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Mientras lleguen los niños, dígales que se sienten en frente de usted. Dígales que va a jugar un juego con
ellos. Pídales que alcen sus manos si saben como comunicarse con otros que no están en el salón. Si los
niños necesitan de su ayuda, dígales que son cosas como teléfonos, cartas, e-mails, o tal vez hasta con
gritos. Luego pregúnteles si saben como comunicarse con Dios.
Introducción:
Hoy vamos a aprender que a Dios le ama cuando hablamos con El. Otro nombre para hablar con Dios es
oración. ¿No creen que es bueno que Dios quiere que hablemos con Él? ¿Cómo debemos hablar u orar a
Dios? La Biblia nos dice en Jeremías 29:13 que cuando oramos, Dios quiere que oremos con todo nuestro
corazón y de verdad hablar con Él..
Preguntas:
1. ¿Que otro nombre se usa cuando hablamos con Dios? (Oración.)
2. ¿Cómo debemos orar a Dios? (Con nuestro corazón completo.)
3. ¿Dios nos oye cuando hablamos con El en oración? (Si.)
4. ¿Que tipo de futuro quiere Dios para nosotros? (Dios quiere que tengamos un futuro feliz y quiere que
prosperemos.)
5. ¿A Dios le gusta cuando oramos? (Si, a Dios le agrada que hablamos con El.)
6. ¿Qué son algunas cosas que podemos decirle a Dios cuando oramos? (Permita que contesten.)
¿Qué es la oración?
21 julio 2012
Sección: El ABC de la oración
La oración es a la vez algo fácil y difícil. Fácil porque hablar con Dios es algo que
podemos hacer en cualquier momento, prácticamente en cualquier circunstancia. Y
es difícil porque a veces no sabemos exactamente qué es hacer oración, porque las
ocupaciones diarias nos absorben o simplemente porque hay una gran resistencia a
sentarse un rato para hablar con Dios.
Para poder hacer bien la oración, para rezar bien, es importante entender qué es la
oración.
Orar es hablar con Dios, de tú a tú, como le habla un hijo a un padre. Y a Dios
podemos decirle cualquier cosa: lo que vivimos, nuestras preocupaciones, lo que
hemos logrado, en lo que necesitamos su ayuda, incluso platicarle nuestro día tal y
como lo haríamos con la gente a la que le tenemos confianza y le queremos. La
oración es un dirigirse a Dios para alabarlo, agradecerle, reconocerlo y pedirle
cosas que sean para nuestro bien.
• La adoración es el acto por el que uno se dirige a Dios con ánimo de alabarle
(ORIGENES, Trat. sobre la oración, 14).
En primer lugrar, muchos pueden preguntarse qué diferencia hay entre la oración
que se hace por ejemplo en la Santa Misa y la que hacemos solos frente al Sagrario
o en nuestra casa, esto es la diferencia entre la oración privada y la pública.
Explicaremos la primera:
Algunos recordarán que Jesucristo nos dijo “…cuando vayas a orar, entra en tu
aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y
tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. ” Mt 6,6 Esta es una oración
privada, personal en la que solamente estamos a solas con Dios. Esta oración es
fundamental, verdaderamente el pilar de la vida interior. Con ella nos acercamos a
Dios y nos dirigimos a Él que es persona. Dios, nuestro Padre en el cielo está
siempre presente y lo puede todo (es omnipotente y omnipresente), y cuando Jesús
nos indica que vayamos a nuestro aposento y cerremos la puerta para orar
privadamente, es porque Dios quiere vernos a solas, como una Padre se sienta a
hablar cariñosamente con su hijo sobre las cosas más privadas, más trascendentes
y más importantes. Jesús comprende nuestra necesidad de consuelo, de ayuda y
nos invita a que en la intimidad, nos dirijamos con toda la confianza del mundo a
nuestro Padre para pedirle cuanto nos haga falta.
Una vez que hemos entendido la diferencia entre oración pública y oración privada,
llega el momento de comentar la oración que se expresa hacia afuera de forma
visible y externa (o sea con palabras) y la oración que hacemos sin palabras, sin que
nada en nuestro exterior lo exprese, pero que se da dentro de nuestra mente como
un acto de raciocinio. Cuando la oración se exterioriza con palabras se le llama
oración vocal.
Don Antonio Royo Marín, O.P. nos dice en su Teología Moral para Seglares que “La
oración vocal está al alcance de todos. No se requiere de una fórmula determinada,
si bien la ofrece insuperable el Padrenuestro. Para que sea verdadera oración es
preciso que se haga con atención (toda distracción voluntaria es un pecado venial
de irreverencia) y con profunda piedad.”
La oración, nos enseña Santo Tomás de Aquino, es una un acto de raciocinio, sin
olvidar que nuestros sentimientos y afectos forman parte de dicha acción. La
oración debe dejarnos una resolución práctica y concreta. La oración en la que
predominan los afectos sobre el entenidmiento es afectiva que cada vez qeu se
simplifica más se convierte en oración de sencillez.
