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Paidós Studio John L. Austin

Ú!timos títulos publicados:

81. J.-P. Haton y M.-C. Haton - La inteligencia artificial


82. A. Moles - El kitsch
Cómo hacer cosas
83. F. Jameson - El posmodernismo o la lógica cultural
del capitalismo avanzado
84. A. Dal Lago y_P. A. Rovatti - Elogio del pudor
con palabras
85. G. Vattimo - Etíca de la interpretación
86. E. Fromm - Del tener al ser
87. L.-V. Thomas - La muerte
Palabras y acciones
88. J.-P. Vernant- Los orígenes de! pensamiento griego
89. E. Fromm - Lo inconsciente social
90. J. Brun - Aristóteles y el Liceo
91. J. Brun - Platón y fa Academia
92. M. Gardner - El ordenador como científico
93. M. Gardner-,Crónicas marcianas
Compilado por J. O. Urmson
94. E. Fromm - Etica y política
95. P. Grimal - La vida en la Roma antigua
96. E. Fromm - El arte dP. escuchar
97. E. Fromm - La patología de la normalidad
98. E. Fromm - Espíritu y sociedad
99. E. Fromm - El humanísmo como utopía real
100. C. Losilla- E/cine de terror
101. J. Bassa y R. Freixas - El cine de ciencia ficción
102. J. E. Monterde - Veinte años de cine español (1973-1992)
103. C. Geertz - Observando el Islam
104. C. Wissler - Los indios de los Estados Unidos de América
105. E. Gel!ner - Posmodemismo, razón y religión
106. G. Balandier - El poder en escenas
107. Q. Casas- El western
108. A. Einstein - Sobre el i"wmanismo
109. ~· Kenig - Historia de los judíos españoles hasta 1492
110. A. Ortiz y M. J. Piqueras - La pintura en el cine
111. M. Douglas - La aceptabilidad del riesgo en las ciencías sociales
112. H.-G. Gadamer- El inicio de la filosofía occidental
113. E. W. Said - Representaciones del intelectual
114. E. A. Havelock - La musa aprende a escribir
115. C. F. Heredero y A. Santamarina - El cine negro
116. B. Waldenfels - De Husserl a Derrida
117. H. Putnam - La herencia del pragmatismo
118. T. Maldonado - ¿Qué es un intelectual?
119. E. Roudinesco y otros - Pensar la locura
120. G. Marramao - Cielo y Tierra
121. G. Vattimo - Creer que se cree
122. J. Derrida-Aporías
123. N. Luhmann - Observacíones de la modernidad
124. A. Quintana- El cine italiano, 1942-1961
125. P. L. Berge'r y T. Luckmann - Modernidad, pluralismo y crisis de sentido
126. H.-G. Gadamer - Mito y razón
127. H.-G. Gadamer - Arte y verdad de la palabra
128. F. J. Bruno - Diccíonario de términos psicológicos fundamentales
129. M. Maffesoli - Elogio de la razón sensible
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apéndice se incluyen indicaciones más prolijas so-
bre estas fuentes auxiliares. Puede haber ocurrido
que en este proceso de interpretación se haya des-
lizado algún párrafo que no hubiera merecido el
visto bueno de Austin. Sin embargo, parece poco CONFERENCIA I
probable que en alguna parte se hayan distorsio-
nado las líneas principales de su pensamiento.
Agradezco a todos aquellos que me ayudaron
Lo que habré de decir aquí no es difícil ni polé-
facilitándome sus apuntes y a quienes me obse-
quiaron la grabación. Deseo expresar mi especial mico; el único mérito que quisiera reivindicar para
reconocimiento a G. J. Warnock, que examinó mi exposición es qt1e es verdadera, por lo menos en
cuidadosamente todo el texto y me evitó numerosos parte. El fen.óme110 que examinaré es muy difun-
errores; merced a esta colaboración el lector dis- dido y muy obvio, y sería imposible que otros no lo
pone de un texto mucho mejor. hubieran advertido, al menos ocasionalmente. Sin
J. o. URMSON
embargo, no he visto que se le preste atención de
manera específica.
Durante mucho tiempo los filósofos han presu-
puesto que el papel de un "enunciado" sólo puede
ser "describir" algún estado de cosas, o "enunciar
algún hecho", con verdad o falsedad. Es cierto que
los gramáticos han señalado siempre que no todas
las "oraciones" son (usadas para formular) enun-
ciados 1 : tradicionalmente, junto a los enu11ciados
(de los gramáticos) hay también preguntas y ex-
clamaciones, y oraciones que expresan órdenes o
deseos o permisiones. Y los filósofos no se han pro-
puesto negarlo, pese a algún empleo _poco riguroso
de "oración" para significar "enunciado". Sin duda,
también, tanto los gramáticos como los filósofos han
caído en la cuenta de que ni siquiera es en modo al-

