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Quistes de la cavidad bucal y del cuello

¿Qué es un quiste?
Un quiste es una bolsa cerrada con una membrana propia que se desarrolla
anormalmente en una cavidad o estructura del cuerpo. Los quistes se producen como
resultado de un error en el desarrollo embrionario durante el embarazo. Sin embargo,
a veces aparecen espontáneamente sin causa aparente. Los quistes pueden ser
peligrosos, a menudo debido a los efectos negativos que pueden tener sobre los
tejidos cercanos. Pueden contener aire, fluidos o material semisólido.
Un quiste también puede ser un saco que encierre un organismo durante un periodo
de dormancia, como en el caso de ciertos parásitos. Así se protegen de los ácidos del
estómago y, una vez en los intestinos, lo rompen y emergen.
La fibrosis quística es un ejemplo de enfermedad genética en la que los quistes se
desarrollan en el tejido pulmonar y liberan moco en los pulmones (véase alvéolos),
reduciendo la capacidad pulmonar y provocando tos crónica.
Clasificación de los quistes
De acuerdo a su ubicación:

 Quiste de ganglio (articulaciones y tendones de pies y manos).


 Quiste ovárico (ovarios, funcionales y patológicos).
 Quiste del Epididimo.
 Quiste pilonidal o quiste sacro (infección cutánea cerca del coxis).
 Quiste sebáceo (saco subcutáneo).
 Quiste en trompa de Falopio.
 Quiste en las cuerdas vocales.
 Quiste bronquial.
 Quiste pancreático.
De acuerdo al desarrollo:

 Odontogenicos:
 Quiste gingival infaltil y de adulto
 Quiste primordial
 Queratoquiste odontogenico
 Quiste dentigero (folicular)
 Quiste de erupción
 Quiste periodontal lateral
 No odontogenicos:
 Quiste del conducto naso palatino
 Quiste nasolabial (nasoalveolar)
 Quistes medianos palatinos, alveolar y mandibular
 Quiste glóbulo maxilar
Inflamatorios:

 Quiste radicular apical, lateral y residual


 Quiste paradental (colateral inflamatorio, bucal mandibular infectado)

Quistes no epiteliales:
 Quiste oseo solitario
 Quiste oseo aneurismático

Quistes bucales o odontogénicos


Los quistes bucales u odontológicos hacen referencia a una cavidad recubierta por
una membrana y el contenido puede
ser: aire, líquido, sólido o semi-sólido.
Mayoritariamente, se presenta de
manera asintomática, no presenta
síntomas de dolor. De manera que,
generalmente, hallamos su presencia
en una radiografía panorámica o
intraoral.
Radiológicamente, los quistes
normalmente se presentan como una
imagen radiolúcida de una forma más
o menos redondeada, de mayor o
menor tamaño, recubiertas por un halo radiopaco correspondiente a la membrana que
lo envuelve. Se pueden presentar tanto en el maxilar superior como en el maxilar
inferior, la mandíbula. No obstante, la frecuencia de aparición es superior en el maxilar
superior.
Podemos encontrar diferentes tipos de quistes bucales como, por ejemplo: el quiste
periapical, el dentígero, el periodontal lateral, el residual y el de erupción. El quiste
más prevalente son los quistes bucales inflamatorios.
Los quistes inflamatorios periapicales se encuentran localizados alrededor del ápice de
la raíz de uno o varios dientes, es decir, en la parte final de su raíz, resultado de un
proceso infeccioso que tiene lugar en ese diente, debido a una caries u otra afección
dental. De manera que, la infección se propaga a lo largo del diente hasta sobrepasar
el ápice, el acúmulo de infección en la zona periapical del diente a lo largo del tiempo
puede llegar a originar el quiste.
También podemos encontrar quistes que se originan alrededor de dientes que aún no
han salido en boca, es decir, que no han erupcionado como las muelas del juicio (o
terceros molares), este tipo de quistes, reciben el nombre de quistes dentígeros.
Asimismo, podemos encontrarnos con los quistes residuales, aquellos que persisten
después de haberse extraído uno o varios dientes. Como también, podemos
encontrarnos con un tipo de quistes que afecta principalmente a niños y se localiza
alrededor de un diente que está en proceso de salir en boca, éstos reciben el nombre
de quistes de erupción dental, no requieren de tratamiento, pues desaparecen una vez
erupcionado completamente el diente al que van asociados.
Tratamiento
La valoración del grado de afectación del quiste como, su tamaño, su origen y la
extensión de la zona afectada, se realiza a partir de una imagen radiológica del mismo.
Es importante llevar a cabo un tratamiento de los quistes bucales que puedan
aparecer en boca, ya que, si éstos son de gran tamaño, pueden llegar a infectar a las
raíces de los dientes vecinos adyacentes, como también, ocasionar reabsorción ósea
para poder expandirse, entre otras complicaciones.
Como hemos comentado anteriormente, la mayoría de quistes bucales son originados
por un proceso infeccioso que se da lugar en un diente, este quiste debe ser extraído.
Los especialistas de nuestra clínica dental Estudio Dental Barcelona, aconsejen
realizar la extracción del quiste mediante una intervención realizada con anestesia
local. Por un lado, se procede a la extracción del quiste bucal por parte de un
especialista, es un proceso indoloro a pesar de poder causar alguna molestia durante
el postoperatorio.
Por otro lado, es importante realizar el tratamiento de conductos del diente originario
del quiste bucal, que presenta el nervio infectado. Es decir, el especialista
endodoncista procede a la desinfección y limpieza de los conductos de la raíz del
diente infectado y su posterior sellado.
Finalmente, una vez realizado ambos tratamientos debemos acudir a la clínica dental
para realizar controles posteriores y evaluar la recuperación completa de la zona.

