Sunteți pe pagina 1din 26

PSICOANÁLISIS XXIV (1); 53-78, 2012

Artículo original

El Miedo y sus Metamorfosis


Ricardo O. Moscone1

Recibido: Marzo 13-2012


Aprobado: Junio 06-2012

Resumen

Se destaca: la gran difusión e importancia del Miedo disfuncional que ocasiona limitaciones
prácticamente invalidantes; que es imposible comprender al miedo si antes no se sabe con
precisión que es una emoción; que su léxico es impreciso; que las definiciones, escasas; que la
Neurosis de Angustia y la Histeria de Angustia, dos presentaciones clínicas freudianas, pueden
entenderse unitariamente porque en ambas predomina el Miedo disfuncional; que, también,
puede tomarse como síntoma de una psique disfuncional; que, como toda emoción, una vez
conformado, se mantiene estable.
El Miedo disfuncional puede hallarse oculto tras, entre otros, los siguientes síntomas: Algunas
pseudofuncionalidades psíquicas; ingenuidad; pereza; superstición; algunas hiperreligiosidades;
algunas hipermoralidades; adicciones; disfunciones del lenguaje oral; timidez; vergüenza dis-
funcional; postergación de la realizaciones personales; algunas culpas disfuncionales; algunos
estados de tristeza; pensamientos negativos sobre el futuro; una variedad de la necesidad de
un objeto sexual denigrado; diferentes presentaciones de la Fobia al coito; Síndrome de Psique.
Cada uno de estos síntomas es desarrollado sintéticamente.

Palabras clave: Miedo, Miedo disfuncional, emoción, Síndrome de psique.

Fear and Its Metamorphosis


Summary

In relation to dysfunctional fear is to be noted: Its relevance as it is so widespread and can


produce severe limitations that might be handicapping; the impossibility of understanding fear
if emotions are not adequately defined and lexical and semantic imprecisions are not clarified;
that as it happens with every emotion once it has been configured remains stable; that it can
be considered as a symptom of psychic dysfunction. The Freudian clinical distinction between
Anxiety Neurosis and Anxiety Hysteria should be considered as a unity derived from dysfunctional
fear. Dysfunctional fear can be hidden behind ingenuity, laziness, superstition, magnified religious
feelings, hyper-moral attitudes, addictions, language disorders, shyness, excessive shame, pro-
crastination, dysfunctional guilt, sadness, pessimism, the necessity of denigrating sexual objects,
phobic attitudes towards coitus, and several other psychic functional disorders. Each of these
conditions is considered synthetically and the Syndrome of Psyche is presented.

Key words: Fear, Dysfunctional fear, excitement, Syndrome of psyche.


1
Médico Psiquíatra, Psicoanalista. Miembro Titular APM. romoscone@gmail.com.
54 Ricardo O. Moscone

O MEDO E SUAS METAMORFOSES

Resumo

É dado destaque a: a grande difusão e importância do medo disfuncional que causa limitações
praticamente incapacitantes ; que é impossível compreender o medo sem antes saber precisa-
mente o que é uma emoção; que o seu léxico é impreciso; que as definições são escassas; que a
Neurose de Angústia e a Histeria de Angústia, duas apresentações clínicas freudianas, podem ser
entendidas unitariamente porque em ambas predomina o medo disfuncional; que também pode
ser tomado como sintoma de uma mente disfuncional; que como toda emoção, o medo uma vez
conforme se mantem estável. O medo disfuncional pode encontrar-se escondido por detrás –
entre outros - dos seguintes sintomas: algumas pseudofuncionalidades psíquicas; ingenuidade;
pureza; superstição; algumas hiper-religiosidades; algumas hipermoralidades; vícios; disfunções
da linguagem verbal; timidez; vergonha disfuncional; adiamento das realizações pessoais; algumas
culpas disfuncionais; alguns estados de tristeza; pensamentos negativos em relação ao futuro;
uma variedade da necessidade de um objeto sexual denigrido; diferentes formas de fobia ao coito;
Síndrome de Psique. Cada um destes sintomas é desenvolvido sinteticamente.

Palavras chave: Medo, Medo Disfuncional, Emoção, Síndrome da Pisque.

No soy buen naturalista [como dicen], del Miedo. Con este término nos referimos2 a
y no sé mucho por qué resortes el esa emoción que, además de ser funcional o
miedo actúa en nosotros; pero es, en disfuncional, puede presentarse de múltiples
todo caso, extraña emoción, y opinan maneras, muchas de ellas encubiertas.
los médicos, que la que más saca de Si bien las Fobias han sido objeto de innu-
su lugar a nuestro juicio. […] Y que merables estudios, sobre el miedo se encuentran
muchas gentes, por la impaciencia pocos trabajos. El léxico es, en general impreciso;
de los aguijoneos del miedo, se hayan muchas son las causas que explican esto, pero
ahorcado, ahogado o precipitado, nos solo mencionamos la carencia de definiciones.
demuestra, que es aún más inoportuno
e insoportable que la muerte. El límite en la extensión de este artículo hace
que no podamos mencionar las opiniones de
Montaigne, Del miedo, en Essais muchos autores consultados, y aunque, todos
(1580/95, I, p. XVIII). ellos están mencionados en la Bibliografía, a
modo de respaldo, no están citados.
En el siglo XVI, este gran pensador francés seña-
laba de manera contundente la gran importancia


2
La utilización del plural responde a que, de las ideas expresadas como propias, es imposible descartar las que hayamos
olvidado que fueron aprendidas o tomadas de otras personas; reconocemos, que lo que manifestamos es posibilitado
por innumerables pensamientos ajenos, sin los cuales no podríamos haber llegado a formar nuestra opinión; conside-
rando la existencia de ideas que son consecuencia de un hecho social, tampoco podemos discriminar las que la socie-
dad, inconscientemente, nos determina. Como, además, entendemos que todo lo que es capaz de observar un individuo,
es muy probable que ya haya sido percibido {por otro u otros} desde hace mucho tiempo y muchas veces, el plural
también pretende incluir esta posibilidad. Todo lo anterior, no implica que eludamos hacernos responsables de lo escrito,
ni que pretendamos ubicarnos entre los modestos (Notas del Autor).
El Miedo y sus Metamorfosis 55

El léxico del miedo en Freud […] De acuerdo con el contexto, tanto


Angst [miedo] como Furcht [temor]
Las distinciones que traza [Freud] entre pueden corresponder a ‘ansiedad’ y,
Angst [miedo], Furch [temor], Schreck [terror] más raramente, a ‘angustia’; pero en
no resultan del todo convincentes. rigor, ni Angst ni Furcht corresponden,
en alemán, a ‘ansiedad’ o ‘angustia’. […]
Strachey
Angst significa ‘miedo’. Generalmente,
(III, nota a pie de página N° 1, p. 88)
indica un sentimiento de gran inquietud,
Esta es la conclusión a la que llega un pro- ante una amenaza real o imaginaria de
fundo conocedor de su obra, luego de revisar daño. Puede variar de gradación, desde
los tres intentos (1916/17, XVI, p. 358; en 1920, ‘recelo’ y ‘temor’ hasta ‘pánico o ‘terror’
XVIII, p. 12; y en 1925, XX, pp. 154-155), para (1996, p. 70).
diferenciarlos.
Otra afirmación de Hanns, debe conside-
Como Freud mismo lo manifiesta, no rarse: “Lo que hay [en alemán] son términos
distingue las voces con relación al mie- mucho más próximos a ‘angustia’ y ‘ansiedad’
do: “Omito entrar a considerar más que Angst; sin embargo, Freud no los utilizó.”
de cerca, si las acepciones usuales de (1996, p. 81) Y al advertir que es traducida por
Miedo [Angst], Temor [Furcht] y Terror Strachey como anxiety y por Etcheverry como
[Schreck] designan lo mismo o cosas ‘angustia’, estaríamos ante la necesidad de una
claramente distintas” (1916/17, XVI, nueva traducción del texto en alemán. Juan
p. 360). Al sintetizar sus ideas sobre el Carlos Weissmann (2010) prefiere la versión de
Miedo, el Dolor y el Duelo, afirma: “Es López Ballesteros, porque adecúa el significado
tan poco lo que hay sobre la Psicología de Angst al contexto.
de los procesos de sentimientos, que las Un diccionario de la época de Freud se-
siguientes, tímidas, puntualizaciones ñala, que Angst es: ‘miedo’, ‘temor’ (Furcht),
tienen derecho a reclamar la mayor in- ‘angustia, opresión’ (Beklemmung), inquietud
dulgencia” (1925, XX, p. 158). Y, siete años (Unruhe), preocupación (Sorge) (cf. Slabý &
después, al revisar el asunto para aportar Grossmann, 1937).
novedades, manifiesta: “Ninguna de ellas
[sus concepciones] puede considerarse
la solución definitiva de estos huidizos Definiciones
problemas” (1932, XXII, p. 75).
Quizás haya llegado la hora de acuñar los
Una preocupación importante que se crea [conceptos básicos] en definiciones.
para comprender el pensamiento de Freud
Freud, Pulsiones y destinos de pulsión
con relación a los miedos, surge a partir de la
(1915, XIV, p. 113)
traducción de la palabra alemana Angst; Hanns,
quien específicamente estudia los términos
empleados por Freud en alemán, sostiene: Al comienzo de este artículo, Freud plantea
la importancia de las definiciones, pero las
El término Angst [literalmente significa pulsiones fueron una incógnita hasta el final
miedo] generalmente se traduce al de su obra. Los términos referidos al Miedo no
español por ‘ansiedad’ o por ‘angustia’. están netamente delimitados ni por Freud, ni
56 Ricardo O. Moscone

por vocabularios de diferentes lenguas o de entre sí; a partir de estructuras innatas, cada
Psicología (encontramos que solo el de Pittàno una adquiere una configuración singular, con
intenta distinguirlos, 1998, pp. 740-1). Con base en las primeras experiencias emocionales
las definiciones que ofrece el diccionario de significativas, del trato emocional recibido y
nuestro idioma (DRAE, 2003), es muy difícil de la atmósfera emocional de la familia; en
diferenciar ‘miedo’ de sus sinónimos: Fobia, cada una, intervienen determinados circuitos
aversión, desconfianza, horror, sobresalto, neuronales; sus metas son preservar la vida,
aprensión, asombro, alarma, alerta, pánico, reproducirla y establecer sociedades; puede
pavor, escrúpulo, recelo, susto, temor y terror. presentarse una o más, simultáneamente o en
Por considerar, que es un paso metodoló- combinaciones; en función de sus metas son
gico indispensable, y para que, tanto nosotros fácilmente detectadas por los demás, ya sea
como el lector, sepamos a qué nos referimos intuitiva o conscientemente; una vez confor-
cuando empleamos determinados conceptos, a madas son estables; algunas sociales, encauzan
continuación expresaremos, de la manera más o corrigen a otras, permiten el funcionamiento
clara, precisa y concisa que nos sea posible, lo social; determinan el carácter; contribuyen a
que entendemos por algunos de los principales que constituyamos ‘sistemas dinámicos con
términos que utilizamos en este trabajo: comportamientos impredecibles’. Pueden ser,
incluso, disfuncionales; en este caso, algunas
Lo Psíquico. En un adulto, comprende los pasan a ser estados permanentes, y en muchas
fenómenos producidos en el cuerpo, determi- ocasiones se carece de conciencia de su presencia,
nados por las interrelaciones de dos sistemas y de que determina el pensamiento y el accionar.
diferentes: El emocional y el consciente, que a
su vez, funcionan interrelacionados con otros Emoción disfuncional. Configuración de la
externos: Individuos, familia, grupos y sociedades. emoción que perturba o impide cumplir con un
objetivo; ocasiona malestar individual y social.
Emociones. Uno de los dos componentes
básicos, constitutivos y constituyentes de los Pulsiones. Abstracción conceptual de pau-
fenómenos psíquicos; reacciones pulsionales tas de conducta específicas del hombre, cuyas
de duración variable, movilizadas a partir de manifestaciones concretas son las emociones;
estímulos propios o externos; constituyen sis- corresponden al instinto de los animales irracio-
temas autónomos; están interrelacionadas con nales, pero se diferencian, por la plasticidad de su
el funcionamiento consciente y lo subordinan; configuración; presentan enormes variaciones in-
son complejas, porque involucran a todo el dividuales y pueden ser disfuncionales; son varias,
individuo y, muchas veces, también a otras distintas entre sí, e innatas; unas están presentes
personas, a un grupo o a una masa; además, desde el nacimiento y otras surgen con poste-
como algunas son compuestas, comprenden: rioridad; se conforman, a partir de las primeras
Un sentimiento que puede estar ausente, una experiencias emocionales; una vez establecidas,
expresión facial característica, gestos corporales, puede considerárselas como inmodificables; son
manifestaciones fonéticas y sonoras, activación complejas, porque involucran a todo el individuo
del sistema nervioso autónomo y endocrino, y, en determinadas ocasiones, también a un
y reacciones motrices o parálisis; producen grupo o a una masa; sus metas son preservar
diferentes grados y cualidades de la sensación la vida, reproducirla y establecer lazos sociales.
de placer o de displacer; son muchas y pueden Lo consciente o funcionamiento cons-
establecerse clasificaciones, según el período ciente. Significativo progreso evolutivo propio
de aparición o su finalidad; son diferentes del hombre, cuya plenitud se produce en vigilia,
El Miedo y sus Metamorfosis 57

