Sunteți pe pagina 1din 9

El valle de los huesos secos

Análisis del pasaje


A. Una de las pistas dadas por Jehová mismo para entender esta revelación se encuentra
en Ezequiel 37:11. “Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel…” ¿Qué
representan todos estos huesos secos? Respuesta: “...la casa de Israel”. O sea, la nación
terrenal de Israel, el pueblo electo de Dios durante la Era Mosaica.

B. Ubicación de la profecía en la línea del tiempo. Ezequiel era “descendiente de Aarón.


Su familia vino a formar la clase vigésima de sacerdotes (1 Crónicas 24:16). Hijo de Buzi ;
sacerdote y uno de los cuatro grandes profetas. Fue llevado al exilio con el rey Joaquín el
año 597 a. C., once años antes de la destrucción de Jerusalén, y se dedicó a la labor entre
los cautivos durante veintidós años” (Nuevo diccionario ilustrado de la Biblia. Versión de CD-
ROM). Se trata de la destrucción de Jerusalén por los babilonios en el año 586 a. C. y de los
setenta años de cautiverio en Babilonia. Ezequiel fue llevado cautivo a Babilonia, y estando
en aquel país Jehová le comunicó las revelaciones que componen el libro de Ezequiel.

1. La profecía de los huesos secos no es para el tiempo presente, ni para los judíos
esparcidos por la tierra en la actualidad, como tampoco es aplicable al estado político de
Israel constituido en el año 1949.
2. La profecía fue dada más de quinientos años antes de Cristo para el pueblo de Israel
esparcido por el mundo de aquel entonces, y particularmente, para los israelitas cautivos en
Babilonia.
D. ¿Por qué escogió Dios la simbología de “huesos secos”? Evidentemente, por la forma
de expresarse de los israelitas oprimidos en cautiverio. “He aquí, ellos dicen: Nuestro
huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y somos del todo destruidos” (Ezequiel
37:11). Físicamente, seguían con vida, pero su condición de cautivos en país pagano lejos de
su terruño propio les llevaba a compararse a huesos secos, pereciendo aun su esperanza de
ser librados. Su lenguaje es altamente retórico.

E. Simbólico también es el mismo “valle que estaba lleno de huesos”. “La mano de Jehová
vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que
estaba lleno de huesos” (Ezequiel 37:1). Aquel "valle" no era real, es decir, no existía como
lugar físico en la tierra; tampoco los " huesos". “...me llevó en el Espíritu” significa que Dios
comunicó a Ezequiel una visión profética, en este caso, a través del simbolismo, no
tratándose de lugares u objetos reales en la tierra. Experiencia de la misma índole tiene el
apóstol Juan al estar “en el Espíritu en el día del Señor” para recibir las revelaciones de
Apocalipsis (Apocalipsis 1:10). ¿Qué, pues, son los huesos? La respuesta divina explica muy
claramente: “Todos estos huesos son la casa de Israel”. Así que, no perdamos de vista ni
hagamos caso omiso a una explicación diáfanamente clara. ¿Y el “valle” de esta visión?
Obviamente, también retórico, representando los lugares del mundo donde estaba esparcido
Israel, acaso en particular el valle del río Éufrates, del reino de Babilonia.

F. Al profetizar Ezequiel a los huesos secos, obedeciendo la orden de Jehová, “he aquí un
temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso. Y miré, y he aquí tendones
sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos… y entró espíritu en ellos, y
vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo” (Ezequiel 37:7-10). Esto
lo ve Ezequiel en visión. Pero, ¡este evento no tomó lugar realmente en la tierra! Aquel
“ejército grande en extremo” ¡nunca pisó la tierra! Todo esto es simbólico. ¿De qué? De
la restauración del Israel esparcido por el mundo, y pisoteado por las naciones paganas, a
Jerusalén, a sus ciudades y aldeas, a sus tierras propias. Estando en cautiverio, el
pueblo lamenta: “Nuestros huesos se secaron”. A través de la visión de los huesos secos
Jehová le dice, efectivamente, “Van a revivir”. Todo el capítulo 36 de Ezequiel enfoca este
mismo propósito de Dios de restaurar a su pueblo electo, recogiendo a los dispersados de
entre las naciones, con la siguiente aclaración de parte de Jehová: “No lo hago por vosotros,
oh casa de Israel, sino por causa de mi santo nombre, el cual profanasteis vosotros entre las
naciones adonde habéis llegado” (Ezequiel 36:22).