Quiste gingival infantil


Quistes gingivales en recién nacidos: Se forma por una inclusión epitelial en el tejido
conjuntivo de las encías.
Se origina al ser
atrapados grupos de
células epiteliales por la
proliferación rápida del
mesénquima. Forman
nódulos llenos de un
líquido espeso de color
blanquecino que resulta
ser queratina.
Definición
Quistes gingivales en recién nacidos: Es una formación o prominencia de color blanco
amarillento, que se puede encontrar en las encías de los recién nacidos o lactantes.
Forman quistes péquenos queratinizados, tienden a presentarse múltiples a lo largo
del borde alveolar.
Características clínicas
Los quistes gingivales se observan, por lo general, en el recién nacido como unos
nódulos de color blanco amarillento, de consistencia firme, de 1 a 2 mm de diámetro,
únicos o múltiples, situados en la encía del maxilar y en el paladar. Es posible verlo
menos frecuentemente en otros sitios de la mucosa bucal. Afecta a los niños de
ambos sexos y se considera que no requieren tratamiento porque regresan a las
pocas semanas. Su aspecto recuerda a granos de arroz situados debajo de la mucosa
bucal. Otras clasificaciones se dividen según su localización topográfica. Las perlas de
Epstein la describen a lo largo del rafe medio; los nódulos de Bohn lo sitúan en la
unión entre el paladar duro y el blando y lo relacionan con las estructuras de las
glándulas salivales palatinas.
Anatomía patológica
Los forman nódulos llenos de un líquido espeso de color blanquecino que resulta ser
queratina. Microscópicamente, están formados por una membrana quística de epitelio
poliestratificado, cuya cavidad contiene queratina. Son totalmente inofensivos y no
requieren tratamiento.
Síntomas
Los quistes gingivales, también llamados perlas de Epstein, son pequeños
abultamientos de color blanco y amarillo que aparecen en las encías de tu bebé o el
paladar. Las protuberancias pueden parecerse a los dientes de leche en ciernes para
los nuevos padres. Los quistes gingivales del recién nacido rara vez vienen solos, sino
que aparecen en grupos pequeños.
Tratamiento
No es necesario hacer tratamiento para la lámina dental en los bebés. La afección es
inofensiva. Los quistes se romperán y se encogerán dentro de unas semanas. En
algunos casos, pueden desaparecer y se repiten a lo largo de los primeros seis meses
de vida. Consulta a tu pediatra si los crecimientos impiden la alimentación o parecen
causar dolor en el niño.

Quiste gingival del adulto


El quiste gingival del adulto es una lesión poco frecuente. Se considera que
representan la contraparte de los tejidos blandos del quiste periodontal lateral. Siendo
derivados de los restos de la lámina dental (restos de Serres). El diagnóstico de quiste
gingival del adulto debe limitarse a las lesiones con las mismas características
histopatológicas como las del quiste periodontal lateral. En raras ocasiones, puede
desarrollar un quiste en la encía en el sitio de un injerto gingival; Sin embargo, estas
lesiones representan probablemente quistes de inclusión epitelial en arco resultado del
procedimiento de cirugía.
Características clínicas
Al igual que el quiste periodontal
lateral, el quiste gingival del adulto
muestra una predilección sorprendente
que se produzca en el canino inferior y
el área premolar (60% a 75% de los
casos). Quistes gingivales del arco de
adultos con más frecuencia que se
encuentran en los pacientes, es en la
quinta y sexta décadas de la vida. Son casi siempre encuentrados en la encía facial o
mucosa alveolar. Quistes maxilares gingivales son por lo generalmente encuentrados
en el incisivo, canino y las zonas de premolares. Clínicamente los quistes aparecen
como dolor, Cúpula como hinchazones, por lo general menos de 0,5 mm de diámetro,
Aunque rara vez pueden ser un poco más grande.
Ellos son a menudo un color azulado o gris azulado. En algunos casos. El quiste
puede causar una superficial "cupping out" del hueso alveolar, que generalmente no
se detecta en una radiografía, pero es evidente cuando el quiste es extirpado. Si más
hueso hace falta, se podría argumentar que la lesión puede ser un quiste periodontal
lateral que ha erosionado el hueso cortical en lugar de un quiste gingival que se originó
en la mucosa.

Características histopatológicas
Las características histopatológicas del quiste gingival del adulto son similares a las
del quiste periodontal lateral. que consiste en una delgada. aplanado revestimiento
epitelial, con o sin placas de coordinación que contienen células claras.
Nidos pequeños de estas células claras ricas en glucógeno, que representan los
restos de la lámina dental también se pueden observar en el tejido conectivo
circundante. A veces, el revestimiento del quiste es tan delgada que se confunde
fácilmente con el revestimiento endotelial de los vasos sanguíneos dilatados.
Tratamiento y pronostico
El quiste gingival del adulto responde bien a la extirpación quirúrgica simple. El
pronóstico es excelente.

