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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

CENTRO DE INVESTIGACIONES

PSIQUIÀTRICAS, PSICOLOGICAS Y SEXOLÓGICAS DE VENEZUELA

Instituto de Investigación y Postgrado

Maestría mención: Orientación de la Conducta

Educación para Para Padres

Caracas.

ENSAYO (II)

Participante: Tovar, Norelis

C.I. 11.603.707

Profe. Fumero Albin

ABRIL 2014
EL DIVORCIO

DESINTEGRACIÓN FAMILIAR

La vida marital debería empezar con la buena fe y debería seguir felizmente


bajo el manto del amor, la tolerancia y el respeto mutuo. Pero no en todos los
casos el contrato matrimonial y la relación conyugal continúa su existencia hasta el
fin de las vidas. En ciertos casos se vuelve imposible para las dos partes vivir
juntas en paz y armonía por distintas razones. En tal circunstancia también
prevalece la existencia de los hijos en algunos matrimonios; lo que dificulta aún
más la situación ya que por ellos las partes se ven forzadas muchas veces a vivir
juntas y su vida se torna cada vez más insoportable y en muchos casos las
consecuencias pueden ser lamentables e incluso trágicas. Sin embargo, es
evidente que como el matrimonio es una necesidad social, en ciertas
circunstancias su disolución también es una necesidad social. Está claro que la
familia es el núcleo de la sociedad y que es de vital importancia para el sano
desarrollo de todos los seres humanos. No obstante, en algunas circunstancias el
divorcio puede ser una medida necesaria, cuando la pareja se ha tornado
demasiado conflictiva y han agotado todos los recursos por solucionar la situación,
más aún si tienen hijos, ya que tienen repercusiones graves sobre ellos.

Resulta oportuno definir que es el divorcio, tal como lo afirma el Dr. Bianco:
“Es la disolución de un compromiso legal de una pareja, estableciendo una nueva
relación “. Por su parte la maestrante opina que el divorcio es la desintegración
familiar a consecuencia de la separación de los padres es una dinámica dolorosa
de sentimientos contradictorios que involucra a toda la familia y que requiere de
alternativas de intervención para su manejo, debido a que los hijos suelen sentirse
culpables de los problemas y pleitos que suceden entre sus padres,
experimentando sentimientos de rechazo y abandono que repercuten en el
desarrollo de su personalidad y conductas de desadaptación social.

Cuando un matrimonio llega a su fin, cualquiera que sea el motivo, ocurren una
serie de hechos incomodos como el reparto de los derechos y obligaciones sobre
los hijos, los tiempos de estancia con los mismos, en definitiva con quien deben
vivir los hijos, quien debe educarlos y alimentarlos ; aunado a esto la vivencia
emocional de cada miembro de la antigua pareja, y la vivencia propia de los hijos
que están teniendo con la separación y que muchas veces no se le da la debida
importancia ni el manejo adecuado para sobrellevarlo.

En este propósito se considera que cuando ocurre una separación, los hijos
experimentan una especie de duelo, por la pérdida de la vida con los padres juntos
y por el rompimiento de la estabilidad familiar, con todo lo que esto implica,
además de la amplia gama de sentimientos que se producen. También los hijos
pueden llegar a experimentar sentimientos de culpa por la percepción de que ellos
pudieron ser los responsables de que sus padres se separaran, ya que también se
han dado casos donde algunos de los padres o ambos le hacen señalamientos,
refiriéndose a que debido a su comportamiento hizo que su mamá o papá se
fuera. De igual manera los hijos pueden experimentar rabia ante algunos de los
padres o hacia los dos, por lo que están viviendo, así como también impotencia
por la sensación de no poder hacer nada para evitarlo y por supuesto tristeza ante
todo lo que está presenciando. Algunos pueden llegar a encerrarse en sí mismos
como parte de un mecanismo de defensa contra el daño que la separación le
ocasiona, demostrando rebeldía y fallas académicas en la escuela, a pesar de
todo, no todos los hijos reaccionan de la misma manera, eso va a depender de sus
características personales, la edad de los hijos al momento de la separación
también marca importantes diferencias en relación al impacto que produce en ellos
y de cómo esté manejando la situación de divorcio.

En conjunto todo lo que supone el divorcio se desencadena en los niños en un


menor rendimiento académico, disminución de la autoestima o el autoconcepto,
dificultades sociales, problemas emocionales (miedo, ansiedad, depresión…) y
problemas de conducta.

Sobre la base de las consideraciones anteriores, la maestrante sostiene que


el rol del orientador de la conducta es el de guiar y ayudar a los padres que se
encuentran en situación de divorcio de tal manera, que ellos puedan entender los
sentimientos de sus hijos ante su separación, con la finalidad de identificar las
actitudes favorables para reparar la experiencia y evitar las actitudes
desfavorables que conllevan confusión , dolor y por ende a la negación y la
anulación de su circunstancia. En este sentido lograr que se de el manejo
operativo de la dinámica familiar, de manera que los hijos puedan así comprender
la separación y puedan adaptarse poco a poco al nuevo estilo de vida.

Para concluir, el divorcio lamentablemente es una realidad actual y por tanto


los padres deben estar preparados para enfrentar ésta u otras situaciones que
transformen o cambien su estabilidad familiar - emocional y la de sus hijos,
recordando que una comunicación asertiva es la base para dialogar y llegar a
acuerdos que beneficien a los hijos, ya que cambiará el rol de pareja, pero nunca
el de madre o padre, por lo que se debe fomentar a pesar de cualquier
circunstancia el respeto hacia los dos progenitores, sabiendo que los hijos tienen
derecho a disfrutar del contacto con ambos para así favorecer su adaptación en el
ámbito familiar y afectivo.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Bianco, F. (1992) Educación para Padres. Editorial CIPPSV: Venezuela.

Fernández, R. F. y Godoy, F. C. (2002) El niño ante el divorcio. Editorial


Pirámide: Madrid.

Benedek, Elissa P. ; Brown, Catherine F. Cómo ayudar a sus hijos a superar el


divorcio (1999) Editor: Ediciones Medici, S.A.

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