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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS

ASIGNATURA: CIUDAD Y SEGREGACIÓN

DOCENTE: GERARDO ARDILA

ESTUDIANTES:

DIANA ELISABETH LÓPEZ OROZCO


INÉS MARÍA MÉNDEZ
PAOLA ANDREA NIÑO RODRIGUEZ
SEBASTIÁN OLIVERO OLMOS
SIMON ULYSSE PORRAS MATTER
DAVID EDUARDO QUIÑONES CELIS Commented [1]: Hola muchachos, hacen falta
pequeños detalles como enumerar las tablas, citar lo
que falta, decidir como citarlo y otros como decidir si
los subtitulos van o no subrayados o en cursiva, todo
eso. Para que no se vea tan remendado (está muy
seccionado, no parece un solo documento, cada uno
pusimos como nos pareció los subtitulos en mayuscula
o minuscula, etc) (Lo comento para no andar borrando
o modificando partes que no hice yo, sino pues para
que cuadremos, por mi parte pueden aplicar cualquier
criterio de forma a mi parte. saludos

BOGOTA D.C
MAYO 29 DE 2018
USME EN PERSPECTIVA: ACERCA DEL POT 190 DE 2004 Y SU MODIFICACIÓN
EXCEPCIONAL, EL DECRETO 364 DE 2013
La localidad Quinta de Usme tiene una dimensión socioespacial problematizada, en relación
a la lectura crítica sobre la realidad social como una red de relaciones sociales y políticas
instaladas en el territorio, muchas de esas relaciones sustentan estructuras de dominación
espacial, hegemonía cultural, segregación social e instrumentalización de la naturaleza en
vías de intereses económicos privados.

Ahora bien, de modo descriptivo se recoge que Usme, “es la segunda localidad en tener
mayor extensión y como unidad político administrativa, se encuentra subdividida en 7 UPZ´s,
279 barrios y 14 veredas. Posee una superficie global de 21.556 hectáreas de las cuales
2.064 son área urbana y 18.307 son franja rural que representa para el Distrito e 13,18 por
ciento del territorio capitalino” (Herrera, 2017). Además, en términos estadísticos, hace parte
de las tres localidades con mayor segregación social en la ciudad, puesto que los estudios
oficiales de instituciones estatales la mencionan como una de las localidades más pobres,
con mayor número de personas desempleadas y trabajadores informales. (Alcaldía Mayor de
Bogotá Secretaría Distrital de Planeación, 2011, Bogotá Ciudad de Estadísticas, p.11). De
esta forma, Usme es un territorio en condiciones alarmantes en materia de vulneración de
derechos, desigualdad y segregación social.

El mapa (imágen 1) delimita la localidad quinta de Usme (línea roja), localizada en el


suroriente de la ciudad de Bogotá; logrando facilitar la visualización de las problemáticas
territoriales más relevantes en la actualidad; la imagen muestra la división entre lo rural y lo
urbano, permitiendo identificar la actividad expansionista imperante, en tanto siendo en sus
inicios una localidad con legado rural ha pasado a ser un espacio estratégico para el mercado
inmobiliario. Otra problemática es la extracción de minerales como producto de los intereses
empresariales de constructoras y demás mercados encauzados al aprovechamiento de
bienes comunes, dejando de ese modo una profunda marca en la condición ecológica del
territorio y adicionalmente a la salud de sus habitantes. (El Espectador, 2015, Minería está
afectando localidades de Usme y Ciudad Bolívar en Bogotá)
MAPA 1. Localidad de Usme
Tomado de Google Maps. Recuperado el 19 de Mayo de 2018.

De acuerdo a lo anterior, la concepción de territorio dentro de las lógicas de mercado y la


marginalización social, ubica a la localidad de Usme como un espacio de dominación, un
espacio entendido “no solo como el lugar donde ocurren las cosas, sino como el lugar a
través del cual se organizan las discriminaciones y las oportunidades; la política siempre
define espacialmente los derechos y los deberes; y la configuración espacial de la
administración siempre configura la repartición de derechos, protecciones y riesgos”
(Restrepo, 2012, p. 15). Por lo tanto, el espacio es un dispositivo de dominación, cuyas lógicas
de poder “condenan” a la población habitante a la violación de sus derechos y a la restricción
de oportunidades.

Con base en lo previo, señalamos que es menester la toma de acciones concretas desde la
política pública por parte del gobierno de la ciudad desde la cual se tenga como objetivo
transformar las condiciones de inequidad espacial que se materializan en carga ambiental,
segregación socioespacial, altas tasas de desempleo, inexistencia de hospitales de alta
complejidad, falta de equipamientos, bajísima oferta laboral dentro de la localidad, y otras
situaciones que se desglosan a lo largo de este escrito; en donde el Plan de Ordenamiento
Territorial -POT- tiene gran responsabilidad en la transformación o perpetuación de dichas
problemáticas presentes en la localidad 5 de Bogotá.

Ahora bien, hacemos mención al POT ya que este es “un instrumento técnico y normativo de
planeación y gestión de largo plazo; es el conjunto de acciones y políticas, administrativas y
de planeación física, que orientarán el desarrollo del territorio municipal por los próximos años
y que regularán la utilización, ocupación y transformación del espacio físico urbano y rural”
(Ministerio de Ambiente, 2004, pág. 5). Es decir, mediante el POT se designa el uso que se
le puede -y debe- dar al suelo, esto es designar si un suelo será usado en función de vivienda,
de comercio, de expansión urbana, o de “vocación” minera. Con base en esto se empieza a
comprender cuál ha sido el papel de los POT en el papel de la perpetuación de la inequidad
en Bogotá, sin olvidar que el POT es una ganancia de la Constitución del 91.