y con las emociones inactivas; reconoce el Miedo disfuncional, que, como suele utilizarse
sí-mismo, diferenciado de lo que le es ajeno; cuando esa emoción es grupal, resulta adecuado
permite disponer de tono postural, atención, para designar al Miedo como ‘hecho social’.
lenguaje, memoria, ubicación temporal espacial, Fobia. Una de las variedades del Miedo dis-
auto observación, identidad y pensamiento; funcional que se caracteriza por: 1) Una o varias
por medio del lenguaje, adquiere y transmi- sensaciones insoportables e inefables, junto con
te enormes cantidades de información, sin síntomas corporales, que también pueden ser
necesidad de la experiencia personal; con el intolerables; 2) La inaguantable sensación de
conjunto de elementos disponibles, piensa encontrarse indefenso, que determina: a) huida
(reconoce, recuerda, valora, relaciona, compara, inmediata o parálisis, b) Recurrir a mecanismos
infiere, anticipa, razona), para decidir la acción defensivos, c) búsqueda de la compañía de alguien
más adecuada que cumpla con sus objetivos o de la posesión de algo, considerado antídoto, d)
vitales: preservación de la vida, reproducción ingesta de drogas psicotrópicas, lícitas o ilícitas; 3)
e integración social; posee un relativo control presentarse ante determinadas personas, objetos
de las emociones; su actividad es privativa de o situaciones; 4) Intensidad y amplitud variables;
cada persona; carece de sensaciones de placer 5) Si el mecanismo defensivo es exitoso, la Fobia
/ displacer; y puede ser disfuncional. se hace inconsciente y su existencia se infiere de
Sentir. Sensación o estado emocional hecho los síntomas padecidos; 6) Habitualmente, hay
consciente; dado que este fenómeno implica la conciencia de que se trata de algo subjetivo e
participación de una compleja serie de facultades irracional; 7) Integrar una conformación psíquica
y aspectos psicológicos, como el funcionamiento disfuncional; 8) Las variadas manifestaciones
consciente, que discrimina lo percibido sobre lo psicosomáticas y neurovegetativas que presenta
que, con base en su estado, presenta opiniones son proporcionales al sufrimiento que se padece;
o tiene una disposición, también, es empleado 9) Hay casos en los que, incluso, se tiene Fobia
para designar alguna de estas. a sentirla; 10) Produce significativos síntomas y
Sentimiento. Acción y efecto de sentir. limitaciones; 11) Puede manifestarse como crisis.
Crisis fóbica (Freud, ataque de miedo 1894,
Miedo. Emoción que surge si la integridad
I, p. 234; 1894b, III, p. 94; 1916/17, XVI, p. 365;
personal o la vida está en peligro, cuando se
y 1925, XX, p. 121). Se caracteriza por: 1) Inicio
tiene un susto, es decir, cuando un estímulo
y finalización brusco; 2) Es breve; generalmente
sensorial imprevisto posee la intensidad sufi-
dura alrededor de veinte minutos; 3) Se ma-
ciente como para despertarlo, o al percibirlo en
nifiesta en quienes padecen fobias o estados
otra persona o grupo; depende de la capacidad
fóbicos; 4) Presenta molestos o intolerables
para enfrentar la vida, y lleva a adoptar medidas
síntomas psicosomáticos, entre ellos, sensación
adecuadas para protegerse. Temor, alarma,
de ahogo, opresión precordial, inestabilidad,
sobresalto son sus sinónimos.
mareos, lipotimias, náuseas, e­ scalofríos, tem-
Miedo disfuncional. Emoción que se blores, parestesias y acufenos; 5) Determina
produce sin que la integridad personal o la insoportables sentimientos como: angustia,
vida esté en peligro, pero con una magnitud ansiedad, inquietud, miedo a morir o a enlo­
desproporcionada, si lo está; cuando se está quecer; 6) Presenta reacciones neurovegeta-
ante la posibilidad de perder, o se ha perdido, tivas; 7) Produce una aceleración involuntaria
a la persona con cuya compañía se calmaba de ideas, pensamientos y de la motricidad;
un Miedo disfuncional. Pánico: Sinónimo de 8) Produce un descontrol mental que hace
58 Ricardo O. Moscone

temer estar enloqueciendo; 9) Puede ocurrir Angustia. Emoción que se desencadena en


durante el sueño, en cuyo caso se denomina condiciones de indefensión y desamparo; su
‘pesadilla’. sentimiento refiere un estado desagradable y
Estado fóbico. Presentación en la que la variable o impreciso (opresión, ‘falta de aire’,
fobia es permanente, tal como, generalmente, ansiedad, desesperación); puede estar acom-
ocurre en algunas agorafobias, que impiden pañada de otras emociones (miedo, tristeza o
abandonar un lugar cerrado. culpa); y ser funcional o disfuncional. La primera
Acompañante contrafóbico. Es la persona manifestación es la ‘angustia del octavo mes’
con la que el fóbico calma sus miedos. Paradó- de vida (Spitz, 1958, p. 51), que se produce
jicamente, puede ser alguien que necesite ser cuando el bebé adquiere la capacidad de re-
protegido (un bebé, un niño, un discapacitado, conocer a su madre y, sin, previamente, haber
un anciano o alguien que sufre); en este caso, tenido experiencias traumáticas significativas,
se trata de alguien débil, que hace fuerte a se le presenta un rostro diferente al de ella;
quien lo protege, al aceptar desempeñar el sería entonces, la reacción por haber perdido
papel del inválido. La relación entre el fóbico el contacto con quien cubre su indefensión
y su acompañante posee, entre sus cualidades y al que acaba de reconocer y, por lo tanto,
más destacadas: Narcisismo, simbiosis, depen- diferenciar de otros seres humanos; también
dencia e idealización; también son notorias indicaría que la conformación de su psiquismo
sus implicaciones psicológicas, entre las que requiere, necesariamente, contar siempre con
mencionamos: retraso de la madurez, quitar una misma persona y el miedo ante un extraño.
libertad, generar omnipotencia, establecer un Ansiedad. Variedad de la angustia en la
mutuo sometimiento / tiranía, y su pérdida que predomina la inquietud motriz.
determina un duelo muy difícil de elaborar. Vergüenza. Emoción social característica
Fetiche. Objeto o persona que calma un del hombre y la única relacionada con nuestra
Miedo disfuncional. condición social; se activa al advertir que se
Fetichismo sexual. Preponderante o exclu- hizo público algo personal que es socialmente
siva excitación y satisfacción sexual con algunas reprobado; produce diferentes sentimientos
partes del cuerpo que, generalmente, no son desagradables (vergüenza, deshonor, desvalori-
consideradas como erógenas, o con objetos rela- zación, humillación, ridiculez, desprecio), rubor
cionados con él; se originaría en la fobia al coito. en el rostro y algunas otras reacciones neu-
rovegetativas; su existencia indica la vigencia
Superstición. Creencia irracional inmodi-
inconsciente de valores y normas incorporados,
ficable, originada en un Miedo disfuncional y
cuya finalidad es la integración social.
no en una convicción religiosa ni en un ‘hecho
social’, por la que se considera que determinados Vergüenza disfuncional. Emoción que
sucesos o circunstancias constituyen un augu- surge cuando se tiene Miedo disfuncional a
rio, favorable o perjudicial; también, atribuir la opinión de los demás y esto produce inhi-
poderes o cualidades sobrenaturales a seres biciones y sufrimientos.
(personas, espíritus), objetos (astros, fetichis- Timidez. Dificultad o la imposibilidad para
mo), ritos, o sistemas de pensamiento (teorías hacer público algo personal que es socialmente
científicas, filosóficas o diversas concepciones); aceptado (puede tratarse de una expresión
o se adoptan disciplinas esotéricas (adivina- verbal, exhibir el cuerpo o alguna de sus partes,
ción, astrología, cartomancia, curanderismo, o desempeñar alguna actividad), determinada
espiritismo, magia, quiromancia, tarot, etc.). por una vergüenza disfuncional.
El Miedo y sus Metamorfosis 59

Pudor. Emoción social compleja derivada inferirse que no impugnó las afirmaciones de
del superyó que se pone en marcha ante otra su fiel discípulo. Entendemos que el creador
persona o grupo con el que se está relacionado del Psicoanálisis siempre defendió la existencia
y por la que se lo reconoce como un semejante de las ‘Neurosis actuales’, porque advertía la
diferente, se lo respeta, se asumen responsabi- presencia de un malestar proveniente de la
lidades y derechos, se observan normas y leyes, infancia, diferente de otro que se genera al
y se piensa en lo que puede o pueden sentir conformar nuevas sociedades; la carencia que
y en las consecuencias del accionar personal. señala Nunberg, se encontraría satisfecha con
Culpa. Es la emoción producida al haber la ‘Histeria de Angst’.
actuado de manera perjudicial para consigo En su período prepsicoanalítico, Freud hace
mismo, o hacia terceros o al violar valores, una completa descripción de la ‘Neurosis de
normas o leyes; esto indica la vigencia in- Angst’ (1893, I, p. 221; 1894a, III, p. 75; 1894b,
consciente de valores, normas y leyes incor- III, p. 92-99; 1895, III, p. 123; y 1916/17, XVI,
porados con el Superyó, cuya finalidad es la p. 362); se ocupa de ellas durante tres años
de llevar a actuar de la mejor manera para seguidos, a partir de 1893, y aunque en su
materializar objetivos personales y sociales; próxima mención en 1916/17 reitere su exis-
también cuida la autoestima y el prestigio, y tencia y ubicación entre las Neurosis actuales,
la integración social. resulta significativo, que las presentaciones
clínicas desaparezcan luego de 1895.
Culpa disfuncional. Emoción producida
por un Superyó agresivo que desprotege y Recordemos el Manuscrito B del 8-II-1893,
castiga sin corregir, por haber actuado de donde Freud las detalla con claridad y señala
manera perjudicial para consigo mismo o hacia que su síntoma predominante es el miedo:
terceros, o al violar valores, normas o leyes. Sus síntomas permanentes son: 1) Miedo
Narcisismo. Variación defensiva del amor a (Angst) referido al cuerpo: hipocondría; 2)
sí mismo en la que se produce el enamoramiento Miedo (Angst) referido a una operación cor-
de un ideal grandioso que lleva a que la persona poral: agorafobia, claustrofobia, vértigo en
se identifique con él desmintiendo aspectos altura; y 3) Miedo (Angst) referido a decisiones
personales y del mundo; en su configuración y memoria (o sea, representaciones que uno
intervienen muchos factores. mismo se forma de una operación psíquica):
folie du doute, compulsión a cavilar, etc. (I: 221).
Neurosis de angustia El 24 de abril de 1907, en la reunión de la
e histeria de angustia Sociedad Psicoanalítica de Viena, Stekel pre-
senta su trabajo Psicología y patología de la
neurosis de Angst, en el que sostiene que ‘toda
En las neurosis actuales [Freud] no pudo
Angst es temor a la muerte’, y, para sustentar
descubrir causaciones psíquicas
ni mecanismos psíquicos.
su hipótesis, adjunta cuatro casos. Freud afirma
que “la neurosis de Angst es provocada por el
Nunberg, Principios del Psicoanálisis, ‘coitus interruptus’” y ve el origen del Angst “en
1932, p. 204 la desviación de la excitación sexual somática
de la esfera psíquica.” Stekel, en contraposición,
está convencido de que “en la neurosis de Angst
Freud prologó elogiosamente este libro sin (como en cualquier otra neurosis), el conflicto
hacer ningún comentario, de lo que podría psíquico es esencial.” La mayoría de los que
60 Ricardo O. Moscone

