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Principios Principio
Esquema
Prueba Prueba
informadores de in dubio
indiciaria anticipada
TEMA 7 – Esquema
del juicio oral pro reo
2
señalan
racionalmente
en una misma
dirección.
Derecho a la
Carga de Prueba presunción de
la prueba preconstituida inocencia (art. 24.2
CE)
Ideas clave
Para estudiar este tema es imprescindible complementar los apartados 7.5 y 7.8 con las
siguientes lecturas:
Moreno, V., Cortés, V. (2015). Derecho Procesal Penal (pp. 426-429). Valencia: Tirant
lo Blanch.
Este precepto, que admite, como veremos a lo largo del presente tema, diferentes
excepciones, deja claro algo fundamental, y es que la prueba en la que el juez o
tribunal tendrá que basarse para dictar una sentencia es aquella que se practique
en su presencia en el acto del juicio oral.
las excepciones que veremos, las partes acusadoras deben llevar a cabo ineludiblemente
si quieren obtener una sentencia condenatoria a su favor.
Los principios que inspiran la fase de juicio oral son los de: oralidad,
contradicción, inmediación, concentración y publicidad.
La inmediación implica que la prueba va a ser valorada por el juez o tribunal en cuya
presencia se realizaron los actos de prueba. Es la única manera de garantizar que la
prueba vaya a ser valorada de manera correcta, adecuada y plena, sobre todo
en aquellos casos en que se trata de la valoración de una prueba personal. Además, la
inmediación permite al juez intervenir de manera activa en el desarrollo de la prueba.
El juez o el presidente del tribunal dirigirá los debates, intervendrá en la práctica de la
prueba, podrá pedir aclaraciones y explicaciones e, incluso, y tal y como se deduce del
art. 729 LECrim podrá tomar una posición mucho más activa en la prueba, llegando
incluso a acordar de oficio la práctica de la prueba. Conforme al artículo citado:
1º) El Presidente del tribunal podrá acordar de oficio el careo de los testigos entre sí o
con los procesados o entre estos; 2º) Podrá acordar las diligencias de prueba no
propuestas por ninguna de las partes, que el Tribunal considere necesarias para la
comprobación de cualquiera de los hechos que hayan sido objeto de los escritos de
calificación; y 3º) Podrá admitir las diligencias de prueba que las partes soliciten en el
momento de celebración del juicio oral.
«El fallo judicial que pone fin al proceso debe ser la expresión razonada de la
valoración concreta e individualizada de los elementos que integran el
conflicto, de las pruebas practicadas de cargo y de descargo y de la
interpretación de la norma aplicada. Por lo cual, la obligación de motivar –
como manifestación del derecho a la tutela judicial efectiva que ampara a todo
justiciable- supone la necesidad de valorar tanto las pruebas de cargo
presentadas por la acusación, como las de descargo practicadas a instancia de
la defensa. De suerte que una sentencia cuya decisión esté fundada en el
análisis solo de la prueba de cargo o de la de descargo no daría satisfacción a
las exigencias constitucionales del derecho a la tutela judicial efectiva
consagrado en el artículo 24 CE».
El juez o tribunal ante el que se realice la prueba es el que debe valorarla, conforme al
principio de libre valoración de la prueba (art. 741 LECrim). La libre valoración no
implica arbitrariedad, por lo que se exige al juez o tribunal que la valoración
efectuada conduzca a entender o no fijado un hecho, que luego podrá ser fiscalizado a
través de la motivación de la sentencia.
La prueba indiciaria es, para algunos, la prueba reina en el proceso penal, habida
cuenta de la dificultad de obtener siempre prueba directa de los hechos. La prueba
indiciaria está compuesta por diversos elementos: 1) El indicio o hecho base de la
presunción; 2) El hecho presumido; y 3) El nexo o relación causal entre indicio y
hecho presunto.
Esto supone, en primer lugar, que el hecho o los hechos bases (o indicios) han de estar
plenamente probados; en segundo, que los hechos constitutivos del delito o la
participación del acusado en el mismo, deben deducirse precisamente de estos
hechos bases completamente probados; en tercer lugar, que para que se pueda
comprobar la razonabilidad de la inferencia es preciso, en primer lugar, que el
órgano judicial exteriorice los hechos que están acreditados, o indicios, y sobre todo
que explique el razonamiento o engarce lógico entre los hechos bases y los hechos
consecuencia; y, en cuarto lugar, que dicho razonamiento esté asentado en las
reglas del criterio humano o en las reglas de la experiencia común (STS Sala II núm.
