GRATITUD

Y gracia
 Querido amigo de Unity:
Es muy fácil sentir gratitud cuando el sol está brillando y
Índice todo está bien en el mundo. Podemos imaginarnos a nosotros
mismos, quizás hasta con los brazos extendidos, disfrutando
2 El regalo de la gratitud de la deliciosa y cálida gracia de Dios.
6 El poder transformador de la gratitud
Pero, ¿y qué hay de aquellos momentos en la vida que son
10 Gracias por nada
sumamente dolorosos y difíciles? Hay que recordar dos cosas
12 Un corazón agradecido importantes, y ambas cosas son buenas noticias:
15 La panadería y cafetería “La gratitud”
• Puede que la gratitud sea la herramienta espiritual más
16 La gracia: una hermosa manera de vivir
poderosa que tengamos, sin importar las circunstancias.
20 Resolución, Gracia y Gratitud
• La gracia siempre está con nosotros.
24 Gracia, incluso cuando Dios parece estar ausente
28 ¿Qué es lo opuesto a la gracia? Los escritores de este folleto, titulado Gratitud y gracia,
comparten algunas de sus experiencias más profundas y
33 La protección de la gracia
reflexionan sobre el papel que tuvieron la gratitud y la gracia
36 La gracia de Dios tiene rostro humano
en tiempos de luz y oscuridad.
40 La herramienta más versátil
42 Hay muchas maneras de practicar la gratitud
Tal y como lo dice Oprah Winfrey en su libro La sabiduría
de los domingos: “Yo sé que no es fácil ser agradecido todo
45 Hallando la gratitud y la gracia en el duelo
el tiempo, pero he aprendido que, cuando nos sentimos
menos agradecidos, es cuando más necesitamos aquello que la
UN MENSAJE
gratitud puede darnos: perspectiva”.
de apoyo
Permite que estos escritores ofrezcan sus perspectivas como tus
Nuestro ministerio es sostenido principalmente por
compañeros en la jornada humana.
ofrendas de personas como tú. Tu generosidad hace
posible que podamos ofrecer este folleto edificante.
Nuestro deseo es que la literatura de Unity esté Tus amigos de Unity
disponible para todo el que la desee, especialmente
aquellos que más necesiten aliento espiritual.

1
 El regalo Una noche poco después del fallecimiento

gratitud
de mi hijo de 2 años, soñé que él estaba de
pie junto a mi cama. Aunque Tomy era un
de la niño brillante, ciertamente no hablaba con el
lenguaje de un adulto. Pero, en este sueño,
él hablaba como si fuera mucho mayor
por la reverenda Sandra Campbell que su edad. Quería dejarme saber que
estaba bien, que estaba en gracia y que yo
no necesitaba preocuparme. Antes
de que se desvaneciera de mi
vista, dijo que yo tendría otro hijo.
Al día siguiente, no podía parar de
preguntarme qué fue lo que quiso decir
con “estoy en gracia”. Comencé a leer
todo aquello que pude encontrar acerca de la
gracia. Es un regalo dado por Dios libremente.
No es que yo no lo tuviera, pero Tomy elevó mi
conciencia sobre ello. Eso es lo que hacen los
niños cuando les prestamos atención.
Desde entonces, supe que mi duelo era un
regalo. Tal y como dice la escritura: “Y un niño pequeño
los guiará”.
El bebé que estaba creciendo en mi vientre fue el catalítico
para que Unity me encontrara. Yo tenía ocho meses de
embarazo y lloraba desconsoladamente en el baño de mi
lugar de trabajo cuando un ángel vino en mi auxilio y
abrió mi mente a una nueva forma de ser. Por medio de
ella, conocí a un ministro de Unity durante un servicio

2 3
 dominical varias semanas antes regalo de uno de los regalos que recibí durante una
de que Tomy llegara al mundo: fiesta sorpresa de bienvenida para Tomy organizada
el mismo ministro que ofreció las por mis compañeros de trabajo. Era tan hermoso que
palabras finales durante el funeral dos no pude echarlo a la basura. El papel de regalo decía:
años después, las cuales resultaron “El niño del lunes tiene cara bonita; el niño del martes
edificantes para mí. Tomy se ahogó en está lleno de gracia...”.
la bañera el 1 de diciembre de 1974.
Tomy nació un martes. Me pregunté si, de alguna
La gracia es Durante el servicio en honor a Tomy, manera, él me estaba hablando, tratando de llamar mi
sencillamente la el reverendo Mauritz Erhard dijo: “No atención. Así comenzó mi búsqueda del significado de
explicación de una miren aquello que han perdido; miren su nacimiento y corta vida, comenzando por la gracia.
maravillosa faceta aquello que todavía tienen”. Esas
La gracia es un regalo. El nacimiento de Tomy, su vida
de la actividad palabras fueron tan poderosas que me
y su muerte son los regalos que continúan dándome
ayudaron a sobrellevar mi duelo, y me
de Dios en ti. No valentía, fortaleza y alegría todos los días. Lo que me
sacudieron para despertarme y poder
es algo que hay ha quedado de esto que llamamos muerte es mucho
cuidar a mi hija Tami, quien en ese
que ganarse más grande de lo que jamás pude haber imaginado.
momento tenía 6 años.
o desarrollar; Por medio de la gracia, Tomy me llevó a un estado de
Luego llegó el sueño con la la mente más elevado.
simplemente es.
reafirmación de Tomy: “Estoy en
(Eric Butterworth,
Cada vez que escucho las palabras de la canción
gracia”. El sueño siguió proyectándose
“Amazing Grace”, se me llenan los ojos de lágrimas.
Celebrate Yourself) en mi mente una y otra vez, y me
Me recuerda constantemente ese verso que dice: “Es
dio la valentía para comenzar a dejar
la gracia la que me ha traído seguro hasta ahora, y la
ir lo que había pasado y mirar hacia
gracia me llevará a casa”. Es este regalo de la gracia el
adelante, hacia lo que llegaría a ser.
que continúa inspirándome y me llena de compasión
Decidí que era tiempo para buscar las
para inspirar a otros a buscar el regalo de la gracia en
cosas que eran de Tomy y donarlas.
cada situación.
Mientras vaciaba los cajones donde
La profecía que hizo Tomy en el sueño se convirtió
guardaba su ropa y percibía su olor,
en realidad. Apenas un año después, tuve otro hijo,
noté algo familiar que había olvidado.
Phillip Jr., a quien llamamos P.J. Al igual que Tami, él
En el fondo de cada cajón, yo había
es un exitoso adulto y padre de mis nietos. Todos ellos
desplegado con esmero el papel de
son regalos de la gracia.
4 5
 Todo comenzó con un arcoíris un día
El poder en el que no estaba segura si podría
transformador seguir adelante. Estaba atravesando un
divorcio doloroso y mudándome de mi

de la hermoso hogar. No podía imaginar cómo

llevar mi vida sola. También acababa de

gratitud recibir un diagnóstico de cáncer de seno.

