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El turismo espacial está considerado por algunos autores como el siguiente paso en la carrera
del ser humano hacia el espacio.
Una vez dejado atrás la era de la exploración y dentro ya de la explotación comercial,
especialmente de satélites de telecomunicaciones y fotografías, el ser humano se ha
adentrado por completo en el Espacio, aunque sea "hasta la altura de los tobillos"
El turismo espacial es una modalidad de turismo que se realiza a más de 100 kilómetros de
altura de la Tierra, lo que se considera la frontera del espacio. Por el momento sólo se ha
llevado a cabo en transportes y estaciones espaciales gubernamentales; pero a principios del S.
XXI las iniciativas privadas han dado los primeros pasos para fabricar vehículos y alojamientos
turísticos.
Realmente si el turismo espacial no ha comenzado antes ha sido por la fortaleza económica de
las dos principales potencias, EEUU y la URSS, que no necesitaban ingresos adicionales. Fue
tras la descomposición de la URSS y la crisis económica subsiguiente, cuando Rusia decidió
aceptar la oferta de llevar un turista, es decir, una persona que viajaba por motivos no
profesionales. Moscú vio con buenos ojos desde el principio la posibilidad de obtener varias
decenas de millones de dólares de personas dispuestas a pagarlos por el viaje y la estancia; así
podrían costear la totalidad o parte del lanzamiento.
En este punto existía una fuerte discrepancia entre Rusia y Estados Unidos, este no quería ni
necesitaba esos ingresos y temía convertir el caro y delicado complejo espacial de la ISS en
destino para millonarios excéntricos. Ya antes se habían propuesto a la NASA varios viajes más
o menos relacionados con el turismo, pero ninguno pasó de simples propuestas o conjeturas.
Afortunadamente para los posibles turistas espaciales, el fin de la Guerra Fría, la construcción
de la Estación Espacial Internacional y, sobre todo, la capacidad de llevar al espacio tres
personas en una cápsula cuando sólo son necesarias dos, abrían la puerta a esta modalidad de
ocio. Los viajes organizados por organismos gubernamentales se exponen en mayor
profundidad en el apartado de “Iniciativas Gubernamentales”.
El 18 de mayo de 1996 la Fundación X Prize abrió la competición para crear vuelos espaciales
turísticos al ofrecer el Premio Ansari X Prize con 10 millones de dólares en metálico a quien
pudiera diseñar un aparato que llevara a tres tripulantes a más de 100 Km de la Tierra dos
veces en menos de quince días.
2|Página Turismo Espacial
El 29 de septiembre de 2004 Mike Melvill lograba el ansiado premio con el SpaceShipOne por
la empresa Mojave Aerospace Ventura.
Además de la empresa de Mojave otros 24 proyectos pujaban por conseguir el premio y
también por llegar a comercializar su tecnología. La mayoría eran grupos de aficionados o
estudiantes que algunas veces estaban capitaneadas por un ingeniero espacial o aeronáutico.
Pueden destacarse los siguientes grupos: Canadian Arrow, Scaled Composites y Armadillo
Aerospace. Del Premio Ansari X Prize y de sus principales proyectos se habla en la sección
titulada “Ansari X Prize e implicaciones”.
Para continuar promocionando la investigación y desarrollo en los vuelos comerciales al
espacio Robert Bigelow anunció el lanzamiento del America’s Space Prize, también para vuelos
comerciales con fines turísticos, pero este con carácter orbital y por tanto dotado de una
cantidad económica mucho mayor, 50 millones de dólares.
Virgin, la empresa del multimillonario británico Richard Branson, ha decido apostar por el
turismo espacial dentro del proceso expansivo de su grupo empresarial, para lo que ha puesto
en marcha una nueva compañía: Virgin Galactic, especializada en realizar viajes espaciales y
que está totalmente operativa desde el presente año. Para ello, la compañía filial de Virgin ha
llegado a un acuerdo con la NASA con el fin de colaborar en el lanzamiento de vuelos al
espacio. La empresa inglesa está explorando distintas alternativas para ofrecer viajes al
espacio a un precio más asequible y anuncia que su idea es el desarrollo de un cohete
reutilizable que permita que diez personas puedan pasar en el espacio diez días en el “Hotel
Virgin”. Pero antes de que llegue este momento, Virgin Galactic planea llevar a cabo cien
vuelos de prueba, transportando a 200 pasajeros al espacio. Las naves están diseñadas para
transportar a seis pasajeros y dos pilotos a una altura de aproximadamente 110 kilómetros en
un vuelo suborbital.
3|Página Turismo Espacial
Por su parte, el proyecto de Space Island es más ambicioso. Esta compañía piensa en la
construcción de una estación espacial y una flota de seis nuevos transbordadores, por 12000
millones de euros. Pretenden llevar pasajeros al espacio en viajes de una semana para finales
del próximo año, por un precio inferior a los dos millones de euros. También se encuentra
estudiando la posibilidad de reducir costos para que un mayor número de personas puedan
tener acceso a estos viajes.
Una última incorporación en la carrera del turismo espacial es la de la empresa Xcor (con sede
en California) cuyo principal proyecto es el aparato nombrado Lynx, una nave biplaza para
vuelos suborbitales a alturas superiores a los 60 Km. La empresa está pendiente de
negociaciones aunque recibió un contrato para desarrollar el artilugio por parte del
Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea estadounidense. Xcor se propone construir
naves espaciales, mientras que otra compañía operará el artefacto californiano y fijará los
precios. El Lynx está diseñado para transportar a un piloto y un tripulante, despega de una
pista como un avión tradicional, alcanza una velocidad dos veces la del sonido y una altura de
61 mil metros, para descender en movimiento circular hasta aterrizar. Estará impulsado por
motores a combustible líquido, según la compañía, no contaminante y reutilizable. Sin
embargo, es un proyecto muy similar al de Virgin Galactic, con la desventaja añadida de que no
estará listo hasta el 2010, dos años después que el proyecto de Virgin
En España, la empresa Yeti Club ha sido la primera en introducir la idea del turismo espacial a
través de un acuerdo con la americana Space Adventures. Por 23 millones de euros
aproximadamente se puede reservar un viaje a la Estación Espacial Internacional. Incluso las
líneas aéreas han entrado por este segmento turístico a través de la promoción de “premio al
cliente fiel”. La compañía US Airways ha firmado un acuerdo con Space Adventures, por el que
sus clientes podrán canjear “puntos” de vuelo por un viaje al espacio. El pasajero deberá
obtener 250.000 millas entre mayo y septiembre de este mismo año y será incluido en una de
las cuatro misiones espaciales que ya están previstas para los próximos años.
