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TEMA 1.

SEGURIDAD PÚBLICA Y SU
MARCO CONSTITUCIONAL.
Concepto

El concepto de Seguridad pública es utilizado en la Constitución Española de 1978 (CE) en los


artículos 104 y 149.1.29. Además, el Tribunal Constitucional ha generado abundante jurisprudencia
sobre la seguridad pública con sus sentencias. Atendiendo a estas sentencias, se extrae la siguiente
definición:

«Aquella actividad pública dirigida a la protección de personas y bienes y al mantenimiento de la


tranquilidad y el orden ciudadano»

Artículo 104 CE

1. Las Fuerzas y Cuerpos de seguridad, bajo la dependencia del Gobierno, tendrán como misión
proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana.
2. Una Ley orgánica determinará las funciones, principios básicos de actuación y estatutos de las
Fuerzas y Cuerpos de seguridad.

Artículo 149.

1. El Estado tiene competencia exclusiva sobre las siguientes materias: (…)


29. Seguridad pública, sin perjuicio de la posibilidad de creación de policías por las Comunidades
Autónomas en la forma que se establezca en los respectivos Estatutos en el marco de lo que
disponga una ley orgánica.

Ámbitos de la seguridad pública.

Según Luis Morell Ocaña, la seguridad pública abarca los siguientes ámbitos:

a) La seguridad ciudadana: la seguridad pública e individual, cuya protección se encuentra en la


LOPSC 4/2015.
b) La protección civil: la protección de las personas y bienes frente a acontecimientos
catastróficos
c) La paz pública: simple vigilancia de la paz o estados de alarma, excepción o sitio (regulados
en la LO 4/1981)
Características de la seguridad pública según el TC.

1. Se centra fundamentalmente en el ámbito recogido en el art. 104 CE.


2. Tiene un marcado carácter de residualidad: la actuación pública en materia de
seguridad se ejerce sólo cuando no se puede mantener la protección y la seguridad de
bienes y personas mediante el ejercicio otras competencias.
3. Engloba un conjunto plural y diversificado de actuaciones de distinta naturaleza.
4. Comprende el conjunto de actuaciones que son específicas de las organizaciones
instrumentales que se dedican a este fin, en especial a las actuaciones de las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad.
5. Además de las actuaciones o servicios policiales, incluye las actuaciones referidas a las
medidas de seguridad en entidades y establecimientos.
Riesgo y seguridad pública.
 La esencia de la seguridad pública es la de evitar graves riesgos potenciales de
alteración del orden público y de la tranquilidad pública.
 Por tanto, la prevención de estos riesgos delimita el ámbito de actuación de la
seguridad pública, al igual que justifica la intervención pública cuando se producen las
situaciones extraordinarias* que generan tales riesgos, incluyendo el uso de la fuerza
legítima.
 Que sean extraordinarias no quiere decir que no sean frecuentes.
La seguridad como servicio público.
 La seguridad pública tiene un carácter prestacional: debe ser prestado por las
Administraciones Públicas mediante sus funcionarios pertenecientes a los Cuerpos y
FF de Seguridad.
 Mantener la seguridad pública se debe considerar una función básica del Estado, al
tratarse de un servicio de interés general.
 Jurídicamente, la seguridad pública es una materia de relevancia constitucional.
 Esta condición constitucional otorga una legitimidad democrática al uso, justificado,
del poder y de la fuerza.
 Se sostiene con los recursos que le son destinados en los Presupuestos Generales del
Estado.
Principios de la seguridad como servicio público.
La prestación de servicios de seguridad por el Estado se rige por los siguientes principios:
1. Continuidad en la prestación: es un servicio permanente.
2. Igualdad y Generalidad: de forma igual para todos los ciudadanos.

3. Mutabilidad o adaptación: se debe adaptar a las circunstancias según el interés general.

4. Imparcialidad y proporcionalidad en el ejercicio de la fuerza: uso de la fuerza objetivo


y medido según la proporción del riesgo.

