso utilizaré comillas.

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ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

VIDA COTIDIANA PREHISPÁNICA DE LA “CULTURA T-T”


EN LA COSTA PACÍFICA COLOMBO-ECUATORIANA:
ENTRE LA ADMIRACIÓN ESTÉTICA Y LAS PREGUNTAS
ARQUEOLÓGICAS

FRANZ FLÓREZ FUYA

A finales de 1985, en la casa de su-


bastas Sotheby’s, en Nueva York, fue
ofrecida una pequeña figura
antropomorfa, de poco más de 20
cm de alto, elaborada con láminas
de oro, que al parecer procedía de
Tumaco (Colombia). Fue avaluada
entre 40.000 y 60.000 dólares.
Hace unos dos mil años, y por ra-
zones menos conocidas, un par de
piezas similares, y con ojos en pla-
tino, también habrían viajado des-
de una zona vecina (isla La Tolita,
Ecuador) hasta la zona de Frías,
cerca de Ayabaca (norte del Perú).
Estas piezas fueron descubiertas en
la década de los años 50 del si-
glo XX, por buscadores de tesoros que iban tras los  Cabeza humana, de mujer. El cabello cae hasta los
“grandes cementerios de la cultura Vicus”; a la postre, hombros. Ojos abiertos, boca entreabierta y pérdida de
las piezas terminarían sus días en las vitrinas del Mu- la nariz (¿Leishmaniasis?). El conjunto total da la impresión
de facies dolorosa. (Altura 6.05 cm)
seo Brunning de Lambayeque (Perú).
Estos dos ejemplos son una muestra del tipo de
relaciones sociales modernas, mediadas por la lógica El hecho de que ni las palabras ni las imágenes
del mercado, en las que se ve envuelta y resaltada la nos remitan a las cosas, sino a las ideas que tenemos
arqueología realizada en el Pacífico colombo-ecua- sobre las cosas, poco y nada afecta al público que
toriano. En ese contexto, el pasado prehispánico del asiste a subastas para comprar o admirar una “obra
litoral se ha concebido más como un problema estéti- de arte original” (elaborada en barro, oro o piedra)
co que histórico. Y no es que no sea un problema que “perteneció a la cultura T-T”, y busca poseer una
estético, pues al fin y al cabo la “cultura T-T” (Tolita, mercancía que pueda ser un signo de su posición so-
Tumaco, Tolita-Tumaco, Tumaco-Tolita, según el lado cial. Los arqueólogos también pueden llegar a hacer
de la frontera desde donde se hable), se ha dado a esto, pero además, entienden que su valor comercial,
conocer a través de las miles de piezas y fragmentos artístico o “histórico” (como patrimonio cultural defini-
de arcilla de corte “realista”, es decir, que nos mostra- do por una ley) tiene poco y nada que ver con su
rían en forma directa escenas cotidianas (adornos cor- valor como vestigio arqueológico, que depende de
porales, prácticas sexuales, enfermedades, nacimien- unas asociaciones (estratigráficas, cerámicas, fuentes
tos y vejez) de los habitantes de las tierras bajas y de materia prima, condiciones de elaboración, uso y
calurosas del Pacífico de hace unos 2.. 000 años. desecho) que se pierden para siempre cuando el vesti-

1
VIDA COTIDIANA PREHISPÁNICA DE LA “CULTURA T-T”

gio se convierte en objeto autónomo que decora una fundamentación se caracterizó por un gran interés en
sala o una vitrina, privada o pública (a nombre de valo- la descripción de la cerámica y la construcción de cro-
res burgueses o del Estado-nación, respectivamente). nologías. A falta de testimonios escritos, éstas son las
herramientas con las que, en forma indirecta, se tratan
Es cierto que las piezas han sobrevivido al paso del
de ubicar en el tiempo los diversos vestigios hallados
tiempo y al pillaje de los sitios arqueológicos en los que por los diferentes investigadores. Pero debido a la di-
por lo general han sido halladas, pero no está claro que versidad de criterios de clasificación de los vestigios
los significados de esas figuras hayan hecho otro tanto. arqueológicos (principalmente fragmentos de cerámi-
Porque a pesar de que el sentido común nos ha enseña- ca), ha resultado bastante complejo llegar a estable-
do a creer que “una imagen vale más que mil pala- cer un lenguaje común con el cual poder comunicarse
bras”, es posible que esas impasibles piezas de cerámi- entre los diferentes investigadores. Así, con cada nue-
ca sean más un espejo de la idea que tenemos sobre vo hallazgo se ha llegado a crear una nueva tipología
nuestra realidad (cómo ha de ser representada), que re- y nuevos períodos, lo que ha dificultado establecer si
tratos congelados en el tiempo de la vida cotidiana del se está comparando la misma cerámica o si los cam-
Pacífico colombo-ecuatoriano de hace 20 siglos. En este bios regionales se pueden pensar desde una cronolo-
intento de comunicarnos con el pasado se requiere de gía regional o sólo desde periodizaciones locales.
años de investigación, imaginación y acopio de la más
diversa información, para no quedarnos sólo en la con- Con todo, resulta preciso anotar que fue de los
lugares con vestigios más impresionantes (montículos,
templación de figuras a las que atribuimos un “realismo”
cerámica, campos de cultivo), como la isla de La Tolita
que nos tranquiliza y, al tiempo, nos distancia de la iden-
y la zona aledaña a Tumaco, de donde se tomó el
tidad de la cultura que las produjo.
nombre de “cultura Tumaco” (en Colombia), o “Tolita”
UNA HISTORIA DE HALLAZGOS o “Atacames” (en Ecuador). La noción de una “cultu-
HISTORIA HALLAZGOS,,
ra” centrada en lo “Tumaco” o “Tolita” se afianzó con
GENERALIZACIONES Y RECTIFICACIONES
los sucesivos estudios arqueológicos, en los que las
Desde la década de 1940, la costa Pacífica de Co- excavaciones locales adquirían un carácter regional
lombia y Ecuador ha sido visitada por arqueólogos al vincularse, por los parecidos en la cerámica, con
de Francia, España, Estados Unidos, Canadá, Ecua- estos sitios. El énfasis en el estudio de la cerámica dejó
dor y Colombia. Gracias a todas estas generaciones una huella que perdura en la portada de la mayoría
de investigadores nacionales y extranjeros, la arqueo- de los textos relacionados con la “cultura Tumaco”, o
logía de esta zona ha comenzado a salir, lenta pero “Tolita”, donde casi siempre aparece el rostro de una
paulatinamente, de su infancia. Esa etapa de figura de cerámica.

AUTORES
ORES,, ÁREAS EXPL
AUTORES ORAD
EXPLORAD AS Y FFASES
ORADAS ASES CRONOLÓGICAS
(EN AÑOS ANTES DEL PRESENTE)
PARA EL PA CÍFICO COL
PACÍFICO OMBO
COLOMBO -ECU
OMBO-ECU ATORIANO
-ECUA

Bajo río San Reichel 1965 Catanguero


Juan Catanguero 2.300-2.100

Bahía Flórez 1998; Temprano Tardío


de Buena- Salgado y 2.700-1.800 1.800-1.400
ventura Stemper 1991-
1995
Bocana I y III

Cauca Casas 1991 Muelle Viejo


Insular Gorgona 3.620-3.060

Costa Delicias Cocotera


Pacífica del Patiño 1988-95 Cocotera I Cocotera (?) 2.230-2.050 1.900-1.780 Maina
Cauca y Guapi-Timbiquí 3.250 ¿? 2.540-2.440 Buena Vista 1.130-1.010
Tamarindo
norte de Patía 1.940-1.820
2.150-2.030
Nariño 1.590-1.400

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ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

Inguapi I Balsal /Nerete


Alrededores Bouchard 2.360-2.090 1.970-1.830 Buchelli
de TTumaco
umaco 1982-3 Inguapi II El Morro 955-795
2.305-1.920 1.595-1.445

Entre Buchelli-
Tumaco y el Patiño 2003 Inguapi I Inguapi II El Morro Caunapí
río Mira 2.600-2.350 2.350-1.600 1.600-1.250 1.250-500

Tumaco Cubillos 1955 Antiguo (?) Menos


Monte Alto Antiguo (?)

Límite Colom- Reichel 1965 Mataje I Mataje II Mataje III


bia-Ecuador Mataje 2.450-2.350 2.250-1.810 1.900?

Esmeraldas Valdez Temprano Clásico Tardío


(Ecuador) 1987-89 2.600-2.150 2.150-1.840 1.840-1.600
La Tolita
(Ecuador)

Alcina 1979 Tiaone Atacames


Esmeraldas Costa Tachina Chévele 1.950-1.450 Temprano
(Ecuador) Esmeraldas 2.750-2.350 2.350-1.950 Transición 1.250-850
(Ecuador) 1.450-1.250

DeBoer 1996
Esmeraldas Mafa Selva Alegre Guadual Herradura
Santiago-
(Ecuador) 2.900 2.350-1.800 1.750-1.450 Las Cruces
Cayapas
1.550-950
(Ecuador)
Sierra Buys y Tachina Jardín del Este
ecuatoriana Domínguez 2.250 aprox. 2.145-2.015
1987
Jardín del Este
(Ecuador)

A mediados de la década de 1990 comenzó una tidas (hipótesis asumida antes que corroborada). De
nueva etapa con preguntas que esperan, al menos, hecho, ni siquiera estamos seguros de la función que
llevar el conocimiento arqueológico de la zona hacia cumplían esas figuras de cerámica. Apenas comenza-
la adolescencia. El debate ha dejado de centrarse en mos a conocer cuándo fueron hechos los montículos o
el estudio del material cerámico como sinónimo de un “tolas” hallados en Tumaco y la Tolita, pero poco sa-
mejor conocimiento de la “cultura Tolita” o “Tumaco”. bemos sobre cómo se construían. Algo similar puede
Los arqueólogos tratan ahora de ser mucho más rigu- decirse de los campos elevados de cultivo hallados
rosos con el uso de aquellos conceptos y términos que, cerca de estos lugares.
se suponía, describían fielmente la fragmentaria reali-
Hasta el momento sabemos, en líneas generales,
dad prehispánica conocida a través de las excava-
que la mayor parte de los vestigios relacionados con
ciones.
la “cultura Tumaco-Tolita” fueron creados entre 2.600
Se ha aceptado que el concepto de “cultura y 1.500 años antes del presente (en adelante a. p.).
Tumaco-Tolita” se ha empleado en forma poco técni- Se ha establecido que la homogeneidad estética es
ca y que, en el ámbito museográfico, se refiere más a sólo aparente, y que el 98% de las figuras de cerámi-
un problema estético que histórico. Se acepta que la ca “Tumaco-Tolita Clásica”, reportadas hasta finales
homogeneidad de las piezas de cerámica de la “cul- de la década de 1990, no contaban con una ubica-
tura Tumaco-Tolita” no indica, necesariamente, la exis- ción cronológica confiable, ni con un contexto de ha-
tencia de un pensamiento común o creencias compar- llazgo (y por ende, de uso o desecho) confiable. Indu-

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VIDA COTIDIANA PREHISPÁNICA DE LA “CULTURA T-T”

dablemente, eso dificulta realizar generalizaciones Por eso, el problema metodológico y teórico es que
sobre las categorías universales propias del pensa- los significados específicos que pudieron tener las fi-
miento moderno occidental, como “la” salud, “las” guras Tumaco-Tolita en los contextos excavados por
enfermedades, “los” roles sociales (hombre, mujer, la arqueología, no dependen sólo del uso final que
madre), “las” jerarquías (jefes, sacerdotes) o “la” vi- las llevó a ese lugar, sino que incluía ciertos códigos
vienda que “caracterizaban a la cultura Tumaco-Tolita”, (verbales, visuales) desde los que se construyó el sen-
que pueden opacar la diversidad propia de la gente tido de palabras o imágenes. El código que establece
creadora de esas figuras de cerámica, así como la la oposición entre masculino-femenino y su correla-
naturaleza de esa diversidad. ción con unos roles sociales ya definidos por el mun-
do adulto (carros-muñecas), permite conocer el géne-
Y esto porque una cosa es asumir que la distinción
ro de un bebé a partir de sus juguetes, sin tenerlo a la
vida-muerte o humano-animal es universal, y desde
vista.
ese supuesto juzgar qué tan “antropomorfas” o
“zoomorfas” nos parecen las figuras de cerámica, y Pero también cuentan las acciones, los personajes
otra tomar en cuenta la posibilidad de que tales divi- involucrados, el momento y el lugar (contextos socia-
siones sean un mito occidental y, por ende, relativas. les pragmáticos) en los que se optaba por una u otra
O de que hayamos seleccionado las figuras que nos interpretación, así como la historia personal y colecti-
hablan de nuestros intereses, sin tomar en cuenta que va de los individuos actuantes. Aunque se participe en
sus significados originales no dependían, necesaria- forma ordenada de ritos de parentesco (bautismos o
mente, de la forma que hoy nos parece más inteligi- padrinazgo entre católicos), de actividades de subsis-
ble. tencia (caza, siembra, cosecha), de ritos de paso (jo-
ven a adulto, o “vivo” a “muerto”), también es posible
Pero una cosa es tener datos sobre subsistencia o
dar interpretaciones personales a esos ritos. Porque
diferencias en el tamaño de las aldeas o en el trata-
miento recibido por los muertos de distintas edades, y
otra reducir los significados que se pudieron asignar a
las figuras, a las conductas de individuos o grupos.
 Figura humana,
Casi siempre se asume que los contextos nos per- sentada. Cabeza con
miten comprender los significados de los objetos: que deformación
frontoccipital. Rostro sin
“x” figura es un símbolo de la elite porque se encontró deformaciones y mano
en un entierro de un montículo de gran tamaño en derecha sobre la
barbilla. Esta figura, y
una gran aldea, de lo cual se concluye generalmente otras de este libro,
que las figuras de “este tipo” eran símbolos de la elite recuerda al pensador
reconocidos por todos. de Rodin. (8.9 cm)

Sin embargo, para las figuras en general no exis-


tió un “significado” único y estable sino formas con-
cretas de relacionar lo visible (figuras de cerámica)
con lo que culturalmente era posible concebir (mitos
que daban sentido a la vida, la muerte o las diferen-
cias sociales).
Una manera de establecer esos antiguos significa-
dos es tomar en cuenta cómo los grupos indígenas
“actuales” usan también figuras de cerámicas para
representar sus creencias sobre el mundo, y se plan-
tean significados “universales” en los que se asumen,
a un nivel muy general y abstracto, las diferencias en-
tre tipos de gente, acciones, fauna y flora. Se habla
entonces de cultos genéricos al Sol, al “más allá”, a
los “espíritus de la naturaleza”, sin tomar en cuenta las
interpretaciones históricas concretas de un grupo en
particular.

4
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

cada cual vive experiencias previas o participa de va-


lores diferentes a los que institucionalmente se reiteran
con el rito. Así, un matrimonio se puede interpretar
como la confirmación de un sentimiento surgido entre
dos seres humanos particulares, o como la puesta en
práctica de los términos de un contrato impersonal y
milenario de tipo jurídico-religioso. La ceremonia se
interpreta desde dos códigos distintos, que sólo tienen
en común el hecho de percibir una pareja (denotación)
que formaliza su vida como tal por diversas razones
(connotaciones).
De modo que los contextos arqueológicos —en el
sentido de espacios físicos— nos hablan de la reali-
dad objetiva en la que la gente se desenvolvía. O
retomando el ejemplo anterior, que en ciertas edifica-
ciones (llamadas iglesias) se acostumbra realizar cier-
ta clase de ceremonias (por ejemplo los matri-
monios). Aunque esa realidad objetiva estaba
culturizada, nombrada e interpretada a nivel for-
mal (lingüístico, signos visuales), nivel desde
donde se aportaban sentidos colectivos (una
religión y sus ritos), también es preciso tomar
en cuenta que las figuras de cerámica hacían
parte de acciones específicas en contextos par-
ticulares. Dicho de otra manera, eran las relaciones so-
ciales las que requerían de figuras, y eventualmente, és-
tas se volvían parte importante de esas relaciones, pero
no eran la razón de existencia de las mismas.
Así, las figuras de guerreros o chamanes represen-  Cabeza con mejillas abombadas, ojos
tan la idea que hoy tenemos sobre esos personajes entreabiertos (quizás un leve hundimiento del
ojo izquierdo) y leve deformación frontooccipital.
dentro de nuestra cultura, la misma cultura que hasta “Mambeando coca”. (7.1 cm)
no hace más de medio siglo diferenciaba a las muje-
res de los hombres por el tipo de ropa que usaban
(falda-pantalón). Es desde esa cultura moderna que
vemos las figuras “T-T”, lo que implica que nuestro cono- Dejar el problema de la interpretación de las figu-
cimiento de ellas no termina con clasificarlas de cierta ras “T-T” en manos de la historia del arte, puede ayu-
manera, sino que comienza por ser conscientes de por darnos a tener una idea aproximada del aporte esté-
qué lo hacemos de una forma y no de otra. tico hecho por esa antigua cultura. Pero como la
producción de significados no depende en forma di-
Esto nos llevará a intentar modelos hipotéticos so- recta de referentes universales (de clases como mujer,
bre cómo realizaban sus clasificaciones los creadores guerrero, chamán), sino de contextos históricos concre-
de esas figuras, pero todavía nos faltan los usos y cir- tos e historias personales específicas, la tarea resulta muy
cunstancias en las cuales una misma figura podía re- compleja y requiere de varios niveles de análisis, así
cibir múltiples y contradictorios significados. Esto lo ve- como de cruces interdisciplinarios entre semiótica, cien-
mos en la frase: “Mi mujer dijo que yo era un don cias cognitivas, arqueología, historia y antropología.
nadie. Como nadie es perfecto, por lo tanto lo que
quiso decirme es que yo soy perfecto.” De una misma HOMOGENEIDAD ESTÉTICA Y DIFERENCIAS
palabra se derivan tres contextos distintos, sin contar SOCIALES
con la manera como cada lector interprete en qué lu-
gar y en qué época se dijo; esa frase no sólo es Estudios de las superficies de las figuras de arcilla y la
semánticamente anómala, sino comprensible en forma pasta (componentes de la cerámica), ha permitido sa-
humorística. ber que, como mínimo, había dos técnicas para pro-

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VIDA COTIDIANA PREHISPÁNICA DE LA “CULTURA T-T”

ducirlas. Algunas partes se hacían a mano y otras en Lo que por ahora parece claro es que las figuras
moldes que también eran de arcilla. Era común fabri- de cerámica se utilizaron tanto en aldeas familiares,
car figuras huecas de cerámica hechas en moldes, pero donde las actividades cotidianas incluían la pesca, la
hace unos 1.800 años se incrementó la producción cosecha de conchas en los manglares y la manufactu-
de figuras sólidas, también en molde pero menos fi- ra de pequeñas ollas, cuencos y figuras de arcilla,
nas. Esto llevó a que el cuidado de los alfareros pasa- como en poblados donde se producían adornos en
ra a un segundo plano en favor de la producción “ma- concha, oro, hueso, obsidiana, y se mantenían en fun-
siva” de figuras sólidas, que no se encuentran en todos cionamiento campos de cultivo (1.200 hectáreas en
los sitios arqueológicos “Tumaco-Tolita”. Este “descui- Laguna de la Ciudad y unas 250 en las riberas de los
do” estético fue interpretado, en un comienzo, como ríos Chilví, Rosario y Mira, cerca de Tumaco), y ade-
una muestra de la “decadencia” y posterior “colapso” más se ampliaban montículos de hasta 70 metros de
de la “cultura Tumaco-Tolita”. largo y 50 de ancho que, en ocasiones, sirvieron como
última morada para algunos individuos que no pasa-
Sin embargo, esta versión se apoyaba principal-
ban de los 35 años.
mente en la evidencia cerámica. A medida que se es-
tudiaban mejor los montículos de La Tolita y se repor- Un dato reciente, obtenido entre el puerto de
taba el hallazgo de campos de cultivo cerca de la Tumaco y el río Mira, indica que no hay una correla-
isla, en un sitio conocido como “Laguna de la Ciu- ción directa entre los sitios con mayor cantidad de mon-
dad”, y en la zona vecina a Tumaco, parece hacerse tículos y las figuras de cerámica desechadas en el lu-
evidente que ese “decaimiento” en la calidad estética gar (en un período considerado el Tumaco Clásico y
iba acompañado, entre 2.200 y 1.800 a.p., por un denominado Inguapi II, definido entre 2.300-1.600
crecimiento de la población, la ampliación de los mon- a. p., véase recuadro). Es decir, parecería que no hubo
tículos y de los campos elevados de cultivo. A este una relación necesaria entre el tipo de actividades (ce-
período de intensa actividad constructiva y de incre- remonias religiosas, habitación, posiblemente entie-
mento demográfico, le siguió el que parece haber sido rro) desarrolladas en los montículos, y el tipo de ritos
un repentino abandono de sitios tan imponentes como para los que eran requeridas las figuras de cerámica.
La Tolita, donde se congregaba gran parte de la Es preciso anotar que la construcción de este
población y seguramente se realizaban tipo de paisaje con montículos obe-
ceremonias públicas que congregaban deció a un plan previo, y no fue-
a aquellos que hacían figuras en ar- ron construidos al azar o sim-
cilla, oro o hueso, o que mante- plemente como respuesta a
nían en funcionamiento los cam- una necesidad funcional de
pos de cultivo de Laguna de la establecer viviendas sobre el
Ciudad. plano de inundación. En al
menos dos sitios de la zona
Es posible que hace unos
de Inguapi se construyeron
1.800-1.500 años, parte de
montículos alrededor de
la población constructora
otro más grande y central.
de montículos de la zona
Este patrón recuerda, en
de La Tolita, en la costa del
parte, el que se presentó en
Ecuador, se haya traslada-
la isla La Tolita, donde también
do al interior, a la cuenca
se levantaban montículos si-
del Santiago-Cayapas. Pre-
guiendo un plano de media luna
cisamente, durante esa épo-
alrededor de otro montículo en el
ca y en esa área, se elaboró
que se invertía más trabajo. Lamen-
una cerámica con mayor tra-
tablemente, no contamos con datos
bajo en cuanto a la decora-
puntuales sobre la frecuencia, o no,
ción. Pero si todo esto llega a
ser correcto, todavía faltaría ex-
plicar qué tipo de organización  Cabeza humana con cráneo deformado
social fue la que sobrevivió, o por hacia atrás (¿gorro?). Órganos faciales apenas
qué, al parecer, “colapsó” la so- esbozados y cara en general pequeña con
respecto al cráneo. Orejas muy grandes con
ciedad asentada en La Tolita. diferentes perforaciones. (7.4 cm)

6
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

LA HIPÓTESIS CHAMÁNICA

Diferentes autores han coincidido en afirmar que en la


época de “auge” de la “cultura T-T” (2.100-1.800
 Cabeza con cara a.p.), los habitantes del litoral Pacífico colombo-ecua-
ancha y aplanada. toriano estaban organizados como un “cacicazgo”,
Cuerpo entero con
proporción entre cuyo “centro político ceremonial” se encontraba en la
miembros (superiores isla La Tolita. Su administración habría estado a cargo
e inferiores) y tronco de “chamanes” (representados en la cerámica) quie-
disminuido, que
parece corresponder nes, a partir del intercambio de bienes de acceso res-
a una acondroplasia. tringido a mediana y larga distancia (conocimiento
(7.2 cm)
esotérico, obsidiana, collares de cristal de roca, es-
meraldas, técnicas metalúrgicas y alfareras), habrían
acumulado el prestigio y el poder necesarios para
coordinar la construcción de montículos y “camellones”
para el cultivo. De paso, influyeron en la estandarización
del estilo cerámico “T-T” a lo largo de una costa de más
de 500 km (desde la Bahía de San Mateo-Ecuador has-
ta el bajo río San Juan-Colombia).
Un pequeño fragmento de vidrio volcánico
(obsidiana) puede ser utilizado para intentar una rápi-
da evaluación de esta hipótesis. El mismo se encuen-
tra en una vitrina dedicada a la “sociedad Tumaco-
Tolita”, en el Museo Arqueológico Calima del Darién
(Valle del Cauca). No mide más de 4 cm de largo, y
se encontró en 1991, a escasos metros del balnerario
turístico de Bazán-La Bocana, en la bahía de Buena-
de figuras de cerámica en los diversos lugares en ventura, enterrado a 1½ m bajo el suelo, en medio
que se hallaron montículos en esa isla de la costa del lodo. El pequeño artefacto había estado allí aproxi-
ecuatoriana. madamente entre 1.900 y 2.400 años. Como se sa-
Hasta el presente es común que los más diversos bía que cerca de Popayán también se encuentran flu-
autores planteen que las figuras y piezas de arcilla jos de obsidiana usados como materia prima para
representan, en forma directa, “guerreros”, elaborar artefactos líticos, al comienzo se creyó que
“chamanes”, “ancianos” o “templos”. Pero lo cierto ese era el lugar de origen del fragmento. Sin em-
del caso es que no se han encontrado, en forma noto- bargo, el estudio de la composición del artefacto
ria o regular, asociadas con lugares que podríamos indicó que la materia prima se encontraba a más
considerar “chamánicos” (montículos con función no de 500 km al sur de la bahía de Buenaventura, en
sólo habitacional), ni tampoco hay evidencias de gue- una mina o flujo de obsidiana en la zona de
rras (mapas de distribución de población o retiro de Mullumica, cerca de Quito, en la sierra ecuatoriana.
la misma en dos períodos sucesivos a nivel regional), Era posible que hubiera sido parte de los artículos
ni de individuos especializados en la defensa de un usados por el o los individuos con más prestigio den-
territorio (si asumimos que el poder de cada grupo tro de la aldea. Se suponía, de acuerdo con ciertas
tenía una base espacial antes que simbólica). hipótesis relacionadas con el papel del intercambio
Partiendo de analogías con las prácticas religiosas en el surgimiento de la jerarquización social, que cier-
y medicinales de grupos indígenas actuales, se ha plan- tos artículos fáciles de transportar, pero difíciles de ob-
teado que esas figuras, especialmente las que repre- tener, podían representar el vínculo entre cierto indivi-
sentan a personas, hacían parte del equipaje mági- duo y una ideología foránea que justificaba ciertos
co-curativo de los chamanes “Tumaco-Tolita”. Una privilegios. Para que ese supuesto tuviera credibilidad
revisión algo detallada de esta hipótesis nos mostrará se debían encontrar, sólo en ciertos sitios arqueológi-
las dificultades que se presentan, no sólo con su co- cos, artículos como la obsidiana, figuras de cerámica
rroboración sino también en su mismo planteamiento. o piezas elaboradas en metal o en cierto tipo de con-

7
VIDA COTIDIANA PREHISPÁNICA DE LA “CULTURA T-T”

del Santiago-Cayapas es que la materia prima de 12


de esos fragmentos también parecen haberse obteni-
do en la zona de Mullumica, como el fragmento de la
Bocana. Diez siglos antes, entre 2.300 y 2.700 a.p.,
llegaba también obsidiana hasta la desembocadura
del río Esmeraldas, al sur de la isla La Tolita.
Para seguir completando el rompecabezas, a fina-
les de la década de los años 80 del siglo XX, se repor-
tó el sitio Jardín del Este, cerca de Quito, donde se
encontraron pequeñas vasijas y un par de figuras si-
milares a las de la costa. El sitio había sido ocupado
desde hacía unos 3.000 años, y con mayor seguridad
hace 2.000 años, la misma época en que la obsidiana
llegaba hasta la bahía de Buenaventura y a la vecina
cuenca del Santiago-Cayapas, y quizás también has-
ta La Tolita y Tumaco. ¿Era ésta la prueba de que
había colonos de la costa que buscaban, y tal vez
controlaban la producción y distribución de la
obsidiana?
Algunos arqueólogos apoyaron esta posibilidad.
Una revisión de los datos redujo el optimismo. Para
 Cabeza humana, de varón, con cráneo deformado poder asegurar que había algo parecido a una “co-
hacia atrás (¿gorro?). Pérdida del ojo izquierdo, sin facies lonia”, tendríamos que explicar primero dónde esta-
de dolor. La oreja izquierda está a la altura de la espina
nasal (descendida). (5.55 cm) ba el centro político de los “Tolita-Tumaco”. Y el pro-
blema es que no había un centro sino varios: en La
Tolita, a sus alrededores, al sur, en la desembocadura
del río Esmeraldas, al norte en los alrededores de
chas. Por ejemplo, en las tumbas de los supuestos in- Tumaco (hacia el noreste del río Mira) e incluso, en la
dividuos más privilegiados, como parte del ajuar, o vecina cuenca de los ríos Santiago-Cayapas. Además,
en los lugares donde hubiera más trabajo invertido, lo debíamos comprobar que los fragmentos de obsidiana
cual sería visible en un mayor número de montículos se encontraban principalmente en esos centros, y en
construidos. los sitios de vivienda o tumbas de los individuos de
Esta teoría no fue apoyada por las figuras de ce- mayor prestigio dentro de ellos. Si la gente más im-
rámica. El registro arqueológico muestra que se en- portante no usaba los artefactos de obsidiana en vida,
contraban en todas partes, y eso cuando se tenía por o en su tránsito al más allá, como símbolos de prestigio,
lo menos seguridad sobre su contexto de hallazgo, no tenía sentido mantener una “colonia” en la sierra a
como ya he mencionado. Los fragmentos de 2.400 m.s.n.m. Por último, era preciso demostrar que en
obsidiana parecían llevarnos más allá. Además del Jardín del Este hubo, en efecto, una población cuya or-
fragmento hallado en la bahía de Buenaventura, se ganización social y gobierno dependía de la costa.
contaba con otros 4 que se depositaron hace unos Las evidencias disponibles no apoyaron el entu-
2.000-2.300 años, cuando se comenzaba a construir siasmo inicial. Al igual que las figuras de cerámica,
un montículo en el sitio Inguapi, cerca de Tumaco. Un los fragmentos de obsidiana se encontraban en toda
número mayor de fragmentos (27) que se halló en la clase de sitios, desde los más modestos hasta los más
cuenca del Santiago-Cayapas, habría sido usado hace complejos. En Jardín del Este no se contaba con la
unos 1.700 a 2.300 años, en la misma época en que evidencia que permitiera establecer si se habían im-
era transportado y quizás usado el fragmento en la portado algunas vasijas y figuras de cerámica, ni de
Bocana. Para el tiempo en que la isla La Tolita fue quiénes las usaban y cuál era la relación de esos po-
abandonada y creció la población en el Santiago- bladores de montaña con respecto a los de la costa.
Cayapas, entre 1.700 y 1.400 a. p., la obsidiana se
usó por última vez en forma notoria, de lo que dan El hallazgo en la zona de Tumaco de sitios (La Mi-
cuenta 13 fragmentos. Lo interesante de la obsidiana randa, Cortadura) con 4 montículos y 12 fragmentos

8
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

 Figura antropoide de forma


longitudinal. En la cabeza apenas
están esbozados los órganos
faciales. La cabeza se separa
del resto de la figura por una
hendidura. Los miembros
superiores apenas están
esbozados. El conjunto general
semeja al de un niño envuelto
en alguna clase de manta (13.8 cm).

 Cabeza humana con cráneo


deformado hacia atrás (aunque
también podría tratarse de una
 Cabeza humana de especie de gorro puesto), con
hombre joven con gran cicatriz que compromete la
pérdida de tejidos hemicara izquierda en la zona del
blandos que ojo y mejilla. Pérdida del globo
compromete las ocular derecho con exposición de
regiones la cavidad orbitaria. (6.9 cm)
frontotemporal y
maxilar izquierda, en
forma de tira
longitudinal hasta la
altura de la comisura
labial, sin compromiso Una interpretación similar se ensayó con las piezas
de oreja y mejilla. de oro. Los presupuestos eran los mismos. La tarea no
(6.5 cm)
era estudiar si las piezas elaboradas en oro y platino
se encontraban o no asociadas desde la Conquista
con los sitios “Tumaco-Tolita”. Nuevamente, la infor-
de cerámica (y tan sólo 1 fragmento en el segundo), mación crítica debía provenir de contextos arqueoló-
no es definitivo acerca del uso privilegiado de este gicos.
tipo de vestigio, porque también se hallaron otros sin En el sitio arqueológico la Bocana se halló arte-
montículos y con obsidiana. Además, no es evidente factos líticos que podrían haber sido utilizados por un
cuándo ni cómo se usó ese tipo de vestigios, dado orfebre durante su trabajo, pero no se encontraron
que el contexto de hallazgo (y producción-uso-dese- piezas de oro. En cambio, en el sitio ubicado en la isla
cho de los artefactos) no es específico, y el período en Gorgona se encontró una nariguera y una esquirla. Es
el que se asociaron al contexto del montículo es bas- incierta la época en que fue utilizada la nariguera o se
tante amplio (2.350-1.600 a.p.), en comparación con desechó la esquirla, pero en todo caso no hace más
las divisiones temporales consideradas aquí. de 2.500 años. De acuerdo con un estudio de la com-
A través de los ríos y los esteros, mientras sube y posición química de la esquirla, su lugar de origen
baja la marea, era posible haber llevado obsidiana sería oro de aluvión en un área cercana a Tumaco. Ya
hasta la bahía de Buenaventura. Pero no resulta claro en el continente, en un “basurero” del sitio Cocotera,
cómo el uso o la exhibición de ese fragmento podría en el río Bubuey, costa caucana, se hallaron 15 pe-
haber estado asociado con cierto prestigio, si en los queños adornos (no mayores de 1 cm) en oro, elabo-
lugares de donde se tomaba el ejemplo, los centros rados y usados entre 1.800 y 2.500 a. p. Hacia el sur,
políticos, la obsidiana no cumplía un papel especial. en el sitio Inguapi, se hallaron tres hilos de 6 cm de
Esto se convirtió en un punto muerto. largo depositados en la base de un montículo hace

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VIDA COTIDIANA PREHISPÁNICA DE LA “CULTURA T-T”

2.300-2.200 años. Cerca de Inguapi, por el río Chilví, circulaban artículos en oro a nivel local (Cocotera, Bo-
en el sitio La Magnolia, se encontraron 2 fragmentos cana, Inguapi), regional (el área Tumaco-La Tolita) o
de láminas repujadas y alambres de oro en los niveles interregional (el litoral Pacífico ecuatoriano).
inferiores de otro montículo, que fueron datados entre
2.500-2.200 a.p. Finalmente, en un montículo locali- EPÍLOGO
EPÍLOGO
zado en la cuenca del Santiago-Cayapas se encontró
una pieza de 1 cm, pero no se pudo establecer su Es posible que el panorama de hace unos 1.800 años
cronología con mucha precisión; se estima una anti- en el litoral Pacífico colombo-ecuatoriano incluyera la
güedad de 1.000 a 2.300 años. Existen datos mucho agricultura sobre campos elevados de cultivo, el inter-
más generales sobre piezas de oro en otros sitios, pero cambio de objetos elaborados en conchas, oro y
no hay claridad sobre la cronología, el tipo de vesti- obsidiana, y que la gente utilizara como rutas de co-
gio o el contexto de hallazgo. municación natural los esteros a lo largo de la costa.
También que en los lugares donde había suelos más
Los contextos son más conocidos por los buscadores propicios para establecer esos campos elevados de
de tesoros que por los arqueólogos. Los primeros con- cultivo surgieran los mayores o, al menos, los más es-
vierten los contextos que buscan los últimos en minas y tables centros políticos, y quizás ceremoniales, cuya
manglares erosionados. Para unos, las piezas repre- influencia era limitada. De esta forma, los campos de
sentan la promesa de una riqueza “fácil”, y para otros cultivo del sitio Laguna de la Ciudad (zona de La Tolita)
la posibilidad de estudiar qué significaba esa riqueza y los hallados en distintos sectores de las riberas de los
hace veinte siglos. ríos Mira, Chilví y Rosario (al sur de Tumaco), fueron
El caso es que no hay evidencia concluyente sobre la base productiva sobre la cual se edificó un sistema
el tipo de contexto en donde son más frecuentes los jerarquizado de relaciones sociales.
objetos de oro. Sin embargo, parece claro que su
cronología resulta relativamente temprana. Las ac-
tividades metalúrgicas parecen haber comenzado
antes que la construcción de montículos y el creci-
miento demográfico. Hace unos 2.500-2.300 años
había individuos interesados en lucir adornos de oro
en sitios tan diversos como una aldea sencilla en la
isla Gorgona, y aldeas con montículos como Inguapi
(en zona interfluvial) y el sitio la Magnolia (zona flu-
vial), estos últimos en la zona de Tumaco.
Un aspecto que requiere de todo el ingenio de los
arqueólogos es el estudio de la forma como se obte-
nía la materia prima, y el tipo de relación que existió
entre los especialistas (orfebres) y aquellos que usa-
ban las piezas halladas por los arqueólogos. Poder
llegar a diferenciar esto ayudaría a establecer el tipo
de complejidad social para cada centro político o al-
dea.
Por ahora sólo se cuenta con datos que indican
una marcada diferencia entre algunos objetos de or-
febrería hallados en La Tolita y los encontrados en la
costa del Cauca, en el río Bubuey. Parece que aunque
el acceso a los objetos de orfebrería no estaba restrin-
gido a los centros políticos más importantes, sí lo esta-
ba la calidad, la duración y, literalmente, el brillo de  Cabeza humana, de
esos objetos. En La Tolita son menos frecuentes los varón, con cráneo deformado hacia
objetos en tumbaga (oro de baja calidad) que en la atrás (¿gorro?). Ojos y boca abierta. Incisión
profunda sobre la ceja izquierda. Pérdida de
costa caucana. Para avanzar más es preciso contar tejidos blandos, en forma de línea gruesa
con datos sobre el volumen y la frecuencia con que alrededor de la boca. (5.2 cm)

10
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

Algunos vivían dentro del manglar, en sectores ele-


vados, en montículos hace unos 2.100 años. Pero con
el tiempo, la función de varios de estos montículos se
transformó y se convirtieron en residencia de algunos  “Cabeza y cuerpo entero que
muestra mujer embarazada”. La
pocos difuntos. Al mismo tiempo, crecía el tamaño de cabeza se reconoce más por la
los montículos y su número. Estas labores eran ade- posición que por poderse percibir
lantadas por una creciente población que, eventual- en ella los órganos. La cerámica
no presenta lo correspondiente
mente, se encontraba reflejada en figuras de cerámi- al brazo derecho. (5.7 cm)
ca producidas en moldes. Es posible que en esas
figuras no se vieran a ellos mismos, que no se encon-
traran fielmente representados como lo que eran:
agricultores, pescadores, orfebres, alfareros. Sin em-
bargo, su aparente homogeneidad pudo ser una
forma de expresar cierta identidad regional, o la
vinculación del habitante de una sencilla aldea con
lo que ocurría o con los que habitaban los grandes
centros políticos con montículos, que contaban a su
alrededor con una despensa de productos cultivados.
El agotamiento de los recursos agrícolas, los cam-
bios en la oferta productiva del entorno, las catástro-
fes naturales o migraciones habrían contribuido, por
separado o en conjunto, al despoblamiento del “cen-
tro político-ceremonial” y, en consecuencia, al colap-
so regional de los centros regionales, locales y aldeas
 Cabeza humana, de varón anciano. Cráneo
que dependían del mismo. deformado hacia atrás (¿gorro?). Ojos abiertos, con
dos líneas superciliares sobresalientes. Nariz
La comprobación o el rechazo de estas diferentes prominente, con masa a la altura de la espina
hipótesis tendrán que adelantarse antes de que esos nasal (¿argolla?). Labios superior e inferior
campos, montículos y sitios arqueológicos más mo- deprimidos, lo que en conjunto da una
impresión de retrognatia. (6.05 cm)
destos, desaparezcan ante un nuevo desarrollo en el
que ya no se consumen figuras de cerámica Nota: este texto se basa principalmente en mi tesis de
estandarizadas en moldes de arcilla, sino imágenes pregrado titulada “De La Tolita al Caney. Notas arqueológicas
de un futuro estandarizado, a través de medios masi- sobre la evolución social en el Pacífico colombo-ecuatoriano”,
vos de comunicación. Por ahora, tanto la construcción presentada a la Universidad Nacional de Colombia en 1998.
del pasado como del futuro del litoral Pacífico En la medida de lo posible, se ha incluido información más
colombo-ecuatoriano, es incierta. reciente.

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13
ENFERMEDADES CRANEOPLASTIAS

ENFERMEDADES CRANEOPLASTIAS:
DEFORMACIONES CORPORALES Y PRÁCTICAS QUIRÚRGICAS
EN TRIBUS PRECOLOMBINAS

GONZALO CORREAL URREGO

ALGUNAS ENFERMEDADES PRECOL


ENFERMEDADES OMBINAS
PRECOLOMBINAS
Un buen número de los padecimientos que afectaron
a nuestras poblaciones precolombinas dejaron huella
reconocible en los restos óseos rescatados por los
arqueólogos en cuevas, refugios rocosos y cemente-
rios, especialmente en los que proceden de la cultura
Tumaco.
Al observar numerosas piezas cerámicas precolom-
binas, sorprende el realismo con que sus autores re-
presentaron algunos caracteres patológicos y prácti-
cas culturales deformatorias, como se expondrá en un
capítulo posterior de este texto.