l Por supuesto, nunca es realmente correcto decir que una


oración es un enunciado. l\!Ias bien lo correct.o es decir que_ la
oración es usada al hacer un enunciado. El enunciado mismo
es una "construcción lógica" a partir de las formulaciones de
enu'nciados.
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guno fácil distinguir las preguntas, las órdenes, etc. que, parecen enun<-:iados. o bien no son formuladas
de los enunciados por medio de los escasos e insa- en absoluto para registrar o suministrar infonna-
tisfactorios criterios gramaticales disponibles, tales ción directa acerca de los hechos, o tienP11 ese pro-
como el orden de las palabras, el modo verbal, etc., pósito sólo en paite. Por ejemplo, las ''pro~losiciones
aunque quizá no ha sido común detenerse en las éticas'' quizá 'persiguen manifestar ew.octones. ex-
dificultades que este hecho obvia1nente suscita. Por- clusiva o parcialmente, o bien prescribir conducta o
que, ¿cómo habremos de decidir cuál es cuál? ir;i.f-luirla de maneraS especiales. También aquí J{ant
¿Cuáles son los límites y las definiciones de cada se cuenta entre los pioneros. A menudo, también
grupo? usamos expresiones en modos que, por lo menos,
Pero en los últimos años, muchas cosas que ante- estún más allá d~l ámbito de la gramática tradi-
riormente habrían sido aceptadas sin -objeciones cional. Se ha llegado a advertir que muchas pala-
como ".enunciados", tanto por los filósofos como por bras especialinente desconcertantes, incluidas en
los gramáticos, han sido examinadas con renovada enunciados que parecen ser descriptivos, no sirven
atención. Este examen, en cierto modo, surgió en para indicar alguna característica adicional, par-
forma indirecta, al menos en el campo de la filo- ticuln.rmente curiosa o extraña, de la realidad, sino
sofía. Primero apareció el punto de vista, no siem- para indicar _(y no para registrar) las circunstan-
pre expuesto sin un infortunado dogmatismo, de que cias en que se formula el enunciado o las restric-
un enunciado (fáctico) debe ser "verüicable", y ciones a que está sometido, o la manera en que debe
r~sto llevó a pensar que muchos "enunciados" sólo ser tomado, etc. Pasar por alto estas posibilidades,
son lo que puede denominarse seudo-enunciados. tal como antes era común, es cometer la llamada
En primer término, y en forma más obvia, se mos- falacia "descriptiva". Quizás esta no sea, empero,
tró que muchos "enunciados" son, como Kant fue una buena denominación, puesto que "descriptiva"
quizás el primero en sostener sistemáticamente, es, en sí misma, una palabra específica. No todos
sinsentidos estrictos, pese a su forma gramatical los enunciados verdaderos o falsos son descripcio-
impecable. El continuo descubrimiento de nuevos nes, por esta razón prefiero usar la palabra "cons-
tipos de sinsentidos ha sido, en coniunto, benefi- tatativo" *. Siguiendo esta línea se ha mostrado,
cioso, por poco sistemática que haya sido la clasifi- fragmentariamente hasta ahora, o por lo menos se
cación de ellos, y por misteriosa que haya seguido lo ha presentado como probable, que muchas per-
siendo su explicación. Sin embargo, aun los filóso- plejidades filosóficas tradicionales han surgido mer-
fos establecemos ·ciertos límites a la dosis de sinsen- ced a un error: el error de tomar como enunciados
tido que estamos dispuestos a reconocer que deci- fácticos lisos y llanos a expre:siones que son sinsen-
mos; de tal modo fue natural preguntar, en una
segunda etapa, si muchos que parecían seudo-enun- . ~ ''Constatativo" es, por supuesto, un neologismo derivado