RELACIÓN DE LA SEGURIDAD PÚBLICA CON LOS DERECHOS Y LIBERTADES


FUNDAMENTALES.

Seguridad ciudadana, derechos y libertades.

 La seguridad ciudadana no es un derecho fundamental sino la aspiración, el deseo social, de


que los derechos y las libertades de los individuos sean eficazmente protegidos por las
autoridades públicas.
 A su vez, las medidas de seguridad ciudadana, pueden afectar negativamente al disfrute de
los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos.

Derecho a la libertad y a la seguridad. (art. 17 CE).

1. Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad. Nadie puede ser privado de su libertad,
sino con la observancia de lo establecido en este artículo y en los casos y en la forma prevista en
la Ley.
2. La detención preventiva no podrá durar más del tiempo estrictamente necesario para la
realización de las averiguaciones tendentes al esclarecimiento de los hechos, y, en todo caso, en
el plazo máximo de setenta y dos horas, el detenido deberá ser puesto en libertad o a disposición
de la autoridad judicial.
3. .Toda persona detenida debe ser informada de forma inmediata, y de modo que le sea
comprensible, de sus derechos y de las razones de su detención, no pudiendo ser obligada a
declarar. Se garantiza la asistencia de abogado al detenido en las diligencias policiales y
judiciales, en los términos que la Ley establezca.
4. La Ley regulará un procedimiento de habeas corpus para producir la inmediata puesta a
disposición judicial de toda persona detenida ilegalmente. Asimismo, por la Ley se determinará
el plazo máximo de duración de la prisión provisional

Este artículo refiere a la libertad personal, siendo un derecho diferenciado de otros como el delibre
residencia o circulación. Este derecho comprende la imposibilidad de realizar privaciones o
restricciones a la libertad (identificación, detención, acompañamiento a comisaría, encarcelamiento)
ilegitimas o arbitrarias. La administración civil carece de capacidad para imponer sanciones que
supongan la privación de libertad.

Derecho a la intimidad, a la inviolabilidad del domicilio y al secreto de las comunicaciones (art. 18


CE)

1. Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen.


2. El domicilio es inviolable. Ninguna entrada o registro podrá hacerse en el sin consentimiento del
titular o resolución judicial, salvo en caso de flagrante delito.
3. Se garantiza el secreto de las comunicaciones y, en especial, de las postales, telegráficas y
telefónicas, salvo resolución judicial.
4. La Ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y
familiar de los ciudadanos y el pleno ejercicio de sus derechos.

 La intimidad personal y familiar, constitucionalmente, se refiere a: la existencia de un ámbito


reservado y propio de la persona, frente a la acción y el conocimiento de los demás, necesario –
según las pautas de nuestra cultura- para mantener una calidad mínima de vida humana.
 Este derecho fundamental confiere a la persona el poder jurídico de imponer a terceros el
deber de abstenerse de toda intromisión en la esfera íntima y hacer uso de lo así conocido
(facultad de exclusión).
 Los registros y cacheos que realizan los CFSE deben ajustarse a los límites que establece la
presencia de este derecho.
 El derecho a la inviolabilidad del domicilio, deriva del derecho a al intimidad, pero se aplica a
un ámbito espacial determinado, “el domicilio”, por ser el espacio donde los individuos ejercen
su libertad más íntima, sin sujeción a los usos y convenciones sociales.
 Se identifica con el lugar cerrado donde transcurre la vida privada individual o familiar,
aunque sea con carácter temporal u ocasional (por ej: la habitación de un hotel, una caravana,
un barco, un despacho).
 Solamente se puede entrar al domicilio en los supuestos de consentimiento del afectado, de
autorización judicial o de flagrante delito.
 Del derecho de intimidad también se deriva el derecho al secreto de las comunicaciones, que
supone el derecho de toda persona a resguardar del conocimiento público información sobre su
correspondencia y conversaciones privadas, sean en el formato que sean, debiendo ser
reservadas únicamente para sus destinatarios.
 Solamente se puede acceder a dichas comunicaciones en los supuestos de consentimiento del
afectado, de autorización judicial o de flagrante delito.