participan en la discusión está en desacuerdo las evitaciones, renuncias y prohibiciones que


con la explicación exclusivamente somática de permiten individualizar a la histeria de Angst”
la Neurosis de Angst sostenida por Freud; a su (1915a, Lo inconsciente, XIV, p. 180).
vez, el creador del Psicoanálisis coincide con Por otra parte, resulta llamativo que Freud
aquellos que afirman que los casos de Stekel no vincule el tema de Lo ominoso, de 1919
son “histerias acompañadas de Angst” (Nunberg con el miedo, ya que al comienzo del artículo
& Federn, I, 1907, Pp. 192-199). afirma: “No hay duda de que pertenece al
En 1908 Stekel edita un voluminoso libro orden de lo terrorífico, de lo que excita miedo
en el que plantea que en esta, como en toda y horror; […] Uno querría conocer ese núcleo,
neurosis, el conflicto psíquico es esencial; apoya que acaso permita diferenciar algo ‘ominoso’
este criterio con numerosas casos. Freud escribe dentro de lo terrorífico” (1919, XVII, p. 219
el prólogo en el que aclara: “solo la designación y 220). Entendemos que ‘lo ominoso’ sería
de ‘Histeria de Angst’, se debe a una propuesta la presentación de un Miedo disfuncional
mía”, haciendo la primera mención impresa desmentido que, en la obra de Freud, quedó
de dicho cuadro clínico3. Al año siguiente, en como un tema aislado4.
Análisis de la fobia de un niño de cinco años,
Freud presenta por primera vez un caso de este
tipo de histeria, entidad que le permite seguir El miedo
sosteniendo su hipótesis del origen exclusi-
vamente somático de la ‘Neurosis de Angst’ y El miedo (y hasta los hombres más auda-
reconocer la existencia de la psicógena, que ces pueden tener miedo) es algo espantoso,
pasa a llamarse ‘Histeria de Angst’. Recordemos una sensación atroz, como una descomposi-
que, Freud en este artículo, retoma el tema de ción del alma, un espasmo horrible del pen-
las fobias, que no abordaba desde hacía quince samiento y del corazón, cuyo mero recuerdo
años; lo había hecho por última vez en 1894 (III, provoca estremecimientos de angustia. (…) El
p. 58/59) y en Obsesiones y fobias [escrito en verdadero miedo es como una reminiscencia
francés], donde afirma que en ellas “el estado de los terrores fantásticos de antaño.
emotivo es siempre la ansiedad (l’anxiété), el Maupassant, La peur (1882, p. 21)
miedo (la peur)” (III, p. 26).
Lo anterior lleva a pensar, que diversos
A través del personaje del cuento, el gran
motivos hicieron que las presentaciones clí-
escritor francés describe esa emoción que
nicas mencionadas se mantuviesen separadas,
conoce por experiencia personal. Recordemos
a pesar de que tenían en común la emoción
que Freud lo define: el miedo (Angst) es la
disfuncional Angst, ‘miedo’; entendemos que
expresión de una retirada frente al peligro
existen fundadas razones por las cuales tendrían
(1923, XIX: 56); y lo reitera: el miedo (Angst)
que considerarse como una sola. Un párrafo de
es la reacción ante el peligro (1925, XX, p. 141).
su obra es claro: “…lleva el nombre de ‘fobia’;
la expresión de la huida frente a la investidura El miedo es una de las emociones que se
consciente de la representación sustitutiva son presenta al comienzo de la vida; en los años

3
En la reunión de la Sociedad psicoanalítica de Viena del 9-X-1907, Freud menciona la histeria de Angst (Nunberg &
Federn, I: 226).
4
Saurí (1984: 29-31) entiende que lo siniestro pertenece al grupo del miedo.
El Miedo y sus Metamorfosis 61

siguientes, la incorporación del Superyó per- Por lo tanto, consideramos que las expli-
mite la aparición de las emociones sociales: caciones mono u oligocausales son parciales,
vergüenza, timidez y culpa. así como las que excluyen la participación de
los factores genéticos / constitucionales, los
Los miedos disfuncionales
psicológicos, los de las figuras parentales, la
familia, la sociedad, el azar, lo irracional y de
El hombre perturba el orden de la lo que aún falta por conocer.
naturaleza, más que seguirlo.
Durante el complejo de Edipo, el clima
Spinoza, Ética emocional parental es tan significativo como
(1661-1677, III, Prefacio, p. 198) en el hijo el establecimiento de identificaciones
con sus padres; entre estas últimas, por su
Afirma al comienzo de la parte dedicada al importancia recordamos el Narcisismo5 que,
estudio de las emociones (affects) sugiriendo al regirse por las leyes del proceso primario,
que, su configuración a partir de las experiencias vive como una realidad la identificación con
individuales, produce innumerables variedades, la imagen virtual fantaseada y se desmienten
como la de sentir miedo ante situaciones que importantes percepciones de sí mismo y del
no son peligrosas, y esto implica alterar una exterior; también, suelen desaparecer el trans-
función: se considera peligroso lo que no lo es. curso del tiempo y los límites. Hay casos en los
que se consigue que los demás funcionen como
El hombre y sus disfunciones psíquicas es los personajes de la fantasía de la propia vida.
el resultado de una prolongada y compleja
participación de factores que determinan pre- Las experiencias previas al período del com-
sentaciones heterogéneas. Prolongada, porque plejo de Edipo, inciden sobre las complejas con-
pueden hacerse iniciar antes del nacimiento y junciones y hechos que ocurren durante el mismo;
finalizar junto con la vida. Compleja, porque se el miedo a uno o ambos progenitores o el hecho de
trata de un ser que está integrado a sociedades, que ellos, que funcionan como instancia psíquica
y ambos constituyen ‘sistemas dinámicos con del hijo, puedan aterrorizarlo con su violencia o
comportamientos impredecibles’, que presentan con el temor a no ser considerado, si no asume
continuas e insospechadas modificaciones. el ideal que se espera de él, le suman nuevas
Compleja, también, porque en su determinación experiencias perturbadoras, y además dificultan
se conjugan factores individuales constituciona- aún más la incorporación del Superyó que puede
les, como las actitudes de los progenitores, que quedar plasmado como alguien peligroso, origi-
son los responsables de que los hijos lleguen a nándose así algún tipo de Miedo disfuncional.
la adultez, de la familia o los grupos sociales, y El Miedo disfuncional presenta una amplia
el efecto modificador de las experiencias indi- gama de sentimientos, desde un leve males-
viduales favorables y perjudiciales que acaecen, tar hasta resultar insoportable y, de no ser
azarosamente o no, durante toda la existencia. paralizante, provoca reacciones defensivas


5
Narcisismo: es la defensiva identificación con un ideal omnipotente que escinde/desmiente importantes aspectos per-
sonales conflictivos y percepciones displacenteras o que contrarían la convicción de ser el ideal; es una variación defen-
siva del amor a sí mismo; en este se ama lo que se es, en el Narcisismo se ama el ideal que se cree ser a partir de haberse
identificado con él. Su configuración es posible a partir de la instauración del Superyó, pero podría considerárselo
derivado de un elemental mecanismo defensivo al que el primitivo Yo recurre ante las primeras experiencias dolorosas
significativas del comienzo de la vida; el mismo, consiste en refugiarse en un estado virtual indoloro o placentero y la
escisión / desmentida del sufrimiento.
62 Ricardo O. Moscone

inmediatas, entre otras: a) Huida; b) Someter se trata de una insuficiente capacidad para
o someterse al perseguidor; c) Cumplimien- enfrentar los corrientes. Posteriormente, otros
to meticuloso de prevenciones, sugerencias, autores han señalado algo similar (Cf. Odier,
órdenes, normas, leyes, indicaciones, rituales, 1947, p. 59; y Bleichmar Dio, 1981, p. 124).
supersticiones y dietas; d) Su desmentida, que La hipótesis de que el miedo constituye el
en algunos casos, lleva a la creación de un síntoma de una psique conformada con disfun-
mundo benevolente y a la ingenuidad; e) Esta­ ciones, también explicaría la existencia de miedos
blecimiento de una compañía o la posesión en la infancia, y del menoscabo de las capaci-
de algún objeto considerado contrafóbico; dades (enfermedad física, vejez); asimismo, se
f) Consumo de drogas psicotrópicas lícitas o comprendería por qué el Miedo disfuncional está
ilícitas; g) Agresividad e ironía; y g) Diversas presente en casi todas las disfunciones psíquicas y
combinaciones de estos recursos. por qué frecuentemente acompaña al Narcisismo.

Los miedos disfuncionales La estabilidad del miedo


como síntoma
A la impotencia humana para moderar y
El miedo (timor) prueba un alma consti- controlar las emociones (affectibus) la llamo
tuida con disfunciones (degeneres). Servidumbre; en efecto, el hombre, sometido
Virgilio, Eneida (IV, p. 13) a las emociones, no depende de sí mismo,
sino del azar, cuyo poder sobre él es
tan grande, que a menudo le obliga a que,
Con estas pocas palabras, el poeta latino del viendo lo mejor, haga lo peor.
siglo I a. C. transmite su observación, de que el
Spinoza, Ética
miedo es un síntoma de una psique disfuncional,
motivo por el cual va acompañado de otras (1661-1677, IV, p. 334, Prefacio)
perturbaciones del desarrollo, ya que se perciben
algunas características, propias de la infancia Antes, recordamos que este filósofo había
o que indican inmadurez psíquica, entre ellas señalado que el hombre altera el orden de la
fragilidad, debilidad, credulidad e incapacidad naturaleza; esto explicaría por qué la conforma-
para manejarse independientemente. ción de sus emociones no es fija; así resulta que,
A lo último, podría referirse Freud cuando en el caso de que lo haga disfuncionalmente,
señala un ‘debilitamiento psíquico’ (Manuscrito tema lo inofensivo o atente contra su vida. Con
F, 1894, I, p. 236) o cuando, reiteradamente, la cita del epígrafe, deseamos destacar otro hecho
manifiesta que el adulto “se comporta en su importante: una vez que la emoción plasmó su
miedo como un niño” (1905, VII, p. 204; 1916/17, configuración, permanece sin modificarse y se im-
XVI, p. 364; 1925, XX, p. 121) Asimismo, existen pone a lo consciente del hombre; hecho que lleva
referencias indirectas (1932, XXII, pp. 149; 150 a Spinoza a plantear ‘La Servidumbre humana’.
y 153), que recordaremos más adelante, y de La preocupación por el control de las emo-
las que podría inferirse, que de la utilización de ciones disfuncionales proviene desde la anti-
recursos contra la sensación de desvalimiento, güedad (Eurípides, Sócrates, Platón, Cicerón);
puede suponerse, que se deben al hecho de Freud lo explicita, al final de su vida, cuando
hallarse ante un peligro significativo o que aborda ‘la intensidad de las pulsiones’ y refiere
El Miedo y sus Metamorfosis 63

