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SEGURIDAD PÚBLICA Y SU
MARCO CONSTITUCIONAL.
Concepto
Artículo 104 CE
1. Las Fuerzas y Cuerpos de seguridad, bajo la dependencia del Gobierno, tendrán como misión
proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana.
2. Una Ley orgánica determinará las funciones, principios básicos de actuación y estatutos de las
Fuerzas y Cuerpos de seguridad.
Artículo 149.
Según Luis Morell Ocaña, la seguridad pública abarca los siguientes ámbitos:
1. Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad. Nadie puede ser privado de su libertad,
sino con la observancia de lo establecido en este artículo y en los casos y en la forma prevista en
la Ley.
2. La detención preventiva no podrá durar más del tiempo estrictamente necesario para la
realización de las averiguaciones tendentes al esclarecimiento de los hechos, y, en todo caso, en
el plazo máximo de setenta y dos horas, el detenido deberá ser puesto en libertad o a disposición
de la autoridad judicial.
3. .Toda persona detenida debe ser informada de forma inmediata, y de modo que le sea
comprensible, de sus derechos y de las razones de su detención, no pudiendo ser obligada a
declarar. Se garantiza la asistencia de abogado al detenido en las diligencias policiales y
judiciales, en los términos que la Ley establezca.
4. La Ley regulará un procedimiento de habeas corpus para producir la inmediata puesta a
disposición judicial de toda persona detenida ilegalmente. Asimismo, por la Ley se determinará
el plazo máximo de duración de la prisión provisional
Este artículo refiere a la libertad personal, siendo un derecho diferenciado de otros como el delibre
residencia o circulación. Este derecho comprende la imposibilidad de realizar privaciones o
restricciones a la libertad (identificación, detención, acompañamiento a comisaría, encarcelamiento)
ilegitimas o arbitrarias. La administración civil carece de capacidad para imponer sanciones que
supongan la privación de libertad.
Los españoles tienen derecho a elegir libremente su residencia y a circular por el territorio nacional.
Asimismo, tienen derecho a entrar y salir libremente de España en los términos que la Ley
establezca. Este derecho no podrá ser limitado por motivos políticos o ideológicos.
El artículo 104.1 CE atribuye a las FCSE la misión de proteger el libre ejercicio de los
derechos fundamentales y garantizar la seguridad ciudadana.
No obstante, el art. 104.2 CE advierte de que una ley orgánica será la que determine las
funciones, principios básicos de actuación y estatus de las FCSE.
Esa ley es la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, de 1986.
Las nociones de riesgo y de peligro constituyen el criterio clave que justifique y determina la
organización, las funciones y la competencia de la policía y, por tanto, el ámbito material de
la seguridad pública.
Ambas nociones hacen referencia a la contingencia de un daño, si bien el concepto de riesgo
indica que ese daño es relativamente posible o probable y el concepto de peligro que está
próximo a realizarse.
La valoración previa de la situación de riesgo o peligro existente será la que habilite la
actuación policial en los presupuestos recogidos en la ley.
“Supone que las FCSE podrán requerir, en el ejercicio de sus funciones de indagación o prevención,
la identificación de las personas y realizar las comprobaciones pertinentes en la vía pública o en el
lugar donde se hubiera hecho el requerimiento”
“El supuesto para realizar el requerimiento es que fuese necesario para el ejercicio de las funciones
de protección de la seguridad que los agentes tienen encomendadas”
Además de suponer una limitación a la libertad personal (art. 17.1 CE) puede suponer una
clara incidencia en el derecho a la igualdad y a la prohibición de discriminación (art. 14 CE),
frecuentemente racial:
a) Cuando la identificación policial se realiza con conexión objetiva distinta de la raza, no
hay discriminación.
b) Cuando la identificación policial está fundada únicamente en la raza, existe
discriminación.
Al requerir identificación, si no se lograse por ningún medio pero resultase necesaria para
impedir la comisión de un delito o falta, o al objeto de sancionar una infracción, se podrá
requerir a quienes no pudieran ser identificados a que les acompañen a dependencias próximas
donde se cuente con los medios adecuados para realizar las diligencias de identificación, sólo
a estos efectos y durante el tiempo imprescindible.
De lo contrario, se considerará detención ilegal y los agentes incurrirán en responsabilidad
penal.
2. El cacheo, registro y control policial en vías, lugares y establecimiento públicos.
Entre las medidas policiales que prevé la LOPSC encontramos los controles en las vías,
lugares o establecimientos públicos, la identificación de las personas que transiten o se
encuentren en ellos, el registro de los vehículos y el control superficial de los efectos
personales (cacheo).
El cacheo consiste en el registro de una persona para saber si oculta sustancias e instrumentos
prohibidos y/o peligrosos o elementos que puedan servir para la prueba de un delito. Es una
medida menos coactiva que la detención aunque también requiere de un supuesto de hecho
habilitante.
Según sentencia del Tribunal Supremo (TS), el cacheo supone para el afectado un
sometimiento normal a las normas de policía y no implica violación de sus derechos
constitucionales a la intimidad, siempre que la actuación policial esté justificada y se
mantenga dentro del respeto al principio de proporcionalidad. Tampoco supone, a priori, una
vulneración a la dignidad de la persona.
Para la inspección de partes íntimas del afectado (registro anal o vaginal), o la intervención
corporal (toma de muestras de sangre, ADN, etc.), será necesaria autorización judicial, salvo
en supuestos de una urgencia habilitante.
Derivado del control, registro o cacheo, la autoridad policial tiene la competencia de proceder
a la confiscación o decomiso de aquellos bienes ilegales o peligrosos o aquellas pruebas de
delito que se hubieran encontrado.
3. La limitación de la permanencia o circulación en las vías o lugares públicos.
Las FCSE podrán limitar o restringir, por el tiempo imprescindible, la circulación o
permanencia en vías o en lugares públicos en supuestos de alteración del orden, la seguridad
ciudadana o la pacífica convivencia, cuando resulte necesario para su restablecimiento.
Asimismo, podrán ocupar preventivamente los efectos o instrumentos susceptibles de ser
utilizados para acciones ilegales, dándoles el destino que legalmente proceda (art. 19 LOPSC).
Esta medida supone una restricción de libertad pero no una privación de la misma.