LA ENFERMED AD EN EL EST
ENFERMEDAD ADIO DE CAZADO
ESTADIO CAZADO--
RES -RECOLECT
RES-RECOLECT ORES
-RECOLECTORES

La osteoartritis o enfermedad articular degenerativa


(e.a.d.)
En los pintorescos refugios rocosos del Tequendama
(municipio de Soacha), hallazgos arqueológicos per-
miten reconstruir una secuencia cultural comprendida
entre 11.000 y 5.000 años antes del presente. Fue en
este lugar en donde, por primera vez en Colombia, se
encontraron entierros correspondientes al estadio de
“cazadores-recolectores”, en buen estado de conser-
vación (Correal, 1990:198-200).
En 21 individuos hallados en el Tequendama se
pudo observar, como rasgo patológico predominante,
procesos compatibles con la osteoartritis. La enfermedad
 Figura humana. Cabeza con
deformación frontoccipital, ojos afectó principalmente las articulaciones vertebrales,
abiertos y dos masas sobre las escapulo-humerales, coxofemorales y mandibulares; otras
mejillas. La región bucal está
mal definida. En el tronco
patologías igualmente identificables en los restos del
sobresalen las glándulas Tequendama son la periostitis y la espondilitis.
mamarias y una perforación que
parece simular el ombligo. No En todas las series osteológicas correspondientes a
hay representación de genitales cazadores-recolectores de la altiplanicie, en los sitios
externos. A la figura le falta el
miembro inferior derecho, pero de Galindo en Madrid (Pinto, 2003), Chía (Ardila,
parece que originalmente 1984), Checua (Groot de Maecha, 1992), Nemocón
hubiese una ligera abducción y (Correal, 1979), Neusa (Rivera, 1992) y Zipaquirá
flexión de miembros inferiores.
Posiblemente representa cáncer (Correal et al., 1969), la osteoartritis puede identifi-
en cara. (13.1 cm) carse en el 89% de los casos objeto de estudio. Las

14
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

difíciles condiciones y el esfuerzo requerido para la ob- prendida entre 5.030 y 2.225 a.p.; los vestigios ar-
tención de medios de subsistencia influyeron, sin duda, queológicos de este yacimiento nos muestran impor-
en este rasgo patológico. tantes cambios en las formas de producción económi-
ca; junto con la cacería, aparecen evidencias de cultivos
En el esqueleto completo más antiguo fechado en
incipientes como los cubios y las cucurbitáceas (cala-
Colombia (10.090 a.p.), procedente de los refugios
bazas). Durante este estadio, la osteoartritis continuó
rocosos de Sueva (municipio de Junín, Cundinamarca)
ocupando un lugar importante, pero en el material
pueden reconocerse igualmente procesos osteoartrí-
osteológico que representa este sitio pueden recono-
ticos.
cerse otras enfermedades como osteomielitis,
Posteriormente, la osteoartritis continúa afectando osteoperiostitis, osteoporosis, osteomas (lesiones be-
a la población de los cazadores-plantadores de la nignas del hueso), la espongiohiperostosis, la enfer-
sabana de Bogotá. En el sitio Aguazuque, en el muni- medad de Paget cuyo origen se atribuye a disfunciones
cipio de Soacha, cuya fecha más antigua correspon- locales del metabolismo del hueso, y el terrible estig-
de a 5.030 a.p., también pueden identificarse proce- ma del Treponema pallidum, que también dejó su huella
sos degenerativos, principalmente en las articulaciones inconfundible en los restos correspondientes a 5 indi-
vertebrales (Correal, 1990), y en tiempos agro alfare- viduos de este yacimiento arqueológico. De acuerdo
ros, como lo atestiguan los restos muiscas excavados con resultados de carbono 14, en Aguazuque la fe-
en la urbanización Porto Alegre, en el muni- cha más antigua para esta enfermedad se re-
cipio de Soacha, y en el cementerio de monta a 5.025 años a.p. y 4.025 a.p. Un
Las Delicias al sur de Bogotá, aunque caso de tibia en sable ha sido reportado
con menos frecuencia que en tiempos por el arqueólogo Silva Celis en las co-
precedentes. lecciones mixtas del museo arqueológico
de Sogamoso (Rodríguez, 1999:197).
Patologías dentales
La historiadora Kathleen Romoli
En las series más antiguas de la sabana (1987:109) menciona la sífilis como
de Bogotá, en los restos de cazadores- enfermedad endémica entre los in-
recolectores y en los de los cazadores- dios cueva del istmo de Panamá.
plantadores, sorprende la alta frecuen-
cia de la abrasión dentaria (desgaste so- Estado actual de la discusión
bre las superficies oclusales). Como lo sobre el origen de la sífilis
señalamos en publicaciones anteriores,
En atención a las inquietudes
en este rasgo debió influir un régimen
planteadas con anterioridad en lo
de alimentación duro, propio de los
que se refiere a esta enfermedad,
cazadores recolectores (Correal,
consideramos procedente hacer un
1977:1951). En contraste, es notoria
brevísimo comentario sobre su origen.
la ausencia de caries. Un régimen
bajo en glúcidos e hidratos de carbo- Son muy conocidas las referencias
no no era el medio más propicio para de Fernández de Oviedo y de fray
el desarrollo de microorganismos Bartolomé de las Casas en la isla
(lactoacidófilos especialmente) genera- Española, en el momento del des-
dores de caries. Otros problemas frecuen- cubrimiento. Basados en los cronis-
tes fueron desórdenes como el apiñamien-
to, fracturas, pérdida precoz de piezas
dentarias, opacidad, abscesos periapicales  Cuerpo entero, de mujer, con parálisis
y piezas ectópicas supernumerarias. facial, con la mano izquierda sobre la
oreja izquierda y la mano derecha sobre
la cadera. En el tronco sobresalen los
ENFERMEDADES RECONOCIBLES pechos y el abdomen, por lo que es
EN RESTOS DE CAZADORES
RESTOS CAZADORES-- posible que se trate de una mujer
PLANTADORES
PLANTADORES embarazada o en puerperio. La parálisis
facial no es infrecuente en las mujeres
en puerperio, por trastornos del
El sitio de Aguazuque (municipio de Soacha) metabolismo de la glucosa. (10.75 cm)
permite reconstruir una secuencia cultural com-

15
ENFERMEDADES CRANEOPLASTIAS

tas, los galenos del siglo XVI, entre ellos Ruy Díaz de  Cabeza con deformación frontooccipital severa. Hemicara
Isla en su Tratado Contra el Mal Serpentino, atribuyeron derecha más estrecha que la cara contralateral, con evidente
el origen de este morbo a la población de las nuevas pérdida de la simetría facial. Además, presenta pérdida de
la altura de la hemicara izquierda. Adicionalmente, hay una
tierras descubiertas. línea sobresaliente en la línea media de la cara que parece
ser una cicatriz.
En oposición a las teorías neomundialistas sobre el
origen de la sífilis, algunos autores como Holcom
(1941) afirman que algunas manifestaciones patoló-
gicas de enfermedades que antaño fueron calificadas
como lepra en realidad corresponden a la sífilis. Exis-
ten evidencias arqueológicas irrefutables de este pa-
decimiento en el Viejo Mundo con anterioridad a la
conquista, pero es suficiente mencionar los ejemplos
de las sepulturas del lago Baikal, en Siberia, que se
remontan a la edad de bronce, y los provenientes de
los osarios neolíticos de Marne. Un caso probable-
mente medieval de Spital Fiels (Londres) (Brothwell,
1981:134-138) y los restos que personalmente pudi-
mos observar en el museo de Estocolmo, y que proce-
den del cementerio vikingo de Helgeand Sholmen
(Madrid, 1986:151).
La posición más aceptada es la que reconoce,
antes del descubrimiento, la coexistencia de la sífilis VIII d.C., se describen también lesiones en restos óseos,
tanto en el Viejo como en el Nuevo Mundo, teoría que compatibles con la sífilis (Rodríguez, 2002:214).
sustentan eminentes tratadistas como Hare (1917),
Haekett (1976), Ortner y Putschar (1981:205), y Stewar Fracturas y lesiones traumáticas
y Spoeh’s (1952). Lo cierto es que la enfermedad tuvo
letal continuidad hasta tiempos relativamente recien- En los restos del sitio Aguazuque pudieron identificarse
tes, aunque los descubrimientos de Fleming atenuaron fracturas, tanto a la altura del macizo craneal, en 3
su acción. En 1845, como lo anota el doctor Adolfo casos, como en un hueso largo (cúbito), donde se tra-
de Francisco (1997:49), el eminente medico José Félix ta de una fractura consolidada.
Merizalde hizo escribir, sobre la puerta de la sala des-
Patologías dentales
tinada a las enfermedades contagiosas, la bien cono-
cida frase del hospital de la Salpetrière, uno de los
En 31 casos de la serie de cazadores-recolectores y
más antiguos de París: “Si no le temes a Dios, témele
plantadores de Aguazuque, el porcentaje de caries
a la sífilis”.
dental es muy bajo en contraste con el de atrición se-
vera, (93,56%) que afecta el esmalte, la dentina, y a
El piam yaws o frambecia
veces, la pulpa dentaria. Se destacan problemas como
Es una enfermedad causada por el Treponema el apiñamiento y la mordida cerrada, y en más baja
pertenue, que se transmite por contacto de la piel o frecuencia, fracturas coronarias (Polanco et al., 1992).
las mucosas, con manifestaciones patológicas simila-
PATOL
PAT OGÍA EN REST
OLOGÍA OS MUISCAS
RESTOS
res a las de la sífilis. Ocasionalmente pudo tener como
vector a algunos insectos, y su dispersión pudo estar
En material óseo de Soacha, sitio Porto Alegre, com-
favorecida por el contacto piel a piel de los indígenas
puesto por 135 tumbas que lo convierten en el ce-
durante sus fiestas y reuniones (Sotomayor, 1999:42).
menterio indígena más extenso de la confederación
Esta enfermedad se reporta en restos del Valle del de Bacatá, con una cronología que lo sitúa entre los
Cauca (Rodríguez et al., 1998), e igualmente en ca- siglos XI-XIII d.C., el antropólogo José Vicente Rodríguez
sos procedentes de Palmira, Valle del Cauca y (1999) pudo determinar diferentes enfermedades.
Sabanalarga, Atlántico (Rodríguez et al., 1998). En el Como rasgo patológico predominante se encuentra la
sitio de El Salado, municipio de Salamina (departa- osteoartritis, aunque su porcentaje decrece si se com-
mento del Magdalena), fechado entre los siglos VII a para con los cazadores-recolectores precedentes.

16
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

Entre las enfermedades infecciosas reconocidas en o alteración estructural del esmalte, y opacidad. Entre
el material de Porto Alegre (Soacha), es importante la los factores que propician la hipoplasia se mencionan
presencia de 2 casos de tuberculosis con sus caracte- los traumas y enfermedades infantiles, las deficiencias
rísticas lesiones destructivas en vértebras lumbares nutricionales, el estrés generalizado y la ingesta de pro-
(espondilitis tuberculosa). ductos tóxicos.
Un caso de tuberculosis ha sido identificado (Ro- Las enfermedades en la gramática muisca
mero, 1997) en la momia correspondiente a un indi-
viduo adulto, probablemente guane, del museo Casa En el Diccionario y gramática chibcha, transcripción y
del Marqués de San Jorge. Con rayos X se evidenció estudio histórico analítico del manuscrito anónimo de
distensión de los cuerpos vertebrales, acompañada de la Biblioteca Nacional de Colombia, investigación a
cifosis acentuada. En material momificado guane, de cargo de la Dra. María Stella González de Pérez
la cueva de los Indios, en el museo de la Casa de (1987), encontramos términos relacionados con en-
Bolívar, se identificó igualmente tuberculosis, determi- fermedad. Bástenos mencionar los siguientes:
nándose lesión pulmonar mediante procedimiento
escanográfico y rayos X. Enfermar: iuc zega
Estar enfermo: ziusuca
Morbilidad bucodental Enfermo: iusuca
Calentura con frío que se trae de tierra
En la serie muisca estudiada en la sabana de Bogotá caliente: chigu
(Porto Alegre-Las Delicias) el 14 % de la población Cámaras: iiu
presenta caries con mayor incidencia en piezas maxi- Tener cámaras: iiu chahamasucune
lares (Polanco, 1990). La atrición en la población Cuerpo muerto: guahaia
muisca es del 33,3%. Como ya comentamos, la cau- Curar: chaiz caoa
sa de estas condiciones bucodentales debe relacio- Dolor: iu
narse con el tipo de alimentación predominante. En Dolor de costado: fihistac chuecote
Soacha es frecuente la enfermedad periodontal y los Dolor de estómago: zieta zaiusuca
abscesos, y también se observan casos de hipoplasia Dolor grande: aiuz ymeapuyquyme
Enano: zapqua
Flaco: asisten mague
Llaga: izagacha
Medicina: hizca
Mocos: hetua
Morir: bgysqua
Morir de parto: muyscac bgysqua
Nigua: sote o sohoza
Olor malo: amachuenza
Partera: ieiasca
Pestilencia: quyca
Postema: amsa
Viruelas: iza o guyca
Vomitar: becosqua
Vómito: bco

Los médicos de la Confederación de Bacatá


De acuerdo con el cronista Fernández de Piedrahíta, ci-
tado por Pérez de Barradas (1951, Tomo II: 461), los
“chuques” o sacerdotes muiscas “son los herbolarios y
 Cabeza humana. Ojos
abiertos, boca pequeña médicos más famosos que tienen”. En términos del cro-
cerrada, pérdida de la punta nista Castellanos (Pérez de Barradas 1951, Tomo II: 461),
de la nariz (¿traumática?)
y perforaciones múltiples en
los xeques “…tenían sus médicos y tienen noticias de las
oreja izquierda. (7.25 cm) hierbas virtuosas...”

17
ENFERMEDADES CRANEOPLASTIAS

En su relato sobre la muerte del zipa Nemequene,  Figura humana,


femenina. Cabeza con
fray Pedro Simón (1981, Tomo III: 261) observa: deformación frontoccipital.
“…acudieron los jeques, que también se preciaban Mano derecha sobre
barbilla. Sin patología
de médicos y de que anduviesen juntos los dos oficios, aparente. Al igual que las
porque conocían unas yerbas buenas para las heridas, figuras 24 y 42-2,
de que hay tantas en esta tierra y para otras enfermeda- recuerda al pensador de
des a que también acudían usando de mil ridículas cere- Rodin. (10.7 cm)
monias entre la aplicaciones que hacían de ellas…”
Extensas referencias sobre el uso de plantas medici-
nales indígenas se encuentran en cronistas como Basilio
Vicente de Oviedo, Cieza de León y Gumilla. No es éste
el momento de referirnos en extenso a los usos terapéu-
ticos de las plantas, aspecto que será incorporado a nues-
tra publicación final.

LA CONQUISTA Y LAS NUEV


CONQUISTA AS ENFERMED
NUEVAS ADES
ENFERMEDADES

Nuevas enfermedades llegaron a América con la con-


quista, entre las que se cuentan la viruela, el saram-
pión, diferentes formas de gripas, la blenorragia, etc.
Como señala el historiador Triana, “los barcos trans-
portaban junto con los negros un cargamento oculto
de microbios, bacilos, espiroquetas, virus y parásitos
intestinales”. Procedentes de África llegaron a Améri-
ca la fiebre amarilla, varias formas de disentería
bacilar, el dengue, la melanuria, las amebas, los pa-
rásitos intestinales, la anquilostomiasis, la dermatosis
tropical, la elefantiasis y la lepra (Triana, 1996:46). El
paludismo, causado por el Plasmodio falciparum, fue
traído a América por los africanos (Sotomayor,
1999:32), e igualmente la filariasis, que llegó con los
esclavos africanos.

Otras enfermedades que afectaron a las poblaciones (1988:6-18) informa sobre la presencia, en el yaci-
prehispánicas miento arqueológico muisca de Marín (Boyacá), de
alteraciones osteolíticas cavitarias redondeadas en las
La tuberculosis vértebras de un individuo adulto joven femenino, le-
Este padecimiento pudo ser definido en una momia siones que son compatibles con la tuberculosis.
guane, correspondiente a una mujer adulta (colec-
Rodríguez (1999:122) reporta otras patologías en
ción Casa de Bolívar, Bucaramanga). Los estudios
restos de la población muisca que corresponden a un
escanográficos y las placas de rayos X pusieron en
mieloma (tumor maligno) de las células plasmáticas, iden-
evidencia granulomas compatibles con TBC (Correal
tificadas en un individuo adulto masculino proveniente
y Flórez, 1992:284). En otra momia de posible filia-
de un cementerio en Soacha, y también casos de
ción guane, correspondiente a un individuo masculino
osteoporosis, malformaciones esqueléticas como la cifo-
adulto (# 003 del Fondo de Promoción de la Cultura
sis (incremento anormal de la curvatura anterior de la
del Banco Popular), se identificó en forma manifiesta
columna), escoliosis (desviación lateral de la columna) y
destrucción de los cuerpos vertebrales T10 y T11, acom-
displasias esqueléticas.
pañada de acentuada cifosis (Romero, 1997).
Del yacimiento arqueológico ubicado en Jericó,
Rodríguez (1987) diagnostica tuberculosis vertebral
Boyacá, excavado por el arqueólogo Pablo F. Pérez
en 6 esqueletos provenientes de un cementerio
(1997), 2 individuos muestran caracteres patológicos
prehispánico de Soacha (siglos XI-XIII d.C.), y Boada
compatibles con osteogénesis imperfecta.

18
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

Malformaciones esqueléticas como espina bífida y


espondilitis (separación completa a nivel del istmo si-
tuado entre el arco neural con el cuerpo), que posibi-
litaron un deslizamiento de este último hacia adelante
(espondilolitesis), son reportados para material de
Soacha y Sogamoso (Rodríguez 1999:126).

Hidrocefalia
En el cementerio muisca de Soacha, Rodríguez
(1999:124) identifica un caso de esta enferme-
dad (individuo T-114), cuyo diagnóstico se basa
en la presencia de sutura metópica (medio fron-
tal) no obliterada, suturas abiertas, aplanamien-
to facial y nasal, separación orbitaria y forma  Cabeza humana (de perfil y de
del agujero vertebral. frente) Los primeros registros de
las actividades humanas que se
pueden obtener en nuestra
Tumores zona sólo se encuentran en los
hallazgos arqueológicos.con ojos
En uno de los esqueletos provenientes de Soacha abiertos, mentón retraído y
(T1-87), Rodríguez (1999:127) define un tumor que algunas líneas perifaciales
presentes en mejillas. Al nivel de
afecta la articulación coxofemoral; es probable que la espina nasal está presente una
esta anomalía tenga relación con una complicación prominencia que puede
de carácter tuberculoso. corresponder a una argolla, o
más difícilmente a una lesión
Leishmaniasis, bartolenosis o enfermedad de exofítica. (5.0 cm)
chagas
Esta enfermedad tropical, transmitida por el insec-
to Plebotomus, afecta tanto a nuestras comunidades
indígenas pretéritas como actuales. Ataca al hombre
cuando el insecto entra en contacto con marsupiales
como el fara, el puercoespín, el perezoso y el perro
(Sotomayor, 1999:38). Una de las secuelas de este
padecimiento es la destrucción de los cartílagos
nasales. El Dr. Hugo Sotomayor (1999:38) ilustra un
caso de destrucción parcial de la columna nasal en
una pieza cerámica tumaco. Esta representación bien
podría corresponder a Leishmaniasis espongio  “Cabeza con
hiperostosis, una enfermedad relacionada comúnmente deformación tabular
erecta, orejas grandes
con deficiencias de hierro (anemias ferroprivas) ocasio- y punta de nariz
nadas por parásitos, que se manifiesta con lesiones si- grande y aplanada”
métricas de la tabla externa de los techos orbitales; el Disentería (6.5 cm)

hueso toma un aspecto esponjoso coralino. Esta enfer-


medad, más frecuente en regiones costeras y bajas De la alta mortalidad causada por esta enfermedad
(Ubelaker, 1992), ha sido descrita en restos precerámicos se tienen referencias gracias al cronista Castellanos
de Aguazuque-Soacha (Correal, 1989), y en el yacimiento (1955, Tomo II: 299), en cuyo texto se lee:
muisca de Marín (Valle de Samacá, Boyacá). También …comían todos pues carne salada,
fue registrada la criba orbitaria en los cráneos de 2 in- y tal que por ventura ya hedía.
fantes (Boada, 1988), en un ejemplar procedente de Encharcaban en agua delicada
Curití, Santander, y en un infante de la cueva de Purnia, con los colores grandes que hacía
cayó luego la gente regalada
municipio de Los Santos, en Santander (Correal, 1985).
y el que ningún regalo conocía;
En restos óseos de Soacha (Rodríguez 1999:120), se ha morían con grandísima miseria
reportado igualmente un caso de criba orbitaria. del mal de flujo dicho disentería.

19
ENFERMEDADES CRANEOPLASTIAS

En el libro Calima, la arqueóloga Marianne Cardale


de Schrimpff, en el texto correspondiente al período
¨Ilama¨, incluye la fotografía de una vasija procedente
de Restrepo (Valle del Cauca), que al parecer representa
a un enfermo de bocio (Cardale,1992); los límites cono-
cidos del período se sitúan, según las investigaciones ar-
queológicas, aproximadamente en el 1000 a.C. De
acuerdo con su texto “Estudios médicos recientes”, se
 Cabeza humana con
ojos abiertos, orejas encontró un muy alto índice de bocio en Calima, espe-
grandes y perforadas. cialmente en el municipio de Darién.
Pérdida de la punta de la
nariz. Boca cerrada; la Las primeras descripciones históricas escritas sobre
cara no muestra expresión
de dolor (¿Leishmaniasis?). el coto se deben al cronista fray Pedro de Aguado, al
(10.25 cm). finalizar el siglo XVI. En sus términos:
“Estas gentes moscas de este rincón de Vélez, es
más servanilla y pequeña que los demás indios e indias,
por causa de algunas aguas que beben, crían todos los
más en la garganta grandes papos que los hacen muy
feos y de mal parecer” (Aguado, 1956:117).
Y en la relación de los indios muzos y colimas, or-
denada a mediados del siglo XVI por el gobernador
Juan Suárez de Cepedal sobre territorios de
Cundinamarca y Boyacá, se lee:
“...se crían los niños de indios e indias, con papos
en las gargantas, tan grandes que les cuelgan como me-
lones... No han hallado remedios para sanar dellos, y
los mismos papos los ahogan”.
En la elegía IV, a la muerte de don Pedro Fernández
de Lugo (canto I), se lee: En su diario de observaciones, el 16 de enero de
1762 don José Celestino Mutis consigna el siguiente
…también crecían las enfermedades,
general corrupción y pestilencia
texto:
de cámaras, de tales cualidades, “…oí decir que los cotos de tierra caliente solían
que no se les hallaba resistencia… desvanecerse en tierra fría; pero los de tierra fría, ni en
La epidemia de fiebre y disentería ocurrida en 1536 tierra caliente ni en fría” (Mutis, 1958, Tomo 1:130)
en la ciudad de Santa Marta, fue terrible. Aunque no En su disertación “Del influjo del clima sobre los
hay referencias específicas de la disentería o cáma- seres organizados”, el sabio Caldas atribuye a las
ras, como también se denominó este mal, se sabe que aguas el origen del coto, cuando dice:
fue una enfermedad que con frecuencia atacó al Nue-
vo Reino de Granada, a la ciudad de Santafé y a las “Estoy firmemente persuadido de que las aguas sean
la causa de los cotos, que mover del clima para curarlos
poblaciones circunvecinas, pues a ello contribuyeron
no es otra cosa que mover las aguas que se beben.¨
las condiciones higiénicas de la ciudad. (Sotomayor y Pérez, 2001:161).

El coto, papo, bocio o bronchele Cuando se habla de coto no puede omitirse men-
cionar la obra ¨Memoria sobre la naturaleza, causas
En su documentada investigación “Estudio y antropo- y curación del coto¨, de don José Luis Fernández de
logía médica del bocio”, el Dr. Hugo Sotomayor pu- Madrid, publicada el 16 de junio de 1810 en el ¨Se-
blica fotografías de figuras cerámicas antropomorfas minario dirigido por el sabio Caldas”, con preámbu-
correspondientes a la cultura Tumaco, la cual puede lo (prefacio) de su autoría. En ella, su opinión está de
situarse en la actualidad entre 500 a.C. y 400 d.C. Se acuerdo con la de Fodere, quien observa el predomi-
trata, pues, de una enfermedad que tuvo ocurrencia nio de esta enfermedad en lugares bajos pantanosos
desde tiempos precolombinos (Sotomayor, 2001: fo- situados en la falda de las montañas elevadas, sien-
tos 1 y 2). do la causa la humedad de la atmósfera.

20
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

“El vaso relajado por el aire húmedo no oscilará, ni recurrente y la fiebre maculosa de Tobia o de las mon-
podrá empujar el líquido contenido, el cual, tañas rocosas (Sotomayor, 1999:31).
estancándose, formará uno o más infartos que irán au-
mentando de día en día”. PRÁCTICAS DEFORMATORIAS
DEFORMAT
Y QUIRÚRGICAS
Estado actual de las discusiones sobre el
origen del coto La deformación craneal y artificial
Consideramos de gran importancia la discusión plan- Esta costumbre tuvo gran extensión entre nuestros abo-
teada por los doctores Sotomayor y Pérez en su estu- rígenes precolombinos, particularmente en poblacio-
dio: “El bocio endémico en la Nueva Granada”. Ellos nes de origen caribe. Tres variedades fueron las más
afirman que la deficiencia de yodo constituye el prin- frecuentes:
cipal factor etiológico del bocio endémico y agregan
que, sin embargo, en algunas regiones esta deficien- • Tabular oblicua, que consistía en colocar dos tabli-
cia parece actuar sólo como factor permisivo en el llas sobre la frente del infante, una en la frente y
comienzo de la epidemia. Además de la deficiencia otra en la nuca, ajustándolas con bandas. De esta
de yodo, otros factores han sido objeto de estudio forma el cráneo se deformaba en sentido
como causantes del bocio endémico, entre éstos se anteroposterior por la inclinación frontooccipital
encuentran el estado nutricional, deficiencias de hie- causada por la presión de las tabletas.
rro, de vitamina A y de selenio, y el consumo de • Tabular erecta, en la cual la tablilla posterior ejercía
bociógenos presentes en alimentos y aguas. Estas afir- presión sobre el occipital, produciendo aplana-
maciones se apoyan en investigaciones recientes de miento en la región nucal.
reconocida aceptación nacional e internacional. • Anular, en la cual se aplicaban bandas o correas
que producían una forma cónica alargada en el
Niguas macizo craneal.
Este fastidioso insecto fue minuciosamente descrito por Con relación al tema de la deformación craneal,
fray Bartolomé de las Casas (1951), Fernández de conviene recordar que esta costumbre tuvo amplia
Oviedo (1855) y Gumilla (1955). Luego de definirla ocurrencia en nuestro territorio en tiempos precolom-
como “cierta especie de plagas”, De las Casas afir-
ma que:
“Éstas se meten comúnmente en las cumbres de los
dedos de los pies, junto a la uña, y van comiendo y
cavando todo el cuero hasta la carne, y allí paran, cuan-
do causan comezón como los asadores, y algo mas ve-
hemente y penoso”.
También este mismo autor describe las molestias
que causa durante su reproducción dentro del tejido
epitelial, y recomienda que “…hanse de sacar con un
alfiler apartando el cuero del dedo muy sutilmente, y
poco a poco, porque no se resiste o se quiebre”.
Las niguas debieron favorecer el ingreso de hon-
gos, bacterias y parásitos en el organismo (Sotomayor,
1999:40).

Garrapatas

Según el Dr. Sotomayor, este insecto, tan abundante  Cabeza humana


en nuestro trópico, pudo causar reacciones alérgicas con ojos abiertos,
nariz pequeña,
severas por sus neurotoxinas. Algunas especies de ga- boca cerrada y
rrapatas pudieron transmitir gérmenes como la borreria cuello muy grueso
y las rikettsias, ocasionando respectivamente la fiebre (¿bocio?). (6.2 cm)

21
ENFERMEDADES CRANEOPLASTIAS

binos, prolongándose hasta la conquista, como lo re-


latan los cronistas. González Fernández de Oviedo y
Valdés hace referencia a esta práctica; Cieza de León
la describe entre los chancos y quimbayas; Lucas
Fernández de Piedrahíta, en su Historia general de las
conquistas del Nuevo Reino de Granada, la refiere en-
tre los coyaimas y natagaimas; fray Pedro de Simón
entre los panches (Duque, 1965:152-153).
Esta práctica fue frecuente entre los motilones;
Ancízar (1965: 436-437) nos informa sobre cómo,
durante su exploración a través del páramo de Potrero
Grande (provincia de Santander), encontró entre ni-
chos y quiebras de las rocas esqueletos pertenecientes
a indios motilones. Este autor subraya que los cráneos
hallados presentan frente comprimida, siendo mani-
fiesto que ésta había sido achatada por medio de
compresiones mecánicas.
 Cabeza con deformación
En uno de los cráneos provenientes de la cueva de frontooccipital, “frente
prominente y abombada,
La Trementina, departamento del Cesar (Correal, ojos antimongoloides,
1986:103), se identificó un caso de deformación ta- puente nasal bajo, nariz
ancha, boca recta” (7.0 cm)
bular oblicua (cráneo 004).
Igualmente se mencionan casos de deformación También entre otros grupos se registran prácticas
tabular oblicua en Vélez y en la cueva de La Belleza de deformación craneal: en provincias del actual de-
(Cabrera, 1981); y Orozco (1967:72) registró casos partamento del Cauca y sus confines, entre los muzos,
de deformación anular y frontooccipital en cráneos entre los caribes moradores del Orinoco, en material
provenientes de Mutiscua y Pamplona. de la cueva de los Indios, en el departamento de
La deformación craneal entre los panches la refie- Santander, y según constatamos personalmente, en
re el cronista fray Pedro de León, en los siguientes tér- material del museo Casa de Bolívar y en cráneos que
minos: colectamos en la cueva de Purnia. Con poca frecuen-
cia aparece en cráneos de la sabana de Bogotá (Sopó
“...toda gente robusta y bien alentada, de grandes y Tunja). El Dr. E. Silva Celis, hace mención a cráneos
cuerpos y disposición; con rostros horribles, feos y fe- deformados hallados durante sus investigaciones en
roces, con grandes frentes y colodrilos chatos y aplana- Chiscas (Boyacá).
dos que es la disposición de la cabeza de estos indios,
puesta así con artificio, porque en naciendo la criatura En un cementerio indígena de Puerto Bogotá fue-
le ponen una tablilla en el colodrilo y otra en la frente, y ron hallados, en 1969, abundantes cráneos con de-
atándola por los extremos aprietan ambas partes, y hace formación craneal artificial, contenidos en urnas fune-
subir la cabeza hacia arriba y quedan aplanados la frente rarias, y Jairo Calle Orozco la registra en cráneos de
y el colodrilo, con que les quedan las cabezas muy feas,
aunque a ellos no les parece eso por ser su uso”.
Mutiscua (Norte de Santander), y de Pamplona.
En la cerámica panche, principalmente en las ur-
En nuestros museos hay buenos ejemplos de esa nas funerarias de Girardot, Puerto Bogotá y Honda,
costumbre. se muestra representada tanto la costumbre de la de-
Refiriéndose a los grupos coyaimas y natagaimas formación craneal como la de las extremidades, me-
que habitaron las sierras que conforman con las pro- diante el uso de ligaduras.
vincias de Popayán, Fernández de Piedrahíta afirma: Entre los guanes existen registros referentes a ha-
“...al nacer tienen costumbre de poner entre dos ta- llazgos de cráneos deformados, llevados a cabo por
blillas la cabeza tierna de la criatura, desde el nacimien- el historiador Horacio Rodríguez P. (1978:10-11) en
to de la nariz para arriba, de suerte que no quede redon- 1941, en cuevas de La Mesa de los Santos y en cerca-
da sino aplanada (en que los imitaban los pijaos y los nías de Barichara. Estos materiales se encuentran hoy
panches), se les aumenta nueva ferocidad a la vista...” en la Casa de la Cultura de la ciudad de Socorro.

22
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

En cráneos encontrados en la cueva de Los Santos, Del mismo modo, en material colectado en la cue-
que actualmente hacen parte de la colección de la Casa va de La Purnia (Duende), pudimos identificar defor-
de Bolívar de Bucaramanga, pueden diferenciarse dos mación craneal frontooccipital, en un ejemplar adulto
tipos de deformación: la anular, obtenida mediante apli- femenino (Correal y Flórez, 1992:228). Entre los
cación de fajas o cofias firmemente ceñidas a la cabeza muiscas sólo han sido reportados tres casos de defor-
del infante, cuyo efecto se traduce en incremento de la mación craneal, en restos provenientes de Sopó y en
altura craneal, y la deformación oblicua, que se lograba cráneos de Marín (Boyacá). En un cráneo correspon-
mediante la aplicación de tablillas ajustadas al frontal y diente a la cultura Herrera (premuisca), hallado en
occipital, atadas entre sí con cuerdas. Los cráneos defor- predios de la Universidad Pedagógica y Tecnológica
mados de esta manera muestran inclinación de Tunja, la restauradora Helena Castaño y la
anteroposterior de estos dos huesos. Este tipo de defor- antropóloga Helka Quevedo determinaron la presen-
mación predomina en los cráneos provenientes de La cia de deformación craneal de tipo tubular oblícuo.
Mesa de Los Santos (Rodrí-guez, 2001:262).
La deformación craneal artificial estuvo asociada
No pueden dejar de mencionarse en el tema que con la posición social individual, significando con fre-
exponemos los hallazgos del presbítero Isaías Ardila Díaz cuencia alto rango o jerarquía.
en la cueva de El Espinal, actual municipio de Villanueva,
A la luz de estos documentos citados por el
en el año 1974. De acuerdo con las fotografías publica-
arqueólogo Eliécer Silva Celis, la deformación cefálica
das por el Padre Ardila en su libro Los Guanes, la defor-
persistió hasta bien avanzada la conquista, y entre las
mación de estos cráneos corresponde al tipo tabular
disposiciones dictadas en 1593 por don Antonio
oblicuo. Conviene mencionar igualmente que el Padre
González aparece una prohibición de tal práctica. El
Ardila (1986:131) afirma en su escrito que “…en uno de
texto transcrito de la Memoria Histórica de la Iglesia y
los cráneos hallados en El Espinal se observó hundimien-
Pueblo de Lenguazaque, dice:
to manifiesto en toda la frente, posiblemente por el cons-
tante cargue de bultos”. “Que los corregidores procuren desterrar el perni-
cioso abuso de apretar las cabezas a recién nacidos,
En el estudio que practicamos a la momia # G194 pues se les aprieta tanto la frente con el colodrillo, que
del museo de la Casa de Bolívar en la capital pierden la memoria y el sentido”.
santandereana, con la colaboración del Dr. Iván Flórez
P. (Correal y Flórez, 1992:286), las placas radiológicas Cirugía craneal. TTrepanaciones
repanaciones
revelan una apreciable disminución del eje basion Un detallado estudio morfoscópico y radiológico so-
bregma, causada por la compresión frontooccipital bre 3 cráneos pertenecientes a las colecciones
(deformación tabular oblicua). osteológicas del Instituto Colombiano de Antropolo-
gía, permitió diagnosticar que estos ejemplares pre-
colombinos fueron quirúrgicamente intervenidos, sien-
do los primeros registros de este género en Colombia.
En América, han sido objeto de especiales estudios
los cráneos trepanados procedentes de Perú, México y
Bolivia, áreas geográficas en donde la cirugía craneal
prehistórica llegó a su máximo desarrollo. Quienes allí
practicaron la trepanación poseían un excelente conoci-
miento de la localización de los vasos sanguíneos más
importantes, y en sus intervenciones tuvieron especial cui-
dado en no lesionar las meninges ni el encéfalo.
Sin duda, muchos años antes de llegar a nuestro
país, la práctica de las trepanaciones tuvo amplia di-
fusión en los continentes africano, asiático y europeo.
Entre los pueblos primitivos estuvo en vigor entre los
guanches (Canarias), entre argelinos antiguos, en po-
 Cabeza con deformación frontooccipital y retrognatia. Parece
corresponder a una parálisis facial izquierda de anciano. La bladores de Servia y en varias regiones de Oceanía.
cerámica no presenta la oreja derecha. En el texto del Museo De acuerdo con el estudio de la Facultad de Medicina
de la Academia Nacional de Medicina se presenta la hipótesis
de hipoplasia mandibular derecha. (5.2 cm)
de la Universidad de Sao Paulo, pueblos contempo-

23
ENFERMEDADES CRANEOPLASTIAS

este estudio, éstos provienen de territorio ocupado por


los muiscas: Belén (Boyacá), Nemocón (Cundinamarca)
y Sopó (Cundinamarca). En los dos primeros casos se
encontró asociación con cerámica cuya topología se
corresponde a la dada para la cultura muisca. Sin
embargo, junto con el cráneo obtenido en Belén se
efectuó el hallazgo de algunas piedras de evidente
manufactura guane, hecho que sugiere la existencia
de contactos culturales con este último grupo.
El primer caso estudiado corresponde a un cráneo
femenino adulto procedente de Sopó (# de clasifica-
ción ICANH 62 -1788), que presenta un defecto cir-
cular de 1,4 cm de diámetro en la región parietal de-
recha, con bordes del orificio biselados. El defecto está
obturado con un material denso de color violáceo,
que protege el hueso. Las suturas se encuentran lige-
ramente separadas, lo que se comprueba con estudio
radiológico, donde se observa una zona anular dura
radiopaca, que sugiere la supervivencia del individuo
por lo menos hasta algunos meses después de practi-
cada la trepanación.
El análisis químico del material que obtuvo el de-
 Cabeza humana de mujer, con ojos abiertos y boca cerrada,
pero amplia. La cara está circunscrita por un surco. Hay pérdida
fecto óseo indica una arcilla silícea con alto contenido
del septum nasal y del ala derecha de la nariz, y una leve férrico.
elevación del labio derecho, mostrando una expresión de
dolor (¿Leishmaniasis?). (5.8 cm) El segundo caso, que procede de Belén (Boyacá)
corresponde a un ejemplar femenino de edad adulta
(# de inscripción ICANH 72 - 3566). Este cráneo pre-
senta un defecto circular de 5 cm de diámetro, con
ráneos primitivos practicaban, hasta tiempos recien-
bordes biselados de 0.5 cm de ancho. La trepanación
tes, la trepanación craneana; los montañeses del
afecta la región parietal izquierda. La ausencia de una
Daghestán (Cáucaso), los cabuycos del norte de Áfri-
zona densa alrededor del defecto sugiere que el de-
ca, los melanesios y polinesios, etc.
ceso debió ocurrir simultáneamente con la trepanación,
En América, la práctica quirúrgica de la trepanación o poco tiempo después de practicada ésta.
se hizo con instrumentos muy elementales, buriles y
El tercer caso corresponde a un cráneo masculino
hojas oblicuas de obsidiana, cuarzo, sílex o pedernal.
adulto que proviene de Nemocón (# de clasificación
El implemento más perfeccionado para esta labor lo
ICANH 72 - 3567). Este ejemplar presenta una am-
constituyó el tumi peruano, con un extremo constituido
plia trepanación que se practicó sobre el parietal de-
por una cuchilla curva cortante.
recho, 8 cm de diámetro. El procedimiento quirúrgico
Las técnicas preferidas en la ejecución de las se efectuó con el fin de tratar una lesión traumática;
trepanaciones fueron la incisión y el raspado. La deducción basada en la existencia de una fractura li-
trepanación en los cráneos prehistóricos se efectuó en neal comprimida, que se comprueba mediante estu-
las diferentes áreas de la bóveda craneana, pero es- dio radiológico.
pecialmente en los parietales. La forma más frecuente
es la circular u oval, siendo excepcional el registro de Las mutilaciones dentarias
casos de borde rectilíneo. En los casos materia de este
Esta práctica fue común en numerosas tribus preco-
estudio, los defectos óseos determinan la forma oval
lombinas. La evidencia arqueológica nos muestra su
alargada y circular.
presencia en horizontes muy antiguos de México; allí
Aunque no se dispone de datos que culturalmente sus registros se remontan al preclásico inferior entre
sean lo bastante amplios, y se carece de cronologías 1300 y 1000 años a.C. México pudo ser el centro de
relativas a los tres ejemplares craneales materia de la difusión de la práctica de la mutilación dentaria

24
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

El limado se hacía frotando el diente con un mate-


rial más duro; la fractura, colocando sobre la pieza
dentaria un objeto cortante y aplicándolo con un mar-
tillo; el corte, tallando la corona, utilizando para tal fin
trozos de sílex bien afilados.
En lo que se refiere a las mutilaciones dentarias,
los casos más patentes de esta costumbre fueron des-
critos por el arqueólogo Luis Duque Gómez (1965), y
están referidos a dos importantes piezas arqueológi-
cas, una de las cuales se conserva en el British Museum
y la otra en el Museo Arqueológico de Bogotá. La
 Rostro de joven con primera corresponde a una mascarilla de oro hallada
dos perforaciones
supracomisurales y seis
en la población de Calarcá (Quindío), la cual al pa-
sublabiales. (9.6 cm) recer muestra, en la representación de sus dientes su-
periores, la técnica de incrustación, y en las piezas
dentarias inferiores la del limado. A juicio del citado
autor, de acuerdo con lo observado la mutilación afec-
ta incisivos centrales y laterales, caninos y aún
premolares.
Según el texto de referencia, las incrustaciones de
dientes superiores corresponderían al tipo E de Rome-
ro (1958), esto es, con modificación de la cara ante-
rior de la corona dentaria mediante la incrustación de
discos circulares de diversos materiales, placas rectan-
hacia otras áreas de América Central y Suramérica. El gulares metálicas, o con la remoción de parte del es-
antropólogo mexicano Javier Romero (1958) divide las malte; la forma circular es diferenciable en el caso de
mutilaciones en dos grandes grupos: las que correspon- Calarcá.
den a muescas (con 1, 2, 3 y 4 muescas) y las que de- El segundo caso señalado corresponde a una ca-
muestran desgaste artificial de todo el borde. Siguiendo beza de arcilla, al parecer procedente de Tello (Hui-
la clasificación de Romero (1958), se distinguen las si-
guientes categorías de mutilaciones dentarias:
• Tipo A, en la que se modifica el borde incisal, pro-
duciendo muescas que varían de 1 a 4, o desgas-
tando todo el borde.
• Tipo B, que modifica el contorno del diente, reca-
yendo sobre un ángulo.
• Tipo C, que modifica el contorno del diente reba-
jándolo en dos de sus ángulos.
• Tipo D, que altera la cara anterior de la corona del
diente mediante líneas trazadas sobre el esmalte.
• Tipo E, que consiste en incrustar, en la cara anterior
de la corona, discos circulares de diversos metales,
placas octogonales metálicas, o en la remoción
de partes del esmalte.
• Tipos F y G, que comprenden modificaciones mixtas.
Dembo, Imbelloni y Romero resumen las siguientes  “Cabeza con nariz
técnicas deducidas de sus minuciosas observaciones prominente”. Mentón
triangular. En opinión
sobre las colecciones museográficas: la extracción, la del descriptor, sin
fractura, el corte, el limado y la incrustación (Duque, patología aparente.
(5.1 cm)
1965:157).

25
ENFERMEDADES CRANEOPLASTIAS

la), que en sus rasgos presenta grandes similitudes con


la mascarilla de Calarcá (Duque, 1965:160).
En mascarillas del Museo del Oro procedentes de
la región calima y quimbaya, puede reconocerse, tam-
bién, la representación de la técnica del limado en
piezas dentarias.

La incrustación dentaria
Los materiales más usados en las incrustaciones fue-
ron el oro, la pirita, la jadeíta y la tumbaga (Duque,
1965:158).
Un caso colombiano de incrustación dentaria lo des-
cribe el arqueólogo Eliécer Silva Celis: en la mandíbula
de un cráneo de Sesquilé se destaca la incrustación de
una “morralla” (esmeralda) en un molar.
Es posible que quienes practicaron las  Figura de cuerpo entero
con macrocefalia; la
incrustaciones, mutilaciones y alteraciones dentarias mandíbula es grande y
tuvieran el oficio de joyeros (Duque, 1965:158). triangular. Sale una masa
que puede ser de la boca
El arqueólogo Silva Celis (1968:207) hace refe- o encontrarse adherida al
rencia al registro ocasional en Suesca (Cundinamarca), nivel de la espina nasal.
(8.6 cm)
durante labores agrícolas, de un enterramiento en cuyo
maxilar superior se observaron perforaciones en cada
primer molar, a ambos lados, uno de los cuales tiene
incrustada una esmeralda fina muy bien tallada. morfas sedentes, y en la región calima en las figuras
antropomorfas sentadas en banquitos.
La deformación de las pantorrillas y brazos
Rivet (1943:58) refiere la costumbre de la defor-
Para el insigne americanista Paul Rivet, la deforma- mación de las extremidades en los siguientes térmi-
ción de las pantorrillas y los brazos puede considerar- nos:
se como un rasgo propio de la cultura karib (Rivet,
“Queda pues determinada una cadena casi continua
1944:55).
desde la provincia del Magdalena hasta la provincia del
En material excavado por el arqueólogo Víctor Cauca, de pueblos que practicaban la misma costumbre,
Oppemhiem (1941) en el valle del río Ranchería, se cuyo origen parece ser Karib: los Tayronas, los Carate
encontraron estatuillas de cerámica fragmentadas que de Ocaña, los Yarigüé, los Yararé, los Pantágora, los
Panches, los Pijao (con duda), los Anserma, los
representan deformaciones de las extremidades me-
Quimbaya, los Gorrón y los Pubenes”.
diante ligaduras. La representación de esta práctica
cultural es frecuente en urnas funerarias a lo largo del En importante documento rescatado por el histo-
valle del río Magdalena; también en el área de la riador Manuel Lucena Salmoral (1963:150), del Ar-
denominada cultura mosquito, en la margen derecha chivo del Patronato Real, del Archivo General de In-
del río Magdalena, desde Ocaña al norte, hasta la dias (sección 196) en relación de don Juan de Borja
quebrada Vásquez al sur, y al este en la margen dere- sobre la guerra sostenida contra los pijaos, se lee:
cha del río Lebrija, se han hallado abundantes urnas “…no se casan las doncellas hasta que le baje su
funerarias que representan esta costumbre. Lo mismo costumbre por entender que antes de ella no pueden
ocurre en la cerámica de los sitios adyacentes a la tener hijos, y traen las piernas debajo de las rodillas y
desembocadura del río La Miel, y en la ribera occi- encima de los tobillos y los brazos por las muñecas y
dental del río Guarinó, así como entre las tribus mollidos muy apretados, con muchas vueltas de cordel
panches, como lo atestigua la representación de la delgado para abultar en medio y adelgazar los extre-
mos, y la primera noche que duermen con los maridos
cerámica arqueológica; entre los pijaos (Rivet, 1944: sueltan sus ligaduras en señal de que no quedan donce-
56); y así mismo en la hoya del río Cauca. En la cerá- llas, y a las que no les [lo] fueren cuando se casan, las
mica quimbaya es frecuente en las figuras antropo- matan sus maridos por el engaño que les han hecho”.

