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Tema 16 La arquitectura colonial en México

 Estilos europeos en simbiosis con lo indígena americano:


arquitectura, escultura y pintura

Arquitectura colonial en México

 DEFINICION
En México, la época colonial comprende desde el descubrimiento de la Colonia en 1519,
cuando España tenía el control absoluto de la ahora República Mexicana, hasta la
Independencia de México, a principios del siglo XIX.

Lo mismo pero mas detallado…


Para la historia de México el periodo conocido como la Colonia o el Virreinato empieza
en el siglo XVI, cuando los españoles, al mando de Hernán Cortés, conquistaron la
antigua México-Tenochtitlan. Así fundaron la Nueva España, nombre que los
conquistadores le dieron a la actual ciudad de México. También se conoce esta etapa
con el nombre de Virreinato porque el país, durante el tiempo que duró, fue gobernado
por un representante del rey de España que tenía el título de virrey.

Es muy raro que haya épocas que abarquen exactamente una cifra decimal redonda,
pero en nuestra historia colonial así es, ya que se considera que esta etapa empieza
estrictamente en el año de 1521, cuando cayó en poder de los españoles la antigua
ciudad de México-Tenochtitlan, y termina en 1821, año en el que se declaró
la Independencia de México.

http://www.mexicodesconocido.com.mx/el-virreinato-o-epoca-colonial-1521-18101.html

 ORIGEN
En 1519, Hernán Cortés y su flota llegaron a México. Durante dos años conquistó a los
aztecas colonizando todo el territorio mexicano así como convirtiendo a sus habitantes a
la fe cristiana. Para poder lograr esto, monjes de distintas órdenes religiosas llegaron a
México y se dispersaron por todo el territorio, levantando templos, monasterios y
ciudades.
En poco tiempo se construyeron cerca de quinientos monasterios y una red de nuevas
ciudades, con centros tan importantes como Puebla, Guadalajara y Morelia.
Así fue como en el México de la época colonial, tanto en las construcciones
habitacionales como los templos siguieron el modelo español. La campiña mexicana se
dividió en enormes heredades feudales llamadas haciendas, sin embargo la población
indígena vivía aparte en pueblos.

 ASPECTOS SOCIO-HISTORICOS

Ubicación
En un principio, la población española se concentró en el centro de México, pero muy
pronto se extendió por los actuales estados de Michoacán y Jalisco y siguió hacia el norte
por la costa del Pacífico. Los españoles ocuparon la región zapoteca y mixteca y siguó
después la difícil conquista de la península de Yucatán y el sureste montañoso,
venciendo la decidida defensa de los pueblos mayas.
A mediados del siglo XVI los españoles encontraron ricas vetas de plata en Zacatecas y
Durango, lo que estimuló la exploración y la conquista del norte de México y más allá del
río Bravo, muy adentro del actual territorio de Estados Unidos de América. La resistencia
de las tribus nómadas de esa enorme región dificultó la colonización estable. Por eso,
las fronteras del norte de Nueva España fueron imprecisas por mucho tiempo, hasta que
fueron fijadas en 1786. La colonia tenía entonces una extensión de cuatro millones de
km², el doble de la actual superficie de México.
Vida Social y Politica
En la Nueva España, la autoridad máxima era el virrey. Dirigía la política del Virreinato,
veía que se hiciera justicia y administraba la economía; era el jefe del ejército y debía
proteger a la Iglesia católica.
Además del virrey, había dos Audiencias o tribunales superiores que se encargaban de
oír quejas de los pobladores, hacer justicia y asegurarse de que las leyes se cumplieran.
Una estaba en la ciudad de México y la otra en Guadalajara.
Los alcaldes mayores gobernaban en los pueblos de indios, y los corregidores en los de
españoles. Las autoridades más importantes en las ciudades eran los cabildos o
ayuntamientos. Este sistema de cabildos o ayuntamientos, que se mantiene en estos
días, fue traído a la Nueva España por los conquistadores. A finales del siglo XVIII, la
Nueva España fue dividida en intendencias, que fueron la base de nuestra actual división
política en estados.

ARTE
El arte colonial en México, también es conocido como Novohispano o arte de Nueva
España, fue, inicialmente, un reflejo de los ideales político-religiosos característicos de
la tradición europea inserta en los territorios de América.
Por ejemplo, en la catedral de Ciudad de México, que había sido concluida en el siglo
XVI, se labraron las tres portadas de la fachada principal dentro del barroco purista y
cuya autoría se atribuye a Luis Gómez de Trasmonte, quien había sidonombrado
maestro mayor de la obra en 1656.