por la reverenda Margo Ford
6 7
Ver aquel arcoíris maravilloso pareció traer un
momento de gracia en medio de lo que aparentaba ser
una vida caótica, y susurré una oración de gratitud.
Simplemente dije: “Gracias, Dios”. Inesperadamente,
me sentí un poco más aliviada, y un diminuto destello
de luz surgió dentro de mí.
Días después de esa experiencia con el arcoíris, me
enteré de un libro escrito por Sarah Ban Breathnach
titulado El encanto de la vida simple: Un consejo para
cada día, un libro para toda la vida. Ese libro me llevó
al Diario de agradecimiento de la abundancia simple.
En él, la autora exhortaba al lector a hacer una lista
todos los días con cinco cosas por las cuales se sentía
agradecido. Dijo que incluso está bien escribir que
uno está agradecido de que el día haya terminado,
¡pero todavía tiene que escribir cuatro cosas más!
Comencé a escribir todas las noches, así que cada día
tenía que buscar conscientemente aquello que podía
incluir en mi diario de agradecimiento. Sí, estaba
agradecida por mi sentido de la vista, del oído, por
tener un techo, suficiente comida, un buen trabajo, mi
familia y así por el estilo, pero no podía simplemente
 reescribir esas cosas todas las noches. Eso más o menos me
obligaba a estar alerta a todas las maravillas a mi alrededor:
los atardeceres hermosos, las nubes blancas, los cardenales
que se acercaban a mi bebedero de pájaros, un pequeño
conejo que correteaba a toda prisa por mi césped y tantas
cosas más.
Una tarde, el cielo estaba oscuro hacia el
este, pero el sol todavía brillaba en el oeste.
Mientras cuatro garzas volaban por el cielo
ennegrecido, la luz del sol se reflejó sobre
sus alas de blanco puro. Aquella visión
robó mi aliento por completo, y hasta el
día de hoy es uno de mis recuerdos más
preciados. Esa noche, lo escribí en mi
diario de gratitud.
Durante este tiempo ocurrió que,
mientras me preparaba una mañana para ir
a trabajar, llevé el café a mi automóvil y me
detuve en el camino para hacer una gestión
breve. Cuando regresé al auto, el olor del
café llenaba todo el espacio y me deleitó por
completo. Estoy muy segura de que, antes de ese
momento, no hubiese estado tan despierta
a esas cosas. Esta noche escribí con gran
alegría en mi diario: “el aroma del café”.
Mantener un diario de agradecimiento
comenzó mi proceso de despertar; despertar
al reconocimiento de que, cuando tomaba
tiempo para estar alerta ante las ricas
bendiciones que me rodeaban constantemente,
8 9
realmente me sentía muy bien. Al continuar esa
práctica por más tiempo, me sentía cada vez mejor,
y ocurrió un despertar incluso más profundo. Tal
parecía que, mientras más practicaba la gratitud de
manera consciente, ¡más cosas había en mi vida por las
cuales ser agradecida!
Fue una bendición que, para el cáncer del seno,
solamente necesité radioterapia y una cirugía para
extirpar el tumor. Durante este tiempo, estuve rodeaba
de familiares y amigos que me apoyaron, y escribí
sobre esta experiencia en mi diario de agradecimiento.
El Maestro Eckhart, un conocido teólogo alemán del
siglo XIII (13), escribió que, si la única oración que
llegamos a decir es gracias, esa será suficiente. Creo
que escribir y declarar palabras de agradecimiento son
oraciones que surgen desde lo más profundo y nos
conectan con la presencia de Dios de una manera muy
transcendental.
No solo estoy convencida de que el bien aumenta
al enfocarnos en el agradecimiento, sino que
también estoy completamente segura de que el
poder del agradecimiento puede transformar
nuestras vidas.
La experiencia nos demuestra
que una persona aumenta
sus bendiciones al sentir
gratitud por lo que tiene.
(Charles Fillmore, Misterios de Juan)
 Gracias por
nada
por el reverendo y doctor Paul Hasselbeck
La conocida práctica de llevar un
diario de gratitud ayuda a germinar
y expandir el agradecimiento en
nuestra conciencia.
Ello consiste en tomar un momento durante el
día —mucha gente lo hace antes de dormir—
para escribir todo aquello por lo cual están
agradecidos. A medida que haces esto,
observa tu corazón, tu mente y tu conciencia
abriéndose para recibir una enorme cantidad
de bien a tu vida.
Es importante darse cuenta de que esta
práctica podría llevar a concluir erróneamente
que las cosas externas en la lista —o eventos
o personas— son las que verdaderamente
te hacen sentir gratitud. De hecho, no hay
ninguna cosa, evento o persona que pueda
hacer o causar que pienses o sientas algo.
Cada uno de nosotros tiene dominio absoluto
sobre nuestros pensamientos y sentimientos.
Escoges la respuesta de sentirte agradecido
10
por las cosas que están en tu lista. Hay una correlación entre
cómo te sientes y tu lista, pero no hay una relación de causa y
efecto.
El agradecimiento que sientes cuando escribes en un diario
de gratitud es una gratitud condicionada, porque está basada
en alguna cosa, evento o persona externos. A la mayoría de las
personas se les ha enseñado a detenerse ahí.
Sin embargo, este puede ser el primero de un proceso de tres
pasos para aprender cómo ser agradecido incondicionalmente:
experimentar gratitud sin la necesidad de que haya un objeto
o una razón.
Primero, escribe en tu diario cualquier cosa por la que estés
agradecido.
Segundo, observa cómo se siente la gratitud en tu mente y
cuerpo mientras escribes. Haz esto durante varios días.
Tercero, dedica un tiempo para generar el sentimiento de
agradecimiento sin la necesidad de tener una razón (una
cosa, persona o evento). Esta gratitud es incondicional. No
depende de cosas, eventos o personas externas a ti.
Te puedes enseñar a ti mismo a sentir gratitud sin importar
las circunstancias en las que te encuentres. Es una
herramienta muy útil cuando observas que tu mente se ha
movido hacia estados de conciencia desagradables, como el
miedo, la ira o la culpa.
Siempre puedes escoger la gratitud. No tienes que
ser agradecido por nada en específico. Simplemente
sé agradecido. Como lo dijo el apóstol Pablo:
“Estén siempre gozosos... Den gracias en todo”
(1 Tesalonicenses 5:16-18).
11
 Un corazón
agradecido
por el reverendo Ric Schumacher
La mayoría de nosotros nos
deleitamos al recibir un cumplido
o un regalo. Y, en una sociedad
amable, cuando alguien nos da
un cumplido o un regalo, damos
las gracias por lo que hemos
recibido.
Nos han enseñado a dar las gracias,
a expresar nuestra gratitud por las
cosas buenas que llegan a nuestra vida.
Consideramos ese comportamiento
como uno adecuado.
¡Y cuán apropiado es expresar nuestro
agradecimiento por los regalos de Dios y
por la esperanza de experimentar nuevas
bendiciones!
Si estamos buscando una bendición, un
bien, un regalo de Dios, el primer paso es
despertar la gratitud que vive en nuestros
corazones. Abrimos nuestros corazones al
agradecimiento al cultivar la semilla de la
12
agradecido
gratitud dentro de nosotros. Nutrimos su crecimiento
al derramar sobre ella el agua viva de nuestro Espíritu.
A medida que dejamos que la luz de la verdad brille
sobre la semilla de la gratitud, esta florecerá y dará fruto
igual que lo hacen las flores y los vegetales en nuestros
jardines y huertos.
Los primeros frutos de la gratitud son el consuelo y la
paz. Un corazón agradecido se da cuenta de que no hay
ninguna situación o circunstancia que sea más grande
que el Espíritu de Dios que mora dentro de nuestros
corazones agradecidos. Experimentamos los dones de
la paz y el consuelo de Dios libre y fácilmente cuando
somos agradecidos.
Es bueno recordar que Dios ya ha preparado todo
lo que necesitamos para vivir una vida plena, feliz y
productiva. H. Emilie Cady escribió en Lecciones acerca
de la Verdad: “El deseo en tu corazón por cualquier
cosa es con seguridad la promesa de Dios enviada con
anticipación para indicar que ya es tuyo en el ilimitado
reino de la provisión, y que puedes tener lo que deseas”.
El corazón agradecido es un corazón lleno de fe que
visualiza de manera clara y consistente el cumplimiento
de nuestros verdaderos deseos. Es bueno saber que,
a medida que profundizamos en nuestro sentido de
la gratitud, nada puede perturbar la dulce paz de
nuestras almas. En esta paz, de seguro encontramos la
comprensión de que, no importa cuáles sean nuestras
circunstancias individuales, el bien de Dios está
asegurado para nosotros. Y por esta verdad, somos
agradecidos.
13
 La panadería y
cafetería
“La gratitud ”
En una calle de una ciudad tranquila
encontré “El Café de “la Gratitud”:
un lugar donde decir “sí” y “gracias”
es suficiente para cambiar vidas
junto con el café y las galletitas
horneadas como la abuela las hacía.
Aquí siempre, en el menú de cada día,
hay nuevas esperanzas y gracia.
En “El Café de la Gratitud”, ¿quién lo diría?,
se hornea el amor en cada torta,
¡y “gracias” es el especial del día!