a) Esta misma restauración de Israel se presenta simbólicamente en Ezequiel 37:12. “He


aquí yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os
traeré a la tierra de Israel.” ¿Adónde los llevaría? “...a la tierra de Israel.” No a la tierra del
Israel actual, constituido estado político en el año 1949, sino a la tierra del Israel de aquellos
tiempos de Ezequiel. “...abro vuestros sepulcros… y os haré subir de vuestras
sepulturas” es lenguaje netamente retórico, no tratándose de alguna resurrección literal de
los muertos de Israel sino de darle nueva vida al pueblo yacido como muerto en el suelo seco
y duro del cautiverio sofocante. Observemos cuidadosamente: Jehová se dirige a los que
decían “Nuestros huesos se secaron”, o sea, se dirige a los israelitas vivos en la carne pero
que se consideraban “del todo destruidos” (Ezequiel 37:11). A estos que se conceptuaban
como muertos y sepultados ya a causa del cautiverio, pero que, en realidad, aún seguían con
vida física, Jehová dice: “...os haré subir de vuestras sepulturas y os traeré a la tierra de
Israel” (Ezequiel 37:12). No se lo dice a los israelitas ya literalmente muertos y sepultados
sino a los vivos. No habla a las almas en el Seol, ni a los cadáveres en las tumbas. Al decir
“...os haré subir de vuestras sepulturas” , se dirige a vivos que se tenían por muertos.
b) Igualmente retórico es el lenguaje de Ezequiel 37:14. “Y pondré mi Espíritu en vosotros, y
viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová hablé, y lo hice, dice
Jehová.” ¿Reposar dónde? “...sobre vuestra tierra”, o sea, sobre la de Canaán, la misma
tierra de la promesa, la misma de la cual habían sido desterrados a causa de la multiplicidad
de sus pecados y su obstinada rebeldía contra Jehová. Muy parecido es el lenguaje de
Ezequiel 36:26-28. “Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros…
Pondré dentro de vosotros mi Espíritu … Habitaréis en la tierra que di a vuestros
padres …”
G. ¿Cuándo su cumplieron estas visiones, profecías y promesas? ¿Cuándo se juntaron
y se revivieron los huesos secos? ¿Cuándo abrió Jehová los sepulcros, dando nueva vida al
pueblo de Israel y llevándolo a la tierra de sus padres? Respuesta: se inició el
cumplimiento al autorizar Ciro, rey de Persia, el retorno de Israel a sus tierras, la
reconstrucción de los muros de Jerusalén, la del templo, de las ciudades, etcétera, y la
restauración de la religión en el templo conforme a la ley de Moisés. Después de los
setenta años de cautiverio babilónico, gran número de israelitas se enfila para su tierra
natal bajo el liderato de varones tales como Esdras, Nehemías y Zorobabel. Sus
notables obras de restauración se relatan en los libros de Esdras y Nehemías.

H. Conclusión. La visión profética de los “huesos secos”, como además, la profecía sobre
abrir Jehová los sepulcros de Israel, se cumplieron hace más de dos mil cuatrocientos años.
No son, pues, para el Milenio. Tampoco tienen que ver con eventos relacionados
programados para el fin del mundo. No se trata de acontecimientos materiales acaecidos en
el mundo físico sino de representaciones simbólicas relacionadas con la restauración de
Israel. Sacar estas profecías de su contexto original, aplicándolas a tiempos aún
futuros, sería cometer, a nuestro humilde entender, un error grave de exégesis.