- Escultura
Escultura de los siglos XVI y XVII.
La escultura posterior a la conquista se divide en dos áreas: decorativa y estatuaria.
Ambas se realizaron en piedra o en madera. El arte plateresco fue esencialmente
escultórico y en la Colonia produjo importantes retablos.
Escultura del siglo XVIII
Las academias creadas en Europa a partir del siglo XVII se fundaron en lo racional
abandonando la visión netamente religiosa que había dominado los siglos anteriores. En
Nueva España, esta filosofía desató una reacción contra lo barroco. Así, los retablos que
eran esencialmente escultóricos se consideraron recargados y se sustituyeron por
manifestaciones arquitectónicas.
La figura central de esta época en la Nueva España es el español Manuel Tolsá.

- Pintura
Durante la época de la colonia, la pintura mexicana estuvo
fuertemente influida por los temas religiosos y enfocados
a la técnica mural. Los grandes retablos y
los bajorrelievesde espíritu indígena constituyeron las
formas más frecuentes de la escultura de aquel tiempo.
Las obras eclesiásticas eran, evidentemente, las más
importantes, no sólo por sus dimensiones sino porque
tenían mayor apoyo, sobre todo gracias a las clases más
poderosas económicamente.
Entre los pintores más importantes del XVII podemos citar
a Baltasar Echave Rioja, seguidor de Murillo y Rubens y
que pintó, por sólo citar un par de sus obras, el Martirio
de San Pedro de Arbués que le solicitó el Santo Oficio y Manuel Tolsá Sarrión.
los Tributos de la Eucaristía, la Fe y la Iglesia.
José de Juárez (de la primera mitad), fue otro de los artistas de gran notoriedad en aquel
periodo.
Juan Correa, trabajó intensamente de 1671 a 1716 y alcanzó gran prestigio y fama por
la calidad de su dibujo y la dimensión de algunas de sus obras. Entre las más conocidos:
Apocalipsis en la Catedral de México, La conversión de Santa María Magdalena, hoy en
la Pinacoteca Virreinal y Santa Catarina, y Adán y Eva arrojados del paraíso, este último
en el Museo del Virreinato de Tepoztlán.
Cristóbal de Villalpando, considerado el pintor más
representativo de la segunda mitad del siglo XVII
novohispano y que, como muchos artistas de su época
trabajó más para la iglesia que para particulares o
instituciones y trabajó tanto en pequeño como en gran
formato. Algunas de sus obras son La apoteosis de San
Miguel, Los desposorios de la Virgen y La huida a
Egipto, todos ellos representativos de la calidad de la
pintura barroca en la Nueva España.
Otros pintores novohispanos importantes de este siglo
fueron son Rodrigo de la Piedra, Antonio de Santander,
Bernardino Polo, Juan de Villalobos, Juan Salguero y Juan
de Herrera.
Martirio de san Pedro
Arbués, obra de Durante el siglo XIX la pintura se caracterizó por la
Baltasar Echave Rioja. influencia academicista, pero a finales de ese mismo siglo
surgió el movimiento llamado "pintores viajeros" donde los
paisajes fueron el tema predominante.