—Reverenda Toni Stephens Coleman

Escrito con gratitud para el dueño de “The Gratitude Café

and Bakery” en Lincoln, Nebraska, donde nuestra iglesia
se reúne actualmente los domingos mientras logramos hacer
arreglos con nuestro nuevo edificio.

14 15
 La gracia: Es de sorprender que los escritos publicados

una hermosa de Charles Fillmore, cofundador de Unity,

contienen pocas referencias sobre el tema

manera de vivir de la gracia —un poco más de 50. Aunque

por el reverendo y doctor Paul Hasselbeck
Fillmore reinterpretaba con frecuencia las
perspectivas cristianas tradicionales, él se
adhirió a la visión tradicional de la gracia, tal
y como se demuestra en las siguientes citas:
Por la gracia de Dios por medio de Jesucristo, soy
sanado. (Charles Fillmore,
Jesucristo sana)*
La gracia significa buena
voluntad, favor, disposición
a mostrar misericordia. Así,
no nos sentimos como
siervos de la ley, sino como
receptores de la gracia de
Dios, hijos del Altísimo.
(Charles Fillmore, Guarda una
Cuaresma verdadera).
Porque la ley fue dada por medio de Moisés, pero la
gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
(Charles Fillmore, Misterios de Juan).
Al igual que Charles Fillmore, por mucho tiempo
creí que la gracia era el favor inmerecido y otorgado
libremente por Dios. En otras palabras, Dios no nos
castigaba tanto como hubiese podido por nuestros
pecados y errores.