Estimado lector, no pretendemos poder explicar acertada y satisfactoriamente todo detalle


de todas las visiones y profecías de los profetas de Israel. A estas alturas, tan lejos de
aquellos tiempos, lugares y circunstancias, nos cuesta apreciar perfectamente todo el
contenido de ellas. Además, dificultan la interpretación tipos de simbología y lenguaje retórico
tal vez extraños para nosotros, aunque a lo mejor fácilmente entendidos por los hebreos de
aquellos tiempos antiguos. Ojala arroje alguna luz este breve estudio.

Su servidor, Homero Shappley de Álamo

-¿Piensa usted tener una explicación más lógica de


Ezequiel 37:1-14? ¿O discierne deficiencias en la que
presentamos? Gustosamente, recibiremos su aportación
formulada cuidadosamente.
Ezequiel 37:1-28

El Valle de los Huesos Secos


Jeremías, Ezequiel y Daniel eran los profetas del exilio Babilónico. Jeremías cubre los últimos días del
reino sureño en Jerusalén cuando los Babilonios derribaban los muros de la ciudad en el año 586 A.C.
Los Israelitas sintieron en Babilonia que su nación estaba destruida. La profecía de Dios por medio de
Ezequiel decía a "la casa entera de Israel" que se mantenía cautiva que Israel había "muerto" y no había
ninguna esperanza. La visión de los huesos secos es una profecía de la restauración de Israel cuando el
hijo más grande de David reinara como rey y todo Israel (tendrá a un pastor.) El revivir de estos huesos
muertos significó la restauración nacional de Israel. Dependió del poder de Dios sólo para una
restauración espiritual. El aliento de la vida nueva en los cadáveres muertos simbolizó el trabajo del
Espíritu Santo (36:24-28).
Las visiones magníficas de Ezequiel tejen un tema de esperanza a una gente desesperada que sufren en
el exilio por los pecados de su nación. La visión es poderosa y vívida. Lamar Cooper observa: "la
Muerte en la mayor parte del Antiguo Testamento se vio como una situación imposible de la cual no
había salida." Ver que este vasto ejército revivía y ver la vida en la tierra asustaba por lo inesperado.
El profeta Hebreo Ezequiel miró en visiones la gloria del SEÑOR que salía del templo en Jerusalén. El
vio la gloria de la Shekinah saliendo del tribunal interno y moviéndose al tribunal exterior y después
surgir y mudarse al Monte de los Olivos y salir de allí. ¿Había abandonado completamente Dios a Su
gente?

ISRAEL RESTAURO A LA TIERRA


En el capítulo treinta y siete Ezequiel describe la visión notablemente hermosa
del Valle de los Huesos Secos. El ve en su visión un valle repleto de huesos
secos, huesos que no están unidos, y entonces cuando él los unió ellos y no
tenían ningún aliento de vida en ellos. Entonces Dios respira sobre ellos y ellos
se animan nuevamente. Este retrato de la gracia de Dios ilustra lo que Dios hará
con la nación de Israel. Desde la perspectiva de Dios ellos ha estado mintiendo
como una nación por 2,000 años en un estado de muerte, pero vendrá un día
cuándo Dios respirará sobre esta nación. Así como el valle de huesos secos,
Israel recibirá la vida, y el Dios lo usará para restablecer Su reino en la tierra.

Como Ezequiel daba su profecía que él miraba "los huesos se juntaron, cada
hueso con su hueso" (v. 7), "y subió la carne" "y quedaron cubiertos por la piel"
(v. 8), "y entró espíritu en ellos," y "y vivieron y se pusieron en pie" (v. 10).