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ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

Los casos más representativos de deformidad de “A los niños luego que nacen, les entablan las cabe-
brazos y pantorrillas son observables en figuras zas hasta que les juntan la frente y el cogote y les quie-
antropomorfas de procedencia quimbaya, siendo fre- bran y estiran la nariz para que les quede corba y larga”.
cuente en la cerámica pijao, calima y sinú. En el mismo documento citado (Lucena 1963: 151)
Refiriéndose a esta costumbre de deformar las extre- se encuentra el texto:
midades en la región de Anserma (Quindío), el historia- “Es gente feroz y bien dispuesta. Tienen la frente
dor Luis Duque Gómez (1964:154) transcribe las siguien- hundida por artificio y gala, y las narices corbas y lar-
tes palabras del escribano Juan de Bautista Sardilla: gas”.

“…traen debajo de la rodilla un gran bulto de La evidencia arqueológica también da cuenta de esta
chaquira, que es unas cuentecitas menudas, muy iguales costumbre; en las tapas y cuerpos de las urnas funerarias
blancas, parejas y otro tanto encima del tobillo, para del valle del Magdalena, principalmente en las áreas
que creen pantorrilla y lo mismo hacen en los brazos”. ocupadas por los panches, es frecuente la representa-
ción de narices convexas, así como de la perforación
La deformación nasal, perforación nasal para colgar narigueras.
del tabique de la nariz y de los cartílagos
de las orejas En las colecciones del Museo del Oro abundan
narigueras y orejeras cuyo uso implicaba la perforación
La costumbre de deformarse la nariz fue practicada de los lóbulos auriculares y del tabique nasal.
principalmente por los grupos conocidos como cari- La costumbre de perforar el septum nasal con el
bes, quienes con frecuencia fracturaban el cartílago objeto de insertar en él las narigueras con que se ador-
nasal para producir una acentuada convexidad ante- naban, cuenta con innumerables ejemplos represen-
rior en el mismo. El presidente Juan de Borja da cuen- tados en nuestra cerámica y orfebrería, en las urnas
ta de esta costumbre en un documento transcrito por funerarias desde Tamalameque hasta Venadillo, en el
el historiador Manuel Lucena Salmoral (1963: 150), departamento del Tolima; con frecuencia encontramos
tomado del Archivo General de Indias (sección 196): abundantes ejemplos de ella en piezas arqueológicas
tumaco y en la cerámica antropomorfa procedente
del norte de Caldas y el Valle del Cauca.
La práctica cultural de horadarse las orejas fue
general en todas nuestras culturas precolombinas,
como lo demuestra la gran variedad de representa-
ciones en piezas cerámicas y figuras de oro y tumbaga,
así como los adornos consistentes en una amplia va-
riedad de orejeras y colgantes que integran las colec-
ciones del Museo del Oro del Banco de la República.

La incisión labial
Alteraciones artificiales de los labios, con fines estéti-
cos, fueron frecuentes no solamente en Mesoamérica
sino en nuestro territorio, como lo revelan los cronistas;
en México, algunos códices como el florentino ilustran
esta costumbre (Dávalos Hurtado, 1965:146-148).
Aunque algunas figuras correspondientes a la cul-
tura tumaco sugieren la malformación congénita co-
nocida como labio leporino, no puede excluirse la po-
sibilidad de que las incisiones representadas en el labio
superior de los rostros hayan sido producidas
artificialmente, con fines estéticos.
 Rostro de joven con
dos perforaciones
supracomisurales y seis
sublabiales. (6.1 cm)

27
ENFERMEDADES CRANEOPLASTIAS

Otras alteraciones con fines estéticos  Figura humana femenina. Deformación


o rituales frontoccipital. Orejas grandes debido a las argollas
que contienen. La figura en su conjunto representa
El historiador Luis Duque Gómez (1965:150) mencio- una mujer de pie. (8.8 cm)
na otras prácticas culturales deformatorias como fue-
ron la coloración capilar, la pintura facial, la colora-
ción dentaria, la incrustación de adornos en la cara y
en otras partes del cuerpo, la depilación por medio
de pinzas, el uso de afeites, la mutilación de falanges,
las escarificaciones y mutilaciones sexuales, entre otras.

Tatuajes
Aunque no es posible llegar a interpretaciones cultura-
les amplias en cuanto a sus contenidos, las líneas per-
ceptibles en algunas figuras sugieren el uso de tatua-
jes, tanto en la cara como en la región nasal. Debe
recordarse que la costumbre del tatuaje estuvo muy
extendida en América. De ella dan cuenta, en Méxi-
co, códices como el florentino, así como la cerámica y
la escultura; en la cerámica mochica del Perú abun-
dan ejemplos, que también son frecuentes en nuestras
representaciones cerámicas y de orfebrería de las dis-
tintas regiones del país.

Mutilaciones sexuales
Una costumbre usual entre los panches consistió en la
clitorectomía practicada a las niñas recién nacidas.
Aguado (1909:310) resume esta brutal costumbre:
“Tienen estos bárbaros una ceremonia o costumbre
muy perjudicial y dañosa para ellos, aunque no hacen
mucho caso del daño que de ella se les sigue y viene, y
es que a las criaturas hembras que les nacen, a los ocho
días o diez, así como nacen les cortan con unas cañas o
piedras cierta parte que en los miembros o vaso mujeril
tienen, y lo que le cortan lo secan y hacen polvos con los
cuales después refriegan la herida, para que se consuma
y seque la otra parte que queda o pueda crecer, para que
no crezca y quede igual, y así muchas criaturas mueren
de estas heridas, y así entre ellos haya muy pocas hem-
bras”.

 Miembro masculino en erección.


Sin patología aparente. (15.5 cm)

La circuncisión
La cerámica de Tumaco muestra, en algunas de sus
representaciones, esta práctica quirúrgica (Sotomayor
1995:76). Igualmente se practicó la meatomía (am-
pliación del orificio del pene).

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ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

REFERENCIAS

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31
ENFERMEDADES CRANEOPLASTIAS

 Pareja de hombre y
mujer cogidos de la mano
(mano izquierda de la
figura femenina y mano
derecha de la masculina),
mirando ambos al frente.
(8.0 cm).

32
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

LA MEDICINA EN LA ÉPOCA PRECOLOMBINA


LOS PSICOESTIMULANTES Y LOS VENENOS DE FLECHAS:
PRECURSORES DE LA ANESTESIA

JAIME HERRERA PONTÓN ( + )

INTRODUCCIÓN

Al escribir la Historia de la Anestesia en Colombia, me


preguntaba cuándo comienza su historia. ¿Acaso con
las primeras anestesias con éter o cloroformo, allá por
la mitad del siglo XIX? ¿O quizá con la fundación de
la sociedad o con la creación de las primeras escue-
las de enseñanza? O si nos vamos más atrás, ¿en los
comienzos de los tiempos, cuando los chamanes y
brujos de nuestros antepasados indígenas descubrie-
ron el poder anestésico y estimulante de la coca; o los
poderes mágicos del yajé o el yopo, o el tabaco; o el
efecto mágico del curare, que paraliza la caza pero
no la envenena?
Siempre he creído que estos últimos marcan el ini-
cio de nuestra historia, no sólo porque de ahí salieron
drogas tan importantes para el desarrollo de la anes-
tesia como la cocaína o el curare, sino también por-
que marcaron un principio de acción en el manejo de
muy diversas situaciones que nos llegan muy de cerca.
Con muchas de esas drogas mágicas y maravillosas
se manipulaba la mente, en el buen sentido de la pa-
labra, se controlaban las sensaciones vulgares como
el hambre y la fatiga, y se dosificaba la dosis conve-
niente para cada cual. El chamán, como depositario
de la verdad y la sabiduría, no utilizaba la misma do-
sis que “su clientela”, por ser el responsable de la feli-
cidad y el bienestar de su pueblo, y porque en esto
estaba involucrada la salud, con el control del dolor,
la depresión, la angustia. Todos los pueblos del mun-
do, y los nuestros no podían ser la excepción, usaron
y siguen usando esas drogas mágicas que hoy se de-
nominan alucinógenos o psicoestimulantes, y lo ha-
cían con verdadera maestría en su administración y
dosificación, por siglos y siglos, sin problemas de
 Figura humana, sentada. Cabeza con deformación
adicción o toxicidad. Pero entonces llegó nuestra om- frontoccipital, inclinada hacia la derecha. Las orejas se
nipotente “sociedad de consumo” que las comerciali- encuentran agrandadas, debido a las argollas que cuelgan
de ellas. El hombro izquierdo se encuentra en un nivel inferior
zó, enviciando y convirtiendo en adictos a generacio- al derecho y en la región izquierda del cuello sobresale una
nes de jóvenes de estos mal llamados “países masa. Posiblemente se trata de una neoplasia de tejidos
desarrollados”, por lo que una vez satanizadas hay blandos de cuello. En todo caso, como la pieza está
compuesta de una cabeza adherida o ‘pegada’ a un tronco,
que erradicarlas de su hábitat natural y romper toda es probable que el conjunto originalmente pertenezca a dos
una larga tradición cultural y religiosa (Herrera). piezas diferentes. (11.9 cm)

33
33
LOS PSICOESTIMULANTES Y LOS VENENOS DE FLECHAS

LA MEDICINA PRECOLOMBINA
PRECOLOMBINA

Los primeros registros de las actividades humanas que


se pueden obtener en nuestra zona sólo se encuentran
en los hallazgos arqueológicos. Aunque éstos nos pre-
sentan una sociedad de cazadores y nómadas hacia
finales del paleolítico, con evidentes muestras de or-
ganización, aún no contamos con registros útiles para
nuestro propósito.
Hacia finales de esta era, los yacimientos más anti-
guos en el sur de Colombia y norte del Ecuador, en terri-
torio de los ingas, tienen una antigüedad de 8000 años
a.C. Los yacimientos de El Abra y Tequendama, cuya
procedencia estaría fechada un milenio antes de nuestra
era, muestran en sus estratos inferiores elementos líticos
de caza y restos funerarios ya asociados con ofrendas
fabricadas en hueso, cuerno y piedra, que tampoco per-
miten detectar sus costumbres. En los restos humanos se
 Cabeza con cráneo deformado hacia atrás (¿gorro?). Leve
han reportado lesiones traumáticas, y es probable que asimetría facial izquierda, ojos abiertos. El ojo izquierdo está
las actividades importantes fueran la caza y paralela- alargado, el hemilabio izquierdo engrosado y hay desviación
de la comisura labial derecha. La figura presenta una mano
mente la recolección, puesto que ya se encuentran uten- sobre el pabellón auricular izquierdo. Parálisis facial izquierda
silios de preparación de semillas y frutos, lo que presu- (¿infección facial izquierda u otitis izquierda?). (4.7 cm)
pone un conocimiento incipiente del reino vegetal.

En algunos de los vestigios arqueológicos, como en


la excavación de Aguazuque (Soacha, Cundinamarca; Los grupos precolombinos de la América latina
3000 a.C.) a diferencia de la concepción paradisíaca y ampliaron el universo de su cultura después de cono-
sin enfermedades que se suele tener acerca de las cultu- cer mejor el medio ambiente en que se desarrollaban,
ras originales americanas, Correal describe la existencia y por la observación de los fenómenos de la naturale-
de cerca del 73,5% de enfermedades y lesiones za que dio origen a su religión astral y a sus numero-
osteoarticulares compatibles con osteoartritis, probable- sas deidades tradicionales. Todavía hoy se conservan
mente relacionadas, entre otras, con sobrecarga física, esos conocimientos vernáculos sobre las plantas entre
periostitis, osteoporosis, lesiones dentales, abscesos las tribus selváticas que aún subsisten en Colombia, y
alveolares y caries, enfermedades que hoy se reconocen en general en toda América. La medicina moderna
por sus características dolorosas (Bejarano). saca provecho de esa milenaria experiencia de nues-
tros indígenas a medida que se conoce mejor su
Es factible suponer que en esta época ya se ha- etnobotánica, enriquecida con la farmacopea traída
bían iniciado los procesos de adaptación milenaria al por los peninsulares, con la que vino también toda
ecosistema, dentro de los cuales uno de las más im- suerte de creencias fantásticas y prácticas curativas
portantes sea, tal vez, la utilización de plantas con fi- exóticas, que erróneamente suelen considerarse como
nes medicinales, por ser el dolor el primer síntoma- de extracción aborigen o propias de los grupos de
enfermedad que pudieron conocer. La constitución del color. José Pérez de Barradas, bien conocido entre no-
conocimiento médico prehispánico, traducido en la sotros por sus estudios sobre la cultura arqueológica
magnificencia de los grandes “herbolarios” descritos de San Agustín, en su obra Plantas Mágicas America-
por los españoles, acerca del conocimiento indígena nas nos trae una detallada descripción de algunas de
tradicional de los efectos curativos de las plantas, tra- estas extrañas creencias de los europeos de entonces,
duce la afirmación de Velásquez, uno de los estudio- relacionadas con el origen de las enfermedades y con
sos de la farmacia natural indígena: los medios populares para combatirlas (Pérez de
Barradas).
“… después de cuatro siglos de investigación terapéu-
tica metódica, todavía debemos más a los salvajes que a “El chupar las heridas infectadas era práctica preco-
los sabios; tal es, en medicina, el poder de la experiencia nizada por la famosa escuela de Salerno; la saliva se
acumulada, aunque la acumule la ignorancia.” consideraba como un fluido lleno de virtudes curativas;

34
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

el remedio más famoso era la triaca, que se preparaba  Cuerpo antropoide, de cabeza zoomorfa, ojos abiertos, y lo
con sangre de víbora y setenta y tres elementos más. Los que parece ser un gran hocico mostrando los dientes. De las
orejas (no caninas o felinas) descuelgan adornos. En la mitad
cuatro medicamentos más valiosos de la época eran
del tronco se observa una figura redondeada, constituida por
triaca, piedra bezoar, la momia pulverizada de Egipto y ocho figuras circulares que encierran a otra figura circular. En lo
el cuerno del unicornio. Tanto los reyes de Inglaterra que correspondería a la zona genital sobresalen tres
como los de Francia (estos últimos hasta la coronación protuberancias, alineadas horizontalmente. La figura no
de Carlos X en 1824), curaban ciertas enfermedades, presenta manos ni pies (10,7 cm).
llamadas genéricamente Mal del Rey, por la imposición
de manos. La cura de las heridas se hacía al mismo
tiempo que ciertas prácticas sobre las armas que las
habían causado. Guillermo de Orange (Guillermo III de
Inglaterra) usaba como medicamento ojos de cangrejo,
secos y molidos. La araña metida en un saco curaba las
convulsiones; llevando corales se estaba a salvo de la
malaria, y eI reumatismo se sanaba con castañas de
Indias. Una serpiente al cuello curaba el bocio. Todo
esto sin contar supersticiones tan arraigadas como la
quiromancia, la astrología y la brujería.”
Debido a la ausencia de la escritura entre nuestros
pueblos, los primeros registros que se pueden encon-
trar en las civilizaciones antiguas dependen fundamen-
talmente del análisis de los objetos y utensilios encon-
trados en las excavaciones arqueológicas, los cuales
se hacen más ricos a medida que avanza su desarro-
llo en épocas más tardías. De esta forma, la observa-
ción y reproducción de las imágenes de la vida real a
través de la pintura, la escultura, la cerámica y otras
artes descriptivas, son la única clave para su descubri-

miento, lo cual contrasta con el desarrollo de las civi-


lizaciones que las poseyeron.
Dentro del contexto de la historia universal, en la
época antigua se solía relacionar el dolor y su trata-
miento fundamentalmente con la filosofía, ya que la
mayor parte de medicinas antiguas se apoyaba en
ella para explicar el origen y la constitución de la na-
turaleza. Sólo hasta Hipócrates se conforma una di-
cotomía —aunque parcial— entre filosofía y medicina,
pues presenta la medicina como un arte fundamenta-
do en la observación clínica. En esta dimensión, el
contexto del Corpus Hipocraticum, que data de alre-
dedor del siglo V a.C., describe claramente el con-
cepto fundamental de la medicina como ciencia, plan-
teando una acción terapéutica a partir de la
observación clínica, luego de afirmar las hipótesis so-
bre los mecanismos implicados. No es posible confir-
 Cabeza y torso humano, de mujer. Cabeza con cráneo mar, a través de los hallazgos arqueológicos orienta-
deformado hacia atrás (¿gorro?), cara redondeada, ojos abier- dos a esta época, si semejante orden de la secuencia
tos, nariz pequeña y labios gruesos formando un circulo. Las científica existió en nuestras culturas.
orejas son grandes, y de cada una de ellas cuelgan siete
pendientes. El cabello le cae hasta los hombros. Debajo del Casi simultáneamente con los albores de la época
cuello le descuelga una especie de collar grueso. En el torso
sobresalen los pechos. (10.5 cm) grecorromana, aunque por cierto en términos diferen-

35
LOS PSICOESTIMULANTES Y LOS VENENOS DE FLECHAS

tes, el desarrollo de las primeras descripciones de pa-  Cabeza humana


decimientos con seguridad dolorosos se encuentra en con órganos
las “escrituras” realizadas por nuestros antecesores pre- faciales normales
y orejas muy
colombinos a través de la cerámica, y más tarde a grandes, con una
través de la orfebrería. Los resultados del estudio de oquedad en cada
pabellón auricular.
esas piezas que describen deformidades, que hoy se (11.4 cm)
interpretan como signos clínicos de diversa etiología,
no son nada menos que los testigos “escritos” de las
empíricas observaciones de los indígenas; en esto re-
sulta sorprendente la fidelidad del relato cerámico.

Un ejemplo muy interesante de ello son las cerámi-


cas de la cultura tumaco en las tierras bajas del Pací-
fico colombiano y ecuatoriano, porque mues-
tran similitudes con las demás cerámicas de
las culturas mesoamericanas (que se su-
ponen ser las culturas originales que
migraron hacia esta zona). En especial
con la olmeca, puesto que con ésta
comparte muchos rasgos culturales
(Mendoza y Pérez) y que en las prue-
bas del carbono 14 revelan una an-
tigüedad cercana al primer milenio
antes de nuestra era.

Este proceso descriptivo se repi-


te en otras culturas más tardías de
la zona, con antigüedades cerca-
nas a la de tumaco, incluyendo a
la de los quillacingas y los pastos,
cuyos hallazgos más depurados nos  Cabeza masculina, con una especie de
sombrero puesto.
permiten identificar ya la utilización de Los ojos se representan por medio de dos
la hoja de coca en períodos fechados a hendiduras horizontales. Hay pérdida de la punta
de la nariz, pero esto parece deberse al estado de
partir del 600 d.C. Así lo indican los ha- la pieza. La boca está entreabierta, pero aparece
llazgos de cerámica y escultura en piedra que mues- una hendidura muy profunda debajo del labio
tran figuras antropomorfas con los carrillos abultados, inferior. El resto del mentón presenta una relativa
prognatia. (7.3 cm)
generalmente en forma asimétrica, que representan el
masticado de hoja de coca, más conocidos como
”coqueros” (Bejarano), como se puede observar en
las piezas del legado Orticochea en el Museo de la
Academia de Medicina.

Contamos con pocos casos sobre el estado de la


medicina en las tribus que poblaban nuestro actual
territorio. En lo que atañe a nuestro trabajo, resultan En esta etapa de la medicina primitiva, todo pro-
importantes las referencias a los venenos de las fle- blema patógeno caía en el campo de lo sobrenatu-
chas y el uso de drogas alucinógenas. Como lo afir- ral. Así vemos que la medicina peruana era mágica,
ma el doctor Emilio Robledo (Bejarano), parece que la mexicana teúrgica, y la de los indios de las prade-
en nuestros indígenas “eran pocas las dolencias físi- ras norteamericanas y los suramericanos se basaba
cas, y la muerte sobrevenía por accidentes de guerra o en la brujería (Álvarez). El cronista fray Pedro de Agua-
de trabajo”. Se carecía de todo conocimiento sobre do, citado por Robledo, refiere que cualquier dolor o
las causas de las enfermedades y los dolores, por fal- hinchazón que aparecía lo estregaban con la mano,
ta de nociones anatómicas y fisiológicas. luego soplaban al aire y tornaban a estregar con la

36
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

mano y a soplar repetidas veces; lavaban muy bien


las heridas con agua tibia, y quitaban las partes ma-
ceradas con cuchillo de pedernal. Utilizaban las plan-
tas, de las cuales tenían una rica tradición oral. Los
chamanes de diversas tribus indígenas actuales toda-
vía usan estas prácticas.
Sin embargo, ni en las prácticas curativas de los
indios precolombinos, ni en las que realizan hoy los
grupos supérstites que habitan las regiones selváticas
y las extensas llanuras orientales del territorio colom-
biano, no todo ha sido superstición y magia. Es gran-
de la lista de las plantas útiles descubiertas por los
nativos, en buena parte con propiedades curativas.
Para no mencionar sino el grupo de los narcóticos y
los neuroestimulantes, citemos la coca (Erythroxylum
coca), el yajé (Banisteriopsis caapi,), el yopo (Piptadenia
peregrina, B.), la perica (Virola spp.), las diferentes cla-
ses de daturas (borracheros), el tabaco (Nicotiana  Cabeza humana con deforma-
ción frontooccipital y líneas faciales que
tabacum), el yoco (Paullinia yoco), entre otras, que tra- simulan arrugas. Mentón retraído. “Cabeza de
taremos más adelante. anciano con retrognatia” (5.2 cm)

Como es obvio, la medicina de los precolombinos


tenía variaciones entre uno y otro pueblo. Menciona-
remos sólo algunas: los vestigios de una primera escuela de medicina, que
comienza alrededor del año 250 d.C.
En el Caribe, la historia de esta época es una mez-
cla desproporcionada de leyendas y tradiciones, fan- Allí se destacan unos retablos en piedra, a los que
tasías y realidades. Son escasas las fuentes de infor- se dio el nombre de “Los Danzantes” por interpretarse
mación, pues no se realizaron estudios serios y esta sus relieves como tales, pero que recientemente se han
raza fue exterminada muy pronto (Granados). A la identificado como representaciones anatómicas que
llegada de Colón, cuatro grupos indígenas habita- muestran deformidades congénitas, órganos internos
ban la isla que llamaban Quisqueya: lucayos, taínos, y hasta una operación cesárea. Tales hallazgos per-
ciguayos y caribes. El concepto de enfermedad se mitieron suponer que en ese sitio y entre los siglos IX y
basaba en que ésta se formaba en el exterior y pene- XII, existía una institución dedicada a instruir en las
traba en el hombre en forma de espíritus, como algo artes curativas, tales como la extracción de piezas den-
evitable y sobrenatural que se produce por castigo, y tales, la asistencia de partos, la reducción de fractu-
que se puede separar del cuerpo por medio de súpli- ras, las sangrías, la curación de heridas, el drenaje de
cas (Granados). abscesos y las trepanaciones (Garza y Sauza, y
Vasconcelos).
Los indígenas de México usaron el cacao, el taba-
co y naturalmente el peyotl y el ololuihqui, que todavía Hay que tener en cuenta el gran centro civilizador
utilizan muchos grupos indígenas mexicanos y en va- de Monte Albán como posible inventor de la escritu-
rias reservaciones de los Estados Unidos. ra. Sus inscripciones, que parecen conmemorar con-
quistas, son los testimonios más remotos de la historia
De gran importancia en la medicina de los pue-
escrita americana. En La Venta o en Monte Albán, ten-
blos precolombinos son los hallazgos hechos en
dríamos el salto de las comunidades campesinas a la
Mesoamérica, que comprenden un rango entre 1000
vida urbana y la teocracia.
a.C. y 600 de nuestra era (Teotihuacán, Tajín, Monte
Albán, Xochicalco, Cholula), pertenecientes a los pue- En cuanto al aspecto sexual, en algunas lajas se
blos olmecas, huastecas, totonecas, teotihuacanes, hace notorio el sexo femenino, “donde se pueden apre-
toltecas, mexicas, zapotecas, mixtecas, mayas, etc. De ciar los elementos anatómicos de los genitales exter-
todas las zonas arqueológicas, la de Monte Albán, nos, grandes y pequeños labios de la vulva”, y en otras
cerca de la ciudad de Oaxaca tiene, para nuestro tema, muchas, “de entre las más singulares puede señalarse
una importancia capital, pues en ella se encuentran una serie de viejos, con aspectos muy interesantes des-

37
LOS PSICOESTIMULANTES Y LOS VENENOS DE FLECHAS

de el punto de vista estilístico, ya que con unos cuantos También eran prácticas rituales de los guaraníes el so-
rasgos tienen señaladas las características de sexo y plo, la fumigación, las escarificaciones y la sangría.
edad”. También en muchas figuras se puede advertir Esta última se efectuaba con el punzón de la raya.
la falta de órganos sexuales. En muchas representa- Sangraban las venas de la cabeza, del codo o la pan-
ciones se ha dejado un hueco en el sitio respectivo, y torrilla, según pretendieran curar cefaleas, fiebres, etc.
en varias éste se ornamenta con diversas figuras — Solían fumigar las heridas con humo de tabaco que el
que Caso clasifica como tatuaje sexual—, o con for- exorcista expelía con fuerza a través de un cañuto de
mas simétricas que aparentan estilizaciones de flores bambú. Tales prácticas, especialmente aquellas en que
difícilmente identificables. Esta falta de órganos sexua- se hacía correr sangre, reconocían un fondo místico,
les ha hecho robustecer la idea de que los sacerdotes esotérico, pero no por esto la terapéutica indígena era
y danzantes fuesen eunucos, tal como ocurría no sólo puramente psíquica. El conocimiento de la naturale-
en otras culturas del Viejo mundo, sino también en za, en particular de la botánica, los llevó a experi-
nuestras culturas prehispánicas, ya que ejemplos se- mentar las propiedades tónicas, vermífugas, purgan-
mejantes se citan en sacerdotes aztecas. tes, diuréticas, eméticas y anestésicas de muchas
plantas que hoy figuran en la farmacopea universal:
Los guaraníes tenían una medicina de carácter má-
jaborandi, quenopodio, jalapa, curare, copaiba, tolú.
gico-religioso: la enfermedad se consideraba una ven-
Una especie de quina se utilizaba para todas las fie-
ganza de los espíritus maléficos, y sus médicos eran
bres, oleorresinas y bálsamos para el tratamiento de
los mismos hechiceros, hombres o mujeres, que de-
heridas, y el tabaco en las heridas gangrenosas. Para
cían estar en comunicación con las fuerzas ocultas de-
las hemorragias, el cocimiento de determinados hon-
terminantes del bien y del mal. Estos médicos hechice-
gos. Tomaban baños calientes con hierbas olorosas y
ros, llamados pajes, no se formaban en ninguna
se friccionaban con plantas aromáticas. Efectuaban
escuela, sino que nacían espontáneamente. Era paje
escarificaciones con propósitos curativos. Para lograr
todo aquel que demostrara poseer facultades extraor-
una inmunización preventiva contra la ponzoña de las
dinarias, sobrenaturales, como la clarividencia o la
serpientes, se hacían morder repetidas veces por otra
curación milagrosa. La magia coloreaba sus procedi-
que fuese menos mortal, generalmente por una que
mientos terapéuticos. De éstos, el más importante con-
llamaban ñakánina. Usaban el uru-katú (Catasetum
sistía en succionar la parte afectada, que el hechicero
ximbriatum) como agente antiespasmódico, y como
chupaba fuertemente. Esto lo repetía entre ascos y
analgésico el burucuyá. Sin embargo, el uso de tales
visajes, representando una impresionante pantomima.
medicamentos no era monopolio de ningún especia-
lista. Parece que no había personas encargadas parti-
cularmente de su prescripción, sino que cualquiera
podía recurrir a los mismos según su propio entender.
Por eso, al recordar aquí a los médicos guaraníes sólo
 “Cabeza con podemos individualizar a los pajes, los primitivos he-
incisión que va chiceros precursores de nuestros actuales curanderos y
desde la región
glabelar hasta la científicos psicoterapeutas. Si el paciente moría, el paje
parte superior del también debía morir (Sanabria).
cráneo” (5.9 cm)
Contamos con limitada información sobre el uso
de hierbas medicinales entre los aborígenes del cono
sur del continente. Los patagones, los onas, los
tehuelches o gennakes, los puelches, los alacauf, los
haush, etc., usaban la “piedra” bezoar del guanaco.
La coca estaba muy difundida. Los patagones usa-
ban hierbas curativas, flebotomías y sangrías. Para dis-
minuir el dolor, efectuaban la operación denominada
catatum, que consistía en tomar la parte saliente de la
piel del enfermo entre dos dedos, levantarla cuanto
podían y pasar un cuchillo de una a otra parte, deján-
dola sangrar un poco. En las regiones del Chaco, los
guaycurúes administraban el chamico, el palan-palan

38
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

y el cardosanto como analgésicos, mientras que los tabaco y de Alternathera Iehmennii, una amarantácea.
omaguacas del noroeste argentino empleaban el fru- Los ingas, que viven cerca de la población de Mocoa,
to del cevil como alucinógeno. también emplean el yajé o ayahuasca, que mezclan
con otras plantas para preparar el llamado “vino de
Los araucanos empleaban para la anestesia las
la muerte”, que bebe el chamán en ciertas circunstan-
flores de la myaya, o Datura ferox, cuyo principio ac-
cias y bajo su vigilancia, otros miembros de la tribu. El
tivo es la escopolamina, acompañada de cantidades
yopo o cohoba sirve también para las prácticas
menores de hiosciamina y atropina, o las semillas de
chamanísticas en la Orinoquia y la Amazonia, y como
la misma, que tienen menor contenido de hiosciamina.
un medio para que los curanderos y brujos entren en
Las daturas se emplearon en toda América. Ellas en-
éxtasis y en trance adivinatorio. La coca, que produce
tran en la composición del toloatzin, o toluachi, que
acción anestésica sobre la mucosa bucal e intestinal,
empleaban muchos indios americanos, en especial los
disminuye la sensación de hambre, acelera la diges-
mayas, quienes lo daban a las mujeres como “anesté-
tión y la actividad del individuo. Por último, los indios
sico en el acto del parto, para mitigar los dolores», como
de Sibundoy, Putumayo, usan el Methisticodendron
lo veremos adelante (Pardal).
amesianum, un peligroso narcótico cuyo empleo se
En su mayoría se trataba de tribus nómadas, cuyos reserva, por lo general, a los médicos indígenas para
lejanos orígenes etnológicos no son suficientemente co- sus prácticas curativas y adivinatorias (Duque, 1999).
nocidos. Salvo en las regiones norteñas hasta donde
Parece que el indio hubiera adoptado dos clases
llegaba la influencia de la cultura y la organización
de conducta para el tratamiento, una para las enfer-
incaica, el resto estaba constituido por pobladores que
medades o estados ostensibles y tangibles (heridas,
vivían en un estado primitivo y salvaje. Ni si-
ulceraciones, fracturas, luxaciones), y otra para
quiera los araucanos, que fueron los más
las afecciones de causa intangible o que ne-
numerosos y organizados, llegaron a cons-
cesitan una deducción mental para expli-
tituir una verdadera nación. Su medicina pre-
carlas —todo lo que hoy llamamos medi-
sentaba las mismas características fundamen-
cina clínica (Pardal).
tales de todos los pueblos primitivos, entre
mágica y empírica, y una cirugía ocasional, En la primera conducta se da una re-
provocada instintivamente por la misma ne- lación de causa-efecto, una causa que
cesidad (González V.). actuó. En la segunda, una explicación mis-
teriosa —las afecciones no eran vistas
En nuestro país, para citar algunos ejem-
como un efecto sino como una causa en
plos, los indios del Chocó emplean varias
actividad en este momento.
especies de daturas (borracheros), para
preparar una decocción de semillas Por eso la cirugía permaneció
que se da a beber a los niños en aparte de la medicina interna.
chicha de maíz, y ponerlos en Se originó y desarrolló en la
trance adivinatorio. El médi- acción, a menudo urgente: su
co o jaibaná usa la Datura práctica y la comprobación de
suaveolen para sus activida- sus efectos ostensibles trajeron
des mágicas y de curanderia. una experiencia. La mejor mues-
En esta región Reichel- tra del arte quirúrgico ha sido la
Dolmatoff halló una liana de necesidad, que a veces ha obliga-
efectos narcóticos, usada por los na- do a pequeñas intervenciones (dre-
tivos, que corresponde a la familia de las naje de focos purulentos, extirpación
Malpigiáceas y al género banisteriopsis, de masas superficiales), y otras a
llamada pildé. También era conocida por grandes operaciones. Los acciden-
los indios cuaiqueres, de Nariño, que la tes y combates dieron origen a frac-
usaban para provocar efectos alucinó-
genos y estimulantes. Los sionas que ha-
bitan en las regiones del alto Putumayo
emplean el yoco y el yajé, con el que pre-  Figura masculina con abdomen
prominente y ataviado con joyas.
paran una bebida para sus prácticas má-
“Hombre obeso” (15.2 cm)
gicas a la que agregan, a veces, hojas de

39
LOS PSICOESTIMULANTES Y LOS VENENOS DE FLECHAS

turas y heridas que fue necesario reparar, naciendo hojas de huaripuri (Valeriana coarctasta) y en la cerá-
así las suturas, los vendajes y las inmovilizaciones. El mica mochica se ven pilones de madera usados como
más elemental fue la extracción de espinas. Cada prótesis para miembros amputados. En Colorado se
pueblo tuvo su propio instrumental, siendo los más encontraron aparatos, similares a los ortopédicos, para
comunes pequeños punzones de hueso o los aparatos fracturas de cadera. A veces se veían obligados a abrir
compuestos de un diente afilado unido a un mango. el abdomen, y entre los araucanos se hacía con el
Ejemplo de ellos son los karimé. nombre de catatum.
En toda América se practicó la sangría de grandes En la medicina precolombina se encuentran datos
y pequeñas venas, que se realizaba por medio de que muestran intervenciones quirúrgicas, especialmente
sajaduras o escarificaciones superficiales, para tratar sobre huesos. De éstas, las más conocidas son las
el cansancio de los miembros. Era practicada espe- trepanaciones. En el Perú se hallaron numerosos
cialmente por los guaraníes y los patagones, y está especímenes de cráneos trepanados. En el año 1894,
todavía en uso entre los grupos pilagá del Chaco ar- cuando el doctor Muñiz examinó cerca de 1.000 crá-
gentino. En México había sangradores, llamados neos que posiblemente correspondían a la era
tezoctezoani, que empleaban un cuchillo de sílice u preincaica, encontrando que 19 de ellos habían sido
obsidiana. Para las escarificaciones se usaban espi- trepanados, 3 mostraban señales de dos operaciones
nas de palmera, dientes de agutí, etc., o punzones de y 1 de tres intervenciones. En muchos casos la apertu-
hueso. ra no es oval, sino rectangular, y las señales indican
que se hicieron cuatro cortes de sierra, uno por cada
Los araucanos y los indios de Norteamérica
lado del orificio.
drenaban los abscesos chupándolos con la boca, y
suturaban con agujas de madera o hueso, usando En Colombia, Jaime Gómez González, director del
como material de sutura cabellos o fibras vegetales. Instituto Neurológico, y Gonzalo Correal, director del
Instituto Colombiano de Arqueología, descubrieron 3
Algunas heridas se trataban con bálsamos, como
cráneos precolombinos intervenidos quirúrgicamente,
el de Tolú o el del Perú, o con aceites como el de
presentando uno de ellos una craneoplastia hecha con
Copaiba; en otras se usaban jugos de plantas
mineral de hierro. Uno fue hallado en Sopó, otro en
vesicantes, como el guapoí entre los tupi-guaraní, y
Belén de Cerinza, y el último en Nemocón.
ponían plumones como apósitos. En el Perú
inmovilizaban las fracturas con algas marinas o con En la técnica de estas trepanaciones la coca juga-
ba un papel fundamental, pues la masticaban el pa-
ciente y el médico, y éste iba escupiendo sobre la he-
rida, de trecho en trecho, produciendo así una anestesia
local efectiva.
La anestesia fue rudimentaria. A través de todas
 Cabeza antropoide con las crónicas acerca de los métodos medicinales de las
ojos circulares, nariz
pequeña y puente nasal
culturas prehispánicas, es factible observar conductas
bajo, boca pequeña y analgésicas que no guardan relación con las propie-
labios representados en dades medicinales o conocimientos de la época. Así,
forma circular, con
mejillas un poco encontramos métodos para alivio del dolor —tal vez
abombadas. La cara está hoy clasificables como “analgesias tópicas o por me-
limitada por un doble dios físicos”— cuya utilización, entre mágica e inge-
surco en forma de dos
semicírculos, alrededor de nua, evidencia el desconocimiento teórico de una for-
los ojos y las mejillas. Las ma de acción, como describe y comenta el Padre
orejas son grandes y
levemente antevertidas. Gumilla acerca de la utilización del cachicamo o ar-
Posiblemente se trate madillo:
de un niño. (7.8 cm)
“... se ha experimentado ser remedio eficaz para el
dolor de los oídos: de modo que puesta aquella extre-
midad o hueso en que termina la cola, dentro del oído,
se sosiegan los latidos que da poco a poco, hasta qui-
tarse del todo.”

40
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

Igualmente se describen otros medios indígenas de


alivio del dolor local con el mismo animal, y no sor-
prende que fueran rechazados por los frailes
catequizadores de entonces:
 Figura
humana,
“... con las tripas y el herbaje que dentro de ellas se
sentada. hallan, se unta la picadura, ataca todo el dolor y altera-
Deformación ción. Y si acaso sucedió morderle de noche y en parte
frontoocipital, donde no puede haber el gusano, para remediarse con
con gorro y él (la costumbre entonces requería matar al animal para
adorno en la
región frontal. extraer el remedio de su interior y aplicarlo e forma de
Rostro emplasto. n. del a.), si la picadura fue en el dedo o parte
sonriente. La semejante, métela en el sexo de la mujer y con aquesto
disposición ataja la furia de la ponzoña, de suerte que esta manera
ocular es
asimétrica,
de forma de curar me parece que con una ponzoña se
posiblemente cura otra; y no sólo la de este gusano o sabandija se
señalando cura con este remedio, pero la de los alacranes que los
estrabismo hay en esta tierra muy grandes y negros y muy ponzoño-
derecho. El sos y arañas” (Gumilla: 300 ss.).
brazo derecho
reposa sobre el Muchos otros métodos, más cercanos a la magia
brazo izquierdo
que, a su vez, que a los resultados empíricos, configuran una visión
reposa sobre la multidimensional del alivio del dolor —tal vez tam-
pierna derecha.
(12.5 cm)
bién con efecto placebo. Por esto, durante muchos años
no hemos podido distinguir los verdaderos secretos
de la terapéutica indígena.
Los araucanos usaban flores de myaya, o Datura
ferox (escopolamina), o sus semillas. Los aztecas, se-
millas de Thevetia yecotli en una bebida llamada tevetl,
y además, el peyotl y el ololiuhqui. También utilizaban
el cochit-zapotl (de cochi: dormir), que hoy se conoce
con el nombre de zapote blanco (Casimiroa edulis).
Las daturas se usaron como anestésicos en toda
América, especialmente la ferox, que entra en la com-
posición del toloatzin o toluachi que actualmente utili-
zan los indios mayo durante el parto. Los indios pue-
blo emplean la Datura stramonio. También se utilizaron
como anestésicos las dosis fuertes de chicha y coca, y
el cocimiento de tabaco.
Los indios de Norteamérica tenían un método pri-
mitivo particular para la anestesia local: amarraban fuer-
temente la parte a anestesiar con un trozo de género o
corteza, colocando por debajo ceniza mojada de leña.
Al poco tiempo, la lejía de la ceniza mojada y la com-
presión determinaban la anestesia de la región.