16 17
 Al mismo tiempo, Charles Fillmore enseñó
acerca de la ley de causa y efecto, la cual se
resume en esta parte de la escritura: “Todo lo
que el hombre siembre, eso mismo cosechará”
(Gálatas 6:7). Como estudiante de las enseñanzas
de Unity, aprendí que a veces no cosechamos por
completo los efectos negativos de lo que hemos
sembrado, debido a que hay una ley más elevada
o principio de amor.
Ya sea que Dios intervenga para salvarnos de nuestros
pensamientos de error, o debido a la operación de una
ley más elevada, hay otra manera de ver la gracia.
Hace pocos meses, mientras disfrutaba de una taza de
té en mi cafetería favorita, dos hombres se sentaron en
la mesa de al lado. Mientras escuchaba su conversación,
me di cuenta de que ambos eran ministros. ¡Debo
admitir que me incliné un poco más cerca para escuchar
mejor su conversación!
El mayor de los dos en edad estaba claramente guiando
al más joven. El ministro más viejo le preguntó al más
joven cómo lo habían tratado sus padres cuando no
seguía las reglas o cometía un pecado. Sin dudarlo, el
joven dijo con una amplia sonrisa: “No importaba qué,
mis padres siempre me ofrecían la gracia”.
“¿Qué?”, me dije a mí mismo. “Yo hubiese deseado que
mis padres hicieran eso conmigo”.
Nunca había considerado la gracia en esta forma. La
gracia siempre era usada por Dios de manera exclusiva.
¿Acaso somos nosotros los que nos ofrecemos la gracia
18
unos a otros?
Mientras consideraba este concepto más
profundamente, mi mente tuvo un momento de
apertura. Esto tiene mucho sentido en el contexto de
otra enseñanza de Unity. Charles Fillmore creía que
Dios es un principio.
La verdad es, entonces, que: Dios es Principio, Ley
(Charles Fillmore, Curación cristiana).*
En La palabra reveladora, Charles Fillmore declara:
“Todo-Bien —Mente Divina; Dios; el principio
de la benevolencia divina que impregna todo el
universo”. (Encontrado alfabéticamente bajo “Todo-
Bien”)*
¿Qué tal si la gracia es una manera mediante la cual
usamos el principio de la benevolencia? Podemos
decir que Dios es el principio que contiene todos los
principios, y que el principio de la benevolencia es uno
de ellos. Ya que somos divinos, entonces el principio de
la benevolencia está en el núcleo de nuestro ser. Una de
las formas en que lo usamos es cuando nos ofrecemos
gracia a nosotros mismos y a los demás.
En vez de escoger el castigo o la retribución por haber
percibido un desprecio o una equivocación, ofrecemos
gracia. Cuando otra persona se equivoca o comete un
error, en vez de condenación o castigo, le
concedemos la gracia.
¡Qué manera más hermosa de vivir!
19
 Resolución, Gracia
y Gratitud
por la reverenda Kelly Isola
A menudo, cuando tengo una
pregunta sobre qué pensaba
Myrtle Fillmore acerca de un tema
en particular, termino en una
profunda inmersión en sus trabajos,
publicados y no publicados. Creo
erróneamente que las respuestas
se presentarán de forma lineal
—teniendo solo que abrir un
documento digital, haciendo una
búsqueda con las palabras
“gratitud” o “acción de
gracias”, y obteniendo una
gran cantidad de material.
Nada está más lejos de la verdad.
Al final de la búsqueda siempre
me queda un tesoro de gemas
inesperadas y sorpresas, y esta vez
no fue diferente.
Myrtle, fundó a Unity junto a
su esposo en 1889, ella rara
vez hablaba en público;
esa era la especialidad de
Charles. Sin embargo,
20
escribió bastante: lecciones, artículos, poemas e himnos,
y, por supuesto, estamos familiarizados con muchas de las
cartas que escribió en respuesta a solicitudes de oración.
Esta vez, en mi inmersión profunda descubrí algo
fascinante sobre la cadencia de sus respuestas a las
peticiones de oración: cada una tenía tres elementos
comunes: resolución, gracia y gratitud.
La resolución es el corazón de la petición de oración,
el desafío que enfrenta la persona en su vida. Todos
los retos y sufrimientos que enfrentamos hoy, de
alguna manera, también estaban presentes hace 120
años: embarazos difíciles, alcoholismo, destitución,
desempleo, pobreza, derechos de las mujeres, muerte,
enfermedad (algunas mortales, otras no), sexualidad,
enfermedad mental, niños descuidados o heridos,
medio ambiente, educación, atención médica y mucho
más. Cada persona que escribe una carta expresa
la resolución que desea ver en su mundo y la
pone en el altar de la oración, el altar de la
vida. Desde el comienzo de la humanidad, hemos
reconocido los altares como lugares sagrados,
lugares que nos recuerdan que no podemos
emprender este viaje solos.
Cuando expresaba sus pensamientos y
palabras de oración, lo que emanaba era la
gracia de Myrtle. “Gracia” puede ser una
palabra difícil de explicar. La mayoría de las
veces, las personas la definen como una ayuda
divina inmerecida o un favor especial de Dios,
pero no creo que la gracia tiene nada que ver
21
 con merecer algo. Myrtle rara vez utilizó la palabra
“gracia”. Yo veo la gracia como una energía de vida
en sus palabras sanadoras. Para Myrtle, la gracia es
simplemente en otra palabra para Dios.
La raíz de la palabra gracia es “regocijarse” para reconocer
la “dulzura” innombrable que experimentamos cuando
la determinación se ha liberado. Piensa en un bailarín
de ballet. Sus movimientos tienen gracia y flexibilidad,
vemos la expresión refinada del cuerpo como resultado
de la práctica y el dejar ir, la práctica y el dejar ir.
Finalmente, somos testigos de la esplendidez y la
maravilla del bailarín que se regocija en el cuerpo: la
dulzura de la energía de la vida.
Al igual que ocurre con el bailarín, la gracia es la
elegancia y la flexibilidad presentes en nuestras palabras
y acciones. Es el espacio donde hemos aceptado a otro
en toda su gloria y toda su oscuridad, mientras busca
un lugar para aterrizar. Cuando practicamos estar
completamente presentes para otro, la gracia aflora como
una vitalidad que estalla en el ser, para que podamos
ser llevados más allá en el misterio de la vida. Creo que
Myrtle ofrecía esto con cada oración que respondía.
Desde este lugar de gracia, la oración de Myrtle fluye
hacia la energía que confía en la vida, y finalmente
culmina elogiando la divinidad y la plenitud de todo,
incluyendo a la persona que escribió pidiendo oración.
Esto es gratitud para Myrtle.
Lo que he notado y apreciado profundamente de sus
escritos, es cómo ella raramente utiliza solo palabras de
22
acción de gracia o gratitud. En vez
de ello, ella va un paso más allá a
la alabanza. Ella deja en claro que
la gratitud es más efectiva con nuestras
acciones. Ella dice que “el alma responde
a la curación a través de la alabanza, y que
la alabanza es la gratitud en acción”.
Por ejemplo, ella le respondió a una persona con lo
siguiente: “Tu primer deber, entonces, es bendecir
tu cuerpo. Pon en orden tus pensamientos y alaba su
maravilloso trabajo”.
Y, a otra le dijo: “Aprecia a ese maravilloso cuerpo-
templo. Es precioso para ti. Comienza a ver ese cuerpo
como el instrumento del alma, que te permite llevar a
cabo los planes de Dios en la tierra”.
Puede que nos hayamos opacado por las experiencias
de la vida, sin embargo, Myrtle demuestra, una y otra
vez, que experimentamos nuestra plenitud cuando
permanecemos en el lugar incorruptible de la gracia de
Dios. Ella nos muestra, una y otra vez, que practicar la
gratitud es tener confianza en la vida, y también nos
recuerda que todos los días tomamos la decisión detener
fe o no.
La cadencia de sus respuestas a las peticiones de oración
y sus cartas de sanación demuestran resolución, gracia y
gratitud, en todo ello están presente su fe y compromiso
con una invitación a confiar. Gracias a esa confianza,
experimentamos la perfecta salud del cuerpo, la dulce
paz mental y el conocimiento de la verdad.
23
 Gracia,
incluso cuando Dios
parece estar ausente
por el reverendo John Beerman
24
Era una tarde de domingo bastante normal
para el mes de diciembre. Me preparaba
para el comienzo de la semana cuando
recibí una llamada que alteró mi vida para
siempre. Mi amada hija se había quitado la
vida en un incidente que era francamente
incomprensible.
Apenas podía respirar, y mi cuerpo comenzó a
responder con tanto dolor y aflicción que me sentí
desesperanzado y sin ninguna energía. No podía
entender cómo esto pudo haber pasado o por qué
Dios había removido Su presencia por una fracción de
segundo para que esto ocurriera.
En los días siguientes a su suicido, hablé con otros
padres que estaban en duelo y aprendí que yo no estaba
solo. Esto no alivió el dolor, porque yo había pensado
que ella iba a mejorar,
que se recuperaría
de su enfermedad
mental y que Dios la
acompañaría a ella y a
25
 mí durante este tiempo tan difícil. ¿Dónde estaba la gracia
de Dios? ¿Quién es Dios, cuáles son sus poderes, y por
qué yo sentía tanta culpa y remordimiento?
Visité un consejero especializado en pérdidas y, poco
a poco, comencé a entender que no había sido culpa
mía, que la enfermedad mental de mi hija era la causa
principal. Aun así, ¿dónde estaba la gracia de Dios?
¿Por qué ella no buscó ayuda para curarse? Ella creía en
Dios, e incluso podía ayudar a otros con sus dificultades.
Yo maldecía a ese Dios falto de gracia que la había
abandonado en el momento de necesidad más urgente y
me había dejado a mí solo y desconcertado.
Por desesperación, comencé a tratar de comunicarme con
mi hija, primero escribiéndole cartas y luego mediante
una conversación unidireccional. Con el tiempo, sentí que
había logrado contacto con ella y comencé a entender que
ella estaba conmigo en Espíritu. Una noción de la gracia
de Dios se filtró en mi alma.
26
Luego, visité a un viejo amigo que había perdido a su hija.
Sus palabras amables y amorosas me llenaron de consuelo.
Me aseguró que mi hija estaba en un buen lugar, un lugar
de calidez, seguridad y amor incondicional. La gracia
de Dios estaba en medio de esta tragedia después de
todo. Ella está en armonía y paz con toda la conciencia
universal.
Yo no comprendía en ese momento que la gracia no es
un pase gratuito del Espíritu que nos permite escapar
del dolor y la aflicción del corazón. Es una comprensión
más profunda de que el fundamento del universo es
espiritual y que todo tiene un propósito, una promesa
final. Esa promesa es: Dios no nos causa dolor, pero
Dios nos acompañará durante el dolor. La gracia de Dios
nos acompañará durante las noches más oscuras y los
momentos más difíciles de nuestras vidas.
La esperanza de que habrá un mañana lleno de luz existe
ahora, cuando la gracia de Dios vive dentro de nosotros,
como nuestro ser; cuando sabemos que Dios no nos
abandona, ni siquiera por un momento. La gracia de Dios
nos mece en sus brazos amorosos,
especialmente durante aquellos
momentos de duelo y dolor
insoportables.
27
 ¿Qué es lo
opuesto a Me han hablado de un
hombre que inventó el