El SEÑOR fue muy generoso en darnos la interpretación de la visión en los


versos. 11-14. " Luego me dijo: 'Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa
de Israel. Ellos dicen: "Nuestros huesos se secaron y pereció nuestra esperanza.
¡Estamos totalmente destruidos!" Por tanto, profetiza, y diles que así ha dicho
Jehová, el Señor: Yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío; os haré subir de
vuestras sepulturas y os traeré a la tierra de Israel. Y sabréis que yo soy Jehová,
cuando abra vuestros sepulcros y os saque de vuestras sepulturas, pueblo mío.
Pondré mi espíritu en vosotros y viviréis, y os estableceré en vuestra tierra. Y
sabréis que yo, Jehová, lo dije y lo hice, dice Jehová" (37:11-14).

La mayoría de los intérpretes concuerdan que la doctrina de la resurrección de


los muertos no es el punto principal de este capítulo. El propósito principal de
la visión era la restauración de Israel. Sin embargo, si Dios podría cambiar una
nación muerta y desesperada a la vida, sería un pequeño paso en la
comprensión que el mismo Dios podría hacer que el hombre conquistara el más
grande enemigo, la muerte.

También es necesario hacer notar que esta visión no es una presentación del
nacimiento de la iglesia del Nuevo Testamento. La iglesia original, que se
componía principalmente de gente judía, nunca aplicó el nombre Israel a la
iglesia. Esa aplicación vino siglos después. Es verdad que parte de las figuras
del Antiguo Testamento son aplicadas a la iglesia, sin embargo Romanos 11:1-
36 nos recuerda que Dios piensa restaurar completamente a Israel y que
muchos serán salvados por la gracia por la fe en Cristo así como muchos
Gentiles son salvados hoy. Las bendiciones del nuevo pacto no son una
ecuación de Israel con la iglesia. Dios no ha desechado a su pueblo elegido de
Israel. Las promesas dadas a la nación no son incorporadas a la iglesia. La
llegada de la era de la iglesia no es eludir a la nación de Israel (Romanos 10:1-
21; 11:25-36). Él todavía tiene un propósito para la nación.

En un segundo símbolo Ezequiel da el unir de los palos el cual será la


restauración de Dios reuniendo a Su gente en la tierra como una sola nación
(37:15-22). Esto no tiene nada que ver con el culto Mormónico enseñando que
el Libro Mormón y Biblia se unen. Eso es una herejía. La profecía es el reunir
de dos entidades contrastantes en una " unidad compuesta." Es el volver a
juntarse dos naciones en una.

El verso veintiuno vuelve a exponer el propósito de la visión y la meta del


SEÑOR. Dios dice: "y les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo
tomo a los hijos de Israel de entre las naciones a las cuales fueron, y los
recogeré de todas partes, y los traeré a su tierra; y los haré una nación en la
tierra, en los montes de Israel, y un rey será a todos ellos por rey; y nunca más
serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos" (vv. 21-22).
Dios los habrá destetado de ídolos y "sus cosas odiosas" y "transgresiones."
Dios los entregará y "los limpiará. Y Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios"
(v. 23).

La visión es de gran alcance porque sólo Dios puede resucitar a los muertos
(37:3). Jesús dijo: "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque
esté muerto, vivirá" (Juan 11:25, NET).

De la misma manera la nación cobra vida de nuevo después de 2.000 años es


sólo por el poder soberano del Dios Jehová. Es un testimonio del Dios soberano
de las naciones. Las naciones no judías verá los eventos "Y sabrán las naciones
que yo, Jehová, santifico a Israel, pues mi santuario estará en medio de ellos
para siempre" (Ezequiel 37:28).

¿Cómo lo hará Dios? "Pondré mi espíritu en vosotros y viviréis, y os estableceré en vuestra tierra. Y
sabréis que yo, Jehová, lo dije y lo hice, dice Jehová" (v. 14).
¿Quién será este "un rey" Quién será "rey para todo ellos"?

DAVID SERA SU REY (37:24-28)


El SEÑOR reafirma y refuerza el mensaje anterior a Su gente acerca de que tendrán su libertador. Ellos
son incapaces de liberarse ellos mismos. Ellos son como gente muerta en una tumba. Ellos son
impotentes. El SEÑOR nos muestra esto claramente en los versos 24-28.
"Mi siervo David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor; andarán en mis preceptos, y
guardarán mis estatutos y los pondrán por obra. Habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob, en la
cual habitaron vuestros padres. En ella habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos para siempre; y
mi siervo David los gobernará para siempre. Haré con ellos un pacto de paz; un pacto perpetuo será con
ellos. Yo los estableceré y los multiplicaré, y pondré mi santuario entre ellos para siempre. Estará en
medio de ellos mi tabernáculo; yo seré el Dios de ellos, y ellos serán mi pueblo. Y sabrán las naciones
que yo, Jehová, santifico a Israel, pues mi santuario estará en medio de ellos para siempre."
Esta restauración de Israel es un pensar fundamental en la profecía Hebrea con respecto al exilio.
Nuestras mentes aceleran el respaldo a Ezequiel 34:23-24 donde él ya nos ha introducido a "un pastor,
Mi sirviente David." Todo estas grandes profecías nos apoyan en la promesa original al rey David en 1
Samuel 7:13-16. La identificación del Rey-Pastor David es Jesucristo el Mesías, el Hijo de Dios (Lucas
1:69; Apocalipsis 7:14-17; 14; 22:16; 1 Pedro 5:4; Juan 10:11-18; 1:34, 41, 49; Mateo 2:2).
Bajo "Mi sirviente David" el pueblo será dirigido por el Espíritu Santo para obedecer las ordenanzas de
Dios y mantener Sus estatutos (v. 24). Ellos gozarán el "eterno" "el convenio de la paz" (v. 26). Usted
no puede escapar al énfasis en "eterno" y "para siempre" en el versos 25-28 porque se usa cinco vez.
Juan Walvoord ligeramente nota: "Los Israelitas que residen en Palestina hoy no son el cumplimiento
de esta profecía. Pero se cumplirá cuándo los Israelitas crean las promesas de Dios en la tierra
(Jeremías 31:33; 33:14-16), cuándo regrese Cristo para establecer Su reino (cf. Mateo 24:30-31)."
Israel Ezequiel tendrá un rey eterno de la casa de David. "Mi siervo David será rey sobre ellos, y todos
ellos tendrán un solo pastor; andarán en mis preceptos, y guardarán mis estatutos y los pondrán por
obra. Habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob, en la cual habitaron vuestros padres. En ella
habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos para siempre; y mi siervo David los gobernará para
siempre. Haré con ellos un pacto de paz; un pacto perpetuo será con ellos. Yo los estableceré y los
multiplicaré, y pondré mi santuario entre ellos para siempre. Estará en medio de ellos mi tabernáculo;
yo seré el Dios de ellos, y ellos serán mi pueblo. Y sabrán las naciones que yo, Jehová, santifico a
Israel" (Ezequiel 37:24-28, NET).
Tenga en cuenta que es mi siervo David," un solo pastor "," que vivirá en la tierra. . . para siempre ","
Mi siervo David será príncipe para siempre. "El pacto" de paz con ellos. . . será un pacto eterno.

ADORACIÓN PERPETUA EN EL SANTUARIO


Además, Ezequiel ve el "santuario en su medio para siempre" (v. 26). En el capítulo cuarenta, él
describe con detalle asombroso y preciso la restauración venidera del templo. El ve la gloria de Dios
volviendo al Santum Santorum y a la Shekinah que establece él mismo en el lugar Santisimo. En su
visión Ezequiel ve el trono de Dios y debajo del el río de Dios, arrasando por el templo, por el lado
oriental, a través de la tierra y en el Mar Muerto curando sus aguas. Esto no puede ser el templo de
Zorobabel porque fue consumido por el fuego romano en el año 70 AC., y por lo tanto, no se levantó
nunca. Muchos eruditos Hebreos nos recuerdan que nunca fue llenado con la gloria de Shekinah. Es un
retrato glorioso del Espíritu de Dios en el reino milenario. "El pasaje anticipa el trabajo futuro de Dios
con Israel a producir una restauración completa de la nación." Dios no está por Israel.