LOS CHAMANES

A pesar de la ausencia de crónicas prehispánicas, a


partir de la historia de la especie humana en otras
culturas y de la teoría del poblamiento de América
gracias a las migraciones asiáticas por el estrecho de
Behring, podríamos intuir como probable que en las

41
LOS PSICOESTIMULANTES Y LOS VENENOS DE FLECHAS

 Figura humana, masculina, sentada sobre un banco con los culturas de Colombia haya existido una relación so-
brazos entrecruzados y reposando sobre las rodillas. Deforma-
ción frontooccipital. Presenta dos protuberancias en las regiones
brenatural y mágica con los conceptos del dolor y la
parieto-temporales. De la protuberancia izquierda sobresale una enfermedad. Esto, al menos, ha quedado confirma-
segunda, de forma triangular con la punta hacia el piso, que do en las culturas de Mesoamérica. Tampoco es posi-
descuelga hasta por detrás del pabellón auricular. Esta protube-
rancia se encuentra ausente en la región derecha. Parece haber ble registrar, y mucho menos confirmar, que hasta poco
una cicatriz sobre el ojo izquierdo, pero puede ser que la pieza antes de la época precolombina hayan existido, en
se encuentre en mal estado. (13.7 cm)
nuestras civilizaciones antiguas, conceptos filosóficos
o religiosos que ilustren descripciones del dolor en for-
ma indirecta, como ausencia de placer, prueba o cas-
tigo divino, etc., todos ellos matizados de religión, fi-
losofía o imaginación, como en el Viejo continente.
Pero por otro lado, sí podríamos afirmar la relación
entre los “proveedores” del alivio del dolor y el trata-
miento de las enfermedades en esas épocas. Nada más
cercano a ese sentido religioso-filosófico de la medicina
que la presencia del chamanismo, institución indígena
que reflejaba conceptos cosmológicos, procesos psico-
lógicos y normas sociales, que concentrándose en la
persona del chamán, en parte Dios y en parte hombre,
lo capacitaban para aplicar la curación entre muchas
otras funciones. De acuerdo con las descripciones de
Gerardo Reichel-Dolmatoff, profesor del Departamento
de Antropología y Centro de Estudios Latinoamericanos
de la Universidad de California, parte del sentido mági-
co y visionario de la dimensión del chamán se asocia
con la utilización de las drogas alucinógenas utilizadas
en los ritos de iniciación chamánica (Bejarano), como lo
veremos más adelante.
El chamán era, por lo común, mago y sacerdote; se
estimaba más el poder mágico que el conocimiento mé-
dico stricto sensu. Aprendían por transmisión de conoci-
mientos, después de prácticas ascéticas preparatorias, y
por herencia o iniciación, a raíz de un grave aconteci-
miento o accidente. Sólo en los pueblos con organiza-
ción feudal-estatal relativamente elevada, como los incas
y los aztecas, y muy posiblemente los mayas, aparecen
nuevos elementos de un orden más elevado. Así, en los
aztecas de las ciudades las funciones de sacerdote y
médico aparecen separadas, y las últimas se considera-
ban como un oficio hereditario con aprendizaje de co-
nocimientos. Además, entre los aztecas aparece la medi-
cina teúrgica, y como resultado de la observación
astronómica, la medicina astrológica, pero con caracte-
res que la subordinaban a la magia natural.
La escogencia del candidato a chamán es muy si-
milar en todas las culturas indígenas: por lo general
esta vocación se revela al individuo por medio de vi-
siones extrañas y apariciones sobrenaturales, que se
interpretan como una llamada desde el ultramundo
de los espíritus. Entonces el candidato, casi siempre un
niño, se somete a un régimen de vida especial, con

42
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

dietas alimenticias, enseñanza y prácticas. En algunas preguntan; más en cosas importantes, como decir si habrá
tribus, como la de los paeces, al lado de los chamanes guerra o no, y si la hubiere, que fin tendrá; el año si será
se encuentran los brujos con prácticas clandestinas, des- abundante o falto, o enfermo. Si habrá mucha pesca, si
la venderán bien. Previenen las gentes antes que vengan
tinadas a hacer “maleficios”, cuyos poderes son muy
los eclipses, avisan de las cometas, y dicen muchas otras
temidos. cosas. Invocan el diablo desta manera: entra el piache
Como la mentalidad de todos los seres primitivos en una cueva o cámara secreta una noche muy oscura;
lleva consigo ciertos mancebos animosos que hagan las
fue de naturaleza mística, por tanto las enfermedades
preguntas sin temor. Siéntase él en un banquillo y ellos
tuvieron un carácter mágico y trataron de luchar con- están en pie. Llama, vocea, reza versos, tañe sonajas o
tra ellas por medio de la magia. El hechicero jugaba caracol, y en tono lloroso dice muchas veces: ‘Prororure,
un papel básico al aplacar los espíritus. Por ejemplo, prororure’, que son las palabras de ruego. Si el diablo
para ser curandero, hechicero u hombre médico entre viene a ellos, vuelve al son, canta versos de amenaza
los matacos, era necesario ser un individuo viejo y feo. con gesto enojado, hace y dice grandes fieros y meneos.
Algo muy distinto ocurría en la Pampa, donde desde Cuando viene, porque el ruido se conoce, tañe muy re-
niños se iniciaba en las prácticas curanderiles a los cio y apriesa, y luego cae, y muestra estar preso del
demonio según las vueltas que da y los visajes que hace.
que tenían condición de afeminados, porque los creían
Llega entonces a él uno de aquellos hombres y le pre-
poseídos por los demonios (González). gunta lo que quiere y él responde: ‘Llevo precio por
En su Historia de Indias, Francisco López de Gomara curar e adevinar’, y así son ricos. Van a los banquetes
pero siéntanse aparte y por sí; embriáganse terrible-
nos relata las prácticas usadas por los médicos indí-
mente, e dicen que ´cuanto más vino más adevino’.
genas, naturalmente desde el punto de vista de los Gozan la flor de las mujeres, pues les dan que prueben
conquistadores, en estos términos: las novias. No curan a parientes, y nadie puede curar si
“A los sacerdotes llaman piaches; en ellos está la no es piache, aprenden la medicina y mágica en los
honra de las novias, la ciencia de curar y la de adevinar, bosques, no comen cosa de sangre, no ven mujeres
invocar al diablo, y en fin, son magos y nigrománticos. mientras, ni aun a sus madres y padres; no salen de sus
Curan con yerbas y raíces crudas, cocidas o molidas, chozas y cuevas; van a ellos de noche los maestros y
con saín (grasa) de aves y peces y animales, con palo y piaches a enseñarles” (Orozco).
otras cosas que el vulgo no conoce, y con palabras muy Estas prácticas han sobrevivido a través del tiem-
revesadas y que el mismo médico no las entiende, que
po, y permanecen hoy en algunas tribus. Luis Guillermo
usanza es de encantadores. Lamen y chupan do hay do-
lor, para sacar el mal humor que lo causa; no escupen Vasco, también citado por Orozco, nos las describe
aquello do el enfermo está, sino fuera de la casa. Si el en las comunidades emberá-chamí, en el Chocó:
dolor crece, o la calentura y el mal del doliente, dicen
los piaches que tiene espíritus, y pasan la mano por todo
el cuerpo. Dicen palabras de cucante, lamen algunas
coyunturas, chupan recio y menudo, dando a entender
que llaman y sacan el espíritu. Toman luego un palo de
cierto árbol, que nadie sino el piache sabe su virtud,
friéganse con él la boca y gaznates, hasta que lanzan
cuanto en el estómago tienen, y muchas veces echan
sangre; tanta fuerza ponen y tal propiedad es la del palo.
Suspira, brama, tiembla, patea y hace mil biascas el
piache; suda dos horas hilo a hilo del pecho, y en fin,
echa por la boca una baba muy espesa, y en medio de
ella una pelotita dura y negra, la cual llevan al campo los
de la casa del enfermo, y arrójanla diciendo: ‘Allá irás
demonio, demonio allá irás’. Si acierta a sanar el do-
liente, dan cuanto tienen al médico; si muere, dicen que
era llegada su hora. Dan respuestas los piaches si les

 Cabeza humana con ojos y boca entreabierta (representados


ambos como oquedades), y nariz recta. La figura muestra tres
oquedades grandes: una en la hemicara derecha, a la altura de
la mejilla, otra delante del pabellón auricular y la tercera de
menor proporción, en la hemicara izquierda a la altura de la
mejilla (¿pérdida de tejidos blandos por infección por
Leishmaniasis?). (4.9 cm)

43
LOS PSICOESTIMULANTES Y LOS VENENOS DE FLECHAS

“Hay dos calidades de médico indígena: el yerbatero


(el hombre-medicina) que cura utilizando yerbas y otros
productos (bebidas, emplastos, baños, vomitivos, pol-
vos, etc.), y el curandero mágico o jaibaná (el verdadero
hombre), que cura por el canto, por su intermediación
con los jais, que éstos no son otra cosa que el alma o
esencia de todo, ya sea viviente, vegetal o mineral, fenó-
menos o fuerza, porque todo tiene su jai. Generalmente
el jaibaná asocia productos a sus prácticas mágicas, con-
jugándose en él las dos modalidades ya descritas. En el
amplio salón del bohío de piso de guadua, el jaibaná
ocupa un altar con un banco, el enfermo yace próximo y
los demás circunstantes alejados; bebiendo chicha y can-
tando casi sin interrupciones invoca los jais y demanda
la curación del enfermo, al mismo tiempo que hace ade-
manes con su bastón, en el cual algunos creen aprisio-
nar los jais, y agitan sin cesar una hoja de biao o
platanillo, con la cual hacen pases sobre el paciente. Se
embriagan bestialmente, además de que consumen sus-
tancias alucinógenas y psicotrópicas (datura —
borrachero o tonga—, yajé, coca) y van al éxtasis, pues
estas drogas ‘los ayudan a ver’, a comunicarse con los
jais, lo que traerá la curación. A veces se pintan la cara
y usan cubiertas de pieles, hojas, y se adornan con espi-
nas vegetales. Todo rodeado de gran misterio y lleno de
posturas y gesticulaciones. Las drogas los hacen tam-
 “Cabeza que muestra ausencia de ojos,
bién adivinadores para predecir el futuro y conocer co- representada como una depresión en la zona
sas ocultas. Los jaibanás ocupan altas posiciones en la de las cuencas orbitarias” (5.4 cm)
comunidad, y generalmente los ‘conocimientos’ se pa-
san de padres a hijos o a jóvenes próximos” (Orozco).
Su medicina era muy primitiva, a base de hierbas,
raíces crudas o molidas con grasa de madera. Se
En sus medicinas empleaban productos muy varia-
señala “el tabaco, que mezclado con guey o sacon
dos de serpientes, gusanos y arañas, y de animales
transportaba y no se sentía el dolor”. Conocían las
mayores, de los que usaban las vísceras. Conocían
propiedades de las plantas, el tratamiento de las en-
las propiedades de muchas plantas, como los
fermedades era a base de vomitivos, fumigación, suc-
vermicidas, el paico y el higuerón; tenían indicacio-
ción, baños, purgantes, ayunos y sudaderos. Eran ca-
nes especiales para el achiote, el guayaco, la otoba;
paces de contener hemorragias, inmovilizar fracturas
se servían de la zarzaparrilla, la ipecacuana, la jalapa,
y curar heridas. Entre algunos de sus métodos se seña-
la copaiba y la corteza de quina.
lan la jaruma para curar las heridas, la suelda para
las fracturas (Dobrizhoffer, citado por Pardal), el cupey Como se verá más adelante, comparativamente
para las hernias, y el guayacán para las bubas. con los grandes textos de la farmacopea de la anti-
güedad, nuestros indígenas no sólo conocían los efec-
DROGAS USADAS tos de muchísimas plantas, sino que también debieron
tener un recetario de transmisión oral para cada una
Así como en muchos otros pueblos primitivos, la medici-
de sus indicaciones.
na indígena pasó de una etapa hierática sacerdotal a
otra de magia y empirismo, que unidas siguieron la lu- El médico español Nicolás Monardes, graduado
cha contra la enfermedad, sólo que la liturgia de aspa- en 1533 en Alcalá de Henares, Sevilla, coleccionó las
vientos y melodrama del sacerdote y el brujo quedó como drogas provenientes de ultramar (Álvarez, 1984), tra-
aditamento ceremonial. Aun cuando el hechicero prose- bajo que dejó consignado en un pequeño tratado que
guía, en sus coloquios, convocando fuerzas secretas, con consta de dos libros: uno que versa sobre todas las
lo que ganaba la confianza de los circunstantes y del cosas que llegaban de las Indias occidentales, y que
enfermo, ya había llegado a saber que en muchos ca- sirven en medicina. Describe así, por primera vez, la
sos eran más útiles la corteza de quina, la coca, el yajé, naturaleza y virtudes de algunas plantas americanas
el paico y muchas otras plantas. como el carlo santo, la cebadilla, la jalapa y el

44
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

 “Cabeza con oreja izquierda


antevertida, filtro nasal largo,
depresión de zona perioral y boca
pequeña”. La figura no presenta la
oreja derecha y el ojo izquierdo se
encuentra alargado y orientado
diagonalmente. (13.7 cm)

45
LOS PSICOESTIMULANTES Y LOS VENENOS DE FLECHAS

sasafrás, y corrigió las descripciones de otras más como nera fueron dados a la gente el maíz, la coca, las plu-
el tabaco, la canela, el guayacán, el bálsamo y la mas, las canoas, las trampas y las herramientas”
cañafístula. Tuvo, además, el mérito de familiarizar a (Sotomayor). Para entrar en trance, los payés
los europeos con el uso de otros plantas de gran im- (chamanes) usaban estupefacientes que designaban
portancia como son el maíz, la piña, la guayaba, la como kurupá, que provocaban estados h¡pnóticos y
zarzaparrilla, el coco, etc. aparición de visiones. Hay diferentes kurupaes en cada
región, desde el Amazonas al Paraguay. Cada pue-
Otra parte de la tradición terapéutica americana
blo tenía los propios: los guaraníes usaban la semilla
está coleccionada en el Códice Badiano, obra escrita
semitostada de Piptadenia, a cuyos árboles se los lla-
en latín por Juan Badiano, siendo su verdadero autor
maba kurupayara; en las regiones centrales del Brasil
el médico indígena Martín de la Cruz (México 1552).
se conocía como paricá. Las semillas de Piptadenia,
En este códice se describen los tratamientos para el
aspiradas en rapé, eran ampliamente conocidas en
dolor, para todos los padecimientos de la cabeza a
la provincia de Córdoba, Argentina, donde la em-
los pies, y además, los signos que presentan los que
pleaban los comechingones, que las guardaban en
van a morir (Álvarez).
caracoles.
El uso de drogas alucinógenas era muy importante
En México, entre los narcóticos empleaban el
y estrechamente relacionado con el llamado vuelo
tchoenechichi (Solanum nigrum), el toloatzin o toluachi,
chamánico, (o entrar en trance, como se dice ahora).
a base de Datura; el peyotl; la raíz del coapatli
Es decir, con la sensación de disociación durante Ia
(Commelina tuberosa); el taplatl (Datura stramonium);
cual el espíritu del chamán se separa de su cuerpo y
el totoncapatli (Plantago maior); el yocotli (Thevetia
penetra en otras dimensiones, donde ora para encon-
yecotli), el picietIpatIi (una especie de nicinia); el tomatl
trar la curación de enfermedades, o bien para consul-
(Physalis angulata); el itzcuinpatli (Senecio augustifolius),
tar a sus ancestros o indicar los sitios propicios para la
además de una serie de menor importancia, el zapote
caza y la pesca.
blanco (Casimiroa edulis), como hipnótico y calman-
Colombia es un país especialmente dotado de te, y en aplicaciones tópicas en úlceras. Cobo, citado
numerosas plantas psicotrópicas que crecen en todos por Pardal, dice “que tiene la carne muy blanca y pro-
los climas, por lo cual es comprensible que la utiliza- duce sueño a quien la come”, de ahí el nombre del
ción de éstas hubiera sido muy amplia entre todas las árbol (Pardal).
tribus nativas. Las principales plantas alucinógenas son
En cuanto al uso de plantas alucinógenas —las “del
las diferentes especies del yajé (Banisteriopsis), la fru-
conocimiento”— podemos decir que desde
ta y flor del cacao sabanero (Brugmansia), las diver-
Norteamérica hasta las regiones del sur se dispone de
sas especies de chamico o borrachero (Datura) y la
información sobre grupos indígenas que han emplea-
batatilla (Ipomea violácea). Los rapés narcóticos que
se absorben por la nariz se preparan en los Llanos
orientales con las semillas del yopo, o de la cáscara
de varias especies de virola, especie de arbusto selvá-
tico. Los indios también usaban hongos del género
Psylocibe y otros, así como las secreciones de las
parótidas del sapo Bufo marinus, que contiene pode-
res alucinógenos muy poderosos.
Todo esto estaba íntimamente ligado con la tradi-
ción de cada grupo indígena. Así por ejemplo, los
yurutí del grupo tucano dicen que sus ancestros míticos
remontaron el río Amazonas en el vientre de la güio
blanca, en cuyo recorrido debieron vencer las “enfer-  “Cabeza con oreja
medades”, “las fieras”, los “diablos”, para luego ha- izquierda antevertida, filtro
cer aparecer las malocas, y surgió el espíritu de la madre nasal largo, depresión de
zona perioral y boca
del creador, de los abuelos, de los parientes... se les pequeña”. La figura no
donó el tabaco para soplar, los bejucos de tonda y el presenta la oreja derecha y
el ojo izquierdo se encuentra
yajé, fueron entregados al payé para que las otras ge- alargado y orientado
neraciones asistieran a las enfermedades. De igual ma- diagonalmente. (8.0 cm)

46
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

do, o aún manipulan, ciertas plantas con efectos badas o perdidas. Los chibchas lo usaban como alu-
psicotrópicos, para lograr estados de alucinación de cinógeno y para dormir a la gente del servicio y séqui-
diversas intensidades y características (Reichel: 327), to, con el fin de poder enterrarla viva a la muerte de
que además ha sido una constante en todos los pue- los grandes jefes. Además, los usaban para propósi-
blos del globo. Hablaremos de cada una de las prin- tos más políticos, como les sucedió a “40 soldados de
cipales, pero además había muchas otras como el Quesada que iban de Bogotá a Chocontá, y perdieron
mets-kwai, o borrachera, (Methysticodendron temporalmente la razón cuando llegaron a un lugar don-
amnesianum) usada en la Amazonia para no sentir de les atendieron algunas mujeres indias que les mez-
hambre (Duque, 1965: 396 ss.). Es interesante el pro-
vecho de algunas de estas plantas, como el tabaco
que usaban como rapé, fenómeno que ya observó  Figura humana sentada, o en cuclillas (sin piernas), con cabeza
Colón en su segundo viaje. Con este polvo ellos pier- que presenta un cráneo deformado hacia atrás (¿gorro?), con
masa a la altura de la espina nasal (¿argolla?). Las orejas son
den la conciencia y se vuelven como borrachos. Los grandes y con un aditamento redondo incrustado en ellas. El
kogi de la Sierra Nevada manejaban así la coca; los miembro superior izquierdo es de mayor tamaño que el normal,
chibchas usaron el yopo como “yerba de la adivina- y el superior derecho no muestra mano. (7.05 cm)
ción”, y el borrachero (atropina, escopolamina e
hiosciamina) como narcótico, cuando se trataba de
dormir a las mujeres y demás gente de servicio que
debían ser enterradas vivas junto con el cacique, a su
muerte. Los cunas hacían cocción de semillas de Datura
con chicha, que daban a los niños, y mezclaban el
tabaco con cacao. El yopo (cohoba) se emplea como
rapé en toda la Amazonia, Orinoquia y piedemonte
de las montañas andinas; la coca en la Sierra Neva-
da y el sur de Colombia, y el yajé por todas las tribus
de la Amazonia y Orinoquia, con un complicado ri-
tual y todo un mundo mágico e interpretativo que gira
alrededor de su uso (Álvarez, 1984). El cacao saba-
nero obnubilaba y dejaba indefensos a los conquis-
tadores.
En general, existen drogas que producen alucina-
ciones, hacen entrar en trance, y entonces se comuni-
can con sus deidades para conocer el futuro, diag-
nosticar y curar las enfermedades, etc., y otras, los
psicoestimulantes, que buscan quitar la fatiga, el ham-
bre y el sueño, tanto para el trabajo cotidiano como
para la guerra. Muchas tenían efectos combi-
nados. Hablaremos más extensamente de al-
gunas de las enunciadas.

Borrachero

El borrachero (Datura arborea y otras daturas)


tiene como su principio activo la
escopolamina. Vulgarmente se le deno-
mina “burundanga”, y es usado por casi
todos los indígenas del continente. En nues-
tro país, especialmente por los chibchas,
catíos y cunas. Produce trastornos mentales,
visuales y de coordinación. Los catíos lo utili-
zan buscando sus propiedades adivinatorias,
como averiguar, por ejemplo, sobre cosas ro-

47
LOS PSICOESTIMULANTES Y LOS VENENOS DE FLECHAS

claban a los alimentos semillas de una planta conocida una hierba parecida al estramonio, que contiene
con el nombre de borrachero”. Y según el mismo diversos alcaloides del tipo de la hiosciamina
Quesada, “cobraron juicio luego, pero quedaron más (atropina) y de la escopolamina. La daturina es un
locos que antes, pues andaban entendiendo en hacer alcaloide extraído del estramonio, y constituye el
tan grande locura como era arrebatar las haciendas que principio activo de esta planta.
no les pertenecían y despojando gentes que vivían a
dos mil leguas de España» (Roselli, 1968). Los Cacao ((Theobroma
Theobroma cacao)
“emburundanguearon”, tal como se hace ahora, o le
“dieron chamico”, como dicen en el Perú. Los aztecas cacaoquahuiltl, y se encontraba en toda la
América tropical; utilizaban la semilla como moneda y
Según el sitio, se denomina huar-huar, huanto o afirmaban que su conocimiento les había sido dado di-
guantuc, maicoma, natema, bobachera, chamico, flo- rectamente por Quetzalcoaltl. Con las semillas prepara-
ripondio. Los indígenas emplearon las diversas clases ban una bebida llamada chocolatl, a la que agregaban
de daturas con fines anestésicos o como alucinógenos, vainilla, chili y achiote. Los cronistas cuentan que
para entrar en trance. Como anestésico las emplea- Moctezuma tomaba todos los días su chocolate bien
ron los indios andinos y los araucanos. En estos últi- batido, con los aditamentos mencionados.
mos la anestesia, para reducción de fracturas y
luxaciones, se hacía por ingestión de una cocción de Coca ((Erythroxylum
Erythroxylum coca)
flores de chamico (Datura ferox), cuyo principio activo
es la escopolamina, o de las semillas, cuyo principio La coca, mencionada primero por Gonzalo Fernández
activo es la hiosciamina. de Oviedo, en 1535, en su Historia General y Natural
de las Indias, parece que fue llevada al Perú por los
El Padre Cobo, citado por Pardal, describe las pro- indios araucanos, que fueron arrojados de este país
piedades del chamico: por los chibchas. Sin embargo, parece que Américo
“Tomando su cocimiento adormece los sentidos.
Vespuccio ya menciona, en 1507, el hábito de los na-
Usan los indios de él para embriagarse, y si se toma tivos de masticar coca para “fortalecerse”. En el Mu-
mucha cantidad saca de sentido a una persona, de ma- seo del Oro, en Bogotá, se encuentran varias piezas
nera que teniendo los ojos abiertos no ve ni conoce. de recipientes para el transporte de la coca, utilizadas
Suélense hacer grandes males con esta bebida; y aún no por los indígenas, especialmente los de la Sierra Ne-
ha mucho tiempo que sucedió en este reino, que yendo vada y el sur de Colombia, aunque su uso fue gene-
de camino un conocido mío con otro compañero, éste ralizado en todo el país, donde se le dio el nombre de
para robarle le dio a beber chamico, conque el paciente
hayo o hahiu.
salió de juicio y estuvo tan furioso, que desnudo, en
camisa, se iba a echar a un río. Agarráronle como a loco
y estuvo de esta suerte sin volver en sí dos días”.
Reimburg dice que:
“…cuando se toma es necesario asegurarse la pre-
sencia constante de un compañero, porque se quedan  “Cabeza con rostro
de anciano con orejas
durante dos o tres días en un coma absoluto, y el papel
antevertidas” y mano
del compañero es de aventar continuamente al paciente, en mejilla derecha.
cuidando de que las cosas no vayan mal, en cuyo caso La figura no presenta
su deber es volverlo a la vida por los medios a su alcan- una patología
ce (flagelación, agua fría). Pero, al despertar, el paciente aparente. (6.9 cm)
que había partido al ‘país de los sueños’, trae consigo
conocimientos preciosos sobre el porvenir, los enemi-
gos que se pueden tener, etc.”
En México, el toluachi, que es otra Datura, lo usan
en una pomada para fricciones, y es curioso, porque
de esta forma la empleaban igual las hechiceras de la
edad media, sobre todo en Alemania.

El estramonio comprende dos especies importan-


tes, el Stramonium y el Metel. La Datura metel es

48
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

Los indígenas la masticaban, y todavía lo hacen, des y nuestros médicos usan della hecha polvos, para
junto con cal apagada, en un procedimiento que se atajar y aplacar la hinchazón de las llagas, para fortale-
conoce como “mambeo”, con el que se logra aislar el cer lo huesos quebrados; para sacar el frío del cuerpo o
para impedirle que no entre; para sanar las llagas podri-
alcaloide, y al tragar la saliva impregnada con él, se
das, llenas de gusanos. Pues si las enfermedades de
inhibe el hambre, el sueño y se estimula la energía afuera hace tantos beneficios, con virtud tan singular,
para el trabajo. En las zonas altas era, y es, un exce- ¿en las entrañas de los que la comen, no tendrá más
lente protector contra el “soroche” o mal de las alturas virtud y fuerza? Tiene también otro gran provecho, y es
(Wassen, 1967). Dice la tradición que en la época que la mayor parte de la renta del obispo y de los canó-
precolombina los médicos incas mambeaban gran- nigos y de los demás ministros de la catedral del Cuzco
des cantidades de hojas de coca, con el fin de obte- es de los diezmos de las hojas de la cuca; y muchos
españoles han enriquecido y enriquecen con el trato y
ner altas concentraciones en la saliva, que al escupir
contrato desta yerba...” (Op. cit.: 109)
sobre la piel o sobre la herida producían anestesia
permitiéndoles con ello ejecutar operaciones como las El análisis de este rico párrafo descriptivo de su
trepanaciones (Núñez, 1992). época, nos permite entender, en una forma vívida e
ingenua, algunas de sus afirmaciones que después
En sus Comentarios Reales, el Inca Garcilaso de la
serían descubrimientos en el mundo, haciendo con-
Vega, que era dueño de uno de los cocales más anti-
tundente la realidad de que “no es el inventor quien
guos en Havisca, sobre las márgenes del río Tunu, y
descubre el hecho, sino quien lo hace ser aceptado por
que se remonta hasta 1120, nos hace una relación
el mundo”. Así, producido por la administración
sobre la importancia de esta planta:
sistémica de la coca (transmucosa exactamente, en el
“No será razón dejar en olvido la yerba que los
indios llaman cuca y los españoles coca, que ha sido y
es la principal riqueza del Perú para los que la hayan
manejado en tratos y contratos; antes será justo que se
haga larga mención della, según lo mucho que los in-
dios la estiman, por las muchas y grandes virtudes que
della conocían antes y muchas más que después acá que
los españoles han experimentado en cosas medicina-
les... De cuánta utilidad y fuerza sea la cuca para los
trabajadores, se colige de que los indios que la comen
se muestran más fuertes y más dispuestos para el traba-
jo; y muchas veces, contentos con ella, trabajan todo el
día sin comer. La cuca preserva el cuerpo de muchas
enfermedades y nuestros médicos usan della hecha pol-
vos, para atajar y placar la hinchazón de las llagas; para
fortalecer los huesos quebrados; para sacar el frío del
cuerpo o para impedirle que no entre; para sanar las
llagas podridas, llenas de gusanos” (Garcilaso,
1973:109).
Y transcribe las descripciones que hiciera el Padre
Blas Valera, treinta años antes que él:
“...la coca es un cierto arbolillo del altor y grosor de
la vid; tiene pocos ramos y en ellos muchas hojas deli-
cadas, del anchor del dedo pulgar y el largo como la
mitad del mismo dedo, y de buen olor pero poco suave.
Es tan agradable la coca a los indios que por ella pospo-
nen el oro y la plata y las piedras preciosas; plántanla
con gran cuidado y diligencia, y cógenla con mayor;
porque cogen las hojas de por sí, con la mano y las
secan al sol, y así seca la comen los indios pero no la
 Cuerpo humano, de varón. Cara redondeada, ojos abiertos,
tragan; solamente gustan del olor y pasan el jugo. De puente nasal bajo, mejillas abultadas, orejas perforadas y boca
gran utilidad y fuerza sea la coca para los indios, pues se pequeña entreabierta. La cabeza es proporcionalmente grande
muestran más fuertes y más dispuestos para el trabajo, y con respecto al resto del cuerpo. La figura se encuentra ataviada.
muchas veces, contentos con ella, trabajan todo el día Miembros superiores e inferiores gruesos y cortos. El cuadro general
muestra a un hombre obeso. (7.9 cm)
sin comer. La coca preserva el cuerpo de las enfermeda-

49
LOS PSICOESTIMULANTES Y LOS VENENOS DE FLECHAS

escrito de 1605) está descrita la actividad estimulante “…veo lo que dice V.P. sobre la coca que estos in-
de su sustancia activa que, luego de ser aislada por dios llaman hayo. Deseo saber si es la legítima coca,
Albert Niemann en 1860, sería llamada “cocaína”. que vió V.P. en la provincia de Neiva, y la ai por aquí
silvestre, o si el hayo que dicen hayuelo en Santafé”
Sustancia que fue usada por Sigmund Freud de Viena,
(Sanabria, 1998).
conocido por muchos como el padre de la
psicofarmacología, por su uso. (¡Esto ocurre cerca de La preocupación de los gobernantes sobre este asunto
1.800 años después de los primeros registros cerámicos no es sólo de ahora, en que impera el narcotráfico, pues
del uso de la coca!) ya desde los primeros años de la colonia los gobernan-
tes españoles, la Corona concretamente, se inquietaron
No menos sorprendente es la descripción que rea- seriamente por reglamentar su cultivo y comercio. Esta
liza acerca de los efectos anestésicos y vasoconstrictores legislación sobre la coca fue muy amplia, como lo po-
locales de la coca, que nuestros indios utilizaban en el demos ver a continuación en la Recopilación de las Le-
tratamiento de las “llagas”, y que serían reproducidos yes de Indias, sobre este tema. Dicen así las dichas leyes:
nuevamente en Viena, con un retardo similar, al ser
aplicada localmente por Karl Káller en la cirugía ocu-
lar para suprimir la sensibilidad antes del procedimiento, “RECOPILACION DE LEYES DE LOS REYNOS DE LAS
INDIAS
y que constituye uno de los más grandes descubrimien-
Año de 1774, tercera edición, Madrid
tos de la práctica clínica contemporánea: la anestesia
local.
Es también impactante la evidencia del naciente TÍTUL
TÍTULOO CA
CATTORCE
Del servicio en Coca y Añir
comercio y tráfico de la hoja de coca —futuro estupe-
faciente— que redunda en el enriquecimiento de los
Ley primera, Que los Indios, que trabajan, en la Coca
comerciantes y jerarquías eclesiásticas de entonces, y sean bien tratados, y no usen de ella en superticiones y
que fueron más importantes fuera de nuestro territorio, hechicerías.
en el Perú, donde nació el cronista El Inca Garcilaso (D. Felipe Segundo en Madrid a 18 de Octubre de
de La Vega. Cieza de León dice que “en España hay 1569)
algunas personas que se enriquecieron con el produc- Somos informados que de la costumbre de los In-
to de la coca, comerciando con ella, vendiéndo y dios del Perú tienen en el uso de la Coca, y su granjería,
se siguen grandes inconvenientes, por ser mucha parte
revendiéndola en los mercados indios” (Pardal, 1937).
A su vez, Mortimer, citado por Pardal, dice que los
españoles toleraron el uso de la coca por dos razo-
nes: primero, porque vieron en ella una fuente de en-
riquecimiento comercial, y segundo, porque era un
modo de obtener mayor rendimiento en el trabajo del
indio (Pardal, 1937). Es importante recordar ahora que
la expansión del Tihuantisuyu, el imperio inca, proba-
blemente llegó con su influencia hasta la zona sur de
nuestro país en la época de mayor expansión, hacia
el siglo XV con Huayna Capac, quien conquistó a los
pastos en la actual zona de Nariño, y llegando hasta
el río Ancasmayo, presumiblemente el río Patía. Todo  Cuerpo entero con
ello ocurrió durante más de un milenio después de los cabeza inclinada a la
derecha, cuello muy
primeros registros de las altas culturas prehispánicas corto, brazos paralelos
que habíamos mencionado en la región de Nariño, al tronco en extensión.
Sin expresión facial de
que ya utilizaban la coca, como ya se citó. Así pues, dolor. “Puede
hacemos también parte de la historia de la coca, ma- corresponder a una
ravilloso legado de nuestros antepasados a la huma- displasia espóndilo
epifisiaria tarda o a un
nidad (Bejarano, 1999). síndrome de Morquio”.
En opinión del
En 1787, el Padre Diego García encontró coca en descriptor, también
la provincia de Neiva, hallazgo que interesó mucho a podría corresponder a
un humano
Mutis, quien le escribe diciendo: cuadripléjico. (9.5 cm)

50
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

para sus idolatrías, ceremonias, y hechicerías, y fingen, que lleve el vestido duplicado para remudar, y el dueño de la
trayéndola en la boca les da más fuerza y vigor para el Coca tenga especial cuidado, que esto se cumpla, pena
trabajo, que según afirman los experimentados es ilusión de pagar veinte cestos de Coca, por cada vez, que se
de el Demonio, y en su beneficio perecen infinidad de In- hallare traer algún Indio, contra lo susodicho, aplicados
dios, que por ser cálida, y enferma la parte donde se cria, e en la forma referida.
ir a ella de tierra fria, de que mueren muchos, y otros salen Ninguna persona puede sacar la Coca de donde se
tan enfermos, y débiles, que no se pueden reparar. Y aun- cria, y beneficia, para lo alto de la Sierra, donde se carga
que nos fué suplicado, que la mandássemos, porque de- para Potosí con Indios que la llevan a cuestas, pena de
seamos no quitar a los Indios este genero de alivio para el quinientos pesos para nuestra Camara, y de perder la
trabajo, aunque solo consista en la imaginación: Ordena- Coca que asi sacare, con la misma aplicación. Y permi-
mos a los Virreyes, que provean como los Indios, que se timos, que los Indios puedan ayudar a cargar la Coca,
emplean en el beneficio de la Coca, sean bien tratados, de que se subiere en recuas de ganados, y otros vagages.
forma que no resulte daño en su salud, y cesse todo incon- Al tiempo que los dueños de chacras alquilaren In-
veniente: y en cuanto al uso de ella para supersticiones, dios para beneficiarla, se obliguen a darles tanta comida
hechicerías, ceremonias, y otros malos, y depravados fi- por cada mes, quanta pareciere a la Justicia ser necesa-
nes, encargamos a los Prelados Eclesiásticos, que estén ria para sustentarle, y el contrato, que de otra manera se
con particular cuidado, y vigilancia de no permitir en en esta hiciere, sea nulo, y la Justicia tenga especial cuidado de
materia, ni aun el menor escrúpulo, interponiendo su auto- inquirire si esto se cumple.
ridad, y jurisdicción; y a los Curas, y Doctrineros, que lo Y porque los dueños de las chacras de Coca detie-
procuren saber, y averiguar, y den cuenta a sus Superiores. nen muchas veces a los Indios alquilados para benefi-
Ley ij. Ordenanza de la Coca ciarla más tiempo del contenido en el primer concierto,
(El mismo allí a 11 de junio de 1537) a cuya causa enferman: Mandamos que ningun Indio
El teatro de la Coca, que se cria y beneficia en las sea detenido por mas tiempo, aunque se lo paguen,
Provincias de el Perú es uno de los mayores, y que mas pena de quinientos pesos, aplicados en la misma forma.
las enriquecen, por la mucha plata, que por su causa se Ningún lndio, aunque quiera de su voluntad, se pueda
saca de las minas. Y haviendo entendido cuanto convie- alquilar por mas tiempo de una mita, lo cual se entienda,
ne remediar algunos desordenes, que intervienen en su assi para coger la Coca, como para encestarla, y dexar
cria, cultura, beneficio, tratamiento y servicio de los In- cocarada la chacra, el cual tiempo tasse la Justicia, y el
dios, nos ha parecido ordenar y mandar lo siguiente. contrato que de otra manera se hiciere, sea nulo.
Que ninguna persona pueda tener chacra de mas de Para que los Indios, que entraren a beneficiar la Coca,
quinientos Cestos de cosecha de Coca en cada mita, ni sean bien curados, los dueños de chacras tengan
criar Coca de mas quimes, de las que a vista de nuestras salariados Médicos, Cirujanos, y Boticarios, que acu-
Justicias, donde se criare fuere bastante para reponer, y dan al Hospital, y la Justicia cuide de repartir entre ellos
sustentar esta cantidad, pena de quinientos pesos, que este salario prorrata.
aplicamos mitad a nuestra Camara: y la otra mitad se
divide en dos partes, la una para el Hospital de los In-
dios que entran en beneficio de la Coca: y la otra para el
Juez que lo sentenciare, y Denunciador, por partes igua-
les, excepto en las chacras de los Indios, diputadas para
pagar su tassa, y tributo: y la Coca de los Yanaconas, y
Corpas, y la que se da por paga a los Indios, que se  Figura femenina.
Rostro con hemiparecia
alquilan para la beneficiar, que siempre estará a su
derecha y desviación
eleccion recibirla en especie, o dinero. de comisura labial
Los que a tiempo de la publicación no tuvieren los izquierda, con
quinientos cestos de mita, no pueden poner, ni tener inflamación de mejilla
mas de la que ya tuvieren, ni la planten de nuevo, si no izquierda. El torso de la
figura está dispuesto
fuere con licencia del Virrey, la cual él no pueda dar por de tal manera que las
más cantidad de los quinientos cestos, con la dicha pena manos ‘sostienen’ las
aplicada a nuestra Camara, y Hospital de los Indios. glándulas mamarias.
Todos los dueños de chacras de Coca, demás de los Puede tratarse de una
hemiparecia facial,
Galpones que tienen, en que moran los Indios
posparto, por
Yanaconas, y Corpas, tengan sus Galpones grandes, hiperglicemia de la
con barbacoas altas, en que habiten, y duerman los In- gestación. (7.3 cm)
dios alquilados con sus mugeres, é hijos, con la dicha
pena y primera aplicacion.
Porque la tierra donde la Coca se cria es humeda y
lluviosa, y los Indios de su beneficio ordinariamente se
mojan, y enferman de no mudar el vestido mojado: Or-
denamos, que ningún Indio entre a beneficiarla, sin que

51
LOS PSICOESTIMULANTES Y LOS VENENOS DE FLECHAS

La Justicia tasse el salario, que se ha de dar los


Indios, que entraren al beneficio de la Coca, y paguese a
los mismos Indios, y no a sus Caciques.
Los Indios no sean obligados, si enfermaren, a dar
otros, que por ellos sirvan, ni los dueños de las chacras
los compelan, pena de quinientos pesos, con la
aplicacion referida.
(El mismo en Toledo a 23 de Diciembre de 1560. En
Monzón de Aragón a 2 de Diciembre de 1563. En el
Escorial a 25 de Febrero de 1567)
Ningún Indio sea apremiado por los dueños de las
chacras, ni por sus Caciques, a que entre al beneficio de la
Coca contra su voluntad, con la misma pena, y aplicacion.
El dia que los Indios trabajaren en la Coca, no sean
compelidos por los Dueños, ni Mayordomos, a que ha-
gan mita de yerba, agua, leña, ni otra cosa mas, que la
del beneficio de la Coca, para que se alquilaren; ni lo
mismo se guarde respecto a sus mugeres, e hijos, y el
que contraviniere incurra en la misma pena, aplicada
segun lo referido.
Ninguno pueda vender, ni comprar Coca por precio
adelantado, pena de quinientos pesos, asi al vendedor,
como al comprador, con la misma aplicación.
(En San Lorenzo a 6 de abril de 1574)
Cualquiera persona que comprare Coca a los dueños
de las chacras, no la pueda vender, ni rescatar, si no fuere
de asiento de minas, que estuviere poblado, con la pena
contenida en el capitulo antes de este, y su aplicacion.
Los Dueños de la Coca, y sus Mayordomos procu-
ren informarse, y saber si las mugeres, que llevan los
Indios, que entran a beneficiarla, son suyas propias, ó
personas de quien se tenga sospecha, y dén cuenta de
ello a la Justicia, y al que tuviere cargo de la Doctrina.
Una de las cosas, que estorvan a los lndios, que
andan en el beneficio de la Coca, de oir Missa los Do-
mingos, y Fiestas, é ir a la Doctrina, es, que los Dueños
de ella, y sus Mayordomos los ocupan estos dias en
echarla a secar, no lo hagan, ó incurran en dicha pena, y
aplicacion, antes tengan especial cuidado en los hacer ir
a Missa, y a la Doctrina en tales dias.
Lo susodicho se guarde y cumpla en la Coca, que se
beneficia, y cría en los Andes del Cuzco, y donde militaren
la misma razón, y causas.”  Figura
humana muy
Los efectos sorprendentes que provocaba en el ataviada,
espíritu, y los cambios que determinaba en la perso- llevando un
nalidad, les hicieron atribuir a la coca una virtud y un vestido con
múltiples
origen divino a tal punto que, para muchos, en la planta acabados.
residía el espíritu de la divinidad, que había sido de- Sobre la cabeza
porta un gran
positado en ella para poner en comunicación al hom- adorno de
bre con aquélla. Por eso se ingería en grandes oca- apariencia
siones, para tratar de predecir el porvenir. A menudo zoomorfa.
(12.3 cm)
también el chamán la usaba para ponerse en trance
antes de tratar a un enfermo. Su uso se pierde en el
tiempo (Pardal, 1937). En los ritos funerarios del anti-
guo Perú se acostumbraba poner hojas de coca en la
boca de los muertos, para que su alma pudiera llegar
a la región de los bienaventurados.