Quiste primordial
Comprende el 5% de todos los quistes foliculares, y 1.75 % de los odontogénicos,
proviene del germen dentario que, en vez de formar el diente, degenera y da lugar a la
formación del quiste, es decir que el quiste se encuentra en lugar del diente, y no
directamente asociado a él; también puede originarse de un órgano dental
supernumerario. El quiste primordial según otros autores se puede originar de la
lámina dental.
Características clínicas:
La lesión puede estar
relacionada con la
ausencia de una pieza
dental, la mandíbula es la
que más se ve afectada, se
presenta en la 2ª y 3ª
década de la vida, puede
provocar un
agrandamiento, es
asintomático e indoloro,
pero si es grande puede
provocar la migración de piezas dentales, todos los dientes poseen vitalidad. Este
quiste varía de tamaño y posee potencial para expandirse al hueso, a veces está
relacionado con un diente primario persistente.
Características radiográficas:
Nos presenta una imagen radiolúcida en lugar de la pieza permanente normal
subyacente, esta imagen es redonda u oval y bien delimitada que puede tener un
borde esclerótico o reaccional y que puede ser unilocular y multilocular, está debajo de
las raíces de las piezas dentales, entre las raíces de las piezas adyacentes o cerca de
la cresta del reborde en el lugar de un diente ausente en forma congénita. Soskolne y
Shear han observado quistes en la zona premolar superior e inferior y así como canino
superior.
Características histológicas:
En su constitución, la pared está compuesta de fascículos paralelos de fibras
colágenas de densidad variable, en esta capa de tejido conectivo, puede o no haber
células inflamatorias y pueden contener pequeños islotes de epitelio odontogénico u
ameloblástico (Segun Bhaskar).
En la superficie interna que mira hacia la luz este revestido de una capa ininterrumpida
de epitelio escamoso estratificado que presenta queratina o a veces ortoqueratina. El
epitelio de grosor variable por lo general cuenta con 8 células de espesor y brotes
epiteliales bien definidos.
En las observaciones hechas por Soskolne y Shear han observado que el epitelio tiene
una capa de células basales columnares con núcleos picnóticos y vesiculares.
Tratamiento:
Consiste en la enucleación quirúrgica con un cureteado a fondo del hueso. El índice de
recidiva es elevado.

Queratoquiste Odontogénico
Frecuentemente esta lesión está asociada a dientes impactados. Se acepta que el
queratoquiste se origina en restos de la lámina dental localizados en la mandíbula o en
el maxilar superior, sin embargo hay evidencia que sugiere que también puede derivar
de una extensión del componente de células basales del epitelio bucal que lo cubre.
También podrían derivar del órgano dentario por degeneración del retículo estrellado,
antes de que se inicie la aposición del esmalte.
Los mecanismos relacionados con el crecimiento quístico son los siguientes:

 Crecimiento por multiplicación de células basales. Se desconoce el estímulo


que provoca el crecimiento de las células.
 Distensión por fluidos: Ósmosis.
 Factores reabsorventes de hueso: actividad enzimática.
Características clínicas
El Queratoquiste Odontogénico es una lesión
asintomática, de larga evolución, crecimiento
lento y expansivo, no destructivo, la piel y la
mucosa presentan características normales,
crepita a la palpación. Es un quiste de los
maxilares que se presenta con mayor frecuencia
entre la segunda y tercera década de la vida,
aunque un segundo pico de aparición puede
ocurrir en la quinta década. Sin Embargo otro autor reporto 3 casos de queratoquistes
múltiples en la mandíbula, uno en una mujer de 28 años y los otros dos en hombres de
edades 27 y 21 años respectivamente, es decir en la segunda década de la vida. En
una experiencia clinica en Singapore se estudiaron 70 casos de queratoquistes
odontogènicos en pacientes predominantemente chinos. La mayoría de los pacientes
tenían de 21 a 30 años de edad y en más del 50% de los casos estaban asociados
con terceros molares impactados. Son más frecuentes en el sexo masculino que en el
femenino y en la mandíbula más que en el maxilar superior. En un estudio realizado de
queratoquistes odontogénicos en la línea media del maxilar superior por Brad Neville y
col se encontró que de 18 pacientes estudiados, 13 de los casos es decir 72,2%
ocurrieron en hombres y 16 de los pacientes tenían más de 60 años. La edad media
de los pacientes fue de 69.9%.
Características radiográficas
Radiográficamente muestran un aspecto cavitario oval o redondeado.
Esta lesión se presenta como una
imagen radiolúcida, bien circunscrita que
presenta bordes radiopacos delgados.
Es posible observar multilocularidad, en
especial en lesiones grandes, sin
embargo la mayoría de las lesiones son
uniloculares, y más del 40% es
adyacente a la corona de un diente sin
erupcionar.
La lesión puede aparecer como una
radioluscencia unilocular o multilocular, a
