RESUMEN FINAL MÉTODOS DE LA INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA II
UNIDAD I
DEL NATURALISMO AL ESCENARIO POSTEMPIRISTA – FEDERICO L. SCHUSTER
La filosofía de la ciencia ha tenido en este siglo tres grandes corrientes: la anglosajona, la
francesa y la anglosajona. La corriente que llamamos anglosajona tuvo algunos de sus desarrollos más importantes en la primera mitad de este siglo en el centro de Europa: los Círculos de Viena y Berlín. El nombre de la corriente alemana es el más discutible, con él nos referimos a los enfoques de la filosofía crítica de la ciencia, ligada en buena medida a la Escuela de Francfort. Sin embargo, resulta claro que esta línea no agota la filosofía de la ciencia alemana. Ésta tiene una gran ligazón con los enfoques anglosajones. Esta corriente anglosajona ha sido dominante en la filosofía de la ciencia del siglo XX. Así podemos reconocer tres momentos de la corriente anglosajona: 1. El empirismo lógico: situamos aquí los trabajos del Círculo de Viena en sus distintas versiones. (M. Schlick, O. Neurath, R. Carnap en sus distintas épocas); el Círculo de Berlín (H. Reichenbach) y la Escuela de Oxford (B. Russell y el primer L. Wittgenstein) 2. El racionalismo crítico o falsacionismo: los trabajos de K. Popper y algunos de sus discípulos. 3. El postempirismo: se denomina así a un escenario teóricamente plural surgido alrededor de los años sesenta y del cual suele mencionarse como hito el ya clásico hito de T. Kuhn La estructura de las revoluciones científicas, cuya primera edición es de 1962. Podemos ubicar además varios autores como I. Lakatos, P. Feyerabend, L. Laudan, M. Hesse, R. Bhaskar o I. Hacking. El postempirismo constituye la escena dominante de la reflexión filosófico-metodológica respecto de la ciencia de la actualidad. A partir de los años sesenta y setenta entra en crisis el modelo clásico de la filosofía de la ciencia, caracterizado por el empirismo lógico aun por la concepción popperiana. Pero ambas coinciden en algunos puntos, que son los que serán puestos en cuestión por el postempirismo: 1. La idea de que la ciencia es centralmente un conjunto de enunciados de distintos niveles de generalidad y abstracción, testeables empíricamente y organizados en la teoría científicas. 2. La confianza en la capacidad de la lógica para explicar y comprender los procesos científicos y su legitimidad a través de la reconstrucción del método científico. 3. La creencia en el progreso científico y en la racionalidad (lógica) de los procesos del cambio teórico. 4. La idea de que ante dos o más teorías coexistentes en determinado momento, sólo una de ellas debería poder sostenerse legítimamente. 5. La confianza, directa o indirecta, ingenua o sofisticada, en la experiencia como última ratio objetiva de la verdad científica. 6. La creencia de que la ciencia es la única forma legítima de conocimiento humano. El postempirismo no es una corriente del pensamiento filosófico como otras tradiciones. A mediados de la década de 1960 se produjo un importante cambio en la manera de pensar lo científico. El hito es la estructura de las revoluciones científicas de Thomas Kuhn, del año 1962. Cuando uno habla de un cambio importante en cualquier campo de las ideas, siempre es posible encontrar antecedentes, los hitos sólo nos permiten ubicarnos en la historia. Por lo que antes del libro de Kuhn podemos hallar antecedentes que permiten pensar que la concepción ya no más empirista del conocimiento científico, es decir que no centra el conocimiento en la comparación directa entre lo que yo digo y lo que yo observo, entre los enunciados y el control observacional de esos enunciados. Pero ya en la filosofía de la ciencia anglosajona desarrollada entre 1920 y 1962 se muestra el germen que llevará, de modos por entonces insospechados a las convicciones postempiristas, de la mano del empirismo. Si en el empirismo lógico existe una gran preocupación por entender su estructura, en la obra de Popper la preeminencia de la teoría por sobre la observación está explícita y largamente señalada. En las dos primeras etapas de la filosofía de la ciencia anglosajona, el problema central de esta disciplina podría dividirse en dos grandes preguntas o claves de análisis. Una ¿cómo distingo yo lo que son los auténticos enunciados científicos de lo que son en realidad enunciados seudocientíficos con pretensión científica? Este problema que se puede llamar criterios de demarcación entre ciencia y no ciencia, es una de las claves. Otra de las claves aparece en términos de cómo podemos tener algún criterio o conjunto de criterios que nos permita asegurar la verdad de los enunciados científicos, y si no es la verdad algo que se le aproxime lo más posible. El eje de preocupación que domina estos más de cuarenta años está entonces centrado en el conjunto de criterios que permiten distinguir ciencia y no ciencia, y permite distinguir aceptabilidad científica de falsedad o inaceptabilidad de los enunciados científicos: este conjunto de criterios se conoce como método científico. El problema del método es precisamente el problema de las garantías a través de la cuales o puedo confiar en los productos del conocimiento, es decir, los enunciados enlazados entre sí a través de un orden lógico en un cuerpo que llamamos teoría. Para que una teoría sea científica se utiliza un método que son procedimientos lógicos, aplicables. Para Popper un enunciado no puede ser verificable, pero si debe ser falseable, debe ser un enunciado que pueda tener condiciones de falsedad. La idea de las teorías empíricas es la idea de que desafían y se desafían a sí mismas frente a la experiencia, que no están siempre, ante una predicción fallida. Ésta es una crítica, muy cuestionable pero ejemplar de su modo de pensar. Las discusiones en las primeras décadas del último medio siglo en las ciencias sociales estaban envueltas en lo que un representante del empirismo lógico definió como una situación pendular. Oscilaban entre dos extremos: la pura especulación filosófica o bien una pura recopilación de datos, lo que se llamaba hiperfactualismo. El gran desafío de las ciencias sociales de los ’50 fue construir lo que Richard Bernstein denominó la teoría empírica, la cual es justamente la cristalización de construcciones conceptuales de un nivel de generalidad y abstracción medianamente alto para arriba, pero con un campo empírico de aplicación que permite el control, al comparación y el testeo de un cierto nivel. R. Carnan se preguntaba si la ciencia social podía construir teoría sin ser pura filosofía, ocuparse de datos sin ser pura recolección de información. Theodor Adorno llamó alguna vez sociología burocrática o administrativa a la que se hacía en los Estados Unidos por los años cuarenta. Es que si no se poseen claves para leer la información, es decir teorías, la información no sirve para nada. El empirismo lógico fundó centralmente su idea de teoría sobre la base de que ésta es u conjunto de enunciados. Estos enunciados son peculiares, son llamados hipótesis, debido a que son enunciados que deben ser puestos a prueba en medio del control empírico. G. Klimovsky enunció que hay enunciados de distintos niveles. Hay enunciados de descripción singular de contenido empírico. Hay enunciados de nivel empírico pero de cierto grado de generalidad y habría un tercer nivel en el cual aparecen los términos teóricos cuyo contenido no es ni directa ni directa ni indirectamente observable. Son términos que aparentemente no tienen un contenido, si por contenido entendemos o nos referimos a dimensiones empíricos. Las teorías entonces serían conjuntos de enunciados, de enunciados específicos llamados hipótesis, y dentro de ellas puede haberlas de tres niveles: de nivel empírico singular, empírico general, moviéndonos en este nivel desde la generalidad empírica hasta los enunciados universales estrictos. En el nivel tres tenemos los términos teóricos. Una teoría es un conjunto de enunciados con carácter hipotético y en la misma tiene que haber por lo menos un conjunto, por mínimo que sea, de enunciados de nivel tres. Cuando se considera que puede haber una teoría de ese tipo, se piensa que son teorías de alcance muy limitado, teorías débiles, y en general, se supone que van a ser en algún momento reducidas a alguna teoría que tenga un grupo mínimo de términos teóricos. Los términos teóricos no tienen correlato empírico, observacional; por lo tanto el problema es cómo se controlan los enunciados teóricos. La idea es que el control es por comparación, por medio de los sentidos. Yo comparo el contenido de un enunciado con el contenido de mis percepciones, y se supone que debe haber una correspondencia entre ambas cosas. Pero hay complicaciones, ha habido autores que han querido demostrar que en realidad los términos teóricos son abreviaturas, o sea, una forma abreviada de indicar muchas propiedades observacionales. Entonces los términos teóricos ocuparían el lugar de esta cantidad de descripciones. Si esto era así, se solucionaba un gran problema al saber qué era lo que abreviaba uno sabía cómo compararlo, aunque sea parcialmente. En la práctica es fascinante ver cómo han surgido los términos teóricos, porque muchas veces son términos del uso del sentido común, un absoluto invento es muy raro porque quedaría encerrado en un mundo muy subjetivo del investigador y llevaría mucho tiempo convencer de la idea a otros. Se supone que si puedo enumerar todas las observaciones bajo las cuales nombre estoy definiendo. Se empezó a suponer que el conjunto de las observaciones abreviadas por un término teórico era infinito, y como era infinito sólo podían darse definiciones parciales del término teórico, siempre completadas en la medida que se descubrieran nuevos usos del mismo. Los instrumentalistas afirmaron que los términos teóricos eran nexos, conectores lógicos que servían para establecer conexiones entre enunciados de contenido empírico pero que en sí mismos carecían de significado. En sí mismos los términos teóricos no hablaban de nada. La tercera visión es la del realismo, donde los términos teóricos no son observacionales pero hablan de cosas que existen, las detectamos justamente por la eficacia de las teorías. En la medida en que las teorías que usamos aplicando esos términos teóricos son eficaces en la predicción de acontecimientos y en aplicaciones tecnológicas, eso habla de que hay algo que se nos escapa, que nos evade, pero que existe. La idea tradicional de teoría entonces es: un conjunto de enunciados por lo menos de nivel dos y nivel tres. Un conjunto es en términos lógicos una conjunción. Se define el conjunto con un en enunciado complejo que describe cada uno de sus elementos, que son a su vez enunciados. Cada uno de los enunciados que describe, cada elemento, es lógicamente independiente de los demás. Los enunciados se ponen a prueba independientemente los unos de los otros. Cada enunciado se pone a prueba independientemente de los demás, la verdad o falsedad es verdad o falsedad de cada enunciado. Desde Kuhn con la idea de que en realidad un enunciado no tiene significado independiente de los demás, sino que el signficado de un enunciado, un poco al modo del segundo Wittgenstein, depende de la conexión con el resto de los enunciados. Uno pone a prueba una teoría toda en su conjunto o en realidad no pone a prueba nada. El uso de los términos dependería del contexto; concepción holista de las teorías científicas. Cada término adquiere su significado de las relaciones con los demás términos. Las teorías con esta concepción ya no son conjuntos sino estructuras enunciativas, donde la idea de estructura indica algo mucho más fuerte que la idea de conjunto. Hay un bloque enunciativo único. En Alemania los estructuralistas o defensores de la concepción estructural, que no son los estructuralistas franceses, sino un conjunto de autores de lectura relativamente difícil. Para que haya una auténtica teoría explicativa y predictiva tiene que haber términos teóricos, que si no hay términos teóricos una teoría es débil y provisoria y que siempre hay que esperar una teoría con términos teóricos que la hagan auténticamente fuerte. Toda teoría posee siempre un predicado, que es el que define a la teoría. Se estructura una serie de axiomas por medio de los cuales se definen los ámbitos de aplicación del predicado, o sea que el predicado en principio es como un nombre vacío. Yo no sé qué quiere decir, estudiando bien la teoría veo cuales son las condiciones en las que se utiliza ese nombre y eso lo defino en una serie de axiomas como si fuera un sistema matemático. A partir de ahí empiezo a deducir teoremas. Lo que da sentido a todos los demás términos es un conjunto de términos, o en la versión dura de esta posición, un solo término. Hay un término central, que es el núcleo de la teoría; lo que Lakatos ha llamado el núcleo duro, es decir, aquello que le da sentido a la teoría. Se abandonó el proyecto de reducir los términos teóricos, se empezó a establecer que los términos teóricos tienen alguna identidad propia y que la idea de reducirlos en definitiva por definición empírica no es aplicable. Se cambia la idea de conjunto de enunciados por la idea de estructuras enunciativas, en el sentido de que la teoría es una unidad de sentido. Se ha visto en ciertos niveles de investigación media la vuelta a teoría de un altísimo nivel conceptual, tan alto que muchos dudan si tienen correlato empírico o si en definitiva no estaríamos volviendo a la pura filosofía especulativa o, bien frente a lo abstracto de estas teorías, investigación empírica que es pura recopilación de datos carentes de toda clave de lectura. Las ciencias sociales se estaban convirtiendo en tecnologías de la interpretación; porque lo que vemos es que efectivamente hasta hace un tiempo, cuando se comenzó a hablar de la sociedad de la información, lo que se veía era que la clave estaba en la información. Uno puede cruzar todo con todo y cuando uno cruza las variables de esta forma salen algunas regularidades. Hay muchos autores que sostienen que en ciencia no sólo importa la verdad sino también la relevancia. Hay distintos tipos de verdades. Para que uno pueda establecer qué correlaciones, qué regularidades que uno encuentra entre ciertas variables son relevantes, uno tiene que tener alguna teoría en un sentido más bien blando. No hace falta que tenga términos teóricos de un alto nivel de abstracción ni nada de eso, pero sí alguna clave de lectura. Esto, que podría ser considerado de un nivel dos, es decir, generalizaciones empíricas, es un nivel sin teoría, pues son regularidades absolutamente ocasionales. Tiene que haber alguna ligazón, alguna argamasa entre los enunciados centrales de mi clave de interpretación para que haya teoría. El enfoque postempirista va aún más allá. Construcción de comunidades científicas, procedimientos a través de los cuales una teoría se construye, formas de asociación humana a través de las cuales las teorías adquieren sentido y se controlan. Las teorías no sólo se controlan a través del experimento. Ya no podemos pensar las teorías en términos de que su verdad o falsedad esté limitada pura y exclusivamente a una relación especular con un conjunto de datos. Relación especular refiere a que para cada enunciado hay un hecho que corresponde a ese enunciado, y entonces uno podría pensar que las teorías reflejan el mundo de la misma manera que el espeja nos refleja a nosotros cuando nos ponemos delante. En general, siempre se plantea la noción de verdad en estos términos: unas teorías serán aceptables si representan el mundo tal cual éste es. Y la manera de entender esto es formular enunciados aislados de las teorías y ponerlos a prueba empíricamente con los hechos de los cuales esas teorías hablan. Esto ha sido lo que empezó a entrar en crisis; es Popper mismo quien empieza a mostrar que todo enunciado tiene carga teórica, no existe la idea de la pura descripción del mundo que estaba detrás de muchos empiristas anteriores. El problema es bajo qué condiciones podemos estar seguros de que la atribución de un nombre, de una categoría universal, de un concepto a una cosa particular es la apropiada. Hay una tendencia a volver a las teorías confirmacionistas, esta idea de confirmación no le gustaba a Popper, pero actualmente hay una tendencia a volver a ello porque el refutacionismo puro tampoco ha logrado escapar a las objeciones del propio Popper. Esta idea esbozada en el falsacionismo acerca de la carga teórica de los enunciados tiene una vuelta muy interesante en el postempirismo. Popper podrá decir que no sabe por qué determinadas observaciones dan lugar a acuerdos unánimes de los científicos, pero que, en tanto tales acuerdos existen, algo debe haber en la propia experiencia que los produce. Popper dirá entonces que tampoco sabe si vemos lo mismo, pero hay algo de la experiencia que se nos impone y nos obligar por la fuerza a aceptar ciertos enunciados como verdaderos o como falsos. Los postempiristas proponen pensar que el acuerdo no es sólo la imposición de un mundo exterior lo que nos obliga a aceptar ciertos enunciados, nos guste o no. Los postempiristas van a empezar a analizar el acuerdo de una manera mucho más sutil, van a empezar a pensar no necesariamente que no hay ninguna relación empírica pero que el peso del acuerdo es mayor de lo que Popper piensa y que habrá que estudiar un conjunto de relgas lingüísticas, procedimientos de acuerdo, formas de organización de la propia comunidad y demás, para poder comprender dicho acuerdo. El postempirismo no tiene rasgos unificadores absolutos. Por eso hablan del escenario postempirista, no de corrientes sino de un escenario dentro del cual conviven y entran en conflicto diversas corrientes de pensamiento. El postempirista podría caracterizarse a través de una breve lista de afirmaciones. Con él se abandona una de las características centrales que se dan entre 1920 y mediados de los sesenta, esto es, la idea de que el estudio de las ciencias es centralmente el estudio de las teorías científicas. Permite entender la ciencia, por supuesto en los términos del análisis lógico de teorías, o sea, de los productos científicos, pero no sólo éstos en forma aislada. Aparece como necesaria una psicología de la ciencia, una sociología de la ciencia, una historia de la ciencia. De Kuhn para acá esto se quiebra, y los sociólogos se ponen a discutir sobre cuestiones que tiene que ver con la aceptabilidad de las teorías. El programa fuerte de la sociología sostiene que no sólo que el origen de las teorías, sino que su carácter aceptado o rechazado, tiene que ver con condiciones sociales en las cuales se produce. Aparece así la idea de que no podemos nunca agotar el objeto ciencia únicamente desde una de sus aristas, que sigue admisible, que esta arista lógico-metodológica, el análisis de las teorías como construcciones de lenguaje que hablan del mundo. La cuestión no es solamente sobre hipótesis diferentes que se ponen a prueba independientemente sino sobre hipótesis alternativas. Aquí aparece el problema de la interpretación que obliga a pensar no solamente si tenemos una teoría verdadera sino centralmente cual es la mejor teoría. La competencia no es sólo entra las teorías con el mundo sino entre las teorías entre sí y con el mundo. Pero no sobrevivirá cualquier enfoque, no cualquier interpretación, sino aquellos que logren sortear con éxito este tipo de discusiones, que tienen que ver con la capacidad de dar cuenta de una cantidad grande y con relaciones complejas de datos en un único cuerpo teórico. Aparece así una idea de promesa de un cuerpo teórico que en algún momento se debe cumplir. Van siendo abandonados progresivamente, en la medida en que los investigadores científicos se encuentran con problemas que están en el centro de la cuestión y que nunca terminan de ser abordados, Kuhn los llamaba anomalías. La idea de que las teorías no representan, no reflejan los datos a la manera del espejo nos hace pensar en el problema de la interpretación, o sea, de la asignación de determinadas categorías de lenguaje a determinadas conjuntos de datos. Mary Hesse propone que sólo puede testearse una teoría empíricamente en la medida en que esa teoría conlleva una clave de interpretación de los datos empíricos mismos. Distintas teorías pueden resultar avaladas empíricamente, en la medida en que sus diversas claves de interpretación resulten eficaces a la hora de dar sentido a la multiplicidad de la información. Si las teorías nombran la realidad de modos distintos, categorizan de manera distinta, uno puede entender algunas cosas que han sucedido en la historia de la ciencia, experimentos cruciales que han favorecido a un cuerpo teórico y una versión distinta del experimento crucial favoreció a la primera. Si lo construyo en una dimensión teórico conceptual más cercana a uno de los cuerpos teóricos, sin duda es de esperar que éste salga favorecido; si lo construyo en la clave del otro, el resultado inverso no resultará sorprendente. Frente a un cuerpo de datos uno sabe qué teoría es aceptable y cual no, y habitualmente la idea es que debe quedar una teoría. La indeterminación será todo lo contrario, y eso es lo que no van a sostener los postempiristas, este hecho de que en realidad cualquier teoría puede pasar con éxito la confrontación con cualquier conjunto de datos. Hay una separación tal entre realidad y lenguaje que es el propio lenguaje el que diseña y ordena la realidad, y puede hacer lo que se le dé la gana. Pero si no hay determinación ni indeterminación lo que sí hay es subdeterminación. El cuerpo de datos no permite afirmar cualquier teoría pero al mismo tiempo no es obligatorio que quede un solo cuerpo teórico, pueden quedar distintos cuerpos teóricos. Podemos caracterizar al postempirismo como una concepción amplia de la ciencia, una idea subdeterminada de la relación con los datos y una teoría de la interpretación. Que todas las ciencias, sean naturales o sociales, son hermenéuticas, es una afirmación que Anthony Giddens ha contestado diciendo que no es así, dado que las teorías físicas hablan de una realidad que no “habla”. Lo que Giddens dice, complicando un poco más las cosas, es lo siguiente: toda ciencia es hermenéutica, porque exige una dimensión de interpretación y así debemos tener una teoría de la interpretación, pues ya no alcanza con la lógica para hacer filosofía de la ciencia, hay que tener una teoría de la interpretación, o sea, de la asignación de matrices del lenguaje a conjuntos de información empírica. Las teorías sociales soportan una doble hermenéutica, porque interpretan una realidad que ya está interpretada. Por lo que hay que tener una teoría de la interpretación, podríamos decir del sentido común, y a su vez una teoría de la interpretación de nuestra investigación sobre ese sentido común que ya está interpretado. Esto genera una vuelta, resurge un viejo problema que muchos metodólogos habían marcado, el problema de las predicciones suicidas en la ciencia social. Lo que antes era un problema metodológico hoy tenemos que asumirlo como un elemento constitutivo del conocimiento social. Esto sucedería en cualquier ciencia social. Un último punto del postempirismo tiene que ver con la idea que ha marcado Kuhn, que el acuerdo científico es posible sobre la base que hay una serie de acuerdos, la mayoría de las veces tácitos, que están en la base de las teorías científicas; son acuerdos filosóficos y metodológicos. Las consecuencias para las ciencias sociales son diversas, una de ellas es el retorno de los estudios sobre problemas de la comprensión, del sentido, de interpretaciones de sentido común, como un área de la investigación social, no la única. En realidad hay una distancia entre teoría y sentido común, en la cual se basa justamente la posibilidad de la doble hermenéutica, porque si la teoría no aportara nada nuevo al sentido común, como se explicaría tanto interés de los sujetos sociales en las interpretaciones teóricas o en las interpretaciones de los investigadores. Hay algún enlace de datos que quien está viviendo o realizando una práctica social no puede hacer en tanto está siendo sujeto de esa práctica. Para hacerlo se requiere realizar una práctica distinta, que es la práctica del observador, del investigador. Quien es un observador tiene que ser no sólo un observador que toma distancia de lo observado para poder observar, sino además un participante virtual, alguien que cuando no participe activamente de la práctica, sabría cómo hacerlo, sabría cómo participar (participacionismo). Se admite casi universalmente que la investigación cualitativa y cuantitativa debe articularse. El último problema es el de la preocupación por el realismo. Si distintas teorías pueden hablar adecuadamente del mismo mundo, uno podría preguntarse si es el mismo mundo o en realidad el mundo depende de cómo lo nombremos. Lo que llamamos realidad es el límite de la interpretación, la resistencia al nominalismo del lenguaje. En el caso de las ciencias sociales la complejidad material-simbólica como constituyente indisoluble del mundo. Hay realidad social, pero el límite exacto entre ella y la construcción lingüística, que existe, sólo puede establecerse como un artificio metodológico con fines analíticos. Al plantearse la cuestión en términos de un escenario de complejidad, el postempirismo nos desafía a recuperar un concepto de realidad, ya no ingenuo ni obvio y al hacerlo nos fuerza a pensar que quizá la separación entre subjetividad y objetividad en la realidad social sólo pueda tener fines analíticos. PENSAR EPISTÉMICO Y PENSAR EPISTÉMICO: LOS RETOS DE LAS CIENCIAS SOCIALES LATINOAMERICANAS – HUGO ZEMELMAN La realidad que enfrentamos, la realidad socio histórica, tiene múltiples significados. No es una realidad clara, inequívoca, con una significación cristalina y a la cual se le puede abordar sencillamente construyendo teorías y conceptos. No es así por diversas razones: el desajuste, desfase que existe entre muchos corporas teóricos y la realidad. Esta idea del desfase es clave, ya que alude a los conceptos que a veces utilizamos creyendo que tienen un significado claro, y no lo tienen. Esto plantea la necesidad de una constante resignificación que, aun siendo un trabajo complejo, es también una tarea central de las ciencias sociales, sobre todo de aquellas de sus dimensiones que tienen que ver con la construcción de conocimientos. Es un tema central en el proceso de investigación y es un tema central de la investigación. La necesidad de resignificar surge precisamente por el desajuste entre teoría y realidad. ¿Por qué el desajuste? Por algo elemental: el ritmo de la realidad no es el ritmo de la construcción conceptual. Los conceptos se construyen a un ritmo más lento que los cambios que se dan en la realidad externa al sujeto, por eso constantemente se está generando un desajuste. Dicho así parece como un problema menor pero tiene consecuencias profundas porque en la medida en que no resolvemos este problema, podemos incurrir en discursos y enunciados, a manejar ideas, que, pudiendo tener una significación en términos de a bibliografía o, para decirlo de una manera más amplia, en el marco del conocimiento acumulado, no tengan necesariamente un significado real para el momento en que construimos el conocimiento. Se constata de manera clara en las políticas de formación de los científicos sociales en