Otras alternativas
Quienes deseen vivir una experiencia similar, sin arduos entrenamientos y a un costo mucho
menor, pueden acudir a campos espaciales, en los que se ofrecen los simuladores de gravedad
cero y sillas de ejes múltiples. Esta clase de sitios existen en Canadá, Estados Unidos, Japón,
Bélgica y Turquía.
Como ya se ha comentado, los viajes suborbitales también son una opción para aquellas
personas que sueñen con estar cerca de las estrellas. Consisten en un entrenamiento de
astronauta, cuatro días sin gravedad, a un costo de 98 mil dólares. En esta misma línea, la
compañía Zegrahm Space Voyages ha desarrollado un paquete de 1.500 dólares por los que el
cliente puede pasar una semana en el centro Zvozdni Gorodok en Rusia, para un curso de
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entrenamiento espacial, en el que se incluye el uso del simulador de la nave rusa Soyuz-TM,
vuelos parabólicos para experimentar la microgravedad, una centrifugadora para simular la
aceleración de un cohete al despegar y el uso de una gran piscina para ensayar paseos
espaciales.
Las empresas que ofrecen estos servicios aseguran que cada día más personas han comenzado
a hacer reservas, e incluso están solicitando créditos bancarios para pagar estas pequeñas
odiseas espaciales.
La empresa estadounidense Space Services se tomó en serio aquello de que cuando alguien se
muere se va al cielo. Por un mínimo de $ 995 y un máximo de $ 5.300, ofrece el servicio de
sepelios siderales, que consiste en esparcir las cenizas de las personas fallecidas más allá de la
órbita terrestre. Así, tras morir, volará a bordo de un cohete "multiuso", que transportará
(además de las cenizas) un satélite de comunicaciones.
La firma dice contar con una lista creciente de clientes, atraídos no sólo por precios bajos, sino
también por tentadoras promesas, como el "entierro lunar", lo que se pondrá en marcha
cuando Estados Unidos retome las expediciones a la Luna.
Los restos de más de 200 personas flotarán a partir del próximo julio en el espacio, que son los
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clientes que ya han contratado los servicios. Sus familias pagarán una tarifa muy baja según la
empresa, ya que está muy por debajo de los $ 8.000 promedio que cuestan los funerales
clásicos en Estados Unidos. Entre los clientes ya destacan las cenizas de James Doohan, actor
ya fallecido de la serie Star Trek, que verá cumplido su sueño de flotar eternamente en el
espacio.
Siguiendo en la misma línea, aunque dejando a un lado los "entierros", la empresa Beyond
Earth Services lanzará en octubre próximo un cohete cargado de objetos personales, como
fotografías, que devolverá "con certificado" galáctico a sus propietarios tras el viaje y el pago
de entre 99 y 2.500 dólares, dependiendo del peso del envío. Aunque la idea puede parecer
una locura, la empresa ya ha recolectado más de 200 objetos.
Diversas Opiniones
Algunas personas dudan del potencial que puedan llegar a tener estas nuevas alternativas
turísticas, principalmente por su altísimo costo y la lentitud que pueda haber al desarrollar los
proyectos que se contemplan actualmente. Sin embargo, muchos consideran que esta
modalidad de viajes al espacio hace pocos años era un sueño y hoy es una exitosa realidad.
Especialistas en el área aseguran que los avances de la tecnología, intereses comerciales y el
deseo del hombre de conocer lugares cada vez más exóticos favorecerán la reducción de
costos y la posibilidad de que esta aventura sea asequible para un mayor número de personas.
Además también surgen debates entre los expertos del medio ambiente, que ponen en duda la
eficacia de los aparatos empleados en estos proyectos y califican de arriesgados estos viajes,
acusándolos incluso de contribuir con mucha probabilidad al incremento de basura espacial.
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Una de las más notables iniciativas sobre turismo espacial fue la llevada a cabo por Society
Expeditions, una compañía americana especializada en vacaciones exóticas, que estudió la
viabilidad de hacer viajes al espacio disponibles al gran público. Los resultados de dicho
estudio, que incluía organización y funcionamiento de viajes espaciales para más de 10.000
personas entre la década de 1992-2002, fue presentado a la Nasa. El 29 de octubre de 1985
Society Expeditions anunció que estaba tomando reservas para el primer viaje, que
comenzaría el 12 de octubre de 1992. Otra empresa estadounidense, Space Travel, propuso
ofrecer a los pasajeros un boleto para un paseo en el transbordador espacial al precio de 1
millón de dólares por asiento. Los pasajeros serían llevados en una parte de la zona de carga
del transbordador convertida en módulo presurizado habitable, hecho a medida para
acomodar a pasajeros. Sin embargo, la NASA rechazó la idea, concluyendo que era inseguro
llevar a gente fuera de la cabina de la tripulación durante despegue y aterrizajes.
Entrados los años ochenta, la NASA estaba ya impaciente por demostrar su capacidad a los
patrocinadores del Congreso, y el Senador Jake Garn y Bill Nelson para volar a bordo del
transbordador espacial. El 23 de diciembre de 1983, el registro federal del gobierno
estadounidense publicó un anuncio de la NASA según el cual seleccionaría a individuos aptos
y sanos como pasajeros para el transbordador.
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4. Space Shuttle
Más tarde, ya en los años noventa, el Sistema de Difusión de Tokio (TBS) ofreció pagar el vuelo
en una misión para uno de sus reporteros. Por 28 millones de dólares, Toyohiro Akiyama voló
en 1990 hacia la Mir, mediante la Soyuz, con el octavo equipo y volvió una semana más tarde
con el séptimo equipo. Akiyama hizo una
difusión diaria para televisión de la órbita y
realizó experimentos para empresas japonesas
y rusas. Sin embargo, ya que el coste del vuelo
fue pagado por su jefe, Akiyama podría ser
considerado más bien un viajero de negocios
que un turista.
6. Toyohiro Akiyama
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7. Helen Sharman
Llegado 1998 MirCorp, una empresa privada entonces responsable de la estación espacial,
comenzó a buscar a turistas espaciales para visitar la Mir, con el objeto de compensar algunos
de sus gastos de mantenimiento. Dennis Tito, un hombre de negocios americano y antiguo
científico del JPL (Jet Propulsion Laboratory) de la NASA, fue su primer candidato. Sin embargo,
cuando se tomo la decisión de desmontar la Mir, Tito optó para reservar un viaje a la Estación
Internacional Espacial a través de la empresa estadounidense Space Adventures, Ltd.