181/2017, de 19 de enero).
La prueba preconstituida
Sin embargo, hay determinados actos de investigación que, bien por su propia
naturaleza, o bien porque ya se sabe (o se sospecha) que no se van a poder
reproducir en el momento en que se celebre el juicio (normalmente varios
meses, o incluso años más tarde), pueden ser «preconstituidos» como prueba ya
durante la fase de instrucción.
Hay determinadas diligencias que se llevan a cabo en la fase de investigación que son
irreproducibles por su propia naturaleza, o, como señala un sector doctrinal, aquellos
cuya irrepetibilidad es previsible: es el caso, por ejemplo, de una inspección ocular
en el lugar de los hechos, o los análisis de sangre que se pueden realizar en el momento
de la comisión de un delito de tráfico, por ejemplo.
En el caso, por ejemplo, de las declaraciones de un testigo o víctima, cuando por razón
del lugar de residencia de un testigo o de una víctima, o por otro motivo, fuera de temer
razonablemente que la declaración testifical no va a poder practicarse en el juicio oral, o
pudiera motivar su suspensión, el juez de instrucción practicará inmediatamente dicha
prueba, asegurando en todo caso la posibilidad de contradicción de las partes. La
conversión de dicha declaración practicada ante el juez de instrucción en una «prueba»
se logra tanto con la presencia del juez de instrucción como garantizando la
contradicción, que supone, que las partes deberán ser convocadas a la realización de
esta diligencia.
Esta diligencia, además, deberá ser grabada. A efectos de su valoración como prueba en
la sentencia, la parte que quiera incorporarla al acervo probatorio deberá instar en el
juicio oral la reproducción de la grabación o la lectura literal de la diligencia en los
términos del art. 730 LECrim (art. 777.2 LECrim).
La prueba anticipada
presencia del juez o tribunal que ha de valorarla, aunque fuera de las sesiones
normales del juicio oral. El primer requisito para hablar, por tanto, de prueba
anticipada es que se haya acordado ya la apertura del juicio oral y ya esté determinado
el juez o tribunal competente para el enjuiciamiento.
Entre los derechos fundamentales de naturaleza procesal que recoge el art. 24.2 CE se
encuentra el derecho a la presunción de inocencia, que tanta literatura ha
generado y, sobre todo, tantos pronunciamientos del Tribunal Constitucional y del
Tribunal Supremo sobre su extensión y alcance.
Por prueba en el proceso penal, como regla general, tan solo cabe entender la
practicada bajo la inmediación del órgano jurisdiccional decisor y la vigencia de los
principios constitucionales de contradicción y de publicidad, pues solo así se
faculta que el tribunal pueda valorar y ponderar la prueba que se practique, con el
enriquecimiento que aporta su sometimiento a la contradicción ante las partes y,
particularmente, evaluar de manera adecuada la prueba de testigos, peritos y acusados,
como pruebas personales que son.
» Actividad probatoria realizada con todas las garantías. Por ello, la prueba
sobre la que se fundamente la condena del acusado no puede haberse obtenido
violentando derechos fundamentales. Se trata, sin duda alguna, de uno de los
principales problemas que hoy se pueden plantear, en cualquier tipo de delito, pero
sobre todo en aquellos en que será más frecuente la utilización de los nuevos medios
de investigación tecnológica.
El principio in dubio pro reo protege la necesidad de absolver a todo aquel frente a
quien no exista la certeza de ser el autor de un hecho. El principio in dubio pro reo solo
entra en juego cuando existe una duda racional sobre la real concurrencia de los
elementos del tipo penal, aunque se haya practicado prueba válida con cumplimiento
de las garantías procesales. Por lo tanto, este principio solo entra en juego cuando
después de valoradas las pruebas obtenidas y practicadas con las garantías exigidas por
la Constitución y las leyes, el juzgador tiene dudas sobre la comisión del delito o sobre
la participación que en este pudo tener el acusado.
En cuanto a la posibilidad de que por vía del recurso de amparo se alegue la infracción
de este principio, la STC 147/2009, de 15 de junio, reitera la doctrina constitucional
sobre este punto. Así, según el Tribunal Constitucional el principio in dubio pro reo, en
tanto que perteneciente al convencimiento íntimo o subjetivo del órgano judicial, ni
está dotado de la protección del recurso de amparo, ni puede en modo alguno
ser objeto de valoración por este Tribunal cuando el órgano judicial no ha
albergado duda alguna acerca del carácter incriminatorio de las pruebas practicadas.