América Latina: no hay preocupación por el tópico, o bien, se cree que es exclusivo de los filósofos de la ciencia, de los lógicos, y no de quien quiere construir un conocimiento sin necesidad de incursionar en las problemáticas de la filosofía de la ciencia o de la lógica. Al no tomar en cuenta esta dificultad en la formación de los científicos sociales, corremos el riesgo de que ellos estén pensando ficticiamente estén pensando sobre realidades inventadas. Esto tiene evidentemente consecuencias de orden práctico, porque si no supiéramos construir un pensamiento sobre la realidad que tenemos por delante, y esa realidad la definimos en función de exigencias conceptuales que pueden no tener pertinencia para el momento histórico, entonces significa que estamos organizando, no sólo el pensamiento, sino el conocimiento dentro de marcos que no son los propios de esa realidad que se quiere conocer. Esta situación es parte de uno de los via crucis de las ciencias sociales. Afortunadamente hay grupos de intelectuales latinoamericanos que han comenzado a reaccionar frente a este hecho y que han puesto de manifiesto que muchos de los conceptos que utilizamos para entender el Estado, la sociedad, las desigualdades, la democracia, la cultura, incluso para entender las dinámicas sociales, la propia educación, no responden a conceptos que estén reflejando la realidad que llamamos histórica, sino que son conceptos acuñados en otros contextos y que muchas veces la academia los repite sin revisar debidamente si están dando cuenta de realidades concretas. Al no tener conciencia que se está dando un desajuste entre la teoría y la realidad que se pretende denotar, resulta que estamos inventando realidades. Supone plantearse la cuestión y resolverla; resolución que en ningún caso podríamos considerar que es exclusivamente teórica, en el sentido de que basta construir un cuerpo de proposiciones con un función explicativa que resuelva de una vez y para siempre el problema. Es una cuestión que no se resuelve teóricamente, porque si así fuera, sería tanto como desconocer la naturaleza misma del problema. Si pienso que un desajuste de esta naturaleza se puede resolver a través de una teoría, no estoy tomando conciencia que el problema está en la teoría misma porque por definición corre el riesgo de desfasarse de la realidad. La resolución no es teórica en la medida que el problema es la teoría misma; por eso ésta requiere ser resignificada, revisada a la luz de las exigencias de las realidades históricas, muchas veces emergentes, nuevas, inusitadas, imprevistas. ¿Cómo se resuelve? Es en este marco donde surge la cuestión importante de entender, y que se ubica en el plano de lo que de manera abstracta podemos definir como pensamiento. En tanto es en éste donde cristalizan las teorías, correríamos el mismo riesgo de desfase o de desajuste del pensamiento teórico respecto de la realidad histórica. Cuando hablamos de pensamiento referimos a un pensamiento que se entiende como una postura, como una actitud que cada persona es capaz de construirse a sí misma frente a las circunstancias que quiere conocer. Se trata de partir de la duda previa, anterior a ese discurso cerrado y formularse la pregunta ¿Cómo me puedo colocar yo frente a aquello que quiero conocer? Lo que no es una cuestión teórica sino más propia de lo que llamaríamos forma epistémica de resolver el problema. La necesidad de distinguir entre un pensamiento teórico y un pensamiento epistémico, cuya diferencia está precisamente en el cómo se resuelve la relación del pensamiento con esa realidad que se quiere nombrar. En el pensamiento teórico la relación que se establece con la realidad externa (con la externalidad) es siempre un pensamiento que tiene contenidos, por lo tanto el discurso de ese pensamiento es siempre un discurso predicativo, un discurso atributivo de propiedad; no es un pensamiento que pueda dejar de hacer afirmaciones sobre la realidad pues un pensamiento teórico es un pensamiento que hace afirmaciones sobre lo real. Es un pensamiento que ya tiene un contenido organizado y que puede ser el mismo contenido que se viene arrastrando y, por lo tanto, su estructura en términos de construir proposiciones es muy precisa. El pensamiento epistémico es un pensamiento que no tiene contenido y eso es lo que a veces cuesta entender. La centralidad del pensamiento epistémico es la pregunta, no es el predicado, no es la atribución de propiedades. Aparece como de sentido común, pero el problema está en darle a la pregunta un status no simplemente de mera conjetura sino de algo más amplio que esto, que el pensamiento se pueda colocar ante las circunstancias. Se plantea la dificultad de colocarse frente a las circunstancias sin anticipar ninguna propiedad sobre ellas. Es un tema fundamental porque cuando se dice “colocarse ante las circunstancias”, frente a las realidades políticas, económicas, culturales, significa que estamos construyendo una relación de conocimiento sin que ésta quede encerrada en un conjunto de atributos; porque eso sería ya una afirmación teórica. La tendencia es ponerle siempre nombre a las cosas. Lo que decimos se viene discutiendo hace mucho tiempo. Se destacan dos autores: Bachelard que afirma que la tarea de la ciencia es ponerle nombre a las cosas, el problema sería cuidarse de dos grandes riesgos; uno es no ponerle nombre viejo a cosas nuevas y otro de creer que porque no tiene nombre en el momento en que se plantea son innombrables. En ese tránsito entre no colocar nombres viejos a cosas nuevas y creer que porque no tiene nombre es innombrable se ubica lo que llamamos pensamiento epistémico. Lakatos cuando se pregunta porque el ser humano ha podido progresar en la construcción de su conocimiento, contesta más o menos en los siguientes términos: “porque la razón humana ha podido pensar en contra de la razón´”, porque el hombre ha sido capaz de pensar en contra de sus propias verdades, porque ha podido pensar en contra de sus certezas. No atarse, no quedarse atrapado en contenidos, o de esas significaciones, para buscar qué significaciones o contenidos pueden tener las cosas que estamos tratando de pensar. Es la problemática de lo que aquí llamo pensamiento epistémico. La realidad socio histórica es una realidad mutable, en constante cambio, cualidad en la que radica la explicación de porqué se producen los desajustes entre la realidad denotada y el pensamiento teórico. El problema está en distanciarse de los constructos, y ese distanciamiento es la función del pensar epistémico. Como se operativiza lo que no es sólo un problema metodológico ya que ocurre que también el discurso metodológico puede desfasarse. El canon metodológico, o sea las normas metodológicas pueden ser grandes trampas también para el pensamiento. En la medida que no se entienda esto, quedamos prisioneros de un armazón metodológico que impedirá reconocer las nuevas formas. Pero existe una celda adicional a esta prisión del pensamiento en el plano metodológico: las técnicas. Cuando se les maneja sin la claridad necesaria respecto de lo que significan, o sin el conocimiento de su lógica interna, terminamos por creer que la realidad posible de estudiarse es sólo aquella que la técnica permite ver. Estos puntos también son parte de los desafíos del pensamiento epistémico. El problema de las categorías es el eje del pensamiento epistémico. No hay que confundir lo que decimos con la vieja discusión que se ha dado sobre las categorías en el discurso de la filosofía a lo que las viejas corrientes del pensamiento filosófico al estilo de Kant, plantearon con respecto a las categorías donde éstas, en el fondo y en la forma, daban cuenta de lo que podríamos llamar dos grandes cuestiones: o del fundamento último de la ciencia o de las posibilidades mismas de pensar. Esa es una discusión que sin duda alguna hay que tener, pero aquí sólo hago el acotamiento correspondiente para que no se piense que estamos confundiendo distintos planos. La segunda cuestión es que las categorías a diferencia de los conceptos que componen un habeas teórico, no tienen un contenido preciso, sino muchos contenidos. Las categorías pueden ser posibilidades de contenido, pero no son contenidos demarcados, perfectamente identificables con una significación clara, unívoca, semánticamente hablando. Hay categorías que se han mantenido a través de los siglos, aunque con distintos contenidos; incluso en un mismo momento, una categoría puede ser objeto de referencia de construcciones teóricas diferentes. En el sentido estricto de la palabra, el pensamiento epistémico es pre teórico, funciona sin un corpus teórico y sin conceptos con contenidos definidos, con funciones claras de carácter gnoseológico o cognitivo, o para decirlo de otra manera, con funciones de determinación o con funciones de explicación. Son instrumentos del pensamiento epistémico, son categorías que me permiten plantearme esto que, de manera abstracta, he llamado “colocarse frente a la realidad”. Significa construir una relación de conocimiento, la cual es el ángulo desde el que yo me comienzo a plantear los problemas susceptibles a teorizarse. El pensar epistémico consiste en el uso de instrumentos conceptuales que no tienen un contenido preciso, sino que son herramientas que permiten reconocer diversidades posibles con contenido. Esto hace parte de lo que podríamos definir como un momento pre teórico, mismo que tiene un gran peso en las posibles teorizaciones posteriores. Decir pre teórico, significa decir, construcción de relación con la realidad. Significa que si yo me estoy colocando frente a las circunstancias que quiero estudiar sin precipitar un juicio en términos de construir un predicado ya predeterminado con contenido sobre aquello que no conozco, entonces estoy distanciándome de la posibilidades de anticipar nombres teóricos a un fenómeno que no conozco; y ese distanciamiento frente a la realidad para no precipitar juicios teóricos que se van a expresar en enunciados predicativos, es lo que en términos más amplios podríamos llamar “problema”. Si yo construyo un enunciado teórico pero lo construyo y lo aplico como por ejemplo a través del método hipotético deductivo a la realidad sin plantearme este distanciamiento que aquí llamo “problema” estoy retro-alimentando el desfase, el desajuste o el divorcio entre mi pensamiento y la realidad. Porque el encadenamiento entre el pensamiento y la realidad no conocida es la capacidad que tiene el sujeto de construir problemas y la construcción de problemas no puede ser encajonada en términos de determinados contenidos ya conocidos. Si hay un requisito elemental en este ámbito, es precisamente en el construir el conocimiento de aquello que no se conoce, no de aquello que se conoce. Este es el fundamento de la principal función del pensamiento epistémico: éste funciona con categorías sin contenidos precisos y, en el quehacer concreto de la persona, se traduce en la capacidad de plantearse problemas. No necesario abundar en la dificultad que implica el plantearse un problema. Construcción de problemas desde el pensamiento epistémico Varias cuestiones: las inercias mentales, la capacidad o no para plantearse problemas y la exigencia de no confundir problema con objeto. Sobre lo primero: los temores, el no atreverse, el estar pidiendo siempre reconocimiento de la autoridad, el estar constantemente refugiándose en la bibliografía, cobijándose en lo cierto en lo verdadero, es olvidarse de la advertencia de Lakatos acerca de que sí el ser humano ha podido avanzar en el conocimiento, ha sido porque se ha atrevido a pensar en contra de todo lo que estimaba verdadero y cierto. En términos psicológicos: atreverse a estar en el desasosiego, a perder la calma, a perder la paz interior. Quien no se atreva, no va a poder construir conocimiento, quien busque mantenerse en su identidad, en su sosiego y en su quietud, construirá discursos ideológicos, pero no conocimiento. Lo que está en juego (segunda cuestión) es la capacidad, o no, de planearse un problema, el aplicar o no un razonamiento que no quede atrapado en los conocimientos ya codificados; significa ser crítico de aquello que nos sostiene teóricamente, o sea, ser capaces de distanciarnos de los conceptos que manejamos, así como también de la realidad observada. No solamente tenemos la obligación de distanciarnos de aquellas teorías que de alguna manera conocemos para incurrir en una reducción de la realidad, sino también implica cuestionar lo empírico, lo que observamos, porque esto puede no ser lo relevante, puede ser sólo la punta del iceberg. Y esa punta no es el problema; en el mejor de los casos puede ser un tema a estudiar. Los temas pueden ser sólo enunciados que creemos claros porque son un recorte empírico de lo observable, pero en realidad solamente son un aspecto que asoma a la observación y, por lo tanto, ocultan la mayor parte de lo que son como problema. La problematización desde el tema, significa estar dispuesto a zambullirse debajo del nivel del agua y comenzar a ver qué hay más allá de la superficie, qué hay debajo de la punta del iceberg. El punto fundamental no es comenzar a decir lo que hay debajo del agua o de la punta del iceberg, porque eso significaría reducir lo que no está ni siquiera observado y mucho menos conocido, a un conjunto de conceptos manejamos y que creemos mecánicamente aplicables. En el fondo es zambullirse más allá de lo observable y para eso hay que contener la respiración, que en el caso de la investigación equivaldría a recurrir al pensamiento crítico, el cual hace las veces de oxígeno. Si queremos zambullirnos debemos tener capacidad de crítica. Hay que zambullirse para ver aquello que no se ve, que es