Conjuntamente con la Agencia Federal Espacial de la federación rusa y la empresa
norteamericana Rocket and Space Corporation Energia, Space Adventures facilitó los vuelos
para los primeros turistas espaciales.
Dennis Tito
El 28 de abril de 2001, Dennis Tito se convirtió en el primer turista espacial al viajar a la
Estación Espacial Internacional (ISS) durante siete días. Tito pagó unos 20 millones de dólares a
la Agencia Espacial Rusa por el entrenamiento, el viaje y la estancia. Por su parte la NASA puso
todo tipo de objeciones. Tito entró en la Estación el 30 de abril de 2001. Durante su estancia
fue muy fríamente recibido por los norteamericanos y siempre escoltado por los dos
cosmonautas rusos; pero finalmente las tiranteces fueron aliviándose. En la ISS manejó el
sistema de comunicaciones y verificó el equipo de energía del módulo, además de sacar fotos,
tomar películas caseras y mirar mucho por las escotillas, todo lo que se espera de un turista.
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8. Dennis Tito
Mark Shuttleworth
El segundo habitante no profesional de la ISS fue el
sudafricano Mark Shuttleworth, tras pagar otros 20
millones de dólares como Tito. Para su visita al
espacio se aprovechó de la operación semestral de
reemplazar la cápsula permanente adosada a la
Estación. Shuttleworth no parecía sentirse cómodo
con la denominación de turista espacial y prefería
rodear a su visita de ciertas pretensiones científicas
llevando cinco sencillos experimentos.
9. Mark Shuttleworth
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turista, habló con Nelson Mandela y con Thabo Mbki, presidente de Sudáfrica, confesando
siempre que estaba "divirtiéndose mucho". Regresó a la Tierra el 5 de mayo sobre las estepas
de Kazajistán. Quiso comprar la cápsula Soyuz, pero la cláusula para no transferir tecnología
espacial lo impedía.
Gregory Olsen
Regresó a la Tierra el 10 de
octubre en la misión Soyuz
TMA-7.
Después del desastre del Columbia el programa de turismo espacial para la Soyuz fue
suspendido temporalmente, ya que los vehículos Soyuz eran los únicos que podían realizar
transportes hacia la ISS, en 2006 el turismo espacial fue retomado.
Anousheh Ansari
La cuarta turista espacial fue a la vez la primera mujer y la primera persona de origen iraní
turista en viajar al espacio. Ansari provenía del mundo de las telecomunicaciones y su familia
era una gran conocida en el mundillo del turismo espacial al hacer posible el Ansari X Prize.
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Charles Simonyi
mismo año. Despegó el 7 de abril de 2007, a bordo de la nave Soyuz TMA-10 desde el
cosmódromo de Baikonur. Llegó a la ISS el 9 de abril y regresó el 21 de abril a bordo de la
Soyuz TMA-9.
La empresa estadounidense
Space Adventures anunció
durante el pasado año futuros
viajes al espacio que se
realizarán durante este y el
próximo año, 2008 y 2009. El
estadounidense Richard
Garriott, el peruano Francisco
Navarro-Grau y el ruso Vladimir
Gruzdev serán los próximos
turistas que visiten la ISS, los dos
primeros en octubre y agosto de
este mismo año
respectivamente, y el tercero el
año próximo.
Al hablar de la historia del turismo espacial, pasado y presente, no podemos dejar de citar las
naves que han sido absolutamente protagonistas de esta corta historia, aquellas que han
hecho posible esta realidad, las naves Soyuz.
Las naves Soyuz son junto al transbordador espacial americano los vehículos espaciales que
más misiones tripuladas han realizado. El programa Soyuz fue creado por Serguéi Koroliov, el
diseñador principal del programa espacial soviético durante la carrera espacial. El diseño de la
nave debía permitir que fuera lanzada con una modificación del cohete R-7, posteriormente
denominado precisamente también como Soyuz. Debía ser capaz de realizar maniobras
orbitales complejas, actividades extravehiculares (EVAs), transportar a tres cosmonautas e
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incluso poder realizar misiones a la Luna o militares (con modificaciones). Para poder abarcar
una demanda de objetivos tan grande, el diseño de la Soyuz debe ser muy flexible. La Soyuz
incluía un módulo de servicio y una cápsula. A diferencia de las naves americanas, la novedad
de las Soyuz consistía en la incorporación de un módulo orbital acoplado en la parte delantera
de la nave con sistemas de soporte vital que permitía a los cosmonautas ampliar su espacio
útil. Al separar el módulo orbital de la cápsula se ahorraba una gran cantidad de masa, ya que
el módulo orbital es desechado durante la reentrada y no necesita ser protegido por un escudo
térmico ni ser frenado por un paracaídas. Además se podía usar como esclusa para realizar
actividades extravehiculares, algo muy importante en una nave con una atmósfera similar a la
terrestre. A cambio de estas ventajas, el interior de la cápsula es muy pequeño
Son las naves tripuladas que más tiempo llevan operativas en la historia de la exploración
espacial. El primer viaje con tripulación al espacio se realizó el 23 de abril de 1967. Aunque
fueron concebidas por la Unión Soviética a principios de los años sesenta, se siguen usando
aún hoy aunque con importantes modificaciones. Han transportado tripulaciones rusas a las
estaciones soviéticas Salyut y Mir. Actualmente, tras el desastre del transbordador Columbia,
las Soyuz son las únicas naves disponibles para llevar tripulantes a la Estación Espacial
Internacional.
Módulo Orbital: tiene una forma casi esférica y se encuentra situado en la parte delantera del
vehículo. Contiene la mayor parte del equipo necesario para la supervivencia de la tripulación
hasta su regreso a la Tierra o acoplamiento a una estación espacial. En la mayor parte de las
misiones iba equipado con un sistema de acoplamiento. El módulo orbital es abandonado en el
espacio justo antes de la reentrada y se destruye en la atmósfera.
Cápsula de la Tripulación: es la única parte del vehículo que regresa a la Tierra, por lo que va
equipada con un escudo térmico y dos paracaídas, uno primario y otro de emergencia. Tiene
forma de campana y en su interior pueden ir hasta tres tripulantes. Durante el aterrizaje el
escudo térmico se desprende para poder utilizar una serie de retrocohetes de combustible
sólido situados en la base de la cápsula que frenan el impacto con el suelo.