Somos el templo del Dios vivo


Permítanos una pausa y hacer una aplicación hermosa de Ezequiel 47:1-9 a nuestras vidas como
creyentes en Cristo. Aquí está un retrato maravilloso de la restauración del templo de Dios en el
hombre. El apóstol Pablo escribió, "somos el templo del Dios vivo" (2 Corintios 6:16b). El Dios vivo
mora en el lugar santo en el templo de nuestros cuerpos. Esto es el secreto de la vida cambiada del
creyente en Jesucristo. Es una vida en que los recursos del Espíritu Santo se descubren y son aplicados
a nuestro diario vivir.
Es una tremenda aplicación personal aquí para todo cristiano. Dios en su gracia salvadora por medio
de Jesucristo hace que el creyente viva en él. En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y
alzó la voz, diciendo: Si alguien tiene sed, venga a mí y beba" (Juan 7:37). "El que cree en mí, como
dice la Escritura, de su interior brotarán ríos de agua viva" (v. 38).
Ezequiel vio un trono y lo que sale de debajo del trono era un río. El agua del Espíritu vino desde el
trono de Dios. Ezequiel ve el paso del río más allá del altar, el lugar del sacrificio. El cristiano no puede
beber el agua del Espíritu a menos que estemos dispuestos a hacerlo por medio de la cruz del Calvario.
Hemos sido limpiados por la sangre del Cordero de Dios. Nuestros pecados son perdonados. Sólo
cuando estemos dispuestos a aceptar el juicio de Dios de la muerte de la carne que podemos beber del
río del Espíritu de Dios. El hombre natural no puede agradar a Dios sin importar que tan reformado
este.
Ezequiel ve el río rápidamente lo suficientemente grande en el que se puede nadar. No hay afluentes.
Es fuente es Dios. Se trata de un "gran torrente que brota, maravillas de la vida que viene de debajo del
trono de Dios." Tres veces el profeta en su visión, dice, "Él me llevó a través."
¿Usted como creyente del Señor Jesús experimentó estas aguas vivas? Esto es lo que significa
permanecer en Cristo y caminar en el Espíritu.

Las aguas eran profundas hasta el tobillo


¿Lo ha dirigido el Espíritu Santo al lugar donde las aguas son profundas? Oro que usted no pare allí.
Demasiados de nosotros han experimentado sólo un sentido superficial de la gracia y poder de Dios en
nuestras vidas. Estoy convencido de esto por qué gente se quita en tangentes y caza carnales después de
manías religiosas. Ellos se congregan de una experiencia emocional a otro y permanecen espirituales
superficialmente.
Somos carnales aun luchando con Dios y Su Espíritu dentro de nosotros. El creyente carnal es todavía
egoísta, desobediente, incrédulo. Él vive sólo con la gracia al tobillo todavía resistiendo las aguas
profundas de Dios.

Las aguas eran profundas hasta las rodillas


Además, Ezequiel dice, "El me dirigió y eran profundas hasta la rodilla." ¿Ha comenzado usted a tener
hambre y sed por la justicia de Dios? Usted nunca estará satisfecho completamente hasta que el
Espíritu Santo haya colocado dentro de su corazón un hambre y una sed para tener rectitud con Dios en
cada área de su vida. ¿Cuándo fue la última vez que usted vio a Dios? Ve a Dios solo con el corazón
puro?. ¿Se encuentra usted hincado en sus rodillas gritando a Dios pidiéndole más de Su presencia?