el resto del iceberg. En la construcción de problemas, no hay que dejarse llevar por la observación morfológica, ni dejarse llevar acríticamente por la información o no creer que el tema que hemos podido enunciar es el problema. Para poder resolver esto (tercera cuestión) se requiere paciencia, se requiere quizá resolver otra cuestión que en el plano de la investigación es muy usual: no confundir el problema con el objeto. Yo puedo tener un objeto sin darme cuenta que éste supone implícitamente una construcción y puedo entonces comenzar a repetir conocimiento sobre un objeto ya construido. La lectura de teorías en el pensamiento epistémico. El pensamiento epistémico se basa en la construcción de una relación de conocimiento, la cual en el fondo consiste en demarcar problemas antes que construir enunciados con atributos teóricos. Esta cuestión presenta varias dificultades: el problema de como leemos la teoría. La cuestión a la que hago referencia es a como leemos. Todos sabemos leer, todos sabemos descifrar las palabras, pero no necesariamente sabemos leer. Detrás del aquí llamado pensamiento epistémico está la urgencia por saber leer los contenidos que todo mundo está recibiendo a través de las bibliografías de los distintos autores; saber leer un texto es no restringir la lectura a lo que podríamos llamar procesamiento del sub contenido o, para decirlo de otra manera, el procesamiento de sus conclusiones o la esquematización de un conjunto de proposiciones que el autor nos hereda para poder trabajar con ellas frente a las realidades que queramos. Esta sería una lectura en un sentido clásico. En el caso de las ciencias sociales en particular, hay que hacer un esfuerzo adicional y éste no es otro que tratar de leer los textos como lo que son: construcciones, leerlos desde lo que podríamos definir como sus lógicas constructoras. Si yo leo un texto reduciéndolo simplemente al conjunto de proposiciones que el texto nos ofrece lo que estoy haciendo es olvidar que detrás existe una lógica de construcción. Es el discurso epistémico implícito en su propia construcción teórica, la cual, de alguna manera, está basada en el uso de determinadas categorías, muchas de ellas no explicitadas sino en la mayoría de los casos, están implícitas en los textos. Las lógicas de construcción son muy claras en algunos autores, pero no en todos. Uno de los problemas que tenemos a finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI, no solamente es el abuso de los textos de difusión o de resúmenes sino también la abundancia de un cierto tipo de libros, de producción, donde no se ve claramente lo que estoy llamando las lógicas constructoras. No siempre está claro cómo se construyeron las aseveraciones en torno a un fenómeno. Este problema es lo que nos permite ver si un pensamiento puede o no estar vigente más allá del contexto histórico en que se construyó. El gran problema del conocimiento social es poder construir un conocimiento que sea capaz de crecer con la historia. Este es el punto es un problema epistémico. Hay categorías que resisten las mutaciones históricas más que otras; pueden ser categorías que se mantienen vigentes más allá del período histórico en el cual se forjaron inicialmente y, por tanto son susceptibles de ser recuperadas como elementos constructores de más conocimientos o de nuevo conocimiento, más allá del momento en que fue gestado. El tiempo y la complejidad de lo real El pensamiento tiene que seguir a la historia en el sentido de adecuarse creativamente a los cambios de los procesos históricos. Esto supone asumir muchas cuestiones, por lo menos dos que son básicas: que los fenómenos históricos no son fenómenos lineales, homogéneos, simétricos ni están sometidos a la mecánica celeste de nadie; son fenómenos complejos en su dinamismo, en el sentido en que se desenvuelven en varios planos de la realidad, no solamente en uno y son a la vez macro y micro sociales. Tenemos que estudiar esos fenómenos históricos en varios recortes de la realidad y no solamente en uno. Es una primera exigencia. La segunda involucra al problema del tiempo, las temporalidades de los fenómenos son muy variables, los tiempos son múltiples, no hay un solo tiempo que fije el fenómeno, sino muchos tiempos y eso es uno de los grandes desafíos del conocimiento. Los fenómenos históricos no ocurren de manera plana, longitudinal, sino tienen lugar a través de coyunturas, las cuales forman parte de los procesos, de las tendencias a largo plazo, y eso tenemos que tomarlo en cuenta. Los procesos socio históricos no son solamente económicos, políticos, sociales, institucionales, etc., sino que conforman una constelación, están relacionados entre sí, son parte de una matriz de relaciones complejas, que los lleva a que se determinen recíprocamente lo económico con lo político, lo político con lo cultural, y así sucesivamente. Los fenómenos históricos sociales hacen parte no solamente de contextos y re relaciones múltiples dentro de distintos niveles de la realidad, sino también de contextos, de significaciones o de universos de significaciones. América Latina es una construcción de sujetos que se están transformando y que construyen realidades distintas a las que pueden eventualmente surgir de otros contextos culturales, como pueden ser los asiáticos, los europeos, los africanos, o los norteamericanos. La realidad del conocimiento no está solo en la universalidad, sino que está en lo que aquí llamaría la pertinencia histórica del conocimiento. Y está refiere a la capacidad que tiene el conocimiento de dar cuenta de la especificidad de los fenómenos, que es lo que resulta de entender a estos como ubicados en contextos muy complejos de relaciones múltiples y en distintos tiempos. Para poder reconocer esa realidad que está afuera de los límites de lo que se dice que es lo real en el plano de la economía, en el plano de los sistemas políticos, etc., necesitamos aplicar un razonamiento mucho más profundo, que rompa con los estereotipos, con los pre-conceptos, con lo evidente. Pensar epistémico es el plantearse problemas a partir de lo que observo pero sin quedarme reducido a lo que observo, sino ir a lo profundo de la realidad y reconocer esas potencialidades que se ocultan, que son las que nos van a permitir construir un conocimiento que nos muestre posibilidades distintas de construcción de la sociedad. VIVA LA CRISIS –P. BOURDIEU Plantea la heterodoxia de las ciencias sociales, el derrumbe de la ortodoxia y su legado. Bourdieu celebra la crisis. En la reviste Teoría y Sociedad toma la crisis como ruptura del modelo hegemónico, la invitación a la revista es un síntoma profundo de cambio en las ciencias sociales. Es a la vez un punto de encuentro de todas las corrientes sociológicas minoritarias y marginales. Lee esta convocatoria de aquellos marginados como de derrumbe de la ortodoxia y su legado (referida a la herencia positivista y neopositivista). Esta ortodoxia estaba sostenida por un grupo de profesores que querían dar a la sociología una legitimidad científica (identidad de respetabilidad académica y neutralidad o inocuidad política. Con esto se refiere al triunvirato capitalino: Parsons – parte de la teoría teorizante – Caplow – empirista, parte de la burocracia investigativa – Merton – intentando conciliar, esfuerzo para generar la teoría de alcance medio.). Estos profesores habían sostenido su legitimidad y se investigaba a partir de lo que ellos enseñaban y eso daba respeto. Lo que generan grandes egos refiere al homo-academicus (el que muestra resultados, que le gusta lo acabado, no muestra el proceso sino a lo que llega. Sostiene la idea de que el conocimiento es universal o universable únicamente). Estos profesores formaron una especie de oligopolio científico y elaboraron lo que Goffman llaman working consensus apto para dar a la sociología la apariencia de una ciencia unificada. Esta ficción de unanimidad se asemejaba a la de aquellas ortodoxias religiosas o jurídicas que deben mantener prioritariamente y ante cualquier precio el consenso. El working consensus da la apariencia de ciencia unificada para preservar el orden simbólico: se reproduce lo mismo y se aumenta el ego de cada uno para pensar que todos hacemos lo mismo y tenemos la misma estrategia metodológica. Pero este cinismo termina en una antítesis absoluta del acuerdo de confrontaciones académicas. No hay razón para lamentar el derrumbe de la ortodoxia. Pero tampoco hay que olvidar que las oposiciones complementarias, las oposiciones en la complementariedad, que estaban en la base de la antigua división del trabajo de dominación científica, pueden sobrevivir al debilitamiento de la ficción de síntesis que la coronaba. Paradójicamente, bajo esos aires de rigor absoluto se evita a menudo la crítica de los conceptos utilizados y de las operaciones más fundamentales de la investigación, como los procedimientos de codificación de los datos y la elección de las técnicas estadísticas de análisis. Así sostiene la idea de las falsas dicotomías: la teoría sin investigación empírica está vacía, la investigación empírica sin teoría esta ciega. La ciencia social debe romper con las pre construcciones del sentido común, esto es con la realidad tal como ella misma se nos presenta de cara a construir sus propios objetos, incluso al riesgo de que parezca violentarse a esa realidad, de ajustar los “datos” a las necesidades de la construcción científica, o de enfrentarse a una especie de vacío empírico, como cuando la información necesaria es incompleta o imposible de comparar o cuando no existe y no puede ser producida. Cuando estas pre construcciones definen lo visible y lo invisible; lo pensable y lo impensable; y como todas las categorías sociales, encubriendo como revelan y pueden revelar sólo por encubrimiento. Uno de los mayores obstáculos del progreso de las ciencias sociales reside indudablemente en esta formidable brecha entre la obediencia estricta a las reglas de buena conducta científica tal como las define la doxa metodológica enseñada en las universidades y las verdaderas virtudes científicas. Para Bourdieu la cuestión de la fidelidad a los padres fundadores de las cs sociales se reduce a lo siguiente: si uno es no marxista o webberiano, es una alternativa religiosa no científica. Los estudios que hacen sino ratificar las construcciones del sentido común y del discurso ordinario, convirtiendo los presupuestos cotidianos en definiciones científicas tienen todas las posibilidades de ser aceptados por la comunidad académica y sus audiencias, y tanto más si se pliegan a las reglas más superficiales de la disciplina científica. Mientras que la investigación que rompe con la falsa evidencia y la apariencia de neutralidad de las construcciones de sentido común – incluido el sentido común académico – siempre corre el riesgo de parecer un acto de imposición arbitrario, cuando no se toma la postura ideológica. Muchos errores científicos podrían evitarse si cada sociólogo tuviera presente que las estructuras sociales que él o ella estudia en un momento dado son el producto del desarrollo histórico y de las luchas históricas que deben ser analizadas si uno quiere evitar la naturalización de dichas estructuras. Incluso las palabras que empleamos para hablar acerca de las realidades sociales, las etiquetas que utilizamos para clasificar objetos, agentes y sucesos como los nombres de las ocupaciones y de grupos, todas las categorías opuestas que hacemos en la vida cotidiana y en el discurso científico son productos históricos. La historia social de la ciencia debería ser parte imprescindible de la caja de herramientas intelectuales de todo científico social. En el nivel más general la ciencia social oscila entre dos perspectivas aparentemente contradictorias: objetivismo y subjetivismo, o física social y semiótica social o fenomenología social. En un nivel más “metodológico” este punto de vista estructuralista está orientado al estudio de mecanismos objetivos o estructuras latentes profundas y de los procesos que las producen y reproducen. Este acercamiento se apoya en técnicas de investigación objetivistas e incorpora lo que yo denomino una visión tecnocrática en la que sólo el académico puede captar una imagen completa del mundo social, que los agentes individuales solo aprehenden parcialmente. Durkheim en forma típicamente objetivista contrapone la visión científica del conjunto con la visión privada, parcial, particular y por tanto errónea, de la persona profana individual. La sociología puede reducir el mundo social a meras representaciones que los agentes tienen de él, la tarea de la ciencia se convierte entonces en producción de un meta-discurso, “un informe de informes”, como lo planteó Gardfinkel, dado por agentes sociales en el curso de sus actividades cotidianas. En términos de método este punto de visa está generalmente asociado con los denominados métodos “cualitativos” o naturalistas, tales como la observación participante, la etnografía, el análisis del discurso, o el auto-análisis. Esta forma académicamente despreciada de observar el mundo social está generalmente más cerca de la realidad, más atentan a los aspectos concretos y detallados de las instituciones que en la aproximación objetivista. Creo que la verdadera teoría y práctica científica debe superar esta oposición integrando en un solo modelo el análisis de la experiencia de los agentes sociales y el análisis de las estructuras objetivas que hacen posible esa experiencia. Estos dos momentos, objetividad y subjetividad, se mantienen en relación dialéctica. Es esta dialéctica de objetividad y subjetividad la que el concepto habitus está diseñado para captar y resumir. Habitus produce estrategias que están objetivamente ajustadas a la situación objetiva, aunque estas estrategias no sean ni el producto de la invención explícita sobre objetivos conscientemente perseguido, ni el resultado de alguna determinación mecánica por causas externas. La principal consecuencia práctica que puede conseguir el trascender la antinomia entre objetivismo y subjetivismo proporciona la posibilidad de superar la oposición entre la observación o medición objetiva por una parte y la participación subjetiva o autoanálisis, por otra. El análisis social debe implicar algo más que la mera combinación de la objetivación estadística de las estructuras con informes interpretativos de las experiencias primarias y las representaciones de los agentes. Captar lo esencial de la acción social requiere lo que yo llamo objetivación participante: para llevar a cabo no sólo la objetivación del objeto de estudio sino también, como yo he tratado de hacer en mi propia obra, ya sea sobre los campesinos franceses o sobre los académicos franceses, la objetivación del objetivador y de su mirada, del investigador que ocupa una posición ene l mundo que describe. UNIDAD II CLASIFICACIÓN Y DESCRIPCIÓN DE LAS METODOLOGÍAS DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA – IGNACIO MONTERO Y ORFELIO G. LEÓN Se presenta un sistema de clasificación de las diferentes metodologías de investigación actualmente utilizadas en Psicología. Dicho sistema se basa en el tipo de investigación que se utiliza en cada caso. El sistema se compone de nueve grandes categorías. 