‘domeñar esa exigencia pulsional’ (1937, XXIII, funcionales; precisamente, el Psicoanálisis es un


p. 227-228). No ha sido explicitado, pero es recurso fundamental. Veamos un ejemplo: Tomás
claro, que las que preocupan son las emo- no advertía que, ante irrelevantes situaciones,
ciones disfuncionales, ya que las funcionales se le desataban insoportables crisis fóbicas;
mantienen, protegen y reproducen la vida, y inconsciente de la existencia de esa emoción
además ocasionan los más grandes placeres. disfuncional, se sentía víctima de personas o de
Adoptamos el criterio de función / disfunción circunstancias, motivo que le llevaba a pensar,
en lugar del de salud / enfermedad y desechamos en que la solución radicaba en cambiarlas, y
los calificativos de ‘perversión’, ‘normalidad’ y que sufría a causa de un destino desgraciado.
‘cura’. Con respecto al último, estamos atentos a Significó un paso adelante, cuando pudo ser
detectar y elaborar la fantasía de ‘curación’ o de consciente de que su Miedo disfuncional era lo
sus equivalentes, porque implican la existencia de que le había determinado la interpretación del
una falsa e inconducente expectativa de eliminar- pasado y del presente, y que le impedía tomar
la. “Tenía la idea de que, un día, encontraríamos una actitud distinta frente a ella.
la causa de mis miedos y, en ese momento, me El hecho de carecer de conciencia, de que
liberaría definitivamente de ellos,” dijo Pedro, las emociones disfuncionales son las que deter-
al darse cuenta de que, como remedio para sus minan sufrimiento, hace que se las atribuya a
miedos disfuncionales, buscaba una solución terceras personas o a las circunstancias vitales,
inspirada en la omnipotencia de las palabras. y a sentirse víctima. Esto ya lo había advertido
La posición explicitada en el párrafo anterior, Lucrecio; en De rerum natura, manifiesta: “De
no es nueva. Cicerón, que dedica los capítulos este modo cada uno huye de sí mismo y, de
II, III y IV de Disputaciones tusculanas al análisis quien por lo visto, como sucede, es imposible
de emociones disfuncionales, manifiesta: “Con escapar, no se despega y aborrece a su pesar,
rectitud los llamaríamos, como opino, pertur- porque estando enfermo no comprende la
baciones [del ánimo] mientras que morbos causa de su dolencia” (III, p. 1068-1070).
no estaría conforme con el uso de manera Generalmente, ignoramos que, predomi-
suficiente” (III, IV, p. 9-10). Y lo reitera en este nantemente, actuamos y pensamos según
libro: “Más o menos con esta palabra designan nuestro estado emocional6. Las emociones
los griegos toda perturbación del ánimo: la forman parte de la estructura básica de nuestro
llaman, en efecto, pathos” (III, X, p. 28-29). Y ser, determinan nuestro carácter y nuestros
en el próximo: “Nosotros preferimos llamarlo razonamientos. Si bien las emociones juegan
perturbaciones (perturbationes) en lugar de con la conciencia como una tormenta con una
enfermedades (morbos)” (IV, V, p. 16-17). hoja suelta, como ya lo advirtieron Shakespeare,
La experiencia confirma, que las emociones Poe y Darwin7, hay varias circunstancias en las
son prácticamente inmodificables, pero esto no que la conciencia puede generar emociones y
implica que nada pueda hacerse para aliviar el esto sería otro indicador de las posibilidades
sufrimiento y los daños que ocasionan las dis- de cambio.

6
Hume, en Disertación de las pasiones, afirma: “La razón no puede nunca por sí misma ser un motivo para la voluntad y
no puede tener influencia alguna sino en cuanto que afecte a alguna pasión (passion) o afecto (affection).” (1757, V, p.
161). Entendemos que passion y affection equivalen a lo que definimos como ‘emoción’.
7
Shakespeare, Hamlet (1600: II, II, pp. 482-488); Poe, Purloined Letter (1844, p. 347); y Darwin (1872, . 334).
64 Ricardo O. Moscone

Las metamorfosis del Miedo Algunas


disfuncional pseudofuncionalidades

En lo visible se manifiesta lo invisible Quien viva temiendo, jamás será libre.


Anaxágoras (Diels & Kranz; Frag. 21 a)
Horacio, Epístolas (I, 16; p. 66)

Con el término ‘metamorfosis’, homena-


jeamos a Ovidio y Apuleyo, y anticipamos que Como puede comprobarse, en el siglo I a.
los recursos defensivos desmienten los miedos C., el escritor latino advirtió que el vivir con
disfuncionales, haciéndolos inconscientes, miedo coarta la libertad y limita significati-
lo que lleva a que se presenten encubiertos, vamente la vida.
bajo otras formas, tal como parece sugerirlo Educados, trabajadores y pacíficos, son per-
la afirmación de Anaxágoras. sonas cuya vida parece desenvolverse funcio-
Hace veinte siglos, Cicerón, en Disputa- nalmente, pero una indagación más profunda
ciones tusculanas, señaló el miedo oculto revela que viven en un estado permanente de
tras otras formas, al afirmar: “Bajo el miedo miedo y pueden presentar algunas fobias. Los
se le subordinan la indolencia, la vergüenza, diversos recursos utilizados para controlar el
el terror, el temor, el pavor, la consternación, miedo los hace hiperrespetuosos; prudentes,
la turbación, el pánico” (IV, VII, p. 16). tímidos; vergonzosos; dubitativos, supersticiosos,
hiperresponsables; sometidos, hipermorales; con
Freud, en Lo inconsciente, afirma: “Pero en conocimientos médicos; bien provistos de medi-
la práctica psicoanalítica estamos habituados a camentos, especialmente los psicotrópicos, que
hablar de amor, odio, furia, etc. inconscientes, consideran como acompañantes contrafóbicos
y aun hallamos inevitable la extraña combina- o fetiches; estrictos cumplidores de las normas y
ción ‘conciencia inconsciente de culpa’ o una ritos religiosos; también pueden padecer pesadi-
paradójica ‘angustia inconsciente’ (1915, XIV, llas. Solo en algunos, casos se tiene consciencia
p. 173).” Señala, entonces, que las emociones de que la manera de vivir tiene como objetivo
pueden ser inconscientes y, por lo tanto, ma- mantener controlado un Miedo disfuncional,
nifestarse bajo otras presentaciones. por eso hablamos de ‘pseudofuncionalidad’.
A su vez, las diversas manifestaciones pueden
variar, según las circunstancias, el momento
vital, el contexto y la ubicación social; en este Ingenuidad
último caso, por ejemplo, en el ámbito laboral,
una persona puede mostrarse sumisa y bon- A Psique, una de sus hermanas: Eres muy
dadosa, pero en su hogar, ejercer una tiranía feliz, solo la ignorancia de tu misma desgracia
aterrorizante. Destacamos, que hablamos de asegura tu beatífica tranquilidad y te despreo-
algunas de las ‘diferentes presentaciones’ que, cupas del peligro que te acecha.
en cada, caso esperan ser comprendidas en su Apuleyo, Psique y Cupido (V, 17, p. 5-7)
compleja singularidad y que esto está muy lejos
de pretender establecer entidades nosográficas,
Si bien estas palabras fueron dichas con
ya que, como antes lo mencionamos, conside-
la finalidad de manipularla, para que accione
ramos que es perjudicial e inconducente.
perjudicialmente el verbo en este tpo?? en contra
El Miedo y sus Metamorfosis 65

de sí misma, tomadas aisladamente y atenién- Como advertimos, este gran orador, escritor
donos a su significado, describen un aspecto y político, en el siglo I a. C., percibió que la pe-
importante de la ingenuidad de la bella Psique. reza, es decir, la ‘negligencia, tedio o descuido
‘Ingenuidad’ es el nombre que damos a un en las cosas a que estamos obligados’, era un
conjunto de síntomas: 1) Bienestar o felicidad, síntoma que ocultaba un Miedo disfuncional.
al sentir que se vive en un mundo placentero y ‘Nada en particular’, respondió Plácido, ante
benevolente, que ha sido construido mediante la pregunta por el motivo de su consulta. El
la desmentida de fobias, peligros, sufrimientos, ingeniero químico, después comenta que varias
problemas y limitaciones; 2) Indefensión, por veces comenzó tratamientos y que es tímido,
ser inofensivo y por actuar desprevenidamen- retraído, que tartamudea y que “tiene pánico
te, sin pensar, al desconsiderar las agresiones a leer en público. Soy creyente, y por eso, con
y los ­peligros de la sociedad y del mundo; 3) mi novia no mantenemos relaciones sexuales.”
Dependencia; 4) Soberbia; 5) Torpeza perceptiva En su tercera década, aún vivía con sus padres
psicológica, de sí mismo y del prójimo; 6) Credu- y salvo que trabajaba, su existencia era igual a
lidad; 7) Carencia de astucia; y 8) Complaciente. la de su adolescencia. “Después que hago algo
que, con excusas tontas, venía postergando
Para considerar que la ingenuidad es sin-
desde hacía mucho tiempo, me doy cuenta
tomática, tiene que tratarse de una actitud
de que no era algo tan monstruoso como me
auténtica, en un adulto que posea la suficiente
parecía”; pero estas palabras no indicaban que
inteligencia y experiencia y que no esté enamo-
Plácido tomaba conciencia de que, por miedo,
rado, ni en una situación regresiva (aprendizaje
desperdiciaba su vida mientras se entretenía con
o recibiendo asistencia); asimismo, se excluyen
ocupaciones intrascendentes; hablaba como si
los pensamientos, sentimientos y acciones
se tratase del caso de un desconocido. Su vida
originados en hechos sociales.
transcurría calma y plácidamente.
Con relación a estos últimos, recordamos
Durante mucho tiempo el tema dominante
que nuestra naturaleza social nos hace pro-
de su análisis fue la indiferencia por su vida y
pensos a la ingenuidad; los políticos eviden-
la despreocupación por su futuro; era llama-
cian conocer muy bien esta debilidad, ya que
tiva la riqueza imaginativa con que elaboraba
frecuentemente sacan provecho de ella.
excusas para postergar lo que debía hacer. A
Antes, destacamos el hecho de que se trate partir del inicio de su análisis se pusieron al
de una ingenuidad auténtica y no simulada, descubierto una gran cantidad de fobias: a
pues, como se sabe, hacerse tomar por ingenuo asumir responsabilidades personales y sociales,
es una estrategia que suele adoptarse en pos a trabajar, a mostrarse, a la sexualidad y a las
de un objetivo oculto. enfermedades; y también crisis fóbicas. Lo
anterior, lleva a pensar, que padece un estado
fóbico, controlado mediante la desmentida de
Pereza
las responsabilidades, lo que le hace vivir en
un aparente mundo calmo y placentero. En un
Las cosas que están comprendidas momento manifestó: “Mi padre es un mons-
bajo el miedo: truo, si él no está en casa hay otro clima”; lo
La pereza como el miedo al trabajo describe como violento, egoísta y tirano, pero
consiguiente. nadie se animaba a enfrentarlo; y con esta
Cicerón, Disputas tusculanas (IV, p. 19: 2) frase se inició el análisis de su relación con él.
66 Ricardo O. Moscone