 ARQUITECTURA
La arquitectura mexicana de esa época se enfoca principalmente en edificios religiosos
católicos, debido a la necesidad de los españoles de evangelizar la llamada Nueva
España. Y para lograrlo destruyeron numerosos templos prehispánicos con lo que
pretendían erradicar las costumbres religiosas politeístas de los nativos, las cuales se
basaban en Dioses simbolizados en elementos naturales, a los cuales rendían culto.
Es por eso que en varios sitios con arquitectura colonial encontraremos, bajo los mismos,
ruinas de lugares de rito prehispánico. En general, las nuevas ciudades fundadas eran
edificadas bajo el mandato de los reyes españoles y con sus propios cánones, sin tomar
mucho en cuenta ni respetar las características del lugar.
El trazo de las ciudades era reticular, con numerosas plazas y monumentos, y al ser la
iglesia representante absoluta de la religión católica, el edificio más importante para
realizar la evangelización se colocaba al centro de la ciudad, dándole jerarquía con
respecto a las demás edificaciones.
Aquí es donde aparece una característica única de la arquitectura colonial mexicana, el
poder integrar las corrientes artísticas vividas en Europa, como gótico o barroco, con el
arte de las culturas prehispánicas para poder conseguir una identificación de esas
civilizaciones con la religión católica, para lograr una conversión de creencias religiosas.
Pero debido a la escasez de mano de obra calificada y a la ausencia de materiales
adecuados, no fue posible seguir fielmente los cánones de los estilos establecidos
mencionados anteriormente, lo cual obligó a combinar nuevos procesos constructivos
con nuevos materiales.
Arquitectos reconocidos
Conviene recordar que los más importantes arquitectos de la época novohispana, como
Miguel de Agüero, Alonso Martínez López, Juan y Luis Gómez de Trasmonte, Pedro de
Arrieta, Lorenzo Rodríguez, Francisco Antonio de Guerrero y Torres, Manuel Tolsá, entre
otros, participaron en la realización de la catedral.
Durante el siglo XVI los frailes habían construido maravillosos conventos, y durante la
centuria posterior serán las monjas las que ocupen esta primacía.
Tipologías edilicias
Cabe destacar que los españoles no sólo se concentraron en la edificación de iglesias,
sino también en conventos y monasterios que apoyaban fuertemente su tarea de
evangelizar. Pero no solo eso, sino también edificios destinados para la administración y
planeación de las ciudades, casas, haciendas o palacios para los españoles
conquistadores

La arquitectura de los siglos XVI al XVIII es sin duda la huella más visible del México
colonial. Durante este período se construyeron cerca de quince mil templos y una
treintena de catedrales, promovidos y construidos por la iglesia católica y gracias a la
abundante buena mano de obra indígena más o menos especializada (tan sólo en los
primeros cincuenta años fueron construidos por lo menos 250 conventos de
franciscanos, dominicos, agustinos y jesuitas).
En México, los templos de las órdenes religiosas anteriores a 1570 son de trazas
góticas. El tipo de construcción es el de iglesia fortificada de una nave, cabecera
poligonal, bóvedas de crucería o de cañón en templos agustinos, y un tratamiento
exterior de gran sobriedad, muros desnudos y remates almenados.
Como ejemplos de conventos franciscanos podemos citar el de Huejotzingo o el
de San Andrés de Calpan.
La influencia indígena se hace notar en lo decorativo, con un tipo de talla de superficies
planas a bisel que encontramos en portadas como las de Tlanalapa y Otumba.
La singularidad de la arquitectura tiene su base en el relativo aislamiento de la colonia, y
en la aportación de los propios indígenas durante su fase de aprendizaje de las técnicas
españolas. Las propuestas locales se manifiestan en los diseños ornamentales que
evolucionarían, más tarde, hacia el plateresco,como la portada del templo agustino de
Acolman o la de la iglesia de Yuriria.
En las primeras construcciones, el rasgo más llamativo son las capillas abiertas
(llamadas también capillas de los indios), así como los frescos con fines didácticos. Los
elementos góticos y renacentistas de las construcciones se combinan con
elementos mudéjares y arcaísmos medievales.

