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TEMA 1: UN POCO DE HISTORIA

La posibilidad de formar imágenes mediante un orificio pequeño es conocida desde la


época de Aristóteles, y constituye la base de la cámara oscura; una sala dotada de una
pequeña abertura en una de las paredes a través de la cual se proyectaba en una pared situada
enfrente una imagen invertida de la escena exterior. Esta imagen es oscura y poco definida,
porque el agujero ha de ser muy pequeño, lo que provoca una cierta dispersión de los rayos
que lo atraviesan.

Para producir una imagen más luminosa y definida es preciso recoger más luz y hacer
que los rayos converjan, es decir, enfocar. Esto exige el concurso de una lente convergente
(disco de cristal más grueso en el centro que en los bordes, todos los rayos de luz convergen
en un punto), que resuelve los problemas que plantea el agujero, lleva a foco todos los puntos
y forma una imagen muy clara.

Se desarrolla en el Renacimiento, como ayuda al dibujo fácil. Los pintores empezaron a


utilizarla para trazar las perspectivas geométricamente correctas que exigía la pintura
renacentista.

Ese fue reduciendo el tamaño de la cámara hasta hacerla portátil; la cámara oscura
pasó de ser una habitación grande a ocupar el tamaño de una cabaña pequeña, luego un coche
de caballos, una tienda de campaña pequeña y por fin, un cajón.

La primera fotografía conservada data de 1827. Es una vista desde la ventana de


Niepce. Necesitó 8 horas de exposición. Textos suyos no dejan duda de que había conseguido
fijar la imagen de la cámara una década antes. Quería oficializar el descubrimiento pero
Daguerre le convenció de lo contrario diciendo que había que esperar para perfeccionarlo.

El 19 agosto 1839 se anunció en Paris que Louis Daguerre había descubierto un


procedimiento con el que fijaba la imagen de la cámara oscura por la acción de la propia luz.
Había desarrollado un material fotosensible. Exigía más de media hora de exposición. En pleno
momento industrial, de avances enormes, la sociedad requería, demandaba rapidez también
en este ámbito.

Este invento causo un impacto tremendo, porque ya se podía disponer de un medio de


reproducción rápido, y sin necesidad de pinceles ni habilidad. Esta noticia sorprendió a William
Henry Fox Talbot, hombre de ciencias inglés, que con total independencia había inventado una
técnica que le pareció idéntica a la de Daguerre.
Daguerre llamó a su invento Daguerrotipo, de un tamaño considerable, aunque poco a
poco fue cogiendo unas dimensiones aceptables, que funcionaba más o menos como la
cámara actual, aunque en vez de dar un negativo, daba directamente un positivo, por lo que
cada imagen era única y no reproducible. Al mismo tiempo, debido a lo poco sensibles que
eran las placas que usaba, se necesitaban tiempos de exposición muy largos, por lo que los
temas eran siempre de arquitectura. No se podía tomar a personas.

Pocos días después del anuncio, una revista ya publicó una litografía de un
daguerrotipo. Estas copias, impresas mediante las técnicas gráficas convencionales, se hicieron
rápidamente populares. El invento de Fox Talbot sí usaba el negativo y hacía copias en
positivo.

Habrían de pasar 40 años hasta que las fotografías hicieran acto de presencia en las
páginas de libros y periódicos, lo que ocurrió mucho antes de que el cine y la televisión
hicieran de la imagen algo cotidiano. Actualmente estamos tan acostumbrados a la presencia
de la fotografía que difícilmente podemos apreciar hasta qué extremo ha ampliado y
transformado nuestra visión del mundo. Sin la fotografía nuestro conocimiento del mismo
sería reducidísimo.

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