ciados eran en realidad enunciados. Ha llegado a del galicismo "constatar". Austin uso "constative" que, en
sOstenerse corrientemente que mul.'h.as expresiones, ingi~s. también f'S un nf'ologismo. (T. J
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tidos de maneras interesantes, aunque no desde un
punto de vista gramatical, o bien que b.an sido for- rios'aniente, que ello ocurra cuando asume su forma
muladas con un propósito diferente. más explicita. Creo que los gramáticos i10 han visto
Cualquiera sea nuestrp opinión acerca de alguno lo que hay detrás del "disfraz", y los filósofos, en el
de estos puntos de vista y sugerencias, y por mucho mejor de los qasos, sólo lo han hecho en forma inci-
dental 3 • Será conveniente, en consecue11cia, estu-
que pod~os lamer;tar la. coi:fusión inicial en que
la doctrina y el metodo f1losofico fueron sumergi- diar primero dicho Jipo de expresión lingüística en
dos, no se puede dudar que aquéllos están produ- esta forma -engañosa, para poner de manifiesto sus
ciendo una revolución en filosofía. Si alguien desea características contrástándolas con las de los enun-
llamarla la mayor y más saludable revolución en ciados fácticos que imitan.
Comenzaremos, pties, poniendo como ejemplos
toda su historia, esta no sería, después de todo una
algunas expr~siones lingüísticas que n_o puede11 ser
pretensi?n desmesurad~. No debe sorprende; que
subsumidas en ningur1a categoría gramatical admi-
los. com1e!1zos hayan sido 'fragmentarios, con parti
tida hasta ahora, excepto la de "enunciado". Dichas
przs y guiados por fines diversos. Esto es común en
Lodas las revoluciones.
expresiones no son ·un sinsentido, y no contienen
ninguna de esas señale:-1 de peligro verbales que lo~
filósofos ha11 descubierto, o creen haber descubierto.
Me refiero a palabras curiosas como "bueno" o "to-
Delimitación preliminar del realizativo "' 2 dos", a verbos sospechosos tales como "poder" o
"deber", y a construcciones dudosas tales como la
El tipo de expresión lingüística que hemos de de los enunciados hipotéticos. Todos nuestros ejem-
c?nsiderar aquí, no es en general un tipo de sirisen- plos tendrán, como se ·verá, verbos en la primera
tido; aunque, como veremos, el mal uso de ella persona del singular del presente del indicativo en
puede originar variedades especiales de '"sinsen- la voz activa 4 • Se pueden hallar expresiones que
tido". Más bien pertenece a la segunda clase: a la satisfacen estos requisitos y que, sin embargo:
de las expresiones lingüísticas que se disfrazan.
A) no "describen" o "registran" nada, y no son
Pero en modo alguno se disfraza necesariamente de
enunciado fáctico, descriptivo o "constatativo". Sin "verdaderas o falsas"; y
B) el acto de expresar la oración es realizar una
embargo, es bastante común que así lo haga_ y, cu-
acción, o par~e de ella, acció11 que a su vez no sería
" "Realizativo '• P.s un neologismo derivado de "realizar".
Lo mismo ocurre, en el original inglés con "performative" il Los juristas debieran ser, entre todos, los más conscientes
derivado del verbo "to perform". Austin' aclara más adelante' del verdadero estado de cosas. Algunos, quizá, ya lo son. Sin
por qué ha elegido ~sa expresión. Esas misma's razones pue~ embargo están dispuestos a entregarse a su medrosa ficción
den extenderse a "realizativo". (T.) de que un enunciado "de derecho" es un enunciado de hecho.
2 Todo lo. que digo en estos apartados es provisional, y 4 Esto no es casual: todos ellos son realizativos "explícitos"

