Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Una niña llamada Julia, al llegar a su casa después de la escuela, entregó a su mamá un
reporte de la dirección. Este reporte era para informar a los padres que su hija no había
entregado las tareas de toda la semana. La niña recibió su castigo, y su madre empezó
a vigilarla más en ese aspecto, sin saber lo que estaba pasando.
Esta es la historia general, con sus diferentes variantes, de un niño con baja autoestima,
que busca llamar la atención. Sin embargo, esto también aplica para muchos adultos. Es
un claro ejemplo de cómo se relaciona la Autoestima de las personas, con el respeto a
sí mismos.
En tu caso, no es necesario que exista una drástica falta de respeto. Si te respetas aunque
sea un poco más, tu autoestima crecerá de manera asombrosa. A nadie le viene mal
mejorar su sinceridad y su responsabilidad, aún cuando no tenga problemas con esto.
Cumple todas tus promesas. La integridad ante todo. Cumple todas las promesas que
hagas a los demás, a menos que exista una causa de fuerza mayor que todos sabrán
comprender. Pero sobre todo, cumple tus propias promesas. Si te prometiste a ti mismo
bajar de peso o mejorar tu condición física, ¡hazlo!
1
Haz tus deberes y tareas. Aunque te sientas mal, NO desatiendas tus tareas o asuntos
pendientes. Trabaja en todos ellos, uno por vez. Así te sentirás cada vez más aliviado, y
te empezarás a ver a ti mismo como alguien responsable.
Acepta que eres responsable de tu vida. Sólo tú puedes hacer que tu vida mejore. De
aquí en adelante, decídete a tomar el control. Si tienes sueños, deja que se conviertan
en tu mayor motivación. Necesitarás trabajo y esfuerzo constantes, pero si te mantienes
lo suficientemente motivado, LO LOGRARÁS.
Estos consejos son clave para que aprendas a respetarte a ti mismo. Hazlos parte de tu
vida. Son el primer paso necesario para que puedas subir tu autoestima. Y si ya vives
con respeto, recuerda que lo puedes reafirmar todavía más.
Toma la decisión ahora mismo. Repite en voz alta: “Yo decido respetarme un poco más
cada día”. Sigue adelante, no te des por vencido, y mantén una actitud muy positiva.
Aprender a respetarnos a nosotros mismos, además, nos hará sentir más confianza en
nosotros mismos y tendrá también un efecto positivo en nuestra autoestima.
Para recuperar el respeto por nosotros mismos, deberemos seguir estos pasos:
No te insultes ni te denigres a ti mismo, tanto si las cosas salen bien como si el resultado
no era el que esperabas.
No dejes que nadie te falte al respeto, es decir, no permitas que los demás te traten mal,
te denigren, te manipulen o te hagan sentirte inferior. Cuando esto ocurra, hazle saber
de modo asertivo que no vas a permitir dicha conducta. Esta defensa de ti mismo
aumentará tu autorespeto de forma inmediata.
Consejo final
2
Si no estás muy seguro de si te respetas o no, piensa en lo que significa para ti respetar
a otro y en las conductas que realizas para demostrar ese respeto, como escucharle,
tener en cuenta su opinión, ser honesto con el otro, no hacerle daño de forma
premeditada…, etc. Son esas conductas las que debes desarrollar contigo mismo para
aprender a respetarte.
La crítica nunca cambia nada. Niégate a criticarte. Acéptate exactamente tal como eres.
Todo el mundo cambia. Cuando te criticas, tus cambios son negativos. Cuando te
apruebas, tus cambios son positivos.
2.- No te asustes
Deja de aterrorizarte con tus pensamientos. Es una forma horrible de vivir. Busca
alguna imagen mental que te produzca placer e inmediatamente reemplaza el
pensamiento aterrador por uno agradable. (Mira lo bueno de cada situación, deja de
buscar el punto negro en la sábana blanca).
Se amable contigo. Pórtate bien contigo. Ten paciencia contigo mientras aprendes esta
nueva forma de pensar. Trátate como tratarías a una persona a la que verdaderamente
amas.
El odio a uno mismo, es el odio a los propios pensamientos. No te odies por tener los
pensamientos que tienes. Cámbialos suavemente. (A mí me funciona mucho cada vez
que tengo un pensamiento que no es mío decir: reconozco que este pensamiento no es
3
de Dios o también digo: reconozco que este pensamiento no es mío no me corresponde,
no lo quiero, amada presencia, asume el mando).
5.- Elógiate
Comprende que los creaste para satisfacer una serie de necesidades. Ahora estás
encontrando formas nuevas y positivas de satisfacer esas mismas necesidades. De
modo que deja amorosamente que las viejas pautas negativas se vayan. (No te afanes,
ni te reprendas, todo a su tiempo se irá, cambiar tus pensamientos, tus palabras y tu
actitud para con la vida no es cuestión de encender y apagar, ha sido lo que has venido
haciendo durante años, debes darte tiempo e ir poco a poco. En un abrir y cerrar de ojos
lo habrás logrado).
8. - Cuida tu cuerpo
Infórmate sobre cuál es la nutrición adecuada para ti. ¿Qué clase de combustible
necesita tu cuerpo para tener una energía y vitalidad óptimas? Infórmate sobre las
distintas modalidades de ejercicio físico que existen. ¿Qué tipo de ejercicio le gustaría
hacer? Cuida, mima y venera el templo en el que vives. (Siempre he dicho que el cuerpo
es el templo del alma y pues en qué clase de templo quieres habitar, te dieron un cuerpo
para que lo cuides para que mientras estás acá en la Tierra te aporte, sea el vehículo de
tu alma y no un montón de problemas médicos).
4
9.- Trabajo con el espejo
Mírate a los ojos a menudo. Expresa el creciente amor que sientes por ti. Perdónate
mirándote en el espejo. Conversa con tus padres mirándote en el espejo. Perdónalos
también. Al menos una vez al día di: “Te quiero, realmente te quiero”. (A mí me funciona
muy bien decirme al espejo: me amo, merezco lo mejor y me acepto. Y en cuanto a las
personas que debo perdonar, me siento delante de una silla que tenga sus nombres,
empiezo a asumir que están ahí, primero les digo lo que les agradezco y luego les hago
saber qué hicieron que me dañó a mí).