Ante este panorama, en el presente trabajo compararemos el Decreto 190 de 2004 mediante
el cual se impone el POT vigente con su forma de ordenar el territorio capitalino, frente al
decreto 364 con el cual se implementa un nuevo POT acorde a nuevas necesidades, pero
suspendido arbitrariamente en el legislativo sin el debate técnico y metodológico pertinente.

Para empezar, al hacer una lectura del Decreto 190 se puede ver que el papel que se le da a
Usme es de un territorio con vocación de articulación con otras regiones del país, es decir,
los proyectos que se desarrollen en usme en el marco del 190 debe tener como objetivo la
articulación de la ciudad con la región orinoquia. En este sentido se desentraña que la
localidad 5 es un medio más que un fin en sí mismo del “desarrollo” de la ciudad. Se refuerza
la idea de la periferia como territorios a explotar de una u otra forma.

Así mismo, es de resaltar que en el parágrafo 1 del artículo 48 del 190 en donde se trata el
tema de Planes Zonales y Planes de Ordenamiento Zonal se especifica que la Alcaldía
Distrital elaborará los planes para el ordenamiento zonal del área de expansión de Usme bajo
los criterios de “1) proyecciones de crecimiento de la población en la respectiva zona, 2)
Estratificación socio-económica, 3) Tendencias del mercado, 4) Requerimientos de
infraestructura vial y de servicios públicos adicional, de acuerdo con la población adicional
prevista, 5) Requerimientos de espacio público y equipamientos colectivos adicionales, de
acuerdo con la población adicional prevista” (Decreto 190, Artículo 50).

Al analizar críticamente los criterios señalados en el párrafo previo, nos podemos centrar en
las tendencias del mercado como elemento perverso, y en el que se configuró la actual
situación de Usme pueblo y aledaños en donde las lógicas del mercado de vivienda han
poblado suelos que en otrora eran de uso rural, trastocando agresivamente en las lógicas
comunitarias de esa zona de Usme que históricamente se habia compuesto por la cultura
campesina. En este sentido, se puede discernir que las tendencias del mercado de vivienda
de corte segregacionista contribuyeron a que irresponsablemente se cambiara el uso de
suelos de rural a urbano en Usme, sin infraestructura y demás ofertas con las que se deberían
articular proyectos de ese calibre.

De esta forma, se busca apreciar distintas situaciones propias a la localidad de Usme,


articulandose con las normativas referidas desde una perspectiva comparad entre el decreto
190 y el 364. Ahora bien, los elementos a comparar son: uso de suelos, expansión urbana,
medio ambiente, transporte y servicios públicos; es menester señalar que de cada ítem recién
mencionados se desprenden múltiples vectores que enriquecen el análisis y muestran las
complejidades que habitan en la localidad quinta de Bogotá como la minería, entre muchas
otras.

Suelo urbano, rural y expansión en el POT 190


El POT (Decreto 190) vigente señala que es imperativo hacerle frente a los procesos de
conurbación que se están dando entre Bogotá y los municipios vecinos, esto mediante un
control en lo que respecta a la expansión urbana a través de mecanismos de manejo
concertado de los usos del suelo intermedio entre el Distrito Capital y las jurisdicciones
próximas. Es necesario la articulación entre gobiernos en lo que respecta a la movilidad,
servicios públicos y protección medio ambiental.

En el mismo documento se dice que la promoción de la eficiencia en lo que respecta al uso


del suelo disponible en área de expansión como en zonas céntricas debe ser central para
contribuir a mitigar la presión de suburbanización en la sabana y los cerros para proteger
la estructura ecológica de la ciudad. Ahora bien, “contribuir a mitigar” son conceptos que dejan
en la ambigüedad la responsabilidad del gobierno distrital frente a situaciones tan acuciantes
como es la protección de cuencas hidrográficas, bosques y especies vegetales y animales
endémicas del territorio. En este sentido, el distrito no se verá en obligación expresa de
impedir la construcción de condominios y viviendas de alto costo en bosques de los cerros,
en la sabana, o en zonas de subpáramo como lo son gran parte de la localidad quinta de
Usme, territorios con biodiversidad puesta en riego con proyectos inmobiliarios vip y/o vis, es
decir, el mercado tiene la opción de urbanizar según oferta y demanda.

A nuestro parecer, es digno de análisis debido a las consecuencias que puede traer consigo
la promoción de “otros centros urbanos” interregionales mediante el ordenamiento territorial
regional, el cual es una de las ideas a promover con el Decreto 190, ya que se puede
incentivar la conurbanización señalada en párrafos previos, paralelamente la ciudad difusa
se puede ver incentivada en detrimento de la idea de una ciudad compacta, con
consecuencias como la segregación.