1. Estudio teórico: todo trabajo en el que no se aporten datos empíricos originales de los autores, es decir, todos los trabajos de revisión que no son el informe de una investigación empírica. 2. Estudio descriptivo mediante observación: los estudios que utilizan observación sistemática, natural o estructurada, con un objetivo descriptivo. 3. Estudio descriptivo mediante encuestas: estudios que han utilizado encuestas con un objetivo descriptivo, detallando el tipo de diseño utilizado, transversal, longitudinal o de panel. 4. Estudios cualitativos: aquellos que utilicen un plan de investigación autocalificado como cualitativo. Existen subcategorías: a. Etnografía: estudio de un grupo en el que se integra el investigador y recoge la evidencia mediante un conjunto de técnicas no estructuradas en las que predomina la observación participante. b. Estudio de casos: estudios descriptivos no estructurados que se refieren a una única unidad muestral, bien sea una persona, grupo o una organización. Puede ser intrínseco ( el investigador no lo elige) o instrumental ( el investigador lo elige) c. Investigación-acción: estudio de un contexto social donde mediante un proceso de pasos sucesivos en espiral se investiga al mismo tiempo que se interviene. 5. Experimentos: es necesario que al menos una de las variables independientes estudiadas sea manipulada explícitamente por el investigador. a. Experimento simple: experimentos con una sola variable independiente. b. Experimentos complejos: experimentos con más de una variable independiente, se anotará la forma de estudiar cada variable independiente y el tipo de diseño. 6. Cuasi experimentos: todos aquellos estudios que aun teniendo el objetivo de contrastar una hipótesis de relación causal, tiene limitaciones para conseguirlo con éxito. Dentro de este primer grupo se incluyen los diseños con intervención en los que se hacen aplicaciones en situaciones naturales en las cuáles es imposible asignar al azar a los participantes o controlar el orden de aplicación de los niveles de la variable independiente. Dentro de los diseños con intervención se pueden dar las siguientes variantes. a. Pre-post: se toma una medida antes de la intervención y otra después. Se han podido utilizar los diseños con un solo grupo, con un grupo de cuasi-control, con cuasi control en una segunda variable dependiente, con cuasi control en una cohorte anterior, etc. b. Solo post: solamente se pueden tomar medidas tras la intervención. Se pueden usar diseños simples, con cuasi control en una cohorte, con un grupo duplicado simultáneo, con cuasi control en una cohorte duplicada, con dos o más tratamientos, etc. c. Serie temporal interrumpida: la naturaleza de la variable dependiente ha permitido tomar repetidas puntuaciones antes y después de la intervención. Los diseños simples, con grupo de cuasi control, con cuasi control den una segunda variable dependiente, etc. d. Discontinuidad en la regresión: la intervención se produce a partir de un valor pre en la muestra y se estudian los valores post en el entorno de ese punto 7. Estudios ex post facto: incluye aquellos en los que las limitaciones para el contraste de las relaciones causales vienen dadas por la imposibilidad de manipular la variable independiente. Diferentes planes de investigación: a. Retrospectivos: se comienza estudiando la variable dependiente y después se prueban posibles variables independientes. b. Prospectivos: se comienza estudiando una variable independiente y después se mida la dependiente. c. Evolutivos: diseños en los que la variable independiente es el paso del tiempo. 8. Experimentos de caso único: en esta categoría se incluirán todos los estudios experimentales en los que un solo individuo es su propio control. Variantes: a. AB: diseño en el que no se puede retirar el tratamiento b. ABAB: diseño básico de caso único con retirada del tratamiento y finalización con intervención. c. Variantes ABAB: cualquier variante del diseño básico, indicando la secuencia usada con la terminología de uso. d. Línea base múltiple: los casos de línea base en varias conductas en el mismo sujeto, la misma conducta en varias situaciones y la misma conducta en varios sujetos. 9. Estudios instrumentales: todos los estudios encaminados al desarrollo de pruebas y aparatos, incluyendo tanto el diseño como la adaptación de los mismos UNIDAD III TEORÍAS PSICOLÓGICAS. LOS PROYECTOS DE PSICOLOGÍA – FELIZ TEMPORETTI Uno de los argumentos centrales que subyacen en el estudio de la metodología de la investigación psicológica: los caminos y modos de proceder que se adoptan para producir conocimiento científico en el campo de la psicología están estrechamente ligados a la teoría psicológica de la cual se parte o se toma como marco conceptual de referencia. La psicología como empresa científica aparece organizada e institucionalizada en una serie de programas, proyectos o movimiento, diferentes entre sí. Estas diferencias se establecen no sólo entre los problemas que plantean y la manera de concebir a los mismos, sino también entre las modalidades de resolución que proponen. Teoría, metodología y métodos forman un sistema unitario que transmite una voluntad de poder. Esta diversidad de perspectivas teóricas y metodológicas está presente desde el momento mismo en que se inicia la tarea de hacer ciencia psicológica. Se habla de psicologías y no de psicología, hablando de la “crisis” de la disciplina. Koffka en 1926 estaba convencido de que la psicología subjetiva y la psicología del comportamiento se transformarían, irremediablemente, en dos disciplinas diferentes. Pavlov llegó a diferenciar la reflexología de la psicología de su época. En la actualidad muchos están convencidos que la psicología freudiana, que devino en psicoanálisis, produce un saber muy distinto al que genera la psicología. En los comienzos de la década del 1920 Lev Vigotski se preocupó por analizar esta dispersión del conocimiento psicológico y encaró un estudio sistemático en el texto “el significado histórico de la crisis de la psicología” de 1927. Vigotski encaró un análisis histórico de las formas concretas que fue adoptando la psicología desde el momento en que se inicia como empresa científica hasta finales de la década de los años 20’s del siglo pasado. Pone la cuestión metodológica como una de las problemáticas cruciales más relevantes de la psicología. Interrogó las bases de la disciplina: ¿qué es lo que estudia la psicología? ¿Cómo lo hace o debería hacerlo sin renunciar a su nombre ni, por ende, a la realidad de lo psíquico? Si aceptamos que los problemas de investigación y los modelos de proceder en su resolución, están íntimamente asociados al marco teórico conceptual de la cual se participa, de ello se infiere que, abocados a la tarea de enseñar y aprender a investigar en psicología, no sólo hemos de ocuparnos de los métodos y procedimientos de la investigación científica en general y de las ciencias sociales y humanas en particular, sino que debemos ocuparnos de la teoría psicológica y su proceso de construcción. No existe la metodología psicológica en abstracto. Una teoría psicológica resulta de la culminación de un proceso de investigación en el marco de un programa científico. Las teorías realimentan e inspiran las indagaciones por venir y además conforman el núcleo de los marcos conceptuales que orientan las prácticas profesionales. Se mencionan los más importantes proyectos o sistemas psicológicos teniendo en cuenta distintos escenarios geopolíticos y en una perspectiva histórica crítica. Vamos a tratar cada una de estas teorías como hechos en la historia de la ciencia, es decir como acontecimientos, como productos concretos históricamente vivos. Cada proyecto opera con hechos, conceptos, generalizaciones y clasificaciones diferentes. Se enuncian los supuestos básicos, argumentos e hipótesis centrales así como las opciones metodológicas, es decir las lógicas en que sustentan sus investigaciones, las filosofías en las cuales respaldan su proceder, así como los métodos y estrategias que utilizan para construir un saber científico. Los mas trascendentes son:
La psicología empírico subjetiva y la Völkerpsychologie (Wundt y la inspiración de Lazarus y
Stendhall) (1860/1879) La psicología del pragmatismo (William James, Charles Peirce, John Dewey y George Mead) (1890) El psicoanálisis (Sigmund Freud, Alfred Adler, Carl Jung, Melanie Klein, Anna Freud, Jaques Lacan) (1900) La psicología empírico objetiva. Dentro de la cial vamos a considerar siguiendo la propuesta de Vigotski, la reflexología (Pavlov) y el conductismo (Thorndike, Watson, Tolman, Hull y Skinner) (1905/1913) La psicología de la Gestalt (Wertheimer, Kölher y Koffka) (1912) La psicología sociohistórica (Lev Vigotski) (1924/1926) La psicología Genética o Psicogénesis (Jean Piaget e Babel Inhelder) (1926) La psicología social/crítica (Enrique Pichon Riviere, José Bleger, Fernando González Rey, Maritza Montero, Martin Baro, Tomás Ibáñez, Gergen) (1960/1970) La psicología cognitiva y el computacionalismo (Newell y Simon, Neisser, Anderson, Rumelhart y McClelland) (1960/1970) La psicología cultural (Jerome Bruner, Michael Cole y James Wertsch) (1980/1990) Hay dos propuestas en la producción de conocimiento en la psicología que no han sido incluidos como proyectos: la psicometría y la psicología humanista existencialista. En 1905 Alfred Binet, en Francia, inaugura una perspectiva innovadora desde el punto de vista metodológico, para dar respuesta a una problemática concreta, vital y de interés público: el fracaso escolar de muchos niños en el sistema educativo francés basado en la obligatoriedad y en la igualdad de oportunidades para todos. La manera en que Binet resolvió el problema sentó las bases de otra manera de investigar fuera del laboratorio o de la clínica individual y abrió un sendero por el cual construyó su camino lo que un tiempo después conformó el campo teórico y metodológico de la Psicometría. Entre los años 50 y 60 del siglo pasado, surge en EE.UU una orientación caracterizada por algunos autores como un movimiento que se denominó psicología humanista – existencialista, inspirada por pensadores y psicólogos europeos –algunos de orientación psicoanalítica. Un rasgo característico de ésta fue su condición de movimiento filosófico y sociocultural más que de un proyecto o programa estrictamente científico. América (USA) Europa (Alemania – Francia) 1860 Völkerpsychologie 1880 Psicología Empírico Subjetiva 1890 Psicología Pragmática 1900 Psicoanálisis 1910 Psicometría Reflexología Psicología Empírico Objetiva Psicología de la Forma 1920 Psicología Histórico Cultural 1925 Psicología Genética 1956 Revolución cognitiva Psicología Cognitiva Computacionalismo Psicología humanista existencial Psicología social (crítica) 1970 Cambios epistemología y metodología Giro lingüístico Giro interpretativo Giro Narrativo 1980 Psicología Cultural 1990 2008
Siguiendo la propuesta de Vigotski podremos apreciar que la regularidad en el cambio
