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Sin duda alguna una pieza fundamental en el proceso de lograr metas de alto calibre es la actitud.
La actitud que asumimos como individuos influye profundamente en nuestra vida y en la de los
otros. Un líder no puede ignorar sus actitudes y como éstas afectan su trabajo, las relaciones con las
personas en la empresa, en la familia, o con el equipo de trabajo.
En esta lección exploraremos cuál es la actitud correcta para el logro máximo de nuestros objetivos
y por qué es importante para nosotros como individuos y líderes.
La actitud positiva.
La actitud positiva permite afrontar una situación enfocándonos en los beneficiosos de la situación
por la cual estamos pasando y, enfrentar la realidad de una forma sana, positiva y efectiva. A su
vez, la actitud negativa no permite sacar ningún aprovecho de la situación que estemos viviendo lo
cual nos puede llevar a sentimientos de frustración y resultados desfavorables que no permiten el
alcance de los objetivos trazados.
Muchas investigaciones demuestran que tener una actitud positiva mejora la probabilidad de que
logremos nuestros objetivos.
Proactividad.
La actitud correcta no es solo pensar y creer. La actitud correcta incluye darse cuenta de que
debemos ponernos en acción y hacer algo.
A medida que tomamos medidas en la dirección de nuestras metas, podemos generar un impulso,
una mayor creencia y mejorar la actitud a medida que avanzamos.
3. Refuerce las creencias positivas. Recordar a las personas los éxitos pasados;
Recompensar y reconocer pequeños éxitos en el camino del logro, crea un efecto de
impulso y motivación hacia el objetivo establecido.