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La voz se produce de manera más saludable cuanto menos esfuerzo realizamos para emitirla. Esto
significa que la voz se produce con un control del tono, no con una relajación total.
Antiguamente se creía que el objetivo del trabajo de relajación era que el sujeto no tuviese tensiones,
pero si se sometiera a este sujeto a una sesión de meditación y luego se le pidiese que hablase, lo más
probable es que la emisión fuese débil, ya que estaría en un estado muy relajado. Hoy en día se sabe
que para poder realizar una actividad muscular se necesita tener una tonicidad muscular optima (ni muy
tensa ni hipotónica).
Hay que aprender a distinguir entre tensión útil y contractura excesiva; el terapeuta debe ser capaz
de enseñarle esta diferencia al usuario, sobre todo cuando se trabaja con voces profesionales.
Otros aspectos a tener en cuenta son:
La fonación implica un gran trabajo muscular
Hablar y relajar son incompatibles
Usar la máxima tonicidad tampoco es óptimo al momento de hablar.
Los ajustes musculares deben controlarse según la situación de comunicación. Cuando un grupo
muscular disminuye su función, otro realiza su trabajo sobrecargándose, y si este exceso de trabajo es
constante, el grupo auxiliar llegará a la fatiga, aumentará su tensión y se volverá hipertónico, es decir,
un individuo en vez de utilizar el músculo que se necesita para producir cierta actividad fonatoria o
también respiratoria, comenzará a utilizar grupos musculares accesorios, al no haber un equilibrio
muscular que le permita utilizar el musculo correspondiente a la determinada función. Como se comienza
a utilizar un grupo muscular accesorio de manera permanente, el musculo encargado de realizar la
función se fatiga y lo más probable es que además se contracture.
Cualquier método de relajación tiene como objetivo suprimir los factores negativos de la tensión
muscular
Para el aprendizaje de la relajación son necesarios la conciencia y el control del propio cuerpo, para
esto consideramos el cuerpo como un todo.
Una correcta lineación de la cabeza, cuello y columna, y tonicidad de esas zonas, favorecerán una
emisión adecuada porque se relacionarán con la posición de la laringe
2. Ejercicios de hombros:Primero se trabaja un hombro, luego el otro y por último los dos
juntos:
a. Hombros arriba y abajo
b. Hombros rotados hacia delante
c. Hombros rotados hacia atrás
d. Rotación completa hacia delante
e. Rotación completa hacia atrás
3. Ejercicios de mandíbula
a. Mandíbula a un lado y al otro con la boca abierta y con la boca cerrada
b. Mandíbula adelante y atrás con la boca abierta y con la boca cerrada
c. Abrir la boca lentamente y cerrarla rápido
d. Abrir la boca rápido y cerrarla lento
e. Abrir y cerrar la boca lentamente
f. Abrir y cerrar la boca rápido
4. Ejercicios de labios
a. Labios juntos adelante y atrás
b. Labios separados adelante y atrás
c. Labios juntos adelante, abrir y cerrar
d. Chupar el labio superior y el labio inferior
e. Morder el labio superior y el labio inferior
f. Vibratorio de labios
5. Ejercicios de lengua
a. Lengua arriba y abajo dentro de la boca
b. Lengua arriba y bajo fuera de la boca
c. Lengua a un lado y al otro dentro de la boca
d. Lengua a un lado y al otro fuera de la boca
e. Rodear los labios con la punta de la lengua
f. Tocar todas las piezas dentales con la punta de la lengua
g. Vibratorio de labios y lengua
h. Recorrer el paladar con la lengua
i. Lengua fina y gruesa fuera de la boca
6. Ejercicios de bostezo
a. Sacar la lengua relajada e introducirla dentro de la boca a medida que se coge aire
hasta que la lengua quede detrás de los dientes inferiores relajada y el velo del paladar suba
bien alto, como en un bostezo. La laringe baja y se amplía al máximo el tracto vocal
b. Sonreír por dentro: la sensación de reírse sin exteriorizarlo, con la boca cerrada,
abre todas las estructuras, genera un hueco óptimo dentro de la cavidad oral, aleja las
bandas y quita tensión
OBS: No deben realizarse todos los ejercicios con todos los usuarios, sino que deben seleccionarse
aquellos que les beneficie según sus necesidades, tomando siempre en consideración la evaluación y
las limitaciones que pudiese presentar el usuario, por ejemplo si está en tratamiento con kinesiólogo por
alteraciones en el hombro, no se trabajará con ejercicios que involucren esta estructura.