Respecto a lo anterior, el 190 nos dice que “las áreas de expansión del Distrito Capital se
incorporarán al perímetro urbano, mediante planes parciales que respondan a los principios
de reparto equitativo de cargas y beneficios, a las necesidades prioritarias de la articulación
de la red de ciudades mediante ejes de movilidad, evitando la conurbación, el deterioro del
medio ambiente, y en respuesta al objetivo de desconcentración” (Decreto 190, Parágrafo 4,
Art 6). Podemos analizar esta cita desde múltiples perspectivas, la primera es que la
expansión se ve inevitable, de hecho, el distrito la incentiva mediante el cambio en uso de
suelos ya que puede incentivar, según los tecnócratas, la desconcentración, pero se
materializará en una ciudad difusa. A nuestro parecer evitar conurbación e incentivar la
expansión es una contradicción teórica y metodológica, a lo que se añade la protección del
medio ambiente en donde se encuentra Bogotá que por evidentes razones se puede ver
destruido por las acciones urbanísticas de expansión.

Muy relacionado, en el 190 se propone que las zonas de expansión urbana, la periferia, sean
los territorios en los que se se oferte la vivienda social no sin antes la evaluación del riesgo
geológico y el valor ambiental de los mismos. Este punto es clave para mencionar que si bien
es éticamente criticable que la vivienda social desde su origen se piense desde lo
segregacionista, es más perjudicial que ni siquiera se cumpla con dichas premisas en lo que
respecta a la protección del ambiente, en este sentido traemos a colación la urbanización
llamada Nuevo Usme promovida por MetroVivienda, el cual se constituyó sobre la cuenca del
río Tunjuelo, sin alcantarillado eficiente conllevando a la contaminación indiscriminada del
afluente hídrico.
Ahora bien, con respecto al uso de los suelos en la localidad de Usme empezaremos
señalando que según el Decreto 190 en dicha localidad hay uso de suelos en lo residencial ,
lo comercial, lo rural, lo industrial, y por supuesto, suelos de expansión urbana. “La superficie
total de Usme es de 21.506,7 hectáreas (ha), de estas 2120,7 ha corresponden a suelo
urbano, 902,1 se clasifican como suelo de expansión urbana y las restantes 18.483,9 ha
constituyen suelo rural” (Secretaría Distrital de Planeación, 2011, pág, 10).

Tomada de: Decreto 190 de 2004

La tabla previa nos muestra que Usme es la localidad con más suelo destinado a la expansión
urbana tiene según el POT de 2004, un error catastrófico para la ciudad si lo que se busca es
una ciudad con equidad socio espacial ya que la misma localidad está en números rojos en
lo que respecta a oferta educativa media y superior, hospitales y oferta laboral. Con base en
esto podemos discernir que Usme es el fortín de la vivienda social, para gente con bajas
rentas y personas víctimas del conflicto (ver proyecto Nuevo Usme).

Con base en lo anterior y en lo expuesto en párrafos previos vemos que evitar la conurbación
y la expansión urbana es posible si la ciudad se expande hacia donde no haya la posibilidad
de conurbación ya que no hay municipios cerca, es decir, el sur de la ciudad, Usme; la
localidad con más hectáreas por urbanizar, donde el suelo es más barato.

Suelo urbano, rural y expansión en el POT 364

Con respecto al Decreto 364 de 2013, por medio del cual se modifica el POT vigente hasta
entonces, se afirma en el documento que los objetivos a largo plazo del POT son
conservados, y que la intervención a este es de hecho motivada por el mejor cumplimiento
de aquellos. Si bien algunos de los objetivos se deducen del previo acercamiento al Decreto
190, no sobra mencionarlos, para aclarar cuál es la vía que ambos POT siguen; e identificar
en qué se diferencian las vías escogidas para su realización efectiva. Son ocho y se resumen
a continuación.

Objetivos a largo plazo


El primero de ellos es orientar la planeación del distrito a largo plazo, es decir, que haya una
continuidad en los planes y las políticas en torno a la sostenibilidad ambiental, económica y
fiscal del distrito. El segundo y tercer objetivo son la promoción de un ordenamiento territorial
de la capital en una perspectiva región Bogotá-Cundinamarca. El siguiente es el control de la
expansión del suelo urbano, la atención a las presiones de suburbanización y el control de la
urbanización en aras de la sostenibilidad del área rural, y de la desconcentración a nivel
administrativo del gobierno territorial de Bogotá. Le sigue el objetivo que busca situar a la
ciudad en el mercado internacional mediante la consolidación de la oferta de bienes y
servicios, y considerando su infraestructura y equipamientos.

El sexto objetivo es el de la construcción de una noción de hábitat en la región mediante la


articulación de la zona urbana y la rural reconociendo su mutua dependencia, con el medio
físico y ambiental que comparten. El penúltimo es sobre la planeación y gestión urbana con
orientación hacia la redistribución de los recursos para el desarrollo urbano y la regulación
del mercado del suelo. Finalmente, se dispone que la equidad y el equilibrio territorial deben
alcanzarse mediante la distribución y oferta de bienes y servicios a todos los ciudadanos de
la capital.

Principios Básicos para el Ordenamiento Territorial


El ordenamiento de Bogotá se basa en tres principios que deben considerarse en conjunto
para el cumplimiento de los objetivos a largo plazo. Son tres: la estructura ecológica principal,
como sustrato base para el ordenamiento; la estructura funcional y de servicios, es decir, el
sistema de movilidad, el de servicios públicos, el de espacio público construido, y el de
equipamientos; y, por último, la estructura socio-espacial y económica o bien, las áreas de
actividad económica intensiva, las de integración y las de proximidad.