menudo con un borde esclerótico delgado que representa hueso activo. Este borde se
puede alisar o festonear, pero por lo general está agudamente marcado.
Rara vez se presenta como una imagen radiolúcida interradicular y perirradicular. En
estos casos los dientes adyacentes conservan la vitalidad.
Características histopatológicas
El epitelio es muy característico, está compuesto de una superficie de paraqueratina,
la cual está habitualmente corrugada, rizada o arrugada. Tiene uniformidad de grosor,
por lo regular entre 6 y 10 células de profundidad sin formación de invaginaciones
dermoepidermales. En ocasiones se encuentra ortoqueratina pero si la hay también es
evidente la paraqueratina.
La interfase epitelio- tejido conectivo es plana, no forman un borde epitelial y el grosor
de la cubierta varia de 8 a 10 capas de células.
La capa fibrosa de este quiste es generalmente delgada, con poca o ninguna célula
inflamatoria. La capa basal es típica y presenta células pálidas con núcleos
prominentes, polarizados e intensamente teñidos. La luz del quiste puede contener
grandes cantidades de restos de queratina16 o líquido claro similar a un trasudado
seroso. También puede haber colesterol así como cuerpos hialinos en el sitio de la
inflamación.
Con frecuencia la pared de tejido conectivo muestra pequeños islotes de epitelio
similares a los del epitelio de revestimiento. Estos y los quistes pequeños o “hijas”
representan las terminaciones de epitelio de revestimiento de la cavidad quística
principal. Entre un 7 y 26% de los quistes primordiales presentan islotes aislados de
epitelio o “quistes hijas” en su tejido conectivo. Este hallazgo es más usual encontrarlo
en pacientes varones y en caso de Síndrome Névico Baso- Celular. Si sobreviene la
inflamación a la cápsula, esta se viene a engrosar, el epitelio prolifera y la
queratinización desaparece.
Diagnósticos diferenciales
Quiste Dentígero: es muy frecuente el quiste dentígero de tipo uniquístico y el sólido.
Siempre está asociado a la corona de un diente en desarrollo o sin erupcionar. Esta
adherido a la porción cervical del diente lo que lo diferencia del quiste primordial.
Ameloblastoma: en cuanto a su histopatología se observa polarización de las células
alrededor de nidos proliferantes, similares a las del órgano del esmalte, en cuyos
centros las células pierden su organización y simulan el retículo estrellado de este
órgano. Otra característica es la gemación de las células tumorales. En ocasiones las
células forman islotes, en otras forman una red epitelial, incluso las células centrales
del tumor pueden presentar granulaciones citoplasmáticas.
Tumor Odontogénico Adenomatoide: frecuente en la segunda década de la vida,
más en mujeres que en hombres. Aparece con más frecuencia en la zona anterior de
la mandíbula y maxilar. Está relacionado a un diente retenido.
Fibroma Ameloblástico: predomina en niños y adultos jóvenes con edad promedio
de 12 años y máxima de 40 años. Es una lesión lobulada y la rodea una cápsula
fibrosa. La masa tumoral está compuesta por tejido conectivo mixoide en el que la
ausencia de colágena le da la apariencia de pulpa dental. Es una lesión radiolúcida y
radiopaca.
Tratamiento y pronóstico
Puede comenzar por aspiración del material que contiene el quiste (queratina), para
descartar malformaciones vasculares; posteriormente la toma de una biopsia incisional
si la lesión es grande y seguidamente la enucleación y curetaje de la lesión1. El
tratamiento de elección es la extirpación quirúrgica de la lesión con curetaje óseo
periférico o bien con osteotomía segmentaria13. Los dientes asociados a esta lesión
se conservan, así como el nervio Mentoniano y Dentario Inferior .Este parece ser el
método más radical y eficaz para erradicar esta lesión pero la experiencia clínica ha
demostrado que puede ser difícil su total extirpación porque la pared del quiste es muy
delgada y friable y puede fragmentarse con facilidad10. Además es común que haya
perforación del hueso cortical, en particular en las lesiones que afectan la rama y esto
complica la remoción total.
Debe lograrse un acceso grande para curetear bien. Se conservan los dientes y de 6
meses a 1 año estos tienden a responder al frío y al calor, es decir, no los desvitaliza.
El abordaje agresivo de la lesión se debe a la alta tasa de recurrencia que varía entre
el 30 y 62% de los casos y cuyas causas no son claras. Entre las posibles causas de
la recurrencia se sugiere: la persistencia de pequeños fragmentos epiteliales o
satélites debido a que la pared de tejido conectivo es delgada y friable. La presencia
de pequeños restos de lámina dental localizados en el hueso adyacente a la lesión
primaria también puede relacionarse con proliferación quística de la capa epitelial de
células basales. La tasa de mitosis de las células de la cubierta epitelial del
Queratoquiste es mayor que en otras formas de quistes odontógenos.