debe ser rev1sado a la luz de lo que se expresa más adelante. y , pertenecen a esa clase avasalladora que más adelante
llamaremos la de los "ejercitati.vos".
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normalmente descripta como consistente en decir discutible como .sostener que ¡maldición!" no es
H

algo. una expresión verdadera o falsa. Puede ocurrir que


Esto dista de ser tan paradójico como puede pare- la expresión l~güística "sirva para informar a
cer, o como, no sin mala intención, he tratado de otro", pero esto es c~sa distinta. Bautizar el barco
presentarlo. En realidad los siguientes ejemplos es decir (en 'las circunstancias apropiadas) la pa-
pueden parecer decepcionantes. labra '~Bautizo ... " Cuando, con la mano sobre los
~vangelios- y en presencia del funcionario apro-
E.a) "Sí, juro (desempeñar el cargo con lealtad, piado, digo "¡Sí, jurO!", no estoy informando acerca
honradez, etc."), expresado en el curso de la cere- de un juramento; lo estoy prestando.
monia de asunción de un cargo 5 •
E.b) "Bautizo este barco Queen Elizabeth", ex- ¿Cómo llamaremos a una oración o a una expre-
presado al romper la botella de champaña contra sión de este tipo? 7 Propongo denominarla oración
la proa. realizativa o expresión realizativa o, para abreviar,
E.e) "Lego mi reloj a mi hermano'\ como cláu- '-'un realizativo". La palabra "realizativo" será
sula de un testame11to. usada eri muchas formas y construcciones conec-
E.d) "Te apuesto cien pesos· a que mañana va a tadas entre sí, tal como ocurre con el término "im-
llover". perativo" 8 • Deriva, por supuesto, de "realizar", que
es el verbo usual que se antepone al sustantivo
En estos ejemplos parece claro que expresar la "acción''. Indica que emitir la expresión es realizar
oración (por supuesto que en las circunstancias una acción y que ésta no se concibe normalmente
apropiadas) no es describir ni hacer aquello que se como el mero decir algo.
diría que hago al expresarme· así 6, o enunciar -que
lo estoy haciendo: es hacerlo. Ninguna de las ex- Hay otras palabras que pueden presentarse como
presiones mencionadas es verdadera o falsa; afirmo
candidatas, cada una de las cuales cubriría adecua-
damente esta o aquella clase más o Ín.enos amplia
esto como obvio y no lo discutiré, pues es tan poco
de realizativos. Por ejemplo, muchos de éstos son
5 En el original inglés se alude a una ceremonia nupcial
y se ejem¡;}lifica con las palabras "I do" dichas por el novio. T Las oraciones forman una clase de "expresiones lingüís-
J. O. Urmson incluyó allí la siguiente nota: "Austin advirtió ticas". Esta clase debe ser definida, según pienso, en forma
demasiado tarde que la expresión «l do)> no se usa _en la gramatical. Tengo mis dudas, empero, de que se haya dado
ceremonia nupcial; ya no podía enmendar su error. No ya una definición satisfactoria. Las expresiones realizati-
hemos modificado su ejemplo porque el error carece de im- vas son contrastadas, por ejemplo y esencialmente, con las
portancia filosófica". Nosotros hemos reemplazado, aquí y en expresiones "constatativas". Emitir una expresión constatativa
el resto del libro, los ejemplos referentes al acto de casarse (es decir, emitirla con una referencia histórica) es hacer
porque los contrayentes no emplean, entre nosotros, expre- enunciado. Emitir una expresión realizativa es, por ejemplo,
siones realizativas ni otras que puedan confundirse con hacer una apuesta. Ver infra lo relativo a ..ilocuciones".
ellas. (T.) 8 En otras ocasiones usé la palabra "realizatoria'' ("per/or-
6 Menos aún algo que ya he hecho o qu.e no he hecho matory"), pero ahora prefiero "realizati.va" porque es. ~enos
todavía. fea,' más manejable, y porque su formación es más tradicional.

r
1,
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expresiones contractuales (~'te apuesto") o decla- o habladas, sino· de, otra manera. Por ejemplo,
ratorias ("declaro abierta la sesióu"). Pero no co- pue<lo apostar colocando una moneda en la ranura
nozco ninguna palabra en uso corriente que tenga de una máquina automática. Podríamos entonces
amplitud suficiente como para abarcarlos a todos. transformar la correspondiente proposición anterior
I_,a palabra que más se aproxima a lo que necesi- de algunas dé estas maneras: "decir ciertas pocas
tamos es, quizás, el término técnico inglés "opera- palabras es apostar'.', o "apostar, en algunos casos,
tive" ("operativo") er1 el sentido estricto que le dan e_s simplemente decir unas pocas palabras", o "decir
los abogados para aludir a aquellas cláusulas de un simplemente algo determinado es apostar".
instrumento que sirven para realizar la transacción Pero probablemente la verdadera razón que hace
( transferencia de un inmueble o lo que sea) que que tales observaciones parezcan peligrosas reside
constituye el objeto principal de aquél, mientras en otro hechq obvio, al que tendremos que volver
que el resto del mismo simplemente "refiere las con más detalle más adelante. Se trata de lo si-
circunstancias en que el acto se lleva a cabo 9 • Pero guiente: expresar las palabras es, sin duda, por lo
"operative" tiene otras acepciones, y hoy en día se común, un episodio principal., si no el epjsodio prin--
usa a menudo para significar poco más que Hefi- cipaL en la realización del acto (de apostar o de
caz" o "conducente". Me he decidido por - una lo que sea), cuya realizaciór1 es también la finali-
palabra nueva; aunque su etimología no es irrele- dad que persigue la expresión. Pero dista de ser
Yante, quizás. no nos si11tamos tentados a atribuirle comúnmente~ si lo es alguna vez, la única cosa
algún significado preconcebido. necesaria para cor1siderar que el acto se ha llevado
a cabo. Hablando en términos generales, siempre
Decir y hacer es necesario que las circunstancias en que las pala-
bras se expresan sean apropiadas, de alguna ma-
Cabe preguntar entonces si habremos de afirmar nera o maneras ..!\demás, de ordinario, es menester
cosas como estas: que el que habla o bien otras personas, deban
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también llevar a cabo otras acciones determinadas