Superstición cartomancia, curanderismo, espiritismo, magia,


quiromancia, tarot).8
Evidentemente la superstición Freud, luego de reconocer: “descubro una
(deisidaimonía) parecería ser miedo (deisía) inclinación a la superstición” (1901, VI: 243),
a la divinidad (daimónion). aporta una primera comprensión psicoanalí-
Teofrasto, Caracteres (XVI, p. 1-2) tica. Casi dos décadas después, afirma: “Una
de las formas más ominosas y difundidas de
la superstición es el miedo al ‘mal de ojo’, […]
La definición que en el siglo III a. C. ofrece teme un propósito secreto de hacer daño”
el libro del principal discípulo de Aristóteles (XVII, p. 239-240). La descripción sugiere, que
es tautológica, pero en su libro describe con la fobia y la persecución comparten determi-
claridad y precisión a un supersticioso. nados terrenos.
Con respecto al origen de la voz, en De Posteriormente, Freud asevera que “la mayor
Natura Deorum, informa Cicerón: parte del influjo de la religión se debe a que
apacigua el miedo de los hombres frente a los
Pues los que deprecaban e inmolaban
peligros y los veleidosos azares de la vida, les
por días enteros para que sus hijos les
asegura buen término, derrama sobre ellos
fueran supérstites, fueron llamados
consuelo en la desdicha” (1932, XXII: 149); es
supersticiosos. […] Así resultó, respecto
decir, que es un antídoto para miedos funcio-
a los términos ‘supersticioso’ y ‘religio-
nales y disfuncionales y para los sufrimientos.
so’, uno un nombre de vicio, el otro de
Más adelante sobre su origen, explica: “La
alabanza (II: 72).
instancia parental compuesta por padre y
De esta convincente explicación podría madre, protegió y cuidó también al niño en-
inferirse que, desde siempre, se distinguió las deble, desvalido, expuesto a todos los peligros
diferentes actitudes ante los dioses. que acechaban del mundo exterior; y bajo su
tutela, él se sentía seguro” (XXII: 150). “Muchas
Definamos la superstición: creencia irra- de las exteriorizaciones del animismo se han
cional inmodificable originada en un Miedo conservado hasta el día de hoy, la mayoría de
disfuncional y no en una convicción religiosa las veces como lo que se llama superstición,
ni en un ‘hecho social’, por la que se considera junto a la religión y en su trasfondo” (XXII:
que, determinados sucesos o circunstancias, 153) Con lo anterior, explica el origen e indica
constituyen un augurio favorable o perju- que la superstición es un recurso para calmar
dicial; o se atribuyen poderes o cualidades el Miedo disfuncional, y también podría infe-
sobrenaturales a seres (personas, espíritus), rirse que este recurso indica que existe una
objetos (astros, fetichismo), ritos, o sistemas sensación de desvalimiento, que puede deberse
de pensamiento (teorías científicas, filosófi- a hallarse ante un peligro significativo o a la
cas o diversas concepciones); o se adoptan [in]capacidad para enfrentarlo.
disciplinas esotéricas (adivinación, astrología,

8
Entre las definiciones de superstición, mencionamos: DRAE; Cicerón, De Natura Deorum (I, 117: 10); Seco, Andrés &
Ramos (1999: 4215); Richelle (1991: 691); Reber & Reber (1985: 725); y Onions (1966: 887).
El Miedo y sus Metamorfosis 67

Algunas hiperreligiosidades Adicciones

¡Lo primero que dios creó en el mundo Tener miedo no es favorable para na-
fue el miedo! die, pues quien teme es incapaz de afrontar
Estacio, Tebaida (3: 661) nada y la persona, al rendirse tanto física-
mente como mentalmente, se muestra más
El primero en introducir dioses vulnerable ante cualquier evento, de forma
por el mundo fue el miedo. que experimenta con mayor rapidez aquello
que precisamente teme.
Petronio, Satiricón, Frag. (XXVII, p. 1)
Artemidoro,
La interpretación de los sueños (43)
Con un siglo de diferencia, Petronio parece
corregir a Estacio, señalando algo fácilmente
observable: Que los dioses son el amparo al que La ingesta de alguna droga psicotrópica,
algunos hombres recurren cuando enfrentan legal o ilegal, constituye un recurso para ali-
fuerzas ante las que son impotentes, y que viar el estado desagradable o insoportable o
aquellos que padecen estados de algún tipo de para superar las inhibiciones que producen
Miedo disfuncional son estrictos cumplidores los miedos disfuncionales, ya sea los que
de las normas y deberes religiosos. También tienen presentaciones pasajeras o los estados
hay creyentes que tienen un Miedo disfun- permanentes. Teniendo presente que el Miedo
cional hacia su dios, en consecuencia, su dios disfuncional es lo opuesto a desear, y que
los aterroriza, y si llegan a disponer de poder, parecen presentarse en proporciones inversas,
ejercen una temible tiranía. a mucho miedo pocos deseos y viceversa, se
comprende que recurran a los psicotrópicos,
para combatir la apatía, ya que estos producen
Algunas formas una alegría artificial.
de hipermoralidad Disfunciones del lenguaje oral. Entre las
disfunciones tenemos: disartria (dificultad para
Moral: responde a una serie articular palabras), disfemias (dificultad en la
de costumbres, normas, responsabilidades fluidez del habla) y dislalias (dificultad para
y valores virtualmente optativos ya que pronunciar ciertos fonemas); para atribuirlas a
no pertenecen al orden jurídico ni son la algún tipo de Miedo disfuncional es necesario
consecuencia de una imposición externa descartar lesiones orgánicas.
y que rigen las relaciones consigo mismo,
con los demás y con el mundo.
Moscone, (2005, p. 563) Vergüenza disfuncional

El poseer un Superyó al que se le tiene No conviene hablar del pudor como


de una virtud, pues se parece a una emoción
alguna variedad de los miedos disfuncionales,
más que a una manera de ser. Es definida
lleva a mantener una moral cuya estrictez
en todo caso como una fobia al desprestigio
acarrea sufrimiento; esto tiene similitudes con
y resulta semejante al miedo al peligro; pues
la hiperreligiosidad. se ruborizan los que sienten vergüenza, pero
68 Ricardo O. Moscone

los que temen a la muerte palidecen. Ambos Evitación de los compromisos


parecen ser afecciones somáticas y esto indica personales
ser una emoción más que una manera de ser.

ARISTÓTELES, Ética Nicomáquea [Existen dos] bienes: deseo (libidem)


(1128b; IV, p. 9: 1-2) y alegría (laetitiam),
Y dos males: miedo (metum)
y tristeza (aegritudem)
Estas apreciaciones indican, que el ex-
traordinario filósofo estagirita distinguió con Cicerón, Disputaciones tusculanas
claridad, que la vergüenza disfuncional es una (IV, 11, VI)
emoción determinada por un Miedo disfun-
cional al desprestigio.
La evitación de todo compromiso per-
Son Muchos los autores que se han dedi- sonal abarca, desde una simple entrevista
cado al estudio de la vergüenza; entre ellos, hasta la materialización de los proyectos más
recordamos: Guillaumin (1973); Goldberg (1985, importantes del individuo. Quien padece un
p. 57-80); Tisseron (1992); Goulejac (1996); y Miedo disfuncional tiene, ante la vida, una
Janin (2007). actitud opuesta al que ama, quiere o desea
La vergüenza disfuncional es la emoción exitosamente.
que surge cuando se tiene Miedo disfuncio- En quienes sufren a causa de una confor-
nal a la opinión de los demás, y esto produce mación disfuncional del miedo, frecuentemente
inhibiciones y sufrimientos. hemos encontrado la sistemática evitación, que
Al comienzo de sus investigaciones Freud puede llegar a la frustración definitiva, de todo
advierte que “vergüenza y moralidad, son las tipo de compromiso personal. Esta actitud es
fuerzas represoras” (1896, I, p. 261); esto co- justificada con racionalizaciones, algunas veces
rrespondería a la observación del accionar de se aducen actitudes altruistas como la siguiente:
la vergüenza disfuncional y de la dismoralidad; “por el gran amor que le tenía, dediqué mi tiempo
y lo reitera en 1893-1895, II, p. 276 y en 1905, a sus cosas dejando de lado lo mío.” Detrás de
VII, p. 149. Casi una década después, presenta esto, subyace lo que equivale a la fobia al deseo,
lo que entendemos por vergüenza funcional: que lleva a evitar su realización.
“Entre los poderes que circunscriben la orien-
tación de la pulsión, destacamos la vergüenza,
Algunas culpas disfuncionales
el asco, la compasión y las construcciones
sociales de la moral y la autoridad.” (1905,
¿Pues, quién podrá soportar los azotes y
VII, p. 211); esta explicación se reitera varias
las burlas del mundo, la injusticia del tirano,
veces (En 1905, VII, p. 161-162, 173, 200 y
la afrenta del soberbio, la angustia del amor
211; en 1909, XI, p. 41; en 1924, XX, p. 35), la
despreciado, la espera del juicio, la arrogancia
última en 1926 (XX, p. 197); señala además, del poderoso, y la humillación que la virtud
que se instauran con posterioridad al período recibe de quien es indigno, cuando uno mis-
del complejo de Edipo. mo tiene a su alcance el descanso en el filo
Timidez. La timidez, frecuente en la adoles- desnudo del puñal? ¿Quién puede soportar
cencia, tiene cosas en común con la vergüenza. tanto? ¿Gemir tanto? ¿Llevar de la vida una
carga tan pesada? Nadie, si no fuera por ese
El Miedo y sus Metamorfosis 69

terror a algo tras la muerte —ese país por Pensamientos aterrorizantes


descubrir, de cuyos confines ningún viajero sobre el futuro
retorna— que confunde la voluntad,
haciéndonos pacientes ante el infortunio
El miedo es, como la tristeza (aegri-
antes que volar hacia un mal desconocido.
tudo) de un mal presente, así como aquel
Así la conciencia nos hace cobardes.
de uno futuro
Shakespeare, Hamlet (1600/1) Cicerón, Disputas tusculanas,
(Act 3, Scene 1, p. 66-89) (IV, XXX, p. 2-3)

La respuesta a la pregunta de Hamlet, “qué Cuando el Miedo disfuncional es ubicado


es lo que frena la natural respuesta agresiva en el futuro, se sufre ‘por anticipado’, se inhi-
para eliminar lo que es indignante o dañino”, ben los proyectos personales o se predispone
fue un descubrimiento inicial de Freud: “La al fracaso.
culpa inconsciente” (Carta 71 del 15-X-1897,
I, p. 308); y casi tres décadas después, ofrece
más comprensiones: ”El sentimiento de culpa Una variedad de la necesidad
no es, en el fondo, sino una variedad del miedo de un objeto sexual denigrado
(Angst), y que en sus fases más tardías coincide
enteramente con el miedo (Angst) frente al Tan pronto se cumple la condición
Superyó.” (1929, XXI, p. 131) Podríamos, en- de degradación, la sensualidad puede
tonces, modificar la célebre frase de Hamlet exteriorizarse con libertad, desarrollar
y expresar algo obvio pero básico: ‘El miedo operaciones sexuales sustantivas
nos hace cobardes.’ y elevado placer.