y en el desarrollo de las ideas, la aparición y muerte de conceptos el cambio de categorizaciones pueden ser explicados científicamente si relacionamos la psicología como ciencia con: el sustrato sociocultural de la época, las leyes y condiciones generales del conocimiento científico y las exigencias objetivas que plantea al conocimiento científico la naturaleza de los fenómenos psicológicos objeto de estudio en el estado actual de la investigación. El marco teórico y metodológico de cada proyecto estuvo y está entroncado en la realidad particular socioeconómica, política, científica y cultural en la cual se engendró y que les vio nacer y sin la cual no se podía apreciar y entender en todas sus dimensiones. Cada uno de estos proyectos de psicología surgió como un programa científico, en un momento histórico y en sus procedimientos apoyándose en una concepción del mundo y del hombre, en una filosofía; adoptando diversas maneras de concebir la naturaleza de lo psíquico y delimitando el objeto de estudio de sus indagaciones. Existen numerosas razones por las cuales este análisis histórico crítico de la teoría y la metodología psicológica se impone como necesario: (1) es importante reconocer el carácter provisional e históricamente condicionado de conocimiento psicológico, la apreciación de la variedad y diversidad de enfoques y caminos por los cuales transita la construcción científica en la psicología. (2) por razones de entendimiento, para poder comprender mejor y encontrar con mayor facilidad significados y sentidos. (3) finalmente encuentro una razón de política educativa, de gestión de la enseñanza en un sistema democrático que garantice la autonomía en el pensamiento y la libertad de expresión. Propongo que dicho análisis tome en cuenta dos coordenadas: 1. Un eje geopolítico: en el cual se diferencian el bloque europeo con énfasis en la tradición germana y francesa; y el bloque americano con mayor énfasis en Norteamérica dado el desarrollo pionero que la psicología científica tuvo en ese país. 2. Un eje temporal: cuya fecha de inicio puede ser 1860 en Alemania cuando se inaugura la primera Cátedra Universitaria con la Völkerpsychologie de Lazarus y Steinthal y otra en 1879 con la instalación del primer laboratorio de psicología experimental de Leipzig, con Wundt, también en el ámbito de la Academia Universitaria, hasta la actualidad. En este eje temporal hay un inicio con el comienzo de la revolución científica en la psicología fechado entre 1860/1880 en Alemania y un corte dado por la denominada Revolución cognitiva que traslada el escenario de la producción científica hegemónica a los EE.UU quien junto a Gran Bretaña conforman el dispositivo científico cultural anglosajón. Su hegemonía llevó a que la nueva ciencia cognitiva de la mente se encuentre sin duda entre las acciones más cotizadas de la bolsa académica. La psicología en su conjunto puede ser vista como una gran empresa científica, una gran obra histórica generando proyectos y enfoques teóricos metodológicos diversos. En este proceso histórico de construcción se destacan momentos de gran producción, de originalidad, de creatividad y de acalorado debate y controversia y otros periodos de calma chica o de quietud desesperante, con exceso de repeticiones, menor espíritu crítico y escaso nivel de discusión. Cada uno de los proyectos de la psicología se identifica a un líder o autores principales. En estas circunstancias se trata de una “psicología de autor”, que comienza a desdibujarse progresivamente a partir de la revolución cognitiva donde emerge una psicología de empresa o de paradigma. Se asiste asimismo a una transformación en el modo de producir conocimiento: “de las grandes teorías psicológicas” con una visión integral del hombre se ha pasado a las mini teorías que ofrecen en la actualidad una visión fragmentada, recortada y parcial sobre mecanismos y procesos psicológicos. Cuando se trata de una psicología de autor, resulta de interés, para acrecentar nuestro conocimiento de las teorías, conocer acerca de la biografía de estos referentes emblemáticos. Sus historias personales, sus proyectos de vida, sus relaciones y las circunstancias que les rodearon se articulan con sus maneras de pensar y hacer psicología. El pensar y el hacer disciplinario está atravesado por sus posiciones éticas, ideológicas y políticas. Entrelazar teoría y biografía es otro modo de entrar en el tema, con suma frecuencia mucho más amena y entretenida que quedarnos tan solo con la fría estructura de las teorías y métodos. En la enseñanza y el aprendizaje de la psicología resulta una estrategia interesante que ayuda a la comprensión y el entendimiento. La perspectiva histórica propuesta se trata de un análisis histórico crítico que nos ayude a entender por qué y cómo cada uno de los proyectos, en tanto producto de una época, se sitúo de determinada manera y se pertrecho con ciertos instrumentos metodológicos que consideró los mas adecuados. Implica poder ver a las teorías psicológicas como elementos de una cultura y de un momento histórico determinado. Ninguno de estos proyectos en sí mismo y por sí sólo logró dar respuesta a la gama de problemas que se les presentan a los psicólogos en su actividad profesional y en la realidad cotidiana. El conocimiento científico tiene como objetivo fundacional y característica distintiva el conocimiento de la realidad para dominarla y transformarla en función de determinados intereses de grupos o clases. Debemos ser precavidos en prejuzgar a las teorías como “buenas” o “malas”, como “útiles” o “inútiles”. No se trata sólo de dictaminar si son adecuadas o no, si sirven o no para describir y transformar la realidad humana en función de los interés explícitos o implícitos sino de entender porque propusieron y elaboraron esos enfoques y no otros; qué están diciendo, por qué dicen que hay que hacer eso y no otra cosa. Esta mirada global, esta perspectiva de conjunto, permite apreciar una diversidad de enfoques que ayudan y nos permitan pensar, recrear y posicionarnos con cierta autonomía de pensamiento y no sólo ante el pasado sino también frente al futuro de nuestra disciplina. No se trata ni pretende con esta globalidad de que hay que saberlo todo, sino los conceptos esenciales y los principios metodológico básicos de cada proyecto. Subyace en este planteo histórico crítico la idea de un desarrollo, de un movimiento más en espiral que lineal. En la historia de la psicología se puede apreciar que muchas de las cuestiones y problemas esenciales planteados al comienzo siguen teniendo vigencia. Algunos de ellos no han sido resueltos aún. Las diferencias nos aportan riqueza por más discordante que sea la realidad. El análisis histórico y dialéctico de la psicología ayudará a descubrir y rescatar lo que es riguroso y lo que resulta más adecuado para nuestros propósitos e intenciones. En el desarrollo histórico de la disciplina se aprecia la aparición simultánea o casi al mismo tiempo de dos proyectos que en muchos aspectos se diferencian, en otros presentan contradicciones y en algunos casos presentan como antagónicos. No basta con saber sobre la psicología, es necesario tener algún tipo de conocimiento sobre las otras disciplinas en particular, sobre el saber que se agrupa en torno a las otras ciencias sociales y humanas. Producir conocimiento científico en nuestra disciplina exige una formación compleja más cerca del ideario de la tradición germana, una formación integral amplia, con fuerte base humanística, que del modelo de la tradición anglosajona, formación más acotada al conocimiento puntual y a la especialidad. Haciendo una síntesis: la importancia de la perspectiva histórico crítica se sustenta en varios puntos de interés: los conceptos y teorías científicas son ideas, por lo tanto forman parte de la historia intelectual y como tales pueden ser investigadas y estudiadas; las teorías se relacionan una con otras ya sea como continuidad enriquecida o como teoría con la cual se contrasta y confronta; la historia de la metodología, así pensada, nos permite el análisis, la reflexión y la discusión sobre los problemas que se plantearon y los caminos transitados para encontrarle una respuesta o solución; vamos a estudiar haciendo una selección de programas y/o proyectos científicos y dentro de cada uno de ellos vamos a destacar los hechos o eventos particulares y/o revolucionarios. Una manera de estudiar la cuestión puede ser considerar, en cada uno de los proyectos, tres aspectos o características fundamentales atribuidas a la producción de conocimiento científico: los problemas que plantearon, el tema o problema de investigación que desencadenó la investigación como ha sido formulado y la manera de concebir la naturaleza de lo psíquico y su origen en el comportamiento o accionar humano; el contexto de descubrimiento en un espacio geopolítico en un tiempo determinado y la manera de concebir el “escenario de prueba” de sus conjeturas, suposiciones o hipótesis; la modalidad que plantearon la interrelación entre teoría y empírea, la cadena de razonamientos que conecta la verificación de una suposición o hipótesis con los resultados experimentales obtenidos, la metodología y los métodos propuestos para la resolución del o de los problemas planteados. Otro eje de análisis que atraviesa la producción científica de la psicología, está conformado por una serie de contradicciones o dualidades siendo algunas de las más relevantes las siguientes: 1. Referidas al objeto de estudio de la disciplina: Mecano y/o sujeto Mecanismos y/o agente Individual y/o sociocultural Interactivo y/o transaccional Psicobiológico y/o histórico 2. Referidas a la intencionalidad científica: Describir Explicar y//o interpretar 3. Referidas al análisis psicológico: Abstracto y/o concreto Elementos y/o unidades General y/o específico Producto y/o proceso
PLANIFICACION LOCAL PARTICIPATIVA
La investigación acción participativa (IAP) Es una metodología que permite investigar la realidad, con los distintos problemas que en ella se presentan, planificar y ejecutar las acciones necesarias para mejorarla, en forma participativa. Se caracterizan por facilitar a los actores sociales un mayor conocimiento de su propia situación, para que en base a sus necesidades y expectativas puedan participar activamente en la planificación de intervenciones, bajo el precepto que para conocer la realidad hay que actuar sobre ella, porque no existe conocimiento válido que no se origine y compruebe en la práctica. Constituye una metodología de acción comunitaria, de carácter participativo que integra dos dimensiones:
La investigación: de la realidad en que se vive, las causas de las situaciones que se
presentan, los factores que inciden en un determinado estado de la población, identificando aquellos que pueden ser intervenidos para obtener una mejoría. La acción: sobre la situación investigada, determinando programas o proyectos concretos que puedan ser llevados a cabo a través de un trabajo colaborativo entre la comunidad y los equipos de carácter técnico. Ambas dimensiones son inseparables, abordan tareas similares y/p complementarias, orientadas a un único fin: el mejoramiento de las condiciones de vida y de salud de la población protagónica. Cada una de las dimensiones carece de sentido sin la existencia de la otra. Posee muchos elementos en común con las metodologías de carácter estratégico: reconocimiento, identificación, análisis y priorización de problemas, planteamiento de soluciones y su ejecución, en forma participativa. La IAP es una herramienta metodológica que se plantea avanzar en forma simultánea en la investigación de situaciones que vive la población, la sistematización y producción de conocimiento en torno a ellas, la ciencia y la tecnología. El producto del nuevo conocimiento elaborado constituye la base de una acción organizada, que moviliza diversos recursos de la comunidad y técnicos para mejorar las condiciones de vida. Metodológicamente la IAP va de lo particular a lo general y viceversa, se plantea de manera esencial al recuperación y sistematización de los conocimientos, historia t cultura de la comunidad además de la reflexión y análisis sobre sus problemas. La complejidad del proceso requiere de la articulación constante de diversas estrategias y acciones que se llevan a cabo en distinta medida en cada una de las dos dimensiones de esta metodología. La dimensión de la investigación A diferencia de la investigación académica conlleva en esencia la concepción de unidad y totalidad entre teoría y práctica, el objetivo es el desarrollo de una acción transformadora. La IAP se plantea como una metodología comprometida con procesos de mejoramiento de las condiciones de grupos de la población que viven situaciones de pobreza o carencia. Se expresa también como una intervención educativa que supera la dicotomía entre el “conocer” y el “hacer”: los encargados de conocer son los mismos responsables del hacer. Se concibe a los actores sociales como a los protagonistas fundamentales de su bienestar social ellos deben conocer, analizar y explicarse sus necesidades, ubicarlas dentro del contexto general y priorizarlas. Las principales actividades de la IAP que están estrechamente ligadas a esta dimensión son: 1. La investigación considerada en su carácter de acción implica en primer lugar la discusión y determinación de un marco de referencia, de las teorías o cuerpos conceptuales que servirán de parámetro con los cuales se compararan las definiciones propias del proceso. El propósito es el conocimiento de los diversos elementos que constituyen el contexto en que vive la comunidad, considerando aquellos que son relevantes en la determinación de sus condiciones de vida. Las principales tareas son: enunciación de un objeto de investigación, definición de un problema, establecimiento de objetivos, determinación de dimensiones, variables y categorías, análisis y procesamiento de información y elaboración de explicaciones y conocimiento sistematizado. Requiere de técnicas específicas que sean coherentes con el enfoque y objetivos del proceso. 