Módulo de Servicio: con forma cilíndrica, es la sección donde se encuentran los motores
orbitales, los tanques de combustible y otros equipamientos. Tras frenar la nave para volver a
la Tierra, se separa de la cápsula y es destruido en la atmósfera.
Soyuz a la ISS dura dos días. El viaje de vuelta, en cambio, unas 3 horas. Normalmente, la
sonda toca Tierra a una velocidad inferior a 2 metros/seg.
Su oferta está compuesta principalmente por vuelos orbitales, vuelos suborbitales, así como
de otro tipo de actividades espaciales. En agosto de 2005, la compañía comunicó un proyecto
nombrado “Deep Space Expeditions Alpha” que mandará pasajeros a un viaje para
circunnavegar la luna, un vuelo lunar de 5 días que puede ser realidad en 2008 o 2009, y
costará alrededor de $100 millones por cabeza. El 21 de julio de 2006, anunciaron su plan de
ofrecer un paseo espacial de 90 minutos con un precio de aprox. $15 millones, más los $20
millones necesarios para visitar la Estación Espacial Internacional, (ISS). El paseo espacial será
llevado a cabo en el Traje Espacial Orlan, de diseño Ruso. El entrenamiento para el paseo hará
necesario un mes extra de formación en adición al entrenamiento de 6 meses ya requeridos.
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Iniciativas no gubernamentales
Aparte del turismo espacial llevado a cabo por el gobierno de Rusia con fines
económicos, existe un abanico de posibilidades cada vez más amplio puestas en
marcha por una gran variedad de empresas privadas. Desde vuelos a la Luna y
vuelos suborbitales hasta la simulación de la microgravedad y de las fuerzas G.
Vuelos Suborbitales
Scaled Composites
Es una compañía que fue fundada por el diseñador de aviones Burt Rutan, quien
encabeza sus principales proyectos, sin embargo actualmente pertenece a
Northrop Grumman. La empresa está localizada en el cosmódromo de Mojave
(California), fue fundada para desarrollar aviones experimentales y es
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SpaceShipOne
El SpaceShipOne fue la primera nave espacial tripulada, financiada completamente con fondos
privados, que consiguió ascender hasta los 100 km de altura, pudiéndose observar gran parte
de la Tierra, así como su curvatura. Fue diseñada por Burt Rutan a través de la empresa Scaled
Composites durante el programa Tier One.
Después de este vuelo de prueba aumentaban las esperanzas de ganar el famoso premio
Ansari X-Prize, por el que estaban compitiendo otros 27 equipos.
El segundo vuelo oficial y el que confirmó quien era el ganador del premio, se realizó el 4 de
Octubre de 2004. El piloto Brian Binnie, de 53 años, despegaba de la base espacial de Mojave,
California, poco antes de las 7:00 y alcanzaba una altura de 367.442 pies (casi 112 kilómetros)
de altura, superando en cuatro kilómetros el récord alcanzado en 1963 por Joseph Walker a
bordo de un X-15.
Diseño y características
El SpaceShipOne es una nave espacial suborbital con espacio para un tripulante y dos
pasajeros. Su máxima velocidad alcanzada es por el momento de Mach 3.09 y la altitud
máxima a la que ha logrado ascender es de 112 km por encima del nivel del mar. Su longitud es
de 8,5 metros y su envergadura de 5 metros. Su peso descargado es de 1200 kg y 3600 kg una
vez cargado.
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El tren de aterrizaje: consta de dos elementos diferenciados: las ruedas traseras, el principal
elemento de apoyo en tierra, con frenos hidráulicos; y un patín delantero como ayuda para
el aterrizaje.
Cuando la válvula del tanque de óxido nitroso se abre, este entra en los canales de
combustión, en ese momento se produce la ignición, reaccionando ambos tipos de
combustible y produciéndose una reacción muy exotérmica, que libera la energía necesaria
para propulsar la nave espacial durante 87 segundos hasta los 110 km de altura.
White Knight
El White Knight es una aeronave usada como portaaviones y lanzadera del SpaceShipOne. Fue
desarrollado por Scaled Composites como parte de su programa Tier One.
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Posteriormente, el White Knight fue utilizado en el programa Tier One con el que Scaled
Composites ganó el Premio Ansari X el 4 de octubre de 2004
Por último fue ofrecido como avión de pruebas para el planeador espacial X-37 desde junio de
2005 hasta abril de 2006.
Virgin Galactic
Es una compañía perteneciente al Grupo Virgin, dirigido por Richard Branson, la cual firmó un
trato con Mojave Aerospace Ventures, para la utilización del modelo del SpaceShipOne con el
objetivo de desarrollar un nuevo vehículo, el SpaceShipTwo, con posibilidades comerciales.
Según los propósitos de la compañía, inicialmente está previsto ofrecer vuelos suborbitales,
costándoles a sus primeros tripulantes un depósito inicial de 200.000 dólares, posteriormente
sería posible ofrecer incluso vuelos orbitales. Estas dos compañías han formado una empresa
conjunta llamada The SpaceShip Company. A la cabeza de esta última compañía se sitúan sus
fundadores, Richard Branson y Burt Rutan, quién también guía al grupo de ingenieros en la
construcción de la nueva nave espacial.
SpaceShipTwo
El SpaceShipTwo es una nave espacial suborbital cuyo objetivo es transportar a futuros turistas
espaciales, está actualmente en desarrollo a manos de la empresa Spaceship Company. Esta
espera que la nave esté en servicio a finales de 2009 o principios de 2010, aunque ya hay una
larga lista de espera, para adentrarse en la aventura.
Diseño y características
El SpaceShipTwo está basado, en parte, en la tecnología del SpaceShipOne, aunque puede
transportar hasta 8 personas: 2 pilotos y 6 pasajeros. La altura máxima que está previsto que
alcance es de 110 km. Se espera que alcance una velocidad de 4 mach aproximadamente,
usando un motor de cohete híbrido, al igual que su predecesor. La envergadura del ala es de
8.23 m y la longitud de 18,29 m, bastante más grande que el SpaceShipOne, como se observa
en la figura 24.
25. Diagrama
técnico del
SpaceShipTwo
Varios planes han sido propuestos para usar una estación espacial como un hotel. El magnate
hotelero americano Robert Bigelow ha adquirido los diseños de hábitats espaciales hinchables
del programa Transhab abandonado por la NASA. Su compañía, Bigelow Aerospace ha lanzado
ya el primer módulo de hábitat hinchable llamado Genesis I el 12 de julio del 2006. El segundo
módulo de prueba, Genesis II fue lanzado el 18 de Junio del 2007. También se planea lanzar un
prototipo de estación espacial a finales de 2008, y planean lanzar oficialmente la primera
estación espacial comercial en 2010, que tendrá 220 metros cúbicos (casi tan grande como los
425 metros cúbicos de volumen utilizable de la Estación Espacial Internacional).
Bigelow Aerospace está ofreciendo actualmente el America's Space Prize, un premio de 50
millones de dólares para la primera compañía estadounidense en crear una nave espacial
reutilizable capaz de llevar pasajeros a la estación espacial Nautilus.
Otras compañías también han expresado interés en construir “hoteles espaciales”. Por
ejemplo Excalibur Almaz planea modernizar y lanzar su estación espacial Soviet-era Almaz, que
caracterizará el mayor salto en naves espaciales. Richard Branson ha expresado su deseo por la
construcción de un hotel espacial durante su vida. Él supone que el principio de un programa
de turismo espacial costará alrededor de 100 millones de dólares. Hilton International anunció
el Space Islands Project, un plan para conectar y usar conjuntamente tanques de combustible
de lanzaderas espaciales, cada uno del diámetro de un avión Boeing 747. Una organización
separada, Space Island Group anunció su Space Island Project distinto (“Island” está en singular
en este caso), y planea tener 20.000 personas en su “isla espacial” para 2020, con el número
de gente duplicándose cada década. British Airways ha expresado interés en la empresa. Si los
hoteles espaciales llegan a desarrollarse, costarían inicialmente a un cliente unos 60.000
dólares, pero los precios bajarán con el tiempo.
Galactic suit
El hotel tiene aspecto de racimo de uvas y de un núcleo central similar a un satélite salen las
habitaciones en forma de cápsula y con un gran ventanal para contemplar el exterior,
integrado por una treintena de personas que trabajan en el proyecto.
Las habitaciones tienen 7 metros de largo por 4 de alto y en el interior, sin ángulos ni líneas
rectas, solo hay unas protuberancias en el perímetro para que el usuario se acople a ellas para
comer, dormir o mirar el espacio a través de los grandes ventanales, "porque lo importante es
flotar en libertad observando el exterior".
Una de las principales aportaciones del diseño es que está ideado para que el hombre viva en
360 grados en libertad y sin los tradicionales conceptos de arriba-abajo o derecha-izquierda.
El estudio tiene maquetas y modelos por ordenador del hotel y los materiales con los que se
construiría, y ahora buscan que algún consorcio hotelero o de agencias de viajes se interese
por la idea para desarrollar un prototipo a tamaño real.
Claramunt (encargado del grupo de arquitectos españoles) explicó que la colocación del hotel
en el espacio se efectuaría desde la tierra con transbordadores espaciales Challenger, y por sus
medidas actuales en cada viaje se podrían llevar hasta tres habitaciones, que se acoplarían con
una grúa al núcleo central, con capacidad para 22 cápsulas.
Los racimos de cápsulas se agregarían a través de espacios comunes para los usuarios, que
actuarían como recepción del hotel, bar y restaurante.
El estudio trabaja también ahora en los trajes que podrían utilizar los nuevos turistas
espaciales para lograr estar estáticos a la hora de desarrollar determinadas funciones.
Aunque en algunos países ya hay trabajos relacionados con el hombre en el espacio, los
arquitectos españoles están convencidos de que éste es el primer proyecto global de este tipo
desde el punto de vista hotelero y turístico.
Si bien todavía no tienen un cliente determinado, pero sí la seguridad de que los hay
potenciales, los diseñadores están convencidos de que existe una necesidad desde el punto de
vista social y una oportunidad desde el punto de vista comercial.
Además de Galactic Suite, el estudio de arquitectos españoles trabaja en otros proyectos como
el desarrollo de cuatro centros comerciales en Pekín y diversos hoteles en China.
Bigelow Aerospace
Bigelow Aerospace es una empresa privada fundada por el magnate hotelero Robert Bigelow
con el objetivo de fabricar estaciones espaciales para uso comercial. La compañía tiene su base
y fábrica de ensamblaje cerca de Las Vegas, con una planta de construcción en Houston y
oficinas en Washington D.C.
La compañía prevé que las tecnologías que está desarrollando bajen los costes de acceso al
espacio. Esperan que la reducción de precios permita que otras empresas privadas les
compren las estaciones para fines comerciales (hoteles, fábricas, etc.). La idea clave en la que
Bigelow Aerospace basa su diseño es que sus módulos no son rígidos sino expandibles. El
módulo se lanza al espacio plegado y, una vez allí, se expande hasta alcanzar su tamaño
definitivo. Este sistema permite que, para el mismo peso, un módulo inflable sea mucho más
grande que uno rígido.
De momento la compañía ya ha lanzado los dos primeros prototipos. Se esperan tres
prototipos más antes de que, hacia el 2015, pueda comenzar a funcionar el primer "hotel
espacial".
La idea de lanzar una estructura inflable al espacio no es nueva. La NASA ya lo hizo con los
Satélites de comunicaciones Echo en los años 1960.
En la década de los 90 la NASA intentó desarrollar un módulo inflable para la Estación Espacial
Internacional llamado Transhab. El Transhab iba a utilizar una tecnología innovadora: el
módulo, en vez de ser rígido, iba a ser inflable. La principal ventaja de un módulo inflable es
que resulta mucho más ligero que uno rígido, ya que se puede lanzar plegado. A simple vista
puede parecer que un módulo inflable resultará menos seguro que uno rígido, sin embargo la
adición de múltiples capas de material hacen que, según Bigelow, estos módulos sean más
seguros que los convencionales.
Los sobrecostes de la estación y del propio módulo hicieron que el Transhab se cancelara antes
de ver la luz. Con la cancelación defnitiva del proyecto en el año 2000, Bigelow Aerospace
compró a la NASA los derechos de patente y desde entonces ha venido desarrollando su
proyecto de módulo inflable.
Secuencia
De momento Bigelow Aerospace ya ha lanzado con éxito los dos primeros prototipos de
módulo inflable, los Genesis I y Genesis II. Debido a los buenos resultados obtenidos la
compañía asegura que en estos momentos se han adelantado a sus objetivos y que de hecho
es factible que su primera estación espacial esté lista antes del 2015.
La secuencia prevista de desarrollo es la siguiente:
31 | P á g i n a Turismo Espacial
4 x 3'3 m / 30
Galaxy Galaxy I Otoño de 2008 --- 3.000 0 Cancelado
m³
4 x 3'3 m / 30
Galaxy Galaxy II 2009 --- 3.000 0 Cancelado
m³
Genesis Pathfinder
Los Genesis Pathfinder son los primeros prototipos de la serie que debe llevar a los módulos
operativos. Tienen un tercio de la escala del BA-330.
Cada Genesis tiene un módulo presurizado de 12 metros cúbicos, una pared de 6 pulgadas de
espesor, ocho paneles solares y una ventana. Inicialmente se había previsto que el primer
Genesis se lanzara en 2006 mediante un cohete Falcon, pero los problemas que arrastraba el
mismo produjeron un retraso que, eventualmente, llevó a Bigelow Aerospace a contratar los
32 | P á g i n a Turismo Espacial
servicios del cohete Dnepr. Los lanzamientos se efectuaron desde el silo de misiles
intercontinentales de Dombarovskiy (51ºN 58ºE), siendo los únicos objetos colocados en
órbita desde este lugar.
El lanzamiento del Genesis I fue un éxito. El módulo quedó en una órbita aproximadamente
circular, a unos 560 Km de la superficie terrestre (suficientemente alta para no cayera de
nuevo en varios años y permitir así probar el módulo por mucho tiempo) e inclinada 64º. El
módulo, que plegado medía 4'4 x 1'6 metros, tardó 15 minutos en inflarse, manteniendo la
presión y una temperatura interna de 26ºC. El módulo está equipado con una ventana y trece
cámaras (6 externas y 7 internas). Se espera que el Genesis I se mantenga activo entre 3 y 13
años.
El Genesis II, lanzado también con un cohete Dnepr y a la misma órbita, es básicamente una
copia del anterior aunque tiene más sensores (presión, temperatura, control de actitud y
radiación), un total de veintidós cámaras, más capas de protección y un sistema de inflado con
varios tanques (en vez de un solo tanque, como la Genesis I). En él la compañía ofertó la
posibilidad de enviar en su interior objetos personales de particulares (programa "fly your
stuff").
Galaxy
Bigelow Aerospace había previsto inicialmente lanzar dos módulos de clase Guardian entre los
Genesis y el Sundancer. El concepto fue reelaborado finalmente hasta renombrarse Galaxy. El
Galaxy tenía previsto volar en el 2008. Era el doble de grande que sus predecesores y la mitad
que el Sundancer.
Los Galaxy tenían como objetivo principal probar los sistemas de soporte vital (mantenimiento
de una atmósfera respirable). Además, la configuración del módulo (espina central dura,
estructura interna, paneles solares y sistema de control de actitud) sería más cercana a la
configuración final de los Sundancer y BA-330.
Es probable que, finalmente, los Galaxy no se lleguen a lanzar debido al incremento de los
precios de lanzamiento, unido a que los Genesis han funcionado perfectamente y que los
Galaxy no suponen un avance tan significativo respecto a estos.
Sundancer
El Sundancer es un módulo que no estuvo previsto en los planes iniciales de Bigelow
Aerospace, que iban directamente de los prototipos a escala al diseño definitivo (Nautilus).
Actualmente se prevé que se lance en el 2010 en un cohete Falcon 9, Zenit o Atlas 5. Presenta
importantes mejoras respecto a sus predecesores, como un tamaño muy superior (180 m³),
sistemas de acoplamiento (uno ruso clásico y otro diseñado por la NASA, el Low Impact
Docking System, que destaca por su bajo peso), la posibilidad de alojar a una tripulación de
hasta 3 personas y un sistema de control de actitud capaz de realizar maniobras de cambio de
órbita.
Está previsto que se lance a una órbita baja terrestre, pero suficientemente alta como para
que esta no decaiga en varios años. Si una nave es incapaz de alcanzar su altura el Sundancer
es capaz de bajar para encontrarse con ella. Aún no está decidido qué cohete lanzará al
Sundancer. Se especula con el Zenit, el Falcon 9 o el Atlas V.
33 | P á g i n a Turismo Espacial
BA-330
El BA-300 (acrónimo de "Bigelow Aerospace 330 m³") será el último prototipo de Bigelow
Aerospace. En sus primeras etapas de diseño este prototipo fue llamado Nautilus, aunque no
está claro en qué se diferencia exactamente el BA-330 del Nautilus.
El sistema de control ECS iba a ser proporcionado por la europea EADS Astrium, con un coste
muy inferior al que se podía conseguir en los Estados Unidos. El sistema elimina el dióxido de
carbono con aminas sólidas. La presión (del Nautilus) se va a mantenerse a 0'7 atmósferas.
Las paredes están fabricadas con múltiples capas. En el interior existen unas capas de plástico
que tienen el objetivo de mantener la presión y la forma del módulo. Las capas exteriores
estarán fabricadas con materiales muy resistentes como el Kevlar y el Vectran, alternados con
gomaespuma. En total el escudo suma unos 40 cm de espesor. Según Bigelow, el escudo tiene
la misma capacidad de frenado que uno convencional de aluminio de 12 cm de espesor, lo que
hace que los módulos sean incluso más resistentes a impactos de basura espacial y meteoritos
que los convencionales.
El coste de cada BA-330 se estima en 100 millones de dólares.
Está previsto que el BA 330 se acople al Sundancer y a un módulo de propulsión para dar lugar
a la primera estación espacial privada.
31. Representación artística de la futura primera estación espacial privada, prevista para el 2015
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Perspectivas de comercialización
Con posterioridad Bigelow Aerospace pretende construir una estación espacial formada por
módulos BA-330. Esta estación recibiría el nombre de Commercial Space Station Skywalker
(abreviada comúnmente a CSS Skywalker). Bigelow Aerospace espera que los primeros billetes
a sus estaciones espaciales cuesten 7'9 millones de dólares, un precio considerablemente
inferior a los 30 que se están cobrando a los turistas que acceden a la Estación Espacial
Internacional. A este precio se espera que la estación tenga unos treinta visitantes por año.
Otras iniciativas
Space Adventures
General
La compañía ofrece una gran variedad de experiencias espaciales, como vuelos a gravedad
cero, entrenamiento estilo cosmonauta y vuelos espaciales reales. En Mayo, 2001, enviaron al
empresario americano Dennis Tito al espacio embarcado en una nave Soyuz de la Russian
Aviation and Space Agency por una suma supuesta de 20 millones de dólares, convirtiéndose
en el primer turista del espacio en la historia. En Abril del 2002, el empresario sudafricano
Mark Shuttleworth hizo lo mismo convirtiéndose en el primer Africano en viajar al espacio. El
Dr. Greg Olsen fue el tercer civil en viajar a la ISS en octubre de 2005, seguido por Anousheh
Ansari, la primera mujer turista espacial quien terminó su misión de 10 días en Septiembre de
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Vuelos Circunlunares
Paseos Espaciales
El 21 de julio 2006, anunciaron su plan de ofrecer un paseo espacial de 90 minutos con un
precio de aprox. $15 millones, más los $20 millones necesarias para visitar el Estación Espacial
Internacional, (ISS). El paseo espacial será llevado a cabo en el Traje Espacial Orlan, de diseño
Ruso. El entrenamiento para el paseo hará necesario un mes extra de formación en adición al
entrenamiento de 6 meses ya requeridos.
EADS Astrium
Fase de vuelo
El piloto controlará la nave usando pequeños propulsores, permitiendo a los pasajeros flotar
en la ingravidez por espacio de 3 minutos y, a la vez, ser testigos de la vista de la Tierra más
espectacular e inimaginable.
36 | P á g i n a Turismo Espacial
Después de reducir la velocidad durante el descenso, las turbinas se vuelven a reiniciar para
aterrizar de manera convencional y segura en un aeropuerto estándar. El viaje completo
tendrá una duración aproximada de una hora y media.
Astrium propone el sistema de una etapa, ya que se considera el más seguro y más económico
de operar. Si el desarrollo comienza en 2008, un primer vuelo comercial sería posible en 2012.
El desarrollo de un nuevo vehículo capaz de operar a altitudes entre la de los aviones (20 Km.)
y por debajo de los satélites (200 Km.) podría ser un buen precursor de vehículos de transporte
rápido “punto-a-punto” o de un rápido acceso al espacio – abriendo la puerta a territorios aún
sin explorar previamente. Su desarrollo contribuirá a mantener (e incluso mejorar) las
competencias europeas en tecnologías clave para el transporte espacial. Como contratista
principal único de Ariane 5, principal contribuyente europeo a la Estación Espacial
Internacional y como una subsidiaria al cien por cien de EADS, Astrium posee la pericia y el
conocimiento necesarios para los vuelos espaciales tripulados.
Calendario
Estos premios se iniciaron utilizando el modelo del Orteig Prize en 1919, concurso en el cual se
premiaba con 25,000 dólares, donados por el hotelero rico Raymond Orteig, al primer piloto
que podría volar sin parar entre Nueva York y París. El premio finalmente se dio 1927 a un
piloto de correo aéreo desconocido, Carlos Lindbergh. Lindbergh se ganó los corazones de una
nación, y su logro consiguió despertar una nueva etapa en la industria de la aviación de 300 mil
millones de dólares.
El primero fue el Ansari X Prize, creado en mayo de 1996, con el que se inicio una revolución
en el vuelo espacial privado con 10 millones de dólares como premio. El segundo X Prize, el
Archon X Prize, fue anunciado en octubre de 2006 por la Fundación de X Prize. El tercero X
Prize, Automotive X Prize, anunciado poco después. El cuarto X Prize, Google Lunar X Prize, fue
anunciado en septiembre de 2007. Estos premios han sido diseñados para provocar
revoluciones en el estudio del espacio, de la medicina, de la energía, de la educación, medio
ambiente, y medidas sociales.
Los premios X Prize buscan incentivar la imaginación del público y provocar una aceleración del
desarrollo técnico y evolutivo de la ciencia que en última instancia pueden cambiar el modo
que nosotros nos vemos y como vivimos sobre este planeta, para superar grandes problemas a
los que nadie se enfrentaría.
Con este premio la Fundación X Prize procuró causar una brecha radical en el avance de vuelo
espacial humano, el objetivo era el de abrir la frontera espacial. El objetivo a largo plazo era el
de conseguir que los viajes espaciales fueran más económicos y accesible para todos y crear
una respuesta a la futura demanda del turismo espacial, con la creación de una industria de
vuelo espacial personal.
Canadian Arrow es una empresa privada de cohetes y viajes espaciales, proyecto fundado en
London, Ontario, Canadá. Por empresarios como Geoff Sheerin, Dan McKibbon y Chris Corke.
Diseño
El Canadian Arrow tiene 16,5 m de altura. El viaje se divide en dos etapas de cohete. La
construcción del cohete del equipo canadiense fue algo conservador, se basó en el diseño de
los motores de cohetes y en la aerodinámica de los V-2, diseño de la Segunda Guerra Mundial.
Primera etapa
Esta sección tiene 10,5 m de largo y 1,7 m de diámetro. En él está el único motor de propulsión
de cohete de combustible líquido. Produce un empuje de 254 kN. Consta de cuatro aletas que
estabilizan el vuelo del vehículo. Cuando alanza la velocidad y altura necesarias, alrededor de
un minuto de la ignición, el combustible se acaba y el motor se para.
Segunda etapa
El cohete en la segunda fase es de 6 m de largo y 1,7 m de diámetro en la base. Es una cápsula
espacial donde está la estancia para tres astronautas y es propulsado por cuatro JATO-type
motores de cohetes sólidos. Estos se encienden inmediatamente después de la etapa de
separación, y llevará la cápsula a una altura de 112 km. Chorros de gas se utilizan para el
control de altitud.
El Armadillo X-Prize fue poco ortodoxo entre los modernos cohetes, en el que en vez de usar
las aletas de estabilización, lo que complicaría el diseño y aumentaría la resistencia, Armadillo
utilizó un diseño aerodinámicamente inestable, en que el ordenador controlaba el chorro de
veletas basadas en los datos obtenidos de unos giroscopios de fibra óptica. Armadillo también
ha declarado una preferencia por la simplicidad y fiabilidad en el rendimiento, que se puso de
manifiesto en su elección de peróxido de hidrógeno (50% de concentración en el agua) y el
metanol como monopropelante mixto para el vehículo. El
monopropelante utilizado por el motor sólo requiere un único
tanque, así que se simplificaba sensiblemente la fontanería y otros
hardwares. Desde la finalización de la X-Prize, sin embargo, han
optado por cambiar a oxígeno líquido debido a las dificultades con
peróxido de catalizadores y de la falta de disponibilidad de la alta
concentración de peróxido en los Estados Unidos para las
pequeñas empresas.
otros vehículos. Es conocida por diseños interesantes y por su uso de materiales compuestos
no metálicos.
Para el premio Ansari X-Prize desarrollaron la nave SpaceShipOne, que consiguió cumplir con
los requisitos del premio antes que sus rivales. El diseño y características de la nave han sido
desarrollados con detalle anteriormente.
Para ganar el premio, el Famoso diseñador aeroespacial Burt Rutan y financiero, cofundador
de Microsoft, Paul Allen condujo al primer equipo privado en construir y lanzar una nave
espacial capaz de llevar a tres personas a 100 kilómetros sobre la superficie terrestre dos veces
en un periodo menor a dos semanas.
41 | P á g i n a Turismo Espacial
Poco después de la entrega del premio Ansari X Prize, se hizo un congreso en Estados Unidos,
en diciembre del 2004, se publicó un documento oficial, donde se establecen permisos
necesarios tanto de personal, como de seguridad, se regulan las zonas de lanzamiento para la
seguridad del viaje y se proponen definiciones necesarias para agilizar el sector de los viajes
espaciales comerciales.
Aunque aún los viajes turísticos al espacio no están a punto, el gobierno estadounidense ya se
está preparando para ello. Washington difundió en diciembre de 2005 más de 120 páginas con
propuestas de reglas, a fin de controlar los aspectos más variopintos de esa industria, desde
los estándares médicos hasta el tipo de capacitación de los turistas.
La propuesta no abarca, sin embargo, datos específicos sobre el tipo de naves espaciales.
42 | P á g i n a Turismo Espacial
Una ley firmada en 2005 por el presidente George W. Bush, que busca el renacer de la
industria aeroespacial sin mucha interferencia del gobierno, requiere al Departamento Federal
de Aviación (FAA) efectuar un estudio detallado sobre la regulación comercial de los vuelos
espaciales. Las primeras normas oficiales en cuanto a la tripulación y el entrenamiento de los
pasajeros entraron en vigencia desde junio del 2006. Otras normas en lo que a seguridad se
refiere no podrán ser emitidas en ocho años, salvo que se haya producido un accidente serio
que ponga de relieve problemas operativos. El folleto de Washington recoge esta cuestión y
reconoce que el FAA tendrá que esperar antes de poder "imponer restricciones, inclusive si se
intuye peligro".
Por ello, la solución es que los pasajeros sean informados de los riesgos. A cambio, éstos
deberán dejar por escrito que aceptan las condiciones de viaje y que son conscientes de las
implicaciones.
La propuesta recomienda exámenes médicos a los pasajeros, pero no son una obligación, dijo
el FAA, y agregó que los futuros turistas deberán ser entrenados para poder responder
durante una emergencia, como la pérdida de presión dentro de la nave o un incendio.
Posteriormente, en agosto de 2006, la FAA y Fuerza de Aire de los EE.UU. (USAF) emitida un
lanzamiento federal para exponer las nuevas reglas de seguridad diseñados para hacer
compatible los lanzamientos espaciales, integrado reglas para toda nación. “La regulación por
el gobierno hará las operaciones de lanzamiento de cohete comerciales más seguras, más
eficaz y menos costoso,” dijo Administrador de FAA Marion C. Blakey. “Además, las reglas de
FAA nuevas asegurarán los mismos estándares de seguridad para lanzamientos de cohete
aplicados a ambos, federal y lanzamiento no federal.”
Esta regla nueva fortalecerá seguridad pública por armonizar procedimientos de lanzamiento
que identifican problemas potenciales temprano y para implementar un sistema formal de
controles de seguridad y equilibrios.
“Para empezar, los controles en lanzamientos comerciales tendrán los estándares comunes
aplicados por el FAA y la Fuerza de Aire,” dijo el FAA Asocia Administrador para Transporte
Espacial Comercial Herrero de Grace de la Patricia. Tanto el FAA como el USAF han adquirido
responsabilidades dirigidas para la seguridad de licencias lanzamientos de gamas de
lanzamiento de Fuerza de Aire. Desde 1997, la Oficina de FAA de Transporte Espacial Comercial
y USAF la Orden Espacial ha trabajado junta en una sociedad formal para desarrollar,
mantiene, mejorar y documentar requisitos de seguridad de lanzamiento comunes. La mayoría
de lanzamientos espaciales comerciales por el FAA ha tenido lugar en las gamas de
lanzamiento nacionales en Cabo Cañaveral Estación de Fuerza del Aire, FL y Vandenberg Base
de Fuerza del Aire, CA, los cuales son ambos manejado por USAF Orden Espacial.
Tan solo son bases legales para empezar este camino, en el futuro y con la experiencia se
podrá sentar una regulación y una legislación que satisfaga las necesidades, que sirvan para
que aumente la seguridad y la tranquilidad del público impaciente.
43 | P á g i n a Turismo Espacial
Para terminar, hay que hacer una reflexión alentadora, el primer turista pagó 20 millones de
euros, dicha cifra asusto al gran público, pues pocas personas en el mundo pueden permitirse
el turismo a dichas alturas con ese precio. Pero actualmente se han lanzado nuevas tarifas, que
aún prohibitivas para la mayoría, unos 200 mil euros por persona, son un dato positivo. En
menos de 8 años se ha reducido un 99%, si sigue así, pronto el espacio será vacaciones de
todos…
44 | P á g i n a Turismo Espacial
Bibliografía
Páginas Web
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www.infobae.com
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http://www.faa.gov/news/press_releases/news_story.cfm?newsId=7372
http://www.faa.gov/about/office_org/headquarters_offices/ast/media/PL108-492.pdf
Revistas especializadas
Índice
Historia del turismo espacial 1
Otras alternativas 3
Diversas opiniones 6
Dennis Tito
Mark Shuttleworth
Gregory Olsen
Anousheh Ansari
Charles Simonyi
Iniciativas no gubernamentales 18
Vuelos Suborbitales 18
Definición 18
Scaled Composites 18
SpaceShipOne
White Knight
Virgin Galactic 24
SpaceShipTwo
Galactic Suit 28
Bigelow Aerospace 30
Secuencia
Genesis Pathfinder
Galaxy
Sundancer
BA-330
Perspectivas de comercialización
Otras iniciativas 34
Space Adventures 34
General
Vuelos Circunlunares
Paseos espaciales
EADS Astrium 35
Fase de vuelo
Calendario
Fundación X-Prize 37
Ansari X-Prize 37
Canadian Arrow 38
Diseño
Primera etapa
Segunda etapa
Armadillo Aerospace 39
Scaled Composites 39
Bibliografía 44