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UNIVERSIDAD DEL ZULIA

FACULTADA DE ARQUITECTURA Y DISEÑO


PROGRAMA DE ESTUDIOS PARA GRADUADOS
DOCTORADO EN ARQUITECTURA

Electiva
Paisaje Urbano

“Plaza Baralt: Recinto extinto de una micro-metrópolis”


Notas sobre la visita realizada a la Plaza Baralt de Maracaibo el día sábado 17 de noviembre de
2018, con la colaboración del Dr. Eduardo Pineda Paz, Arq. Experiencia vivencial intuitiva e
intencional # 2, para una aproximación fenomenológica al concepto del Paisaje Urbano.

Profesor: Dr. Carlos Prieto, Arq.

Alumno: M. Sc. Alberto José Villalobos, Lic.


0424 6833387 / albervil22@gmail.com / @albervil23

Maracaibo, enero de 2019


“Plaza Baralt: Recinto extinto de una micro-metrópolis”

M. Sc. Alberto José Villalobos, Lic.

Lo primero que se puede afirmar acerca de la fenomenología1 es que, la misma parte del caos
de la percepción humana; con la pretensión de un posible dominio intelectual que se iniciaría con el
entendimiento del contexto de los “sucederes” para, posteriormente, llegar a una aproximación de
todas sus posibilidades, como conocimiento racional. En el caso del paisaje urbano; este se
emplaza, paradójicamente, como la dinámica humana que se desarrolla en la misma:
desplazamiento, asentamientos, ocupación; más de la presencia matérica de las estructuras echas
por el hombre. En fin, todas las dimensiones posibles del colectivo en su corporeidad de co-
habitantes y bajo un sentido de pertenencia al espacio y al paisaje urbano, del que dicho individuo,
ya forma parte cambiante pero vital.
En el caso de la Plaza Baralt, esta recoge, lo que en su momento fue el pulso social de la
Maracaibo de principios de siglo XX hasta mediados de los años 60, cuando reunió una serie de
características de urbanismo moderno, producto de cambios sociales dirigidos a la
comercialización y explotación petrolera; en una ciudad puerto a orillas de un Lago de Maracaibo
que apunta hacia una salida al Mar Caribe y, de manera inversa, era el primer avistamiento de
ciudad que antecede al periplo de una geografía, dominantemente lacustre, con actividad pesquera
e industrial muy activa; amen de la economía agropecuaria, ya hacia el sur. Esto implicó, para una
ciudad pequeña en recorrido pero ya interrumpida en su calmada languidez de ex-posesión
española, pasar a ser centro de acopio y distribución de bienes e insumos como maquinarias,
materiales de construcción; provenientes de los barcos por el mar y embarcaciones pequeñas
desde el sur del lago.
Otros elementos dirigidos a condicionar a un casco central con apenas tres vertientes terrestres
de recorridos; medianamente asimilados en ordenanzas municipales como lo fueron en su
momento la Av. Bella Vista, los Haticos y la extinta vía hacia Valle Dupar, hoy conocida como Av.
La limpia, en dirección al Oeste. Fue entonces cunado la Plaza Baralt se convirtió en la sala de
reuniones de todas las clases sociales y laborales de la ciudad ya que, todas las vías de recorrido,
incluyendo un tranvía y su cercanía a la orilla de lo que hoy se conoce como El Malecón
(anteriormente más cercano a la plaza antes del rellenado de concreto por razones de expansión

1BRUGGER, Walter (1.983). Diccionario de Filosofía. Barcelona: Editorial Herder. p. 248:” Fenomenología. Término
utilizado por Lambert para significar la teoría de los fenómenos. En un sentido amplio la ciencia de los fenómenos. Fue
fundada por E. Husserl.” De hecho, hay que señalar que fue Husserl quien, a principios del siglo XX, inició un movimiento
filosófico basado en la vuelta al objeto y al ser.
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portuaria), desde el Mercado de Las Pulgas hasta el final de la Av. Libertador, anteriormente
llamada Punta Arrieta.
Las ocho vías de acceso directo a la Plaza Baralt convergen a un espacio rectangular cuya lado
más largo comporta una dirección norte-sur. Anteriormente era un área de trafico locomotor de
pocos autos venidos desde el puerto por algunas gabarras o desde el sur del estado Zulia y
posiblemente desde Colombia. También involucraba el acceso directo del tranvía e, incluso,
animales de carga y transporte. Todo este comportamiento de parque automotor mezclado con
vida de campo tenía su mayor impacto, precisamente en esta plaza. A ello se agregan las primeras
edificaciones con fines comerciales y corporativos, tanto en la plaza como sus adyacencias. Si
tomamos en cuenta la “vida urbana” de la ciudad; esta se delimitaba en una cuadrícula donde el
casco central: la Av. Padilla, La calle frontal a la Iglesia Santa Bárbara, los caminos de pescadores
y comerciantes informales (antes de la construcción) de la Av. Libertador y la Av. el Milagro. Era de
suponerse que el epicentro de concentración de transeúntes tenía que ser esta plaza ya que,
poesía a los cuatro paradigmas del urbanismo moderno ya presentes: concentración, paso,
recreación, y transbordo.
Finalmente, el sentido de pertenencia del individuo local a este paisaje escenográfico generado
por edificaciones de concreto pero convertidas casi todas, actualmente, en depósitos que
acompañan al Convento y a algunos establecimientos alrededor de la plaza. Esta plaza ha mutado
a otros comportamientos de menor impacto, por cuanto dejó de ser la vena arterial de la ciudad
para convertirse en un espacio de cotidianidad en letargo; en lo económico y lo urbanístico. Más,
no deja de ser, a nivel de conciencia colectiva, parte del imaginario regional. Sus crónicas y
gráficas (documentadas) conservan una memoria literaria y visual, como todo fenómeno
manifestado en la conciencia de los individuos y en apología a una arquitectura que respondió a la
espiritualidad de una época de bonanza económica, en pleno desarrollo.

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