Quiste dentigero
Los Quistes Dentígeros (QD), también llamados quistes foliculares, son quistes
odontogénicos de malformación y origen epitelial, según la clasificación de los tumores
realizada por la Organización
Mundial de la Salud - OMS
(Graydon, 1996). El QD es el más
común después del quiste radicular.
Siempre está asociado con la corona
de un diente en desarrollo, no
erupcionado o incluído (permanente
o primario). En el caso clínico que se
presenta en este artículo, el QD está
asociado a un canino inferior.

Etiopatogenia
Existen hasta la actualidad varias teorías que tratan de explicar el origen de los QD,
aunque no se logre una comprensión completa y uniforme en cuanto a su mecanismo
de producción. Aun cuando estas teorías no fueron propuestas recientemente, en la
actualidad mantienen su vigencia y son consideradas las de mayor importancia.
La teoría más conocida según Malassez entre 1885-1887, plantea que el QD se
origina después que la corona del diente se ha formado por completo, mediante la
acumulación de líquido entre el epitelio reducido del órgano del esmalte y la corona del
diente subyacente ya formado. Mientras que Gillette y Weihmann en 1958 y Bloch-
Jorgensen en 1928, hablaron sobre el origen extrafolicular del QD, el cual sugiere que
se origina de quistes periapicales en dientes primarios que van creciendo y
englobando al germen del diente permanente. Aun cuando estas sugerencias son
posibilidades teóricas, no existe suficiente evidencia para soportarlas. Una tercera
teoría propuesta en 1941 por Thoma sugiere que algunos QD pueden comenzar su
formación por degeneración del retículo estrellado durante la aposición del esmalte
(Killey y cols., 1979). Por otra parte, Al-Talabani y Smith en 1980, realizaron un estudio
de QD experimentales e hipoplasia de esmalte, su importancia y significación con la
patogénesis. Las observaciones en este estudio sugirieron la posibilidad de existencia
de dos tipos de QD; quizás con causas diferentes y de aparición en distintas etapas
del desarrollo dentario. En este trabajo se concluyó que, unos podrían comenzar en
una etapa temprana del desarrollo y es comúnmente asociada con hipoplasia de
esmalte; estos quistes comienzan con degeneración del retículo estrellado del órgano
del esmalte. El otro tipo comenzaría a desarrollarse después de que la corona se ha
formado totalmente y se origina por la separación de las células dentro del órgano del
esmalte, debido a la acumulación de fluídos; la hipoplasia del esmalte, en este caso,
no es una característica significativa.
Características Clínicas
Los síntomas en el QD son escasos y rara vez alcanza grandes proporciones, cuando
esto sucede se detecta clínicamente, ya que produce expansión ósea y asimetría
facial, debido a la excesiva presión interna de la lesión, lo que predispone a la
producción de fracturas patológicas por erosión del hueso cortical, sin embargo, en la
mayoría de los casos es detectado como un hallazgo radiográfico (Regezi y Sciubba,
1995). También debemos estar atentos en observar si hay pérdida de los dientes,
intensa reabsorción radicular de los dientes adyacentes y dolor, los cuales son
secuelas del contínuo agrandamiento del quiste. Por otra parte, es potencialmente
capaz de convertirse en una lesión agresiva (Shafer y cols., 1986).
Características radiográficas
El examen radiográfico del maxilar que está afectado por un QD revelará una lesión
radiolúcida bien definida, con cortical, alrededor de la corona de un diente no
erupcionado. Las lesiones pequeñas de menos de 2,0 cm de diámetro son
"uniloculares". Sin embargo, si no son detectadas tempranamente, la lesión puede
crecer y se vuelve un quiste dentígero "grande y multilocular", lo que hace posible la
confusión con otras lesiones más agresivas, como por ejemplo el ameloblastoma
(School of Dentistry. U. S. C., 1997). A veces se observa una radiolucidez
pericoronaria incipiente que confunde entre un quiste dentígero pequeño y un folículo
o espacio folicular dental ligeramente dilatado. Para esto, Maroo en 1991 señala que
estos quistes inicialmente se presentan como una radioluscencia unilocular
pericoronaria, cuyo ancho excede de 2,5 mm. Sin embargo, se establece que hay que
realizar un control radiográfico, para seguir la evolución del diente y determinar si se
trata de una lesión o simplemente de la dilatación del folículo dentario en la fase pre-
eruptiva.
Características histopatológicas
Para esta lesión no hay características microscópicas típicas que puedan distinguir
entre un QD y cualquier otro quiste odontogénico. Por lo general, está constituído por
una pared de tejido conectivo con 2-3 capas de células epiteliales planas o cúbicas
que tapizan la luz del quiste. Generalmente no presenta queratina, pero algunos
pueden presentar esta característica que muchas veces es señal de transformación a
otras lesiones más agresivas, como el queratoquiste odontogénico. Otros pueden
mostrar la proliferación de los restos epiteliales en la luz del quiste indicando que se ha
desarrollado una neoplasia benigna pero agresiva, como lo es el ameloblastoma
(Shafer y cols., 1986)
Pruebas diagnósticas
Para poder llegar a un diagnóstico certero de la lesión, se deben tomar en cuenta un
conjunto de características recogidas en el estudio clínico, radiográfico e
histopatológico. Los aspectos clínicos se obtienen mediante la observación clínica del
paciente, y la sintomatología que nos refiere. Además de realizar comparaciones con
los parámetros epidemiológicos existentes. Asímismo, realizar un estudio
radiográfico completo para detectar la posible existencia de alguna patología no visible
clínicamente, para esto el odontólogo dispone de una serie de técnicas radiográficas,
las cuales aportan una visión completa o parcial de los maxilares. Dentro de ellas, la
más empleada, es la radiografía dental - sinusal, comunmente llamada "panorámica",
que es accesible y nos dá una visualización completa de ambos maxilares y de sus
estructuras adyacentes. Sin embargo, si se detecta alguna imagen anormal es
necesario que se practique una segunda radiografía que nos dé la tercera dimensión,
para ubicar la lesión en los tres planos como por ejemplo la oclusal, bien sea superior
o inferior, según el caso. Autores como Toller y col. (1995) señalan que la tomografía
computarizada (TC) resulta ser un gran beneficio, principalmente en el caso de QD
múltiples, ya que éste estudio provee detalles exactos en las tres dimensiones de las
lesiones quísticas sin distorsión ni superposición. Todos estos estudios nos
aportan datos para determinar los posibles diagnósticos diferenciales que puedan
identificar esta lesión, y junto al estudio histopatológico, nos permiten establecer el
diagnóstico definitivo.
Pronóstico
Cuando se trata de lesiones pequeñas, el pronóstico es bueno ya que se elimina
quirúrgicamente sin dificultad y en su mayoría no hay recidiva. Mientras que si las
lesiones son grandes, el pronóstico es reservado ya que conllevan una gran perdida
ósea y adelgazan peligrosamente al hueso, existiendo el riesgo de producir fractura
patológica del maxilar comprometido (School of Dentistry. U.S.C., 1997). También es
importante destacar que los quistes odontogénicos tienen que ser considerados una
posible fuente de enfermedades metastásicas (Manganaro y cols., 1997).
Tratamiento
Las lesiones uniloculares pequeñas se eliminan a través de la osteotomía, extracción
del diente impactado y remoción de la lesión. En las lesiones grandes puede ser
necesario una cirugía extensa donde incluso puede haber resección de la mandíbula
(Shafer y cols., 1986). Hay dos procedimientos quirúrgicos que se emplean para
eliminar estos quistes, marsupialización y enucleación. La marsupialización es un
procedimiento indicado en aquellos casos donde se presentan QD de gran tamaño,
que involucran una seria pérdida ósea y que adelgazan peligrosamente el hueso; es
muy utilizado sobretodo en niños,
en los casos que se pueda guiar la
erupción del diente impactado
hasta llevarlo a una posición normal
(Laskin, 1987). Con relación a la
enucleación, siempre que sea
posible se prefiere este
procedimiento, porque pueden
existir transformaciones
ameloblásticas o carcinomatosas
asociadas a la pared del QD, lo
cual hace necesario enuclear el quiste y someterlo a un estudio histopatológico, de
esta manera se hace una excisión total del tejido patológico, disminuyendo
posibilidades de recurrencia y de transformaciones desfavorables (Laskin, 1987).