la gracia? disolvente más avanzado;

podía disolver prácticamente
cualquier cosa. Él esperaba
hacerse rico con su descubrimiento, pero
por el reverendo Ed Townley
no podía encontrar ningún envase para
colocar el disolvente.
La gracia es algo así. Es imposible contener la gracia
dentro de los límites del lenguaje. ¿Qué es la gracia?
¿Cómo describimos su cualidad espiritual sin forma?
Sabemos lo que queremos decir, pero no siempre
podemos ponerlo en palabras.
A veces, al tratar de definir una palabra, puede ser de
ayuda preguntar cuál es su opuesto. Y yo creo que lo
opuesto de la gracia es el esfuerzo.
Durante los primeros años de nuestra vida, gastamos
una gran cantidad de energía esforzándonos para
dominar los desafíos que son parte de ser humanos.
Estudiamos, trabajamos, acumulamos experiencias. Nos
toma mucho esfuerzo, pero así que se vive la vida. O al
menos, así hemos llegado a creerlo.
Pero quizás, en algún momento, comenzamos a
sentirnos irritados por las exigencias de la vida humana.
¿Por qué es tan difícil? El proceso de buscar respuestas
nos lleva hacia una conciencia expandida
de que somos algo más que nuestra
experiencia mortal. Buscamos,

