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Martínez Aguilar Yael Isaí

Desvalorización del Gusto

El texto consultado se intitula ​la jerarquía de los sentidos, ​este es parte de la obra
Gusto, ​elaborada por la autora Carolyn Korsmeyer. En este apartado la autora nos
remonta a dos clásicos exponentes de la filosofía, ​Aristóteles y Platón, ​es
importante partir de ambos puesto que la temática que se aborda al final del capítulo
vislumbra las prácticas opositivas entre lo masculino y lo femenino así como la
cosmovisión que se otorga a ellas.

Para comenzar la autora nos expone que es importante estar advertidos de los
análisis que tanto Platón como Aristóteles llevaron a cabo respecto a las funciones
del cuerpo humano, digamos que el hombre fue su principal objeto de estudio, pero
la forma en que Korsmeyer, siguiendo en todo momento a los filósofos, da forma a
este apartado va dirigido más a como es que ambos analizaban la composición
física del hombre así como esta correlación con los sentidos y los medios de los que
estos se valen para poder acceder al conocimiento.

Korsmeyer nos explica que para ambos la manera en la que estaba organizado el
cuerpo era demasiado importante y carecía de una creación azarosa, para los dos
existía un lugar donde reside la razón y otro donde se encontraban esas pasiones o
apetitos que carecían de raciocinio, para Platón la razón tenía su residencia en la
cabeza mientras que para Aristóteles ésta se encontraba en el corazón.

Platon es de donde parte la autora para comenzar el recorrido de la jerarquizacion


de los sentidos, el dividia al alma en tres partes, se puede leer que cada una de
ellas corresponde directamente a cada parte del cuerpo, la parte que él consideraba
llena de pasiones o apetitos era denominada bestia en otras palabras era la parte
del tórax donde se encuentran tanto el estómago como los intestinos, estos órganos
únicamente servían para mantener la parte corporal del ser.

En esta parte es donde se introduce el gusto, el gusto aun cuando su medio, la


lengua, se encuentre en la parte donde se alberga el raciocinio, este sentido carece

Kolsmeyer C. ​El sentido del gusto: Comida, estetica y filosofia.​ Barcelona: Paidos 2002
Martínez Aguilar Yael Isaí

de una función trascendental puesto que las sustancias pasan de manera rápida y
no trastocan el alma, la autora nos advierte que para la filosofía el comer, beber o
escuchar no tenía relevancia alguna sino que en ocasiones era considerado
contradictorio para emprender la búsqueda del conocimiento.
Esta búsqueda podría verse sesgada por los placeres que generaban los sentidos
sin valor, gusto y tacto, en este caso el gusto podría derivar en un disfrute excesivo
por la comida y esto podría distraer al sujeto de su dirección filosófica.
Por otro lado cuando se aborda el sentido de la vista, platón otorga una gran
relevancia puesto que el la considera como un complemento de la sabiduría que
ayuda al sujeto a desempeñar su actividad intelectual respecto al mundo que lo
rodea, esto lo argumenta con la capacidad de nombrar objetos y clasificarlos a partir
de percibirlos como externos del sujeto.
Es necesario puntualizar que ambos filósofos parten de la idea de que mientras
sea más larga la relación de distancia que se mantenga entre el objeto percibido y
el sujeto perceptor generará un conocimiento objetivo de las cosas o hechos, por
esto mismo aquellos sentidos que no impliquen una corporeidad directa seran los
primeros en esta jerarquía mientras que los que tengan relación directa se les
considerara como subjetivos.
No obstante dicha objetividad con la que se refieren a la vista puede caer en un
engaño puesto que existen efectos de ilusion que engañan a la vista y toman por
verdad apariencias.
Platón habla de una vida filosófica que dirige al ser a una trascendencia que
supuestamente lo llevará a comprender el mundo, aunque dicha comprensión del
mundo es un intento por recuperar aquello de lo que el alma se ha desprendido
cuando muere.
Para Aristóteles el análisis es un poco más científico puesto que el ve al
conocimiento como el objetivo final de la actividad humana, el entra en la
jerarquización de sentidos casi de la misma forma que platón, otorgándole un lugar
principal a la vista.
La vista aristotélica es el sentido que nos permite distinguir las diferencias, esta
junto al sentido de escuchar posibilita la educación o comprensión del mundo, esta
comprensión formulara el sentido común, este sentido comun la autora nos expone

Kolsmeyer C. ​El sentido del gusto: Comida, estetica y filosofia.​ Barcelona: Paidos 2002
Martínez Aguilar Yael Isaí

que se trata de una coordinación de percepción de sentido cuyo objetivo es dar la


impresión de un único objeto a distintas cosas o hechos, en otras palabras es lo que
llamamos generalización.
La vista y el oído están distanciados del objeto perciben la forma y no la materia por
ende no se genera alteración de la mente y se comprende mejor el mundo exterior,
este mundo está constituido por una existencia continua.

Kolsmeyer C. ​El sentido del gusto: Comida, estetica y filosofia.​ Barcelona: Paidos 2002

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