Quiste de erupción
El quiste de erupción es el análogo en tejido blando del quiste dentigero. El quiste se
desarrolla como resultado de la separación del folículo dental de alrededor de la
corona de un diente en erupción que está dentro de los tejidos blandos que cubre el
hueso alveolar. Se ha descrito un ejemplo de los quistes de erupción en desarrollo en
un niño que estaba tomando ciclosporina A. Presumiblemente el quiste se desarrolló
debido a la deposición de colágeno en el tejido conectivo gingival que dio lugar a un
techo pericoronal más grueso y menos penetrable.
Características clínicas.
El quiste de erupción aparece como una inflamación suave y a menudo translucida de
la mucosa gingival que recubre la corona de un diente en erupción deciduo o
permanente. La mayoría de los ejemplos se observan en niños menores de 10 años
de edad. Aunque puede ocurrir con cualquier diente en erupción, la lesión es más
comúnmente asociado con los incisivos centrales inferiores deciduos, los primeros
molares permanentes, y los incisivos superiores deciduos. El traumatismo superficial
puede resultar en una considerable cantidad de sangre en el líquido quístico, que
presenta un color azul a púrpura-marrón. Estas lesiones a veces se conocen como
heatomas de erupción.
Características histopatológicas
El quiste de erupción intacto rara vez se envía al laboratorio de patología oral y
maxilofacial, y la mayoría de ejemplos consiste en extirpar el techo del quiste, que se
ha quitado para facilitar la erupción de los dientes. Estos muestran la superficie del
epitelio oral sobre la cara superior. La lamina propia subyacente muestra un infiltrado
con variables células inflamatorias. La porción profunda de la muestra, lo que
representa el techo del quiste, muestra una fina capa de epitelio escamoso no
queratinizado.

Tratamiento y pronóstico
El tratamiento puede no ser requerido porque por lo general el quiste se rompe de
forma espontánea, permitiendo la erupción del diente. Si esto no se produce, la
escisión simple del techo del quiste generalmente permite una rápida erupción del
diente.

Quiste periodontal lateral


El quiste periodontal lateral es un tipo de quiste
odontogénico del desarrollo que típicamente
ocurre a lo largo de la raíz de la superficie del
diente. Se cree que aparece de restos de
lámina dental y representa la contraparte
interna del hueso del quiste gingival de un
adulto. El quiste periodontal lateral cuenta con
menos del 2% de todo el epitelio lineado en los
quistes mandibulares.
En el pasado, el término quiste periodontal
lateral era usado para describir cualquier tipo
de quiste que se desarrollaba a lo largo de la
superficie de la raíz, incluyendo quiste
radicular lateral y queratoquiste odongénico. De cualquier manera, el quiste
periodontal lateral tiene unos distintivos características clínicas y microscópicas que lo
distinguen de otras lesiones desarrolladas en la misma ubicación.
Características clínicas y radiográficas
El quiste periodontal lateral es más a menudo una lesión asintomática que se detecta
únicamente durante una exanimación radiográfica. Más frecuentemente ocurre en
pacientes entre la quinta y séptima década de su vida; raramente podría ocurrir en
algunos menores de treinta años de edad. Alrededor de 75% y 80% de los casos
ocurre en la sección mandibular en el premolar, canino lateral e incisivo. Ejemplos
maxilares también y usualmente involucran la misma área dental.
Radiográficamente, aparece como un área bien circunscrita radiolucente ubicada
lateralmente a las raíces de los dientes vitales. En muchos casos estos quistes son
menores a 1.0 cms.
Ocasionalmente, esta lesión podría tener apariencia poliquística; dichos ejemplos han
sido determinados QUISTES ODONTOGÉNICOS BOTRIOIDES. Gravemente y
microscópicamente, muestran la apariencia de un racimo de uvas de quistes de
tamaño individual. Estas lesiones son generalmente consideradas a representar un
quiste periodontal lateral, posiblemente el resultado de una degeneración quística y
subsecuente fusión de un foco adyacente a los restos de lámina dental. La variante
del botrioide más a menudo muestra una apariencia multilocular radiográfica, pero
también podría parecer unilocular.
Las características radiográficas de un quiste periodontal lateral no son
diagnosticadas; el queratoquiste odontogénico que se desarrolla en medio de las
raíces adyacentes al diente podrían mostrar resultados radiográficos idénticos. Un
quiste radicular inflamatorio que ocurre lateralmente a la raíz en relación a un foramen
o a un quiste que surge de una inflamación periodontal podría también simular un
quiste periodontal lateral radiográficamente. En un estudio de 46 casos de lesiones
quísticas en la región lateral periodontal, solo 13 alcanzan histopatológicamente el
carácter de un quiste periodontal lateral; 8 fueron queratoquístes odongénicos, 20
fueron quistes inflamatorios y 5 fueron de origen indeterminado.
Caracterizas histopatológicas
El quiste periodontal lateral tiene una delgada generalmente no inflamada pared
fibrosa con un epitelio alineando solamente uno de tres celdas delgadas en muchas
áreas. Este epitelio usualmente con células aplanadas y escamosas, pero algunas
veces las células son cuboidales en su forma. Foco rico en glicógeno limpia las
células tal vez inesperadas dentro de las células epiteliales. Algunos quistes muestran
delgadez focal nodular en la alineación epitelial, los cuales está compuestos de células
claras. Célula clara epitelial algunas veces resulta ser vista dentro de la pared fibrosa.
Raramente quistes odontogénicos brotrioides
son sugestión del quiste odontogénico glandular.
Tratamiento y pronóstico
Enucleación conservativa del quiste periodontal
lateral es el tratamiento de elección.
Usualmente, esto puede ser cumplido sin dañar
el diente adyacente. Recurrencia inusual,
aunque se haya reportado con la variante del
botrioide, presumiblemente porque es naturaleza
poliquística, una excelentemente rara causa de células escamosas del carcinoma
cuyas aparentemente originadas en el quiste periodontal lateral, también han sido
reportadas.