28 29
 y encontramos la confirmación de que somos seres Sin la gracia, puede que sea necesario un
espirituales, y hallamos instrucciones sobre cómo vivir esfuerzo tremendo para seguir adelante
en la Tierra con una conciencia espiritual. en nuestras vidas a través de un camino
angosto. Una vez nos abrimos a la gracia,
Y, una vez más, parece que requiere mucho esfuerzo.
nuestras posibilidades se expanden de manera
¡Todos esos libros, talleres, proyectos y asistencia a
infinita. Podemos usar este lubricante espiritual para
servicios espirituales! Sin mencionar que se requiere
movernos —fácilmente y, también, con gracia— hacia
mantener una vigilancia constante para no resbalar de
la presencia innata de la Mente Divina.
nuevo hacia la conciencia humana limitada. ¡Es agotador!
¡Y la gracia fluye en ambas direcciones! Podemos
¿Es así como funciona? ¿Acaso para poder tener los
movernos con igual facilidad desde la perspectiva del
momentos fugaces de paz espiritual que son parte de
Espíritu hacia la perspectiva humana para apreciar
nuestra experiencia humana realmente se requiere
nuestras vidas de una manera nueva. Aquellas elecciones
el esfuerzo de tomar las decisiones correctas de
que resultaron ser inefectivas pueden disolverse poco a
manera consistente y la presión de mantener
poco y podemos tomar una nueva decisión.
una conciencia espiritual?
Según su naturaleza misma, la gracia no necesita
Es aquí donde encontramos la gracia, que
ganarse, y tampoco es negada jamás. Fluye siempre que
es lo opuesto al esfuerzo. La gracia es la
recordemos tomarnos un momento para dar un paso
energía eterna espontánea y otorgada
atrás en medio del desafío que tenemos, y permitir que
libremente que nos apoya y nos acoge
la gracia se exprese. El teólogo Richard Rohr escribe
una vez dejamos ir nuestros intentos
que, cuando Dios da del Ser de Dios, ocurre una de
de hacer todo lo que está dentro de
dos cosas: O la carne se llena del espíritu o el espíritu
los límites de nuestra mente mortal.
encarna. Ambas direcciones son importantes; cada
La gracia es el lubricante espiritual una necesita de la otra si es que hemos de lograr
que hace que todo funcione con más nuestro proceso espiritual creativo.
facilidad: los desafíos, las alegrías, el caos
¡Y la gracia es tan simple! Todo lo que nos pide es que
y la confusión. Pero primero tenemos que
recordemos sosegarnos, movernos con facilidad hacia
aceptarla. Quizás estemos tan atrapados en
nuestra perspectiva espiritual, y luego regresar a afrontar
los desafíos que tenemos en el nivel de nuestra
el desafío recargados y empoderados.
vida mortal, que no nos damos cuenta de que la
gracia está disponible para disolver las resistencias. Así que nuestra pregunta inicial necesita ser
reformulada. La gracia no es un qué; es un cómo.
30 31
 La protección
de la gracia
por la reverenda Joan Gattuso

Cuando comenzaba a estudiar

metafísica, tenía la idea errónea
de que, si una persona practicaba
los principios espirituales total y
perfectamente, tendría la llave para
revelar las respuestas para todos los
retos de la vida. Ningún problema
sería insuperable. Podría manejarlos
todos con facilidad.
¡Cuán equivocada estaba!
Hoy en día, años después, y tras haber sobrevivido
cáncer, problemas vasculares y cardiacos, abuso
matrimonial y contratiempos en mi carrera, he
aprendido que nadie está exento de los desafíos de
la vida.
Habiendo comprendido esto, una noche a
principios de febrero de este año, estaba de pie en
el baño quitándome los pantalones de hacer yoga,
los cuales son apretados al nivel de los tobillos.
Usando los dedos de un pie, intenté deslizar el pie
hacia abajo de uno de los lados de los pantalones
32 33
 apretados para quitármelos. Pero mi pie se enredó, perdí
mi balance y mis 5 pies y 8 pulgadas (173 centímetros) de
estatura se vinieron abajo.
Caí boca abajo contra el suelo de baldosas del baño y
aterricé sobre mi frente. Aturdida, llamé a mi esposo David,
quien escuchó el golpe y ya estaba de camino hacia mí. Me
dio guía para levantarme apoyándome en el borde de la
bañera. Pude ponerme de pie, pero me tambaleaba por el
golpe en mi cabeza.
Tenía en mi frente una contusión azul y negra con la
forma de un huevo. Cuando me examinaron en la sala de
emergencias, me dieron las buenas y las malas noticias:
1. No tenía hemorragias cerebrales. Eso era bueno.
2. Tenía una contusión grave. Eso era malo.
3. No se me rompió ningún diente. Eso era bueno.
4. No me rompí la nariz. Eso era bueno.
Incluso en medio de los dolores de cabeza casi debilitantes
y el mareo extremo, pude ver cuán protegida estaba. Me
he tardado varios meses en recuperarme,
y los he pasado sin hacer nada más que
estar quieta y agradecer. He visto que,
pese a que según mi opinión la
experiencia fue horrible, pudo
haber sido mucho peor.
Para mí, esto es la gracia en
acción. Pude ver al Espíritu
Santo obrando a través
de mí en cada paso.
La gracia me protegió
34
de un resultado nefasto. La gracia es protección. Ser un
practicante espiritual no significa que nunca vamos a
enfrentar los retos más grandes que trae la vida; significa
que, una vez hayamos desarrollado una relación con lo
Divino, siempre podemos confiar en el Espíritu dentro de
nosotros para protegernos.
Hay una antigua oración de Unity que comienza diciendo
“Dios satisface mi necesidad”. El aceptar la gracia en
nuestras vidas nos transforma. Aprendemos a esperar y a
aceptar la protección del Espíritu Santo, quien nos ayuda
en cada necesidad. Entonces podemos superar cualquier
obstáculo que pueda cruzarse en nuestro camino.
La gracia no es una actividad especial
de Dios reservada solamente para los
momentos de emergencias de la vida
humana. Es omnipresente. Ya que es
un principio que gobierna el proceso
cósmico, y es el proceso cósmico mismo
porque Dios siempre está derramando
amor y misericordia.
(Hypatia Hasbrouck,
Manual de oración positiva)
35
 La gracia
de Dios tiene
rostro humano
por el reverendo Ric Schumacher