Tal y como dispone el art. 11.1 LOPJ, «no surtirán efecto las pruebas obtenidas
directa o indirectamente violando derechos fundamentales». Ello supone que si la
infracción cometida afecta al contenido esencial de un derecho fundamental, el medio
de prueba debe ser excluido del proceso. Además, si la prueba se ha obtenido
violentando derechos fundamentales van a ser consideradas también pruebas de
valoración prohibida todas las que de ellas derivan. Como señala Moreno Catena
(2015), «si no se adopta una posición rigurosa de protección de los derechos
fundamentales, y no se impide la valoración de la prueba indirectamente lograda de un
medio prohibido, es evidente que esa violación constitucional se terminará
convalidando en el proceso por otras vías». Ello exige a los tribunales ser especialmente
cautelosos y protectores de los derechos fundamentales en estos supuestos, lo que no
siempre resulta una tarea fácil.
Por otro lado, la prueba ilícita se refiere a aquellos supuestos en los que la prueba se
ha obtenido con infracción de la ley procesal, pero sin que resulte afectado el contenido
esencial de un derecho fundamental. En estos supuestos no se aplica la regla explicada
en el epígrafe anterior de exclusión de este medio de prueba del proceso, sino que se
hace necesario valorar la trascendencia de la exclusión. Por ello, siempre y cuando la
norma procesal infringida no sirva de garantía a un derecho fundamental, la infracción
de las normas procesales que regulan la obtención de la prueba comporta una simple
irregularidad procesal.
Este apartado deben completarlo con el estudio de: Moreno, V., Cortés, V. (2015).
Derecho Procesal Penal (pp. 426-428). Valencia: Tirant lo Blanch.
Lo + recomendado
Lecciones magistrales
En esta clase vamos a repasar los conceptos generales de la prueba, haciendo especial
hincapié en la distinción entre medios de investigación y medios de prueba, para luego
detenernos en los supuestos en los que se constituye prueba durante la fase de
instrucción, y los requisitos que son necesarios para que los actos de «prueba
preconstituida» se pueden incorporar válidamente al acervo probatorio.
Haremos también un repaso general de los conceptos de prueba indiciaria, del derecho
a la presunción de inocencia y del principio in dubio pro reo. En unos procesos tan
mediatizados como son los procesos por corrupción es inevitable cuestionarse si no
queda afectado el derecho a la presunción de inocencia de aquellos acusados que
durante años han sido objeto de tertulias y debates mientras se llevaba a cabo la
investigación.
No dejes de leer…
España. Tribunal Supremo (Sala de lo Penal, Sección 1ª). Sentencia núm. 741/2017, de
2 de marzo.
En relación con la aplicación del principio in dubio pro reo consideramos de interés la
lectura de la sentencia de la Sala II del Tribunal Supremo, núm. 741/2017, de 2 de
marzo. En esta sentencia, la Sala II dice que cuando se entienden como probados de
forma alternativa y excluyente (o una u otra) dos secuencias fácticas siendo ambas
constitutivas de delito hay que elegir la más favorable en concreto para el acusado.
Accede a la sentencia a través del aula virtual o desde la siguiente dirección web:
http://www.poderjudicial.es/search/documento/TS/7956170/hurto/20170310
+ Información
A fondo
La Constitución de 1978 ofrece dos vías para la reforma, una compleja para los aspectos
trascendentales, con el fin de evitar la improvisación y el apasionamiento, y otra
abreviada para los demás temas, llamada «expres» estos días por la urgencia con que
ha sido planteada.
Accede al artículo a través del aula virtual o desde la siguiente dirección web:
http://www.raadabogado.es/es/noticias-detalle/blanqueo-de-capitales-presuncion-de-
inocencia-y-prueba-indiciaria/
Bibliografía
Actividades
Objetivo de la actividad
Descripción de la actividad
Criterios de evaluación
Los criterios que se tendrán en cuenta a la hora de valorar la actividad serán los
siguientes:
Test
5. ¿Cuál de los siguientes requisitos no debe concurrir para que la prueba indiciaria sea
idónea para desvirtuar la presunción de inocencia?:
A. Que los indicios hayan sido alegados en el juicio por una prueba, al menos,
indirecta o referencial.
B. Que los indicios en los que el juez o tribunal se base estén constituidos por una
multiplicidad de hechos base.
C. Que en la sentencia, el tribunal exprese el razonamiento por el que estima
probado el hecho presunto a partir de los indicios.