Libertades de circulación y de residencia (art. 19 CE)

Los españoles tienen derecho a elegir libremente su residencia y a circular por el territorio nacional.

Asimismo, tienen derecho a entrar y salir libremente de España en los términos que la Ley
establezca. Este derecho no podrá ser limitado por motivos políticos o ideológicos.

 Coincidencia con el art. 13 de la Declaración Universal Derechos Humanos (1948),


recogida además en otros textos internacionales y de la Unión Europea.
 Según Pedro J. González-Trevijano, estas libertades suponen, para cualquier persona en
situación legal:
a) La facultad de circular por todo el territorio nacional, principalmente a pie o por
vehículos de motor.
b) La facultad de fijar la propia residencia en cualquier parte del territorio estatal.
c) La facultad de salir definitivamente (emigración) o de manera temporal de territorio, así
como entrar en el mismo.

LEGALIDAD Y PROCEDENCIA DE LA ACTUACIÓN POLICIAL.

Regulación normativa de la actuación policial.

 El artículo 104.1 CE atribuye a las FCSE la misión de proteger el libre ejercicio de los
derechos fundamentales y garantizar la seguridad ciudadana.
 No obstante, el art. 104.2 CE advierte de que una ley orgánica será la que determine las
funciones, principios básicos de actuación y estatus de las FCSE.
 Esa ley es la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, de 1986.

Procedencia de la actuación policial

 Las nociones de riesgo y de peligro constituyen el criterio clave que justifique y determina la
organización, las funciones y la competencia de la policía y, por tanto, el ámbito material de
la seguridad pública.
 Ambas nociones hacen referencia a la contingencia de un daño, si bien el concepto de riesgo
indica que ese daño es relativamente posible o probable y el concepto de peligro que está
próximo a realizarse.
 La valoración previa de la situación de riesgo o peligro existente será la que habilite la
actuación policial en los presupuestos recogidos en la ley.

Principios generales del ejercicio de la actuación policial

1. Adecuación de la medida: necesidad de correspondencia de la actuación policial con la


situación existente y con los fines deseados.
2. Proporcionalidad: prohibición de exceso de la actuación, especialmente cuando se trata de
medidas de carácter restrictivo o represivo, donde se debe observar una justa relación entre el
castigo y la gravedad del hecho cometido.
3. Pro libertate: aplicación por defecto de la medida menos restrictivo con la libertad, entre las
posibles.

PRINCIPALES MEDIDAS PARA EL EJERCICIO DE LAS FUNCIONES POLICIALES.

Tipos de medidas policiales

De limitación del derecho a la intimidad, la inviolabilidad del domicilio y la protección de


datos:

1. Videovigilencia en lugares públicos.


 Origen en España: disturbios en las fiestas de la Semana Grande de Bilbao.
 La jurisprudencia del Tribunal Supremo determina que “es válida y correcta la captación en
general de imágenes de personas sospechosas recogidas en la vía pública de manera velada o
subrepticia, en los momentos en los que se supone fundamentalmente que se está cometiendo
un hecho delictivo, pues ningún derecho queda vulnerado en estos casos.” “Sólo cabe hacerla
en los espacios, lugares o locales libres y públicos, también en establecimientos oficiales,
bancarios o empresariales, nunca en los domicilios o lugares privados, como son, por
ejemplo, los aseos públicos.”
 La validez de las pruebas videográficas es equivalente a la de cualquier otra prueba
documental, siempre que cumpla con los siguientes requisitos:
a) Que no vulnere derechos fundamentales, al menos sin la previa autorización judicial y el
control posterior.
b) Que sea necesaria para obtener los datos objetivos adecuados a la investigación.
c) Que sea proporcional –en tiempo e intensidad –a la gravedad del hecho delictivo
investigado.
 A menudo, en su valoración procede solicitar la ayuda de peritos expertos en el ámbito propio
del contenido de la grabación.
 En 1997 el Parlamento aprueba la Ley Orgánica de Videovigilancia (LOV), que regula el uso
de videocámaras por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
 En la exposición de motivos de la LOV se justifica la necesidad de incorporación a la
actuación policial medios cada vez más sofisticados en la prevención de actos delictivos, en
la protección de personas y en la conservación y custodia de bienes que se encuentren en
situación de peligro.
 Regula la utilización de las videocámaras en lugares públicos, abiertos o cerrados, pero no
regula el uso de las mismas en espacios privados (bancos, centros comerciales, discotecas,
etc.).
 El presupuesto habilitante para la instalación de las videocámaras fijas es el de un razonable
riesgo para la seguridad ciudadana.
 Para el uso de videocámaras móviles (art. 5 LOV) se requiere la concurrencia de un peligro
concreto.
 En los dos casos, predominarán los principios de idoneidad (adecuación a la situación) y de
intervención mínima (Pro libertate).
 La instalación fija de videocámaras en las vías o lugares públicos requerirá autorización
expresa de la Delegación del Gobierno presidida por el Presidente del TJS autonómico y en la
que participan los municipios. Su valoración será en función de:
a) Asegurar la protección de edificios e instalaciones públicas y de sus accesos.
b) Salvaguardar las instalaciones útiles para la defensa nacional.
c) Constatar infracciones a la seguridad ciudadana.
d) Prevenir la causación de daños a las personas y bienes.
 Respecto a las grabaciones, los ciudadanos tienen los siguientes derechos (no absolutos):
a) Información: ser informados de la instalación de videocámaras, pero sin especificar su
emplazamiento.
b) Acceso: consulta de las grabaciones, excepcionalmente, cuando proceda.
c) Cancelación: eliminación de las grabaciones, excepcionalmente, si procede la misma.
2. La entrada y registro domiciliario.
 Según el art. 21 de la LOFCS, sólo se puede proceder a la entrada y registro del domicilio en
los casos permitidos por la Constitución y las leyes, esto es:
a) Autorización judicial.
b) Flagrante delito.
c) Supuestos de extrema y urgente necesidad en los que exista la necesidad de evitar daños
inminentes y graves a las personas y a las cosas (rescates en catástrofes, incendios,
derrumbes, etc.)
 Esto no excluye que, a posteriori, se produzca el control judicial correspondiente =
Obligación por parte de las FCSE de levantar acta o atestado y remitirlo a la autoridad
judicial.
3. La obtención, recogida y tratamiento de datos de carácter personal.
 La recogida y tratamiento de los datos de carácter personal por parte de las FCSE está
regulada de manera específica en el art. 22 de la Ley Orgánica de Protección de Datos
(LOPD) de 1999, aunque se ajusta a la totalidad de dicha Ley.
 La recogida y tratamiento para fines policiales de datos de carácter personal por las FCSE sin
consentimiento de las personas afectadas están limitados a aquellos supuestos y categorías de
datos que resulten necesarios para la prevención de un peligro real para la seguridad pública o
para la represión de infracciones penales o para los fines de una investigación concreta.
 Los datos deben ser almacenados en ficheros específicos establecidos a tal efecto, que
deberán clasificarse por categorías en función de su grado de fiabilidad.
 Estos datos se cancelarán cuando no sean necesarios para las averiguaciones que motivaron
su almacenamiento.