Como un concepto teológico, la gracia

puede ser difícil de comprender. La gracia
ha sido definida como el amor de Dios que
se derrama continuamente hacia aquellos
que están abiertos a recibirlo. Eso es fácil de
comprender, pero no es muy acogedor.
He experimentado la calidez y acogimiento del amor de
Dios muchas veces, y más poderosamente cuando ese
amor ha sido expresado por otro ser humano. Me consuela
reconocer que la gracia de Dios tiene un rostro humano.
Durante mi vida, he conocido a dos mujeres increíbles,
y ambas se llamaban Gracia. Gracia Z. era una mujer
italiana con cinco hijos. Dos de sus hijos tenían la misma
edad que yo y crecimos juntos. Gracia era una cocinera
increíble. Hacía pasta y salsas, y las cocía a fuego lento
en su cocina todo el día. Ella derramaba su amor en todo
lo que hacía. Incluso teniendo cinco hijos, siempre había
un par de niños más en la mesa durante la cena, y Gracia
siempre les daba la bienvenida con gracia.
36 37
 Yo era uno de esos niños adicionales. Me sentaba a su La gracia es, entonces, el amor de Dios derramado sobre
mesa con frecuencia. Yo sentía que el amor de Dios se nosotros, que nos llena hasta desbordarse, para que a
derramaba desde la cocina de Gracia; la gracia de Dios se cambio la podamos derramar sobre otros. Esta es la gracia
derramaba hacia su corazón y mente abiertos y receptivos, más allá de los conceptos teológicos. Esta es una gracia
y ella la recibía. El amor de Dios la llenaba, como a la que conmueve el corazón y sana cualquier preocupación.
copa del salmista, hasta que se derramaba. Por medio de Esta es una gracia que podemos saborear, ver y escuchar.
sus manos, su pasta y su salsa, saboreábamos la gracia de Esta es una gracia que nos cubre y nos consuela durante
Dios. Podía ver el amor de Dios en su rostro radiante y, tiempos de dificultad.
justo antes de servir la comida, podía escuchar al amor
Esta es la gracia de Dios, y es el rostro de Dios. Es tu
siendo derramado sobre mí mientras dábamos las gracias.
rostro y mi rostro también.
Sí, la gracia de Dios tiene un rostro humano.
Gracia W. es una tejedora en la iglesia que dirigí La gratitud abre nuestra consciencia
anteriormente. Ella vino donde mí mientras yo era el para recibir más. La provisión de bien
ministro allí y preguntó si podíamos tener un ministerio siempre está disponible, porque
para tejer mantos de oración. Le respondí diciendo: Dios es omnipresente.
“Veamos quién más está interesado”. Comenzamos con 12
personas y pronto había 25 tejedores y tejedoras haciendo (Elizabeth Sand Turner, Cristo en ti,
mantos de oración. Con cada giro y vuelta del hilo, con tu esperanza de gloria)*
cada sonido de las agujas de tejer, Gracia y su grupo de
tejedores derramaban el amor de Dios en cada fibra de
esos mantos de oración.
Un domingo por la mañana, una madre llegó a la iglesia
con la triste noticia de que su hijo había muerto en un
accidente. Gracia reunió a un grupo de tejedores y
tejedoras, agarró un manto, cubrió los hombros de
la madre doliente y oraron todos juntos. Luego, me
dijeron que el manto de oración le había dado tanto
consuelo a la madre en duelo que ella se lo puso
por tres días, e incluso dormía con él. Sí, la gracia
de Dios tiene un rostro humano.

38 39
 La herramienta
más versátil
por el reverendo Richard Mekdeci
Cuando mi tía Julia sufrió un ataque al
corazón, mi padre la acompañó en la
ambulancia. Luego dijo que ella respiraba
profundamente y repetía: “Gracias, Jesús.
Gracias, Jesús”. Lo dijo una y otra vez hasta
que llegaron al hospital.
Yo era niño y no sabía cómo interpretar eso, pero ahora,
usando mis “ojos de Unity”, puedo ver que, aunque lo
supiera o no, la tía Julia se estaba consolando a sí misma.
Ella sobrevivió el ataque cardiaco, aunque murió más
tarde ese mismo año.
Hay una buena razón por la cual el apóstol Pablo
sugiere que demos gracias en todas las cosas y por qué
el Maestro Eckhart escribió que la gratitud por sí
misma puede ser tu única oración.
La gratitud es como una varita mágica, la
herramienta más versátil de mi caja de
herramientas espirituales. El encantamiento
mágico de la gratitud eleva casi toda
situación y ayuda a satisfacer casi todas
mis necesidades.
40
Si estoy en duelo, dar las gracias por la persona u objeto
que perdí me ayuda a atravesar el duelo.
Si tengo alguna dificultad dejando ir algo que ya no
funciona para mí, dar gracias por esa persona u objeto me
ayuda a dejarlo ir.
Si tengo dificultad perdonando a alguien, le bendigo
y doy gracias por esa persona en mi vida. Entonces la
gratitud surge con más facilidad.
Si necesito más dinero, bendigo el dinero que tengo
dando gracias y, al hacerlo, cambio mis pensamientos de
escasez por ideas de posibilidades infinitas.
Al dar las gracias de antemano por aquello que deseo,
fortalezco mi fe y aumento mi expectativa de la gracia que
llega hacia mí.
Si estoy enfermo, doy las gracias por la vida y la salud
que energizan cada célula de mi cuerpo, y el malestar se
transforma.
Cuando tengo temor, dar las gracias activa mi fortaleza
interior y sabiduría interior, lo que me permite escoger
cómo actuar desde mi estado mental más elevado.
No hay necesidad de agradecerle a alguien o a algo.
Simplemente da las gracias. Cualquiera que sea tu
dificultad, intenta usar tu varita mágica de gratitud para
tu situación y experimenta el poder espiritual que se
subyace a todo poder espiritual.
41
 Hay muchas maneras
de practicar la gratitud
por la reverenda Elizabeth Longo
Practicar la gratitud de manera consciente ha
transformado mi vida de manera radical.
Comencé esta práctica sencilla, pero también poderosa,
hace más de 20 años. Me ha ayudado a transformar la
preocupación y el temor en esperanza y amor. Cuando estoy
en un espacio de gratitud, mi corazón está abierto, mi mente
está clara, y de repente, puedo comenzar a ver las posibilidades
que antes no podía ver.
42
Le hago espacio a la gratitud. Recuerdo que la bondad de Dios
siempre está presente y que hay una bendición en cada situación,
incluso cuando no puedo verla en ese momento.
[#\
Me concentro en lo bueno y sé que, aquello en lo que me concentro,
se expande. Apreciar y ser agradecida por las cosas más pequeñas
cambia mi energía y abre mi corazón al amor y a la vivacidad que es
este momento presente.
[#\
Comienzo cada día diciendo “gracias”. Esto me ayuda a establecer el
tono del día. Llevo un diario de gratitud para recordar la abundancia
milagrosa de la vida. Mientras me voy quedando dormida, doy las
gracias por todas las bendiciones del día.
[#\
Cuando siento que mi energía está baja, que tengo estrés o
confusión, tomo un momento para observar aquello que esté frente
a mí que pueda apreciar y por lo cual pueda ser agradecida, y la vida
comienza a revelar su maravilla y belleza. En un instante, me siento
renovada y edificada.
[#\
Dar paseos de gratitud en la playa o en el parque con mi compañero
de oración expande mi conciencia y eleva mi Espíritu hacia nuevas
alturas, hacia un amor en expansión continua. Tomamos turnos para
decir en voz alta aquellas cosas por las cuales estamos agradecidos sin
pensarlo mucho. Es simplemente una gratitud juguetona y alegre.
[#\
Esta es probablemente mi práctica más poderosa y
profunda. Luego de varios turnos, me siento
conectada con toda la existencia, absorta y
anclada, pero también completamente libre
como el viento.
43
 Hallando la
gratitud y
la gracia en el duelo
por el reverendo Ogun Holder