Bajo estas metas se rigen los decretos que se busca comparar en el presente trabajo con
respecto a la localidad de Usme. A continuación, se consideran algunas de las disposiciones
del 364 con respecto al suelo urbano y rural.
No debemos olvidar que la localidad de Usme es la segunda con más áreas rurales superada
solo por la de Sumapaz, además de las condiciones sociales de sus habitantes, expresadas
a manera introductoria previamente. Por lo tanto, el ordenamiento de esta localidad está
atravesado por múltiples disposiciones del POT, que encuentran en Usme diversidad de
condiciones para las cuales se han pensado manejos diferenciales y propuestas diversas, en
ocasiones excluyentes entre sí.

El decreto
Se justificó la expedición de este decreto (364) bajo los argumentos de que las condiciones
cambiantes de la ciudad requerían de la actualización de su planeación, que encuentra su
carta de navegación en el POT, y, por lo tanto, que su modificación era la vía para el ajuste
de la ciudad a las nuevas necesidades de la población y del medio ambiente que los soporta.
Así, las principales motivaciones, si bien no las únicas, fueron primero, la adaptación al
cambio climático, su prevención y mitigación; segundo, el ajuste del plan a la realidad
poblacional de la ciudad, que en el 2000 se esperaba demográficamente superior a lo que
para el año 2013 se encontró; y tercero, en consideración a la composición de la población
de la ciudad.

Suelo
Para el año 2012, la extensión de la localidad, de 21.506 ha, estaba distribuida entre suelo
de uso urbano, suelo de expansión y suelo rural, con un porcentaje total aproximado de 9.8%,
4.1% y 85.9% del territorio respectivamente.

El área total construida en ese entonces arrojó el dato de 7.710.053 m2, de las cuales el uso
del suelo es primordialmente residencial, con régimen de propiedad no horizontal que ocupa
un 81.5% del área construida total, en el que la mayoría de edificaciones surgieron por medios
informales. En segundo lugar, tenemos a las viviendas bajo regimen de propiedad horizontal
(5.4%), y finalmente, el tercero es para el uso de comercio en corredor comercial, que se
estima en un 2,8% de participación en Usme. (citar)

Para un acercamiento un poco más detallado a esta situación, disponemos aquí brevemente
un cuadro con las UPZ de Usme, en el cual se exponen el uso del suelo que prima en cada
una de ellas, basado en el informe de Dinámica de la construcción por usos. Localidad de
Usme: Dinámica de las construcciones por usos de la localidad de Usme en los años 2002 y
2012, escrito por Raúl Trujillo Corredor, y complementado en cuanto a la demografía por UPZ,
por el Plan Ambiental Local de Usme 2017-2020: Usme mejor para todos: Próspera, segura,
ordenada, educada y con cultura ciudadana.

Tabla 2. Elaboración propia


(1) Fuente: DANE-SDP, Proyecciones de Población Según Localidad, 2006-2015
Dado que la modificación del POT de interés en el presente apartado observa el uso y
ocupación del suelo urbano y de expansión con miras a su gestión para evitar la conurbación
y teniendo en cuenta la Estructura Ecológica Principal, implica una regulación de la
urbanización para vivienda a lo largo y ancho de la localidad, especialmente en áreas que
colindan con suelos de protección, y de protección por riesgo.

En el caso de Usme, esto es bastante diciente, pues ya se observará que la localidad tiene
un importante papel en términos ambientales para la calidad de vida de los ciudadanos y
habitantes de Bogotá, por lo cual se mantienen regímenes de manejo del suelo particulares
para estos. Por otro lado, también se presentan suelos de protección por riesgo como lo son
las zonas aledañas al Relleno Sanitario Doña Juana, y aquellas afectadas, por ejemplo, por
la minería.

Sobre esta última, en el artículo 123 del Decreto, quedan definidas las zonas de transición y
recuperación ambiental, que previamente habían sido afectadas por actividades extractivas.
Allí se encuentran la zona XIII: Zona de transición del Tunjuelo y la Zona XIV: Zona de
transición de Usme, las cuales se disponen a cierre de estas actividades y a su proyección
bajo otros usos. Por ejemplo, para la Zona XIII, se dicta su uso futuro, el de corredor ecológico
hídrico, y parque urbano de la red general.

En términos de hábitat, el Plan propone esta perspectiva para el ordenamiento de las


personas sobre el territorio. Al no hablar de localización de las viviendas sino ahora de hábitat,
se invita nuevamente a retomar los tres principios del POT ya mencionados, y que son, el
ambiente, los servicios y la estructura socio espacial y económica.

De modo que en términos de usos del suelo y habiendo visto que los equipamientos, las áreas
destinadas a servicios sociales, y el espacio público construido, entre otros, presentan un
aporte mínimo o inexistente en las UPZ de Usme. Las políticas de construcción de hábitat
urbano encuentran un campo enorme de acción en esta localidad.

Esto va de la mano con el principio rector del uso del suelo urbano del Decreto: la mezcla de
usos, que en el área urbana de Usme vemos destinado a vivienda, sin los espacios para que
realmente los habitantes del lugar puedan desenvolverse allí en calidad de vida digna
(colegios, parques, centros de comercio, oportunidades laborales, acceso a vías de
transporte). Las condiciones de mezcla de usos del suelo están señaladas en el capítulo 5 de
la norma., siendo esta una ruptura frente al POT 190.