52
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

Antes de la conquista del Perú, en 1500, el Padre y el intenso frío y durante la guerra de la Independencia
Ortiz de la expedición de Pedro Alonso Núñez y Cris- el general Miller atribuía la resistencia de sus tropas a
que masticaban coca y él mismo experimentó personal-
tóbal Guerra, en Cumaná, llevó su noticia a España,
mente los beneficios de su uso.”
con el nombre de hayo, y así se ha conocido en Co-
lombia y Venezuela, como lo consigna en sus Decades Los antiguos indios peruanos que masticaban coca
fray Pedro Mártir de Anglería. Cieza de León habla de con alcalinos, conocían el adormecimiento en lengua
su cultivo y del alcalino que le mezclan, que llamaban y labios, que en quechua se dice kunka sukunka (farin-
yicta, yista, llukta o tokkra. ge adormecida). Prueba del conocimiento general del
kunka sukunka, lo tenemos en la sabrosa anécdota
Su uso se extiende desde la puna argentina hasta del dolor de muelas del jesuita y cronista español
la Sierra Nevada de Santa Marta. Rodríguez Freyle Bernabé Cobo, consignada en su obra que data de
relata que el Padre Francisco Lorenzo, cura doctrinero 1653 (ed. 1890:473 ss.). Américo Vespuccio mencio-
de Ubaque “entró en una labranza hasta llegar a los na el hábito de los nativos de masticar hojas de coca
ranchos del jeque y sintió que estaban mascando hayo, adicionadas a polvo de cal, para “fortalecerse”.
porque le olía el ruido del calabacillo de la cal
(Rodríguez Freile: 69), y la vendían en las diferentes Es curioso que la coca se utilice por masticación de
plazas de los muiscas, traída de tierras templadas o las hojas, asociándola con sustancias alcalinas para
cálidas”. Juan de Castellanos dice respecto a la cos- extraer sus alcaloides, de un modo del todo análogo
tumbre de masticar coca entre los naturales de la sa- al que emplean los pueblos de Malasia, Indonesia y
bana de Bogotá: Polinesia para masticar las hojas del betel,
asociándolas también a sustancias alcalinas (Pardal).
“Pues el mayor espacio de la noche
gastan en mascar hayo, que son hojas Cohoba, cogioba, pericá, yopo o yupa
naturalmente como de zumaque; ( Piptadenias)
y de la misma suerte las labranzas,
y los efectos son ni más ni menos; Fueron, junto con el tabaco, las primeras sustancias
más debe ser de gran vigor el jugo, que los acompañantes de Colón vieron utilizar a los in-
pues comportan con él la sed y el hambre, dios como alucinógenos. La palabra cohoba designaba
y aún debe conservar la dentadura a la planta, el polvo aspirado y la ceremonia. En Haití
pues por viejo que sea cualquier indio todavía se conoce con este nombre.
muere sin padecer falta de dientes.
Y en todas las naciones de las Indias Decían los cronistas que causaba una fuerte em-
es común uso, por la mayor parte, briaguez, haciéndoles ver que las chozas se venían
mascar aquestas hojas, que es la coca, hacia ellos y que sus compañeros caminaban con sus
que tienen en Perú los naturales pies para arriba. Como todas las sustancias anterio-
y aún españoles por ganancia gruesa”
(Castellanos: II, 296).
Por lo común, las hojas se llevan en una bolsa de
 Figura de mujer de cuerpo
lana de colores vivos, que se llama chuspa o huallqui. entero, con mano derecha sobre
La coca no produce euforia, sino que estimula. La tórax y cadera abducidas.
masticación de la coca en dosis (Pardal) convenientes Puede corresponder a un
posparto. (11.7 cm)
es utilizada en las grandes altitudes, pues obra como
cardiotónico, aumenta la energía de las contraccio-
nes cardiacas, actúa como estimulante de la respira-
ción con aumento de la amplitud e intensidad de la
ventilación, lo que permite una mejor oxigenación, e
incrementa la energía muscular. El famoso mé-
dico peruano Hipólito Unanue refiere que du-
rante el sitio de La Paz, en 1771,
“Los habitantes después de un ase-
dio de varios meses, en un invier-
no riguroso, careciendo de pro-
visiones se vieron obligados a
hacer uso de la coca, y con ella,
los sitiados soportaron el hambre, la fatiga

53
LOS PSICOESTIMULANTES Y LOS VENENOS DE FLECHAS

res, se usó como alucinógeno para ver la voluntad de


los dioses, para predecir el futuro, buscar lo perdido,
diagnosticar y tratar las enfermedades. Fernando Co-
lón dice que los nativos guardan los polvos de cohoba
en unas bellas tabletas «come un tagliere” y la toman
por medio de “una canna di due rami, che si mettono
al naso”. El Padre Gumilla, ya citado, tiene una rela-
ción de cómo la aspiran los indios del Casanare; y en
el Caribe, en la isla de La Española (República Domi-
nicana y Haití) también se aspiraba por la nariz.
En la literatura de la República Dominicana se men-
ciona a los “médicos indígenas” o “hechiceros” cono-
cidos como Bbuhitihu, que aspiraban por la nariz un
polvo llamado cohoba, (D. festuosa, D. metel, D.
stramonium). Este polvo produce debilidad muscular,
estupor ligero, modificación de la visión, dilatación
pupilar, agitación, alucinaciones, sudores profusos y
embriaguez, y con todas estas manifestaciones esta-
ban en condiciones de adivinar y curar (Granados).
Utilizada para aumentar la fiereza en las guerras, la
cohoba proviene de los granos tostados de una
mimosácea. Poco antes de una batalla, los caribes “se
enfurecían con la Yupa, se herían a sí mismos, y llenos de
sangre y saña salían a pelear como unos tigres” (Álvarez).
Después de haberla aspirado o fumado, con ella logran
un estado de embriaguez especial, de locura, como lo
describe Humboldt a propósito de los indios otomacos
de la Orinoquia (Humboldt: 146).
Se usó en todo el Caribe, y en el continente hasta
la provincia de Córdoba, en Argentina; en toda la
Orinoquia y la Amazonia, y en la costa del Pacífico
desde Tarapacá y Atacama, pasando por Tihuanaco
hasta el Paraguay y el Brasil. A lo largo y ancho del
continente recibe muchos nombres; los principales son
cohoba, cogioba, yupa, yopo, niopo o pericá. La plan-
ta que la produce es la Piptadenia peregrina o la
Piptadenia macrocarpa, unas mimosáceas.
“Hay una planta que recuerda la trufa. Se llama Peyotl,
es de color blanco y se produce en las regiones más
septentrionales del país (México). Los que la comen ven
cosas sorprendentes y risueñas. Esta ebriedad dura dos
o tres días y desaparece. Esta planta es de consumo
habitual de los Chichimecas. Ella los sostiene y les da
coraje para el combate, poniéndolos al abrigo del te-
mor, de la sed y del hambre. El uso de esta droga estaba  Figura masculina
en manos de los adivinos, brujas y especialmente de los de cuerpo entero,
con expresión facial
portadores de encantos” (Pardal). de dolor, mano
derecha sobre
Y en las preguntas que se hacían a los indios que cadera e izquierda
se iban a convertir, estaba: ¿Has bebido peyotl o he- sobre cabeza, con
cho beber a otros, para conocer secretos y saber dón- masa que puede
ser abdominal o
de están las cosas perdidas? genital. (10.8 cm)

54
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

Entre los indios zacatecas, el peyotl:  Cuerpo humano, de


mujer. Cabeza con
“es la raíz que más veneran, la cual muelen y be- órganos normales.
Cuello largo y grueso
ben en todas las enfermedades, y no fuera esto tan (¿bocio?). Pechos
malo; si no abusaran de sus virtudes, porque para te- esbozados. El ombligo
se representa como
ner conocimiento de lo futuro y saber cómo saldrán en una oquedad. Mano
las batallas, la beben deshecha en agua y como es tan izquierda sobre la
fuerte les da una embriaguez con resabios de locura y cadera. El miembro
superior se dirige hacia
todas las imaginaciones fantásticas que les sobrevie- el cuello, pero desde
nen con la horrenda bebida, cogen por presagio de la perspectiva que
sus designios, imaginando que la raíz les ha revelado ofrece la fotografía no
es posible observar la
futuros sucesos; lo peor del caso es que no sólo los mano (15 cm).
bárbaros ejecutan esa diabólica superstición, sino que
aun entre los indios domésticos dura ese infernal
abuso” (P. Arlegui, citado por Pardal).
Entre los coras, el peyotl era tenido como crea-
ción del genio que designaban como ñaycuric, y
su ingestión les servía para tener comunicación
con él. Su uso se ha extendido a los indígenas
de los Estados Unidos, y se usa especialmente
por los huicholes, los coras y los tarahumaras,
y tiene diferentes denominaciones depen-
diendo del sitio o tribu: kamaba, hicouri,
houatari, wokowi (entre los comanches) y
kiowa (en los Estados Unidos).
La leyenda india del peyotl es muy inte-
resante: se cuenta que algunas tribus de So-
nora, los guachichiles, vivían en el inmenso te-
rritorio que hoy ocupan los estados de San Luis
Potosí, Zacatecas y Coahuila. En una época en
que se produjo un cisma en sus creencias religio-
sas, un profeta llamado Majakuagy se rebeló y
trató de modificar las costumbres seculares. Contra
él y los clanes que lo secundaban se levantó una
gran reacción, y fueron perseguidos; huyeron pero
se encarnizaron con ellos hasta atraparlos en un lugar
llamado Rha Tomuany, donde los desvalijaron y tortura-  Figura antropomorfa, ataviada con un adorno que cubre cabeza
y cuello. Presenta un collar grueso del que pende una figura de
ron, y luego de quitarles los utensilios para llevar el agua, forma circular, con dos perforaciones. El tronco y abdomen son
los abandonaron. Entonces Majakuagy suplicó a los dio- muy prominentes. Los miembros superiores se encuentran
cruzados sobre el pecho. Las manos presentan cuatro dedos. Los
ses y éstos, compadecidos, transformaron los restos de miembros inferiores son gruesos y cortos en proporción con el resto
sus utensilios en una planta maravillosa dotada de po- del cuerpo, sin que en ellos aparezcan rodillas ni distinción entre
deres sobrenaturales, que tenía la virtud de poner a los pierna y pie. En su parte más distal se esbozan cuatro dedos en
cada uno. (8.05 cm)
que la usaban al abrigo del hambre y la sed, por tiem-
po considerable. Así, sostenidos por dicha planta, lo-
graron llegar a Nayarit donde se asentaron. Posterior-
longitud de 10 a 15 cm, y los alcaloides que contiene
mente, Majakuagy impuso una costumbre ritual de
son anhalonina, anhalonirina, lofofenina y mescalina,
peregrinación a Rhaitomuany, para recoger
que es la que determina los efectos alucinógenos y de
ceremonialmente el peyotl (Pardal). Éste era un lugar
embriaguez. En los últimos tiempos ha tenido una gran
situado entre San Luis Potosí y Real de Catorce.
difusión en las reservas indígenas de los Estados Uni-
El peyotl es un cactus sin espinas, con forma de dos, como elemento ritual, especialmente entre los
pepino; su raíz en forma de tallo vertical tiene una delaware de Oklahoma. La mescalina produce altera-

55
LOS PSICOESTIMULANTES Y LOS VENENOS DE FLECHAS

ciones en los sentidos, en la situación de la personali- El tabaco fue una de las “maravillas curativas” que
dad, y aparición de estados cualitativamente anorma- apreciaron en grado sumo los conquistadores, en el
les, parecidos a los que produce el LSD, con cambios tratamiento de múltiples enfermedades, como una ver-
en el sistema nervioso vegetativo, visiones en colores dadera panacea.
abstractos, como de un caleidoscopio, que cambian
Su uso también fue castigado, y el hábito de fumar
a figurativos (figuras de monstruos, etc.), pérdida de
tabaco fue calificado por el Papa Benedicto XIII como
la banognosia, y perturbaciones de la personalidad,
la “ebriedad seca... pues sólo Satanás podía conferir
con euforia que se difunde al exterior y la fusión de la
al hombre el expulsar humo por la boca”. Por esta ra-
personalidad con los objetos del mundo exterior, como
zón se hizo un proceso inquisitorial a Rodrigo de Jerez
por ejemplo un árbol, y perturbaciones en el sentido
y Luis de la Torre, de la tripulación de Colón, por ad-
del tiempo. Hay ilusiones ópticas; en los cambios de
quirir tal vicio (Sotomayor).
sensaciones auditivas a ópticas, ven la música.
Yajé (ayahuasca, caapi) ((Banisteriopsis
Banisteriopsis caapi
caapi))
Ololiuhqui (coatlxoxouhqui)
Utilizado por los indígenas de la Orinoquia y Amazonia
Fue usada por los aztecas y otras tribus mexicanas para (Reichel: 345), su ingestión produce un estado espe-
entrar en trance, para averiguar la causa, diagnósti- cial con alucinaciones e ilusiones ópticas, excitación
co, pronóstico y tratamiento de las enfermedades o la intelectual y estados metagnámicos, y puede producir
adivinación de cosas o personas perdidas. Dice el P. fenómenos telepáticos y estados oníricos. Se conoce
Motolinia (Pardal) que con los nombres de yajé, ayahuasca o caapi. Fue utili-
“la semilla del Ololiuhqui, de la planta zado por los chamanes para colocarse en situación
Coatlxoxouhqui, emborracha y enloquece, haciendo ver psicológica y poder efectuar el diagnóstico de las en-
visiones espantables, produce los mismos efectos del fermedades:
Peyotl, aunque sólo persistentes por tres días”.
“el Chamán bebe habitualmente el Ayahuasca de los
Tomada, excita los deseos sexuales; también la adivinos y, como la pitonisa de antaño, en su delirio
usaban para consultar con sus dioses. conversa con los malos espíritus, explora el futuro mis-
terioso, lee el destino de la tribu y recibe las órdenes del
Tabaco espíritu de la vida» (Pardal).

Su uso fue eminentemente ritual, ya fuera fumado, mas-


ticado o como rapé. Se le aprovechó para lograr efec-
tos mágicos y prácticas adivinatorias. El hábito de fu-
mar estaba extendido por toda América. Envolvían los
cigarros de tabaco en hojas de maíz y lo empleaban,
nos dice Humboldt (: I, 146) para adormilarse y “para
ponerse en estado de sopor que llaman ingenuamente
sueño con los ojos abiertos o sueño de día”.
Usaban la hoja del tabaco masticada sobre las
picaduras de serpientes, con mucho éxito, dice el Pa-
dre Gumilla (: 300 ss.), como también sobre los nuches
y las garrapatas, como aún se hace en varias zonas
rurales de Colombia. También los médicos indígenas
soplaban a los enfermos con el humo del tabaco.
Utilizado por los paeces, en los que el chamán o te
eu emplea el tabaco mezclado con la coca para co-
nocer las “señas”, y también machacado para conte-
ner las hemorragias (Sotomayor). Los guajiros lo mas-
tican con propósitos mágicos y curativos, y es un  Cabeza humana con deformación frontooccipital (¿o un
elemento esencial para la práctica de los piaches. Los gorro?). Adornos en las orejas (cuatro argollas en cada una).
Ojos abiertos, pérdida de la punta de la nariz y parcialmente
motilones de la Sierra del Perijá lo cultivan y lo fuman del tabique. Boca entreabierta con masa (¿protrusión de la
en pipas de barro. lengua?). Puede tratarse de un hombre con pérdida de tejidos
blandos por leishmaniasis o por cáncer de piel. (8.9 cm)

56
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

Esta facultad de vaticinar o ver el futuro la describen empleo. Es especialmente en las tribus del grupo karib
todos los investigadores. donde se refiere el curare por primera vez. La noticia
Los ingas que viven en el Putumayo, una comunidad más difundida la dio la publicación de Sir Walter
de origen quechua, preparan con yajé y otras plantas el
Raleigh, titulada The Discovery of the Large, Rich, and
ayahuasca o “vino de la muerte.
Un relato, citado por Pardal, del uso experimental Beatíful Empire of Guiana, en 1595, donde describe
del yajé, dice así: la raiz tupara de la planta Strychnos toxifera y su pro-
“Ante mis ojos brillan algunos círculos luminosos, ducto, el urari, más tarde curare.
fosforescentes, y veo brillar, en un cielo esplendoroso,
algunas mariposas pertenecientes a las especies recogi-
Pero fueron los españoles los que llevaron al Viejo
das por mí en la mañana. La vista es muy neta, demasia- continente las primeras noticias sobre la preparación y
do neta, y me parece que veo las cosas a través de un uso del curare, por los indígenas de la bahía de Urabá.
pequeño agujero practicado en una cartulina. La inteli- En efecto, 24 años después del descubrimiento, y 36
gencia parece sobrexcitada y la facultad de observación antes del nacimiento de Raleigh, un historiador y mé-
muy desarrollada. Registro todos los síntomas con una dico italiano, prior de la catedral de Granada, publi-
perfecta lucidez de espíritu, y asisto a todos los aconte- có en Alcalá la obra De Orbo Novo; Decades, que
cimientos, como si se tratase de otro, y este síntoma me
recoge las historias y anécdotas de los descubridores
sorprende notablemente.”
españoles. En su libro, Pedro Martín de Anglería hace
El yajé es un bejuco (Banisteriopsis caapi o la frecuentes alusiones al curare. Fernández de Oviedo
Banisteriopsis quitensis) del cual se han aislado dos narra en su obra los estragos que los indígenas cau-
alcaloides: la yageína y la yagenina saron a los españoles con flechas emponzoñadas
(Herrera).
Yerba mate
Como las referencias son infinitas, sólo pondremos
Se conoce como un polvo grueso de las ramas de algunos pocos ejemplos: en la relación de Julián Gutiérrez
varias especies Ilex, (llex paraguariensis). Los indios sobre Urabá, en 1532, en sus tratos con el cacique de
guaraníes de las regiones irrigadas por los ríos Paraná, ese lugar, le dice que “aderézanse algunas flechas con
Paraguay y Uruguay conocían las propiedades esti- yerba para si fuesen menester” y más tarde agrega, que
mulantes y estomacales de la yerba mate, a la cual a un indio “que iba huyendo, el dicho cacique Everaba le
llamaban caá guazú. La usaban para dos fines dife- tiró una flecha con yerba y le dio con ella en el costado”
rentes: como estimulante y como infusión, tal como se (Friede: 336 ss.). Hablando de las tribus de Santa Marta,
usa hoy en el sur de Sudamérica (Pardal). el cronista Juan de Castellanos dice:
Su antigüedad se remonta al año 1000, según
datos encontrados en los huacos de Ancón. Dice el  Figura humana mas-
padre Lozano que los hechiceros, “para oír los orácu- culina, sentada. Ausen-
cia de ojo derecho.
los falaces del padre de la mentira se valen de la yerba Miembro superior dere-
del Paraguay que beben molida en polvos, porque a su cho en abducción,
uso está ligado el pacto de darles respuesta; y así la miembro superior iz-
quierdo sobre abdo-
frase de dichos magos es: la yerba me ha dicho esto o men. En la región
aquello” (Lozano: I, 427). peripúbica se observan
múltiples perforaciones
(diez). (7.05 cm)
Yoco ((P
Paullinia
aullinia))
Dice el P. Pérez Arbeláez que es un bejuco como el
yajé, que crece en toda la espesura de la selva
amazónica. Los indígenas lo usan siempre que se pre-
senta escasez de víveres, porque al tomar una porción
por la mañana, y sin más alimento, trabajan sin expe-
rimentar hambre. Su principio activo es la cafeína, y
se usa para disminuir la sensación de hambre.

Venenos de flechas
Son varias las descripciones, en todas las crónicas (Du-
que, 1965: 396 ss.), sobre flechas envenenadas y su

57
LOS PSICOESTIMULANTES Y LOS VENENOS DE FLECHAS

nistas. El veneno era tan peligroso, que un simple rasgu-


ño hacía morir a los hombres en crisis de rabia.
Es curioso, comenta Vellard (: 13 ss.), que una ac-
ción tan violenta y dolorosa, lenta, acompañada de
crisis convulsivas sobre las cuales insisten todas las des-
cripciones, haya podido ser atribuida al curare. La ac-
ción del curare es extremadamente rápida, brutal y
provoca una parálisis con relajación muscular total; la
parálisis se produce en muy poco tiempo, algunos mi-
nutos, o si no los animales no tardarían en restablecer-
se. Imposible confundir dos acciones tan diferentes. Los
cronistas a menudo interpretaron mal los hechos, aunque
ellos eran en general buenos observadores. Las diferen-
cias de actividad entre el curare y las flechas envenena-
das utilizadas contra los españoles, son radicales y no
dejan la menor duda sobre la naturaleza diferente de los
venenos que llevaban.
Contra los españoles se utilizaron, a todo lo largo y
 Cabeza humana, de varón, con cráneo deformado ancho de América, venenos a base de la planta lla-
hacia atrás (¿gorro?). Ojos abiertos, orejas grandes. Des- mada manzanilla (Hippomane mancenilla) que crece
viación del tabique nasal hacia la izquierda, con pérdida
parcial del ala nasal derecha y ligera desviación hacia la en las costas colombianas, y otros extraídos de algu-
derecha de la comisura labial. (5.5 cm) nas especies de ranas muy venenosas que se usaron
solamente en casos de guerra. El veneno de caza de-
bía tener efecto inmediato y no dañar la carne que se
“El tiro del carcaj va siempre lleno iba a consumir, y para esto usaban y usan el curare.
cuando se ven en bélica porfía
En la Española, descubierta por Colón en su pri-
de pestilencialisimo veneno
que mata dentro de natural día
mer viaje, los indios eran pacíficos y no se señala en la
algunos al tercero y al septeno historia el uso de veneno de flechas (Granados).
con rabia que de seso los desvaría
y aún ellos se darían mala muerte Curare
si los dejasen solos desta suerte”
(Castellanos: II, 296).
El curare, o más bien “los” curares, drogas originarias
de la selva del Amazonas, han permanecido largo
Más tarde, hablando de los indios de la sabana de tiempo como algo misterioso y todavía están rodea-
Bogotá, escribe: dos de leyendas. Para numerosos grupos de indíge-
“Los dardos de sus cerbatanas nas del Amazonas que aún permanecen en estado de
con mortales angustias amenazan cazadores de la piedra pulida, el curare es, según la
a causa de tener mortal untura” expresión que ellos usaban, “el arma que mata baji-
(Castellanos: IV, 154). to”, porque de ella se sirven para matar silenciosa-
Los cronistas y misioneros españoles, seguidos más mente, sin espantar a los habitantes naturales de la
tarde por visitantes de otras nacionalidades, ingleses y selva, monos y pájaros.
holandeses sobre todo, nos han legado las fábulas más Tenemos información de que, entre otros, también
singulares sobre este veneno, y sobre los venenos de gue- los karib, distribuidos en las áreas del norte de Vene-
rra utilizados por los pueblos americanos. Los españoles zuela, Colombia, Guayanas y Brasil, así como en las
no conocieron el verdadero curare, pues cuando llega- islas del mar del Caribe y de América Central, usaban
ron encontraron tribus que utilizaban flechas de guerra el curare como veneno aplicado a sus flechas.
envenenadas, flechas “herboladas”, impregnadas de ju-
gos vegetales que les inspiraron un profundo terror. Los El único instrumento indígena americano que utiliza
heridos sucumbían lentamente, en 24 horas o más, como aire comprimido, es la cerbatana, que dispara peque-
lo describe Castellanos, con temblores generalizados, con- ñas flechas de 1 a 3 gramos de peso, emponzoñadas
vulsiones y sufrimientos atroces, “rabiando” dicen los cro- con curare. Casi todos los principios activos de éste

58
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

son derivados bicuaternarios di-isoquinoleicos. Entre La palabra curare se deriva de la lengua karib, y
estos derivados, uno de los más importantes es el de significa Mawa cure. Este bejuco es el Strichnus Curare
base cuaternaria, de gran empleo inicial en anestesio- o Stríchnus Crevauxi.
logía, la d-tubocurarina, que tiene una acción parali-
El barón Alexander von Humboldt (: I, 151) nos
zante de los músculos esqueléticos e inhibe la reac-
describe que uno de los indios que los guiaba por la
ción a los impulsos nerviosos y a la acetilcolina.
Orinoquia les decía que
El primer libro sobre América, como se dijo arriba, “… el curare que nosotros preparamos de padres a
De Orbo Novo, por Pedro Martín de Anglería, —data hijos, es superior a todo lo que vosotros sabéis hacer
de 1516—, contiene numerosas referencias de un ve- allá abajo (al otro lado de los mares). Es el jugo de una
neno para flechas que posiblemente era el curare. Se hierba que mata bajito, sin que se sepa de dónde ha
atribuyó a Sir Walter Raleigh, introductor del tabaco venido el golpe”.
en Europa, el haber llevado a su regreso, en 1595, la Humboldt continúa describiéndonos que lo sacan
primera muestra de curare, aunque algunos lo ponen del “bejuco de mavacure”, que indistintamente se em-
en duda. Hasta el comienzo del siglo XIX no se supo plea fresco o seco, y que el veneno sale de:
nada de importancia respecto a él. Más tarde, las difi-
cultades afrontadas por los investigadores no eran sim- “la corteza y una parte de la albura, las que contienen
este terrible veneno. Se raspan con un cuchillo ramas de
plemente científicas, ya que resultaba imposible conse-
mavacure de cuatro a cinco líneas de diámetro; se aplasta
guir la droga y la materia prima. La mayoría de los la corteza así quitada y se reduce a hebras muy delgadas en
indios sudamericanos que lo usaban ignoraban de qué una piedra de moler harina de yuca. Como el jugo veneno-
se trataba. Los ingredientes y método de preparación so es amarillo, toda esa masa filamentosa toma ese mismo
eran secretos inviolables, protegidos por tabúes y ritos. color. Se echa en un embudo de nueve pulgadas de alto y
Transcurrieron muchos siglos antes de que se permitiera de cuatro de orificio... Se empieza a hacer una infusión en
a un extranjero observar la cocción del jugo negro y frío vertiendo agua sobre la materia filamentosa, que es la
corteza machacada del mavacure. Filtra un agua amarillen-
acre. Sin embargo, en 1812 Sir Benjamín Brodie publi-
ta, gota a gota, durante varias horas a través de un embudo
có un libro, en el que junto con otros colaboradores de hojas. Esta agua filtrada es el licor venenoso, pero no
señala que el curare primero aflojaba o paralizaba los adquiere vigor hasta que se concentra por evaporación, a
músculos, y luego mataba al detener la respiración de manera de las melazas, en una gran vasija de barro. El
la víctima. Poco después, los botánicos identificaron y indio nos invitaba de cuando en cuando a probar el líquido;
clasificaron las plantas productoras. se juzga, según el gusto más o menos amargo, si la con-
centración por el fuego ha llegado al exceso. No existe
Un misionero jesuita del Casanare, José Gumilla, ningún peligro en esta operación, ya que el curare no es
dio en 1745 una primera descripción del “veneno su- nocivo hasta que entra en contacto directo con la sangre.”
til llamado ourari, su curiosa preparación y su acción
casi instantánea”. El sacerdote hace una descripción
del verdadero curare, usada por las tribus del Orinoco
para la cacería:
“…lo venden en ollitas nuevas o botecillos de ba-
rro, que la que más cabe tendrá cuatro onzas de aquel
veneno, muy parecido en su color al arrope subido de
punto; no tiene sabor ni acrimonia especial; se pone en
la boca y se traga sin riesgo ni peligro alguno; con tal
que, ni en las encías, ni en otra parte de la boca, haya
herida con sangre.”
Y relata así la cacería:
“…le rogué, a un indio, que flechase uno de aque-
llos monos, el cual parado en pie sobre una hoja de
palma, con la mano izquierda tenia otra hoja más alta:
dióle la punta de la flecha en el pecho, levantó la mano
derecha que tenía colgando e hizo ademán de querer
arrancar la flecha (como lo hacen cuando las tales no  Cabeza de joven con frente inclinada hacia atrás, ojos
tienen curare) pero al mismo tiempo de hacer el ade- abiertos, nariz y orejas pequeñas, sonrisa amplia y mentón
mán, y sin acabar de llegar la mano a la flecha, cayó pequeño. Sin patología aparente. Parece tratarse de un
muerto al pie de la palma” (Gumilla: 300 ss.). joven sonriendo. (7.2 cm)

59
LOS PSICOESTIMULANTES Y LOS VENENOS DE FLECHAS

 Cabeza Los indios tehuelches o tennakes, que habitaban el


humana, de sur del río Negro, y que en sus correrías llegaban hasta el
mujer, con cráneo
deformado hacia estrecho de Magallanes eran, al parecer, los únicos que
atrás (¿gorro?). usaban el extracto de la sustancia extraída de vegetales,
Ojos abiertos, el curare, tan difundido en el norte del río Amazonas.
boca entreabierta.
Pérdida de la Las propiedades del curare sólo se comenzaron a
punta de la nariz.
Orejas grandes estudiar a principios del siglo XIX, y en 1844 Claude
y perforadas. Bernard estableció sus características especiales, pero su
(5.7 cm)
uso en anestesiología sólo se produjo un siglo después,
cuando revolucionó la práctica de esta especialidad, pues
produce una excelente relajación muscular que permite
cirugías abdominales y torácicas, permite la adecuada
ventilación y mantiene quieto al paciente. El curare mar-
có el inicio de toda la gama de relajantes musculares
que hoy son indispensables en la cirugía moderna.

Otros venenos de flechas


 Mano izquierda humana de
proporciones normales, con el Las flechas envenenadas utilizadas para la guerra eran
primer dedo apoyándose en la las llamadas “herboladas”: las víctimas morían rabian-
falange distal del segundo,
ligeramente lateralizado. Los dedos
do, como ya se describió. Los cronistas españoles ha-
del segundo al quinto se blan con terror de las flechas “hervadas” o “herboladas”,
encuentran semiflexionados. impregnadas de zumos vegetales, las que con un simple
Atrofia de la eminencia tenar. La
forma y disposición de las uñas es rasguño provocan dolores intolerables, crisis de gritos,
normal. El conjunto general convulsiones violentas y la muerte rápida, o en horas, en
muestra un probable compromiso
del nervio mediano. (7.1 cm)
medio de ataques de rabia. “Rabiando”, escribían Cieza
de León y otros historiadores de los primeros tiempos de
la conquista del Nuevo Mundo. Estos venenos estaban
muy extendidos en los grupos indígenas de filiación karib,
y se preparaban de muy diferentes formas, variando con
Hasta aquí la relación de Humboldt que coincide esto su toxicidad. López de Gomara, un viejo escritor,
exactamente con la técnica usada actualmente por al- agrega que los raros sobrevivientes soportaban una exis-
gunas tribus de las selvas amazónicas, como me lo tencia dolorosa, y en 1510 Juan de la Cosa, ex geógra-
relató un indio de una de esas tribus, los kuacas, que fo de Colón, murió a causa de una flecha envenenada
viven en el Vaupés. disparada con cerbatana.
Todavía próximos al comienzo del siglo XX, su pre- Sebastián Elcano informó que cuando cruzaban el
paración estaba llena de supersticiones indígenas, sien- estrecho, que después se llamó de Magallanes, un in-
do encomendada su elaboración a hechiceros o vie- dígena disparó, desde tierra, una flecha “envenena-
jas de las tribus. Bohen se ocupó de estudiarlas da” que originó la muerte, entre contracturas, de un
realizando una buena descripción de los tres tipos fun- miembro de la tripulación, la que se pensó podía ser
damentales de curare en uso, existiendo el curare de debida al empleo del curare.
calabaza, el de olla y el de tubo, según las ollas o Los ingredientes en la preparación de esos venenos
marmitas que se empleaban. variaba muchísimo, pero el más usado era el que se ex-
Con lo dicho arriba, queda claro que el curare fue traía de un árbol llamado manzanillo (Hypomane
utilizado, y aún hoy lo es, por los indios de las selvas mancenilla). También extraían de las glándulas de la piel
de la Amazonia y Orinoquia, como veneno de fle- de las ranas coi-coi, la secreción lechosa que es un vene-
chas para uso exclusivo de la caza, y nunca para la no que mata por parálisis respiratoria. El pacurú niaara,
guerra. Para ésta usaron otros venenos que men- “árbol venenoso”, que usaban principalmente los catíos,
cionaremos a continuación. Algunos cronistas die- en la costa del Atlántico, para envenenar sus dardos y
ron erróneamente el nombre genérico de curare a to- flechas, contiene un principio activo cardiotónico, la
dos los venenos de flechas, y de ahí la confusión. niaarina uscharín, que produce bradicardia y paro.

60
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

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62
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

NOTAS SOBRE UN RELATO DE CURANDERISMO DE


LOS UIT OTOS1
UITO

FERNANDO URBINA RANGEL

He titulado La copa de los espíritus del bosque a un resulta necesaria como compañera de trabajo (coci-
largo relato hecho por un indígena uitoto —del linaje nera) para un mejor desempeño en su labor como
Monanizaï2 — de la Amazonia colombiana, que ob- aserrador, responsable ya de un equipo de trabaja-
tuve en diciembre de 1979, en el Río Caraparaná. dores. Es entonces cuando comienzan sus padecimien-
Consta de unas 24.000 palabras y en él se vertebra tos: perseguido, es finalmente cazado y casado. Re-
una serie de aspectos relacionados con la medicina gresa a sus trabajos habituales como aserrador y tam-
indígena. bién como cazador4 . Se le desencadena una serie de
dolencias que durante tres años lo llevarán de curador
SÍNTESIS DEL RELATO
RELAT en curador, expertos algunos de ellos, y otros tan sólo
coyunturales. Recurrirá a los Sabedores de su tribu y a
Inicialmente, Juvenal Flaviano Castilla3 narra una aven-
los de otras etnias, incluyendo la medicina del blanco,
tura amorosa que tuvo lugar cuando recién salía de
su adolescencia, y que lo hace huir y dedicarse al tra- a la que desprecia, para tornar, sin embargo, a utili-
bajo de aserrío, actividad en que la movilidad y las zarla; infringirá dietas y otras prescripciones rituales
lejanías le suministraban una defensa efectiva frente a propias de su pueblo; creerá y no creerá; volverá a la
las autoridades que lo perseguían. Pasados varios años tradición más estricta y se apartará de ella; recurrirá a
en ese ajetreo, se mete nuevamente en un lío de fal- los espíritus ancestrales y a las nuevas divinidades (Cris-
das y termina por robar una muchacha que, además, to); hará el viaje largo —bebedor de yajé y virola—

1 Los materiales de este escrito se presentaron originalmente como ponencia en el 45º Congreso Internacional de los Americanistas
—Universidad de los Andes, Bogotá, julio de 1985—, y en agosto del mismo año como conferencia, acompañando la muestra fotográfica
AMAZONIA: Naturaleza y Cultura, durante el “Ciclo sobre Vida y Cultura en la Amazonia colombiana” —Cámara de Comercio-
Universidad de Antioquia, Medellín. En junio de 1986 se desarrolló el tema en la Asociación Médica de los Andes-Universidad Javeriana.
Muchos de los problemas que aquí tan sólo se insinúan habían sido profundizados en el curso Mito y farmacopea indígena, fundado y
mantenido por el autor durante alrededor de una década (a partir de 1976) en el Departamento de Farmacia de la Universidad Nacional
de Colombia. El presente artículo conserva un tanto el estilo de charla, luego de ser transcrita la grabación de la conferencia. Con
posterioridad a su publicación en el Boletín de Antropología de la Universidad de Antioquia en 1987, se le han venido introduciendo muchas
correcciones y numerosos complementos, tales como una bibliografía mínima, y se duplicaron y ampliaron las notas de pie de página.
2 Clan de la Gente de Cielo. Este linaje pertenece a la nación denominada murui-muinane por los antropólogos Calle-Crooke,
preferida por ellos a la de “uitoto”, de uso más extendido, y que ha sido acogida por la mayoría de los investigadores. La denominación
murui-muinane tiene carácter ritual. En ocasiones el autor utiliza la expresión murui, simplemente para referirse a los llamados por otros
estudiosos murui-muinanï, aclarando que en esta Nación se habla de “murui-propio”, o sea los hablantes de los dialectos mïka y bue
(Juvenal es hablante de bue), y de murui-muina, llamados así por los primeros, a causa de ubicarse cerca de los muinanes; los dialectos de
los murui-muina son el nïpode y el mïnïka. Cuando se usa el término “muinanes” se refiere a los integrantes de una etnia: la muinane, a
cuyos miembros los uitotos denominan “muinanes propios” o “verdaderos muinanes”, o sea los hablantes del muinane-bora, quienes
tuvieron como hábitat tradicional La Sabana, en el río Cahuinarí. Cf. las aclaraciones que consigna al respecto Gasché. A partir de 1990,
lingüistas y comunidades (sus delegados) se pusieron de acuerdo en adoptar definitivamente el nombre de uitotos, toda vez que su uso
extendido hizo perder el carácter peyorativo que tuvo originalmente. Tal como lo consigna Gumilla en El Orinoco Ilustrado, itotos era la
fórmula con que los karibes orinoquenses designaban a los gentíos enemigos ubicados al sur del río Guaviare, y sobre los que ejercían sus
temibles razzias en orden a hacer prisioneros para venderlos como esclavos. Según dicho cronista, aquellos formidables guerreros,
dedicados al tráfico humano, armaban expediciones que los llevaban hasta 600 leguas de sus asentamientos para nutrirse de su preciosa
mercancía; el producto de sus pillajes y correrías era comerciado con los holandeses de Surinam.
3 Este relato se hizo en su casa flotante —única en la región—, cerca de la desembocadura del río Caraparaná en el Putumayo.
4 En la década del año 70, muchos indígenas continuaban dedicados a la cacería profesional; se los llamaba pieleros o tigrilleros por
constituir los tigrillos —en especial la especie Felix pardalis—, su principal presa. Sucesivos gobiernos fomentaron este renglón de las
exportaciones menores —en especial el de Misael Pastrana— sin parar mientes en el funesto deterioro del equilibrio faunístico. Rotas muchas

63
NOTAS SOBRE UN RELATO DE CURANDERISMO DE LOS UITOTOS

a la región donde los seres se ubican en el conjunto y


se logra la Fuerza; echará mano de los mitos de su
tribu para entrecruzarlos luego con las enseñanzas del
evangelio cristiano; estará inmerso en el tiempo fuerte
de una Semana Santa, y en el tiempo pesado de los
bailes rituales; buscará la manera de llegar a Kuere,
raja de los mundos, túnel que los atraviesa y donde se
cosechan las formas de venganza; signará con cruces
los ámbitos peligrosos de las selvas sombrías de
Jidïma 5 y los rastrojos de sus antepasados en que
ocurren los hechos más notables, sitios llenos de his-
torias primordiales; verá el mundo pequeño y ma-
nejable desde la perspectiva del saber total, y senti-
rá su cuerpo verde devorado por grillos verdes; se
valdrá de otros; terminará por recurrir a su propia
Fuerza, indagando en sí mismo, en sus sueños; exa-
minará los signos que le ofrecen los fenómenos na-
turales —en el ámbito inmenso del cazador solita-
rio—, para enfrentar en la soledad las acechanzas
del enemigo; acabará por confrontar al principal
de ellos y derrotarlo en las batallas verbales en que
el saber es el arma eficaz, y con ayuda de El que ve
—el Sabedor de tradiciones— descubrirá, por fin, en
el hecho de haber robado su mujer, la fuente  Figura humana de mujer, con banda en la cabeza. A nivel del
tórax lleva dos bandas que sirven como una especie de cinturón
primigenia de sus males. para asegurarla a una tabla por la espalda. Dos prominencias
salen de la tabla, justo por debajo de las orejas. El conjunto da la
A lo largo del relato, Juvenal Flaviano Castilla impresión de ser un método para fijar firmemente a una persona a
irá apareciendo poco a poco como otro de los tantos la tabla. Figura sin patología aparente. (6.7 cm)

de las cortapisas rituales (conservacionistas) por causa de la anomia propia de la comercialización mercantilista, numerosos indígenas
cayeron en la trampa de contribuir a destruir sus propios recursos vitales con la añagaza de un beneficio pecuniario individual inmediato.
La idealización ingenuamente proindigenista de considerar al indio como el mayor conservacionista y mejor guardián de los entornos
naturales, merece revisión crítica. Muchas veces, la “conservación”, resultante de su limitada acción predadora no es más que la consecuen-
cia de una carencia de tecnología destructiva mayor. El Occidente “civilizado” se la ha estado proporcionando y generando en ellos las
necesidades para su utilización. Es evidente que en las mitologías y en los rituales se postula el equilibrio como norma de conducta,
basándose en una clara noción de no-desperdicio (no-exageración); pero son normas ideales que encuentran, entre el común de los
indígenas, ideas contradictorias como la noción de la inagotabilidad del entorno, que lleva a prácticas irresponsables (= mal manejo =
manejo en que no se tiene en cuenta el conjunto). Esta última noción (inagotabilidad del entorno, unida al beneficio individual inmediatista)
prima sobre la anterior (noción de equilibrio como base para el buen manejo del conjunto, en función comunitaria), que sólo está en la
conciencia de los grandes Sabedores... aunque no siempre en su comportamiento. De ahí que, por ejemplo, los angustiosos llamados de
uno que otro agente honesto del Inderena (hoy Ministerio del Medio Ambiente), acerca de no consumir tal o cual especie en vías de extinción
o merma grave, caen en el vacío de la burla, sin que se pueda alegar la carencia de otros recursos. El problema es muy complejo y discutible.
Por fortuna, en el ámbito de organizaciones indígenas regionales y nacionales se está trabajando en este sentido, tomando conciencia de
la no inagotabilidad de los medios tradicionales de subsistencia. La conciencia de cuán limitados son los llamados recursos naturales es
un correlato de considerar la tierra (el único, hasta ahora, cuerpo celeste con vida) como un sistema cerrado. En los patrones míticos (por
desgracia abandonados paulatinamente por muchos indígenas que han sido convencidos de que con un proceder de tipo mercantilista se
“civilizan”, pero felizmente mantenidos o recuperados por otros que afianzan su identidad), se vislumbran soluciones a las crisis
medioambientales, que hoy son mayoritariamente la consecuencia de los intereses de las transnacionales y los gobiernos que adolecen de
marcada flexibilidad en la cerviz. El relato de Juvenal ilustra el conflicto ideológico que surge al oponer las pautas tradicionales en el
manejo de los entornos naturales a las prácticas de la cacería comercial y de la explotación maderera, propias de la economía de mercado
global, tan proclive a vulnerar los Derechos Ambientales.
5 Ï: vocal alta, central o posterior no labializada. Sonido entre las vocales e e i.

64
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

héroes míticos6 ... a través de una lucha descomunal,


en que se aúnan lo viejo y lo nuevo, será el hombre:
esa dimensión en que la batalla cósmica no se
remansa... sino que se continúa.
Ésta sería la síntesis del relato. Voy a particulari-
zar muy pocos aspectos de esta relación que com-
prende casi un centenar de temas, susceptibles de
amplios desarrollos, tocantes a puntos cruciales del  “Mujer con expresión de
dolor”. El cuerpo presenta
edificio cultural de la etnia en cuestión, y que se una prominencia
entrecruzan con elementos de la cultura dominante. abdominal, por lo que
posiblemente se trate de
Entre estos últimos, algunos ya se encuentran constela- una embarazada. La
dos, y otros temas permanecen aún, aparentemente, figura presenta, además,
como cabos sueltos. una especie de gorro.
(11 cm)

SOBRE EL SINCRETISMO

Los uitotos y muinanes son naciones indígenas que ya


han sido bastante influenciadas por la sociedad ma-
yor, de manera expresa por la ideología cristiana. Es-
tos influjos se organizan dentro de su propia tradición
que, necesariamente, se va modificando7 .
Aunque todos los miembros de estas comuni-
dades dicen ser cristianos, y desde luego, están bauti-
zados y practican algunos otros ritos sacramentales, si
se permanece un tiempo —incluso corto— entre ellos,
adelantando averiguaciones así sean superficiales, es un sendero con muchos meandros, con muchas en-
posible percibir que la cultura tradicional todavía está tradas y salidas; se dan contaminaciones,
vigente, disimulada y camuflada en algunos casos, interpolaciones de otros universos ideacionales, de tal
estrategias que al ponerse en práctica permiten su manera que las culturas son mezclas en permanente
sobrevivencia 8 . No obstante, las tradiciones van acomodación. Sucede que cada cultura está siempre
modificándose ante la fuerte presión de la cultura do- en proceso de sintetizar, de organizar esos elementos
minante y, a la larga, se obtienen resultados como nuevos que van apareciendo, fruto de desarrollos
éste, es decir, textos con numerosas interpolaciones, endógenos, o bien motivados por influencias exter-
fruto de actitudes contradictorias, consecuencias de nas. Cuando se pierde la capacidad de constelar, de
enfrentamientos, imposiciones y préstamos. integrar, la cultura particular muere y sus sustentadores
Respecto del sincretismo se pueden distinguir dos quedan sumidos en la marginalidad propia de quien
tipos: uno, el natural, que ocurre siempre en toda cul- carece de contexto, de horizonte en el cual ser a ple-
tura. No hay ninguna cultura “pura”: todas son sínte- nitud. El resultado es el hombre desarraigado que ha
sis, imbricaciones de otras muchas experiencias vita- perdido su identidad; desde luego, empieza a gene-
les, y la vida no es un camino que viene derecho sino rar otra manera de ser que da sus mejores frutos cuando

6 Las aventuras de los héroes míticos constituyen los paradigmas sobre los cuales se estructuran las aventuras personales. Son los
moldes con los cuales se organiza la experiencia para darle sentido pleno.
7 Una cultura se reconoce (identidad) y permanece viva cuando es capaz de acoger elementos externos e integrarlos. Sucede que
cuando estos factores exógenos llegan en forma masiva, imponen su propio esquema, su propio orden, siendo portadores de los valores
específicos del mundo que los gestó y de los que son trasunto. Entonces, la esencia de la cultura invadida —su manera singular de anudar
elementos— cambia, para dar lugar a otras formas. La vida, que no espera, lo impone. El tránsito puede ser muy acelerado o lento, pero el
resultado nunca es una copia totalmente fiel de lo otro.
8 Luego de haber entrado paulatinamente en vigencia la Constitución del 91 se nota, en algunas comunidades indígenas, una
actitud un tanto más inclinada a recuperar la propia tradición ancestral.