QUISTES NO ODONTOGENICOS
Quiste del conducto naso palatino
Quiste maxilar anterior medio o del conducto incisivo. Este se localiza en el conducto
palatino anterior o incisivo, o cerca de él, es el más común del maxilar, de desarrollo
fisural.
Su origen se da por la proliferación de restos epiteliales del conducto nasopalatino,
este comunica las cavidades nasal y bucal y se forma cuando los procesos palatinos
se fusionan con el premaxilar dejando un pasaje a cada lado del tabique nasal. Se
dividen en dos tipos, el quiste del conducto incisivo y el quiste de la papila palatina.
Características Clínicas:
Se presenta más en la cuarta y quinta década de la vida, son casi asintomático, a
veces se infectan por algún mecanismo desconocido y producen dolores inflamatorios
y se abren pequeñas fístulas en la papila palatina o cerca de ella.
Los quistes que están localizados en la papila palatina producen cierta hinchazón y por
lo común no son visibles al examen radiográfico.

Características radiográficas:
Son descubiertas por exámenes rutinarios del maxilar en la radiografía, se observa
una zona radiolúcida redonda u oval o acorazonado, por lo general simétrica, bilateral
y bien delimitada, esto se ve cuando se superpone la presencia de la espina nasal
anterior. En la zona de los incisivos en la línea media se produce la separación de las
raíces de los incisivos centrales superiores.
Características Histológicas:
Los quistes están tapizados de epitelio escamoso estratificado, epitelio columnar
ciliado seudoestratificado y epitelio cuboide o cualquiera de las combinaciones. La
variedad del tipo de epitelio indica que estos quistes se originan en el conducto
nasopalatino, pues este conducto se compone de los mismos tipos de epitelio
respiratorio en la posición nasal y escamoso bucal.
En el conectivo este quiste presenta con frecuencia infiltrado celular inflamatorio,
además hay acúmulos de glándulas mucosas, así como de grandes vasos y nervios.
Tratamiento
No se conoce de transformaciones malignas en el epitelio de revestimiento de este
quiste, estos destruyen grandes cantidades de hueso.
El tratamiento consiste en la enucleación del quiste.

Quiste naso labial o naso alveolar


Se trata en realidad de un quiste de los tejidos
blandos, pero se le incluye en este grupo
simplemente porque es de origen fisural y por qué
aveces produce reabsorción ósea.
Este quiste no se encuentra dentro del hueso. Se
penso que tenía origen en la unión de la apófisis
globular ascendente y maxilar como resultado de la
proliferación del epitelio atrapado a lo largo de la línea de
fusión.
Clínicamente;
Produce una hinchazón del pliegue mucovestibular, así
como en el piso de la nariz y se localiza cerca la inserción
del ala de la nariz del maxilar.
Estos quistes pueden producir la erosión superficial de la superficie externa del
maxilar, pero señalaremos que son principalmente lesiones centrales y por ello puede
no ser visible en las radiografías. Su edad promedio de presentarse esta entre 41 y 46
años, aunque se ha encontrado en personas de 12 a 75 años de edad, este quiste se
observa más en la raza negra y localizado en la base de una de las alas de la nariz,
los dientes poseen vitalidad.

Examen radiográfico:
Las radiografías no muestran ninguna alteración ósea, sin embargo, puede aparecer
una imagen radiolúcida si el quiste produce una reabsorción ósea por presión desde el
lado del periostio.
Examen Histológico:
Se encuentra tapizado de epitelio columnar
seudoestratificado, que a veces es ciliado
frecuentemente con células caliciformes, o de epitelio
escamoso estratificado.
Tratamiento:
El quiste debe ser eliminado quirúrgicamente, aunque habrá que tener cuidado de no
perforar ni aplastar la lesión.

Quistes medianos palatinos y alveolar


Son quistes que solo se presentan en el maxilar superior, comprenden tan solo el 7.5
% de los quistes no odontogénicos y no epiteliares (seudoquistes) de los maxilares.
El término de palatino medio se aplica a una lesión que se presenta en la línea media
del paladar, el quiste alveolar mediano es para referirse a los que están cerca del
proceso alveolar, inmediatamente detrás de los incisivos centrales, ambas lesiones se
originan en el epitelio atrapado a lo largo de la línea de la apófisis palatina del maxilar.
Etiología:
Ambos se originan a partir de las células epiteliales que quedan aprisionadas en la
línea media del maxilar durante el desarrollo.
Características Clínicas:
Ambas lesiones se presentan como una tumefacción sólida, en la línea media del
paladar, la túnica mucosa es de color blanquecino o pálido, pero siempre está intacta
no hay ulceración, las lesiones son indoloras, pero pueden causar molestias durante la
masticación y el habla.
Características Radiográficas:
Se miran como unas lesiones, que nos dan una imagen radiolúcida circunscrita frente
al sector de los premolares y molares, frecuentemente bordeado por una capa de
hueso esclerótico. Dada la posición anterior, el quiste alveolar mediano puede
confundirse con el nasopalatino; pero se distingue por su situación más baja y anterior.
Características Histológicas:
El revestimiento de este quiste suele ser epitelio columnar ciliado (respiratorio).
escamoso estratificado o seudoestratificado. La cavidad quistica, contiene restos
celulares, liquido o queratina. El tejido conectivo periepitelial puede mostrar una leve
infiltración de linfocitos y plasmocitos.
Tratamiento:
Consiste en la eliminación quirúrgica y cureteado minucioso. Bhaskar recomienda la
enucleación.