"Bautizar es decir unas pocas palabras", o ''físic-as'' o "rr1e11 LalPs", o aun netos que consiste11
"'Apostar es simplemente decir algo". en expresar otras palabras. AsL para bautizar el
En un principio tal idea suena rara o aun imper- barco. f'S e5=enrial quf' :yo sen la persona designada
tinente, pero puede llegar a no serlo si adoptamos a esos fines; para asumir el cargo es esencial que
suficientes precauciones. lJna objeción inicial de yo reúr1a los requisitos corresµondientes, etc.; para
peso, que no carece de! importancia, puede ser ésta. que tenga lugar una apuesta, es generalmente nece-
En muchos casos es posible realizar un acto exac- sario que haya sido aceptada por otro (el que tiene
tamente del mismo tipo, no con palabras, escritas que haber hecho algo, por ejemplo, haber dicho
"aceptado"); y difícilmente hay un obsequio si
9 Debo esta observación al profesor H. L. A. Hart. diio "te Oo:v esto" pero jamás entrego el objeto.
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Hasta aquí no hay problemas. La acc10n puede Es interesa11te. observar en este ejemplo l'Ómo el
ser llevada a cabo sin usar expresiones realizativas, exceso de profundidad, o más bien de solemnidad.
y en todos los casos las circunstancias, que incluyen allana el camino a los irresponsables. Porque quien
otras acciones, deben ser las adecuadas. Pero al for- dice "¡prometer" no es meramente cuestión de ex-
mular la objeción podemos estar pensando en algo presar palabtas, se trata de un acto interno y espi-
completamente distinto y, esta vez, equivocado. ritual!?' puede parecer un sólido moralista erguido
Ello puede ocurrir, al considerar .algunos de los frente a una gene-ración de teóricos superficiales.
realizativos más intimidatorios, tales como "Te pro- Lo vemos como él se ve a sí mismo, oteando las
meto ... " Claro está q11e las palabras deben ser profundidades invisibles del espacio ético, con toda
dichas "con seriedad" y tomadas de la misma ma- l~ prestancia de un especialista en lo sui generis.
nera. ¿No es así? Esto, aunque vago, en general es Sin embargo, nuestro moralista proporciona una
verdadero: constituye un importante lugar común escapatoria a· Hippolytus, una excusa al peri·uro que
en toda discusión acerca del sentido de una expre- ha dicho "Sí, juro", y una defensa al tramposo
sión cualquiera. Es menester que no esté bromean- que ha dicho "te apuesto". La precisión v la mora]
do ni escribiendo un poema. Nos sentimos incli- están igualmente en favor de la expresión común
nados a pensar que la seriedad de la expresión según la cual la palabra empeñada nos obliga.
consiste en que ella sea formulada -ya por conve- Si excluimos actos internos ficticios tales como
niencia, )ra para fines de información- como (un éste, cabe preguntar si podemos suponer que alguna
mero) signo externo y visible de un acto espiritual de las otras cosas que, por cierto, normalmente se
interno. De aquí hay un solo paso a creer, o dar por requieren como complemento de expresiones del
sentado, que en muchas circunstancias la expresión tipo de "te prometo que ... ", o "Sí, juro (desempe-
externa es una descripción, verdadera o falsa, del ñar el cargo ... ) " son eri realidad cosas descriptas
acaecimiento del acto interno. La expresión clásica por estas expresiones y que, por lo tanto, hacen que,
de esta idea puede hallarse en el Hyppolytus
cuando esas cosas se dan, la expresión sea verda-
(l. 612), donde Hippolytus dice:
dera, y falsa cuando ocurre lo contrario. Empe-
T¡ yA&ocr' Oµcóµox', fi ()f: cpQi}v dvooµoi:ó;, zando por esto último, consideremos ahora qué
es lo que efectivamente decimos acerca de la expre-
es decir: "mi lengua lo juró, pero no lo juró mi sión en juego cuando uno u otro de los hechos
corazón" (o mi mente u otro protagonista oculto) 1 º. normalmente concomitantes con ella está ausente.
Así, "te prometo ... ",me obliga: registra mi adop-
En ningún caso decimos que la expresión es falsa,
ción espiritual de una atadura espiritual.
sino que ella, o más bien el acto 11 (por ejemplo, la
10 No me propongo excluir a todos los otros participantes
que no aparecen en el escenario: los iluminadore.s, el director, 11
No intentaré aquí distinguir esto de manera precisa
ni siquiera el apuntador. Sólo objeto a algunos oficiosos acto- porque la distinción no tiene relevancia para lo que estamos
ros reemplazantes. exaininando ahora.
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pro1nesa), es nulo, o hecho de n1ala fe, o incom-