65
NOTAS SOBRE UN RELATO DE CURANDERISMO DE LOS UITOTOS

se asume como síntesis y se radicaliza. Cuando sim- distintos. Algunos creen haber superado al menos un
plemente copia, cuando simplemente adopta, hay poco ese narcisismo cultural y consideran que en la
raíces que quedan en el vacío... le ocurre a la mayo- diversidad hay belleza, grandeza y poder. Es bello que
ría de los colombianos: de espaldas a la tarea de los rostros sean diferentes... y fructífero que haya creen-
hacerse cargo de su mestizaje racial y de asumir su cias distintas sin pretender que exista sólo una válida:
multiculturalismo; con esa actitud escapista se pierde la propia, empobreciendo la realidad de suyo tan ex-
la mayor oportunidad que ofrece la historia nacional, traordinariamente matizada, compleja, cambiante.
la extraordinaria variedad, que, de ser interiorizada Desde luego, para explicar este comportamiento se
haría posible fraguar la más humanizante, enriquece- deben tener en cuenta otros factores como el afán de
dora y dinámica de las síntesis. dominio, que busca “uniformar” para ejercer un ma-
yor control, cuando se tiene ganada la batalla princi-
Existe otro sincretismo: el artificioso, que ha sido
pal. Sin embargo, este mismo afán de dominio utiliza
una de las estrategias de manipulación ideológica más
sistemáticamente la dispersión y la diferenciación como
utilizada a lo largo de la historia por los misioneros de
táctica, cuando se tiene al frente un enemigo podero-
las religiones evangelizadoras —incluido cierto tipo de
so9 . Piénsese en el gobierno de minoría blanca en
marxismo no autocrítico, el más extendido— que pre-
Sudáfrica, que fomenta10 el potenciamiento de cier-
dican una buena nueva. Consiste en tratar de identifi-
tos aspectos de las culturas tribales —por ejemplo las
car elementos de la cultura evangelizada con factores
lenguas vernáculas— con el fin de mantener la divi-
de la religión invasora, con el fin de crear conciencia
sión en la gran comunidad negra.
de que esas mismas cosas —pero con distintos nom-
bres— están presentes en la buena nueva —o vicever-
sa. Así, el tránsito de la una a la otra resultaría menos
problemático. Aquí, el sincretismo se utiliza como una
táctica misional, expresa, consciente, y da frutos ne-
gativos para la cultura dominada, minada desde
adentro, pero beneficiosos para la cultura dominante,
que de esta manera extiende sus fronteras. Sucede tam-
bién que, a manera de estrategia, los “dominados”
ingenian formas de hacer pervivir sus tradiciones, es-
pecialmente las religiosas, disfrazándolas con las fór-
mulas de los nuevos cultos.
Extraños giros éstos de la historia: el cristianismo
subvirtió un orden —el de la Roma imperial— predican-  Figura humana, de
niño. Nariz y boca
do el amor y la igualdad cuando era débil, pero cuan- apenas esbozados,
do se hizo uno con el poder predicó el odio a todo lo mientras que los ojos
diferente y se convirtió, o lo convirtieron, en la más eficaz están bien definidos.
La mano izquierda se
punta de lanza de la civilización que hoy ostenta con encuentra sobre la
mayor fervor la idolatría del objeto: el consumismo, tan oreja ipsilateral, sin
perforar y más
a contravía a la expansión del espíritu. pequeña que la
contralateral, que sí
¿Por qué se procede en esta forma? En definiti- está perforada. La
va porque nos gusta, por un principio narcisista que se mano derecha reposa
estructura en conveniencias muy variadas, que los de- sobre la parte derecha
del abdomen. La
más repitan nuestro propio rostro. Nos place tener es- figura presenta
pejos a nuestro alrededor; nos choca que haya rostros órganos genitales.
(5.95 cm)

9 Las tácticas de los dominadores son extremadamente flexibles, toda vez que la supuesta moral con que operan es tan acomodaticia
que incurre en toda suerte de contradicciones, al ritmo de la conveniencia inmediata.
10 El autor conserva algunos comentarios que ya resultan obsoletos, pero que en el momento de la redacción inicial de este texto
(mediados de la década de los años 80) tenían plena validez.

66
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

OPOSICIONES Y ALIANZAS librio. Cuando un cazador cobra más piezas de lo nece-


sario para su subsistencia y la de los suyos, inclina la
He hablado en otras oportunidades, y lo haré más balanza, y entonces los animales atacarán más abierta-
adelante, sobre cómo el indígena se complace en la mente para matarlo o disminuirlo, y restablecer así el
diferencia, pero al estar —más que nadie— conscien- orden y la armonía. Esto, digamos, ocurre entre el con-
te del conjunto, busca la alianza y se solaza en ella. junto de los hombres y el conjunto de los animales12 .
Bello esto de reflejar, en su cultura, lo propio del bos- Ahora bien, en cada uno de estos grupos, ad intra, se
que tropical húmedo: la infinita variación de especies dan oposiciones. Cada tribu tiene su contendora. Inclu-
sobre la base de innúmeras interrelaciones. so, algunos Sabedores indios ven en la gran tribu de los
blancos a la contendora natural de la gran co-
Tanto las comunidades uitotas como las
munidad indígena. Cada especie animal
muinanes conciben la realidad como un diá-
tiene también su especie opositora. En
logo de Fuerzas, como un conjunto en que
definitiva, cada hombre va a contar
existen poderes en oposición, una opo-
con un enemigo. Esto explica mu-
sición que equilibra, que genera ar-
chas de las actitudes que se adop-
monía. Cuando una de esas Fuerzas
tan y los sucesos que vertebran
prima sobre las otras, el conjunto se
el relato de Juvenal. En la prác-
desestabiliza y los individuos que in-
tica cotidiana esa enemistad se
tegran cada una de las partes se per-
inscribe en un telón de fondo:
judican. El éxito, entonces, consiste
no hay que perder de vista que
en mantener el equilibrio11 .
el meollo de todo es la búsqueda
El hombre se entiende como de la armonía13 . Al lado de la opo-
un ser en oposición al animal. Es su sición se da la alianza. La contienda
contendor natural como especie. Lo garantiza que las fuerzas se equilibren,
caza para sobrevivir, para alimentarse; que se corrijan las exageraciones para
igual que tala el bosque para poder sem- no tornar al caos de la indefinición ori-
brar y nutrirse con el fruto de los huertos. A ginaria. Las alianzas permiten que el equi-
su vez, al morir el hombre da su cuerpo a librio se prolongue, dure.
la naturaleza —de la que se siente miem-
bro y no amo—; además, una parte de su  Cabeza con ojos abiertos y estrabismo
labor agrícola es consumida por las plagas. derecho, boca entreabierta, orejas pequeñas
Es de esa manera como se mantiene el equi- y mentón puntiagudo. (4.9 cm)

11 La obra de G. Reichel es rica y fecunda en el planteamiento y desarrollo de estos tópicos y cuenta, en la actualidad, con muchos
seguidores, aunque por desgracia buena parte de ellos carece de actitud crítica, lo cual tiende a convertir las enseñanzas del gran maestro
en simple moda. Hasta el momento, el mejor y más detallado estudio hecho en Colombia sobre el manejo del mundo por parte de una
comunidad indígena amazónica es el de Clara van der Hammen; aquí se comprueba la validez de algunas de las hipótesis que Reichel,
valiéndose de su extraordinaria intuición, profunda capacidad de observación y amplísima información, venía planteando desde hacía
varias décadas. Véanse especialmente sus obras Desana y el volumen póstumo Chamanes de la selva pluvial, donde se recogen 11 de sus
más importantes artículos sobre estos temas.
12 La animadversión de los animales respecto del humano viene dada desde el inicio de la diferenciación primordial, “cuando aún los
animales eran gente y la gente era como animal”. De esta situación de indeterminación emerge el hombre mediante la acción de los
demiurgos, quedando con unas características que lo apartan de la bestia. Son aspectos considerados ventajosos, por lo que los animales
terminan sintiéndose excluidos de unas prebendas, situación que genera envidia y motiva la inclinación permanente del animal a dañar al
hombre. Los mitos cuentan cómo, aunque los animales tuvieron la posibilidad de ser como la gente, perdieron este derecho al no ser
capaces de efectuar determinadas acciones. No obstante, poseen naturalmente capacidades de las cuales carece el humano, si bien éste —
es una de sus ventajas— puede hacerse con ellas mediante procesos de transformación mágica, la cual se logra retrotrayendo ritualmente
la situación de indiferenciación original. Los uitotos y muinanes ven en los animales la causa principal de las enfermedades: son su
venganza. El resultado de esta confrontación es una situación que llega a ser de equilibrio: el hombre disminuye al animal al devorarlo, y
éste controla el crecimiento del grupo humano mediante la enfermedad.
13 Esta búsqueda de la armonía es en buena parte inconsciente en la mayoría de los individuos; sólo se hace plenamente consciente
en algunos de los grandes Sabedores, quienes se encargan de recordársela permanentemente a aquéllos. Es la labor principal del Sabedor:
el hombre sentado en el banco ritual durante las sesiones del mambeadero (coqueadero), lugar de la Palabra que viene de antigua.

67
NOTAS SOBRE UN RELATO DE CURANDERISMO DE LOS UITOTOS

EL ENEMIGO  Cabeza humana con


múltiples líneas
periorbitarias. No parece
La oposición se concreta en la figura del enemigo: es corresponder a la figura de
el complemento ineludible de todo ser... fórmula que un anciano, por lo que las
líneas probablemente
tiene resonancias heraclíteas14 . correspondan a incisiones.
(5.5 cm)
Juvenal desencadena contra él tres fuerzas negati-
vas: dos de carácter social y otra de carácter cósmico,
distinción que introduzco por razón metodológica y
no por razón de realidad, por cuanto todas se impli-
can, y más aún en las formas propias del pensamien-
to indígena, tan poco dado a formular distinciones
excluyentes.
El robo de la muchacha hace que el suegro lance
su rabia (candela) contra el raptor. Esa animadversión
le queda a Juvenal como una camisa, que además
de producirle buena cantidad de dolencias —espe-
cialmente fiebre— se conforma como un escudo
(antiescudo) que impide a la curación penetrar y
sanar. Luego de trajinar con muchos curadores,
descubre la causa del mal y hace lo convenien-
te. Pero no bastó el haberse casado con la mu-
chacha reparando así, en apariencia, la contra-
vención “no se debe robar muchachas”, sino que
es necesario un ritual de matrimonio que comprenda
una serie de ceremonias expresas que eviten, a su tiem-
po, que un conjunto de Fuerzas atente contra la perso-
na, toda vez que el ritual equilibra esas potencias, en  Cabeza grande con boca
este caso las que se desencadenan al “inaugurar una grande y entreabierta, ojos
abiertos y puente nasal
virgen”. El robar una muchacha sin más, constituye bajo. Cuerpo con brazos
una operación —carrera— mal hecha15 . Entre la sis- cortos. “Puede ser una
representación de una  Cabeza primatoide de ojos abiertos,
temática de los uitotos y muinanes es muy claro que mucopolisacaridosis o depresión periocular, mentón
estos procesos rituales han de hacerse completos, bien mucolipidosis”. También prominente, boca pequeña y oreja
hechos, porque los defectuosos —y un robo de mu- puede ser un caso de derecha antevertida. Parece tener una
acondroplasia. (7.0 cm) especie de lazo o collar alrededor del
chacha es, en el fondo, un matrimonio incompleto— cuello. Posiblemente sea la
dejan cabos sueltos que dentro del sistema de pensa- representación de un mono. (9.3 cm)

14 Se trata de Heráclito de Éfeso (h. 544-480), el más genial y discutido de los primeros filósofos griegos, quien alcanza su madurez hacia
la 69a. Olimpíada (aquel certamen deportivo griego, ritual sacrificial mediante el cual alimentaban la fuerza de sus dioses ofrendándoles el
esfuerzo de sus mejores atletas). El oscuro, como solía llamársele en razón de lo críptico de sus formulaciones, considera que todo se encuentra en
proceso de transformación debido a una esencial lucha de opuestos; “el combate es el padre de todos” (fragmento 53); pánta rei = “todo fluye” , decía
Platón (Crat., 402 a) condensando la doctrina del efesio. Desde luego, en sus asertos el gran pensador cosechaba mitologías muy arcaicas, pero
que de ningún modo son exclusivas del pomposamente autollamado Viejo Mundo.
15 Un robo de esta naturaleza implica que el raptor no paga con su trabajo la “fuerza sustraída”. Normalmente, el ritual de
matrimonio entre los uitotos y muinanes implica la permanencia transitoria del yerno en casa de sus suegros, en orden a ayudar en tareas
tales como la tumba y quema de un lote de selva, y labores de caza, pesca y hechura de algunos utensilios, como por ejemplo el matafrío
y diferentes tipos de cernidores y coladores con destino a la suegra. Todo esto se considera una especie de compensación por la fuerza laboral
(de la mujer) que resulta sustraída de la maloca de los suegros del hombre. Es esto lo que motiva principalmente la animadversión del padre
de la que fuera raptada por Juvenal. Otro factor más es el siguiente: la obra del yerno, su trabajo, termina por encerrar y hacer manejable
—morigerar— la animadversión natural que desencadena su acto, así sea ejecutado con plena legalidad. En el fondo, es convertir en obra
controlada la animaversión del padre de la esposa.

68
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

miento de estos grupos, es lo peor: las cosas que no bia. La envidia llega a desencadenar efectos que termi-
concluyen desencadenan procesos negativos. El actor nan por nivelar socialmente a quien surge. Contrapeso
se desentiende de eso que quedó iniciado, suelto, re- de la hybris (soberbia), dirían los griegos.
sultando desprotegido, sin conciencia del peligro que
comienza a cernerse sobre él. LA BATALLA
BAT
Esa fue una de las causas de las enfermedades Mediante los curanderos, Juvenal averigua las causas
de Juvenal. Se dio otro factor: Juvenal era cazador de su enfermedad y descubre a sus enemigos. Se en-
profesional. Mataba tigrillos para comercializar su piel. frenta con el principal de ellos, hijo de un gran brujo.
Cazar con esa finalidad es desequilibrante; no se co- Luchan verbalmente durante una Semana Santa (un
bra la pieza para ser consumida directamente: es un tiempo fuerte) y durante un Baile (otro tiempo fuerte,
desperdicio. Una acción tal provoca la furia de los peligroso, pesado17 ). Estas luchas verbales se pueden
espíritus dueños de los animales. Como mínimo, es compendiar así: se empieza a dialogar sobre el pro-
necesario ritualizar la cacería, y Juvenal no lo hace. blema específico —que a veces se trae a cuento de
No obstante, la acción vengativa del animal sólo se manera indirecta, aunque no en este caso— y en una
desencadena cuando un enemigo humano dirige esa rápida sucesión de preguntas y respuestas los
fuerza. Ese enemigo humano es un miembro de la contendores tratan de avizorar indicios y fallas en el
comunidad que le tiene envidia a Juvenal. Esta mal- edificio conceptual del contrincante. Lo que importa
querencia se dio porque un fulano, en una conversa- es llevar al oponente a una situación en que no le
ción, afirmaba que Juvenal es más poderoso que él quede más remedio que confesar un no saber sobre
(el enemigo), y lo es, o lo aparenta, porque tiene más algo que menciona en la conversa, sobre todo si an-
dinero para derrochar a causa de su doble profesión: tes ha hecho ostentación de ser Sabedor. De esa ma-
aserrador y tigrillero16 . nera se evidencia su debilidad. Juvenal aprovecha,
Así, esta persona se vale de los espíritus de los además, que como su enemigo está borracho, tiene
animales para atacar a Juvenal, para enfermarlo, para la guardia baja y no es capaz de dar razón cabal de
disminuirlo. Una infracción de carácter cósmico como una fórmula que utiliza en el diálogo. Transcribo el
cazar o aserrar en exceso para vender, resulta fragmento pertinente:
desequilibrante y es aprovechada por un enemigo social “Al buen rato llegó NN18 [el enemigo] y saludó a la
para desencadenar males contra el infractor. La envidia, gente que había en el patio. Habló con NX. Preguntó
como mecanismo social, genera acciones que le restan por mí, que si estaba enfermo o si yo estaba sano. Al oír
poder a quien se destaca, a quien alardea con sober- eso me acerqué. El hombre me saludó:

16 Ritualizar la cacería y la tala implica varios aspectos. Por un lado, es necesario pedir permiso a los Dueños míticos de los árboles
que van a ser talados y de los animales que van a ser cazados. Por otra parte, se requiere enfriar los instrumentos mediante los cuales se van
a obtener estos productos, máxime si son —como es el caso— provenientes del mundo del blanco, poseedor de un calor muy fuerte; se trata
de las armas de fuego y de la utilería metálica empleada en las labores de aserrío. Un tercer factor sería el contacto con el cuerpo de las
presas —madera o bestias—; se impone la necesidad de endulzarlas, término equiparable a enfriarlas, pues lo caliente se parangona con
lo amargo. Un cuarto aspecto estaría constituido por un producto en extremo caliente: el dinero —billetes y monedas. Para todo ello se dan
rituales de enfriamiento que hacen posible, sin mayores peligros, la incorporación de tecnologías, productos y otros factores exógenos.
17 El aumento de conflictos durante los días de preparación y ejecución de los Bailes es notorio. Los uitotos y muinanes atribuyen este
hecho a que “los animales están prestos por estos días a atacar al hombre; su espíritu (Fuerza) está más inclinado a hacerlo”. Esto tiene varias
razones mitológicas. Una de ellas es que para efectuar un Baile se han de destapar los canastos que contienen las Fuerzas. Entre otras cosas,
al ser requeridos los invitados para que lleven presas —especialmente en los Bailes·de·carne, que son los que representan mayor peligro—, los
espíritus de los animales son nombrados, invocados, hecho por el cual se encuentran por esos días especialmente atentos. Este espíritu se
posesiona de los humanos haciéndolos proclives a la discordia. El Dueño del Baile ha de tener ojo avizor para atemperar esta agresividad
que puede degenerar en serios enfrentamientos, con lo cual el rito resultaría contraproducente.Cuando esto sucede se dice que el espíritu
(Fuerza) de los animales triunfó. El Baile es una reafirmación de la cultura, y por lo tanto resulta una afirmación del factor humano. Un Baile
bien hecho da como resultado buenas cosechas, buena caza y pesca, y de modo muy especial, aumento de la gente, por lo anterior, porque
las mujeres resultan más fecundas y hay menos muertes. Por supuesto, esto no es bueno para los animales, ya que nacen más cazadores,
razón por la cual ellos atacan mediante enfermedades, accidentes y fomento del rencor entre las gentes.
18 Me valgo de este recurso para respetar la privacidad de los actores, toda vez que aún viven.

69
NOTAS SOBRE UN RELATO DE CURANDERISMO DE LOS UITOTOS

—¿Cómo sigue? ¿Ya se siente mejor? un corredor, atrás, en la parte oscura. Yo comencé a
Le dije: investigar, a través de mi conversa, la vida y la obra de lo
—Más o menos mi vida es así. que él hace (tiene) y lo que ha hecho. Él me dijo:
Entonces él se quedó admirado y dijo: —Yo soy el verraco. A nadie le importa la vida mía.
—Pues yo siempre estoy enfermo así. Yo soy yo y no le temo a nadie.
Le pregunté: Yo tomé la palabra antes que me ganara. Él, demos-
—¿Qué enfermedad tienes? ¿Cómo sientes el dolor? trando poder, dijo:
Me dijo: —Creo en el verdadero Dios y tú en el Dios de la
—Me duele aquí. magia.
Yo decía las palabras buenas. Yo le hice preguntas.
Ahí descubrí algo más. Seguí preguntando:
Dijo:
—¿Cómo le duele?
—Yo aprendí todas las tradiciones mías para defen-
Dijo:
derme del mal.
—Como ardor, como quemado.
Yo le pregunté:
Ahí, comparando con los sueños que había tenido
—Entonces ¿qué es la coca, qué es el ambil22 , y
yo, me di cuenta de que él se transformaba en mi papá,
para qué sirven?
al que yo le había pegado un tiro de escopeta, en un
Dijo:
sueño, en la misma parte donde le dolía a NN. Le dije:
—La coca y el ambil son para cuidar la familia. Eso
—Eso siempre pasa con las enfermedades. es Dios.
Se pusieron a tomar. Yo vigilaba todavía. Yo iba en Le pregunté:
los oscuros. Al fin salí a la sala. El Dueño del Baile me —¿Sí lo has cumplido así?
hizo sentar y me hicieron bailar19 . Ante la bebida de los Dijo que sí, que él no hablaba de otra persona en su
blancos el paisano no puede20 . Éramos unos veinte en enseñanza a los otros. Entonces yo le dije:
la sala. El hombre (NN) ya estaba jalado21 . NN me trajo -¿Por qué pronuncias esas palabras? No se dice
pareja para bailar. El hombre se sentó a mi lado y co- que se es Dios. Eso es prohibido.
menzó a hablarme. Miré que el hombre estaba bien jala- Dijo, ocultándose:
do. Sabía que ese momento era el preciso para atacarlo. —Sólo lo mencioné así.
Conversaba de las tradiciones diciendo que él sabía Dije:
muchas cosas. Al oírlo decir esas cosas le dije: —Usted o yo o cualquiera siempre tenemos fallas,
—Es mejor que conversemos los dos, pero fuera de aunque llevemos las tradiciones. Nunca puede cumplir-
aquí. se [enteramente] con la tradición. Entonces, por otra
Entonces le dije que mi voz era suave, pero que por parte, tú niegas lo que haces, y dices que estás cumplien-
dentro mis intenciones eran terribles. Nos retiramos por do con la tradición y crees en el verdadero dios.

19 Si bien se trata de un Baile tradicional —Yuaï, de Frutas—, se dan en él maneras propias de los blancos, como eso de traerle pareja.
Quien ha escrito con mayor profundidad sobre los Bailes entre la Gente de Murui es el antropólogo Benjamín Yépez, seguido por Miguel
Ángel Bernal.
20 Se refiere a la creencia de que el indígena se siente incapaz de manejar con propiedad el licor. Éste le hace perder el control. Se cree
que el blanco lo maneja mejor. Esto tiene que ver con los espíritus dueños de dichas sustancias, que al ser propias de los blancos no los
extrañan y los tratan más benignamente.
21 Borracho, embriagado.
22 Estas sustancias además de ser consideradas sagradas (plantas de Poder: enteógenos, estimulantes, narcóticos), son tenidas por los
indígenas como alimentos de primer orden, cuando se sigue la pauta tradicional. Las hojas frescas de coca (Eryhtroxylum coca var. ipadu),
son tostadas y piladas; el polvo resultante es mezclado con cenizas de hojas secas de yarumo (Cecropia sciadophylla) para ser, luego, cernido
a través de una talega. Este finísimo polvo final es consumido por vía oral. Esta manera de consumo permite la asimilación de todas las
múltiples sustancias presentes en la hoja; entre estas sustancias figura la cocaína que funge como óptimo estimulante, en tanto y en cuanto
su consumo vaya equilibrado con los otros componentes de las hojas, tanto de coca como de yarumo. Es ya un lugar común -entre la gente
medianamente enterada- la certeza de que la coca es una de las plantas a nivel mundial con mayor contenido alimenticio, superior a
cualesquiera de las más utilizadas en el mercado internacional, tal como lo estableció desde los años 70 la investigación adelantada en
la universidad de Harvard. Respecto del tabaco, la forma tradicional de consumirlo es como pasta; ésta se obtiene luego de un prolongado
cocimiento de las hojas de la planta; el caldo resultante se deja mermar y se le agregan mucílagos para darle consistencia. El ambil se
obtiene una vez que se mezcla dicha pasta con sal vegetal. A su vez, esta sustancia se obtiene de colar, y mermar al fuego –hasta cristalizar-
un caldo de ceniza de diversas partes y especies de plantas que se escogen de acuerdo a fines puntuales. Enriquecido así, el tabaco resulta
otro excelente alimento, a la vez que estimulante. También es consumido por vía oral.

70
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

Él me dijo: to puntual, permitirá “visualizar lo dicho”. Por eso, este


—¿Por qué me dices así? tipo de eventos recibe, en general, el nombre de Rafue:
Le dije: la palabra de poder que se ha de concretar en obras;
—Yo conozco tu vida y toda tu sabiduría [saber]. Yo
que se ha de “hacer amanecer”.
sé de dónde vienes; en cambio, tú no sabes lo mío.
Como dices que has visto al verdadero Dios, lo traes, Digamos, primero que todo, que el poder23 está
pero no cumples lo que está escrito y me dices que el residenciado en el saber, no en las armas físicas, in-
mío es el de la magia, y miro tu vida y digo con el poder
cluida la propia fuerza corporal24 . Para que este sa-
del Dios que me protege: lo que tú tienes es obra de tu
padre NY., y con eso usted tira orgullo. En cambio, yo
ber tenga validez ha de exhibirse y confrontarse; de
no. Yo no entiendo de nuestra tradición y no escucho los otra suerte se tornaría aire, palabra sin concreción,
consejos de mi papá y nunca me siento a contestar cuan- historia que no se materializa: ïïgaï. La forma de
do se sienta mi papá, porque no como ni coca ni ambil. aquilatarlo y demostrarlo tiene lugar fundamentalmente
Él ahí dijo: en la organización y realización de un Baile. ¿Cómo
—Por no oír lo que yo digo, tú dices esas cosas. Tú se muestra ese saber, cómo se concreta, y cómo se
eres como NJ., se cree con mano poderosa, que eso es formula el reto?
Dios, que es obra de la magia y con eso él dice que sabe
más que yo; y así está usted, que eso es obra de falso Cuando se mantiene la tradición más estricta,
dios. el Abuelo25 Sabedor acuerda con sus asesores la rea-
Al decir NN así, yo quedé pensativo: ¿este hombre lización del Baile, evento previsto dentro de su ciclo
de qué está hablando? Le dije:
ritual generacional. Al asistir con su gente en calidad
—¿Qué es una “mano poderosa”?
Él dijo que no sabía. Le dije:
de invitado a alguna ceremonia similar en otra maloca,
—¿Para qué nombras sin saber? Cristo cuando vino aprovecha la concurrencia para anunciar la probable
en este mundo hacía milagros; con su mano curaba a fecha de realización de tal o cual Baile (lo nombra
los enfermos paralíticos y apartaba espíritus malignos expresamente) en su propia residencia. Cuando se
de un endemoniado, sólo con levantar la mano. Y en- aproxima el momento, con algunas semanas de ante-
tonces, ¿cuál es el dios que usted tiene si no cree [sabe] lación envía al emisario ritual, portador del ambil de
en eso? la invitación (tabaco sagrado) a las malocas de los
Ahí, como quien dice, lo atecé ya. El hombre quedó
descontrolado y me dijo así:
aliados. De esta manera los convidados saben la fe-
—Siempre hablan ustedes así. cha un tanto más precisa, y así tienen tiempo para ir
Le dije: alistando lo que les corresponde en su calidad de in-
—Más bien no conversemos. vitados. Esto implica revisar las tradiciones relaciona-
Y me fui”. das con esa fiesta específica, y hacer memoria de los
Juvenal se levanta de esa sesión en que el otro está rituales propios de la carrera ceremonial del Abuelo
ya a su merced por haber nombrado algo que desco- anfitrión. Generalmente, las tradiciones se concretan
nocía: la “mano poderosa”. en canciones cuyo contexto se da en los mitos propios
de esa línea o especialización del Saber. Preparar un
BAILE: TORNEO DE SABER Baile incluye, no sólo aprontar las ofrendas solicitadas
en el discurso del emisario, sino también repasar los
Las pujas verbales permiten descubrir brechas confi- mitos y ensayar las canciones y coreografías propias
guradas por un no saber; a través de ellas el perde- de dicho festejo.
dor queda a merced del contendor. Este modo se puede
ejemplificar de muchas maneras. Llamaré la atención Un rito fundamental de algunas de esas cere-
especialmente sobre el caso del Baile, que consiste en monias lo constituye la formulación de las adivinanzas
una gran ceremonia que por lo general requiere de que son llevadas por cada uno de los grupos invita-
una larga preparación. La puesta en obra de lo anun- dos. El Abuelo —Dueño del Baile—, apoyado por
ciado durante la preparación, su concreción en el even- sus asesores, debe responderlas. Las adivinanzas son

23 Propiamente, la Fuerza. El Poder emana del reconocimiento que se hace de la presencia de esa Fuerza en el Sabedor; es deudor de
la fama que se logre dentro del clan, y que se va extendiendo a otras naciones.
24 Aquí se ha de tener en cuenta que, ante todo, las armas resultan efectivas porque se cargan con la Fuerza espiritual del Sabedor.
25 Título de respeto: anciano Sabedor, Dueño de la tradición ancestral de su clan.

71
NOTAS SOBRE UN RELATO DE CURANDERISMO DE LOS UITOTOS

un reto formidable, porque en ellas las pistas son mí- el estudio28 respectivo; sólo que entre estos últimos
nimas. Por lo común, las palabras o los hechos que suelen darse sus mayores opositores.
mientan se encuentran en los mitos, pero también en
Desde luego, el saber que se pone en juego no
el hacer cotidiano. Si el interlocutor no sabe el mito
es sólo el de la tradición compendiada en la mitolo-
con todo lujo de detalles, y no maneja el copioso cú-
gía: se requiere de un profundo conocimiento del en-
mulo de sentidos (metáforas) que reposan en los se-
torno natural, que en el caso amazónico es de una
res, utensilios y acciones cotidianas, seguramente no
especial complejidad29 , y también del entorno social
podrá responder.
y su transfondo histórico. Las dos vertientes —tradición
Se da una gama enorme de adivinanzas; muchas y cotidianidad entornante— van indisolublemente jun-
de ellas se construyen sobre la relación entre animales y tas, de ahí que cuando la tradición decae se pierde el
plantas: en la sistemática de los uitotos y muinanes a conocimiento y manejo correcto del entorno, y vice-
cada animal corresponde una especie vegetal. Así, si se versa. El Baile coadyuba de modo muy efectivo a ac-
nombra una variedad botánica, quien responde la adi- tualizar la tradición, lo cual revierte sobre la
vinanza debe dar el nombre del animal correspondien- cotidianidad dándole profundidad de sentido.
te; a veces el acertijo es doble y hasta triple, por cuanto
los seres que se traen a cuento no se nombran directa-
mente sino aludiendo a una característica específica mí-
nima, o bien con frases o términos que sólo aparecen en
los mitos26 o en otros discursos rituales, o que dentro de
esos eventos especiales adquieren una connotación dis-
tinta a la cotidiana, pero sin llegar a configurar un len-
guaje diferente del habitual.
Todo esto implica que quien hace un Baile debe
estar muy seguro de su saber: ha de repasar e indagar
para saber con plena certeza toda la tradición relativa
a ese evento y, así, no correr el riesgo de introducir o
admitir elementos ajenos al mismo27 . Para tal efecto,
el Abuelo cuenta con asesores. En la situación ideal —
que en algunos casos se mantiene—, cada Sabedor
se apoya en un conjunto de ancianos que lo aseso-  “Cabeza con deformación
ran. Entre ellos se encuentran parientes ancianos — frontooccipital. Tiene los ojos
sobre todo tíos—, pero también suelen figurar en este cerrados, la boca entreabierta
y una mandíbula grande con
grupo de respaldo los otros aprendices, aquellos com- mentón puntiagudo”1 , sugiriendo
pañeros que hicieron con el anfitrión —Dueño·del·Baile— prognatia. (9.3 cm)

26 Preuss en el Vol. II, p. 659 (de la trad. esp.), trae a cuento varios cantos-acertijos. Veamos dos ejemplos tomados del Baile·del·Uuikï
(Juego de Pelota):
a) Ahí yace él. Traedlo y ponedlo aquí
Ya que no está en parte alguna.
b) Ponedlo arriba, sobre las buenas hojas
—él no está en ninguna parte— ponedlo.
Preuss, no consigna las respuestas, pero algunas expresiones del mito básico que se actualiza en ese ritual permiten colegir que en esa
adivinanza se hace referencia a la pelota de caucho, símbolo del corazón del Padre Creador.
27 En el Baile durante el cual tiene lugar el enfrentamiento verbal, pelea con otro paisano porque éste introduce una canción que
mienta a la danta (tapir). Hacerlo dentro de un Baile ligero (suave) como es el de Frutas, equivale a introducir un elemento pesado que
echaría a perder la ceremonia, por cuanto en ésta se carece de los controles necesarios para encerrar la Fuerza de la danta convocada en
la canción. Los enemigos están prestos a utilizar este tipo de trucos para dañar los Bailes. El Abuelo y sus asesores deben estar vigilantes para
rechazar estas intromisiones malintencionadas.
28 Sentarse con un Sabedor para recibir las enseñanzas tradicionales.
29 No sólo la complejidad del conocimiento sino la extraordinaria forma de sistematizar este saber, hecho que aparece palpable en las
sutiles y muy funcionales formas de clasificar los elementos del entorno. Véase el estudio de Townsend, y el de Garzón & Macuritofe.

72
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

Parafraseando un tanto a Preuss (Vol. I: 77) —minu-  Cabeza humana. Ojos


cioso etnógrafo que en 1914 convivió, por espacio abiertos, boca cerrada y
de algunos meses, con una comunidad uitota—, la mano derecha sobre
mejilla ipsilateral. La
gente bailaba para vivir y vivía para bailar. Los traba- figura presenta una
jos cotidianos se orientaban a la preparación de los pérdida de la nariz, pero
en opinión del descriptor,
Bailes. Una forma tan ritualizada de existencia llena esto se debe a una
de sentido la vida, hasta los bordes. posterior manipulación de
la pieza. En su conjunto
La secuencia en la sucesión de los distintos Bailes recuerda al pensador de
que configuran el ciclo ritual generacional de un Abuelo Rodin. (9.4 cm)
Sabedor implica una escalada en el Saber. Se co-
mienza con los más sencillos y se termina con los más
graves, pesados, que son el remate de la carrera ri-
tual del Sabedor. Se dice que quien llega al final cum-
pliendo con todos los requisitos, cierra su ciclo; tapa
su olla, o su canasto; éstos se destaparán y vaciarán
cuando los poderes le sean entregados al sucesor.
Se ha de enfatizar en el acto educativo que implican
los preparativos de los Bailes, ya sea dentro del clan
anfitrión o entre los invitados. El hecho de repasar y po-
ner a punto las tradiciones respectivas, constituye el mo- sufrido la avalancha exterminadora de la paz blanca.
mento educativo ideal en el que las nuevas generacio- Esto nos lleva al tema de la diversificación y especiali-
nes van interiorizando la sabiduría de la tribu. zación del Saber en estas culturas.
Un Baile es un torneo de Saber en que cada ac- Entre estas comunidades el Saber es tan polifacéti-
ción fallida tiene implicaciones generalmente graves. co, que al tratar de visualizarlo la imagen que viene a
Si un Abuelo llega a equivocarse en alguno de los la mente es la de la selva amazónica misma, con su
factores que intervienen en el evento, hará perceptible extremosa complejidad. Es un hecho que en una hec-
una brecha en su Saber; por esa grieta los enemigos tárea de selva amazónica se dan más especies juntas
pueden introducir la brujería, debilitando o hasta des- que en un bosque europeo; lo corriente es una traba-
truyendo a ese líder y su linaje. Porque un grupo que zón de individuos de especies muy variadas. Es un
tiene un Sabedor incapaz de responder, resulta sin am- mundo eminentemente diversificado que se apoya en
paro, defensa o cobijo y, por tanto, de inmediato se la interrelación, siendo ésta la estrategia que ha per-
puede desencadenar una serie de traumatismos en su mitido que una región con suelos muy pobres sea es-
interior, que bien puede terminar por deshacerlo. La cenario de una frondosidad vegetal tan extraordi-
organización interna, cuya piedra angular está con- naria30 . En el interior del país proliferan los bosques
formada por el Poder-Saber del Abuelo, se rompe con más o menos homogéneos, ya que la riqueza de los
consecuencias funestas para todos. El simple males- suelos lo hace posible, como también permite que el
tar, el mero percibir que se está a merced de los ene- sistema agrícola sea intensivo, permanente y no
migos, causa una baja en las defensas de la persona diversificado. En cambio, si en el suelo amazónico se
o del grupo: sobreviene la enfermedad, el desastre. El tala una porción de selva y luego de la quema se
Abuelo es la concreción del Poder. Es aquí donde más siembra yuca, arroz o maíz, se puede obtener una muy
se llega a transparentar la eficacia de lo simbólico. buena cosecha; a la tercera resiembra ya práctica-
mente no hay fructificación, a no ser que se abone el
El Saber: diversificación y especialización
terreno, lo que implicaría unos costos muy altos. El
El curanderismo es, entre las etnias amazónicas, una colono llegado del interior andino suele, una vez ago-
especialización. Lo es dentro de los uitotos y muinanes. tada la capacidad del suelo, plantar pastizales —an-
Lo fue más en el pasado, cuando las etnias no habían tesala de los desiertos—, muchas veces con el único

30 El factor determinante no es el tipo de suelo, sino el tipo de clima, y la estrategia natural que juega en la evolución y diversificación
de las especies no es tanto “la victoria del más fuerte” sino la flexibilidad en la capacidad de interactuar.

73
NOTAS SOBRE UN RELATO DE CURANDERISMO DE LOS UITOTOS

propósito de asegurar la propiedad del terreno. No  Cabeza y tronco


procede así el indígena amazónico, quien a escala humano. Cabeza inclinada
de sus chagras imita en parte a la selva, sembrando a la derecha, cuello muy
corto, brazos paralelos al
infinidad de especies (alrededor de 3031 ) entre transi- tronco, en extensión. Sin
torias y permanentes (frutales), usufructuando el huer- expresión facial de dolor.
Órganos faciales apenas
to por un lapso que no excede los tres años —para el esbozados. Un collar rodea
caso de las transitorias, que son las más—, y abando- el cuello (¿síndrome de
nándolo luego, lo que permite que la selva recupere Morquio u otra
mucopolisacaridosis?).
sus antiguos dominios revitalizando el suelo, que sólo (7.1 cm)
después de varias generaciones humanas podría ser
reutilizado con plena efectividad.

Se ha de tener muy en cuenta que la selva


amazónica nos llega hoy modificada, intervenida. No
se ha de olvidar que el poblamiento de la Panamazonia
excede con mucho los diez milenios, y que la pobla-
ción aborigen a la llegada de los conquistadores eu-
ropeos y criollos se encontraba alrededor de los
5’000.000 de efectivos, desperdigados por toda la
gran árbol por causa de procesos naturales, o de-
cuenca. Es necesario inferir, por tanto, el alto impacto
rribado intencionalmente. Esta última técnica fue
ejercido sobre las condiciones naturales de la región.
reportada por el arqueólogo Gerardo Ardila en
Desde hace ya varias décadas se viene evaporando
1998, quien la observó entre los nukak, nómadas de
esa ilusión paradisíaca de la permanencia de la selva
las selvas de los ríos Guaviare e Inírida. Tampoco hay
virgen. Y es que buena parte de los grupos nómadas
que olvidar que los cazadores siembran y cuidan de-
tenidos por cazadores recolectores son también cul-
terminadas especies vegetales que son aprovechadas
tivadores a escala menor, y también lo fueron mu-
por ciertos animales apetecibles, pues así los abaten
chos en el pasado, antes de elaborar las estrate-
con mayor facilidad.
gias que dieron paso al semi-sedentarismo y
sedentarismo. En primer lugar, concentran en los si- La copiosa proliferación e intrincada trabazón
tios de campamento diversas semillas, inicialmente de la selva húmeda tropical, en cuanto a especies ve-
como simple desperdicio, de modo imprevisto, para getales y animales, se corresponden con las comple-
luego —cosechada la experiencia— plantarlas ex jas elaboraciones culturales –especialmente intrinca-
profeso con el fin de beneficiarse con los frutos en das, ricas y consistentes- en el ámbito de las ideas y
el transcurso de otro periplo nomádico. Otra técni- constelaciones conceptuales. Las tradiciones asocia-
ca, inclusive menos compleja, pero que requiere de das a las plantas cultivadas y a los utensilios emplea-
una penetrante observación de los entornos y el com- dos en su aprovechamiento difieren mucho de Nación
portamiento de ciertas especies vegetales, consiste a Nación, si bien las plantas y la utilería son denomi-
en talar mínimos sectores del bosque primario, para nadores comunes. No obstante, se ha de atender a lo
dar lugar a la proliferación de palmáceas —muy que ha destacado Searing: una notoria especializa-
utilizadas en la dieta de los nómadas de la selva. ción en la utilería, pues algunos grupos perfecciona-
Las palmáceas son algunas de las primeras espe- ron y decantaron técnicas de hechura en serie
cies en colonizar los mínimos espacios que quedan (artesanal), lo que permitió un activo intercambio co-
libres de la cúpula vegetal, luego de la caída de un mercial.

31 Esto hoy. Se habla de cómo en el pasado la diversidad en una chagra corriente podía alcanzar hasta las 60 y más especies
cultivadas. La acelerada disminución que se viene notando es una lamentable muestra de deculturación. Decía un indígena: “¿Para qué
ponerse en tantos trabajos si hoy se puede comprar en la tienda muy buen ají en tarros?”. Con los tantos trabajos aludía al profundo,
detallado y delicado saber mítico que es necesario manejar cuando se trata de cultivar cualquier especie vegetal, pues no se trata de la
simple técnica agrícola, sino ante todo del manejo de la Fuerza de esa planta que resulta convocada al manipularla. No saberla contener
en el conocimiento y en la obra acarrea el riesgo de dejarla suelta generando problemas, especialmente enfermedades.