Quiste glóbulo maxilar


El quiste globulomaxilar se encuentra dentro del hueso, en la unión del proceso
globular maxilar con las apófisis maxilares otros autores especifican con el apofisis
nasal medio, casi siempre entre el incisivo lateral y el canino superior, no obstante, se
ha visto que el quiste se origina en la sutura ósea, entre premaxilar y maxilar, por esta
razón Ferencz lo denomina quiste
premolar.
Etiología
Es un defecto de fusión. Proliferan
los restos de Hochstetter.
Características Clínicas
Se les ve entre el canino y el incisivo
lateral del maxilar superior donde
puede provocar un agrandamiento,
así como la migración de los dientes
adyacentes, es asintomático y todos
los dientes de la región son vitales. A
veces el quiste se infecta y el paciente se queja entonces de molestias locales y
dolorosas en la zona.
Características Radiográficas:
En las radiografias intrabucales se presenta con una imagen radiolucida piriforme
invertida entre las raíces del incisivo central y el canino, el cuello de la pera se halla
entre las coronas de los dientes, se produce divergencias de las raíces de estos
dientes, habrá de tener cuidado de no confundir este quiste con un quiste periodontal,
formado por una lesión pulpar. Las raíces del canino e incisivo lateral suelen estar
separadas por una imagen radiolúcida.
Examen Microscópico: Esta
tapizado por un epitelio
escamoso estratificado o
columnar cilíndrico, el resto de la
pared se compone de tejido
conectivo fibroso que por lo
general presenta infiltrado de
células inflamatorias: linfocitos y
plasmocitos.
Tratamiento:
Es mediante la enucleación
quirúrgica, preservando si es
posible los dientes adyacentes.

PSEUDOQUISTES
La cavidad ósea idiopática y el quiste óseo traumático son procesos osteolíticos que
pueden aparecer en cualquier hueso y también en maxilares y mandíbula, pero son
raros. Para la primera se desconoce por completo el posible origen y en el segundo
caso puede recogerse en la anamnesis el
antecedente de un traumatismo a partir del cual se
supone que se produjo un hematoma en médula ósea
cuya reabsorción activó así mismo a osteoclastos
provocando la cavitación. Dada la sutileza de estas
diferenciaciones se agrupan ambos procesos como
«quistec óseos simples». Estas cavidades están
rellenas de líquido ambarino o hemorrágico y poco
tejido, se obtiene para estudio microscópico: fibrina,
células hematopoyéticas y detritus celulares, pues no
existe una pared o cápsula diferenciada.
La terapeútica pretende producir un hematoma o aportar esquirlas óseas
intracavitarias para estimular de alguna forma una neoosteogénesis que rellene la
cavidad quística.
El quiste óseo aneurismático es una lesión radiolúcida que aparece con más
frecuencia en las metáfisis de los huesos largos o en las vértebras. Infrecuentemente
afecta a huecos del macizo craneofacial. Su patogénesis puede depender de
trastornos hemodinámicos y estructurales locales, con o sin antecedente de
traumatismo. El espacio óseo cavitado está ocupado por grandes macas hemáticas
trombosadas o fluidas entre septos finos conjuntivoendoteliales. Hay infiltración
dispersa de histiocitos con hemosiderina y algunos osteoclastos. La terapéutica es
quirúrgica debiendo realizarse un completo legrado de la cavidad.
La cavidad mandibular de glándula sublingual es un proceso raro de tipo malformativo
que depende de un desplazamiento de glándula salival que resulta rodeado por el
tejido óseo de la mandíbula adyacente, pero la cavidad en sí es extraósea; el
fragmento glandular atrapado no suele ser funcionante y no comunica con los
conductos secretores. Esta lesión ectópica debe tenerse presente en el diagnóstico
diferencial de las imágenes radiolúcidas mandibulares, es un defecto óseo cortical sin
mayor trascendencia clínica. Igualmente debe considerarse la posibilidad de un foco
radiolúcido debido a un acúmulo denso de médula ósea hematopoyética con
disminución del trabeculado óseo, puede no tener importancia y tratarse de una simple
peculiaridad o ser signo de una hiperplasia hematopoyética de carácter general
consecuencia de un trastorno hematológico.

QUISTE DEL CUELLO


El quiste branquial es una tumoración del cuello de contenido líquido. Este tumor es
congénito, es decir, que aparece desde el nacimiento, aunque puede hacerse evidente
recién en la juventud o vida adulta. Es de naturaleza benigna.
Se origina durante el desarrollo embrionario del
cuello (es decir antes de nacer). También se
llama “fístula de arco branquial”.
El quiste branquial se ubica en la región lateral
del cuello, por delante del músculo
esternocleidomastoideo, que es el músculo más
largo del cuello.
Habitualmente en la mitad de camino entre la clavícula y la mandíbula, pero puede
tener otras localizaciones en el cuello.
Patogenia
Los quistes branquiales aparecen por un desarrollo anormal del aparato faríngeo
embrionario por falla de la completa obliteración del segundo arco branquial. Suelen
ser quistes cerrados, aunque en ocasiones pueden venir acompañados de una fístula,
es decir, un conducto que abre cerca de la amígdala del mismo lado o en la piel del
cuello. Los quistes branquiales son estructuras benignas y solo en raras ocasiones se
asocian a alguna forma de cáncer.
Cuadro clínico
La mayoría de los quistes branquiales cursan sin sintomatología, es decir, no suelen
ser dolorosos ni tienden a interrumpir la movilidad del cuello ni la deglución.
Ocasionalmente se pueden infectar, especialmente si persiste una fístula. La masa es
esférica, alargada y móvil en la cara lateral del cuello, justo por debajo de la
mandíbula, en cualquier punto a lo largo del músculo esternocleidomastoideo, más
comúnmente entre el tercio medio y el tercio inferior del músculo.
En los casos que aparezca una fístula, se ven pequeños hoyuelos o depresiones en la
piel en cualquier lado del cuello o justo debajo de la clavícula con líquido que puede
drenar del hoyuelo.
Tratamiento
El tratamiento de un quiste branquial consiste en la resección
quirúrgica y completa del quiste. Aunque son quistes por lo
general benignos, el quiste tiende a ser confundido con un
tumor maligno de las glándulas salivales, por lo que en
ocasiones se indica una aspiración de su contenido con una
aguja fina. El manejo quirúrgico requiere la escisión del
quiste, así como sus conductos y ramificaciones, de existir.
No es probable ver recurrencias después de la operación.
Con frecuencia se indican antibióticos, en especial si hay
signos de una infección. La función tiroidea no se ve afectada por un quiste branquial.

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