pleto, o cosa semejante. En el caso particular del
prometer, como ocurre con muchos otrOs realizati-
vos~ es apropiado que la persona que expresa la
promesa tenga una determi11ada intención, a saber,
cumplir con su palabra. Y quizás este parece ser,
entre todos los episodios concomitantes, aquel que CONFERENCIA Il
mejor resulta descripto o registrado por la expre-
sión "te prometo". ¿Acaso cuando tal 'intención
falta no hablamos de una promesa "falsa"? Sin lb amos a considerar, se recordará, algunos casos
embargo, hablar así no es decir que la expresión y sentidos (¡sólo algunos, Dios no asista!) en los
''te prometo que .. , " es falsa, en el sentido de que que decir algo es hacer algo; o en los que porque
aunque el que enuncia eso dice que promete, en decimos algo o al decir algo hacemos algo. Este tó-
realid;;d no lo hace; o que aunque describe, des- pico constituye un desarrollo -hay muchos otros-
cribe talsamente. Porque quien usa la fórmula "te dentro del reciente movim.ie11to que cuestiona una
prompt-:, quP. ... ''~ promete; la promesa no es si- vetusta suposición filosófica: la suposición de que
quier" / tula, auny_ ue es hecha de mala fe. La expre- decir algo, al menos en todos los casos dignos de ser
siór1 es quizás equívoca, probablemente engañosa considerados, esto es, en todos los casos considera-
y sin. duda moralmente incorrecta, pero no es una dos, es siempre enunciar algo, y nada más que eso.
mentira ni u11 enunciado erróneo. I,o que mús No hay duda de que esta suposición es inconsciente
podemos argumentar es que Ílnplica o insinúa una y errónea, pero al parecer es completamente natu-
falsedad o un enunciado erróneo (a saber, que el ral en filosofía. Debemos aprender a correr antes
prornitente se propone hacer algo) ; pero eso es una de poder caminar. Si nunca cometiéramos errores,
cosa totahnente distinta. Además, no b.ablamos de ¿cómo podríamos corregirlos?
~na apuesta faisa o de un bautismo falso; y el Comencé llamando la atención, a manera de
hecho de que realmente 11ablarr1os de u_na promesa ejemplo, sobre unas pocas expresiones ling,üísticas
falsa no tiene que comprometernos más que el simples del tipo que llamé realizatorias o realiza-
hecho de que hablarnos de una acción falsa. La pa, tivas. Ellas muestran en su rostro la apariencia
labra "'falso" no sólo se usa respecto de enunciados. --o por lo menos el maquillaje gramatical- de
"enunciados"; sin embargo, cuando se las mira más
de cerca, no son obviamente expresiones lingüís-:
~cas que podrían calificarse de "verdaderas" o
"falsas". Ser "verdadero" o "falso", empero, es tra-
dicionahnente el signo característico de un enun-
ciado. Uno de nuestros ejemplos fue la expresión
"Sí, juro (desempeñar fiel y lealmente el car-

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