Freud, Sobre la más generalizada


degradación… 1912, XI, p. 177)
Algunos estados de tristeza

Porque el miedo es la creencia de que En este escrito, describe a varones que


un gran mal nos amenaza, y la tristeza es la escindieron sus impulsos amatorios en sexua-
creencia de que estamos en presencia de un les y desexualizados como defensa ante los
mal tal, que parece correcto angustiarse por él contenidos incestuosos de los impulsos que
Cicerón, Disputaciones tusculanas lo tornaban impotente.
(III, 11, 25) Para Prudencio, ejecutivo de Banco, la
necesidad del objeto sexual denigrado era
una manera de defenderse ante la fobia por
Como puede advertirse, la relación entre
la mujer que encarnaba el Superyó; si la mujer
la tristeza y el miedo ha sido señalada desde
que para él ocupaba el lugar de su madre, por
la antigüedad por este orador y pensador
ser su superior jerárquico y por tener mucha
latino. Cuando se es inconsciente del Miedo
mayor edad, era degradada o lograba que le
disfuncional a la realización de un objetivo
temiese y que tolerase su falta de respeto, era
vital, puede presentarse una triste actitud
potente, cosa que no le ocurría con las mujeres
pesimista.
que no le tenían miedo y que se hacían respetar.
70 Ricardo O. Moscone

Como puede, inferirse se trata de una fobia Fetichismo sexual. En el fetichismo se


al Superyó, ya que es potente sexualmente, encuentran varias expresiones de Freud, que
cuando puede tomar una actitud con la cual destacan la existencia de miedos disfuncionales:
se asegura de que la mujer no va a funcionar
como si fuese su progenitora. Su propia posesión del pene corre peli-
gro; […] el adulto vivenciará un pánico
semejante si se proclama que trono y
Diferentes presentaciones altar están en peligro; […] el horror a la
de la fobia al coito castración se ha erigido un monumento
recordatorio con la creación de este
sustituto; […] [el fetiche] perdura como
La represión corresponde a un intento
el signo del triunfo sobre la amenaza
de huida del yo frente a la libido sentida
de castración y de la protección con-
como un peligro.
tra ella; […] el terror a la castración al
Freud, Conf. Introduc. Al Psicoanálisis, ver los genitales femeninos; […] En la
(1916/17, XVI, p. 373) instauración del fetiche parece serlo,
más bien, la suspensión de un proceso,
semejante a la detención de un recuerdo
Esta definición coloca al Miedo disfuncional
en la amnesia traumática; y […] acaso se
en directa relación con la represión. La fobia
retenga como fetiche la última impre-
al coito perturba, imposibilita o hace que la
sión anterior a la traumática, la ominosa
relación sexual se consume con un fetiche.
[unheimlich] (1927, XXI, p. 147-152).
Consideramos el Miedo disfuncional del
varón a la mujer o al contacto sexual con ella, En uno de sus últimos trabajos, también lo
es un hallazgo tan frecuente como el de las explica sosteniendo que evita una fobia: “La
mujeres a los varones. creación del fetiche ha obedecido al propósito
de destruir la prueba de la posibilidad de la
castración, de suerte que uno pudiera escapar al
Impotencia sexual, anorgasmia, miedo (Angst) de castración” (1938, XXIII, p. 204).
frigidez y eyaculación Del Campo (1980, p. 245), afirma: “No deja
disfuncional de ser significativo, que en muchos casos de
fetichismo, exista asociación de la perversión
Con frecuencia varones neuróticos con una fobia”.
declaran que los genitales femeninos
El síndrome de Psique. Ingenuidad y hacerse
son para ellos algo ominoso
endiosar por el objeto sexual temido, son las ca-
Freud, lo ominoso (1919, XVII, p. 244) racterísticas principales del Síndrome de Psique.
Fue un hallazgo en el análisis de Psique y Cupido,
Allí también sostiene: “No hay duda de que un cuento que pertenece al libro Metamorfosis
[lo ominoso] pertenece al orden de lo terro- de Apuleyo (Moscone, 2008, p. 229-258). Ahora
rífico, de lo que excita miedo y horror” (XVII, relatamos la síntesis de dos casos:
p. 219); de lo que puede inferirse que percibe Sikela, una empresaria atractiva y seductora,
la existencia de un Miedo disfuncional a los independiente y dependiente, temeraria y fó-
genitales y al coito. bica, casada en terceras nupcias, madre de dos
El Miedo y sus Metamorfosis 71

hijos, padecía un inconsciente y permanente de una ‘diosa’, y pensaba que con él conseguiría
‘estado fóbico’, que se manifestaba por medio enamorar al hombre que le solucionaría todos
de varios síntomas: a) dependencia de un hijo sus problemas. Tenía la expectativa de que, con
varón y del Psicoanalista, que funcionaban como su belleza, enamoraría a alguien con una enorme
acompañantes contrafóbicos indispensables; similitud con el dios Eros de la fábula de Apuleyo,
b) dolorosas contracturas en los músculos de para así, solucionar todas sus limitaciones, sin
la nuca, que se acentuaban cuando pasaba por tener que hacer ningún esfuerzo ni ponerse en
momentos en los que se incrementaban sus juego; continuaría siendo la hija mimada de un
fobias; c) bruxismo nocturno, relacionado con poderoso padre que le satisfaría todos sus deseos.
pesadillas, y con intenso odio, que no podía
descargar a los perseguidores temidos; d) fobia al
objeto sexual, de la que se defendía recurriendo Algunas variedades
a la intensa atracción sexual que despertaba, y a del donjuanismo
su capacidad de seducción, con lo que lograba
enamorar, hacerse admirar y ejercer un poder do- Sevilla a voces me llama el Burlador,
minante sobre los varones que le gustaban, para y el mayor gusto que en mí puede haber
que, una vez que estuviese segura de poseerlos, es burlar una mujer y dejarla sin honor.
‘matarlos’, abandonándolos con desprecio, ya Don Juan Tenorio en El burlador
que ninguno reunía las condiciones necesarias de Sevilla
como para merecer su amor; este proceder le
dejaba una imperdonable culpa inconsciente,
con duelos sin elaborar; e) carencia de amigas y, Entendiendo que un Miedo disfuncional
en ciertas circunstancias, percepción de algunas (¿fobia?) era lo que determinaba su actitud
mujeres como si fuesen las brujas poderosas de con las mujeres, en tanto objetos de amor,
los cuentos infantiles, y ella, la indefensa niña aquí nos referimos exclusivamente a don Juan
que estaba a merced de su maléfico poder. Tenorio, el personaje de El burlador de Sevilla
y el convidado de piedra, una comedia escrita
Alma se sabía bella, inteligente y elegante,
en la segunda década del siglo XVII, de la que
tenía la actitud de los que están orgullosos de
no puede certificarse con plena certeza quién
tener el privilegio de integrar la alta clase; pero
fuera su autor, y en la que se presentó por pri-
los años pasaban, y ya en la tercera década de su
mera vez a este personaje, que se universalizó
vida, con dolor, advertía que permanecía célibe,
rápidamente. A partir de don Juan Tenorio, y
mientras todas sus amigas ya eran esposas y
olvidando sus insuperables limitaciones, se
madres. Padecía disfunciones alimentarias y
han creado más de mil donjuanes diferentes,
sexuales, fracasos afectivos y laborales, y seve-
y ellos generaron la universal leyenda del Don
ras depresiones, que la llevaban a la ingesta de
Juan: un extraordinario ganador de mujeres.
drogas. Imaginaba un futuro pleno de felicidad:
casada con un hombre buen mozo y rico, en En dos oportunidades previas, hicimos dife-
una hermosa casa, rodeada por un gran parque rentes interpretaciones sobre el personaje y la
arbolado, dedicada a sus hijos y atendida por un comedia9. Aquí, muy sintéticamente, presentamos
eficiente personal. Pasaba horas mirándose el una nueva perspectiva, que nos lleva a entender
cuerpo minuciosamente, pues pretendía tener el que, este tipo de donjuanismo, es el ‘pícaro’

9
Moscone, 1990, pp. 173-216; y 2005, pp. 563-590.
72 Ricardo O. Moscone

recurso ante el Miedo disfuncional al Superyó, la más tierna infancia y podría suponerse que
ubicado en su objeto sexual: lo engaña; es por estaba dirigido a evitar su nombre que era largo,
esto que, el éxito de la burla es lo que le produce difícil de pronunciar e invitaba a la burla, pero al
el mayor placer, y también, que solo pueda re- conocerlo parecía indicar la característica con la
lacionarse con las mujeres por un breve tiempo, que encaraba su vida. Era inteligente y hábil para
sin enamorarse. El hecho de que no se presentan diversas tareas, pero jugaba eludiendo asumir
episodios de impotencia sexual confirma que responsabilidades ante lo que le producía fobia:
su fobia es al Superyó y no a la relación sexual. matrimonio, paternidad y ganar dinero para man-
Don Juan Tenorio era joven, buen mozo, tener la familia. Había consenso en todos que no
integrante de la corte e hijo del hombre más se le podía reclamar nada, ya que era inimputable
poderoso del Imperio español; sin embargo, como un niño que vive alegre. Su matrimonio
se veía circunscrito a frecuentar a las mujeres fracasó y el alcohol lo había metido en un tobo-
de Sevilla de las que podía burlarse o denigrar gán destructivo hasta que, un golpe de suerte, le
(enfermas, ancianas, promiscuas y prostitutas del permitió volver a disfrutar de su antigua alegría.
más bajo nivel) o, para acceder a las respetables,
tenía que hacerse pasar por otro o engañarlas.
Agresividad, ironía, sobrevaloración
Puede inferirse que, en el caso de que solo
buscase satisfacerse sexualmente, eludía a las
y manipulación de los demás
numerosas cortesanas, viudas, casadas y reli-
La fantasía señorial habíase desarrollado a
giosas, que solo buscasen divertirse. Tampoco
la edad de cuatro años, aproximadamente;
pudo disfrutar de la felicidad y el placer que
la compostura, el autocontrol, algo más
produce el enamorar/enamorarse; ni se relata tarde, motivados por el temor al padre y
que, descontrolado por sus deseos, haya forzado –factor importante- por una identificación
a alguna mujer. En general, su proceder lo lleva contraria con éste.
a que, una vez logrado su objetivo, tenga que
Reich W., Análisis del carácter (1933, p. 195)
huir. De lo anterior se desprende su fobia y
se explica que su declarado ‘mayor gusto’, el
burlar una mujer, lo obtenga al sentir que había Homenajeamos a este Psicoanalista, recor-
podido triunfar sobre quien lo amedrentaba. dando el capítulo de Fobia infantil y formación
Este donjuanismo sería entonces la moda- del carácter, en el que presenta a un varón que,
lidad de satisfacción sexual determinada por a partir de un Miedo disfuncional infantil, de-
fobia al objeto sexual, aunque también pueden sarrolla un carácter aristocrático. Considerando
intervenir una necesidad narcisista, un ‘hecho nuestra experiencia advertimos que la soberbia
social’ u otros factores. suele ser una defensa contra el Miedo disfuncio-
nal a los demás; esto tiene cierta similitud con
Bloqueos para alcanzar la madurez. El
el ‘síndrome de Psique’, en el que encontramos
síndrome de Peter Pan consiste en el deseo de
que la defensa contra el Miedo disfuncional al
mantenerse en la infancia. Resta responder
objeto sexual consiste en colocarse en el papel
entonces el por qué de ese ‘deseo’ y los motivos
de un dios o de una divinidad.
que impiden alcanzar la madurez, entre ellos
los miedos disfuncionales, la dependencia y “Lo que me atrae de mi novia es que admira
las dificultades para asumir responsabilidades. mi agresividad y mi ironía.” Aníbal advertía que
ella le temía y valoraba y esto era lo que hacía
Chiche (juguete con el que se entretienen
que, con ella, pudiese excitarse sexualmente
los niños) es el sobrenombre que tenía desde
El Miedo y sus Metamorfosis 73

y mantener escasas relaciones sexuales, cosa de pánico aterrorizante, de terrible ansiedad,