Las aguas eran profundas hasta la cintura


Entonces Ezequiel fue llevado hasta que el agua dio a sus lomos. Cada vez hay menos y menos de la
naturaleza vieja que domina al creyente y cada vez hay más y más de la gracia de Dios revelando a
Cristo dentro de uno. ¿Quién tiene el poder y el control en su vida? ¿Usted está tranquilo en el conflicto
entre el soberano hacer del hombre y el soberano hacer de Dios? Zacarías 4:6 dice, "No con ejército, ni
con fuerza, sino con mi espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos." ¿Lo ha traído el Espíritu Santo al
lugar de la obediencia a la presencia donde mora el Espíritu Santo? La vida en el Espíritu es la única
manera de vivir.

Las aguas sobre la cabeza


Ezequiel vio una cosa más. "Él me dirigió y el agua había subido y había llegado a ser un río para nadar
en él" Es el retrato del creyente totalmente sometido a la voluntad de Dios en su vida. Él está ahora
sobre su cabeza. Dios está controlando todo. La gracia y el poder de Dios controlan su vida. Cuándo
Ezequiel volvió a la orilla del río él vio árboles. Dios trajo la curación a la tierra desertada árida. El río
es fértil. El río de la vida que fluye del trono de Dios está repleto de la vida.
Gálatas 5:22 Dice que Dios produce en el creyente toda clase de fruto espiritual. Es el fruto del Espíritu
y dondequiera que el Espíritu Santo está en el control de la persona será fructífero. "Más el fruto del
Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales
cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si
vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu" (5:22-25). Algunos de nosotros hemos estado
en cada etapa de la vida espiritual que Ezequiel describe y hay la habitación tranquila para el
crecimiento.
Apocalipsis 21:1-2 es un retrato del mismo río de la vida. El río en estos pasajes de la Escritura es
claramente el Espíritu del testimonio de Dios al Mesías levantado. El trae refresco y bendición
espirituales. En cualquier lado del río el árbol de la vida da resultado con la curación espiritual para
todo que toma parte de ello.
Las aguas que refrescan de este río son libres para todo aquel que se humille a sí mismo y la beba. Hay
un río de agua que fluye del trono de Dios y el Cordero. El Salvador invita a todos que vengan a la
fuente y beban. "El Espíritu y la Novia dicen, 'Ven,' y permite que el e que oye diga: 'venga.' Y permitió
al que tiene sed que viniera: Permitió al que tenga deseos de tomar el agua de la vida sin ningún costo."
La salvación es por gracia, por la fe solamente en Jesucristo. Es ofrecida completamente a todo el que
venda y beba.
A la mujer en el pozo de Jacob Jesús dijo, "Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta
agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el
agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna" (Juan 4:13-14).
¿Ha experimentado usted el río del Espíritu de Dios? ¿Fluye el Espíritu Santo derecho por el centro de
su vida? Es así cuando usted comienza a vivir, y su vida llega a estar repleta de la presencia de Dios.
Se ha sugerido que el templo que Ezequiel describe (48:35) puede últimamente retratar el cuerpo de la
resurrección que es el templo nuevo para Dios. Sin embargo, el templo presente de Dios se compone de
todo los que han sido construidos por el Espíritu Santo en la casa de Dios.
Trágicamente, algunos nunca han experimentado esta vida en el Espíritu que Dios da. Usted está
tranquilo "muerto en sus transgresiones y pecados." Y usted permanecerá muerto espiritualmente hasta
que el Espíritu Santo venga a su vida y lo levante de los muertos.
¡Qué maravillosa visión de Ezequiel figurada de la casa eterna de los santos. Esto es lo que el Salvador
tiene para nosotros (Juan 14:1-3; Apocalipsis 22, 17). El río acerca del trono de Dios es el testimonio
del Espíritu Santo de Cristo resucitado que trae refresco y bendición para todos los que vienen a él.
Frecuentemente las Escrituras usan el símbolo de un río para referirse a la gracia de Dios en Cristo
ministrado a las almas en el poder del Espíritu Santo.
¿Ha experimentado personalmente esta nueva vida en Cristo? Jesucristo vino para darte vida eterna.

S-ar putea să vă placă și