Ahora bien, además de la oración discursiva, hay otro tipo de oración mental que es
la contemplativa. En ella se da un total recogimiento de los sentidos y un “silencio
interior” que nos permite escuchar mejor a Dios. Es, efectivamente, como
contemplar a Dios, pero no es un contemplarle con la vista, sino una contemplación
del alma.
Hay un punto en la vida de oración en la cual se puede dar una unión intensa en la
que todas las potencias del almas se cautiven y estén absortas en Dios. Esta unión
puede ser tan fuerte e intensa que se suspenden los sentidos internos y externos. El
alma no ve nada ni oye nada de lo que ocurre en el exterior. Es lo que se llama una
unión extática. Y el alma que ha logrado traspasar todas estas corrientes de la vida
interior, llega a una transformación total en Dios, en donde ambas partes se
entregan totalmente la una a la otra.
Todo cristiano puede llegar a estos puntos en una cumbre de la vida interior. La
santidad está al alcance de toda alma que sea verdaderamente fiel a la gracia y
generosa al servicio de Dios. Todo lo que hemos descrito en el párrafo anterior no
está reservado para unos pocos aristócratas del espíritu, por el contrario, en el
desarrollo progresivo y normal de la gracia santificante ocurre. La unión con Dios
en un sentido pleno debería ser el preludio normal de la visión beatífica, alcanzado
en este mundo por todos los fieles bautizados. Esto nos lo enseña Santa Teresa de
Jesús y San Juan de la Cruz, plenamente de acuerdo con los principios más firmes
de la teología católica. El concilio Vaticano II ha proclamado con fuerza el
llamamiento universal a la santidad para todos los hombres sin excepción
(Constitución Lumen gentium c.5).
Hemos recorrido un buen camino hasta ahora, pero no nos perdamos de la vía
principal. Hay muchos tipos de oración, y conforme se avanza en ella la Gracia de
Dios comienza a actuar más y más en el alma, pero no olvidemos nuestro concepto
fundamental. Y respondiendo a la primera pregunta ¿Qué es la oración?
recordemos que
“La oración es la elevación del alma hacia Dios o la petición a Dios de bienes
convenientes” (CEC 2590)
Tema 06: La Oración
La Oración
Comunicación con Dios
Objetivo
Enseñar al niño que la comunicación con Dios y con los demás es muy importante. Despertar en el
niño el entusiasmo por el diálogo con sus papás y con Dios.
• No sabemos qué pedir y cómo pedir. Muchas veces pensamos que sólo estamos orando cuando
decimos palabras o pedimos cosas. Pablo demuestra que lo importante no son las palabras, sino el
anhelo profundo del Espíritu de Dios en nosotros.
Presentar nuestras inquietudes a Dios con palabras que nos inspira el Espíritu Santo, es una forma
de hacer oración. Es mejor aún, cuando el Espíritu nos invita a permanecer en una actitud
silenciosa, en la que Dios nos comunica su paz. Lc. 18, 9-14; Mt. 5 43-48; Rom. 8, 26-27. C. U. 2857-
2865.
9 Refirió también esta parábola a unos que confiaban en sí mismos como justos, y despreciaban a
los demás: 10 Dos hombres subieron al templo a orar; uno era fariseo y el otro recaudador de
impuestos. 11 El fariseo puesto en pie, oraba para sí de esta manera: ``Dios, te doy gracias porque
no soy como los demás hombres: estafadores, injustos, adúlteros; ni aun como este recaudador de
impuestos. 12 ``Yo ayuno dos veces por semana; doy el diezmo de todo lo que gano. 13 Pero el
recaudador de impuestos, de pie y a cierta distancia, no quería ni siquiera alzar los ojos al cielo,
sino que se golpeaba el pecho, diciendo: ``Dios, ten piedad de mí, pecador. 14 Os digo que éste
descendió a su casa justificado pero aquél no; porque todo el que se ensalza será humillado, pero
el que se humilla será ensalzado.
Mateo 5, 43 – 48
Victoriosos en Cristo
26 Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; porque no sabemos
orar como debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles; 27 y
aquel que escudriña los corazones sabe cuál es el sentir del Espíritu, porque El intercede por los
santos conforme a la voluntad de Dios.
2860 En la tercera petición, rogamos al Padre que una nuestra voluntad a la de su Hijo para
realizar su Plan de salvación en la vida del mundo.
2861 En la cuarta petición, al decir “danos”, expresamos, en comunión con nuestros hermanos,
nuestra confianza filial en nuestro Padre del cielo. “Nuestro pan” designa el alimento terrenal
necesario para la subsistencia de todos y significa también el Pan de Vida: Palabra de Dios y
Cuerpo de Cristo. Se recibe en el “hoy” de Dios, como el alimento indispensable, lo más esencial del
Festín del Reino que anticipa la Eucaristía.
2862 La quinta petición implora para nuestras ofensas la misericordia de Dios, la cual no puede
penetrar en nuestro corazón si no hemos sabido perdonar a nuestros enemigos, a ejemplo y con la
ayuda de Cristo.