2. La capacitación que permite la socialización u obtención de herramientas teóricas, metodológicas y técnicas, con el fin de desarrollar los diversos conocimientos y habilidades que requiere el proceso de investigación: para realizar el análisis, aplicar la metodología, definir alternativas de solución, etc. Constituye el primer paso metodológico de la IAP, es una de las actividades que se realizan permanentemente durante el proceso de la IAP y aunque puede relacionarse estrechamente con la dimensión de investigación también se desarrolla en torno a los contenidos que facilitan la acción. Las primeras tareas son: diagnóstico de las necesidades de capacitación, establecimiento de los contenidos que deben desarrollarse, definición de la opción metodológica en la que se basará, elaboración de un programa de capacitación, organización del proceso, ejecución de taller y cursos y evaluación de la capacitación. La dimensión de la acción Orientada al establecimiento de planes de intervención de la realidad derivados de los resultados de la investigación, corresponde a un proceso de planificación local participativa. Entre las actividades que se llevan a cabo preferentemente en esta dimensión: la comunicación de los niveles interpersonales, al interior de cada uno de los actores y sectores sociales y con el conjunto de la población; planificación del proceso de intervención de la realidad; organización interna de los diferentes actores y del equipo local en su totalidad. A través de la ejecución de esas tareas la IAP articula elementos como la educación, planificación participativa y la comunicación social. La IAP se basa en la interrelación de cuatro procesos simultáneos: 1. Investigación científica colectiva sobre los problemas concretos de una comunidad con participación de los propios afectados y los que están comprometidos por la solución de los mismos 2. Reflexión conjunta sobre las posibles causas y consecuencias de los problemas detectados e investigados y la consideración del potencial de la comunidad para superarlos 3. Acción organizada para ir en busca de soluciones y de factores condicionantes de su existencia. 4. Capacitación y educación popular el nuevo conocimiento se busca, se sistematiza y se intercambia. Principios básicos de la IAP Considera al conocimiento como un producto social que resulta de la cooperación, intercambio y comunicación entre los diversos grupos y actores de la sociedad, metodológicamente es absolutamente necesario involucrar a las personas en la investigación de su propia realidad como único camino para lograr la comprensión acerca de la forma en la que ellos son afectados. Admite la necesidad del intercambio, integración y complementación del saber popular y del conocimiento técnico-científico elaborados a partir de las vivencias y de aportes de las ciencias naturales y sociales. Sus métodos de investigación no son neutros, hay compromisos claros hacia la transformación social en beneficio de los sectores vulnerables. Pretende llevar los procesos de participación a la toma de decisiones en las políticas y programas que sobre salud se diseñan en lo nacional y local Existe una clásica situación en la que un grupo de científicos generan conocimiento sobre la comunidad, otro grupo utiliza estos conocimientos para elaborar políticas y programas, otro grupo ejecuta las acciones derivadas de esa programación y por ultimo están las comunidades que reciben las acciones. La IAP pretende superar esta desarticulación promoviendo la integración de todos los sujetos en un proceso conjunto, Fases La IAP no responde a etapas preestablecidas, el tópico de investigación y su programación son determinados por el ritmo de la vida diaria de la gente, sus intereses concretos y la importancia que ellos le atribuyen a tomar la iniciativa para cambiar sus condiciones de vida. El diseño se caracteriza por ser: participativo porque la decisiones de qué, cómo y cuándo en relación a la investigación se toman en forma colectiva por las personas interesadas y emergente porque los planes y procedimientos de investigación deben surgir de las investigaciones especificas del medio e irse acomodando a las necesidades y recursos de la comunidad en la medida que estos vayan siendo identificados. Se pueden identificar seis fases básicas:
Fase 1: organización de experiencias y conocimientos previos en el área de estudio. Tiene
una gran importancia la capacitación del equipo que llevará a cabo la investigación, los integrantes técnicos y de la comunidad, deben compartir información, metodologías y conocimientos existentes en torno a la temática de investigación. Es necesario tener en cuenta las diversas fuentes de información comunitaria que serán consultadas y tomar contacto con organizaciones y personas claves. Fase 2: definición de la problemática general de investigación. Requiere no solo de la identificación de problemas, sino de su descripción integrando las percepciones u explicaciones que la comunidad tiene de ellos. Debe obtenerse una definición conjunta de los problemas, con elementos técnicos y conceptos de la comunidad, la que de esta manera se motiva con mayor facilidad para participar en todo el proceso de investigación participativa. Fase 3: objetivación y problematización. Se realiza el diagnostico participativo, se analizan y explican los problemas considerando como válidas las causas identificadas por los diversos actores y buscando su integración en el análisis. Descubriendo la relación existente entre contexto y causas. Deben quedar definidos y priorizados los problemas. Fase 4: investigación de la realidad social y análisis de la información recolectada. Se define el tema y las preguntas de investigación. De acuerdo a las necesidades metodológicas se determinan las técnicas que se utilizaran para recabar información capacitando al conjunto del equipo investigador en su aplicación. Se recolecta la información, ordena y procesa la misma. Fase 5: definición de proyectos de acción. A partir del conocimiento elaborado se toman decisiones colectivas acerca de la futura acción transformadora, orientada al mejoramiento de la/s situaciones problemas estudiadas y priorizadas a abordar. Deben elaborarse programas de trabajo que serán ejecutados y evaluados participativamente. Fase 6: recuperación y sistematización de la experiencia. Se recogen los distintos elementos de la experiencia desarrollada: procesos, resultados, impactos. Para poder cumplir la tarea de esta fase es necesario que desde el diseño del proceso se establezcan las formas de registro, que permitirán conservar los elementos relevantes del proceso. La sistematización de la experiencia se hace a través de un proceso de reflexión colectiva, que integra elementos de teoría que sirvió de marco y de la práctica realizada reordenándolos y dándoles coherencia. El producto de la sistematización es un documento que contiene la descripción y análisis de la experiencia subrayando las conclusiones y recomendaciones que contienen elaboración de conocimientos. LA INVESTIGACIÓN EN PSICOANÁLISIS DESDE LAS INVESTIGACIONES EN PSICOANÁLISIS – AZARETTO, BARREIRO AGUIRRE, CRESPO, ESTÉVEZ, ROS La hipótesis que venia orientando es la siguiente: la forma de producción teórica en psicoanálisis puede incluirse en los métodos generales de las formas de cientificidad. Las investigaciones en psicoanálisis parten de la formulación de problemas, requieren de un diseño, explican hipótesis, comparten con las formas de cientificidad el requisito de ser comunicables y dar cuenta de su lógica de producción. Están sujetas a condiciones de coherencia interna. La especificidad de la investigación en psicoanálisis deriva de las particularidades de la teoría analítica y sus fundamentos. La conceptualización de su objeto condiciona los diseños de investigación y la elección de los procedimientos para llevar a cabo las investigaciones en psicoanálisis. El recorte mismo del problema que sustenta el proyecto es un efecto de la teoría desde la cual se lo aborda. Es necesario explicitar que al referirnos al método no estamos aludiendo a las estrategias o técnicas de producción de conocimiento científico (metódica) sino inscribiéndonos en una perspectiva de la metodología como la investigación científica de los métodos o de las metódicas: perspectiva universal de cualquier producción de conocimiento. La teoría metodológica y la epistemología han destinado no poco tiempo a diferenciar ambos modos y priorizar uno sobre otro; el positivismo lógico ha negado la posibilidad de conocer o estudiar las regularidades en las condiciones que contribuyen a la generación o creación de las ideas científicas y sólo ha apostado a describir las condiciones para validar los conocimientos que se producen, único ámbito al que es posible atribuir racionalidad. Sin embargo no es posible excluir ambas aristas del campo de las acciones investigativas como condiciones que tienen consecuencias sobre los productos. Nuestra población de estudio está formada por: Equipo de docentes-investigadores Proyectos y resultados de investigación Artículos que sientan bases acerca de lo que entienden por investigación en psicoanálisis El análisis y reflexión epistemológica nos brinda la oportunidad de identificar nudos conflictivos de la investigación en este campo. La perspectiva en esta dirección, no es “normativista” en el sentido de dar cuenta de cuantos estos proyectos se apartan de los cánones establecidos, sino más bien se trata de identificar las discusiones y conflictos subyacentes, que desde nuestra perspectiva requieren de ser abordados. Se pone en juego de manera extremada en las investigaciones en psicoanálisis no solo la tensión entre teoría y “hechos” como fuentes de conocimiento sino más aun la discusión con los requisitos del conocimiento científico: la universalidad como pretensión y contrastación empírica como condición. En lo que resulta un intento de negociación con lo que se supone que reclama la comunidad científica, cada posición adopta maneras que permiten la convivencia con dichas reglas bajo el supuesto de la falla o la excepción. Como consecuencia los recorridos que supone un diseño de investigación, la elaboración de un proyecto, se presentan como ajenos y externos, sin utilidad reconocida; como requisitos mas que como condiciones de posibilidad. En las investigaciones que toman como objeto a las teories e investigaciones que se apoyan en la clínica para producir conocimientos se vuelve evidente la dificultad para delimitar y poner a jugar un campo de problemas, heredero de desarrollos teóricos anteriores pero promotores de líneas de investigación que no se agotan en un proyecto. Uno de los aspectos que resultó de interés describir es la manera de acercarse al problema de investigación; sus antecedentes, la vinculación del mismo con una línea o programa más amplio que los tiempos que al propio proyecto impone. En general el problema es original o aun no logra insertarse en un área temática clara a la cual abrevar. Para destacar que dentro del campo de investigación psicoanalítico no se produce una continuidad ni transmisión de los temas de investigación, como si sucede en otras disciplinas. Se constata la falta de “legado” en la comunidad psicoanalítica respecto de los temas de investigación. Esta cuestión puede incidir en la dificultad para la delimitación del problema de investigación. El nivel de formulación de problemas parece alcanzar el nivel de explicitación de un tema de investigación. Inferimos que la falta de una formulación precisa del problema de investigación dificulta la posterior operacionalización de los términos y conceptos que intervienen. Diferenciamos proyectos cuyos problemas abren el dialogo entre el psicoanálisis y otras teorías del campo u otras disciplina, de proyectos donde la pregunta surge de la practica clínica y su dispositivo. En los primeros la validación apela a la teoría mientras que en los segundos se apela a los hechos, planteando un modo de producción inductivo del conocimiento a producir. De alguna forma esto se articula con posiciones diversas respecto de en qué medida la experiencia clínica constituye o no un ámbito de investigación; es decir, que estatuto se le da a la clínica a la hora de producir conocimiento científico. Entre quienes apuestan a promover solo investigaciones teóricas en psicoanálisis se expresa una concepción que discute con la producción de conocimiento científico por via de la generalización inductiva, como modelo de ciencia. Si bien no restringe la posibilidad de que la clínica resulte una fuente de inspiración de preguntas, se la excluye como espacio de abordaje sistemático para elaborar respuestas como si se tratara de preservarlo de reglas que se reconocen como distintas al mismo. Quienes soportan los conocimientos producidos sobre investigación llamadas “empíricas”, operan en ocasiones reduciendo el hecho clínico de manera de que este encuadre en los requisitos de la operacionalización. No se instala la discusión respecto de qué especificidad tiene este acontecimiento, cuya expresión requiere de la presencia de al menos dos sujetos, que se resiste a la idea de una objetividad externa y extraña. Los debates entre psicoanalistas de diversas corrientes se polarizan en supuestas oposiciones: Investigación empírica- investigación conceptual Investigación conceptual o teórica – investigación clínica El término empírico remite a lo correspondiente a la experiencia, el significado de empírico depende del sentido que le demos a experiencia. Experimento y experiencia de los sentidos no recubren el termino. La reflexión, la actividad especulativa constituyen también experiencias. Toda investigación atraviesa necesariamente una fase de validación empírica. Fase en la que el investigador decide cual será el objeto empírico de la investigación. Es el tiempo en el que el investigador decide una forma de recorte del objeto, de entre muchas formas posibles; lo que permite pasar de un sistema conceptual a un sistema operacional. La investigación supone una dimensión diferente a la de la practica del psicoanálisis. En el nivel de la investigación, el psicoanálisis comparte con otras disciplinas la exigencia de precisión y rigurosidad: condiciones que suponen la explicación de sus procedimientos de producción. Procedimientos que necesariamente guarden coherencia con la teoría. Las diferentes posiciones respecto a cómo se piensa la investigación, a que se investiga y como en el campo del psicoanálisis están asociadas