74
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

No obstante que en cada grupo se da una  Cabeza humana


manera propia de organizar conceptualmente la rea- con deformación
frontooccipital,
lidad total —cosmovisión—, muchos indígenas tienen ataviada con
conciencia de que cada grupo se especializa en el sombrero. Ojos
conocimiento de un gran tema, alrededor del cual arma abiertos. Lo más
llamativo es su boca,
el conjunto, teniendo en cuenta que las otras etnias muy grande, con
hacen lo propio. Esto da como resultado una visión labios gruesos y
en la que se postula que los otros conocen mejor, con esbozando una
enorme sonrisa que
mayor profundidad, los restantes aspectos de ese gran deja ver dientes
todo, pero se prefiere no asimilar lo extraño porque la superiores e inferiores
en un gesto de
mezcla de tradiciones resultaría perjudicial. trismus. Debajo del
cuello aparece una
Éste es un punto muy sensible que toca la dife- especie de vestido.
renciación entre ciertos modos de saber indígenas y el (7.9 cm)
modo de saber académico occidental moderno, en el
que la acumulación de conocimientos —sin importar
de dónde vinieren— se acoge en principio, y se inte-
gra dentro del corpus de un saber general, con pre-
tensiones de universalidad. La diferencia radica en que
para el indígena, el Saber efectivo está asociado con
el concepto de Poder, y éste excede el simple conoci-
miento de las operaciones técnicas, relacionadas con
el manejo correcto de un asunto. El Poder es un plus,
un algo más, don de alguien que lo guarda –y en
ocasiones aquilata- y que sólo se confiere cuando se
han cumplido los requisitos puntuales para entregarlo
y acogerlo. El Poder rezuma y trasciende de la perso-
na que lo detenta. Los pasos requeridos no sólo impli-
graduado, así haya terminado toda su preparación
can la asimilación progresiva de unos conocimientos,
teórica y práctica. La graduación es el acto (rito) en
sino el hecho mismo de la recepción de ese Poder
que se confiere un Poder. Es una “consagración”. La
que, entre otras características, se logra de modo ins-
diferencia entre el seminarista que ya está en posesión
tantáneo. En principio, no es posible obtener el Poder
de toda la teoría, y que ha ensayado y conoce per-
sin el conocimiento, pero sí al contrario; por supuesto,
fectamente los rituales, y el sacerdote que a lo anterior
con alguna que otra excepción. La preparación para
agrega el haber sido consagrado (recibido el Poder),
obtener el Poder resulta indispensable, pues se trata
es igual a la que existe entre el estudiante de medicina
de capacitar al receptor para guardar en él una Fuer-
y el médico. El término posesionarse (ser investido) para
za; cuando el recipiendario no está convenientemente
poder ejercer un cargo, guarda resonancias míticas32 .
preparado (purificado y potenciado), el Poder puede
romperlo. La asimilación progresiva de los conocimien- Lo que sucede a escala de etnias, ocurre en el
tos sistemáticos capacita a la persona para recibir el interior de las mismas. Es grande la divergencia, a
Poder. De todas maneras en la cultura occidental, en escala de linajes, entre el Saber de un Dueño de tradi-
la academia misma, se mantienen comportamientos y ciones y otro de la misma etnia. Las diferencias son
creencias arcaicas, que no por serlo dejan de tener tales que el Saber de un Abuelo, que para él posee,
una plena validez. Al contrario, la incluyen y en grado por supuesto, bondad, belleza y verdad, no sólo es
sumo: poseen efectividad por ser tan arcaicas. Es el considerado diferente por el rector de otro clan, sino
caso del médico que no puede ejercer si no se ha perjudicial, y esto precisamente por ser distinto...

32 En varias conferencias, el profesor Páramo (Universidad Nacional de Colombia) ha ahondado sobre este tópico. Conviene
establecer distinciones entre poder y fuerza. Mientras que la fuerza puede detentarse individual y ocultamente, el poder requiere de la
publicidad, del reconocimiento.

75
NOTAS SOBRE UN RELATO DE CURANDERISMO DE LOS UITOTOS

“Cada uno tiene su manera de venir (camino)”... “Este


Saber que yo tengo me lo dio mi padre para prote-
germe y proteger a mi gente y defenderme de los
otros”... “Si yo cojo y uso el Saber de otro me
perjudico porque no lo sé manejar”... “Uno
nunca termina de saber su propia tradición,
mucho menos la de los otros... las cosas
quedan incompletas... uno se perjudica
cuando coge cosas (Poderes) que no le
pertenecen (corresponden)... los espíritus
(guardianes, servidores) de los demás, cui-
dan de sus cosas”: son formulaciones que se
oyen con frecuencia. De ahí la grave indiferen-
cia de la que se hace gala dentro de estas culturas
indígenas a las que nos venimos refiriendo, cuando
un Sabedor de un clan ajeno muere sin dejar depo-  Cabeza humana, de varón,
sitario expreso de su tradición. No obstante, se ha con cráneo deformado hacia
de tener en cuenta que en la cultura de los uitotos y atrás (¿gorro?). La cara es
redondeada con frente
muinanes se da la posibilidad del aprendiz solitario. estrecha, ojos alargados,
Es el caso de personas que deciden fraguarse una entreabiertos. La nariz
presenta una pérdida del
carrera ritual sin atenerse a la norma hereditaria. Se septum nasal y un
trata por lo general, de huérfanos (jaïenikï), cuyos hundimiento de la misma a
padres no eran dueños de tradiciones, o sí lo eran nivel glabelar. La infección
por Leishmaniasis puede
pero murieron antes de legarla formalmente. Des- ocasionar esta lesión en la
de luego, estos personajes son mal vistos por los zona del Pacífico. (5.8 cm)
herederos formales de las tradiciones, quienes los
tienen como usurpadores. De todas maneras, para
actuar con propiedad estos arrivistas requieren del
respaldo de un Sabedor consagrado. Se dice que
el manejo apropiado (siembra, cuidado, recolec-
ción y uso) de la coca y el tabaco (plantas rituales)  Cabeza humana, de
varón. Cráneo deformado
permitiría descubrir —llegar a ver y poseer— los hacia atrás (¿gorro?).
Saberes fundamentales, por cuanto “somos sus hi- Sobresale la presencia de
jos y los padres no le mezquinan nada a los hijos”. un solo ojo (derecho). La
pérdida del otro se
Creo que esta fórmula mítica contiene un elemento representa como un
que equivale, en la llamada cultura occidental, a la hundimiento de la zona
ocular. (4.6 cm)
capacidad de deducción a partir de unos asertos
claves, comunes a todos los miembros de una cultura,
o de una inducción que permite construir un todo co-
herente a partir de reflexionar sobre las implicaciones
morales de las operaciones técnicas33 . los riesgos que su uso directo implica. La averiguación
El saber profundo acerca de lo propio no con- por el saber de los otros tiene, en el presente caso,
lleva un desinterés total respecto del saber de los otros, otra finalidad: descubrir las fallas del contendor para
que también se busca, aunque comúnmente no se uti- poder atacarlo; no conlleva el factor de aprenderlo
liza motu propio: se solicita su aplicación, para evitar para beneficiarse enriqueciendo el propio saber34 .

33 Véase infra la nota 36.


34 Un punto que amerita investigación es el impacto en esta ideología de las mercancías del blanco. ¿Cómo utilizar lo de otros sin
perjudicarse? No olvidar que entre los uitotos y muinanes se daban rituales de enfriamiento para emplear sin perjuicio las cosas del blanco.

76
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

“...nosotros estamos en una casa (en lo propio). Esas


obras (palabras) son como estar en la casa, porque uno
en la casa está bien, limpio, y al mirar afuera ve uno
sucio y lleno de peligro. Eso es de fuera de la casa. Esos
peligros no los debe recoger, los debe dejar allá mismo
porque están en su lugar. Es una basura: espinas, zancu-
dos, mosquitos. Es lo contrario de la casa. Cada cosa
que hay en el mundo tiene su lugar y tiene de qué ali-
mentarse, y así mismo nosotros estamos en un lugar
desde nuestra creación y pertenecemos a eso. Por eso
cuando el Señor nos dejó en este mundo, para poder
defender (nos), para poder invocarlo nos dejó la insig-
nia [signo = cosa] de coca y ambil. Esto es un significa-
do (signo) de Dios que por medio de eso puede invocarse
 Cuerpo humano con y pensar en él y pedirle lo que uno necesita. En eso tiene
indumentaria. Brazo
que pensar usted; que usted es hijo de ambil y de coca y
derecho abducido e
izquierdo en posición resultó que te engañaste a ti mismo por no creer. ¿Qué
fisiológica. En cara secretos has utilizado de los blancos en el tiempo que
presenta parálisis facial has andado fuera de la casa?
periférica izquierda. Yo le dije que no había llevado fe en eso. Él me
(9.5 cm)
replicó:
—Y ¿qué te enseñaba tu papá? ¿En qué forma debes
andar? ¿Qué te decía? Eso fue un golpe al (del) mundo.
—Me regañaba. Dije:
—Cuando yo era muchacho, antes de ir a la escuela
mi padre me daba muchas enseñanzas para respetar al
EL SABER FFAMILIAR
AMILIAR prójimo y así poder andar tranquilo, sin enfermedad y
dificultad35 , y me decía que así, en cualquier parte me
En el relato que hace Juvenal se insiste, de manera muy
estimarían sin dificultad.
significativa, en la necesidad de mantener y utilizar la Me preguntó:
propia tradición familiar para poder medrar a plenitud. —Eso, ¿lo has cumplido?
Con estas palabras comienza su narración: Yo dije:
—Una parte no porque cometí error.
“Para andar bien llevo una fe: respeto de las tradi-
Me dijo:
ciones. Estas tradiciones me las dejó mi papá; como una
—Todas las cosas que hay en este mundo, las cosas
sabiduría que él me dejó; con eso ando para librarme de
que hacemos, vienen de Dios. En el peligro, en toda
todo mal, de todo peligro”.
obra, primero hay que pedir a Dios y después se puede
En numerosos apartes se consignan las amonesta- obrar. Y, ¿por qué ha hecho [practicado] cosas de esos
ciones de varios curadores para que sea fiel a su ca- inganos si usted tiene sus tradiciones? No lleve creencia
mino, a su tradición familiar, abandonando el recurso en ello, piense en ellas y no se ponga a mirar allá, que
usted con eso no se sana. Busque las palabras que usted
a los blancos, e incluso, rechazando el valerse de
escuchó primero, que con eso usted se levanta. Usted ha
curadores de otras etnias indígenas; los inganos, por sido como quien dice agua de ambil y de coca, y olvidó
ejemplo. Manuel Hernández, uitoto, igual que juvenal, eso36 . Usted abandonó esas creencias y busca lo que no
lo aconseja así: es cierto. Las verdaderas oraciones o formas para curar,

35 Es una creencia muy manifiesta en estas comunidades que, si una persona se comporta correctamente, tendrá salud y podrá allanar
facilmente las dificultades.
36 La esencia humana está constituida por la asimilación de esas dos sustancias básicas. Son ellas las que humanizan. Desde luego,
no se trata sólo de su materialidad inmediata: con ellas han de asimilarse las palabras que les son propias; es decir, el sistema de sabiduría
aparejado a ellas. Esa sabiduría consiste en un comportamiento altamente moral (hacer lo propio del hombre), que ha de contrastar con la
amoralidad propia del animal. Acompañando a dichas plantas sagradas se suele agregar el discurso moral que proviene de la yuca,
paradigma del alimento humano, en cuanto es cultivado y procesado (cocido, purificado por el fuego, apto para comer luego de la
alquimia transformadora de la manipulación cultural.). Dichas Palabras provienen de los sentidos metafóricos asociados a las formas de
esas sustancias y a los procesos mediante los cuales el hombre las transforma. Véanse los poemas que figuran en el libro de Urbina, Las hojas
del poder y, especialmente, las obras de Pineda (1986) y de Echeverri & Candre.

77
NOTAS SOBRE UN RELATO DE CURANDERISMO DE LOS UITOTOS

toda esa obra viene de Dios. Para eso él ha puesto en Y por mi parte le pregunté:
este mundo, para servicio de nosotros37 , las yerbas, los —¿Usted cómo se defiende?
animales, los árboles y, además, algunos espíritus que Él dijo:
circulan por el espacio y por la tierra, y todo eso es —Tengo muchos medios.
cierto, y usted no lo creía, por eso le pasó este caso, —¿Cuáles? ¿Con qué mira a otras personas o pone
para que usted piense en todo eso, y lo que usted sufre cuidado a las conversas?
viene de eso. De ahí en adelante tiene que llevar esas Dijo:
obras para que pueda recuperarse otra vez, de que usted —Hay un medio para saber o mirar a la gente que
no se va a morir, sino que le está indicando todo eso a me habla, la gente que me maldice o que me odia: tomo
usted38 ”. úkuaï39 , y con eso alcanzo a mirar todo; queda como
Juvenal trae una tradición propia. Viene por un una televisión. Ojo de buey... oye y ve. Recorre con el
camino que trazaron sus ancestros y que debe desem- pensamiento.
bocar en la inmediatez de su propia coyuntura. De las —Y ¿qué otro medio para curarse?
—Otro son oraciones, con eso me protejo de todo
tradiciones que configuran ese camino, echa mano
el mal que mandan las otras personas contra mí. Y us-
Juvenal en el momento más crítico, cuando lucha con ted, ¿cuál es el secreto que lleva? Yo necesito saber
su enemigo principal, NN. En una segunda ronda de porque necesito curarme y me siento malo.
esa puja, contienden así: Le respondí:
—La única defensa mía es no cometer errores de
“Comenzó a preguntarme que cómo me protegía o
curaba de las enfermedades que sufría. Le dije que eso acuerdo con las tradiciones que tenemos, lo que está
iba pasando así no más, solo. Después me trajo su pipa, indicado en cuestiones de picardía y males que eso per-
su coca y su ambil, y me llevó a una pieza. Taqueó taba- tenece a la leyenda [tradición oral negativa: ïïgaï] de
co y me dijo que fumara. Yo, más cabreado (desconfia- nuestras tribus, que eso me enseñaba mi papá y con eso
do), fumé. Comí coca. Aguardiente con coca y ambil es ando40 .
débil. Comenzó a hablarme preguntándome cómo me Le dije:
protegía, qué oración usaba, si es por parte de blanco o —Mi papá me daba orientaciones, ponía ejemplos
de tradiciones, por qué revivía de los ataques que me para explicar las ofensas que cometían los antiguos
hacía. Le dije: Él borracho. Yo sobrio. Le dije:
—La vida mía está en juego. Es como un misterio. —En esa forma nos explicaba para que el mal no le
Nadie lo sabe, o sea, no sé los pagos que hago. Vivo entre a uno y lo maten los espíritus malignos. Si no tocas
como en el aire. o utilizas cosas malas.
Él me dice: Yo le expliqué una parte de nuestra leyenda que
—Tiene que haber alguna defensa que hacer; por prohíbe: el obsequio que le dio uno a otro. Comienzo
eso no te pasa nada. de las tradiciones de Monanizaï41 . La historia de la tribu,
Y me pidió que le enseñara con qué me protegía de donde están las leyes.
los males que la gente me hacía. Buiñoigïema hijo de Dios, ancestro de nuestra tribu,
Le dije: tenía mujer y su mujer concebía culebra cada vez, y no
—No hay. No existe [no hay nada que pueda ense- gente. Al ver que su criatura era boa, entonces la convir-
ñarle]. tió en Yadiko42 , o sea que en la tradición de nosotros lo

37 No se ha de descartar aquí una interpolación derivada del sentido cristiano tradicional, correspondiente a la superioridad esencial
del hombre sobre las otras criaturas.
38 El sentido —un tanto difuso por la redacción— es que las cosas negativas que le suceden van a ser el camino para encontrar los
verdaderos rumbos (afincarse en su propia tradición) y que no corre, por tanto, peligro de muerte.
39 Variedad de Virola spp.
40 La propuesta de los Sabedores uitotos y muinanes para defenderse con plena eficacia de la brujería, es la impecabilidad en los
actos. Esta impecabilidad consiste en adecuar el acto a lo que la más alta tradición moral manda. En este mismo párrafo se condena recurrir
a la tradición mítica (las historias de castigo: ïïgaï, jagaï, bakakï) en las que figuran los actos condenables que dieron lugar a fracasos; son
de estas historias de las que se valen los hechiceros para hacer el mal. Son las leyendas de que habla Juvenal. Veladamente también se
condena el uso de una planta como la ukuna (Virola spp.), llamada “tabaco de monte”, “tabaco de los animales”. Los uitotos y muinanes
consignan en su tradición oral una frecuente condena al uso de plantas de Poder distintas de la coca y del tabaco·de·gente.
41 Linaje al que pertenece Juvenal.
42 El yadiko es una gran talla de madera, consistente en una viga de hasta 15 mt, acanalada a todo lo largo con excepción de los
extremos. Constituye un icono ritual que simboliza a la Serpiente del Origen. Da nombre al Baile más pesado; lo es por tratarse de una
ceremonia donde se renueva el establecimiento de los grupos que salen de los segmentos de la Serpiente Ancestral. Este rito representa la
vuelta al origen —cuando todos eran Uno—, y al paso diferenciador posterior.

78
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

 Cara aplanada con pintan en forma de boa. Ese Yadiko lo guardaban en la


mejilla izquierda maloca en el sitio donde se sientan. Todo el palo es hueco
abombada. Cráneo por debajo, para que suene. Él transformó en Yadiko al hijo
deformado hacia atrás
(¿gorro?). “Mambeando y hacía Baile-de-Yadiko. El Baile ese es un arrullar al hijo43 .
coca” (3.9 cm) Hace bailar al hijo; lo alza como en juego. Eso ya quedó
así. Quedó así en la tradición. Después de eso él llamó al
hermano para que lo ayudara a formar al hijo en persona
[verdadero]. Llegó donde él. Llegó al sentadero.
A la mujer le habían puesto un pegote con el que, si
el hombre hacía uso de ella quedaría pegado y mori-
ría44 . Era el principio del mandamiento sobre que no se
debe tocar mujer ajena. Él se sentó allá y comenzó a
hablar de pura abundancia, de aumento. Siguió hablan-
do y dando aliento para poder vivir uno a través de sus
 Cabeza de hombre,
con ojos abiertos palabras, nombrando todo. Entonces ahí, ya, a la noche
alargados y boca siguiente, la mujer sintió que estaba embarazada y así,
entreabierta. Presenta ya fue creciendo la criatura hasta que nació. En tanto él
pérdida o deforrmación hablaba de las tradiciones45 .
del ala nasal derecha,
y fosa nasal izquierda Al ver el hermano que el otro le había hecho el favor,
grande. La cara está formando al primer hijo con quien podía hablar, enton-
limitada por un surco. ces se puso contento.
(4.95 cm) —¡Ya hay quién me conteste!46
De alegría, él buscó ya para pagarle al hermano, un
loro, que es espíritu de Dios convertido en eso47 . Se lo
entregó al hermano, diciendo:

43 En una escena del Baile de Yadiko los bailarines apoyan su pie en el tronco que se encuentra suspendido con base en dos soportes
colocados en sus extremos, y lo hacen cimbrar hasta golpear con la parte acanalada el suelo de tierra. Este mecer es visto como un arrullar
al hijo.
44 El tema de la vagina asesina es ampliamente desarrollado en otros relatos de los uitotos y muinanes. Muy especial es el de Nofïniyaikï
–El-hombre-de-piedra, un caníbal y formidable Dueño de territorio –Cañón de Araracuara-, cuya hija, dotada de un pavoroso sexo repleto
de mortales bichos ponzoñosos, le servía de trampa donde perecían los innumerables y ansiosos pretendientes. Figura en los textos que
integran la exposición fotográfica -itinerante- sobre esa comarca del río Caquetá, hecha por el autor en 1988.
45 Estas tradiciones son el Rafue, la palabra sagrada por excelencia que comunica vida, “que hace amanecer” = hacer que las cosas
aparezcan.
46 Esta bella fórmula se refiere a cómo la mayor satisfacción que tiene un Sabedor es poder contar con un hijo con quien entablar el
contrapunteo ritual que tiene lugar en el mambeadero (= coqueadero: “lugar de la palabra”) cuando se transmite la tradición. El aprendiz
responde repitiendo la última palabra de las frases del recitativo rítmico del preceptor.
47 Juvenal explica que este personaje es el Espíritu Santo, la tercera persona de la Trinidad en el cristianismo. Este sincretismo es una
sabrosa demostración de la coherencia del pensar indígena, en tema de tan delicada y sofisticada teología. Cuando los misioneros
cristianos predicaron la buena nueva entre los uitotos les hablaron, por supuesto, de la Santísima Trinidad. Para sorpresa de los sectarios,
los indígenas no encontraron mayor problema en eso de un dios trino y uno. Figuras por el estilo se dan en sus profusas tradiciones religiosas,
sobre todo las atinentes a las transformaciones chamánicas. El caso de Dïïjoma, por ejemplo, cuya metamorfosis le permite reunir el ser
hombre, serpiente y águila. Pero los indígenas objetaron dos aspectos de la prédica, insospechados para los evangelizadores cristianos en
quienes se había diluido ya la existencia de la consorte primordial del Yahvé bíblico. El primero tenía que ver con la incongruencia de la serie
Dios Padre —macho— Dios Espíritu Santo —macho— y Dios Hijo —macho también. ¿Y dónde quedaba, entonces el ineludible principio
femenino? Éste, el femenino, es en las más vetustas tradiciones de los uitotos y muinanes el más fundamental de los principios creadores,
toda vez que el Padre es una emanación (aire) de la Madre Primordial, que es, en definitiva, un nombre para aquel ser que sustenta, en el
doble sentido de fundamentar y alimentar: la Tierra. El Hijo emerge de la cópula de estos dos principios, y será el encargado de hacer obra
las palabras del Padre, quien a su vez las ha recibido de la Madre. La segunda objeción por parte de los Sabedores indígenas apuntaba al
símbolo del Espíritu Santo. “¡Cómo es posible que ustedes, que dicen representar a ese Dios, a ese ser tan poderoso, lo vean como una
pinche paloma, presa de caza de niños o de incapaces! Es la mayor falta de respeto que hemos oído”. Y agregaban: “Si ese ser es tan
poderoso como ustedes dicen que es, merece representarlo de una manera respetuosa, digna. Será en una lora real como queda bien
figurarlo, esa con cuyas plumas construimos las coronas sagradas. Además, ustedes dicen que Él es quien confiere el ‘don de las lenguas’
y ¿acaso hay alguien que haya oído hablar a una paloma? En cambio, todos han oído hablar a las loras reales, que pueden hablar todas
las lenguas del mundo”. Los misioneros, por supuesto, plantados en el absolutismo de su cultura, en el que la lora es un símbolo jocoso,
se perdieron la grandiosidad de la metáfora propuesta por los adoctrinados. Éstos sí lo consignaron así en el mito... además, los indígenas
amazónicos también aceptan la jocosidad de la lora, pues para ellos la extrema seriedad ha de llevar aparejado el buen humor para resultar
realmente eficaz.

79
NOTAS SOBRE UN RELATO DE CURANDERISMO DE LOS UITOTOS

 Dos figuras —Sí, aquí está.


antropoides, con Y le mostraron el blanco del ojo, en juego. Fue a
los miembros otra tribu y preguntó lo mismo. Allí le respondieron:
apenas esbozados —Aquí está.
y pegadas por los
costados Y le hicieron pistola49 . Entonces él volteó y se vino
(¿siameses?). otra vez a la casa. Comenzó a preparar su ambil y co-
(4.2 cm) menzó a invitar a todas las gentes, buenas y malas; por
eso hay diversión para los buenos y para los malos.
Cuando llegó la gente comenzó a hacer el Baile.
Comenzó a hablar en su sentadero, sacando a un lado
las palabras buenas y las malas, las de maldición. Ahí
fue cuando comenzó a llover, rayos y relámpagos, pare-
cía que la tierra se ablandaba. Alrededor de la casa cayó
mucha agua; hasta las rodillas de hondo. En medio de
los relámpagos se abrieron los cielos y comenzó a llo-
ver y llover. Al abrirse cayó una niña pequeñita, con un
canastico en la espalda y una totuma pequeña en la
mano y andaba por el patio entre el agua. La gente de
adentro decía:
—No tengo más que esto. —¿Criatura de quién está por ahogarse? ¡Tráiganla
Entonces se despidió del hermano y se fue arriba. adentro!
Llegó en esta tierra. Era Arede Yaire48 . Anidaba sobre Nadie respondía. La criatura comenzó a cantar así:
esta tierra; fue el que trajo Rafue, religión, prohibiendo No es ninguna criatura de nadie, sino que soy la hija
todo. Llegó aquí sobre la tierra y soltó el toei (mascota). del cielo, cantando.
Era muy bonito, resplandeciente. El pájaro ese comenzó La gente insistía. La criatura siguió andando así. Al
a hablar. Figura de lora. Llegó a la tribu de Maraca y allá rato todo quedó otra vez calmado. Después la gente se
comenzó a comer pepa de maraca como cualquier lora. fue, cada cual a su casa, los buenos y los malos. Llegan-
Ellos, con mucho cuidado, lo espantaron. De ahí pasó a do a su casa se acostaron en sus hamacas y todos los
otra tribu: Umarí-negro; él comió esa pepa y lo espanta- malos quedaron muertos.
ron con cuidado, con respeto, y se fue. Al día siguiente, Después de pasar mucho tiempo volvió el hombre
a la tribu de Anón; ahí comió al lado de la casa; también por todas las tribus, invitando a otro Baile, como miran-
sucedió igual. De ahí fue donde Umarí-verde y también do a la gente, disimulando. Todas las casas quedaron
pasó lo mismo. El pájaro se fue a otra parte, a otra vacías. Así iba mirando a todos. Por último, encontró a
región. Llegó a la tribu de Cortadera-de-bejuco: con un flaquito: Nofue Igaidama (Rama de piedra) y éste
ese gancho lo agarraron, pegaron en la cola y el pájaro dijo:
se regresó. No lo trataron con respeto. Le quitaron una —¿A quiénes está invitando si la gente toda se acabó?
pluma de la cola. Se fue al lado del Padre, abajo, de Él significa: es el pescado chiquito, guarajita, que
donde lo trajeron. vive en cabeceras de quebrada. Él regresó otra vez a su
El dueño, al ver que no regresó, comenzó a buscarlo casa. Se reunió con los que quedaron y comenzó a ex-
al día siguiente. Fue a las diferentes tribus preguntando plicarles a ellos que cumplieran las palabras del Padre si
por él. querían vivir sin ningún dolor ni enfermedad. Fue man-
—¿No ha llegado aquí mi mascota? damiento, explicando de todo. No tocar cosa ajena sin
—Sí. Vino aquí y comió al lado de nuestra casa y lo permiso del dueño, ni maltratar sin motivo. No hablar
espantamos con mucho cuidado. groserías ni jugar con vulgaridades, porque eso envicia
Así decían, hasta que llegó donde le arrancaron la y lleva a la perdición. Andar con respeto. Si se encuentra
cola. Ahí le contestaron: con un viejo en el camino, saludarlo con voz suave. No
—Aquí está su cría. quebrar piñas ajenas. No tocar mujer ajena. No hablar
Le decían así mostrándole los brillosos (testículos). del prójimo. No abandonar a una mujer dejándola pre-
Entonces se fue a otra tribu, a la de Cortadera, y pregun- ñada; y de todas esas otras picardías, que no las come-
tó lo mismo. Le respondieron: tieran, porque si no les pasa como a esa gente. Ésta es

48 Buiñoigïema es de abajo, en este caso, el mundo del agua. Su hermano Arede Yaire es de arriba, en este caso, la superficie de la
tierra. Los términos abajo y arriba resultan ambiguos en otros contextos, pues con ellos se hace referencia a orientaciones: arriba: cabeceras,
Occidente; abajo: bocanas, Oriente; esto por razón del curso que siguen los ríos amazónicos.
49 Gesto obsceno.

80
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

demostración. Después de todos esos consejos y man- nar a la persona que ha hecho mal y no tomar úkuaï ni
datos que dio, cambió su nombre50. manue52 , que usted cree obra de Dios, que eso no es
—Seré de ahora en adelante Castigador-del-cielo. obra de Dios, que con eso usted no aprendería lo que yo
Él cambió a sus hijos buenos; les cambió los nom- sé. Primero abandone esa vida que tiene y después le
bres. Al que primero se llamaba Buinaizaï (Gente-pez) diré lo mío.
lo cambió por Monanizaï. Diciendo todas esas palabras No me dijo nada. Nos salimos y nos sentamos afue-
se fue al lado de su Padre. ra. Hizo conversa de otra. Después me fui”.
Hasta ahí.
—Esas fueron las palabras con que me defiendo y El corto mito traído a cuento constituye el meollo
vivo; porque si cometo lo que está escrito (prohibido) en de la tradición que detenta Juvenal. Hay que tener en
estas tradiciones tengo que morirme. Es la única defen- cuenta que no nos encontramos frente a un especialis-
sa que yo tengo. ta del saber. Los grandes Dueños de tradiciones, que
Él me dijo que si sabía oraciones de parte de blan- mantienen la línea de los legendarios Sabedores del
cos. Le respondí: pasado, reportan mitos básicos de mucha mayor com-
—Quizás existan, pero yo no las sé.
plejidad y, por lo general, de mayor extensión. Pero
—¿Y para que le tengan miedo sabes alguna ora-
ción?
todo indígena posee algo de lo que puede echar mano
Le dije que no sabía tampoco. en momentos de apretura, para recurrir tan pronto se
—Entonces, ¿por qué le teme a usted la gente cuan- tenga ocasión a los especialistas; es lo que hace
do usted llama la atención? Cuando pelean le hacen Juvenal.
caso.
Le dije: TIPOS DE SABEDORES
—Es muy sencillo explicarlo: ¿Usted
me ha visto ofendiendo, sacando un
arma o intentando pegar? Como el tema es en extremo amplio y
—Que no; que nunca— me complejo, estoy muy lejos de haber es-
respondió. tructurado el conjunto de personajes
—En eso está mi defensa. que detentan el Saber53 ; tanto más
Como yo respeto, me respetan. por cuanto la degradación de la
Hacen caso. No ven la lata51 que cultura tradicional ha traído apa-
yo hago. Por otra parte, si me ha
rejado el fenómeno de asunción
visto molestando mujer casada, o
hija del otro.
de varios roles por parte de los
Dijo que no. Sabedores que se habían espe-
—En eso está mi defensa. Enton- cializado, siguiendo la pauta tra-
ces, para yo librarme del peligro, siem- dicional, en tal o cual tipo de co-
pre ruego a Dios y pongo las palabras para
rechazar. Por eso es que no me pasa nada.
Entonces quedó admirado de no poder
sacar cosas importantes de mi defensa. Se-
guí diciendo que existían oraciones y se-
cretos para poder librarse del mal:  Cabeza humana, de hombre, con ojos
—Para eso necesita, si usted quiere abiertos, boca entreabierta y nariz prominente.
aprender los secretos que llevo yo, lo pri- El cráneo es proporcionalmente pequeño para
mero tiene que ir a confesar, después perdo- el tamaño de la cara. (7.5 cm)

50 En la escalada del Saber, cada momento crucial del ciclo ritual generacional del Abuelo dueño de una tradición se remata con la
“postura de un nuevo nombre” que ha de corresponder y equipararse con el poder acopiado y evidenciado (demostrado). “Hay quienes
toman nombres poderosos, pesados, sin tener fuerza para sostenerlos. Esos se enferman”.
51 Pereque, molestia.
52 Yerbas medicamentosas; pero en general remedios distintos de la palabra curadora. Prescripción tradicional, precedida de una
expresa interpolación cristiana.
53 Abordé el tema al elaborar el informe final (1978) de un trabajo patrocinado por FINARCO, que consistía en la trascripción de un
buen número de los mitos que había logrado reunir desde 1971 entre los uitotos y muinanes. Estos materiales venían sirviendo en mis cursos
de Mitología de la Universidad Nacional y en los programas de Radio Nacional y T.V. Educativa que tuve a mi cargo (1974-5). Se hicieron

81
NOTAS SOBRE UN RELATO DE CURANDERISMO DE LOS UITOTOS

nocimiento. La necesidad social lo impone. Atenderé  Cuerpo humano, de varón, sentado. El cuerpo se encuentra
casi exclusivamente a lo que se vislumbra en el relato. ataviado con un gorro y una especie de camisa larga. Cabeza con
órganos normales, pero proporcionalmente grande con respecto al
En la relación de sus aventuras Juvenal enumera resto del cuerpo. Argolla nasal, collar alrededor del cuello. Las
manos se encuentran en el tórax, rodeando los pezones. También
once curadores, incluido el sacerdote católico, cura se observa un ombligo protuberante. La figura se muestra con los
de San Rafael de El Encanto. El grupo de los profesio- miembros inferiores semiabducidos, y los genitales formados por
una pequeña oquedad, que es ‘llenada’ parcialmente por una
nales está representado por dos inganos y dos uitotos; protuberancia. (17 cm)
los siete restantes son ocasionales, personas del co-
mún que poseen un conocimiento general y ofrecen al
paciente una suerte de primeros auxilios, que com-
prenden la utilización de algunas plantas curativas,
ciertas recomendaciones y prácticas rituales tomadas
de la tradición básica. Algunos actúan como en juego
y logran, sin embargo, aportar soluciones parciales.
Es uno de estos no- especialistas quien termina por
dar con la solución definitiva. Es como decir: “Vuelve
a lo básico de tu cultura y allí, en lo que tú aprendiste
de niño y en lo que todo el mundo sabe —sin necesi-
dad de convertirse en un gran Sabedor, o recurrir a
uno de ellos—, encontrarás la solución de tus proble-
mas”.
La medicina occidental está representada por el
sacerdote católico, director del Internado Indígena del
lugar, a quien Juvenal recurre en primera instancia. A
diferencia de lo que se muestra en otros relatos, este
sacerdote no aparece administrando agua bendita o
cosas por el estilo, si bien es el propio paciente quien
la hace traer por conducto de su mujer. En el curso de
sus dolencias, Juvenal vuelve a la Misión en busca de
fármacos de los blancos, que desde luego no logran
curarlo. Hoy esta labor farmacéutica se cumple en la
zona por medio de un enfermero.

LOS CURANDEROS ESPECIALISTAS


ESPECIALISTAS
Dos curanderos inganos, padre e hijo, residentes en
la banda peruana, son consultados por Juvenal. Esa
etnia es famosa por sus habilidades médicas, y entre
algunos uitotos se dice que quienes desean profundi-
zar en el saber curativo concurren a ella para “gra-
duarse”. En la primera visita el curandero ingiere y
fuma tabaco; saca el dolor chupando (succionando)
y silbando; prescribe dietas alimenticias y recomienda
no hacer fuerza. Además,

varias ediciones en fotocopia –lecturas para estudiantes- de la introducción y cuatro mitos; estos materiales fueron finalmente publicados
en una edición, muy limitada, por el Programa ORAM (Orinoquia-Amazonia, U. Nal., en 1982, con el título Amazonia - Cuatro Mitos de
los Murui-Muinane. El segundo trabajo patrocinado por FINARCO (1979) permitió ampliar la transcripción y recolección de otros relatos,
además de un inventario de petroglifos en el río Caquetá. Los dos informes suman alrededor de 600 cuartillas que contienen 31 relatos
míticos, y 16 carpetas con las ampliaciones fotográficas de alrededor de 800 grabados rupestres. El trabajo de recopilación y transcripción
ha continuado. Se espera, en breve, evacuar editorialmente estos materiales.

82
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

 Figura humana de mujer, de


se mete en agua fría. La sangre se va cuajando y va
cuerpo entero. La cara esboza una encogiendo su tendón. Por lo segundo, hay una envidia
leve sonrisa. Está ataviada con una por la cacería que usted hace. Está matando mucho
especie de vestido con falda. Los tigrillo. Algunos de sus paisanos comprenden (saben)
miembros superiores están bien hechicerías y están ordenando a algún espíritu maligno.
definidos. La mano derecha se
encuentra posada sobre el seno Entonces el Espíritu del Monte55 , ese espíritu lo flechó
derecho, y la izquierda se apoya porque está acabando con las criaturas de él, y eso lo
sobre la cabeza de un pequeño hace por orden de uno de los paisanos suyos. En su
niño (¿niña?) al que alimenta. Los cuerpo está como en la forma de un calor. Su sangre
miembros inferiores son gruesos y
cortos; en cada uno de sus pies
está caliente. Eso es lo que bota calor en su cuerpo.
presenta cinco dedos. Mujer Esos verracos no avisan.
lactando. (16.5 cm) No dijo quién es. Me dijo que eso sanaba poco a
poco. Me dio a tomar una hierba que siembran ellos y
que llaman tirisapiri; es muy amarga. Me quitó mi senti-
do. Pensé que me estaba muriendo. Me dijo que con eso
se quitaba todo el dolor que tenía en mi cuerpo, y que
me cuidara siempre. Que no comiera animales con
muelas. Sólo pájaros, Regresé”.
Manuel Hernández es el segundo curandero uitoto
consultado por Juvenal. Ya he transcrito (supra) algu-
nas de sus palabras, en las que se destaca su des-
acuerdo con Juvenal por haber recurrido a los inganos
y por haberse contaminado con su permanencia entre
los blancos. El otro especialista de su propia etnia —
primero en el relato— es Remigio Ruzitofiama, a quien
conoce Juvenal con ocasión de las Olimpíadas Indí-
genas, en El Encanto, río Caraparaná. Este
destacadísimo curandero oficiaba como tal en la se-
lección deportiva de su comunidad, Santa Rosa de
Codué. Dentro de su prédica se destaca el hecho de
atribuir la enfermedad a una acción incompleta:
“... No cobró.
—No se puede cobrar. Sólo lo hacemos en el nom- “Entonces me dijo que me tenía que cuidar, porque
bre de Dios—, me dijo. —Hacemos servicio a cualquier eso no era cualquier enfermedad; que es ziekoteya, y
persona que lo necesite”. eso es que uno se está preparando, pero al no terminar
En una segunda visita, acontece el siguiente diálogo el estudio o carrera, fracasa; entonces viene esa enfer-
entre Juvenal y uno de los médicos inganos: medad”.
“Yo le pregunté de qué sufría (yo). Si sería por haber Por otra parte, en una segunda sesión este especia-
tocado alguna hierba y no lo dicté (dije), o si era mal de lista conduce a Juvenal por el mundo de las plantas que
los mismos familiares; si sería un hechizo, o una mala confieren el don de ver. Retomo el hilo de esta madeja:
hora. El viejo se rió mirándome y me dijo: “Después, a los días, me dijo:
—Usted no sabe nada, ni su papá. —Tiene que tomar ukuaï para que usted mismo pue-
Me preguntó si yo era aserrador y manejaba fie- da ver lo que tiene, porque todo el mal que está en el
rro54 y tigrillaba. cuerpo de uno es visible a través de eso, y usted mismo
Le dije que sí. Él me dijo: lo puede quitar.
—En eso está su enfermedad. Por la primera parte, Al día siguiente nos fuimos con él, de mañanita, a
usted trabaja en aserrío y se baña todo acalorado, y eso preparar esas cosas en el monte. Allá me explicaba la
le va haciendo perjuicio porque la sangre está caliente y forma de prepararlo y me mostró los palos y me indicó

54 El uso de hachas y sierras metálicas ha resultado desequilibrante —y no sólo en términos rituales— tanto más por cuanto la
finalidad no es el uso directo de la madera aserrada en las necesidades domésticas inmediatas, sino su mediatización comercialista. El fierro
es terrible para los Dueños·del·bosque, personajes míticos que representan la Fuerza de un sector de la naturaleza.
55 Madremonte, Bambero: Dofïi. Lo de bambero viene de la creencia en un ser mítico que llama la atención en la selva golpeando
las bambas, nombre que se le da a los arbotantes de los grandes árboles. Se dice “eso es su maguaré” (tambor sagrado).

83
NOTAS SOBRE UN RELATO DE CURANDERISMO DE LOS UITOTOS

una oración para poder revivir otra vez, después de


tomar. Oración perteneciente cuando una persona se
muere y poder llamar al espíritu desde el trono de Dios,
y después, cuando ya estaba preparando, me mandó
probar y me dijo:
—Esta noche, a las tres de la mañana, cuando nadie
haga bulla, usted va a tomar.
Llevó el maní, una parte de unao (yajé); echó hoja
de pui (palma de techar) y hoja de yarumo especial. Es el
yarumo de lloro [llanto]; se utiliza cuando uno sufre,
para hacer sufrir al otro; cuando un malhechor hace
sufrir, para que él sufra también. Él coronó [concluyó]
 Cabeza con
todo. Él preparó el ukuaï en el monte; es el principal, “depresión
así: sacaba la cáscara por pedazos, del asiento, como a frontal y
un metro. Sacaba la tira y la raspaba y la amontonaba en deformación
una ollita. Después se tumba el palo y saca la cáscara de tabular erecta”.
Masa supralabial
todo el palo y la va sacando. Es delgado, como 40
en línea media
centímetros. Como 15 metros de altura; la hoja parece (¿cicatriz por labio
de de yuca. La baba de todo el palo es poquita. Se y paladar
exprime y lo cierne y lo cocina al pie del palo de ... hendido?).
[manuscrito ilegible]. Es agua espesa como mermelada (5.3 cm)
rojiza. Cuando estaba colando sacó calculando para
cada síntoma, poquitico. Al cocinarla le echa maní; le
echa unao raspado, hoja de pui, cenicita; si hay le echa
feai, que es un árbol balsoso, que no pesa, para que el
espíritu se eleve suavemente y baje suavemente, porque se va alejando poco a poco, hasta que el espíritu se
si no, choca en la profundidad y no vuelve más. El espí- eleva del cuerpo. Como en una luz clara. Es diferente de
ritu de cada humano pertenece o se alimenta de maní. la luz de este mundo. El espíritu ya comienza a llegar
Pui para llamar: suena taca... taca... taca... cuando hay alto. Entonces volteé a mirar y me vi abajo, tendido
viento, para que el espíritu esté alegre elevándose. boca abajo mi cuerpo; yo estaba arriba, como pájaro, a
Unao para profundizar, para ver todo. Yarumo, por- dos metros estaba arriba. En ese momento mi cuerpo se
que uno está sufriendo, entonces llora. Se lleva a la transformó en ceniza; quedé como un puñado. Ahí es
casa. A las tres el hombre me llamó allá. Quemó el que se fracasa, porque se puede asustar el espíritu cuan-
yarumo y echó en agua ese preparado, en pocillo pe- do ve uno el cuerpo en ceniza. Dice:
queño, y ahí echó la ceniza. Ya me dijo: —Soy padre y soy hijo de rayo, y en rayo me con-
—Vea su vida y tómela y acuéstese boca abajo y vierto.
resista. No mire para otro lado, para que mire derecho En ese momento ese espíritu se va a recorrer. Ahí ya
donde está la raíz de su enfermedad, sin distraerse. Eso no ve la ceniza. En ese rato, como un espíritu comenzó
es muerte. a chillar, como abejón que comienza a zumbar; pero el
Estuve acostado un rato; yo no sentía nada. Des- sonido es raro, que hace como ensordecer, enloquecer.
pués el cuerpo parece crecer. El espíritu de uno se va Y ese abejón se acomodó como en la dirección de mi
aflojando. Al rato sentí como un escalofrío que me re- oído, atracito, y no lo podía localizar. Eso me comenzó
corrió desde los pies a la cabeza, y como un soplo, y a hacer volar. Ya comencé a andar. Iba volando como un
como que uno se desmaya. El aire entra por los pies, pájaro, como por un camino ancho, como en forma de
hasta la cintura queda uno muerto. Sólo siente de la calle. Hay hierba, verdecito se veía. Y comencé a volar
cintura para arriba. Después otro soplido y queda uno por un camino ancho y bonito, limpio, de para abajo.
sin sentido, queda uno como elevado. Así uno va per- Los lados, el monte se veía verde como cuando hacía
diendo el conocimiento, poco a poco, en medio de rui- viento. Y el ruido que zumba a la distancia y que deci-
do. Hay mucho ruido en esta tierra y uno no se da cuen- mos que es comienzo de verano, desde el principio,
ta. Comienza a sonar como en forma de maquinaria, donde está Dios. Eso que suena es desde el principio56
taca... taca... taca... de animales; no se puede entender que Dios lo manda. Seguí volando y el abejón me guia-
de cuál es; de todos, como machucando. Así uno, poco ba siempre. Llegaba en una parte oscura; en otra parte
a poco el espíritu se va aflojando del cuerpo, y ese ruido medio azul y otra parte como en la oscuridad, brilloso,

56 Comienzo, origen en sentido tanto temporal como espacial; así equivale a fondo, fundamento, base.

84
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

porque en la oscuridad a veces es brilloso, hasta que fui  Figura humana con
pasando de esos [lugares]. Llegaba en una parte donde cabeza
hay gente, como ciudades, pueblos grandes. Ahí se ve proporcionalmente
todo lo que es la maldad. Uno está matando al otro; grande para el resto del
cuerpo. Hay desviación
pasa de ahí, de pueblo en pueblo. En otra parte están de la comisura labial
criticando de otro; en otra tomando [emborrachándo- izquierda y no tiene la
se], en otra bailando, en otra peleando, agarrados; en fosa nasal izquierda. La
otra parte están preparando ambil para hablar mal de figura continúa con un
cuello muy corto
otra persona con hechicería: ambil preparado en totumita (incluso, con ausencia
para hablar mal; ahí se nombra el ïïgaï de los antiguos; de cuello). Las
ambil y coca es sólo para hablar bien, no para mal, sólo extremidades superiores
para cuidar. Hasta que por último [se] va llegando en e inferiores son gruesas y
otra parte donde el cuerpo de uno parece otra vez echa- cortas. Los dedos se
esbozan en forma de
do en tierra. Lo vuelve a ver. Ahí, en esa parte, se mues- perforaciones. La
tra que la tierra no es grande. Uno pasa un rato por ahí, impresión general es la
donde está echado, y observa. Alcanza [uno] a darse de un niño
cuenta que el mundo comienza a girar, girar, verde, como acondroplásico con
parálisis facial derecha.
una bola, hasta que va mermando un poco —esto va en (10.1 cm)
parte de Rafue— hasta que queda en forma de una bola
—superbola. Encima está uno, echado boca abajo. Ahí
hay un hombre sentado, con la bola entre las dos pier-
nas. Ese es la figura [imagen] de Dios. La tierra es pe-
queñita. Él es más grande que la tierra y por eso lo ve
todo. De ahí comienza a desaparecer, volando, como
sumergiéndose hacia abajo. Se llega a una parte que
tiene forma como de una maloca, como un quiosco.
Aparece otra vez el hombre sentado a la puerta, miran-
do hacia fuera. Se llega ante él. El hombre pregunta:
—¿Qué buscas? ¿Qué vienes a hacer?
Entonces uno contesta:
—Estoy buscando lo que yo sufro.
Él dice:
—Aquí no hay nada. Aquí todo es alegría. Aquí no vo. Yo iba poco a poco regresando, y miraba como una
hay dolor, no hay sufrimiento. luz más clara, como edificios, veía como visiones. El
Ahí le indica todo. abejón quería traerme arriba [donde estaba el cuerpo] y
—Es allá donde estás, donde está todo. Vaya allá y así, poco a poco, iba de para allá, de para allá; no podía
mire. hacer esfuerzo, algo me obligaba a profundizar. Por últi-
Me muestra. En ese rato otra vez el [mi] espíritu se mo, poco a poco, iba frenando en una parte y comencé
eleva y cuando venía en medio camino, como quien a retroceder hacia arriba; yo no oía la voz que me llama-
dice: ¡no terminó mi viaje! porque fue en ese momento ba hacia arriba. Así, poco a poco, hasta que volví a oírla,
cuando el hombre que me cuidaba utilizó la oración, como en el cerebro de uno, así se oye. Y eso me iba
llamándome. Él me dijo que durante un buen rato quedé trayendo, así; la voz iba sonando más y más duro, hasta
como muerto. Él se asustó. No alcancé a llegar bien. que ya se oía bien claro, como de aquí al puerto. De ahí
Entonces el espíritu mío se detuvo ahí. Al oír eso uno el espíritu subió ligero; cogió fuerza, hasta que oía así
oye una voz, muy lejos, que le pide volver a su lugar. Me no más. No me di cuenta a qué horas se encarnó otra
paré en medio del camino. Ahí me llamó. En ese rato el vez. Cuando me di cuenta, el hombre estaba encima de
espíritu no quiso regresar, no quería volver, quería irse mí, diciendo oraciones, sentado. Me levanté sano. Me
del todo. Es lo peligroso. Ahí se cambió. Ya no era el dio a tomar agua dulce, de yuca. Ahí llegué otra vez”.
espíritu que viajaba primero. Mi cuerpo era como que ya
no pertenecía a este mundo. Yo mismo buscaba otra vez En la práctica chamánica de los uitotos y muinanes,
regresar a la maloca (donde estaba el hombre); enton- el yajé57 no ocupa un puesto preferencial, pero se uti-
ces ese abejón que me acompañaba, ese aire, me detu- liza de tanto en tanto, en casos extremos, para be-

57 En la toma descrita se utiliza el ukuaï (Virola spp.), según parece revuelto con yajé (Banisteriopsis caapi). Ninguno de los dos se
utiliza con frecuencia entre los uitotos y muinanes. Lo que sí ocurre con el yajé entre los kofanes, por ejemplo.

