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Psicología Evolutiva
Presentado por:
Mayerly Estupiñan
Andersson Orduz
Docente:
Psicología
2017
Nota introductoria
Para dar inicio a este análisis es preciso mencionar que los enfoques psicológicos con los
cuales se aborda dicha temática, acercan desde una perspectiva al desarrollo de la infancia de
Adolf Hitler, y de cómo los sucesos de los primeros años cambiaron totalmente sus esquemas
mentales, llevando su psique a una concepción sustancialmente distinta, suscitando los hechos
que marcaron el antes y el después de la historia de la humanidad.
Finalmente Adolf en su etapa adulta se apropia de la figura de su padre fallecido, para ser
el dominante dirigente incuestionable, que trata de liberar a su pueblo de los judíos, que en este
caso son el mal que aqueja su país y que representa todos los pensamientos negativos generados
por su tortuosa vida.
Para concluir este apartado se ofrece desde uno de los esquemas más relevantes del
psicoanálisis, el Yo, el Ello y el Superyó, elementos con relación a los datos de la vida de Hitler.
En primer lugar el Yo del pequeño Adolf se dio a través de una construcción violenta, su relación
con el mundo estaría dirigida al odio, la represión y destrucción del mal existente en su sociedad.
En segundo lugar el Ello se elabora bajo un mandato opresor del padre y una ausencia de la
madre sumisa, evocando a que los límites, los valores y la ética sean desprovistos de su mente,
otorgando primordial merito a los sentimientos de odio incomprensible. Por último, el Superyó,
debido a que su primer aprendizaje estuvo marcado por el dolor y la pena, la cual no podía
exteriorizar o hablar con alguien, se elabora un total desinterés por el respeto a la vida, los únicos
valores aceptables eran los de supremacía y dominancia sobre todo aquello que ocasionara el mal
para su patria.
En resumen existen muchas opiniones que puede ofrecer el enfoque psicoanalítico, sin
embargo se deja claro que desde la primera infancia Adolf Hitler recibió excesivo daño físico y
psicológico el cual nunca fue reparado, el cual el mismo en testamento deja con total claridad,
donde aun a pesar de su muerte el mundo debía ser liberado de los residuos judíos.
La vida de Hitler ha sido muy observada y registrada por tantos testigos hasta el último
día, por lo cual no resulta tan difícil detectar todas las escenografías vividas. Según el
humanismo, el cual propone una nueva forma de abordar los problemas del hombre, ayudándolo,
comprendiéndolo y desarrollando experiencias subjetivas en las cual se lograra comprender al
individuo en lo particular y general, también se dice que el hombre es capaz de decidir,
experimentar y comprometerse a pesar de las fuerzas exteriores. Esto se puede notar en la vida
de Adolf, que a través de sufrir tanto dolor como odio gracias a la voluntad de su padre, establece
sus bases de personalidad en la infancia hasta la edad madura la cual va a estar presente hasta la
muerte. No obstante existe una diferencia entre la niñez y la edad adulta, y es que en el momento
que ya se es adulto este es consciente de sus actos.
Por otro lado el humanismo se dice que es una alternativa del psicoanálisis, y es por esto
que se logra hacer una análisis desde el enfoque humanista definiendo ciertos criterios
establecidos por varios autores que trabajan desde este enfoque como el autor Carl Rogers que
desde la conducta defensiva y la proyección en la cual Se establece que se eliminan las conductas
que no son compatibles con las imágenes previamente establecidas en la personalidad de cada
individuo pues ya que son elaboradas por agentes externos. Este es un claro ejemplo de la vida de
Hitler puesto que a través de su dictadura se encontraba eliminando cualquier imagen que no se
acoplara a su personalidad. Al igual basados en la teoría de Abraham Maslow el cual nos habla
de la importancia de estudiar a cada individuo como ser único en el mundo puesto que el YO
hace el perfeccionamiento de las metas y objetivos de cada individuo.
En este apartado se hace ciertas descripciones de como la conducta de Adolf Hitler fue
impuesta desde sus primeros años de vida por un padre irascible, que impartía diariamente una
paliza sin tener un aparente estimulo, ocasionando que la conducta de su hijo fuera siempre
sumisa, privándolo de realizar cualquier actividad que este eligiera.