“Nada es seguro, excepto la muerte

y los impuestos”. Este dicho se le
atribuye por lo regular a Benjamín
Franklin. A veces se le atribuye a
Mark Twain.
Quien lo escribió por primera vez fue en
realidad el autor Christopher Bullock en El
zapatero de Preston (1716). Pero hay una cosa
segura que él no mencionó: la pérdida. Todos
experimentamos pérdida en diferentes maneras,
y como resultado, también experimentamos a su
compañero: el duelo.
Quizás podemos suponer que tanto la intensidad
como el tiempo que se toma nuestro duelo están
directamente relacionados con la importancia de
nuestra pérdida, pero ese no siempre es el caso.
Tampoco es el caso que expresemos el duelo de
las mismas maneras.
Las expresiones físicas del duelo incluyen llorar,
tener dolores de cabeza, pérdida de apetito,
dificultad para dormir, fatiga, sentimientos de
pesadez, dolores, dolencias incómodas y otros
44 45
 padecimientos relacionados con el estrés. Las expresiones
emocionales del duelo incluyen sentimientos de tristeza
y añoranza, preocupación, ansiedad, frustración, ira y
culpa. Las expresiones sociales del duelo incluyen sentirse
desconectado de los demás, aislarse para no tener contacto
social y comportarse de maneras poco usuales.
El duelo también se experimenta espiritualmente e incluye
el cuestionar la razón de la pérdida, el propósito del dolor
y el sufrimiento, el propósito de la vida, el significado de
la muerte y las creencias en Dios y en la vida después de
la muerte.
Dependiendo de la fuente de información que se consulte,
verá que se menciona una variedad de etapas el duelo
diferentes; por ejemplo, la conmoción, la negación, la
negociación, la culpa, la ira, la depresión y la aceptación.
Estas etapas pueden presentarse al azar y de manera
repetida durante periodos de tiempo impredecibles.
En otras palabras, el duelo no tiene un itinerario ni un
patrón, y requiere de mucha de nuestra energía.
Pero con el tiempo, si se lo permitimos, el duelo también
puede traernos muchos regalos.
En el verano del 2015, perdí a Jennifer, quien fue
mi esposa por 16 años, debido al cáncer de colon.
Desde entonces, he experimentado todos los síntomas
mencionados anteriormente, y otros más. También
experimenté que mi corazón se resquebrajó por completo
y quedó abierto. Muchos de nosotros conocemos la cita
del poeta Rumi: “La herida es el lugar por donde te entra
la Luz”, pero quizás pocos de nosotros hayamos leído el
poema completo:
46
“Yo dije: ¿Y qué hay de mis ojos?
Él dijo: mantén la mirada en el
camino.
Yo dije: ¿Y qué hay de mi pasión?
Él dijo: mantenla ardiendo.
Yo dije: ¿Y qué hay de mi corazón?
Él dijo: Dime qué llevas en él.
Yo dije: Dolor y tristeza.
Él dijo: Permanece con ello. La
herida es el lugar por donde te
entra la Luz”.
Por mi experiencia, puedo decirte que toma
tiempo para que la Luz entre. Durante un
tiempo, tal parecía que mi corazón estaba
indeleblemente roto y no fracturado. Todo lo
que sentía era dolor y tristeza.
Pero entonces, muy lentamente, sin
que yo ni siquiera me diera cuenta, la
luz sí comenzó a entrar a hurtadillas,
como los rayos tenues alrededor de las
cortinas oscuras de mi habitación.
Mientras me revolcaba en la larga
lista de cosas que había perdido con la
muerte de Jennifer, terminé expresando
agradecimiento por las mismas cosas en
esa lista.
47

Perdí a alguien que había caminado conmigo durante
los buenos y malos momentos, y yo podía ser agradecido
por los momentos llenos de alegría que nos trajeron
sonrisas y carcajadas, así como los momentos difíciles que
fortalecieron nuestra unión y me ayudaron a desarrollar
mejores versiones de mí mismo.
Perdí mi compañera de crianza, y le doy gracias todos
los días por la hija maravillosa que criamos juntos,
quien haría que cualquier madre se sintiera orgullosa, en
especial, la suya.
Perdí a una compañera de ministerio, y agraciadamente,
soy el ministro ahora por la manera en que nos apoyamos
y nos desafiamos el uno al otro profesionalmente.
Perdí a mi amada, y amándola a ella, aprendí a amarme a
mí mismo.
Al permitirme a mí mismo sentir gratitud en medio de
las oleadas caóticas del duelo, hoy estoy en un estado
de gracia que no pude haber imaginado hace tres años.
Experimento la plenitud de la vida con una apreciación
y un sentido de abundancia más profundos que nunca
antes. Ya no doy nada por sentado.
Mi jornada de duelo continúa, y continúa
transformándome. No es un adversario que deba
evadirse, sino más bien un aliado al que hay que abrazar.
Mi corazón resquebrajado y abierto continúa estando
expuesto y vulnerable, y la luz fluye en ambas direcciones.
Ya ves, esas grietas no solamente dejan que la luz entre,
también dejan que el amor salga.
48
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