Sunteți pe pagina 1din 2

Kelly Tairi Trejo Moncada

Estudios culturales del color

Profra. Matilde Breña

Lo que se aprende mirando las sombras

El reconocimiento de los motivos en cualquier situación visual es casi


siempre un ingrediente importante, sin embargo, como bien lo explica J.
Taylor en su obra Aprender a mirar: “comparar 2 representaciones del
mismo motivo… proporciona experiencias muy diversas”. Existen
muchísimos factores que hacen que, para una sola persona, un objeto de
expresión comunique diversas ideas y conceptos, a veces hasta contrarias.
Por medio de la asociación con diversas connotaciones emocionales,
logradas con toda una gama de conocimientos de recursos por parte del
autor, los objetos pueden tener egos y alter egos.

En el cuento La sombra de H.C. Andersen, se presentan motivos y


símbolos como la muerte y el conocimiento. Se basa principalmente en la
idea de dominación de la sombra, quién por exceso de confianza del
protagonista, se libera al conocer a La Poesía y el saber de las cosas la
vuelven casi humana, terminando su transformación, curiosamente,
completando su aspecto de hombre pudiente, letrado y fino, seguido y
servido por alguien, que acabaría siendo ni más ni menos que su amo
original.

La redacción es el recurso clave, en la literatura y en general en


toda disciplina o arte, que dice qué y cómo es la representación de una
situación. Por ejemplo, podemos verlo comparando pinturas con partes y
momentos del cuento –no se puede comparar completo puesto que la
primer forma de arte se mueve en el eje espacial mientras que la
segunda funciona en el eje temporal-.

En el instante en que el científico presencia la onírica aparición de la


bella dama, todo se presenta breve, en un solo párrafo, activo y
turbulento. Igual que la obra analizada de Crivelli: comunica pasión
gracias a elementos como el encuadre, los degradados, matizados y claro
oscuros de los colores, y las formas suntuosas “como látigos” hacen que el
sentimiento emanado sea vibrante, cambiante y fuerte. En cambio, el
fragmento en que la sombra entra a la casa de La Poesía se compone de
varios párrafos, con diálogo, es lento y claro, directo pero sutil; igual que lo
es el tríptico de Perugino del que habla Taylor: encuadre amplio, formas
rectas y colores bien definidos pero en una gama más cerrada de tonos y
matices.

Lo que aquí quiero demostrar es que existen claves que, más allá de
la descripción de la situación como enumeración de elementos, la manera
en que cada uno de ellos se presentan y forman un todo –las técnicas
visuales y de composición, como bien sabemos en diseño- comunican
una expresión propia de lo que estamos presentando. Al igual que en la
expresión oral, si uno no tiene cuidado y consciencia de las actitudes,
modos, gestos y posturas; puede llegar a reflejar lo contrario a lo que se
está presentando literalmente, es decir, puede que la sombra llegue a
dominar a su dueño.

S-ar putea să vă placă și