Volviendo sobre el suelo rural, las disposiciones para su uso cambian y existen restricciones
diferentes en términos de la presencia y mezcla de estos sobre el territorio. En el artículo 444
se definen los usos permitidos en los asentamientos rurales y áreas dispersas, para los
centros poblados rurales (En Usme, El Destino) se dictan los siguientes usos permitidos:

- Vivienda.
- Dotacionales de capacidad 1 y 2
-Usos convencionales: únicamente usos de primera necesidad para la población campesina.
- Industrias de Bajo Impacto
-Industrias de Mediano Impacto: Siempre y cuando el uso a desarrollar sea afín con las
actividades propias del suelo rural.

2. Usme y su medio ambiente en el POT 190

El proyecto minero ambiental en la localidad de Usme es de carácter legal e ilegal. Se extrae


minerales y materiales para la construcción de la ciudad de Bogotá; elementos como la grava,
la gravilla, entre otros, son sacados de las montañas, dejándola desnuda, desprovista del
verde que la embellece. La situación hace que el desequilibrio ecológico aumente mientras
se siga desarrollando prácticas de extractivismo que no solo deja una marca ecosistémica
permanente sino que afecta la salud de medio ambiente y el ser humano dependiente de las
dinámicas naturales del primero.

Imagen 2. Foto de Entre Nubes

Tomado de Bacánika. Recuperado el 21 de Mayo de 2018

Según el artículo 134 del POT las zonas donde se efectúa la minería tienen alta amenaza de
remoción, por lo tanto hay alta probabilidad de deslizamientos. Lo cual representa una
vulneración evidente a los derechos de integridad física de los ciudadanos habitantes de las
áreas en las cuales el vigente POT permite la actividad minera. Debido a que las áreas
aledañas a las canteras tienen impactos negativos en materia de calidad de aire, agua y
suelo; ya que la minería a cielo abierto vulneran los derechos a un ambiente sano para las
comunidades que habitan en la localidad de Usme. Además, los impactos a la cuenca del río
Tunjuelo son evidentes en tanto los residuos líquidos producto de la extracción, aumentan el
caudal del mismo incrementando el riesgo de inundaciones y peor aún el nivel de
contaminación hídrica en la cuenca baja, lo cual perjudica los ecosistemas naturales y las
actividades económicas que necesitan el agua de esta zona.

De acuerdo a lo anterior, el decreto 140 de 2004 en el art. 128 menciona las áreas sujetas a
amenaza y riesgo, en las cuales están las que principalmente las que se localizan
aledañamente al río Bogotá, como en este caso, el río Tunjuelo. Frente a esto, incluye
medidas estructurales y no estructurales, las estructurales se refieren a estructuras físicas
que equilibren los cauces, construcción de obras de drenaje de aguas lluvias y residuales; y
las no estructurales son los programas educativos que dan a conocer los planes de monitoreo
y sistemas de emergencia.

En cuanto a las obras construidas para mitigar los riesgos, se construyó el parque Cantarrana,
el cual también es una presa que evita inundaciones en épocas de lluvias fuertes,
amortiguando los efectos de la actividad humana sobre el río y las consecuencias que eso
implica para el mismo. Otras medidas estructurales es la construcción de jarillones y el
dragado del cauce del río; las cuales fueron ejecutadas por medio de un consorcio entre la
Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá y empresas especializadas en obras
hidráulicas durante parte del 2007 y 2008. (Red Ingeniería, 2007) (El Tiempo, 2007).

Por otro lado, el POT 190 declara prioritario el Plan Maestro referente a los residuos sólidos,
el cual determina todas las estrategias para implementar políticas integrales en el proceso de
acopio, manejo, tratamiento, transporte de residuos sólidos. En este POT el suelo para la
ubicación de áreas dirigidas al tratamiento y disposición final de residuos sólidos acoge
únicamente el relleno sanitario de Doña Juana con 300 hectáreas para la continua expansión
futura, lo cual corresponde a una zona A de amortiguamiento y una zonas B de disposición;
adicionalmente 130 hectáreas para su expansión, estipuladas como suelo de protección. Por
lo cual, el sur es doblemente golpeado a ser discriminado a ser “el botadero” de la ciudad y
estar condenado a mantenerse por largo tiempo en la misma situación, debido a la imposición
de las administraciones locales.

Además de los problemas de salud pública que compromete a los habitantes de las zonas
cercanas, ya que las distancias entre el relleno y la urbe no cumple con las normativas. Por
ello, problemas sociales y sanitarios como la presencia de roedores, moscas y otros vectores
transmisores de enfermedades, olores y otras molestias que vulneran el derecho ciudadano
a la salud y a la integridad física seguirán presentándose en Usme, debido al crecimiento
demográfico en las zonas periféricas cercanas al relleno, lo cual significa que la expansión de
la ciudad es incompatible con la expansión del relleno. Por otro lado, es inaudito el mal manejo
y administración del relleno, testimoniado por las muchas denuncias por parte de los
habitantes; sufrientes de condiciones indignas de vida.
Usme y su medio ambiente en el POT 364

La parte ambiental de la estructura ecológica principal (EEP) es definida en el POT 364 de la


siguiente manera:

Es el sistema de áreas con valores ambientales presentes en el espacio construido y


no construido que interconectadas dan sustento a los procesos y las funciones
ecológicas esenciales y a la oferta de servicios ambientales y ecosistémicos (actuales
y futuros) para el soporte de la biodiversidad y del desarrollo socioeconómico y cultural
de las poblaciones en el territorio. (Alcaldía Mayor de Bogotá, (2013), p.56)