85
NOTAS SOBRE UN RELATO DE CURANDERISMO DE LOS UITOTOS

neficiarse de sus posibilidades visionarias. Han sido  Cabeza humana con cráneo
proporcionalmente muy pequeño para el
los grupos tukanos (occidentales y orientales, como tamaño de la cara (sobre el cráneo hay una
los kofanes) e inganos quienes se han especializado especie de lazo). Los órganos faciales se
esbozan en bajorrelieve, con excepción de
en ese camino. El hecho de estar plenamente cons- las orejas que son inusualmente grandes,
telado en mitos tenidos por los uitotos y muinanes redondeadas y sin perforaciones. En la
oreja derecha aparece sobrepuesto
como los más graves, por referirse a las primeras un adminículo redondeado. Hay
etapas del cosmos, hace pensar que el uso del yajé un collar alrededor del cuello,
parecido al lazo
viene de muy atrás. El que este complejo no se haya mencionado. (7.5 cm)
desarrollado en mayor medida ha de buscarse en
la especialización de los sabios uitotos y muinanes
en la Palabra, más que en el Ver58 , sin que se ex-
cluyan, por supuesto. Para ellos, el Saber estriba fun-
damentalmente en la Palabra. Saber es saber las
Palabras. Conocer con profundidad es recordar lo
dicho alguna vez en el mambeadero, donde el
Abuelo sentado en el banco ritual, se constituye en
el ordenador, y lo es porque es orador. Palabra: un
hombre sentado que habla y que repite el acto
arquetípico del Kosmokrátor del Origen, el que con-
formó las primeras Palabras, primera concreción,  Cabeza con ojos
alada ciertamente, de los primordiales y fundantes abiertos y boca
entreabierta, sin
murmullos —y vibraciones— femeninos. expresión facial definida.
Las orejas se
La tradición amazónica del hombre sentado59 encuentran en su
posición habitual, pero
en su banco de Sabedor tiene una importancia capi- son grandes y
tal, vertebral60 . Se alude a quien está hablando en el antevertidas. (7.1 cm)
mambeadero, en el ámbito ritual de la maloca —la
Morada de la Coca61 —, donde los hombres se reúnen
a consumir la hoja del saber, hoja que sirvió para con-
formar la lengua (órgano), y el tabaco —ambil de
vuelos largos— para poder hablar de la tradición,
para conjugar el ayer con el hoy, el espacio del aquí
con el total del universo que se concibe como el con-  Cabeza humana con ojos
junto de muchos mundos coopresentes. La figura del abiertos e iris representados como
dos oquedades. Nariz recta con
tres masas (una al lado de cada
ala nasal y otra a la altura de la
espina nasal), boca entreabierta
(¿tumor escamocelular en cara?).
(6.4 cm)

58 Especulando sobre esta especialización se podría barruntar que en la cultura de los grupos que manejan el yajé, habría una
disposición especial para las artes visuales, en tanto que aquellos que se especializan en las plantas que tienen que ver con la verbalización,
la disposición estaría del lado de las artes que manejan la palabra. El autor piensa así al meditar en la obra de Carlos Jacanamijoy en
contraste con la espléndida poética de los uitotos y muinanes.
59 Véase al respecto las obras de Pineda (1994) y Urbina (1994), dedicadas a la exploración del tema.
60 La idea viene de muy antiguo y está muy extendida. Se han localizado representaciones del “hombre sentado”
—abstractas y figurativas— en los petroglifos hallados en el río Caquetá, y no sólo allí.
61 Comunicación personal de Blanca de Corredor, quien ha logrado la mejor información sobre Maloca recogida hasta ahora en
Colombia, y que es base de su monografía (tesis de grado en curso -1986- cuando se estaba elaborando el presente texto) en el
Departamento de Antropología de la U. Nacional (resultó la primera laureada en la historia del Departamento).

86
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

Sabedor por excelencia, el verdadero hombre62 , es la UN CURADOR OCASIONAL


del hombre sentado que está firme, pleno, vertebrando
Se trata de un hermano de Juvenal, quien ante los
la realidad con su palabra y su gesto... por eso puede
padecimientos de éste se presta a ejecutar una prácti-
enseñar y armonizar, corregir y aconsejar, equilibrar y
ca curativa:
ordenar en su doble acepción de introducir orden y
mandar. El Sabedor calma. Lleva frescura donde hay “Cuando me di cuenta era que estaba acostado en
ardor y violencia. Todo Sabedor gesta alianzas. la hamaca, quejándome, y recobré, como quien dice, el
sentido, bien; se me quitó un poquito el escalofrío;
Para volar, los uitotos y muinanes prefieren el taba- quedó mi cuerpo todo sin fuerza. En ese momento fue
co63 . En la construcción del vuelo, Dïïjoma el ensimis- llegando mi hermano Julián. Me preguntó qué tenía. Le
mado, en otro bello relato64 , confecciona sus alas con dije que me hiciera un favor, que pusiera en mi cuerpo
ayuda de la paloma, empleando en la operación cualquier cosa bendita, que me estaba muriendo. Él fue
inmediatamente a buscar albahaca y me preguntaba
hojas a manera de plumas. ¿Qué hojas? Las terceras
cómo sentía en el cuerpo el ardor y el dolor. Le dije que
son las del tabaco, las fuertes penas que permiten el estaba como quemado, en la candela. Él contestó:
vuelo largo; las segundas, las azuladas de la coca, y —Para el Señor no hay candela; para él todo es
las primeras las de yuca, la planta que alimenta y que fresco, todo es dulce, todo es bueno.
nos sumerge de inmediato en las tareas femeninas, Y diciendo así se sentó a hacer oración hasta que al
labores que suministran el sustento, alimento que no buen rato terminó. Era oración de apagar candela y
es sólo físico; sustento cósmico, porque en definitiva, atraer el corazón de la persona otra vez. Mi hermano
continuó diciendo:
la mujer —la generadora— es el fundamento de todo,
incluso del saber. Las mujeres se mueven en la pe-
numbra discreta, lejos del mambeadero —sitio del
hombre—, pero oyen, aprenden, saben... y cuando
un hombre, así sea el Abuelo, se equivoca, ellas —
sobre todo las Abuelas—, lo corrigen desde allá, des-
de el envolvente y sombrío entorno de su hacer gene-  Molde. (12.8 cm)
rador y mantenedor. La madre es la vigilante de la
tradición, quien fiscaliza la transmisión del Saber. En
la práctica social de los uitotos y muinanes, el padre
es la figura preeminente, pero en las más secretas
mitologías, las más fundacionales, aquellas que se
actualizan en la construcción de la maloca (síntesis
materializada de la Historia-Universo), la Madre apa-
rece como la figura más importante, hasta el punto de
ser ella quien da origen al Padre, y quien le exige
entregarle al Hijo lo que de ella ha recibido: las Pala-
bras, para que el Hijo las convierta en Obras y haga,
a su vez, donación de ellas a los hombres (Urbina
1999). Pero esa es otra historia de la que el relato de
Juvenal nada dice; quizá la ignore porque sólo la cuen-
tan los grandes Sabedores, aquellos que han logrado
llegar, en su búsqueda, a las raíces, al ámbito fontal
que es, y siempre será, un principio femenino.

62 Con esta breve cita quiero rendir agradecido homenaje al autor de Jaibanás: los verdaderos hombres. Su autor, Luis Guillermo
Vasco, logró el escrito más hondo, honesto y cálido que haya leído al respecto.
63 Distinguen los uitotos y muinanes varios tipos de tabaco, si bien todos no corresponden a la especie Nicotiana. Kaïkomuya Dïona
corresponde a la Nicotiana tabacum; el Okaina Dïona, llamado tabaco de los animales, y el Jananï Dïona, Tabaco del Diablo (espíritu del
monte) corresponden al úkue, Virola spp., con el que se prepara el llamado ambil de monte.
64 El autor ha presentado, en varias oportunidades, el resumen de este mito y finalmente completo en prosa poética en 2004. Ha
insistido mucho en él por su particular riqueza simbólica, en especial en lo que respecta a los vuelos chamánicos.

87
NOTAS SOBRE UN RELATO DE CURANDERISMO DE LOS UITOTOS

—Porque el significado de la albahaca es: al princi- encargado de proteger, de alimentar la Fuerza del
pio, cuando nuestro Padre existió, el corazón de él le grupo para que éste aumentara. Es el Generador: su
ardía; entonces él con la albahaca lo refrescó65 . El cora- palabra permite que haya salud y aumento de gente,
zón de él es frío, liviano, alegre. Y ese [mismo] soplo y
que las chagras medren, que las mujeres sean muy
esa voz de aliento yo [se] los doy a usted para que se
refresque su corazón y calme ese calor. fecundas y sobre todo, que procreen varones, porque
Diciendo así él se levantó, sacó albahaca de la taza si en un clan (exógamo) nacen más mujeres que hom-
que tenía, soplada66 , y se puso a rociarla, en forma de bres, se empobrece69 .
cruz67 , en mi cuerpo. Después me hizo sentar y roció
todo mi cuerpo: cabeza, pecho, manos, pies, con esa
Este Sabedor positivo, Nïmairama, se forma fun-
agua. Con eso fui cogiendo fuerza otra vez. Y él dijo: damentalmente en el mambeadero, donde aprende
—Ahora se refrescará, sanará todo ese calor y se irá la tradición, las buenas cosas de la tradición (Rafue) y
apagando poco a poco. el cómo controlarlo todo para organizar la sociedad
Ese man, alguna vez, revivió a mi papá finado con y, a través de ésta, el cosmos mismo, mediante la Pa-
yerbas. Después de eso yo ya me acosté mientras que él labra y el Gesto. Aprende gestos y palabras primor-
se iba a su casa. Ya era tarde. Llegó mi mujer. Ya más o diales del anciano preceptor, cuyos años viejos lo
menos fresco mi cuerpo; pasaba poco a poco ese calor.
avecindan a los orígenes antes de entrar en el silencio.
Ella había traído droga y esa agua bendita. Le dije:
—Mientras tú andabas, de no ser por mi hermano, Su lugar es el mambeadero. Su ámbito, la maloca.
yo ya estaría muerto...” Al lado de este Sabedor positivo aparece el
negativo: el Aima, el hechicero, el encargado de ata-
SOBRE LA FORMACIÓN DEL SABEDOR car a los enemigos del grupo, mientras el Sabedor
Entre los murui y muinanes se pueden distinguir dos positivo defiende. Es él quien lanza el vampiro, tragador
grandes categorías de Sabedores: los que detentan de corazones, contra las malocas enemigas; él quien
un saber positivo, y aquellos que se fundamentan en metamorfoseado, siembra el terror; él quien deshace
el negativo y lo ejercen. En la organización ideal —en con sus palabras-flecha el secreto-muralla del enemi-
un pasado ya remoto—,en cada grupo existía un gran go. También tiene su ámbito ideal de aprendizaje,
Sabedor positivo, que se identificaba con Buinaima68 , ámbito solitario, al que va solo. Es una raja entre los

65 La fórmula más corriente que utilizan los curadores, cuando echan mano a las acciones curativas de Áñïraima, el Demiurgo que
hace visible la realidad (es el Hijo de la gran pareja integrada por la Madre y el Padre Primordiales), consiste en mostrar cómo éste convertía
en plantas curativas los terribles padecimientos a que estuvo sujeto en aquel momento dramático de los orígenes absolutos.
66 Soplar: equivale a conjurar; el aire de la palabra fuerte (oración: jira) y el soplo (aire, aliento de vida: jagïyï) permiten desencadenar
las fuerzas curativas de las substancias, fuerzas que estuvieron presentes en el origen del tiempo, quedando encerradas en los seres recién
creados.
67 Aquí, desde luego, se trata del signo cristiano y la imitación del ritual de aspersión del agua bendita por parte de los sacerdotes de
ese culto. No obstante, se ha de tener en cuenta que la figura de la cruz está presente en estas culturas, e incluso se puede rastrear en los
petroglifos del río Caquetá que, incuestionablemente, se remontan a un pasado remoto, previo a la evangelización. Entre los muinanes y
uitotos llega a significar maloca por tratarse de una representación de los cuatro segmentos de la Serpiente Ancestral —origen de las
etnias— equivalentes a los cuatro ancestros que pueblan los cuatro puntos cardinales, y que en las malocas conforman las cuatro grandes
columnas en donde se sustenta toda la estructura. El petroglifo en cuestión puede verse en Urbina, 2004:34. Es muy frecuente encontrar el
diseño en las decoraciones hechas sobre tela de corteza (véase Urbina, 1992a: 140-1; 1993: fotografía p. 35, supra).
68 Este tema está más detallado en Yépez op. cit., cap. III. Cabe anotar, sin embargo, que en los mitos la acción positiva o negativa
es asumida indistintamente por el héroe que se asimila a Buinaima. Este hecho plantea el problema de la personalidad cambiante. Un
mismo ser adopta diversas funciones, a veces contrapuestas, simplemente cambiando de nombre. Más que designar personajes, lo que hace
el nombre es describir funciones. Viejo problema éste que se ventila muy a menudo cuando se discute acerca del politeísmo, que poco a poco
se está considerando no como la coexistencia de varios dioses, sino como la manifestación personificada de las diversas facetas propias
de la Fuerza divina, que sería una sola. En el caso de los uitotos y muinanes, el Abuelo asume, en determinadas ocasiones, el papel de
Buinaima (ordenador, procreador, defensor), y en otras el papel de Aima (desorganizador, matador, atacante). En suma, esto del politeísmo
y del monoteísmo parece ser una diferenciación que se da en el interior de cada cultura y no entre una cultura en oposición a otra. Los más
finos pensadores en cada cultura (supuestamente politeísta) terminan por percibir ese monismo fundamental; en tanto que el común de la
gente (incluso en la culturas supuestamente monoteístas) se mueve en lo diverso.
69 Bien dice el Abuelo don Noé Rodríguez, que “la mujer es cernidor de otra maloca mientras el hombre es estantillo de la propia”. El
hombre se queda y la mujer se va. Esto permite que haya alianzas. Un grupo sin alianzas no puede subsistir fácilmente, y esto, ante todo,
debido a la frecuencia en un pasado no muy remoto de las guerras interclaniles.

88
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

mundos. Se llama Kuere. Ese lugar es buscado por  Cabeza primatoide con
Juvenal. Kuere: grieta que intercomunica los mundos ojos en espiral, pómulos
prominentes y boca
superpuestos... se habla de sitios muy miedosos en abierta, sin expresión
las sabanas del Cahuinarí, en las cabeceras de cier- agresiva, que parece
tos quebradones donde aparecen grutas, cavernas... mostrar los dientes
superiores. En la parte
y se dice que es Kuere... allí se averiguan las cosas basal de la figura se ve
maleficiosas70 . una especie de collar.
“Mono aullando” (6.0 cm)
He recogido algunos relatos sobre Abuelos que
han ido a kuere. Han hecho ese viaje combatiendo
un espíritu, luchando hasta vencerlo y pasando por
todos los mundos: por el mundo del agua, por el del
fuego, por el del rayo, por el de las raíces, por todos
los mundos, aprendiendo y llevando a cabo una ba-
talla descomunal que termina con la derrota del espí-
ritu, cuyo poder queda a merced del vencedor. Se
sabe de los vencedores. No de los buscadores derro-
tados.
¡Qué distinto este kuere, este ámbito desolado en bles de ser dominadas mediante el Saber. Su etiolo-
que dos fuerzas se miden sin testigos, al ámbito co- gía es externa. Juvenal se detiene en describir cómo él
munitario del mambeadero, sitio en que también se se encontraba a la expectativa, pendiente de la forma
da la comunicación entre los mundos; lugar en don- en que llegaba la enfermedad. Ésta se manifestaba
de el Abuelo Sabedor vertebra, con su gesto de hom- inicialmente como un golpe de viento, el resplandor
bre sentado, las muchas dimensiones, ascendiendo, de un relámpago, un ruido que lo traspasaba, sensa-
bajando, conociendo, viviendo, recordando, ateso- ción de chuzos, flechas o punzadas, y también, de
rando saber para que su gente esté sana y alegre! manera muy recurrente, calor, fiebre; el calor que que-
ma, no el que abriga y conforta.
Los Sabedores positivos —los Nïmairanï, entre
otros— se basan fundamentalmente en el Rafue: es
EL DIAGNÓSTICO
la Palabra buena, eficaz, la historia buena que com-
porta rituales que permiten ver lo que se mienta, con- En algunos textos se afirma: “Se sabe qué enferme-
cluir algo, visualizar, encerrando y controlando la Fuer- dad es, poniéndole cuidado a lo de dentro y a lo de
za en la concreción de la obra ritualizada. El Aima fuera”; buscando los signos visibles: ruidos, rayos, un
afianza su Poder en la historia negativa, ïïgaï (jagaï en trueno... “Los truenos que se oyen de pronto son con-
dialecto nïpode) historia que narra fracasos, historia tra uno; los que vienen subiendo, lentamente, son de
de castigo, relación de acciones incompletas tempestades comunes y provienen de Dios”, es decir,
generadoras de desastres; o es la misma historia y son naturales, no conllevan presagios. Viajero perma-
Palabra positiva, el Rafue, que termina por tornarse nente en los ríos, escenarios de sus peripecias, Juvenal
ïïgaï cuando simplemente se sabe y dice, pero no se presta mucha atención al ruido que produce su quilla
actúa cuajándose en obra71 : “haciéndola amanecer”. (canoa) al deslizarse cortando el agua; ausculta el tipo
de oscuridad: la hay como transparente y la hay opa-
TIPOS DE ENFERMEDAD ca, atemorizante... a todo le ponía cuidado para sa-
ber si se trataba de algo natural o de algo maligno
En el relato, Juvenal habla de enfermedades con ma-
que lo estaba persiguiendo.
dre; se supone que hay otras sin ella, aunque no las
detalla. Las con madre o Dueño son las que preocu- Para diagnosticar la enfermedad, los curacas
pan más al relator. Busca su causa. Son las suscepti- utilizan el palpar, pero de manera especial, el enso-

70 A título de hipótesis, Kuere es al universo lo que un Saber maléfico es al edificio conceptual del Abuelo dueño de tradición que hace
medrar; o que el ïïgaï al Rafue.
71 Moralidad y verdad son correlatos de la eficacia.

89
NOTAS SOBRE UN RELATO DE CURANDERISMO DE LOS UITOTOS

ñar, el viajar, y con esto se alude a la toma del yajé, le es propio los elementos imprescindibles para recu-
del tabaco y de la ukuaï, que permiten ver más allá de perarse. El secreto está en saber buscar. Las pistas es-
lo cotidiano, y remontarse hasta donde está ese hom- tán en el paciente mismo, por cuanto el entorno es
bre sentado, Dueño-de-los-remedios, ante cuya pre- parte de su propio cuerpo. “Yo me entrego al bosque
sencia no alcanza a llegar Juvenal, y por eso su vuelo con la mediación del ensueño que, en últimas, me su-
le resulta infructuoso. merge de nuevo en el origen, cuando las cosas esta-
ban indiferenciadas. La selva, que es la suma de todos
LA CURACIÓN los equilibrios, sabrá armonizarme”; ésta es, en mi
En la crónica se mientan muchas cosas curativas. Los opinión, la fórmula, el trasunto de todo este asunto
curanderos las conocen y emplean, pero se recurre del curar. Quisiera agregar que es muy marcada la
más asiduamente a la Palabra como elemento curador. insistencia de los Sabedores indígenas en eso de que
Para los uitotos y muinanes la Palabra es lo más fuer- “todas las soluciones a todos los problemas están en
te. Esta práctica le da al enfermo una notoria sensa- uno mismo, pues cada uno es todo”.
ción de seguridad, lo cual favorece su recuperación al Se prescriben dietas. Un individuo que tiene fiebre
coadyuvar el desencadenamiento de las fuerzas de- no debe comer determinados alimentos, sobre todo
fensivas propias del organismo; de esa manera, cuan- aquellos de carne roja, porque son animales calientes
do luego se suministra la planta medicinal, la persona que muchas veces, con sólo percibir su presencia, pro-
está en una mejor situación vital para superar la do- ducen calentura. Se da una relación estrecha entre calor
lencia. Las dos prácticas —Palabra y medicamento y enfermedad.
(manue)— por lo general van unidas, pero se da una
En las prácticas curativas se encuentran igualmente
insistencia mayor sobre la primera.
los gestos. Por ejemplo, sacudir los brazos haciendo
Hay otro punto muy interesante en esto de la cura- la mímica de alejar algo: la enfermedad. Se señala
ción por la Palabra. Una de las técnicas consiste en de pasada la medicación por el baño, una práctica
declarar —por parte del curador— que el cuerpo es, con que antaño se protegía a los niños y adolescen-
en definitiva, un microcosmos que contiene todo lo tes, y que ahora se aconseja a algunos pacientes, y
que hay alrededor: rayo, candela, agua, piedra, ár- que consistía en hacerlos bañar muy temprano, en la
bol, viento... de todo. De tal manera que si la enfer- quebrada, con el fin de “coger la fuerza del agua an-
medad es producida por alguno de estos elementos,
el curandero dice:
“A ti no te puede pasar nada porque tú también eres
rayo, tú tienes luz de rayo... Tú tienes también candela,
así, la candela de los animales no te puede perjudicar
porque tú también eres candela; tienes la candela de las
buenas palabras, la candela dulce, la candela que abri-
ga, la candela que cura...”
Se trata de mostrar que si se es idéntico, conforma-
do con las mismas substancias, sería contradictorio el
daño que provenga de ellas. En este mismo orden se
da una metodología de curación que consiste en de-
jarse guiar por los sueños, y recorrer el bosque al día
siguiente en busca de lo soñado que es, por lo gene-
ral, muy poco explícito, mediatizado como está por
particulares metáforas: el soñar con tal cosa equivale
a tal otra. En cierta medida, este recorrer indagando
sin saber propiamente qué, es un estar abierto a cual-
quier influjo proveniente del exterior; es como mostrar
sin velos mi desequilibrio, para que algo en el entorno
se muestre en plan de mejorarlo. El marco conceptual
en que se configuran estas ideas, responde a la no-  Cabeza con leve deformación frontooccipital, boca abierta
con leve desviación de la comisura derecha, oreja izquierda
ción de que un organismo, en caso de perder su equi- levemente antevertida. Leve ‘hundimiento’ de la hemicara
librio (enfermedad), ha de encontrar en el ámbito que izquierda. Parece representar el rostro de un anciano. (6.2 cm)

90
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

tes que la mariposa blanca toque tres veces, al amane-


cer, la superficie del agua, o antes que el camarón sa-
que su dedo”72 . Es entonces cuando se deben bañar,
pues de no hacerlo, quienes roben la fuerza del agua
serán el camarón y la mariposa. La Fuerza del agua
 Cabeza humana
se interioriza golpeando la corriente, con violencia, con ojo izquierdo
rebotándola con la mano sobre el cuerpo. “Así queda abierto y ausencia del
derecho, sin rastro de
uno protegido de las enfermedades. Era como vacuna enucleación (la región es
de antigua”. plana). Orejas antevertidas.
Nariz prominente y boca
Desde luego, entre las técnicas de los curanderos entreabierta, pequeña. La
profesionales está el succionar la parte adolorida. La figura, además, tiene
superpuesto en la región
enfermedad se concibe, en ocasiones, como algo que parietal lo que podría haber sido
penetra en el cuerpo, y ese cuerpo extraño debe ser una mano. Representación de un
hombre tuerto. (5.7 cm)
extraído por quien tenga la Fuerza —el chamán. A
Juvenal le estaban tratando de extraer un bïgï, o sea
un mazo, una macana que se había incrustado en su
pecho. En eso se había materializado la brujería de —Debes buscar la yerba perteneciente a cada animal,
su enemigo principal. De igual manera, se trataba de porque la enfermedad viene de los animales, o sea lo que
despojarlo de esa camisa de candela que lo enferma el Espíritu que Dios hizo en este mundo, o sea lo que
continuamente, y que impide que las palabras bue- nosotros llamamos Ïïgaï73 , eso es Espíritu Antiguo, que
vive hasta ahora, y nosotros no nos damos cuenta de cómo
nas y los medicamentos penetren en su interior.
una enfermedad choca. Ellos [esos espíritus] primero han
Para finalizar, diré simplemente que la salud se sido como nosotros, que tienen su comida y bebida pro-
manifiesta como una sensación de frescura y ligereza. pias. Eso se les da otra vez a ellos; eso está en el monte.
—Eso es significado [seña] de obra principal que
*** Dios hizo, y eso como no estaba bien, lo dejó, lo recha-
zó, lo dejó para ellos cuando hizo esta tierra, cuando él
La ponencia fue ampliada con una proyección de buscó para hacer esta tierra. Él sufrió. Él ahí se convirtió
diapositivas en que se complementó una serie de as- en fantasma (janaba), y la gente que ya había hecho
pectos de la exposición y se atendió luego a las pre- nacer obró mal, y él la rechazó hacia el monte y esos
guntas del público. Entre varias cuestiones, se dio ex- espíritus son los que existen y hacen perjuicios: son un
plicación acerca del título de la ponencia: La copa de grupo de janaba.
los espíritus del bosque. Reconstruyo la intervención: Esos son los pertenecientes al calor que yo sufría. Él
dijo:
Ante el fracaso de Juvenal en su viaje de yajé, —Con la cauana74 se refresca, y con la yuca dulce
Remigio, el curandero uitoto profesional, le recomien- se endulza. Pero eso es lo que hay en el monte: el hon-
da tomar, y también echarse en el cuerpo, el agua de go, olla de barro de ellos. Ahí preparaban su cauana
lluvia depositada en una variedad de hongo que se para refrescar el calor que ellos tenían en el cuerpo. Su
corazón se endulzaba.
yergue en forma de copa. Retomo el relato:
Entonces el hombre me dijo que tenía que tomar un
“El hombre me comenzó a explicar una parte [acer- poquito de esa agua y juntar y bañarme el cuerpo con
ca] de los espíritus que Dios ha hecho primero, de las eso cada vez que me sintiera mal, que padeciera ese
enfermedades, y que buscara según la enfermedad que calor. Dijo así:
sentía. Dijo: —Así viene esa enfermedad que usted sufre”.

72 Texto suministrado por Blanca de Corredor, quien lo recogió del Abuelo Florencio en Los Monos, arriba de Cuemaní, río Caquetá,
en 1981.
73 Resulta particularmente interesante este sentido del término. Aquí es el espíritu o personaje que reúne la Fuerza negativa que reposa
en los ïïgaï, las historias de castigo que narran lo que no debe hacerse, a las que tan bellamente llama Yépez “historias para olvidar” y que,
sin embargo, no se olvidan.
74 La cauana es una bebida que se prepara con almidón de yuca y zumo de alguna fruta. Es alimento propio del hombre, lo humaniza,
lo refresca en contraposición con la cauana de los espíritus que fueron rechazados.

91
NOTAS SOBRE UN RELATO DE CURANDERISMO DE LOS UITOTOS

Al estar enfermo, Juvenal se convierte en uno de


 Cabeza humana con ojos
esos seres que fueron rechazados. Ese calor que ellos abiertos y nariz recta.
tienen, y que es bueno para ellos, equivale a fiebre en Presenta pérdida de la
expresividad de la hemicara
el humano. Pues bien: si el calor que ellos sienten se izquierda. Parálisis facial
refresca [se endulza] con la cauana de ellos [lo que se izquierda. (4.05 cm)
deposita en el hongo], Juvenal debe tomar de ese lí-
quido para calmar [enfriar] su fiebre... Variaciones
amazónicas del principio Similia similibus curantur.
***
Nota final sobre las posibilidades de lograr
una reducción racional de la brujería
Frente a la posibilidad de que el brujo posea efectiva-  Cabeza humana sin oreja
mente el poder de actuar a distancia, manipulando derecha (¿amputación
traumática?). (5.6 cm)
un cierto tipo de fuerzas, se podrían digitar otras alter-
nativas, toda vez que tales prácticas no son explicables
racionalmente para ciertos conventículos académicos, que
tienen la pretensión de estar y tener las llaves de acceso
al único mundo posible, y al único saber válido.
1. La persona victimada sabe que le están haciendo de encontrarse bajo el efecto de alguna acción
brujería. La brujería resulta efectiva por obra de la hechiceril, pero que afirma “no creer en eso”,
sugestión a que es inducida la víctima. sin tener en cuenta que la labor de zapa del
inconsciente (deudor de la cultura entornante)
2. La víctima no es consciente de que es objeto de la es tanto más efectiva cuanto más sutil.
acción brujeril o hechiceril; no obstante, resulta
afectada. Ante la contundencia de tal o cual hecho insólito
—atestiguado por cada quien—, y de no aceptarse
• El operario —el hechicero— le hace ingerir al- alguna de las anteriores alternativas se impone, cuando
guna substancia, sin que la víctima lo sepa; de menos, admitir la existencia paralela de otros mun-
esa manera desencadena la afección. dos, obedientes a otras lógicas, y con poder suficien-
• La víctima capta, en forma subliminal, las ope- te para interferir y generar distorsiones en este mundo
raciones a que está siendo sometida y desen- -presuntamente tan hegeliano (racional75 )- al que nos
cadena la afección correspondiente. Es, tam- hemos tratado de acomodar a partir de la llamada
bién, el caso de la persona que es consciente modernidad ilustrada.

75 Cada lectura del mundo es un mundo. Lo más interesante no es que en el mundo de los uitotos ocurran acciones no reductibles a
la racionalidad llamada occidental; por ejemplo: el convertirse en un animal chamánico (cosa distinta a convertirse en un animal común
y corriente). Lo intrigante es que pueda ocurrir una intrusión de ese mundo en otros, como el académico, cientificista y racionalista. Que la
magia uitoto opere entre los uitotos y sus vecinos, es lo propio de su mundo; lo extraño consistiría, ante todo, que operara en otro u otros.
Es posible que opere si encuentra individuos que mediaticen el asunto. Tener muy en cuenta que la mayoría de las cosas raras a quien
siempre le ocurren es a otro. Se saben de oídas... pero en la vida de casi toda persona acontece alguna experiencia, muy contundente, sin
marco conceptual que dé razón suficiente de ella; la racionalidad siempre procurará encontrar una forma de escamotearla. Véase el libro
de VARIOS autores.

92
ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

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NOTAS SOBRE UN RELATO DE CURANDERISMO DE LOS UITOTOS

Andrés Ávila Garavito

Bogotá, 1967. Médico especialista, oncólogo clínico de la Universidad del Bosque y del Instituto Nacional de
Cancerología (1991). Realizó sus estudios de sub-especialidad en Francia, en Trasplante de Médula Ósea en
el Hospital Gustave Roussy, donde luego laboró como especialista durante cuatro años; trabajó en Cuidados
Paliativos en el Hospital Paul Brousse y recibió la certificación en Oncología Médica de la Facultad de Medicina
en la Universidad René Descartes de Paris. Durante su vinculación laboral en la unidad de Trasplante de
Médula Ósea del Instituto Gustave Roussy participó en diferentes protocolos de investigación clínica. Fungió
como especialista en el Grupo de Hematología y en el Programa de Trasplante del Instituto Nacional de
Cancerología desde 1993 hasta 2004. Ha estado vinculado como oncólogo clínico a la Clínica San Pedro
Claver, Clínica de la Mujer, Clínica Universitaria Teletón y al Policlínico del Olaya. Actualmente está radicado
en Medellín como socio fundador de la Clínica de Oncología Astorga y como miembro del cuerpo médico de
planta del Hospital Pablo Tobón Uribe, en las Unidades de Cancerología y de Trasplante de Médula Ósea. Ha
partipado en iniciativas de impacto social como fundaciones y organizaciones no gubernamentales para el
desarrollo educativo de las familias campesinas; es socio fundador de la cooperativa de servicios médicos en
Cáncer, Cansercoop y es miembro de número de diversas sociedades científicas. Profesor académico de las
universidades Javeriana, la Sabana y el Bosque; conferencista y autor de más de 30 artículos científicos. Fue
miembro del comité editorial de la Revista Colombiana de Cancerología y del comité de bioética de la Clínica
Universitaria Teletón. Lector y aficionado en temas históricos y culturales; fue alumno durante un año en la
Escuela de Artes, en el Museo del Louvre de París.

Gonzalo Correal Urrego

Gachalá (Cundinamarca), 1939. Antropólogo. Instituto Colombiano de Antropología (1964), Doctor en Derecho
y Ciencias Sociales Universidad Libre (1966). Profesor Emérito y Honorario de la Facultad de Ciencias
Universidad Nacional de Colombia. Miembro de números de las academias Colombiana de Historia, Historia
de Bogotá, Historia de Cundinamarca, Sociedad Geográfica de Colombia, Sociedad Colombiana de la Historia
de la Medicina, Asociación Colombiana de Paleopatología. Autor de 98 Títulos entre los que se destacan los
libros: Investigaciones Arqueológicas en los abrigos rocosos del Tequendama, Investigaciones Arqueológicas
en los abrigos rocosos de Nemocón y Sueba, Evidencias culturales y Mega Fauna Pleistocénica en Colombia,
Aguazuque Cazadores Recolectores y Plantadores en la altiplanicie de la cordillera oriental, Investigación
Arqueológica en el sitió de Zipacón Cundinamarca, Enfermedades y Epidemias en la Sabana de Bogotá (en
edición). Le han sido otorgadas entre otras distinciones: Primer Premio Nacional de Arqueologia, Banco
Popular (1975); Diploma de Honor al Mérito III Congreso Nacional de Antropología (1982); Premio Academia
Colombiana de Ciencias Exactas Físicas y Naturales a la Obra integral de un Científico ( 1996).

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ARQUEOLOGÍA - MEDICINA - CURANDERISMO

Franz Flórez Fuya

Tunja (Boyacá), 1971. Antropólogo de la Universidad Nacional de Colombia (1998). Fue ‘Profesional
universitario grado 030-13’ del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (2000-2004). Ha publicado
ensayos, reseñas y artículos sobre arqueología, antropología y semiología. Ha sido ‘Profesor de cátedra’ en la
Universidad Central y en la Josrge Tadeo Lozano (2002-2004). ‘Profesor de tiempo completo’de semiología
y seminarios de humanidades en la Universidad Jorge Tadeo Lozano (2005). Se interesa por la interpretación
en arqueología, la divulgación de la identidad, la memoria colectiva y la construcción de creencias y
memorias rituales “cultas” y “populares”. Lector y seguidor del optimismo de Anton Chejov y Augusto
Monterroso. Le gustan las montañas de Boyacá y lo extrovertido de sus paisanos, una sensata montañera de
Antioquia, y las selvas, el mar y los silencios del litoral Pacífico. No tiene (ni aspira a tener) visa USA.

Jaime Herrera Pontón ()

Bogotá, 1931-2001. Médico anestesiólogo de la Universidad Javeriana (1958). Hizo su especialización de


Anestesiología en el Hospital Universitario de Cali (Valle). Practicó su especialización en el Hospital de La
Samaritana, en la Clínica del Country y en la Fundación Santa Fe de Bogotá, donde creó la Clínica del dolor,
y trabajó además en Cirulaser y la Asociación Medica de los Andes. En 1973 creó la Revista Colombiana de
Anestesia y fue director de la misma durante doce años. Miembro de Número de la Academia Nacional de
Medicina, Miembro correspondiente de la Academia Colombiana de Historia y Miembro de la Sociedad de
Historia de la Medicina. Como católico fue miembro de los equipos de Nuestra Señora y Caballero de la Orden
del Santo Sepulcro. Formó parte del Grupo de Genealogías de Santa Fe de Bogotá. Su publicación más
importante fue la Historia de la Anestesia en Colombia. Presidió la Academia Colombiana de Anestesiologia
desde 1977 hasta 1979. Fue secretario general de la Confederación Latinoamericana de Sociedades de
Anestesia, desde 1977 hasta 1981, y miembro del Comité Científico y del Comité del Dolor de la Federación
Mundial de Anestesia, y directivo de la Fundación Pro Derecho a Morir Dignamente. Fue miembro de las
comisiones de Publicaciones y del Museo de la Historia de la Medicina.
(Resumen de la nota necrológica elaborada por el Dr. Alberto Hernández Sáenz, de la Academia Nacional
de Medicina)

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NOTAS SOBRE UN RELATO DE CURANDERISMO DE LOS UITOTOS

Douglas Niño

Sogamoso (Boyacá), 1974. Médico cirujano de la Universidad Nacional de Colombia (1996). Maestría en
Filosofía de la Universidad Nacional de Colombia (2000). Candidato a PhD en Filosofía de la misma
Universidad. Sus áreas de interés se centran en la historia y filosofía de la medicina, el pragmatismo
norteamericano, la filosofía de analítica, la filosofía de la mente, la semiótica y la filosofía de C. S. Peirce.
Entre sus publicaciones se encuentran los artículos “Elementos para una gramática del enfermar humano.
Una aproximación desde Wittgenstein”, “Las oraciones observacionales en la filosofía de W.V.O. Quine.
Presentación y crítica”, “Peirce, abducción y práctica médica”, “La nueva lista de categorías del joven
Peirce” y la traducción al español de “On the Logic of Drawing History from Documents, especially from
Testimonies”, escrito por C.S. Peirce. Ha participado como investigador en los proyectos “Reforma sanitaria
y proceso sociopolítico en Colombia, 1945-1993”, “Evaluación y seguimiento de la restricción y uso de la
pólvora en Santa Fe de Bogotá”, “Proyecto Municipio Centinela”. Ha sido invitado a ofrecer conferencias
sobre semiótica y el pensamiento de C. S. Peirce dentro y fuera del país. Ha desempeñado su labor docente
en la Universidad Nacional de Colombia y en la Universidad del Rosario. Actualmente se desempeña como
Profesor Asociado para el Área de Semiología de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. E-mail:
edison.nino@utadeo.edu.co

Fernando Urbina Rangel

Pamplona (Norte de Santander, Colombia), 1939. Graduado en Filosofía y Letras con especialidad en Filosofía
en la Universidad Nacional de Colombia. Fue profesor en esa institución desde 1963 hasta 2004. Dedicado
a temas de «Filosofía Antigua» (Origen de la Filosofía, Presocráticos, Platón...), «Mito», «Pensamiento Indígena»
y «Arte rupestre amazónico». Sobre algunos de estos temas ha publicado alrededor de 40 artículos y los
siguientes libros: Cuatro mitos de los murui-muinanes, Oram, Universidad Nacional, 1982; Amazonia –
Naturaleza y cultura (en gran formato), Banco de Occidente, 1986; Las hojas del poder, Universidad
Nacional, 1992; PalabraObra, Organización de Estados Iberoamericanos -OEI-, 1995; Poemas – Antología;
Departamento de Literatura, Universidad Nacional, 2003; Dïïjoma – El hombre-serpiente-águila; Convenio
Andrés Bello, 2004. Como fotógrafo ha presentado 19 exposiciones individuales, cuatro de ellas en itinerancia
nacional e internacional. Es fundador y codirector del «Grupo de Estudios sobre Pensamiento Abyayalense
(Amerindio)» y fundador y curador del concurso «La esquina del poema» (Universidad Nacional de Colombia
- Casa de Poesía Silva).

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