que no ocurría con otras mujeres; obtenía su miedo y angustia que suscita la emoción que
mayor placer sexual masturbándose durante los estamos tratando.
chats eróticos por Internet con desconocidas. Jones, On the Nightmare (1910, p. 20)
Con su agresividad, también ocultaba que era
sumamente vergonzoso y tímido.
Esta descripción y las definiciones de Re-
ber & Reber (1985: 467); Petot (2007: 108);
Ejercicio del poder
y Colman (2001: 551) dan a entender que la
aterrorizante y tiránico pesadilla es una crisis fóbica que ocurre du-
rante un sueño en el período REM del dormir,
Hazte temer y te liberarás del miedo
posteriormente, por lo general, se recuerda el
contenido de la pesadilla.
Pedro presentó su primer Miedo disfuncio-
nal al negarse a concurrir al colegio; también,
eludía ir a todo tipo de reuniones con sus Una variedad de duelos
amigos. Vergonzoso, tímido, evita hablar, y le es mal elaborados
prácticamente imposible expresar sus sentimien-
tos; además, tiene escasas relaciones sexuales. Deberíamos decir que el miedo nace
Igualmente, padece dolorosas contracturas como reacción frente al peligro
musculares y regresa de su trabajo extrema- de la pérdida del objeto.
damente agotado (ocupa un cargo jerárquico
Freud, Inhibición, síntoma y miedo
en un gran supermercado); ama a su esposa,
(1925, XX, p. 158)
es un padre sumamente responsable, lleva un
cumplimiento estricto de las normas religiosas,
teme a la mujeres y a las enfermedades, es un Y, más adelante, agrega: “El dolor es, por lo
amigo querido y solidario. Por otra parte, y en tanto, la genuina reacción frente a la pérdida
contraste, sus crisis de ira aterrorizan a su familia. de objeto; el miedo lo es frente al peligro que
Manifestaciones psicosomáticas. En esa pérdida conlleva” (XX: 159). Entendemos
algunos casos, el estado de Miedo disfuncional que esto sería lo que ocurre, cuando se pierde
se presenta con predominio de manifestaciones a alguien que funcionaba como acompañante
psicosomáticas como hiperhidrosis, urticarias, contrafóbico, ya que entonces surgirá el Miedo
diarreas, contracturas musculares, hipertensión disfuncional que esa persona hacía desaparecer.
arterial y arritmias cardíacas y respiratorias. Después de que su anciana madre quedó
hemipléjica, Silvio comenzó a sentir terror a
quedar solo, esto lo llevó a consultar e iniciar
Insomnios y pesadillas un análisis; como era hijo único y su madre se
había separado al poco tiempo de su nacimiento,
El miedo (dread) que ocurre en la pasó a ser el principal objeto de su vida y era
pesadilla y en otros sueños desagradables, sobreprotegido; con ella, se sentía seguro, estado
tiene su mejor denotación por la palabra que desapareció ante la invalidante enfermedad.
alemana ‘Angst’, para esto no hay en inglés
un término que indique la precisa
Cuando indagamos lo que en Luisa pudo
combinación de aprehensión temerosa, haber desencadenado una serie de insoportables
74 Ricardo O. Moscone

síntomas (‘nerviosismo’, ‘angustia’, ‘insomnios’, Dolor insoportable. Destacado, aquellos


‘terribles contracturas en el cuello’), surgió la dolores significativos originados en lesiones
inminente boda de su hija: ‘cuando ella nació somáticas; suelen hallarse en personas que
mi vida cambió radicalmente, desaparecieron padecen miedos disfuncionales y que, además,
mis miedos’. Esta es una situación inversa a la presentan dolores que les resultan insoportables,
de Silvio, aquí la hija pasó a ser quien calmaba a causa de una fobia al mismo. Esto sucede, por
los miedos de la madre. ejemplo, en casos de contracturas cervicales o
lumbares; el ‘dolor’ se hace intolerable, como
además puede ser refractario a los tratamientos,
Perturbaciones perceptivas suele optarse por un tratamiento quirúrgico
y del control racional que tampoco resuelve el problema.
de la conducta Buenos Aires, febrero 20 del 2010, revisado
en julio del 2012.
El miedo que tienes te hace, Sancho, que
ni veas ni oigas a derechas, porque uno de
los efectos del miedo es turbar los sentidos y REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
hacer que las cosas no parezcan lo que son.
Don Quijote, en la novela homónima de Anaxágoras, en Diels, H. (1903). Die Fragmente der
Cervantes (1605/15, XVIII, p. 193) Vorsokratiker. Herausgegeben von Walter Kranz.
Zürich, Weidmann, 1966, 3 vols.
Amigorena Rosenberg, N. & Bleger, L. (2008. Culpa-
Cotidianamente, se observa que el estado bilité, en Le Guen (Dir.) Dictionnaire freudien,
de miedos disfuncionales impide prestar la Paris, PUF, 2008.
atención adecuada, auditiva o visual, y no Apuleyo, L., Metamorphoses (traducción de John
se registran comentarios o informaciones Arthur Hanson). Cambridge, Harvard University
significativas. Como no podía ser de otra Press, 1998, 2 vols.
manera, esto también ocurre con las interpre- Aristóteles, Art of Rhetoric, London, Harvard Uni-
taciones, ya que el miedo impide su c­ orrecta versity Press, 1994.
percepción, en estos casos, también hay que
______, Nicomachean Ethics, London, Harvard
ponderar la participación del Narcisismo
University Press, 1994.
que lleva a desconsiderar lo que se escucha.
De Daldis, A. La interpretación de los sueños, Madrid,
Hemos encontrado desorientaciones, que Gredos, 1989.
son manifestaciones indirectas de agorafobia.
Allilaire, J-F. (2007). Angoisse en Dictionnaire de
También, el Miedo disfuncional altera el control Psychologie, Doron & Parot (Dir.), 2eme edition,
racional de la conducta. Paris, PUF, 2008.
Algunas tendencias a mentir y a fanta- Amati Sas, S. (1991). La vergüenza por el camino
sear. Se trata de adultos que ante intrascen- de la ambigüedad, Revista de Psicoanálisis,
dentes y comunes pequeñas fallas, fantasean XLVIII: 5-22 (1).
haber tenido determinados logros o desmienten André, C. (2005). Psychologie de la peur. Craintes,
infantilmente su responsabilidad ante quien angoisses et phobies, Paris, Odile Jacob, 2005.
representaba a su Superyó debido al Miedo Anzieu, D. & Doron, R. (2007). Amour en Dictionnaire
disfuncional que le tienen. de Psychologie, Doron & Parot (Dir.), 2eme
edition, Paris, PUF, 2008.
El Miedo y sus Metamorfosis 75

Bercherie, P. (1983). Génesis de los conceptos Denton, D. (2005). The Primordial Emotion: The
freudianos, Buenos Aires, Paidós, 1988. Dawning of Consciousness, Oxford, Oxford
Bergius, R. (1982). Angustia e intuición. En Diccio- University Press, 2009.
nario de Psicología, Dorsch (Dir.), Barcelona, Descartes, R.(1649). Les passions de l’âme, Paris,
Herder, 2008. Flammarion, 1996.
Bleichmar Dio, E.e (1981). Temores y fobias. Con- Diel, P. (1968). La peur et l’angoisse, Segunda edición,
diciones de génesis en la infancia, Barcelona, Paris, Payot, 1968.
Gedisa, 1991. Diels, H. (1903). Die Fragmente der Vorsokratiker,
Bloch, H., et al. (Dir.) (1991). Grand Dictionnaire de Herausgegeben von Walter Kranz, Zúrich, Weid-
la Psychologie, Paris, Larousse, 1994. mann, 1966, 3 vols.
Campo, E. del (1980). Objeto fobígeno y fetiche, Doron, R. (2007). Sentimen. En Dictionnaire de
en Aportaciones al concepto de objeto en Psychologie, Doron & Parot (Dir.), 2eme edition,
Psicoanálisis, Baranger, W. y col., Buenos Aires, Paris, PUF, 2008.
Amorrortu, 1980 Dorsch, F. (1982). Pulsión en Diccionario de Psico-
Cervantes, M. de (1605-1615). Don Quijote de la logía, Dorsch (Dir.), Barcelona, Herder, 2008.
Mancha, Barcelona, Instituto Cervantes, 1998, Ekman, P. (Ed.) (1973). Darwin and facial expresion.
2 vols. A Century of Research in Review, Cambridge,
Malor, 2006.
Cicerón, M. T., Tusculan Disputations, London,
Harvard University Press, 1989. ______ (2003). Emotions Reveled, New York, Holt,
2007.
______ De Natura Deorum, London, Harvard Uni-
versity Press, 1994. Emerich, C. (1991). Affect y Angoisse en Grand
dictionnaire de la psychologie, Bloch, H., et al.
Chemama, R. & Vandermersch, B. (2000). Diccionario (Dir.), Paris, Larousse, 1994.
del Psicoanálisis, Buenos Aires, Amorrortu, 2004.
English, H. B. & English, A. CH. (1958). Diccionario
Colman, A. M. (2001). A Dictionary of Psychology, de Psicología y Psicoanálisis, Buenos Aires,
Oxford, Oxford University Press, 2009. Paidós, 1977.
Couchard, Fr.; SIPOS, J. & WOLF, M. (2005). Pho- Ernaux, A. (1997). La honte, Paris, Gallimard, 1997.
bie et paranoïa. Étude de la projection, Paris,
Estacio, Tebaida, London, Harvard University Press,
Dunod, 2005.
2003, 2 vols.
Cournut, J. (2001). Pourquoi les hommes ont peur Freud, Sigmund, Obras completas, Buenos Aires,
des femmes, Paris, PUF, 2001. Amorrortu, 1982, 24 vols.
Danon-Boileau, L. (1999). Affect, éprouvé, émotion, ______ (1890) Tratamiento psíquico, T. I, 1982.
sentiment: notations terminologiques. En Revue
______ , (1892-1899) Fragmentos de la corres-
Francaise de Psychanalyse, LXIII, 1: 9-12.
pondencia con Fliess, T. I, 1982.
Dantzer, R & Le Moal, M.l (2007). Émotion en Dic- ______ , (1893/5). Estudios sobre la histeria, T.
tionnaire de Psychologie, Doron & Parot (Dir.), II, 1980.
2eme edition, Paris, PUF, 2008.
______ , (1894). Las neuropsicosis de defensa, T.
Darwin, C. R.t (1872). La expresión de la emociones III, 1981.
(en el hombre y en los animales), Buenos Aires,
______ , (1894a). Obsessions et phobies, en Oevres
Intermundo, 1946. complets, Paris, Presses Universitaires de France,
De Bonis, M. (2006). Domestiquer les émotions, T .III, 1989, 12 vols.
Paris, Le Seuil, 2006. ______ , (1894b). Sobre la justificación de separar
Delumeau, J. (1978). La peur en Occident (XVI-XVIII de la neurastenia un determinado síndrome en
siècles), Paris, Fayard, 1978. calidad de ‘neurosis de angustia’, T. III, 1981.
76 Ricardo O. Moscone