Y los suelos de protección, definidos como:

Las áreas protegidas son espacios definidos geográficamente designados, regulados y


administrados con el fin de alcanzar objetivos específicos de conservación. Buscan
proteger el patrimonio natural del Distrito Capital y la Región, cuyos valores de
conservación resultan imprescindibles para la adaptación frente al cambio climático, el
funcionamiento de los ecosistemas y el desarrollo sostenible de la ciudad (Alcaldía Mayor
de Bogotá, (2013), p.70)

y es cuya categoría que no tiene la posibilidad de urbanizarse por:

1) “Elementos de la estructura ecológica con importancia ecosistémica con excepción de


las áreas de control ambiental del Subsistema Vial y los conectores ecológicos.
2) Suelos de protección por riesgo
3) Áreas para relleno doña Juana
4) Zonas de producción agrícola” (Alcaldía Mayor de Bogotá, (2013), p.63-64)

Las áreas protegidas en Usme son:


1) Área de restauración canteras del Boquerón
2) Área de restauración de Santa Barbara
3) Área de restauración Los Arbolocos-Chiguaza
4) Área de restauración subpáramo de Olarte
5) Área de restauración subpáramo Parada del Viento
6) Corredor de restauración Aguadita – La Regadera
7) Corredor de restauración de Piedra Gorda
8) Corredor de restauración La Requilina
9) Corredor de Restauración Río Curubital
10) Corredor de restauración Santa Librada-Bolonia
11) Corredor de Restauración Yomasa Alta
12) Entrenubes
13) La Regadera
14) Lagunas de Bocagrande
15) Los Soches
16) Pantanos Colgantes
17) Páramo Alta Chisacá
18) Páramo de Andes
19) Páramo los salitres
20) Páramo Puente Piedra
21) Subpáramo La Regadera

Las reformas en cuanto al POT anterior es que se incorpora en Usme las áreas protegidas
que son: la área Forestal Distrital Corredor de Restauración Yomasa Alta y el Área Forestal
Distrital Corredor de Restauración Santa Librada Bolonia y que se integran al parque
ecológico Distrital de Montaña Entrenubes, ampliando así la reserva forestal Bosque Oriental
de Bogotá. El POT 364 agrega nuevas distinciones de protección que son las Reservas
Distritales de Conservación de Ecosistemas y Reservas Campesinas de Producción
Agroecológica. Los objetivos de conservación son la preservación de muestras endémicas
representativas del territorio en cuestión, proteger y mejorar las funciones de las zonas
ecológicas que sirven al desarrollo de bienes y servicios de la ciudad, mantener la
biodiversidad, preservar las fuentes de agua para el uso poblacional, preservar áreas de
adaptación a cambios climáticos y mantener una relación funcional entre la diversidad
biológica y los agroecosistemas que buscan la sostenibilidad territorial.

El POT 364 incluye en su plan un agrandamiento de la zona del relleno sanitario Doña Juana,
ubicado entre la localidad de Ciudad Bolívar y Usme, con una zona de aislamiento ambiental.
Se quiere adecuar el relleno como “parque de reciclaje” dentro del perímetro urbano. La zona
del relleno no tiene autorización para urbanizarse y se busca controlar los efectos sociales y
ambientales por fuera del relleno. Uno de los objetivos destacados de la política de la Bogotá
Humana y que se refleja en el POT 364 es la implementación de un programa de reciclaje,
incluyendo los residuos orgánicos para bajar la carga que recibe el relleno doña Juana, que
es perjudicial para sus habitantes.

Por otro lado, se reconocen zonas de transición a extracciones mineras las que tienen
derecho de ejercer sus actividades con conformidad a las resoluciones 222 de 1994 y 1197
de 2004 del Ministerio de Ambiente y desarrollo sostenible hasta el vencimiento de su licencia,
después de la cual no se podrá prorrogar. La zona XIV de Usme es una zona de transición
que tendrá un futuro definido por la planeación a final del cumplimiento legal de sus
actividades, a la excepción de la zona del parque entrenubes que hace según el POT parte
de las zonas protegidas.

Las zonas de recuperación morfológica (recuperación paisajística y ambientalista) se ubican


en parte en Usme en la zona IV (cerca del río Tunjuelo y del barrio Granada y Monteblanco)
y en la zona V (cerca del barrio Alaska, Santa Marta y la Fiscala), excepto las zonas que
formaron parte del parque minero industrial de Usme.

El objetivo de este plan de ordenamiento territorial en cuanto a la minería es claro: acabar


gradualmente con la actividad extractiva al provecho del medio ambiente y reacomodar las
zonas que fueron afectadas por tal proceso. Las empresas mineras tendrán la
responsabilidad de corregir los daños ocasionados al ecosistema y tienen como futuro el
cierre definitivo de sus actividades, con o sin un Plan de Manejo, Recuperación o
Restauración Ambiental – PMRRA.

3) Movilidad, transporte y servicios públicos para Usme en el POT 190


Según el artículo 162 del Decreto 190 de 2004, el sistema de movilidad está conformado por
los subsistemas, vial, de transporte y de regulación y control de tráfico. Su finalidad es atender
a los requerimientos de movilidad de pasajeros y de carga en la zona urbana y de expansión,
en el área rural de Bogotá. Además, debe conectar la ciudad con la red de ciudades de la
región y con el resto del país.