Arquitectura barroca
Sin embargo, es el estilo barroco el que puede ser considerado como el primer estilo
artístico americano y muy especialmente mexicano, hasta podría decirse que el barroco
adquirió mayor significación en América que en España. Un estilo que adquiere su propia
apariencia y que tiene a su mejor exponente en el Sagrario de la Catedral
Metropolitana.
Coincide con el asentamiento de la colonia y la pujanza económica, situación que se ve
reflejada en la construcción de numerosos palacios y casas singulares.
El barroco en Hispanoamérica es esencialmente decorativo. Se aplica un lenguaje
ornamental a esquemas constructivos y estructurales inalterados desde los comienzos
de la arquitectura hispanoamericana.
México es uno de los grandes focos donde con más intensidad iba a encontrar eco el
nuevo estilo así entendido.
Uno de los rasgos característicos del barroco mexicano es el manejo privilegiado de
materiales, como la piedra de distintos colores (Zacatecas, Oaxaca, México) y el yeso,
para crear ricas policromías tanto en el interior de los templos como en las fachadas.
Por otra parte, van a adquirir especial desarrollo elementos como la cúpula, presente en
casi todos los templos, elevada sobre un tambor generalmente octogonal y recubierto
con gran riqueza ornamental, y las torres, que se alzarán esbeltas y osadas allí donde
los temblores de tierra lo permitan.
El siglo XVII será el de las iglesias conventuales y monasterios, construidos según el
esquema hispánico de nave única con fachada lateral siguiendo la dirección de la calle
y con un ancho atrio. (Ejemplo. San Miguel Allende. Gótico).
El siglo XVIII es la época en la que la arquitectura se mexicaniza; es decir, momento en
el que los criollos e indígenas, con propuestas más vitalistas, desplazan a los artesanos
europeos.
A finales de este período, en el siglo XVIII el barroco fue derivando hacia
el churrigueresco, dando vida a un arte excesivamente recargado. Finalmente el
estilo herreriano acabó imponiéndose, relegando los elementos decorativos a partes
muy concretas de las construcciones.
Durante el siglo XIX se introdujeron diversas corrientes eclécticas europeas del
momento, especialmente las procedentes de Italia y Francia, existiendo un periodo
donde se impuso el estilo neoclásico. Resultado de ellas fueron las construcciones como
el edificio de Correos o el Palacio de Chapultepec (Ciudad de México), donde se pueden
apreciar las diferentes corrientes modernistas.
Arquitectura de la casa colonial típica
La casa colonial típica se dio en las ciudades y tenía mucha similitud con las casas del
México prehispánico. Estas casas se construían hacia adentro, por lo general de dos
pisos, fachadas simples y rodeadas por jardines amurallados. Las habitaciones se hacían
alrededor de un patio interior, frecuentemente rodeado por columnatas y por lo general
se acostumbraba una chimenea de piedra en la estancia familiar.
Los materiales más utilizados eran madera, piedra, ladrillo en el interior así como en el
exterior. Los muros se acostumbraba hacerlos gruesos y pesados.
Existe un contraste muy grande con el exterior, el patio interior era y sigue siendo un
microcosmos colorido de la vida en México. Es el centro de las actividades que se
desarrollan en una casa, da luminosidad y permite también la ventilación cruzada, algo
de suma importancia en este tipo de clima, creando un ambiente agradable sin necesidad
de aire acondicionado.
En la mayoría de los patios también se acostumbra ubicar una fuente la cual también
ayuda a refrescar el ambiente y el aire que entra y sale por los enormes ventanales que
rodean al patio.

Arquitectura de las haciendas


Las haciendas en México fueron un sistema económico durante la etapa comprendida
entre la Conquista y la Revolución Mexicana. Tuvo su origen en un sistema que otorgaba
tierras a los conquistadores y españoles a cambio de servicios militares.
A medida que las haciendas crecieron se convirtieron en estados federales, las cuales
eran autosuficientes y su principal objetivo era explotar las tierras y resguardarlas de
bandoleros y saqueadores. El diseño y estilo arquitectónico de las dependencias de una
hacienda estaban determinados por la actividad que en ella se desarrollara.
En 1821 México se convirtió en una nación independiente entrando en un periodo de
crisis económica. De 1864 a 1867, los franceses llevaron a cabo la ocupación de México
lo cual dio origen a una influencia francesa tanto en arquitectura como en la cultura,
perdurando hasta la primera década del siglo XX.
 Historia de la arquitectura de las haciendas
En el siglo XIX Porfirio Díaz, presidente de México en esa época, ofreció nuevas
extensiones para el establecimiento de haciendas, o para incrementar el tamaño de las
existentes.
La revolución de 1910-1920 dio fin a las haciendas. Pancho Villa, Venustiano
Carranza y Emiliano Zapata saquearon todas las haciendas, las tierras fueron
devueltas a los indígenas y a partir de entonces solo se permite la posesión de ochenta
hectáreas como máximo.
Aún podemos encontrar haciendas que son propiedad de descendientes de antiguos
hacendados. Otras, desde la revolución, fueron adquiridas por mexicanos y han tenido
que ser restauradas ya que los revolucionarios las destruyeron dejando solamente la
obra negra, y algunas otras fueron transformadas en hoteles y centros de convenciones.
Actualmente, las haciendas las podemos ubicar en todo el territorio mexicano pero
principalmente en el centro del país, en la zona de Puebla – Tlaxcala y en los estados de
Zacatecas, Morelos, Yucatán, Hidalgo, Querétaro y Cuernavaca.
La Hacienda Cortés, ubicada en Morelos, Cuernavaca, conocida como la ciudad de la
eterna primavera, es actualmente un hotel, pero fue propiedad de Hernán Cortés en
1529, y fue el punto central del desarrollo del cultivo de la caña y la producción de azúcar
en la región.

Arquitectura de las Iglesias

- Estado de México
La arquitectura colonial en el Estado de México está representada por la iglesia de
Chalco, el convento agustino de estilo plateresco, fundado durante el siglo XVI en
Acolman, y una capilla abierta en Malinalco.

- Estado de Oaxaca
La arquitectura colonial del estado de Oaxaca forma uno de los conjuntos más ricos,
originales y notables del tesoro artístico de México, cuya referencia esencial son las
portadas de los edificios heredados de la época colonial, puesto que en ellas se
concentra la mayor riqueza ornamental y creativa de ese periodo.
Los frailes dominicos llegaron a la Nueva España en 1526, y pronto se internaron en
territorio oaxaqueño para emprender la construcción de sus conventos, que serían
escenario principal de su labor evangelizadora.
Llamados también conventos-fortaleza por la majestuosidad de sus proporciones, estas
edificaciones constaban generalmente de las siguientes partes arquitectónicas: frente al
templo, un extenso espacio abierto que formaba el atrio; el templo mismo, destinado a
los servicios religiosos; el claustro, donde se localizaban las celdas o habitaciones de los
frailes, y la capilla abierta, en la cual se impartía el culto al aire libre cuando los indios
eran congregados en el atrio.
Por otra parte, las capillas llamadas posas, situadas en cada una de las esquinas del
atrio, eran utilizadas durante las procesiones que establecían los programas religiosos y
su espacio era aprovechado para catequizar: en cada una de ellas se agrupaba a los
indios, por sexo y edad. Podía existir también una portería o portal de peregrinos, que se
encontraba a un costado de la fachada para cubrir las necesidades cotidianas en esos
conjuntos arquitectónicos. Desafortunadamente, no todos los conventos conservan los
elementos mencionados. En algunos casos el paso del tiempo y el cambio de funciones
o el abandono los han destruido o reducido a un estado ruinoso.

- Tlaxiaco
El convento de Nuestra Señora de la Asunción se edificó en 1548 y parece ser el más
antiguo. Fue construido gracias al empeño de fray Gonzalo Lucero, uno de los grandes
evangelizadores de esa zona.
Su portada, sobria y elegante, es semejante a las de los conventos de Tepeji del Río y
de Tula, en el estado de Hidalgo. Tiene un arco ornamentado, como las jambas, con
casetones. El arco está flanqueado además por pilastras estriadas, rematadas por
perillones sobre la cornisa, donde se eleva un frontón. Esta composición se destaca
sobre un gran paramento liso. De factura posterior y decidido acento barroco, una cornisa
de perfil mixtilíneo, con un nicho al centro, remata el conjunto. El interior de la nave del
templo es de sobria elegancia y se conserva el claustro.

- Santiago Cuilapan
Fundado en 1550, constituye uno de los mayores conjuntos de Oaxaca.
Atribuido al arquitecto Antonio Barbosa, comprende una basílica y un templo, que no
quedó del todo terminado. La portada de este último es de sobria elegancia clasicista –
arco de medio punto, arquivuelta con moldura cóncava, pilastras lisas y frontón
denticulado–; en cambio, la portada de la basílica, construida a mediados del siglo XVI,
es un buen ejemplo de arte renacentista.
Los tres arcos de la portada son de medio punto. El central presenta ornamentación
plateresca, compuesta de manera muy parecida a una lámina del Tratado de
arquitectura de Sebastián Serlio (arquitecto boloñés, siglos XV-XVI). Entre los
elementos decorativos se observa el escudo dominico flanqueado por figuras de perros,
que aluden al nombre de Santo Domingo, cuyo significado es “perro del Señor”.

http://www.profesorenlinea.cl/Paisesmundo/Mexico/Arquitectura_Colonial.html

http://www.profesorenlinea.cl/Paisesmundo/Mexico/Mexico_Arte_Cultura_Colonial.html
FOTOS

Columna salomónica.

Detalle de la portada del Templo de


San Agustín en Acolman.

Ocotán, Oaxaca.

Convento de Tecali en Puebla.


Hacienda de La Luz, Estado de México.
Imponente y bella Catedral de
Catedral de Morelia.
México.

Convento de Yuriria, Guanajuato, también


conocido como el ex-convento de San Agustín, Detalle en la Hacienda de Cortés.
construido por los agustinos en 1550.
Iglesia de Chalco, en el estado de
México.

Catedral Basílica Menor de la San Miguel


Inmaculada Concepción Victoria Guanajuato.
de Durango, Durango. Estilos:
Barroco y churrigueresco.

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