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MITOS Y LEYENDAS
(CUTERVO-CAJAMARCA)
LOCALIDAD
INDICE
Introducción 05
El Ilucan y el Chaparri 07
Tupay Tupana 09
El Dorado 13
La ciudad perdida 15
El cerro encantado 17
La Chununa 21
Compilación Mitos y Leyendas 2019
I.E. FE Y ALEGRÍA 69 – SAN VIATOR – CUTERVO – CAJAMARCA-PERÚ El bebé muelón 23
Compilador Freddy A. Chavesta Carrero
Jugando al muerto 25
Email:freddychavesta14@gmail.com
La mala hora 26
La piedra llorona 27
Niña Masha 28
MITOS INVENTADOS POR EL COMPILADOR
El ayuwokai 31
El espíritu decapitado 33
La casa de la bruja 35
La novia xx
El duende xx
EL COMPILADOR
Ilucán cumbre serrana, “cerro de gentiles” que se sepultaron con todos sus seres
que creían de magia ya aparecidos, poblado en su interior por misterioso seres
que creían vacas “ñumes” (con una sola asta) y comen maíz azul y papas sin sal.
Transcurría así el tiempo con gesto inalterable, hasta que una mañana, al sacudir
violento de la tierra y el ronco bramido furioso, sobresaltándose del sueño los dos
cerros.
05
Alguna mutación se advertía en el ambiente. El límite del mar se había apropiado
por el oeste, mientras al oriente grandes elevaciones recortaban el antes nivelado
y monótono horizonte.
Pero he aquí que antes de la media noche despertó Chaparry y comenzó a llenar
en silencio su cuenca adelantando bastante se tarea, se acercó antes del alba y
despertó a su compañero que sin advertir la falsedad de la jugada, se apresuró a
la partida.
02
Antes del mediodía, Chaparry dio por terminada la jornada, ante el asombro de
su contendor que, malhumorado y sudoroso, aceptó con su silencio lo pactado.
A su paso crujieron los montes. Su aliento poderoso cubrió el cielo de nubes. Sus
ojos de fuego dispararon centellas y su voz potente se hizo trueno provocando
violenta tempestad. 02
Cuentan los mayores que cansados por los abusos de los encomenderos los
pobladores de la Gobernación de Jaén de los Bracamoros, decidieron sublevarse
contra los señores chapetones españoles dueños de la horca y cuchillo.
Dicen que mediante sus mensajeros secretos empezaron a preparar la gran rebelión
para acabar con los abusivos que vivían en la antigua ciudad de Jaén de Bracamoros.
Prepararon sus ejércitos con los hombres más bravos y temibles de cada comunidad,
que hoy los conocen como “Sinchi Kakajam”, se preparaban en noches de luna llena
en medio en medio de danzas y el sonido de grandes troncos en anuncios de guerra,
se pintaban la cara con achote y aguzaban sus temibles lanzas de pona, cerbatanas,
boleadoras, filadísimas hachas de la más dura piedra de los ríos y otras temibles
armas de la bravía e inescrutable Amazonía.
Totalmente preparados para el ataque sorpresivo, los insurrectos que eran millares,
se reunieron cerca de Puyaya, entre los actuales pueblos de Pomará y la primavera.
La consigna era encontrarse todos armados. En la retaguardia las armas menos
ofensivas y en la vanguardia la más filudas y temibles lanzas de pona, junto a la piedra
“Tupay Tupana”, enorme roca arenisca afiladora. Allí siempre afilaban sus cuchillos,
hachas y machetes los transeúntes. En este lugar empezaron a reunirse los ejércitos
rebeldes. A una sola orden todos los fieros guerreros afilaron sus temibles lanzas de
pona hasta dejarlas como filudos cuchillos, luego se distribuyeron en son de ataque al
antiguo Jaén por disposición de sus armas. Serían las dos de la madrugada cuando
realizaron el sangriento asalto, fue tan veloz que hubo poca resistencia de los
gendarmes coloniales, la matanza fue espantosa, dicen que corrió tanta sangre que se
filtró por las grietas de la tierra hasta la quebrada de Pacu Yacu, cuyas aguas como
testimonio de la rebelión siguen siendo rojas y la gran piedra Tupay Tupana sigue en
este lugar como silencioso testigo.
Mediante sus mensajeros secretos, prepararon sus ejércitos con los más bravos y
temibles hombres de cada comunidad, se preparaban de noches de luna llena en
medio de danzas y el sonido de grandes troncos como anuncio de guerra, se pintaban
su cara con achote y aguzaban sus temibles lanzas de pona junto a la piedra Tupay
Tupana. Allí siempre afilaban sus cuchillos, machetes y hachas, luego se distribuyeron
en son de ataque y a las dos de la madrugada realizaron el sangriento asalto a los
españoles.