El subsistema vial está compuesto por la malla vial arterial, malla vial intermedia, malla vial
local, alamedas y pasos peatonales, red de ciclorrutas, corredores de movilidad local y malla
vial rural.

Malla vial arterial principal

Vías pertenecientes a la malla vial arterial principal y que se encuentran total o parcialmente
dentro del plan:

(Tomado de Decreto 252 de 2007)

Según el documento, la malla vial arterial principal se intersección en Avenida Usminia con
Avenida Circunvalar del sur, y Avenida Caracas con Avenida Circunvalar del Sur. (Decreto
252 de 2007.Capítulo II).

Las mallas viales intermedias propuestas en el decreto, hacen referencia a un sistema de


vías que se conecten con las arteriales organizadas de modo tal que permitan acceso a escala
zonal; esto en pos de un ordenamiento del sistema de movilidad para la formulación de los
respectivos planes.

La estructura vial intermedia propuesta por este plan, toma en cuenta las necesidades
poblacionales proyectadas y los trazos han de ser precisados y completados por planes
parciales, asegurando conformar manzanas no mayores a cuatro hectáreas de área útil, así
como los puntos de intersección con la malla vial principal y secundaria.
Tomando en cuenta la tabla propuesta en la malla vial arterial principal, las vías V-4, V-5 y V-
6 son consideradas como vías de carácter local, siendo V-4 una vía intermedia obligatoria.
(Decreto 252 de 2007).

Tomado de Socialización Usme Comunidad, Septiembre 2017.

Tomado de:
Revisión General
Plan de
Ordenamiento
Territorial.
Diagnóstico
Componente rural.
Localidad de Usme,
Localidad 05

Tomado de:
Revisión
General Plan de
Ordenamiento
Territorial.
Diagnóstico de
Usme,
Localidad 05
Tomado de:
Revisión General
Plan de
Ordenamiento
Territorial.
Diagnóstico
Componente rural.
Localidad de Usme,
Localidad 05

Por otra parte, los


sistemas de
servicios públicos
propuestos en el
documento son: Acueducto, saneamiento básico, alcantarillado, energía eléctrica,
telecomunicaciones y gas natural domiciliario.

Así las cosas, las empresas prestadoras de servicios públicos domiciliarios deben garantizar
la prestación de estos servicios en un futuro, tomando en cuenta el área de objeto del POT,
en correspondencia con las expectativas de crecimiento urbano, que garanticen la extensión
ordenada de las redes, coordinandose con todas las obras y proyectos propuestas para el
área.

Los planes parciales propuestos por el Plan de Ordenamiento Zonal (POZ), deben prever los
suelos necesarios para la localización de los componentes de de los sistemas de servicios
públicos que se requieran, conforme a las disposiciones correspondientes a los planos
maestros. El suelo necesario para la ubicación de las infraestructuras debe ser adquirido por
la empresa que corresponda en orden para la prestación de los servicios, y teniendo en
cuenta los precios del suelo derivados de la estrategia de gestión del suelo (Decreto 252 de
2007. Capítulo II).
Tomado de: Revisión General Plan de Ordenamiento Territorial. Diagnóstico Componente
rural. Localidad de Usme, Localidad 05

Tomado de: Revisión General Plan de Ordenamiento Territorial. Diagnóstico Componente


rural. Localidad de Usme, Localidad 05

Movilidad, transporte y servicios públicos para Usme en el POT 364


El sistema de Movilidad tiene como fin atender los requerimientos de movilidad de pasajeros
y de carga en la zona urbana, de expansión y rural del Distrito Capital. Está conformado por
los subsistemas vial, el subsistema de transporte, y el subsistema de regulación y control del
tráfico.

En la modificación del POT se integra el Sistema Integrado de Transporte Público, - SITP, y


se establece la prevalencia de otras formas de transporte no contaminantes como el metro,
el metro ligero, los cables, el tren de cercanías, los buses articulados y biarticulados, el uso
de la bicicleta, el peatonal, además de todos los incentivos que contribuyan con la
densificación urbana. Es importante tener en cuenta que actualmente los estratos más bajos
son los que tienen unos tiempos de viaje más altos y los que destinan un mayor porcentaje
de su ingreso (14%) en movilizarse, muy superior al gasto de los hogares de estratos altos
(5%).

La propuesta de movilidad está enmarcada en la productividad del territorio, en el que haya


una eficiencia en la distribución racional de las actividades en el espacio y una estructuración
integral de los sistemas de transporte que potencialice las ventajas y beneficios de su
implementación. Así mismo, que reduzca la segregación social, que satisfaga las
necesidades de viaje, que asuma las exigencias de una economía creciente y logre los
objetivos ambientales. Esta modificación, busca la aplicación de los principios de
ecourbanismo en los sistemas de tránsito y transporte de la ciudad, razón por la cual es
indispensable que los sistemas de tránsito y transporte de la ciudad incorporen fuentes de
energía eléctrica.
Uno de los objetivos perseguidos es la densificación de la ciudad a lo largo de los corredores
del metro y Transmilenio, junto con una mezcla de usos, lo cual reduciría los viajes en
vehículos particulares y las distancias con el fin de que peatones y ciclistas tengan unas
condiciones más favorables. Así las cosas, esta revisión del POT propone los siguientes
lineamientos en movilidad:


Articular al territorio todos los elementos del sistema integral de transporte público de
la ciudad con el fin de conformar una red completa de movilidad: Transmilenio,
Metro, transporte público, ciclovías y vías peatonales.

