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2017
En este trabajo analizaré la película “La venus de las pieles”, dirigida por Roman
Polanski, con relación a: el teatro dentro del cine, temas de teatralidad y
finalmente, realizaré una pequeña comparación de la novela literaria con la
película.
Polanski nos presenta a los personajes y nos revela ciertas características de los
mismos. En el inicio, Thomas está hablando por teléfono, criticando su día de
audiciones, así nos da a conocer antecedentes de la situación y el temperamento
del personaje, ya que Thomas está un poco ofuscado al no encontrar la
protagonista para su primera obra como director.
Asimismo, Wanda nos revela la vida de una actriz, cuando nos comenta acerca
de su representante, quien, por cierto, misteriosamente le ha conseguido el
libreto.
Esta conversación y la presencia de estos dos individuos revelan, una vez más,
la teatralidad en el film, ya que tanto el director como la actriz son quienes
interpretan signos textuales, y crean a su vez nuevos signos para una obra de
teatro. Domingo Adame (2007: 81) considera al director como el artífice de la
teatralidad.
Pérez Bowie (2010, 56) nos comenta sobre la teatralidad reflexiva: Metadiscurso
paralelo, donde incluye los filmes en los que la trama gira en torno a la
preparación de una puesta en escena, pero en los que aquella se convierte en
pretexto para el desarrollo de un discurso paralelo, en el que se reflexiona sobre
la obra que se pretende montar y se discuten las estrategias más adecuadas
para ello.
Venus in fur es un ejemplo, sin duda, ya que gira en torno del montaje y donde
el texto y comentario de los personajes se contrastan por la continua alternancia
entre la historia marco y la historia enmarcada.
La teatralidad se deja ver una vez más con esta transformación. La máscara y
corporalidad se ha encargado de subrayar la condición de representación y es
un momento impresionante, tanto para al espectador como para Thomas
(director). Según Abuín (2012:85) el actor sería el revelador activo de los
elementos menos confesados y confesables de las sociedades humanas, la
imagen impúdica, a veces temida, del determinismo de la mentalidad colectiva.
Thomas quien conoce o cree conocer a sus personajes, se ve envuelto en
confusión y placer por la primera intervención de Wanda, y siente que es ella la
mujer que busca para el papel. La atmósfera ha cambiado y Thomas da la réplica
como Severin.
También, la obra teatral reduce muchos episodios vividos entre Severin y Wanda
como se relata en la novela, sin embargo, la película nos muestra claramente la
relación e historia que existe entre ambos.
Por ejemplo, el juego con la taza de café imaginario, donde el director prepara el
café ficticio y se escucha el sonido de la cuchara rozando la vasija. Como dice
Brook (1968,38) el vacío del teatro permite que la imaginación rellene los huecos.
Asimismo, la utilización de la vara, en este caso el sonido es realizado por la
misma actriz; el contrato, que se lo puede visualizar con el juego de manos de
los actores; entre otros. Claramente podemos visualizar los movimientos
precisos del personaje al realizar la acción, y esto estimula a la imaginación del
espectador, envolviéndonos en el juego.
Para dar un ejemplo, nos ubicamos en la escena que Thomas está encarnando
a Severin, pero Wanda interrumpe para corregir su interpretación, ya que piensa
que lo debe realizar con más sentimiento. Otra ruptura, es cuando Wanda le dice
a Thomas que han llegado hasta la página que culminaría la audición.
Se puede hablar de una función paralelística en el film, que según Pérez Bowie
(2010, 51) puede hablarse, cuando el inserto teatral reproduce una acción que
tiene lugar simultáneamente en el ámbito de la historia marco.
Nos damos cuenta que en el teatro, el actor es más dueño del personaje y la
creatividad del mismo es ilimitada, claro son los ejemplos de Wanda y Thomas,
quienes investigan a sus personajes, pero al mismo tiempo descubren su ser.
Abuín (2012) El teatro sustituye a la vida y los actores maduran al mismo tiempo.
Ambos continúan el juego hasta que Wanda ata a Thomas de pies y manos
revelándose como persona, critica su obra, la misma que le parece degradante,
un insulto para las mujeres, pornografía, mientras le dice mírese, haciéndole
reflexionar.
La Venus de las pieles es una película que nos revela el universo teatral tanto
físico como son sus espacios, escenografía e iluminación, pero también su lado
interno como es la creación de personajes, los ensayos e improvisaciones y las
relaciones entre los participantes, la creación y más. Rivette (2012:17) menciona
que el teatro es otra cosa, más secreta, más misteriosa, con relaciones más
profundas entre las personas que hacen este trabajo, relaciones llenas de
complicidad”. Estos detalles se pueden ver claramente en la película.
Polanski nos presenta una película, un cine teatralizado, en donde nos muestra
un teatro escondido, donde los gestos y poses de los actores son vistos de mejor
manera, gracias a los primeros planos, y en donde además de darnos a conocer
el discurso de la obra dramática, logra introducirnos y hacernos perder la noción
de realidad, la audición de la actriz, y nos envuelve en la historia que se está
representando en las tablas. Por tanto, la ficción y realidad se entrecruzan,
ocasionando una lucha, donde los roles de director-actriz, dominador-dominante
se turban y su comienzo y fin se pone en duda, sin permitirnos suponer el instante
que precede a ese momento, y el que sigue, hasta el final de la historia.
Según Abuín (2012, 64), el teatro se construye sobre la conciencia mutua del
espectador y el actor, como una especie de juego, y en el cine, el espectador
solitario, contempla un espectáculo seductor que le atrapa en un universo de
ficción. A mi parecer, en La Venus de las pieles ocurre esta mezcla de
sensaciones en el espectador, ya que por un lado nos envolvemos en el film,
pero a la vez nos dejamos seducir por el juego teatral que nos presentan.
Esta cinta nos demuestra que el cine y el teatro comparten mucho entre sí, el
hecho de ser una puesta en escena, utilizar textos dramáticos o un discurso, y
además que el uno puede hablar del otro y revelarse así mutuamente.
La venus de las pieles es un meta teatro dentro del cine, en ella la teatralidad se
expone de muchas maneras, como ya se ha mencionado y ejemplificado.
Concluimos igualmente que no es teatro filmado, como afirma Guarinos (1992)
el teatro filmado no existe, ya que la intervención de la cámara implica una
escena profìlmica no teatral sino elaborada con vistas a la construcción de una
narración.
Bibliografía: