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LEY ORGÁNICA DEL PODER JUDICIAL

POTESTAD EXCLUSIVA DE ADMINISTRAR JUSTICIA.

Artículo 1.- La potestad de administrar justicia emana del pueblo y se ejerce por el Poder
Judicial a través de sus órganos jerárquicos con sujeción a la Constitución y a las leyes.

No existe ni puede instituirse jurisdicción alguna independiente del Poder Judicial, con
excepción de la arbitral y la militar.

 Comentario:

El Poder Judicial es, de acuerdo a la Constitución y las leyes, la institución encargada de


administrar justicia a través de sus órganos jerárquicos que son los Juzgados de Paz no
Letrados, los Juzgados de Paz Letrados, las Cortes Superiores y la Corte Suprema de
Justicia de la República. El funcionamiento del Poder Judicial se rige por la Ley Orgánica
del Poder Judicial que establece su estructura orgánica y precisa sus funciones. La
Constitución Política del Perú en su artículo 138º, señala: "La potestad de administrar
justicia emana del pueblo y se ejerce por el Poder Judicial a través de sus órganos
jerárquicos, con arreglo a la Constitución y a las Leyes." La obligación de administrar
justicia, conocida también como la "obligación prestacional del servicio público de
Injusticia", que, en nuestro ordenamiento jurídico compete a los órganos jurisdiccionales,
surge de la potestad que en forma excluyente asume el Estado, la misma que aparece
claramente contenida en el artículo 138° de la Constitución Política del Perú.

AUTONOMÍA E INDEPENDENCIA DEL PODER JUDICIAL.

Artículo 2.- El Poder Judicial en su ejercicio funcional es autónomo en lo político,


administrativo, económico, disciplinario e independiente en lo jurisdiccional, con
sujeción a la Constitución y a la presente ley.

 Comentario:

La autonomía e independencia judicial son términos de gran relevancia dentro de la rama


judicial en la estructura y organización del estado. La autonomía e independencia de los
jueces bajo ninguna medida puede significar soberanía ya que esto implicaría que por
encima de ellos no existiría ningún superior cosa que es totalmente un error, salvo en la
autonomía judicial que si existe un superior y es el estado. Cuando nos referimos a
autonomía e independencia observándolo sin sentido crítico podríamos decir que los
jueces son quienes tienen el poder dentro del estado, pero cuando analizamos los términos
podemos observar que dicha autonomía e independencia hacen relación a esa investidura
que en el ejercicio de su función el cual es de impartir justicia estos merecen. Toda
decisión judicial debe ir fundamentada en lo que establece la ley haciendo obviamente
una interpretación correcta de la misma. En fin podemos decir que la autonomía e
independencia son facultades que se reafirman con el respeto de las leyes.

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OBJETO DE LA LEY.

Artículo 3.- La presente Ley determina la estructura del Poder Judicial y define los
derechos y deberes de los Magistrados, los justiciables y los auxiliares jurisdiccionales,
para asegurar el cumplimiento y pleno respeto de las garantías constitucionales de la
administración de justicia.

Comentario:

Esta ley define los derechos y deberes de los magistrados, quienes son los encargados de
administrar justicia; de los justiciables, que son aquellos que están siendo juzgados o
quienes están solicitando justicia; y de los auxiliares jurisdiccionales que son las personas
encargadas de brindar apoyo a la labor de los integrantes de la magistratura.

Estructura:

 El Poder Ejecutivo, representado por el Presidente de la República


 El Poder Legislativo, representado por el Presidente del Congreso
 El Poder Judicial, representado por el Presidente de la Corte Suprema de Justicia.

Según la Constitución y las leyes, el Poder Judicial tiene la función de ejercer la


administración de justicia a través de sus diferentes instancias: Salas Supremas, Salas
Superiores, Juzgados.
Son deberes de los Magistrados:
 Resolver con celeridad y con sujeción a las garantías constitucionales del
debido proceso;
 Administrar justicia aplicando la norma jurídica pertinente, aunque no haya sido
invocada por las partes o lo haya sido erróneamente;
 A falta de norma jurídica pertinente, los Magistrados deben resolver aplicando
los principios generales del Derecho y preferentemente los que inspiran el
Derecho Peruano;
 Convalidar los actos procesales verificados con inobservancia de formalidades
no esenciales, si han alcanzado su finalidad y no han sido observados, dentro del
tercero día, por la parte a quien pueda afectar;
 Sanear en materia civil, agraria y laboral las irregularidades y nulidades del
proceso, dictando el auto de saneamiento procesal correspondiente, conforme a
ley;
Derechos de los magistrados:
 La independencia en el ejercicio de sus funciones jurisdiccionales;
 La estabilidad en el cargo, de acuerdo a la Constitución y las leyes;
 A ser trasladados, a su solicitud y previa evaluación, cuando por razones de
salud o de seguridad debidamente comprobadas, no sea posible continuar en el
cargo;
 La protección y seguridad de su integridad física y la de sus familiares;

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CARÁCTER VINCULANTE DE LAS DECISIONES JUDICIALES.
PRINCIPIOS DE LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA.

Artículo 4.- Toda persona y autoridad está obligada a acatar y dar cumplimiento a las
decisiones judiciales o de índole administrativa, emanadas de autoridad judicial
competente, en sus propios términos, sin poder calificar su contenido o sus fundamentos,
restringir sus efectos o interpretar sus alcances, bajo la responsabilidad civil, penal o
administrativa que la ley señala.

Ninguna autoridad, cualquiera sea su rango o denominación, fuera de la organización


jerárquica del Poder Judicial, puede avocarse al conocimiento de causas pendientes ante
el órgano jurisdiccional. No se puede dejar sin efecto resoluciones judiciales con
autoridad de cosa juzgada, ni modificar su contenido, ni retardar su ejecución, ni cortar
procedimientos en trámite, bajo la responsabilidad política, administrativa, civil y penal
que la ley determine en cada caso.

Esta disposición no afecta el derecho de gracia.

Comentario:

En ese sentido, es preciso señalar que el aspecto vinculante no es la decisión específica


para el caso puntual, sino el criterio base del que se valió el juzgador para tomar la
decisión. Son argumentos contenidos en la decisión pero que son criterios auxiliares o
complementarios. Ahora bien, en atención de dicha fuerza vinculante el precedente
genera en los jueces que resolverán casos similares en el futuro el deber de observar el
criterio esencial establecido al momento de fallar. De esta manera, los tribunales y jueces
no pueden contradecir ni desvincularse de las sentencias resueltas con anterioridad, caso
contrario, vulnerarían principios constitucionales tan elementales como la igualdad.

DIRECCIÓN E IMPULSO DEL PROCESO.

Artículo 5.- Los Magistrados, cualquiera sea su rango, especialidad o denominación


ejercen la dirección de los procesos de su competencia y están obligados a impulsarlos de
oficio, salvo reserva procesal expresa.

Con este objeto tienen autoridad sobre todos los intervinientes en los procesos judiciales
de su competencia, quienes les deben el respeto y las consideraciones inherentes a su
función.

Comentario:

El principio de dirección representa la parte contraria del Principio Dispositivo, por el


cual el Juez era esencialmente pasivo, limitándose tan sólo a observar la actividad de los
sujetos procesales y resolver en consecuencia. Así, el Principio de Dirección se constituye
en la manifestación pura del sistema Inquisitivo, por el que el papel del Juez investiga los
hechos valiéndose de todos los medios a su alcance con dicho propósito; ello a fin de
formarse una opinión y resolver el conflicto o la incertidumbre jurídica. En ese sentido,
el principio de impulso procesal se viene a constituir como un elemento de dinamicidad
dentro del proceso. Esto quiere decir que el Juez tiende agilizar el proceso, y conducirlo
en forma independiente a los actos realizados por las partes.
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PRINCIPIOS PROCESALES EN LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA.

Artículo 6.- Todo proceso judicial, cualquiera sea su denominación o especialidad, debe
ser sustanciado bajo los principios procesales de legalidad, inmediación, concentración,
celeridad, preclusión, igualdad de las partes, oralidad y economía procesal, dentro de los
límites de la normatividad que le sea aplicable.

Comentario:

En virtud al Principio de Inmediación el juzgador se encuentra en la obligación de


mantener un trato directo e inmediato con la actuación de las partes dentro del proceso
(en las audiencias por ejemplo), respecto de los hechos alegados por éstos, de los medios
probatorios que pudieran ofrecer, y en general, respecto de toda las formas posibles de
establecer un medio que permita al Juez arribar a una decisión fundada en la convicción
real y natural como producto de la valoración de las actuaciones de las partes. Sin que
ello signifique el incremento de las actuaciones procesales, en razón a que el Principio de
Concentración postula el desarrollo del proceso en un menor uso posible de actos
procesales, concentrándolos o agrupándolos en un solo acto, por reiterativos o inútiles.
No restringiéndolos o eliminándolos como propone el Principio de Economía Procesal en
razón a la inutilidad o a lo innecesario que pudiera resultar su desarrollo (esto último no
debe afectar el derecho de defensa ni a la realización de ciertos actos de obligatorio
cumplimiento) El Principio de Celeridad Procesal pregona la realización de los actos
procesales dentro de los plazos establecidos en la ley; de ese modo se constituye como un
mecanismo de control frente a las maniobras dilatorias, proponiendo la adopción de una
determinada medida o sancionándolas.

TUTELA JURISDICCIONAL Y DEBIDO PROCESO.

Artículo 7.- En el ejercicio y defensa de sus derechos, toda persona goza de la plena tutela
jurisdiccional, con las garantías de un debido proceso.

Es deber del Estado, facilitar el acceso a la administración de justicia, promoviendo y


manteniendo condiciones de estructura y funcionamiento adecuados para tal propósito.

Comentario:

El derecho a la Tutela Jurisdiccional efectiva, es uno de los derechos fundamentales y/o


constitucionales que tiene todo sujeto de derecho (persona natural, persona jurídica,
concebido, patrimonio autónomo, entes no personales, etc., teniendo estos la situación
jurídica de demandante o demandado según el caso) al momento de recurrir al órgano
jurisdiccional (juez en representación del Estado) a fin de que se le imparta justicia,
existiendo garantías mínimas para todos los sujetos de derecho que hagan uso o requieran
de la intervención del Estado para la solución de su conflicto de intereses o incertidumbre
jurídica; utilizando para ello el proceso como instrumento de tutela del derecho sustancial.

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DEBERES PROCESALES DE LAS PARTES.

Artículo 8.- Todos los que intervienen en un proceso judicial tienen el deber de
comportarse con lealtad, probidad, veracidad y buena fe.

Los Magistrados deben sancionar toda contravención a estos deberes procesales, así como
la mala fe y temeridad procesal.

Comentario:

Buena fe y ejercicio regular de los derechos establece que las partes deberán actuar en
juicio con buena fe, y no ejercer abusivamente los derechos que les conceden las leyes
procesales .La norma procesal se halla basada en el Principio de moralidad, comprensivo
de los Principios de buena fe, lealtad, veracidad y probidad, que consiste en el conjunto
de reglas de conducta, presididas por el imperativo ético, a que deben ajustar su actuación
en el proceso todos los que en él intervengan: jueces, partes, terceros, abogados,
procuradores, funcionarios judiciales, etc. Este principio procesal tiene como propósito
adecuar el proceso a la naturaleza de sus fines, evitando actuaciones arbitrarias,
maliciosas o temerarias. Los litigantes y sus abogados tienen la obligación de actuar en
juicio con buena fe y no ejercer abusivamente los derechos, por una parte, y por la otra,
los jueces tienen también el deber de prevenir y sancionar todo acto contrario a la lealtad,
probidad y buena fe.

FACULTAD SANCIONADORA DEL JUEZ.

Artículo 9.- Los Magistrados pueden llamar la atención, o sancionar con apercibimientos,
multas, pedidos de suspensión o destitución, o solicitar su sanción, de todas las personas
que se conduzcan de modo inapropiado, actúen de mala fe, planteen solicitudes dilatorias
o maliciosas y en general, cuando falten a los deberes señalados en el artículo anterior,
así como cuando incumplan sus mandatos.

Esta facultad comprende también a los abogados.

Comentario:

Con la finalidad de garantizar la eficacia de todo el sistema normativo resulta necesario


que la Administración Pública ostente suficientes facultades coercitivas para garantizar
su cumplimiento El Juez, en uso de sus facultades, puede requerir a la parte para que
retire la frase que considere ofensiva o descomedida, ya sea hacia su persona o a la
contraparte. Este requerimiento puede hacerse bajo apercibimiento (v.g. imposición de
multa o informar al Colegio de Abogados sobre dicha conducta). Cuando las partes
interaccionen con otras, o se dirijan al Juez o auxiliares de justicia (ya sea de manera
verbal en una audiencia o diligencia, o escrita en sus recursos), deben comportarse con
cortesía y respeto. Debiendo las partes conducirse en forma “civilizada” durante su
tramitación, pues es muy fácil, además de común, que el furor generado por el propio
litigio genere en las partes comportamientos inadecuados e irrespetuosos. Atendiendo a
las facultades coercitivas del Juez, éste puede requerir el cumplimiento de las citadas
obligaciones a las partes dictando los apercibimientos de ley, ya sea que los obligue a
asistir haciendo uso de la fuerza pública, o imponiéndoles una multa por resistirse a

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cumplir con sus mandatos, ello sin perjuicio de tomar en cuenta la conducta procesal de
éstas al momento de resolver. El Juez, como director del proceso, no solo tiene la facultad
de exigir una conducta adecuada a los partícipes del mismo, sino también tiene la potestad
de castigar aquellas actuaciones contrarias a lo establecido por la norma.

PRINCIPIO DE PUBLICIDAD. DERECHO DE ANÁLISIS Y CRÍTICA DE LAS


DECISIONES JUDICIALES.

Artículo 10.-

Toda actuación judicial es pública, con las excepciones que la Constitución y las leyes
autorizan. Tienen el mismo carácter los registros, archivos y copias de los actuados
judiciales fenecidos que se conserven, de acuerdo a ley. Cualquier persona debidamente
identificada puede acceder a los mismos para solicitar su estudio o copia certificada, con
las restricciones y requisitos que establece la ley.

Cualquier decisión judicial, recaída en un proceso fenecido, puede ser objeto de análisis
y crítica, con las limitaciones que expresamente la ley señala.Todas las sentencias
emitidas por los jueces se publican en la página web del Poder Judicial, bajo
responsabilidad de la Corte Suprema y/o de las Cortes Superiores, según corresponda.

Los jueces tienen el deber de remitir sus sentencias a los órganos correspondientes en
tiempo oportuno."

Comentario:

Además de representar una garantía de la administración de justicia, constituye un medio


por el cual la imparcialidad que debe caracterizar al órgano jurisdiccional, será expuesta
de manera pública .Esto respecto de ciertos actos procesales (las audiencias por ejemplo)
En las que cualquier tendrá libre acceso. Esta es una Garantía Constitucional de la
Administración de Justicia novedosa y hasta cuestionable como tal. Puede inscribirse
dentro del concepto genérico del “control público” de la judiciabilidad y legalidad de los
fallos y decisiones judiciales. El respeto a la autonomía y exclusividad en la función
jurisdiccional no implican infabilidad en la función, y aunque la cosa juzgada, protege la
imperatividad de los fallos judiciales haciéndolos siempre y en todo momento ejecutables,
ello no impide que el justiciable, dentro de los límites que la ley impone (respecto a las
personas, al orden público, a las buenas costumbres y a la propia cosa juzgada) que pueda
formular un público análisis y crítica de lo que pueda considerar errado.

INSTANCIA PLURAL.

Artículo 11.- Las resoluciones judiciales son susceptibles de revisión, con arreglo a ley,
en una instancia superior. La interposición de un medio de impugnación constituye un
acto voluntario del justiciable. Lo resuelto en segunda instancia constituye cosa juzgada.
Su impugnación sólo procede en los casos previstos en la ley.

Comentario:

La Pluralidad de instancia constituye un principio y a la vez un derecho inherente a la


naturaleza propia de la función jurisdiccional. Esta materia se encuentra prevista en el

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inciso 6 del artículo 139 de la Constitución vigente, en los siguientes términos: “Son
principios y derechos de la función jurisdiccional La Pluralidad de la Instancia”. La
instancia se entiende como una de las etapas o grados del proceso. En puridad, se trata
del ejercicio del derecho al recurso impugnatorio. Así, lo que resulta cautela do es que las
decisiones de los jueces y tribunales, una vez terminada una etapa del proceso, pueda ser
objeto de una ulterior revisión que tiene en cuenta su actuación y el fallo. La pluralidad
de instancia permite que una resolución sea vista en una segunda y hasta en una tercera
instancia. Es decir, existe la posibilidad de que un error, deficiencia o arbitrariedad
contenida en una resolución expedida por un órgano jurisdiccional de instancia menor,
pueda ser subsanado, dice García Toma. Se considera que las instancias superiores están
dotadas de un mayor nivel de conocimiento jurídico y de experiencia funcional. La
instancia plural es además una seguridad para el propio juez, ya que los fallos de resultar
correctos habrán de ser corroborados por el superior jerárquico. En cambio, si las
decisiones son equivocadas como consecuencia de la existencia de cualquier tipo de
deficiencia o insuficiente interpretación de la ley, dicho superior habrá de enmendadas.
La existencia de la pluralidad de instancia permite alcanzar los dos objetivos siguientes:

a) reforzar la protección de los justiciables ante el error, incuria o negligencia del ente
juzgador.
b) Establecer un control intra-jurisdiccional de los órganos superiores sobre los inferiores,
en relación a la calidad y legalidad de las resoluciones expedidas.
En nuestro país, los grados de la administración de justicia ordinaria teniendo en cuenta
su rango de inferior a mayor jerarquía- son los siguientes:
- Jueces de paz.
- Jueces de paz letrados.
- Jueces de especialización (civiles, penales, de trabajo, etc.).
- Las Cortes Superiores.
- La Corte Suprema de Justicia.
ARTÍCULO 12.- MOTIVACIÓN DE RESOLUCIONES

Todas las resoluciones, con exclusión de las de mero trámite, son motivadas, bajo
responsabilidad, con expresión de los fundamentos en que se sustentan. Esta disposición
alcanza a los órganos jurisdiccionales de segunda instancia que absuelven el grado, en
cuyo caso, la reproducción de los fundamentos de la resolución recurrida, no constituye
motivación suficiente."

Comentario:

Desde el punto de vista del lenguaje enunciativo, viene al caso citar la acepción pertinente
que el Diccionario De La Lengua Española asigna a la palabra Motivación. Esa acepción
que elegimos, entre otras, es la de: "Acción y efecto de motivar". A su vez, también según
el citado Diccionario, la palabra Motivar tiene como una de sus significaciones la de: "Dar
o explicar la razón o motivo que se ha tenido para hacer una cosa”.El artículo 135 de la
Constitución Política del Perú consagra como Principio de la función jurisdiccional el
derecho la debida motivación de las resoluciones judiciales , el que está destinado a
garantizar a los justiciables la obtención de una respuesta razonada motivada y congruente

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con las pretensiones oportunamente formuladas ,en cualquier tipo de proceso , de tal
manera que puedan conocer cuál ha sido el proceso mental, es decir la deliberación que
ha seguido internamente, para arribar a una decisión que resuelva la controversia, decisión
que no puede estar sustentada en le libre albedrio del juez sino en datos objetivos tanto
de los hechos, como del ordenamiento jurídico. El deber de motivación es sin duda una
expresión de la labor jurisdiccional, de allí que la obligación de motivar adecuadamente
una resolución judicial permita a la ciudadanía realizar un control de la actividad
jurisdiccional, y a las partes que intervienen en el proceso conozcan las razones por las
cuales se les concede o deniega la tutela concreta de un derecho o un específico interés
legítimo.

CUESTIÓN CONTENCIOSA EN PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO.

Artículo 13.- Cuando en un procedimiento administrativo surja una cuestión contenciosa,


que requiera de un pronunciamiento previo, sin el cual no puede ser resuelto el asunto
que se tramita ante la administración pública, se suspende aquel por la autoridad que
conoce del mismo, a fin que el Poder Judicial declare el derecho que defina el litigio. Si
la autoridad administrativa se niega a suspender el procedimiento, los interesados pueden
interponer la demanda pertinente ante el Poder Judicial. Si la conducta de la autoridad
administrativa provoca conflicto, éste se resuelve aplicando las reglas procesales de
determinación de competencia, en cada caso.

SUPREMACÍA DE LA NORMA CONSTITUCIONAL Y CONTROL DIFUSO DE


LA CONSTITUCIÓN.

Artículo 14.- De conformidad con el Art. 236 de la Constitución, cuando los Magistrados
al momento de fallar el fondo de la cuestión de su competencia, en cualquier clase de
proceso o especialidad, encuentren que hay incompatibilidad en su interpretación, de una
disposición constitucional y una con rango de ley, resuelven la causa con arreglo a la
primera.

Las sentencias así expedidas son elevadas en consulta a la Sala Constitucional y Social
de la Corte Suprema, si no fueran impugnadas. Lo son igualmente las sentencias en
segunda instancia en las que se aplique este mismo precepto, aun cuando contra éstas no
quepa recurso de casación.

En todos estos casos los Magistrados se limitan a declarar la inaplicación de la norma


legal por incompatibilidad constitucional, para el caso concreto, sin afectar su vigencia,
la que es controlada en la forma y modo que la Constitución establece. Cuando se trata
de normas de inferior jerarquía, rige el mismo principio, no requiriéndose la elevación en
consulta, sin perjuicio del proceso por acción popular.(*) Ver artículo 138 de la
Constitución Política de 1993

Comentario:
En el ámbito del Estado de derecho se podría definir de forma amplia. Se podría afirmar
que: Estado de derecho es aquel que sujeta su comportamiento a las normas jurídicas. Es
aquel que se subordina al ordenamiento jurídico y en primer lugar a la Constitución, al

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ordenamiento constitucional como norma jurídica suprema. Podría decirse que el Estado
de derecho es aquel que se subordina a la Constitución como norma suprema y al resto
del ordenamiento jurídico de ese Estado. La esencia del método difuso de control de
constitucionalidad radica en la noción de supremacía constitucionalidad y en su efectiva
garantía, en el sentido de que si hay actos que colinden con la Constitución, ellos son
nulos y como tales tienen que ser considerados por los tribunales, los cuales son,
precisamente, los llamados a aplicar las leyes. El significado de Control Difuso es el de
una facultad constitucional concedida a los órganos revestidos de potestad jurisdiccional
para revisar la constitucionalidad de las normas, haciendo prevalecer la Constitución
sobre la ley y ésta sobre cualquier otra norma de rango inferior.

FACULTAD DEL JUSTICIABLE A USAR SU PROPIO IDIOMA.

Artículo 15.- Las actuaciones judiciales se efectúan en castellano. Cuando el idioma o


dialecto del justiciable sea otro, las actuaciones se realizan ineludiblemente con la
presencia de intérprete. Por ningún motivo se puede impedir al justiciable el uso de su
propio idioma o dialecto durante el proceso.

Comentario:

Podemos iniciar el análisis de este punto tomando como referencia el extremo final del
artículo 2º inciso 19 de la Constitución, que establece lo siguiente: “Todo peruano tiene
derecho a usar su propia idioma ante cualquier autoridad mediante un intérprete. Los
extranjeros tienen este mismo derecho cuando son citados por cualquier autoridad”.Es
importante señalar que el empleo del idioma materno ante cualquier autoridad mediante
un intérprete “constituye un derecho en sí mismo con su propio contenido, pero también
es parte del derecho a la propia identidad cultural, al ser el idioma un eje de la cultura ya
que permite la inserción en una cultura y la interacción social, conocer el mundo y poder
nombrarlo. Perspectiva es que se configuran los derechos lingüísticos, como aquellos
destinados a proteger la identidad étnica y cultural de la que son titulares tanto peruanos
como extranjeros, lo cual origina la obligación estatal de adoptar medidas legales que
sean eficaces en su implementación, a efectos de que ningún ser humano quede
desprotegido e impedido en el pleno ejercicio de sus derechos fundamentales.

INDEPENDENCIA JURISDICCIONAL DEL MAGISTRADO.

Artículo 16.- Los Magistrados son independientes en su actuación jurisdiccional dentro


de su competencia. Ninguna autoridad, ni siquiera los Magistrados de instancia superior,
pueden interferir en su actuación. Están obligados a preservar esta garantía, bajo
responsabilidad, pudiendo dirigirse al Ministerio Público, con conocimiento del Consejo
Ejecutivo del Poder Judicial, sin perjuicio de ejercer directamente los derechos que les
faculta la ley.

Comentario:
El poder judicial es independiente de toda otra autoridad en el ejercicio de sus funciones.
Este principio tiene dos alcances. Uno positivo, en cuanto a que el Poder Judicial es libre,
soberano y autónomo de los demás órganos del Estado. Un aspecto negativo, en el sentido

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de que el órgano jurisdiccional no puede intervenir y ejercer las atribuciones de los
órganos ejecutivo y legislativo. Sin duda, que, desde el punto de vista de las funciones
estatales, no existe una total independencia del órgano jurisdiccional, dado que en el
Estado moderno no hay una separación absoluta de las funciones ejecutiva, legislativa y
jurisdiccional. Cada uno de los órganos del Estado realiza en forma preponderante
cualquiera de esas funciones, pero no en forma excluyente. Sin embargo, lo importante
está en señalar que aquella función jurisdiccional, ejercida en forma principal por el
órgano jurisdiccional (poder judicial), se realiza en forma soberana y autónoma.
Artículo 17.- ESPECIALIDAD DEL MAGISTRADO
La especialidad de los Magistrados debe mantenerse durante todo el ejercicio de su cargo,
a menos que soliciten su cambio expresamente y previas las evaluaciones
correspondientes.
Con el ingreso a la Magistratura, se adquiere el derecho a mantener la misma especialidad,
a postular a los diversos cargos en la misma o superior jerarquía judicial, sin que la
especialidad pueda ser considerada en su perjuicio.
Comentario:
Para que exista una recta administración de justicia, se requiere jueces y fiscales
preparados, capacitados y especialistas en determinadas materias, donde desarrollarán sus
tareas jurisdiccionales y resolverán los conflictos que se presenten. La tendencia moderna
y democrática es que los magistrados desempeñen sus funciones en el área que dominan.
Artículo 18.- EXCEPCIÓN A LA ESPECIALIDAD POR RAZÓN DE CARGA
PROCESAL.
Por necesidad del servicio y en razón de la carga procesal el Consejo Ejecutivo del Poder
Judicial puede encomendar a los Magistrados, procesos de materias afines a su
especialidad, con las limitaciones que la ley impone.
Artículo 19.- QUEJAS DE HECHO.
Las quejas de hecho por responsabilidad funcional son de competencia exclusiva de la
Oficina de Control de la Magistratura y del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, con
excepción de la calificación previa a que se contrae el Art. 249º de la Constitución.
(*) Ver inciso 3 del artículo 154 de la Constitución Política de 1993
Comentario:
Aplicar la sanción de destitución a los vocales de la corte suprema y fiscales supremos y,
a solicitud de la corte suprema o de la junta de fiscales supremos, respectivamente, a los
jueces y fiscales de todas las instancias .la resolución motivada y con previa audiencia del
interesado, es inimpugnable.
Artículo 20.- SANCIÓN POR RESPONSABILIDAD FUNCIONAL.
Los Magistrados sólo son pasibles de sanción por responsabilidad funcional en los casos
previstos expresamente por la ley, en la forma y modo que esta ley señala.

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Comentario: Las sanciones se imponen previo proceso disciplinario. Las
sanciones y medidas disciplinarias se anotan en el registro de medidas
disciplinarias pude ser un Apercibimiento; Multa, Suspensión; Separación; y,
Destitución.
Artículo 21.- INICIATIVA LEGISLATIVA DE LA CORTE SUPREMA.
La Corte Suprema tiene iniciativa legislativa, en los asuntos que le son propios. Los
Magistrados por intermedio del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, dan cuenta al
Congreso de la República y al Ministerio de Justicia, de los vacíos y deficiencias
legislativas que encuentren en el ejercicio de sus funciones, así como de las
contradicciones e incompatibilidades constitucionales, sin perjuicio de la iniciativa que
sobre este propósito pueda asumir directamente el propio Consejo Ejecutivo del Poder
Judicial, o la Sala Plena de la Corte Suprema.
En el primer caso, el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial da trámite al pedido del
Magistrado sin calificar su contenido, a menos que dicho Consejo o la Sala Plena de la
Corte Suprema lo haga suyo con expresa mención del autor de la iniciativa.
CARÁCTER VINCULANTE DE LA DOCTRINA JURISPRUDENCIAL.
Artículo 22.-
Las Salas Especializadas de la Corte Suprema de Justicia de la República ordenan la
publicación trimestral en el Diario Oficial "El Peruano" de las Ejecutorias que fijan
principios jurisprudenciales que han de ser de obligatorio cumplimiento, en todas las
instancias judiciales.
Estos principios deben ser invocados por los Magistrados de todas las instancias
judiciales, cualquiera que sea su especialidad, como precedente de obligatorio
cumplimiento. En caso que por excepción decidan apartarse de dicho criterio, están
obligados a motivar adecuadamente su resolución dejando constancia del precedente
obligatorio que desestiman y de los fundamentos que invocan.
Los fallos de la Corte Suprema de Justicia de la República pueden excepcionalmente
apartarse en sus resoluciones jurisdiccionales, de su propio criterio jurisprudencial,
motivando debidamente su resolución, lo que debe hacer conocer mediante nuevas
publicaciones, también en el Diario Oficial "El Peruano", en cuyo caso debe hacer
mención expresa del precedente que deja de ser obligatorio por el nuevo y de los
fundamentos que invocan.
Comentario: las normas procesales por ser de naturaleza de derecho público, tienen
carácter imperativo .salvo las excepciones señaladas en la propia ley.Para aplicar un
precedente jurisprudencial se requiere que el caso en cuestión sea similar al debatido, lo
que significa que las normas jurídicas aplicables sean sustancialmente las mismas. En este
sentido tendría un rol normativo para casos futuros. Las resoluciones posteriores deberán
ajustarse a los términos de lo resuelto anteriormente para asuntos similares.

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ACCIÓN CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVA
Artículo 23.-
La acción contencioso-administrativa de que trata el Art. 240 de la Constitución se rige,
en cuanto a sus reglas de competencia, procedencia y procedimiento, por su propia ley.
(*) Ver Artículo 148º de la Constitución Política de 1993.
Comentario: las resoluciones administrativas que causan estado son susceptibles de
impugnación mediante la acción contencioso administrativo.
La acción contencioso administrativa como se denomina en nuestra legislación, permite
el control jurisdiccional de los actos administrativos, teniendo un carácter impugnatorio.
El contencioso administrativo importa la solución judicial al conflicto jurídico que crea
el acto de la autoridad administrativa que vulnera derechos subjetivos o agravia intereses
legítimos de algún particular o de otra autoridad administrativa, por haber infringido
aquéllas, de algún modo, la norma legal que regla su actividad y a la vez protege tales
derechos o intereses. También se refiere a una definición moderna que establece que el
contencioso administrativo es un medio para dar satisfacción jurídica a las pretensiones
de la Administración y de los administrados afectados en sus derechos por el obrar
público.
GRATUIDAD DE LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA COMÚN.
Artículo 24.-
La Administración de Justicia es gratuita para las personas de escasos recursos
económicos, y para todos los casos expresamente previstos por ley. Se encuentran
exonerados del pago de tasas judiciales:
a) Los litigantes a los que se les concede auxilio judicial.
b) Los demandantes en los procesos sumarios por alimentos cuando la pretensión del
demandante no excede de veinte (20) Unidades de Referencia Procesal.
c) Los denunciantes en las acciones de Hábeas Corpus.
d) Los procesos penales con excepción de las querellas.
e) Los litigantes en las zonas geográficas de la República, en las que por efectos de las
dificultades administrativas se justifique una exoneración generalizada.
f) El Ministerio Público en el ejercicio de sus funciones.
g) Las diversas entidades que conforman los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial,
los órganos constitucionalmente autónomos, las instituciones públicas descentralizadas y
los Gobiernos Regionales y Locales.
h) Los que gocen de inafectación por mandato expreso de la ley.(*)
"i) Los trabajadores, ex trabajadores y sus herederos en los procesos laborales y
previsionales, cuyo petitorio no exceda de 70 (setenta) Unidades de Referencia Procesal,
de amparo en materia laboral, o aquellos inapreciables en dinero por la naturaleza de la
pretensión.” (*)
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CONCORDANCIA: R.ADM. Nº 1067-CME-PJ
(*) Inciso vigente conforme a la modificación establecida en al Artículo Único de la Ley
N° 27327, publicada el 25-07-2000
Nota: Anteriormente este artículo fue incorporado por el Artículo 3 de la Ley N° 26846,
publicada el 27.07.97; posteriormente fue nuevamente incorporado por el por el Artículo
Único de la Ley Nº 26966, publicada el 23-06-98.
Comentario: por este principio el estado concede gratuitamente la prestación
jurisdiccional, sin perjuicio de que el litigante vencido totalmente en un proceso, en su
caso, el litigante de mala fe, debe abonar las costas, costos y multas, de ser el caso.El
acceso a la justicia sirve para enfocar dos propósitos básicos del sistema jurídico por el
cual la gente puede hacer valer sus derechos y resolver sus disputas, bajo los auspicios
generales del estado, dichos propósitos deben orientar a contar con un sistema accesible
para todos; y que brinde resultados invidual y socialmente justos .bajo esta óptica resulta
declarativa la gratuidad de la administración de justicia y la defensa gratuita para las
personas de escasos recursos que regula el artículo 139 inciso 16 de la constitución
política, pues consideramos que existe un acceso a la justicia igualitario de derecho mas
no de hecho.

ORGANIZACIÓN DEL PODER JUDICIAL

Funciones, gobierno y órganos encargados de administrar justicia.

Artículo 25.- El Poder Judicial desarrolla las funciones jurisdiccionales que la


Constitución y las leyes le otorgan. Para ello se gobierna institucionalmente con la
autonomía, facultades y limitaciones que la presente ley establece.

En esta ley se señalan los órganos encargados de administrar justicia en nombre del
pueblo y los que norman, rigen, controlan y ejecutan su propia actividad institucional y
administrativa.

Comentario: El Funcionamiento del Poder Judicial dentro del Estado, nuestros actos y
responsabilidades son regidos por leyes que el Poder Judicial debe hacer cumplir. La
justicia debe estar al servicio del pueblo por lo que existe un Sistema Judicial, una
organización que permite que el ciudadano pueda acceder a la justicia, según diferentes
niveles e instancias relacionadas con la gravedad de su falta o delito.

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CONCLUSIÓN

En conclusión Podemos decir que el poder judicial, desarrolla las funciones


jurisdiccionales que la Constitución y las leyes le otorgan, muestra la potestad exclusiva
que tiene de administrar justicia en nuestro país con una autonomía e independencia
porque eso es el objeto de la ley que es asegurar el cumplimiento de las garantías
constitucionales y el de un debido proceso y no se debe impedir al justiciable el uso de su
propio idioma o dialecto durante el proceso.

Además los magistrados son los que dirigen un proceso y por lo tanto deben impulsarlo
porque es inherente a su función y también las sanciones que se les impone. Siempre en
un proceso debe existir lealtad, probidad, veracidad y buena fe de las partes y de los
abogados. Y el estado debe dar la prestación de la gratuidad de la administración de
justicia para los litigantes de escasos recursos. Así como el principio de publicidad en el
cual toda audiencia es pública. Y la instancia plural que es susceptible a revisión.

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