Conformar una red completa de vías: arterial, secundaria (intermedia) y local, teniendo
en cuenta la organización de actividades en la ciudad.

Definir programas de movilidad, a través de sistemas alternativos para localidades
ubicadas en zonas residenciales con el fin de incentivar a usuarios de áreas cercanas
a usar sus servicios.

Reformular el sistema de ciclorutas para articularlo de forma más eficiente al sistema
generar de movilidad, así como un sistema de peatonalización de zonas de
congestión.
Reformular el programa de estacionamientos públicos de acuerdo con las estrategias
de priorización del transporte público.

Respecto a la movilidad rural, la meta del POT es determinar una malla vial que garantice la
movilidad rural con el área urbana. Esto permitirá optimizar los tiempos de viaje y fortalecer
los modos de transporte tradicionales con una posible articulación con el SITP.

Servicios Públicos

Como último punto de comparación, en los últimos años ha existido una tendencia creciente
cercana al 100% de cobertura de servicios públicos en los barrios legalizados, siendo el
servicio de gas el que presenta la cobertura más baja (89.9%).
La cobertura de acueducto y alcantarillado es en total cercana al 100%, sin embargo, en
Ciudad Bolívar es del 89.67% y en Usme del 92.53% como se puede apreciar en la siguiente
gráfica:
De acuerdo con proyecto de densificación de la ciudad es importante tomar en cuenta la
capacidad instalada en cuanto a acueducto y alcantarillado, razón por la cual se ha
determinado que la capacidad para proveer el servicio de acueducto es alta, mientras que
para la provisión del servicio de alcantarillado se hace necesario hacer una inversión
significativa.

La revisión del POT incluye una gestión integral de los residuos sólidos, incluyendo la
separación desde la fuente, las actividades de reciclaje, el manejo especial de residuos
peligrosos, la disposición en el relleno sanitario y el manejo de lixiviados, lo cual permitirá el
aprovechamiento y aumento de vida útil del relleno sanitario Doña Juana (RSDJ). El manejo
de residuos de construcción y demolición se dará dentro del Plan Maestro Integral de
Residuos Sólidos – PMIRS, el cual establece un aprovechamiento del 25% en las siguientes
áreas para el aprovechamiento, tratamiento y disposición de RCD:
Las políticas de servicios públicos buscan promover el acceso a los servicios públicos y a las
tecnologías de la información y la comunicación en condiciones de equidad, calidad y
sostenibilidad con base en los siguientes ejes:

● Prioridad en el reemplazo y ampliación de la capacidad de redes de servicios públicos


en las zonas de redensificación, en especial las generadas por la implementación de
sistemas de transporte masivo.
● Priorizar las inversiones en servicios públicos en áreas destinadas a VIP y de
mejoramiento integral.
● Preservar la sostenibilidad ambiental y adelantar acciones para reducir la
vulnerabilidad de los sistemas de servicios públicos, en particular para el
abastecimiento de agua. Esto conlleva a una integración de los sistemas de acueducto
y energía y la mitigación del cambio climático, para preservar páramos y demás
fuentes de agua y asegurar los procesos de recarga de acuíferos.
● Planear la capacidad de soporte de los servicios públicos con relación a la creciente
demanda distrital y en el marco de un modelo territorial solidario.

Referencias Bibliográficas

Alcaldía Mayor de Bogotá


2013 Modificación excepcional de normas urbanísticas del Plan de Ordenamiento Territorial.
Documento técnico de soporte. Bogotá: Alcaldía Mayor de Bogotá.

Alcaldía Mayor de Bogotá


2013 Decreto 364 de 26 de agosto de 2013. Bogotá: Alcaldía Mayor de Bogotá.

Alcaldía Mayor de Bogotá


2013 Plan de Ordenamiento Territorial POT 2013. Bogotá: Alcaldía Mayor de Bogotá.

El Espectador
2015 Minería está afectando localidades de Usme y Ciudad Bolívar en Bogotá. Recuperado
de: https://www.elespectador.com/noticias/politica/mineria-esta-afectando-localidades-de-
usme-y-ciudad-bol-articulo-576966

Herrera, Jairo.
2017 Usme, zona urbana con legado rural. Tomado de:
http://hsbnoticias.com/noticias/bogot%C3%A1/usme-zona-urbana-con-legado-rural-53478

Ministerio de Ambiente
2004 Planes de ordenamiento territorial. Tomado de:
http://www.minvivienda.gov.co/POTPresentacionesGuias/Gu%C3%ADa%20Formulaci%C3
%B3n%20Planes%20Ordenamiento.pdf

Peña Pinilla, Jorge Eliécer


2017 Plan Ambiental Local de Usme. Bogotá: Comisión Local de Usme

Secretaria Distrital de Planeación


2011 Diagnóstico de las localidades. Tomado de:
http://www.sdp.gov.co/portal/page/portal/PortalSDP/InformacionEnLinea/InformacionDescar
gableUPZs/Localidad%205%20Usme/Monograf%EDa/5%20USME%20monografia%202011
.pdf

Trujillo Corredor, Raúl Humberto


2013 Dinámica de la construcción por usos. Localidad Usme. Bogotá: Unidad Administrativa
Especial de Catastro Distrital.

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