2863 Al decir: “No nos dejes caer en la tentación”, pedimos a Dios que no nos permita tomar el
camino que conduce al pecado. Esta petición implora el Espíritu de discernimiento y de fuerza;
solicita la gracia de la vigilancia y la perseverancia final.
2864 En la última petición, “y líbranos del mal”, el cristiano pide a Dios con la Iglesia que
manifieste la victoria, ya conquistada por Cristo, sobre el “príncipe de este mundo”, sobre Satanás,
el ángel que se opone personalmente a Dios y a su plan de salvación.
2865 Con el “Amén” final expresamos nuestro “fiat” respecto a las siete peticiones: “Así sea”.
Más que las palabras, es la vida de oración y las actitudes de piedad de los papás y de los
catequistas lo que ayuda al niño a comunicarse con Dios.
Antropología
El hombre, como ser sociable, necesita comunicarse con sus semejantes. Dios lo invita a
comunicarse con Él a través de la oración.
Primer Encuentro:
• Platicar con el niño sobre los medios de comunicación: la televisión, el radio, el teléfono
• Por medio de ellos nos comunicamos de una ciudad a otra, de un país a otro. Sabemos lo que
está pasando en el mundo por medio de la pantalla o de las ondas de radio.
• Para comunicarnos con un familiar que está lejos de nuestra casa nos servimos del teléfono, del
correo o del telegrama; y esta comunicación hace que nuestra unión crezca. Nos queremos más
cuanto más nos comunicamos.
Para reforzar el uso de los medios de comunicación; se sugiere que el niño escriba una carta (por
correo terrestre o electrónico) o le llame por teléfono a un familiar lejano
Actividad
Segundo Encuentro
• Al tener un padre común, todos los hombres somos iguales y hermanos. El padre nuestro se
opone al individualismo religioso. Más que enseñarnos a pedir cosas, el padre Nuestro nos
muestra con qué actitud hemos de presentarnos ante Dios.
• Jesús nos pide que oremos y que vivamos como hermanos ¿Qué significa esto?
Para una mayor comprensión; se sugiere el siguiente leer juntos el folleto de La verdad católica, en
su apartado de Conozcamos nuestra Fe, encontraremos la Explicación del Padre Nuestro
Explicación del Padre Nuestro
Actividad
Para hacer más amena esta actividad, se puede copiar lo siguiente y pedirle que vaya descifrando
el código secreto:
• Cuando Jesús vivió en la tierra, muchas veces platicaba con su Padre. Nosotros también lo
podemos hacer, darle gracias por todo lo que ha hecho por y para nosotros: creación, naturaleza,
etc.
• El Evangelio nos cuenta que Jesús, con frecuencia, se iba a orar solo, a platicar con Dios: Por la
mañana, por la noche, cuando iba a realizar algo importante
• Para conocer y reflexionar sobre la oración de Jesús, leer Lc. 6, 12 – 16; 9, 28 – 30; 10, 21 – 22;
11, 1
Lucas 6, 12 – 19
Jesús escoge a los doce apóstoles
12 Por aquel tiempo se fue Jesús a la montaña a orar, y pasó toda la noche en oración a Dios.13 Al
llegar la mañana, llamó a sus discípulos y escogió a doce de ellos, a los que nombró apóstoles:14
Simón (a quien llamó Pedro), su hermano Andrés, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé,15 Mateo,
Tomás, Santiago hijo de Alfeo, Simón, al que llamaban el Zelote,16 Judas hijo de Santiago, y Judas
Iscariote, que llegó a ser el traidor.
Lucas 9, 28 – 30
La transfiguración
28 Unos ocho días después de decir esto, Jesús, acompañado de Pedro, Juan y Santiago, subió a
una montaña a orar.29 Mientras oraba, su rostro se transformó, y su ropa se tornó blanca y
radiante.30 Y aparecieron dos personajes —Moisés y Elías— que conversaban con Jesús.
Lucas 10, 21 – 22
Jesús se regocija
21 En aquel momento Jesús, lleno de alegría por el Espíritu Santo, dijo: «Te alabo, Padre, Señor del
cielo y de la tierra, porque habiendo escondido estas cosas de los sabios e instruidos, se las has
revelado a los que son como niños. Sí, Padre, porque esa fue tu buena voluntad.
22 »Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre, y nadie
sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelárselo.»
Lucas 11, 1
Jesús enseña sobre la oración
1 Un día estaba Jesús orando en cierto lugar. Cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos:
Actividad
Hacer oración con el niño un momento… Escribir su oración.
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El folleto de explicación sobre la oración del site La Verdad Católica, nos explica sobre 5 formas de
orar
1. Adoración y alabanza
2. Petición
3. Intercesión
4. Acción de Gracias
5. Ofrecimiento
La Oración
Posted by Alhena Wong at 19:54:00
Labels: La Oración, Primer Encuentro, Segundo Encuentro, Tema 06, Tercer Encuentro
https://www.youtube.com/watch?v=pC5-KGcnwgM
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