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Sobre el quinto estado de agregación

Karina Maldonado Portillo


6/dic/2012
Un hindú de apellido Bose y un ahora
famoso Einstein fueron los primeros
que propusieron la existencia de un
quinto estado de la materia. Después
del líquido, sólido, gaseoso y el plasma
no se había observado una forma
distinta en que la materia pudiera
“agregarse”, hasta que en 1995 los
investigadores Eric Cornell, Wolfgang
Los haces inciden en los átomos para enfriarlos y crear un BEC.
Ketterle y Carl Wieman lograron crear
NASA
un nuevo estado de agregación, lo cual
les valió el Premio Nobel de Física en 2001. El hallazgo fue denominado Condensado
de Bose-Einstein (BEC), en honor a los primeros que lo sugirieron.

Rosario Paredes Gutiérrez, investigadora del IFUNAM, dedicó su ponencia al BEC


titulada "Fluidos cuánticos: Condensación de Bose y la superfluidez en fermiones y
bosones”, como parte del coloquio del Posgrado en Ciencias Físicas el pasado 8 de
noviembre, en el cual explicó en qué consiste este estado de agregación y cuáles son
sus principales características.

En su charla, Paredes definió al BEC como “un sistema o un conglomerado de muchas


partículas, tal que éstas tienen mismos efectos cuánticos y muestran una estadística
inherente al tipo de partícula que se esté tratando”. De esta forma, los átomos se
comportan como si fueran un gran átomo, lo que resulta en una nueva forma en que
la materia puede agruparse.

Los átomos están reunidos de diferentes maneras en cada estado: en el sólido, están
acomodados en un volumen pequeño, comprimidos sin poder moverse pero siguiendo
una estructura rígida; en el líquido, están en un espacio más grande en el que pueden
desplazarse; mientras que en el gaseoso, los átomos tienen más espacio entre ellos.

En el plasma, que es lo que constituye al Sol y las estrellas, los átomos están
separados en sus partículas individuales y núcleos, como es muy parecido a un gas,
el plasma ocupa un gran espacio pero está conformado de elementos cargados
eléctricamente.

En el Condensado de Bose-Einstein sucede que los átomos están en un mismo espacio


pero con una característica distintiva: todos actúan como uno solo.
Distribución de los átomos en los 5 estados de agregación de la
materia. Imagen: Universidad de Valencia.

Este estado únicamente se logra a temperaturas muy bajas, tal vez las más bajas
que hasta ahora se hayan conseguido (cerca del cero absoluto). Paredes explica que
para que los átomos lleguen a esa temperatura es necesario que los átomos
mantengan fija la densidad y al mismo tiempo se vaya disminuyendo su temperatura.
En pocas palabras que se mantengan juntos y fríos.

Para crear un BEC es necesaria una caja de cristal en la que se crea un vacío perfecto
-que consiste en extraer todo el aire de la caja- para que los átomos se aíslen, no
absorban calor y, con ello, disminuyan su temperatura. Después, se introduce una
pequeña cantidad de gas rubidio puro, cuyas propiedaes (como las del cesio y el
sodio) lo hacen enfriar más fácilmente.

Posteriormente, se procede al enfriamiento de la caja a través de luz láser o


enfriamiento por evaporación mediante trampas magnéticas. Dentro de la caja se
colocan las series de átomos de rubidio de tal forma que se entrecrucen entre ellos.

Rosario Paredes explica que en el caso del enfriamiento por luz láser, se hacen incidir
seis haces –uno por cada cara de la caja- con la finalidad de que los átomos puedan
absorber la radiación y al mismo tiempo sean capaces de emitir fotones.

Haces que inciden a los átomos para conseguir enfriarlos y producir un


BEC. Imagen: NASA.

Luego suceden dos cosas paralelas: al mismo tiempo que los átomos emiten y
absorben fotones, se va creando un efecto Doppler que hace que haya una variación
de frecuencia de los fotones emitidos en función de si se alejan o se acercan. La
misma densidad atómica, que los ‘junta’, obliga a los átomos a frenar y disminuir su
energía cinética (de movimiento), lo que da como resultado final su enfriamiento.

En 1995 se observó por primera vez un condensado de Bose-Einstein a partir de un


átomo de sodio, acontecimiento que ocurrió 70 años después de que los físicos lo
predijeran en 1925. La doctora Paredes explica que el sodio se considera un bosón
porque la suma “total de sus electrones, protones y neutrones es un número par”.

Paredes Gutiérrez afirmó que las investigaciones que recientemente fueron


galardonadas con el Premio Nobel de Física 2012 también tienen relación con los
condensados de Bose-Eisntein, ya que enfriar átomos también implica atraparlos en
condiciones muy controladas dentro de una caja.

Por eso, dijo, el BEC es considerado “un laboratorio de la mecánica cuántica” que
permite manipular átomos inmovilizados a temperaturas muy bajas.

Rosario Paredes en el coloquio del Posgrado en Ciencias Físicas, 8 de


noviembre del 2012. Foto: Pedro Zaldívar Sánchez.

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