a las formas de concebir al psicoanálisis, a la manera en que se piensa la relación del psicoanálisis con las formas de cientificidad y a cuales se consideran los procedimientos válidos para producir conocimiento. LOS MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGIA Y PSICOPATOLOGIA – BLEGER El psicoanálisis reúne una triple condición: procedimiento terapéutico, método de investigación y teoría o conjunto de teorías. Agrego una cuarta: constituye un desafío a la metodología de las ciencias de la naturaleza. Lo más frecuente es una actitud correspondida: una predominante indiferencia de los psicoanalistas por la metodología es paralela y compensada con una indiferencia de los científicos y metodólogos por el psicoanálisis. Una cierta proporción de psicoanalistas tienen la misma actitud y comprensión del problema y anhelan, aspiran y suspiran por el ideal de llegar a ser “ciencia exacta”, con verificaciones, controles y objetivaciones tales como los utilizados en las ciencias de la naturaleza. Otra parte de los psicoanalistas se agrupan en una actitud de “incomprendidos”, de soberbia y aislamiento frente a las ciencias de la naturaleza. Responden “en espejo” a una actitud equivalente por parte de los científicos “de verdad”. No quieren ningúna conexión y tienden a autoabastecerse, rechazando las exigencias o la necesidad de una epistemología; les bastan las evidencias y las intuiciones de su ciencia y de su técnica. Otros ven el problema mucho mas complicado y no como lineal ni unilateral; el psicoanálisis no tiene aun epistemológicamente desarrollados los procedimientos que utilizan. Son métodos válidos para contextos incorrectos o limitados (postura de Bleger). El psicoanálisis plantea un nuevo objeto de estudio o plantea el objeto de estudio de la psicología de otra manera con un método o procedimiento también nuevo. Este nuevo procedimiento o método del psicoanálisis tiene uno de sus pilares en la comprensión y otro en la interpretación como instrumento para vehiculizar o usar en forma adecuada dicha comprensión. El método de las ciencias exactas o de las ciencias de la naturaleza puede someter todo a la verificación y objetivación a excepción del momento del proceso de comprensión de datos y de los resultados de la investigación. Si los procedimientos de verificación y control de las ciencias de la naturaleza no se pueden utilizar en psicoanálisis, esto no ocurre por un déficit del psicoanálisis, esto ocurre por un déficit del propio método científico de las ciencias de la naturaleza. El método ha restringido los objetos a los que se aplica o ha construido sus objetos de acuerdo con el método. No se trata entonces de que las ciencias del hombre no “entran” en el método científico. Se trata de que este último no “entra” en las ciencias del hombre. Por una razón básica, su validez ha sido lograda amputando o eliminando al ser humano en los dos extremos: en la intervención humana en los objetos que se estudian y en la intervención del observador o investigador, escotomizando la condición humana de este último tanto como la del conocimiento mismo. Objetividad y racionalidad significan así supresión de los seres humanos y supresión del sentido y del contexto social y psicológico de todo dato y de toda investigación. La deshumanización de la ciencia y la tecnología no es ninguna novedad. Por eso el psicoanálisis es también un desafío a la metodología. Y la metodología de las ciencias de la naturaleza no puede decir nada ni ayudar en nada al psicoanálisis en su procedimiento porque tampoco lo tiene resuelto para él. En el problema de la comprensión es posible que el psicoanálisis pueda ayudar a la metodología de las ciencias de la naturaleza a recuperarse de la deshumanización de sus objetos de estudio, de la deshumanización de su investigación y en sus resultados. El psicoanálisis plantea un nuevo objeto de estudio o plantea el objeto de estudio de la psicología de otra manera. El psicoanálisis se centra en la relación interpersonal y tomando como base esta relación se centra también en el paciente y en el analista. Es una innovación epistemológica, no se trata de estudiar “cosas” que resultan entes deshumanizados sino siempre la relación del hombre con las cosas. El conocimiento mismo ya no puede ser objetivo sino incorporando al ser humano. La relación interpersonal en psicoanálisis es un diálogo que incluye la totalidad de ambos participantes. Es un diálogo de una estructura particular y no un dialogo cualquiera. La complejidad del método tanto como la innovación en cuanto al objeto de estudio hacen necesario, no sólo tener extrema preocupación en el empleo de los procedimientos “consagrados” en la investigación de la ciencia de la naturaleza sino también un replanteo de la epistemología. Se trata de un reajuste de la epistemología, que tome básicamente en cuenta que no hay hechos “desnudos” y que la objetivación es alienada si excluye al ser humano; se requiere reformular objetividad y subjetividad, racionalidad e irracionalidad que demuestran ser seudo problemas si se los plante como hasta ahora. Tres premisas: el psicoanálisis tiene un serio déficit en cuanto a la precisión de sus datos y en cuanto a fundamentación, verificación, objetivación y control de sus interpretaciones, hipótesis, teorías y resultados terapéuticos. La metodología de las ciencias de la naturaleza tiene un serio déficit, gracias al cual logro exactitud, verificación, control y objetivación. El entrecruzamiento se da en el hecho de que el psicoanálisis utiliza precisamente lo que las ciencias de la naturaleza no tienen resuelto para sí y enfrenta justamente aquello que las ciencias de la naturaleza han amputado como condición imprescindible para lograr su desarrollo. Y dos conclusiones: el psicoanálisis no puede esperar del método de las ciencias de la naturaleza ninguna solución básica o ayuda sustancial a sus problemas y el método de las ciencias exactas puede esperar del psicoanálisis que este le ayude a salir de su estrechamiento y amputación presente: de su abstracción y deshumanización. El psicoanálisis se inscribe como una hermenéutica, un estudio de los significados. Pero desarrolló una metapsicología que sigue los lineamientos de las construcciones objetivistas de las ciencias de la naturaleza, recurriendo a entes y esquemas explicativos y causales. El problema que debe afrontar la metodología de las ciencias de la naturaleza no puede consistir en una mero agregado de “algo” que no tomó en cuenta, sino posiblemente en una reconsideración muy radical de sus propios fundamentos. No hay en la metodología de las ciencias exactas nada que nos de pautas o caminos para comprender, para pensar, para crear: en una palabra para investigar. Una gran cantidad de investigadores no investigan: solo han aprendido y aplican los procedimientos de recolección de datos, de clasificación de observaciones y los de verificación. Dado que en el psicoanálisis el instrumento básico de la investigación es la propia personalidad del investigador se ha estructurado un conocimiento psicoanalítico de la investigación que resulta provechoso para comprender también la investigación y al investigador de cualquier campo científico. En las relaciones entre metodología y psicoanálisis hay cuestiones no resueltas en ambas. Las insuficiencias metodológicas del psicoanálisis en cuanto a verificación, control y objetivación, no lo invalidan como método científico de descubrimiento. La metodología no es un cuerpo acabado, es un desarrollo propio pero también depende de los aportes de los distintos campos científicos y de los procedimientos utilizados por estos últimos. La metodología y la epistemología estudian lo que los investigadores hacen y dicen en su trabajo de investigación: como lo hacen y porqué. Y el método psicoanalítico se plantea problemas nuevos como el de objetividad vs subjetividad, donde la objetividad se logra amputando al sujeto y no se obtiene sino una ilusión de objetividad. Pero incluir los seres humanos en la objetividad no es equivalente a conocimiento subjetivo. Algo similar ocurre con lo racional vs irracional, el que se estudien los llamados fenómenos irracionales no quiere decir que el método o el conocimiento sean irracionales. Si se utiliza la empatía o el insight no es de por sí irracional. Lo es si solo se usa eso, lo cual no ocurre en la investigación psicoanalítica. En rigor el razonamiento es irracional en cuanto es una caricatura del pensar y en tanto se presenta como “pura razón”. La racionalidad es lo que los psicoanalistas llamamos racionalización, constituye el más puro exponente del formalismo. El psicoanálisis sigue sus desarrollos y evolución con independencia, sin dejarse arrastras ni presionar por los procedimientos utilizados en las ciencias de la naturaleza; pero los psicoanalistas debemos dedicarnos mucho más a los aspectos metodológicos específicos de nuestra propia disciplina, tratando de resolver los problemas dentro del contexto de nuestro propio método y de acuerdo con las características peculiares del objeto de estudio y del tipo de conocimiento que aporta. Los desacuerdos no invalidan las afirmaciones de ninguno de los procedimientos, pero los acuerdos pueden orientar y abrir nuevas posibilidades, recordando siempre que no debemos supeditar al método psicoanalítico, su objeto y sus resultados, a ninguna otra disciplina. La naturaleza de los instrumentos auxiliares que podamos poner en juego en el estudio de hipótesis, teorías y supuestos psicoanalíticos no tiene nada que ver con un compromiso en sostener que la naturaleza del psicoanálisis sea la misma que la de estos instrumentos auxiliares a los que se puede recurrir. El límite reside justamente en ello: que ningún procedimiento auxiliar llegue a comprometer la independencia del método psicoanalítico en sus propios procedimientos, sus propias reglas técnicas, sus hipótesis, teorías, etc. La investigación psicoanalítica se lleva a cabo en tres contextos. El primero es el tradicional y se denomina psicoanálisis clínico, el segundo introducido por Freud como psicoanálisis aplicado y el tercero psicoanálisis operativo. El psicoanálisis clínico se plantea como una observación en condiciones controladas, otros lo consideran un procedimiento cuasi-experimental; otros enfatizan la originalidad de una relación interpersonal reglada. Es necesario separar con claridad en el método el control de su eficacia terapéutica de la verificación de sus hipótesis y teorías. El psicoanálisis aplicado es cuando literalmente se aplica el psicoanálisis o cuando se trata de una investigación. El psicoanálisis de una novela, una película, una obra de arte, un diario tiene ventaja de una mayor distancia por la cual el investigador no se halla emocionalmente tan involucrado como en el caso del psicoanálisis clínico pero las deducciones son más conjeturales. En el psicoanálisis clínico no se aplica el psicoanálisis, se lo utiliza. El aplicar el psicoanálisis en psicoanálisis clínico es una de las causas del empobrecimiento de la investigación: se busca lo que se conoce de la manera en que se lo conoce y no se trata de encontrar lo que no se conoce. El psicoanálisis operativo se utiliza el conocimiento psicoanalítico en situaciones grupales, institucionales o comunitarias y tiene la ventaja sobre el psicoanálisis aplicado de que es posible utilizar la comprensión observando sus efectos. Metodológicamente se halla menos reglado y por eso resulta más complicado que el psicoanálisis clínico pero con él se amplían los campos de investigación y de utilización del psicoanálisis. Exige siempre un trabajo de campo y es por esta última exigencia que se lo debe también diferenciar de la especulación basada en conocimientos o teorías psicoanalíticas que constituye una variante del psicoanálisis aplicado. Creo legítimo investigar con los conocimientos psicoanalíticos, pero se utilizan los conocimientos para comprender no el método psicoanalítico, el cual es solo privativo del psicoanálisis clínico En psicoanálisis nos enfrentamos en la actualidad con pobreza de ideas de creatividad, falta de audacia y poco espíritu de permanente autocrítica, de duda y rectificación. Aplicar el psicoanálisis en el campo del psicoanálisis clínico es solo aplicarlo no utilizarlo. La institucionalización del psicoanálisis lleva a un afianzamiento del profesionalismo, a una defensa de una doctrina más que a la formación de investigadores. Un problema fundamental del psicoanálisis clínico se plantea con respecto al carácter de sus datos; de que es lo que se observa, dado que lo observable no es literalmente lo que se ve o escucha sino también lo que sienten. El psicoanalista trabaja con significados o sentidos, que deduce de los observables y de sus propias vivencias. Aquí hace falta que los psicoanalistas dediquemos más atención a lo que se interpreta, a lo que se comprende y a las operaciones que tienen lugar cuando se comprende. El dato psicoanalítico es una relación interpersonal en la que el psicoanalista se halla involucrado y que a su vez configura en cierta proporción el carácter de los datos, se pierda la objetividad. Pero sostengo que se logra mayor objetividad en cuanto se incluye la subjetividad. El psicoanálisis al igual que todas las ciencias del hombre y las ciencias de la naturaleza, enfrenta arduos problemas metodológicos, muchos de los cuales son comunes y muchos otros son específicos. La perspectiva general no debe diluir los problemas específicos del psicoanálisis pero tampoco este último debe hacerse cargo con exclusividad de lo que otras ciencias tampoco tienen resuelto y a veces ni planteado. LOS MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA – RICARDO MUSSO