______ , (1895). A propósito de las críticas a la ______ , (1926). ¿Pueden los legos ejercer el Psi-
‘Neurosis de angustia’, T. III, 1981. coanálisis?, T. XX, 1979.
______ , (1897). Manuscrito N en (1892-1899) ______ , (1927). Fetichismo, T. XXI, 1979.
Fragmentos de la correspondencia con Flies, ______ , (1932). Nuevas conferencias de intro­
T. I, 1982. ducción al Psicoanálisis, t. XXI, 1979.
______ , (1898). La sexualidad en la etiología de ______ , (1938). Esquema del Psicoanálisis, t.
las neurosis, T. III, 1981. XXIII, 1980.
______ , (1900). La interpretación de los sueños, ______ , (1938a). Algunas lecciones elementales
T. IV, 1979. sobre Psicoanálisis, t. XXIII, 1980.
______ , (1901). Psicopatología de la vida cotidiana, Gioia, T. B. (1984). El miedo ¿Emoción básica? En
T. VI, 1980. Psicoanálisis, Buenos Aires, VI: 555-582.
______ , (1905). Tres ensayos de teoría sexual, T. Goldberd, J. (1985). La culpabilité axiome de la
VII, 1993. psychoanalyse, Paris, PUF, 1985.
______ , (1905a). Mis tesis sobre el papel de la Green, A. (1973). Le discours vivant, Paris, PUF, 1973.
sexualidad en la etiología de las neurosis, T.
VII, 1993. Guillaumin, J.n (1973). Honte, culpabilité et dé-
pression. En Revue Francaise de psychanalyse,
______ , (1909). Cinco conferencias sobre Psicoa- Paris, XXXVII, 5-6.
nálisis, T. XI, 1979.
Hanns, L. A. (1996). Diccionario de términos alemanes
______ , (1910). Sobre el Psicoanálisis “silvestre”, de Freud, Buenos Aires, Lumen, 2001.
T. XI, 1979.
Heródoto, The Persian Wars, London, Harvard Uni-
______ , (1910a). La perturbación psicógena de la versity Press, 1994, 4 vols.
visión según el Psicoanálisis, T. XI, 1979.
Hobbes, Th. (1650). Human Nature, Oxford, Oxford
______ , (1912). Sobre la más generalizada degra- University Press, 2008.
dación de la vida amorosa, T. XI, 1979.
Horacio, Epístolas, Madrid, Gredos, 2008.
______ , (1912a). Contribuciones para un debate
sobre el onanismo, T. XII, 1980. Hornblower, S. & Spawforth, A. (1996). The Oxford
Classical Dictionary, Oxford, Oxford, 1996.
______ , (1914). Introducción del Narcisismo, T.
XIV, 1979. Horney, K. (1966). El temor a la mujer. En Ruitenbeek
(Ed.), La sexualidad en el hombre contemporá-
______ , (1915) Pulsiones y destinos de pulsión, neo, Buenos Aires, Hormé, 1968.
T. XIV, 1979.
Hume, D. (1757). Disertación sobre las pasiones,
______ , (1915a). Lo inconsciente, T. XIV, 1979. (edición bilingue), Barcelona, Anthropos, 1990.
______ , (1916-1917). Conferencias de Introducción James, W. (1884). What is an Emotion? In Mind,
al Psicoanálisis, T. XVI, 1978. vol. 9, N° 34: 188-205.
______ , (1919). Lo ominoso, T. XVII, 1979. Janin, C. (2007). La honte, ses figures et ses destins,
______ , (1920). Más allá del principio del placer, Paris, PUF, 2007.
T. XVIII, 1979. Jones, E. (1910). On the Nightmare, London, Woolf
______ , (1922). Dos artículos de enciclopedia: & Hogarth Press, 1931.
“Psicoanálisis” y “Teoría de la libido”, T. XVIII, 1979. ______ . (1929). Fear, Guilt and Hate, In Int. J.
______ , (1923). El yo y el ello, T. XIX, 1979. Psychoanal., X: 383-397.
______ , (1924). Presentación autobiográfica, T. Klein, M., The Writting of Melanie Klein, London,
XX, 1979. Karnac, 1993, 4 vols.
______ , (1925). Inhibición, síntoma y angustia, ______ . (1937). Love, Guilt and Reparation. In The Writ-
T. XX, 1979. ting of Melanie Klein. London, Karnac, 1993. Vol. I.
El Miedo y sus Metamorfosis 77

______ . (1946). Notes on Some Schizoid Mecha- Psicopatología, J. Saurí (comp.), Buenos Aires,
nism. In The Writting of Melanie Klein. London, Nueva visión, 1976.
Karnac, 1993. Vol. III. ______ , (1980). El objeto en la fobia. En W. Baranger
Konstan, D. (2006). The Emotions of the Ancient (Comp.) Aportaciones al concepto de objeto en
Greeks, Toronto, University of Toronto Press, Psicoanálisis, Buenos Aires, Amorrortu, 1980.
2006. ______ , (2003). El objeto en la fobia. En Revista de
La Bruyére (1688-1696). Les caractères, Paris, Librairie Psicoanálisis, Buenos Aires, LX, N° 2: 333-356.
Générale Francaise, 1995. Montaigne, M. de (1580-95) Essais, Paris, Gallimard,
Lacan, Jacques (1962/3). Libro 10. La angustia, 1965, 3 vols.
Buenos Aires, Paidós, 2006. Moore, B.s E. & Fine, B. D. (1967). Términos y
______ , (1963/4). Libro 11. Los cuatro conceptos Conceptos psicoanalíticos, Madrid, Biblioteca
fundamentales. Buenos Aires, Paidós, 2006. Nueva, 1997.
Lansky, M. R. & Morrison, A. P. (1997). The Wide- Moscone, R. O. (1990). Histeria: estudios y ensayos,
ning Scope of Shame, New Jersey, Analytic Buenos Aires, Seimandi, 1990.
Press, 1997. ______ , (2005). Donjuanismo y picardía. El dra-
Laplanche, J. & Pontalis, J.-B. (1967). Vocabulaire ma moral de don Juan Tenorio. En Revista de
de la psychanalyse, Paris, PUF, 1998. Psicoanálisis, LXII, N° 3: 563-590.
Le Breton, D. (1998). Les passions ordinaires. Anthro- ______ , (2008). Narcisismo: Una variación de-
pologie des émotions, Paris, Payot, 2004. fensiva del amor a sí mismo, Buenos Aires,
Le Guen, C. (Dir.) (2008). Dictionnaire freudien, Seimandi, 2008.
Paris, PUF, 2008. Nacht, S. (1952). Essai sur la peur. En La présence
Lucrecio, De rerum natura, London, Harvard Uni- du psychanalyste, Paris, PUF, 1963.
versity Press, 2006. Natanson, J. (2008) . La peur et l’angoise. En Ima-
Lussier, A. (2002). Fétichisme. En Dictionnaires ginaire & inconscient, N° 22: 161-173.
international de la psychanalyse (Dir.) Mijolla, Nunberg, H. (1932). Principios del Psicoanálisis,
Paris, Hachette, 2005, 2 vols. Buenos Aires, Amorrortu, 1987.
Mallet, J. (1956). Contribution à l’étude des pho- Nunberg H. & Federn, E. (Compiladores) (1974). Las
bies. En Revue Française de Psychanalyse, XX: reuniones de los miércoles. Actas de la Sociedad
237-282 (1-2). Psicoanalítica de Viena, Buenos Aires, Nueva
Visión, 1979, 2 vols.
Marina, J. A. (2006). Anatomía del miedo, Barcelona,
Anagrama, 2006. Palacio Espasa, F. (2002). Angoisse. En Mijolla (Dir.)
Dictionnaire international de la psychanalyse,
Marina, J. A. & López Penas, M. (1999). Diccionario
Paris, Hachette, 2005, 2 vols.
de los sentimientos, Barcelona, Anagrama, 2000.
Petot, J.-M. (2007). Couchemar. En Dictionnaire de
Maupassant, G. de (1882). La peur, Paris, Larousse, Psychologie, Doron & Parot (Dir.), 2eme edition,
2009. Paris, PUF, 2008.
May, R. (1950). The Meaning of Anxiety, New York, Petronio, El Satricón, Madrid, Gredos, 1988.
Norton, 1996.
Platón, Protagoras, London, Harvard University
Mijolla, A. de & Mijolla Mellor, S. de (Dir.) (1996).
Press, 1990.
Psychanalyse, Paris PUF, 2003.
Pittàno, G.(1998). Dizionario fraseologico delle parole
Mom, J. M. (1956). Algunas consideraciones sobre el
equivalente, analogue e contrarie, Bologna,
concepto de distancia en las fobias. En Revista
Zanichelli, 1998.
de Psicoanálisis, XIII, N° 4, 1956.
Poe, E. A. (1844). The Purloined Letter. En Select
______ . (1976). Aspectos teóricos y técnicos en
Tales, London, Penguin, 1994.
las fobias y en las modalidades fóbicas. En
78 Ricardo O. Moscone

PRÉVOST, C. (2007). Timidité. En Dictionnaire de Shakespeare, W. (1600-1). The tragedy of Hamlet,


Psychologie, Doron & Parot (Dir.), 2eme edition, prince of Denmark, en Complete Works, Ed.
Paris, PUF, 2008. Bate & Rasmussen, N. Y, Modern Library, 2007.
Real Academia Española (2003). Diccionario de la Slabý, R. J. & Grossmann, R. (1937). Wöterbruch,
Lengua Española, Madrid, Espasa-Calpe, 2003. Leipzig, Tauchnitz, 1937, 2 vols.
Reber, A. S. & Reber, E. S. (1985). The Penguin Dic- Spinoza, B. (1661-1677). Éthique, Paris, Seuil, 1999.
tionary of Psychology, London, Penguin, 2001.
Spitz, R. Á. (1958). La première année de la vie de
Reich, (1933). Análisis del carácter, Buenos Aires, l’enfant, Paris, PUF, 1958.
Paidós, 1974.
Stekel, W. (1908). Los estados nerviosos de angustia y
Rey, A. (Dir.) (2005). Dictionnaire culturel en langue su tratamiento (Nervöse Angstzustände und ihre
francaise, Paris, Le Robert, 2005, 4 vols. Behandlung). Traducción Fernando M. Del Río de
Ribot, Th. A. (1905). La logique des sentiments, Paris, la 4ª edición alemana, Buenos Aires, Imán, 1947.
L’Harmattan, 1998. ______ . (1922). El fetichismo, Buenos Aires, Imán,
Richelle, M. (2007). Peur, réflexe y Superstition. En sin fecha de edición.
Dictionnaire de Psychologie, Doron & Parot Strachey, J. (1960). En Nota introductoria a Sobre
(Dir.), 2eme edition, Paris, PUF, 2008. la justificación de separar de la neurastenia un
Rimé, B. (1991). Émotion. En Grand dictionnaire determinado síndrome en calidad de ‘neurosis de
de la psychologie, Bloch, H., et al. (Dir.), Paris, angustia’ de Freud, en Obras completas, Buenos
Larousse, 1994. Aires, Amorrortu, 1981, XXIV vols.
Rycroft, Ch.s (1968). A Critical Dictionary of Psy- Teofrasto, Characters, London, Harvard University
choanalysis, London, Penguin, 1995. Press, 1993.
Rolla, E. H. (1970). Personalidad fóbica. Aproxima- Tirso De Molina (1617). El burlador de Sevilla y convi-
ciones clínicas, Buenos Aires, Kargiemen, 1970. dado de piedra, Madrid, Biblioteca Nueva, 1997.
Rosolato, G. (1967). Estudio de las perversiones Tisseron, S. (1992). La honte. Psychanalyse d’un lien
sexuales a partir del fetichismo. En El deseo y la social, Paris, Dunod, 2° edición, 2007.
perversión, Buenos Aires, Sudamericana, 1967. ______ . (2002) Honte. En Dictionnaire international
Rudinesco, É. & Plon, M. (1997). Diccionario de de la psychanalyse, (Ed. Alain de Mijolla), Paris,
Psicoanálisis, Buenos Aires, Paidós, 1998. Hacchette, 2002, 2 vols.
Sahovaler, J. R.o (1997). Metapsicología y clínica de ______ . (2005). Vérités et mensonges de nos
los afectos”. En Revista de Psicoanálisis, Buenos émotions. Paris, Albin Michel, 2005.
Aires, LIV, N° 2: 315-346. Virgilio, Eneidas, London, Harvard University Press,
Sandin, B. (1977). Ansiedad, miedos y fobias en 2006, 2 vols.
niños y adolescentes, Madrid, Dykinson, 1997. Vázquez, L. A. (2001). Memorias de la pulsión y del
Saurí, J. J. (1984) El conjunto miedo, temor y terroren afecto. En Revista de Psicoanálisis, LVII, N° 3.
las fobias. En Saurí (comp.), Las fobias, Buenos Voltaire (1759). Candide ou l’ Optimisme. En Oevres
Aires Nueva Visión, 1984. completes de Voltaire, T. 8. Paris, Firmin Didot,
Seco, M.l (Dir.) (1999). Diccionario del Español actual, 1869, 12 vols.
Madrid, Aguilar, 1999, 2 vols. Weissmann, J. C. (2000). Angustia: ¿sensación,
Selosse, J. (2007). Culpabilité. En Dictionnaire de emoción, afecto? En Revista de Psicoanálisis,
Psychologie, Doron & Parot (Dir.), 2eme edition, Buenos Aires, LVII: 301-311 (2).
Paris, PUF, 2008. Widlöcher, D. (2002). Empathie. En Dictionnaire
international de la psychanalyse.

S-ar putea să vă placă și