De limitación o restricción del derecho a la libertad personal:

1. El requerimiento de identificación de personas y el acompañamiento a dependencias policiales.


 Según el art. 9 de las LOPSC, el DNI es obligatorio a partir de los 14 años, siendo por sí solo
un documento suficiente para acreditar la identidad de una persona.
 La privación a una persona de su DNI sólo puede realizarse en los supuestos previstos en el
art. 10 de la LOPSC.
 Los extranjeros que se encuentren en territorio español están obligados a disponer de la
documentación que acredite su identidad y el hecho de hallarse legalmente en España.
 La privación a los extranjeros de su documentación sólo puede producirse en los mismos
supuestos que en los del DNI (art. 11)
 La documentación de los extranjeros es un derecho reconocido en el art. 4 de la LODYLE.
 Los controles de identificación no son limitativos de la libertad si se producen por la
derivación de un interés del individuo. Por ejemplo: control de pasaporte al cruzar una
frontera.
 Sí lo son, cuando las FCSE actúan de oficio, al margen de toda solicitud de la persona.
 La habilitación para realizar requerimientos de identificación personal se encuentra en el art.
20 de la LOPSC.

“Supone que las FCSE podrán requerir, en el ejercicio de sus funciones de indagación o prevención,
la identificación de las personas y realizar las comprobaciones pertinentes en la vía pública o en el
lugar donde se hubiera hecho el requerimiento”

“El supuesto para realizar el requerimiento es que fuese necesario para el ejercicio de las funciones
de protección de la seguridad que los agentes tienen encomendadas”

 Además de suponer una limitación a la libertad personal (art. 17.1 CE) puede suponer una
clara incidencia en el derecho a la igualdad y a la prohibición de discriminación (art. 14 CE),
frecuentemente racial:
a) Cuando la identificación policial se realiza con conexión objetiva distinta de la raza, no
hay discriminación.
b) Cuando la identificación policial está fundada únicamente en la raza, existe
discriminación.
 Al requerir identificación, si no se lograse por ningún medio pero resultase necesaria para
impedir la comisión de un delito o falta, o al objeto de sancionar una infracción, se podrá
requerir a quienes no pudieran ser identificados a que les acompañen a dependencias próximas
donde se cuente con los medios adecuados para realizar las diligencias de identificación, sólo
a estos efectos y durante el tiempo imprescindible.
 De lo contrario, se considerará detención ilegal y los agentes incurrirán en responsabilidad
penal.
2. El cacheo, registro y control policial en vías, lugares y establecimiento públicos.
 Entre las medidas policiales que prevé la LOPSC encontramos los controles en las vías,
lugares o establecimientos públicos, la identificación de las personas que transiten o se
encuentren en ellos, el registro de los vehículos y el control superficial de los efectos
personales (cacheo).
 El cacheo consiste en el registro de una persona para saber si oculta sustancias e instrumentos
prohibidos y/o peligrosos o elementos que puedan servir para la prueba de un delito. Es una
medida menos coactiva que la detención aunque también requiere de un supuesto de hecho
habilitante.
 Según sentencia del Tribunal Supremo (TS), el cacheo supone para el afectado un
sometimiento normal a las normas de policía y no implica violación de sus derechos
constitucionales a la intimidad, siempre que la actuación policial esté justificada y se
mantenga dentro del respeto al principio de proporcionalidad. Tampoco supone, a priori, una
vulneración a la dignidad de la persona.
 Para la inspección de partes íntimas del afectado (registro anal o vaginal), o la intervención
corporal (toma de muestras de sangre, ADN, etc.), será necesaria autorización judicial, salvo
en supuestos de una urgencia habilitante.
 Derivado del control, registro o cacheo, la autoridad policial tiene la competencia de proceder
a la confiscación o decomiso de aquellos bienes ilegales o peligrosos o aquellas pruebas de
delito que se hubieran encontrado.
3. La limitación de la permanencia o circulación en las vías o lugares públicos.
 Las FCSE podrán limitar o restringir, por el tiempo imprescindible, la circulación o
permanencia en vías o en lugares públicos en supuestos de alteración del orden, la seguridad
ciudadana o la pacífica convivencia, cuando resulte necesario para su restablecimiento.
 Asimismo, podrán ocupar preventivamente los efectos o instrumentos susceptibles de ser
utilizados para acciones ilegales, dándoles el destino que legalmente proceda (art. 19 LOPSC).
 Esta medida supone una restricción de libertad pero no una privación de la misma.

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